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*é
47
HKYISOTA
DE
ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
^
REVISTA
DE
ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
(historia y ciencias auxiliares)
ÓRGANO OFICIAL DEL CUERPO FACULTATIVO DEL RAMO
(se publica una vez al mes) '
TERCERA ÉPOCA.— AÑO VII
TOMO VIII
Enero A Junio de 1903.
MADRID
TIP. Ok LA REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Calle de Olid, núm. 8.
1903
SUMARIO
PlRS
I.- Pedrii Rui^ de Aleará^, iluminado aicarreño del siglo .VV7, por I). Manuel Serra-
no r Sanz, de la Biblioteca NacioDal I
II.— Mateo \*á^que^ Lecca, Secretariit de Felipe I!, por U. \úAío Uekíkf-ra 17
lU.— Relación descriptiva de los mapas, plan>.>s. etc., de la Audiencia y Capitanía ge"
nerat de Guatemala (Guatemala, San Salvaditr, Honduras, Nicaragua y Costa'
Ricai existentes en el Archivo general de Indias, por.l). Pedro Torrks Lanzas, Jefe
de dicho Archivo 20
IV.- Códices más notables de la Ititlioteca Nacional. IX. Misal toledano del si-
glo XV, por D. Antonio Pa¿ y Mema, Jefe del Departamento de Manuscritos
de la Biblioteca Nacional 36
\.— Estudio sobre los .sermones valencian'ts de San Vicente Ferrer que se conservan
manu.scritos en la fíiblittteca de la Uasilica metropolitana de Valencia: IV. Le-
ycnrfdi.-.\/i7a/yros, por I). R'jque «."habas. ('.anúnigo-Archivero de la misma. . . 38
VI.— Documentos: I. Estado do la I 'ni ver>idad de Alcalá desde su funda-rión hasta el
año i8n?; por la copia, Julio Mklc.ares y Mahín— II. Poesías del Doctor Agustín
de Oliva. 3.'' «wOtra carta para el mesmo Señor Don Diego de Sossa, de Montilla .i
Cordoua; por la copia, M. S. y S.— III. Libros manuscritos ó de mano [de la Biblio-
teca del Conde de <"iondomarl; por la copia, M. S. v S 58
VIl.—NorAS BiRi.ioCRÍKiCAs: Loui'ie Ferdmand de liaviire, Kminanuéle Thcrése. de 1'
Ordre de Sainte «Haire, filie de Tlilecteur Max Emanucl de Baviíre f i'V)t"i-i75i>). (Hk-
rhkiniíknvissfr). -D. \'icente Vives y í.iern. Lase isas de los Estudios en Valen-
cia. Informe acerca del sitio en que é'itas se hall iban emplazadas fV. V.V — Enri-
que Vignaud. La cana \ el mapa de Toscanelli sobre la ruta de las Indias por el
Oeste, enviidos en 1474 al portu¿;ués Fernán Martins y trasladados más urde á
Cristóbal (.ólón (.M. S. Y .S.) Ch)
VIÍL— Vahieiíades: Arjíeníina (Republic i) y t.'.hile. España (.Madrid y León), Inglaterra,
Italia > Rusia 74
IX.— BiBi.ioírPAFiA: Libros espafv^les, por D. Pedro Roca, y D. .Mvaro Gii Alhackjk,
de la Biblioteca Nacional.— /.ídros extranfems, por D. Manuel Skrraxo y San/,
de la Biblioteca Nacional. — Revistas es pan" I a.'t, por D. Pedro Roca y D. Ricirdo
Torres \ai.le, de la Biblioteca Nacional.— /íei'í^fa.v extranjeras, por D. Manuel
Sf.hpano y San/. ^ 77
X. — ShCCiÓN ÜKIOIAL Y 1*1: .NOTI01A> H4
LX.m.NA^ nl'ki.ias. I. La cen.». .Miniarura del .Misal to'cdano. S. xv.— II. Encuademación mudejar
dci Misal i'jledan'i. *^. \v.— III. .M.ip.i ilc I:i provincia del Pelea y del Castillo de su
nojnbre. .\ño 1740.
Lá.minan LMiPCAiAiiAS i.N Ri. rF.Mvi. .Mcdaili de .Miteo Vá/que/ I.ecca. inverso y reverso. -
Plan: t del Pucri-j de Y2iap.i iNinn. 2) -'".ainint» proyectado entre Puerto <'abalIos y la
Bahía de Fonscca (.S'um. 4) -.M ipa de I» provincia de Njcaraijua (.Núm. 17).- .Mapa de la
provincia a>z Honduras (.\'úm. iSi.— Mapa del rio de Malina (Núm 23).
Pliego 14 lie la ñiblinjrrafia hispano-latina clá'iica. por D. M.ircelino Mcníniik/ y Peí. ayo,
Jefe supcriur del Cuerpo íacultaiivo de .Vrchivcros, Bibliotecarios y .arqueólogos.
Director de la Biblioteca Nacional.
Pliego 33 del Catálogo de retratos de personajes esp.iñoles que se conservan en la Sección de
Estampas y de Bellas Artes de la Biblioteca Nacional, por D. Ángel M.' de Barcia
Y Pavón, Jefe de dicha sección.
Pliego 42 del Catálogo I del .Archivo Histórico Nacional. Inquisición de Toledo, por D. Vicente
ViGSAu, Director de dicho establecimiento.
Pliego I.** del Catálogo de la librería del Cabildo Toledano, por D. José Octavio i>e Toledo.
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CONSEJO DE LA REVISTA
JUNTA INSPECTORA. Presidente: Jefe superior del Cuerpo, D. Mar
celino Menénde\ y Pe/a/o.— Vicepresidente: D. Vicente Vignau y Bailester.—
Vocales: D. José Onega y García.— D. Manuel Flores Calderón.— D. Mariano Ca-
talina y Cobo. — D. Rodrigo Amador de los Ríos. — D. Eduardo de Hinojosa y Nave-
ros. — D. Juan Catalina García y López. — D. Augusto Fernández Victorio y Coci-
na.— D. Ricardo de Hinojosa y Naveros. — D. P'rancisco Navarro y Ledesma.
REDACCIÓN. Presidente: IJ. Marcelino Mencnde^y Pelayo. — Vicepresi-
dente: D. Vicente Vignau y Bailester. — Redactor jefe: D. Juan Mencndez Pidal.
— Vocales: D. Ramón Menéndez Pidal. — D. Antonio Paz y Melia.— D. José Ramón
Mclida y Alinari.— D. Alvaro Gil Albacete. — D. Ricardo Torres Valle. — D. Narciso
Sentenach y Cabanas. — I). F^icardo de Hinojosa y Naveros. — Contador: D. Ma-
nuel Magallón. — Secretario: D. Manuel Serrano y Sanz.
eOLABOI^ADORES
Españoles.
Todos los individuos del Cuerpo Facultativo de Archiverus, Bibliotecarios y
Arqueólogos, y los distinguidos escritores siguientes: Aguilar y Cano (D. A.), Pu-
hlicista.—Altamira (I). R.), Catedrático de la l'nivcrsidad dé Oviedo.— Alemany
(D. J.), Catedrático de la l'niversidad Ccntral.—A viles (I). A.), de la Real Acade-
mia de San Fernando.— Baselga (L). M.), Catedrático de la l'niversidad de Zara-
f»oza.— Bayo (I). C.), Publicista.— Blázquez (i). A.), C. de la Real Academia de
la Historia.- -Bonilla y San Martín (D. A.), Catedrático de Derecho mercantil en
la l'niversidad de Valencia.— Calleja (O. J. D.), Publicista.— Cedillo (Fxcelenli-
simo Sr. Conde de), de la Real Academia de la Historia.— Codera (I). F.), de la Real
Academia de la Historia.— Costa (D. J.), Iberista. - -Cotarelo \ Wuú (D. E.), de la
Real Academia Española.— (Lhabás (I). R.), Canónigo-archivero de la Catedral de
Valencia.— Domínguez Berrueta H). M.), Catedrático del Instituto pnnincialde
Salamanca.- Eguílaz Yanguas (D. L.), Catedrático de la l'niversidad de (iranada.
Ruano y Prieto (I). F.), Publicista. Escandón (I). R.), Astrónomo del Observato-
rio de Madrid.— Fernández Duro (D. C.), Americanista, de la Real Academia de la
Historia.- -Fernández de Velasco (D. F.), Publicista. -Fcrrá (D. B.), Director del
Museo Arqueológico Luliano.— Gartí i de Quevcdo y Concellón (D. É.i, (^catedráti-
co del Instituto provincial de Burgí s. Garrido Osorio (D. M.), Catedrático de la
l'niversidad de Granada.- Salva (I). A.), .XrchiNero municipal de Burgos. — (iarriga
(D. F. J.), (catedrático del Instituto provincial de Oviedo.— (}esioso y Pérez (D. J.í,
de la Academia de Bellas .\ries de Sevilla.- Ciómez Imaz (D. .\l.). Publicista.—
Gómez-.Moreno y Martínez (D. .M.), Profesor de la I niversidad ídel Sacro Monte
de Granada.— Goyri de Menéndez Pidal iD.'^.M.'M, Doct(;ra en Filosofía v Letras. —
Hazañas v la Riía (D. J.), (Catedrático de la L'niversidad de Sevilla.— Hergueta
(D. .N.), de la Real Capilla. - Herrera (I). A.), de la Real Academia de la Histo-
ria.— Herrera (P. I.), de las l'scuelas F^ias. — Lampércz y Romea (D. V.), Arqui-
tecto y (Catedrático de la Escuela de Arquitectura.— Las Navas (Conde de). Bi-
bliotecario déla Real Casa. - Liñán y Eguizával (D. P.), Publicista.— Lomba
(D. J. R.), Publicista. --Llabrcs (D. ("íábricl), (""catedrático del lnstitut(j de (Sáce-
res—.Muntadas (D. J. F.), Publicista.— Oliver y Esteller (D. B.), de la Real Acade-
mia de la Historia.- Pedraja Fernándc/ (I). K. de la). C de la Real Academia de la
Historia.— Ramírez de Arellan(j (D. R.). C de la Real Academia de la Historia. —
Fíodríguez de Berlanga(D. .\L), Romanista.— Rodríguez Mourelo(I). J.), I^rofesor
de la Escuela de Artes y Oficios.- Soraluce (I). P.i, de la Comisión de Monu-
35{)i(i4
memos de Guipúzcoa.— Tenorio (D. N'.), Publicista. -Tramo veres (D. L.), de la
Comisión de Monumentos de Valencia. — Laurencín(EI Sr. IVtarqués de), de la
Real Academia de la Historia.— Ureña y Smenjaud (D. R. de), Catedrático de la
Universidad Central. — Velázquez Bosco (D. R.), Arquitecto y Catedrático de la Es-
cuela de Arquitectura.— Villaamil y Castro (D. J.), Arqueólogo. — Vives (D. A.),
de la Real Academia de la Historia.
Extranjeros.
Bienkowski (P.), Profesor de la L'niversidad de Cracovia. — Bonsor (M. J.), Ar-
queólogo.—M. J. Calmettc, miembro de la Escuela Francesa de Roma. — Daumct
(M. G.), de los Archivos Nacionales de Francia. — Engel (M. A.), Arqueólogo.—
Farinelli (Dr. A.), Profesor extraordinario de la Universidad de Innsbruck. — Fitz-
Gerald (M. J. D.)— Friedel (M.), de la Universidad de Liverpool. — Garófalo (señor
F. P.), Profesor de la Universidad de Catania (Sicilia).— Gráfenberg (doctor S.), Cri-
tico de literatura española. Frankfort.— Graillot (M. Henri), Profesor del Liceo de
Tolosa de Francia.— Haebler (Conrado), Bibliotecario de la Real de Dresde. — Ho-
molle (M. Th.), Director de la Escuela Francesa de Atenas. — Leitede Vasconcellos
(Dr. J.), Director del Museo Etní)lóg¡co de Lisboa.— Melé (E.), de la Biblioteca
Nacional de Ñapóles.— Morel-Faiio (M. A.), Director adjunto de la Escuela prác-
tica de Estudios superiores de í^aris. — Paris ÍM. P.), (Catedrático de la U'niversidad
de Burdeos. — Ulloa (D. Luis), Comisionado espi;cial del Gobierno del Perú en los
Archivos y Bibliotecas de Europa.
Catálogos publicados por la Revista de Archivos, Bibmotfcas v Mi'seos.
Biblioteca Nacional, L — Catálogo de i as piezas de teatro que se conservan en el
Departamento de Manuscritos de la Biblioteca Nacional, por D. Antonio Paz y
Melia, Jefe de dicho Departamento. — Madrid, 1899.— 8.® doble, 717 páginas. — 10
pesetas. — Ocho pesetas á los suscriptores de la Revista. Punto de venta, en la Ad-
ministración de la misma.— II. Catálogo de las causas contra la fe seguidas ante el
Tribunal del Santo Oíicio de la Inquisición de Toledo y de las informaciones ge-
nealógicas de los pretendientes á oficios del mismo. Con un Apéndice de los demás
Tribunales de España, Italia y América.— Madrid, ioo3.— 8.** d., vm-GGo páginas.
BIBLIOTECA DE LA REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS V MUSEOS.
IL Instrucciones para la redacción de los Catálogos en las Bibliotecas públicas del
Estado, dictadas por la Junta facultativa de Archivos, Bibliotecas y Muscos. —
Madrid. Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1002.-8.°
1 52 páginas y 180 mf^dclos. — 6 pesetas.
PRECIOS DE SUSCRIÍH:IÓN.— En España, 15 pesetas al año: en el extran-
jero, 20 francos al año. — A'o se admiten sellos de correos en pago de suscripcio-
nes.—TSÍúmevo suelto, 1,50 pesetas.
Primera y segunda serie (primera y segunda época), 225 pesetas, tomos I á IX;
sueltos, á 25 pesetas tomo.— Tercera* serie (tercera época), lomos I, II, III, IV, V,
VI y VII, 90 pesetas; sueltos, á i5 pesetas tomo. — Boletín de Archivos, Bibliotecas
y Museos, un tomo, 7,5o pesetas.
Modo de hacer el pago los suscriptores de provincias.
Por medio de libranza del Giro mutuo, á nombre del Jefe del Archivo
Histórico Nacional, Paseo de Recoletos, 20.
REVISTA
DK
ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
(HISTORIA Y CIFNCIAS AUXILIARES)
Ano vil. — fiNtRO de igoS. — Ni'm. i.
PEDRO RUIZ DE ALCARAZ,
I L U M í N A D O A L C A R R K Ñ O D K L SIGLO XVI
I
La circunstancia de ser este hereje apenas conocido, tanto que se le
llama generalmente e¡ Padre Alcázar, sin que perteneciese á orden reli-
giosa ni siquiera fuese clérigo; el haber sido el primero que profesó y en-
señó las creencias de los alumbrados de una manera algo sistemática, no
mezclándolas con desbordamientos de groseras pasiones ó con delirios de
fanático vidente, y la íntima relación que tiene su proceso con los de
otros iluminados coetáneos, cuales fueron María de Cazalla, la andariega
Francisca Hernández y Antonio de Medrano, me han impulsado á extrac-
tar el voluminoso legajo de la causa que contra él siguió la Inquisición de
Toledo en los años iSkj á ¡529 '.
Con ser la secta de los alumbrados importantísima en nuestra Historia
religiosa, porque representa el movimiento reformista en España, indepen-
diente del germánico, y haber preparado el terreno para que este amena-
zara luego propagarse, quedan todavía sus orígenes envueltos en relativa
obscuridad '. Generalmente se asegura que existían ya alumbrados antes
del año 1498, fecha en que Villalobos publicó El sumario de la Medecina;
1 Progeso contra Pedro de Aleará:^, ref^ino de Guadalajara. Se conserva en el Archivo His-
tórico Nacional; consta de 44^ hojas numeradas. 'Signaturu, Inquisición de Toledo; ]e¿;ajo loñ.
núm. 26.
2 Boehmer (Francisca Hernández und Frai Francisco ^rfíí, pags. 17 á in), trac varias noti-
cias exactas de Alcaráz, Isabel de la Cruz, Bedoya, Fastrana, Barreda y otros iluminados, co-
piadas de los procesos contra Francisca y Fr. Oriiz; documentos que se conservaban intejjros
hacia el año i8t>5 y de los cuales solamente hay ahora en el Archivo Histórico Nacional alj<unas
hojas.
3.* ¿POCA.—TOMO VIII. I
2 REVISTA DE ARCHIVOS
pero ni Villalobos describe como herejes á los que llama aluminados, sino
como tipos de repugnante obscenidad, ni la palabra iluminado se empleó
hasta mediados del siglo XVII, ni la secta, á juzgar por los datos conteni-
dos en los procesos inquisitoriales, tuvo su cuna fuera de España ». Don
Vicente de la Fuente refiere ^ que Fr. Antonio de Pastrana, Custodio fran-
ciscano en la provincia de Castilla, comunicó á Cisneros, en fecha que no
precisa, los desvarios de un religioso contemplativo de Ocaña, quien decía
que por revelación del Señor debía hacer vida conyugal con varias mu-
jeres santas y engendrar en ellas profetas, de cuyo error salió con una
tanda de azotes 3.
He aquí íntegro el texto de tan curioso documento:
«R.mo y muy magnifico Señor: La Madre Juana de la Cruz me mostró
vna carta de Vuestra Señoria y otra que vn religioso contenplatiuo alum-
brado con las tinieblas de Satanás le avia escrito; y luego a la ora que vy
las dichas cartas me parti para Ocaña donde dicho religioso estaua y
hizle luego encar<;elar y dar tal penitencia que en pocos dias alcan90 co-
nosfjimiento de su herror, y que ya no avia ne^cssidad de engendrar pro-
fetas para remediar el mundo, avnque dezia que por mucho tiempo es-
tando en oración avia alcan(;ado de Dios vn mandamiento que le man-
daua que engendrase vn hijo en persona santa, el qual era muy ne9esario
que nasciese en este tiempo; y creo yo que fuera peor que el que traxeron
de Roma figurado. Crea Vuestra Señoria que nunca vio cosa de tan ynfi-
nita locura, porpue yo he hecho inquisición sobre este religioso y en si
conversación le he hallado muy apartado de sospecha de mugeres y muy
ocupado en cosas spirituales, en las quales ha sido engañado como vuestra
señoria vee. Espero en Nuestro Señor que para su saluacion le hará esto
mucho prouecho, porque los ojos que tenia cerrados con la culpa de su
pecado, la pena de la penitencia se los haze abrir; de la qual penitencia
no saldrá hasta que del todo esté su anima enderecada a Dios y el dexe las
1 En el Cilicto de gracia que dio el Inquisidor general D. Andrés Pacheco á 9 de Mayo del año
1623, son Uamaiáos perfectos, dexados, alumbrados y congregados. El califícativo más común
era de alumbrados como puede verse en la Relación de las proposiciones de los alumbrados de
IJerena que se castigaron el año de j575 en el auto público que alli se gelebró y en otros docu*
mentos de fines del siglo XVI y comienzos del siglo XVII contenidos en el ms. 2440 de la Biblio-
teca Nacional. La misma denominación reciben en los procesos de Vergarn, María de Cazalla,
Antonio de Mcdrano, Pedro Ruiz de Alcaráz y otros que he examinado.
2 Historia eclesiástica de España; t. V, p. 232.
3 Pedro Mártir de Anglería (Epístola 428) hablaba en el año iSoq de una ilusa conocida con
el nombre de la beata de Picdrahita. No se conserva el proceso que le formó la Inquisición. De
ella daré algunas noticias en el tomo II de mis Escritoras españolas.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 3
tales contemplaciones procuradas por Lufífer; y porque desto quando
vuestra señoría venga le entiendo de hazer mas larga relación no alargo
mas de quedar besando las manos a vuestra señoría y suplicando a nues-
tro Señor muchos años le conserue en su santo amor. De San Francisco
de Alcalá a xxvii de Agosto i5i2.
El indíníssímo capellán de vuestra Reverendissima señoría, Fray .-in-
tonió de Pastrana, Custodio.
(Sobrescrito.} Al R.»"o y muy magrtífico señor el Señor Cardenal de
España Arzobispo de Toledo nuestro padre» ^
II
Vana puerilidad sería imaginar que los errores de Lutero acerca del li-
bre albedrio y la justificación del hombre por la fe y por los méritos de
Cristo, fueron solamente caprichosas extravagancias individuales; á co-
mienzos del siglo XVI, como en todas las ¿pocas de transición, reinaba en
los espíritus cierto vago pesimismo, cierta desconfianza del porvenir que se
veía encubierto con los celajes de inminente y furiosa tempestad; pesimis-
mo que se concretaba en una tendencia al suicidio del alma, despojándola
de la facultad más noble que Dios puso en ella: de la libertad; convirtién-
dola en un ser meramente pasivo y esperando nuestra salvación tan sólo
por la acción omnipotente de Dios. Estas aspiraciones indicadas ya en la
mística germánica, se concretaron muy luego en fórmulas precisas, Al
mismo tiempo que Lutero echaba los cimientos del protestantismo, en el
centro de España se elaboraba un sistema análogo que se propagó rápi-
damente, sin que entre el fraile sajón y el alumbrado de Guadalajara hu-
biese ni pudiera haber relación. alguna; hecho que nadie juzgará pura
coincidencia.
Ignórase quién profesó y enseñó primeramente las doctrinas ¡iluminis-
tas, como también si el origen de la secta fué debido, según parece más
probable, á la iniciativa de un heresiarca, ó si nació, cual por generación
espontánea, en varios lugares. Sólo sabemos que ya dogmatizaban: Isabel
de la Cruz en Guadalajara hacia el año i5i2; tres años después Francis-
ca Hernández en Salamanca; en i522 los frailes menores Juan de Olmillos
y Francisco de Ocaña, en Escalona; otros religiosos de e^ta orden en Ci-
1 E! !ns orisinal se conserva en la Biblioicci de !.i Faculiid de Derecho.
4 REVISTA DE ARCHIVOS
fuentes, y Mana de Cazalla, en Pastrana K Todos estos apóstoles y díaco-
nísas de la nueva religión se comunicaban, ya por cartas, ya personal-
mente, concediendo á veces como una especie de jefatura á la Francisca
Hernández, de quien hablaban con fanática veneración los hombres, y no
con tanto respeto las mujeres. Sin embargo de esto, no se profesaban mu-
tuamente gran cariño, en especial cuando caían en manos de los inquisi-
dores; y cual en la venta del Quijote «daba el arriero á Sancho, Sancho
i la moza, la moza á él, el ventero á la moza», Alcaráz maldecía de Ol^
millos; la Hernández, de Tovar y de Eguía; María Cazalla, de la Hernán-
dez, y Mari Núñez, de Isabel de la Cruz. Profesando todos análogos erro-
res, se llamaban herejes los unos á los otros, y en sus declaraciones ante el
Santo Oficio procuraban hacerse mutuamente el mayor daño posible.
III
Uno de los alumbrados más antiguos de que hay noticias fidedignas es
Fray Francisco de Ocafta, de la Orden de Menores, residente en Esca-
lona y con quien trató Pedro Ruiz de Alcaráz. Según éste, Fr. Fran-
cisco, quien más que impostor parece haber sido loco y visionario, predi-
caba continuamente que la Iglesia estaba necesitada de reforma y que los
que entonces la gobernaban debían ser arrojados como puercos; que la pa-
sión de Cristo debía constituir el principal asunto de los sermones y todo
lo demás era una burla. Llevando adelante sus imaginaciones profetizó en
el año 1 524 que Francisco I sería destronado por Carlos V; que él iría á
Roma juntamente con Fr. Juan de Olmillos, guardián en Escalona, y am-
bos reformarían la Iglesia, dando á Francisca Hernández, que por enton-
ces residía en Valladolid, el cargo de ¡¡enmendar la Biblia!! Al marqués
I En Guadalajara eran iluminados Campuzano el mozo, continuo del Duque del Infantado^
Espinosa, chirimía de este; Vega, despensero del Conde de Saldaña; Bivar, capellán del Duque
y doña Leonor de Quirós. En Pastrana el clérigo Gaspar de Bedoya, Francisco Jiménez y su
mujer. En Escalona los criados del Marqués, el capellán Gutiérrez y el alcaide Baeza. (Proceso
de Pedro Ruiz de Alcaráz, folio 17.) hn el mismo hay una lista de los que se comunicaban por
cartas con Alcaráz y la beata Isabel de la (^ruz. Eran los siguientes: Antonio de Baeza; su mujer
doña Francisca; Ana de Soria; Alonso López Sebastián; Antonio Calvete; Alonso López Zancas;
Alonso de la Cruz; Albadán, sobrino de Aleará/; Agustín, su hijo; Ana Romero; Calvete; Cata-
lina Calvete; Catalina de la Torre; Constanza Romero; Diego de Espinosa; doña Isabel; el bachi-
ller Juan López; su mujer; el bachiller Olivares; Fray Andrés de Ecija; Fray Antonio de Pas-
trana; Fray Antonio de Covarrubias; Fray Diego de Barreda; Fray Juan; Fray Luis de Santa
María; Fray Luis de Jerez; Fray Lorenzo; Fray Pedro de Pastrana; Fray Pedro de los Angeles;
Fray Cristóbal; Francisco Jiménez; Francisco de Mora, canónigo; Gabriel Sánchez, cura de
Pastrana; Gaspar de Valera; Juan Delicado; Juan López, capellán; Inés de San Juan; Inés de la
Cruz; Leonor de Bivar; Mencia Jiménez; Mari Ruiz; Nicolás de Embid; Pedro de Rueda; Rincón;
Sebastián Gutiérrez, capellán del Marqués de Villena.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 5
<le Villena se le reservaba una honrosa comisión: colocar en la silla de
San Pedro al nuevo Pontífice, que probablemente la ocuparían Fr. Juan de
Olmillos ú Ocaña.
Divulgadas muy pronto las necedades de estos frailes, ocomen^ose á
publicar que el Marques tenia santos en Escalona; e otros dezian que he-
ran diablos; e de allí se dixo que en Pastrana y en Guadalajara y 'en Ma-
drid Y en Escalona avia personas que se dezian, unos^alumbrados, e otros
dexados, e otros perfetos». Lleno de escándalo el cabildo de Toledo, resol-
vió estudiar el caso y diputó para ello al Obispo auxiliar ¡Campo y^al li-
cenciado Mejía, á quienes informó Pedro Ruiz de Alcaráz. El Provincial
de San Francisco Fr. Andrés de Ecija fué d Escalona con jdéntico] objeto
y sucedió que dando la comunión á Olmillos este «luego'tuvo'sus traspon i-
mientos y comeníjo c^n ellos a hablar como solía, y el ¡Provincial mandó
•que (pesase el canto de los fray les que cantavan la Pange lingua, para que
se oyese lo que dezía el de Olmillos, y el Provincial Jcubierto^ de lagrimas
de lo ver traspuesto e oyrle lo que asy dezia; estuvieron hasta que'acabó
su sermón; y yo (añade Alcaráz) estaba que páresela qucl corat^on me co-
mían perros». Cualquiera pensaría que el Provincial adoptó enérgicas me-
didas contra aquel fanático; lejos de ello, contentóse con mandar que Ol-
millos dijera misa en la claustra y que solamente predicara al Marqués de
Villena. Olmillos residió luego en Madrid, donde el populacho iba á oír
su misa y contemplaba las contorsiones y visajes de aquel energúmeno
cual si fuesen indicios manifiestos de santidad; el Provincial se abstuvo de
adoptar medida alguna para cortar este escándalo, «porque (los fieles) no
se enojasen contra ellos y les quitasen las limosnas». Andando el tiempo
•Olmillos fué elegido nada menos que Provincial de Castilla. Falleció en
Madrid en el año 1529 '.
IV
Pedro Ruiz de Alcaráz nació en Guadalajara hacia el año 1480; fué
hijo de Juan de Alcaráz y de Catalina Ortiz, ambos de aquella población
I De 01 milloí escribe Fr. Lucís Waddingo: «Jomnem de Olmillos, guardianum conventus
de Scalona, virum fuisse rclÍKÍosissiinum ct obedientiae virtute insignem, qui cum frequenter
extra se reperetur ct scnsibus sopitis multa in Dei laudem, etiam inter missirum solemniadi-
-ceret et aliqua pracdicaret, ab ipso Quiñonio jussus prompte obedierit ei dcinccps ab hujusmodi
sermonibus abstinuerit, ñeque amplius tales extases habuerit, pro quibus aliud majusoccultam
beocñcium se a Deo recepisse Quiñonio revelavit du n regeret provinciam C.astellae; obiitque
Matriti aono 1529, migna pietatis opinione.» CAnna/es Aítnorum a P. Luca Waddingo. Roma,
AiDCLIV: Tomo VIH, pág. 419.)
Q REVISTA DE ARCHIVOS
y descendientes de judíos conversos; su abuelo paterno Hernán Ruiz de
Alcaráz, ejerció allí la profesión de escribano; el materno, Garci Sánchez
de Olea, fué vecino de Hita. Tuvo cuatro hermanos: García Ortiz, aven-
turero en Italia; Hernando de Alcaráz, criado del Duque del infantado;
María de Alcaráz, casada con Diego de Moya, secretario de dicho título,
y Catalina Ortiz, viuda de Juan de Rivadeneyra en el año 1524.
Hijo de familia pobre, pues su padre ejercía el ofício de panadero, no
estudió Facultad alguna, por cuyo motivo sus contemporáneos lo llamaban
idiota y sin letras, sin que esto pruebe que fuese ignorante; lejos de ello,
conocía á la maravilla los libros sagrados y las obras de mística en uso
entonces, como eran las del seudo-Areopagita, de Gerson, de San Ber-
nardo, algunas de San Buenaventura, la celebérrima atribuida á Kempis
y otras. Sabía de memoria gran parte de la Biblia y comentaba con agu-
deza, sofística en ocasiones, los pasajes más obscuros. Los teólogos con
quienes hablaba se maravillaban de su cultura y del ingenio con que ex-
ponía sus ideas.
Hacia el año i5o8 casó con Juana Suárez, de quien tuvo dos hijas y
ocho hijos, el mayor de los cuales apenas contaba quince años en 1624. Des-
de iSig á 1 523 residió en Priego, donde fué Contador del Marqués de este
título y luego en Madrid una breve temporada con D. Benito de Cisneros.
De sus viajes de propaganda hay pocas noticias en su proceso; en ibig fué
á Pastrana deseoso de conocer el estado de la naciente cofradía iluminista
y en i523 marchó á Valladolid para conferenciar con la gran sacerdotisa
Francisca Hernández.
Decrépito y gotoso Don Diego López Pacheco, segundo marqués de Vi-
llena, se había retirado á su alcázar de Escalona, donde se daba al ejerci-
cio de la piedad y á la conversación con varones espirituales. Algo incli-
nado, por lo visto, á lo sobrenatural, gustaba de las pláticas que le diri-
gían los frailes Cimillos y Ocaña, á quienes, acaso, tenía por santos y no
desaprobaba sus visiones y profecías. Saturado ya de iluminismo llevó á su
palacio en el año i523 un predicador laico que lo fué Ruíz de Alcaráz, á
quien señaló 35.ooo maravedis de quitación ó sueldo. Alli reunió en breve
Alcaráz una pequeña comunidad á la que pertenecía casi toda la servidum-
bre del marqués; doctrinaba en casa del licenciado Antonio de Baeza,
donde acudían clérigos, como Gutiérrez, capellán del Marqués; mujeres
como D.* María de Zúñiga y Ana de Soria, y muchachos cual Juan de
Valdés, no sin escándalo del presbítero Francisco de Acevedo quien decía-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 7
raba mas adelante: «me pares9ió mal del comunicar semejantes cosas con
personas yncapa^es, como eran mugeres y mochachos; e las personas que
yo supe con quien mas comunicava, eran el Marquen: mí señor, e mi se-
ñora, e con Soria e Cuevas e Mari Ángel, mugeres de mi señora, e con
Antonio de Bae^a, e su muger doña Francisca, e con Sebastian Gutierres,
e con Juan de Ayala, e con San Román e con Valdes e Marquina e No-
guerol e Quritica e la de Espinosa, viuda, y una ama del corregidor Pedro
de Barrios; e a todos estos que he dicho les vi después que comunicaron
con Alcaraz estar en los divinos oficios quando se hincavan de rodillas syn
rezar exteriormente ni ynclinar la cabe9a al nombre de Ihesu Christo.»
Al viejo Marques agradaban no poco las. doctrinas de sus iluminados,
y tanto que según dice Alcaráz «mostraua algunas vezes tener consigo
vnos sentimientos e alegrías spirituales; estaua algunas vezes como enle-
uado» *.
La secta de los alumbrados propagóse muy luego en la Alcarria, donde
pronto se formaron varias iglesias, especialmente en Cifuentes y Pastrana;
de los iluminados de esta villa hay muchas é interesantes noticias en el
proceso de Maria Cazalla, publicado por el Sr. Melgares y Marin en sus
Procedimientos de la Inquisición; ^ de los de Cifuentes hablaron algunos
testigos en el proceso de Alcaráa;; uno de ellos refirió así los comienzos de
la secta en ambas poblaciones:
«F'rancisco Ximenez fue a Qiiuentes e habló allí con Fray Diego de Ba-
rreda e Fray Antonio de Pastrana y ellos le dixeron, estando yo presente,
que avia ydo alli a fierto nego<;io, que era a casar una sobrina, que era
mejor e mas ^ierto camino el del dexamiento, que no el del recogimiento;
e lo que ellos dezian del dexamiento, a lo que me acuerdo, es que se pro-
curase de tener dada la voluntad a Dios e subjeta nuestra voluntad á la
suya, syn pedir cosa alguna a nuestro Señor de aquello que sabe que mas
conviene al anima; e alli nos dixeron que en Guadalajara estavan dos per-
sonas de quien ellos avian sabido esto del dexamiento, que eran Isabel de
la Cruz e Alcaraz, e que nunca con persona que se oviesen comunicado les
avia satisfecho como Ysabel de la Cruz; e al Fray Diego de Barreda le oy
dezir que era cosa maravillosa ver el entendimiento e sentido que tenía el
dicho Alcaraz en la Sagrada Escriptura, para no saber latin, e que lo ha-
I Folio 5 del proceso de Alcariz.^2 Tomo II, págs. 5 á i56.
8 REVISTA DE ARCHIVOS
blava e declarava mejor que los que lo avian aprendido, e quel primero
que lo avia puesto al dicho Fray Diego de Barreda en este camino del de-
xamiento era la Ysabel de la Cruz, e que la tenia como por maestra. E
luego como vino el dicho Francisco Ximenez a esta villa procuró de hablar
e poner en este dexamiento a algunas personas, según he oydo; que yo qué-
deme a^i en Qifuentes por cierto tiempo, e quando vine hallé que ya lo
tenía sembrado por el lugar; e después vinieron los dichos Fray Diego e
Fray Antonio aquí, e se comunicaron con ellos muchas personas, e vi que
hablando en este dexamiento y estando ellos aqui vino / Icaraz, e con el
asimesmo se comunicaron muchas personas de las sobredichas e otras, es-
pecialmente Alonso López Sebastian, que yba con el a algunas casas, e
Francisco Ximenez, con el qual e con su muger e con su hermana tuvo el
dicho Alcaraz mas comunicación que con otros, porque dezia que hallava
mas aparejo en ellos que en los otros, e vi como hablando con algunas per-
sonas el dicho Alcaraz en publico hazia traer la Blivia para mostraren
ella lo que dezia; y esto vi estando en casa del bachiller Olivares e leyó
allí en una epístola de Sant Pablo diziendo todo el romance sin leer el
latin; e otro dia en casa de Gaspar de Vedoya hizo traer la Blivia el dicho
Alcaraz para mostrar á los dichos Fray Diego de Barreda e Fray Antonio
cierto paso en que estavan hablando y el dicho Fray Diego después que se
salió de alli dixo que era maravilloso aquel entendimiento quel dicho
Alcaraz avia dado. Yo hablé al dicho Alcaraz para que me dixese el modo
que avia de tener en servir a Dios e me dixo: mortificate membra vestra^
que no aveys menester agora otra cosa.»
VI
Algunos años transcurrieron sin que el Santo Oficio se fijara en la nue-
va secta, acaso por ver solamente en ella una devoción y piedad exagera-
das, muy propias en las mujeres y en la gente del pueblo. Mas al fin co-
menzó á notar el afán de proselitismo que caracterizaba á los dexados; su
apartamiento de los que no comunicaban con ellos; aquella tendencia de
los laicos á usurpar el ministerio de la predicación á los sacerdotes, apar-
tando á los fieles del templo para llevarlos á casas particulares, y aun se
empezaron á divulgar los errorts que profesaban. Todas estas circunstan-
cias que concurrían en Alcaraz lo hicieron sospechoso á los inquisidores.
Cuando oía misa, lejos de hincarse de rodillas y persignarse en las oca-
siones de costumbre, permanecía rígido cual una estatua, con los brazos
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 9
caídos, sin mover los labios, sin dirigir la vista al altar y sumido en pro-
funda meditación; signos que caracterizaban á los iluminados como puede
verse en el proceso de IVlaría de Cazalla y en otros. En vez de bajar la ca-
beza cuando pasaba el sacramento de la Eucaristía, lo miraba atentamen-
te, cosa que á los fieles parecía irreverencia y casi incredulidad.
Como el Santo Oficio solía antes de abrir solemnemente el proceso y
decretar la prisión de los culpables ir lentamente informándose de los de-
litos por estos cometidos, empezó en Junio del año iSig á recibir declara-
ciones, contra Ruiz de Alcardz, guardando el sigilo de costumbre. Tes-
tificaron Pedro de Rueda, vecino de Guadalajara, donde la iníormación
se verificaba, y capellán de D." Mencía de Mendoza; Juana de Ortega, due-
ña de ésta, y el clérigo Fernando Díaz. De sus dichos quedó Alcaráz bas-
tante comprometido, pues afirmaron que enseñaba el dexamiento; excla-
maba que ojalá hubiese pecado más, porque Dios más ama á quien más
perdona; se alababa de entender la Biblia y aconsejaba que no se debía
mostrar dolor por la pasión de Cristo.
Estas informaciones eran consecuencia de lo que había dicho en Toledo
á i3 de Mayo, Mari Niiñez. criada de D.* Juana de Valencia, contra Isabel
de la Cruz, de cuyos errores señaló como cómplice á Ruiz de Alcaráz á
quien atribuyó las proposiciones de que el amor en el hombre es el mismo
Dios y que el Padre habia encarnado también como el fíijo. A pesar de
semejantes testimonios pasaron cinco años hasta que el fiscal de la Inqui-
sición de Toledo, Diego Ortiz de Ángulo, solicitase á 20 de Febrero de 1624
la prisión de Alcaníz; el Inquisidor Alonso de Mariana accedió á ello, y
Alcaráz, cuyos exiguos bienes quedaron confiscados, entró en la cárcel el
día 26, dejando en la miseria á su mujer y á sus diez hijos.
Los calabozos inquisitoriales no eran entonces tan cómodos cual algu-
nos a[X)logistas modernos del Santo Oficio han fantaseado; estrechos, obs-
curos y con poca ventilación, constituían el mayor tormento de los reos,
quienes se quejan amargamente de aquéllos en sus procesos; «me tienen,
escribía Alcaráz, á tan buen recabdo que ha mas de i^inquenta dias que
esto cerrado con una llave tras de una red, y de noche otra puerta en9ima,
con unos grillos continuamente; c sobre mis enfermedades, que son muy
continuas, estuve de calenturas hartos días y nunca en la prisión ovo
alivio, o
Según afirmó Alcaráz cuando sufrió el tormento en su proceso y en
otras varias ocasiones, fué su maestra la beata Isabel de la Cruz, natural
10 REVISTA DE ARCHIVOS
de Guadalafara, donde residía en la parroquia de Santo Tomás; vestía el
hábito de San Francisco y era muy dada á la lectura de los místicos; su
enemiga capital Mari Núñez la motejaba de conversa; le atribuía la nega-
ción del infierno, que era «como dicen á los niños c va ti el cocoí> y las
principales tesis de los iluminados, que pensaba recopilar en un libro. Entre
ella y Alcaráz hubo siempre amistad estrecha y sólo cuando éste se vio en
el escalera, sin poder resistir ya la toca y los Jarrillos de agua la calificó
de embaucadora y falsa mujer que lo había seducido con sus errores.
VH
Una de las teorías más singulares de los iluminados, profesada por
Ruíz de Alcaráz, ó que al menos le fué imputada, es la del dexamiento.
Consistía el dexamíento en una abdicación completa de la voluntad huma-
na en la divina, y no en el sentido católico de que debemos acomodar
nuestras acciones á las leyes natural y revelada, sino en cuanto, aun tra-
tándose de actos indiferentes, convenía que nuestra voluntad perdiese toda
su espontaneidad y recibiese el movimiento de Dios, convirtiéndose en
cosa meramente pasiva. Complemento forzoso de esta doctrina eran la
inspiración privada, la comunicación directa del alma con el Creador y la
falta de responsabilidad moral, pues el dexado no podía pecar mortal ni
venialmente, una vez que sus determinaciones nada tenían de voluntarias
y procedían de Dios. Verdad es que Ruiz de Alcaráz negó constantemente
haber creído y enseñado el dexamiento así entendido y lo redujo á la subor-
dinación racional del hombre á Dios ó á un estado excepcional del espíri-
tu en la llamada por los místicos via unitiva^ en que cesan todas las ope-
raciones del alma.
Según declaró el P. Nicolás de Embid, c( Alcaráz dezia que todas
nuestras obras buenas profedian de Dios y quel onbre no podia hazer
nada por sí, mas de subjectarse a Dios e conos^erse por no nada, e que
este conos^imiento también lo dava Dios y que todo don bueno venia del
Padre de las lunbres. Alonso López de la Palomera dezia que era bien
que los onbres hiziesen las cosas que devían, pues que para ello les avia
dado Dios conos^imiento del mal y del bien, con libertad de escoger lo
bueno y dexar lo malo. Alcaráz respondía que entonces se usava mejor de
la libertad del libre arbitrio quando se subjelava a Dios, pues sin el no po-
dia bien escoger.»
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 1 1
»Lo que colegía de sus platicas de los dichos en esto del dexamiento es
que se ofresíiese la voluntad y animo libre á Dios; que syenpre estuviese
en esta vela, porque ocupada el anima en otra cosa demás de las necesa-
rias, era estar ogiosa el anima, e que donde avia amor grandes cosas
obraba el mesmo amor, y que esperando en nuestro Señor con umildad,
él dava aviso en el anima para que todas las cosas se hiziesen por su
amor e servicio, syendo buenas y neijesarias, e que para esto era bien cor-
tar todo conplimiento e demasía e negar los onbres sus quereres e pareíe-
res por amor de Dios, examinando con prudencia cada cosa en que oviese
de entender, porque Dios no se ofendiese; e que devia el onbre syenpre
andar contra sy venciendo nuestras pasiones, porque la naturaleza vifio-
sámente nos ynclina.))
VIII
A 3i de Octubre, Diego Ortiz de Ángulo acusó al procesado de los si-
guientes errores:
Negar la existencia del Infierno.
Negar la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
No venerar este Sacramento.
Decir que cdas obras de misericordia e ayunos e otras cosas pías c se-
mejantes, que no ay nefessidad ni es bueno hazerlo».
Que nada valen las indulgencias y los perdones del Papa y que la con-
trición y las lágrimas por los pecados son cosas imperfectas.
. Que si él se confesaba lo hacía solamente por cumplir con la plebe ig-
norante.
Que «para salvar el anima no ay ne^cssidad syno de vn dexamiento de
si mesmos en Dios; e que si pecare aquel que se oviese ansy dexado, que
Dios lo permite, e que por esto no perderá su anima; que no tiene que
dalle cuenta della, pues la a dexado en El».
Que este amor de Dios «ordena la persona de tal manera que no puede
pecar mortal ny venialmente».
Que es inútil la oración vocal y basta la mental.
Que (dos casados, estando en el acto del matrimonio están 'mas vnidos
á Dios que sy estobiesen en ora9Íon».
Que se burlaba de los Soliloquios de San Agustín, llamándolos /an/a-
ieados.
1 2 REVISTA DE ARCHIVOS
A 10 de Diciembre del año siguiente, Ortíz de Ángulo acusó á Ruiz de
Alcaráz y á sus discípulos de profesar estas doctrinas:
«Enseñavan, syn dar ningún otro entendimiento, quel coraron del
honbre era Dios, y de aqui inferian que nuestro corac^on hera mayor que
Dios, teniendo á su coraron por Dios e a Dios por su coraron, y quel sen-
timiento interior que tenian de Dios o de su natural o lo que en si halla-
sen, que todo hera Dios.
)) Tenian el amor de Dios en el honbre por el mismo Dios, diziendo a
este proposito que Dios era uno y sin división, haziendo burla de quien
andava obrando por méritos, o dezian: por mas merescer hago esto o
lo otro.
wDotrinavan que toviesen una suspensión en el alma, de toda cosa, e
que estando el alma en esta suspensión no se entrometiese la criatura a ver
ni conosfer ni examinar cosa alguna.
>No mentavan el nombre de Ihesu Christo, ni de Santa María, ni ha-
blavan de la pasyon de nuestro Redemptor; ante la menospre^iavan.
)>E1 dicho Alcaraz, como malo, hazia burla y se reya de las personas
que abaxavan la cabera al nombre de Ihesus.
«Que negase el honbre y no cumpliese su voluntad, aunque fuese bue-
na, por hacer otra que no fuese tan buena; y que si sintiese en si alguna
floxedad o pesadunbre en el spiritu quando quisyese rezar, que no por-
fiase en rezar, syno que lo dexase; que los siervos de Dios avian de ser
libres.
«Enseñavan que se dexasen al amor de Dios, que les enseñaría lo que
avian de hacer, y dexasen sus mugeres, maridos e hijos y no curasen de
sus casas ni haziendas, ni procurasen de ganar de comer, que Dios temía
cuidado dello.
«Reprobaban las y magines y hazian burla dellas e de las personas que
las tenían.
«Dezian que ¿de que servia tomar agua bendita?
«Que el honbre no reze ni pida cosa a nuestro Señor, teniendo el rezar
por atadura.
«Que no se debían rechazar los malos pensamientos y las tentaciones.
«Reprobavan las s^ienc^ias y reprehendían a los que las estudiavan.
«Que los predicadores no avian de inquirir ni estudiar lo que avian de
predicar, por vía de letras, syno en spiritu lo que Dios les ofrefiese.
«Que no hera bien que los honbres se metiesen religiosos.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS l3
)>Que el dicho Alcaraz e otras personas ydiotas y sin letras se davan
mucho a la letura de la Blivia, y muchas vezes se apartavan en lugares
secretos, donde no podiesen ser vistos, a leer en ella, y le davan entendi-
mientos nuevos.
)>Que Alcaraz daba á entender que tenía don de spíritu, diziendo que
veya e conos^ía el coraron de los otros como en su propria mano.
)>Que Alcaraz y sus discípulos sj apartaban de los demás fieles.»^
IX
La táctica de Alcaraz en su defensa fué la seguida luego por otros ilu-
minados; negar su heterodoxia, dar sentido católico á sus proposiciones, y
sobre todo, acusar á sus correligionarios, creyendo con esto desviar á otra
parte el rayo de los Inquisidores. Queriendo ponerse al abrigo de la impu-
nidad ajena, y creyendo que la Inquisición nada intentaría contra un obis-
po, denunció gravemente á Fr. Juan Cazalla, titular in partibus de Tro-
ya, Capellán mayor que había sido de Cisneros y tío de los célebres here-
jes quemados en Valladolid *:
«Y porque antes desto dicho yo vi otras personas en be venidas en seme-
jantes engaños del demonio y de sus vanidades, manifestadas en Guadala-
jara en aquella muger que se dize Texeda y en Pedro de Rueda, clérigo,
que yo antes a vuestras mercedes he dicho, asy miro esta dicha rrayz des-
te dicho mal todo junto, y con él hablar los vnos y los otros en la refor-
mación de la Yglesia, mostrando el demonio en los trasponimientos desta
dicha muger grandes y maravillosos dichos, y asy por tales los escriuiendo
el dicho Pedro de Rueda, y esto creyendo asy juntamente que avia de ha-
zer Papa y Cardenales y las otras dignidades, todos Riegos con el subi-
miento destos tales engaños del demonio; y por queste Pedro de Rueda,
clérigo, fue antes desto muy familiar de Francisca Hernández en Vallado-
lid y dende alli fueron muchas las cartas quel escriuio a muchas partes y
personas, asy de Guadalajara como de Pastrana, y hablando en ellas en
altas palabras y maravillas, segund yo las vi, miro asy todo este mal y
liuiandad junto con el rebelo de la rayz oculta en la dicha Francisca Her-
I Fr. Juan Cazafl.i escribió una relación de la toma de Ürán por Cisneros, en cuya expedi-
ción acompañó á éste; la dirigió al Dr. N'illalpando, Gobernador eclesiástico de Toledo; está fe-
chada en Cartagena á 24 de Mayo del año 1509. Bcimpresa con las Cartas del Cardenal Don Fray-
Francisco de Cisneros, dirigidas á Don Diego Lópeí^ de Ayala. Madrid, 1867. Págs. 241 á 248.
No he podido hallar su libro, que debe ser curiosísimo, rotulado: Lumbre del* Alma, de los fre-
nejicios de Dios y de la paga que se les debe. Se vil 1 1, por Juan Cromberger, i528. En 8.",
14 REVISTA DE ARCHIVOS
nandez, pues el fruto destos ramos que agora digo y destos sus engaños y
liuiandades pienso mas cumplidamente es manifiesto á vuestras mercedes,
asy de la dicha Texeda como del dicho Pedro de Rueda; y pues otros lo
saben mas largamente que yo, que en esto mas dellos conosfieron, espe-
cialmente Isabel de la Cruz y Gaspar de Vedoya y Vega, dellos pueden
aver más ynforma^ion.
wY asy junto con todo esto miro por diferente camino esta mala sy-
miente y rayz en el Obispo Caballa y en su hermana Maria de Cafalla, que
con el fín de su propio amor y asy ciegos en el [se] juntó a esto la vanidad
y engaño del demonio y su amor de propia excelencia, hablando estos en
maravillas sobre sy y queriéndolas asy hazer entender con mucha conti-
nuación de palabras, y el en los sermones, syn respeto de bien otro, ni
fundamento del; y asy le oy algunas vezes en sus sermones desir que la
Yglesia estava mas cargada de mandamientos y de descomuniones y otras
cosas que nunca, y que mas cuydado avia en esto que en la salvación de
las animas, y dixome vn dia: no me entiendo con estos dotores santos, en
algunas cosas; y preguntándole yo en que dixo ^que desia? pienso me dixo:
Sant Jerónimo; que lo que desia la Santa Escriptura de Iherusalen, que se
avia de entender de la que esta en la tierra; ya acuérdaseme que conos-
Ciendo en el que lo mirava solo espiritualmente, le dixe: yo en todo veo a
Dios; y asi no me dixo mas; y en estas cosas y otras semejantes, yo co-
nosciendo en el aver liuiandad, asy le mirava como a otros livianos, mi-
rando yo en todo la mala rayz dicha de los engaños del demonio, y con
esta simiente mirando a este obispo Cacalla, con aver visto y sabido las
liuiandades quel ha tenido en el crédito de la comunicación de personas
espirituales livianas y las liuiandades que en ellos todos he visto y sabien-
do aver el mucho comunicado en Valladolid a la dicha Francisca Her-
nández, y aviendo yo visto lo que ella le estreuia, lodo en admiracio-
nes y con grande señorio quella mostrava en su desir para con el, como
quien le avia tratado y como a sujeto suyo.
>Y porque en otra declaración que agora di a vuestras mercedes dixe
las liuiandades que [hay] en Fray [Francisco] de Ortiz, predicador, y de las
cosas que le oy desir en las alabancas de Francisca y de su enbevecimiento
con ella en esto y lo quel escriuip al dicho Obispo Cacalla desto, y tan-
bien la conformidad en esto del Provincial Fray Andrés de Ecija, y asy
también con los engaños del Guardian Fray Juan de Olmillos, allí lo po-
dran vuestras mercedes ver; que lo que yo he visto de todos estes fraylcs
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 1 5
y perlados dellos que aquí digo, que con engaños del demonio engañados
los han tenido y tauoresfido; no se sy avn agora los tienen, que yo sospecho
que sy, esperando en Dios sera lodo manifiesto en su santa Yglesia y por
ella remediado, que syn estos otros frayles de su Horden se que tienen nes-
^esidad, y otras personas, deste remedio... especial vy en Madrid a vna due-
ña viuda que se dize Eluira Duarte, la qual conos^i y hablé y me pares^io
vn coraron con el dicho Guardian, y asy lo supe, y quella le proveya
contino de muchas recreaciones y guisados y el procuraba como a ella no
le faltase nada, y questa postrera vez quel fue a Madrid dcnde Escalona a
mostrar las nuevas maravillas del hablar en la misa, o no se sy antes, que
le dieron a esta dueña Duarte entonces mas de veynte mili maravedis, y
esto me dixo entonces vna muger de alli que se dize Torre, hija de vna
viuda que se dize la de Méndez, y supe quel dicho Prouincial Fray Andrés
alli lo fauores9Ía mucho, haziendo mucho caso del dicho guardián y que-
riendo que los frayles y monjas y otros lo hiziesen, estendiendose la mala
symiente por todos y asy yo vy en el moncsterio de Madrid algunos fray-
les tan devotos a esto, que como cosa de grande misterio a ellos manifiesto
veneravan al dicho guardián, especial vn fray le que se dize el de Torre, al
qual vi, administrando el santo Sacramento a la dicha Elvira Duarte, es-
tar mucho tiempo teniéndolo el en las manos, esperando quella pesase de
vna forma de estremecimientos y ruydo que en aquel tienpo vy que en ella
avia, semejante a lo quel dicho guardián Fray Juan de Olmillos hazia, y
boluiendose otras vezes al altar con el santo Sacramento y asy esperando
quella pesase de aquellas cosas para res^ebirlo
)>En Pastrana vi muchas personas que por seguir el fin de los arroba-
mientos y estar asy traspuestos, buscavan y hablavan a muchos, y alli me
dixeron que los frayles de la Sazeda los avian puesto en aquello, especial
vn fray Christoual de Tendilla, antiguo en el exerci^io destas cosas y en
mostrarlas y en mostrar de sy cosas para admiración; y alli fue el guar-
dián Fray Juan de Olmillos a mostrar las suyas, y muchos de alli conti-
nuavan la comunicación de Francisca Hernández y ella les dava cuentas
y otras cosas que truxesen en su memoria, y mostróme vnas vna muger de
Niculas d'Enbit, vecino de alli, y de otras que me mostraron asy no se me
acuerda; los frutos vanos que alli a ávido, creo vuestras mercedes lo sa-
ben; especial vi alli A.** López, texedor, traspuesto en la yglesia y mones-
terio de alli, y este hera vn coracon con el frayle de Olmillos, y como tal le
vi con el en Madrid.
l6 REVISTA DE ARCHIVOS
:)E1 Obispo Caballa y su hermana María de Caballa, Dios sabe quanta
causa de juntas, y por ello de escándalos en Guadalajara ellos han seydo,
por hablar en maravillas sobre sy, y miro lo que dize el santo Apóstol,
que la giengia ynfla, la caridad hedifica;... y el obispo diziendo en sus ser-
mones quel declarava la lunbre que fue dada al bienaventurado Sant Pa-
blo, y que todos podian ser alumbrados, continuando el en aquello su cob-
difia y los oydores en aquellas admiraciones, aviendo dos sermones suyos,
a la tarde y a la mañana los mas días, siendo los de la tarde a manera de
legión, comento de aver juntas, y aquellos que se juntavan asy por aquello,
llamarlos alumbrados, y asy aver escándalos; y después el obispo tomó
otro modo de leer en griego en su casa la santa Escriptura a algunas per-
sonas, y con aquello hcra de otra manera las juntas, y porque oviese en
todo bien y fuese Dios seruido syn escándalo, Ysabel de la Cruz habló al
obispo algunas vezes diziendo que mirase mas a la hedifíca^ion de las con-
-fíen^ias que a su propia voluntad, y a su hermana lo mesmo» K
(Concluirá)
Manuel Serrano y Sanz.
I Folios 266 á 268 y 173.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 7 1
MATKÜ VÁZQUEZ LI-CCA
Secpetario de Felipe II
D. Gaspar Muro en su estudio sobre la princesa de Eboli ', dice que
quizá en otra ocasión publicaría la vida muy curiosa de Vázquez Lecca,
secretario de Felipe II durante diez y ocho años, añadiendo que diaria-
mente se escribían ambos.
Desgraciadamente para las letras no llegó á realizarse este proyecto de
obra monumental que hubiera ilustrado tan interesante y amplio período
de la historia patria.
Los archivos de la casa de Sessa y Altamira, en que se conservaban
entre otros papeles de gran interés las cartas de Vázquez Lecca, á conse-
cuencia de las leyes de desvinculación, fueron enajenados y pasaron á di-
ferentes personas: de estos preciosos documentos unos fueron á parar al
iMuseo Británico, otros adquiridos por D. José Sancho Rayón se conser-
van ahora en la biblioteca de D. Mariano Zavalburu; el conde de Valencia
de D. Juan es poseedor de una gran parte de ellos ^; en la Colección de
Documentos para la historia de España 3 también se publicaron algunos
relativos á la princesa de Eboli y en otras obras se han dado á luz varios
reuniéndose entre todos material suficiente y bueno para llevar á cabo
con feliz éxito la proyectada obra de D. Gaspar Muro.
1 Vida de la princesa de Eboli. M ulrid 1877.
2 Constan en su biblioteca dus mil quinientas cari.is autot'^rafas ú inéditas entre el rey y
Mateo Vázquez, las que ^alanteineoie ha puesto á nuestra disposición.
3 TomoLVI.
3,« ¿POCA— TOMO VIII. 2
1 8 REVISTA DE ARCHIVOS
Nuestra Historia se halla muy necesitada de estudios de esta clase, pues
hasta carecemos de un diccionario biográfico español, de autoridad, que
nos facilite la consulta evitándonos perder mucho tiempo en detalles ne-
cesarios para todo trabajo histórico.
En el estudio de la princesa de Ebolí da Muro algunos detalles bio-
gráficos de Vázquez Lecca, que se publican por primera vez y caracterizan
á este hombre extraordinario, que tuvo condiciones para estar al lado de
aquel soberano tanto tiempo, y resistir la mala voluntad de poderosos ene-
migos.
Vázquez Lecca, hombre humilde; de padres desconocidos; criado en
casa de D. Diego Vázquez Alderete, canónigo de Sevilla; recibido en i565
por paje en casa del cardenal D. Diego de Espinosa, cuando vino de presi-
dente del Consejo Real de Castilla; ordenado después de sacerdote y más
tarde nombrado secretario del Cardenal, y muerto éste, encargado de la cus-
todia de sus papeles por disposición del rey, se dio tal maña en merecer la
confianza del monarca, que en 29 de Marzo de iSjS » consiguió ser nom-
brado su secretario.
Dice Muro que era el hombre más apropósito para satisfacer á Felipe II,
y en efecto, su extremada humildad reflejada en sus cartas, su ciega obe-
diencia al rey, sus costumbres austeras, gran laboriosidad y sobre todo la
íalta de ambición, eran condiciones indispensables para entenderse con el
soberano sin temer á las energías de su carácter y pasiones.
Los cortesanos lo odiaban entrañablemente por que no lo creían capaz
de ser amigo de nadie, y dan idea del concepto que merecía á la gente pa-
laciega, los mortificantes motes y las ingeniosas frases contra él empleados.
El retrato de este personaje, cuyos escritos están llamados á ilustrar
tan importante período de nuestra historia, aparece en una preciosa me-
dalla; único ejemplar que hemos visto, conservada en el Museo Arqueo-
lógico Nacional.
No está firmada y es obra de artista italiano que debió trabajar á últi-
mos del siglo XVI.
Tiene en el anverso el busto del famoso secretario, en traje clerical, á
la derecha.
Su leyenda:
MATTH^VS VASQVEZ • L.«CA.
I Según Muro, el título nombrando á Mateo Vázquez secretario del rey, existe original en ci
archivo de Simancas.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS IQ
En el reverso se ven las armas de la casa de Lecca, que según Gonzalo
Argote de Molina S desciende de los legítimos emperadores de Constanti-
nopla, de la cual venía por linea recta Mateo Vázquez Lecca.
Su leyenda:
IN HOC. SIGNO. VINCES.
Los biógrafos dicen que Vázquez Lecca esplicaba su origen, diciendo:
que sus padres habitaban en Córcega y que estando su madre embarazada,
fué cautiva de los moros y llevada á Argel, en donde él había nacido.
Rescatados después fueron conducidos á Sevilla y allí se les socorrió y
amparó.
La medalla no se refíere que sepamos á ningún acontecimiento con-
creto; quizá alguno de los muchos artistas que trajo de Italia el rey para
trabajar aquí la labrara, reconocido á servicios del secretario, ó por dispo-
sición del monarca ó por encargo de algún cortesano favorecido.
A más de la rareza de la meJalla hay una particularidad que la avalora
considerablemente: la de no haberse encontrado otro retrato de este fa-
moso personaje.
Las invertigaciones que ha hecho para conseguirlo el ilustrado jefe de
la sección de estampas de la Biblioteca Nacional, D. Ángel Barcia, unidas
á las nuestras, han sido inútiles.
Ojalá que la publicación de la medalla despierte el interés de los aficio-
nados á los estudios históricos, y favorecidos por la suerte descubran otro
retrato de Vázquez Lecca, conservado en el claustro de algún convento ó
en la sacristía de antiguo templo.
Nuestro personaje estuvo diez y ocho años al servicio del rey y en él
murió en iSgi.
Repetimos que será de gran interés para la historia, la publicación de
la correspondencia de este secretario del rey, por haber. ejercido su cargo
tan largo período durante una época de esplendor y de complicadas cues-
tiones políticas y militares, que tanto se presta al estudio, pues cuanto más
se analiza, mayores grandezas y más gloriosos hechos se descubren en
aquellos hombres extraordinarios cuyo valor no decaía nunca, cuya fé
era constante y cuyas virtudes debieran servir de ejemplo para honra de
la patria.
Adolfo Herrera.
I Sablera de Andalucia En Sevilla i588w En la pá|$. ¿56 trata de lus linagcs de Italia que
poblaron en el Andalucía.
20 REVISTA DE ARCHIVOS
RELACIÓN DESCRIPTIVA DE LOS MAPAS, PLANOS, ETC.
AUDIENCIA Y CAPITANÍA GENERAL DE GUATEMALA
(GUATEMALA, SAN SALVADOR, HONDURAS, NICARAGUA Y COSTA-RICA)
EXISTENTES EN EL AHCHIVO GENERAL DE INDIAS
OBSERVACIONES
I.* Los mapas y planos que aquí se inserían, entiéndase son originales é inédi-
tos, si no se expresa lo contrario.
2."* En las dimensiones, la primera cifra indica el ancho y la segunda el alto del
mapa ó plano.
3." Al final y para facilitar su manejo, insertamos dos índices por orden alfa-
bético, el primero de autores y el segundo de los lugares geográficos que en los
mapas y planos se citan.
4.* Al pié de cada mapa ó plano hemos puesto indicación del Estante, Cajón
ó tabla Y Legajo donde se encuentran; en algunas ocasiones, cuando en un legajo
hay más de un mapa ó plano hemos puesto á continuación, entre paréntesis, un
número para indicar el de orden que le corresponde dentro del mismo legajo.
1590
1 «Planta del Puerto de Caballos de la Bahía de Fonseca y del camino
que hay de un puerto á otro.»
o de Agosto de iíkío.— Por el Capitán Pedro Ochoa de Legui^amu.—Kn colores.— Con varias
notas descriptivas de ríos, caminos, pueblos, etc. — i5o X 43 ccnlimclros.— Estante tVj. — Cajón i.
Legajo 40.
1598
2 ((Planta del Puerto de )\íapa de la Ciudad de Guatimala.»
Por el (.'.apilan, ingeniero, Pedro Oc/ioa de Leguii;amo.~Con carta del mismo, de Noviembre
de i5()8.— Contiene la planta de la Nueva (">iudad de Guatemala.— Kn colores. —Sy 1/2 X 43 centí-
metro-.—Estante Tv-^.— Cajón 6,— Legajo II.
1604
3 Mapa del Golfo de Honduras desde el Cabo Catoche hasta el de Ca-
marón, con los puertos é islas que hay en éL
Remitido por Francisco Navarro con carta de 29 de Abril de 1604 informando á S. M. sobre
la bondad del Puerto de Amatique.— Hecho á pluma.— ^ < 21 centímetros. Estante 64.— Cajón 1.
Legajo 17.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
21
r
Pi-ANí A i>í:i. PiF.iMo i>i: y/ . m'\
(Número 2.)
22 REVISTA DE ARCHIVOS
1642 .
4 Mapa del camino que se proyectaba entre Puerto Caballos y la Ba-
hía de Fonseca,
Remitido por el Gobernador de Honduras D. Melchor Alonso Tamayo con dos cartas y una
descripción de i ° de Septiembre de 1642.— En colores.— Este mapa fíguró con el núm. 456 en la
exposición celebrada el año 1881 en Madrid con motivo del Congreso Americanista.— 58 X42 cen-
tímetros.—Estante 63.— Cajón 6.— Legajo 39.
1673
6 Mapa del Río de San Juan de Nicaragua.
Por Martin de Andu jar. —Con auto« sobre la visita practicada por el Presidente de Guate-
mala D. Fernando Francisco de Esco vedo.— Hecho á pluma.— 31 X J2 cen tí metros.— Están te 63.—
Cajón 6.— Legajo 24. (i)
1673
6 Mapa de la desembocadura del Rio de San Juan de Nicaragua.
Por Martin de Andujar.— Con testimonio de autos sobre la visita practicada por el Presi-
dente de Guatemala D. Fernando Francisco de Escovedo.— En colores.— Con explicación.—
43 X 31 centímetros.— Estante 63.— Cajón 6. -Legajo 24. (2)
1673
7 «Planta del Fuerte que se había de levantar para defensa del Rio de
San Juan de Nicaragua.^)
Por Martin de Andu jar.— Con testimonio de autos sobre la visita practicada por el Presi-
dente de Guatemala D. Fernando Francisco de Escovedo.— En colores. — Con explicación. —
40 X 56 centímetros.— Estante 63.— Cajón 6.— Legajo 24. (3)
1676
8 Planta del Castillo del Rio de San Juan (Nicaragua).
Por el Ingeniero D. Diego Góme^ de Ocam;?o.— Remitida por el Gobernador de Nicaragua
D. Pablo Loyola con carta de 14 de Enero de 1Ó76 acompañada de una relación ó informe del
mismo ingeniero.— En colores.— 58 X 43 centímetros— Estante 63.— Cajón 6.— Legajo 25. (i)
1676
9 Plano del Rio de San Juan y fuerte de la Concepción proyectado
en él.
Remitido por el Ingeniero D. Diego Góme^ de Ocampo con informe y carta de 12 de Abril
de i(r¡6.—En colores.— 42 X 30 centímetros. —Estante 63.— C jón 6.— Legajo 25. (2)
1679
10 Mapa del Golfo Dulce.
Por D. Diego Cóma^ de Ocampo.— Forma parte de unos autos sobre socorro del Castillo de
San Felipe.— Lleva el núm. i.— En colores.— Con explicación.— 43 X 3» centímetros.— Estante 65.
— Cajón (\ — Legajo 11. (i) •'
BIBLIOTECAS Y MISEOS
Camino í'Rdyfctado fmkk Pi:ri'T(j ('.aiím.i (is y i. a IJamív i»k I''«j\sirA.
(Xúnwro 4J
24 REVISTA DE ARCHIVOS
1679
11 Mapa de la situación del Castillo de San Felipe del Golfo Dulce.
Por D. Diego Gómei;^ de Dcampo. — Forma parte de unos autos sobre ei socorro de dicho Cas-
tillo.—Lleva el núm. 2.— Kn colores.— Con explicación.— 43 X 31 centímetros.— Estante 65. — Ca-
jón 6.— Legajo 11. (2)
1679
12 Planta del Castillo de San Pelipe del Golfo Dulce.
Por /). Diego G'ime:{ de (kamptt.— Forma parte de unos autos sobre el socorro de dicho Cas-
tillo. -Kn colores,— Con explicación. 43 a 3' centímetros.- -Estante ó.*>.— Cajón ó.— Legajo 11. (3)
1698
13 Mapa de lo reconocido por el P. Fr. Diego de Ribas en el Peten
Yt^a.
Por el P. Fr. Diego de Ribas.— FormA p.irtc de unos autos sobre la conquista y Misiones del
Peten: folio 5-j. — Con explicación.- 42 X 3> centímetros. - Estante 06.— Cajón 3.— Legajo 6.
Sin fecha (¿ 1 7 1 1 ?)
14 Mapa del Puerto de Caballos y de la Costa que se extiende desde
Truxillo hasta el Golfo Dulce.
Anónimo y sin fecha.— Se encuentra con expediente sobre hostilidades y exterminio de los
Indios Zambos y Mosquitos.— Al dorso lleva ei núm. 2.— En colores.— Con explicación.— Escala
de 18 leguas castellanas los 14 centímetros.— 72 X 21 centímetros.— Estante ó5.-4>ajón 6.— Le-
gajo 30. (i)
Sin fecha (¿ 1 7 1 1 ?)
16 Mapa del Puerto y desembarcadero de Sonsonate.
Anónimo y sin fecha.— Se encuentra con expediente sobre hostilidades y exterminio de los
Indios Zambos y Mosquitos.— Al dorso lleva el núm, 4.— En colores.— 42 X 30 centímetros.— Es-
tante 65.— Cajón 6.— Legajo 30. (2)
Sin fecha (¿1711?)
16 Mapa del Puerto del Realejo.
Anónimo y sin fcch-i. -Se encuentra con expediente sobre hostilidades y exterminio de los
Indios Zambos y .Mosquitos.— Ai dorso lleva el núm. 6.— En Colores.— <"ün explicación.— 42 X 30
centímetros— Estante ó5. -(^.ajóu o.— Legajo 30. (3)
I716
17 «Mapa de lo principal de la Provincia de Nicaragua, su Laguna y
desagüe de ella, por el Rio de San Juan, Poblasones de los enemigos Zam-
bos é ynglcses en Punta Gorda y Mosquitos, y las costas y parajes adonde
hazen daños y prezas.»
¿}*or D. Sebastian de Aranciuia y SasHiobiT'Mxdor de Nicaragua.^— C<»n carta del Oidor de
(.iuatcm lia 1). Ambrosio Thomas de Santaclla de 3 de Ociubrc de i7i('> sobre hostilidades de los
Zambos y Mo-iquitos. —Comprende por el Mar del .Norte desde el (lolto Dulce hasta l'anagena y
por el M.»r del .Sur desde Sonsunatc hasta Pan.tm 1, lijándose la situación de algunos pueblos
del interior. 4;^ X V «.'eniírneiros.— Iv.u.i'iic «ó.- (;;>jón «'.- l.ej:ajü 31.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
2J
y.
- tv
26
REVISTA OE AI<CHiVOS
1723
18 Mapa de la Provincia de Honduras ó Comayagua, sus poblaciones,
costas, ríos. &.*
DeüaeaJo por O^jfrt Smhex de orden del Oidor de GoAtemala D. José Rodezno.— Remitido
por ¿«re con cir:i de 4 de Mtr/o de i72}.«-Ea colores.««Con explicación.— Comprende la costa
qoc %t <i'.;enie deiie los Pío* Sicatin y Balis hasta la Bahía del Almirante r Boca del Toro, de
ñii' graivi le Latitud Norte.— óo X 5^ centímetros.— Estante 65.— Cajón 4.— Legajo 3. (i)
Mapa de la provincia de Honduras.
(Número ¡8.)
1723
19 Mapa del Puerto de Omoa y plano de la fortaleza que conviene se
haga en él.
Por Ono/re A'ú ííeif de orden del Oidor de Guatemala D. José Rodezno.— Remitido por éste
con carta de 4 de Marzo de 1723.— En colores.— Con explicación.— Escala de i.ooo pies reales los
S 1/2 centímetros.— Otra de Soopies reales los 8 i/2)centímetros.— 41 X 30 centímetros.— EsUn-
te 65.— Cajón 4.— Legajo 3. (2)
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 27
1736
20 Plano del nCasiillo de ¡a Pura y Limpia Concepción, situado en
un zerro Pendiente á la Marxen del Rio de San Juan de la Provincia de
Nicaragua. i>
Fecho en el «Castillo de la Inmaculada Concepción de Rio de San Juan y Agosto i de 1736.» —
^uan Antonio Alonso de Arce^ (su rúbrica).— Remitido por el Presidente de Guatemala con
carta de 7 de Enero de 1737.— Hecho á pluma.— Con explicación.— Escala de 40 ¿varas? los 12 cen-
tímetros.—-30 X 42 centímetros.— Estante 102.— Cajón 5.— Legajo 18. (2)— Hay duplicado en este
Legajo.
1736
21 «Plano del Castillo de San Felipe del Golfo Dulce.i>
Remitido por el Presidente de Guatemala con carta de 1 de Octubre de 1736.— En colores.—
Escala de 5o pies los 12 112 centímetros.— Dice: «Tronco de 5o pies para la Medición de el Castillo
de San Pheiipe cita en defensa de el Rio de San Phclipe de el Golfo de Onduras con advertensia
que para la mensura del Castillo son pies y para el Río cada 10 pies es vna legua».— 40 X ^2 cen-
tímetros.—Estante 102.— Cajón 5.— Legajo 18. (i)
1737
22 oPlanó de la casa de Moneda que se estaba construyendo en la Ciu-
dad de Santiago de Guatemala.^)
Remitido por el Presidente de Guatemala D. Pedro de Rivera con carta y expediente de i5 de
Febrero de 1737.— Con explicación.— 58 X 43 centímetros.— Estante 66.— Cajón i.— Legajo 11. (i>
Sin fecha (1738 á 1755).
23 Mapa del curso del río de Matina y su desembocadura con la por-
ción de la costa y tierras situadas entre los ríos de Moin y de Pacuari.
Anónimo y sin fecha.— Con expediente sobre hostilidades de los indios Zambos y Mosquitos.-^
En colores.- Con un plano del fuerte que se había de construir en lá desembocadura.— Debe co-
rresponder al Diario y carta del Gobernador de Costa Rica D. Francisco Conradi y Mena de 20
de Agosto de 1738, situado en el Estante 65.— Cajón 6.— Legajo 33, donde hay un plano igual. —
60 X 30 centímetros.— Estante 65.— Cajón 6.— Legajo 34. (2)
1739
24 Plano de las tierras que se entregaron á los indios de Pínula en la
Sierra de Canales (jurisdicción de Guatemala).
Forma parte del Testimonio núm. 3 de los Títulos primitivos de los Indios de Santa Catalina
Pínula respectivos á las tierras que poseen en la Sierra de Canales y á las cuales están contiguas
las de Arrivillaga.— Hecho á pluma.— 39 X 31 centímetros.— Estante 101.— Cajón 2.— Legajo 7. (4)
1740
25 «Plano de el Castillo de San Felipe de Rio Dulce.»
Acompañado de una relación de D. Antonio del Castillo fecha en el Castil de San Felipe
del Golfo Dulce i 5 de Junio de 1740, remitido por el Presidente de Guatemala con carta de i5 de
Septiembre de 1740.— Hecho á pluma.— Con explicación.— Escala de 75 pies geométricos los 19
centímetros.— 41 X 27 centímetros.— Estante 102.— Cajón 5.— Legajo 18. (4)
2>
REVISTA DE ARCHIVOS
1740
26 Mapa de la Provincia
del Peten y del Castillo ¿e su
nombre.
Con informe át D. Miguel de
Gu!;^mán fecho en Petten ¿4 de Agos-
to de 1740, remitido por el Presidente
de Guatemala con carta de i5 de Sep-
tiembre de 1740.— En colores.— 48X43
ccniimeros.— Estante 103.— Cajón 5.
-Legajo 18. (3)
1740
27 Varios planos de la
Casa de Moneda de Santia-
go de Guatemala,
Forman parte de unos auto? so-
bre la construcción de dicha Casa,
remitidos por el Presidente de Gua-
temala con carta QÚmero i de 10 de
Agosto de 1740.— En pergamino y co-
lores.—Con explicación. —45 X 31
centímetros.— Estante 66.— Cajón i
—Legajo II. (^2)
1740
28 Plano del fuerte que
se había de construir en la
boca del Rio de Matina á
propuesta del Capitán Gene-
ral de Guatemala D. Pedro
de Riuera.
Forma parte de unos autos remi-
tidos por el mismo con carta de 25 de
Agosto de 1740. — Con explicación. —
«Escala de 90 pies geométricos» los
5 3/4 centímetros. — 33 X 23 centíme-
iros.— Estante 65.— Cajón 6.— Lega-
jo 34 (1)— Hay duplicado en el Estan-
te 102.— Caj. 5.— Lcg. 18.
1743
29 «Plano de la Baya y
Mapa del rio de Matina. P"^'*^^ ^^ ^^^^^^ situado en
(Número 23 J el Mar del Norte y Costas de
Honduras, en altura de 1 5 grados y 23 minutos con vn proyecto de vn
tuerte Quadrado, echo por el Ingeniero D. Luis Diez Navarro»
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 2')
«Gouernando el Mui Ilustre Sr. D. Thomas de Rivera y St.* Cruz este
Reyno de Guathemala, de su orden se levantó este Plano y proyectó este
tuerte, en este año de 1743; siendo Rey de España el Sr. D. Phelipe V.»
Con carta de D. Tomás Ribera de 14 de Abril de 1745, é ¡ntorme de Diez Navarro sobre el re-
conocimiento de Costa Rica, Nicaragua y Comayagua.— En colores.— Con explicación.— Escala
de 25o ¿varas? los 13 i/a centímetros.— 59 X 30 centípietros.— Estante 66.— Cajón 3.— Legajo 12. (1)
1743
30 «Plano de un fuerte Proyectado para fortificar el Puerto de Omoa
que está situado en el mar del Norte en la Costa de Honduras^)
Con carta del Presidente de Guatemala D. Tomás de Ribera de 14 de Abril de 1745 é informes
del Ingeniero D. Luis Diez Navarro sobre el reconocimiento de Costa Rica, Nicaragua y Coma-
yagua.— En colores.— Con explicación.— Escala de 5oo pies de Francia los 9 centímetros.— 46 X 3^
centímetros.— Estante 66.— Cajón 3.— Legajo 12. (2)
1744
31 «Plano de la Baya y Puerto de Omoa situado en el Mar del Norte,
en la Costa de Honduras, en altura de i5 grados y 23 minutos. Dista del
Golfo 17 leguas. Corriendo la Costa de Leste á Veste: Con vn Proyecto de
un fuerte cuadrado, hecho por el Ingeniero Ordinario y Vizitador general
de los Presidios y Plazas de este Reyno de Goathemala D. Luis Diez Na-
varro, para que si S. M. fuere servido aprobarlo, surtan los Navios de
Registros q§e vinieren á él, y demás Embarcaciones del Comercio y Cor-
sarios de S. M.»
Se levantó dicho Plano y Proyecto, Governando la Monarchia y este
nuebo Mundo, Nuestro Cathólico Monarca D. Phelipe V y este Reyno el
M. Y. S. D. Thomas de Rivera y Santa Cruz en el año de 1744.»
Remitido por el Presidente de Guatemala con carta de 14 de Abril de 1745.— En colores.— Con
explicación.— Escala de 200 toesas los u centímetros.- 58 X 30 centímetros.— Estante íes.— C¿>
jón 5.— Legajo 18. (5)
1744
32 «Plano de un Fuerte Proyectado para fortificar el Puerto de Omoa^
que está situado en el Mar del Norte, en la Costa de Honduras, distante
de la boca del Golfo 17 leguas en altura de i5 grados 23 minutos y 3oo
grados de Longitud»>
«Lo proyectó y levantó el Plano D. Luis Die^ Navarro siendo ngeniero Ordinario y Viziu-
dor general deste Reyno de Goathemala Año de 1744.^»— Remitido por el Presidente de Gua-
temala con carta de 14 de Abril de 1745.— En colores.— Con explicación.— Escala de 460 pies de
Francia los 8 centímetros.— Id. de los perfiles i5 toesas los 13 i/4centímetros.— 60 X 37 centíme-
tros.—Estante I02.— Cajón 5.— Legajo 18. (6)
33 P'Mirr, C^:?^,::: Mira Je Sit-aio en el M¿r ¿el Ncrte en; la
:.>.•-* :«»: /:'',t^*^í; tr. i.t.-ri ie ;5 graics y 23 :r.:ri«;tC6»
•^^ . ;^- t.» .••-■: ¿ —. -f' . ," : ur ; - '■ ,^.'A^;r gtrtn. ;« I:;"» Pro. :^z^ 7 r iri^ les:^ Perac-
'^.*:-4 * ^ - .u»-4ii^ • '.-■.TW »Aia — E- i--.-.rr*.— "'.- • ir*.. .:».-.•: tr—Eíca .a ¿-» :oc ::e4a:» Lo«
* i :-*-: Titr'.' .< — ^.■* 1 / »<- :;-' r.í'r^-» —£*•-»--* 'V — :j :- 5.— Lí*a ; :í ^ — Hay" l;ipL:-
Í744
34 «Kar-r, í la v:-.ta jcl Piierto ie Truxilh. que está situado en la
iTAti -f'^Wz.trrrj ie /hnJuras tn altura de :5 grados 2? minutos y 3o3
¿r^^jr/i y ;o mír.'-tr/s Je Loniritudj»
•''í ••!'*-.". :..!-''- f'. a r^. -<.r •. ln^t-zitrc Or¿:sar;c v V:»:-j¿or »er«ral ¿e ic5 presidios y
;.«/»; ;*-»-< **T-''* :• í'x^a'-etr.j.a i> Anu Dut .Vararr-^.G: Temando la Xoaarciua de España
7 *t < i^T% M-i-l-, Niíi'r", '',t'.z^/..cc Mcsarcha D. Fc::p< V y e^Te Beyao e! M Y. S. l»on
C v,ír.*: :* í'.t^ra Sar.ra <',r*z. Aáo ^« : 744- •—Coa caria uel Presidie:: :e Je Gca:e=:ala D. Tomas
^. »♦-* ;< u :« »i:r.. :< :-*5 * . r. í'vrcic* <Sc D:ez Nararrc »cbre el recoooc:c:ea:o de Costa Rica,
*• :araar- a y ''^'--aja* -a —tr. :.'.:r.re* — Lvcala Je *> !egua5 e5paá<>ias lo* u t 2 ccnümetro*.—
í# / íf' -■t- •..r-ewi — feírai'* *>' — #,a;on 1. -Leía: o 12. -^i— Har duplicado ea el Esi. loa.— ^lai- 5.
1744
36 Plano del *- Casi i lio de la Inmaculada Concepción del /?io i/e San
Juan desagüe de las Lagunas de Sicaragua y Managua, el que^tá situado
á la margen de dicho Rio en altura de 1 1 grados, distante de la boca de la
Laguna de Sicaragua 12 leguas y del Mar del Norte 25 leguas. En la Ju-
risdicción del Govierno y Capitanía General del Reyno de Goathemala,^
«C^ue 'ichncó el logcníero Ordinario y Visitador general de los presidios y plazas dcste Rey>
no 'Je ^^/aremala //. Luu Lne^ Sawarro Año de 1744.»— Con caria del Presidente de Guatemala
f>. 'f omá« ft jTera de 14 de Abril de 1745 é informes de Diex Nararro sobre el reconocimiento de
(^fMz Hica, Nicaragua y Comayagua. —En colores.— Con explicación.— Escala de ao toesas los
f I f f4 centímetr'/s.- 54 X 3» centímetro».— Estante tb.—<Z^\ón 3.— Legajo 12. (5)
1744
36 í'Plano del Fuerte de San Fernando de la Boca del Rio de Malina^
construido en el año pasado de 1741 de orden de S. M. por D. Joseph de
Sierra, TTieníentede Infanteria y segundo Castellano de dicho fuerte
Levantó su Plano D. Luis Diez Navarro, Ingeniero ordinario de los Reales
Exércítos y Plazas de S. M En el año de 1744.»
F emitido p/^r el Presidente de Guatemala con carta de 14 de Abril de 1745.— En colores.— Con
ripjicaci//n.— Escala del Plano, 25 toesas los 9 centímetros.— Id. del perfil, 10 id. los 9 1/4 centi—
mtxrtjt —VI X y* centímetro*.— Estante 102.— Cajón 5.— Legajo 18. (9)
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 3 1
1744
37 «Plano de la Isla de Roatan que está cituado (sic) en latitud de 1 1
:grados escasos y en el término de honduras distante del Puerto de Truji-
lio 10 leguas y Nornurueste Sursuesie el dicho Trujillo con el Puerto Real
<ie dicha Isla hecho en la Havana en 12 de septiembre de i744»»
Aaónimo. — En colores. — Conexplicación.— Escala de leguas «franz esas» los 81/2 ceotíme-
iros. 53 X 4» ccnlímeirps.— Estante 102.— Cajón 5.— Legajo i5. (2)
1744
38 «Mapa de la Isla de Roatan con explicación de las partes y cir-
x:unstancias de la misma, su puerto y fortificaciones donde se establecen
los ingleses.».
Por Martin Jacobo (Holandés).— Eo colores.— Escala de 2 leguas los 10 1/2 centímetros. — 67X36
iCeotimetros.— Estante 79.— Cajón 6.— Legajo 30.
Sin fecha (¿ 1 744?)
- 39 Mapa de la Costa de Honduras desde el Golfo Dulce hasta el rio de
San Juan ó desaguadero, é islas de Roatan, Guana ja, &.*
Anónimo y sin fecha.— Parece ser el mapa á que se refiere el ingeniero D. Luis Diez Navarro
•«n su informe de 30 Diciembre de 1744, situado en el Est. 102.— Caj. 5.— Leg <* 18.— Con expediente
sobre hostilidades de los indios Zambos y Mosquitos. — Comprende desde 12 1/2 á 163/4 grados de
Latitud Norte y desde 295 1/2 á 301 grados de Longitud oriental. (No dice el meridiano).— 73 X 60
-centímetros.— Estante 65.— Cajón 6.— Legajo 34. (3)
I75I
40 «Plano de un fuerte proyectado para fortificar el Puerto de Omoa,
que estta sittuado en el mar del Norte de la Costa de Honduras disttantte
de la boca del Golfo 17 leguas casttellanas, y en alttura de i3 grados y 23
minuttos; y 3oo grados de Longittud Año ijSi.»
Por el ingeniero en 2.° D. Luis Diei^ .Vayarro.— Acompañado de varios informes remitidos
por el propio ingeniero en 1751.— En colores.— En uno de sus ángulos contiene un pequeño plano
del Puerto de Omoa de i5 X n centímetros.— Escala de 5oo pies de Rey los 9 centímetros.- 57X44
x-entimetros.— Estante 102.— Cajón 5.— Legajo 20. (5)
1755
41 «Plano inferior del Real Palacio, Casa de Moneda, Cárcel y Sala
de Armas de la Ciudad de Goatemala; con la distinción de lo que se hizo
en el primero, de orden y por dirección de el Excmo. Sr. Don Joseph
Vázquez Prego, siendo Presidente, Gobernador y Capitán General de este
Rey no &.*»
Por D. Luis Di€^ ATavarro.— Remitido por el Presidente de Guatemala D. Alonso de Arcos y
Moreno con caru de 5 Agosto de 1753.— En colores.— Con explicación.—Escala de 30 varas caste*
AUnai los 10 1/4 ceatímetros.^Sj X 43 ceottmetros.— Estante 65.— Caj. 4.— Legajo 13. (i)
32 REVISTA DE ARCHIVOS
1755
42 r<í;xplicacion del Plano superior del Real Palacio, Cassa de Mone-
da, Sala de Armas y Cárcel d: la Ciudad de Goaiemala, que se ha hecho
de orden del Muy Ilustre Señor D. Alonso de Arcos y Moreno: por el Te-
niente Coronel é Ingeniero en Jefe D. Luis Diez Navarro. Año de ijSS.»
KcmiiiJo por el Prc ¡dente de (juatemala Arcos Moreno con carta de 5 de Agosto de lySS.—
Kn olores.— í^on explicación.— Kscala de 20 varas castellanas los 7 centímetros.— 52 X 42 centí-
iru'iros,— K>iantc 05. -(^ajón 4.— Legajo 13. (2)
1755
43 r<Plano de la picadura del camino que se hizo desde el Puerto de
San Fernando de Omoa hasta que se hallo la que traían desde el Rancho
d'j] duiscoiol.»
^;For /;. Juan Joxeph de la Pa^.- -Con testimonio de los auios sobre la inspección del cami-
no (juc picó I>. Pedro Truco para el trüfico al Puerto de Sin Fernando de Omoa, remitido por
il Presidente de Guatemala con c ¡rta de 27 de .Marzo de 175<V -Kn colores.— Con explicación. —
i. c lia de 3 leguas español s loi 7 centímetros.— 65 X 4'^ centímetros. — Estante 102.— Cajón 5.—
I.cg ijo 20. (1)
1756
44 "Plano de la Fortificación Provisional, para la defensa del Puerto
y sitio de .V. Fernando de Omoa; en el que se demuestra lo que se ha exe-
culaJo por color encarnado, desde primero de Maio de x-jbb hasta prime-
ros de Octubre de lySó y lo restante que falta para su perfección va seña-
lado con amarillo.»»
Por el ingeniero /). Francisco .Wfrarí?. -Remitido por el Presidente de Guatemala con carta
ilc 2í» lie Noviembre de i75<"». — Kn colores.— Con explicación.— Escala de 5o varas los 8 1/4 ccnti-
inctrí)». -5i X l'»^*-' uÍM»eiros.— Estante 102.— i'ajón 5. -I.egajo 20. (6)
1757
45 «Plano del Puerto y sitio de San Fernando de Omoa, situado en la
costa de ¡fundaras, el que se está fortificando de orden de nuestro C. M.*
el Sr. O. l''ernando sexto: Governando este Reyno de Goathemala el M.
Y. S. Don Alonso do Arcos y Moreno Año de ijSy.»
Junio de 1757. Por el int;cniero D. Franciscn ,l/¿»are;^.— .\compañado de dos relaciones del
c lado inucnioro v ilcl l'.omandanlc de Omoa O. Gabriel Franco, sobre el estado de las obras.
rern¡tida«» p«M- el Prcíidenlc de Guaicinal;i c«>n carta de 28 de Julio de 1757. — En colores.— Con
explicación.— Esc Ua de 3«»o vara*; castellanas l<»s 7 centímetros.— 5i '^' 40 1/2 centímetros. — Es-
tante 102. -C. ion 5. l.i>f;aio 20. (2)- Hay duplicado en el misino legajo.
43 o Plano del Puerto y situación de S. Fernando de Omoa, en el que
se d-.'nuiostra por los ocho vientos principales en baras castellanas el des-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 33
monte que se á hecho desde i." de Abril de 1752 hasta hoy dia de la fecha
de 1757.»
Noviembre de 1757. -Por el ingeniero D. hyancisco .\lbare^.~Con intormc de osle ingeniero
sobre lo raliano de aquel sitio remitido por el Presidente de (iuatemala c/m caria de 31 de Ene-
ro de 1758— En colores.— (-on explicación.— Escala de 5c¥> varas los 11 1/2 ccnlímeiros — fw,\ 48
cenlimctros.— Esunic iu2. -Cajón 5.— Legajo ao. (3)
wSin fecha (;i757?)
47 Plano de la Costa de indios Míxsquitos desde el Cabo Camarón has-
ta la Laguna A^^ul.
.Ano limo y sin fecha. -Se encucntr.i cr>n otros documentos sobre la Costa de Mosquitos de
1757. —A diis tintas. -Con explicación. Kscnla de 2t^ leguas inglesas los 5o ci-ntimeiros.— 52X 4»
centimcir<is. -Estante i«)i.— t'.a¡ón 5. -Lejiíjo i. (i)
48 «Plano de la KnsenaJa del puerto de San Fernando de Omoa, que
demuestra parte del camino que S2 ha avicrto por el Valle d: Qttimistan.»
Por el Ingeniero en Jele I). I.uis Die^ .Watuirm (su rúbrica). -Acompañad;* de un Diariii de la
vi^ita que pr.ictic'j dic'io in^;eniero. remitido por el Presidente de (iu.iiemala con caria de 31 de
( ctubre de i';bH.- -Ln colo'"es. <^>n explic ición, - Ksc:ila de do; le4ua< espjiñolas ios 7 1,2 centí-
metros. -Sj < 33 1/2 centímetros. -Est inte 102. <".ajt»n 5. Legajo 20(4».— Hay duplicado en este
legaio.
I75S
49 «Mapa que comprende desde el Golfo de Malina hasta el de Sa?ito
Thomas. Situación del Rio Tinto; Rahia de Cartazo pobhida de In^^leses
y otras Poblaciones, &.''...»)
allccho el año de 175H por el Ingeniero en Gefe !">. f.uis /)i>í S'ayarro. I.levj el nüm. /.— .M
pie se lee: «En Noviembre de 17?^ li> Deli'ieo el Iny." en (lele Luis Oie/ N.- varrc* (su rúbrica). -
.•\ compaña 4* o de otros mapas y de un.i descripción ile la (".osta del M.ir <iel .Norte y pane de la
del Sur del Reino de (.iuatcmal;i. hech 1 por el eludo Ingeniero en 30 de Novicinbrc de 1758. Kn
colore.-*,— Señala con una linea amarilla las tierras que poseen los ingleses y los /ambos y mos-
quitos.— ii/í ;< .|4 cenlimeiros.— K.-»t 11 te roo. -«'^aión 3. Le.'.ajo 1 1 (i).
60 «Figuración ó ydca del Terreno y costa. Barra, Rio y Población
que los Ingleses han fundado en Rio Tinto; jurisdicción de la Provincia de
Comayagua en el Gol lo de //o/zt/wras, conocido por territorio de Mosquitos. n
^Por el Ingeniero I). Luis Dtc^ XaViim»? -Al dorso lleva el num. «•.— Acompañ.ido iie otros
mapas y de una descripción de la ('.i)=,\:i ilel M.tr del Norte y parte de la del Sur del Beino de
(iuatemala. hecha por el citado Ingeniero en 30 de Noviembre de 1758 - Kn colores. —Con expli.
Ciclón.— 35 X 25 centímetros. -listante loo.— (.".ajón 3.- Legajo 11 rjj.
I75S
61 oDescripcion Plan del Rio Tintto con su Pueblo. Barra v pies de
agua que hai como demuestran los números; fortalezas como marca el
Abecedario.»
3.* ÉPOCA.—TOMO VIII. 3
34 REVISTA DE ARCHIVOS
Al dorso lleva el nüm. j.— Acompiñado de otros mapas y de una descripción de la costa del
Mar del Norte y parte de la del Sur del Reino de Gu.itemala, hecha por el Ingeniero D. Luis
Die^ Navarro en jo de Noviembre de 1 758.— En colores.— Con explicación.— Esc.^ la de 2.800 toe»
sas los 29 1/2 centímetros.— 45 X 61 centímetros.— Estante 100.— Cajón 3.— I encajo 11 (3).
1758
52 «Plano en que se demuestra la situación y Puerto de San Fernando
de Omoa en la Costa de Honduras, y todo lo executado desde el año de
1762 hasta hoy dia de la fecha y se comprende la fortificación Proiectada
i aprobada por S. M.<* para la defensa de él.»
«S. Fernando de ómoa y Noviembre doic de 1758. ->— «Por el Ingeniero en segundo D. Fran-
cisco Albare!^(nu rúbrica). — Al dorso lleva el núm. .^.—.Acompañado de otros mapas y de una
descripción de la Costa del .M.ir del .N'ortc y parte de la del Sur del Reino de Guatemala, hecha
por el Ingeniero D. Luis Diet; Savarro en 30 de Noviembre de 1758.— En colores.— Con explica-
ción.—Escala de 600 Taras ios 13 ceniímctros.- 63 X ^3 centímetros.- Estante 100. — Cajón 3.—
Legajo II (4).
1760
53 (íPlano Inferior del Real Palacio, carzel y Sala de Armas de La
Ciudad de Goathemala con la distinción de lo que se reparó por los señores
Presidentes D. Joseph de Araujo y Rios; y por el Excmo. Señor D. Joseph
Vázquez Prego en el tiempo que governaron este Reyno: y lo que se pro-
yectó para conclusión de lo que falta por el año pasado de ijSS: de orden
del Sr. Mariscal de Campo D. Alonso de Arcos y Moreno Presidente Go-
vernador y Capitán General que oi govierna y aora últimamente proyecta
de orden de dicho Señor y Real Audiencia el Ingeniero en Jefe D. Luis
Diez Navarro (su rúbrica). — 2G de Abril de 1760.» •
Se acompaña un plano de 1 1 parte Superior. — Csou expediente sobre cl deplorable estado de
la Fabrica del Palacio de la Ciudad de Goathemala.— En colores. — ("<on explicación. — Escala del
plano de la parte Inferior 120 varas IUS41 centímetros.— Id. del plano de la parte Superior 20 va-
ras los 7 ccntímetros.-Dimensioncs del Plano de la parte Inferior: 5o X 41 centímetros.— ídem
de la parte Superior: 5ü X 41 centímetros. — Estante loi.— Cajón 4. — Legajo 12^2).
1760
54 oPlano del Fuerte Proyectado para resguardo del Puerto de San
Fernando de Omoa en la Costa de Honduras, en el que se demuestra lo
executado desde diez y siete de Septiembre de lySg hasta ultimo de Di-
ziembre de dicho año con color encarnado.»
Por Francisco Altare^. — (.',on c rta del Presidente de Guatemala de 31 de Enero de 17^0.—
En colores.- Con explicación.- Escala de 80 varas castellanas los 12 1/2 centímetros.— 45 X 34
centímetros.— Papeles por agreg ir de Guatemala.— Legajo 6.
1760
65 ciPlano del Fuerte que se está construiendo por orden de S. M. para
la defensa de este Puerto de 5. Fernando de Omoa, Guia obra se empezó
en i8 de Septiembre del año próximo pasado de ijSg.»
«nUOTBCAS Y MEUSEOS 35
«Por el ingeniero en segundo D. Francisco Albareí^ (su rúbrica).— En 31 de Marzo de 1760.»^
Acompañado de una rel«ci6n del propio ingeniero remitida por el Presidente de Guatemala
con carta de 4 de Mayo de i76o.~En colores.—Escala del plano 80 varas los 12 1/2 centímetros,
—ídem de los perfiles, 40 varas los 18 centímetros.— 53 X 40 centímetros.— Estante 102.— Cajón 5.
—Legajo 90 (8).
1760
56 «Plano del Fuerte proyectado para resguardo del Puerto de San
Fernando de Omoa en la Costa de Honduras,i>
«En I.® de Julio de 1760.»— «Por el Ingeniero en segundo D. Francisco Albare^^p (su rúbrica)^
Remitido por el Presidente de Guatemala con carta de 30 de .\gosto de 1760, acompañada de
tres relaciones de los adelantos hechos en las fortificaciones de aquel Puerto en los meses de
.Vbril, Mayo y Junio.— En colores.— (>on explicación.— Escala para el plano: 80 varas los 12 i/2
centímetros.— Id. para el perfíl: 40 varas los iBcentimctros.— 52 X4<) centímetros.— Estante 102.—
Cajón 5.— Legajo 21 (i).— Jlay duplicado en esie legajo.
1760
67 «Plano del P^uerte proiectado para resguardo del Puerto de 5. Fer-
nando de Omoa en la Costa de Honduras.)^
«Por el ingeniero en segundo I). Francisco Ai barei^.y^— En i.° de Octubre de 1760.» — Acompa-
i5ado de varios informes del mismo ingeniero remitidos por el Presidente de Guatemala con
carta de 31 de Octubre de 1760.— En colores.— Con explicación.- Escala del plano: 80 varas los
i2 3/4centimctros.— Id. del pcriii: 40 var.is los 18 centímctros.—53 X 40 centímetros,— Estan-
te 102.— Cajón 5.— Legajo 20(7).— Este mapa difiere de otro de 31 de Marzo de 17Ó0, del mismo
legajo, en los detalles del estado de ejecución de las obras.
1760
58 «Plano del Fuerte de 5. Fernando de Omoa en la Costa de líon-
duraSj el que se está construyendo para la defensa de su Puerto; cuya obra
se empezó el d¡a i8 de Septiembre de lybg.í)
«Diziembre i de 1760.»— ^Por I). Francisco Altare^?— Con carta del Presidente interino de
Guatemala de 30 de Marzo de 1761, para inanitcstar cl adelantamiento de las obras de dicho
Puerto en los meses de Septiembre, Octubre y Noviembre de 1760.— En colores.— Con explica-
ción.— Escala para el Plano: de So varas castellanas los 12 1/2 centímetros. —Id. para el perfil: de
25 varas castellanas los 11 1/4 centímetros. —45 X 3<"> 1/2 ceniimetros.-Estanie 102.— Cajón 5.—
Legajo 21 (2).
(Continuará)
Pedro Torres Lanzas.
36 REVISTA DE ARCHIVOS
CÓDICES MAS NOTABLES DE LA BIBLIOTECA NACIONAL
IX
MISAL TOLEDANO DEL SIGLO XV
Q)mo el Misal rico, constituye éste una muestra de trabajo genuina-
mente español, por las miniaturas, por la perfecta escritura, de rojo y ne-
gro y además por la preciosa encuademación, de que el primero carece.
No hay que repetir aquí lo dicho ya al hablar del Misal dé'Cisneros
respecto al tosco dibujo de las figuras, violentas actitudes, exagerados con-
vencionalismos y excesiva dureza y simetría en los adornos de las orlas,
pues harto observará el lector en la adjunta fototipia tales defectos, au-
mentados en este códice.
En cambio es de notar la profusión de franjas y capitales y la extraor-
dinaria brillant.'z de la gruesa capa de oro bruñido con que están escritas
las palabras de la Consagración en dos líneas de grandes letras y en otras
cuatro de menor tamaño.
El Nacimiento y la Cena están representados en dos miniaturas de pá-
gina entera. En la segunda de aquéllas el Salvador, intencionadamente
exagerado de tamaño, como para demostrar la superioridad de lo divino,
es casi copia de otra miniatura mucho más correcta y de más fina tonali-
dad y colorido que se halla en un libro de horas conservado en esta Bi-
blioteca, el cual pertenece al entilo flamenco del siglo xv y íué enviado-
desde Bruselas al embajador en Roma, Garcilaso de la Vega. Las orlas de
ambas miniaturas, como todas las del Misal, unas sobre fondo de oro mate,,
otras sobre fondo de colores, pálidos en general, ligeramente punteado de
oro, se resienten de la tosquedad en el dibujo y en los toques de pincel ya
reconocidas en la mayor parte de nuestros miniaturistas.
Varias orlas están formadas por las palmas y plumas rizadas de colo-
res con toques de oro, tan características en los libros miniados del si-
glo XV. Kn los demás se ven las hojas de acanto, troncos, pájaros, flores y
monstruos caricaturescos, adornos característicos de los de aquella época
y estilo. Las iniciales campean sobre fondos que semejan finísimos encajes
de oro.
Cuéntanse en el códice dos orlas de página entera; Sg letras grandes
con salidas, 6 sea, franja prolongada á lo largo del margen; 378 letras de
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 3/
tamaño mediano, también con salidas; Sg letras peones y 3Sy de tamaño
diminuto, aunque de colores y con toques de oro.
Pero lo que sobre todo avalora este Misal es su encuademación, ejem-
plar de estilo mudejar, el más bello y de conservación ,más perfecta entre
los muchos que posee nuestra Biblioteca.
Es de oscuro cuero cordobés sobre tabla. El adorno, de lacería del
gusto más delicado, resalta en relieve sobre un fondo de finísimo trenzado
al estilo bizantino con menudo y rehundido punteado que aligera la com-
posición con el efecto de un elegante encaje. Forma así la obra un conjun-
to tan artístico como apropiado al objeto á que se aplicó, y constituye un
documento elocuente del pasmoso adelanto de este arte en España en los
siglos XIV y XV, no igualado en nuestros días.
Para formarse idea aproximada del mérito de este trabajo, bastará de-
cir que el Sr. Ménard, encuadernador de tan reconocida competencia
como gusto artístico, no aprecia en menos de mil pesetas el coste de una
imitación que hubiera de hacer de este modelo.
En la tercera hoja de guardas se da noticia de la procedencia del códi-
ce y de la fecha en que se supone escrito (evidentemente adelantada, pues
corresponde á la segunda mitad del siglo xv), en las siguientes notas, pre-
cedidas de la fecha 1798:
«Codex ms. magna cura pretioque máxima in Urbis direptione re-
demptus S. Ecclesie Toletane dono datus a suo Praesule Card.^* de Lo-
renzana.o
«Hoc Missale ante sosculum XV confectum absdubio est Hispanum et
fortasse Ecclesie Toletane nam in eo recensetur in kalendario Festum
S. Mariae de Pace post festum S. Ildefonsi translatio prima S. Eugenii pri-
mi episcopi Toletani et alia propria S. Ecclesiae Toletane.»
Sigue á las tres hojas de guardas el calendario, que ocupa 6, con las si-
glas KLS de oro bruñido sobre fondo de colores al principio de cada mes.
En el fol. I.® vuelto la citada miniatura del Nacimiento, que mide o, 23o
X 0,180.
Tiene 173 folios útiles en vit. de 0,266 X 0,202; la caja de la escritura
mideo,i63 X o,i23.
Procede de la librería del Cabildo Toledano, donde tenía la signatura,
Caj. 35.— N.*^ 12 (ahora Res. 5.*^— 25), y ha figurado años hace en la Ex-
posición verificada en el Museo Kentsington con el núm. 2o5.
A. Paz y Melia.
39 AKVISTA DE ARCHIVO»
ESTUDIO
SOBRE LOS SERMONES VALENCIANOS
DE SAN VICENTE FERRER
QUE SE CONSERVAN MANUSCRITOS EN LA BIBLIOTECA DE LA BASÍLICA
METROPOLITANA DE VALENCIA
IV
Leyendas.— Milagros.
Los sermones de San Vicente Ferrer están llenos de leyendas y mila-
gros. El repertorio de donde sacaba estos materiales eran, ya la Historia
de los Padres del yermo, ó bien el libro de los Milagros de la Virgen, y
hasta cita el de las Historias de España. La crítica no la hemos de buscar
en estos libros; nos basta en ellos la buena fe con que están escritos, resul-
tando muy á propósito para fomentar la piedad. Lo que pierde la cabeza,
lo gana el corazón. Lo que San Vicente hace patrocinando en sus sermo-
nes los datos que encuentra en estos libros, no se le debe criticar. Para
ellos no se exige tanto cuidado en la precisión de los asertos, como en una
obra técnica, y al mismo Sto. Tomás de Aquino en su Suma se le ocurren
algunas elucubraciones históricas y de ciencias físicas, que corren parejas
con las del santo valenciano: ambos están á la altura de la cultura intelec-
tual que tenían sus contemporáneos en la materia, pues nadie respira fuera
de la atmósfera que le rodea; lo extraño sería todo lo contrario.
Hay asuntos en el Evangelio, los cuales parece que el mismo Dios ha
querido cubrir con un velo; no hay, pues, que tocarlos; el descender á por-
menores parece una profanación. En los tiempos de San Vicente se creía
todo lo contrario; les edificaba, como vamos á ver, el que se desarrollasen
ciertas historias íntimas de la vida de Jesús. En el siglo xvii revivió el mis-
mo gusto con la Ven. Agreda, y hasta en nuestros días ha hecho lo mismo
Sor Catalina Aimerich en lo referente á la pasión. Veamos una de estas
escenas descritas por nuestro Santo (VI. 246 v.): «Devallá Jesús ab aquells
(«os pares) en Nazaret e ere a ells sotmés (Et descendit cum eis et venit
NaJ{areth: et erat subditus illis. Luc, II. 5i) els servie, majorment que en
Nazaret no havie pous e havien anar al aygua a una font. E diu lo Mestre
de les Istories, que Jesuchrist portavc aygua ais de sua casa de sa mare e de
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 3g
Joseph. E com quan veníe per lo matí la Verge María, axí con a regían de
humiÜtat prenie lo canter e volie anar a Taygua, deye Joseph: ¡aay regi-
na de tot lo moni ^e pos portareis l^aygua? Responíe la Verge: hoc, senyor
meu. Tan gran honor li dave, que james fon dona ne será que tanta honor
donas a son marit com tahya a son spos. E ells contenicnse qui írie a Tay-
gua. Venie Jesuchrist e deye: mare mia beneyta, ni vos, ni j^s enprhom non
portareis, mas yo qui so jove ne portaré, E lavors la Verge María ageno-
llaves é gitaves ais peus de son fill Jesuchrist, dient: ¡Oo! ¡Vos, mon fill,
qui sou potencia infinida o fareu! Finaliter, Jesuchrist premie lo canter c
ab d'altres fadrins anave e porta ve aygua de la font».
Otras dos escenas nos pinta nuestro santo relacionadas con el Evange-
lio, la Concepción de Nuestra Señora y la de San Juan Bautista, traduc-
ción ésta demasiado realista del relato de San Lucas (I. 5 á 25 y Sy á 8o).
La leyenda de la Concepción de María era muy popular en la Edad Me-
dia en la forma que nos la refiere San Vicente, pues hasta en el Breviario
actual quedan algunas alusiones K De esta leyenda nos hemos ocupado al
estudiar las pinturas del altar mayor de esta Catedral. (El Archivo, V.
400.) La traen los sermones impresos (III. 7) y el Ms. valenciano (V. 92. v.)
con estas palabras: «La nativitat de Maria ha fruyt de confidencia,,. Son
pare e sa mare confiaven en Deu tots temps... Lo pare fo sant home de lí-
natje real e noble, appcllat Joachim, e la sua mare Anna de linatje reale
santa, e fercn matrimoni en sa joventut. Aquests usaven de son bon ma-
trimoni per xx anys e no pogueren haver fill ne filia, e es la raho aquesta:
que Santa Anna ere lan freda, que per deguna manera no podie concebre,
de que abduys havicn gran desplaer e dolor... Eren desesperats de poder
corporal, mas no de poder espiritual, car confiaven tota hora, que Deus
los ne daric, e donarensc a Deu... per 50 quels donas fruyt. Fahyen deju-
nis... oració. Hun día Santa Ana están en l'ort, les caderneres fahien niu
(e diu): ¡Oo senyor! aquests ocellets haveis donats, V, filis: ¡hec! Senyor e
a mi donatsmen hu, Axi ella plorava e fahie oració devota... Fahien al-
moyna... com collien los blats fahien tres parts, a la esglesia, ais pobres e
per a ells. Axi matex del vi... deis corders... Fahien romiatges ¿e quins?
Ells staven en Nazaret e lo temple en Jerusalem, que noy havie sino hun
temple: axi com ara que no n' bagues sino en Sarago^a, que tot Aragó anas
lia. Fahien sacrificis... offerien o bous, o vaques, o corders, o cabrits...
I Lección IV del ofício de San Joaquín sacada de San Epifanio: Joachim siquidem precaba^
iur tn monte et Anna in h^rto suo.
40 REVISTA DE ARCHIVOS
Hun día ells partint de Nazaret vingueren sen al temple a Jerusalem ab
sa bella offerta, los cavallers primer e los cíutadans apres. Vench Joachim
a offerir, e quan fon davant lo preveré, lo preveré 1¡ dix: ^qui sou pos? —
Dix aquest: Pare, yo so postre serptdor... e ab malicia dix (lo preveré):
exiu me de la esglesia. Dix aquest: ¡Oo, pare! ^e per qué? — Dix aquell:
en ira de Deu depeís estar, que no haveufruyt de postre cors. — E aquest
dix: ¡O pare/ no n' confonau, dexaume estar agi, — Dix aquest: noy podeu
estar, E aquest dix: ¡Oo pare! Deus pos o perdó, quem gitau del temple,
E anassen ab gran humilitat... E Joachim ¿qué feu? Anassen al desert,
pensant en sí: si yo men payg a casa, vendrán los qui han hoit e parlant
ab ells poriá penir en ira. E anassen ais pastors, e aquí fahie penitencia...
E axi matex Santa Ana ere en el temple, e quan veu la confusió de son
marit, anassen a casa, pensant que axi o farien d'ella... e com ella entra,
dix a les serventes: ^'e hon es lo senyor? Digueren les serventes: al temple.
Aquesta feu oració dient axí: Senyor, preckpos que Vguardets de ira...
Joachim stant plorant e anant fent penitencia, hun dia venchli hun ángel
del cel, molt resplandent, e Johachin spaordis. E dix Joachim: ¡Oo! ^e
quinyes noves me portau? E dix (langel): Sapies que Deus ha vista la tua
penitencia, e per (;ó yo te denunci hun bon novell: que ta muller haurá
una filia, que paira mes que quantes ha el mon, e será molt santa e naxera
Deu de aquella,.., e axi pesten a casa, que sus ara vaig a Santa Ana... e
axi hix a la porta daurada, que aqui Tencontrarás. E axi con langel ii ha-
viedit, encontrarense, e anarense a casa, e foconcebuda la Vergc María».
La leyenda de S. Juan Bautista es un relato demasiado realista de su
concepción, anunciada por un ángel á Zacarías, que queda mudo. Veamos
cómo la explica San Vicente (t. VI. i33. v.): («Zacaries e Elysabet eren ¡a
molt vells, de lxx. o lxxx anys, c Santa Elysabet ere sleril com ere molt
freda, e ells partircn lo lit, e dormie quiscu en sa cambra. E veus que
hun día Zacarics ana al altar... e l'ang.'l Gabriel li apparech... denunciant-
li que haurie hun tíll. Zacaries dubta. E dix langel...: tu tornarás mut...
E puix Zacaries exie del temple e no podie parlar sino me, me. Lo bon
hom sen ana a casa sua axi tot demudat, e la dona que Tve venir axi des-
colorit... li deye: ¡Oo Senyor! fie que liaveu haud? E ell no podie parlar.
Pénsat ella quina dolor ne devic haver. E quan vench al vespre, la bona
dona volie anar a fer oració e a dormir a la sua cambra». Trabóse enton-
ces una contienda entre marido y mujer: aquél con acciones quería expre-
sarse, pues con su lengua sólo sabía decir: me, me, mee, ó como dice el ma-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 4I
nuscrito del Colegio del Patriarca (fol. 229; en los impresos, t. III, fol. 76),
no sabía decir más que hu, hu, hu. Traduce el Santo aquellas palabras de
San Lucas (t. 24): et occultabat se mensibus quinqué de la siguiente mane-
ra: «E quan la bona dona hagué concebut, ella se cobríe ab una gran
cota, tant com podie, per 9Ó que non coneguessen les gents; e que no di-
guessen: Hahaa, hom se cuydave que ere santa dona, e ella encara se ajuste
nb lo martt, si be es pella: hom sepensave que f os devota, ..^y, concluyendo
los Mss. latinos con estas palabras: net ita verecundabatur multum de
pregnato swoo.
Al lado de estas escenas que nos pone el Santo, contemporizando, por
decirlo así, con los gustos de su época, nos refiere otras tiernas y conmo-
vedoras, cual es la siguiente, ocurrida en Valencia. Predicaba en la Vigi-
lia de Navidad, según vemos en el Ms. valenciano (IV. 23 1. v.), pero no
se expresa claramente en este códice dónde ocurrió el suceso que relata,
pero en los sermones impresos (t. I, fol. 48 v.) dice que el protagonista era
un comerciante valenciano (sicut faciebat unus mercator valentinus):
oBona gent, les decía, si vosaltres voleu, yo vos diré manera que poreu te-
ñir a Jesús demá. Sapiats que hun home ere en aquesta ciutat, lo qual ha-
vie gran devoció en aquesta festa de Nadal, ¿e qué fahye ell.^ Cerqua-
ve hun hom pobre, que anas ab gayata, e cerquava una joveneta pobrelle-
ta que nodrís, e convidavals per al matí. Aparellavals de diñar, e ell exit
de offici, tornant a casa, speravels a la porta, e quan venie l'hom, deye:
/O en Joseph! ben siau vengut. E a la joveneta deye: ben siau venguda
Verge Marta, E donavels de bones gallincs e capons. E quan se eren di-
nats, encara los donave diners, per amor de Deu, e deyels que pregassen
a Deu per ell. A90 continuave tots anys. Finaliter l'home vench a la mort
e la muller romas. Per revelació divina es estat sabut, que quan lanima
isqué del cors, veus aquí la Verge María e Joseph, e aquest estave mara-
vellat. Aquests lo meteren en paráis. \qo ses csdevengut no ha gayre en
aquesta ciutat, que si la muller de aquoll es a^í, ella me enten. E axi,
bona gent, hajats misericordia deis pobrellets, que per ells enirareu en
paráis».
En el sermón latino sobre este mismo asunto del Colegio del Patriar-
ca, folio 148, se dice: «Dicebant quídam, filium hominis esse pauperis, sci~
licet Joseph fuster et mater ejus María una filadora.» Este latín no puede
ser de San Vicente, sino del amanuense, que no tuvo tiempo para hacer
la traducción, por la prisa que llevaba.
4^ . REVISTA DE ARCHIVOS
Del arsenal de siempre ha salido la siguiente anécdota de la historia de
San Jerónimo: como en todas las leyendas sobre este Santo, tenía que ser
cardenal é ir al coro todas las noches á Maitines. Aunque el fondo sea
legendario y sin base histórica, nos encaja muy bien en todo lo demás
que de la época de San Vicente conocemos. He aquí el texto valenciano
(V. 167): «Hun preveré de aquells que S. Jeronim corregie, ere son cam—
brer, e per que ell lo corregie, cogita com lo poría deshonrar e confondre^
per que ell no Tgosas corregir. ¿Que feu? Vassen anar a una putaña del
bordell que tot hom la conexía, e hagué lo quot de aquella, e posa lí en la
cambra, per tal que com se levarie a matines a la Seu, que la s' abrigas.
E axi fon, car Sent Jeronim ere tal que no s'mirave en son vestir, e pres
la vestidura de la bagassa e ana a matines, que no s guarda que s'abrigá,
e per ventura no y havie lum. E axi vestit fo en mig de la Seu. E les
gens que l'veren ab tal vestidura, murmuraven contra ell dients: Vejats;
fas sant e porte vestida la vestidura de tal bagassa: be appar, que ab ella
ha dormit esta nit, E diguercnli: Senyor, ^e de quala parí venits que tal
vestidura portats? ^Hon haveu jagut? ¡Feuvos sa?it e corregiu los altres,
e vos portats vestidura de bagassa? E ell veu que la gonella de la bagassa
vestíe, baguen gran vergonya... e anassen al Papa e renuncia el carde-
nalat.))
Muy peregrino es el caso siguiente y contado con mucho donaire por
el Santo (VI, 37); aunque no indica la fuente, dice que lo ha encontrado
escrito: «Vejam que legim de hun mestrc en Theología fort apte e bon
preycador, en tant que tantes gents venien per hoirlo, que maravellava»
E hun día veus que rpreycador aquest hac preycat hun devot sermó e axi
com devallave de la cadira, una dona vella e antiga dichli: O mestre, e
donaume la vostra ma santa e besarlaus he. Lo mestre vehcnt sa bona
devoció, donalali, e ella quan la tcnch, bcsalali, dient: ¡0/ beneyt fo lo
dia que nasqués, e tan gran gracia me feu a mi Deu, quan vos bategi.
Respes lo mestre en Teología: fique diets? ¡O! yo vos bategi, car quan
vostra mare vos infanta, vos is qués tot blau, e hom se pensara que mo-^
rrieu, e per go yo vos bategi. Dix lo mestre: ¡e digaume la manera com
me bate jas ^Jmembreus? — Si m*remembre, hoc, Senyor, e ¡si yo nhe bate-
jats en aquest mon mes de cent! guardau si m'deu membrar. Dix lo mes-
tre: ¡eh! digaume la manera com bestejau. — Yous ho diré. Quant vos fos
nat, nosaltres nos pensavem que morrieu, e yo prengui del aygua en una
escudella, o altre vexell, e lancilaus damunt: yo t*bateig en nom de la
nBLIOTECAS Y MUSEOS 48
Santa Trinitat e de la Verge Marta e de Sent Miquel e de tota la cort
celestial. — ¡Oo mesquil e donchs, yo no so christiá! dix lo mestre, car
aquexa no es la forma del batejar. Finaliter, ell se hac a fer batejar e
pendre ordens e tornar a la primera letra, (o es, a les ordens.»
Casi al revés de este caso, cuenta otro San Vicente respecto á la con-
versión de un moro (VI, 38): «Sapiau que una vegada eren dos germans,
e la hu estave en lo mon e havie hun esclau qu¡ havie nom iMahoma, e
laltre germá era religiós e mestre en teología. Veus quel germá lech tra-
metie lo esclau moltes vegades al mestre en teología ab presents en una
altra villa, e quan aqucll Mahoma ere lia ab lo germá. lo bon mestre de-
yeli: i<Mahoma, e, tórnat christiá.a Deye el moro: o.Vo volen fer, morir
moro.y^ Mas tant hun día, tant altre, veus que axi toqual Deus al cor, e
aprés Mahoma haguc una gran malaltia, entant que stant axi cU dix a son
senyor: mChristiá, christiá: yo vull anar a x'ostre gefmá que batejau a mi
ehAver nom Pere.y^ — aAra vía, donchs bem plau.i) E cavalcal en una
bestia e ell ne va. E axi com anava, veus que la bestia entrecepega e
Mahoma caygue e trenquas lo coll e morí. E lanima ana al mestre en teo-
logía e apparechli en forma del esclau Mahoma, entant quel mestre quan
lo veu li dix: o^Oo, be síes vengut Mahoma.'»^ — «S'o, no dir Mahoma, dix
lanima, mas din Pere Pere,y) — ^E com? ^¿tu es batejat? — Dix lanima: c< Vo,
mas sic et sic,}> — Comptali tot lo fet com I i havie contengut, e com era
estat, e que sen anave dret a paráis ab molts angcls, e per ^'o diu Jesuchrist:
ego sitienti dabo.o
No vamos á tratar de todos los hechos milagrosos que se ven indica-
dos en los sermones: sólo daremos alguna muestra. Sea el primero uno
que aún vive en la memoria del pueblo valenciano. Al tratarse de rogati-
vas por agua, se suele decir, que no debemos pedir eso, sino buenas cose-
chas, como lo hacía San \ Ícente. He aquí la confirmación histórica de
ese axioma, popular aquí. (IV, 99, v.) El copista ha tenido buen cuidado
de poner al margen Miraculum de Valencia. «Ara ha. L. anys, on era yo,
lagent hac sembrat e isqud bé lo sement e no plogué: que eren dellá Pascua
florida, que els blats se secaven. E fahien profcssons. ¡Senyor! pliija, ab
grans dolors, ab dejumis, a pe descal(^: una gota no n' caygué. Crech que
nostre Senyor dix: ¡O de la gent bestial! pinja demane fje no y ha altra
manera j sino de pluja? Quant vench a les messes, si be no s'plogué, tot
ere blat, e no y hagué palla. E trobaren per vía deis delmes, que havie.
L. anys passats que en Valencia no havie haud tant blat.» Este es un hecho
44 REVISTA DE ARCHIVOS
real, de que responde el testimonio del santo apoyado por la misma tra-
dición popular, aún viva. (V. impres. I, 179, v.)
No así el milagro siguiente, tomado de fuente poco crítica, como es el
libro de las Historias de España, ya otras veces citado. El sábado después
de la Dominica XXIV después de Pentecostés, decía San Vicente á su
auditorio (IV, 24, v.): «Si los jutges serven veritat e los assessors, per
grans peccats que bajen feyts, Deus los porte a bona fí. Legim en les Isto-
ries de Spanya. Ere una vegada que obraven en una ciutat e hoiren una
veu que dix: gint, gint, e anaren al bisbe de la ciutat e vench aquí. Fina-
liter, trobaren una calavera sequa e tots los ossos sechs, solament la len-
gua ere viva e vermella e parlava be. E lo bisbe interrógala: ^quin hom
es stai? ^estat es christia? — No, mas paga , que adorava ydols, — ^Quant
ha que morist? — L, anys ha. — Donchs dampnat es? — No so, — ^Com sepot
fer? — Yo ere jutge en Spanya efuy jutge. L.anys e mori jutge, que James
per la mia boqua no n isqité mentida, tota hora n isque veritat. Ha pía-
gut a Deu que la mia anima me sie reservada, e axi, betejaume. Lo bisbe
torne a la Seu e ab gran honor portarenla a batejar e batejarenlo, e la
anima ana a paráis. Oui non egit dolum in lingua sua.y) (Palm. XIV, 3.)
Para ponderar las excelencias de la oración, nos refiere nuestro
Santo dos relaciones de milagros. Aun suponiéndolas hijas del buen
deseo, más que de la realidad histórica, nos resultan dos magníficas
leyendas, capaces de entusiasmar al más descreído. Tienen tal unción
• y atractivo, que desarrollados los temas por un ingenio poético, resul-
tarían admirables cuadros, poemas de primera fuerza. No se cuál
de los dos preferir. Empecemos por el que lleva ya título en el Ms.
(V. 2i6h c<Miracle de la Verge María que feu al escola. — Sapiau que
una vegada era hun devot studiant, e fahia aquesta honor a la Verge
María, que tots dics li deya son offici, e era tan enamorat de la Verge
María, que li vench aquest desig en son cor que la veés: que quan havia
dit matines o tercia, deye axi: ¡O Verge Marta! yo ara vos he loada, mas
no US he vista ab los huylls corporals. ¡Oo si vos podía veure! Eh! feume
aquesta gracia. E via stava en aquest desig. E finalment, veus que li
vench hun ángel e dixli: ^tu desijes tal cosa? — Hoc, Senyor, mes que res,
— Ara tu la veuras, mas guarda que tornarás cech, car huylls que vehen
tan excellent Senyora, no deuen veure depuix altres dones. E ell dix: Be
m'plau. — Ara, donchs, apparellat e confessat, que dema a tal hora la
veuras. — El ángel se n*aná. Veus que al studiant apres venchli hun tal
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pensament: Vet que ton desig se complirá, mas depuix que sies cech, serás
perdut, que no poras scriure, ne legir, ne venrás on anar. Veus que stava
en esta congoxa, que no havie de que viure. Veus que dix: mes me val que
m'tape la hun huyll quant ella vindrá, e depuix encara que sia cech de la
hun huyll, después yeurem ab l'altre. E axi ho feu. Veus que ell se tape
ia hun huyll be ab quecom e ligau be. E la Verge María vench a ell.
E ell fonch tot plasmat, quasi arrapat, et dix: Mon fill, vetme aei. Ara
guardaume be a ton plaer, E anassen. E ell romas ccch de aquell huyll.
Mas no s'tench per content, e veus que deya: Verge Alaria, laltre huyll
vull perdre, sois que us veja be^ que no us he vista be a mon vejares, E
veus que la Verge María torna en l'altre día, e ell tenias obert l'huyll ab
amendues les mans, axi per ^o que la vees be. E veus que estava ab tan
gran plaer, que no sporía dir. E la Verge María dixli: Ara mon fill, vos
haveu hagut desig de veure a mi, mas yo, mon fill, no vull que vosperdau
res per mi. E tornali la vista, toquantli a los huylls ab les sues sagrades
mans. E dixli: Ara, mon fill, guardauvos be d\igi avant, e si be me haveu
servida d*agi atrás, serviume millor d*agi avant, e guardauvos be de
guardar molt altres dones, pus que a mi haveu vista. E ell estave ab quiny
plaer, segons que dcya Isayes: tunch videbis, et ajyiues, mirabitur et di-
iatabitur cor tuum (Isai. LX, 3). E veus que anassen la Verge María. El
studiant depuix fo mes devot a ella que de primer, e axi molt devotament
la serví, fins que morí e ana a la gloria de paradís. E veus a^i com la
vista hi es sadollada en la paiau de paradís.»
Finalmente, la otra relación poética de milagros que extractamos
en los sermones de San Vicente, bien merece todas nuestras alabanzas.
Está sacada del discurso predicado en la Dominica XXV después de Pen-
tecostés (IV, 3o) y su protagonista es un mercader: o Veus a^i com
se la la oració e axi es aceptada. Si be se ta la oració es una erba aro-
mática e axi adoranl, que guarda la creatura de perills sperituals e
temporals. Legim en los mirados de la Verge María, que era un mer-
cader devot, qui deya certes Ave Maries per lo matí, ans que s'occupás
en negocis temporals. ^E quantes eren? XÍI. en reverencia de XII. gra-
cies que Deus havie fetes a la Verge María, segons XII. parts que ha
lo cors. Primo lo cap era pie de sciencia, mes que de propheta, apóstol,
ne altre sant. E lavors lo mercader deye Ave María. — ítem, aprcs se
acostave a ella guardantla en los huylls, pensant quantes vegades havie
mirat son fill quan ere chich... e lavors deyeli Ave María. — ítem a las ore-
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Ues, quinya e quanta gracia havien hauda en hoir los preychs de son ñll,
anant de vila en vila... ab fam, set, fret, fanchs, plujes e neus, descaí;.
— Apres pensave en las mans, com la beneyta adorava son fiU... e com lo
bo!cava, el servie ab les mans. — Aprés a la boqua, pensant quantes vegades
li havie besat la boqua, les mans, los peus. — Apres ais pits, pensava en les
naamelles virginals, com havien alletat lo fill de Deu. — Aprés al cor, quant
•ere aquell foch de caritat. — Aprés en los bracos, pensave com havien por-
tat son fiU beneyt. — ítem, pensave en lo venlre virginal, com havie portal
aquell per nou mesos. — Aprés en les cames, com lo menave al temple, e ;a
e lia. — Aprés, pensave en la sua anima sagrada quanta perfecció havie. —
Aprés, en tot lo cors, quanta penitencia. — Ara escoltats be. — Veus que
aquest mercader quiscun día fahia aquesta oració, primo per l'enteni-
menf, puix adorantla, agenoUantse, puix demanava e dehye la oració.
Esdevenchse, que havia anar a fira, e per^o que Icamí era fort perillo de
ladres, ordenas ab altres quey anaven tambe. E lo día que sich devien
partir, aquests vingueren per lo matí e despertenlo: Aytal, anem que hora
es. E tant eren cuitats, que lexá de ver la oració que ere acostumada de
ter. E veus que ells anant, se esdevinguiren entre molts ladres e prengue-
renlos e appartarenlos dins en un bosch e mataren tots los altres, e aquest
mercader romas derrer. Ya que l'volien degollar, anali lo cor a la oració
e pregáis que li deguessen fer una gracia, que li lexassen fer oració. Digue-
ren ells: hoc, mas espacha tantost. — Si f aré, — E ell comente a fer oració
axi com havie acostumat. E tantost com comenta de pensar en la Verge
María, com dit es, ves aquí la Verge María ab senta Caterina ab hun plat
pie de roses e senta Agnes ab hun fil e águila: e vehienles los ladres e
estaven esbalaits. E axi com lo mercader havie dit una Ave María, prenie
una rosa la Verge María, e a cada Ave María altra, e enfilavels e feune
una garlanda e pósala al cap del mercader. E ell 390 non vehye mas sen-
tíe gran odor, e elles desaparegueren. E ell giras ais ladres e dix: germans,
ja hefet oració; degollaume, Digueren los ladres: ¡coom degollar! fjqui
son aquexes dones tan belles que han estat ab tu? Tu deus esser hun sant
hom, e en tes oracions nos comanam. E tornarenlo al camí, e tot 50 del seu.
Yo crech qus s'convertiren los ladres per afó.»
Hemos dicho que el arsenal de donde sacaba muchas de las historias ó
leyendas nuestro santo eran las Vidas de los Padres del vermo, ó sea el Li-
bro de Vitis Patrum. Vamos á dar otras muestras, que creemos no han de
desagradar á nuestros lectores (V. 88): «Dirvos he hun miracle. Diu Vitis
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Pairum ere un hermítá e tenie hun petít infant per dexeble que lidelliurá
la mare a tres anys per mostrarli de servir Deu e de fer penitencia. E
aquest infant cresqué, que havie. X. anys c no sabie sino (O quel hermitá li
mostrave. Fo cars quel hermitá ere molt vell e bagué mester algunes coses
e trames lo fadrí a la ciutat. El prohom estave en dos treballs, per que lo
fadrí na havíe vist hom degu ne ciutat e no sabie ques farie. E laltre tre-
ball, ques tenie de temptació, e vol avisar dientli: «mon fill, tu irás a la
ciutat». El fadrí dix: «qué vol dir ciutat». «E qué vol dir homens)^, etc.
ítem apres veurás atres creatures que semblen liomens axi vestides (el
^nto aquí debió hacer alguna señal, denotando las faldas de los vestidos)
e guardat de aquelles: noy estigues gens que verinoses son. «Dix aqueli:
«¿e qué es a.xo?» Dixli: «Oques». El infant ne va e fo en la ciutat e vehe
les dones e bada e mira aquelles, e compra 90 que havia mester e tornas-
sen. E quan fo ab rermitá dixli: que qué li havie mes plagut. E dixli que
les oques, e denit me venen al llit.>) El infant deyeli de día en día: ¿e quan
iré a veure les oques? Per qué veus, com havie la inclinació natural, que
ell no sabie encara ques volie dir».
(V. 89): «Havcts ne hun exemple de hun bon hermitá que james volie
veure dona. Noy gosaven entrar Ha on ell ere. E fo malalt e entrarenhi
los homens, e les dones estaven defora. E jal tenien per mort, e dix una
dona: «yo veuré si est morto. Posali la sua cara sobre la del hermitá e
aquest sentila e crida grans crits. Aquest havie fet gran penitencia, e
donchs vosaltres que feu mala vida molt mes vos deveu guardar».
(VI. 170 V.): «Legim in vitis patrum. Kre hun hermitá e havie hun fa-
drí, que li mostrave d¿ legir, e donali hora que vingués a passar, per <;o
que nol torbás en ses oracions e contemplacions. E veus que una vegada
lo fadrí vingué a la sua celia quel passas, e trobal adormit. E dix lo fadrí
entre sí: «Oo, ell per les afíliccions e hores es ujat, e ara repose». E axi
veus que no li dix res. E a cap de poch vingueli enteniment: «Oo, dolent, ¿e
qué fas afi que no ten vas? que per ventura nos despertará fins a demá?».
«No faré cert». E ell pren lo libre e studie. Secundo li vingué gran sabor
de dormir, e ell contrastavey, fregant los huylls e legí. Tertio li vingué
major sabor de dormir e ell contraste: «cert no dormiré, que si mon
mestre se despertave ¿qué dirie?» Quarto li vench major sabor de dormir
que cuydave tombar, e ell contraste. Quinto, pres ayqua e laves la cara
per que no dormís. Sexto, major. Séptimo major, etc. e tingué ferm. E
veus quel hermitá axi com dormie veu lo cel ubert e veu una bella cadira
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e set coixins dessus, e lo sant hom desijaven una. «¡Oo senyor! ¿E aquf
tanta gloria e tantes corones? Yo de una seria contento. Rcspos Deus:
«parvulus tuus lucratus fuit omnes ¡sta nocie». E lo sant maravellás e dis-
pertas e ven lo fadrí legint e dixli: «¿qué fas.^ — Veus estich me a^ji, ¿e per
qué no ten anaves, pus me vehies dormir? — Hec mestre, nou he volgut fer
spant queus despcrtascuo. — ¿E qué has fet entretant? Dimo. — He a mi ha
vengul sabor de dormir (ut supra). — E ell entes la vissió, mas no la li vol-
gué dir. E veus com Deus done corona ais vetlans.
(III. 18 V.): «Ligse in vitis patrum, que eren dos hermitansqui ensemps
delliberaren fer vida áspera c 'penitencia quiscu en lo descrt. E axiu feren,
que quiscú se partí del altre e estaven dcjunant e affligint los llurs cossors,
e la hu fahye tal vida com laltre, ne mes ne menys. E com hagueren estat
gran temps, alguns anarenlos a veure, e trobaren la hu molt grase redon,
e laltre llach. E demanarenlos com ere pogut fer ai^o com abduys ha-
guessen tenguda vida comuna. E aquell qui ere ílach respon, que cll yma-
ginant e contcmplant en les penes infernáis, e temcntse do aquelles tois
temps ab gran iristicia, ere fet axi flach. E laltre respos, que com tols
temps contemplas en la divina magestat e en la corona la qual Jjsuchrist
li havie a donar quan serie en la gloria de paráis, eres axí engrassit».
(V. 91.): «íDirvos ne hun exemple in vitis patrum. — Ere hun hcrmitá e
en tota sa joventut havie estat solitari en la montanya ab daltres e al día
de la festa ajustavense tots a una. E cll envellí e enmalaltí e desijave sani-
tat per servir Dcu, e erravcho, que devic pendrj la malaltia en paciencia.
E venchli dcsig de entrar en la ciutat per guarir c quel scrvissen persones.
E los altres hermilans deyenli que noy anas. E ell fmalmcnt ana. E los
jurats velunt aquell hom quel conexión per sant hom, haguerenli dues
beguines devotos en una casa por servirlo. E servirenlo be. E estoch gran
temps a guarir. E tornant a guarir lo cors la anima se aflaquí, que guarda
los beguines e voules bollos c ponsa en aquella boUesa. e ílnalmenl em-
prcnya la una e parí. El bon hom tornassen ab son guanv a la colla, ab son
fill e entrant plorau, prega ais altres frares que progasscn por ell. Tanta
do contrició havio que csclatar cuydavo pol cor, e feu gran penitencia».
(VI. 174 V.): ril lun hormitd sant hom isquo do la sua colla hun día e ere
dejuni, e axi com anave troba hun hom montjant domatí, e vehent a^o,
dix entre sí: — í«Oo mcsquí de jove ¿e no es huy dejuni.> — Jutgal. V. depuix,
quan torna a la celia, fo aquí langol ab la spasa treyta. diont: — «Travdor,
no y entrarasíj^. — ((¡O ángel de Deu! ¿e per qué a9o? ¿E qué he feyt.> —
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Per que has jutgat aquel hom? — E no es huy dquni? — ¿E per qué no presu-
míes lo millor? ¡Quec sabs tu si havie menjat en laltre día! Noy entrarás.
— Oo, e perdonaunne, ángel de Deu. — Prou hagué que fer quel iexas. E per
90 ara no jjutgar lo peccat secret, que al día del jui general, tost, tost e
brevtssimament o jutgarem, que llavor se manifestaran tots».
(V. 17): «Esdevenchse que una vegada eren dos hermitans de ixma
vida e per (o que no estiguessen ociosos, apres del servi de Deu anaren a
cullir ñilles de palma per fer Hur obratge e en lo cam{ diu que la hu se
pres ibrtment a tremolar que quasi semblave endemoníat. Laltre marave-
llis molt e enterrogal que havie. Dix aquest: — a Yo no iría daqut avant, ans
Yull tornar del servi de I>eu, car sapíes que yo he hoit la trompa del día
del |uhi, qnie toe me ba spantat».
(V. 48): Ere una vegada hun hermitá e anave ab sa mare per hun camf
e axi anant víngueren al passant de hun riu e laygua ere gran. El her-
mitá volguela passar e dixli: c(Ventt sobre la mía esquena». E ab hun drap
o tovallola prengueli les mans, que no la volgué toquar».
(V. i32 V.): cfMoItes persones fan bones obres que no plaen a Deu per
que nos fan ab díscrecíó, que si indiscretament les fas, per vtci te serán pre-
ses... Exemple de Vztis patrum. L^tm que quan sent Anthoni estave en
lo desert ab dakres, a^ustarense xii. e ajustats fo moguda questió entre elis,
quala ere la obra que guardave la creatura. E la hu dix: — c(A mi par que
la obra e virtut que pot conservar la creatura, que es abstinencia, fer grans
dejunis.— E digneren tots los altres: — «no es veritat, que vist havem hom
en lo desert que no men jave sino tres vegades en la setmana e moríen mala
fi' e ana a infern: donchs aquexa virtut noy basta>^.— Dix laltre: — «que ora-
ció ere bastant a guardar la creatura». — Fon determenat aquí que no ere
verítat, car yo he vist hun hermitá que fahie oració: el dyable lo temptá
ques torna juheu». — Dix laltre que almoyna ere virtud de conservar la
creatura; dix laltre: noy baste, que molts que fan almoyna es dampnen axi
com logrers.Finalment quiscudeya son consell. E dix Sent Anthoni: «A mi
appar que la virtud que pot conservar la creatura contra lo dimoni es dis-
creció, (O es, manera e mesura: que en íer oració, si discreció noy ha,
contra Deas es, e si discreció hi ha es molt plaent a Deu. Axi matex, no
massa dejunar. E tots concordaren que axi ere.»
(V. 210») «Desfalliment que ha la vellesa es arruament de la pell, que
quan la persona es jove menge: be veus que te la pell estirada per 90 com
es plena, mas quan ve que no pot menjar la carn se aminva e la pell se
$.• irocA.— TOMO Tin. 4
5o REVISTA DE ARCHIVOS
arrua. Vejau que vos diré de Senl Francés. Eli ere marált e los mctges
donarenli de consell que menjás cara, E haguerenli los seus frares, dígam
ara hun capó, e veus ques dinave. E estant axi vingueren alguns honora-
bles senyors per visitarlo díent: «¿e com vos va?» E ell respos: 4cans que
vosaltres entrasseu me anave be, que tenía un capó davant e los frares
hanlo amagat. — Veus a^i com cobria son deffalliment. Aquest no tenia la
pell ruada.»
(IV. 129.) «Legim de hun sa'nt hom hermitá que hun home de la ciutat
li portave pa e aygua tots dies e posavelli a la fenestra. E hun altre her-
mitá jove veulo e furtaveli la mitat. Finalment lo sant hom no havfa
prou pa, e maravellaves com ere, e aguaytau e veu lom que li portave lo
pa com solie, e veu lo jove que li furtave, e calla, que non digué res gran
temps. Vench a la mort e axi com devía morir, tots los hermitans vin-
gueren aquí per veure algún miracle dell. E ell stant axi guardant a ells,
veu aquí lo hermitá que li turtave lo pa e feulo atan^ar assí e besavelí les
mans. E deyen los altres qui eren bons. — «Oda pare, ¿e per qué beses les
mans de aquest indevot? — Dix ell: «Oo, aqüestes mans me donen paradís
sens tot empayg.» E deye: «¡Oo mans beneytesl» Dixit eis causam.»
(III, 75 V.) c<Exemple in Vitis patrum. Hun hom fo peccador mal e pef-
vers, mas ere devot de la Verge María e nos volie confessar, ans se deses-
perave de la misericordia de Deu, tants de peccats havíe feyts, que E)eus
no li perdonarie ni ere digne de venia deguna. Venint al article de la
mort, sa muller, que ere de bona vida, deyeli moltes vegades per qué nos
confessave. Aquest responie: «dapnat so e axi gran peccador que no poria
rebre venia.» Llavors Jesu Crist vehent la decepció del dyable e la opinió
de aquest, axi com devie morir apparegueli la Verge María ab Jesu Crist
mostranli les nafres dient: o¡o hom decebut! ¿coneixes me?» — Aquest es-
tigué quasi fora de seny e respos: — «¿qui es tu, senyor?» — El dix: — c<Jesu
Christ. ¿Has hoit res de Jesu Christ crucificat per los peccadors? Vet les
mies mans e los mes peus. Yo vinguí en aquest mon que salvo lo pecca-
dor. ¿Volste salvar? Ves al sacerdot e confessa tos peccats.»— La vors lo
peccador dix: — Deus propítius esto mihi peccatori, percudintse los pits.»
(IV. 42 V.): CCA9Í vos diré una bella narració en la ystoria de Barlaam.
Diu que era hun home en una ciutat e en tota sa vida no guanya sino tres
amichs, e per la hú de aquells meties de perills en mar, navegan, e cami-
nan de nit e de día e amavel mes que assi mátex. E laltre tan com axi
matex e lo tercer menysque que assi mátex. Lo primer amich es riquees
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 5 1
temporals a amanles mes que a nosaltres. Lo segon amich son parents
que ame hom tant com ass¡ matex. Lo tercer son bones obres que hom fa,
que poch les ama hom, hun «Deu vos do bon jorn», una «Ave María». El
hom fo citat davant lo rey e tantost corregué al amich que mes amava e
pr^al que anas ab ell. Aquest díx que nou podie fer. Aquest sen va al
altre: resposli que be irie ab el fíns a la porta, mas no daquf avant. Fina-
liter ell hac anar a aquell que amave menys que assí matex e dix, yo iré
ab tu e parlaré per tú.»
Además del arsenal De Vitis Patrum tenia San Vicente á mano las
historias vulgares de su tiempo, llenas de portentos y casos extraordina-
rios. No se ha de buscar aquí la crítica, ni el hecho en sí, sino el fin moral
que perseguía. Si no era historia, era leyenda, sino parábola ó semblanza.
Véase el siguiente caso sacado de la vida de San Silvestre (IV. 273): «E
S. Silvestre fo alta eminencia en potestat de fer miracles, resuscitar
morts. Ya vos o he dit de aquell bou. Quant hac convertit lo Emperador e
a Santa Elena e a tota aquella gent, veus que vench hun drach fer dins
en Roma e mes se en una casa fonda. Axí com exía gitava lo alé; mes de
CCC homens matava quiscun día. Vench en a^o Roma que ja ere quasi
despoblada. Vingueren los sacerdots al emperador e digueren: Senyor,
depus que vos haveu presa la lley christiana havem hauda tal tribulació.
Dix lemperador: yo vos daré bon consell. E scriví a S. Silvestre quey
donas remey. Dix S. Silvestre: si faré. Diable era, que la ystoria Satanás
lo apelle. Diu S. Johan de 390: Vidi angelum descendentem de coelo... et
apprehendit draconem... et ligavit per annos mille... et post haec oportet
illum solvi módico tempore (Apoc. XX. I. 3) tots los doctors esponem
aquest drach a Lucifer e esponem que devie estar ligat fins al temps de
antechrist e será deslligat poch temps, tant com regnara antechrist, 90 es,
tres anys e mig e depus será tornar a lligar. Aquests mil anys comenfaren
a S. Silvestre ¿e quant havem ja de la mort de S. Silvestre? Mil cent
anys ó circa. Donchs ¿per qué diu que apres mil anys devie esser soltat,
com ja hajen passats mil cent anys? Aquells mil anys foren cumplits en
lo temps de S. Domingo e S. Francés, que foren confermades les sues
ordens. — ¿Donchs llavors se devía soltar lo drach? — Dich que hoc. — Vide
ystoriam S. Dominici. La Verge María laus ha dilatada, mes ab condició
que aqüestes dues religions vagen per lo mon preycán, e sis convertexen
les gens dix Jesu Christ a sa mare: Perdonarlos he e si no (diu la ystoria
de San Domingo) amodo non parcam. Ara bona gent, ¿es se convertit lo
52 MSVfSTA DE A<M3I1V0S
mon? James -lo mon fo en tantes dísolucions et quod dolenter referen-
dum, et ipsi ordmes sunldestmcti, en tan que si'S. Domingo e S. Fraocés
venien a estar en aquest mon, altre orde haurien a ordenar. E per (e ^su
Ohrist trf(met crida per lo mon a fer penitencia per expressa revdació.»
El mismo partido saca.de (a vida de San. jorge (HI. 2-18) hasta .con el
dragón y la princesa. (En el Boletín de la A. Luliana hay una celaclón ma-
llorquína en Terso de esta lejténda): oSapiau que lia en aquella térra havfa
hun lach gran e havia y hun gran drach e menjavas moltes persones e tia-
vfa ydoles en aqueHa térra e deyen que la cíutat devia esser devorada per
aquell drach si ja lo Rey no li donava sa filia. E veus qisd Rey o hac a
fer e k) día que ell hi devía portar sa fula prkno eH la orna be de aur e de
perles e 4a vestí molt gentilmeot sus axi com si hagues esser novia* E
pensat quel rey plorant li dix: «Ara ma fBla, yo vosiiavia d cor de dar-
vos a hun gran rey per muller mas pus que axi es no si pot aire fer.» E
ella respos: c<Mon pare, bem plau, car mes val que yo soleta peresca que
vos ni la ciutat.» E veus que posarenla prop lo lach, per tal quel drach la
devoras. E fou ordenado de Deu que Sent Jordf passas alien e ell anavas
deportan en hun bell C9vall tot sois e axi com fo aHi ell veu la donsella
bella molt ben ornada e dixli: c<Oda donzella, ¿com sou aci tota sola?» E
día rcsposli: cO bon cavallcr, anauvosne, sino moreu a^i ab mí.» ¿E com
es a^o? — Ella li compta tot lo fet axi com vos he dit. E Sent Jordí dixlir
oSenyora, no hajau paor, que yous defiendré ab ajudes de Jesu Ghrist.»
E veus que ells estant axi parlant lo drach hoí les paraules e alja lo cap
sobre laygua, ab aquell cap fer guardantlos, e quan la donzella lo veu
tremole fort de paor axi com aquella que Uavors havía a morir. E S. Jordí
aconsolala dient: aSenyora, no hajau paor, que Jesu Chríst nos ajudará.»
E espaxadament ell aparta lo cavall e descavalcá. E lo drach que veu que
aquell se amanía per deffendres, lexa la donzelfa e corr^ué a S. Jordi. E
S. Jordi invocant lo nom de Jesu Christ donali una gran lanzada que sus
alli romas mort. E aprés prengué la donzella e molt horadament menala
al rey... Lo pare, ella e tota la cíutat se batejaren. Ara vosaltres cavallers
¿qué haguereu feyt que trobasseu axi tal donzella ornada? ¿e qué? Ha-
guereula deshonrada axi com feu a daltres que nous studiau en aldre^
]Oo traydors!»
Todos los sermones de nuestro Santo se encaminaban á llevar las al-
mas á su fin último, á la salvación eterna: para ello debemos dejar la
impedimenta. Venía muy al caso un ejemplo, y helo aquí (IV. 256): «Morí
BIELIOTEGAS Y MUSEOS 53
hun gran Preborde rich e quan fo en larticle de la mort los domestichs de
<:a^ roben la casa. Hun escuder per espaxar prenie la roba del lUt e lan-
•(avela per una fínestra en la carrera, e lan^ay lo canonge e en cara no
ere mdrt. Haa... ais pobres ais pobres (o que vos sobre él cap del any, no
fer sisterna».
Cita muchas veces á San Gregorio en sus mótales, pues bien síábía que
es gran afsenal de doctrina y ejemplos (V. 173): «Diu Sent Gregori, vir-
tus boni operís est perseverantia. E af i vos diré hun miracle. Sapiau que
fo hun home qui prés muller e aprés venchli desig de cerquar térra, en tant
<]ue ell parti de sa casa ab hun scuder. Quan vench al vespre dix al scu-
<ler: «Vet que per (o que Deus nos conserve, tots matins fa^am oració e si
a mi non mcnbrave, femó menbrant, car sim faré yo a tu e al vespre axi
matex en bona hora. E veus que molts anys ells passaren sens períll, anant
per mar e per térra, e finalment ells tornaren a casa a sa térra. E lo jorn
que devien entrar en sa casa, veus quel escuder dix: «Senyor, e la oració».
Respos: «Via que nous cal fer oració: ¿quins vedará que no anem a nostra
casa?» E no la feren. E sus que foren prop, que ja vehien sa casa, veus que
veren gran fum. ¡O Santa María! ¿qué es alió? Sembla fum. Hoc». E veus
que plegaren e fo la sua casa crcmada ab tot quant hi havie^ que non es-
capá res, sino la muller ab les creatures. E per 50 veus com deu hom per-
severar en oració».
De la misma fuente están sacados estos dos muy notables (VI. 177 v.):
«Pus que Jesuchrist porte nostres crims, nosaltres nos vullam suportar uns
ais altres, car degú no pot estar sens desfalliment, per 90 suportauvos car
merit spiritual es. E axi vos diré hun bell exemple. Una vegada en una
ciutat eren uns nobles gens en matrimoni e la muller ere axi delicada que
si de part de vespre bevie vi, sol una ta^a, la torbave, e si bevie aygua tot
lo ventré li torbave e axi no gosave beure, mas bevie vi, e per poch quen
begués, li fahye mal. Tal dasfalliment havie natural. E son marit lo noble
hom quan la vehye axi torbada naturalment e no ere peccat' mortal, que
noy podie aldre fer ell, tantost donave comiat a tots los de casa e puix ell
tot sois preniela e portavela a la cambra e descalgavela e despullavela e
en bracos metiela el Hit. E axó dura, ben xxv. anys, e degu de casa nou
sabie, neu conegie. Aquest suportave la muller, ¡e qué bonesa dom!
»Altre exemple de la bona dona. Sapiau que en la ciutat de Roma eren
-dues nobles persones en matrimoni, e veus quel marit hun día fo a con-
sell, e quan parlave, los que li estaven entorn tots se tapaven lo ñas, tan
34 REVISTA DE ARCHIVOS
foft lí pudíe lalende en tant que ell sen maravellave, dient: — ¿E qué hauré?
— ¿Que haveu? lalende vostre put tan fort que nou podem sofferiro. El díx:
«Beeo. — E axí ell torne a casa sua pensant: «¡com pot ser a(o que ma mu-
ller no mo bagues dit, que tant de temps ha que som en. una! Finalment
ell fo a casa tot pie de ira e dix la muller: «¿com veniu axí Senyor? E>es-
plaer vos han fet». — Dix ell: — «Vos me haveu posat en vergonya». — ¡Yo! —
Hoc, vos. — ¿E com? — Yo so estat en consell etc. e vos ¿non sabieu a^ó?
Vos o sabeu be, car tants anys ha que som abduys, e ¡quantes v^ades la
mía boqua ses ajustada ab la vostra! Vos o devíeu mils saber e mo devíeu
dír. — Ella respos: «Hec, Senyor, yo ben sabía, mas cuydavam que tots los
homens o havíera axí com vos. E aire, que tot quant ha en lo vostre cors
tot mes dol?, e no pudent. — Oo que bonea de dona. Axo díu S. Gregori
quí fa testímoní»>.
No indica el santo de donde toma la relación del siguiente milagro de
Nuestra Señora (III. 20 v.): «Cante Santa mare esglesia: Marta mater mi-
sericordice com ella es de moka misericordia espiritual... Es dita mater
•misericordias de bens temporals, car si algú ha fretura de pa, vi e de sem-
blants coses hafe a ella en advocada, e reclamada no haurá frejtura. On
se esdevench en una vila quels preveres de aquella vila o esglesia volien
fer professó per lo terme e la hagueren feyta de feyt e hun preveré por-
tave en les mans una ymaga de la Verge María axi com porten altres re-
liquíes en les professons. E aquell capellá qui la aportave havie enemichs
capitals e los enemichs de aquell estaven en una casa a guaytarlo. E axi
com ell passave, la hu deis enemichs tirali ab la ballesta e la ymaga aquella
tragué la sua ma contra la sageta e foradá la ma de la ymage e no nogué
al preveré».
Siempre quiere hacer palpable lo que dice con parábolas ó historias
para herir más la imaginación. Aquí nos hace ver como contraria contra-
riis curantur (VI. io6):c(Ere hun hom molt parler e volies akstenir de par-
lar, per tal qué vingués a perfecció. E anassen a hun sant hom per dema-
narli consell, e quan fo lia ell li díx: «Sapiau, pare, que nom puch abste-
nir de parlar e volriamen estar e no puch, e axi vos prech quem vuUats
donar qualque bon consell que no parle tant». Díx lo sant hom: «Bem
plau. Ara, mon fill, si vos vos voleu abstenir de parlar vos deveu teñir la
manera del avar icios a la bossa». «^E com?» c(Yo to diré. Quant alguna
persona demane al avarícíós qualque cosa, digam lo loguer de hun día,
per tal com lí ha ajudat a fer sos fets, e aquell ve davant lo avarícíós e díu-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 55
lí: 4cHa Senycr, e pagaumeo. c<¿E qué?» ¡Com! ^queus deyg yo? — Hec Sc-
nyer, e pagaume. — ¿E qué? — ¡Com qué: bels haureu!» — He, senyer, yols
he mester.— «E quant be haurá dít e feyt gitarsa la ma a la bossa e desfará
hun nu, depuíx altre, finalítér quan be haura feyt ell lí dara qo que li deu
ab affany. Dích vos que axiu deveu fer vos, que quant algú vos diu a90 e
afo, no li deveu respondre tantost, mas scoltar be, e finalment, quant ha-
veu be pensat, parlau. E si jans ha significat Deu en la boqua, que par que
la haje feyta, axi com persones savies fan una ciutat, que quan volen tan-
quar una ciutat ^que fan? Printsrament ells fan una barbacana e apres lo
valí fondo e apres fan la murada alta e fort. Sus, axi ha fet Deu a nosal-
tres: la barbacana tota primera es la pell deis labís, quests defora: lo valí
fondo es a^o que está entre los labis e les dens: la murada fort hon están
les torres, son les dens, els colom^llos e per 50 ans que no deu hom dir la
paraula primerament pensar axi com dit he.»
Los ejemplos son á veces terribles, resultando el contraste de gran bul-
to, como en el siguiente caso que no se indica donde ha leído (VI. 255 v.):
uLegltn que en una ciutat ere hun jove bell e james hoya missa; ans se tra-
hie escarn deis quey ana ven, nunqua dejunava etc. continuament entenie
en burleries, anar a bordells, anar a sonar, danfar etc. e una nit somia que
vehie Jesu Christ en la cadira e lo juhi de les animes, les quals les unes
havien sentencia de devallar a infern, altres que eren penidents el án-
gel devallavela a purgatori, altres pujaven en paráis. E aquest hom
dormint, estave tremolant, e Deus dixli: redde raiionem: De que se es-
panta, es despertá ab gran terror, que tot torna ruat, los pels blanchs, que
la gent nol conexien e muda tantost la vida,lexa les grans cotes e prescilici».
Otro caso no menos extraño nos cuenta denlos efectos de la excomu-
nión (III. 96): Sapiau que una vegada hun hom furtá lo breviari del Vica-
ri en una esglesia e aquest cerque son breviari: finaliter fon dit que tal
home lo devie haver pres e ell lo fa encabe9ar. Lom que veu companya li
venie detrás, mes se a cal? de hun noguer bell e havia y hun tou e mete
aquí lo Breviari e espera. La companya plegué: «¡O en bon hom! ^hajau
lo breviari?» — c(¿Lo breviari? No se que vos dehits». — E vehent que nol
tenie tornensen. E lo vicari feu vedar a qui tingues lo seu breviari... e lo
arbre se sequa... Haguerenlo a tallar e trobaren lo breviari de dins e en-
teneren quel vet lo havie fet secar».
Hemos visto varios ejemplos de hombres y mujeres que dejan las vani-
dades del mundo; añadiremos aún otros dos: el hijo de un Rey y un joven
56 REVISTA DE AfRCKlVOS
muy delicado- (V. i6 v.): aDiu que hun fill de Rey per servir E)eu entra en
Rdigio e fahie tan aspra vida que amj^ies cnolt, entant quel prior li ba-
gue a manar que cessas de taa aspra vida cpm alió lo amagrie et signanter
que nos llevas a matines. E aquest dix:: «be es ver» mas sapiats que moces
e doncelles nom lexen dortnir dentt, quem venen aquf al Hit. Les donze-
lies que li venien a memoria eren los martiris de Sta. Caterina, de S.^ Lu^
cía. ítem pensave en les dolors de infern e per. 90 vetlave».
(VI. j3): «Era hun jove qui era molt delicat e vivía molt be, donantse
plaers ab sos companyons. Estant 2lxí Deu li tnes en cor ques fes frare, e
axi 6 fcu. Secretament ell sen ana a hun monestir de frares preycadors,
que degú deis altres nou sabe, per tal que nol torbassen de sa devoció e
ell que saví que quant hom vol fer hun be, que cali quels altres nou sa-
pien. E veus que ell demana lo Prior e dixli: «Sapiau que yo vull esser
frare». E lo Prior vehent sa bona devoció, e de noble linatge que era, re-
bel a frare. Veus que a cap de alguns dies los companyons seus qui havien
acustumat de darse plaers ab ell, quan nol vehien, estavenne maravellats.
Finalment anarensen a la sua casa e demarenlo: noy es: saberen que fra-
re era. E digneren ells: «Aquell es molt delicat que una pul^a li fahye em-
barch, e no pora sostenir la penitencia del orde, donchs ans que no face la
professió anem hi». E axi fonch. E quan lo veren ells se comenfen de
riure: «Oo ay tal, e qué has feyt que tu es tan delicat: e donchs com poras
sostenir la penitencia del orde que es tan aspra: lexau estar e vesten a
pendre plaer ab nosaltres». E aquell respós: «Hohoo, per 50 com so delicat
deyü vosaltres que no poré sostenir la penitencia. Oo lias. ¿E donchs,
com sostendré la pena de infern que es tan dura, a la qual no podía esca-
par morint en los vícis que tení^ ab vosaltres? per cert mes me val soste-
nir aquesta, car cert es a mi que yo fent la vida que vosaltres sabeu que
fahya ab vosaltres, per alio tora dapnat». ¡Oo com respos be! E aquells sen
trufaren. Ara be es fort cosa, que sí es un frare qui vulla viure segons ol
que ha votat, los altres nol lexaran viure, e per 50 van tots a infern, pues
que no teñen la regla. A cada canto de la Claustra: «Oo ypócrita: hec
senyer, pus singular vol estar». Nol lexaran viure... Si es una dona que no
vulla portar corns ne mosquet etc. tantost les altres la escarnirán: «O be-
neyta, aneus afi senta Quiteria, ja es santa, voleu esser beguina». Totes la
acanífaran».
Pero aun en la religión ha de haber luch^ y tentaciones; que muchos
se pierden por el más y el menos: lo que importa es alcanzar la salvación
BIBLIOTECAS Y MUSCOS 5/
haciendo la voluntad de Dios (IV. 222): «Virtut de tempranea vol dir me-
sura— non pren massa ne poch.— Aquell quis vol banyar no prengue laygua
massa calda ni massa freda.— Hun mflacre de Sent Domingo. Una nit es-
tán! en oració vench e apparechli ün diable e salte e baile e fa son so,
cantant e baten les palmes e dehie cantant: magis et minus, Dix Sent Do-
mingo: «Vine traydor ¿e per qué bailes?» Dix lo dyable: ayo to diré: tot
nostre guany es per magis ét minus, que alguns frares de ta orde mcngen
e beuen massa, e están roygs e dormen, que nos leven a matines ne ser-
ven la regla. Altres veilen massa, que quan venen a matines adormense e
no fan res de be, quasi stella matutina i medio nebulae.» (Gccii. 4. 6.)
Corrobora esto el Santo en otro sermón con un pequeño ejemplo
(V. 172 V.): «Una vegada ere hun hom qui anava a Sent Jachme e fahie
tota vía aquesta oració: «Senyor, guardara de enemichs)^, e nuncqua dehiei
altrc. Finaliter ell fo pres p3r enemichs. Veus que en la presó ell plorava
dient: «Oo mossen Sent Jachme e nous havía pregat sino quem guardasseu
■de enemichs, e vos haveume gitat en enemichs. Oo las ¿e perqué havcu
feyt? — Veus que S. Jachme li apparech dient: «Tu plores per que es pres:
vet que per 50 tu es estat pres per 50 com tu no sabies be demanar a Deu,
car tu primer devies demanar sal vació.» — «Oo, dix aquell, sim trahieu
da9i, yo o taré.)^
Finalmente, en el sermón de San Vicente Mártir encontramos unos
datos históricos que prueban la tradición oral de su época sobre ciertos
sitios de la pasión del Santo Levita (III. 43 v.): «E quan Daciá lo veu a
Valencia nol volch matar de continent, mas feulo metre en lo car9re e
tenie lo cap entre les carnes e ell estant axi en la presó del cabiscol humil-
ment dix: non sunt condignas passiones hujus etc.»
(III. 44): «Dementre estave en les gráciles tota hora pregave a Deu.
Apres prengueren unes forques de ferré e ab aquellos giravenlo, ans a la
hun costat, ades al altre, e axi com lo giraven chillave la carn chii, chii,
e rajave lo greix axi com la pell se trenquave.»
(III. 44 V.): «Daciá feuli hun Hit (a S. Vicent) en lo car^re en Valencia
detrás de la esglesia de Sancta Agnés.»
(III. 45 V.): «Daciá vehent que nol havie pogut ven9re en vida volguel
venare en mort. ¿E que feu? Feu lanzar lo seu cors fora la ciutat a la
Roqueta, a S. Vicent que dieu ara a Valencia, per tal que fos devorat e
menjat per los animáis.»
(Continuará,) R. Chabás.
58 REVISTA DE ARCHIVOS
DOCUMENTOS
I
ESTADO DE LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ
DESDE SU FUNDACIÓN HASTA EL AÑO i8o5 '
í
Fundadores y dotadores de la Universidad.
Don Gonzalo Gudiel, arzobispo de Toledo, en 20 de mayo de 1298 alcanzó
privilegio del rey Don Sancho IV para erigir en esta villa de Alcalá de Henares la
Universidad y Estudio general, con las mismas franquezas para tos maestros y es-
colares que estaban concedidas al Estudio general de Valladolid, mandando que á
los dichos maestros y escolares nadie les hiciese tuerto ni vejación, alguna, pena del
duplo: cuyo privilegio expedido con el sello de plomo, se halla firmado del Maestre
Gonzalo Abad de Arvas y existe en el archivo de la Universidad sin que en él cons-
te tuviese dicho privilegio su ejecución en aquel tiempo.
D. Alonso Carrillo y Acuña, hijo de los Condes de Buendia, colegial mayor en
el de San Clemente de Bolonia y arzobispo de Toledo en tiempo del rey D. Juan II,
cuyo primer cuidado fué el deseo de honrar á esta dicha villa de Alcalá, fundador
del convento de San Diego, en el que fué enterrado, fundador también de la igle-
sia colegial de San Justo y Pastor de esta ciudad, alcanzó bula del Papa Pío II en
17 de Julio de 1439 para anejar beneficios y rentas eclesiásticas hasta en cantidad
de 200 libras de oro turonense para la erección de tres cátedras de Artes en este
Estudio de Alcalá. En esta bula se confirma la concesión que habia hecho el Papa
Calisto ni, que murió sin expedir la bula, y en virtud de esta concesión apostólica
instituyó el señor Carrillo tres cátedras de Gramática y Artes, anejando cinco pie-
zas eclesiásticas, que son: tres beneficios de las Parrroquias de Santa María y San
Juan de Uceda y de la villa de Corpa, y dos préstamos de las Parroquias de Cara-
baña y Loeches, y concedió todas sus facultades al guardián de dicho convento de
San Diego para que rigiesj los estudios y pudiese mudar los maestros que estaban
nombrados, si le pareciese necesarío, concediéndole para ello su carta de privilegio
en pergamino con sus armas pendientes en un sello, á 17 de Septiembre de 1463,
I Esta Memoria ó reseñ 1 histórica, que se guarda actualmente en el Archivo Histórico Na-
cional, fué presentada en 22 de Septiembre de i8o5, por el doctor D. Mariano Martin Esperanza,
rector entonces de dicha Universidad, al Sr. D. Anas Antonio Mon, del Supremo Consejo de
Castilla y Visitador Real de la misma.
* Aunque la mayor parte de estas noticia^ pueden leerse en la Historia de las Universidades
del Sr. La Fuente, en I.1 Memoria de Floranes sobre la antigüedad de los Estudios en Canilla y
en los varios estudios acerca del Cardenal Cisneros, todavía nos parece que conserva alguna
curiosidad esta Memoria por haberla redactado persona que dispuso de los documentos del
Archivo de aquella Universidad, hoy dispersos en varios establecimientos como la Universidad
Central, el Archivo Histórico y la Biblioteca Nacional.
(Nota de la Redacción.)
BIBLIOTECAS Y MUSEOS Sq
que se conserva en el archivo, fírmalo del mismo arzobispo y refrendado de su se-
cretario Pedro de la Puente.
El reverendo arzobispo de Toledo Don Fr, Francisco Jiménez de Cisneros ob-
tuvo licencia de los Reyes Católicos para erigir un Colegio en esta villa de Alcalá,
de competente número de colegiales y escolares; de cuya concesión hizo relación
al Papa Alejandro VI y este Santo Padre expidió su bula en i3 de Abril de 1499 ^^'
rigida al misnio arzobispo, concediéndole la misma facultad para erigir dicho co-
legio donde se pudiesen leer libremente las facultades de Teología, Derecho Canó-
nico y Artes liberales, según se leían en las Universidades de Salamanca y Valla-
dolid; que en dicho colegio pudiese construir capilla con bastante número de ca-
pellanes, erigir cátedras, dotar competentemente uno y otro, ordenar el régimen y
gobierno del colegio, capilla y estudiantes, sus presentaciones y patronos, leyes
que habían de observar, emolumentos y aprovechamientos que hablan de llevar
unos y otros; para cuya dotación el mismo Santo Padre expidió otra bula, en 24
de Noviembre de iSoí, concediéndole al cardenal Cisneros facultad para anejar á
este colegio rentas eclesiásticas hasta en la cantidad de 5oo ducados de oro de Cá-
mara; y por otra bula, de 14 de Noviembre de i5oo, concede el mismo Santo Pa-
dre al dicho Cardenal Cisneros facultad para que las cátedras de esta Universidad,
que habia instituido el arzobispo Don Alonso Carrillo, las pudiese aplicar y agre-
gar, sin perjuicio de tercero, al dicho colegio, y ordenar y disponer de ellas como
de las demás que el instituyere. Y finalmente, obtuvo el cardenal Cisneros bula del
Papa Julio II, en 26 de Noviembre de i5o3, confirmando las anexiones é incorpo-
raciones de rentas eclesiásticas para la dotación de su Colegio- Universidad y con-
cediéndole de nuevo la facultad de hacer donación al Colegio de cualesquiera bie-
nes que hubiese ganado con respecto á la Iglesia de Toledo; y también la facultad
de anejar en piezas eclesiásticas hasta 600 libras de oro turonense. Y León X por su
bula de 28 de Julio de i5i3 la facultad de agregar piezas eclesiásticas hasta en can-
tidad de 600 ducados; confirmando las anexiones anteriormente hechas.
E^te fundador, usando de las facultades concedidas por ambas supremas potes-
tades, erigió un Colegio principal en esta villa de Alcalá con la invocación de San
Ildefonso, para el que formó Constituciones, que originales se conservan en el Ar-
chivo, con las que dispuso el gobierno, no solo de los colegiales, sino también del
Rector, Regentes, Doctores, Maestros, Licenciados, Bachilleres, escolares y demás
oficiales del Colegio y Universidad con fecha 22 de Enero de i5io las que se publi-
caron en el mismo dia y año en la capilla de dicho Colegio con la mayor solemni-
dad, presente toda la clerecía y la mayor parte del pueblo, asistiendo el mismo se-
ñor fundador y presentes también los Sres. Don Juan de Velasco, Obispo de Ca-
lahorra, Don Pedro de Ayala, Obispo Rubícense, Don Antonio de Caray, Obispo
de Sebaste, y D. Antonio Garcia y Villarreal, Prefecto de Cazorla. Y en el dia 23
de Marzo de i5i3 ordenó y dispuso dicho Rmo. Cardenal las Constituciones para
el régimen y gobierno de los colegios de pobres estudiantes de esta Universidad,
pues ademas del Colegio principal, cuyo rector únicamente habia de tener el régi-
men civil y político de la Universidad, erigió siete colegios de escolares pobres; el
primero, de la Madre de Dios, de los teólogos, sin número fijo de becas; el segun-
do de San Pedro y San Pablo, para trece religiosos de San Francisco; el tercero de
físicos y metafísicos, con cuarenta y ocho colegiales por mitad con la invocación
de Santa Catalina; el cuarto, de Santa Balbina, para lógicos y sumulistas, con cua-
renta y ocho becas de por mitad; el quinto, de San Eugenio, para gramáticos y
6o REVISTA DE ARCHIVOS
griegos, seis de estos y treinta de ios primeros; el sexto, de San Isidoro, para otros
tantos gramáticos y griegos; y el séptimo, de San Lucas, para corar los estudiantes
enfermos matriculados.
Est^ venerabie fundador dispuso, como va dicho, que el Colegio principal de
San Ildefonso fuese él fundamento de la Universidad y todo fuese un cuerpo ba}o
el titulo «Colegio Mayor Universidad de Alcalá» y el rector igualmente que del Co^
legio lo fuese de ella misma. En este supuesto formó sus Constituciones latinas en
un solo Cuerpo para el Col^io y Universidad bajo del mismo estilo y rúbrica y
por ellas fundó y dotó ocho cátedras de Artes y tres de Teología ademas de las
fundadas por el Sr. Carrillo; y para ellas mandó se hiciesen las oposiciones delan-
te del Rector y Consiliarios con los Lectores y Catedráticos que asistiesen al exa*
men los que hablan de elegir al más idóneo, interviniendo también el sufragio de
los escolares, con cuyo voto se publicaba por Regente aquel que tenia la mayor
parte de los de su respectivo curso. Previno que se eligiesen dos Visitadores todos
los años para que informasen al Rector y Consiliarios de la suficiencia de los ca-
tedráticos, y se privase á el que fuese menos a proposito sin oirle de modo alguno:
que los salarios de los Regentes de Artes no pasasen de 240 ñorínes en todo el curso
de Filosofía que duraba tres años y cuatro meses hasta graduarse de Maestros; y
los de los catedráticos de Teología de cien florines cada año: que las tres cátedras
de Teología fuesen magistrales, una de la doctrina de Santo Tomás otra de la de
Escolo y oUa de los Nomínales y libros de Aristóteles, con dos lecciones cada una
de mañana y larde: y que los Bachilleres en Teología hiciesen las lecciones de la
Biblia, y del maestro de las Sentencias.
Erigió, fundó y dotó dos cátedras de Cánones, una de Prima y otra de Vísperas
con lecciones por mañana y tarde dotando I a de Prima con 80 florines cada año y
la de Vísperas con 60; y prohibió expresamente que en su Colegio Universidad se
leyese Derecho civil y se erigiese cátedra para esta facultad de modo alguno: erigió
y dotó dos cátedras de Medicina con dos lecciones al dia una del Canon de Avicena
y otra del Arte de Hipócrates con cien florines de renta cada una; y que si estos
catedráticos eran de singular literatura pudiesen el Rector y Consiliarios añadirles
hasta 200 florines.
Erigió una cátedra de Retórica que se había de regentar por persona de grande
erudiccion y había de tener dos lecciones al día del Arte de Retorica, de Poesía y
Oratoria; y este catedrático había de tener una famosa oración el día de San Lucas
de cada año, para exordio y apertura de Escuelas, sobre las alabanzas y utilidad
de las ciencias, y la dotó con 60 florines al año. Erigió también seis cátedras de
Gramática para los colegios de San Eugenio y San Isidoro, y otros lugares destina-'
dos para ello: y últimamente erigió una cátedra de Lengua griega con dos leccio-
nes al dia, y mandó que si concurriesen á esta Universidad personas instruidas en
Lenguas y quisiesen enseñarlas, el Rector y Consiliarios erigiesen las cátedras que
les pareciese según estaban creadas en el Colegio de Viena, con tal que el salario
de cada una no excediera de cincuenta florines, pero que sí llegase el caso de no
haber discípulos en estas cátedras ó en cualquiera de las fundadas no se diese sala-
rio á los catedráticos.
Estableció el mismo fundador todas las fundaciones eclesiásticas á estilo y for-
ma de la Universidad de Paris y así lo primero mandó se diese grado de Bachiller
«n Filosofía á los que hubiesen cursado los tres años de Súmulas, Lógica y Física
precedido el riguroso examen de tres examinadores nombrados por la Facultad de
BIBLIOTECAS Y MUSCOS 6 1
Artes: estableció el^rado de Licenciado y Maestro de la misma Facultad para los
que hubiesen concluido la Filosofía en todas sus partes, precedido el examen de
cuatro examinadores y el Cancelario siendo doaor teólogo, ú otro en su lugar,
por los que se había de formar juicio comparativo del mérito de los graduandos
para sacarlos por su orden en la licencia general v tomar después el Grado de Maes-
tro de mano del Cancelario.
Estableció el Grado de Bachiller en Teología para los que hubiesen cumplido
cuatro cursor en dicha Facultad y teniendo para ello el acto 4c tentativa; aprobado
este se tenia por Bachiller formado y habia de seguir enseñando dos años el Maes-
tro de las Sentencias y lecciones de Biblia defendiendo de dichos libros cuatro prin-
cipios ó actos delante de los doctores de su Facultad, y después habia de seguir ar-
guyendo en todos los actos.de Teología y tener otros cuatro actos en otros dos
años con presidente, excepto el uno que habia de llamarse Alfonsina por el titular
de su colegio como la Sorbonica Parisiense en Francia. Este acto se había de tener
en viernes y habia de durar todo el dia, de materias altas y difíciles, y todo este
número de actos habia de estar concluido el primer dia de Noviembre para celebrar
la Licencia de todos con juicio comparativo y solo en los años pares después de la
que habían de recibir el Grade de doctor con las mas solemnes y serias ceremonias.
Determinó el Grado de Bachiller en Medicina para los que graduados en Artes
hubiesen cursado tres años en las cátedras que fundó sustentando el acto solemne
de tentativa, del que saliendo aprobados fuesen Bachilleres; y para el de doctor ha-
bian de continuar otros tres anos enseñando en un curso á Avicena, en otroil Hipó-
crates y en otro Galeno teniendo en cada uno un acto, y en fin de dichos tres años,
el acto de Alfonsina como los teólogos y concluidos estos examenes se habían de
graduar por juicio cbmparativo haciendo las licencias en los años nones.
Determinó se diese el grado de bachiller en cánones á el que hubiese ganado en
dicho Facultad seis cursos completos precedida una elegante lección de su Facul-
tad; y para recibir el de licenciado habia de haber leído cánones cinco años teniendo
un acto público y el examen secreto con puntos de tres piques en el Decreto y De-
cretales, haciendo sobre el que eligiese una lección que no excediese de dos horas;
á cuyo examen habían de axistir el Rector, Cancelario y tres doctores, aprobando
el acto con votos secretos de A y R. (Aprobado y Reprobado), y aprobado le había
de dar el Cancelario dicho grado de licenciado y después el de doctor delante de
toda la Universidad con la mayor pompa y solemnidad.
El mismo fundador acudió después al Papa León X de quien obtuvo confirma-
ción y aprobación de todos los exámenes y solemnidades prescriptas para la co-
lación de los grados mayores y menores de esta Universidad y que en ausencia del
Abad, Tesorero y Oficial del arzobispo de Toledo, diputados por Alejandro VI
para la colación de grados ó cuando cualquiera de estos no quisiere ó no pudiere
conferirlos por cualquiera impedimento, los diese un Regente de las cátedras que
nombrase el Rector del Colegio-Universidad.
Finalmente para que no faltasen varones de singular benevolentía que defen-
diesen este Colegio-Universidad, nombró el fundador por protectores patronos á
los Católicos Reyes de España, al Rmo. Cardenal del titulo de Santa Balbína, al
Rmo. Arzobispo de Toledo, y á los muy ilustres señores Duque del Infantado, y
Conde deCoruña, dándoles la presentación de algunas becas en los colegios meno-
res. Nombró también secretario, bedeles, notarios y demás ministros necesarios
para el buen régimen y gobierno del Colegio y Universidad.
6a REVISTA DE ARCHIVOS
El mismo fundador Cisneros prosiguiendo en el uso y ejercicio de las faculta-
des concedidas por los sumos Pontífices Alejandro VI, Julio II y León X, según que-
dan referidas, unió y agregó á este Colegio Universidad diez y seis curatos, treinta
y cinco beneficios y cincuenta préstamos de diversas parroquias y pueblos de este
arzobispado, inclusas las cinco piezas eclesiásticas que por bula de Pío II estaban
unidas á las cátedras que fundó D. Alonso Cari^illo.
También unió el mismo venerable fundador para dotación de su Colegio-Uni-
versidad el priorato casa y monasterio de Santuy, sito en las cercanías de Buitra-
go, con todos sus bienes, derechos y pertenencias que son heredades y montes al-
rededor del monasterio y en los lugares cercanos de Pradeña, La Hiruela, Bociga-
no, dos cortijos ó aldehuelas con varias yuntas de. tierras, censos y beneficios ecle-
siásticos: cuya anexión es de mucho aprecio ya por razón de sus valores y ya por
el lustre antiguo de dicha casa en la que la Universidad mantiene sacrificio, sacra-
mento, altar y sacerdote con titulo de canónigo; y la dignidad de Prior se anejó en
esta unión al Rector del Colegio mayor Universidad de Alcalá y con este motivo se
intituló siempre dicho Rector, prior de la Real Casa de Santuy y usaba de la muceta
negra sobre su manto como la de los canónigosde algunas santas iglesias, pues dicha
casa tuvo principio en el año 538 en el que Adulfo, monge de Cárdena, discípulo de
San Benito, fundó monasterio de su orden con el nombre de convento de San
Audito y San Tu rio; y por los años de 620 fue reedificado* dicho monasterio por
el príncipe Hermenegildo hijo del rey católico Recaredo de los godos y sobrino del
santo mártir Hermenegildo. Posteriormente se despobló este monasterio sin duda
por la incursión de los moros y de nuevo sirvió de retiro á personas muy ilustres
siendo la principal de que se tiene noticia el infante Don Sancho hijo del rey Don
Alonso VIII que acabó sus dias en aquella real casa en el año 1 199, según la histo-
ria é inscripción que se halla sobre su sepulcro en aquella c:sa, y vino á ser retiro
de los caballeros de Santiago, de vuelta de las Cruzadas, y estos reducidos á uno
solo, hicieron cesión de la casa-monasterio con todos sus bienes, acciones y derechos
al arzobispo de Toledo Don Fr. Francisco Jiménez de Cisneros quien la unió al Co-
legio-Universidad como queda dicho, siendo dignos de la mayor atención los mu-
chos privilegios de exención de tributos diezmos y pechos reales que estaq concedi-
dos por los reyes y pontífices á esta real casa, sus personas y bienes.
Igualmente anexó el mismo cardenal Cisneros á su Colegio-Universidad la ca-
pellanía de nuestra señora del Escañal con sus terrazgos y posesiones que se hallan
sitas en término de las Villas de Tortuero y Puebla de Valles de que se tomó pose-
sión en 1 3 de Enero de i5i4 y esta unión fué confirmada por el Papa Clemente VII
en su bula de 26 de Noviembre de i533 por haber muerto León X sin expedirla.
También unió el mismo cardenal Cisneros á su Colegio- Universidad, el molino
harinero en termino de esta ciudad llamado de Borgoñon con las posesiones de is-
las accesorias y adyacentes y las suenes de tierras en término de la villa de Aljarvir,
que todo era de la Mesa arzobispal y sus productos son de la mayor consideración;
cuya unión fué aprobada y confirmada por el Papa Julio II en su bula de i5o8.
Últimamente consta por varios instrumentos que dicho Rmo. cardenal Cisne-
ros hizo donación á este Colegio Universidad de varios juros, censos, casas y otras
posesiones que había comprado en Alcalá y su tierra: y finalmente por el testa-
mento que otorgó en virtud de breve del papa Julio II instituyó por heredero á su
Colegro, su fecha 14 de Abril de i5i2.
Por la copia,
(Continuará) Julio Melgares y Marín.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
63
II
POESÍAS DEL DOCTOR AGUSTÍN DE OLIVA
OTRA CARTA PARA EL MESMO SEÑOR DON DIEGO DE SOSSA, DE MONTILLA A CORDOUA.
Muy ¡Ilustre y mi Señor:
después que de alia partí
no nrie falta sinsabor
del brauissimo calor
y fuego que haze aqui.
No hago cuenta de mi
ya ninguna,
pues me traxo la fortuna
a pueblo tan caluroso
que ni aun de noche a la una
en cama hecha a la luna
hallo vn poco de reposo.
Dando bueltas congoxoso
imagino
el frescor de aquel diuino
Paraíso terrenal
que en essa cassa contino
se goza en medio el camino
que esta cerca del peral.
Contenplo tanbien que-tal
estará
el olor que de si da
el arrayhan con sus flores,
como lo mesmo hará
aquel mosquete que ésta
do salen los atanores.
Pienso en los otros olores
y ruido
tan agradable al sentido
que haze el agua corriendo,
y acuerdóme del sonido
que causa el ayre mouido
árbol con árbol batiendo.
Y de aqui voy discurriendo
poco a poco
por mil cosas que no toco,
cxcellentes y suaues,
con que a suefk> me prouoco;
mas luego me torna loco
la música de las aues.
Vnas con sus vozes gfaues
comen9ando
van fundando y entonando
vna música donosa;
otras los tiples lleuando,
otras contrapunteando
la hazen muy mas graciosa.
Para mi es cosa sabrosa
contenplar
las enbidias del cantar
que vnas de otras conciben;
como juntas a la par ■
para auer de bozear
se conbidan y aperciben.
Con pensar esto reciben
mis pesares
algún descanso, y a pares
trae la memoria consuelos;
yuntando los carcañares
para el mal de los ijares
se passa mi noche y duelos.
Quando esclarecen los cielos
me leuanto
con mi sudor y quebranto,
suspirando por mi tierra,
y llega otro nueuo llanto
mas pessado al quatro tanto
que me da mas cruda guerra.
Esta es vna negra perra
de mi hermano,
con vn platillo en la mano
de tres breuas mal maduras
y un panezillo villano
mas Cilienie que el verano,
y dos perillas muy duras.
Viendo tales amarguras,
de enfadado,
yo le digo; desdichado
de quien tenia esta hora
vn cesto cassi colmado
64
REVISTA 4>E AltCÜIVOS
de ricas frutas sobrado
de mano de mi Señora.
La pera, albarquoque y mora,
las cestillas
de breuas y otras frutillas
que ciKla credo me dauA,
y otra$ dozientas cosillas;
y de solo referillas
aun la negra se alegraua.
Quien de todo esu> gozaua
y lodftííó,
no terna' consuelo, no,
con m^e^ori^ destos cuentos,
y assi ya yo no se yo,
que mas repodrido esto
que quando pierdo al trezientos.
Algunos otros tormentos
y cansancio
me a traido el palacio
en esto que aq^i lo sjgo,
qual es no ver el Burracio
ni escuchar a Juan Bocacio
y cien otros que no digo.
Yo querría mas vb bigo
que la ui4a
encantada y encojida
que en este pueblo se passa,
muy mesurada y medida,
triste, estrecha y desauida
con tanto concierto y tassa.
De todo plazer escassa
y de alegría,
de triunfo uisto vazía
y llena de inconvenientes;
mucha falta de agua fria,
do fruta nunca se cria
sin rio, po^o, ni fuentes.
Desconsuelo de las gentes
calurosas
y carnes gordas pringosas
que se ven de derretidas
en estas casas humosas,
tristes, amargas, penosas
sin poder ser socorridas.
Aunque tuuiera mil uidas
de a cien años,
s^un padezco de daño$
cada qual ya fuera muerta,
pues siempre esto como en baños
corriendo de mi mas caños
que del estanque a la guerta.
I>e yda no ay cosa cierta
por agora,
que el dolienie no mejora,
de que nos pesa a los sanos;
entre tanxo a m Señora
vieja y mo^n, cada vn x>ra
beso mil vezes Jas manos.
Lo mesino a los cortesanos
qne se ayuntan
y en essa cassa se juntan
de noche después de gena,
y con las cosas que apuntan,
qne de auisadas despuntan,
hazen la junta mas buena.
Perdone la mala vena
y desgraciada,
que de nunca estar vsada
no se puede rodear,
y manca y coxa y pesada
haronea de cansftda
sin querer ya mas trobar.
Nuestro Señor quiera dar
muy cumplida
salud y mui larga vida
a vuestra merced, y un hijo
y dos y tres de corrida,
con que a todos la parida
dé plazer y regozijo.
Su muy cierto seruidor
que muy de veras lo ama
y el que de calor y llama
ya no es honbre ni Doctor.
Por la copia,
M, S. Y S.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 65
III
• LIBROS MANUSCRITOS O DE MANO
:DE la biblioteca del conde de GONDOMARj i
LIBRQS DE MANO EN CASTELLANO. — HISTORIAS DE LOS REYES DE ESPAÑA
Chronica general de España desde el principio hasta el Rey don Fernando 5.^
Año i5oi; libro muy antiguo. F.**
Chronica general de España hecha por mandado del Rey don Alonso el Sauio;
I.*, 2.' y tercera parte. F.°
La misma Chronica general; parte i.*, 2.* y 3.' F.°
Chronica de Don Alonso el Sabio, desde el cap. 29 de la i.* parte de la misma
Chronica impressa, hasta el 29 cap. de la 2.' parte. F.°
Chronica de don Alonso el Sauio; parte 3.' F.°
Chronica de don Alonso el Sauio; 4.® libro. F.**
Historia general de España de don Alonso el Sauio; i.* y 2.' parte hasta el cap. 29
de la dicha historia impressa. F.°
I índice y inventario de los libros que ay en la libreria de Don Diego Sarmiento de
Acuña, Conde de Gondomar, en su casa en Valladolid, hecho a ultimo de Abril del año de 1623.
Faltan de añadyr aquy los libros y papeles que están en Madrid y en Gondomar: que todos se
han de traer y f untar en esta libreria.
Ms. original; dos vol. en (olio de i85 y 194 hojas numerada*:; el catálogo de los manuscritos
se halla en el tomo II, folios 163 y siguientes.
Bibl. Nac. Mss. Uu. 46 y 47.
La historia, si bien algo breve, déla biblioteci de Gondomar, puede verse en las Cinco
cartas político-literarias de D. Diego Sarmiento de Acuña, primer Conde de Gondomar, Emba-
jadora la Corte de Inglaterra. 1613-22. Madrid, Impr. de M. Rivadeneyra, MDCCCLXIX.
Págs. XIII á XIX.
Juan Antolinez de Burgos en su Historia de Valladolid (cap. LVI) escribe:
«Cuatro librerias de las en este c.ipitulo contenidas, son tales que pueden competir con las
mayores de España, y una de estas especialmente será mucho que la iguale á otras de estos rei-
nos, de las que no son de Comunidad; hablo, de la de don Diego Sarmiento de Acuña, conde de
Gondomar; consta de quince mil cuerpos de libros de todas facultades y de todas lenguas; juntó
en España cuanto esmerado pudo haber á las manos, y luego en Flandes, Francia é Inglaterra y
Alemania donde fué embajador ordinario por el Rey Don Felipe III; en todas diferentes provin-
cias recogió con industria y nc poca costa, libros y papeles excelentísimos; unos de materias de
estado, y muchos de observaciones para todo género de contingencias, así en la paz como en la
guerra; están repartidos en cuatro piezas grandes, cada una con diez hileras en los estantes, tan
cubiertas las paredes, con ser altas, que apenas se descubre blanco de ellas; una de las piezas de
ellas es toda de libros manuscritos de rara é inestimable curiosidad, de doctrinas y experiencias
políticas».
A esta biblioteca perteneció el magnífico Atlas de Vaz Dourado que hoy posee Ia Casa Ducal
de Alba.
Cnf. Catálogo de las colecciones expuestas en las vitrinas del Palacio de Liria. Le publica
la Duquesa de Bermck y de Alba, Condesa de Siruela. Madrid, 1898.
Pág. 154.
La biblioteca del Conde de Gondomar, »unque ya muy saqueada, fue adquirida por Carlos III
hacia el año lySS; muchos de sus manuscritos se hallan en las Bibliotecas Real, Nacional y de la
Academia de la Historia. Son fáciles de reconocer por las signaturas, escritas en letra gruesa;
una de ellas (Bibl. Nar. R. 378, Viage de Turquía) dice así:
Sal. a.» bst. 12. Cax. 6.»
M. S. y S.
S-* áPOCA.— TOMO Tin. 5
66 , REVISTA DE ARCHIVOS
Chronica general de Don Alonso el Sauio; parte 3.*
Chronica general de Don Alonso el Sauío; 4.* parte. Com¡en9a con el Cid Ruy
Díaz. F.*
Chronica del Rey don Alonso el sexto cob la descendencia de los Acuñas. F.**
Chronica Ecclesiástica de España; va junto el Luzero de la Nobleza y laChronica
de Carlos 5.® por Franc. Zuñiga. F.®
Chronica general de España; f.°; y comienza con lo que embio a dezyr el Ar9o-
hispo Don Rodrigo al Rey Don Fernando de Castilla. F.®
Atalaya Chronicon de España. F.° en mala letra.
Atalaya Chronica de España. F.*
Atalaya Chronica d*España desde el Rey Don Pelayo hasta Don Henrique
3.°. F.*»
Chronica de los Reyes de España sin principio. V^an aquí otros papeles curiosos.
El Arzobispo don Rodhigo. Chronica general de España. F.°
Bernaldo de Bbihueoa. Chronica de España. F.° sin fin.
Un qijaderno de pedamos de differentes historias de España. F.**
Chronicas de España. Coni¡en9a con el libro 2.** f.°; con otros papeles curiosos. F.*
Chronica de 1 1 Reyes de España con los hechos del Conde Fernán González. F.®
Don Alonso de Cartagena Obispo de Burgos. Historia de los Reyes de España. F.*
Lucas de Tuy. Chronica de España. F.°
Historia de Galizia. F.** 2 volúmines.
Historia natural, moral y Ecclesiástica de Galicia que prosigue fray Hernando
Ojea. 4.®
F. GoNgALo de Redondo y Ai.uarado. Chronica del Conde Fernán González. F.®
comien9a del'capílulo 76.
Chronica desde el Rey don Fernando el i.** hasta el Rey don Fernando el 3." y
Santo. F.'»
Ernando del Pulgar. Historia de D. Fernando el quinto. F.°
Pero B\rrantes Malddnado. Chronica del Rey don Fernando el 4.®. F.*
Historia del Rey don Henrique 3.°. f.* con otros papeles curiosos. F.®
Pero Barrantes Maldonado. Historia del Rey don Henrique 3.°. F.®
Chronica de Don Henrique 3.". F."
Chronica del Rey Don Henrique 3.** doliente. F.^
Chronica del Rey don Henrique el 3.°. f.° va junta la vida del Cardenal don Pero
Gon9alez de Mendoza Ar9obispo de Toledo.
Chronica del Rey Don Henrique el 4.* F."* libro muy antiguo.
Chronica del Rey Don Henrique el 4.° y comienza el capil. i.° de la phisonomia y
condiciones del Rey Don Henrique 4.®. F.**
Diego Henriquez del Castillo. Chronica del Rey D. Henrique el 4.®. F.°
Chronica del mismo por el dicho Henriquez. F.**
La misma Chronica en buena letra. F.°
Chronica del Rey Don Henrique 4.°. F.** en muy linda letra.
Alonso de Palencia. Chronica del Rey Don Henrique 4.®. F.**
Chronica del Rey Don Henrique 4.°. F.**
Chronica de Doña Isabel Reyna de Castilla. F.®
Chronica de Don Fernando y de Doña Isabel, Reyes de Castilla. F.®
Don Diego de Mendoza. Historia de la guerra y leuantamiento de los Moriscos del
Rey no de Granada. F.**
VIBLIOTCCAS Y MUSEOS 67
La misma Historia.' P.*
Información de lo que predico fray Bartolomé de los Angeles en la conversión de
los Moros en el Reyno de Valencia. F.®
Chronica del Monasterio de Saní Fagund. F."
EsTEUAN DE Garibay (Jamalloa. Origen de las dignidades seglares d*España. F.*
Libro de grandes y diuersas antiguidades d*£spaña. F.®
Otro libro de algunas antiguidades d'España. F.*
Chronica y linages de Biscaya. 4.**
•Chronica particular del Rey Don Alonso el Sauio. 4.® sin principio.
Dr. LoRiTTf^o Galindez de Caruajal. Chronica de Don Fernando y Doña Isabel
Reyes de Castilla. 4.''
Fernando de Pulgar. Claros varones. 4.°
Testamento de Don Fernando y Doña Isabel, Reyes de Castilla, con la genealogía
de Francisco Ximenez. 4."
Historia de Carlos 5.", f.°; comien<ía de como Antonio de Ley va fué á Ñapóles.
Don Franges [de Zi' .niga]. Historia de Carlos 5.^ 4.°
LuDouico Doi.cE. Vida de Carlos 5.^. 4.°
■Coronación del Emperador Maximiliano 2,° y Victorias del Gran Capitán y la ba-
talla de Pauia. F.°
Pedro Mexia. Historia de Carlos 5.". F."
Comunidades de España. F.°
Batalla de Pavia. F.**
Jornada del Exerciio Español en Flandes, Año iSóy en el mes de Junio. F.**
Sucedido desde el año 1468 etc. F.**
Sucedido en España, Año 1340 hasta i558.
Sucedido en España, Año i5í6 hasta el fin de las communidades y perdón. F.**
Sucedido en el año i5i8. F.**
Historia d'España des Je el año 1627 hasta 1645. F.°
Sucedido en España. Año i5Ó2 hasta iSó;. F.°
Sucedido en España. Año 1564 etc. F."
Sucedido en España. Año i383. F.**
Jornadas del Principe Don Philippe hijo del Emperador Carlos 5.°. 4.*
PARE9ER del P. M. Cano sobre la guerra de Roma contra el Papa Paulo. 4.°
F. Pedro Ábrego. Saco de Cádiz por los Ingleses. 4.**
Jornada de Valencia del Rey Don Philippe 3."
Don Alonso Obispo de Burgos. Tratado de la preeminencia del Rey d'España á el
de Inglaterra. 4.°
Curia Española ó relación de las rentas, etc. de los Señores ecclesiasticos y segla-
res d' España. 4.°
Discurso sobre la Nobleza de España. 4.°
Tratado sobre el bien y acrecentamiento de los reynos d*España. 4.°
Compendio de la genealogía del Cardenal Don Pedro González. 4."
Armas del Conde de Buendía. 4.°
Blasón de los Monroyes. F.°
AuGusTiN Salucio Díscutso de la limpieza de sangre, con el estatuto de la Iglesia dc
Toledo, etc. 4.*»
Dialogo en declaración y significación del Cometa que se vio a 9 de Nouiembre
i577.4.«
68 REVISTA DE ARCHIVOS
F. Bartolomé de la Peña.. Destrukión de las Indias, Islas y tierra firme del mar
Océano. 4.*
Modo de proceder en Cortes. 4.®
^ODo de proceder en Cortes. 4.° mayor.
Diego Ramírez Daualos. Chronica de los Reyes de Nauarra. F.*
El mismo libro duplicado. F.*
Historia del descubrimiento de las Indias Occidentales. F.* 3 volum.
Historia de los Reyes Ingas del Perú, y de la ciudad Real de Cuzco. F.«
SuMMARio de algunas historias d'España. 4."
Tratado como se han de tomar los omenajes á los Almirantes de Castilla. F.^
Historia del Rey Don Jayme en Catalán. F.*
LIBROS de linajes
Libro de Linajes. F.* con la letra A.
Linajes. F." B.
Linajes. F.** C.
Linajes con las armas pintadas. D. F.®
Linajes o fundaciones y descendencias de las casas principales d'España. J".*» E.
Linajes. F.° F.
Linajes. F.° G. con vna carta en el principio de P/ Gerónimo de Aponte para Hie-
ronimo (Juriía.
Linajes, Armería y Blasones. F.° H.
Linajes de f. Juan Benito Guardiola. F.** J.
Linajes y armas, F.° K.
LíNAiis y ftfitláS, F/ L.
Linajes y descendencias de varias Ilustres familias. F.° M,
Linajes y Blasones. F.** N.
Linajes de f. Juan Benito Guardiola. F.® O.
Linajes de Don Loren9o de Padilla. F.** P.
Linajes de Diego Fernandez de Mendo9a. F.° Q.
Linajes. F.** R. comien9a con los Bobadillas.
Linajes con las armas pintadas. F.® S.
Linajes de f. Prudencio de Sandoval, Obispo de Pamplona. F.® T.
Linajes. F.° V:
Linajes de España del Conde D. Pedro hijo del Rey don Dionis de Portugal. F.® X.
en portugués.
Linajes de España del Conde Don Pedro etc. en Castellano. F."
Linajes escritos por el Rey de Armas llamado Fulano Castilla, en tiempo de los
Reyes Católicos don Fernando y Isabel. 4.** Y.
Linajes ó libro de armeria. F.** Z.
Linajes o nobiliario del Arcediano de Ronda. F.®
Libro de Linajes; comien9a por Nauarra. F.**
Antonio Rodrigues i." y 2.* parte del compendio de la Nobleza d'España. 4,*
Blasones y armas de las mas ilustres casas de Italia. 4.®
Diego de Valencia. Blasones y Armas. 4.**
Por la copia,
(Continuará).
M. S. y S.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 69
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS.
Smmani&éle Thérése ', de rOrdre de Sainte Claire, filie de TElecieur Max
Emanuel de Baviére (1696-1750). Son histoire principalement d'aprés des
lettres et documents inédils raconlée pour la. premiére fois par la Princesse
LouisE Ferdinand DE Baviére. — Munich, 1902, Tip. W. Büxenster. — Berlín. —
xii-83 págs., 8.°, 2 portadas en color. 5 láminas sueltas y 48 ilustraciones foto-
grabadas en el texto, i hoja de tabla de nombres; 4 de apéndices, cuadro ge*
nealógico y composiciones musicales.
Es la vida de una Princesa que buscó en el claustro la felicidad no hallada en
el mundo, referida por otra Princesa que ha debido encontrarla en el hogar do-
méstico, probando asi una y otra que no es imposible conseguirla con tal que no
falte un ideal.
La ilustre autora, aficionada á escudriñar los repliegues del alma humana, re-
paró cierto día en un retrato de religiosa conservado en el Palacio de Nymphen-
bourg; quiso saber la vida de la Princesa representada en el cuadro, reunió docu-
mentos, compuso el libro, y escribió á su frente: «No será un estudio muy pro-
fundo, porque me faltan completamente las cualidades del historiador; pero referiré
á mi manera lo que he leído y observado.» Simpática modestia que desarmaría á
la más ceñuda crítica.
Desde luego en esta existencia que los documentos descubren no hay sucesos
extraordinarios, no se percibe el batallar de las pasiones, ni el interés alcanza al
que ofrece, por ejemplo, la vida de M.^e Louise de France; pero no se crea por
esto que ocupan el libro insignificancias de familia ó ñoñeces de convenio. La
guerra de sucesión en 1704, que terminó con la paz de Utrecht, ofrece á la autora
ocasión de referir detalles interesantes de la existencia del Elector y su familia en
aquel agitado período de la historia de Baviera. Tales son, por ejemplo, el destie-
rro de aquél y la confiscación de sus bienes por el Emperador; la especie de 2 de
Mayo cuando el pueblo se levanta para impedir que se lleven prisioneros á los
Príncipes, hijos del Elector, como se verificó después de la derrota del 25 de Di-
ciembre de 1705, siendo conducidos cuatro de ellos á Clagenfurt y quedando los
tres más pequeños, entre los que estaba nuestra Princesa, en la Residencia de
Munich, vigilados hasta el punto de no poder hablar de sus padres, pero conser-
vando un séquito de 100 criados y de 72 caballos en las caballerizas; la mención
de aquellas cortes del siglo xvín tan suntuosas, que gastaban cinco millones de
florines en el decorado de unas salas del Palacio y reunían en un templo á 5.ooo
pobres para socorrerles después de rezar por los Príncipes difuntos; tan ceremonio-
sas, que las cartas de padres á hijos, de hermanos á hermanos tienen más fórmulas
de respeto que las dé un particular de hoy á un Emperador; y tan descuidadas en
cuanto á la educación de los Principes, que el hermano de la Princesa la escribía
á los nueve años pasando la pluma por los rasgos previamente trazados con lápiz
por el maestro, gracia que celebraba el padre escribiendo á su suegra, la reina de
Polonia, que al chico le escribían, sí, la minuta, pero que nadie le llevaba la mano!
I María Ana Carolina, segunda de los diez hijos del Elector y de Teresa Cunegunda, hija de
Sobietky (Juan lll)i rey de Polonia. Nació en 169^ f en >7^-
yo REVISTA DE ARCHIVOS
Tal credulidad hace decir á la Princesa que el Elector, por su calidad de padre^
tenia que ser á veces ciego, y por su calidad de Príncipe tenia que estar acostum-
brado á dejarsie engañar: Una carta hay también de ta mujer del Elector á sus^
hijos con ortografía francesa tan original, que ha necesitado traducción al francés
cristiano para entender y dar forma á palabras conio dagusepter, benedyqusioriy
quonsolasyn, etc., etc.
En este medio ambiente pasó la Princesa su niñez. No turbaron grandes acon-
tecimientos su primera juventud; pero como según la oportuna cita de la Prmcesa^
Inefagabie tache ou passagére envié
toute femme eut un coin de román dans sa vie,
no faltó aquí su rinconcito novelesco.
Antes de cumplir los 22 años, María Ana Carolina había tenido elevadas pro^
porciones, entre otras, en 1714, la de nuestro Felipe V, estorbada por la Princesa
de los Ursinos y por Alberoni. Para ninguno de aquellos enlaces se la consultó^
«porque, dice la autora citando á Barine, era del tiempo en que las Princesas no-
>sabían todavía su oficio de tales y aceptaban sin protesta sus servidumbres, la
»más penosa de las cuales sin duda era no contar para nada en su propio matri-
>monio y no reclamar jamás su parte de felicidad doméstica».
En aquella época Ana Carolina, por testimonio de su propio padre, era una
joven que pasaba la vida en una ociosidad sólo interrumpida por el afán de oir
cuentos que luego refería á su vez sin elección ni discernimiento; que besaba con
excesivo entusiasmo á su perrillo y demostraba la desaplicación más completa. En
tales circunstancias se presentó ante su vista, tal vez como realización de vagos
ensueños, el Principe Constantino, hermano de su madre, joven aún en la pleni-
tud de la vida. Del efecto que produjo en su ánimo testifica este juicio que la me-
reció en una de sus cartas: Er ist, dice, der liebsle Furst, der man in der Welt
Jinden hann: ich habe ihn wohl unerhort lieb. Y en otra que le dirigió sustituía por
vez primera y única al sello de Baviera otro representando un corazón sobre una
columna á cuyo pie un amorcillo ostentaba el lema Constant et Jidéle.
Con razón pregunta aquí la Princesa: «^Será esta la clave del enigma?»
Con tan inocente desahogo puede decirse que terminó la existencia mundana
de la Princesa, porque, alejado el Príncipe, en la Navidad del mismo año empezó
ella á frecuentar el trato de las religiosas del convento de TAnger, germinando ya.
en su ánimo la idea de encerrarse en el claustro. La lucha que para conseguirlo
sostuvo^on su padre pudiera llamarse de ritual, porque las reflexiones opuestas
á su intento eran lo contrario de las de aquel otro Príncipe, padre de la desdichada
Monaca di Mon^a, tan magistralmente descritos por el incomparable ManzonL
Ni oyó los interesados Brava! de sus hermanos, ni hubo monjas con el triiste en-^
cargo de hacer que se obligase para siempre con la minor possibile cogni^^ione di
cid che facera, ni tuvo que sucumbir ante el cruel propósito del padre de meter en
el claustro á los hijos menores en favor del primogénito, destinato a conservar la:
famiglia, a procrear cioé de figliouli per tormentarsi a tormentara nella slessa
mamVra. Por el contrario, oyó á su confesor que no serla un favor el que ella
haría al convento con su profesión, sino el convento á ella.
Después de los curiosos detalles de la fastuosa profesión, en Octubre de 1719,.
asistimos á la vida de la religiosa que pasa treinta y un años en rigurosa obedien-
cia, mortificaciones y r^zos, muriendo al cabo con ejemplar resigna^ción entre loi.
atroces dolores del cáncer á los 56 años de su edad.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS Jl
«Ya ia llevara al claustro una ilusión perdida, va el -deseo de rogar por la- con-
versión de su padre y de su patria, sor Manuela Teresa, por la constancia en su
propósito, merece que se la considere como una pí'ersonalidad bien determinada.»
Con estas palabras termina el libro cuyo objeto es hacer resaltar aquel mérito,
porque, dice la Princesa con Boileau:
«Se puede ser héroe sin asolar el mundo.»
Era ya conocida la ilustre autora en el mundo de la inteligencia por otras
obras literarias; pero se nos figura que esta última será el paso para trabajos más
serios, y por ciertas noticias recientemente adquiridas, es muy de esperar que nos
reserve alguna sorpresa dirigiendo sus investigaciones, por ejemplo, hacia los he-
chos del reinado tan próximo á nosotros como poco conocido del infeliz monarca
de los hechizos.
Á señora tan amante de su patria de origen » ha de interesarla algo más la his-
toria de ésta que la de su patria adoptiva.
Para los que abriguen algún recelo respecto á independencia de criterio é im-
parcialidad al escribir puntos Je la vida de nuestros reyes persona tan inmediata al
trono, bastará copiar las siguieniei frases estampadas por la Infanta Paz en el
libro que hemos analizado.
«La etiqueta no permite á los Principes ocuparse personalmente de sus hijos; y
la naturaleza, que no gusta de ver que personas agenas los reemplacen en sus de-
rechos, hace á veces cometer injusticias!»
«jQué felices serían á veces esos pobres Príncipes si quisieran dejarlos en paz!»
«jHay tantas cosas desagradables en las cortes! Creo que desde los Faraones
hasta hoy no hay gran diferencia en esto.»
«...el lenguaje cortesano exige que las Princesas hayan de parecer siempre ado-
rables?» Etc., etc., etc.
Que nada de lo dicho suene á una adulación de que, gracias á Dios, estamos
muy distantes, ni se tome como indicación para acreditarse de bien informado en
los secretos de los Palacios, porque no siendo la Princesa suscriplora á esta Re-
vista hace mucho tiempo, no hay probabilidad de que lea estos pobres juicios.
Herreingewisser.
I Permítasenos la prueba reproduciendo la siguiente carta que, por su sencilla belleza, crea-
mos se leerá además con gusto. Fué dirigida al Obispo de Salamanca y se publicó en La liasiti~
ca Teresiana del i5 de Octubre del año pasado:
«Señor Obispo: Hace pocos días, ahora que empieza á calentar el sol, me senté con mis tres
.hijos en un banco, y cada uno empegó á decir qué desearía. «Yo también quisiera algo», dije de
pronto. Pusieron gran atención, porque nunca me han oido desear algo. «Quisiera se extendiera
ante mi vista una llanura de Castilla y ver pasar por el camino polvoroso un hombre sobre un
burro, y sentarme á la puerta de una casucha al lado de una mujer con cara morena y refajo
amarillo que do sabe leer.» Al llegar á este final, los hijos de la culta Alemania soltaron en coro
la carcajada; pero usted comprenderá cuál era el estado de mi alma cuando llegaron las poesías
de Galán:
«Vuestra paz era imagen de mi vida
¡Oh campos de mi tierra!»
Por más que lucho, tengo mis ataquillos de nostalgia, porque quisiera abrazar á aquel /liño
cuando empieza su reinado, y tengo al mismo tiempo muchas razones para no salir de aquí, y
-TOf á Im ifdesia y digo al Señor que quiero ser valiente y no lamentarme, etc., etc.»
^2 REVISTA DE ARCHIVOS
Xas casas de los Estudios en Valencia. Informe acerca del sitio en que estas
se hallaban emplaí^adasy emitido por D. Vicente Vives y Liern. Valencia. Im-
prenta de la Viuda de Emilio Pascual, año 1902. — 4.* mayor, 1 19 páginas y 7 de
apéndices y colofón, con dos planos.
Por encargo de la Alcaldía de la ciudad de Valencia y á instancias de la Junta
organizadora del IV centenario de la fundación de aquella Universidad literaria ha
escrito el ilustrado archivero municipal D. Vicente Vives y Liern un notable tra-
bajo acerca de las diversas casas que ocuparon los Estudios en Valencia desde el
año 1373 en que se establecieron las Escuelas de Gramática y Artes hasta la erec-
ción del Estudio general en i5o2, rectificando en este particular las afirmaciones
del insigne cronista Gaspar Escolano, de Orti y Figuerola, Esclapés, Villanueva^
Marqués de Cruilles y de cuantos han tratado de este asunto, copiando lo que dijo
Es':olano.
Pero el principal mérito de este trabajo no consiste precisamente, en haber de.
terminado gráfica é indiscutiblemente, valiéndose para ello de los interesantes do-
cumentos que ha encontrado en aquel riquísimo archivo municipal y de la plani-
metría del sabio filipense Tomás Vicente Tosca, el lugar donde estuvieron empla-
zadas las Escuelas en el siglo xvi sino que al insertar en el texto y en los apéndi-
ces, los comprobantes que ha sacado, ya del Manual de Consells, de las Cartas mi-
sivas de los libros de Sotsobreria de Murs e Valls, hace una historia detallada y do-
cumental de la Instrucción pública en Valencia desde mediados del siglo xiv hasta
principios del xvi.
El primer documento que transcribe es el acuerdo tomado por el Consejo ge-
neral de la ciudad en 1373 de comprar una casa (alberch) donde debían instalarse
las escuelas de Gramática, Lógica y otras artes para evitar los perjuicios y pérdida
de tiempo que experimentaban maestros y discípulos, recorriendo las diferentes ca-
lles de la ciudad donde aquellas estaban establecidas; acuerdo que se llevó á cabo
adquiriendo por compra los Jurados varias casas con este objeto en la parroquia de
San Bartolomé alquilando una de ellas al Maestro Gil Ramírez para las Escuelas de
Artes del Cabildo eclesiástico confiadas á su dirección y destinando las demás á
otras enseñanzas que pretendía establecer el municipio.
Tan plausibles iniciativas encontraron tenaz resistencia por parte del Obispo y
su Cabildo, que fundados en las decisiones de ios Concilios Lateranense III y IV que
disponían que en todas las Catedrales hubiese Escuelas públicas y gratuitas, que-
rían tener la exclusiva en materia de enseñanza y lanzaban excomuniones y otras
censuras eclesiásticas contra aquellos Maestros que, apoyados por la Ciudad, pre-
tendían establecerlas. Esto no obstante los Jurados apoyados en los Fueros que es-
tablecen que tot clerge o altre hom pusque francament e sens tot seruici e tribut teñir
studi de gramática e de totes aitres arts, e de física e de dret ciuil e canonich en tot
loch per tota la ciutat autorizaron al Bachiller Pedro Costa, clérigo tonsurado para
que abriese otra escuela ep el edificio que había comprado el municipio y donde
regentaba la suya, autorizado por el Obispo, el Maestro Gil Ramírez que había al-
quilado á los Jurados parte de dicho edificio.
El principe D. Jaime de Aragón que ocupaba entonces la silla episcopal Valen-
tina y que creyó ver en esto una infracción de los cánones conciliares encarceló al
Bachiller Costa sujeto á su jurisdicción en su calidad de clérigo y entonces los jura-
dos hicieron otro tanto con el Maestro Gil Ramírez pretextando que este debía una
BIBLIOTECAS Y MUSEOS . 7^
crecida suma por razón de alquileres de la casa donde tenía la escuela y que ya he-
mos dicho era del Municipio.
Reputando los jurados la prisión del Bachiller Costa contraria á los fueros, y
en desprestigio de la Ciudad elevaron el caso á consulta del Consejo general, el cual
reunido en Septiembre de 1874, acordó oponer enérgicos remedios á este desafuero
si no se acordaba la libertad de Costa. Enterado el Obispo de este acuerdo, mandó
excarcelar á Pedro Costa y lo propio hicieron los jurados con el Maestro Gil Ra-
mírez, publicando por medio de pregón el articulo de los Fueros en que se estable-
ce la libertad de enseñanza, sin que por esto desistieran el Obispo y Cabildo de sus
arbitrarias pretensiones, con grave perjuicio de las Escuelas.
Para remediar estos males el Consejo en unión con el Obispo y Cabildo aprobó
en 1412 los Capítulos formados para la reunión de las Escuelas de Gramática y
Artes que publica el señor Vives en el apéndice núm. 9 de su trabajo. Estos capí-
lulos y los aprobados por los jurados de Valencia en 3o de Abril de 1499 para la
erección del Estudio general y que pueden leerse en el apéndice núm. i3, dan una
idea completa del estado de la Instrucción pública en Valencia á fines del siglo xv,
siendo de notar que en la lista de los profesores figura el italiano Juan Partheni
Maestre principal de legir de poesía e art oratoria así como en 1424 se habían pa-
gado por un año 100 florines al poeta veneciano Maestro Guillem per treballs de
legir publicament en la casa del consell de la dita Ciutat lo libre de V ir gil i, Eney*
dos e lo libre de Boeci de Consolacio y se justifica la importancia de la cantidad
destinada á este objeto con estas palabras: fiaut esgiiard en go car com lo dit Mes-
Ire Guillem residís en les parts de Xapols tenint alli son estudi e escoles d'arts
aquell á inducció e pregarles dalgunes honorables persones en aquells dies resi-
dens en les dites parts per go que daquel fos reportat per causa de son studi e saber
algún fruyt de sciencia en los filis daquesta Ciutat li plagué de venir en aquestas
parts tots afers propis e altres lexats.
V. V.
La carta y el mapa de Toscanelli sobre la ruta de las Indias por el Oeste,
enviados en 1474 al portugués Fernán Martíns y trasladados más tarde á Cristó-
bal Colón. Estudio... por Enrique Vignaud. Obra traducida del francés y ano-
tada por Juan B. Enseñat. — .Madrid. Imp. de La Irradiación I1902]. — 247 págs.
en 8.® menor.
Más de veinte años, dice el Sr. Vignaud, que ha invertido en el examen de la
cuestión á que se refiere su libro; añade, con loable sinceridad, que le han auxilia-
do en tan arduo trabajo los Sres. Henri Cordier, M. Sumien, D. Simón de la Rosa
y D. Cesáreo Fernández Duro, y promete una obra más extensa dedicada al mismo
asunto. Después de tan prolijas y minuciosas investigaciones ha llegado á deducir
el Sr. Vignaud que la célebre carta escrita por Toscanelli al canónigo portugués
Fernando Martíns y remitida luego por su autora Colón, animándole en su intento
de buscar por los mares de Occidente una ruta á las Indias orientales, es apócrifa,
y que el autor de semejante ficción debió ser Bartolomé Colón, con la complicidad
del P. Las Casas. Semejante conclusión, basada en conjeturas infundadas y en he-
chos que nada prueban, nos parece falsa por completo. Si Bartolomé Colón que-
ría, como asegura el Sr. Vignaud, deshacer la historia ó leyenda de Alonso Sán-
chez, aquel piloto deHuelva que, según rumores acogidos por el P. Las Casas,
74 J^EViSTA DE ARCHIVOS
arribó á las AntilLas, ^no es absurdo que inventase para ello un documento con el
que se prueba que las ideas de Colón estaban muy distantes de la originalidad^
^Hemos de suponer tan faltos de raciocinio á Bartolomé Colón y á Las CasasP Y
este argumento es más poderoso si se considera la imparcialidad con que Las Casas
reñere ios precedentes del descubrimiento de Amédca, pues no llega á rechazar en
iibsoluto la historia del piloto; antes parece que se inclina á darla por algo probable
cuando escribe: «bien podemos pasar por esto y creerlo, ó dejarlo de creer, puesto
que pudo ser que nuestro Señor lo uno y lo otro le trajese á las manos [á Colón],
como para efectuar obra tan soberana» '. Y añade estas signifícativas palabras:
«cuando él se determinó, tan cierto iba de descubrir lo que descubrió y hallar lo
que halló, como si dentro de una cámara, con su propia llave, lo tuviera». Quien
con tal franqueza se expresaba mal iba á ser cómplice de una falsifícación, la más
estúpida que se puede concebir, y Bartolomé Colón tampoco inventaría cosas que
perjudicaban, no ya á la reputación de su hermano, sino también á los intereses
de toda la familia, pues en aquellos largos y fatigosos pleitos que sostenían los Co-
lones, hubiese favorecido muy poco á éstos el probar que la empresa del Almiran-
te nada tuvo de original en su concepción. Un extenso libro seria necesario para
deshacer todos los errores y suposiciones gratuitas contenidas en el libro del señor
Vignaud; así, por ejemplo, nada le importa que del documento en cuestión haya una
-copia autógrafa de Cristóbal Colón; con decir que es copia de Bartolomé sale del
paso; niega la existencia del canónigo Fernando Martins porque no se conoce su
biografía, como si este argumento fuese de algún valor, y asegura sin demostrarlo,
• que los portugueses no se preocupaban hacia el año 1474 del comercio de la espe-
ciería ni de buscar una ruta para las Indias orientales. Libro es el del Sr. Vignaud
que está muy lejos de convencer, y aun entra en la categoría de esas refutaciones
que resultan con frecuencia las mejores apologías de las doctrinas ó hechos com-
batidos.
M. S. Y S.
VARIEDADES
ARGENTINA (República) Y CHILE. Por ser de importancia para el estudio
de la Geografía moderna y haberse ocupado muy poco del asunto la prensa espa-
ñola, damos cuenta de la resolución que Eduardo VII ha dictado en el complicado
y ruidoso negocio de la cuestión de limites entre las repúblicas Argentina y de
Chile, confiado por estas al arbitraje de aquel monarca: Los territorios en cuestión
eran: i.° La región del Paso de San Francisco. 2.° La cuenca del la^o Lacar. 3.° La
región que se extiende desde las inmediaciones del lagoNahuel Huapí á las del lago
Viedma. 4.° La región adyacente al Seno de la Ultima Esperanza. Su Majestad Bri-
tánica ha dado el siguiente fallo: Art. i.° El límite en la región del paso de San
Francisco se formará por la linea divisoria de aguas que se extiende desde el hito
ya erigido en ese paso hasta la cumbre de la montaña llamada Tres Cruces. Ar-
tículo 2.** La cuenca del lago Lacar se atribuye á la Argentina. Art. 3.® Desde el
paso Pérez Rosales, próximo al norte del lago Nahiiel Huapí, hasta las inmedia-
1 Historia de las Indias; libro I, cap. XIV.
BIBLIOTECAS Y MUSEX>5 7>
Clones üef lago Viedmft^ el limite pasará por el monte Tronador, y de allí hasu el
FÍO Paieoa por las líneas divisorias de aguas determinadas por ciertos puntos obli*
gatoríos que hemos üjado sobre los ríos Manso, Puelo, Ceuleafú y Palena (ó Ca-
rreleuñí) atribuyendo á la Argemina las cuencas superiores de esos ríos arriba de
los puntos que hemos fijado, incluyendo los valles de Villegas, Nuevo, Cholila, Co-
\90ML j6 de Octubre, Frío, Huemules y Corcovado, y á Chile las cuencas inferio-
res debajo de esos puntos. Desde el punto fíjado en ei río Palena, el límite seguirá
el río Encuentro hasta el pico llamado Virgen, y de allí hasu la linea que hemos
fijado, cruzando el lago General Paz, y de allí por la línea de división de las aguas
determinadas por el punto que hemos Ajado sobre el Pico, de donde ascenderá á la
principal división de aguas del continente sudamericano en Lomas Baguales y se-
guirá esa partición de aguas hasta la cumbre localmente conocida como La Galera.
De este punto seguirá ciertos tributarios del río Simpson (ó Aixen sur), que hemos
fijado y tocará el pico llamado Afkran, de donde seguirá la división de las aguas,
determinada por un punto que heinos fijado en un promontorio desde la orilla
norte del lago Buenos Aires. La cuenca superior del rio Pico se atribuye así á la
Argentina, y la cuenca inferior á Chile. Toda la cuenca del rio Cisnes (ó Frías) se
atribuye á Chile, y también toda la cuenca del Aixen, con excepción de una frac-
ción en las cabeceras del brazo, no incluyendo un establecimiento llamado Kos-
lowsky que se atribuye á la Argentina. La continuación ulterior del límite se deter-
mina por las lineas que hemos fijado cruzando el lago Buenos Aires, lago Puyrre-
don (ó Cockrane) y lago San Martín, cuyo efecto es atribuir las fracciones occi-
dentales de las cuencas de estos lagos á Chile, y las porciones orientales á la Argen-
tina. Art. 4.** Desde las inmediaciones del monte Stokes hasta el paralelo 62° de
latitud Sur, el límite seguirá primeramente la división de aguas continentales defini-
da por la sierra Baguales, separándose de la última hacia el Sur, cruzando el rio
Vizcachas hasta el monte Cazador en la extremidad sudeste, de cuya cadena cruza
el río Guillermo, y vuelve á unirse á la linea de aguas continental al oriente del
monte Solitario, siguiendo hasta el paralelo 62° de latitud sur, desde cuyo punto la
porción remanente de la frontera ya ha sido establecida por acuerdo mutuo de los
respectivos Estados. — ms.
ESPAÑA.— AfoJriV^. En El Liberal de Diciembre del año pasado se anunció un
concurso para.pran&iar dos poesías al Año nueTO, inéditas y originales; los
premios serían, uno de 5oo y otro de 25o pesetas; el plazo debía espirar el día 20 de
dicho mes á las doce de la noche; formarían el jurado los señores D. Federico Ba-
lart, D. Ensebio Blasco y D. Marcos Zapata; las dos poesías premiadas se publica-
rían en El Liberal. Nada menos de 325 composiciones se presentaron al certamen
cuyos lemas dio á conocer El Liberal del 23. El Jurado concedió el primer premio
á D. José Almendros Camps y el segundo á D. Enrique Díez-Canedo Reixa, cuyas
poesías se han publicado en los números de i .** y 2 de este mes; en los números su-
cesivos ha seguido publicando El Liberal otras composiciones de las presentadas
que no dejan de tener algún mérito, cuales son las escritas por D. Felipe Pérez
Capo; D. Ricardo J. Catarineu; D. Benito Blanco y Fernández; D. Rafael Belloso
Sánchez; D. Ángel Corujo; D. M. R. Blanco-Belmonte; D. Francisco Aznar Na-
varro; D. J. Ambrosio Pérez; otra de D. M. R. Blanco-Belmonte; de D. Esteban
Marini; D. Emilio Carrere; D. Luis A. Mesire y D. Enrique de la Vega. El día de
Año nuevo anunció El Liberal un concurso de Crónicas relativas á cualquier su-
ceso verificado en España del 10 al 1 5 de Enero; los premios son dos; uno de 5ooy
76 REVISTA DE ARCHIVOS
Otro de 25o pesetas; formarán el Jurado los señores D. Jacinto Octavio Picón, don
Alfredo Vincenti y D. Joaquín Dicenta; los trabajos que se presenten no deben ex-
ceder de lo que cabe en dos columnas de El Liberaly donde se publicarán las dos
Crónicas que sean premiadas. El plazo espira el lo de Febrero próximo.— ms.
León, En la calle de Tarifa de la ciudad de León al profundizar los cimientos
para una casa se ha hallado «un sarcófago de ladrillo azulado dentro del cual exis-
tían dos momias en perfecto estado de conservación. La una es de un hombre;
tiene en una chapa esta inscripción: Muley Kacan, y allí un alfanje, ufia gumia
y cuatro monedas; la otra de mujer, tiene otra inscripción con el nombre de Fá.
timay mulier Hacen; entre paños de seda roja y deshilachada se encontraron
unas monedas, unos aretes grandes de oro y un anillo con una gran piedra pareci-
da á un topacio. Según los ir\teligentes, este hallazgo debe ser de la época de los
árabes, y el nombre de Muley-Hacen debe ser del caudillo moro de cuyo nombre
y apellido toma nombre la calle de Malacin de León. Las momias y los objetos
hallados, después de haber estado expuestos en una de las dependencias del Rastro
para que pudieran verlos las personas aficionadas á asuntos históricos, serán de-
positadas en el Museo de San Marcos». Ignoramos hasta que punto son exactas
estas noticias.— MS.
LNGLATERRA. Durante el año 1902 se han editado en Inglaterra 7381 ▼olú.
uenes; de ellos contienen novelas, 1.743; obras de Teología, 567, y de Derecho 88.
=^E1 presupuesto del Museo Británico asciende en el año presente á 2.925.000
fraacos. El Director tiene de sueldo 37.000 francos. En la National Oallery
(Museo de Pinturas) se gastaron en el año pasado 425.000 francos. Ni más ni me-
nos que en España la Biblioteca Nació nal. =Wilfired Voynich ha expuesto en
Londres iSg libros de los cuales ningún ejemplar se conocía hasta ahora. — ms.
ITALIA. Luis Morandi y Domingo Cianipoli publicarán dentro de poco una
obra rotulada: Poetas extranjeros, líricos, épicos 7 dramáticos en sns
mejores tradncciónes Italianas. Figurarán en ella varias composiciones cas-
tellanas, portuguesas y provenzales.=El Congreso internacional de Eisto-
zia ce celebrará en Roma desde el a al 9 de Abril de este año. — ms.
RUSIA. El Zar acaba de adquirir veinte cuadros de la colección Verestclia-
gin que representan escenas de la vida de Napoleón. Ha pagado por ellos 5oo.ooo
francos y los ha destinado al Museo Nacional de San Petersburgo.— -ms.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
77
BIBLIOGRAFÍA
(La lengua es la base de clasificación de nucstara Bibliografía. En esta se incluyen todos los
libros de cualquier orden y los trabajos de revistas publicados por individuos de nuestro
Cuerpo, lo cual puede servir para intentar una bibliografía ae éste: los marcaremos con un *.—
En la Bibliografía de Revistas siempre que no se indique el año, se entenderá que es el co-
rriente.)
LIBROS ESPAÑOLES
[i.° Todos los de historia, en la acepción más
amplia de la palabra, desde la política á la cien-
tífica, y los de sus ciencias auxiliares, incluso
la filología y la lingüistica, que se publiquen,
editen, reimpriman y extracten en la España
actual y sus posesiones, de autor español ó ex-
traojero, en cualquiera de las habías españo-
las, ó en ó fuera de España, de autor español,
en lenguas sabias. 2.^ Las ediciones, reimpre-
siones y antologías hechas en ó fuera de Espa-
ña, de libros de cualquier materia escritos por
autores ya muertos no contemporáneos, espa-
ñoles ó extranjeros, en dichas hablas, ó por
españoles en lenguas sabias, dentro de la ex-
tensión de los antiguos dominios españoles.
3.** Las traducciones, arreglos, refundiciones
é imitaciones publicadas en ó fuera de España
f)or autores vivos, españoles ó extranjeros, en
as mismas hablas ó en len¿>uas sabias, de obras
históricjs y literarias debidas á españoles ya
muertos. 4.° Los libros notables originales de
amena literatura, dados á luz en o fuera de
España por escritores contemporáneos, espa-
fioles ó no, en las hablas españolas, ó por escri-
tores españoles contemporáneos en lenguas
sabias. 5.** Los de cualquier materia, siempre
que se refieran á cosas de España, publicados
en las referidas hablas en aquellas naciones
que no las usan, ó en las mismas hablas ó en
lenguas sabias en los pueblos que usan el cas-
tellano. Y o.** Las traducciones hechas por es-
Eañoles ó extranjeros, á cualquiera de las ha-
las españolas, ó por españoles á lenguas sa-
bias, de libros extranjeros históricos, ce cultu-
ra general, y aun de amena literatura cuando
son obras maestras.]
Almanaque Bailly-Baillierb. Pequeña en-
ciclopedia popular de la vida práctica. 1903.— r
Madrid. Bailly-Bailliere ¿ hijos.— 8.° m., 463
páginas.— i,5o ptas.
Almirall (V.). Obras y escritos políticos y
literarios; edición en lengua castellana. Tomo
I. El catalanismo. — Barcelona. Imp. de La
Campana y La EsqueUa. 1902.-8.°, viii-52o
páginas.— 4 y 4,5o Iplas.
Alonso db San Martín (El B.). La hostería
de Can ti llana; novela del tiempo de Felipe IV;
dibujos de R. Marín.— Madrid. Imp. de A. Pé-
rez y C.» 1902.— 8.® marq., 361 págs.— 3,5o ptas.
AssNsio (J. M.) Cervantes y sus obras; con
un prólogo del Dr. TAe^us^em. — Barcelona.
1902.-8.'», x-563 págs.— 5 ptas.
Asociación Literaria de Gerona. Certa-
meo de 1900. Año XXIX de su insulación.— I
Gerona. Imprenta de P. Torres. 1902.-4.° m.,
168 págs.
Astrai.n (P. Antonio). Historia de l;i Com-
pañía de Jesús en la asistencia de España.
Tomo I. San Ignacio de Loyola i540-i556.—
Madrid. Est. tip. Sucesores de Rivadencyra.
1902.-8.° d., 714 págs.— 7 ptas.
Atlas de Geografía con el texto y mapas de
las cinco partes del mundo y España, publica-
do por la Casa editorial Sucesores de Hernan-
do. Curso primario.— Madrid. Imp. de los Su-
cesores de Hernando. 1902.-4.° apais., 39 pági-
nas con grabados y 8 mapas.— i, 5o y 2 ptas.
Baratieri (G.). Memorias del General Bara-
tieri. Campaña italiana en África (1892-1896),
traducidas directamente del italiano por Au-
relio Garda Lavtn.— Madrid. Est. tip.. Infan-
tas, 42! 1902.-8.°, viii-990 págs.
Barriobero y .\rmas (D. Juan). La Nobleza
española. Su estado legal.— Madrid. 1902.— 174
páginas. (Biblioteca de Derecho y Ciencias So-
ciales.)
Bellido Carballo (D. Juan Manuel). Dis-
curso inaugural en la apertura del curso de
1902 a 1903 leído en la Universidad pontificia
de Salamanca. Tema: Refutación del sistema
evolucionista.— Salamanca. Imp. de Calatra-
va. 1932.-4.° m., 80 págs.
Benlloch (Francisco J. J.) La familia natu-
ral y la familia civil. — Madrid. Victoriano
Suárez. 1900.— 8.°, 194 págs.— 3 ptas.
Blanco Sánchez (D. Rufino). Nociones de
lengua castellana. Gramática. Quinta edición,
corregida y aumentad j. Libro del Maestro.
Libro del Alumno.— .Madrid. Imp. del Asilo
de Huérfanos del S. C. de Jesús. 1902.— 8.°, 94
páginas.
Bonilla y Jaén (D. José de). Tratado de Lis-
boa en 1668. Estudio crítico del mismo. Dis-
curso para optar al grado de Doctor en Dere-
cho.—Jaén. Est. tip. de El Pueblo Católico.
1902.-4.° m., 81 págs.
Briganti (Mons. Antonio). Estudio sobre la
verdadera religión, ofrecido á la meditación
de lodos los hombres de buena voluntad; tra-
ducido del italiano por el M. R. P. Miguel Be-
ra^aluce O. M.— Madrid. Imp. del Asilo de
78
REVISTA DE AftCHlVCW
Huérfanot del S C. de Jesús. 1003.-4.*», 318 pá-
ginas.—4 ptas.
BuTLLA (.\dolfo). Posada (Adolfo) y Moróte
<Luis). El Instituto del Trabajo. Datos para la.
historia de la reforma social en España, por...,
•con un discurso preliminar de José Canalejas
y Méndei^ y una Memoria acerca de los Insti-
tutos del Trabajo en el extranjero, por J. Uña
y SarfAOK.— Madrid. 1902.— CLXvii-342 págs.
Cakré Aldao (Eugenio). La literatura ga-
llega en el siglo xix, seguida de una antología
y apéndices.— Coruña. Librería regional de
-Carré. 1903.— 4.^ 176 págs.— 3 ptas.
CoLi. Y ASTRELL (Joaquín). Mono^^rafia his-
tórica del Centro del Ejercito y de la Armada,
laureada, en concurso público, con el primer
premio y título de socio de mérito de dicho
Centro. -Madrid. Imp. de Administración mi-
litar. 1902.— 8." marq., ySi págs. con varias lá-
minas.
CoTAREi.o (Emilio).- El supuesto casamien-
to de .Mmanzor con una hija de Bermudo II.
Nota crítica publicada en La España Moder'
na en el mes de Enero de i9:>3.— Madrid. Est.
lip. de Idamor M. Cruzado. 1903,— 4.*» m., 16
páginas.
D AvENEL (Vizconde O.) El mecanismo de la
vida moderna. Los modernos almacenes de
■comercio. Traducción hecha por D. Manye! de
Fi^tt£ro/a-/'>rref i.— Madrid. Imp. de Forta-
net. 1903.— 8.^ 100 págs.
DiE T MÁS (Manuel). Nociones de Derecho
civil de las Familias Reales. Matrimonio de
Reyes y Príncipes.— Madrid. 1900.
Engel (E.) Psicología de la literatura fran-
cesa; traducida directamente d€l alemán por
Vicente Ardila S«n<<e.— Madrid. (Victoriano
Suárez). 1902.— «.® m., 271 págs.— 3 ptas.— Per^
tenece á la Biblioteca- de Derecho y Ciencias
sociales.
FertcAndez de BÉTHfeKCouRT (F.) Historia
genealógica y heráldici de la Monarquía es-
pañola, Casa Real y Grandes de España. To-
mo /V'.— .Madrid. Est. tip. de E. Teodoro.
1902.— viii-582 págs.— 30 y 31 ptas.
Ferri (Enrique). La Justicia penal. Su evo-
lución. Sus defectos. Su po«-vemr, por Enrique
Ferri; traducción de .Agustín Vi ñua/«.— Ma-
drid. B. Rodríguez Serra, editor. 1902.— 2 pe-
setas.
Florida (La). Dos antiguas relaciones de La
Florida, publicadas por primera vez por Gena-
ro Garda. Vida y hechos de Pero Menéndez
•de Aulles, Cauallero de la Hordem de Sanctia-
go, Adelantado de la Florida: do largamente
se tratan las conquistas y poblaciones de la
prouiocia de la Florida y como fueron libra-
das de los Luteranos que deltas se auiao apo-
-dcrado. Compuesto por el maestro Barrientos^
•<^atedratico de Salamanca. Relación de lO;»
trabajos que Ij gente de una nao llamada
Nra. Señor.! de la Merced padeció, y de algu*
ñas cosas que en aquella flota sucedieron. Es-
crita por André» de San Afigue/.- México.
Tip. de J. Aguilar Vera y C.» 1902.-4.° m.,
cii-226 págs.
GarcU t P¿REr (.Antonio). Organización
militar de América. República del Brasil.—
Madrid. Imp. del Asilo de Huérfanos del S. C.
de Jesús. 1902.— 4.», 73 págs.
García Sánchez (.Alfredo) ... y pocas itueces-
Versos míos. Exordio, mío también. ¿Prólo-
go?, de mi padre. ¿Epílogo?, de mi hermano.—
Madrid. R. Velasco, imp. 1902. — 8.°, xvi-147 pá-
ginas.—i, 5o ptas.
Gómez Pombo (Félix). Colmenar Viejo ett la
antigüedad. Perfíles históricos y estudios del
ganado bravo.— Madrid. Imp. de Ricardo Ro-
jas, 1902.— 8.», 134 págs. -3 ptas.
González Blanco (D. Edmundo). Las Igle-
sias del Estado.— Madrid. La Editorial Mo-
derna. 1902.-8.'», 176 págs.— I pta.
GCell López (J. A.) Ensayo sociológico so-
bre un Código de la Edad Media. Introduc-
ción. Bosquejo histórico. El Código de Perala-
da. Su exposición anoudí y estudio. Una
Constitución. Conclusión. Apéndices. — Ma-
drid. Est. tip. de Ricardo Fé. 1902.— S.', 273 pá-
ginas.—3 y 3,5o ptas.
Herrera (Adolfo). .Medallas españolas mili-
tares, navales y político-militares. Tomo VIL
—Madrid. 1^2.
—Medallas españolas personales. Tomo IL^
Madrid. 1902.
—Medallas españolas. Bodas reales. Tomo IL
—Madrid. 1901.
KoNRUBiA T Ortín (Enrique). Estudio histó-
rico, crítico y literario sobre Cayo Julio Cé-
sar. Tesis para el grado de Doctor en Filosofía
y Letras. — Valencia. Imp. de Tomás Llcó.
1902.-8.° m., 49 págs.
Ibáñez Mar/n (D. José). Lusitania y su pri-
mer coronel.— Madrid. Est. tip. «El trabajo».
1902.-8.° d., 121 págs. [Refiérese á D. Jaime Mi-
guel de Guzmán DávaJos y Spínola, Marqués
de la Mina, que organizó el regimiento de Lu-
si tañía.]
JocHS FLORALS DE BARCELONA. .\ny XLIV de
llur restaurado. Celebrats lo dia onze de No-
vembre á Sant Marti de Canigó.— Barcelona.
Estampa de la Renaixensa. MCMII.— 4°, 178
páginas.
Lacal (D." Luisa). Diccionario de la Música,
técnico, histórico y biobibliográfíco.4.° marq.,
600 págs., á dos cois.
La Llave t Sierra (D. Joaquín). Estudio
histórico militar sobre el Conde de Barcelona
Ramón Berenguer III «El Grande».— Barcelo-
na. Tobella y Costa, impresores. 1903.— 4.°, 94
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BIBLIOTECAS T MUSEOS
79
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Academia de Medicina para la recepción pú-
blica del académico electo D. Ángel de Larra
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•en relación con las Instituciones armadas.—
Madrid. Imp. de la sucesora de M. Minuesa.
190a.— 4.® m., 74 págH.
LÓPEZ Allué (Luis María). Pedro y Juana
(idilio aragonés). Segunda edición.— Mmárid-
Zaragoza. 1902.
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ta. Trágico conflicto. La Patria nueva.— Ma-
drid. B. Rodríguez Serra, editor. 1902.— 5o cén-
timos.
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•del Perú y noticias cronológicas <lel Cuzco.—
Lima. Imp. del Estado. 1932.-4.°, 260 págs.
Morales GarcIa-Goyena (Luis). Estudio
histórico de Filosofía árabe occidental. Ave-
rroes.— Granada. Tipolit. de P. V. Traveset.
1902.— 4.0 m., 64 págs.
MuRGuÍA (.M.) Historia de Galicia. Segunda
-edición. Impresa á costi de «El Centro Galle-
go» de la Habana. Tomo /.^<^oruña. Fotogb. é
imp. (tu la V. de Ferrcr é Hijo. 1901-1902.-4.°,
XXXI11-705 p.ígs. y 8 láms.— i2,5o ptas.
Navarro y Tarazo.na (Dr. D. Eloy). Leccio-
nes de historia primitiva.— Zriragoza. 1902.
OcMOA Y Torres de Navarra (D. Cristóbal
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Doctor en Derecho.— Jaén. Imp. de Ei Pueblo
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ralts D. Dámaso Merino Villarino. — Madrid.
Imp. y lib. de Nicolás .Mpya. 1902.-4.°, 31 págs.
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é Hijoí» de Tello. 1902.-8.°, 346 págs.
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1902.— 4.0, 25 págs.
Resumen de las Observaciones metcorológi-
•cas efectuadas en la Península y algunas de sus
islas adyacentes durante los años 1897 y 1898
ordenado y publicado por el Observatorio de
Madrid.— Madrid. Imp. de A. Santarén 1902.—
4". 374 págs.
Ruiz FoRNELLS (Enrique). La instrucción en
el Ejército. Conferencia leída en el Centro del
Ejército y de la Armada de Madrid el 6 de
Diciembre de 1902.— Toledo. Imp. de la V. é
Hijos de J. Pelaez 1902.-8.° m., 59 págs.
Ruiz Quesada (D. Ramón). La verdad en me-
ilicina basada en la verdad de los sentidos y en
la razón fisiológica.— Madrid. Imp. de la suce-
sora de M. Minuesa de los Ríos, 1902.— 8.* m..,
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descriptiva de la fundación del Monte de Pie-
dad y de su unión con la Caja de Ahorros. —
Madrid. Est. tip. Sucesores de Rivadeneyra.
1902.-8.° d., 76 págs.
Serrano Fatigati (D. Enrique). Retablos es-
pañoles ojivales y de la transición al Renaci-
miento. Fototipiasde Hauser y Menet.-Madrid.
Impr. de San Francisco de Sales. 1902 — 4.° m.,
31 págs. y 12 fototipias.
Terradillos Prieto (Víctor). Estudio his-
tórico-militar sobre armas portátiles.— Sego-
via. Imp. del Sucesor de Alba. 1902.-4.°, 44 pá-
ginas.
Thkbi'ssbm CDr.) Thebusianas. i.* serie. Far-
sas del Quijote. Fórmulas. Señor y Don. Ha-
blen cartas. Noticias de la Biblioteca del Doc-
tor Thebussem. .Más noticias de la Biblioteca
del Doctor Thebussem. Cartas de Paca Pérez-
Galiano.— Valencia. Imp. de F. Vives Mora.
S. a. |i902].~i2°, 2o5págs. Es el tomo 95 de la
Biblioteca selecta.— o,bo ptas.
Valbuena (Antonio). Ripios ultramarinos.
Montón 4.".— .Madrid, lib. general de Victo-
riano Suárez. 1902.-8.°, 301 págs.— 3 ptas.
Vega (Lope de). Obras publicadas por la Real
Academia Española. Tomo xiii. Crónicas y
Leyendas dramáticas de España. Séptima y úl-
tima sección. Comedias novelescas. Primera
sección. — Madrid. Est. lip. Sucesores de Riva-
deneyra. 1902.— f. m., 571 pá¿?s.
Zayas (Antonio de). Retratos antiguos [en
Sonetos].— .Madrid. Est. tip. de Marzo. 1902. — .
8.°— 3 ptas.
Pedro Roca. .\lvaro Gil .\lbacete.
LIBROS EXTRANJEROS
(i.° Los tratados universales y generales por
naciones y materias, de historia y sus ciencias
auxiliares, de literatura y arte, de filología y
lingüística, etc., que interesen á I.1 erudición
> ala cultura, publicados en ó fuera de Espa-
ña por españoles ó extranjeros en hablas vul-
gares no españoles, ó por extranjeros en len*
8o
REVISTA DE ARCHIVOS
guas sabías. 2.** Los de cua4quier materia es-
critos por españoles en ó fuera de Kspaña en
dichas lenguas vulgares. 3.° Los de cualquier
materia, con t il que se reñerao á cosas espa-
ñolas, publicados por extranjeros en ó fuera
de España en lenguas sabias ó qn hablas vul-
gares no españolas.]
Amaduoci (Paolo) Guido del Duca e la fami-
glia Mainardi (a illustrazione delle persone e
dei fatti di storia bertinorese ricordati nel
canto XIV del Purgatorio di Dante).— Bolo-
gna, N. Zanichclli, 1902.-8.°
Aquilanus (Bernardinus). Chronica fratrum
minorum observantia»; ex códice autographo
primum edidit Leonardus Lemmens.— Roma.
Tip. Sallustiaoa. 1902.-8.°, xxxix-i^opágs., con
dos facsímiles.
Autobiografía e vite de'maggiori scrittori
italiani fino al secólo decimottavo, nárrate da
contemporanei, raccolte e annotate da Angelo
Solerti.— Milano, Albrighi, Scgatie C. Morta-
ra-Vigevano, tip. \. Cortellezzi. 1903.-16.°,
vni-58o págs. (Contiene las biografías de Dan-
te, Petr^irca, Bocc iccio, León Bautista Alberii,
Lorenzo de Médicis, il Poliziano, Nicolás Ma-
chiavelli. Ludovico Ariosto, Francisco Guic-
ciardini,Torcuato Tasso, Paolo Paruta, Gabriel
Chiabrera, G. B. Marino, Galileo Galilei y L.
A. Muratori.
Brrger (M. Élie). .Archives nationalcs. In-
ventaires et doc^ments publiés para la Direc-
lion des Archives. Layettes du Trésor des
charles. Tome quatriéme.—Pairis. Plon-Nour
rrit et C.^*. 1902.-4.°, Lxxv-595 págs.
Bosco (Giovanni). Le vite dei Papi dei primi
tre secoli. Vol. /-//.— Torino. Tip. Salesiana.
1902. —2 vols. en 16.°, xi-527 y 302 págs.
Bra.n'dberg (Th.) och Bahr (Johan von). Ur-
kunder och Fórfattuingor augáende Donatio-
ner vid l'psala Kongl. Universitet.— l'psala.
Almqvist & Wiksells Boktryckerí. 1902.-8.°
d., 269 págs.
BvLWER (Eduardo). Gli ultimi giorni di Pom-
pei: racconto della prima ¿ra cristiana che,sto-
ricamente, fa seguito al Quo vadis? di Sien-
kiewicz. Nuova e</i^ione.— Napoli. Tip. R. Pe-
sóle. 1912.-8.°, viii-295 págs.
BuRGER (Konradj. The Printers and publis-
hers of the xv century,lists of their works. In-
des to the Supplement to H lin'Repertorium
bibliographicum.— London, H. Sotheran, 1902.
8.°,xiii-354págs.
Cenzatti (Gemma). Alfonso de Lamartine e
ritalia.— Livorno. R. Giusti. 1902.-16.°, 116 pá-
ginas.
DiEULAFOT (Madame Jane). Aragón et Va-
lence. Excursions en Espagne.— Paris. Hachet-
te et C.^ 1901.-4.°, con ,<rabados.— 7,5o fr.
Egger (Max) Deoys d'Halicarnasse. Essai
sur la critique littéraire et la rhétorique chez
\ts Grecs, au siécle d'Auguste.— París. A. Pi-
card et fíls. 1902.-8.°, xiii-309 págs.
Errera (Cario). L'epocí deHe grandí sco-
perte geografiche.— .Milán. Hoepli. 1902.— 12."
Gautier (M. Léon). .Manuel de paléografie.
2.* ed.
GiNDRAux (J). Histoirc populaire et illusirée
du Chrisirianisme.— Genéve. Jeheber. 1902—8.°
GsBLL (Steph). Les Monuments aniiquesdc
r.AIgérie.— París. Libr. Fontemoing. 1901.^
2 vols. en 4.°, 106 láms. sueltas y 174 interca-
ladas.
IIabbler (Dr, K.) Le soi-disant Cisianus de
1443 ct les Cisianus .\llcmands. — Besan^on.
, Paul Jacquin. 1902. — 8.° m., 211 págs.
HiERo.NYMi Chronlcorum coJicis Floriacen-
I sis fragmenta Leidensia, Parisina, Vaticana,
phoiotypice. edita. Pra'fatus est Ludovicus
rrau^e.— Lugduni Batavorum. .V. W. Sijthoff.
19C52.— 4.", 22. págs. y 44 fototipias. (Reproduce
un códice del siglo v. Es nol.ble el estudio
I paleográfico y critico de L. Traube.J
Hus/AR (M. Glillavme). P. Corneille et le
Théátre espagnol . — París. Émile Bouillon.
1903.-18.°
Maco.n (Gustavc). Les .Vris dans la maison
de Conde.— Paris. 1902.-4.°, i56 págs.
Magkr (H.) Le monde polynésieo. — Paris.
Schleicher. 1902.-18.°, 25o págs.— 2 fr.
I Malmstróm (C. G.) Bidrag till Sverges Mc-
dcltids-hisloria.— Upsala. .Almqvist & Wik-
' sells Boklryckeri-Akticbolag. 1902.-4,50.
I Meillet (A.) Eludes sur l'etymologie et le
vocabubire du vieux sla ve. /.'''paríie. — Pa-
ris. Bouillon. 1902.-8.°, X11-191 págs.— 7 fr.
^ MoRTiER (le R. P.) Histoire dss maiires gé-
I néraux de l'Ordre des Fréres précheurs. /.
(1 170-1263). — Paris. Picard el fils. 1903.-8.°,
( viii-685 págs.— 10 francos.
! MoRTiMER (W. Golden). Perú; hístory of coca
«the divine planu of ihjc Inca?; wilh an iniro-
duciory accouní of the Incas, and of the An-
j deán Indians of 10 day.— New York. J. H. Vail
& Co. 1901.^8.°, xxxi-576 págs. con grabados.
I -25 fr.
MouTuN (Eug.) Le 19* s¡¿cle vécu par deux
Franjáis, le colonel Louis Mouton el Eugéne,
I son fils, ancien magistral. Un demi-siécle de
1848 •190Í.— Paris. Delagrave —2 toL en 12.°
Oddo (H.) La Provence. Usages, Couiume^
Idiomes, depuis les origines; le Félibrige et
son action sur la langue proveníale.— París.
Le Soudier. 1902.-4.°, 243 págs.— 7 francos.
Po¿MKsarméniens anciens etmodernesJTra«
duits par A. Tchobanian.— Paris. Charles. 1902.
— 18.°, loSpágs— 2fr.
Roy (Emile). Eludes sur le théátre franjáis
au XIV* siécle. Le Jour du jugement, mystére
fran9aís sur le grand schisme.— Paris. Boui-
llon. 1902.— 8.°, viii-268 págs.— 10 fr.
RucHET (Ch.) Les sceaux commuoauz vau-
I dois.— Lausaone. Bayot. 1902.-8.°
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
81
Sowell (Andrcw Jackson). Early sctilers and
Indian fighiers of souihwest Texas; facts ga-
thered from survivors of fronticr days.— Aus-
tin. Jones & Co. 1901.-8.°, vii-aj4 págs. con
grabados. — 15 francos.
VlVIK.NDE SaINT-MaRTI.N (Mf.) et SCHKADER
(Fr.) Atlas universel de Géographie, consiruit
d'aprés les sources originales ct les documents
les plus recents, cartes, voyages, mémoires,
travaux géodésiques, etc. Avec un lexte ana-
. lytique. Conienaní 90 cartes in-folio gravees
sur cuivre sous la direclion de MM. Collin et
Delaune. Carte n^ 18: Espagnc ct Portugal en
4 Feuilles. Feuille Nord-tst, á léchelle de
I/250.000.* Un mapa doble fol. grab. en cobre,
con texto.— 2 fr.
Walker (W. G.) Ucean to Occan; an account,
personal and hisiorical, of Nicaragua and its
people. — Cíiicago. Mac Clurg. 1902.— 8.°, 309
págs.— 6,25 fr.
Yates Thompson (Henry). A Lccturc on
some english illuminaied manuscripts... with
fifty piales taken from ten of the volumes.—
London. Chiswick.press. 1902.-8.", 31 págs. y
5o láminas, cada una con su hoja de texto.
Manuel Serrano y Sanz.
REVISTAS ESPAÑOLAS
[1.° Los sumarios íntegros de las revistas
congéneres de la nuestra, consagradas exclu-
sivamente al estudio de España y publica-
das en cualquiera de las hablas españolas en ó'
fuera de España: los títulos de estas revistas
van de letra cursiva. 2.° Todos los trabajos
históricos y eruditos acerca de cualquier ma-
teria, según el amplísimo criterio expuesto,
que figuren en los sumarios de las revistas no
congéneres de la nuestra, escritas en dichas
habUs «n ó fuera de España.]
Boletín de la Real Academia de la Histo-
ria. 1902. Diciembre. Informes: I. Nuevos au-
tógralos de Cristóbal Colón y relaciones de
Ultramar. Los publica la Duquesa de Berwich
y de .Alba, Condesa de Siruela: Cesáreo Per-
nándej^Duro.—ll. El poema del Cid.— Historia
de los Oliveros de Castilla y Artus de Algar-
be.— Las Julianas de Hernando de Merino:
Francisco R. de Uhagón.—lll. La Catedral de
Coenca. Juan Catalina Garda.— IV. Ex-hos-
pital de Santa Cruz, dicho de Mendoza, en To-
ledo: £1 Conde de Cedillo.—V. Inscripciones
▼isigóticas y suévicas de Dueñas, Baños de Ce-
rrato, Vairaóm, Baños de fiaude y San Pedro
de Rocaá: Fidel Fita.—\1. Lusitania y su pri-
mer coronel. José G. de Arteche.— Variedades:
Hagiografía. El Sepulcro de San Ordoño, obis-
po de Astorga. Noticias. índice del tomo XLI.
Rectificaciones. == 1903. Enero. Sumario.
Informes: 1. D. Juan Bautista Muñoz. Censura
por la Academia de su Historia del Nuevo
Mundo: Cesáreo Fernández Duro.—U. Tablas
3.* ÍPOCA.— TOMO VIII.
de reducción del cómputo musulmán al cris-
tiano y viceversa: Eduardo Saavedra. — lll.
Dos antiguas relaciones de la Florida: F. Fer-
nández^ de Béthencourt . — IV. Dos basílicas
I alavesas: Fidel Fita.—V. Inscripción arábiga
de Benimaclet: Fidel Fita. Variedades: Hagio-
I grafía.— El santo asalto de la Duquesa de Alba
I en 1603. — Relación contemporánea é inédita. —
Noticias.
' Boletín de la Sociedad española de excursio-
nes. Noviembre de 1902. Fototipias, por En-
I
I rique Serrano Fatigati.—Excursión: De Be-
I navcnte á Tordesillas (notas de un excursio-
, nista), por Joaquín de Ciria.— Trascoro de la
iglesia de San Patricio de Lorca (.Murcia), por
F. Cáceres P/a.— España en el extranjero: No-
las de viaje, por F. Suáre^ Bravo.— Bibliogra-
fía, por Alfonso Jara.— Estudios y publica-
ciones de D. Adolfo Herrera, por Alfredo Se-
rrano y Jover.— Noticias.— Necrología.— Sec-
ción oficial. — Láminas sueltas: Niño con reloj.
Trascoro de la Catedral de Lorca. Monasterio
I de Fresdelval. Galerías bajas del claustro pro-
cesional. Ventanas del templo.
Boletín de la Comisión provincial de mo-
numentos históricos y artísticos de Orense.
1902. Núm. 28. Septiembre-Octubre. I. Epigra-
fía romana de la ciudad de .\storga (conti-
nuación), por Marcelo Macias.—U. De Re
Gallaica, por Benito F. Alonso.— Ul. Docu-
mentos históricos: «Escritura de venta de va-
rios bienes hecha por Dominga Pérez y su ma-
rido al Monasterio de Ribeira», por .Arturo
Vá^quei^ Nitñe^.—lW Noticias. = N úm. 29.
Noviembre-Diciembre. I. Arqueología,
por J. M. Bedoya.^ll. Epigrafía romana de
la ciudad de Astorga (continuación), por Mar-
celo Macías.— Ul. De Re Gallaica (continua-
ción), por Benito F. Alonso.— W. Noticias.
Euskal-Ekria. Número de 10 de Enero de
1903, Ensayo de un padrón histórico de Gui-
púzcoa según el orden de sus familias poblado-
ras (continuación), por Juan Carlosde Guerra.
La Alhambra. Revista quincenal de Artes y
Letras. 30 Diciembre 1902. La Caramba, por
Narciso Día^ de Escobar.— Garcil aso y Tarfe»
por Francisco de P. Valladar. La Exposición
de este año. Arte antiguo. III, por V.— Notas
bibliográficas, por K. — Crónica granadina,
por V. '
Revista critica de Historia y. Literatura es-
pañolas, portuguesas é hispano-americanas.
1902. Septiembre y Octubre.— Bibliografía li-
teraria de América, por * Antonio J?/ías de
A/o/íns. — Literatura catalana. — Discurso de
la vida del limo. Sr. D. Martín de Ayala^
arzobispo de Valencia (continuación).— Car-
tas de don Juan Vega y Senmanat y de Don
Juan Antonio Mayans y Sisear, por J. E. Se-
rrano Aíora/«.— Notas críticas. Les prémié-
6
^2
REVISTA DE ARCHIVOS
res églises chrétiennes en Espagne, par A.
Makignan (Extrait du «Moyen Age». Année
ioo2).>— Movimiento biblíográfíco, por Rafael
A/tamtVa.— Colección de documentos inéditos
relativos á la guerra de la independencia
{conclusión).— Libre del orde de cavalleria.
Revista Nacional de Buenos Aires. 1902.
Enero. Alejandro Carrasco Albano: Los Mi-
sioneros del progreso en Chile.— Pedro I Ca^
raffá: Los hombres de Cuyo.— Rosa i?orfrt^wej^:
Oliden: Doña Juana Manuela Gorriti.— Arturo
Reynal O'connor: Por las Colonias.— Francis-
■co J. Ros: Historia de un mapa.— A. Poujol:
El difcrendo entre Haiti y Santo Domingo.-
♦*•: Correspondencia inédita del general Su-
cre.—Congreso Nacional. — Servicio militar
obligatorio. = Febrero. Belisario Garda:
Cuestiones americanas. — Benigno Riquelmt:
V'n juicio.— Bolívar y San Martin.— Francis-
co J. Ros: Historia de un mapi (continua-
ción).—José Juan Biedma: Apuntaciones bio-
gráficas.—A. Poujol: El diferendo entre Haiti
y Santo Domingo (continuación). — Agustín
iinci5o: Balkis.— General Sucre: Correspon-
dencia inédita.- *♦*: El Pabellón Chileno.— La
Redacción.=Marzo. José Ingegnieros: Psi-
cología de los simuladores. — Joseph Santa
Cru^ Villavicencio: Méritos y servicios.— Car-
los Alberto Romero: Negros y caballos.— Fran-
cisco J. Ros: Historia de un mapa (continua-
ción).—General Sucre: Correspondencia inédi-
ti.— Manuel .\. San Juan: Lectura demagógi-
■ca.= A b r i 1 . José J. Biedma: Wappcrs (Recuer-
dos de la vida militar).— Bautista Saavedra:
La defensa social en la criminología.— Manuel
Ricardo Pa/ma; Infernum el Hechicero (tra-
dición peruana). — Francisco de Veyga: La
guerra y la paz en el mundo antiguo.- General
Sucre: Correspondencia inédita.— Luis F. Con-
tardo: La flor del Desierto.— Eduardo Díe^ de
Medina: La Mus.t de Rueda.— Enrique Rios:
Nuestros médicos sabios.— La Dirección.— Bi-
^liografia.=M SiV o. José J. Biedma: Estatua-
ria.—¡En el clavo!— Marcelino /íeyes: Bosquejo
histórico de la Rioja. — Evaristo Carriego:
Evaristo Carriego.- Datos biográficos.— Gene-
ral Sucre: Correspondencia inédita.— V'.fa/i-
na: Una mujer.— Clemencia Royer f en París.—
Ignacio Mariscal: Segunda conferencia inter-
nacional americana. Discurso de clausura.—
Carlos H. Diana: O to fia 1.— Rodolfo W. Ca-
rranca: La política Argentino-Paraguaya.^
Nota bibliográfica.- EnriqueTeófílo Sanche^:
VnsL señorita de salón.— La Dirección: Revista
de Revistas.— C. O. Bunge: Noción de «idea».=
Junio. José J. Biedma: Historia del Río Ne-
gro (continuación).— Cario» O. Bunge: La in-
curia nacional.— Rafael Rtyes: Exploración de
regiones desconocidas.— Marcelino Rtyet: Bos*
^aejo histórico de la Rioia.— Adolfo D9C0u4:
La guerra del Paraguay y los tratados.— Ro-^
dolfo W. Carranca: Notas americanas.— Con-
greso Nacional.— Leyes nacionales sanciona-
das en el n^es de Mayo.=Julio. José Juan
Biedma: Historia de Río Negro.— A. Schalck:
La primera carta geográfica con el nombre
de América.— Rafael Reyes: Exploración de
I regiones desconocidas.— Carlos O. Bunge: No-
1 tas pedagógicas.— Monner Sans: El poeta Ja-
cinto Verdaguer.— Felipe T. Black: Grito pa-
triótico.—General Sucre: Correspondencia iné-
dita.—Ae</acctdn: Bibliografía.— Congreso Na-
cional.—Leyes nacionales.
Revista del Instituto Paraguayo. 1902.
Enero.— Dr. Manuel Domingue^: .Marcelino
Menéndez y Pelayo.— Daniel Anisits: Obser-
vaciones meteorológicas.— /)u Graty: Mine-
rales del Paraguay. — Dr. Manuel Dominguei^:
Las leguas españolas en el siglo xvi.— Ignacio
Alberto Pañi: Beatriz, poesía.— M. Fernándei^
Sanche^: Los españoles medioevales.— P. En-
rique Moratel: El infeliz más feliz, décimas. —
Documentos históricos.— Los comentarios de
Alvar Núñez Cabeza de Vaca. = Febrero.
Dr. Moisés S. Bertoni: Informe sobre las en-
fermedades y enemigos de las plantas cultiva-
das en el Paraguay. —Ricardo Palma: El por
qué el Santo Fr. Martín de Porres no hace ya
milagros.— GoycoecAea Menénde^: Rimas guai-
rcñas.— ^anta Fé». poesíi.— Anales de la Uni-
versidad N. de Córdoba.— Estudiantes para-
guayos en la Universidad Nacional de Córdo-
ba.—Documentos históricos.— Las ordenanzas
de Ramírez de Velazco.— P. Enrique Moratel:
El infeliz más feliz, décimas (continuación).—
Documentos históricos.— Los comentarios de
Alvar Núñez Cabeza de Vaca. =Núm. 35.
Dr. Emilio Ilassler: Resultados botánicos de
mis viajes y exploraciones en el Paraguay.—
Ignacio .\. Pane: Los cintos extranjeros al
Paraguay.— P. Enrique Moratel: El infeliz más
feliz, décimas dedicadas á Antequera (conti-
nuación).—Documentos históricos.— Los co-
mentarios de Alvar Núñez Cabeza de Vaca
(conclusión). =Núm. 36. Manuel Domingue^:
Prólogo á la Relación de Hernando de Rtbe-
ra.— Hernando de Ribera: Relación.— Juan E.
O'Leary: Sal vaj el— Documentos históricos.—
Don Lázaro de Ribera contra el Marqués do
Aviles.— P. Enrique Moratel: El infeliz más
feliz, décimas (conclusión).— Ramón Gil Na^
varro: Veinte años en un calabozo.
Pedro Roca. Ricardo Torres Valle.
REVISTAS EXTRANJERAS
(i.* Los sumarios íntegros de las reTÍstat
congéneres de la nuestra portuguesas, ó es^
tranjeras en hablas no españolas ni portugue-
sa consagradas exclusivamente al estudio de
España, y dadas á luz en ó fuera de ésu: loa
tt'tulos de unas y otras revistas Tan da Uica
BIBLIOTECAS Y MUSIDOS
83
CKTSiya. 2.** Los trabajos de cualquier materia
tocantes i España, y los de carácter histórico
y erudito intere>antes para la cultura que
figuren eo los Sumarios ae las demás revistas
•escritas en lenguas portuguesa y extranjeras,
publíquense ó do en España. 3.<> Los trabajos
que, esundo en las condiciones reseñadas en
este párrafo segundo, aparezcan en revistas
pubücidas por extranjeros en lenguas sabias.]
Annalesdu Midi. Octubre 1902. P. Foumier,
Le royaume de Provence sous les Carolin-
giens. Comptes rendus critiques: Mgr. Douais,
Documents pour servirá This. de Tlnquisition
dans le Languedoc. La procédure inquisíto-
riale en Languedoc au xiv siécle (Dognon).
BouRciEZ, Les mots espagnols compares aux
mots gascons, époque ancienne (Jeanroy).
AlflCALES DES SCIETfCES POLITIQUES. I9OI. l5
Septiembre. Maurice Caudel^ La reine est
morte, Vive le roü— Paul Lefébure, A ia con-
qu^te d'un ithsme: Les États l'nis et l'Eu-
Tope.
Anzeiger fCr schweizerische Altertums-
KUNDE (Indicateur d antiquités suissks). Nú-
mero IV. 1902. Nouveiles Inscriptions romai-
nes d'Avenches, par W. Wayre.
The Athenaeum. Núm. 3876. The Autobio-
graphy of Lieut.— General Sir Harry Smith.
(£ste General tomó parte en nuestra guerra de
la Independencia].— Chroniclcs of the Borgías.
s=Núm. 3876. John HoLLAND Rose, The Ufe
of Napoleón I.=Núm. 3878. Francis B. Gum-
MERE, The beginnings of Poetry.— Spanish Li-
ieraiure.=Núm. 3879. G. T. Rivoira, Le ori-
gini della Architettura lombarda.=:Número
-9880. Francis Morcan Nichols, The Epistles
of £rasmus.~Max MCller, My autobiogra-
phy: a fragment.=Núm. 3882. George Mac-
donald, Catalogue of greck coios in the Hun-
terian Collection, University of Glascow.=
Núm. 3883. E. Engel, A History of English
Literature (600-1900). =Núm. 3885. Budgett
Meaxik, The Moors.— Clovis Lamarre, His-
toire de la Liltérature Latine depuis la fonda-
tion de Rome jusqu'á la fin du Gouvernement
Républicain.=Núm. 3886. Hubert Hall, Pitt
and General Miranda.=N ú m . 3888. P. Hume
Browm, History of Scotlaod. Vol. II.— E. W.
HoPKiNS, The great Epic of India.— Mrs. Alee
TwEEOiB, México as I saw ít.=:Núm. 3890.
Books on Dante.— A. Laño, Scottish History
and Spanish documents; the Gowrie conspi-
racy. =:Núm. 3891. Cervantes: Exemplary
Novéis. Vols. I and II. Translated by N. Mac-
•coU.ssNúm. 3894. The Chocphori of Escht-
Lus. —Notes, commentary, translation anda
recensión, by T. G. Tucker. =Nam. 3895.
J. C. Tarvbr, Tiberius the Tyrant.— Spanish
Ltterature.sNúm. 3896. W. CAREw,Shakes-
p«ar«.-*LewisEtiitTEiN, The Italian Renaissan-
•«e ia EngIand.=N ú m. 3897. Rafael Altami-
,RA, Continental Literature: Spain. — Lord
Hamherst of Hacenet y Basil Thomson, The
discovery of the Solomon islands by Alvaro de
Mendaña in i568.=Núm. 3898. Chatham and
the capture of Havana in i762.=Núm. 3899.
Miss Williamss copies of Velasquez. = Nú-
mero 3900. .\. F. Pollard, Hcnry VIII. =
Núm. 390 i. Ferdinand Greoorovius, History
of the City of Rome ih the Middle Ages.=N ú-
mero 3902. Books about Spain.=Núm. 3906.
Harold N. Fowler, A History of ancient
Greek Literature.— Woodbury Lowery, The
Spanish settlements within the presents limits
of the United States.— F. Masón Perkins, Gio-
to.=Núm. 3908. Max Egger, Deoys d'Hali-
carnassc. = Núm. 3909. Paul Azan, Anni-
bal dans les Alpes.=Núm. 3910. £. A. Wa-
LLis Budge, a History of Egypt. — Frcderic
Harrison, John Ruskin.— The Memoirsof Jac-
ques Casanova de Seingalt, the Prince of Ad-
venturers.— R. A. S. Mac .\lister, Studies on
Irish Epigraphy.=Núm. 3911. Martín Con-
WAT, Aconcagua and Tierra del Fuego.=Nú-
mero 39 1 3. Edward Armstrong, The Empe-
ror Charles V.— .Mark H. Liddell, .\n lotro-
duction to theScientifícStudyof English Poe-
try.—\. H. J. Greknidge, Román Public Life.
=Núm. 3914. J. Woodbridoe Rilet, The
founder of Mormonism.— H. T. Henry, The
I Pope as poet.=Núm. 391 5. Charles Omán, A
History of the Peninsular War.=N ú m. 3917.
George Neilson, Huchown. Sir Hew of Eglin-
toun and Huchown. History in the romance
of Galagros and Gawayne. = N ú m . 3918. Sa-
RAT Chandra Das, Journey to Lhasa and Cen-
tralTibet.=Núm. 3^19. P. Totnbee, A vo-
cabulary of the Italian works of Dante.— W.
M. Ramsay, Exploration in Tarsus and the
vic¡nity.=Núm. 3920. Robert Anderson, The
Bible and modern criticism. — Cari Peters,
The Eldorado of the ancients.
The Century illustrated monthly maga-
ziNE. Diciembre de 1902. Timothy Colé: Luis
de Morales (Coles engravings of spanish oíd
masters). (En la pág. 239 reproduce el notable
cuadro de la Virgen que posee D. Pablo Bosch].
Journal des savants. Octubre 1902. R. Da^
reste^ Le Code babylonien d*Hammourabi.—
G. Maspero.yie de Thoutmósis III. G. Perrot.
Les Phéniciens et rOdyssée.= Noviembre»
G. Maspero, Imhotep, lEsculape des Egyp-
tiens. — R. Dareste, Le Code babylonien
d'Hammourabi.— Brea/, Sur la lange de la Loi
des Douze Tables.— H. Derembourg, Corres»
pondance de M. Amari.=Diciembre. G. ?•"
rrot. Les Phéniciens et l'Odyssée.
The North American Rbview. 1902. No-
viembre? Sidaey Webster, El nuevo gobierno
de Filipinas.
La Nouvellb Rbvub. 1902. i5 Octubre. E. de
Brat, La enseñanza Qñcial en Espafia.=Nú"'
REVISTA DE ARCHIVOS
mero 78. Enero de 11903. Louis-Frédéric
Sauvage, LAn daos les Pays-Bas et lévolu-
tion de lidée religieuse.
La Revue (An'cienne «Revue des Revues»).
Kammerer, La République d'Andorrc.
Revue celtique. 1900. Abril*. Garofalo.
Tracce ccltichc ncirAstuna.=Julio. S. Reí-
nach^ Les survivances du totétisme chcz les
anciensCcltes. JoséLfflftf</tfVa5conce//o*,Ono-
maslicon lusitanien.==i9oi . Abril. Garw
falo, Sulla populazione delle Gallie oel lempo
di Cesare.
Revue critique d'Histoire et de Littéra-
TURB. 24 Noviembre 1902. Estudios hisiórico-
artisticos relativos principalmente á Vallado-
lid, basados en la investigación de diversos ar-
chivos, por D. José Martí tMonsó (Leo Roua-
nef^.— Campagne de l'empereur Napoleón en
Espagne. 1808-1800, par Balagny (.\. C.)=i5
Diciembre. Edouard Lambert, La question
de lauthenticité des XII Tables et les Annales
Maximi,(E. Thomas).=22 Diciembre. Jessie
L. Weston. The legend of Sir LancelotduLac,
studies upon its origin, development and po-
silion in the Arthurian romantic cycle. (A*
Jeanroy).= 29Diciembre. Gusta ve Reynier,
Lavic universiuire dans Tancienne Espagne
(Leo Rouanet).
Revue des deux mo.ndes. i. o de Enero 1903
Camille Be//<ttgue, Dante el laMusique.— Fer-
dinand Brunefiére, Corneille et le Teatre es-
pagnol.
Retue Des¿tuoes gKecques. Julio-Octubre
1902. P. Girardy Comment a dú se former Tllia-
de. — P. DupuiSf Le nombre géometrique de
Platón.— Fr. Cumont, Nouvelles inscripiions
du Pont.
La Revue d'Europe. Núm. 12. Diciembre
1902. Le Mystére de l'adorations des Mages
(1401) (Suite).
Revue de Gascogne. Enero de 1903.' A. De'
gert, L'impression des Liturgies gasconnes
•^Tierny et Couaix, Journal de Sentex, archer
du Vice-Sénéchal dAuch (1640-1665). — C/er-
geac. Un manuscrit du xiv^ siécle a Lombez.
[Este códice contiene las glosas de Juan An-
drea sobre el VI de las Decretales.]
Revue de l'histoire des relioions. 1900. Nú-
meros i, Enero-Febrero, y 3 Mayo-Junio. E*
Doutté, Notes sur l'Islám Maghribin, Les
¡ Marabouts, II.=Núm. 4. Julio-Agosto. E.
Doutté, Notes additionnelles sur Ilslám Ma-
ghribin. == 1901. Maiyo-Junio. aM. Tché-
ra^, La légende d'Alexandre le Grand chez.
les Arméniens.— Cl. Iluart, Sur les variations
de certains dogmes de lTslamisme.==i902.
Núm. 3. E. de Fa/e, Introduciion a l'histoire
du gnosticisme au 11^ et au 111^ siécles.— A.
Barthy BuUetin des religions de rinde, Hin-
douisme.— L. Sainéan^ Les riles de la cons-
truction d'apres la poésie de PEurope orienia-
le.=Núm. 4. A. Bouché-Leclercq, La politique
religieuse de Piolémée Soler et le cuite de Se-
rapis.— E. de Faye, Introduciion á l'éiude du
gnosticisme au 11^ et au III^ siécles.— Ch.
Renel, L'arc-cn ciel dans la tradition religieu-
se de Tantiquité.
Rl VISTA DELL£ BJBLI0TECUE E DEGLI ^ARCMIVl^
1902. Julio-.Agosto. Romolo Caggese, Una cro-
naca económica [de Lenzi] del secólo xiv. [Con
cuatro grabados que reproducen miniaturas del
precioso códice en que se halla. ]=Sep ti em*
bre. Zulia Bene//t. Epigoni Foscoliani. Letie-*
re di Giulio Foseólo e della Quirina Magiotii.
—Camilo Vitelli, Códices italici qui Pisis in-
biblioihcca convenius Sanctae Cathcrinae ad-
servantur. = Octubre-Diciembre. Adolfo
Avetta, Di un interesante tema d'esame per as-
piranii biblioiecari.— Alfredo'CAi'ri, I «Trion-
fi» del Petrarca in un ignoto codicetto pisioie-
sc.=G. Graciano, Bibliografía padovana. Ab-
bozzo di una bibliografía di opere stampaie e
manoscriite relativa alia Universitá di Pado-
va.^-lda .A/a5effi-Benctni y Mary Howard
Smith, La vita di Amerigo Vespucci a Firen-
ze. Lctiere inedíie ad Amerigo Vespucci.
M; Serrano y Sanz.
SECCIÓN OFICIAL Y DE NOTICIAS
Con fecha 31 de Diciembre último se conce-
dió licencia reglamentaria al Jefe de 4.^ grado
D. Nicolás de Rascón y Anduaga.
Con motivo de la anterior vacante, han as-
cendido: á Jefe de cuarto grado, D. Alfonso
Nijera y Balanzai; á Oficiales primero, segun-
do y tercero respectivamente, los Sres. D. Car-
los Martín Boscn, D. Manuel Fernández Mou-
rillo y D. José M.» Valdencbro y Cisneros.
Con fecha 14 del corriente se ha concedido el
reingreso al Oficial de cuarto grado D, Ramón
Robles y Rodríguez, siendo destinado á pres-
tar sus servicios en la Biblioteca provincial y
Universitaria de Valladolid.
Con fecha 21 de este mes le ha sido concedí--
da licencia reglamentaria al Oficial de cuarta
grado D. Luis Salves y Fernández.
El día 24 de este mes falleció en Madrid don
Félix Mana de UrcuUu y Zulueta, Jefe aue fué
del Departamento de impresos de la biblioteca
Nacional, donde años anteriores desempeñó la
Secretaria.
Por estar ya acabado este número publica-
remos en el dé Febrero la necrología de nues-
tro inolvidable compañero el Secretario de la
Revista, D. Pedro Roca; la ha escrito D. Mar-
celino Menéndez y Pelayo. ^
REV. DE ARCH. BIBL. V MUS.
TOMO VII.--L\M. I
f.l.i^'-. -i. -,....♦• y ^ -:. -Vijr.
LA CENA
^'ilr^■ATu^A aKL M;5AL TC-fJ-NC
REV. DE ARCH. BIÜL. V MUS.
TOMOVII.-LÁM. II.
^ulotipM 6m Ha^itr j Hmal. tfadriiv.
ENCUADERNACIÓN MUDEJAR
DEL MISAL TOLEDANO
S. XV
c.
P3
-o
Vi
•T3
n
c
o.
3
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4^
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W
09
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3:
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REVISTA
ARCHIVOS, BIBLIOTIÍCAS Y iVíUSEOS
( II ! i T ( » H I A \ « : I I N i . : \ S V I X I 1. 1 A F K s )
OHOAN») oFiriAI. Dl-.I Cl ••i'í't/ I .\0: i. T \I IV'J Dhl. H VMü
(íK !M!J..-h. \ I NA vi:/ \., .MI■.^)
•»M«ic^-«« >■»««•-»-
tkr(i:ra i:poca
AÑO VII
Número 2.
Febrero 1903.
MADRID
TIP. DE LA HEVISTA IiE AH» Iil\«»S BIBLIUTFt.AS Y Mt SKí)S
Calle de Olíd, núm. 8.
1903
necrología
á pesar del corto tiempo que entre nosotros se concede á la
fundamental enseñanza de la lenjjua griega. wSaben también
que por sí mismo, y luchando con innumerables dificultades,
penetró en el estudio de la lengua sagrada de la India ó inició
en ella á otros compañeros suyos, alguno de los cuales honra
hoy el profesorado oficial. Y es notorio que el grande y ejem-
plar maestro de áralxi D. Francisco Codera, á quien se debe
principalmente la actual renovación de los estudios hispano-
orientales, (jue prosiguen animosos varios de sus discípulos,
contó entre los suyos más estimados á Roca y le asoció á sus
publicaciones de textos arábigos.
Estas predominantes aficiones no excluían en el ampli(>
espíritu de Roca otras á primera vista muy diversas. Estaba
muy versado en filosofía escolástica, y alguna vez hizo opo-
sición á cátedras de Metafísica con mucho lucimiento. Pero la
fortuna, que en estos casos suele mostrarse harto caprichosa,
no favoreció su entrada en el profesorado oficial, y le llevó
á otra carrera probablemente más análoga á su vocación y
aptitudes. Cursados, pues, los estudios propios de la antigua
Escuela Diplomática, ingresó en el Cuerpo de Archiveros me-
diante oposición verificada en 1888, alcanzando el número 10
en reñida batalla con numerosos aspirantes. En 1 3 de Agosto
de aquel año fué destinado como ayudante de tercer grado á
la Ril)lioteca l^*ovincial y Universitaria de Barcelona, donde
permaneció hasta el 17 de Febrero de 1889, en que fué tras-
ladado á la Biblioteca Nacional de Madrid, con ascenso de
avudante segundo. En certificación expedida por el venerable
D. Mariano Aguiló, ilustre Jefe de la Biblioteca barcelonesa,
constan los activos servicios que en ella prestó Roca durante
su corta estancia allí, redactando con la mayor prolijidad y
esmero hasta 643 cédulas bibliográficas (278 de autores, 365 de
títulos), algunas de ellas en lenguas exóticas y peregrinas. Ade-
más de este trabajo oficial se ocupó en el arreglo de la Biblio-
teca de la Real Academia de Ciencias naturales y Artes de
aquella capital, escribiendo sobre ella una interesante memo-
ria. Ni se limitó su actividad á los trabajos bibliográficos, puesto
que en el Ateneo Catalán dio un curso elemental de Árabe
para suplir de algún modo la falta de esta enseñanza, que
todavía no figura en el cuadro de asignaturas de la Facultad
de Letras de Barcelona, ni sabemos que hubiese sido materia
\E UcOLCrSlA
de estudio p»úblicc' en aquella ciudad antes de esta tentativa
de Roca.
Aunque los ascensos de Rc»ca dentro de ia Biblioteca Na-
cional fueron lentos p-iT las condiciones reglamentarias de
nuestro CuerT<'. y no f»asaron del m-^iesto catire» de ayudante
primero, que obtuvo en zj de Abril de i >y7, su importancia
dentro de la cx>a fue siempre muy superior á su categoría ad-
ministrativa, s^.ibre tc»do después que una feÜJ tras-ación ]é lle-
vó al departamento de manuscritos, admirablemente d:ri¿:?do
entonces, como ahora, pior D. Antonio Paz y Melia. A las ór-
denes de este profundo y m'xlesto erudito acaKS Roca de for-
marse como palec^ijrafo y empleado técnico. Sus especiales co-
nocimientos le hacían particularmente apto para el trabajo de
catak»;^^ación de ios manuscritos en Icnjtruas clásicas, y de segu-
ro habría llevado á buen término el de los Ccniices latinos, si no
le hubiese salteado tan inesp^Tadamente la muerte.
Cuando la Biblioteca Nacional tuvo la inmensa fortuna de
incorpc-rar en sus colecciones el tesoro de libros reuniíio por don
Pascual Gayanv:os, fué Roca el encargado de hacer el inven-
tario de la Sección de manuscritos para su entrega, y danvio,
según costumbre, mucho más de lo que se le [xnlía, convirtió
aquel provisional documento en un verdadero y definitivo ca-
tálojío, que pronto verá la luz pública en nuestra Rkvista para
satisfacer la curiosidad de l».»s accionados nacionales y ex-
tranjeros que desean conocer cuantij antes aquel precioso
fondo.
El crédito de capacidad y honradez que justamente disfru-
taba Roca le proporcionó, ya que no distinciones oficiales que
no ambicionó nunca, la más honrosa prueba de confianza que
en nuestro país puede otorgar el Estado á un hombre de le-
tras, llamándole á sentarse rei>etidas veces como juez en tri-
bunales de oposiciones á cátedras de Historia y Geografia de
varios Institutos y Universidades. Entre estos nombramientos
merece especial consideración el que le designó como suplente
para las oposiciones de Filología tOf/iparada de la Universidad de
Madrid (18991, P*^'' tratarse de una cátedra de nueva creación,
y para la cual no era fácil encontrar muchos jueces abonados
y competentes.
Pero ni sus tareas oficiales, ni las que desempeñaba en el
Archivo de la casa ducal de Fernán Xúñez, del cual estuvo
IV necrología
encarj^aclo alj^unos años, tienen tanta importancia en la bio-
grafía literaria de Roca como su intervención continua, eficaz,
decisiva puede decirse, en la transformación y el desarrollo de
nuestra Rkvista im-: Archivos, BuVliotecas v \Iust:os, que, gra-
cias á su constancia infatigable, dignamente secundada por
otros empleados del cuerpo, ha visto en los tres años últimos
mejoradas sus condiciones económicas, asegurada su vida in-
dependiente, triplicado en extensión su texto, y honradas con-
tinuamente sus páginas con tales documentos antiguos y tales
firmas modernas, que (bien puede decirlo sin asomo de jac-
tancia (luien tiene la menor parte en el éxito) es hoy uno de los
repertorios más útiles con que la Historia y sus ciencias auxi-
liares cuentan en España. Sólo habiendo sido testigo de ello
puede apreciarse el tesón, el ahinco, el entusiasmo, la fe inque-
brantable que puso Roca en ésta que bien puede llamarse la
grande empresa de su vida. Y para no hablar de otros servicios,
más valiosos sin duda, pero menos j)atentes á los ojos del pú-
blico, obra es de Roca, en su mayor parte, la copiosa y metó-
dica bibliografía que tanto ha contriinn'do al crédito de nuestra
publicación y (jue tantas pesquisas inútiles puede ahorrar á los
tral)aj adores.
Los escritos de Roca son numerosos y se encuentran di-
seminados en muchas publicaciones periódicas. Algunos de
los más importantes permanecen inéditos, entre ellos su tesis
doctoral sobre la Teoría de la declinación árabe, presentada á la
Facultad de Letras de Madrid en lo de Mayo de 1S90, y su
extensa biografía del arabista D. José Antonio Conde, premia-
da en un certamen literario de Cuenca. Sabemos que en ella
se contiene detallada noticia de varias obras manuscritas del
conocido autor de la Historia de la dominaciópi de los árabes
en España (que fué además fecundo intérprete de los poetas
griegos), y se le vindica, dentro de límites razonables, de las
acusacicmcs no injustas, pero sí extremosas y' destempladas,
cine sobre sus estudios históricos han fulminado Dozy y otros
orientalistas. Ksta monografía debía formar parte, según el pen-
samiento de Roca, de una Biblioteca de escritores comjuenses,
para la cual debe de haber dejado abundantes noticias, y casi
redactado el artículo del P. Andrés Marcos Burriel, uno de los
más grandes investigadores históricos del siglo xviii, quizá el
más grande á excepción del W FIórez, á quien igualó en saber,
necrología V
ya que no en la fortuna de dar su nombre á un monumento
indeleble.
Kntre las obras ])ublicadas de Roca son las más dilatadas é
importantes el j)rólo<^o al Hitof^adesa, célebre colección de cuen-
tos, traducida del sánscrito por su fraternal amigo y condiscí-
pulo el profesor de la Universidad Central D. José Alcmany;
el estudio titulado Orígenes de la Real Academi'i de Ciencias^ que
forma parte de la miscelánea con (jue en 1S99 me honraron
varios amigos con ocasión de cumi)lirse el vigésimo aniversa-
rio de mi |)rofes()rad(); y la biografía, desgraciadamente incom-
pleta, de D. Pascual de Gayangos, cuyos primeros capítulos
han vis'co la luz en nuestra Rkvísta. Todos estos ti'abajos coni-
prenden mucho más d(í lo cjue su título indica. Kl prólogo del
Hitopadesa j)uede estimarse como un cuadro casi completo de
las tentativas hechas por los españoles para lograr algún cono-
cimiento de la lengua y literatura de la India Oriental antes
que se estableciese cátedra oficial de ella. El ensayo sobre los
orígenes de la Academia de Ciencias abarca una parte muy
considerable de la historia intelectual de España durante el
pacífico y civilizador reinado de Fernando VI, con gran copia
de datos inéditos sobre varones tan preclaros como D. Jorge
Juan, D. Ignacio de Luzán y D. Luis José Velázquez '. Final-
mente, la ]^ida de Gayangos y escrita en la manera abundante y
minuciosa de las buenas biografías inglesas, hubiera sido una
cabal historia de los estudios de erudición española durante la
mayor parte del siglo xix, agrupándolos en torno de aquel
maestro inolvidable y l)ibliógrafo sin segundo, que con sus
obras propias y con su iniciativa y consejo en las ajenas, fué
de los que más eficazmente despertaron el movimiento de in-
vestigación (pie dura todavía, tanto en el orden de los estudios
hispano-orientales, como en la historia política y literaria de la
España cristiana.
No nos detendremos en otras producciones de Roca, esti-
mables todas por la erudita diligencia y la honradez crítica que
manifiestan. Pero no hay duda que él valía más que sus obras.
Lo mejor de su espíritu se fué con él á la tumba, y no volverá
á habitar entre nosotros ni á regocijar nuestras salas de traba-
I Sirven de complemento á este trabajo otros dos publicados en nuestra Re-
vista con los títulos de l.a Academia Amistosa Literaria de Cádi^ y i). José Car^
2>onel, Secretario de dicha Academia.
VI necrología
jo con su franca alegría. Acatemos los inescrutables designios
de la Providencia que le sacó de este mundo cuando había lle-
gado á la madurez del entendimiento conservando la simplici-
dad del corazón, y sírvanos de consuelo que los gentiles mis-
mos, según la tierna y melancólica sentencia de uno de sus
poetas cómicos, estimaron por varón predilecto de los dioses
al que moría joven.
M. Menkndez y Pelayo.
REVISTA
DE
ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
(HISTORIA Y CIENCIAS AUXILIARES)
Año VII. — Febrero de i^oS. — Nlm. 2.
LAS ESCULTURAS DEL CERRO DE LOS SANTOS
CUESTIÓN DE AUTENTICIDAD
I
Con este mismo subtítulo escribió el sabio arqueólogo francés Mr. Léon
Heuzey, Director delMuseoOriental vGriego del Louvre,unaMemoria que
leyó ante la Academia de Inscriptions et Selles Lettres de París en sesión
celebrada el 18 de Abril de 1890, presentando cuatro vaciados; uno de la
estatua mejor y más grande de las descubiertas en el Cerro de los Santos,
existente en nuestro Museo Arqueológico Nacional, y tres de otras tantas
cabezas de igual procedencia y colección. Dicha Memoria, publicada en
el Bulletin de aquella alia corporación, y con dos hermosas láminas re-
produciendo los vaciados en la Revue d'Assyriologie et dWrchéologie
Oriéntale », reconocía por origen el viaje realizado á Madrid por el autor
en el otoño de 1888 y la impresión que había recibido al examinar las
dichas esculturas que en el Museo de la calle de Embajadores ocupaban
por entero el llamado Gabinete de Yecla '.
El mismo Mr. Heuzey, al comienzo de su trabajo, expone claramente
la cuestión, diciendo que cuando España envió á París ciertas colecciones
de- antigüedades, para que figurasen en la Exposición Universal de 1878,
envió también c<una serie de vaciados reproduciendo extrañas estatuillas
de piedra caliza, de un trabajo bárbaro, á la vez pesado y rebuscado,
comparables en ciertos puntos á las obras más toscas de la escultura gala ó
1 T. III (1891), pá|{. 96. Statues espagnoles de styie greco-pfiénicien ; planchas III y IV.
2 Antigfledades de Yecla se han llamado y se llaman, impropiamente, a las descubiertas en
el Cerro y su rontorno, á pesar de hallarse el Cerro en la provincia de Albacete y el pueblo
Yecla en la de Murcia. Obedece el hecho á que no hay otro punto más cercano al dicho paraje.
3.* áPOCA.— TOMO Tin. 7
86 REVISTA DE ARCHIVOS
romana con reminiscencias torpes del arca'smo griego y del lsiíIo orien-
tal, sin contar las inscripciones en caracteres de apariencia lenicia, griega
ó celtibérica grabadas en muchas de estas figuras. Llamaban sobre todo
la atención, entre otros adornos extravagantes, inverosímiles tocados de
mujeres, que parecían inventados po- una imaginación empeñada en
buscar formas exóticas y caprichosas: altos gorros p.mtiagudos. turbantes
en forma de bolas, mitras cuadrangulares que se ensanchan por su parte
alta.»
«S-jgún parece, estas estatuas españolas no obtuvieron gracia del ar-
queólogo eminente (Mr. Adrien de Longpérier) que presidía con grande
autoridad y brillante éxito la organización de la exposición retrospectiva
del Trocadero. Se estaba naturalmente en reacción y en desconlianza
contra la manía de los orígenes fenicios, que reinaran desde larga fecha
en muchos puntos del litoral mediterráneo, pudo abrigarse el temor de
que esta vez fueran ciertos. En resolución, los vaciados venidos de Madrid
fueron dejados, acaso no sin malicia, en un pabellón separado y expues-
tos entre las curiosidades modernas de España. Allí los encontré y tuve
ocasión de examinarlos curiosamente. Confieso que mi primera impresión
no les fué favorable. Sin embargo, junto á los vaciados había algunos
restos originales del mismo estilo, enviados como muestras de la piedra,
y que me parecieron de una ejecución bastante franca y de un aspecto
bastante antiguo, tanto como era posible juzgar por tan débiles piezgs.
Este detalle había bastado para dejarme perplejo y para mitigar la incre-
dulidad mía.)>
Antes que Mr. Heuzey suscitase esta cuestión difícil, otro sabio ex-
tranjero eminente, al cual debe muchísimo el conocimiento de las anti-
güedades hispanas, el Prof. Emilio Hübner, de Berlín, la había tocado
con tanta habilidad como intención en la obra escrita en castellano y pu-
blicada en Barcelona en 1888 bajo el t.'tulo de La Arqueología de E^pa^
ña ^ pues después de dar cuenta del Cerro de los Santos y de sus anti-
güedades, y mencionar con toda circunspección cuanto hasta entonces se
había publicado sobre el particular, dice al final, refiriéndose á los obje-
tos de Yecla conservados en el Museo de Madrid: «Hay entre ellos tam-
bién algunas falsificaciones». Lo cual, observa Mr. Heuzev, oviene un
poco como la flecha del parto».
1 Páginas 236 á 238.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS Xj
Pero justo es d^cir que antes d;» que se dijera en el extranjero y en
htras de molde que entre los objetos de Yecla había falsificaciones, se
venia diciendo aqu;, lo decíamos en nuestras conversaciones y era, por
decirlD así, cosa corriente entre los arqueólo^^os y aficionados. Kn un
principio, esto es, á ra'z d-*l descubrimiento de esas esculturas en ei
Cerro de los Santos, sorprendieron de tal manera sus extraños caracteres
sin precedentes, que nadie dudó de su autenticidad: ni D. Paulino Savi-
rón, que practicó las escavacionjs. ni D. Juan de Dios de la Rada y Del-
gado, que lleno de entusiasni") acometió el estudio de ellas haciéndolo
tema de su Discun;') d: recepción en la Academia de la Historia en iSyS.
Todo el mundo crey,') de bujna fe que nuestro Museo tenía en esa colec-
ción un verdadero tes )ro arque )ló;4Íco. Fl Sr. Rada dividió su estudio en
dos partes principales, dj Jicadas una al punto de vista artístico y otra al
cpi¿;rdtico. Acaso fué este delicado punto el que sirvió dj partida á los
recelos y reservas con que ali^unos espíritus suspicaces empezaron á mirar
esas antit^üedades. I-^Uo es que si en un principio se aguardó d conocer lo
que decía en definitiva la ciencia sobre esos extraiijs objetos, cuando se
hubieron conocido las conclusiones, los pareceres se dividieron: quienes,
acaso los más, S3 mmifestaron djJos)s; q.iÍ2nrs incrédulos en absoluto;
quienes, los menos, decidid Ds dit'ens3res d: la autenticidad de todas las
piezas. Las dudas no sj manifestaban ace/ca de l.i totalidad de las figuras,
sino do algunas de ellas, ante las cuales solía arrojarse sin vacilación el
-dictado do falso.
Tal era el estado d: opinión acerca de este asunto cuando el autor de
estas líneas se encargó de la sección I del Mus^o y sustituyó en el cargo
de Jete de la mis na al Sr. Rada. Comprendiendo que se trataba de un
pleito en e' cual no era posible fallar sin un detenido estudio y sin aquella
autoridad que en la vida oficial dep;índe más que de la ciencia de la posi-
ción lograda, esperó momento oportuno de acometer tal empresa. La
contemplación constante de una cosa, y más si ésta entraña un problema
en cuya resolución tiene el contemplador alguna responsabilidad, pesa
mucho en un espíritu habituado á observar y comparar. De aquí que
yo, sin abordar la cuestión, pues atendía ante todo d la reorganización
de aquel departamento puesto bajo gii cuidado, y en el que había ya miles
de antigüedades de muy distinto género, las cuales era necesario inven-
tariar, catalogar y reinstalar con arreglo d un nuevo plan sistemático,
me había ido formando un criterio respecto de aquellos extraños ob-
88 REVISTA DE ARCHIVOS
jetos; y en el artículo Cerro de los Santos que hice para el Diccionario
Enciclopédico hispano-americanOy en cuyo tomo IV se publicó, en 1888,
escribí: «No ha faltadj quien niegue la autenticidad de algunas figuras
de carácter egipcio y de animales, como asimismo las inscripciones, aun-
que estén en estatuas antiguas. Las estatuas dudosas son en muy corto
número; en cuanto á las inscripciones hay que esperar que en no lejano
día se haga luz respecto de ellas». Dado el carácter puramente informa-
tivo de los artículos que sin fírma redactábamos les colaboradores de
dicho Diccionario, no pude yo decir más en aquellas páginas sobre ese
particular; pero sí reflejar en tales palabras mi propia opinión y la con-
fianza de que el Dr. Húbner, á quien había yo ayudado á sacar calcos de
todas las inscripciones del Cerro existentes en el Museo, pronuncia-
ría pronto un fallo definitivo acerca del aspecto epigráfico de la cues-
tión.
En esto estábamos cuando vino á Madrid Mr. Heuzey, que, como él
mismo dice, recibió ante las estatuas originales una impresión bien dis-
tinta de la que había experimentado en París. «Llevaba, dice, más que
desconfianza; pero apenas paseé mis ojos por la colección, tuve el senti-
miento de que se hallaban ante mí, junto á piezas difíciles de aceptar, una
serie de objetos procedentes de escavaciones auténticas, los cuales forma-
ban un conjunto arqueológico de alto interés.»
Hace constar el sabio francés que si tan curiosas antigüedades no ha-
bían sido bien recibidas y apreciadas por los arqueólogos de otros países,
no había sido por culpa de España y de sus hombres de ciencia, que desde
luego reconocieron la importancia de tales piezas y no habían cesado de
señalarla.
Daba luego cuenta del hallazgo de antigüedades en el Cerro y de su
copiosa bibliografía; y señalando el hecho de que los arqueólogos extran-
jeros c<no habían tocado á estas antigüedades, sospechosas, á lo menos
puestas en tela de juicio, sino con suma precaución y, como suele decirse,
con guantes», reconocía el aspecto auténtico de muchas, las principales,
esculturas, deteniéndose por fin en el estudio de la indicada estatua grande
y de las tres cabezas, que fueron las piezas por él escogidas de intento
entre las que no tenían inscripciones, pues sólo atendió á estudiar la parte
artística. Los vaciados que le sirvieron para su demostración fueron he-
chos para él en nuestro Museo, que se los regaló con destino á la galería
de vaciados del Louvre.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS SiJ
El viaje y la Memoria de Mr. Heuzey fué el punto de partida de una
corriente de investigación científica que desde entonces viene haciendo
Francia en nuestro país, tanto por el campo de la Arqueología como por
el de la Literatura. La primera muestra de ello fué la excursión informa-
tiva que realizó por España Mr. Arthur Engel, en 1891, comisionado por
el Ministro de Instrucción pública de Francia, dirigiendo especialmente
sus esfuerzos y su atención al esclarecimiento de la cuestión rfe autentici-
dad de las esculturas del Cerro de los Santos. Acompañaba á Mr. Engel
un dibujante y ambos trabajaron durante varios días en el Gabinete de
Yecla del Museo. El fruto de las pesquisas del nuevo investigador se pu-
blicó dos años más tarde, formando una curiosísima Memoria, de la cual
forzosamente hemos de ocuparnos más adelante. Bastará decir aquí que
después de hacer un detenido análisis de las distintas opiniones emitidas,
declara el verdadero fin de su viaje empezando por recordar las palabras
con que Mr. Heüzey terminaba su trabajo, en las cuales indica la conve-
niencia de hacer sobre el terreno una información (un enquéte) en toda
regla. oPara practicar esta información, dice, demasiado tardía por des-
gracia,.me hallaba yo en Almansa el 24 de Febrero, luego el 25 de Octu-
bre de 1 891, veinte años después de las primeras escavaciones.» Añade
que no sin desconfianza indagó si se habían hecho en tal época trabajos
escultóricos en el país, examinó con curiosidad los escudos de armas, ca-
piteles, etc., de las construcciones viejas; visitó el Cerro y aun removió
sus tierras, recorrió la región y las casas de los aficionados que conserva-
ban antigüedades, de las que algunas consiguió llevar al Louvre, y alguno
de aquellos le puso sobre la pista de cierto sujeto al que llamaremos nos-
otros el relojero de Yecla.., Acaso esto fué más de lo que esperaba mon-
sieur Engel, puesto que no solamente pretendía apreciar la falsificación,
sino descubrir al falsificador, y él creyó encontrarle.
Entre tanto nosotros, en el Museo, ignorantes de tal enquéte, nos pre-
parábamos á ocuparnos de las antigüedades del Cerro. Ampliado el local
de la Sección con una gran sala para la cerámica clásica y con una gale-
ría para los bronces, era llegada la hora de colocar dichas muestras del
arte ante-romano de España en el lugar que les correspondía dentro del
proceso histórico, entre las del arle oriental y las del arte griego. La oca-
sión era propicia para separar lo auténtico de lo falso, pues la mezcla es
lo que más perjudicaba al efecto producido por el conjunto. Acababa de
encargarse de la Dirección del Museo el Sr. Rada, el cual encontró algo
90 REVISTA DE ARCHIVOS
radical el criterio que pretendía yo seguir en la instalación. Dos años más
tarde, cuando instalamos definitivamente el Museo en el Palacio en que
hoy se halla, al crear en él la Sala ibérica y dar preferencia en ella á las
antÍL;ücdades del Cerro, aunque tropezaba con la misma dificultad, hice
lo que pud2.
Hecho esto por mi parte, quedaba aún otro trabajo que hicer y era
abordar en una Memoria la delicada cuestión de autenticidad en lo que al
Museo atañe. Mi propósito de hacerlo estuvo contenido por razones de
prudencia y aun más por consideraciones de amistad, que fácilmente
comprenderán mis compañeros. Pero hoy las circunstancias han variado^
En el curso de Arte antiguo en España, que explico en el Ateneo, he po-
dido, sin temor á herir la susceptibilidad de nadie, y puedo ahora en esta
Revista, puntualizar extremos, como estoy en el deber de hacerlo.
Voy, pues, á señalar, se¿;ijn mi criterio, cuáles son las piezas auténti-
cas del Cerro de los Santos y cuáles las falsas, en la colección del Museo.
Pero antes es indispensable repasar la historia de tan interesante pá-
gina de la Arqueología ibérica y exponer la doctrina tal como lo permi-
ten hasta ahora, los descubrimientos y trabajos sucesivos. Al hacerlo es
menester, por interés científico y por deberes de patriotismo, hacer cons-
tar toda la verdad de los hechos.
José Ramón Mélida.
(Contitiuará.)
BERNARDO DEZ-COLL
ES BL AUTOR ÜE LA
CRÓNICA CATALANA DK PHDRO IV KL CEREMONIOSO DE ARAGÓN
QUE FUÉ ESCRITA POR LOS AÑOS DE 1 365 Á 1 39O
(Continuación,)
Ja Crónica.
Para completar el estudio que nos hemos propuesto, vamos á hacer
algunas consideraciones que nos; sugiere la lectura de la misma Crónica,
estudiada desde el nuevo punto de vista de ser Bernardo Dezcoll, por en-
cargo del rey, y no el mismo rey, quien la escribiera.
Lo primero que ocurre preguntar es:
¿Quién sngiriÓ á D. Pedro la idea de la Crónica?
El pensamiento de escribir un libro en donde se narrasen los hechos
más gloriosas de su remado debió sugerírselo el ejemplo de su tatarabuelo
BIBLIOTECAS Y MUSEOS (JI
D. Jaime I el Conquistador con la suya. Este monarca hab/a dejado gran
renombre popular, tanto en sus estajos como en su familia, IlegandO|al-
gunos. y entre ellos el Ceremonioso, al extremo de darle el dictado de
Santo. Desde D. Jaime, pues, venía sosteniéndose en la familia real y
corte aragonesa una gran corriente de cultura literaria y artística, y sí
nos remontamos á los .antecesores del Conjuistaiior, también encontrare-
mos á monarcas como Alfonso I! y Pedro 11, grandes protectores de los
trovadores de su época, algunas de cuyas poesías han llegaJo hasta nos-
otros. Pues bien, D. Jaime probablemente escribió su historia en un pe-
ríodo de descanso que le dejó el gobierno de sus estados allá por el año
de 1272, retirado en una quinta de las faldas del Moncayo, llamada To-
•rres Alies », como compilara antes para la educación de sus hijos el lla-
mado Libro de Doctrina ó Libro de Sabiesa, ignoramos cuándo y
dónde.
En su palacio vivió y su liberalidad acogió y mantuvo á Cerverí de
Gerona, uno de los últimos trovadores que la lengua provenzal emplea-
ran. Sus nietos Jaime II y Federico de Sicilia, fueron decididos protecto-
res de las letras. A este último dedicó una de las primeras traducciones
en prosa, que conocemos, de la Eneida de Virgilio, compuesta en italiano
ó mejoren dialecto siciliano, el maestro Guillermo Angelo di Capua. De
Jaime II, primero de Sicilia y luego de Aragón, sabemos que protegió á
literatos cristianos y judíos, que escribieron diferentes obras durante su
reinado. Tales son Jahuda Bon Senyor, judío de Barcelona, á quien en-
cargara el Libro de los Dichos y Sentencias de los Filósofos, escrito en
catalán probablemente para la educación de los Infantes, de quienes fué
maestro Ramón de Benajhá, según tenemos visto en los Archivos de la
Corona de Aragón. Posteriormente, en i3ii, el fraile dominico Pedro
Marsilio, presentaba al rey. quien se holgó mucho de ello, un domingo al
salir de misa en la iglesia de Dominicos* de Valencia, un libro primorosa-
mente encuadernado, unos comentarios en latín de la Crónica que Jaime I
escribiera en catalán -. Por cierto que alcanzó esta obra, sin duda por la
lengua erudita en que estaba escrita, mayor renombre y popularidad que
la del propio rey, aun entre los mismos de su propia familia, á juzgar por
1 Ba laguer.— /fiifon'a Je Cataluña.
2 Tal obsequio valiera á su autor el ser noribrado ilonsejero, Kinbajador y Cronista de aquel
Monarca.
92 REVISTA DE ARCHIVOS
el número de ejemplares que de la misma existían en la Biblioteca real
de Aragón ».
Pero volvamos á la cultura de los infantes aragoneses. Su hijo D. Redro,
Conde que fué de Prades, compuso una especie de poema alegórico de se-
tecientos versos, que recitaran los juglares cuando la fastuosa coronación
de su hermano el primogénito en Zaragoza ^ (iSaó). El otro infante, Don
Pedro, Conde de Urgel, lo mismo que sus sucesores, fué gran aficionado á
los libros y protector de los hombres de letras, habiendo escrito un tratado
de Gaya Ciencia 3. .
Otro tanto ocurría con la rama de Mallorca D. Jaime III el Despojado,
que tan caballerosamente supo perder la cabeza en los campos de Llunch-
mayor, (1349) había compilado en lengua latina las costumbres palatinas
de su corte. A este propio Monarca, ó tal vez á su hijo Jaime IV el Desdi-
chado, durante los i5 años que le retuviera preso en fuerte jaula de hierro
su tío el Ceremonioso, dedicaba Fray Antonio de Ginebreda una traduc-
ción catalana del Libro de Consolación de Boecio; y siguiendo la ilación
interrumpida de la casa aragonesa, hemos de añadir que hasta las mismas
1 En efecto, eo el inventario de la librería de D. Martín, hecho después de su muerte y pu-
blicado por el Sr. Massó y Torrens (D. J.), no se encuentra en tan voluminosa lista ningún ma-
nuscrito de la Crónica de Jaime I. Sólo el núm. 209 habla de unas letras del rey D. Jaime: «ítem
un altre Ilibrc De Letres del Rey En Jacme en Lemosi scrit», mientras que del Marsilio fíguran
dos ejemplares que el Notario describió así: «36.— ítem un altre Ilibre appellat Vida del Sant
Rey en Jacme en lati scrit en pergamins, ab ports de fust, cuben de cuyro vermell emprenptat
sens tancadors lo qual comen<;a en la rubrica de vermello «Incipiunt capitula» e en lo negre
*nc conjunctione domus imperatoris* e faneix «M.° CCC tertio décimo quarto nonas Aprilis.»
«237.— ítem un altre Ilibre appellat Vida del Sant Rey en Jacme tn lati scrit en paper ab ports
de fust cubert de cuyro vers ab tancador de cuyro vermell, lo qual comenta lo vermello «Inci«
piunt capitula» c en lo negre «De coniuncione domus imperatoris» e faneix en la derrera carta
«Anno Dumini M.^ CCC.<' XIII nonas aprilisj»
2 Vid. Muntaner, Crónica, cap. 297 y 98. Edición de Bofarull.
3 «Carta del Rey D. Martín ofreciendo al Conde de l.'rgel libros de gaya ciencia.
Lo Rey.
Comte car cosi. Vostra letra havem reebuda, noiificant nos que com vos tcmps ha haiats
€omeo<;»t un libre de la sciencia gaya, lo qual havcts dre^at a nos, e a la perfeccio daquell ague-
sels necessarias despendicies de ca^a singularment de vcnadors plagues a nos emprestar vos lo
libre de la cafa quel compte de foix trames al rey don Johan frare nostre que deus haya. E res-
ponemvos que nos apres que nos som vcnguts de Sicilia vehents que lo dit libre era pus neces-
sari a nostre molt car primogenit lo Rey de Sicilia que a nos emviamli aqucll e per con^eguent
no es en poder nostre. Empero nos en tepim I altre sobre fet de la ca^a axi matex lo qual ab
altres molts libres nostres es a Baichinona. Com plaura a Deus hi siam nos lous trametren per
tal queus en pux its ajudar en la ubra dessus dita. Dada en Valldaura sots nostre scgell secret a
XXVIIII dics de octubre del any MCCCCIIII. Rex .Marti lus.
CoTiiii Urgel'i. (R>cg. 2248, fol. 71 v.)
(Publicado por mi amigo el laborioso Archivero Andrés Giménez Soler, en su iateresantí-
sim i obra titulada /). Jaime de Aragón, último Conde de Urgel. Memoria leída en las sesiones
ordinarias celebradas por la Real .\cademia de Buenas Letras los días 11 y 25 de Abril de 1899,
que es de donde lo tomamos, pág. 78, doc, VIL Barcelona. Hijos de Jaime Nepus, impresores.
Calle del Notariado, 9. 1899.)
BIBLIOTECAS Y MUSEOS qS
infantas s? entregaban con apasionado acento al cultivo de la poesía. Tal
ocurre con doña Constanza ', hermana de Pedro IV y esposa del último
monarca mallorquín arriba citado. Así pues, nada tiene de extraño que
siguiera y continuara Don Pedro la tradición literaria de sus mayores,
mandando escribir multitud de libros y ordinaciones, tales como las de la
Orden de la Caballería de San Jorge, las de la real casa de Aragón, (que
no son otra cosa que las que publicara cuatro años antes en latín su cuña-
do el de Mallorca) ni que hiciera componer libros de Astronomía á Dal-
mau Ses Planes ^, ni que encargara costosos mapas-mundi al judío mallor-
quín Jafuda Cresques (iSyS) para la educación del Príncipe D. Juan, naen
valde llamado después por sus afíciones el amador de toda gentileza, ni
que mandara traducir al catalán, al fraile Guillermo Ses Comas, el Alcorán
de Mahoma, ni que ordenara, por último, componer la Crónica de su reí-
nado á su Maestro Racional Bernardo Dezcoll. Tanto más cuanto que e'l
mismo no se desdeñara de satirizar y poner en solfa los desinteresados é
ideales matrimoniales de su primogénito, que tanto malbarataba con sus
platonismos los planes de su política ambiciosa; así le vemos componer
aquella poesía, que ha llegado hasta nosotros, y que empieza
Mon car fil per sant Anthony, etc.
y nos dejara aquella media docena de consejos ó precauciones de hombre
de gobierno sutil y escarmentado, que con el nombre de Motius del Rey En
«
1 Véase sino la siguiente apasionada poesía que dio á conocer el doctísimo Milá y Fonta-
nals en la Revué des langues rvmaines:
E iz yeu ain tal que's bo e belh Sin breu de^ay no us vey tornar
E suY Kí»y* <^o' blanch auzelh Que tant me tarde labrassar
Que per amor cri ■. son ch .nt * E rayssonar
E suv senyora e capdelh. E tota res
En vueylh.qu' en amor nosn'apelh E quant me pens que us n'ets anatz
Car sur totes suy mils aman, E no tornats
Que chausit ay lo pus presan E quant lunyats vos ctz
El mils del mon, e 1 ame tant Desesperáis caix viu mon cor
Quez en pensan lo cucy veser Per p luch no mor
K car teñir í>>'n breu no n* hay guirensa.
E cant nos ver Tornad:»,
Un dcsespcr me fer tan gran. Merce mairits que sufren pas
Cant lo sav lav ves Fransa. Los mals qucn dats c dons tornatz
Lanyoramcnt. el gran desir Que cap tresor
Quien ai per vo^, me cuid alcir No val un cor
•Mon dols senyor e car que per vos mor
E ben llcy poray tosí morir al amorosa pensa.
Per vos qu'ieu am tant c dezir
2 Publicado por Massó en 1890 con este título: «Tractat dAstrologia o sciencia de les steics,
compost baix ordc del Rey en Pere III lo Ceremonios per Mestre Perc Gilbert y Dalmau Planas
ab la colaboracio del juheu Jacob Corsuno». Imprenta de Giró. Barcelon-».— 42 págs.
(Jl REVISTA DE ARCHIVOS
Pcrc publique años hace ». Con una oorte,pues, donde en tal aprecio se te-
nía á las letras, no es de extrañar que sea aquella centuria el siglo de oro
de la literatura catalana y floreciesen monarcas de alkiones tan refinadas
y cultas como D. Juan I y su hermano D. Martfn, que protegen á alqui-
nistas como Jaime Lustrach, astrólogos como Cresques de Viviers, cartó-
grafos como Jaime Rív.s, músicos extranjeros como Everly, ni que se
instauren en i3y8, en Barcelona, los Juegos Florales de la Gaya Sciencia á
imitación de los de Tolosa, ni que en Mallorca, Valencia y Cataluña flo-
rezcan literatos, poetas y íilósofos como Bernatt Merge, autor de un Somni
y de un Elucidari; Jaime Conesa, que traduce ai catalán las Crónicas
Troyanas; Jaime March, tronco de una familia ilustre y autor de poesías
y de un Dicionario de la rima; el valenciano Jaime Roig autor del libro
de La^ Dones; el mallorquín Guillermo de Torrella, autor de una fábula
del ciclo del Rey Artús; Berenguer de Noya, autor de Lo Mirall de Tro-
bar ' Guillermo Vadell, autor de una Métrica, que se ha perdido, secun-
dado dicho movimiento por religiosos tan notables como el polígrafo
Francisco Kximenis y los teólogos San Vicente Ferrer y su hermano Bo-
nifacio, Fray Bernardo Oliver, Obispo de Huesca, autor del Libro escita-
iotario del Pensamiento á Dios, el popularísimo fraile mallorquín Fray
Anselmo de Turmeda, fraile moralista y satírico, que, después de apos-
tatar, marchó á Túnez y alcanzó renombre y escribió libros en árabe
con el nombre del moro Abdalá 3.
#
1 Vid. Bá)leiín Soc , .Vrq. Luliana. (Año 181)2, pág. 143)
2 Ksiá á pumo dt ver la luz pública el primer volumen de las Poéiic.is caiaUnas medioeva-
les que comprenderá el antedicho libro de Nova y la .Voi'd Árt dt Trobarótl caballero Francisco
de OU\a. \ esios opúsculos se^juirán: Ham«»n Corncí, /)<»cíniia/ de Trabar; Ramón Casteilnou»
Compendi déla vicis: M-rch (Jaime) /,í^r<» de Conccrdancies^: Lluis dA versó, rorcimany;
reramanKi^ de Pisa y una traducción de la Retorkha del Brureto Latino.
;< \ continuiciÚQ publicamos un inieresaniisimo documento inédito y desconocido refe-
rente á los últimos tiempos de su ap<'stasia.— Se lo teníamos ofrecido al con justicia .Morado
patricio y literato catalán nuestro bondadoso ami^o O. Víctor Bala^ucr, h. ce poco arrebatado
por \:\ muertí', para una de las futuras ediciones de sus obras.
FRATRIS KNCtLMI TL'RMKD.\. Nos Altonsus etc. Tenore presentis ceriis ex causis
animuin nos:rum moven ibu^ et e\ ccrt« nostra >ciencia sub verbo ct lide nostris Regalibus
guidamus afíiJamus el as ecuramus vos dilecium nostrum natrem Kncelmum Turmeda alias
Ai CÁYDl'St .íBüALLá iia quod libere ci secure et absque impedimento novitate el detrimen-
to cutusquam cum quiDusvis navíbus ga'.cis b.ir^antinis et alus fustibus maritimis tam Chris-
tianorurn quam sarracenorum et iin nobis amicorum quiin inimicorjm possilis et libere va-
leiti> una cutn u.\oribus ñliis et liliabuN serviioribus e: ^ervitricibus sarracenis et christianis
auro ar^^ento pecuniis mercanciis et JÍiis qaibu^cumque rebus et bonis vestris et aliorum cujus-
cumque f jerint speciey numeris seu valorem et quoru n nomina specien valorem el numerura hic
haber: volumus pro sufticienter expre^sis cí comprehensis posiiis et libere raleatis recedere ad
civitatem seu portu Tuniciiti ali.s quibuÑcu'nque civiij ibus terris castris el portubus Regís Tu-
nicii seu altcriu'i caiusbrseí ad quasv.s<.iv:t.ites térras et castra ac portus et plagias nostrorum
Regn.>ru:n terr.iru-n et marium tan citra quam ultra inarinorum reñiré inibique vos cam dicta
Volviendo pues ¿i njírstri' asen:- '■■jrrí'jy -t átz' qut •; "j- -r. ,j^ ::;.-
las añcion-js :"ue mijy aai:- ¿ '.é:»- jsr.-ras erjaiiai-. a-» t. aut Tis^::* ¿iuTIc «
menudo en sus esc^:::^^ ;• pí'-.'&r '.tu-:. ; ;;r. sj-r jí;:;ílV-'- :■.;.:._ • - : ^•
c:inseier:>s y eTiba^ad-.'e.-. y t- !ci« ¿rtrija.- c >- i)-!*--:»- :■-■.■:..,:._ =i-i:
de>de los pL:-p:to> ar ".a^ j-:ie>:L''-. at r.,.: :-r jie it-xiiv i-':-..--.* . ■: .«r
ZLie enionces y d;^'L'.:t s.^i-.»^ -jt :_'v:_-':'t :rL::i'.¿ w.-z.-ót .«? £. — -
r.js r-Líblicas.
«putera m-jy aaa:- l .t it-">'L Dt :".•' la- 'j'> •' a-.'j.¿:'t •-- r::rr r:
le >jy£ cjarid:- Zire • Er :l. j:»- '^■; i Ni" :;.lí íí'¿:: .íi T'.rz-r'.;
^.I■^a^ jie «a rji'dí. jjt ri'. ti'.*? *.li l" v ai_v-.'-asi T^Hí' i. ' ■tr-u.i^.r:. .' i.
yr'di' t. lirr: :■ ::r:': -l jt - ^t::;;': iLti-ti-^í;.: *: ^*iwr -e- -r: .^.-rt
--cridí' :!:::::■ -r. .'.-"r-. av r.«- t'j'i'j'" : 'f. st b*_-':.'¿ '.aziiTr.:: .:. .« ^:."=r
JITjI- .c " i.ú 3r r"* -.-'--' le -■•- *.t.'' i ' tr -. , tt j '. l'-'^'i 'i'.*: •■*i^ — . ;
ir^ .Ta'. itn-ra jt:r. -.a-*:' .¿r *.! r .-; t- «' i-fr-.L' :íí: :■:■•' ::. I .L-irrn.
~e'. r-a! r.ar* a ya c .a :.¿.::.'' -.a jt ::•.•• •,': lí: _'i'. ::jí: i-t.^.í!:; ¿ .*, ■ r--
^ i»r. a-'írrt.ic. 31'. TTj'.'''.a' »t j-*! 't r _* _' ít' ■ t _". i l irr r**! ' r-i"*
.i ara:*: f r .-ri-t:*. C-."c'*.t v : • -j—C'. 'jt r'.- :t :;í:- '^-.r. '..:.• L'»J._t zji -¿t
•L^U í--^t ■-. :-r- -; -■:■- ' -■■: - -"---■: -:.- ■ -: - • " -í:. "r -..• i . • :í--
• 'n.-'L-z :'.•:.■:'•. •- '■.'--. : 'i.v- ;-'. ' .: ; : \.:r-_¡:-:t :í" :.ii.
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: :.a.--
i. — *.-..;►::. L -
. :- , ji *'.*'
ii-w'-t - í#«".
96 REVISTA DE ARCHIVOS
Tales lecturas debieron producir extpaordinario efecto en el ánimo' de
aquel monarca, pudiendo influir también el deseo de sincerarse ante la
posteridad y ante la historia de la usurpación del reino de Mallorca,
porque es de advertir que el capítulo más detallado y extensamente escrito
€8 el capítulo III *, en donde se narran las diferencias con el de Mallorca
y expoliación de su reino. Que el fallo de la Historia preocupaba mucho
á D. Pedro, nos lo declara él mismo cuando dice: «Asimismo fué roto y
hecho pedazos el sello de la Unión, á fin de que nada apareciese de los
actos antedichos en el porvenir, ni pudiese demostrarse nada» (pág. 282),
y en la carta que insertamos más adelante donde dice: «El otro capitulo
(VII) que trata de la rebelión del Juez de Arbórea, tenemos por bien que
sea hecha mención en él de todos los hechos, aunque los haya de gran
mengua para Nos, porque justo es que si contienen las provisiones que
Nos ordenamos, y Dios quería castigarnos á Nos y ayudar al Juez, por
esto no resultaría que Nos no obrásemos con diligencia en aquellos he-
chos, y nuestros sucesores podrán apreciar nuestra diligencia.»
Pero su preocupación constante fué la causa de la Casa de Mallorca,
acerca de la cual decía á su Cronista á raíz de la última intentona: «Por
lo que toca al hecho de las compañías de este año, no nos parece que se
deba hacer mención de ellas, porque hecho alguno bueno no se ha seguido,
ni aun puede seguirse ninguna conclusión buena. Como que se trata de un
hecho que es cosa juzgada.»
Biblioteca oniversitaria de Barcelom, su grande y hermosa letra dan cierto carácter de verosi-
militud á semej:inte especie, si bien las variantes que en i\ se notan con los nueve códices res-
tantes que conocemos, de>v mecen semejante aserto. Nada tendría de extraño que el mismo
códice de Poblet, recien acibado de escribir, hubiese sido presentado al rey por el Abad Pedro
de Copons, quien lo mandara escribir á ñn de conservar en su biblioteca la Crónica de aquel
valeroso rey, que tan honrosa sepultura tenia en su mona^terio. Lo que si es indudable que en la
autenticidad del códice de Poblet no creeria el rey D. Pedro, toda vez que, más adelante, al
mandar al escribiente de su curia Jum de Birbastro, natural de Zaragoza, que le sacase una
copia en pergamino de gr m tamaño y hermosa letra, no se valió para nada del llamado ejemplar
auténtico de Poblet, y si de otra versión, que es la más generalizada y seguida, y concuerda exac-
tamente con laque hicieron imprimir en Valencia los JuraJos de este reino, antes de enviar por
encargo de Felipe II un rico ejemplar que tenían de la misma á la Biblioteca Kscuriaicnse.—
Consérvase el códice de mano de Barbistro con alguna apostilla autógrafa y señales marginales
dcUlcy D. Pedro en l.i riquísima Biblioteca del Excmo. Sr. Conde de Ayamaná en Palma de
Mallorca.— Al final del códice y de la misma mano del texto se lee lo siguiente: «Mandatus Sc-
renissimt Domini Petri Dei gratia Regis Aragonum, Valentiae, Majoricarum, Sardinis et Corsi-
cae, Comitisque Barchinon.e, Rossillionis etCeritani^e, cujus ingenio, gratia dei prsunte, Petrus
Rex Castells, crudelissimus, a regno ip.Uus durante guerra inter ipsos Reges fuit debu^tatus et
regressus maou Illustris fienrici postea Castellae regis intra Castellam fuit gladio laceratus; Ego
JOH.ANNCS de B.VRB.VSTR > de scribania predicti domini Regis \ragonum,oriundusCesarau-
gustae scripsi Ciuitite Barchínona;. Anno a Nati vítate Dmi. M.*' CCC.° octuagesimo scripsi: x.»
1 Baste decir que el tercero sólo tiene 136 páginas y los cinco restantes, incluso el quinto que
trata de la guerra de Castilla, entre todos 304.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 97
Más adelante volveremos sobre este punto, y explanaremos con docu-
mentos lo que el rey quería ocultar y lo poco que su Cronista osó escribir
ó tenía ya redactado cuando recibió la orden del Ceremonioso. Pero vol-
vamos al tema sobre que discurríamos, ó sea á que la lectura del libro de
su tatarabuelo le sugirió el proyecto que encomendara á Dezcoll.
Dedúcese del cotejo de las Introducciones de ambas Crónicas.
Dice D. Jaime:
«...teniendo en la memoria las
notables mercedes que el Señor nos
había otorgado durante nuestra vi-
da, y muy particularmente en los
últimos años; ...y para que los hom-
bres conociesen después de nuestra
vida mortal cuáles habían sido nues-
tras obras con la ayuda del Señor
Poderoso que es Trinidad verdade-
ra dejamos por memoria este libro
que será á los que lo leyeren un tes-
timonio de las muchas gracias que
Dios nos ha dispensado, y á todos
un ejemplo para que lo hagan lo
que Nos hemos hecho, poniendo
toda nuestra confianza en el Señor
Todopoderoso.» (Traducción de M.
Dice D. Pedro:
«...habiendo recibido diversas
gracias y multiplicadas durante
nuestra vida de la infinita bondad
de nuestro Criador, hemos pensado
y querido que dichas gracias debie-
sen consignarse por escritos hacien-
do de todas ellas un libro que sir-
viese, no para nuestra vanagloria
y alabanza, sino para que los reyes
sucesores nuestros lo leyesen
tomem ejemplo... y confíen y espe-
ren en él... sufriendo las tribulacio-
nes con paciencia cuando Dios nos
las envía, según nos lo demuestra
ya mi señor San Jaime en su Cró*
nica, etc.» (Traducción de BofaruU,
pág. 24.)
Flotats y A. Boíarull.)
Como se ve, hay un verdadero paralelismo entre ambas redacciones,
siendo la una imitación de la precedente.. El Conquistador escribe su
libro para los hombres, el Ceremonioso para los reyes sus sucesores.
Hasta en este detalle se refleja el mismo carácter de ambos monarcas;
humano, ingenuo y heroico el tatarabuelo, cortesano, artificioso y sagaz
el tataranieto.
Por cierto que, no obstante de las protestas de religiosa humildad que
consigna el último, escápase en su prólogo cierto tufillo de engreimiento
y vanagloria como monarca y como político. Y es en vano que declare
que sólo á Dios son debidos sus triunfos, advirtiendo que no se han de
atribuir á su propiaL prudencia y sutile¡{a, ni á la astucia de su pueblo, ni
gS REVISTA DE ARCHIVOS
al parecer de sus consejeros, ni á sus compañías de peones, ni á la diver-
sidad de naciones sujetas á su Corona, etc., etc. »
De la estima en que tenía la Crónica de Jaime I es. buena prueba el
hecho de haber dispuesto en los újtimos años de su reinado la copia del
soberbio ejemplar en vitela, de que queda hecho mérito, sin duda para que
estuviese dignamente representado en su archivo.
Contribuiría además á fomentar el proyecto de mandar escribir su pro-
pia historia el hecho de que todos los reyes de Aragón anteriores, empe-
zando acontar desde Jaime I, tuviesen su Cronista. Le tuvieron Pedro III
y Alfonso III en el caballero Desclot, Jaime II y AlfonsolV en el entusias- .
ta Ramón Muntaner, quien dedicara veinticuatro capítulos de su Crónica
general al reinado de este último. La influencia de la Crónica de Munta-
ner en la del Ceremonioso puede verse en lo^s dos primeros libros de ésta,
comprendiendo la conquista de Cerdeña y las fiestas de la coronación de
Alfonso IV en Zaragoza, que están más detalladamente historiados en
aquella que en ésta, si bien contienen ciertos rasgos personales y minucio-
sidades de los personajes de la real familia, dignos de la mayor estima.
Por otra parte, la prosperidad y fortuna que habían guiado en casi
todas sus empresas al del Punyalet, tanto en lo interior como en lo exte-
rior, debían tenerle engreído hasta el extremo de creer que fué su reinado
uno de los más gloriosos de su estirpe; de aquí la celebración del quincua-
.gésimo aniversario de su coronación, su cuarto matrimonio y coronación
con la viuda Sibila de Forcia en Zaragoza, y otras. Sea como fuere, es lo
cierto que el año iSyS, á primeros de Agosto, estando veraneando el rey
en el Monasterio de San Cucufate del Valles, escribía á su Cronista Dezcoll •
la siguiente carta, la cual era indudablemente contestación de otra remi-
tida al Monarca por su Cronista, que desgraciadamente se habrá perdido.
De todos modos, tienen las instrucciones del rey dadas en esta carta
un interés extraordinario, porque nos revelan el pensamiento del Monar-
ca y el concepto que tenía de lo que debía ser su historia, que debía re-
dactarse con la minuciosidad de un diario (per jornadas e per menut).
Empresa de todo punto difícil cuando se intenta escribir una autobiogra-
fía redactada por agena mano. He aquí la traducción literal de la carta,
que puede saborearse en la lengua en que fué escrita en el apéndice II,
documento I de esta Memoria.
I Los coaceptos de sutile/a y prudencia hemos querido subrayarlos por la miga que tienen
en boca del rey.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS gg
Antes, empero, de insertarla, trazaremos en esquema el contenido de
la obra, de los capítulos, acontecimientos, años y páginas que comprende,
i fín de que se vea más claramente la distribución y plan de que habla el
Ceremonioso y el libro ó capítulo VII de que está falta y que probable-
mente debió ser escrito por Dezcoll. ,
CAPÍTULO I
Páginas, 56. — Sucesores de Jaime II, Coronación de Alfon-
so IV, conquista de Cerdeña iSig á i335
CAPITULO II
Páginas, 35. — Coronación y primeros actos del rey. . . . i336 á 1342
CAPITULO III
Páginas, i36. — Usurpación del reino de Mallorca i343 á i345
CAPÍTULO IV
Páginas, 42. — Levantamiento de la Unión en Aragón y Va-
lencia 1348 a 1 35o
CAPÍTULO V
Páginas, 26. — Confederación con los venecianos contra Ge-
nova i352ái355
CAPÍTULO VI
Páginas, 42. — Guerras con Castilla i356ái366
CAPÍTULO VII
Páginas, 34. — Veinte noticias sueltas sin ilación i374ái38o
Tradncción litaraL
^EL REY. Bernardo Dezcoll: Vuestra letra hemos recibido y os res-
pondemos que tenemos por buenos los capítulos I, IL y IIL de la Cróni-
ca, pero que lo hagáis (lo escribáis) al detalle lo más que podáis.
(IV)
El IV, hablando de la Unión, podéis hacer (poner en limpio) hasta el
punto que nos tenemos pisto, (revisado) y después, cuando llegareis a di-
cho punto, (á que el rey había llegado en su reconocimiento) bien encon-
trareis el hecho como pasó más adelante, poniéndolo por jornadas espe-
cificada y largamente y haciendo mención de todo lo que nos hicimos en
las dichas Uniones, Y de las jornadas podéis certificaros mucho con los
lOO REVISTA DE ARCHIVOS
libros de nuestro escribano de ración, y si en algo dudareis » por el de-
bate que decis que teníamos en Zaragoza ó por otra manera, dejad espa-
cia (hojas en blanco) de guisa que toda vegada se pueda continuar. Por-
que /tacedlo como me jor podáis; como empegaron y después como se $f-
guieron y lo que hicifiws nos y á que conclusión vinieron y asi por orde-
nar largamente.
(Vj
El otro capitulo, que es el V, que trata de la conjeder ación de Vene^
cia y de las otras cosas, tenemos por bueno que lo hagáis según nos hacéis
saber, y que lo hagáis al detalle y por jornadas como mejor podáis. Y
nombrad en él cuantas y cuales personas pasaron con Nos á Cerdeña,
después que Bernardo de Cabrera hubo vencido la escuadra de los geno-
vesses y hubo tomado á Alguer, y después la rebelión de Alguer, según
nos hacéis saber. Y asi mismo haced mención nos en donde regresamos y
en donde tomatnos tierra y después que nos ocurrió, por jornadas, y
cuales murieron y con quienes regresamos asi como más claramente
podáis al detalle.
(VI)
El Vi, que trata de la guerra con Castilla, por lo mismo que el hecho
fué grande, tendrá que ser largo. — Por tanto hacedlo por jornadas y al
detalle como rnejor podáis y narrad en él todos los grandes y señalados
hechos; asi como fué: la entrada que hicimos en Maga I Ion y después la
de Terrer y después como se cobró Tarifa (Tara^ona) y después lo que
se siguió en mar y en tierra, y después la batalla que nos le presentamos
en La Losa y como entramos en Valencia é hicimos retirar del Grao de
Valencia al rey D. Pedro, y el sitio de Murviedro y al final la entrada
de las compañías, y la ejecución que hicimos del rey I). Pedro con com-
pañías ajustadas por nos, y de la coronación del rey D. Enrique (11 de
Trastamara) y del matrimonio que nos ajustamos con él que se trató en
el Parlamento que nos tuvimos en Sessa con el rey de Navarra (Carlos el
Malo) de la cual entrevista haced mención y de como nos fuimos allí la
causa de que hiciéramos tal matrimonio; y haced mención de las muertes
t Uno de estos libros de forma alt.i y estrcch.i, de los que han venido á ser sucesores loi
modernos dietarios, y que contenían en asientos, que no solían exceder de ocho á veinte líneas^
nota del dinero que ingresaba por diferentes imposiciones ó conceptos en la Tesorería real^
hemos visto en ei Archivo de Hacienda de la provincia de Barcelona y que comprende los años
135c á 13(10; sin que sea fácil explicarnos cómo haya ido á parar a dichas ofíc ñas. Mejor estaría
en el Archivo de la Corona de Aragón, que es de donde indudablemente procede.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 101
del Infante D, Ferrando y de Bernardo de Cabrera y de otros hechos
que nos fiicimos por justicia: todo esto haciendo {escribiéndolo) por jor^
nadas y al detalle asi como mejor podáis.
En cuanto al hecho que se siguió entre los reyes D, Pedro y D, Enri-
que, como nosotros no cabíamos (como á nos no afecta) no importa que lo
escribáis por jornadas (dia por dia) sino en conjunto, narrando lo suce-
dido según se contiene en vuestro capitulo. Y haced allí mención de los
rompimientos que á espaldas nuestras ha consentido el rey D. Enrique, y
como hemos concertado [consentido el matrimonio por la gran hambre y
mortaldad y opresiones que las compañías entradas del lado de Francia
hicieron en nuestras tierras y en esto se conocerá (vera la grande ingra-
titud del rey D. Enrique; y esto escribid y redactad lo mejor que
podáis.
(VII)
El otro capitulo ; Vffj que trata de la rebelión del Jue^ de Arbórea,
tenemos por bien que sea hecha mención en él de todos los hechos, aunque
los haya de gran mengua para nos, porque justo es que si contienen las
provisiones que nos ordenamos, y si Dios quería castigarnos á nos y ayu-
dar al Jue^, por esto no resultaría que nos no obráramos con diligencia
en aquellos hechos, y nuestros sucesores podrán apreciar nuestra diligen-
cia. Y pues que confiamos en Dios y esperamos en breve conquistar la isla
toda, que será el remate final de todos los hechos pasados, y así habréis
de dejar espacio bastante de guisa que se pueda continuar la conquista
que haremos de la isla. E incluid allí todas cuantaa cosas hayan ocurrido
que sean dignas de alguna memoria, bien y especificad amenté por jorna-
das y lo más al detalle que podáis.
Por lo que toca al hecho de las compañías (tropas extranjeras) de este
año ñ 3/ 5), no nos parece que se deba hacer mención de ellas, porque
hecho alguno bueno no se ha seguido ni aun puede seguirse ninguna con-
clusión buena, como que se trata de un hecho que es cosa juagada. Así,
pues, os rogamos que en dichos negocios queráis poner manos en la obra
y trabajar con eficacia porque de j'Os á nos mejor servicio no pudiéramos
recibir.
Dada en el Monasterio de San Cucufate bajo nuestro sello secreto á
8 de Agosto de ¡3/5.
(Reg. i349,fol. 8o.) REX PETRUS.
102 REVISTA DE ARCHIVOS
De SU lectura se desprende, entre otras conclusiones, que el libro VII \
si llegó á ser escrito como creo, por los muchos años que medían desde el
iSyS al iSgi en que Dezcoll muriera, se ha perdido acaso porque la redac-
ción verídica de los hechos descontentara al Ceremonioso ó mejor aún á su
sucesor D. Juan I, quien al recibir los pliegos cerrados con los materiales
que tenía reunidos ó redactados para la obra; y que había recogido de los
herederos de Dezcoll por su mandato su hermano D. Martín, Gobernador
del reino, acaso los destruyera por considerarlos poco honrosos para la
mernoria de su padre ó para el lustre de su corona.
Esto explicaría el por qué no existen de la Crónica más que seis capítu-
los, el último de los cuales acaba en 1 366 y existan noticias sueltas sin for-
mar libro ni presentar verdadera ilación, correspo.idientes al periodo de
1 374 á i38o. Como también el hecho de que cuando la data de la carta se
hubiesen redactado 227 páginas de la obra y en los quince años restantes
solo escribiera Dezcoll, no obstante de los cuantiosos agasajos que de los
Monarcas recibiera, i3o, es decir, unas diez páginas por año. A otras mu-
chas consideraciones y comentarios se prestaría la carta antecedente, que
reservamos para ocasión más oportuna.
Xannscritos do la Crónica.
Interésanos ahora, ante todo, dar nuestro parecer acerca de varias cues-
tiones que ha llevado al debate Mr. Pagés en su artículo antes citado.
Tres son los códices que nos quedan de la Crónica de Pedro IV; dos en
la Biblioteca de la Real Academia de la Historia, procedentes de la colec-
ción Salazar, números G. 34 y G. 35 los que designaremos como lo hizo
Mr. Pagés respectivamente con las letras A. y B. El tercero' existe en la
Biblioteca Universitaria de Valencia. C.
Por haber sido todos ellos minuciosamente descritos y estudiados paleo-
gráfica y filológicamente por nuestro amigo, poco hemos de decir. Acepta-
mos casi todas sus conclusiones y únicamente habremos dé parar mientes
en algunas rectificaciones y conclusiones que creemos dignas de ser teni-
das en cuenta. Sentemos antes algunos antecedentes.
El manuscrito A parece ser obra del siglo xiv. El B de principios de xv
y el C. de fines del mismo. Los dos primeros son copias, ó del original ó
de otra copia que pudo servir para la de aquellos dos; y, teniendo en cuenta
I Que de' i i comprender la úlii-na rebelión del Juez de Arbórea, que puso en verdadero ries-
go la posesión de la isla de Cerdeña por los aragoneses y que ocurrió por los años de 1366 á 70
(vide Zurita libro IX, cap. LXV, libro X. cap. i.
BIBLIOTECAS V MUSEOS
I03
que apenas existen diferencias entre la redacción de sus tres primeros
capítulos (que fueron los revisados por el Monarca en iSyS, según hemos
visto por su carta), y los mismos del códice C, sácase la consecuencia de
que los tres primeros capítulos fueron escritos después de la revisión regia
y que el resto del códice C, en vista de las variantes que ofrece en los res-
tantes libros comparados con los A y B representa la redacción libre de
Dezcoll.
Ahora bien, hay un párrafo, el 7 del capitulo II, que no figura en A y
B, y encuéntrase en cambio en el manuscrito C; y como en el mismo se
trata de un horóscopo que mandó levantar á sus astrólogos el rey Roberto
de Ñapóles á fin de saber si le convenía ó no mantener paces con el de
Aragón, ocurre preguntar cómo se explica semejante adición, si el códice
C es el mismo que redactara Dezcoll y aprobara el rey en sus tres prime-
ros capítulos?
Explicóme semejante adición no porque el Cronista creyera en astró-
logos y el Rey no, que pruebas tenemos en contrario, sino porque semejan-
te noticia pudo ser desconocida largo tiempo de la corte aragonesa ó aca-
so llegaría de Italia después de iSyS fecha de la revisión oficial ».
Tanto por esta adición, que creyó añadida por mano de Carbonell como
ciertas otras y eliminó de su edición D. Antonio de Bofarull, cuanto por
las diferencias de redacción que resultan rnucho más ampliadas en el có-
dice C, como lia demostrado el Sr. Pagés, cuanto por contener este mismo
noticias abreviadas y sacadas de otras crónicas, ya francesas, ya italianas
referentes á los reyes de Francia y de Sicilia con los cuales estaban empa-
rentados los sucesores de Pedro IV, Don Juan I por su mujer Violante de
Bar, sobrina del Francés y D. Martín el Humano por su mujer é hijo del
mismo nombre. Monarca de Sicilia, estamos en la creencia que aquí úni-
I El párrafo á que nos referimos dice asi:
«N.®7.— Avansquel ditsenyor rey se coronas vcngueren missatgers delReyRobert deNapols;
los quals missatgers menaren ab si dos asirolechs deis grans del mon. E jasia los dits misartgers
demostrasen que venieo a visitar lo dit senyor o saber son boa stat pero es ver que ells vcnien
per veure e saber en quin signe seria coronal. E a<;o per tan com lo dit Rey Robert se tenia per
fort agreujar de la casa de Aragó e volia íer contra aquella certa empresa. La quals segons que
hac de consell deis dits astrolcchs no volia mettre en estcucio tro fins per aquells bagues sabut
lo signe en que loe dit Rey de Aragó seria coronat, per la qual cosa los dits missatgers sabut lo
dit signe e vista la coronado tornarenscn a Uur senyor e terenli relacio de les dites coses. E en
conclusio los dits astrolechs li consellaren que per nengun partit del mon a tort ne a dret nos
prengues ab lo dit Rey de Vragó. Car la sua nativitat e coronacio era leta en tais signe que de
tou quans baurien que fer ab clise honraría. Perqué lo dit Í<ey Robert se tenrh per dit de no
haber guerra ni debat james ab lo dit Rey de .^ragó. Ans com mori mam expressament a sa neta
que remas hereua del regne que per negún partit del mon no bagues debat ni cuestio janfe ; ab lo
rey de Aragó.»
104 REVISTA DE ARCHIVOS
camente apuntamos, aunque procuraremos comprobar como es debido,
que dicho códice C es el que contiene la redacción genuina de Dezcoll, de
cuya pluma acaso procedan » tanto la Crónica del rey como los Compen-
dios historiales que la anteceden =.
Sea como fuere, es lo cierto que no sabemos como explicarnos la inac-
ción de Dezcoll en los últimos años del reinado de Pedro IV y siguien-
tes hasta el de su muerte, tanto más cuanto que entre las noticias sueltas
que siguen al capítulo VI, y que se refieren a diferentes acontecimientos
ocurridos en los nueve años siguientes á iSyS, hay alguna que debió ser re*
dactada á raíz del suceso. Tal ocurre con la postrer intentona del Infante
de Mallorca, acerca de la cual ordenaba solapadamente el Ceremonioso
que se guardase silencio y á este eL*cto lo encargaba á Dezcoll en los tér-
minos que se dejan indicados.
Rasgos morales de Pedro IV.
La máxima pol'tíca á que parecía ajustar sus acciones el Ceremonioso
parece que era, á jozgar por sus pocos escrúpulos ante las leyes del paren-
tesco, de la equidaJ y de la'ley de Dios, la de que todos los medios son bue-
nos cuando sirven para conseguir el fin propuesto.
Pretende, á falta de hijos varones, que sea reconocida por heredera del
trono su hija Constanza, y reúne una asamblea de teólogos á fin de que
manifieste por mayoría de votos la justicia y la equidad de semejante me-
dida.
1 Lo que cr«i simple presunción en Falencia e! 31 de Knero de looi es en lluescn en i^^ual fe-
cha - e H>v3 cosa ¡ndabi able y probada por lo que loca á la Seologia deis Reys de Arago (fo-
lio Xni) y á la Iledijicacio de la esglesia de Scnt Juhan de la Penya (folio X VIH) y Aci comen(;a
á tractar deis comtes de Áiarceiona e de lur linatge (folio XXIX v.**) que me afirma y ratifica
en lo que en un principio no pasó de mera sospech;i ó intuición, ün efecto, la famosísima Cró-
nica de San Juan de la Peña, tan celebrada por Zurita como la más antigua historia aragonesa,
y Aerea de cuyo autor, fecha y redacción primitiva han discutido Zurita, Briz Martínez, \sso,
Traggia y los modernos D. Tomás Ximénez de lúnbún de 187Ó, al publicir laS versiones latina
y castellana de la misma á expensas de l.i Diputación provincial de Zaragoza, y últimamente
1). Ramón Mcnéndcz Pid.il en su estudio sobre códices y manuscritos de las crónicas castellanas
de la Biblioteca Real, es ni más ni menos que obra de Bernardo He/coll encargada por Pedro IV
de Ar.igón, según puede verse por el cotejo de lo publicado por Carbonell en sus Crónicas de
España y Ximénez de Ir'mbün en la edición citada, y comprobado por una carta existente en el
Archivo de la Corona de Aragón, dirigid» al Abad de San Juan de la Peña, en la cual Don Juan!
dice terminantemente que el rey su padre hizo escribir el libro que le encarga. Para más deta-
lles de esta cuestión, véase el primer número de 1 Revista de Huesca.
2 Kn el fol. 1 del Mss. C. se empieza con la neologia deis Reys de Sicilia.
Fol. XII V. aquesta es la neologia deis Reys de Ffran<;a.
Fol. XIII aquesta es la neologia deis Reys de Arago.
Fol. XVIII De la Hedificacio de la esglesia de Scnt Johan de la Penya.
Fol. XXIX V. Aci es c )n fin;< la gencracío masculina deis reys d'Arago.— .Aci comcncaa trac-
tar deis comtesde Barcelona e de lur linatge.
Fols LXXII i C\^L XXXI. Contienen la Crónica con la relación genuina del Cronista Dezcoll.
(Vide /Romanía, artículo citado, págs. 246 y siguientes).
BIBLIOTECAS Y MUSEOS Io5
Tiene el valor cívico de pensar en contra de los deseos del Rey su Vi-
cecanciller Arnaldo (^amorera, y es separado para siempre de su destino.
Le estorba el Infante D. Jaime, su hermano, y el veneno abrevia los dias de
su vida. Estórbale su hermano Don Fernando y danle muerte los sayones
del Rey. Estórbale sus planes políticos el Conde de las Virtudes con su
proyectado matrimonio con la reina D.* María de Sicilia, y es enviada cau-
telosamente una armada traicionera al puerto de Pisa al mando de Gila-
berto de Cruilles, con orden secreta de prender fuego y echar á pique los
buques preparados en que se había de embarcar el prometido esposo. > Que
se pierden cuantiosas riquezas agenas y la vida de numerosos marineros
que despiertan abrasados en el fondo de los mares, todo esto poco importa
al Ceremonioso; el proyecto que se propuso se ha llevado á efecto á medi-
da de sus deseos y la boda queda desbaratada.
¿Que más? Hasta su propia hija la infanta D.* Juana, casada conel Conde
de Armañach, es atropellada brutahnente en la cámara baja del palacio,
hallándose en interesante estado, por haberse atrevido á reclamarle el
finiquito de su dote, muriendo de resultas de aquel incalificable atropello.
Si tal era D. Pedro nada tiene de extraña su perversa y cruel conducta
con su cuñado y pariente Jaime III de Mallorca ni con el Infante del mis-
mo nombre su hijo, no en valde llamado el Desdichado.
Quiero recordar á grandes trazos la infortunada carrera de este Prín-
cipe, movido por el deseo de que sea más conocida su desgracia y se vea la
saña que gastaba el rey con los suyos y el miedo que tenía al fallo de la
posteridad.
De niño asistió el Infante D. Jaime á la desgraciada batalla de Lluch-
mayor (1349) donde perdió su padre vida y trono y donde el príncipe fue
1 Pinta tan al vivó y tan de cuerpo entero esta fechoría el carácter y la polilica de Pedro IV,
que no queremo*; dejar de transcribirla.
«Kn tal época llegónos la noticia de que Artal de Alagon uno de los barones citados y vicario
de Sicilia, el cual tenía b.ijo su cuidado y custodia a la infanta D." María de Sicilia niela nues-
tra, había hecho capítulos matrimoniales entre dicha infanta y el ('.onde de \irtudes, í)t'reciendü
á éste, en dote, dicho reino de Sicilia, de lo que nos en<>jamos sobremanera; y como por razón
de dicho matrimonio y a (in de p sar <á verificarlo, estaba armando cinco n ves grandes, con
mucha gente de armas, y llevaba gran proTisión de joyas, al saber Nos de cierto que se di«iponía
de tal modo para ir á Sicilia, con toda la prontitud y dili{.encia posible, mandamos armar cinco
galeras, en las que fué por capitán el noble mosen (íilaherto de Oui les, al que en secreto man-
damos que fuese á quemar las antedichas naves en Portopisa,'que era donde se hallaban, loque
cumplió y puso por obra dicho capitán tal como se lo habíamos mandado, pues cuando estaban
dichas nave) á punto de darse á la vela con toda la gente embarcada, y fallando solo á bordo la
persona del Conde de Virtudes, allá á la madrugada, cuando toda la gente dormía en profundo
sueño sin sospechar siquiera, fué arrimándose cada cual de nuestras galeras á una nave y enton-
ces lis pegaron fuego á todas á la vez llevándose acabo de este modo y cumplidamente nuestro
mandamiento, pues se perdió toda la gente y cuanto de valor había en ellas, por cuyo motivo
vino á estorbarse el matrimonio, el cual no pasó adelante, ni se hizo mención ya más de él.
io6
REVISTA DE ARCHIVOS
herido en la cara. A poco es enviado á Valencia en donde se hallaba el
Rey, y por mandato de éste, con su madrastra Violante de Vilaragut y
una infanta de pocos meses llamada Isabel. En esta ciudad quedan reclu-
sas en la fortaleza del Temple las dos últimas por temor á alzamientos ó
maquinaciones políticas ' mientras que él, joven de doce años, es tras-
I En La Ilustrado Catalana publicó el erudito y conocido escritor D. José Coreleu un inte-
resante trabajo que intitula Desventuras de la Casa Real de Mallorca, en el cual inserta varios
curiosísimos documentos hasta entonces inéditos, que nos apresuramos á copiar por el grande
interés que encierran para nuestra historia.
DOCUMENTOS
SOBRE EL INFANTE DE LA CASA DE MALLORCA
(1350 á 13M)
I.
En Pere, etc. .\I amat cjnellcr nostre en García de Lirie, cavaller,regent 1 offici de la procu-
racio del Rende de Valencia, é a son loch-tinent, salut, etc. Fem vos saber, que nos hauda certi-
ficacic per Ictrcs, o en altra manera per alcuns persones dignes de fe, que la noble Na violaot
de Vilaragut, muller que fou del alt en Jac ne de Muntpcsler s esforsa de sembrar verinoses dis-
cordies e fama en lo regne de Valencia, e encara de fer alcuncs machinacions e teñir alcunes ma-
les maneres per les cuals poguer escapar é tugir de nostre poder segons que aqueste > coses appa«
ren per letres escrites de sa ma, les qual en vers nos son per lolre a aquella tota materia de les co-
ses damuntdites e oppertunitat, havem ordenat que la dita Na Violant sia separada e apartada
de tols aquclls e aquelles qu\ ab ella son, axi que d aci a avant ab ella no estien ne sien,ne hagen
parstisip .cío alcuna E que la dita Na Violant sia mesa en la Torre de... illa, • les finestres totes
* La torre que sirvió de prisión a Doña Violante, de cuyo nombre, por estir maltrecho ó
apolillado el libro de donde se copio el presente documento, solo se conserva la terminación...
illa se nos figura que es la antiquísima y memorable torre del Templo de Valencia, que en ijSo
íecha del documento, poseían los caballeros de la Orden de Montesa. Acerca de ella dice el Mar-
qués de Cruilles en su ^Guia urbana de Valencia antigua y moderna». (1876, tom. I, pág. 312).
«El Templo en verdad, es uno de L s sitios más históricos de Valencia, aun sin remontarnos
mas allá de los tiempos del Gid y D. Jaime I. Con el nombre de Portal del Cid, hemos alcanzado
el arco que unía á este edificio con la torre que le est iba aneja, y desde remota fecha tanto por
su posición en un ángulo del recinto árabe de la ciudad como porque el edificio venía á ser la
alcazaba ó fuerte Principal de Valencia. Bien lo acredita haber sido uno de los puntos esenciales
del ataque, frente al cual estableció su Real el rey conquistador en 1237, y sobre cuya alta torre
se izó la real senyera el memorable día de la redención.
La mismjt importancia militar de esta fortaleza fué causa de que en el repartimiento de la
Ciudad se co.ocediese al lugar teniente del Maestro de los Templarios que tan principal y aven-
tajada parte tomaron en la conquista.
Los términos en que el privilegio de donación describe el edificio son estos: «Aquella gran
torre que está junto á la puerta llamada Bab-el^a^achar, con su muro y barbacana con todas
Jas casas que están contiguas al muro y al río y desde aquí á la mezquita, y las torres que están
en el muro».
Los Templarios poseyeron é impusieron su histórico nombre á esta torre y edificio, y en él
acabaron pacíficamente sus días los pocos individuos que quedaron en esta Ciudad, subvencio-
nados por pensiones sobre los bienes de su Orden después de suprimida ésta. Cuando en 1317
Don Jaime II impetró facultad pontificia para crear una Orden de Caballería en sus reinos, á la
que se aplicasen los bienes \ roccdentes de la del Temple, que tituló de Nuestra Señora de Mon-
tes.i, por la importante villa fronteriza á Castilla donde 1 •■ estableció y cuyo castillo le entregó,
el antiguo edificio del Temple, como situado en la Capital, fué la residencia del Maestro de la
naciente Orden y diósele el nombre de Palacio como lugar de residencia de autoridad». En el
tomo II, pág. 325, añade lo que sigue: «Esta torre sirvió de prisión para lo> caballeros ó perso-
nas de la jurisdicción exe.ita de aquella Orden y de la de iMontesa, que nació de sus cenizas».
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
107
ladado ai riguroso Castillo de Játiva » y mas tarde al Palacio menor de
Barcelona, y cual si se tratara de una fiera ó alimaña que precisase tener
cautiva, es encerrado en afrentosa jaula 2 de fuertes barrotes de hierro,
de I » part dait ab baix sien rcxades be e espes, ab bunes rcxc; de ferré. Kt que en la porta de la
Torre perqué hon ¡x al tcrrat de la diía Torre, sien letes bt^ncs lancadurcs, axi que toles niis
sí . be e terinament tancada ab clau o claus. E que a la dita Na Violaní sien acompanyades dues
bones dones de Rcligio antigües, de buna fama ct de bona condicio, le> quals estien ab ella en la
dita torre ab una booa fembra que les servesca, e que aquesta sia cone^uda e de bona fama. K a.\i
mjteix que y sien ordenáis dos bons home . de bona fe e de bona í ima e condicio, que ja;^'uen e
eslíen contínuament en la pus jusona casa de la dita Torre. K que entre la on ells jauran e la on
jaura la dita Na Violant, haya una bona porta ab dues tanc.idurcs, es a saber: 1 una de dins e 1 al-
ira affora,'axí que dedins e de fora se t nqueo tote; nits. E que sia pres sagrament de las diics
Relígíoses e de la dita fembra servicial e deis díts homens sagrament e homenatge, que la dita Na
Violant guard iran be e lealment, e que ab ella no lev ;ran haver per alcuna altra persona parlar
alcuna de fet no de p.iraula, per tal que axi c>m ella, segóos que s pot verdaderament coniectu-
rar,entem contínuament, sia provehii que escipar ne fugir non puga, ni se.nbrar semblantes,
di<cordies ni dÍNseasions. Per la qu il cosa, atorgans a vos poder ab la present, que ex-semps ab
loBísbe de^*aIencia.si en 1 1 ciiftai hi es present, e ab consell deis jurast de la ciuiat de Valencia;
c si no ab convelí deis dits jurats, pug.its, a guarda de 1 » dita Na Violant en la dita torre, empe 'o
crexer c mellorar e ordenar salaris e convinences e provisions ais damut dits, segons que us
semblara ncccwiari e expedient; complesc.its e fa<;as complir toles las coses demunt dites, se-
gons que damunt pus largament son conlengude^, taent provehir a la dita Na Violant e aquelles
qui ab serán la provisio, ja per nos a ella ordenada e asignada Sabeu que nos per lo portador de
I » present have;n preganí escrit al Maestra de Muntessa, que la dita Torre vos liure e liurar vos
fa^m. E no res venís, con la Noble Constancia de Castellet sor de la dita Na Violant segons que
de cert harem entes e sabut, de ocasio a la dita Na Violant de fer les coses demunt dites e
consenta en aquelles. Per 90, volem e us manam que en contineni vista la present donéis comiat
a la dita Constancia, que dins breu terme per vos a ella assignador, ísca de la Ciutat e del Regn^
de Valencia, e que aquella no torn sens nostra licencia especial. E a^o lim.inast sots pena de 1«
nostra ira e indígnacío destrenyeu aquella si mester sera a«;o. En aqüestes cosas volem e us ma-
nam que haí.its aquella diligencia que s cove, axi con la guarda de la dita Na Violant havem
a cor e de vos conñam. Data en Oscha sos nostre segell secet, a xvj, dies de Mag. en lany de
postre senyor M.CCC.L. *.— (Reg. 1134, fol. 71).
II
1 En Pere, per la gracia de Deu Rey Darago, etc. .\1 amat conseller nostre en Pere de Vilano-
Ta, ale lyl del (^astell nostre de Exati va, salut etc. Entes havem per relacio d alcunes persones
dignes de fe, que vos, no guardau quant va a nos e a la causa nostra publica en la guarda del dit
Castelle de la persona del molt noble en Jazme, fill del ali eo Jazme de Montpeller 9a enrera
nebot nostre, vos aparellatsd anar al perdo de Roma, de la qual cosa molt nos maravellan, per
que us deim e us manat expresament que per res del mon de las partides del dit Castell no us
luoyets ans en la guarda del dit Castell e del dit en Jazme entenalsdilígentrneot e be axi con de
.TOS confíam e vos sperats de nos gracia e mcrce. E a^o per res no mudéis, sabeu que si I contraria
rahictsa^oseríaa nos molt desplaseni. Data en Montbianch, sois nostre segell secreta xvíii.
díes de Juny, en lany de nostre senyor M.CCC.I-.— (Reg. 1 134 fol. 92).
III
2 Lo Rey Darago. Recordar vos pot, com I altrcdia en Barchínona nos ordonim e a vo> es-
presament manam, que en continent fessets fer pera 1 infaní de Mallorques una gabie de ferré
I08 REVISTA DE ARCHIVOS
que el mismo Rey mandaba constriiir, dictando al propio tiempo minu-
ciosas instrucciones á los guardas que de día y de noche habían de vigilar ^
á aquel imberbe muchacho que no tenía más delito que haber nacido he-
redero de una corona y llevar en sus venas sangre real aragonesa. .
en lo Castell nou de Barchinona. E com segons que de cert novellameat havem sabut, tos, ha-
▼ent en menispreu lo dit nostre exnres manament, no haiats curat de fer obrar la dita gabia,
ans encare lo dit Infant esta en lo palau del archabisbé segons que lavors fahya com noserem
en la dita Ciutat, e us fahem lo manameot sobre dit: Per 90 significam a vos que de qualserolt
altre fet major ni pus asscnyalat greuge e desplaer no ns poguerest haver fet, vos manam que en
coDtinent fa^ats fer e acabar la dita gabia; per manera que 1 dit Infant hi puxa esser mudat, se-
gons que nos volem e us havem manat. En altra manera, juram a deu en nostra bona fe, que si
al dia que nos cntrcm en Barchinona on de cami nos anam la dita gabia no sera acabada e el dit
Infant no es en aquella, nos aquell dia que entrem en la dita Cíutai vos farem levar lo cap de les
espatles sens tota merce. Duda en Perpinía a xiij. dics de Juliy. En lany de la nativitat de nos-
tre Seoyor M.CCC.L. viij. sost noste segell secrct. REX PETRUS.— (Reg. iiSg, fol. i58 v.)
IV
I Sapian tots que en lo dia del dimars 24 de m^s d' Octubre del any de la nati viut del Senyor
1958, r lUustrissim. Princcp. y senyor lo senyor en Pere, per la gracia de Deu Rey d' Arago d€
Valencia, de Mallorca, de Sardenya, y de Córcega y comte de Barchinona, de Rossello y de Cer«
danya, personalment constituhit en l'aula ó cambra major que *as diu cimbra de parament del
palau Royaljde Barchinona, en presencia del noble en Bernat de Cabrera, de'n Matheu merce,
camarlench, de'n Ramón de Vilanova, algudzir y de'n Eximen Pérez de Calatayud promove-
dor deis consells de dit senyor Rey, testimonis a ^o specialment cridats feu llcgir y publicar
per mi, Jacme Conesa, son secretan y per sa autoritat notari publich, a en Galceran deCartella,
y en Ramón de Raaach donceils a en Ombcrt de VilUfranca y en Guillem Noguera ciutadans de
Barchinona en sa presencia constituhits ais quals fou comesa la custodia del inclit Infant en
Jacme de Mallorca, Kebot del dit senyor Rey unas ordenacions fetas sobra la custodia del dit
Iníant, las quals son del tenor se^'Qent: «
Ordena lo senyor Rey que aqueys .ij. homens de paratje c .ij. ciutadans qui han a guardar 1
Infant de Mallorchcs, se compariesquen per setmanci, 90 es, los .ij. una setmana e los altres .tj.
altra, e per aquella manera que ells s avendrán axi que tota vegada lo guarden un hom de pa**
ratje e un ciutada. Et que tota vegada en que sia que jega oe meng hi sien aquclls, axi ptt
pixar ne per altra no s puxe apartar que aquells .ij. no y sien ans lo guarden axi com presoner
deu esser guardat diligeotment.
ítem, no isque lo dit Infant del Castell nou mentre lo senyor Rey sera en affers, ne despuys
sens manament seu.
ítem, que negu, no parle ab ell ne hi l«xcn entrar persones estranics, ne parlar, e mayorment
persones de Rosello ne de Mallorches, ne de Cerdenya, e si algún parent seu hi venia, qui vessea
que fets affer dcveer lo, no 1 lexascn vcer si no sola nent una vegada e en aquella no parl:ts ab
ell 8in6 presens los .ij. qui 1 guardaran.
ítem que no soffíren que ell escrivade alguna rao á persona del mon e si li es scrit per altres
Jigens ans la letra que li sia liurada, c lú apres que la hauran uberta veyan que bagues páranles
ospitoses, no li sia liurada, ans aquells dejen trametre e significar al senyor Rey.
♦ Lo anterior está en latín en el documento original y la traducción es del Sr. Coroleu. Lo
•que sigue está en catalán.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS IO9
En tan estrecho y humillante cautiverio, más propio para imitado por
el Gran Kan de Tartaria que por un príncipe cristiano, pasó el Infante
D. Jaime quince años mortales, siendo al fin libertado acaso más bien que
por fervientes partidarios de su casa, por simples defensores de la huma-*
nidad. Por caminos extraviados dirigióse el fugitivo al Condado de Foix,
en donde encontró favorable y familiar acogida; pero hubiera caído inde-
fectiblemente en manos de los esbirros que el Ceremonioso enviara en su
persecución, á no ser por el socorro y amparo que le diera un tal Bocill,
nombre que nos ha conservado la Historia merced al testimonio del Cro-
nista de aquellos Condes Desverns.
De aquí pasó á Ñapóles, en donde se casó con la reina viuda D.* Jua-
na, figurando en adelante con el nombre de Infante de Mallorca ó Rey de
Ñapóles, encontrándose en algunas batallas de gran resonancia, como fué
en la batalla de Nájera (i364) al lado del Príncipe Negro y de D. Pedro I
de Castilla enfrente del de Trastamara y de las tropas de su aliado Don
Pedro de Aragón, su antiguo domador.
Mas, como le perseguía su mala estrella, en la otra batalla de este nom-
bre cayó prisionero, siendo rescatado por sesenta mil doblas por su mujer
la reina D.* Juana. Muerta ésta, acogido y errante de corte en corte, des-
pués de haber casado á su hermana D.* Isabel con el Marqués de Monfc-
rrato, trató de probar por última vez su suerte al choque de las armas, y
vendiendo lo único que le quedaba como Señor feudal, es decir, los dere-
chos sobre la ciudad de Montpeller al Rey de Francia, aprestó con su
importe numeroso escuadrón de lanzas que, penetrando por el valle de
Aran, cayó como torrente devastador sobre Cataluña, llegando hasta la
vista de Iqs mismos muros de Barcelona, en donde se sostuvo unos meses,
Ítem, quant dormirá, jaga dins la f^abia e rexcs de ferré quí per aquesta raho hi son fcics, e
unquem hi ab clau, e ells jaguen dc-fora.
Ítem, que los servents e les altres companyes qui 1 guarden jaguen dins la porta forana e
aquella fermen ab bones trancadures.
ítem, que no tengan armes de neguna manera.
ítem, que no lexen metre armes a nuil hom qui 1 venga veer, de qualque'condicio ó esta-
mentsia.
(Lo documcnt acaba en Ilati ab cinch rallas que traduhum aixis:)
Y llegits y publicats los susdits capítol u ordenacions que els devian teñir y servar, los da-
munt nomenats Galceran, Ramón, Ombert y Guillem feren al d¡t senyor Rey homenatge de boca
y mans: presens en a^o per testimonis lus dits nobles en Bcrnat de Cabrera en Matheu Mercer,
camerlench, en Ramón de Vilanova algutzir y en Kchimen Ferez de Calatayut cavallers y con-
sellcri y jo Jacme Conesa, secretari del dio senyor Rey.— (Reg. 1.161, fol. 2.)
no REVISTA DE ARCHIVOS
restituyéndose otra vez á Francia después de esta asonada tan descabellada
como infructuosa.
Ahora bien; Dezcoll nos cuenta en un asiento ', que seguramente no
llegó á leer el Ceremonioso, que el pobre Infante murió de resultas de
hierbas que le fueron dadas, siendo su cuerpo sepultado en el Convento
de Frailes Menores de la ciudad de Soria. De este Monasterio no dejó la
desamortización piedra sobre piedra 2.
En la antedicha algarada le acompañaba su hermana la Infanta doña
Isabel, quien, desvalida y pobre, tuvo que acogerse á la postre á la mise-
ricordia de su tió el Ceremonioso, quien, como dueña de honor de la real
casa, la socorrió, aunque con miseria, en algunas ocasiones, viéndose
obligada por último, y en medio del mayor desamparo, á vender, para su
sustentación, al Rey de Francia, unos supuestos é imaginarios derechos
al para su familia siempre perdido reino de Mallorca.
Acerca de esta algarada, ó mejor aún acerca de la suerte que tuvieron
las hierbas mandadas preparar por D. Pedro para el hijo de su hermana
Constanza, era el silencio que reclamaba de su historiador el Ceremonioso,
diciéndole que tal asunto era cosa juí{gada; más se engañaba el del Puña-
let, puesto que la Historia había de juzgar inexorable con mengua de su
memoria y de su fama la perfidia, traición, ruindad y malevolencia que
tuviera aun á los de su misma sangre.
Falencia 3i de Enero de 1901.
(Concluirá), Gabriel Llabrés.
1 Pág. 389.
2 El insigne literato mallorquín D. Tomás Aguiló y Aguiló dejó al morir (1884) una intere-
sante novela intitulada El último Infante de Mallorca, á la que después puso cabal y digna
conclusión el eximio literato D. José María Quadrado. (Véase obras de D. Tomás Aguiló, l. IV,
en donde se relatan la vida é infortunios de tan desgraciado personaje.)
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 1 1 1
, ESTUDIO
SOBRE LOS SERMONES VALENCIANOS
DE SAN VICENTE FERRER
QUE SE CONSERVAN MANUSCRITOS EN LA BIBLIOTECA DE LA BASÍLICA
METROPOLITANA DE VALENCIA
V
Alusiones á si mismo, á la compañía de penitencial
al rey de Aragón.— Judíos y moros.
Hemos recogido con cuidado las alusiones que á su persona hacía el
santo durante su predicación. Sabemos lo que del mismo han dicho sus
historiadores; pero nos parece más importante aún saber lo que ha dicho
de sí mismo el propio interesado, como si dijéramos, sus notas autobiográ-
ficas. Si se volvieran á estudiar sus sermones de una manera más sistemá-
tica, aún se encontrarían muchos más datos.
En uno de sus exordios, hablando de Santa Cecilia en su mismo día
(IV. 52 V.), da á conocer cuando empezó su misión evangélica por F^uro-
pa: «En Sancta Mare Esglesia, huy se fa pffici de una gloriosa Verge Már-
tir madona Sancta Sicilia (sic) e de aquella vull preycar, no per raho ge-"
neral, tan solament en quant es verge e mártir, mas encara por raho spe-
cial, que per tal día com huy yo comen^i a preycar per lo mon e publiquí
ma legació a latere Chrisíi, e per que ella me ha tetes moltes gracies, per
^o no la vull jaquir de preycar». En el mismo tomo (IV, fol. i25 v.), ex-
plica y fija más el año de su predicación: «Aparellauvos, ja ha .XV. anys
e entram en el .XVI. que vayg per lo mon a avisarvos de aquesta jorna-
da.» Era el. lunes i.'* de Adviento.
En otros sermones habla también de su misión apostólica y de las fati-
gas que por convertir almas se tomaba. Era el martes siguiente á la Do-
minica 25.^ de Pentecostés, y co:nparando el. mundo contemporáneo fcon
el de Noé, dice así: (IV. 46): uDavant aquella destrucció del diluvi, Deus
trames aquell prohom Noé a avisar la gent, preycantlos com lo mon havie
esser destroit, e que fessen penitencia. Ya ha .XV. anys passats que ja va
l'altre prohom Noé preycant per lo mon la destrucció del mon, e alguns
sen burlen e trufen. Sic erit sicut in diebus Noé (Matth. XXIV. 37). Pero
3.» ¿POCA.— TOMO ▼III. 9
112 REVISTA DE ARCHIVOS
per Noé no s'trobe que sen convertissen sino .VII. persones, e toles ereí
de sa casa; mas per aquest Noé ara mes de setanta milia en hun día. E que
aquest degués venir, escoltat: Sent Johan diu: Vidi alterum angelum vo-
lantem por médium coeli habentem evangelium aeternum, ut evangelizaret
sedentibus super terram... dicens magna voce: tímete Dominum et date
illi honorem, quia venit hora judicii ejus». (Apocalipisis XIV, 6, 7.) En el
ms. sólo se copian las tres primeras palabras.
Esto mismo repite en otra ocasión (VI. 143) con más detalles: oQuan
nostre Señyor Deus vol destroir una vila, ciutat o Regne ha costuma de
trametre hun missatger — Deus volch destroir lo mon per aygua... trámete
a Noé... Quan Deus volch destroir cinch ciutats Sodoma, Gomorra, Agar,
Socor, e Seboit tramethlos a Lotl. — Quan Deus volgué destroir a Egipte
h¡ trámete Moyses... Quan volch destroir les dotze tribs de Israel los trá-
mete Amos propheta.— Apres quan Deus volch avisas tot Israel, trámete a
S. Johan Baptiste e Herodes tallali lo cap'. E veus donchs que Deus vol
destroir tot aquest mon per foch e tramet hun missatger que diu S. Johan
en lo Apocalipsi (XIV. 7). Et vidi alterum angelum euntem per médium
coelum quia yenit hora judicii ejus.
))Ha y molts secrets. — Alterum angelum euntem per médium coelum: diu
no Vidi angelum. ¿Per qué diu alterum? Jo us o diré. Axi com ara si hun
frare de Sent Domingo o de Sent Francés, qui tingue la regla apunt axi
íTom Sent Francés, diu hom: «o, veus afi altre Francés», no que ell sie sent
Francés, mas hun altre. Axi aquell del qual parle Sent Johan: Vidi alte-
rum angelum, per 50 que deu teñir vida de ángel. ¿E cgm? Car langel no
vol sino la honor de Deu, no vol roba, ni or, ni argent, ne amistad de
persones, ne de amichs, mas solitari axi com hun ángel: tansolament la
honor de Deu e la salvació de animes. Apres langel está amagat, que nol
veu hom; axi aquell. Apres polantem per médium coelum. A^o diu Sent
Gregori que coelum se pren per christiandat, per 90 com en lo cel son XH.
signes, per los quals havem influencies de les quals viscam. Axi la
christiandat ha XII. articles de la fe per los quals conexem set planetes, per
los quals havem moltes oppresions, e veus que la christiandat ha set sacra-
ments de la esglesia'per los quals la esglesia o la christiandat se governe.
Apres en lo cel ha moltes steles menudes, e veus a^i les gracies que havem
dfe Deu infinides. E apres habentem evangelium eternum. A50 es la Biblia
en lo vell testament, e lo novell es figurat en lo vell. E apres ut evangeli-
^aret sedentibus super terram. Aqo es ais senyors temporals, reys, duchs.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 1 l3
Dicentem eis peccata sua clare e ais prelats tambe e a tots los altres. Apres
super tribum, a(;o son los juheus qui van de trib en tríb, e aquel! preyca-
dor en les terres on son deulos fer venir al sermó, per declararlos la veri-
tat e hoir les veritats de la sua ley. Apres linguam: aqo son los moros, los
quals tambe deu fer venir al sermó per hoir les falsies e les veritats de la
sua ley, E aquell missatger no devie anar per Granada ni per Tartaria,
mas per la christiándat. Apres super omnem gentem. Aquests son los chris-
tians richs e pobres, car a tots deu preycar e dir lurs peccats e amones-
tarlos ques corregesquen a Deu de bona hora. Apres et populum: a^o son
los preberes e los religiosos car a tots se deu manifestar. Apres dicens
magna poce tímete Deum: aqo es per penitencia, car deulos provocar a fer
penitencia de sos peccats. Et date illi honorem; 50 es mostrarlos com deuen
fer oració agenoUats, pensant en Deu devotament. ¿E a^o perqué? Quia
venit hora judicii ejus. Donchs veu a^i per qué diu et misit servum suum
(scilicet , predicatorem) hora cene (ad finem mundi). Donchs bona gent,
apparellauvos que pugau entrar en tal cena. ¿E com? Los superbiosos
ques humilien, los avars que restituexquen, etc.»
El copista, al principio de esta exposición, ha puesto estas palabras:
cíDeclaració de mestre Vicent que es missatger de la fí del mon.» En reali-
dad, aunque el Santo no dice que él es dicho ángel, debe suponerse, pues
traza el cuadro de su predicación.
Sabía cuan dura era aquella generación y la comparaba á los tiempos
de Noé (IV. 47): E quan mes los preycava (Noe) pus durs tornaven. E lla-
vors Noe feu entrar en larcha primo ais aucells. Venie la águila que sen-
tie dant lo temps del diluvi — e posavense aquí davant Noe abaxant los caps
fentli' reverencia. Noe estave ab hun bastó en la ma, — avant posaltres
aquiles, entrau aquí. Fahienli reverencia e sens for^a deguna entraven en
larcha... Apres los voltors, puix los falcons (dic large) pardalets e aus me-
nudes. Quan les aus foren collocades de dintre larcha, feulos aquest ma-
nament Noé. — No sie degu quey mogue brega, nous mengeu los uns ais
altres: yo vos daré datils que mengeu. Axi o diu lo mestre de les ystories
scolastiques. Apres vingueren los animáis, que sentien la destrucció del
mon, primo los elephants, camells, oricoms, leons, e onsos (dic large) e
feulos entrar aquí en laltre loch e feulos manament: hun any dura que no
menjaren aire (que datils)».
Pero no desistía de predicar todos los días; antes bien, les decía conti-
nuamente (IV. 5): ctVeus de mí, que tots jorns yo preyque, que james no
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fon fet del principi del món en 9a, que a tots jorns se preycás sermó de di-
versa materia ¿per qué dich? Per honor e gloria de Deu e bon exemple».
Y repetidamente les decía (IV. 45): «Aquest mon deu finir tost, tost e fon
cuytadament. Aquesta doctrina, segons vos he dit, ja la he escrita en- una
letra e tramesa al Papa». Y más adelante se hacía cargo de una objeción, y
decía (IV. 85 v.): «Per 50 de la fí del mon que yo preyque ara, dirie algu:
Frare, haveu ho vist? Dich, que en lo mirajl de la Sancta Scriptura ho he
vist». Luego no era revelación, sino opinión suya formada en vista de la
corrupción de su tiempo.
Érale al santo pesado el estar fuera del monasterio, p^o su misión le
obligaba a peregrinar continuamente. De ello se lamenta en un sermón
(V. 24) y nos hace ver cómo se consolaba: «Al religios si fora del mones-
tir está prenliu axi com al peix que está fora laygua que tantost comen(^e
a morir, mas com va per laygua done una vólta de^á altra della e está a
son plaer... Dirá algún simple: «O a^o fa contra vos que noy estau gens e
anau per lo mon, donchs lo peix está fora laygua... Lo religios deu dir
quan es fora lo monestir: «¿en lo convent a quinya hora se lleven a mati-
nes? a tal hora». A tal donchs axi o deu fer e portar son breviari e la biblia
per preycar: a^o es portar lo mSnestir ab sí... Axi o fahien S. Domingo e
S. P>ancés que anaven preycan per lo mon».
Tenía ¡dea precisa de lo que significaba su predicación, y nos la expli-
ca (V. 10 v.) detalladamente: «En la esglesia ha Papa, Cardenals, bis-
bes, etc., mas noy ha sino un Senyor, Deus.
»Los primers servidors son los porters. — Los segons son rebosters,
aquells qui teñen lo pa e vi e fruyta e altres vitualles. — Los tercers son los
cuyners, aquells qui aparellen e cohén les viandes. — Los quarts son los
scuders, aquells qui servexen taula. — Despuix lo ministres 90 es los sona-
dors. — Depuix los almoynés, aquells qui lleven les taules. — E finalment
los cambrers, los qui han cura de la cambra del rey o Senyor.
»Lo primer offici es de porters, qui están a la porta ab les maces e les
persones que son dignes lexen les entrar, mas les indignes láncenles. Los
scnyors temperáis, 90 es, Emperadors, Reys, justicies, jurats, etc. estos
están ab lo poder de regir lo poblé per foragitar males persones... e males
costumes.
»Lo segon offici es rebosters qui sots la ciau teñen la vitualla... son los
prelats e tots los qui han cura de animes... ¿quinya vitualla tenen.^... los
sagraments... que son viandes spirituals.
BlBUeTEGAS Y MUSEOS 1 1 5
«Lo terí offici es cuyners qui preñen la bona vianda, Uattenla be e
<:oenla be e donen la amorosament. Aquests son los pneycadors deis quals
son yo... La boca de Deu es la biblia... ¿sabeu com se llava la vianda? Lo
qui deu preycar deu studiar eno preycar sensstudiar, car podie dir algu-
na cosa escandalosa... Set dies donen ais religiosos al qui deu preycar...
Lo preycador qui no ha stuJiat lo sermó, lo sermó será cruu.
5>Lo quart offici es de scuders qui están a la taula deis senyor qui ser-
vexcn. Aquests son los clergues que no han cura de animes, dyaques, sub*'
dyaques que servexen laltar... Los qui servexen al Rey se visten nets, no
suats ne polsosos, es mester que no sien sullats, sino ¡gara! Donch guard
si lo preveré que ha a servir al altar, que no vingue polsos ne suat, no sie
pompos, polsós, luxuriós, pereos, golos ans sie net.
»Lo quint offici es ¡uglars qui sonen ñ de la taula. Aquest offici han les
persones penidentes. ¿E quiny so fan? Fanlo- a tres veas: La oració, los
sanglots, los sospirs.
»Lo sisen offici es almoina, qui pren en hun caba? los cantells de la
taula del Senyor... Tu qui es rich has lo caba; pie e deus pensar que es al-
jnoyner de Jesu Christ.
o Lo seten offici es cambrer c es pus dol? de tots, per que stan en H
cambra ab lo rey, jSoden parlar ab elí... La cambra es la bona conscien-
<ía. Ara bona gent, quiscu prengue la sua divisió... Yo ja he pres la mía,
que so cuyner. Deus me face gracia quel regesca be.»
Ya desde joven estaba persuadido San Vicente del poder santificante de
la palabra de Dios, y es notabilísimo el pasaje (V. i lo v.) en que nos cuen-
ta lo que le ocurrió en Lérida cuando estudiaba: «Dirvos ne hun miracle.
Yo era en Leyda fadrf en lorde deis Preycadors on havie hun frare de bona
vida e confessavam a ell e hun día que no era festa vingucren homens e
alones a la missa e lo sermó. E dita la missa dixme que ell havie hauda re-
lació de part de nostre Senyor Deu que totes quantes persones eren stav-
des en aquella missa e sermó eren justificades. En a^o yo y fuy. Vejats
•donchs com es santa e bona cosa hoir missa e sermons».
Podría nuestro santo haber adquirido dignidades y riquezas: nada de
«sto quería para sí ni para sus oyentes. De gran edificación son sus pala-
bras (V. 1 5o): «Si vols esser savi,. tota ta vida sie endre^ada per anar al
port. Foll es aquell quis ature el cami. ¿Voleula conexer aquesta follía?
Sapiats que en una térra ere aquesta costuma, que quiscun any mudaven
son jutge e mentre ere jutge daves bon temps e a la fí del any trametienlo
ii6
REVISTA DE ARCHIVOS
en una illa tot nuu e allil lexaven estar. Hac ni hu e pensant: «yo son duch,
mas ¿com o faré del estar de la illa? no volch menjar sino mesuradament
e lo que devie despendre axi com los altres, secretament o trametie a la
illa. E passat lany trameterenlo a la illa axi com los altres e pus troba
aquí lo quey havie trames: hac ab que viure. ¿Qualsde aquests dirieu folls
o savis? tot hom dirie que aquest quey provehí, e los altres folls. ¡Hee!
Vejats siy sou vosaltres. E axi no fa^ats provisió sino per a vostra vida,
' tot laltre trametet o dellá... Car axi o fa?, yo, que be poria haver digni-
tats, mas nou vull, tot o enviu dellá. E quan serem dellá, oo quinya
gloria».
El ángel del Apocalipsis era San Vicente, el legado de Cristo que
anunciaba el juicio final. Era ya viejo, y su cuerpo sentía el cansan-
cio de tan largas fatigas y deseaba descansar del can[i¡no, como Jesús
junto al pozo de Jsicoh^-fatigatus ex iiinere, — apetecía el retiro de su cel-
da, pero le retenía el celo por la salvación de las almas. Decía un sábado
antes de la primer dominica de adviento (IV. ii3 v.) al pueblo de Zara-
goza: c(Yo pensava estar aquest mes passat per a fer penitencia e huy que
me n' partís; mas per les pregaries deis honorables regidors de aquesta no-
ble ciutat, e per la devoció que veyg, he atorgat fins a Epifanía e no pus:
que ja so vell .LXVll. anys he, e he a fer gran camí per a denunciar la
embaxada de la fi del mon, que ve ara». Después veremos cómo se han de
tomar estas palabras, al hablar del juicio final.
Seguía al santo gran multitud de personas en su peregrinación evangé-
lica, hombres y mujeres del pueblo, clérigos, caballeros, letrados. Tam-
bién de esta com/^ania ¿fe /a /?e;ii7enci¿2, como el santo la llamaba, habla
en sus sermones. Véase un caso muy notable en el de Santa Lucía (IV.
182 V.): cíNostre Senyor Deu ha feta una gracia en esta ciutat (Zaragoza)
que en deguna ciutat no es estat que tanta almoina sie feta com a^i, que
Ínter céiera hom ha en esta ciutat que te sa draperia parada a tot hom que
s'vulla vestir per amor de Deu. Per que vos vull avisar, que per la nostra
doctrina molts e moltes han pres Tabit de nostra companyia. E vansen
(altres) a vosaltres: hec Senyor e daime posada, qi4e yo so de la compa-
nyia de mestre Vicent. Yo dich que no son de la companyia, ans son la-
dres e robadors: nols rebats sino ab lo regidor de la companyia. E axi no
US lexeu engañar, que grans ladres son. La gent de nostra companyia ja
han la regla, no la trencarien per res. Altres van ab abit de la companyia
e demanen almoyna ab set psalms e no saben legir. Dirvos he una mará-
BIBLIOTECAS Y MLS20S 1 I7
vella. Anit yo rebí hun correu de Daroqua cuyt^t, en menys de .XX. ho-
res vingué. Hun hom se s'partít de aquesta ciutat, per nom Bernat Agui-
ló, e es anat a Daroqua e a feyt una letra de part mia falsa, e ha dit axi en
sustancia: honorables Senyors, yo Maestre Vicent vos he promés de anar
asti (sic) exint de Saragoga e la gent de riostra companyia es pobra e ma-
lalta e haurien mester que vestir, Placieus de socorrerlos etc. La ciutat
proveeix per haver draps, e ell: no, no; daume diners, ais comptants volie
passar. Dix hun de la ciutat: Senyors, trametam hun correu al Mestre e
sapiam si es axi o no, e tingam Vhom a noves, Jins hajam hauda resposta
d*elL Yo l|Os he respos^t, que tot es fals etc. Ara yo me pens, que al bon
hom, que ji farán hun jipó trepai pera Nadal».
Aún es más explícito sobre la compañía de penitencia en otro sermón
(V. 108 V.), donde explica el objeto que se proponía con ella y sus ejerci-
cios: «Devem fer penitencia, axi com es fet anit en la professó, ab aquells
crits de ¡misericordia! ab a(;ots etc. e de aquests será lo regne celestial.
Mas son alguns malestruchs que s*en traben escarn. Mal o fets. Lexats fer
be a qui n vol fer. ¿No saps Sent Domingo que s'by.té ab cadenes? Sent
Francés se gitá ab una dona que ell se feu de neu: Sent Bernat ab discipli-
na. Si vols anar a infern, lexa estar los altres, car per aquesta vía de pe-
nitencia havets anar a paráis, e has ne exemple. Vosaltres vehets. que nos-
tra companyia son be .CCC. persones. Vejats quinya maravella, que en
los lochs on entram, per pctits que sien, som ben acollits, que avegades se
nbarallen quan non han tots de nostra companyia: e avegades veus dos
frares que no trobarán qui Is acuUgue e nosaltres que som tants trobam
recapte. ¿E don ve a^o? Per 90 que servam aquesta manera de qucerité
primum regnum Dei et hcec omnia adjicientur pobis. Matth. (VI. 33).
Otras muchas veces nos habla el Santo de la compañía de penitencia y
muy en particular de la procesión de los disciplinantes. Parece como que
estamos oyendo los gritos de ¡misericordia! que se repetían con frecuencia
cuando en 1887 se celebró en Alicante la procesión de la Santa Faz. Véan-
se estas muestras (V. 53 v.): c<Quan la creatura está en bones obres tots
dies S2 enriqueix de día en día. Axi com ara de vosaltres ¿que fes hir? Lo
primer guany es del cami fort que hagués. Aprés quan fom a^i per gran
caritat acullgues la nostra companya que non ha^^ues prou. Apres en la
nit lu penitencia que fes en la professó de la disciplina ab grans crits de
¡misericordia! e huy que feu gran festa e hará havets la missa e la bona
doctrina e perdonan^a. Molt guanyau. Ara pensat que lo que hará ha-
Il8 REVISTA DE ARCHIVOS
vets vosaltres per hun día o per dos, cada día los de la companyia han
aquest be».
Un caso muy singular de estas procesiones de disciplinantes nos cuen-
ta (V. i38 V.): espanta su relato: «En una Vila de Castella appcUada Chin-
chella on era yo preycan ere hun hom ques confessá a hun confessor de la
companyia, e lo confessor vench a mi que lí donas consell de la peniten-
cia. E lo cas ere tal quel hom havie mort diverses persones, e yo diguili si
havie conegut que hagués bauda contrició. E dix que no. E yo pensí que
li digués ques disciplinas en la professó ab los altres. E lo confessor torna
e dixme: c<ja hu he dit, mas diu que no li bastarie lo cor a escampar la saa
sanch (be ere bastant a escámpame deis altres, mas la sua no), e yb dixli,
que li digués que anas ab los de la' companyia e ques disciplinas ab la dis-
ciplina en la ma, la corda penjan. E sis fahie. Els altres acótense ferm,
que la sanch los plegave ais talons, e ell que veu alió e hoí los crits tan
grans de ¡misericordia! per alió hac tanta de contrició que gira la discipli-
na, es disciplina tan fort, que li hagueren a tolre la disciplina. Yo se ho-
mens que dien que han quarenta anys que james hagueren contrició
fifis ara».
Se hace cargo el santo de algunas objeciones, y por su respuesta apare-
ce el verdadero objeto que se proponía: la ejemplaridad (V. 76): Dirie
algu: c<e donchs aquesta disciplina que fa la vostra companyia ¿per qué no
la fan en sa cambra? Responch axi. Si ells la fahien en sa cambra no sen
estcndrie tant de be com fa, que a exemple dells molts daltres fan peniten-
cia axi com ells, que no la farien. Mas avet, fan la denit e van coberts e
per 90 no es vanagloria. Algu de vosaltres anau en bragues que mostrau
tot lo ventre e les cuxes: no anau be axi: cobriuvos honestamcnt. Les
obres son vistes mas no les persones, e axi va be».
Finalmente, aparece en otro lugar de los sermones (V. 70 v.) que ha-
bía indulgencia plenaria — perdonan^a: «Vosaltres feu de la caritad que
fes anit a la nostra companyia que la rebes molt be, e depuix en la pro-
fessó, les fadrines ana ven ab lo cap descubsrt: be fahien, mas les casades
nos deuen descobrir. Los altres se disciplinaven, los altres cridaven grans
crits de ¡misericordia! e ara que sots venguts a la missa e al sermó e apres
guanyareu la perdonan^a».
La gente que se acogía á la compañía de penitencia era mucha y de
todas las clases de la sociedad. Los unos buscaban el perdón de sus enor-
mes pecados, los otros la perfección de la vida cristiana. Decía el santo que
BIBLIOTECAS Y MUSEOS I IQ
aquella era una arca de Noé (IV. 47 v.) c<¡Quantes besties salvatges se me-
ten en larcha de penitencia! Quants homens que han fetes .XXX. XL.
morts e ara son se mesos en nostra companyia e fan penitencia, hoc c
águiles, 90 es, regines han conegut aquest senyal e fan gran penitencia,
duqueses, comtesses e ahres, e los infants petits. ^Nol conexets ara aquest
senyal? que si los juráis de aquesta ciutat fahíen crida que les criatures
vinguessen a cert loch els darien torrons, datils, e avellanes, neules etc.,
noy veodrien axi e ara venen Larcha tantost se tanquara: lo prohom
ja es vell: tost, tost e ben tost se fara: obriu, obriu los huylls, sino pc-
rireu.»
¿Y qué hacía allí está gente? Lo dice en varios pasajes (IV. 92 v.): c<Los
de la nostra companyia quiscun dichmenge confessen.e combreguen; vo-
saltres qu¡ treballau elegíu .X. o XII. festes en lany de les majors e con-
fesseu e combregau, que Deus vos provehfrá». En otra parte (V. i6)r
«Algu de la nostra companyia dejune, no menge cañi, e quan lin darán en
la posada dirá que no menge e demanará ous: mes li valrie menjar carn,
que no demanar propria vianda e descobrir llur abstinepcia». Otra de sus
ocupaciones era ayudar misas (III. 23): «La gent deu haver bona fe en
creure fermament en lo Sagrament del altar, car ligse que Sent Thomás
de Aquí Doctor, havent gran fe e créenla en lo Sagrament del altar cada
día dehye missa e ajudave a dir altra missa o si eren que no pogue dir
missa ajudave a dir dues misses, car gran merit ne havie. E en a90 pre-
ñen doctrina los de la nostra companyia; que axi los grans com los chichs
qui no son preveres hoen missa e ajuden a la missa, car per hoir missa
quiscú es confermat en la fe».
Sobre el modo de ayunar los de la compañía tiene el Santo algunas
advertencias: puesto que vivían de la limosna tenían que aceptar lo que
les daban (IV. 1 10 v.): «Per la exida del dia de Pascua... hom se apparelle
confessant etc. ¿e quant mes donchs quan deu exir del forn calent del
Sant Spirit de la Verge María lo deus rebre enbolcat calent calent... Ya
dabans per 490 anys ja dejunaven los prophetes lo Advent... in diebus
illis ego Daniel lugebam trium hebdomadarum diebus (Daniel X. 2). Lu-
gebam, idest, jejunabam ¿e com dejunaves? Primo ne menjava pa de figos
ni pabell de forment, mas pa dordi mal pastat, ni carn, ni vi, ni altra
cosa delicada... Demá comente \\o Advent) que ja no deueu menjar carn.
Molts dien: demá farem carnistoltcs... sí axin feu, trencarlo heu. Ant¡-
gamcnt los religiosos e preveres axi o fahien. Ara tota devoció va fora. E
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axí sz dcu fer de bon cons^ll. mas los de la nostra companyía non poden
fer axí, que han a menjar de qo quels apparellen la bona gent e ells no
deuen demanar propí e non han peccat que mengen de la vianda.»
Esta vida también tenía sus detractores, como aparece en los mismos
sermones del Santo, que de ello se lamenta (IV. 23 v.): «Quan hun hom
comenta a fer bona vida ,;hay degu que sen riga? no. no. Mas digats ¡o
beneyt sie Deu! e dirli <<En bon hom. pus que Deus vos ha feta aquesta
gracia, contínuau vostra bona vida.» Si algún religios se sol convertir a
Deu, ell se met en gran brega, que tots los altres sen riuran desloanlo. e
si al^u es del mon, aquell es loat, mas si es devot tantost dirán los pa-
rents. — Nostre parent lo frare ni ol ni put. — Si una dona comencé a fer
bona vida totes los vehínes la acanicen mes que a degun thoro. Hun bon
hom per la nostra preycació e penite.icia que vehie fer, pres proposit de
fer bona vida. Ell a matf e vespre fahie sa oració devota en sa cambra e
la malvada de muller gitaves el Hit e per devall lo lan^ol miravel e reye-
sen hahaha. Lo bon hom havien gran desplaer e vingue amia dirmo e yo
donili aquest cons^ll, que non curas, mas que continuas que de aquell
opprobri major merit trobaric.»
Hay en estos ser.nones una serie de alusiones al Rey de Aragón, Don
Fernando de Antequera, cuya virtud pondera mucho como veremos.
Había sido nuestro Santo muy amigo del Rey D. Martín y cuenta un caso
que le ocurrió en su presencia, lo que le sirve para ponderar, que cuando
Dios da un castigo es correspondiente al pecado que fué causa (IV. 255 v.):
"Regla es, que quant nostre Senyor Deus dona alguna pena, tots temps es
corrjsponent al peccat. Exemple del Rey En Martí. Yo era ab ell en la
sua cambra a Barcelona, e dix: Mestre Vicent ^voleu %'€ure les mies carnes,
que tinch totes plenes de podre? E yo dixli perqué li ere vengut, e dix:
Yo he ago, que quant era jove yo tenia belles carnes, e mostravales que
di^uessen, que era benfet de carnes, e per alió yo he aquesta pena. —
¡Haa! dix yo, be esta, pus o conexeu.»
Pero las más notables alusiones son, como hemos dicho, al Rey Don
Fernando, empezando por el compromiso de Caspe (IV, i63 v.), refirien-
do la siguiente invocación diabólica de un nigromántico, en el sermón del
lunes después de la Dominica segunda de Adviento: c<Al Castell de Casp,
quan nosaltres nou persones hi erem per elegir rey, veureu que vos diré
del dyable. Quan nosaltres son acordes trametem ais deputats quen ha-
vien hoir. E fon hun gran home invocador del dyable e dix: per cert yo
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 121
sabré qui es lo rey. E feu rotle e invoca lo dyable e ell fo aquí e dixli:
¿Porasme dir qual será lo rey? Lo dyable li dix: tal. E aquest comen9e a
publicar, e en Taltre día dixlí: Aytal será, — hun altre — ¡Ool d¡x aquest,
tu me engañes, que lo hun die dius tal, Valtre tal. — ¿Vols que te diga?
diu lo diable, la veritat sapies, que de tres legues en torn no ni puch acos-
tar a Casp, per hun home que y ha e erem nou.»
Defiende denodadamente á D. Fernando como rey legítimo y pondera
muchas veces su religiosidad y castidad. En el sermón de San Juan Evan-
gelista (IV. 248) explica las razones en que se fundó su fallo en la elección
de rey Aragón. Comenta el pasaje del Cantar de los cantares (cap. III. 1 1),
que dice á la letra: Egredimini et indete filice Sion regem Salomonem in
diademate,^quo coronavit illum mater sua in die desponsationis illius.
Aquesta paraula me dona occasió que diga del nostre Rey. Veus que diu:
exits, si hi ha degú de la casa de mala voluntat, exits e fets penitencia.
Sabets quant de mal si ha feyt. En aquell punt que yo pronuncij la sen-
tencia en Casp, totes les bandositats cessaren. Los genovesos ja havien
armat per occuparse Aragó. Los moros de Granada tremolen, mas nosal-
tres rey havem. No havem rey quo li diu hom: ¡Oof per amor de mi etc.
bon martinet. ¿Que mes diu la auctoritat.^ que Tcoroná la sua mare, no
diu pare. Nostre Senyor Deus Jesuchrist en quant hom no hac pare, mas
mare, e el regne de David se pertanyie a Jesuchrist. Dien alguns: lo nos^
tre rey de dona ve: Oo, e nostre Senyor no dona excellencia al nostre rey.
Vejats que vos diré. No ha huy hom al mon másele e legitim, que tan
acostat sie al nostre rey En Martí, ne al rey En Pere, per que diu másele,
per foragitar dona, que no havem mester dona en rey de Aragó. Molts
grossers dien: ^e qui será rey? e si les aus o dien: Frederich, Frederich,
tapauvos la boca. ¿Pensau que nosaltres, nou persones, no hajam vist los
drets de quiscú? Dirá algu de vosaltres: Aoc, mas aquest %*e de dona. Sem-
blant era Jesuchrist, que la successió li venía de David per la mare. ítem
mes, lo primer rey de Aragó, fill de Dona Petronilla, dret hac per partde
dona e esser rey. ítem mes vos dich: que de part de pare e de mare aquest
rey tot es aragonés e valencia: lo seu pare fo lo rey don Johan de Castella,
concebut fo en regne de Valencia, nat a Tamarit de Litera, nodrit en
aquest regne: mas lo a vi, el rey don Andrich (Enrique) be s'mostrá ca-
thalá e aragonés, que foragitá lo rey don Pedro, qui destruí aquest regne.
ítem mes: que aquest rey no ha condició de castella, mas de cathalá ó
aragonés: no te amigues, tot verge vench al matrimoni, e veus quantes
122 RCriSTA HE ARCHIVOS
creatures. E aqüestes no s'nodrixen en faldes de donzelles, mas a cavalcar
e cafar etc. ítem mes, los castellans son molt parlers: Ferrá Ferranáeg
de ¡os Archas de los mayores, mas lo nostre rey a tart parle, sino que
desempache los feyts. E axi egredimini etc.: exits de la tanega de malicia.
A9Ó vos he dit per que la materia m' ho requir, que axi com Jesuchrist
succe/ a David per mare, axi aquest nostre rey en aquest regne.
Sobre esta materia había hablado ya anteriormente (IV. 147. fer. VI.
Hebd. 1. Adv.), explicando más algunos pormenores: («Dien los juheus
que én quiscun loch del libre Cántica Canticorum... que allí hon es amat,
es entes Deu, e puix diu egredimini jilice Sion.., Juheu, Salomó vol dir
rey Deu, donchs Deu mare ha, que la Sinagoga sie dita sposa raho ha que
engendrava fílls ¿mas quí será aquella mare e aquella corona? Vet que
diu mare de Deu: la sinagoga no pot esser dita mare, que no pareíx,
donchs mare es de Deu e per (o diu que ella lo ha coronal, com corone la
mare al fíll, p|r (o que no hac pare home, que per la mare li pertanyie lo
regne. E per (o exit de duricia. Dretament esta semblava lo fet del nostre
Rey. Eli hac mare, del rey En Pere dretament se pertanyie el regne de
Aragó per la mare quel ha coronat.»
En otro sermón (IV. 247) vuelve sobre el tema de la castidad y excita
i los que estaban al frente de la cosa pública i ñn de que eviten el pecado
contra esta virtud, amenazándoles con la venida del rey: «Servar devets
la fe del matrimoni e castedat, per qué, bona gent, avisauvos, e los regi-
dors avísense, si volen que la ira de Deu no sie sobre la ciutat. E veus
que vindrá lo Senyor Rey, e si ni troba deguna, ell o esquivará e o casti-
gará; mas yo tinch per tais ais regidors que quan el rey vendrá, aquest
peccat ja será escombrat.»
Este mismo celo de D. Fernando ponderaba en otra ocasión San Vi-
cente en la misma Valencia un viernes después del Domingo IV de Ad-
viento ÍIV. 226) hablando de los niños que los discípulos pretendían apar-
tar de Jesús: «Havie en torn de Jesuchrist tanta de minyonalla e los apos-
tols cridaven: /ora. /or¿r wf«vo/ia//^.E Deus vehent que la minyonalla
no ere luny d'ell, si dix: sinite párvulos venire ad me. Mas vosaltres lu-
xuriosos, pudents fora, fora. Ara notats ¿quals son los homens que sien
en matrimoni huy casts? ¡he! mostraume lo primer e traoime Tull. Aquesta
gracia es huy en lo nostre Rey, que cast vench al matrimoni, e veus
quantes creatures ha. ¡Oo, quanta corrupció ha huy en lo mon! E per 90
dix ais fadrins. talium ett regnum ccelorum, el ais majors dix, talium est
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 123
regnum injernorum. No si j^uarde huy res; parents ab parents, compares
ab confiares, cunyats ab cunyades. — Si algu ha tenguda aquella mala vida
de porch, lexatla. Yo crech que la ciutat provehirá en a^o, que yo me
tém, que aquest peccat no sie ja en la segona especie, id esl, sodomía, ele.»
Finalmente encontramos que alaba al mismo rey por su confianza en
Dios y por el desprecio de agüeros y supercherías (IV. i8 v.): «Speran^a
es bona a totes tribulacions. Mas son alguns que mes amen tetilles. (^o es.
no prengau muller tal día, ne camineu tal día, ne tallar, ne usets ab la
muUer tal día, ne fa^au bugada tal dfa. Algunes dones son, que serven
mercoleries e sabatines, e tal día guardauvos de tal erba c collir la erba ans
del sol exit, etc. Vidit Deus cuneta quce fecerat et omnia erant valde bona,
(Uen. I. 3i:) Donchs, per qué son males algunes (erbes)? Hoc, a homens lo
realgar, q^uels mate si n'menjeu; mas a medicina o a rates, son molt bones.
Axi mateix los dics: que Idicbnicnge no es bo a fer obra temporal, que
matarás lanima. Axi mateix, los .L. dies caniculares no son bons a purga
o a sagnar, ne Tgirant de la luna; mas a fer matrimoni, ne a acaminar
^•qui ha trobat aqüestes vanitats? E axi fa lo rey nostre, que si algu li diu:
Senyor, no camineu huy; — Agora quiero caminar, E diu: Jesús, a tu me
coman. Senyor. Beatus vir cujus est nomen Domini spes ejus et non re-
spexit in vanitates et insanias falsas (Psalm. XXXIX. 5). Axi o fet vosal-
tres e vosaltres dones, que deyts: tres te preñen, tres te estrenyen etc. Sex
diebus operaberis. (Exod. XXIÍI 12.)»
Debió ser tiempo de mucha ansiedad el que precedió á la elección de
D. Fernando, y á esta situación parece aludir el Santo (V. i5) en la rela-
ción de cierta estrategia usada al rendir un castillo. «Ans que haguessem
rey en la térra se velaven moltes viles per temor de perill e no per gua-
nyar. — No vos prengue com a hun castell qui ere molt tort a la una part
e a laltra no molt, e ere assetiat per cnemichs. V. aquests vehent que bo-
nament noy porien entrar, diu que denit prengueren ducs o tres barques
que havie aquí en una aygua davant la part menys tbrt del castell e me-
teren hi cabres e posaren los cándeles cremants a les bañes per a ferlos
baxar ais del castell per la part menys fort per tal que poguessen escalar
la part pus fort. K los del castell vcren axi les cabres, digucren: «alio ani-
mes son:» e abocarense tots per mirar a la part menys fort e los cnemichs
escalaren tost lo castell e prenguerenlo. — Axi com la monja forí^^ada que
no volgue trenquar lo vot de silenci ¡a! vet com caygué — Presli axi que
fcu vot de teñir silenci e hun hom la for^ave e per no trenquar lo vot no
124 REVISTA DE ARCHIVOS
dix res ne parla, sino que deye huu, hu, hu, e fo sabut per la Abadesa e
reptala per que no havte dtt quecom.»
En las constituyentes fué difamado San Vicente como autor de las
matanzas de los judíos, aserción por completo gratuita. No era fácil hacer
su vindicación con datos positivos, puesto que los autores de su vida nada
habían dicho. Por eso es en gran manera oportuno entresacar de estos
sermones datos y consideraciones que nos hacen ver cuan contrario era
nuestro Santo á que se forzara la voluntad de los infieles para su conver-
sión y cómo anatematizaba á los que les hicieron violencia. Véase sino la
comparación que hace (IV. 14) de la sinagoga y de la Iglesia: oLa sinago-
ga no conegué a Jesuchrist... que havie mudada la vestidura e nol volgué
rebre e per 50 los ha lexats, e preslos axi com ab Na Comtessa. Era hun
comte mo!t bell e pres una bella donzella e a lonch de temps presli volun-
tad de cerquar térra, e dix a la muller. — Estauvos axi e axi. — E aquest
pres molt tresor e ben vestit, e vassen. Estigue molt temps e ella desitjavel
molt per que no tornave. E lo comte hac despes tot lo que havie pres e
tot solet, barbut e com a pobre torna e toca a la porta. — ^Qui es? — Lo
compte etc. — Finaliter entra e dix la comptesa. — ^E qui sou vos? — Lo
compte. — ¡Com lo compte etc.! — Anauvosen: yo vos fare fartar de palos.
E ell dixli: ¡O Na Comptessa! ^E no vos membre tal cosa etc.? — Deycli
los secrets que eren entré ells, e ella deyeli: — Vos deveu esser nigroman-
tich etc. Deyen los de casa a la comptesa: Senyora, aquest hom lo compte
es. — Tots lo conexien, hoc los cans lo conexien e ell per treviment de sa
muller atañías a ella per abracarla etc. Penjarenlo per el coll. Ara escol-
tats. Ans que no vingues lo compte ella plorave per que no venie, e los
de casa deyenli per confortarla: Senyora, nos deu trigar. — E quan fo ven-
gut penjal. Axi li pres a la Sinagoga, que quan Deus l'ach presa per mu-
ller c li hague donada la ley, tornassen al cel vestit de vermell, e passa
tems e la Sinagoga plorava: ¡O Senyor! ^e quan vendrás? — Finaliter lo
compte venchli simple e comenta a toquar a la porta. ^E quan? Quan
comenta de preycar e nol volgueren creure, ans li dehien: ¡O! Vos sou
encantador etc. E los vells, qo es, Gamaliel e daltres dehien a la Sinagoga
que aquest ere, e nou volgueren creure. Axi matex quan vench en la sua
natura los animáis conegueren al compte, lo bou, e ase, e l'adoraren.
Aiidite cosli et stupescite super hoc, Juheus, hojats, obrit los huylls e les
horelles. Vct la comptesa: nol conegue; ell se volch alanzar a la sinago-
ga, e ella critcifige, cructfige,y>
b:b!-10Tecas y museos : a5
Y poco mis ¿ba'o: Los apostols qui conqueriren lo mon no pc^navcn
lan^a ne coltelj. e per y? done materia. .. que los chrisiians no dejen ma-
lar los iuheus ab co-ieil mas ab paraules. e per ^o lo avalot que ion con-
tra 3os iuheus :\.» íet contra deu que no s devie ler, mas per si matex deuen
venir al babtisme.- E>ie pasaje prueba que San Vicente no tuvo parte er.
las matanzas de iud os. puesto que las desaprueba tan terminantenienie.
Aun insiste en otro lu¿:ar sobre e>to mismo «IV. loov.i é indica el
modo de convertir á ks judíos. Son muy terminantes la> palabras en que
condena la mat¿inza ¿a] pueblo israelita: * Los Senyors temporals deuen
onvertir los iníels de sa térra... axi se deuen minvar de rendes per con-
vertir los seus iníels moros e íuheus. pero sens i'or^a injuriosa, be jurídica,
que aquel 1 avalot ques leu ara daquestes an\^ deis juheus niolt deplagué a
Deu. mas ab bones amone^tacions e tentlos estar a depart e no lexarlos
ne¿í0ciar lo dichmeniíe palasament. no haver juheus faniiliars ne iracta-
dors de matrimonis- Axils convertirán. Mas dirá ali^u: Oo no hauria tama
renda com ara... Guarda quants moros e juheus son dampnats en infern
per la tua avaricia. ¡LlasI irás a? ells.-^
No era para el Santo negocio baladí la conversión de los infieles, pues
como dijo (ÍV. II v.i: ««Es necjssari al preycador de publicar les veritats
a tels e infels... e per ^o... yo complint aquell manament... axi ho faro. K
veus. per <;o vosalires juheus veniu a la preycació. Hoc. importune, ab
pena de mil florines.-» Sabíamos que eran forzados a oir ciertos sermones
y ahora nos dice el Santo la sanción que tenía la ley. Se queja amarga-
mente de la conducta de los cristianos con los nuevos conversos j V. 5) y
les pregunta á los primeros: t«¿Vosaltres havets consolació quant hun
juheu se converteix.** Molts christians folls son que non han consolació.
quels deurien abracar e honrarlos e amarlos, e feís lo contrarí, quels
menyspreau per que son stats juheus. e nou deueu fer, car Jesuchrisi
juheu fo e la Verge María abans to ¡uhia que chrisliana. Gran peccat es
de escarnirlos, quels dieu retallat nou deus íer, que axi serás dampnal
com aquell tore si moris juheu. mas deveulos adoctrinar en lo scrvi
de Deu.»)
No quiere, sin embargo, que fíeles é infieles vivan mezclados ^IV. 36 w):
«Moros, Juheus e Christians tots están mesclals. A<;o podeu dir que des-
troix... Lo Rey nostre ha ordenat en Castella que tots los moros van ab
hun capuxo senyalat, e los juheus ab una roda, e a^i van los moros axi
com a christians ¿e no sou gelosos de vostres mullers?»
120 REVISTA DE ARCHIVOS
Sobre esto insiste en otra parte (VI. 257) á fin de que haya la debida
división entre judíos, moros y cristianos. «En hostal publich no sie sos-
tenguda mala fembra... Ells juheus e moros estiguen en apartat, no entre
los chrislians. No sostengats metges infels, ne comprar dells vitualles e
que estiguen tanquats e murats, car no havem majors enemichs. Christía-
na nqesser dida de aquells, ne menjar ab ells. Sius envíen pa, lan^aulo
ais cans, sius envíen vianda viva prenetsla e no morta, car diu la Scrip-
tura Sancta contra aquest peccats nesciiis quia modicumfermentum totam
massam corrumpit?^
Terminaremos con una cita (V. 122) en que se relata una conversión
expontánea de un judío. c<Hun juheu venie a Roma denit e no troba ostal
ubert, e trobá hun temple ubert e entrassen aquí, e veu hi una ydola, e los
dimonis estaven aqui e hacne paor. E anali lo cor que la creu ere contra
los dimonis. Diu que se senyás e feu moltes creus de les palles e pósales se
dessus. E vingueren li los dimonis e estiguerenlo mirant e digueren: c<In-
venimus vas vacuum sct signatum. Nol gosaren toquar, e anas a batejar.»
(Continuará.) R. ChabAs.
PEDRO RUIZ DE ALCARAZ,
ILUiMINADO ALCARRENO DEL SIGLO XVI
X
La prolija información testifical hecha en los años 1524 á ¡527 probó
que, sino todas, profesaba Alcaráz muchas de las doctrinas que se le im-
putaban. Mari Núñez, testigo sospechoso por su enemistad con Alcaráz é
Isabel de la Cruz, y Diego de San Buenaventura, ermitaño en Priego, dije-
ron que estos se juzgaban más perfectos que los santos de la antigüedad y
enseñaban que las tres personas de la Trinidad habían encarnado en María;
el licenciado Fernando de Santander, Pedro de Barrios y Alonso de Figue-
roa acusaron á Ruiz de Alcaráz de no rezar vocalmente ni postrarse ante
el Sacramento; Elena de Molina, de decir que entre Dios y el alma eran
inútiles los medios, como devociones, etc., Diego de Campuzano, de acon-
sejar que no se rechazaran los malos pensamientos y las tentaciones. Sin
embargo, la mayor parte de las declaraciones no fueron tan rotundas como
quisiera el buen fiscal Diego Ortiz de Ángulo, pues bastantes de las frases
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 1 27
atribuidas á Ruiz de Alcaráz podían entenderse en sentido católico y así
las interpretaba el reo en varias defensas que presentó: «Yo siempre tuve
por buenas y nes9esarias las buenas obras en todo estado.» «El honbre
puede pecar v caber de qualquiera buen estado» ^
«Siento que soy tan pecador y tengo tan malas inclinaciones naturales
que muchas vezes las obraría sy Dios por su amor no me guardase; y en
esto conosco quanto es el amor de Dios (jerca dfe mi; y pues a un tan malo
como yo, Dios lo guarda, ¿que baria a otros, pues son tantos mejores
que yo? y pueden caer los que están en amor de Dios apartándose del amor
de Dios, pues tenemos todos tanta flaqueza, que todos pecaron en Adán y
tienen nes^esidad de la gloria de Dios.»
«El amor no se exime de obedes^er, porque tiene en el amor obidien-
9¡a; y los que no tienen asy este conos<;¡miento, judgan ques esen^ion de la
obidien^ia, vnos con ynoran^ia e otros con malií^ia; mas no hsy los que
conos^en la verdad del grado que ay de perfe^ion en la obidien^ia ques
por amor, a la ques costreñida por temor o hecha por amor merce-
nario, myrando que todo dado bueno y don perfeto desciende del Padre
de las lunbres y que de nosotros no somos suficientes pensar como de
nosotros; y dando la gloria a Dios en todo el bien y asy alabándole, co-
nos^iendose el onbre y estimándose por nada; quel que se piensa ser algo,
como no sea nada, el se engaña.»
Lo mismo se decía en otros memoriales que en nombre de Alcaráz y
anotados por éste escribió Fr. Reginaldo del Esquina: «Aunque sea pre-
sunción y sobervia alabar nuestras agujas (la santidad) no es caso de Inqui-
sición».
«Oso dezir que la contenplacion de los atributos y perfecionés de la Di-
vinidad es aventajada a la contenplacion de la santa Pasión ó misterios de
la humanidad.»
«fll dexamiento al amor de Dios, que yo pretendía, era tal que a los
dexados ponia en la cunbre de pertcc¡on; y asi es verdad que yo hablava en
los grados de períecion que el glorioso San Dionisio pone de via purgativa,
illuminativa y unitiva.»
«Niños son v incipientes los que se espantan con el infierno, pues los
varones heroicos en cunbre de perfec¡on puestos, no por temor de infierno,
que es inicial, o servil, mas por temor de oíender al amado, que es temor
filial, an de servir al Señor» 2.
I Folios i5o y i56 del Proceso.— 2 Folios 174 á 188 del Proceso.
3.* ¿POCA.— TOMO yin. 10
128 REVISTA DE ARCHIVOS
El reo seguía inconfeso, tachando á Mari Núñez, la más explícita en
sus declaraciones; alegaba que esta, su amigo el clérigo Hernando Díaz y
su criada Juana Ortega solamente querían vengarse porque en otro tiempo
les reprendió sus yerros; añadía que á Mari Núñez la había procesado en
Alcalá el Vicario Avellaneda; que la Ortega, hija de un cavador y trans-
formada por Mari Núñez de moga de soldada, en dueña, ningún cr¿dito
merecía; por último sacó á relucir chismes y rencorcillos muy propios de
beatas, cuya natural vanidad femenil se acrecienta con el orgullo que ins-
pira una falsa perfección, una virtud de oropel.
Entonces creyó el Santo Oficio que sería conveniente dar tormento á
Ruiz de Alcaráz y así lo decretó á 19 de Julio de ¡527:
oE luego sus mirgedes le mandaron baxar a la cámara del tormento y
estando alli el dicho Pedro Ruiz de Alcázar fue desnudado fasta quedar en
camisa; e luegO fue amonestado por sus mer(^edes e requerido de parte de
Dios nuestro Señor e de su bendita madre nuestra Señora la Virgen Maria
que dixese e manifestase la verdad de todo lo que estava acusado e tes-
tificado. E luego le tueron comeni^ados a apretar los bracos con un cordel
de cáñamo y fueronle dadas veynte bueltas, e siendo amonestado que di-
xese la verdad dixo que dicha la tiene. E scyendo tendido en la escalera
del tormento fueronle ligados e apretados los bracos e piernas con el dicho
cordel, e amonestado que dixese la verdad dixo que Ihesus fuese glorificado
en todo y que el fuese con el. Preguntado quien le inpuso en estos errores»
dijo que ihesus fuese con el, y que Isabel de la Cruz e le habló en muchas
cosas que le pares(;ian a este declarante buenas, e que si otra cosa le pa-
res(^iera que huyera del la como del diablo. E luego le fue puesto un paño
de liento delgado sobre la cara e seyendole hechado un jarro de agua por
la boca e narizes fue amonestado que dixese la verdad.»
Por más que se repitieron los jarros de agua, Alcaráz estuvo muv lejos
de confesar cuanto se le atribuía y la inquisición no consideró llegado el
momento de sentenciar. Prolongóse todavía la causa dos años, hasta que
Alcaráz imploró misericordia; confesó que había enseñado algunos errores
contra la fé católica, por los cuales pedía reconciliación, y juraba no acor-
darse de otros declarados por varios testigos, sin negar en absilutoque los
hubiese predicado.
Los inquisidores se prepararon á sentenciar y hubo discordancia en los
votos; el Dr. Diego Jiménez Paniagua, el licenciado Alonso Mejía y Fray
Alonso de la Puebla, opinaron que Alcaráz debía ser condenado á reconci-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS I2Q
liación, cárcel y hábito perpetuos, confiscación de bienes, salir en auto con
coroza y recibir allí cien azotes; semejantes á estos fueron los votos de Fray
Antonio de la Cruz y del licenciado Pedro de la Peña; en cambio Fr. Juan
de Santa Cruz, Fr. Domingo de Santa Cruz, Fray Juan de Ochoa, Fray
Juan de Robles, Baltasar de Castro y Alonso de Mariana se decidieron
por la relajación al brazo secular, esto es por la hoguera.
Afortunadamente prevaleció el voto más benigno y en la sentencia,
dada á 22 de Julio de i32C), después de considerar bien probada la acusa-
ción fiscal, los inquisidores, alegando, como solían, aquellas palabras del
Señor: no quiero la muerte del impío, sino que se convierta y vipa, y ha-
ciendo alarde de una fingida piedad, condenaron al reo á cárcel perpetua,
llevar sambenito con el aspa de San Andrés, salir en autacon coroza y
ser azotado públicamente en .Toledo, Cuadalajara, Pastrana y Escalona,
poblaciones donde había dogmatizado.
A 20 de Febrero de i53i) el Consejo de la inquisición conmutó la pena;
Alcaráz salió de la cárcel, pero quedó obligado á esidir en Toledo, á re-
zar, los viernes los siete Salmos penitenciales en el convento de San Agus-
tín; los sábados el rosario; ayunar un día en semana y cumplir otras pe-
nitencias.
XI
Fn el proceso de Alcaráz hay noticias importantes relativas á Juan de
Valdés. Fste, según declaró Francisco de Accvedo, clérigo, á 2S de Diciem-
bre de 1 323, residía un año antes en Escalona y acudía puntualmente á las
pláticas de Alcaráz, no sin escándalo de muchos que reputaban las doctri-
nas del místico alcarrcño poco adecuadas para los jóvenes. Por un memo-
rial de la mujer de Alcaráz consta que estuvo allí al servicjo del Marqués
de Villena; hecho que explica un pasaje djl Diálogo de la Lengua, donde
afirma que había pasado diez años, los mejores de su vida en palacios y
cortes, dándose á leer libros de caballerías. Fl citado memorial dice así:
oMagnílicos y Reverendos Señores.
)>Fste dia pasado supliqué a vuestras mer^^edes por una petición me hi-
ziesen merí^ed de me hazer saber sy Juan de Valdes, criado del señor .Mar-
ques de Villena, avia dicho lo que sabia (^erca de lo que tocava al negocio
de Pedro Ruiz de Alcaráz, mi marido, z sy se avia retilicado, porque de
su dicho yo entiendo que se manifestaría en algunas cosas la intinyion del
dicho mi marido; porque suplico a vuestras mer<^^edes sy no esta en el pro-
1 3o
REVISTA DE ARCHIVOS
jeso vuestras mercedes le manden que declare lo que en ello sabe; e por
amor de Dios me respondan luego en esto lo que conviniere para lo que
pertenes^e al dicho mi marido. o
(Á continuación) Dixeron que están prestos de hazer lo que sea de jus-
ticia.
(Al dorso) Petición de la muger de Alcaraz ».
Las doctrinas de Alcaráz arraigaron fuertemente en Valdés, quien siem-
pre tuvo casi mas de alumbrado que de protestante; en Escalona surgieron
en su alma las primeras ideas reformistas y empezó á desechar las que
hab'a aprendido en su niñez. Más lógico y audaz que su maestro pasó los
umbrales de la Iglesia y se refugió en el protestantismo.
M. Serrano v Sanz.
APÉNDICE
Sentencia que dictó la Inquisición de Toledo contra Pedro Ruiz
DE Alcaráz á 22 de Julio de 1529.
Por nos los Inquisidores contra la herética prauidad y apostasia en la
^ibdad y arzobispado de Toledo, por autoridad apostólica y ordinaria:
Visto vn processo de plcyto y causa criminal qve ante nos a pendido
y pende entre partes: de la vna el venerable bachiller Diego Ortiz de Án-
gulo, promotor fiscal deste Sancto Otfi^io, actor denuni^iante, y de la otra,
reo acusado, Pedro de Alcaraz, vezinode la (jibdad de Guadalajara, sobre
razón de ^ierta acusación que contra e! puso, en que dixo que estando el
dicho Pedro de Alcaraz en nombre y posessión de xpiano y por tal se non-
brando, gozando de los preuilegios y esenciones e ymunidades de que los
católicos xpianos gozan, pueden y deuen gozar, en offensa de Dios nues-
tro Señor y de su santa Yglesia nuestra madre, pospuesto el temor de Dios
y la saluá^ión de su anima avia hereticado y apostatado de y contra nues-
tra sancta fee católica, siguiendo, creyendo y teniendo y enseñando mu-
chos errores y erejias y cosas escandalosas en la forma y casos siguientes:
Primeramente que el dicho Pedro Ruiz de Alcaraz auia dicho y afir-
mado que no auia infierno, y si dizen que lo ay que no es syno por nos
espantar, como dizen a los niños e va ti el coco; y que no hazia humilla-
ción ni acatamiento alguno al Santisímo Sacramento del altar, ni se heria
en los pechos como los católicos xpianos lo hazen, antes se estaua tiesto
envarado, y menos hazia vmillaí^ion al nombre de Ihesu, teniéndolo por
inperfef^ion, y ansi lo enseñando; y que viendo leuar el Saniisimo Sacra-
I Fué presentado este memorial á 4 de Diciembre de i525 al Dr. Carrasco v al licenciado Mc-
jia. Por causas que desconocemos los inquisidores no ciiaron á Valdés para que declarase.
BIBLIOTECAS Y Ml'SEOS l3l
mentó a al¿;una parte con mucha solenidad. dezia que para que era a-^ue-
lio, y que quando alguna vez comulgaua se vva a la vi^lesia a res^^obir el
Corpus Domini, vestido vn ^amarro y tocado vn paño, y dezia que ponien-
do el Sacramento en la boca el se ponia en el lugar donde avia destar: y a
dicho y enseñado que las obras de misericordia, ayunos e otras obras pías,
que no auia necessidad ni hera bueno hazerlo: que si Dios quisiese que se
hiziese algo de aquello, quel lo permitiría: y que no se avia de tener cari-
dad con los próximos sino quando se podiese remediar la ne^;éssiJad del
próximo: y qu»* los perdones o mdulgen^^ias quel Papa con^^ede no apro-
uechan, trayendo para ello exemplos falsos; y que ¿para que eran estas
excomuniones y estas ataduras y estos ayunos y abstinenijias:? que libre
avia de ser el anima: llamando atado a quien gelo contradezia: y ansi
mismo avia tenido por inperfegion hablar en la contrii^ion y lagrimas
que los pecadores an de tener en sus pecados y sentimiento de la pasión
de Xpo.. y que quando se confesaua el dicho Alcaraz dezia que no le acu-
saua su cons^^ien^^ia de pecado mortal, y si se contesaua qu(> no lo hazia
syno por cumplir con el pueblo, e que quisiera aver pecado mas, por que
Dios le perdonara mas: e que avia enseñado que para salvar el anima que
no avia ne<;esidad syno de vn dexamiento de si mismos en Dios: e que si
pecare aquel qu-' ansi se ouiere dexado, que Dios lo permitte, e que por
eso no perderia su anima, e que no tiene que dalle cuenta della, e que se
dexasen todos a este amor de Dios que ordenaua la persona de tal manera
que no podia pecar mortal ni venialmente: e que no auia culpas veniales,
e si alguna culpa liuiana pares^^iesc seria culpa sin culpa: diziendo que
ansi como el subdito debaxo del perlado no tenia que dar cuenta a Dios n¡
a nadie de su anima, ni mas ni menos en este dexamiento: e que si algo
quisiesen obrar se hazian incapa^^es de las operaciones deste amor a quien
se avian subjeciado; e que el que estaua en este dexamiento, que no avia
menester oraí^ion, ni recogimiento, ni lugar determinado, c que todos avian
destaren vn ser; e que diziendole ciertas personas que avia mas meres^i-
mientos en vnos que en otros, respondía el dicho Alcaraz: ¡o quien no oye-
se, este mas, ni este menos;! y que el que estaua en Dios y Dios en el que
no tenia mas cuenta que dar de si, y que no podia pecar mortal ni venial-
mente; e que diziendole vna persona que pues tan grande le avia hecho
Dios, que queria tener en mucho su persona; a lo qual el dicho Alcaraz
avia respondido, como hinchado: fnas soy que Pedro e Juan; e que todo
el tiempo pasaJo avia biuido en miseria, e que agora estaua en la verdad;
e que pues el estaua en Dios y Dios en el, al qual se avia dexado, que no
tenia que dar mas cuenta de si, e que no podia pecar venialmente; e que las
buenas obras que los honbres hazen, que no las hazen por amor de Dios,
syno por sus proprios intereses, e que no sabían que cosa era amor de Dios,
sino el quel predicaua, e que lo dexasen todo e que se diesen al tal amor, e
que todo fuese amor, amor, e que no curasen de otra cosa; e que no se
podia el acordar con los letrados teólogos, porque sus carreras del no eran
I 32 REVISTA DE ARCHIVOS
como las de los theologos, diziendo mal dellos, c que' no avia ncijesidad
dcllos, reprovando las letras; e que no avia de a ver oraf^ión vocal, syno
mental, e que no era menester rezar exteriormente, syno interior, y se es-
talla en la yglesia tiesto y exento sin rezar ni mouer los labrios; y que avia
afirmado que los casados, estando en el avto del matrimonio estauan mas
vnidos a Dios que si estouiesen en oración; y que seycndo reprehendido el
dicho Alcaraz porque seyendo lego e ydiota e persona sin letras hazia pla-
ticas y conuenticulos, enseñando nueva dotrina y escandalosa, avia res-
pondido que no podía callar, que adonde avia fuego, que no se podia encu-
brir; y que auia dado entendimiento a la Kscriptura Sagrada, diferente á la
verdad y ley euángelica, y que escarnes^ia de la doctrina de los sanctos y
avia dicho que los Soliloquios de Sant Augustin eran cosas fantaseadas, y
que aquella auctoridad que dize: lapidem qiiem reprobaverunt. etc., se en-
tendía quando alguno tenia alguna culpa mas natural a se u alguna tenta-
f^ion; que lo que hiziere por quitarlo es lo que se entiende por reprobar;
sino que tenga obediencia y subie^ion a Dios, que su amor es fuego que lo
consume e gasta; y que aquella autoridad que dlzcfides ex auditii, que no a
de dezir: lajee por el oydo, syno lajee al ordo; y que avia tenido, creydo
y enseñado quel corac^on del honbre era Dios, y que nuestro corai^on era
mayor que Dios; tiniendo a su coraron por Dios; e quel sentimiento inte-
rior que tenian de Dios o de su natura o lo que en si hallasen, que todo era
Dios; y de aqui dezia que el questaua en caridad, que nunca caya ni podia
caer, quia charitas nunquam, excidit, y que Dios era tno y sin diuision, y
de aqui formaua las operaí^iones deste amor en el y en los que ansi esto-
uiesen, por las de mayor mérito que podían ser, haziendo burla de qujen
andaua obrando por méritos e dezia: por mas meres^er hago esto o lo otro;
teniendo por i^ierto que los Iquej estauan en lo que el estaua tenian todo
m[ér¡toJ '; y el y ellos avían seydu causa con su dotrina que muchas perso-
nas artoxasen en las obras de caridad y exerí^'ií^'ios de deuo^^ion, e de ir á las
Oras; y ansi mismo dolrinaua que louiesen vna suspensión en el anima, de
toda cosa, y que estando el alma en esta suspensión no se entremetiese la
criatura a ver ni a conos^^er ni^\\aminar cosa alguna; y preguntado que
se avía de hazer en aquella suspensión, respondía el dicho Alcaraz quel ha-
zer era desazer; quel amor enseñaua lo que se avia do hazer, hazíendo lo
que la criatura es obligada por su libre aluedrío; e que diziendole (^ierta
persona que peruerlía y desazía el Ihbre aluedrío, respondía que eran ata-
dos y quel libre aluedrío avía escogido aquello e que era la mas alta obra
que podía escoger, e que dexasen a Dios obrar, y que no obrase ni hív^íese
la criatura nada de si; y era el dicho Alcaraz enemigo de las señales y
obras exteriores que la sancia madre Vglesía tiene, y las reprouaua, y que
no mentaua el nonbre de ihesu Xpo. y de su sagrada passign, ni Je nues-
tra Señora la \'írgen María, y sí alguno lo mentaua no les íazia buen
rostro, y diziendole cierta persona que era bueno para seruir a Dios hazer
1 Rolo el ms.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS I 33
vna cruz dentro de si mismo en su anima, en que viese de continuo a nues-
tro Redemptor crui^iíícado, el dicho Alcaraz le avia dicho que no queria
el que entre Dios y la tal persona ouiese medios, y que no se auia de de-
mandar nada a Dios y que no era ne(;essar¡o pensar en la pasión de Xpo;
que mayor cosa era lo otro; y burlaua y se reya de las personas que se in-
clinauan con lacabev^'a al nonbre de Jhesu, y leyéndole cierta persona el
sunmario de los perdones e indulijení^ias que los Sumos Pontifiges cont^e-
den a los que vmillan la cabe^^a al nonbre de Ihesu e de nuestra Señora y
al gloria Patri y a lob santos de la niissa, dezia el dich ) Alcaraz que no
se le daua a el nada de aquello, que en el cora<;on avia destar; y que rc-
prehendia a las personas que se abaxau.ni v besauan la tierra al homo fac-
tus esí, al tienpo quel preste dezia el credo: y porque vna persona que-
riendo rescibir el Sancto Sacramento de la Kucaristia se abaxo e beso la
tierra, lo tuvo el dicho Alcaraz por malo; y que auia reprehendido a otra
persona porque estando en la yi^lesia se avia pasado de vna parte a otra
para ver al^ar el Santo Sacramento, diziendo que era llena de voluntad; y
que enseñaua que nej^ase el honbre y no cunpliese su voluntad avnque íuese
buena, por hazer otra que no fuese tan buena, diziendo que avnque vno ouie-
se voluntad de yr a oyr sermón o aconpañar el Sancto Sacramento, que ne-
gase aquella propria voluntad, por hazer lo que le convenia; y si sintiese en
si al|j:una íloxedad o pesadunbre en el spiritu quando quisiese rezar, que no
porfiase en rezar, sino que lo dexas?; que los sieruos de Dios avian de ser li-
bres; y avia enseñado que en cumplir vna persona su voluntad, avnque tal
avto no fuese en si pecado mortal ni vciiial, que pecana mortal mente la tal
persona que ansi cun; liese su voluntad: ansi como en rascarse o beuer
una jarra de a'^ua. Y que no curasen de las cosas exteriores, que eran ata-
duras, y que se dexasen y diesen todos a Dios, e dexasen sus mugeres, ma-
ridos e hijos, e que no curasen de sus casas v haziendas, ni de tractos, ni
procurasen de ganar de comer, ni mantener sus casas, que Dios tenia cui-
dado dello. K que no se abaxasen ni vmillasen a la cruz ni a las ymagiiies,
y reprobaua las ymagines y reya e hazia burla dcllas y de las personas que
las tenian, diziendo a las tales personas que no tenían mas de la corteza,
llamándolos ydolatras, diziendo que los bienes de los xpianos no eran visi-
bles; e hincandf>se de rodillas ^'¡eria persona a vna cruz, el dicho Alca az
le reprehendió diziendole que ^'para ijue se hincaua de rodillas?, sino
tenerla en el cora<;on; e dezia que ^de que seruia tomar agua bendita?;
quel nunca la toinaua, y reprehendia a los que la tomauan y a los que se
herian en los pechos, diziendo que la contri(;ion en el cora^^on avia destar,
e que no se avian de herir en los pechos y que W) lo niandaua la Yglesia.
y que mirasen a el, que aosadas que no hazia el nada de ajjuello. syno
estarse ansi dexado; e que tiniendo ciertiis personas deuo^^iones tocant s á
la pasión de Xpo. les avia dicho el dicho Alcaraz. y aconsejad»), que las
dexasen. llamándolas deuoí^iongillas, por menospre^^io; y diziendole cierta
persona que seria bueno leer vn rato en la pasión de Ihesu Xpo avia dicho
1 34 REVISTA DE ARCHIVOS
el dicho Alcaraz que no; y sí alguno rezaua los siete salmos peniteni^iales
o otra deuoí^ion, dezia que lo hazla por interese y no por amor de Dios; y
que no era bien rezar en la missa, teniéndolo por atadura; e que avia
hecho venir a una persona contra su voluntad vn viernes sancto, de la
yglesia, por estoruarle que no viese desencerrar el Sacramento, y que ansi
y por su induzimiento se avian venido, que ni el dicho Alcaraz ni la tal per-
sona vieron el Santo Sacramento; y dezia á las personas que le dezian que
venian de misa que no las llamaua Dios para yr a misa, syno que se yvan
ellas por su v(oluntadj y que el dicho Alcaraz reprehendía á los que anda-
uan las yglesias y esta^^iones para ganar las induigenijias e yvan a laspro-
^essiones que se hazen por deuo(;ion dia de la Resurrección de Nuestro Señor
Ihesu Xpo,y que diziendole ^ierta persona que fuesen a la dicha proí^ession,
el dicho Alcaraz le avia respondido que si en aquella manera andaua que
no le hablaría en su vida, diziendo que aquella manera de mouerse por
sentimientos de deuo^ion, que era amor proprio; e diziendole ^ierta per-
sona que estaua lleno de tentaciones y malos pensamientos, el dicho Alca-
raz le avia dicho que no procurase de salir de las tales tentai^iones, syno
.que se estouiese en ellas, e que si pensamientos malos viniesen a la persona
no curase de los desechar, que nuestro Señor permitía que viniesen; y que
enseñaua a (^iertas personas que no era bien estar los honbres en oraciones
particulares, porque yban a ellas por sentimientos e se engendrauan allí
cosas malas, y que noienia por bueno emplearse el honbre en oración donde
no se desasosegase, diziendo que tenia este camino por muy sospechoso, y
de seguir el honbre estas consolaciones y deuo^iones, porque darse el
honbre a aquella paz y sosiego era hacerse inhabiie; e que enseñaua que
de contino e do quiera negociando se podía tener oración, e que ninguna
cosa de lo susodicho le ynpidiria, y que a la oración y exerc¡cio del
alma con Dios que no la estoruaria negocio ni exerc¡cio, ni era menes-
ter tiempo ni lugar determinado para ello, y que estando el en la placa
oraua; y que reprobaua las sciencias y reprehendía al que las estudiaua,
diziendo que todo el tiempo que se gastaua en deprender sciencia vmana
era malgastado e hurtado a Dios; y quel dicho Alcaraz dezia que era sober-
uia querer entender las Flscripturas mas de aquello que suenan, e qué
no avian de curar de saber las íi^^uras de la Sagrada Escriptura, ni avian
de inquirir como es esto o estotro, y que no avian de ser curioso^, syno
pasar adelante; y que leyendo cierta persona en vn libro de buena e sancta
dotrina, el dicho Alcaraz lo reprehendía, diziendo ser tiempo mal gastado
en aquel exerciC'Oi y ^ue los predicadores no avian de inquirir ni estudiar
lo que avian de predicar, por vía de letras, syno en spirilu lo que Dios les
ofresc¡ese; que todo quanto los predicadores pedian a Dios era propriedad,
mas de dexarle hazer a su voluntad, e menospreciaua a los honbres que
no andauan segund spiritu, sino segund letras e dotrina, llamándolos lit-
terales; y que ansi mismo dezia que no era bien meterse los honbres reli-
giosos, ni estaua bien con ellos; y no tenia por consciencia andar caminos
BIBLIOTECAS Y MUSEOS l35
las fiestas, y aprouaua y le pares<;¡a bien el no tomar índulgeni^ias que los
Sumos Pontifií^es con<^edían, antes las reprobaua: y quel dicho Alcaraz y-
otras personas levan en la Bliuia seyenJo personas ydiotas, en lugares
apartados, e daua entendimientos nuevos, diziendo que tenian spiritu para
entender la Sai^rada Scripiura, e a los que no se subiectauan a su pares<,^er
los llamauan faltos e atados, factandose el dicho Alcaraz que entendía toda
la Bliuia desde el prin^^ipio hasta el Apoca¡ips¡\ y que daua a enlenJer
que conosíjia el coraí^'on de los otros como a su propria mano y quel spiritu
le dezia quien eran las tales pers>nas, y que entendía las cosas por t^raí^ia
de Spiritu Sancto y que sabia quantos grados de pert..\'ion tenia vna per-
sona, e que veya vn spiritu en el cuerpo de vna mo<^'a, y que hablaua el
dicho Alcaraz con Dios ansí como hablaua con la i;ente, sobre ^'ierto caso.
y que Dios no avia querido hazer nada de lo que le avia pedido y roi^ado;
y que con mucha soberuia quería enseñar a todos su contagiosa doctrina
y que pretendía establesi^^er nueva ley como cosa propria, y que se apar-
taua el dicho Alcaraz e otras personas de la conversa^'ion de los fieles
xpianos y se apartauan a comunicar en lugares secretos y sospechosos a
hazer sus con<;iliabulos y cosas contra la fee y no querían tener comuni-
ca<;ion ni conversa^^ion con los que no se llegauan a sus errores y herejías
y falsa doctrina, allega.ido aquella autoridad de la canónica: si quis rene-
rit ad vos non afferens hanc doctrinam, nec areei dixeritis; y a las per-
sonas de quien se lemiaque sus cosas serian publicadas, o no tenia con-
fian<;a que haria tVucto en ellos, no se descubría syno por sumas, dizí;índo
que no se hallaua vaso en la tal persona; y que hablaua en secreto y luga-
res apartados con donzelhis v mugeres mo^as y iiermosas, y que comia
carne en Quaresma y en otros días prohibidos, syn tener para ello nc^^es-
sidad.
A la qual dicha acusa^^ion respondiendo el dicho Pedro Ruiz de Alca-
raz, ansi de palabra como por escrípto, dixo que bien sabia el que el que
tenia el fuego que no lo podía encobrir, e que lo había dicho porque le
paresgia a el quel cstaua en aquel amor según lo que sentía de si, y para
callar se avia de hazer gran fueri^a; e que avia hablado en la materia de
dexarse, por otras palabras y no como en la dicha acusai^íon se contenia,
e quel avía hablado en la materia y en... ^ de lo contenido en la acusai^ion,
por otra vía; e que avía reprehendido el besar de la tierra quando dizen
el Credo al homo factus est; e que leya en la Bliuia juntamente con otras
personas, e a las vezes por sí en lugares secretos e apartados, e que la
Sancta Scríptura le daua a el entendimiento marauílloso con la gra(,^¡a de
Dios, e qu2 algunas vezes declaraua la Bliuia en romance a otras personas
y a algunos que eran latinos, e quel no sabía latín; e que por la gra(^ía de
Dios el era lo que era. y que a muchos ilamaua atados y que se apartaua
de muchas personas porque no veya en ellos aparejo para comunicarles
las cosas del seruigio de Dios; e que la canónica dezia que era de amor. K
I Roto el ms.
I 36 REVISTA DE ARCHIVOS
negó todo lo demás contenido en la dicha acusa<^ion, sobre lo qual anbas
las partes dixeroa y alh^aron 1 > qj3 quis¡ero:i hasta concluir, e nos con-
cluimos con ellos e los resgebimos a la prueba de lo por ellos dicho y ale-
gado, con 9¡erto termino que para ello les dimos e asignamos. E como fue
hecha publicación de testigos del fiscal e [asinti|endo a ellos el dicho Pedro
Ruiz de Alcaraz dixo e confesso que avia hablado [algunas] vezes que se
allegasen a Dios por medios e no de otra manera, e quel queria morir por
la verdad, y quel avia hablado en lo que los testigos dizen, pero no a la
intención que los testigos lo tomauan, y quel avia dicho que en todo lugar
podia el honbre orar y alabar a Dios, e que avia hablado en el dexa-
miento, pero no como los testigos lo dezian, e quel avia loado la oración
mental, e que algunas vezes avia rezado vocalmente, como le daua la de-
uo^ion, e que por los eftcctos conos^ia la voluntad de los honbres, y quel
avia hablado en lo que tocaua a las obras de caridad e del hazerlas por
interesse. diziendo el camino de la perfe^ion de las buenas obras, e que
no se acordaua como avia hablado en ello; e quel avia dicho que la ora-
ción avia de ser vn ofres^imiento de coraron y de voluntad toda entera-
mente a Dios, e que todo lo que hiziese fuese por amor de Dios e no por
í>ii interesse, porque aquel era el verdadero amor de Dios; e que quando
al^auan el Sanctissimo Sacramento en la missa se estaua hincado de rodi-
llas, mirándolo sesgo, sin darse en los pechos, ni hazer otra cosa, e que
algunas vezes estando en missa no se signaua al sidrstwi corda, ni tampoco
a los signos de la ostia postrera, e que no se hería en los pjchos quando
al^auan el Sanct ssimo Sacramento; e que dezia y cnseñaua que se sub-
jectase |el| honbre a Dios en todas las cosas y negase toda su voluntad y hi-
ziese la de Dios y negase su propio pares^'^r; que no curase de andar ha-
ziendo elec¡ones. ni curase de pedir nada en especial, sino que se subiec-
tase a Dios e le mostríise sus necesidades interiormente; que solo se con-
tentase en pedir que fuese hecha en lodo la voluntad de nuestro Señí)r; e
que avia dicho quel rezar interiormente era lo bueno, e que aquello era lo
prouechoso, e quel herirse en los pechos y rezar vocalmente, no aviendo
buena yntincion o deuo^ion, poco aprovechaua. e que avia hablado a
algunas personas diziendoles que concertasen su vida e no se fuesen tras
sus deuociones desordenadam.Mite, e que porque ci-'rta persona saliéndose
di contesar avia besa lo la tierra después de avor hecho oración, queriendo
rescebir el Sancto Sacramento, el avia dicho: ¡valame Dios; a cabo de
tantos años questa muger sirve a Dios, besa agora la tierra!; y dixo ques-
taua aquella mu^er llena de ataduras; e que lo dezia teniéndolo por impe-
dimiL'nto para s?ru¡r a Dios: y que hablando con c'crta persona le avia
dicho que le parescia que estaua penada, porque la veya sospirar en la
yglesia estando en el oficio diuino, e que le alrauesaua el coracon, y que
la dicha persona le auia dicho: por i^ierto, vos íefieys sobrada caridad; c
quel avia dic'io: íhí spirilu me a dicho quien vos soys; la qual le avia
respondido que le pesaua que otro que Dios conosc¡ese su spiritu; y quel
BIBLIOTECAS Y MUSEOS I 37
dicho Alcaraz le avia dicho que se diese todo a Dios lmi tienpo y que dc-
xase los hijos, y que auieiidole dicho que era contra el inandaniionio de
Dios, dexar a sus hijos, el avia dicho que Dios le avia a el hcclio ^rati
mefí^ed, porque le avia llamado con tienpo; y que hablando con pierias
personas hazia traer la Bliuia y declaraua las epístolas de Sant Pablo,
dizicndolo todo en romanice, sin leer el laiin; y que avia aconsejado a
<;ierta persona que estouiese en quieiud y le dezia qje avnque las obras
exteriores de hazer vmillm^'ion corporal al Sancto Sacramento y a las
ymaí4Ínes y hazer los signos y otras demosira^^iones de buen exemplo
eran buenas en su modo, pero que no eran de mucha susian<;ia, y que
diei>e toda su voluntad a Dios para que! la riiLíic>e, e que si amor de l)ios
ouicse en la criatura, que! mismo amor de Dios la Usuaria a hazer todas
las cosas puramenie por Dios; y la Jiclia persona, por su consejo, ni> lu^zia
las dichas humillaciones y demostraciones de buen e\emplo; y que avia
dicho que en todos los conplimientos de los mandamienios de Dios y de
su Y^lesia se mouicsen por solo amor de Dios, y no por utro nin¿;un in-
teresse, y que ansi como vn buen sieruo podía seruir a su señor por sola
la voluntad del tal señor, que ansi aviamos nosotros de hazer, e no por
el interese de sentimiento acá, ni [;loria allá; y que también avia dicho
que en el negamiento de la voluntad estaua la perl'ec'ion evangélica, y que
todo lo suso conmnicauan el e sus djuotus y lo platicauan ansi en pala-
bras como por cartas que se escreuian los vnos a los utros. V que todo lo
demás contenida en los testigos de la publicac'ion lo avia negado y so-
breilo avia presentado vn escrif to de coiitrad:\"ion de testigos e interro-
gatorics de tachas, abonos e indirectas, con nominav^ion <..e testigos [uira
ello, los quales avian seydo examinados y hechas li»das las otras vliligen-
i¡'\'ds que convinieron hazer para su delcnsa ct^npl idamente, v ambas las
dichas partes concluyeron e nos ct)ncluimos con ellos; e como estando el
dicho proc^esso concluso, queriendo vsar de misericordia y equidad con el
dicho Pedro Ruiz de Alcaraz, por muchas y diuersas vjzjs lúe amones-
tado que dixese e Cíjnlesase enteramente la verdad, e hincado de rodillas
pidió qye vsasjn con el de misericordia, porqiiel conosc'ia en lo por el
confessado aver errado, y de 1.) no confesado, si ou¡e>e error en ell >, que
estaua aparejado para ser instruido y enseñado y res^^ebir toda corre^ion
de la sancta madre Vglesia; y porque algunas cosas no se le acordauan no
las conlessaua, que ieguii la libertad sentía en sy y soltura en hablar, que
creya aver dicho muchas cosas erróneas c eyendo que eran buenas, avn-
que dellas no se ac»)rdaua. y que ansi mismo se sintia por culpado en
muchas cosas, y señaladamente en el esc¿indalo que avia dado en lo suso
dicho, avnque su intinc'ion no avia seydo de escandalizar; y que ansi
mismo seyendo honbre lego e sin let as, andaua enseñando de vnos luga-
res a otros, entremetiéndose mas de lo que era menester en esto y en las
cons<^iencias ajenas, hablando en algunas co>as como entremetido y no
como sabio, y que según le pares^^ia agora con presunc'ion demasiada. I-
I 38 REVISTA DE ARCHIVOS
que se conestía por pecador e culpado e por desconcertado liuiano, y que
en todo lo que le era pedido y demandado y estaua acusado por el fiscal
del Sancto Oficio» quitados algunos dichos de testigos, que en todo lo otro
se remitia a los testigos y a sus dichos, y que avnque no se acordaua como
avia pasado, creya averio ansí dicho e hecho; de lo cual se acusaua y
dezia su culpa y que se tenia por culpado y que pedia a Dios y a nuestra
sancta madre Yglesía y a nosotros en su nonbre misericordia, como la
tenia pedida, y que creya aver dicho y lecho lo que los testigos avian
dicho y testificado: aquellos a quien se avia remitido; y que todo lo que
contra el avian dicho y testificado, avnque fuese contra nuestra sancta fee
católica y contra los articulos della, o en otra qualquier manera herética,
como quiera quel no avia alcani^ado ni conosfido antes ni agora que dezia
ni hazia cosa contra nuestra sancta fee catholica, e questaua presto y apa-
rejado de ser instruido y enseñado, como tiene dicho, y teniendo y cre-
yendo todo aquello que tiene e cree nuestra san':ta madre Yglesia, e visto
todo lo demás que se devio ver y examinar para bien y legítimamente
sentení^iar, ávido nuestro acuerdo con muchas personas de sciencia, cons-
<;ien<;ia y experiencia, de su voto y parescer, teniendo a Dios ante nues-
tros ojos,
Xpi. nomine invócalo.
Fallamos quel dicho promotor fiscal probo bien y complidamente su
intin^ion, ansi por confesiones del dicho Pero Ruiz de Alcaraz, como por
la probanza por el dicho promotor fiscal presentada; y pronunciándola
ansi por bien prouada, como lo pronunciamos, declaramos el dicho Pero
Ruiz aver seydo hereje apostata de nuestra sancta fee católica y aver in-
currido en sentencia dcxcomunion mayor y en todas las otras penas y cen-
suras contra los tales herejes apostatas en derecho establescidas, y ansi
mismo en confiscación de todos sus bienes desde el dia que cometió los
dichos deudos; los quales declaramos pericnescer y ser deuidos a la Cá-
mara de Su Magostad. Y por quanto el dicho Pero Ruiz de Alcaraz dize y
afirma que a depuesto y depone los errores heréticos que tenia y que se
quiere convertir a nuestra sancta fee católica y abjurar y detestar los di-
ciios errores por el confesados y de que está testificado por los testigos quel
aprouo, y otra qualquier especie de herejía, y conplir todas y qualesquier
penitencias que por nos le fueren inpuestas, e como quier que attento las
confesiones y lo que está prouado contra el dicho Pero Ruiz de Alcaraz,
con buena conscíencia poJiera ser relaxado a la justicia e braco seglar;
pero queriendo osar con el de mucha misericordia, teniendo alguna espe- -
ranea de su conversión, siguiendo la doctrina de Nuestro Saluador y Re-
demptor Ihesu Xpo, que no quiere la muerte del pecador, saluo que se
conuierta y biua; si ansi es quel dicho Pero Ruiz de Alcaraz con puroco-
racon y fee no fingida se conuierte a nuestra sancta fee católica y abjurare
y detestare los dichos delitos de herejía y conpliere las penitencias que por
BIBLIOTECAS Y MUSEOS I 39
nos le fueren ínpuestas, que le deuemos absoluer y absoluemos al dicho
Pero Ruíz de Alcaraz de la sentencia dexcomunion en que incurrió y' le
resíebimos e reincorporamos al gremio e vnion de la sancta madre Ygle-
sia; y porque conste y paresca si anda en luz o tinieblas, le condenamos a
carmel perpetua irremissible, y le mandamos que traya sobre todas sus ves-
tiduras vn sant benito con el aspa de señor Sant Andrés; y por el escánda-
lo que a engendrado en el animo de los fieles xpianos y por los errores e
nouedades que a senbrado y publicado entre la gente en los pueblos y lu-
gares donde a comunicado, y porque todos sean desengañados y no ten-
gan los dichos errores y nouedades e se abstengan de hablar y platicar en
ellos y tomen exemplo de no ynucntar ni enseñar semejantes nouedades en
la Yglesia de Dios, mandamos quel dicho Pero Ruiz de Alcaraz sea acota-
do publicamente con vna corola en la cabera, en esta ^ibdad de Toledo y
en la 9ibdad de Guadalajara y en las villas d'Escalona y de Pastrana, don-
de avia comunicado y platicado las dichas nouedades y errores, y que diga
el pregón que le mandan acotar por inventor e publicador de nouedades y
errores escandalosos en la Yglesia de Dios. E que guarde e cumpla las
otras penitencias que por nos les serán inpuestas y que no vse de las cosas
prohibidas a los tales recon(,^iliados en derecho, y arbitrariamente, so pena
de ynpenitente relapso. E ansi lo pronunciamos e mandamos por esta
nuestra sentencia diffinitiua, juzgando en estos escriptos, pro tribiinali se-
dendo.
Licenciatus El Licenciado
Castro Joan Vanes
En XXII dias del mes de Julio de mili e quinientos c veynte e nueve años,
los señores Inquisidores los licenciados Baltasar de Castro e Juan Yañes,
estando en la placa de Cocadouer haziendo avto publico de la fce, dieron
c pronunciaron esta dicha sentencia, estando presente el dicho Pedro de
Alcaraz y el dicho promotor fiscal; el qual dicho Pedro Ruiz de Alcaraz
abjuró de vehementi conforme a las adjuraciones contenidas en el libro de
las adjuraciones. Testigos que fueron presentes, el obispo Canpo e el ra-
cionero Xpoual. Nauarro e el racionero Bermures y el señor don Antonio
Fonseca, Comendador mayor, y el Conde Miranda e otras muchas perso-
nas. E yo, Pedro de Hermosilla, notario, presente fui.
140 REVISTA DE ARCHIVOS
DOCUMENTOS
I
<:.\FíTAS \)E A\TON'í(J PÉHEZ Á SI MUJER DONA JIANA CUELLO.
2.*
Señora mía de mi alma: que del cabo al cabo vayan y vengan y digan y enca-
rezcan !'>> que se llaman amigas y los que mas lo son, que no llegan al amor y
seíiuridad del mcr.'.b padre del menos hijo, de la menos muger de su marido: que
a! cabo ai cabo, c-^mo c<jmence a dezir, a la h'»ra de la alliiciion y de la nccessidad
son i .s brazíjs mas seguros, por la razón segura, la natural, de ser participes comu-
nes del dan'»; no ygual razón en los demás que aunque mientras dura el juego
donde se juega su re-ílo esian al lado y si veen que vaüe perdida se leuantan dando
ai diablo el naype y quien le juega; ¡quantas vez4;s lo he visto! (^)uede esto dicho a
vn buen entendimiento, por agora, que lo demás el tiempo y su corrienie lo dirá.
Señora de mi alma, v. m. vea esse papel que es lo que me hasuccedido; procurare
dezir algo mas y v. m. se ayude a entenderlo, que pienso que si hará con su
buen discurso. Todo lo que por alia se ha dicho de mi partida, de las causas della,
de que por concierto del que vino de alia, en Hn de todo essotro, se dixo aquy y
muy crevdo deste S.or^ y en Roma, como v. m. vera por cssas cartas de Cárdenas,
y Vialardi lo escriuio mas picante.
La verdad es como vna vara arrojada con violencia a lo profundo del agua,
que aunque la fuerza la haze hundir resurte después arriba. .Assy hasuccedido, que
auiendo este S.r a mi partida y sobrella sospechado que yua de concierto con el
condestable de Castilla, tio de D. D. de C a quien cassy se acuerda el y lo refiere
y que didigo (sic) a su hermano el Conde de .Monterrey, vn globo celeste, y quen-
lalo el con amores de enamorado m¡(j, y me venia a ver; digo que en oyendo el
cascj este Hey y leyendo vna carta mia que le dio M. O. L. dixo de golpe que se le
c^capo. í-uego no yua de concierto a pr(;curar las pazes. No, Señor, dixo M. D. L.
a sus negocios yua, y a hazer la prueua que os dixo: dixo al Rey yva a ver sí con
\erle fuera de allí le entregasen acá su muger y hij«)S, y assi con esto pudo salir,
aunque después creio el Rey que le hauia engañado y que yua de concierto con
llspaña y después se desengaño con ver los oílicios de D. Juan de Tassis.
Respondió: pues don Juan de Tassis ha hecho tales olíici«js. .Mas sepa v. m.
p<.)rque la quiero esta vez informar del tocí) y no auenturarme mas tras esta
carta, que no contenió esle S.r de la n(;toria prueua de la verdad, el mis-
mo en una audiencia que dio al embaxador de Inglaterra al fin le dixo
Mos.r limhaxador ^-porque vuestro Rey no recibió en su Reyno al S.or A. P..'* Res-
pondió: S.fyi) no lo se, pero entiendo que por no dar causa de quexa a los espa-
t"i(jles en esta occasion de pazes, y por la instancia fuerte de Don Juan de Tassis.
De passo diré que le toco a v. m. el miedo del sS.r Tassis bien, pues me lo dlze en su
carta-. Pues mas le digo, que al Globo, al hermano del Conde de Monterrey, digo que
sea su nombre de aqui adelante, que Sra. me ama, ama, y la adiuino su corazón.
Mas este S.r triumpha agora contra aquel Rey de su poltronesca; tanto corre esto
en esta (Jorte que me han de deuer el principio del conos^imiento del hombre y de
BIBLIOTECAS Y MUSEOS I4I
lo que vale.que era menester alcun caso raro para esio. porque S.*. como s¡ \x cíirc-
lia de los ires F(eye> se a párese: es >e a iodo -i assy acuden a el, y al cabo sera homb'-e
puro, que el oír-. S.' verdadero era y es Dios y hombro. Passo adeUnio.
La verdad es que el l. » del ¿i- b :> :nc:^ por nro An^el !a passada > con amores
grandes y M. D. L. raerte :r. eme. porque se vk» as' y de: t.-do despdchadv> s: alia
assenlaua e'. Jordán. Y c ■n:ie<so a v. m. que pa>s.> el Ji»rdan contra su voluntad
porque tuu-i luz de '.-^s erq-.en*r"S y el am.^*» rne i'-czo c-.»n !a buelta irídiijna s: n^e
boluia, y no le fuera la! porque \ino vn naui ) armado encantado por mi, n-^ qui-
riendo los de a-ia del mar embiarmele a la descubierta, y era occasion para boiuor
honrrado: n-i io au'a p'>r v-is- tpis y escudara yo los riril pel'i:ros que he passado y
que aunque dií:a mi am-u-» que el cauaüo bue!»- a la cauaileri/a se repara • que vsa
de mi e\empi o yo ■^eri c«» que b:.:o".t'k muy mal tratado n-.i es el mismo, cual y**
bueluo.que n.» s -y p^rs «na en :ucrziN de cuerpo y anima ^in los miserables puntos
en que me he visi ., p .rq'.ie vn poco de quebrado que tenia se ha hecho lantv^ que
nos«.>y hijmbre entero. [>:l;.» ve-dad S.' Terrible fortuna la nva. ^\>uien creyera
que tal resol ucon tan apr^i^ada, tan fa/ada y tan esfo'/ada y robada pi^r el Km-
baxador de aqu¡ con papeles de su mano de la casa a donde me auia de lleuar ei que
me acompañaua de su pa'-le, con prendas grar.des dadas al embaxador Ani»elo que
en lodo ha sido c¡ interuenidor y Ci.)mo fiador c«.»n el \ Itimo accidente de quererlo v
robarlo el tío del t;l«)bo por el mis:n.» medio por quien yo le comunique y le escri-
ui, el qual lo recibió como lo pudiera hazer Vele/. diuo. Señora mía. quien creyera
que tal resolu^jion auia'de parar en lalr: quiv;a fue para queesio mismo succevliera.
jTerrible fortuna la mial. pues si.)bre tales consideraciones y por tales lirados he \e-
nido a ser escándalo de Reyes. Mas dixome el Kmbaxador de Hobra que era lo que
me conuenia ¡ojol a esto que ha sabido el Anjicl nro, Ani»el cierto, amijío cierto, en-
tero todo, que ha sabido del viejo, que assi llamamos al embaxador de ínt;laterra,que
corriera peligro mi persona que el me contara las particularidades, con esto se en-
quenira que ha dicho al frayle mió que yua conmii^o que un Mylord el que iraiaua
antes de mi yda le dixo que me conuenia bi-^luerme. deue de ser que Don Juan do
Tassisdeuia de perisar pedir mi persona y offrescer por ella mucho o que vn conde
Badollquc anda en essa corte, escoces, pariente de aquel Rey que lo quist) matar;
pero no hago mucho caso desio porque el tio es vivo y el y el marido de la hija de
Perico le han embiado reprehensión de lo que ha hecho al correo qrande v nt)
pudiera passar a tal porque el tio dol i;lobo os lodo de Veloz y so acuerda »ie nuestra
amistad.
Mas este S.r en partiendo yo, viendo la carj^M de la vo/ de lodos por mi y lacri-
mas de los que venian a comprar mis trastes (verdad dÍL;o quo o>la gracia es del
cielo y con el corrimienU) proprio qui^'a asscnto mi pensión ct»mo antes) y me ha
embiado a dezirque quiere que la ¿;o/e y que me ruet^a que me onirelon{4a como
yo lo quería hazer y se lo auise por seji^uir la traza conuenienie a mis noj^ocios
í^uera de Paris algunos dias, porque se desengañen que m» yua de Ciincierto con el
a turbar pazes. Porque vea v. m. las marauillas de Dios y entre quo oleme.itos ando
embuelto, que el que me tenia por sospechoso contra si, me rne^ne agora est«>tro
para lauarse destoira sospecha que le cargan en Inglaterra ¡C) Dios! y que de santos
son vros juyzios y permisiones.
Por esto todo me he retirado aquy, a donde digo en el papel, llame embiado los
suyzos de guarda. Kslos he admitido porque no qucria morirme del lodo. Ku lo
demás me hallo confuso; entiéndame v.m. porque he hecho diligencia con el tio si
142 REVISTA DE ARCHIVOS ^
r-t i-.<rtn da' t Tjz ^, r ■rza.t -•'• me er:pef.e y se deseo nsue.e- : .s aT:'¿:s, y en-
^aT- r.i' c -e rr-e -. aya a Ver;e¿.a. K. Gl-. bo . a hích :■ el :T;::o j i-t: :. e r-á:e'a ha-
zer t. Ar.zt , Esfera respuesta v yo wa er.:rcien:er:i> e>t>s au.s.s p r dar. e de
: >á .. "ptr-^ r.'j r.e 3->d J , á.ít':.:'.j mas pr»r r. • morir m jd:» cor. v. m. c'-e cas I j b:uo
j a, p^'-.-e e. n&.edv espar.: . a i-s d-scipui-^s y S' !o San Jjn y \i .-r.aire de ia pie-
dad yt hadaron c^n e! raciente ai \l:!mo írabaj j.
Per-^ V. m. m" S.'*de q^ien'.a dei>d> a S.-^ aduogadj amv de! S."' que dx.^ ío
át Venec.a y T.e .^r lo p>drá hazer s: n > huuiesse aun venid-:» de Va!enc-a el pn-
ner aiuo¿[aJ'> q^ue quejo malo, que a! catv> ai cabo n:» esper.- de aüy nada ny nos
cansemos pore,.o. sir.o sea el rin solo nro nra :un:a y e'. res:a:e de Ij demás.
a: qií d:go, qjenta de toJ> esi>, y sal^ja de>sas man .s; si n-^ a" íueg^j. Mas con
{}. B. as: >d-ze ei G! ^bj que fue gran úífi;: » de: Tio sobre nras cosas: ;:«io alia!
Mas que el mando de ia hija de Perico me ama.
En fin, S.*, p jf remate, como se ha avisado al Tio, presio. preslo resolución. ^^
;. o me erii'eí;are a quaiquier miserabie repos*j aunque sea de ¡imosna, y cerrare
ias puer.as a deuaneos. V v. m. hagí lo mismo, que la afasiraran de dia tn día
hasta la sepultura, y ganemos lo que pudiéremos de la vida de desenlian:», que yo
temo que el fin que lleuan es lo que di«o y se burlan de nos jir>s y assi v. m. dize
bien que no es poner termino a Dios lo que me dize de hasta pasqua, sino a los
h\»mbrcs, quiza es io que quiere Dios.
Ea S.* no mas engaño, que cun otro diré sobre lo que viniere del lio, dos renglo-
nes de vliima resoluci jn que mas escriuir sino salud o vida ho ay que esperar ni
perder tiempí-r en tal.
V V. m. queme quanios papeles tuuiere míos y este y no me responda a co»a
destas que no puedan veer mis amigos acá; digo que desta carta no quiero que sepa
nada nadie sino el Angeí. Pero podra hablar v. m. sobre'el papel de mano agena
que en casa del globo se ha copiado < tal es el amor) y lo que de alia huuiere, y que
V. m. queda auisada de todas mis auenturas y conJolida y que procurara resol-
uerse. En fin, no haga v. m. mención de lo que digo de amigos, que esto es lo que
recato, porque el nro tiene vn criado peligroso que es su alma, y aunque muy
leatino es nauarro y a mi no seguro ya; sea por auiso, que en lo demás lodo lo
mostrare al amo como suelo. A essos hijos mios mili bendiciones de Dios, que con
lagrimas he Icydo lo que v. m. me escriue en la vltima de sy y dellos. Mas verdad
diría que por las lagrimas no lo pude acabar de leer; testigo M. D. L. .Auiseme v, m.
le supI¡t:o del alma, del juyzio desta mi aueniura y en general y en particular del
aduogado. <jue de ir sea por auiso que el globo passando muchas cosas de mi con
el Ang;l y tratando del Secretario d'estado, negro Conde que v. m. le temia, que
tan amigos son, le di\o: pues aduertid que el dicho tiene gran respecto al de Mi-
randa y le templara. Pero S.' que yo no quiero yr a embarazar alia; a Venecia nos
retiremos y con no.% lo que quisieren, con la honrra que deuen de justicia toda y
sino que nos quebrantamos los huessos.
Estos dos capítulos son del juyzio de aquel Fran.co de Toledo, sobrino del Car-
denal Toled'j, y su muger, del Pairiarcha general de los fran.cos Terrible astro-
logo; léalos V. m. que son de ver por lo que di.xo de la breue huella que años ha
y lo demás.
Adiós, a 3 de Abril 1O04.
l)c V. m.. Por la copia,
Antonio Pcre^. ' M. S. Y S.
BIBLIOTECAS Y MUSCOS
143
II
poilSias del doctor a(3ustin de oliva
LA CAHTA giE SE SIGUE ES TAN PESADA '^ KHIA COMO LUENGA;
Vl.'lEN Ql.nSlERE LEELLA ES CADA COPLA HALLARA I IN, Y DE VEHANO EN 1.A
POSTRERA, Ql'E FS KLADA.
Muy ¡Ilustre Señor:
El lardarme en e>crcu¡r
tamo á Vra. Señoría
no se deue al r! huir
a lu que suelen dezir
descuido y hara^anía.
Porque cierto cada día
determino
y oír?, cosa no imaj^ino
sino como y quando y quien
va á Viena de camino,
para escrcuir de comino
a mi Conde de Ba\len.
Y ya que se haze bien
de hallar
alguno para lleuar
la carta como desseo,
lo muchu que ay que curar
lo sale lue{4o á e>ioruar
y al mcnsajen; nu \eo.
Mas porque. Señor, nu creo
que sabrá
vuestra señoría allá
lo que aquí qiwero dezirle,
esta sola leerá,
de donde claro vera
ser inposible escreuirlc.
Y pues sabe que seruirle
y a¿;radarie
desseo, y nunca enojarle,
con mis obras ni razones,
sino en todo c«mtemarL\
no sean para enfadarle
estos mis lardos renglones.
Porque mis ocupaciones
y u ¡si tas
que tengo cassi ¡nfm¡tas
serán causa de ser largfj,
por cnbiarlas escritas
3.» ¿POCA.— TOMO VIH.
de vna vez á las malditas
para perpetuo descargo.
¡Como escreuira el amargo
del Doctor
que antes que venga el albor
se t¡ene de leuantar,
o haga trio o calor,
a buscar pan de dolor
de que se a de sustentar!
Y sin poderse lauar
bien las manos,
ve mil honbrcs inhumanos
que le dan priessa a vestirse,
con otros tantos malsanos
que me esperan como alanos
para de mi luego assii.-e.
Ninguno de ellos a de irse
ha>ta que
me aya dado cuenta de
su trabaxo y su quebranto,
y es menester que yo esté
escuchando el como fue
con mas paciencia que vn santo.
Mientras refieren su llanto
y su afán
algunos de los que están
dar.do cuenta de su vida,
(iiros grandes vozes dan
relatando su desni in
y causa de su venida.
. No ay ninguno que no pida
que le vean
el primero y le pnniean;
sobre esto riñen y caen
y algunos que se apuñean
librus y ropa me mean
Con las vrinas que traL'n.
Y quando ya se retraen
y se an y do,
II
144
REVISTA DE ARCHIVOS
de uerme sin tal ruido
hago cuenta muy de veras
que en auerlos despedido
e de cautiuo salido
de Argel o de las galeras.
De estrañissimas ipaneras
me molieron
todos estos que se fueron;
pero no es nada este daño
con los que luego uinieron
y otros mil que sucedieron
y sobrcuienen por año.
Con mi fatiga y desgaño
luego salgo
y en mi mulaza cauaigo
comentando a visitar
por la cassa de vn hidalgo
que esperando del vn galgo
lo tengo de ir a curar.
Aqui hazen esperar
vn buen rato
porque la mo^a y su hato
no esta a punto ni conpuesto,
ni se a cal9ado vn (apato,
o por algún garauato
que falta al ama en el gesto.
Tengo de estar hecho un cesto
entre tanto,
repudriendo mi quebranto,
hasta que mandan entrar
do oluidado aqueste llanto
que des<>anaria vn santo
ay otros que lamentar.
Comiénzame a regañar
vn mensaje
que viene a traer un paje
y dura vn hora cumplida
haziendo que me desquaje
con mi tardanza y coraje
por dilatar mi salida.
No cessa muy por meJiJa
dz hazer
reuerencias y querer
parecer muy bien criado,
y por mas me detener
comienza de proponer
su embaxada mesurado.
Y dize muv entonado:
mi Señora
a sabido en esta ora
el mal del Señor Don Tello
de Bernardino de Ayora,
y como a su seruidora
le a pesado mucho del lo.
Mas porque quiere sabello
ciertamente
suplica que se le cuente
con muy larga relación
la causa del accidente
y como y donde lo siente
y que le da mas passion.
Que si para tal sazón
ella fuere
menester, y lo que uviere •
en su cassa y aposento,
desde luego se profiere,
como la razón requiere,
darlo con mucho contento.
Mas promete que al momento
que se pida
la cosa sera trayda
pues que sabe que la deue,
aunque fuesse dar la uida,
y que quedara corrida
si a otra parte se atreue.
Y ofrece que muy en breue
se vcrna
en pudiendo, por acá,
y todas ocupaciones
por venir las dexara
y en San Francisco, hará
dezir missas y oraciones.
Y en las demás deuociones
que rezare
y en todo quanto ayunare
terna la parte mejor;
yo porque mas no dispare
temiendo que nunca pare
salto diziendo: Señor,
No le cumple, si ay dolor
en la frente,
tanto ruido de gente
como esta en aquesta sala,
y esto digo solamente
por verme ya de alli absenté
aunque fuesse en hora mala.
BIBLIOTECAS Y MÜSKOS
145
Responde ¡ay! Dios me vala
que tenéis
mas razón que pensareis,
según me hallo achacoso; .
mas, Señor, luego os iréis
y en tanto perdonareis
mientras despacho a Moscoso.
Comienza muy de reposo,
suspirando,
medio gimiendo y hablando:
diréis a Doña Lucia,
mi Señora, que en sanando
luego tengo de ir volando
a pagarle aqueste dia.
Y calla vn Ave Maria
bien cunplida
que para toda mi uida
(y da un gemido muy fiero
muy mayor que de parida)
a de ser de mi seruida
a fe de buen cauailero.
Y yo casi desespero
con su arenga
que comienza a ser mas luenga
que el paje acaba de dar,
y porque no me detenga
le digo aunque no convenga:
Señor, que os mala el hablar.
El torna a desvariar
muy sin pena
comentando por la ^ena
que antaño le hizo mal,
y un quarto de ora se suena
diziendo que tiene llena
cabe9a y boca de sal.
En media ora cabal
encarece
lo muy poco que apetece,
sin ningún gusto ni gana;
ya el Doctor que se amorteze
dize que coma de vn pe9e
y huye a ver a Doña Ana.
Lo mejor de la mañana
ya perdido
y yendo descabullido,
el mo^o que me encontró
quiere saber lo que a ssido
y haze mui del corrido
si relación no le do.
Y al mesmo tienpo que esto
ya subiendo
sobre la muía, huyendo,
en el mesmo punto y ora
llega vna mo^a corriendo
y a grandes voces diziendo
que me llama su Señora.
Renegando la fe mora
descaualgo
creyendo que a ssido algo
que de nueuo a sucedido;
mas por todo quanto valgo
ni por sesenta y un galgo
yo quisiera aver subido.
Son las voces y el ruido
y nouedad
que una gran ventosedad
acaba de despedir;
viendo tan grande maldad
sin tiento ni autoridad
no hago sino reñir.
Comiendo luego a dezir
mil dislates
y otros tantos disparates
que nacen de mi passion
y aun me vienen avenates
de dezir que son orates
sin juizio ni razón.
Y sin otra conclussion
torno a yrme,
y quando ya desasirme
puedo libre aquesta vez
de donde pense morirme,
hago cuenta que en salirme
salgo de Túnez o Fez.
Y aunque mas negro que pez
escapé,
todos quantos yo hallé
yendo mi calle, en la mano
quieren que vn rato me esté
y larga razón les de
del mal del Señor fulano.
No sé de moro o tirano
que acosado
ande como el desdichado
del Doctor, y perseguido,
muerto, perdido, cansado,
146
REVISTA DI AECHIVOS
en las cassas apretado
y por las caJIes corrtdo.
Adrede, Señor, me oluido
de tratar
y en general murmurar
de cosas que es bien que calle,
pues lo mas particular
no oso en ello pensar ,
porque peor es hurgalle.
Con mi barriga y mal talle
y con sudor
este su mucho Doctor
vasse a ver otros dolientes
que dan trabajo menor,
y a las doze con calor
torna de ver cien mil gentes,
iiallo ciertos assistentes
que me están
esperando al azaguan,
los quales son mensajeros
que nueua guerra me dan,
nueuo tormento y afán
de casas de caual teros.
Todos estos escuderos
que a llamarme
vienen, si ven apearme
se desganan a porfía,
y de no poder lleuarme
todos pretenden tragarme
con hambre de medio dia.
Lo que cada qual quería
no va en ello
vna haua ni vn cabello;
que comió mal su Señora;
que dize el Señor Don Tello
que el poce no puede vello;
que a soñ.ido mas de vn ora.
El otro, que hasta agora
no a tenido
su señor ni le a venido
mucha gana de beber;
otro que vn poco a rey do;
otro que no le a dolido
el touillo como ayer.
Dándolos a Luzifer
los embio
con vn recaudo mas frío
que los que ellos me truxeron.
porque oyr mas desuarío
es para echarse en el río:
y assi con esto se fueron.
Tras estos otros vtnieroo
a las dos;
el vno dize: por Dios
sin lleuaros no me vaya,
que mi amo no es de los
que pueden pasar sin vos,
que a rato que se desmaya.
Guaya de ti. Doctor, guaya^
que en comiendo
te lleuan medio durmiendo
a pie casi dos jornadas
dando baybenes, cayendo,
echando el alma y muriendo,
a cosas bien escusadas.
A mirar unas ijadas
que vn poquito
an dolido con ahito
y no tienen buen color
después de hecho vn delito
en comer de vn hueuo frito
que pudo darle dolor.
Entonces pierdo. Señor,
la paciencia
con tan braua penitencia
sin descanso ni reposo,
y renie¿;ü de mi ciencia
que tiene tanta dolencia
y no vn rato vagaroso.
Mas regañado y humoso.
e de dar
a la tarde y panquear
huella como a la mañana
que no se puede escusar,
y uiniendome apear
me da la queda o campana.
No traigo costilla sana
ni otra cosa,
que parece que vna losa
muy pesada traygo al cuello
y en cada mano vn esposa
y aun entonces ay quien osa
pedirme que valla a vello.
El Señor me libre dello,
le respondo,
y sin mas hablar me escondo-
BIBLIOTECAS T MUSEOS
147
porque con priessa me llama
la hambre y el sueño hondo,
y caigo luego redondo
a descansar en la cama.
Mas mi solaz se derrama
y se marchita
y el consuelo se me quita
con vn antojo tirano
que le dio de mi visita
en punto y ora maldita
al canónigo Avellano.
Vieneme a llamar su hermano,
muy turbado,
que diz que no a mejorado
el nacidillo amarguen»
y porque a enpeorado
me ruega vaya abrigad(^
por ser el el mensagero.
Si le digo que no quiero,
soy perdido,
y a la ora despedido
de lo que ya se me deue;
por no perder lo seruido,
soñolento y afligido
yo me leuanto aunque llueve.
Y aunque yela y haze nieve
voy con el
en este tiempo cruel,
tronpe^ando por la calle,
mas amargo que la hiél;
¡desventurado de aquel
que por fuerza a deescuchallel
Dize con mal tono y talle
mili porradas
y otras tantas alcaldadas
presumiendo de alegrarme,
y dando fieras risadas
se alaba sus badaxadas
y esto es ya para acabarme.
Tras esto quiere obligarme
a gustar
de su necio conversar
y pregunta si lo entiendo;
yo cassi para espirar
con fals') cabecear
sonriendo me defiendo.
Y dentro en su cassa siendo
bien elado
hallo al Chantre muy sentado
jugando con el doliente
que dize muí descuidado:
ame dolido el vn lado
y árdeme un poco la frente.
Y aunque se que es accidente
del nacido
es bien estar preuenido
contra lo que puede ser,
porque el honbre apercebido
dizen que aunque conbatido
no es tan fácil de vencer.
Yo alabo su proueer
y encarezco
el dolor, y mas le olTrezco
la salud con su consejo;
y porque casi perezco
como que me descaezco
hago del pesado y viejo.
Pido tinta y aparejo
de papel
para recetar en el
algo con que contentallo;
vanlo a buscar de tropel
tiene la llaue Miguel;
tornan lodos sin hallallo.
No va nada en dilatallo,
mas no quiere,
porque dize que se muere
de pura imaginación
si honbre se lo difiere,
que jura á Dios que no espere
por el ni por su passion.
Con su santa devoción
yo me encojo
y temiendo que lo enojo
no me oso despedir
y en otra silla me arrojo
por no darle nueuo enojo
de renegar ó reñir.
iMas ya que acierta a venir
el tintero
otro quarto do ora espcru
porque no iruxo algodones;
van por los del despensero;
torna y dize vn mensajero:
anlos licuado ratones.
Traslornand<j los rincones
y despensa
los encuentra quien no piensa
148 REVISTA
hechos nido de vna rata,
y con ellos se dispensa
el remedio de mi offensa
y el daño de quien me mata.
Acabada esta barata
que e contado
me despiden mal pagado
que es lo peor que ay en todo,
y vome desconsolado,
corrido, y triste y burlado, .
mojado y puesto del lodo.
Mas por otro estraño modo
se apareja
al passar de vna calleja
un desastre qual no ui,
y es que vna pared vieja
desde el cimiento a la teja
vino al suelo junto a mi.
Grande fue el peligro alli
de mi uida
que se vio cassi perdida
y en sus dias sepultada;
culpo mi loca salida
y cudicia desmedida
tan caramente pagada.
Ya llegado a mi posada
hago dar
muchos golpes y llamar;
mas es llamar a vna huessa
y a los muertos vozear,
que en llamando yo, a roncar
mis mo^os se dan mas priessa.
Como mi llamar no cessa,
destocada
sale mi muger turbada'
que es la que primero oyó,
mal vestida por la elada,
pero de aquesta jornada
a fe que no se alabó.
Porque a la ora le dio
en un lado
un tal dolor de costado
tan cruel y tan rauioso
que en mi uida lo e curado,
aunque en muchos me c hallado,
mas brauo ni peligroso.
No teniendo ella reposo
ni consuelo,
DE ARCHIVOS
toda la noche de buelo
se va en saquillos y unciones
con que hasta el dia uelo
y amanezco hecho un duelo
con tantas tribulaciones.
Luego llegan tentaciones
ordinarias
de orinales, adversarias
de quietud y sosiego
y de cas de Hernandárias
y de Don Juan y Don Arias
me vienen á llamar luego.
Htme aquí puesto en el fuego
á la hora
de ayer y como en añora
rodeo las penas mias
y quando Dios las mejora
tras mañana es como agora,
y agora como otros dias.
Estas son mis romerías
y estaciones;
estas son mis processiones
en las pasquas y disantos,
curando sienpre ciclones,
modorras, mal de ríñones,
bubas, duelos y quebrantos.
Yo creo que en todos quantos
son nacidos
no ay honbres tan perseguidos,
o sea o no sea fíesta,
como físicos, corridos,
acosados, y molidos
la mañana y tarde y siesta.
Pues siendo, mi Señor, esta
aquí pintada,
la uida mas ocupada
que imaginarse pudiere,
pues ella no vale nada
tengase por escusada
mi pluma sino escriuiere.
Y sepa que quando uviere
mas lugar
si Dios lo quisiere dar,
yo me alargare escriuiendo,
y mándeme perdonar,
que esto después de cenar
rayando el papel durmiendo.
Por la copia,
M. S. Y S.
BIULIDTECAS V MUSCOS I49
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
Obras de Lope de Vega publicadas por la Real Academia Española. T. XIII.
Crónicas y leyendas dramáticas de España. Séptima y última sección. Come-
dias novelescas. Primera sección. —Madrid, Rivadeneyra, 1902.— Fol. cxLvin-571
páginas.
Termina en este tomo el Sr. Menéndez y Pelayo la dilatada serie de su colección
de comedias de Lope de Vega que tienen por asunto los tomados de la historia 6
de la leyenda histórica de España, y principia otra gran sección del inagotable
caudal cómico del rey de todos los poetas dramáticos: las comedias novelescas, de
aventuras, ó tomadas de la tradición poética nacional y extranjera.
Las piezas de carácter histórico que contiene este tomo son cinco y se refieren
todas á sucesos ocurridos en vida del mismo autor que las compuso. Es la pri-
mera la comedia fantáuica y real titulada El Marqués de las Napas, relativa á un
hecho en que fué protagonista D. Pedro Esteban Dávila, tercer Marqués de las
.\avas, de cuyo gran padre, otro D. Pedro, había siio secretario Lope de Vega.
Aunque Vicente Espinel en su Escudero lo asegure y lo creyesen muchos en su
tiempo, la conversación del Marqués con un muerto, que da carácter á la obra,
nos parece cosa algo recia de creer, y esto mismo piensa el colector al disculparse
de haberla incluido entre las históricas, principalmente por ser verdaderos algunos
de los personajes que en ella iniervienen.
No ocurren tales dudas con ninguna de las demás comedias de este grupo. Son
rigorosamente históricas La nueva victoria del Marqués de Santa Cru\ (hijo del
gran marino), que refiere la toma de la isla de Longo, en 1G04; La nueva victoria
de D, Confíalo de Córdoba, que es, ni más ni menos, que la batalla de Fleurus,
ganada, en 1622, por el biznieto del Gran Capitán; El Brasil restituido, ó sea el
socorro y reconquista de la ciudad del Salvador en la bahía de Todos los Santos,
de que los holandeses se habían apoderado en 1624 y que de nuevo volvió al do-
minio español por el esfuerzo de españoles y portugueses acaudillados por Don
Fadrique de Toledo, Marqués de Villanueva de Valdueza, en 1626.
Al mismo año se refiere el Diálogo militar en alabanza del Marqués de Espi-
nóla, conmemorativo de la célebre rendición de Breda, último de nuestros grandes
hechos militares en el siglo xvii y última obra histórica del gran poeta, pues Lope
de Vega, como recuerda su ilustre colector, «favorecido de la suerte en tantas
cosas, lo fué también en recibir la visita de la muerte antes que sus ojos presen-
ciasen el naufragio de 1640».
No tienen, es cierto, gran mérito intrínseco ninguna de estas piezas escritas con
la premura que pedía la resonancia de los hechos que celebran, si. bien el calor
patriótico con que están escritas, tal cual episodio interesante, la brillantez de es-
tilo en alguna, los aciertos poéticos en otra y hasta la rareza de dos de ellas (una
inédita) las hacen muy dignas de atención por los críticos é historiadores y que
una vez más se repita el aplauso tantas veces tributado al celo, diligencia y sabi-
duría del colector.
Las ilustraciones del Sr. Menéndez y Pelayo son, como las de los tomos ante-
riores, un estudio completo, bajo sus aspectos histórico y crítico, de la otra. No
solamente investiga con sagacidad extrema las fuentes, las lecturas inmediatas que
I 3o REVISTA DE ARCHIVOS
Lope hizo para tejer la narración de cosas que pasaban lan lejos de su vista, sino
que de cada hecho traza una monografía documentada, de tal suerte, que no sólo
puede uno apreciar debidamente una creación poética, sino que, á la vez, aprende
no poca historia de España.
Este valor propio, independiente, tienen estos prólogos. En las cien comedias
del género histórico que paso á paso y año tras año fué examinando el Sr. Me-
néndez y Pelayo, ha sembrado un caudal enorme de noticias peregrinas. Resu-
rrecciones de personajes que la leyenda había destíg^irado; restablecimiento de
hechos ó mal apreciados ó indebidamente negados por una critica lijera: condena-
ción definitiva de algunas patrañas y errores históricos; aspecto nuevo de varios
sucesos, todo esto llevado á cabo á la luz de una ciencia profunda y en vista de
los últim'>s hallazgos y de los más recientes escritos de aquí y de fuera de Esaña\
No habrá más que citar los siberanos estudios consagrados á Bernardo del Ccir-
pió. Los Jueces de Castilla, La Jvuüa de Toledo, las comedias relativas al rey Don
Pedro, I )iego García de Paredes, El palíente Céspedes, La Santa Liga, A rauco
domado. Los españoles en Flandes, El valor de Malta y tantos otros temas de cu-
riosidad é interés que, aun separados del lugar para que fueron compuestos, su-
ministrarán gran deleite intelectual al que con sinceridad quiera leer historia ver-
dadera de España.
Y no promete tener menos valor científico, ya que su importancia general no
sea lan grande, la nueva sección que en este tomo se inaugura con las comedias
Los palacios de Galiana, La mocedad de Roldan, Las pobreras de Reinaldos, El
Marqués de Mantua, Un pastoral albergue (comedia de dudosa paternidad), Los ce-
los de Rodamonte, Angélica en el Catay', El premio de la hermosura y Los tres
diamantes, piezas todas pertenecientes al ciclo épico llamado caroMngio. A los
libros caballerescos que tienen por centro la figura del gran emperador de Occi-
dente fué Lope en busca de asuntos para esas obras, de igual modo que, más por
gala que por inopia de su imaginación fértilísima, fué á otros muchos lugares y
escondrijos de los literaturas nuestra y ajenas.
Aquí tuvo ocasión el poeta de explayarse en la reproducción de tantos caracte-
res poéticos, episodios ingeniosos, escenas tiernas, ricas descripciones, adaptación
deliciosa de mil fragmentos de poesía popular, primores de versificación y derroche
de galas de lenguaje, siquiera el valor dramático total de muchas de estas obras no
esldá la altura de otras que figurarán en esta misma sección y en la destinada á
las piezas de costumbres españolas.
El colector ha prodigado también en lc.s ilustraciones su inmenso saber en
este punto en que la moderna historia li-teraria, sobre todo en Italia y Francia, ha*
hc»cho tantos y tan rápidos progresos en pocos años. El estudio de la épica neo-
latina puede decirse que es creación de nuestros días, pero que tiene ya una biblio-
grafía abrumadora, no solo por el número, sino por el volumen de los libros con-
sagrados á su estudio, ya como textos ó ya como comentarios. El Sr. Menéndez
y Pelayo, navegando con pasmosa facilidad y seguridad por este vasto océano, nos
va dando un luminoso trasunto de la influencia que la epopeya francesa, italiana y
española de la Edad Media ejercieron mutuamente. Por él vamos viendo un hecho
cur¡usí>imo, antes no sospechado; esto es, que tal tema ó asunto épico nacido en
Francia, era inmedi. lamente aprovechado por los juglares españoles é italianos,
quienes lo desfiguraban y nacionalizaban en términos que, aun antes de cerrarse
¿'I periodo de creación épica de tal asunto, volvía á los franceses para suministrar-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS l5l
les ya un nuevo cantar de gesta ó ya un nuevo y extraño episodio del ya conocido.
Ksla peregrina transformación, qué creemos no haya sido aun claramente apre-
ciada por los críticos franceses, vésc apuntada en cuanto á Italia por los magis-
trales libros de Pío Rajna y desenvuelta ahora en cuanto á Kspaña por nuestro
Menéndez y Pelayo.
Mucha curiosidad tenemos de ver si el hecho que" aparece en Galiana, Roldan
y Reinaldos se repite en otros ciclos y series de la gran epopeya franco-europea.
En tanto, felicitemos una vez más al sabio ilustrador que sigue, con una cons-
tancia digna del asunto y digna también de su grande entendimiento, dando á co-
nocer todas las riquezas literarias de aquel gigantea quien un testigo nada sospe-
choso por ser exiranjcro, por haber leido. mucho á Lope y por ser un gran poeta
llamó «la naturaleza más poética de los tiempos modernosi^.
Km:I.IO COTAHEIU).
JConnal áo\ perito calígrafo revisor de letras y firmas, por D. Enrique
Sánchkz ^ Tfhhones, Arch¡\ero Bibliotecario y Arqueólogo y Oficial del Ar-
chivo de Ips Ministerios de Instrucción pública y Bellas Arles y Agricultura y
Obras públicas. — Madrid. Kortanet, 1902.-8.°, 23() págs.
Confiada en los tribunales de justicia la revisión de letras y firmas de dudosa
autenticidad á los individuos del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólo-
gos, y en defecto de éstos á los maestros d-^ instrucción primaria, quienes no hacen
durante su carrera estudios especiales para desempeñar este servicio, es de gran uti-
lidad, sobre todo para estos últimos, el libro que acaba do publicar nuestro com-
pañero el Sr. Terrones, en el cual están metódicamente agrupados cuantos c<mo-
cimicntos se requieren para el ejercicio de la profesión de Perito calígrafo y Revi-
sor de letras y firmas.
Está dividido este libnj en cinco secciones, cuyos epígrafes son: i.* El perito, el
falsificador y la falsilicación. 2.'' Caracteres de los manuscritos. 3."* Práctica de los
reconocimieni«;s. 4.* Consejos prácticos á los Peritos. V 5.'^ Lo que hoy es el Peri-
to calígrafo y lo que debe sor.
Acompañan al texto, en f<.)rma do apéndices, toda la legislación vigente en la ma-
teria, los aranceles que hoy rigen en k^s tribunales civiles, eclesiásticos y militares
y los artículos de los Códigos civil y penal y do las leyes de Enjuiciamiento que se
refieren al del Perito calígrat'o como auxiliar do la Administración de Justicia.
V. V.
Armada española dosdo la unión do los reinos de (bastilla y de Aragón, por Ce-
sáreo Fernández Di Ho. Tomo VIII. -Madrid. Est. tip. Sucesores de Rivade-
neyra. — ic»o2.- N." marq., 401 págs.
Como obra del Sr. Fernández Duro, uno de los escritores más notables de Es-
paña, este libro nada moroco sino alabanzas por la riquísima erudición que lo ava*
lora y por la claridad y buen método en la exposición; los documentos y la biblio-
grafía que acompañan á cada capítulo demuestran un pleno conocimiento del
asunto y esclarecen los hechos, no siempre gloriosos, do nuestra marina en el rei-
nado de Carlos IV. Con imparcialidad relata el Sr. Fernández Duro el ocaso de
nuestro poderío naval y políticfj, registrando por un lriunf(^ diez humillaciones ver-
gonzosas que apenan al más indiferente, cuales son ol incidente de Nulka con los
ingleses (1790); el indecoroso abandono de Oran; la cesión de Santo Domingo á
Francia; ia vergonzosísima derrota del Cabo do San Vicente (1797); la conquista
1 52 REVISTA DE ARCHIVOS
de la isla de la Trinidad por el General Abercromby, quien sólo tuvo un herido:
la pérdida de Mallorca (1798) sin que los ingleses hallaran resistencia, y la llamada
épica, pero al fín tremenda derrota de Trafalgar, á la cual dedica el Sr. Fernández
Duro dos capítulos. Contadas son las ocasiones en que el ánimo respira con algún
episodio grato^ cual la expedición científica del Capitán Malaspina con las corbetas
Descubierta y Atrevida; la defensa de Tenerife contra Nelson y la recuperación de
Buenos Aires por D. Santiago Liniers. Los Bazanes, los Oquendos y aun los Bar-
celos habían desaparecido y sólc quedaba una gloria que se disipaba y en lonta-
nanza las catástrofes que en los últimos años hemos experrmentado.
M. S. Y S.
]ba Institnoión del Tribaaftl de Cuentas on España y en el extrai^ero,
por D. Enrique Corrales y Sánchez. — Madrid. Imp. de la Revista de Legisla-
ción, 11902.
Llama la atención en el capitulo II de esta obra, consagrado por el autor á la
parte histórica, el gran salto que se da desde las Cortes de CarriJn de i3i7 i á las
de Toledo de 1436. Entre esas dos fechas tan distantes debió citar las de Valladolid
de 1 822; Madrid, iSSg; Burgos, 1367; Ordenamiento otorgado por Enrique 11 á las
peticiones particulares de la ciudad de Sevilla, Segovia, i386; Falencia, r388; Gua-
dalajara, 1390; Madrid, i3qi, y Segovia iSgó; Ordenamiento de las Cortes de Ma-
drid de 1419; Valladolid, 1420; Ocaña, 1422, y Madrid 1435. En todas ellas se habla
de materias de contabilidad con más ó menos extensión, y todas aportan dalos
muy provechosos.
Dice el Sr. Corrales en la página 14: «Siguieron adelante los abusos y no ceja-
ron las peticiones de las Cortes, hasta que, en vista de ellas, dio el Rey Don Juan II
en 2 de Noviembre de 1437, en la villa de Valladolid, á la Contaduría del Tribunal
de Cuentas, unas O'denanzas, ampliadas en 3o de Septiembre de 1442 en la de Ma-
drigal, que siendo las primeras coleccionadas, muestran por entero el carácter cas-
tizo de la institución». Me parece que hay en estas líneas algunos errores.
En primer lugar, como habló ya de las Cortes de Toledo, y nos dice luego que
«no cejaron las peticiones de las Cortes, hasta que, en vista de ellas», se dio la Or-
denanza, parece natural suponer que después de las de Toledo hubo otras varias
Cortes que tronaran contra tal estado de cosas; y efectivamente, después de las de
Toledo se nos ofrecen en el orden cronológico las de Madrigal de 25 de Julio de
1438 que se ocupan de contabilidad. En segundolugar, S2 afirma que las Ordenan-
zas fueron dadas en 2 de Noviembre, fecha que no conviene con la de 2 de Julio
de los ejempkres de manuscritos y de libros varios de la Biblioteca Nacional. Tam-
bién afirma el autor que fueron dadas á la Contaduría del Tribunal de Cuentas;
pero habrá que notar si hubo Tribunal así llamado ó hubo sólo Contaduría, ó por
mejor decir, si hubo Tribunal con Contaduría ó Contaduría con Tribunal. Cree-
mos que n. Juan II no dio las Ordenanzas sino para los Contadores de Cuentas, y
que, si bien creó una especie de Tribunal, muy limitado por cierto, no llegó á de-
nominarle.
Por lo demás, una parte no pequeña ni la menos importante de las Ordenanzas,
es copia casi exacta de las peticiones de las Cortes de Toledo de 1436, las que en
realidad merecen los plácemes, por haber conseguido verlas trascritas, siquiera hu-
I Pudieran citarse también las de llaro de 1288; Valladolid 1293; Medica del Campo, 1302;
Cuéllar 1297 y Falencia 1313.
BIBLIOL'ECAS Y MUSEOS 1 53
biera personajes sueltos por quienes en su mayor parte tuvieran realidad las Orde-
nanzas.
Se dice en la página 19 que los Reyes Católicos hicieron una Ordenanza fecha-
da en Sevilla á 9 de Enero de 1478. No creo sea esto cierto; un podpr no es una Or-
denanza y la cédula dada en Sevilla otorgaba poder á los cuatro Contadores de
Cuentas, á la sazón existentes, Quintanilla, Alcoc^ro, Sánchez de Valladolid y
Garci-Franco; la Ordenanza, cosa distinta, la dieron en 1476 en Madrigal, y la
reprodujeron, con ligerísimas variantes en el articulado, en 1478 por los días de
San Pedro y San Pablo, subiendo de Sevilla, en la ciudad de Córdoba por el mes
de Octubre; otras tienen fecha en Granada, año de i5oo.
Tampoco podemos estar conformes en que se tomaran medidas para cobrar
«ios débitos desde 1470». Parécenos que los Reyes querían se diesen cuentas por
cargo y data donde no hubiese albaquías, desde 14S4, en adelante, y se emplazase
á los que tuviesen cartas de fíníquito desde 1464, ya fuesen dadas por Enrique IV ó
el Príncipe D. Alfonso, con el fin de asentar las que estuviesen corrientes. Esto por
lo que respecta al poder. En cuanto á las Ordenanzas, el plazo partía desde el
año 1468. Ni en uno ni en otro documento hallo, por consiguiente, la fecha
de 1470 que el autor inserta.
Prescindiendo de lo que legislara Carlos I, pues que el autor nada nos dice,
llegamos á las Ordenanzas de la Coruña de 10 de Julio de 1564. Las Ordenanzas
están encabezadas por el Principe y firmadas por él, no por Carlos V: así rezan los
documentos que he tenido á la vista. Como que se habla de la visita del doctor
Velasco, «del Consejo de S. .\l.», cosa que no se diría de haberlas dado el Empe-
rador, y el Secretario refrenda en nombre de S. A. en demostración de que habla
el Príncipe, no su padre.
Pasamos por el examen interno de las Ordenanzas, en el que habría algo que
notar, y dejando á un lado la fec/ia de las de i3()q, tropezamos con los de El Pardo,
de i5q3. Dice el autor «que suprimió (Felipe II) los Contadores mayores y sus
tenientes, creando en su lugar el Consejo de Hacienda*. En los números 12 y 38
de las mismas, confirmados por otros muchos, puede verse que Felipe II no pensó
en tal supresión; al contrarío, creó un Contador en cada una de las dos Contadu-
rías, siendo desde esa fecha cuatru en vez de tres: lo que suprimió fueron los te-
nientes y el pelativo de mayores en los Contadores, al final del número 12, que
no es lo mismo precisamente. Además, no pudo lomarse el trabajo de crear el
Consejo de Hacienda, por una razón capital, porque para evitarle este devaneo fi-
nanciero lo dejó creado su padre setenta año^ antes. Leídas con delenimien'o estas
Ordenanzas y las de i534 se convencerá el autor de su error, y se persuadirá de que
no es posible sostener cosa tan e:.tupenda, si piensa que le faltaría trecho, de sostener
su aserto, para colocar los Presidentes del Cons.'jó, desde el 0>ndü de Nassau á Ro-
drigo Vázquez de Arce, y las cédulas é instrucciones dadas para el Co :sejo en todo
ese lapso de tiempo. En fin, es .»s dos renglones y medio que comentamos dan ma-
teria muy á propósito para la defensa del Tribunal fundado en la tradición que
representa.
En la página 24, al hablar de las Ordenanzas dadas en Llerena, dice en el párra-
fo entre comillas: «... son unos mismos negocios las que se tratan en los Tribu-
nales y de una misma instancia*, Parécenos que debió decir sustancia, es decir, de
una misma naturaleza, no instancia, ó de un mismo grado, pues dependían las
Contadurías en cierto modo del Cunsejo, como lo evidencian los números 17 al 20,
1 54 REVISTA DE ARCHIVOS
35, 38 y 39, 41, 44, 47 y 48 de las Ordenanzas del 93 á que se refería Felipe III,
pues que se trataba de un estado de derecho anterior al que establecía; y el núme-
ro 3i, al encomendar al Consejo de Hacienda que dirimiese las competencias susci-
tadas entre la Contaduría mayor y las Chancillerías y Audiencias, viene á atestiguar
que no había igualdad en los asuntos, que no eran de una misma instancia y que
el Consejo era superior, cuando menos en este caso concreto.
Decir sólo Contaduría mayor, es decir, hasta los comienzos del siglo xviii,
Contaduría mayor de 'Hacienda; así que, como en las páginas 24 á 25 dice el autor,
<clo que es esencial de la antigua Contaduría mayor y hoy Tribunal de Cuentas»,
parece sostiene que el antecedente del Tribunal es la antigua Contaduría mayor de
Hacienda, cosa que no habrá querido decir, supongo, pero que dice sin quererlo^
Ni en un solo documento de los que he examinado de los siglos xv al xvir tuve la
fortuna de encontrar las palabras Contaduría mayor ó Contadores mayores, mien-
tras pudieran así llamarse, referidas á otra institución que á la Contaduría mayor
de Hacienda. Bien es verdad que el autor no va solo en este lapsus, que, no por
ser pequeño, deja de confundir profundamente las especies «. Estos son los re-
sultados naturales de valerse de materiales de segunda y tercera mano.
Pasamos por las Ordenanzas, cédula de reformación de 162 1, que el autor no
nombra, como no designó la legislación de Carlos V. Es lástima, pues habrían re-
sultado lagunas menos considerables.
Por cédulas de 5 de Julio de 1691 y 28 de Jiinio de 1692, ambas curiosas, se de-
terminó el modo de lomar cuentas atrasadas. Siguieron en estos años algunos pre-
ceptos sobre la materia, y llegamos con el siglo xvni á las dos disposiciones de
1 701 y 1 71 3, de las que como dos, pudo citar el autor doce: tantas hay de ese tiempo.
Por la fechada en Buen Retiro á 4 de Agosto de 171 5 volvían las cosas al estado
que tuvieron hasta los decretos de 10 de Noviembre de 171 3, siguiendo, por con-
siguiente, los de reforma de 17 de Julio de 1691 y 6 de Marzo de 1701. En 1 5 de Ju-
nio, por cédula firmada en Balsaín, que el autor también omite, tuvo el Monarca
por bien que á la Sala de gobierno del Consejo de Hacienda quedase incorporado
el Tribunal de Cuentas y para el más fácil y breve despacho de estos asuntos era
nombrado un Contador general, fiscal de Cuentas, que se había de llamar Conta-
dor general de Cuentas, siendo nombrado en el mismo documento D. Julián Gu-
tiérrez Maestre, actual fiscal del Tribunal. Las cuentas habían de presentarse en
la Contaduría general de Cuentas.
De algunos de los errores de más bulto, aquí someramente consignados, y de
notorias vaguedades, adolecen en su parle histórica, así la obra del Sr.« Corrales y
Sánchez, como otra publicada este mismo año por los Sres. González Cedrón, Mén-
dez de Vigo y Peral, dos de ellos del Tribunal de Cuentas, titulada: Nociones genC"
rales de Contabilidad pública 2.
C. E. DE H.
* I El Sr. Colmeiro, al descubrir en las Cortes de Burgos de 1374 el nombre de Contadores ma-
yores, dice muy ufano: ^primera noticia que los documentos de semejante naturaleza suminis-
tran acerca del origen del Tribunal de Cuentas del Reino*. Y la materia no era sino de Conta-
duría de Hacienda, como lo prueba el que se refiera á ponimientos, rentas, tierras, aranceles
para estas y otras cosas por el estilo.
2 Madrid. Hijcs de Reus. 1902,-8.0 916 pags. ,
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 1 55
VARIEDADES
ALEMANIA. El Duque J. Florimond de Loubat, ha entregado á la Academia
ele Ciencias de Berlín 22.871 marcos para fundar un premio destinado á promover
los estndioB americanistas. Cada cinco años se darán S.ooo marcos al autor
de la mejor obra referente á la América precolombina, y habrá otro premio igual
para los asuntos de época posterior.
.ESPAÑA. — Bilbao. La Gaceta del Norte, de Bilbao, del 4 de este mes, publicó un
artículo de B. Carmelo de Echegaray en que se examinan y elogian los Estu-
dios literarios del P. Bestüuto del Valle, eminente escritor agustino.
Burgos. El Diario de Burdos del 2 de Enero publicó un articulo titulado
Traslación de los restos del Cid en 1E42, debido á la pluma de nuestro co-
laborador Don Eloy García de Quevedo, y en el que se describe dicha ceremonia
conforme á las noticias de un manuscrito contempoiáneo.^En el número de 5 de
Enero de dicho periódico se ha publicado un articulo rotulado La restauración
delClanstro, hablando de las obras que en el de aquel a catedral se están llevando
á cabo bajo la dirección de nuestro colaborador Sr. Lampérez y tratando de los
medios de arbitrar recursos para continuarlas por ser muy escasa la consignación
que el Estado tiene señalada.
Madrid. La AciEtdemia de Bellas Artes celebró sesión el dia 27 de Enero, '
presidida por D. Elias Martín. Et Sr. Avalos, Secretario general, dio cuenta de que
el Sr. Ministro de Instrucción pública pedia mforme acerca de una escultura en
mármol, que representa á Cristo atado á la columna y se atribuye al célebre Gaspar
Becerra. Se presentó á la Academia el discurso que en su recepción leerá el acadé-
mico electo D. José Villegas y Cordero, á quien contestará D. Jacinto Ocias io
Picón. En otra sesión (3 de Febrero) se pidieron informes referentes á varias obras
gue deja el malogrado artista D. Arturo Mélida y á un cuadro propiedad del señor
ussato, pintado, según éste, por Claudio Coello. Nuestro compañero v colabora-
dor D. José Ramón Melida propuso que se declarase monumento nacional el claus-
tro de San Zoil en Carrión de los Condes.=^El día 6 del presente dio nuestro sabio
Director ¿>o/2 Marcelino Mcnénde% y Pela) o una conferencia en el Círculo de
San Luis Oonsaga. Trató con la inmensa erudición y elocuencia de siempre, de
los Romances viejos, á los cuales dedica en su Antología de poetas líricos un volu-
men que _ia está impreso. Examinó especialmente los romances tocantes al Cid,
que constituyen uno de nuestros monumentos épicos más nacionales y dignos de
ser comparados con la epopeya de losNibclungos.=Mr.Briinetióre, Director de
la Revue des Deux Mondes, accediendo á la in\ ilación. que le ha dirigido la Junta de
la Asociación de Conferencias para la ilustración de la Mujer, vendrá á Madrid á
fin de cooperar en esta empresa. =E I Sr. Ibañez Marin, presidente de la Aso-
ciación militar de excursiones dio el 25 de Enero una conferencia en la So-
ciedad geonáfica. Traió en ella de la Serranía de Cuenca, los montes de Alba-
rracín y el Maestrazgo, cuyas riquezas mineras ponderó. =^I). Juan Pastorín y
Vacher, capitán de navio, dio el dia ó una conferencia en el Centro del Ejército
y Armada, acerca del ♦Encuentro naval de S; nlucar entre galeras castellanas y
sarracenas, operaciones navales sobre Tarifa y Algeciras; combate en aguas de
Tánger y cooperación de la Hola arag(»nesa en la conquista de Algeciras y Gibral-
tar.= El día 26 de Enero comen/ó en el Ateneo un curso de Eilol(>g:a comparada,
el eminente filóloga D. Julio íx*jadí>r. En su primera lección, desdeñando los tra-
bajos de García blanco, Ortega y Bardón, ensalzó las glorias de Bopp y Pictet,
fundadores de una nueva ciencia que tanto ha exclarecido la historia de los pue-
blos anliguos.=El f5 de Enero comenzó Don Bernardino .Martín Mínguez en la
Sacnela de Bellas Artes un curso de conferencias semanales acerca de Kl
Arte Español dentro de la Historia. La conferencia primera fué toda dedicada á la
consideración de la belleza en la naturaleza, excepción hecha del hombre, haciendo
ver que la razón de la belleza está fuera de los seres inertes é irracionales. En la
segunda, ai tratarse de la belleza en el hombre, trató del hombre como ser creado
1 56 REVISTA DE ARCHIVOS
y por tanto analizó su belleza en cuanto parte integrante del universo, pero con
principio viviente que se mueve voluntariamente. Después le estudió como produc-
tor de belleza, pero sin poderse salir nunca de los signos ó formas y materias q^ue
se le imponen para exteriorizar sus creaciones. Deduciendo de todo esto, que la ul-
tima razón de la belleza también está fuera del hombre. En la tercera examinó la
razón de la belleza, que se encuentra en la substancia subsistente, eterna, perfecta'
é infinita. Dios, y llega bástalas criaturas, á cada una según el grado de par-
ticipación por semejanza de Dios, y por el atributo intrínseco, la inmensidad.
Cuanto más los seres naturales se conformen á los tipos que Dios tiene de ellos en
su esencia en cuanto imitable, más se acercarán á la perfección y serán más ex-
plendorosos. En la cuarta no hizo el Sr. Martín Minguez clasificación alguna de
las Bellas Artes. Mas al exponer el conferenciante en qué coloca él la belleza arqui*
tectónica, después de señalar su pensamiento con dos palabras, que son: Belle\a
dinámica, refutó las opiniones sostenidas hasta el día por Arquitectos y Estéticos,
parándose después á demostrar que la Belleza arquitectónica está en la perfecta
distribución, enlace y dirección de las fuerzas, ya sean potencias ya resistencias,
dentro de la unidad construida ó por construir, puestas en armonioso equilibrio,
según las resistencias y elasticidades y formas de los componentes, con la menor
cantidad posible, relativamente, de materia. La decoración y la ornamentación,
fueron excluidas, por juzgarlos el conferenciante medios externos, no extrínsecos
á la belleza arquitectónica. En la conferencia quinta entró el conferenciante á ex*
poner én qué consiste el modo de ser de las construcciones arquitectónicas espa-
ñolas más antiguas; afirmó rotundamente que la Historia del Arte Antiguo español
está falsificada, porque los que de ella se han ocupado no han tenido en cuenta
más que los monumentos, sin valerse de la Geografía histórica, de las leyendas, de
las monedas y medallas, de los objetos de la Industria y la decoración que tienen
y sus materiales y formas y procedimientos. Expuso en el encerado una serie
de construcciones, empezando desde la tumba poco ha descubierta en Orihue-
la, del mismo tipo que las 'de Argelia, Armenia y Micenas, y concluyendo
con la de los muros del Castillo de Ibros y murallas de Tarragona, hacien-
do ver que el tipo tumba de Orihuela corresponde á la misma civilización de
Hissarlik, Santorín, Micenas, íalysos, (antes de la guerra cantada por Homero),
Italia, Creta, las Baleares y la Pehinsula.=Dentro de poco serán instaladas en el
Mnseo de ArtiUeria las conocidas armas de Boabdil, regaladas por la difunta
Marquesa de Viana juntamente con algunos trajes v preseas de aquel rey grana-
dino.=Se ha constituido una Junta central en Madrid, presidida por el Sr.'Tenien-
te General Marqués de Polavieja, para allegar fondos con que se alce un monu-
mento á nuestros soldados muertos en las campañas de Cuba y Filipinas,«==Con
motivo de haber sido concedida la cruz de Alfonso XII á dos glorias de Santander,
D. Xaroelino Kenéndes y Pelayo y B. José María de Pereda, propone
El Cantábrico, diario de aquella ciudad, c^uc se les regalen por suscripción y como
homenaje á su talento, las insignias de dicha condecoración. =También ha obte-
nido la misma Cruz el 8r. Conde de las ITavaB, Jefe de la Biblioteca de
Palacio.
Murcia. El día 4 de este mes falleció en Murcia á los yS años de edad, B. Javier
Fuentes y Ponte, famoso poeta de certámenes y Juegos llórales, en los que
había ganado más de noventa premios. Deja inéditas muchas composiciones y aun
varios trabajos históricos referentes á Murcia y su provincia.=En Septiembre del
año anterior celebró una Junta la Comisión provincial de Monumentos de Murcia;
en ella leyó el Sr. Conde de Roche un curioso informe acerca del lugar en que fué
enterrado el historiador Francisco Cáscales, hasta entonces desconocido. Dicho
informe, que contiene copia íntegra del testamento de Cáscales, se publicó días
después en El Diario de Murcia.
Palma de Mallorca. La Sociedad Arqueológica Ln liana de Palma de .Ma-
llorca celebró dias pasados la fiesta anual que consagra al Beato Ramón Lnll.
En la Junta general, el Rector del Colegio de la Sapiencia dedicó un recuerdo á los
socios fallecidos D. Antonio Fuster, D. José Luis Aguiló y D. Jerónimo Rosselló, y
dio cuenta de los códices que la familia de éste había donado á la Sociedad. El Vi-
cario General, Sr. Alcover manifestó que se trataba de conseguir que el rezo del
Beato Lull se estableciera en Cataluña.=Se prosiguen en Palma de Mallorca con
BIBLIOTEDAS Y MUSEOS I Sj
actividad febril los trabajos para la formación de un gran Diocioiuurio ám la
iMigua catalana. Tantas han sido las cédulas pedidas por los colaboradores, que
el Sr. Alcover ha solicitado del Ayuntamiento de aquella ciudad la concesión de
una cantidad para comprar el papel necesario.
ESTADOS UNIDOS. Hn los bstados Unidos se va á editar una obra magna de
Historia, redactada por los más ilustres publicistas de aauel país; se rotulará The
American nation from original material by associatea scholars. Constará de 26
volúmenes. El III, escrito por E. ü. Bourne, tratará de España en América (149a-
i58o).
FRANCIA. El día 4 de Enero falleció en París Mr. Fierre Lafitte. Era cate-
drático de Historia general de las Ciencias, en el Colegio de Francia. Sus funerales
^ verífícaron conforme á los ritos de la secta positivista el día r4. Deja publicadas
varías obras, cuales son: Considérations sur la civilisatión chinoise, 18G1; Les
grands Types de r Humaniléy 1874-75; La Révolution franqaise, 1880; Le
raust de Goethe, iSHq; Cours de philosophie premiére, 1889-91. Mr. Lafitte era en-
tusiasta discípulo de la escuela de Augusto Comte.
GRECIA. El arqueólogo Sr. VollgraíT ha terminado sus excavaciones en Argos
con feliz éxito, pues ha descubierto, siguiendo las indicaciones de Pausanias, mura-
llas de tiempos muy distintos, algunas de ellas prehistóricas; ruinas del bouleutérion
ó sala del donsejo V del mégaron ó Palacio Real; cinco tumbas, una de ellas con
pinturas decorativas bien conservadas; un templo de Apolo; una estatua en mar-
mol, de Asclepios; restos de otras; muchos fragmentos de cerámica miceniana y
varios chapiteles. '
ITALIA. El Dr. Fortunato Pintor ha publicado el catálogo de La librería de
Coñmo de Xedioi nel 1418. Este documento formaba parte de un Inventa-
rio di tutte le cose tróvate in casa di Giovanni de' Medid. ^Conimü^ publicándose
el XMjdonario dei Bantisti e Daatofili dei seooli XVIII e «IX, bajo la
dirección de G. L. Passerini. La cuarta entrega contiene bío- bibliografías de C. Ga-
lanti, P. Grande, G. Graziani, R. Miichell, M. Palazzolo, G. Pasquali-Marinelli,
G. Rol. G. M. Valgimigli y G. V. Vannett¡.=El P. Conrado Eubel está acabando
de imprimir el tomo VI del Bullarium £raiLOÍ8oaniiiii; contiene documentos de
los Papas Benedicto XII, Clemente VI, Inocencio VI, Urbano V y Gregorio XI. El
número de Bulas y Breves es de 1 5oó.
M. S. V S.
CRÓNICA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
.Mi-SEO Arqueo LÓd ICO Nacionai. Han ingresado en él nueve lápidas con ins-
cripciones romanas, regaladas pur la Sra. Duquesa de Denia, quien las guardaba
en su castillo de Las Navas.
iVliTSEo ARQUEOLÓGICO DE Tarhaííona. En la noche del 19 de Enero se cometió
un robo de importancia en el Museo arqueológico de Tarragona. Los ladrones
rompieron la puerta que da al zaguán de las Casas Consistoriales y se apoderaron
de unas 400 monedas, casi todas ellas pertenecientes á la colección que fué de don
Buenaventura Hernández; de las monedas sustraídas 1 1 son de oro: de los empera-
dores Nerón, Adriano, Vitelio, Antonino Pío, Severo, Valentiniano, Arcadio y Ho-
norio; otra de Anastasio, emperador de Oriente; otra de la familia consular Volca-
tia y otra de los Reyes Católicos; 840 son de plata; enire ellas 12 ibéricas; 169 de
familias consulares; 1 13 imperiales; 3i de los reyes de Castilla y Cataluña y 2 ara-
bes; las restantes son de cobre. El valor de estos objetos se calcula en 2.5oo
pesetas.
1 58
REVISTA DE ARCHIVOS
RELACIÓN de los impresos españoles recibidos en la Biblioteca Nacional por el
Registro de impresores según el Real Decreto de 4 de Diciembre de 1 896, du-
rante el año I go2.
Provincias
Vols. Follts. Hojas.
Provincias
, Vols. F.ollis. Hojas.
Álava 14
Albacete ' 2
Alicante ' 2
Almena ' 6
Avila ¡ ♦
Bauajüz ' *
Baleares (Mallorca). . 6
Barcelona ; »
Burgos ' 7
Cáceres *
Cádiz.. ..... 6
Canarias.. .... »
Castellón i
Ciu ¡ad-Heal. ... *
Córdoba 10
Coruñ.i 12
Cuenca 3
. Gemela. ..... 3
Gijón »
Guipúzcoa ^
Granada 2
Guadalajara. ... 4
Hueiva »
Muesca »
Jaén »
León 4
Lérida "»
Suma y si¿^ue..\ 84
14
17
61
3'
3i
4
294
101
2
106
57 3
I
I
»
37
»4
iS
i3
ICjD
,562
í9
10.
4
iS
222
2
82
222
Suma anterior.
Logroño
I'UgO
Madrid
Mahón
Málaga
Murcia
Orense
Orihuela
Oviedo
Falencia
Pamplona
Pontevedra
Sa amanea
Santander
Santago
Segovia
Sevilla. ... . . .
Soria
Tarragona
Teruel
Toledo
Valencia
Valladolid
Vizcaya. ....
Zamora. . . . .
Zarag »za. . . .
84 343
8 46
» I
100 807
343 i 4.7QO
I
Sufua total.
5
4
4'-i
2()
14
i5
.3?h
I
14
I
7
41
»
49
3
63
8
37
»
42
7<)
79
23
9
4
1.63;
4-799
IDO
3
622
ii3
336
290
2
10
32
148
I
85
280
)►
118
-.896
A. (ju. Albacete.
bibliografía
(La lenfíu ; es la base (le clasijjc «ción de nuc^lara Bibliografía. Kn csla se incluyen todos los
libro< de cualquier orden y los trabajos de revistas publicados por individuos de nuestro
Cuerp»), N) cu 1 puede servir para intentar una biblio;. r.iiia i e este: Its niarcartmcs con un *.— *
Kn 1.; Ititlio^rajta de Rei'istas siempre que no se indiqíctl año, se entenderá c|uc es el co-
rriente.)
LIBROS KSHANDLKS
(i.** Todos los de historia, en la icepción más
amplia lie 1 pal iL ra. desde la política á l.t Cien-
tífica, y los de sus ciencias auxiliares, incluso
la (ilolo^ía y la lingüistica, que se publiquen,
cdi'en, reimpriman \ exir. cten en la iSpaña
actu.il y sus posesiones, de autor español ó ex-
tranjero, en cualquiera de las habías esp.mo-
las. ó en ó fuera de Kspaña, de autor esp.nol,
en lenf4uas sabia;;. 2.*' Las ediciones, reimpre-
siones V antologías hechas en 6 'uera de l-.spa-
ña, de íibros de cualquier materia escritos por
autore ya muertos no contemporá eos, espa-
ñoles ó extranjeros, en dichis hablas, ó por
españoles en lenguas sabias, dentro de la ex-
tensión de Ns antiguos dominios españoles.
3." Las traducciones, arreglos, refundiciones
é imitaciones publicadas en 6 fuera de Lspaña
por autores vivos, c pañoles ó extranjeros, en
las mismas hablas ó en len uas sa. ¡as, de obras
historie s V literarias debidas a e>pañ(/lcs ya
muerto^. 4.'' Los libros noiables origittalcs de
amena liier tura, dados .• luz en o fuera de
Kspaña por c>critoreÑ contemporáneos, espa-
ñoles o no. en las hablas españolas, 6 por escri-
tores españoles cotuemporáneos en lenguas
sabi s. ."i." Los de cu.lquier materia, siempre
que se reiieran a co>a> ue ispaña, publicados
en las referid is hablas en aquellas naciones
que no las usan, ó en las mismas hablas ó en
lenguas sabias en los pueblos que usan el cas-
tellano. Y 6." Las traducciones hechas por es-
Cañóles ó extranjeros, á cualquiera de las ha-
las españolas, ó por españoles á lenguas sa-
bias, de libros extranjeros históricos, <. e cultu-
ra general, y aun ile amena literatura cuando
SOQ obras niacsiras.]
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
i59
Aguilera Camaciio (Daniel). San Eulogio, s j
v'ida y obras. Monc grafía premiada por la So-
ciedad Económica de amigos del país (de Cór-
doba].—Córdoba. Tmp. I.a Verdad. 1902.— 62
páginas.
ALMANAQUE Y GUÍA MATRITENSE. Afto dC I903.
(Duodécimo de publicación.) Contiene: I. Al-
manaque. II. Geogrufi I y l-.stadisiica. III. Re*
seña histórica. IV. Guía y noticiero. Retrato
de S. M. y plano de Madrid.— Madrid. Imp. de
la Viuda é Hijos de A. Samaren (Sucesores de
Cuesta;. 1903.— 8 «, 194 págs.— i pta.
Acedo (D. Fernando). Cástulo, estudio his-
tórico acerca de la cre.ición, viua y existencia
de esta antigua ciudad y sus relaciones con la
de Linares, por D. Fernando Acedo, continua-
da y fínalizada por O. Manuel Acedo.— Madrid.
Est. tip. de la Viuda c Hijos de Ttllo. iyo2.—
8.» d., 217 págs.— 4 ptas.
Bi.A co (Eusebio). Madrid pintoresco, cua-
dros pintorescos; ilustraciones de Enciso.—
Madrid. Imp. de los Hijos de M. (i. Hernández.
1903.— 8 ", io5 pags. Es el lomo V de la colección
Alegría.
Bonilla y San Martín (Adolfo). La vida del
Picaro, compuesta por ^ailuruo csti lo en tercia
rima. Edición crítica.— París. 1902. (Extrait de
la Revue hispanique, t. IX.)— 8." marq.,4opágs.
Castro (D. Guillem de).— Comedia del pobre
honrrado. (Exirait du Buttetin hispanique.)—
Bordeaux. Imp. (i. Gounouilhou. 1902.-8.", 67
páffinas.
CoTAREi.o (Emilio). Kl supuesto casamiento
de Almanzor con una hija de Bermudo II. Nota
critica.— Madrid. Est. lip. de Id .mor M. Cru-
zado. 1903.— 4.", iC págs. (Publicado en I.a /:5-
paña Moderna de Enero 1903.)
DÍAZ CtvARRiBi.vs (Jwian). Obras de...— Mé-
xico. Imp. de V. Agüeros. 1902.— 2 vols. 8.",
zvi-442 y xxxv-388 pág-í.
DiOES Antón (Juan). El periodismo en la pro-
Tíncia de Guadalajara. .\puntes para su histo-
ria, seguidos de una b evísi'na noticia de las
Imprentas establecidas en la misma provin-
cia.—Guadalajar.i. Est. tip. de Pérez Cerrada.
1902.— 8." m., fcC) pags.— 2 ptas.
Darwin (Carlos H.). Mi viaje alrededor del
mundo; traducción de Coosiantino Piqucr. —
Valencia. Imp. de A. López y C. ' S. a. (1902).-
2 vols. 8.", de 227 y 246 pápS.- 2 ptas.
EsT¿vANEZ (Nicolás). Fra^^mentos de mis
Memorias.— Madrid, i.st. tip. de los 11. de R.
Álvarez. 1903.-8.°, ^47 pags. -4 ptas.
Fernandez Duro (Cesáreo), .\rinada esp -
fióla desde la unión ue los Reinos de Castilla
y de Aragón. Tomo V'///.— .Ma.rid. Est. tipo-
gráfico «Sucesores de Rivadeneyra». 1902.—
4.»m.,489págs.-i5pt.s.
García (D. Juan Catalina). Relaciones topo-
gráficas de Es|.-aña. Relaciones de pueblos que
pertenecen hoy á la provincia de Guadalajara,
3.* ároCA.— TOMO VIH.
con notas y aumentos de D. Juan Catalina
García.— Madrid. Est. lip. de la Viuda é Hijos
de M. Tello. 1903.— 8.«', vii-439 págs. Es el to-
mo XLI del Memorial histórico español. Co^
lección de documentos^ opúsculos y antigüe^
dades que publica la Real Academia de la HiS'
toria.
García Al-okgi'er (Juan). Historia de la Ar-
gentina. Segunda parte. La revolución y la
guerra de la Independencia.- Madrid. Imp. de
Felipe Marqués. S. a. (1902).— 8.", 271 págs.—
3 pt«s.
García Alix (D. .\ntonio). Discursos leídos
ante la Real Academia de Bellas .\rtes de San
Fernando en la recepción pública del señor
D. .\ntonio G.Tcía Alix el 18 de Enero de 1903,
y contestación del Sr. D. Ricardo Velázquez
Bosco.— Madrid. Imp. de los Hijos de M. G.
Hernández. 1903.
Gautier (T). Un viaje por España. Traduc-
ción de Roberto Robert (hijo). — Valencia. Im-
prenta de Kl Pifcblo. (1902J.— 8.*», 214 págs.— i y
i,5optas.
Gómez Bravo (P. Vicente). Te«oro poético
del siglo XIX, colección de poesías líricas y na-
rrativas entresacadas de los mejores poetas
contemporáneos españoles y americanos para
instrucción de la juventud.— Madrid. Tip. del
Sagrado Corazón. 1902.— 6 vols. 4.", de 435-397-
359-487-559 y 347 págs.— 18 pías.
GuDioi. Y CiNiLL (Joseph). Nocions de ar-
queología sagrada-catalana.- Vich Imp. de la
Viuda de R. Anglada. 1902.— 4.", 647 págs. Con
grabs,— 8 ptas.
Lamennais (Abate Roberto F.). Los negocios
de Roma; primera versión castellana, por
Francisco Lombardía y Sánchez, Doctor en
Filosofía y Letras.— Mat.rid. Imp. á c.rgo de
Alfredo Verdugo. 1902. — 8.", 210 págs.— 1 pta.
LbRA(C..\.). Natur. les por naturalización. —
Tokio. 1903.— 8.", 416 págs.
Llave y Sierra (D. Joaquín de la). Estudio
histórico militar sobre el conde de Barcelona
Ramón Bercnguer III el Grande. Trabajo que
ha obtenido el premio del Excmo. Sr. D. En-
rique Bargés y Pombo, Capitán general de Ca-
t.Iuña, cnel Certamen celebrado por la Ju-
ventud conservadora de Barcelona con motivo
de la mayor edad de S. .\L el Rey.— Barcelona.
Tobella y Costa. i9f>3.— 8", 94 págs.
Menkndez PiDAi. (Ramón).— i ocma de Yú-
^uf; materiales para su estudio, por... — Madrid.
Tip. de la Revista de Archivos. 1902.-8.°
marquilla, 87 págs. Con una fototipia. (De la
Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos.)
Ni I TO Skrrano (Matías), ^'ejcces [Recuerdos
autobiográficos] —Madrid. Est. tip. de E. Teo-
doro. 1912.— ««•, 248 pags.
Pinkyro (Enrique). Hombres y glorias de
América. — París. Tip. Garnier hermanos. 1903.
8.^ 356 págs. Con un retrato del autor.
12
1 6o
REVISTA DE ARCHIVOS
PoLERÓ (D. Vicente). Estttuas tumulares de
^rsoaajes españoles de los siglos xiii al xrii,
copiadas de los originales, con texto biográ-
fico y descriptivo, con un glosario ó tabla de
algunos nombres que tuvieron las piezas de
restir y de armadura. Con un prólogo del
Conde de Cedillo.— Madrid. Imp. de los H. de
M. G. Hernández. 1902.— 4.^ xi-io5 págs.
Rodríguez de Prada (P. Ángel). Meteorolo-
gía dinámica (un solo capítulo). Segunda edi'
cidn.— Madrid, imp. de la Viuda é Hija de Gó-
mez Fuentenebro. 1902.— 8.° d., i56 pági.— 3 pe-
setas.
Sbarbi (D. José M.). In illo tempore y otras
frioleras, bosquejo cervántico ó pisatiempo
quijotesco por todos cuatro rostidos.— Ma-
drid. Imp. de la Viuda é Hija de Gómez Fuen-
tenebro. i(p3.— 8.®, xvii-383 págs.~4 pías.
Serrano t Sanz (Manuel). Apuntes para una
Biblioteca de escritoras españolas desde el
año 1401 al 1833. Obra premiada por la Biblio-
teca Nacional en el concurso público de 1898 é
impresa á expensas del Estado, romo /.—Ma-
drid. Est. tip. Sur. de Rivadeneyra. MCMIII.—
H.^ d., xii-69b pjgs.
Thbbussbm (Dr.). Cuarta ración de artículos
del Dr. Thebussem, Caballero del hábito de
Santiago. Filología. Tauromaquia. Gastrono-
mía. Historia. Filatelia. Correos. Bibliografía.
Varios. Carta de D. José A. de Balenchana.—
Madrid. EsL tip. Suc. deRivadeneyra. 1903.—
4.® m., XII-280 págs.— 3 ptas.
ToL^TOY (Conde León). Libro para los obre-
ros. Á los trabajadores, páginas sobre la su-
presión de la propiedad terrena. Traducción
de E. Heras.— Barcelona. Imp. de José Ortega.
1903.— 8 ", 69 págs.— o,5o ptas.
Valera (Juan). Florilegio de poesías caste-
llanas del siglo XIX. Con introducción y notas
biográficas y criticas. Tomo /K.— Madrid. Im-
premí de Ricardo Fé. 1902. — 8. *, 447 págs.
Valvkrdb y Pbrai.ES (D. Francisco). Histo-
ria de la villa de Baena, por... Prólogo de don
Rodrifio Amador de ios Ríos. — Toledo. Viuda
é Hijos de Pclaez. I9.>3.— 4.", Sby págs. Con el
retrato del autor, grabados y planos.
Alvaro Gil Albacete.
LIBROS EXTRANJEROS
[i.° Los tratados universales y generales por
naciones y m iterias, de historia y sus ciencias
auxiliares, de literatura y arte. Je filología y
lingüíst.ca. etc., que intere-«co á 1. erudición
3 á la cultura, publicados en 6 fuera de Espa-
ña por espinóles ó extranjeros en hablas vul-
fares no españoles, ó por cxiranjercs en len-
uas sabias. 2.^ Los de cualquier materia es-
critos por españoles en ó fuera de España en
dichas lenguas vulgares. 3.*^ Los de cualquier
materia, con tal que se refieran á cosas espa-
ñolas, publicados por extranjeros en ó fuera
de España en lenguas sabias ó en hablas vul-
gares no españolas.]
AcTSs du douxiéme congrés international
des Orientalistes, Rome 1899. Tome Ul, pmr-
tie II (Mythologie et religions, linguistique,
Gréce et Orienl).— Firenze, Soc. tip. Florenti-
na, 1902.— 16.®, aft3 págs.
AMáLiHEAU (E.). Les nouvelles fouilles d
Abyjos. Seconde campagne (1896-1897).— París.
Leroux, 1902.— 4.*», xi-331 págs. Con grabados,
5o fr.
Atrolbs (Jean-Baptiste-Joseph). La vraie
Jeanne d Are. La Martyrc d aprés les tcmoins
oculaires, le procés et la libre penséc.— Lyon
et París, Emm. Vitte, 1902.— 8.0, xv-636 págs.
Babelon (E.). Histoirc de la gravurc sur
gemmcs en France.— Paris, Société de propa-
gation des livres dart, 1902.— 8.**, XX-2Ó3 págs.
Con grabados.— 20 .r.
Baensch (Oito). Johann Heinrich Lamberts
Philosophie und seine Steliung zu Kant.— Tü-
bingen et Leipzig, PauLSicbeck, 1002.
Baessllr (A.). Ancieni Peruvian rt; Con-
tributioos 10 the Archeology of ihc Empirc oí
the Incas. Trans. by A. H. Keane. Part /.-Lon-
don, Asher, 1902.— Fol. Con 11 lams.— 3^ fr.
B¿rillon (Dr.). Hisioire de lllipnoiisme ex-
perimental.—Paris, Imp. Vigot, 1902.— 8.", 32
páginas.
BiRK (E.). Les dcrniéres années de Chateau-
briand (1830-1848).-. aris, Garnier, 1902.— 8.**,
424 págs.— 4 fr.
Bled (Víctor du). La société íraní;a¡se du
xvi^ siccle au xx^ siécle. rroisít'ineséric-.xvii^
siécic. Les diplómales, les ^.ranUcs damcs de la
Fronde, la cour, les couriis .ns, les favoris.—
Paris. Perrin, 1902.— 12.*», 238 pá^-s.
Bliard (P.). Dubüis, cardinal el premier mi-
nistre 11656-1727).— París, Leihielleux. S. a.—
2 vol. 8.°, vi-428 y 488 pái^s.— 12 ir.
Bréal (.V.). Rembrandi; a criiical Essay. —
London, Duckworih, u>')2.— 12.", iy2 páys.—
2,5o fr.
Catalogo della collczionc Priamo Lcvi di
Bologna di monete ilalianc, mcdiuevali c re-
cenli.— Genova, Tip. Pagano, i902.-8.<^, 130 pa-
ginas. CoQ 7 láms.
Catalooi'e de la collcciion Lamponi de
Florence; peínlures et dcssins de di verses cco-
Ics et époques, objeis d ari el de curiosiié, —
Firenze, A. Meozzi. Kioa.— 4.", 87 páj^s.
Clero (Licut-Cülonel). Guerre d >.spagoc.
Capitulalion de Bayleo (causes el conséquen-
ccs.— Paris, Imp. de Fonicmoin^.', 1903. — 8.",
408 págs. Con grabados.— 7,5o ir.
Costa (Alessandro). II Budha e la sua doitri-
na.— Torino, Bocc , 1903.-16.", 256 págs.— 3,bo
liras.
CuMONT (Franz). Les Mysicrcs de Milhra.
2^ édition, rerue, conlcnant vingt-dcux ligu-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
l6l
res et une carie.— Bruxelles, Lamertin, 190a.—
4.», 189 págs.
CuRzoN (H. de). Bibliographie térésienne.—
París, Lib. des Saints-Péres, 1902.— 18.0, 69 pá-
ginas.—3 fr.
Oksboiufs (Le capiuine). Les étapes d'un
soldat de 1*£ ipire* i8oo-i8i5). Souvcnirs. Pu-
bliés pourli Socióté d'histoire contemporaine,
par M. Charles Desbaufa.— París, A. Picard et
fils, 1901. — 8.°, xii-235 págs. [Dicho capitán pe-
leó contra España en la guerra de la Inde-
pendencia.]
FowLER (II. N.). History of ancient Greek
Liuraiure. — London, Hirschfcld, iqo2. — 8.°,
5ia págs.— 7,5o fr.
Galilki (Galileo). Le opere di... Edizione
nazionale sotto gli auspici di Sua Maestá il re
d'Italia. Vol. X//.— Fircnze, G. Barbera, 1902.—
4.», 525 págs.
GoMDAL (J. L.). Le christíanisme au pays de
Ménélik.— París, Bloud, 1902.— 8.^ 62 págs.
GoRSE (M.). Saint Bruno, fondatcur de l'or-
dre des Chartreux; son action ei son Gcuvre. —
París, Imp. Téqui, 1902.-8.°, xxii-408 págs.
Halkin (J.) el PoNCELET (É.) Tablc genérale
do recueil des Bulletins de la Commission Ro-
yale d'Histoire de Belgiquc (4"*^ serie, tomes
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723 páginas.
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(^aritch, 1902.— 8.0, 320 págs.— 0.25 fr.
Hunt'ES (Luigi). Cronología dcUe scoperte c
delle esplorazioni geographichc dall'anno 1492
a tutto il secólo XX.— Milano, U. Hoepll, 1903.—
16. •, viii-487 págs.— 4.5o fr.
JoHif (The). Crerar Library. A lisl of Biblio-
graphies of spccial subjccts. July, 1902.— Chi-
cago, Printed by order of thc Board of Dircc-
lors, I9i>2.— 4-'% 5f)4 págs.
JuLMA.N (Camillc). Galli;», table.iu sommairc
de la Gaule sou<; la doinination romainc. Ou-
vrage orné de 140 g'Mvures daprés les monu-
ments anliqucs et dune ciric— Paris. ifachct-
te, 1902.— 18.0, viii-242 págs.
Lacroix (D,). llistoirc de Napoleón.— París,
Imp. Garoicr, 1902.— 18.0, viii-<V)o págs. Con
grabados.— 3, 5o fr.
Lamkihe (Ircnée). Thcoric ct pratiquc de la
conquéie dans rancien droit. p!)iude de druii
international ancien. — París, A. Rousseau,
1902.— 8.", 84 páf¡s.
Lepevrk Í.Maurice). La femmc i travers
Ihistoire.— Paris, Imp. de Fonicmoinfí, 1902. —
8.°, 11 1-34 1 págí» —S^^ »r.
LEONARDOS (H.). Relation du voya^c fait en
1&79 au-dcvant ct a la suitc de la reine Marie-
Louise d' rlcans, femrnc Je (Charles II. (Ex-
trait du Bulietin ¡iispanique de \ip2.) — Bor-
deaux, Imp. G. Gounouilhou, 191)2. — 8.*^ marq.,
43 págs.
i Library Association of Australasia. Tran-
, sactions and Proceeding at the thírd general
meeting held at Melbournc, April, 1902.— Mel-
bournc,McCarron,Bird&Co., 1902.— í.*>marq.,
127 págs.
Malaguzzi Valeri (Francesco). Pittori lom-
bardi del quaitrocento; ricerch^. — Milano,
L. F. Cogliati, 1902.— 8.°, xx-253 págs. Con gra-
bados.—4 fr.
I Malgarini (.-Vngela). Sulla responsabiliiá di
Clemente IV nella condanna di Corradino di
' Suevia.— Parma, Tip. L. Battei, 1932.-8.°, 31
I páginas.
! Mili.er(W.). Medioeval Rome; from Hílde-
I brand lo Clement VIII (1073-1600).— London,
Unwin, 1902.-8.°, 394 págs.— 6.25 ir.
I Orleans, duc de Guise (J. d). Un village an-
dalón sous le premier Empire, pendant l'occu-
pation fran^aise. — Paris, Imp. Duboís, 1902. —
¡ 16.0, 87pags.
Pedrick (G.). Monastic seáis of i3th Century;,
Examples illus. nature of their design and
i artistic valué.— London, More Press, 1903.—
4.°, i58 págs. Con grabados.— 26,25 fr.
I P0L1.ARD y\. Y.). Henry VIII. — London,
I Imp. Goupil, 1902.— 4.*, 310 págs.- 75 fr.
PoRENA (M.). Dclle manifestazioni plastiche
. del scntimento nei pcrsonoaggi della Divina
i Commcdia.— Milano, U. Iloepli, 1902.— 16.*,
X11-192 págs.-«-4 fr.
I Pralokan (B.). II secentismo ncl Petrarca.-
, Savona, Tip, .\. Ricci, 1902.-16.°, 127 págs.
Raciifaiil (M. F.). Le registre de Franciscus
' Lixaldius, trésoríer general de larraée espa-
gnole aux Pays-Bas, de 1567 á 1576.— Bruxelles,
, Kicssiing, 1902.-8.°, vin-187 págs.— 3 fr.
Ricci-RiCARDi (Antonio). Galileo Galilei e-
fra Tommasü Caccini: il procc^so del (jalilei
nel ituóc 1 abiura segreta riveJata dalle carte
Caccini.— Firenze, Succ. Le Monnier, 1902.—
8.", 28>> págs— 4 liras.
Rt sshM. (C. II. L.). Parallcl of Greek índ
Latin Syniax. — London, Sonncnschcin, i(|02. —
8.°* 238 págs.— 5 ir.
Saint-Si.mo.s. Mémoires de... Nouvelle édi-
tion, publiée par A. de Boislisle, avcc la colla-
boration de L. Lcccsire. 7'. A'V7.— l'aris, Ha-
cheite, 1902.-8.°, 741 págs.
Sciiat/ (.Mberi). l.'<L'uvre (cooomique de
David Hume.— Paris, .\. Rousseau. ux)2.— 8.°,
xix-303 págs.
SoBRh.NTi.NO (Lucio). Paolo .Malatesta nel V
canto deirinfcrno di Dante.— Napoli, Tip. Prio-
re, it)02. — 8.°, ?4 pags.— 1 fr.
SorsA ViTFRBO. O Thealro na Corte de D. F¡-
lippe II. Duas cartas de I). Bernarda Coutioha.
Lisboa, Typ. (.^alijada do Cabra, 1003.-4.°, il
páginas.
Manuel Serrano v San/.
102
REVISTA DE ARCHIVOS
REVISTAS ESPAÑOLAS
[i.'* Los sumarios íntegros de las revistas
congéneres de la nuestra, cons (juradas exclu-
sivamente al estudio de Empana y publica-
das en cualquiera de las hiblas españolas en ó
fuera de Ksp.iña: los títulos de esta-t revistas
van d^,' letra cursiva. 2." Todos los trabajos
históricos y eruditos acere 1 de cualquier ma-
teria, según el amplísimo criterio expuesto,
que íiguren en los sumarios de las revistas no
con céleres de li nuestra, escritas en dich.iS
hablas en ó fuera de España.]
La Aliiambra . 31 de Enero 1(^03. Docimen-
t os y noticias de llranada. l-na cuestión elec-
toral (en el año iSij] (conclusión), por Miguel
Garrido -lííen^a.— C.ómico^ antiguos gran 1-
dinuí. Mari 1 de la Chica, por Narciso Dia^ de
Escovar.—Vn suceso original, por José ^'en-
tura Trji'ese/.— IJna descripción de Granada,
por Juan Cupeiro Piñor— Notas bibliográfi-
cas, por V.
boletín de i a Comisión provincial de Aío-
numentfts históricos y artísticos de Orense.
i(^.>2. Enero-Febrero. I. Epigrafía romana de
la ciudad de .Astorga (conclusión), por Marce-
o Macias. — II. Un sarcófago cristiano, por
Arturo Vái^que:^ Nüñe^. — \\\. De Re Gallaici
^continuación), por Benito F. Alnnso.—iy.
Noticias.
Boletín dk la Real .\cade.mia ije Bilnas
Leí RAS DE Barcelo.na. itio2. Octubre a Di-
ciembre. Palomas y palomares en Cataluña
durante la Edad Media, por I). F. Carreras y
Caní//.— Libre deis cnsonyamcnts de bona p ir-
lería, por 1). F. Codina y Furmosa, presbíte-
ro. -Noticias. -índice
Boletín de la Real Academia de la Historia.
11)03. Febrero. .-VdquisicioQCS de la .\cadcmia
durante el segundo seme.stre del año i9f)2.— In-
formes: I. Documentos desconocidos sobre el
Hospital de la Latina, existente en Madrid,
por A. Rodrigue^ Villa. — U La Inquisición
la Compañía de Jesús y el P. Jerónimo Román
de \a Higuera, por Ignacio Olavide. —Ul. Mo-
numento erigido al historiador murciano
Francisco Cáscales, por el Conde de Roche. -
IV. Nuevas antigüedades de (.'ariagena, por
Diego Jimt'wei^ rfe Cisneros .—\ . Nuevas ins-
cripciones, por Fidel /'ifa.— Variedades: I. La
inscripción arábiga de Benimaclet, por Fran-
cisco Corfera. — II. .Vntigücdades de Orense, !
por J. Ai. /ierfoya.— Noticias.
lioletin de la 'Sociedad españnla de excursin- |
nes. Diciembre. iy02. Fototipias, por Enrique
Serrano Fatigati. — Relieve representando la
exhumación del Beato Simón de Rojas, por
N. .SeníeuacA.— .\rquiteciosde Valladolid, por
Juan Agapito y Revitla. Artistas exhumados
(segunda serie), por Rafael Ramire^ de Are-
llano. —Sois, bibliográfica. —Láminas suel-
tas: Relieve representando la exhumación del
Beato Simón de Roja>. Farol y ma/as de cere-
monia déla colección del Sr. Conde de Valen-
cia de Don Juan. Evangelistas de talla de la
misma colección. Imafronte del monasterio de
Fresdel val. Hospedería del mismo. = - Enero
1903. Fototipias, por K. Serrano Fatigati.—
San Miguel de Escalada, por Juan Bautista /.<i-
::^aro. — Kstatuas alabastrinas del siglo xiv, por
N. .Sen<enacA. — .\rtistas exhumados (segun-
da serie, por R. Ramlrej^ de .Are//ano.— Biblio-
grafía.—España en el extranjero, por L. Se-
rrano y L. C/o^uef. —Necrología.— Láminas
sueltas. Image 1 de San Juan Bautista. Llama-
dores pertenecientes á la colección del señor
CLonde viudo de Valencia de D. Juan. .Manga
grande del Corpus de Toledo: Paño en donde
se h» representado el martirio de San Eugenio.
= Febrero 1003. Fototipias, por E. Serrano
Fatigati. Nuevos estudios sobre la pintura es-
pañola del Renacimiento, por Elias Tormo y
Moni^ó. -San Miguel de Escalada, por Juan
Bautista Lázaro.— Bibliografía.— Kspaña en el
extranjero.— Noticias.— Fotografías de monu-
mentos y objetos artísticos españoles.— Descu-
brimiento arqueológic). —Láminas intercala-
das en el texto: Busto de Alejandro. El San
Nicolás. -Láminas sueltas: San .Miguel «fe Es-
calada: Vista exterior. Interior de la misma
iglesia. Mangi del Corpus de Toledo: Paño de
la .Vsunción de la Virgen. Paño del corte del
velo de .Santa Leocadia.
La Ciudad de Dios. 5 de Noviembre ayo?.
Píndaro y la lírica griega, por el P. Bonifacio
//orwpanera. — Bibliogratia. — Reil biblioteca
del Escorial. (Notas y comunicaciones). Incu-
nables españoles. Noticias varias, por el P_
Benigno Fernández . - 20 de Noviembre.
Píndaro y la líric.i griega, por el P. Bonifacio
IIompanera.—\'A Emmo. Cardenal Cia^-ca, por
el P. Lucio Cttnde. -Revista de revi';ias. - 5 d e
Di ci e ¡n bre. Las «Ensaladas^» de Flecha, por
el P. Luis Villalba Muño^. — í'n libro históri-
co de la Inf .nta Doña Paz, por A'.— Bibliogra-
fía.- 20 de Diciembre. Los biógrafos de
l'rdaneta, por el P. F. de r*nci7/a.— Revista de
revistas.— Real biblioteca del Escorial. (Notas
y comunicaciones.) Siguen los incunables es-
pañoles. Noticias, por el P. Benigno Fernán-
,ie^.= -5 d e E n er o 1903. Cn pueblo mártir
llrlanda], por el P. .\ntonino M. Tonna-Bar-
thet. — Bibliografía. = 20 de Enero 1903. Un
episodio de la conquista de Filipinas, por el
P. Fermín de Vncilla. — l'n pueblo mártir |lr-
landal (continuación), por el P. .\ntonino M.
Tonna-Harthet.~V.\ Emmo. Cardenal Ciasca
(contiii lación), por el P. Lucio Conrfe.— Re-
vista de re v¡stas..r5 de Febrero. Fray Luis
de Leo 1 y los dominicos de Salamanca. Adver-
tencia, por la Dirección. — Contestación al re-
verendo P. Alonso Getino. O. P.. por el P.
Francisco ¡Manco Garda. — l'n pueblo mártir
llrlanda], por el P. Anionino M. Tonna-Bar-
ct3 2t i t-L:. JL^'r»»z .*» £-2 T: .-:. ^ ■■: tí i- 7<: i <i r "-o ■ ■ ^-i .r r-a:- * t '..">.•».• »*-i
\c":a* r-.r;.; -riiw *. r«:' •• -i/xrx «r-i.it« — Vr-í :s* -ív ■ * ^ .v- L^ V í-í .■; Mi,? •
;. \ f íx-íx- = I ,: í — rrí — L i ..::-i: .'i ?I^<i:*■. V-^:í¿- i .' r ¿ ? r * : ,* v'íUx
rzz^trr:* ti FriT-c*. r»:r *-. i fx'x ¿íx- ?<r.^-. ¿.xvi".^ »-.-: .»,jc . *\ ?^.^ V'V*-^*
\.T*-í^ :-'.:-.:■ -«■- '•. .r.:--Vii-
Sa — i**-;c >» <■:
- I, .. .
re^-lA- ;- i* r *: Xf .ü t.txj. ;
VcT's.Mziz A'ZM- . =--?.-::. :,.; r ¿i-i- Sctao. j>fr '. ,.x ^- r<-x« No: •> c^.r .o^irAp.-
Ar'.tf «!: X 1 -r. -. p : r -' : s ; r i "T. . r: M< .*:x X - 1 : *
.Vr:oa:. ct vi-Aras» - .x:.»r.A»:o:, *:.í.''.o-.ía;:Cs^
p-:r j-i- r'<»'í: x¿ -^ir-^x-:— -er-. .
í Mir.i ."rx-f-: -• r." ci .:;ri- «:-'í''« P ' *' a'.j-:¿xí^- }^.%:..a K,\:*tA
3K. p r--'í Mir.i .Tx»-*: -• r . -. ci
r:j. p-:r t. 'i^iír xV B^^^f — Bi. *:* ^c
rc¥ :*•»«. por her-a^jc- .trxtt? r srrsro
«u h;*' r:»!. p*:r P .-or;». inijj »■ Xí .' í -í: í
— La*«'o':e*y I-.-s «i:.iv¡er3.> jci re.r.xc: ¿t
Doña í**b< II. p-jf Juan Ptre^ ae «¡uj'vex*; —
Apun'c-i >:.rrí c! pr jbie r. i T.irroqa; I.a-íCv^o-
c* .'».•.* .íc re* n: iN.
p.r Si.\ A,:.<r rxt.:.> ; .1 \o.ji .:v,o. :ía.:oi»aI
c. ■.::<. ':po-A:u'Ji, }X'r H r.^l M* .a üc . 4>"J -
:;a«o ?\x-« 'í \ «'xf.:. — K^\ ^:a oc ■c>.>;a> ■
„ ^ . .^ , Rev..!Ab:b.;.«¿ri::vM
feren.-;as ^t Madr:d en inv. pj-r J-r-n—.o h.^.- ^^ k». [♦•.vicv.b.e : o: b: Mir^.joxdc
fíecktr.—*ZTu'\.CA ¡líerjr.a, por K «í •níc Je Mv r . .*.vV\i.;k..ic; ':*V ;v»r : T. ." ««x Tjt;»
Baqutro. -Hevisla de Pcv.>:aÑ, p.-r Fernán J.. :r..:..i Je P M K .. o, •• v! mím Jo l.nh--
.irxu;... -N...:-s b:b:, . . rir:c is p-r •: rist.p- .,^ ^., :>s.. p.v I a - : a > :ím- i v»->i.í a.- lu-
cio Bernald'.- á* nutr s v p. Iterad-.- -j^ p^,- i\ y \ .»;.,j.;.í y> J x iv*; b ::v..'!v>»;ia
España Nt-í VA ?. Fn^'... :.,n. Vr-.e \rqui- > v.j.m.::s;.k .. m J.o vS*. .»p.- .,'..>. por J Ku^o-
lecto< de \'ilÍJdo¡'d M.ic-.as «'-arp-.nur.-. p.»r nivW'-.-jJí*-. * \i';ic 1 vL ;:^rox ll.>!v^;:.» de
Juan Ai:apit . y HeriHa. ;., rorrp,»ñij vio J.-í:- om t » \x;x:orovA de K>i-
LiskAL-KKfiA. :•» Noviembre !«>>;. Breve ts- paña, pvr e! IV \:r.v'tv.o \n; -«vín^K <Vri-...v-
ludio <obrc el o-icriti.r bübjia-.» IV S bino de No:;oi 4sb;b:.v»:,:-.i:;c i^ \ :ie;^^:os^; 1 a-x-
Goico€chca. jpor I>. Fci:.\ de ¿xn^j.^'u»"::. Dos ^-j.< ^j^. h.i-i-r: p.v .1 V.'.í-o »: 1a o:\:l!*«-
hanjZí:osarqjcolóüic..'íen 1a B.isiiica de Ar- ¿:,.n , ¡.,^ n.c. -u- l.n ..,.,v. por I ¡m'o .\.'..V|-
meniia, por I>. .Manuel /)ia- Je .Iroxya- :ío /;,. _j ., esfera d. ; .uie. p.: H.»m..M K,,: ; l»i.i-
Noviembrc. lliMonA de las f:uerrAs ñapo- rfo.-l\soubnMi.ent.^ v-.o: I sti co'u' do Maki.illa-
Icónioas. Campiña de N.»puleon en Kspaña, nes. por KstebAu M.ncu I a .s.ib.ina s.uua de
porD. José Góme^ de Arteche. = y^ Novicm- Turin. por Roini.u.o K » .i.Wi.í.p o.v . Nou-
brc. Hi^toria de las guerras ñapóle micas. ^ias bib¡uv.r.«iic.>s rr..ni.A huiAna. por
Las guerras de España con Napoleón, por don j. m. .i,,- .„•./,.. Febrerv» I ox expanolos en
José Gome!: de .Ir/fcAr-Noiicias biblio^rá- ^l r.onclio de ITenio , c >M:i.ui.«oiv.n K piM-
licas yl¡lcrarias.=.!o niciembrc. Breve es- Antonio .\strain. la cmIuacíom % las na-
ludio sobre el escritor bilbaíno D. Sabino de ciónos lai. na . por I :mo" A/Hri/.'o M Marques
Goicoechea, por l\ Félix de Landdburu. - j^. M^.ra. por I.. C./om.i. - iMraHuax actual.
Dos hallazgos arqueológicos .m lab.silicade I p^r Pablo Hern.indcii. Ixamen de libros,
Armcntia, por l>. Manuel Oia,- rf«í Arcaya.-r 1 p^.^ Ksteban Mvreu. Notic is biblionraticas.
20 Diciembre, l'n miquelcte (Prudencio p^>j. p y
Arnao), por Antonio Peña y Goñi. -Fi^^uras , Rkvisi a CoNrKMPOK.vsKA. if'de Enero. un\\,
guipuzcoanas. Vn eibarrés insigne (D. Carlos I Don (labriel de (^»rral, pí>r Narciso Manso .1.
164
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Cor<¿«.— Literatura inglesa, por Pedro Gon-
^á^et-B/a»co.— Máximas y observaciones de
I>. Antonio Pére^, ministro que fué de Feli-
pe II, para Enrique IV, rey de FrancU (con-
clusión).—Los Tisigodosen España icontinua-
líión), por J(osé| 0[rtega] K/iiWo/.— La lin-
güística como ciencia de observación, por Ed-
mundo Gont^álei^-Blanco.—Kl arte moderno;
por Juan García Goy en a. —Españoles ilustres
en Filipinas (continuación), por José Ruca de
Ta/fore*.— Boletín bibliográfico, por P. C3/on-
^áiei^'l Blanco^ por E., por José Deleito Piñue-
la y por iV. N.
Revista critica de Historia y Literatura es-
pañolas, portuguesas é hispano-americanas.
Septiembre y Octubre 1002. Bibliografía lite-
raria de América (conclusión), por Antonio
Enas de Afo/ins.— Literaturas regionales, por
el mismo.— Discurso de la vida del limo, señor
D. Martín de Ayala, Arzobispo de Valencia
(continuación). -Cartas de D. José Vega y
Senmeat y de D. Juan Antonio Afayans y Sis-
ear.—Notas críticas. Les premieres égliscs
chréticnnes en Espagne, par A. Marignah, por
Xan rf'.isfMHM. — Movimiento bibliográfico,
por A.— Notas sueltas y documentos para una i
biografía de D. Jerónimo Zurili.— Fragmentos
de algunas cartas del Dr. Bartholomé Leonar-
do de Argensola.— Libre del orde de cavallc-
ria (continuación).
Revista de Menorca. Enero-Marzo. 1902.
Las Bale ircs, por Achillc Gtti7/arrf.— Mallorca
y Menorca á raiz de la conquista de ésta por
Alfonso III, por Cosme Parpal y Marqués.^
El barítono más notable de España, por S. Ca-
müñe^. [Biogr ifia de D. Mateo José Buenaven-
tura Orfila.l— Iglesia rural de San Ju«n Bau-
tisU del término municipal de Ciudadcla,
apuntes históricos, por J.— Noticias referentes
á la isla de Menorca, extraídas del primer pe-
riódico palmesano titulado «Noticias periódi-
cas», por J ime Garau.— Elección de oliciales
y consejeros de las l'niversidadcs de Ciudade-
la y Meroadal después del asalto y saqueo de
aquella ciudad por Must.fá Piali (ií>58), por
F. Hernández San ¡i-
R. Torres Valle. M. Serrano y Sanz.
REVISTAS EXTRANJER.\S
íi.*» Los sumarios íntegros de las revistas
concénercsdc la nuestra portuguesas, ó ex-
tranjeras en hablas no españolas ni portugue-
sa c»>ns.igradas exclusivamente al estudio de
España, y dadas á luz en ó fuera de ésta: los
títulos de unas v otras revistas van de letra
cursiva. 2." Lostrabaios de cualquier materia
tocantes á España, y los de carácter hisiórico
V erudito intcre antes para la cultura que
haoren en los Sunrmrios de las demás revistas
escritas en lenguas portuguesa y extranjeras,
publiquensc ó no en Espma. 3." Los trabajos
que, estando en las condiciones reseñadas en
este' párrafo segundo, aparezcan en revistas
public das por extranjeros en lenguas sabias.]
ACADÉMIE DES IXSCKIPTIONS & BCLl.ES-LCT-
TRES (de ParisJ. C-ompies rendus. Mayo y Ju-
nio de 1902. P. Delattrk, Le quatriéme sar-
cophage de marbre blanc trouvé dans la oé*
cropole punique voisioe de Saín te-Monique, a
Carthage.— Auguste AuDOLLENT, Note sur le*
fouilles du Puy-de-Dóme (1901).— Pierre Joc-
GVET, Rapport sur deuz missions au Fayoüm.
— M. Ofpert, Le cylindre k de Gudéa.
ANKALES DE LA SoCI¿TK dUiSTOIRK BT dAR-
ciiKOLOGiE DE Gasd. Tofne III. 1900 J. Vaw DEX
Ghbyk, Note sur un anclen livre d*Heures de
l'hópital deGrammont.= rom« IV. 1901. Fer-
nand Donnet, Les dernierá fídcles de Marie
Stuart.
Archivio storico italia.so. Firenze, 1902.
Serie V. Tomo XXX. Nicoló Rodolico, Note
statistiche su la popolazione fíorcntina nel
XIV secólo.— Fr. Brandileo.ne, Note sull origi-
ne di aicune istituzioni giuridiche in S.trdegna
durante il medioevo.— Pierre Gauthiez, Nuovi
documenti intorno a Giovanni de'Medici detlo
delle Bande Ncre.
BULLETIN de la CLASSK DES LETTRES ET DBS
SCIE.NCKS morales ET POLITIQUKS ET DE LA CLAS-
SE DES Beaux-.\rts. BruseUs, 1902. Núm. 5. Les
origines de la ncutralité de la Belgique et le
systéme de la Barriere (1Ó09-1830) (Rene Do-
llot); note par P. Fredericq.— Le Conseil de
Brabant (Arthur Gaillard); note par ^dm.
Marchal.=ti ú m . 8. Deuxiéme étude sur IHis-
toire de Suétone «De vita Caesarum*, par L.
Preud'iiomme.
BULLETIN DE LA SoCIÉTÉ D HiSTOIRE ET D'Ar-
CIléOLOGIE DE GaND. I9OO. NÚm. 2. G. HULIN.
Une note relative au peintrc Juste de Gand.—
J. De Smkt, A propos du polyptyque des Van-
Eyck á St.-Bavon. — Núm. 3. L. Maetkrmnck.
Gaspard De Crayer, sa vie et ses ctuvres á
Gand. — V. van der Hak<;hkn, La peinturc de
lancienne Chapclle des Bouchers. = N úm, 5.
G. Vanden Ghev.n, Documcnts inédits sur deux
tablcaux celebres (de Van Eycky deCraeyerl.=
Núm. <>. P. Bergma.ns, Artistes gantois du mo-
ycn-áge.-=S' úm. H. V. Fris^ Les Hamands á la
batailledeCourtrai. = = i9oi. Núm. i. F. van-
den Bemden^ .\nsclme van Hulle, pcintre gan-
tois.= Núm. 5. J. De Smkt, Quelqucs notes rc-
latives aux \*an Kyck.~Núm. 6. íl. Pirfnne,
Notice sur une chronique <k* Flandrc en fran-
jáis de la fin du xiv^ sitde.— V. vanden Nae-
GHKN, Le livre des peinires gantois.— (1. IIlmn,
Le tableau de Tomyris et Cyrus dans I ancien
pal is episcopal de Gand.
CoMPTK RENDU DKSSI.A.NCI.S DK LA COMMISSIOX
BoTALK o'Histoike (de Belgique], Bruxelles.
1901. I*-'^ Bulleiin. I'SMKR Bkri.ikhk, Les chapi-
tres généraux de l'ordrc de saint Bcnoíi dans
la province de Cologne- Trcves.-l !*•' Bulle-
tin. Alfred (Lauchié, La Chronique de Saint-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
l65
Hobcrt díte Camtátorium, le Livre second des
Mimcmla Sancti Hnberti et U Vita abbatis
Anáaginengis. — Éd. Vlietimck, Documents
¡Dédits conceroant Toccupation de la ville
d'Ostendepar les troupes des Provinces-rnies
et de la Reine d'Antleterre. 1584-1604.=! Ii^
Ballet i n. Éd. Vlietücck, Documents inédits
conceroant l'occupation de la ville dOstendc
& (suíte). Le Barón de Chestret de Haneffe,
L'ordre du Temple dans l'ancíen dioc(}$e de
Liége ou la Belgique orientale.=l V^ Bulle-
lin. Karl IIanquet, L'auteur de la Chronique
deSaint-Hubert, do second livre du Sfiracula
SmM^-ti Huberti et du Vita Theodtrici. Repon-
se á M. Cauchie = = 1902. I^*" Bulletin. S.
Balav. La Bibliothéque de l'abbaye de Saint-
Jacques á Lié e.— Paul Colmxkt, l'ne copie
retrouTée du Cantatorium Sancti lluberti.—
A. IIansay. La «Crenée» 9éo<^rale du p »ys de
Liége en 1470 et le dénombrement des feux.—
H. Vandb»li!»df!», Le premier m.T'U'ícrit origi-
nal des Res Lnyanienses de Divacus Íi564-i565\
Lb Corresponda. NT. 1903. 10 Enero. L. de
La5?ac de Laborie. La politique étrangére
du Directo¡re.=25 Encm. G. .Moi.lat, Une
découverte. Le Saint Suaire de T rin et la
Bulle de riément Vil contre rauthcni¡cit#*.
The ofooraphical joi'r?*\i.. iijo-^. Enero.
Otto L. Berimger. Notes on the country bet-
ween lake Nyasa and Victoria Nvan a.— B.
T)iCKSo:(, The eastcrn borderl «nds of Kikuyu.—
The voyige of the «Gauss» from Cape Town
to Kerguelen.— F. H. Ruxtow, Yola.— The Chi-
le-Argentinearbitratíon.=Febrero.C H. D.
Ryder. Exploration in wesiern China.— Cari
LcMHOLTZ, Explorations in .México.— .Martin
CoxwAT, How Spiísbergen was di'^covcred.—
Hugh Rober- .Milu, Bellings hau^en's antarc-
tic Toyage.— J. Gun.xar .\xdersox. The 'scien-
tific work of the Swedishaní rctic expedition
at the Falkland islaods and in Tierra del Fue-
go.—Harry Joh:<ston, Major Dclmc Radcliffe's
Map of the Nilc provincc of the l'g.inda Pro-
tectt rate.
GlOn?(ALE STORICO E LETTERARfO DFI.l A Ll-
4ICBIA. 1002. .M.irzo- Abril. O <jbfr7iner, I li-
gori antichi c i loro cortmercí. I li^uri antichi
« í loro prodotti commerciali. — V. .\. Arilla-
311, Femministi e miso^^ini nci sccoli xiiicxiv.—
Appuoti di bibliogr fia ligure. — .\ j;os to-Oc-
tubre. .\. Ferretto, La prigioniadi Frances-
co I re de Francia .1 (Jenova, a Poriofino c alia
Badia della Ccrvara.— .\ppunti di bibliografia
ligure.
Prace Matfmattczmofiztczne. ly)! y HX»2.
Tomos XII y XI ¡I. Correspondance de Leibn:^ '
etdt Kochanski, copine par .M. Bode '^ann ei |
publiée par M. Dickstein. (Hay un juiciu Je '
estas cartas en la Repue Philosophigue de Fe- j
l>rero 1903.) |
> La Revce (Anciemxe «Re tve dbb RxrcEa»).
j 1903. i.» Febrero. Dr. Latovche-Tbéviljls, L'
I antiquité du Nouvc^u Monde (L'Amérique
avant Colomb) — R. Bi.a.nco-Fomboma^ Le Ve-
í nezueJa litteraire.
Retie ARCHÉOLO<i:vt*E. 1902. Noviembre-Di-
' ciembre. P. Gauckler, Les fouilles de Tuni-
sie.— Rene Dussaud, Inscription nabatéo-ara-
I be d'En-Nemára.— R. Cagkat y M. Bfsmfr,
Revue des publications épigraphiques- relati-
res á l'antiquité romaíne.
Revie bln^.dictine. 1903. Enero. Laurent
Jaicshejts, Maítre Thomas Bouquillon. — Us-
mer Beri.ikre, Les évéques auxiliaires de Cam-
braiauxxiii^ etxiv^ siécles.— Jean Chapma.n.
Les interpolations dans le traite de S. Cyprien
sur l'uniíé de l'Églíse (Fin).— Raphael Proost,
La simplícíté des subsiances spiritucUes á T
origine de la philosophie chrétifonc. — Gcr-
main Mohín, Pages inédites d'.Arnobe le Jcu-
ne: la tin des Hxpositiunculoí sur rÉvan¿sile de
S. Luc— Analyses el Comptcs-rendus.
. La revue d'Europe. 1903. Enero. E. Coche-
Li.N, La Pcinture Grzco-Égypiienne.— II. Fau-
re. Les Mystéres de l'adoration des Mages
(i40i)(suite).
Revik he Gascoose. 1902. Octubre-Diciem-
bre. M. LArLATÉRE, La vie de M. Couture. —
P. Lahargov, M. Couture et son enseigae-
ment.— L. Maiso.nneuve. La philosophie de M.
L. Couture.— .\. Jeanrot, L. Couture philo-
logue. — C. CÉz¿RA<:, L. Couture ha^iogra-
phc.— .\. Dkgeht, L. Couture et la Reyutde
Gascogne.
RevuK HEBDOMADAIRB des COURS et CONFll'-
RE:tcKS. 1903. 8 Enero. Émile Fagu^t, .Xndrc
Chénicr.— G. Desdevises dv Déz^rt, L'Espa-
gne des moines.— Leo Clahetie, Le théátre de
Racine *Esiher».
Revue d IIistoire kt d '.\rcbkologie du
RoussiLLON. 19 >2. Noviembre. Fragments d'
une croix en picrrc trouvés á Llupia— =1903.
Enero. J.-.\. Brutails, La statuaire en Rous-
sillon vers i2ix). A propos d'un livre réceol.—
B. Pali STRF. Cüffrei-rcliquairc de léglise de
.Mossc*.— .\lph. Tai.ut. L ortographie cataia-
nc.— P. .Masnou, Ordoon ncc du roi .\lphonse
rclative á la frappe de la inonnaie d'argeot de
Pcrpi^nan (1418).
Hkvued Histoire ec<:i.ésiastique. 10ÍÍ3. Ene-
ro. F. \. FuNK, L'.\t;ape.— Franíjois Bethune,
Les ccolcs h storiqucs de S.iini-Dcnis el Sainl-
(iermain-dcs-Prés dans Icurs rapporis avcc la
composi iuD de^ Grandes Chroniquesde Fran-
ce.— A (^^^cllIE, Le (iallicanismc en Sorbon-
ne d aprés la correspondance de Barf.ell¡ní,
noncc de Francc ( i«V>H-it>7i) (suitc).
Ri vuK DKS i.ANr.ri s romani s. i )02. Noviem-
bre. B. Sahfifi . Le parler <Je B«gnéres-de-
Luchon et de sa vallée.— .\ugustc Vidal, Lc.h
i66
REVISTA DE ARCHIVOS
Cartulaires d'Albi. — L. G. Pélissier, Docu-
meots sur le« rclatioiis de l'Kmpereur Maxi-
milien el de Ludovíc Storza en I annéc 1499.—
Bibliogri<phic.
RüvuE i>ES <¿uESTioNS iiiSTOKi^^UES. 1903. Ene-
ro. Emmaouel Cos(¿uin, La légcnde du page
de Sainte Élisabeih de Portugal et le cunte
indien des «Bons conse¡ls».--íj. Ci.kme.st-Si-
MON, Un conseiller du roí Fran^ois I*^*". Jcandc
Scive, premier Président du Parlamcnt de Pa-
rís, négociateur du traite de Madrid.— Alberi
Babeav, Les Souvcrains étran^crs en Franco
du X* au xviii^ siécle.— Víctor Pierrk, Reli-
gieu es frao^aiscs en exil. 1791-1803 — Léon
MiROT, La Messe de Réquiem de Du (lucsclin
en I389.-Henri Longnon, L'n ageot politiquc au
xvi^ siécle. Michel de la Hugueric (1545-1616).
M. Serrano y Sanz.
SECCIÓN OFICIAL Y DE NOTICIAS
Con fecha 22 de Enero próximo pasado ha
ascendido á Oücial de tercer grado 1). Román
Murillo y Olio, que presta sus ^er vicios en la
Biblioteca de la Real .Academia Efpa^ola.
Ha sido trasladado del Archivo general de
los Ministerios de I istruccion púolici v de
Agricultura, Industria y Comcrc:o á la Biblio-
teci de la E cáela Supsrior de .\rquiicciura,
el Oficial primero I). Fernando .\rino y Gon-
zález. ________
D. Enrique Sánchez y Tcrroneí, además de
prestar sus servicios como .\uxiliar permanen-
te de la 'unta facultativa de .\rchivos, Biblio-
tecas y Museo';, qu. 'da adscrito á la plantilla
del Archivo General de Instrucción pública y
.Vgricultura. _
S. M. el Rey (Q. D. c}.), de deformidad con
lo propuesto por el Negociado del ramo y la
Subsecretaría de este iM nisterio, se ha servido
resolver con carácter de generalidad:
1." Que se deje sin efecto el nombramiento
hecho por el Director del Instituto gi'neral v
técnico de Badajoz á favor de un Catedrático
para que se encargase del servicio de la Bi-
blioteca provincial y de aquel Centro.
2.0 Que contin. é adscrito á la misma el .Ar-
chivero de Hacienda de aquella ciudad.
3." Qije á fin de que éste pueda atender al
servicio d -• ambos e -tablecimientos, se pongan
de acuerdo los Sres. Director del Insii uto y
Delegado de Hacienda sobre ei número de ho-
ras en que el referido Archivero ha de atender
respectivamente á los dos servicios.
4." Y que se haf<a saber al vrchivero aludi-
do, ba)o apercibimiento, que procure, en
cuano esté de su parte, hacer compatibles
am as funciones, evitando nuevas diferencias
ace. ca del particular.
De orden del Sr. Ministro lo digo á V. E.
para su conocimiento y demá> efectos. Dios
guarde á V E. muchos ños. .Madrid 29 de
Enero de 1903. -El Subsecretario, Casa Lai-
glesia.— Sr. Jefe superior del Cuerpo faculta-
tivo de \rch¡veroí. Bibliotcc irios v Arqueó-
logos. (Gaceta del 16 F'ebrero de 1903.)
limo. Sr.; En vista de la comunicación de
ese Centro, fecha 12 de .Noviembre último, in-
teresando la adopció.i por este Ministerio de
las medidas indispensables para q.e el servi-
cio del .Vrchivo de Hacienda de Pontevedra
no se resienta, efecto de haberse encargado al
funcionario del Cuerpo facultativo de .Archi-
veros, Bibliotecarios y .Arqueólogos adscrito
ERRATAS DEL NÚ.MERO ANTERIOR
''íg. H4, Im. 4 dice «Revi- . des Revi; s*) por «Revuc es Revues») i."dc Enero 1903.— Kn las
laminas I y II se Le To no VII, por Tomo VIII, á c lusa de es ar hechas desde el .ño pasado.
MADRID.— Tip. de la BeTÜita de ArchÍTOS, Bibliotecas y ICuseoB, Olid, 8.
á dicho establecimiento que dedique dos horas
di irías por lo menos a la c talouación y régi-
men de la Biblioteca provincial de la misma
ciudad; v
(considerando que 'a escasez del personal en
el Cuerpo citado y la circunstar.c.a de que al-
. unas de las Bibliotecas pro\íiiciales y de los
institutos generales y técnicos c.ireceñ de im-
pon tncia bastante a exigir un servicio diario
facultativo de seis horas, que son las regla-
mentarias de trabajo en aquél, movieron á ejita
Subsecretaría a disponer que de tales estable-
cimientos se encargaran además los Archive-
ros de Hacienda, cíonde no hubie a otro em-
pleado técnico adscrito especialmente á la
Biblioteca:
Considerando que en las provincias de ter-
cer orden en que ello suele ocurrir, puede bas-
tar cierinmente un servicio de cuatro horas
para el desempeño del Archivo de Hacienda,
mientras no quede aument do de hechu el
f personal óA aludido Cuerpo, cual acontece en
as de Ciudad Real, Cuenca, Palencia y otras,
en que sus Archiveros de Hacienda, sin des-
atender un momento el servicio que les es
peculiar en la Delegación, han citalogado y
sirven también las respectivas Bibliotec is muy
á gusto de sus Jefes inmediatos y á satisfacción
de es I e Centro.
E>ta Subsecretaría, de conforridad con lo
dictaminado por la Junta facultativa de .\r-
chivos. Bibliotecas y Museos, ha tenido á bien
resolver que se hauá presente á V. S. la nece-
sidad en que aqueil « se encuentra de mantener
SU'» acuerdos acerca del caso, así como que,
pira que jamás pueda por su cumplimiento
resentirse el servicio preferente de los .\rchi-
von de Hacienda, ni el de las Bibliotecas pro-
vinciales, se pongan de acuerdo los señores
Delegados de Hacienda y Directores de los
Institutos generales y técnico^ acerca del nú-
mero de horas v en cuále> del día ha de pres-
tar servicio el .\rchivero-Bibliotecario en am-
bos establecimientos, recomendándose mu\
especialii e ite á los funcionarios uel indicado
Cuerpo á quienes afecte esta disposición, que
procuren por su parte allanar toda el se de
dificultades que puedan enerv ría, y esperan-
do de su acredit doc.loqu.* sabrán lien ir su
doble cometido, sin apercibimiento, protestas
ni queja alguna, p-eciso siendo, empleando al
efe:to mas horas reglamentarias.
1^0 que digo á V^ I. para su conocimiento y
demás efectos. Dios guarde á V. I. muchos
añ.s. Madrid 5 de Febrero de 1903.— El Subse-
c'etario. Casa Laiglcsi .— Sr. Interventor ge-
neral de la Administración del Estado. (Gaceta
de 16 de Febrero de 1903.)
c
(ycj^o ^'
C/A^
REV. DE ARCH, lilHL. Y MUS.
TOMO VIII. -LÁM. IV.
Fototip.l d* Hauti' / «cnit. ■■.drid *
ESTATUA DESCUBIERTA EN EL CERRO DE LOS SANTOS (ALBACETE)
ALTt-RA !."• 35
MUSEO ak9i:kolóoi(v> n.v<;i<»\.vi.
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REVISTA
DE
ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
imSTO.^IA Y CIKNCIAS Al'Xll.lAKFS)
Año VH.— Mahzo de iyo3. — Núm. 3.
KL CÜM)ESTA1^LE D. RUY LÓPEZ DAWALOS,
PRIMER DUQUE DE ARJONA
Rancia y añeja costumbre entre los tratadistas de nobleza y de linajes
es la de remontar el origen de las familias, á cuyo estudio se consagran á
tiempos, cosas y personas que tan apartadas de nosotros unas y otros sl*
hallan, que no es tarea tdcil de suyo la escrupulosa comprobación que la
crítica impone al historiador que quiere escudriñar los hechos con la dili-
gencia y veracidad debidas. Y es nuestra vanidad tan grande, y la adula-
ción de tal manera se plega siempre al poder del más ambicioso, del más
audaz ó del mas tuerte, que me atrevería á afirmar (si no se me tachase J;;
exagerado) no hay en la historia de la humanidad un hombre, sobre toJj
¿n los siglos ya pasados (en los cuales la nobleza tenía rango de clase y
privilegios de raza), que al desculiar sobre sus semejantes y escalar el solio
del poderío y de la gloria, no encontrara un biógrafo complaciente que,
volando en alas de su fantasía, hiciera desfilar ante la plebeya cuna del po-
deroso magnate en correcta formación una serie de abuelos, todos los ctia-
les ostentaron sobre su pecho blasonados escudos y hasta alguno que ciñó
su frente con la corona de un reino.
Pero, -como refiere á este propósito una anécdota de los siglos medios,
es cien veces más ilustre ser tronco y cabeza de una familia poderosa que
no podrida y vieja rama jde un árbol ya añoso y piió%imo á sucumbir bajo
el pesoide los vientos y de la carcoma, y esto, á mi entenderles lo^jiic
á veces echan en olvido los panegiristas de los grandes hombres y creen
realzar la personalidad de ¿slos encomiando su origen, aun i 'Castade
3.* ¿POCA.— TOMO VIH. 1 3
l68 REVISTA DE ARCHIVOS
echar sobre él toJo el brillo de su paleta, dejando el resto del cuadro sin
vida y sin color, frío y desentonado.
No habían de faltarle á Ruy López Dávalos tampoco historiadores poc©
cuerdos que mezclasen las galas de oro fino de la verdad sin mancha con
las postizas de oropeles de talco que aja el sol de la crítica y funde con sus
rayos el testimonio de la vida: entre las varias fuentes históricas, en su
mayoría originales é inéditas, en que me inspiré al trazar el presente bos-
quejo histórico, descuellan, por la extensión que á su vida consagran, dos:
es una la «Historia de Arjona», por Ximena Jurado »; la otra es «Vida y
hechos ilustres y sucesión gloriosa de Rui-Lopez Davalos el bueno, tercer
Condestable de Castilla, Conde de Ribadeo, Adelantado mayor del reino
d« Murcia ^; en la primera ocupa Ruy López muchos é interesantes capí-
tulos, pues como primer Duque de Arjona y oriundo por parte de ma-
dre, al decir de Ximena, de aquella ilustre villa, le corresponde honorífico
y preeminente puesto en el número de sus predilectos hijos: el segundo de
los citados manuscritos, como se desprende del título, es la obra de un pa-
negirista interesado, y aunque el que suscribe estas páginas lleve, como el
autor de la monografía, sangre del Condestable Ruy López, no ha de in-
currir en el vicio que reprocha, y ese mismo respeto que al progenitor se
debe me hará apartar de su memoria lo que entiendo que, lejos de real-
zarle, le deprime; lo que, en vez de enaltecerle, L* rebaja.
Juan Dávalos de Ayala, su sexto nieto, autor de la biogratVa :recitaJa.
reconoce esto mismo, pues aunque al decir que mIos luertes nacen de los
fuertes, y que el encogimiento de la paloma no fué hijo de la grandeza del
águila, ni de la generosidad del león el miedo de la liebre», parece defen-
der los privilegios y la virtud de la raza, trae á cuentas luego, con citas de
Diógenes Laercio, de Antistenes, de Plutarco y de Filostrato, de compro-
1 Historia 6 Anales del municipio Áltense Vrgabonense ó villa de Arjona, por D. Martin Xi-
mena Jurado. Manuscrito en 4." eacuadernado que se conserva en el archivo del Ayuntamiento
de la citada villa, hoy ciudad. Es una rompil. cióa de lo escrito hasta entonces sobre la historia
de Arjona, entresacando para ello cuantas noticias {guardan relación con aquella sin reparar en
su procedencia, por lo que incurre en graves errores, sobre todo en la parte antigua. Copia li-
teralmente privilegios, c irl..s y otros p peles que existían en el Archivo del .Municipio, con lo
que ha prestado un gran servicio conservando vivos hasta hoy documentos de remota fecha. Por
lo que se deduce de muchos capítulos de la obra, debía tener una segunda parte destinada a exa-
minar los milagros, y narrar el hallazgo de las reliquias de los santos mártires Bonoso y Maxi-
mi no hecho por aquel entonces: lástima que no llevase á cabo su propósito para completar la
bibliografía sobre este extremo, aunque conocido hoy, sumamente interesante.
2 Dos libros: «^Al Kxcmo. Sr. D. Pedro López de Ayala, sexto cjndc de Fuensalida. Alguacil
mayor de la Imperial Toledo, r.apitán Gral., de la orden de Calatrava y Comendador de Bexir e
y Castel de Castelú (Reino de Valencia) en la misma orden, gentil-ombre de Cámara del Rey
niro. Sr, Don Pheüpe qunrto el grande Por don Ju." Dávalos de Ayala su sexto nieto. Ms. 2.S>7
de la B. N. Vkx tomo encuadernado en pergamino de 217 págs.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS l6g
hación difícil, la costumbre de los Arcadios de traer pintada la luna en el
zapato, para demostrar que también, como aquélla, mengua la nobleza de
sangre si no se la acrecienta y estimula con la p>ersonal de la virtud, pues
si no «se asemeja al ciprés, árbol hermoso pero sin frutoo, que es «más de
estimar siempre la virtud propia, que no la sucesión en grandezas y ho-
nores».
Lástima que tan hermosos pensamientos estén pocas páginas después
en pugna con la opinión que Dávalos defiende al tratar del origen de esta
familia, que hace descender de la Casa Real de Inglaterra, de la cual vino
un infante que heredó D. Sancho Abarca en San Félix de Dávalos (segúfi
afirma el Príncipe D. Carlos de Viana), ó bien de un Infante de Navarra,
como refiere Frías de Albornoz, á quien cita Argote. Y pocos renglones
después se olvida ya de esto, pues muestra su antigüedad por un letrero
que hubo en Calahorra, en el cual se dice que por honrar la memoria de
un Sancho Dávalos asistió iMarco Anlio Régulo con tres legiones romanas
unos 3oo años antes de la venida de J. C. cita que no se puede coordinar
con la anterior, porque si los Dávalos son de familia real inglesa, no es de
presumir estuvieran ya aquí en España en tiempo de los romanos, á me-
nos que se entretuviesen en hacer un viaje de ida y vuelta.
Argote de Molina presume que del lugar de San Félix de Dávalos pudo
tomar nombre la familia, y esto le hace decir, al autor de la monograf'a á
quien sigo, que más bien el lugar tomaría el nombre de ellos, y ya perdi-
dos los estribos, con la ayuda de Plinio hace venir á los primeros caballe-
ros Abalos de la India, donde asegura hay unos pueblos cercanos al Gan-
ges llamados Abalos y en el Océano otro Abalo, y hasta en el mar tro-
glodita un seno Abalites, y en Mésala un puente Abalos donde se defendió
César de Pompeyo, con lo que se ve, concluye, fueron hombres famosos
los que dieron origen al apellido.
Prescindiendo de esta interesante disquisición genealógica, que importa
poco sean de familia inglesa, navarra, india ó ribereños del mar troglo-
dita; lo cierto es que en 1162 cita Esteban de Garibay en Navarra á un don
Ximeno Dávalos, á Juan Martínez Dávalos, Sancho Ximenez y Garci-Nú
ñez, todos hermanos, de los cuales D. Ximeno hizo donación al Monaste-
rio de San Millán de la Cogulla de toda la parte que tenía en la Iglesia de
San Félix de Dávalos, donación que presenciaron D. Rodrigo, obispo de
Calahorra; D. Diego Arcediano de Nájera, D. Sancho Arcediano de Ala-
va, D. Arnaldo Arcediano de Berv^erriego, todos dignidades de Calahorra,
I yo REVISTA DE ARCHIVOS
siendo testigos sus hermanos Sancho y Juan, que á esto se refiere el P. Ma-
riana con el testimonio de memoriales de la época, y Juan Dávalos de
Avala invoca además un papel manuscrito del archivo de su casa » para
hablar de los antiguos enterramientos del monasterio de San Millán, y
cierto es también que entre los caballeros que bajaron á socorrer á Juan í
enviados por el Rey de Navarra Garlos 11, figura Diego López Dávalos,
alcaide de San N'iccnte.
Dávalos había también por aquel entonces en Castilla, y en opinión dt
Argote, un Lope Fernández Dávalos ^ fué el que en tiempo de Fernando IV
defendió valerosamente el Arrabal de Jaén en la famosa rota de xMahomad
Mir, que paseó sus banderas triunfantes desde Alcabdete á Quesada, Ved-
mar, Quadros y Chungui'n, que reconquistó hasta los mismos muros de
Jaén, empresa que costó la vida á D. Enrique Pérez de Harana. Este Don
Lope casó con Blanca Sánchez de Aranda, sobrino uno ú otra: ella, según
afirma López de Haro; él, según quiere Dávalos de Avala,' del Sr. de Viz-
caya D. Diego López de Haro.
En una probanza genealógica hecha en 1453 en l'beda ante el escri-
bano Alonso Fernández de Jaén, siendo corregidor Fernando de Villa-
faiíe, se dice que Lope vino á la conquista de Andalucía, y entonces debió
bajar en el reijiado de San P^crnando, siendo uno de los 3o hijodalgos que
dicho Rey heredó en la toma de Úbeda, y aunque Argote lo da por vivo
en i3oo cuando se perdió Alcaudete, no maravilla longevidad tanta, pue^
I «Memoria de los muy notables Señores que en este monesterio de Señor San Millan est¿K
sepultados.
Primeramente el Conde don Lope de Abalos señor de Vizcaya Conde de Alaba, señor del lu-
gar de Ábalos hijo del Infante Don Loj>c Vela y de la Condesa Doña Juliana de Abalos funda-
dor de la casa de Ayala y de nuestra Sra. de Respaldisa.
I¿i Conde don Diego Lopc^í de Abalos Conde de Alaba señor de Vizcaya y señor del Castili«
d( Buradún primer Conde de Haro.
\il Conde don Lope Diaz de Haro y su padre el Conde don Lope López señor de Vizcaya.
Kl Conde don Sanit Car.* de Abalos señor de i5izcaya y de la ciudad de Frias y de la Burebs.
Kl Conde don Muño López de Abalos Conde de Haro y su muger que fue de los cados de Ca-
ta luna y este del lugar que llaman de Camprovin á este monesterio de San Millaa.
El muy gran señor don Simón de Abalos. También los Abalos de Leyba Felices de Abalo;
Hasta aqui es el memorial.»
(Ion todo el respeto debido á quien afirma haber risto y leído el documento que antecede,
he de expresar mis recelos respecto á los datos que en el se contienen, que parecen frutos de
deseo de remontar á lejanas tiempos un ori|ien glorioso admitiendo noticias de dudoso origca
y personajes cuya existencia es tarea de comprobación imposible ¿ inútil para el presente
trabajo.
2 Debió morir antes de 134», porque el 13 de Abril de aquel añ* testó D. Lope Ruiz de Bacja,
M:ñor de la Guardia, y en este documento nombra á una hija de Lope Fernández Dávalos, de la
que había sido nombrado tutor. Este documento original se conservaba en el Archivo de los
«Marqueses de la Guardia y aili lo vio 7 confrontó Argote de Molina, y así lo afirma en su «No>
b\\A9. de AnOaiucía».
BIBLIOTFXAS Y MUSEOS I7I
cambien D. Enrique Pérez de Maraña, que murro entonces, se halló pre-
sente á la toma de Sevilla, según afirman los repartimientos, y los sesenta
y seis años transcurridos bien pudieran darle una edad de ochenta ó no-
venta, que en una naturaleza vigorosa y en una época como aquella en
•que las armas lo llenan todo, no le excusara de asistir á aquellos memo-
rables combates. ,
Del matrimonio de Ruy López con Blanca Sánchez de Aranda, nació
Ruy Lópjz, Alcaide como su padre de los Alcázares de Tbeda, que em-
parentó su casa con la de los Traperas de l'beda por su casamientp con
María Ruiz, de linaje y solar bien conocido en aquella tierra. Hijo de és-
tos fué otro Diego López á quien apodan el viejo Alcaide muchos años
de la ciudad, que peleó en Algeciras, y uno de los doce caballeros que ga-
iiarori para Tbeda el privilegio de 12 de Agosto de i'iCyj ', que inmortalizó
1 Kslc privilegio tuc conceJidü por el Rey Knriquc II como premio á la parte que en favor
Je su cnusa había tomailo T'beda con su Mcaii'e Diego López. Dávalos, batiéndose con los moros
-de la Frontera: su techa es la que queda dicha y el fundamento de él se halla en el famoso desafio
que pocí)S años antes tuvieron di>ce caballeros de l'beda con los moros de Algeciras: los nom-
bres de aquellos v.dientes fueron, según el bachiller Jorge de Mercado, Diego López Dávalos,
Oonzalo Hernández de Molina, Gil Martínez de la Cueva, Juan Alonso de Mercado, Jutn Sán-
chez de Trapera, Diego Mcxia, Juan Sánchez de Aranda. Lope Boilríguez de los Cobos, Alonso
Porcel, Alonso de San Martín, Benito S inchez ilel (bastillo y otro que se presume fuese el trai-
dor Pero üil, de quien tomo nombre la Torre (pueMo), y otras propiedades que poseyó en el
•obispado de Jaén.
Ahira bien, en la monografía del Condestable se dice que el Dávalos que obtuvo del rey En-
rique n el privilc^^io y que en 1301» desempcñ >ba el cargo de Alcaide de los Alcázares de Úbcdi
era hijo de otro Diego Dávalos el viejo cisado con Ana González de Molina (descendiente de la
• casa de Lara y de los Reyes de (.astilla), hermana de Gonzalo Hernández de Molina, uno de Ion
precitados caballeros.
Al hijo de esta unión, Diego Lope D ivalos lo hace cas ir con Leonor Uamírez de Lechuga, y
estos los reputa padres de Kuy López.
Kn cambio Ximena identifica eo uno st)lo 1 )s ilos Diegos, el de Algeciras y el del privilegio
de 1369, que bien pudo ser, dado su apoJo del viejíí y dice casó con una señora de la casa de Pc-
drula descemliente de un Curci-Ferninde '. señor de las císa; de Pédrula y de Anquela, con-
quistador de Arjona en cuya ciudad se conserva aún memoria de su nombre y de su apellido.
Y es más, según Ximena, la gtrnealogía del Condestable es la siguiente: Martín Dávalos, uno
de los 7»» infanzones que fueron heredados en B<eza y en Tbeda. Alcayde de l'beda; Lope Fer-
nández de Dávalos, que luchó en Jaén y fué muerto en el cerro ya citado; hijos de este, Pero Ló-
pez y Diego López Dávalos, Alcayde de 1()S ^Icá/ares de l'beda: nietos Alfonso Dávalos, hijo de
Pero, del que hay noticia en las crónicas; Ruy Lope ^ y Lope, el Adelantado de Murcia, del cuil
'descienden los Lechugas, linaje emparentado con el Condestable, según afirma Argote, con 1"
cual pueden explicarse los vínculos de familia que con el Duque de Arjona tenían sin recurrir á
c<c casamiento que cita Dávalos y que no podemos admitir sino bajo su palabra y á benefício de
inventario.
Trae Dávaloi en c >rroboració.i de su aserto una carta de igualación de bienes hered dos de
Leonor Ramírez Lechuga, madre de los comparecientes, entre Lope Pérez Dávalos y Leonor
Ramírez Dávalos, mujer de (jonzalo García \ padre de Gil de Dávalos hecha en 13^(3, en la que,
para evitar pleitos, pone sus diferencias en manos de Matheo González de la Cueva: en este do-
'Cumentono se menciona á Ruy, ál que Dávalos de .Vyala llama hermano... .;Y no pudo suceder
que esta c irta se refiriese á parientes de Ruy Lópe^, y ese silencio que respecto á su nombre en
.■la carta hay, lejos de ser un i renuncí i,c<> no el autor supone, al patrimonio familiar para acrecer
«s\ de sus herm inos sea la prueba de que la genealogía que expooe no sea la del conde uable^
172 REVISTA DE ARCHIVOS
con SUS nombres el escudo glorioso en cuya orla campean los doce leones,
símbolo de los valientes que supieron con sus aceros hacer á la ciudad
ilustre entre las ilustres y patria y corte de los más esclarecidos varones.
Nacimiento, crianza y educación de Ruy López Dávalos.
Sus primeras hazañas.
E>e esta noble familia de los Dávalos nació en la ciudad de Ubeda en 1 3by
Ruy López, poniendo sus padres en su crianza y educación, al decir de sus
biógrafos, especial empeño; procurando dejarle sobre todos el mayorazgo
de la virtud y de la buena doctrina, que ni envejece ni merma con el tiempo
ni con los azares: que aunque gran dicha sea tener (<origen de ilustre linaje,
esto se debe á nuestros progenitores; las riquezas posesión son de la for-
tuna, que las da á quien quiere y á veces las quita á quien las tiene y las da
al que no las espera: comunes son á buenos y á malos; la gloria y honra
que ofrece el mundo es inconstante; la salud no cierta; las fuerzas del
cuerpo, la enfermedad ó la vejez las destruyen; sólo la virtud y la doctri-
na triunfan del tiempo y no se sujetan á sus leyes»; así fundó Diego sobre
ellas el mayorazgo de su hijo, que aunque haya que reunir para ello natu-
raleza y arte, no hay condición tan fiera que no obedezca á la cultura.
Lástima que para expresar conceptos tan hermosos que no son de ayer,
sino de hoy y de mañana, doctrina verdaderamente igualitaria y liberal,
doctrina de Cristo, tenga que corroborarla con citas de Plutarco, Quinfi-
liano, Platón y Séneca..., que para ello no hay que consultar á los sabios:
basta con leer en el corazón y en la conciencia, que rechaza lo malo y
ama lo bueno por impulso natural de nuestra alma.
«Fué de buen linage; su solar es en el reino de Navarra, su comienzo
fué de pequeño estado, hombre de buen cuerpo e buen gesto e muy alegre
y gracioso de dulce e amigable conversación, muy esforzado c de gran
travajo en las guerras asaz cuerdo e discreto. La razón breve e corta pero
buena y atentada muy sofrido e sin sospechas. Pero como en el mundo no
ay hombre sin tacha no fue franco e placióle mucho oir astrólogos que es
un yerro en que muchos grandes se engañan» ».
I «Repertorio de algunos actos y cosas singulares que eo estos Reynos de Castilla acaescicron.»
Ms. i.6i9«Je la Biblioteca Nacional, en folio, encuadernado en pergamino, letra del siglo xvii,
dedicado á la lUma. Sra. M.* S.*^ D.* Luysa de Padilla, Condesa de Aranda, por su humilde ca-
pellán Fray Pedro de Rozas, professo de e<te su monasterio de Ntra. S.» de Frex del Val. En la
dedicatoria recuerda los muchos motivos por los que el citado convento era deudor de gratitud
á los descendientes de García de Padilla, Comendador de Calatrava y fundador del mismo, y
añade «entre otros libros de estimación que allí dejó fué el presente que ofrezco á V.* S.*^ en el
qual ^c ven cosas notables subccsos peregrinos y casos raros bien dignos de que V.* S.* los sepa
BIBLIOTECAS Y MUSEOS IjS •
Muerto en 29 de Mayo de iSjg el fratricida de Montiel, ocupó el trono
su hijo /uan I, y como poco después sucumbió también Mahomad el viejo,
con quien Castilla tenía concertadas treguas, los moros de la frontera, in-
quietos y desasosegados como siempre, quisieron aprovechar el natural
trastorno que en los reinos había por la mudanza de soberano y compen-
sar con unos días de orgía, de botín y de matanza aquella era de paz, mo-
lesta y pesada en demasía á gente levantisca de suyo para la cual era ocu-
pación continua la guerra, regalada música el fragor de las armas y de-
leitosa visión la tala de los campos y el incendio de las ciudades.
La villa de Quesada, una de las más fronterizas al reino granadino,
era gobernada por Pero López Dávalos, tío del que luego fué famoso Con-
destable, cuyo padre D. Diego era á la sazón Alcaide de la nobilísima ciu-
dad de líbeda, á cuyo concejo pertenecía la villa antes nombrada.
A Ubeda llevaron los fugitivos de Quesada llenos de espanto, alarman-
tes noticias de la nueva algarada que los moros en sus tierras habían he-
cho, y ganoso D. Diego de tomar la revancha, y por el natural amor que
á su hermano el Alcaide D. Pedro tenía, salió al punto del Alcázar con
el mayor número de hombres que juntar pudo, y reunidos los dos her-
manos, se entraron por tierra de moros á tiempo que Aben Abid, uno
de los más valientes caudillos del reino vecino granadino venía con
gran pujanza de hombres de á pie y de á caballo corriendo la campiña de
Ubeda. Marchaban los granadinos con toda clase de precaución: iban los
nuestros ciegos por la ofensa y ansiosos de la venganza, y al encontrar
la descubierta de la tropa de Aben Abid, trabaron con ella empeñada
liza; bien pronto llegó de refresco la hueste entera del musulmán, y 'cer-
cando á aquel puñado de valientes, hicieron en ellos espantosa matanza.
Allí quedó el Alcaide de Quesada Pero López Dávalos, víctima de su
arrojo y de su impremeditación. Allí perdieron también la vida hijosdal-
gos ¡lustres de l'beda y de Qjesada Luys Fernández de la Trapera, Juan
Sánchez de Molina, Antón González Crespo, el Comendador Pero Ibáñez
y Juan Sánchez de Morales, y como si no bastara esto para ser aquel día
y tenga entre sus libros como joya preciada.» Parece Cvomo que Fray Pedro de Rozas no desem-
peñó otro oficio en c>ta obra sino el de escribiente, «cscripior» cj:no él se dicí; pero fuera Rozas
el autor ó el amanuense, el libro es unj co npilación de escritos curiosos del archivo del ci:ado
monasterio, hecha con arte, y que, con documentos originjles é inéditos, trascribe m.ichos suce-
sos del reinado de Enrique III, Juan II, Enrique IV y de los ReyesCatólicos. En la portada el es-
cudo de armas de D.^ Luysa de Padilla, señora muy aficionada á la lectura de Historias morales
y de la cual se ocupa Serrano y Sanz en su Bibliografía de Escritoras ilustres con la escrupulo-
sidad y ¿cierto que en él es proverbial.
174 REVISTA DE ARCHIVOS
de grande luto para los nuestros, se víó acrecentado por el cautiverio que
el resto de la tropa sufrió en las mazmorras de Granada, para dortde fue-
ron llevados, entre otros, Juan Alonso de Gante, Rodrigo de Turel, Juan
de Albánchez y muchos vecinos más de Quesada, y con ellos el hijo del
Alcaide de l'beda nuestro Ruy López, que recibió en este aciago da su
bautismo de sangre.
Refiere Galíndez de Carvajal en sus comentarios ', que yendo un da,
durante su cautiverio, Ruy López Dávalos en la comitiva del nuevo Rey
de Granada Mahomad Vil el de (juadix, á volar perdices, una de ellas,
huyendo del azor que la perseguía, se le entró por la abertura de la man-
ga, que se usaban entonces muy anchas, y tomándola en sus manos con
presteza la dio muerte, por lo que un moro, viejo agorero y supersticioso,
con grave oraje se llegó cerca de él y le dijo: «Ah Rodrigo matastela
gran mal hiciste: viva la habias de comer con pluma y todo. Tu llegarás
á ser gran señor, mas al cabo perderás poder y estado», todo lo cual vino
á suceder más tarde á aquel entonces misen cautivo.
Concertáronse treguas por el nuevo Rey, y en ellas se estipuló el res-
cate de hombres y la devolución de fortalezas ocupadas por una y otra
parte: á este cange de rehenes debió la libertad Dávalos, que con los suyos
regresó á su tierra.
No pasaron muchos años, y en i38i lo v^mos reaparecer ante los mu-
ros de Benavente en singular conbate con uno de los capitanes del Duque
de Alencastre. Hazaña es e.sta que menciona la crónica de Juan al ocu-
parse de la guerra que por la sucesión al trono se trabó en tierra de Cas-
tilla entre el hijo de Enrique 11 y el Duque por el pretendido dereclio de
su mujer D." Constanza, hija de los amores de D. Pedro con D.* Mar.'a de
Padilla. Era cosa corriente en aquellos tiempos caballerescos retarse á de-
safío los parciales de uno y otro bando y hasta el someter á aquella singu-
lar forma de los llamados juicios de Dios la suerte entera de una villa, de
una nación ó de un ejército: por eso no sorprende que las crónicas nos di-
gan que uno y otro fiaron al empuje de su lajiza el resultado de la batalla
que á trabarse iba; y que si el castellano sucumbía en el desafío, la bande-
ra de Alencastre ondearía victoriosa sobre los muros de Benavente; más
si la suerte era acia.^a para el inglés, el Duque levantaría el cerco, hacien-
do entrega de su pendón, que estaba formado á tronos rojos y blancos. La
I «Adición que compusso el doctur Carvajal en rrazon de los Claros Varones de Castilla de
quien ha^e raenzion Hernam Pérez de (iuzman questam en el ñm de 1 1 (^horonica del Rey Oo.i
Ju.° el segundo. Ms. 670 de la B. N.*
¿-Je. c e»ji. tr •> jjí >e ¿.•sc r»í >j ^ n*
.'«íj,
Oro s¿rv c : ií r;: rrieriCT jal d^d rty:trc Ar^rj-íi, c *: ^i.
valor y ¡ea-t¿i pr¿r ie ie P jy Loper. C:r. -c-ij.is y,-: c \ri r^r.
el Düqjs. esi.p'jíar:a hái:*:¿ ie ser ñrmaJv^ d?n:r*.^ do cvr:.' r^.^r,"^ ..v, -
r ríen do prr Iz deTíc»r¿ t. que 'o "rifrini: csl^ en ;:r5 p?'-.,'i •-'^or^-.VA c -í ".v
Ruy íué el enjar.tíj.' Jt :¿> r.rtncac iones; !a'.:a^a": ¿.:.': ;v»r •■aoí j,-.^, -
ñas. el ticm» corr i y se ha'.laba ya al expirar ci r^Liro ;vArcí»a*^ t -r.
preciso atravesar jr. ^ran re-: lo supo e: Djcuo y cor. rz-.i! c a *-. rr r,^""-
per la barca: ai íie^ar á la cr !la qiiedó perr'.c v"^ R«y. de \»\'.ír *: \íí> x co-
municarlo ai Pty dejaba ra>ar el d's é inc;:rr u D j».Ar c"! l^i íV.'^ji, ;?c
buscar, rodeand * e". t'o, wH \^do ó un puer.ie. or.Trctcrs ,; c* : cr;v \ daS;
1 uga r á 1 o m ismo . y Tj :■ h a! b n d o jI r a sol a c : on . c ; a \ v'^ '.á> or ,. c " ,;> u ". c Jt :\; -
lio. y con los párelo d- los aL:to> sobre la c.úv--a. se lit ir.^ .1', ^A^ ^^a ".a;*.:.'*
la orilla opuesta dentro del liemjx) e.'i ei cc:nc:i:o scfiaiado entre ".Ci ad:';^;-
ración y los aplausos de los que le aco::íp,iñaban -.
Cierto que uno y o:ro hecho parecen rovos: diV5 vio alj;un rop;*io de
liyenda: pero prueban, no sólo su valor personal, sino el aNCcnviior.ie >^ e
iba va tomando en la corte de Castilla, v as;' lo venios en Sci^ovia el d a vlc
1 La; armas 4n!.¿u is Je '«j •.*:..» * .t un e-ou iv> p.»':.\:.> en cí";:: v.^n c^»-»»;»!^» cnv*.'>í<:i .»•.»-
dos ro¡o<, dos Wano*: ci cantillo oró m campo a;u: << ir *r.'' Knr:^ur H *1c .o< rcalr^ *<c*^*n; .»
y de León con los J.cho; c^ciq^c blanco y ct>¡i*'aJo > C-'».! las íxp:j:** *k or*'» j^: Iíajíia \* -."o-
nofzrafía á lo que otro* ma n use r ;!«.". dijeron >e* espueUs de oro« *^U\ e'^cudo que q«:;»^ a «n x -»•
pitan iojtlés en Benavente, escud<j que sola-nente dehem*^ *m%.ít \oiá de crndtentov \ n.* Ion vN'I..-
terales, comoli hace ' aij^unoÑ ilu-.ire'i caballert» de Oe.ia \ de Hae/a»,
2 También dice una nota puesta al mar5.en que se h 11.^ en \íiubafroT,i y que no <e ^l1^•<^e
perdido la batalla á seguir el Rey sus coo^ejos.
lyC REVISTA DE ARCHIVOS
Santiago de i3go formar en la comitiva de Juan II cuando por voto so-
lemne, y en descargo de su conciencia y de la de su padre, promete el Rey
fundar, dentro de los meses de Agosto y Septiembre de aquel año, el célebre
monasterio del Paular del Lozoya; y así, pocos meses después, el 9 de Oc-
tubre, sale con el Rey á caballo por la puerta de Burgos en Alcalá de He-
nares á pasar revista á los caballeros Farfanes, y es uno de los que reco-
gen el cadáver del infortunado D. Juan, muerto por el alazán que mon-
taba, y coadyuva al engaño en que mantuvo .al pueblo el arzobispo don
Pedro Tenorio, que apartó á la multitud con su mismo bastón del lado
del Rey, sin que se apercibieran de la desgracia hasta tener las plazas
fuertes aseguradas á D. Enrique su hijo, y Ruy López es el que recoge
las llaves de los escritorios del Rey, queriendo evitar el daño que resultar
pod'a al revolver aquellos documentos y apoderarse, entre otros papeles
interesantes, del testamento que otorgó el Rey en Celerico de la Vera d'as
antes de entrar en batalla en la cé.ebre de Aljubarrota.
Reinado de D. Enrique III. — Comienza la privanza de Ruy López.
Revueltas promovidas por los Enrí^^ukz. — Los bandos de Murcia
Y de Ubeda.
Siguió á Juan I en la gobernación del Reino de Castilla su hijo Enri-
que III revuelta minoridad que trajo no pocos trastornos y proporcionó á
los nobles ocasión adecuada para hacer sentir á la autoridad real la des-
medida ambición de aquel puñado de reyezuelos.
Era la época en que la nacionalidad atravesaba el que pudiéramos lla-
mar período constituyente; monarquía nacida de la necesidad constante
de un caudillo para la guerra, labrada en el infortunio y en la desgracia
que veía mermar y ensancharse alternativamente sus fronteras según la
fortuna favorecía ó no la suerte de nuestras armas, era connatural á la
misma aquel insostenible estado de abusivos privilegios que cada día iban
mermando más y más la realeza, debilitando de paso el lazo de unión de
las diversas regiones. Ciudades que servían de atalaya para prevenir la
invasión de la morisca gente; caudillos que por el personal esfuerzo de su
bra;^o mantenían ligados á la Corona de su patria florones de continuo ex-
puestos á la rapacidad de sus turbulentos vecinos, era lógico disfrutasen
de fueros y de privilegios que hicieran apetecible en villas y tierras una
vida turbada de continuo por las algaradas incesantes de las huestes mu-
sulmanas, y por eso á las ciudades fronterizas acudían muchos, de esfor-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 1 77
zado valor y ambición los unos, de oscura y embrollada historia los otros,
que se acogían al fuero, luchaban á diario contra el moro, y en sus horas de
paz se entretenían volviendo las armas contra sus propios hermanos. Kste
natural fruto de los pueblos guerreros y fronterizos se estaba cosechando
en aquella época, y así las revueltas que promueven en Castilla la Reina
de Navarra, el Duque de Benavente y el Conde de Gijón, y los bandos y
querellas de Murcia y de Ibeda no son excepción, sino regla general de lo
que acontecía en el castellano reino; pero como' en la sotocación de las
unas y en la pacificación de los otros tuvo nuestro Condestable parte muy
activa, brevemente me ocuparé de ello dejando las consideraciones que
este anárquico estado me sugiere para el estudio del reinado de losKnn'quez
y de los Juanes, época interesantísima de suyo que ya ha sido de mi par-
ticular atención en otros libros y que confío algún día presentarla de ma-
nera conveniente.
Knrique III al subir al trono le había dado singular muestra de su
afecto nombrándole su primer ministro y consejero, privanza quo usó con
mesura Ruy procurando asociar á ella á D. Juan Hurtado de Mendoza,
mayordomo de la casa real y á D. Diego López de Zúñiga, Justicia mayor*,
con lo que la Reina de Navarra, D.* Leonor, el Duque de Benavente, Don
Fadrique y el Conde de Gijón, D. Alonso, tíos del Rey, y su primo Don
Pedro Kriríquez, Conde de Trastamara, comenzaron á mostrar su des-
contento apoderándose de las rentas de muchos lugares, diciendo se les
debía por muchas cantidades de acostamientos que les fueron señalados en
tiempo de las tutorías.
Ruy López mostró entereza replicando al de Benavente cesara en la
cobranza, se atuviese á lo recibido y viniera al punto á la cort a ajustár
cuentas para que se le hiciese justicia, á lo que contestó exigiendo en rehe-
nes, un hijo de D. Ruy, otro de D. Juan Hurtado de Mendoza y otro de
D. Diego López de Zúñiga, con más ciertos juramentos y promesas, á los
que el Rey no era decente accediera, por lo que mandó D. Enrique jun-
tar 12.000 lanzas, y con ellas se dirigió contra el Duque y sus secuaces, y
entonces ellos buscaron la mediación del Arzobispo de Santiago D. Juan
Garc a Manrique, gran amigo del Duque, y se presentó en Valladolid,
siendo después reducido á prisión en Burgos por su inconstancia é infide-
lidad notorias; mandó confiscar todos los bienes, villas y castillos que los
rebeldes poseían, adjudicando á Ruy López, Paredes de Nava; después pasó
á Roa, villa en la que D.* Leonor se hizo fuerte, parlamentando desde las
178 REVISTA DE ARCHIVOS
almenas de la torre con Ruy López sin quererle franquear el paso, por lo
que ésie entró en tratos con el vecindario, que derribó las puertas, impo-
sibilitando asi para la defensa de la plaza á D.* Leonor, la cual, con gran
respeto, fué aconnpañada hasta la frontera de su reino, reintegrándola á
Navarra al lado de su esposo.
Faltaba sólo por sojuzgar al Conde de Gijón D. Alonso, y allí partió.
Ruy López, siendo encargado por el Rey de la tenencia de los castillos y
villas del Conde hasta resolver su causa el Rey de Francia, arbitro elegido
para dictar sentencia.
Por aquel entonces el Rey D. Enrique, prosiguiendo la obra de su pa-
dre, en 25 de Enero de 1397 mandó construir un palacio en Rascafría para
su aposento junto al monasterio del Paular, é hizo donación á éste de
Soo.ooo maravedises, ejemplo que imitan los magnates, y así al lado suyo
figuran Diego López de Zúñiga, su justicia mayor, con 600 maravedises en
Cunil; Juan Hurtado, su mayordomo, con 5oo en Almazán; Diego Hur-
tado de Mendoza, señor de la Vega, con 5oo en Briviesca, y Ruy López
con 3oo.
Pacificado el Norte, consagra su atención á las revueltas de los Ma-
nueles y de los Fajardos en Murcia: todos pretendían allí el servicio del
Rey; todos invocaban su nombre y acataban su autoridad; pero era tal el
rencor de los unos contra los otros, que ningún medio bastaba á sosegar-
los; y dueño del campo el bando de los Manueles con su jefe el Procurador
General del Concejo Andrés García de Laza, hombre poderoso, fautor
principal de toda su pesadumbre y popular en extremo, tuvieron que sa-
lir de la ciudad los contrarios con el obispo D. Fernando de Pedrosa y el
Adelantado Alonso Yáñez Fajardo á su cabeza. Noticioso Dávalos de estos
sucesos, y conocedor de la enfermedad que á Murcia minaba, se ofreció al
Rey como medianero, y éste le dio poder amplio y cumplido para dirimir
la contienda. Con esta orden secreta se partió para Murcia, y compren-
diendo que sólo un golpe de valor y de audacia podía hacerle dueño del
campo, llamó ante sí al Procurador General Laza, el cual acudió con gran
golpe de amigos y gente del pueblo, confiado en ique el nuevo medianero
había de ser otan blando y boquimuelle como los anteriores»). Con esta
persuasión entró animosamente Lara en la estancia en que Dávalos se en-
contraba; pero no bien hubo traspasado los umbrales, cuando seis hom-
bres de armas cerraron con él y uno de ellos le dio tati recio golpe, que le
cortó á cercén la cabeza, la cual tomó en sus manos D. Ruy , y asomáa-
■ #...,
.''.•C
1 8o REVISTA DE ARCHIVOS
enviaban, obtuvo Dávalos de la de Murcia, merced á sus gestiones é ins-
tancias, el que aceptara la novedad, ganosa así de congraciarse de nuevo
con el Rey y desenojarle de los pasados disturbios.
Aprovechando D. Enrique coyuntura tan favorable, dio en el año de
1 399 poder amplísimo á Ruy López Dávalos, no sólo para que en la ciu-
dad de Murcia, ay en cada uno de los otros lugares del dicho Adelanta-
miento pudiera poner Corregidor ó Corregidores, Alcalde ó Alcaldes ma-
yores y otros oficiales qualesquier por el tiempo y tiempos que quisiere»,
sino también para «privar y suspender á los Jaezes que él hallare puestos
y hacer todas las cosas que yo mismo (El Rey) pudiera hacer siendo pre-
sente».
Político sagaz y prudente D. Ruy, no quiso extremar la situación, y
enalteciendo la prudencia de Pero Sánchez, «Oidor Referendario y Con-
tador mayor del Rey», y significando la gran confianza que éste hacía de
ellos, dejándoles gobernarse por tan prudente varón, é insinuando de paso
que por su gran influencia con el Rey alcanzarían de él cuanto á la ciu-
dad conviniera, sosegó por completo los ánimos y quedó encargado del
Corregimiento de la villa Pero Sánchez, y de la Lugartenencia de Adelan-
tado el hermano de Ruy López, D. Lope Pérez Dávalos, que murió el 17
de Diciembre de 1405, sucediéndole Garci Fernández de Oter de Lobos
hasta el año de 1417 en que le reemplazó Pero López Dávalos, hijo del
Condestable, con el cual acabó el gobierno de este en aquella ciudad.
Durante la lugartenencia de Lope Pérez Dávalos regresaron muchos
de los caballeros que á Murcia habían desamparado,: y entre ellos Juan
Sánchez Manuel que, ambicioso de tener mano en el gobierno, procuró lo
nombrasen Procurador general del Concejo, como lo había sido Laza. Se
opuso á ello Alonso Yáñez Fajardo, Comendador de Aledo, con sus par-
ciales, á los que favorecía Lope Pérez Dávalos, teniente del Adelantado
mayor de Murcia, y ganaron provisión del Rey para que Juan Sánchez
Manuel, no sólo dejase el oficio de Procurador general, sino para que sa-
liese de la ciudad desterrado: ofendido por ello D. Juan Manuel, marchó
á Sevilla, donde á la sazón estaba la corte, para querellarse de los Fajar-
dos y de D. Lope, y entonces éste, en vez de apoyarse en la influencia de
su hermano, mandó juntar al Cabildo y Regimiento de Murcia, le dio
cuenta del viaje que pensaba hacer á la corte para defenderse de las incul-
paciones de los Manueles, y que si había en el reino persona que de él se
querellase ó hubiese recibido agravio lo manifestase para darle satisfacción
BIBLIOTECAS Y MUSEOS l8l
bastante de los daños recibidos. Y no habiendo concurrido ningún quejo-
so, se partió para Sevilla, donde, ayudado de los Fajardos, destruyó las
maquinaciones contra él urdidas y ganó confirmación del auto de su her-
mano Ruy López aboliendo para siempre el cargo de Procurador gene-
ral del Concejo.
También en Baeza andaban revueltos y desasosegados los ánimos. Ruy
López fué nombrado Justicia mayor, Corregidor y Juez de los hijosdalgos
de la ciudad para reducir á ésta á su antigua paz y castigar á los rebeldes,
como lo consiguió, dejando por su teniente y corregidor á Alfonso Fer-
nández de Mendoza.
En Úbeda los Arandas y los Traperas trasmitían su odio y su rivali-
dad de padres á hijos á términos que tuvieron que abandonar la ciudad los
primeros refugiándose en las villas de Bedmar, Jimena y Jodar, que eran
del Condestable. Fn la mañana de San Juan se juntaron los Arandas cerca
de unos molinos que tenían debajo de la puente vieja del río con ánimo de
entrar en L'beda; pero no se reunieron tan en secreto que no llegara la
noticia á oídos de los Traperas, los cuales salieron á su encuentro, y dán-
doles batalla les deshicieron completamente, hiriendo y matando muchas
de ellos, siendo proveídos por el Condestable los que escapar pudieron
en la frontera de moros en Alcalá la Real.
Dueños del campo sin contradición alguna, los Traperas quisieron ti-
ranizar la nobleza de Ubeda, y temeroso sin duda el Condestable de perder
su influencia sobre ella, favoreció á los Molinas, caballeros muy principa-
les de la villa, y que siempre se habían mostrado valerosos en la lucha,
afectos y á devoción del Condestable. Eran éstos Pero, Diego y Gonzalo
Hernández, Antón Ruiz, vecinos de I bcda, y otro Pero Hernández, de
Baeza, todos ellos del linaje de los Molinas. Los Molinas y los Traperas
reprodujeron las luchas ya fenecidas de éstos con los Arandas, hasta que
vino á ponerlas término el Adelantado de Andalucía Pero Afán de Rivera.
En 1401 era todavía Dávalos Corregidor de Baeza, siendo su teniente
Luis López de Mendoza, padre de otro Juan de Mendoza á quien mataron
los moros en el Vado de las Carretas. En este año se hizo en Baeza. á ins-
tancias de Fernán Rodríguez, recaudador de la moneda forera, una decla-
ración de los hijosdalgos que en ella había, la cual no tengo noticia que se
conserve en el Archivo municipal.
(Conlinuará.)
Fernando Ruano Prieto.
BarÚQ de Vclasco.
l82 REVISTA DE ARCHIVOS
LA BIBLIOTECA DEL Bl'EN CONDE DE HARO
CARTA A B I K f< T A
AL SKÑÜR DON A. PAZ Y MELIA
I
Mi señor y distinf^uido amigo: Con curiosidad primero y creciente
interés después he seguido paso á paso su meritísimo trabajo acerca de la
Biblioteca del Buen Conde de fíaro, D. Pero Fernández de Belasco,
aquel personaje famoso en artes de paz y guerra que tan bien sentado dejó
su nombre acá en Castilla, en la segunda mitad de la centuria decimoquin-
ta: sólo que por haber acudido á fuentes poco claras (acaso las únicas que
tenía á mano) incurre usted en lamentables confusiones que me ponen en
el caso, por más de una razón, de dirigirle la presente á fin de que la
verdad resplandezca y que tan importante trabajo como el que usted ha
tomado á pechos, como suele decirse, no desmerezca una tilde del montado
valor que desde luego le adjudico.
Tarca prolija y de exquisito gusto la suya, se le deben muchos hono-
res; los que cumplen á su iniciativa en el asunto de sabroso paladeo para
los que frecuentamos las rancias viandas que nos legó el tiempo viejo; y
los que satisfacen al erudito que gasta sus horas en difíciles investigacio-
nes no menos estériles que laboriosas en estos días de positivas logrerías;
porque si bien es cierto que á las veces van ganando las letras en aumentos
de subido precio y cuando no en lo que toca á su natura y antecedentes
genealógicos, pareciendo claro lo que corría turbio y se remedian no
pocos entuertos y desafueros nacidos al descuido de muchos y de la pre-
sunción de algunos, no es más dudoso que el éxito alcanzado en tales
casos no recompensa de la fatiga de la labor recargada del polvo y polilla
de los años. La afición, que en punto á estos achaques como en todas las
cosas medra al golpe de las dificultades, sostiene por modo y manera pro-
digiosa al paciente bibliógrafo, oscuro obrero de la universal cultura, su-
cesor y legítimo heredero del fenecido nigromante en la deslucida empresa
de arrancar secretos al pasado trayendo al tamiz de la moderna crítica
obras y reputaciones literarias
«De cosiUas olvidadas
«Puasrus de tiempos al fumo
Mi fambre les pondrá Kumo.»
BIBLIOTKCAS Y MUSEOS 1 83
que diio burla burlando Antón de Monloro. el gracioso alfayate cordobés,
bajo cuya autoridad nos amparamos para cohonestar lo que va escrito.
Volviendo al estudio en cuestión, en otro lugar notamos que incurre
usted en leves pero lamentables confusiones, porque la biblioteca que se
reseña en la Revista de Archivos, Bibliotecas v Museos (números i
al ii) no es en realidad de verdad la que perteneció al Buen Conde de
Ifaro, sino más propiamente la que existía en el hospital de la Vera Cruz,
vulgo Cartuja, de Medina de Pomar, años andando después de la muerte
de aquel poderoso magnate '; dato es este muy precioso para fijar con
certeza el ambiente de saber de qué se nutrían nuestros Ricoshopnes y
clases directoras, como ahora se dice, desde el tiempo del rey D. Juan,
zenit de la edad de caballería hasta el advenimiento de la Casa de Austria
y algo más tarde. Y tampoco es exacto que aquella librería se reuniese
para inocente recreación del Conde y sus pobres acogidos, sino con más
altos fines, como habromos lugar de ver más adelante.
Dos personajes contribuyeron principalmente, y cada uno á su modo,
al engrandecimiento y esplendor de la librería de la Cartuja; el Conde
D. Pero Fernández de Belasco, por homenage de piedad filial, y D." Juana
de Aragón, primera Duquesa de Frías, obedeciendo á sus finos instintos y
a impulso de sus cristianas devociones. Hijo y nieta respectivamente del
fundador, uno y otra mantuvieron fresca la memoria de sus antepasados
y las tradiciones de la casa 2.
Nació D. Pero Fernández de Belasco, el Conde de los buenos fechos,
en Medina de Pomar, residencia habitual y cabeza de los estados de la
Casa de Belasco, á cuatro días de Julio del año 1402, según puede verse
en la escritura de dotación de la Cartuja en el capítulo de las limosnas
que se han de dar á ciertos pobres en dias señalados. Educado por una
madre diligente y entendida, más de lo que solían ser las nobles dueñas
castellanas, l^jos de los bullicios de la corte, donde reñía graves diferen-
cias su padre el leal pero inquieto Juan de Belasco, aprendió letras latinas
y s3 aplicó al estudio de los conocimientos mejor admitidos en la época ó
tenidos por más nobles, así como la escolástica, la jurisprudencia, la bis-
1 Cosa que da asted á co tender, pero que no dice claramente. Muchos libros de esta bibli<^
leca, por razón de las fechas, lo mismo pudieran ser del butn Conde que de su hijo el Conde del
mismo nombre, si no supiéramos á ciencia cierta cuáles fueron los del primer Conde de Haro.
s Medina fué la residencia preferida de la casa de Belasco. En esta villa y su monasterio de
Stnu Clara, fundación de Sancha* de Belasco y doña Sancha Carrillo, su mujer, se mandaron
sepultar sus sucesores: y el privado de D. Enrique de Trastamara, D. Pedro do Belasco el Mag"
ni/ico, hizo labrar el suntuoso alcázar de gusto mudejar, qu« tún perdura.
}.* áPOGA.— TOMO Tltf. 14
184 REVISTA DE ARCHIVOS
toria en su dúplíce aspecto, divino y profano (historia bíblica, de la gen-
tilidad y cronqgráfíca), los tratados de controversia religiosa contra el
mosaismo que en aquel entonces apasionaba las conciencias, sin descui-
dar aquellos otros que convenían á su condición de Ricohome heredero de
una de las mayores casas de Castilla y que andando el tiempo habían de
llevarle á las cumbres de la perfección en la caballería al uso. Ayudaba
en esto su familiaridad con la lengua francesa, que era la propia y natural
. de su madre \ porque, dicho sea de paso, una de las pocas ventajas que
allegamos de la invasión francesa en tiempos del rey D. Pedro, fué el me-
joramiento del sentido moral de la nobleza por la frecuente comunicación
que en adelante tuvo con las gentes de allende el Pirineo; disponiéndola y
como educándola para recibir con notorio aprovechamiento las invencio-
nes y enseñanzas con todo su aparejo de galanuras que nos trajeron los
hijos de D. Fernando el de Antequera al cabo de cien años. Y todo con-
sistió en que el retinamiento de la cultura provenzal despeñándose por
nuestros puertos allanaba la frontera ^.
A la muerte de su padre, acaecida en el año 1419 3, heredó sus largos
estados y con ellos el oficio de Camarero mayor del Rey, y si no entró á
servirlo desde luego y ocupar su puesto en el Consejo conforme al acuerdo
que se tomó en la junta que hicieron el Infante D. Enrique y los caballe-
ros que andaban en la cámara de la reina D.* Catalina al tiempo de su
fallecimiento, no fué porque le faltara edad competente, que era lozana de
diez y ocho años la suya, sino por yerros de su mocedad por haber segui-
do la parcialidad del Infante por celos de la inñuencía que ya se vislum-
braba en el doncel D. Alvaro de Luna. Mocedad y celos, la verdura de
los años y las engañosas sugestiones del amor propio, le precipitaron en
la honda sima de la malquerencia, y corriendo desatentado tras su vali-
1 Siendo francés Mosen Árnao 5o/t«r, abuelo materno de Pero de Bclasco, y habiendo que-
dado huérfana de madre muy joven, i io que parece, doña María debió de familiarizarse desde
niña con la lengua de su padre. Aunque el nombre de la madre de esta señora está en tela de
juicio, no cabe duda que fué castellana, porque al ¡natrimonio de Juan de Belasco con doña Ma-
ría Solier precedió dispensa canónica de la Santidad de Clemente VII (anti-papa), otorgada
i 8 de Octubre de 1391.
3 Los libros titulados Árbol de Batallas y el Libro de las Questiones que el Sr. Paz describe
en su Biblioteca del Conde de Haro pertenecen á la épocí indicada y ejercieron notible influjo
en su tiempo. Nuestra escuela didáctica produjo afganos libros doctrinales de U índole de los
mencionados, entre otroi el libro de los Estados y el del Caballero y del escudero, del infante
D. Juan Manuel; pero fueron más bien traudos de moral política que sumas de la etiqueta y
cortesía al aso de la caballería andante. Los códices italianos son del tiempo de Enrique IV y
ée los Reyes Católicos.
3 Murió en Tordesillas en lo mejor de su valimiento.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 1 85
miento, no paró hasta dar con sus huesos y enojos en la cámara augusta»
<londe posaba el rey en Tordesillas, provocando aquella irreverente esce-
na y desacato, en los que se reveló con gallardía, que excede á toda pon-
•deración, elvalor y altas prendas de D. Alvaro; escena ó paso que por su
fiera ternura nos seduce más que aquel otro llamado honroso de la puente
del Órbigo y las a^^añosas empresas que al intento de rendir el corazón
harto sensible de una dama consumó y llevó á feliz término eh Conde don
Pero Niño de Buelna. Dice asi la Coronica: «Y esto hecho (allanada la
posada) el Infante y el Condestable Don Ruy López Davalos y Garci Fer-
nandez Manrique y el Adelantado I>on Pero Manrique y el Obispo de
Segovia se fueron para la cámara del Rey y hallaron la puerta abierta
porque Sancho de Hervas la havia hecho dejar asi y como el infante entró
y los caballeros que con el iban (Pero de Belasco entre ellos con el que á
poco fue su suegro) hallaron al Rey durmiendo y á sus pies á Alvaro de
Luna: y el Infante dijo al Rey Señor levantaos, que tiempo es, y el Rey
fue dello muy turbado y enojado y dijo que es esto?i) (Coronica del rey
Don Juan. Año XX.) Y D. Alvaro de Luna que dormía á los pies de la
cama les denostó con estas palabras: i<E i^osotrosque le seguis (al Infante)
recuerdasevos de la grand deslealtad que acometéis/ E de como í*os facéis
parciales de una terrible e muy grande culpa/ Ploguiese a Dios que agora
yo fuese muerto e vosotros non ovieredes cometido tan deshonesto e abo-
minable fecho/ ^i (Coronica de D. Alvaro de Luna.) Hermosas palabras las
del novel privado que delatan un gran corazón y la lealtad que sustentó
hasta el último momento de su vida!
La edad, que madura muchos juicios, y la experiencia de los sucesos
que con tanta rapidez se sucedieron en aquel azaroso reinado, templaron
el desasosiego de D. Pero de Belasco, y pasados algunos años, y á vueltas
de otras tantas alternativas por capítulos de concordia zurcida ó amigada,
«n el año 1439 se confederó con D. Alvaro de Luna y desde entonces se le
. ve intervenir á su lado en todos los lances y ocasiones que el servicio de
la corona demandaba.
Entre tanto el rey de Navarra y los infantes sus hermanos no cejaban
en su porfía de alterar el reino; sus bullicios pedían de continuo enérgicas
medidas del Consejo que no acertaba á contener la ambición de unos
Príncipes mal avenidos con su suerte y fortunas con ser éstas tantas que
cada rato las acrecentaban y mejoraban. Al correr del año 1430 el rey
D. Juan II, cansado de las desazones que los Infantes sus deudos le ofrcc\in
1 86 REVISTA DE ARCHIVOS
un día tras de otro, después de resistir la entrada de navarros y aragoneses
en Castilla, dejó por frontero en la de Navarra á Pero de Belasco, el cual,
para robustecer su hueste, compuesta de mil peones y seiscientas lanzas
escogidas, «envió llamar (dice la Crónica) á los principales señores de
solares en Vizcaya y vinieron a el Gonzalo Gómez de Butrón y Gómez
de Butrón su hijo que era señor del solar de Moxica que lo heredo por
parte de §u madre, y Ortuño Garcia de Arteaga y Juan de Avendaño los
quales havian hecho mucha guerra en Navarra y vinieron al llamamiento
de Pero de Belasco con hasta tres mil hombres de a pie ballesteros y lan-
ceros la qual gente Pero de Belasco hizo llamar porque havia fama que el
rey de Navarra quería pasar a su villa de Briones y Pero de Belasco le
entendia embargar el paso.» El éxito coronó su esfuerzo cortando la mar-
cha del navarro, que no pudo evitar la entrada y sacó de la villa de San
Vicente, á costa de la vida de Gómez de Butrón, uno de los más califica-
dos capitanes de esta empresa, que valió al de Belasco á título de merced
y recompensa las villas de Haro y Velorado, con denominación de Conde
al tiempo que se acordó confiscar los bienes de los Infantes y aplicarlos á
la corona. Treinta y un años contaba á la sazón Pero Fernández de Be-
lasco y hacía dos que había tomado estado con D.*** Beatriz Manrique, hija
de Pero Manrique, Adelantado mayor de León.
En poco tiempo creció tanto su autoridad, apoyada en los cimientos de
su discreción, austeridad y dotes de gobierno, que no se suscitó razón de
estado que no se le consultase y aun decidiese por su voto. Por lo que la
fama decía de sus hechos, fué designado por mantenedor, y guarda de
aquel seguro célebre de Tordesillas, torneo de la hidalguía el más solemne
que vieron los siglos ínterin entendían de la paz del reino y procuraban
una avenencia el Rey y el Condestable de una parte y de la otra los In-
fantes y caballeros que seguían su parcialidad; y no fué él ciertamente el
que menos empeño puso en procurarla aun á costa de sus propias ganan-
cias de guerra. Más tarde fué por Embajador á Navarra á recibir á la
desdichada Infanta D.'^ Blanca, destinada de tiempo atrás al frío tálamo
del príncipe D. Enrique y víctima inocente de la ambición y vergonzosas
artes que sin encubiertas ni reparos jugaron en todo el curso del reinado
de D. Juan II hasta la prisión y muerte d¿ D. Alvaro de Luna.
No es para omitida la relación de las fiestas y regocijos públicos con
que se celebraron aquellas bodas; Pero Fernández de Belasco y el obispo
de Burgos D. Alonso de Cartagena compitieron en gentileza y se repartie-
BIBLIOIECAS Y MUSEOS 1 87
ron las expensas de los alardes, bohordos, torneos, salas y espectáculos mil
que se ofrecieron á la joven Princesa al llegar á Castilla; en la villa de
Briviesca, lugar de señorío de Pero de Belasco, se festejó la entrada de
doña Blanca con aparato y alegrías desacostumbrados, que fueron cosa
maravillosa Je rer, al decir de la crónica, *la qual fiesta duro cuatro dias
en los qualcs el Conde mandó pregonar que no se vendiese cosa alguna á
ninguno de los que ii la villa eran venidos asi estrangeros como castel^-
nos y que todos viniesen d su palacio por ración y á cada uno se diese lo
que demandar quisiese y en una sala baja estaba una fuente de plata así
artificiosamente hecha que de continuo manaba vino muy singular de la
qual llenaban todos los que querian cuanto les placia y en los tres dias
siempre hubo danzas de los caballeros y gentiles hombres en palacio y
toros y momos y juegos de cañas, y al cuarto dia el Conde tenia mandado
hacer en un gran prado que es cercado á las espaldas de su palacio una
sala muy grande donde había á la una parte un asientamiento muy alto
que se subia por veinte gradas: lo qual todo estaba cubierto de céspedes asi
juntos que parecia ser naturalmente alli nascidos: y allí fue el asentamien-
to de la Reina y Princesa y Condesa de Haro con ella y donde estaban un
rico doicl de brocado carmesi y asentamiento tal qual convenia á tan gran-
des señoras, y por orden estaban mesas puestas en otros asentamientos ba-
jos cubiertos asimismo de céspedes y encima de gentil tapicería donde se
asentaron á la cena todas las damas y caballeros en la forma que en los dias
pasados y á la una parle de aquel prado estaba una tela puesta donde jus-
taban en ames de guerra veinte caballeros y gentiles hombres y á la otra
parte estaba un estanque donde había muchas truchas y barbos muy gran-
des traídos alli para esta fiesta los quales asi vivos como eran tomados se
traían á la Princesa, y á la otra parte había un bosque muy hermoso
puesto á mano donde c! Conde habia mandado poner osos y javalies y ve-
nados; y estaban hasta cincuenta monteros con muy gentiles alanos y le-
breles y sabuesos; el qual estaba cercado en tal manera que no podía nin-
gún animal de aquellos salir de lo cercado y puestos los canes los monte-
ros ios corrían y mataban y asi muertos ios presentaban á la Princesa lo
qual parescio cosa muy estraña en un mismo tiempo y en una casa po-
derse hacer tan distintos ejercicios; y en esta sala habia tantas antorchas
puestas asi artificiosamente y pasada la fiesta y hecha la montería y pesca,
la danza se comenzó y duro casi cerca del dia que todo parecia tan claro
como si luera con un gran sol á medio día y la danza acabada la colación
1 88 REVISTA DE ARCHIVOS
se trajo asi altamente como convenía á tan grandes señoras y perlados y
caballeros como allí estaban y hecha la colación el Conde hizo largueza á.
los trompetas y menestriles de dos grandes ta)egones de moneda y dio á
la Princesa un rico joyel y á cada una de las damas que en su compañía,
venian anillos en que habia diamantes y rubies y balajes y esmeraldas en
tal manera que ninguna quedó sin del recibir joya y á los caballeros-
estrangeros que alli vinieron dio á algunos caballeros muías y á otros bro-
cados y á los gentiles hombres sedas de diversas maneras.»^ (Crónica del
Rey D. Juan. — Pamplona. iSgi.)
Nos hemos detenido más de la cuenta en la relación de estas fiestas por
extremo suntuosas porqu3 en nuestro sentir en el breve discurso que usted
liace de la vida del Conde, quedó éste en opinión de codicioso, y á decir
verdad se compadecen mal las larguezas que con lujosa minucia refiere la
crónica con la codicia que el rey D. Enrique le motejaba, siendo así que le
debía sendas cuantías de maravedises y que la razón de pedirle á Miranda
y Pancorbo estaba en los ofrecimientos de merced que le tenía hechos por
ganarle á su partido, aparte de que las alcabalas, amén de las rentas de las
aljamas de alguna de estas villas, Pancorbo, por ejemplo, eran de la casa
de Belasco.
Dice usted, mi buen amigo, que la conducta del Conde en las divisio-
nes que nacieron entre el rey D. Enrique y el infante D. Alonso, su her-
mano, tiene las apariencias de dudosa ó extraña por haber adoptado aquél
la resolución de seguir un partido mientras empujaba á su hijo al otro;
puro á nosotros nos parece obediente á la más cumplida lealtad, porque si
sus inclinaciones iban tras la corriente de los sucesos y sus ojo3 miraban
con agrado el nuevo orden de cosas que á todas luces se avecinaba, sus de-
beres de vasallo le retenían cerca del Rey hgítimo en honesto aparta-
miento. Por Teso acudía en la tregua y se escondía en la campaña como
quien hace oficio de mediador y no los de partidario; y con todo el hijo no
desmintió nunca la sangre que corrió por sus venas, manteniéndose leal
á D. Enrique hasta la muerte áfi este Príncipe.
Por último, para concluir, siquiera sea sumariamente, el proceso de la
vida de D. Pero Fernández de Belasco, añadiremos que fué Gobernador
del Reino, Capitán prudente y esforzado que acreditó su valoren diversas
empresas y pasos de armas en Ja frontera de Navarra, en la entrada de
Granada y en la batalla de Olmedo, donde se hubo como bueno; caballero
de asentada reputación que acertó á poner escuela en la qque se ejercitaron»
BIBLIOTECAS Y MIGEOS iSq
siiiuiendo su apellido los meiores cabos de las montañas do Biiri:os. de Ij
cosía del mar y de X'iicaya: letrado de mucha discreción y divtrina de
ia que nos defó buena muestra en su libro del 5ieAr?fn^: y aunque se sabe
que compuso unas ori/emin^as con/rj los malhechores para in>iruccion y
¿robierno de los alcaldes y justicias de sus tierras y sciior'os, jvr suerte
nada queda de ellas si no sen los encomios y alabanzas que merecieron
Como varón de virtudes dio eíemplo vivo en sus pv^sirimcrfas cuando.
carinado de servicios, se retiró á su villa de Medina de Pomar y hospital do
la Vera Crui^, donde llovó vida penitente por espacio de diez años, desde el
i4ñQ hasta el 1470 en que murió a los sesenta y nuau: su\^^$.
El hospital de la Vera Cru^, vuljío Cartuja, la más insii^no do las
fundaciones de D. Poro Fernández de Belasco. se abrió á su destino en el
ii;io 1452 para %'eint ¡cinco pobres menesterosos y vianKiantes: los trece Je
c?//os < hombres, con exclusión de toda mujer» ti reverencia y hitnra Jel
Santo colegio de \. S.. los cuales eran perpetuos: e los siete /.^^r^ue me-
diante la gracia de Dios pudieran alcanzar los siete dones del l\spiritu
Santo que recibe aquel que face obras piadosas y estos siete han de ser
hombres enfermos para ser curados en dicho hospital: e los cinco a reve-
rencia de las cinco llagas que .V. Redentor por salvar al humano linaje
recibió en el árbol de la Cru^. dicen las cláusulas de fundación. l\ asi
mesno es mi intención, continúa diciendo la escritura, que demás destos
por a ñor de .V. 5. sean acogidos e consolados en dicho hospital los f.yobre!>
caminantes hombres y mujei'es que a el vinieren que podran ser unos con
otros die^ pobres cada dia. Kstos pobres continos y los enfermos cuando
la dolencia lo consentía vivían hol[;adamenlo bajo la dVccciíMi do un pro-
visor ú hospitalero que tenía el gobierno de la casa; estaban sujetos á cier-
tas re¿»Ias y ordenamientos; rezaban sus horas cada día, trabajaban en la
huerta ó se empleaban en los menesteres de la C^omunidad. Recibían su
ración de pan y vino, carne ó pescado, según lucre el tiempo, en esta for-
ma: de pan doce fanegas por cabeza; de vino una azumbre cada pobre.
e entre tres una cuarta de carnero ó libra y media de pescado á cada uno.
No llevaban el sayal y caperuza que les haría parecerse á frailes del
Abrjjo, sino vestes sencillas de buriel con sus capillos y coletas, sayos a
media pierna, las calidas fasta las rodillas de blanqueta, boiinos sobreso^
.lados y birretas de paño recio para los días comunes ú ordinarios; y para
otros días más solemnes y señalados ciertos camisoles de fustcda negra
aforrados y guarnidos. Eso sí, á devoción especial del Conde traían los
190 REVISTA DE ARCHIVOS
pobres acogidos en metad de los pechos y las enfermeras ast mesmo en los
escapularios la señal de la Cru^ en que fue puesto el bienaventurado se-
ñor apóstol Sn. Andrés blanca en una tarja de paño colorado en memoria
de la Santa Sangre que en la Sta. Cru^fue derramada. Ningún acogido
ni enfermo, no estando postrado en la cama, ni sirviente del hospital po-
día excusarse de traer á la vista, como se ha dicho, la señal de la Cruí, y
tan rigurosamente quiso el fundador que se observara este precepto, que
manda sea tirado del hospital el que se resistiese ó non quisiera traerla.
Curiosas son por muchas maneras las disposiciones de la escritura do-
tal; en lo que toca á mantenimientos, cuyo precio señala, al paso que nos
muestra y descubre la equivalencia de algunas medidas y el valor de la
moneda que corría entonces; en lo tocante á rezos y devociones por donde
se viene á averiguar cuan diferentes eran los de antaño de estos nuevos que
practicamos ogaño; y por último, en su parte sustancial, en el orden que se
había de tener para recibir á los pobres acogidos y dolientes, sus pitanzas;
en las oblaciones de los clérigos, ennepersarios, limosnas á personas enver-
gonf{adas y otros extremos ». De los pujos y arrestos de mundatial gran-
deza del Conde de Haro diremos algo después.
La traza y compostura interior del hospital todavía en pie á pesar de
las inclemencias y ñeros males que han trabajado su ruina, proclaman
la condición y gerarquía del piadoso fundador. Frió y solemne como cosa
consagrada al culto de los muertos, llano y adusto como el que desafía las
vanidades de la tierra, adosado á los muros de Sta. Clara en lo que fué
corral y compás del monasterio, se alza un edificio de regulares proporcio-
nes y sencilla apariencia que pasaría desapercibido como un accesorio
ú oficina del convento sí alguien no nos dijese que aquello fué el hospital
I Aunque ia fundación del hospital se solemnizó por escritura otorgada á catorce de Agosto
de mil cuatrocientos cincuenta y cinco, se ordenó y dispuso en el año mil cuatrocientos cín-
cuenta y dos, retrasándose su publicación por causas descojiocidas. Kn el año cincuenta y
cuafro pasó á mejor vida el rey D. Juan II, y en la exposición ó cabecera de la escritura dice
el Conde que/ace y dota el hospital entre otras razones por la salut y vida de dicho señor Rey
del cual yo he rescibido y rescibo cada dia muchos benesjicios e mercedes & porque Dios acres-
dente su anima en muchas virtudes y después de prolongados tiempos pasando de esta^fida
la quiera colocar en la gloria y aquellos donde el viene y del descienden de quien yo tengo
cargo. Lo que enseña hasta dónde llevaba el (^onde de lluro su amor y adhesión á la real per-
sona, y esclarece también otro punto interesante de la historia, y es que habiendo residido el
Conde en estos años del cincuenta y dos al cincuenta y cuatro en su villa de Medina fué ageno
á las intrigas de la Corte contra D. Alvaro de Luna, aunque esta misma neutralidad contribu-
yera eficazmente á la caída del privado. Estando recogido el Conde de llaro en su hospital de la
Vera Cruí{ pasados algunos años de la muerte del rey D. Juan, ordenó los llamados aniversa-
rios de los Reyes, siendo el más carioso de todos el que mando celebrar por las animas del rey
Don Pedro y de la reina Doña Maria su mujer, habida cuenta de que la prosperidad y creci-
miento de la c isa de Belasco proceJía de las mercedes enriqucüas.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS I9I
de la Vera CruK, comunmente conocido por la Cartuja de Medina. Lisa y
desnuda la fachada, dá acceso por un portón desvencijado á una cuadra
baja de tránsito, en cuyo fondo se abre un hueco que comunica con el
patio llamado de los Caminantes. Es este un despejado cuadro de rica
fábrica de sillería tostada por el Sol y des^^astada á la injuria de la intem-
perie: una claustra de tres alturas ó pisos le recorre en toda la extensión
de sus lados, en arcadas ojivales que travan graciosos antepechos de calada
lacería. Una escalera de. las llamadas de Corte, de buena construcción y
señoril aspecto, pone en comunicación la planta baja desde el portalón y
la principal: la balustrada de esta escalera es de piedra como todo el
conjunto de este miembro del edificio y se apoya en un robusto pedestal
sobre el que descansa un busto de mujer tocado con los paños y galas de
aquel tiempo.
En la planta baja se hallan distribuidas las ofícinas y el vacío pósito
que debía encerrar mil fanegas de grano para las emprestar á las perso-
ñas pobres y nescesitadas de la mi villa de Medina y su vescindat y á los
vasallos y renteros del dicho hospital que mester lo ovieren en cada un
año por siempre jamas el cual emprestado se comience a facer el dia de
Santa Maria de Mar^o de cada un año e se continué fasta el dia de San
Johan de Junio á tenor de lo que reza la clausula que añade: e porque ras-
sonablemente las tales personas nescesitadas puedan ser todas socorridas
del dicho emprestado es mi voluntad que non pueda ser emprestado aper-
sona alguna mas de die^ fanegas de trigo se yendo casado ó casada é si lo
non fuere seis fanegas e non mas con que cada una de las tales personas
que el dicho trigo llevaren sean tenidas de dar y den por ello buenas
prendas y recabdos a vista y cargo del Proinsor u hospitalero para lo
pagar el dia de Santa Maria de Setiembre.
En el piso principal en piezas espaciosas y holgadas estaban los pobres
continos y enfermos: y en lo alto ó último se recogían las asistidorasó en-
fermeras, y vivió el fundador en dos habitaciones í'ó cuadras oscuras y
mezquinas para el que había nacido en una gran fortuna, sin más luz que
la que quería entrársele por un balcón de madera, cerrado de espesa
celosía desde donde asistía á los oficios divinos en la iglesia del monasterio
á la cual daba y salía Isífenestra.
En esta fundación y en las otras cosas curiosas que en esta casa y hos-
pital pasaron, quiso parecer soberano el que de hecho y por derecho había
sido amo y señor de muchos criados y vasallos. Desde luego se nota una
192 REVISTA DE ARCHIVOS
gran semejanza ert las tildes y minucias de gobierno interior entre esta
casa y asilo y el hospital del Rey de Burgos. La sujeción y obediencia al
señorío de una religiosa; de la abadesa de las Huelgas en uno, y de la de
Sta. Clara en otro: el número trece de los freires que asistían en aquél, y
de los pobres continos que podían ser admitidos en éste; la institución del
Rector, Provisor ú espitalero igual en las dos casas; y la imposición de la
enseña de la Cru^ que debían usar freires y acogidos en el hospital del
Rey, y en la Cartuja de Medina. En la Cartuja dio de mano el Conde á
sus pensamientos de altanería y detuvo el revuelo de su ambición y poderío
soterrándolos bajo la divisa de una orden y regla de caballería inventada
por él, para socorro de menesterosos y lo que es más peregrino, en sufragio
de finados. Se llamó la nueva orden de la Vera Cru^ del mismo nombre
que el hospital por la devoción que el Conde tenía á los misterios de
la Pasión, y su enseña consistía en una estola prieta cargada 'en los cabos
de sendos escudos partidos en pal; á la diestra una cruz aspada de oro (la
decussata de los latinos ó de San Andrés), en campo bermejo y á mano
siniestra los veros de la casa de Belasco como se ve en una preciosa mues-
tra que conservamos en nuestro poder ^ A pocas, muy contadas gentes,
caballeros, dueñas y doncellas, naturales y extranjeros hizo gracia el buen
Conde de aquella orden nueva y singular; y casi todos ellos fueron deudos
y fiímiliares suyos escogidos entre los más propincuos y fervorosos escluí-
dos los que ya habían profesado religión y apartidóse del mundo: entre los
agraciados se contaron en primer término de la parte de los caballeros cas-
tellanos, don Pedro y don Luis sus fijos del Conde; don Fernando, don
Alonso y don Juan de Belasco sus hermanos; Juan de Padilla su conmilitón
y deudo por la sangre de los Sarmientos y de los Manriques de Valdescaray;
el alcayde de los Donceles Diego Ferrández de Córdoba y Martín Fernán-
dez Portocarrero sus parientes de la línea de doña María de»Solier, madre
del Conde; Alvaro (no Iñigo) de Zuñiga su cuñado; Gutierre de Robles,
Juan Ramírez-, Sancho de Torres sus familiares y paniaguados; mosen
I No conocemo!v la fecha preci«(a de la institución de la Orden, pero se puede asegurar q^e
n<* va más ailA del año 1462, algo posterior á la fundación del hospital, si no fueron cosas simul-
táneas como parece que se deduce de la relación de las personas que recibieron la Or len, de las
faltas y omisiones, algunas de mucho bulto y peso que se notan en aquélla, y de las dignidades y
oHcios que llevaban los agraciados: así se observa que faltan en la relación los nombres de doña
María, D. Sancho y D. Antonio de Belasco, hijos del Conde, lo que se explica por haber profe-
sado religión la primera en Santa Clara de Medina y ser los últimos niños de corta edad. Kntrc
los farautes y persevantes que recibieron la deuisa, pirece Asturias que lo era entonces del
principe 1). Enrique, el cual entró á reinar, como es sabido, en el año 1454.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS UjS
Diego de Valera caballero doctísimo, maestro en perfiles de caballería,
graduado en muchas letras, grande amigo del Conde de Haro y uno de los
asiduos de la casa de Belasco. De parte de las dueñas y doncellas se nom-
bran la Condesa doña Leonor de Belasco la hija muy amada que quedó
prometida al melancólico Príncipe de Viana y fué en sus días mayores
abadesa del monasterio de Sta. Clara '; doña María y doña Juana de Belas-
co sus Jijas del Conde, que alcanzaron grandes estados por casamiento
de la una con don Alonso Enriquez, tercer almirante de Castilla y tío del
Rey Católico (hermano de su madre) y de la otra con don Juan de Ayala y
en segundas con don Alonso Enriquez de Guzman, conde de Alba de
Liste 2; Doña Juana Manrique, hija del Adelantado, hermana de laCondesa
y mujer que fué de don Fernando de Sandoval y Rojas, conde de Castro;
y doña Mcncía ¿Manrique, mujer de Juan de Padilla é hija del Adelantado
de Castilla Gómez Manrique. Todas estas señoras dejaron insignes memo-
rias de su piedad y virtudes. Los extranjeros que recibieron la orden fueron
menos en número y no hace al caso nombrarlos.
Yace sepultado el Conde de Maro juntamente con sus progenitores y
descendientes en la iglesia del monasterio de Sta. Clara de Medina de
Pomar en el lado ó banda de la Epístola cerca del Altar mayor: se sabe
que mandó aderezar una suntuosa capilla dedicada á los Dolores de Nues-
tra Señora para enterrarse en ella; y por suerte esta capilla ha desaparecido
del cuerpo de la iglesia en alguna de las varias rclormas que se hicieron en
el templo, quizás en la de 1621 que comprendió toda la parte del ábside y
la capilla mayor 3.
Ji LIAN i)K San Pe layo.
(Continuará
1 Esta ilusirc dama, desde el irisle retujiio de ^us dc-;cn^;años, prestó f;randes ser*, icios á la
Corona co momentos ditíciles, ya con su consejo. >a con ayudas de dinero; para la empresa de
Granada prestó a los Reyes (Católicos una crecida cuantía de maravedís que recibió en persona
Ve. Hernando de TaKivera.
2 Tuvo el Conde dos hijas que se llamaron de un mismo nombre; doña .Nfnr/a, moni. i profes
en Santa Clara y la que mencionamos arriba. Ina de las dos profesó la rc^la de la Vtra ('ruzi
sien la relación que cita el Sr. Faz aparecen pi-r ord.n de edades, tué la mayor la agr.'ciada
COD la Orden, pero no hay razón para excluir á la tercera, siendo así que se nombra á la cu.rta
y menor de las hijas que fué doña Juana.
3 Sospechamos que la capilla de los l)oinres ocupó el mismo recinto destinado hoy á sacris-
tía, el altar lo conservan la^ religiosas en su coro.
¡94 REVISTA DE ARCHIVOS
BERNARDO DEZ-COLL
ES EL AUTOR DE LA
CRÓNICA CATALANA DE PEDRO IV EL CEREMONIOSO DE ARAGÓN
qi:e fué escrita por los anos de i 365 k iSgo
(Conclusión,)
APÉNDICE NUM. i
Otros Bernardos Desoolls.
Al practicar las investigaciones indispensables para trazar la biografía
de Bernardo DezcolJ, he tropezado en el Archivo de la Corona de Ara-
gón y de Mallorca, y han entorpecido mi labor no pocas veces, varios
contemporáneos suycs que llevaban igual nombre y apellido, que fueron
también objeto de diferentes mercedes y concesiones reales, aunque no
disfrutaban tan preeminentes cargos cerca de los reyes aragoneses como
el nuestro. Tales son:
i.^ I in Bernardo Dezcoll, caballero, á cuya viuda Berenguerona se
refiere una concesión otorgada por Jaime II en i3ii. (Reg. 148, fol. 40.)
2.^ Del testamento de otro Bernardo Dezcoll, Rector de Tornils, trá-
tase en los folios 170 y 212 del registro 947.
3.° Otro Bernardo Dezcoll, Bayle de Torrelló, figura por los años i33r>
á 1339 en los folios 11 y 97 del registro 949 y 95o.
4.* Otro Bayle de Tagamanent del mismo nombre, alias Bn. \fercer,
había por esos mismos años, según es de cree.* por el antedicho registro
folios i3G y i38 v.
5.® Otro Bernardino Dezcoll, natural de Conflent é hijo de Bernardo,
ya difunto, figura en el registro 1.319, fol. 70, con motivo de aprobar el
rey, á ruegos y por deputación de Juan Adriani, fiel escribiente de su Te-
sorería, la designación de heredero hecha á favor del Bernardino de la
herencia de su madre Sibila, heredera á su vez de la madre de ésta, Gui-
llerma, y ésta de Bernardo Morgat, Pelaire de la villa de Conflent, hijo y
hermano respectivo. El importe de la herencia ascendía á seis mil sueldos.
Tal vez á este Bernardino se refiera la concesión de una escribanía de las
Salinas del Castillo de Caller. (1 346-50, Reg. 1.017, fol. i52 v.)
6.® Juan I hace una concesión fechada en Monzón á 18 de Febrero
de 1399 á un hijo de Bernardo Dezcoll, mallorquín, llamado Mateo Dez-
coll, clérigo tonsurado, de un beneficio fundado en el castillo de Alaró
BIBLIOTECAS Y MUSEOS Io5
(Mallorca), bajo la invocación de San Bernardo. (Re^. i.oc)2, fol. 104 v.)
Era el padre boticario y vivía cerca de Sania Kulalia de la ciudad de
Palma. Figura en varias parles, enlre oirás, en la lisia de esclavos griegos
que está en el libro de Letras reales del Archivo de la Audiencia de
Mallorca del año i388 (hoy en el .\rchivo histórico del reino).
La cédula del nombramiento dice así:
oReg. 1.992, fol. 104 V.
MATIIKl DK COLLK
Nos Johannes. etc. Exigentibus sufficiencia el aptitudine et alus méri-
tis laude dignis quibus vos fidelis nostor Matheus de colé Clericus tonsu-
ratus filius Bernardi DczColli ciuitalis Majoricarum fuistisin nosiri pre-
sentía comendatus tcnore prescntis ad humilem supplicacionem quorun-
dam familiarium el domesiicorum nostrorum benelicium in castro de ala-
ro insule Majorice sub invocatione Beati Bernardi constructum vel aliud
quodcumque sacerdotale beneficiuró quam primo vaccaturum in Ínsula
Maj. predícta, quodque acceptare volueritis cujus collatio ad nos perti-
neat pleno jure vobis dicto Matheo de Colle cum plenitudíne sui juriscon-
ferimus et etiam assignamus Venerabilem in Xpo patrem Episcopum
Majoric. seu ejus vicarium generaiem cui vos ad dictum benefficium obti-
nendum hujus serie presentamur requirentcs atiente quod ad obtinendum
dictum benettícium libere vos admittal et instituat auctoritate ordinaria
in eodem. Mandamus preterea Gubernatori Majoric. et bajulodicti Castri
de Alaro ceterisque oíicialibus et subditis nostris presentíbus et futuris ad
quem seu quos especial quem vos dictum Malheum de Colle in posessío-
nem seu ...uasis benefícii prclibati vel quam primo vacaturi ut prefe... ad
quem redditum juriumque eorum inducant rcaliter cum effectu illi eorum
quibus pertineanl de dictis redditibus et juribus vobis respondeant integre
et complete seu per illos qui tencantur ad ea prestanda faciant vobis res-
ponder!. In cujus reí testimonium preseniem vobis fieri jusimus nosiro si-
guió pendenti munitam. Datum in Monteson die xviij ffebruarii anno a
nativitate Domini millessimó CCC Ixxx nono. Regnique tertii.
Rex Johannes. >t
Acaso de esta familia era un Guillermo de Colle que en el año i389
.era escribiente en la Procuración real de Mallorca. En 1387 había en Bar-
celona un ciudadano del mismo nombre.
De un Berenguer Dczcoyl, que fué templario de Lo Mardcu del Rose-
llón, habla Villanueva en su Viaje literario, t. V, p. 23i.
De un Arnaldo Dezcoll, que habitaba en Alcudia (Mallorca^ hay me-
moria en el libro de Letras comunes correspondientes al año de 1337. (Ar-
chivo histórico del Reino de Mallorca.)
196 REVISTA DE ARCHIVOS
7.' Á Otro Bernardo DezcoU, rico mercader de Barcelona, se refieren
los dos documentos citados por Campany en el tomo II, pig. 420 del año
1 35 1, en que se ocupa de uno de este nombre, que era uno de los diez y
siete ciudadanos de Barcelona que armaron dos galeras que se agregaron
á la armada real que iba á Grecia á contrarrestar á los genoveses, el cual
vuelve á sonar en iBgi, con ocasión de haber sido comisionado y asala-
riado por el Común de la ciudad de Barcelona, para ir á Cerdeña y Ber-
bería, para proveer de trigo á Barcelona.
En el registro 2.01 1, fol. 11 1 figura otro mercader llamado también
Bernardo Dezcoll, que debe ser el mismo citado por Capmany, que figura
en una súplica á la Señoría de Genova á fin de que se devuelvan á un
Bernardo Dezcoll, mercader, ciudadano de Barcelona, 1.062 sueldos bar-
celoneses, que con motivo de cierta galeota se le adeudaban, fechada en
Tortosa en 29 de Noviembre de i393. En el registro 2.287, que compren-
de los años 1400 á 1406, iigura su nombre en el fol. 1 17.
8.® Á otro Bernardo Dezcoll, ciudadano de Lérida, en el año de i388
%^ le habían adjudicado («las generalitats deis draps de la ciutat e vegue-
ria de Lleyda», según consta por carta dirigida por el rey al not. de Lé-
rida, Guillermo de Mallorca. (Reg. 1.869, f^'- 167 v.)
A este mismo, ó á otro de igual nombre, que ejercía cargo en la Teso-
rería real le nombra el rey en 1396 Bayle de Lérida (Reg. 1.917, fol. 76).
Este mismo, ú otro su homónimo, era Bayle de Lérida en 1407, según
consta por carta real expedida en Teruel en 27 de Diciembre de 1407.
(Reg. 2.219, fol. 6.)
9.® De otro Dezcoll, llamado Bonanat, se ocupan Capmany en sus Me-
morias sobre la marina y comercio de Barcelona y la Crónica real. Mon-
sieur Pagés, en su citado artículo, creyó que podrían ser uno mismo el
Cronista Bernardo y el Almirante Bonanato, cuyas personalidades pueden
darse ya por definitivamente distintas y diferentes. Debía ser el Almirante
de más edad que el Cronista, y así se explica que en 1374 no aparezca
como conservador de las Atarazanas reales de Barcelona y ocupe su
puesto, que desempeñara bastantes años, un Jaime de Cabany^ls.
Al mismo se refieren estas noticias:
Un Bonanato Dezcoll, Vicealmirante de Cataluña «conservator Dara-
fanalium nostrarum seu alii cuicunque r^enti darafanale nostrum Bar-
chinonae. Dat. Perpiñán i3 Sept. i356. (Ddc. n.® LXXXIV, tom. II, Cap-
many, pág. 1*37.)
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 1 97
También figura dicho Bonanato en el Doc. LXXXVf, pág. iSq. Dat.
Sardinie 19 Febrero 1357.
Bonanato Dezcoll aun es conservador de la Atarazana de Barcelona
en i362 á 25 de Abril (Capmany tom. IV, pág. 137). En 1 374 lo era Jaime
de Cabanyals, pág. 147.
Lo cita la Crónica, cap. V, párr. I, páginas 298 y 3ii.
APÉNDICE NUM. 2.
DOCUMENTOS
Boo«m«nto mdm«ro 1.
LO REY. — En Bernat Dezcoll. Vostra letra havem reebuda e respo-
nem vos que tenim per bons los primer, segon c tere capitol de les Croni-
ques; pero quen fat^ats per menut al mes que porets.
Lo quarl, parlant de les l'nions, podets fer tro lia on per nos es estat
regonegut. é puys, com serets en aquell punct be trobarcts lo fet com fo
pus avant, posantho per jornades é especifícadament é larch é faenthi
mencio de tot quant nos faem en les dites Unions. Edevles jornades vos
podets certificar molt ab los libres de npstre scriva de racio, e, si en res
hi dubtais per lo debat cfUe deits quen haviem á Carago^a ó per áltra ma-
nera lexatshi espahi, de guisa que tota vegada se puixa continuar. Perqué
fetsho on mils porets, con comentaren é apres com se sígueren é nos qucv
faem e á quina conclusio vengueren, é axis pot ordenar largament.
L'altre capítol, qui es lo quint é qui parla de la Confedcracio del Ve-
necia é de les altres coses, tenrm per bo quel fa<;ats segons quens fets sa-
ber, ab qucs fa<;a per monut é per jornades on mils por est. E nomenats
hi quals persones ni quanles passarem ab nos en Serdenya apres qú'En
Bernat de Cabrera hac vensut Testol deis Jenoveses é acb haut l'Alguer ú
apres la rebellio del Alguer segons quens tets saber. E axímatex hi fets
menciones on nos recullaguem é on presem térra é apres quens segui per
jornades ni quals hi moriren é ab quals nos entornam, axi com pus ciar
porets é per menut.
Lo vj.^, qui parla de la Guerra de Castella, per ^o com lo fet fo grand
haura esser larch. Perqué fets lo per jornades é per menut on mils perest,
é recontatshi tots los grans fets é assenyalats, axi com fo la entrada que
nos faem c Magalló é apres la de Terrer é lavors (com) se cobra tariz é
apres (^o quís scqui en mar é en térra, é puys la batalla que nos l¡ param
á la Losa, e com entram en Valencia que faem levar lo rey Pedro del
Grau de Valencia é lo setge de Murvedre, e, a la conclusio, la entrada de
Icscompanyes, e la execucio que faem del rey Pedro companyes solda-
dades per nos, e de la coronacio del rey Enrich, e del matrimoni que nos
faem ab ell, ques tracta en lo parlament que nos hagem a Sessaab (lo) rey
de Navarra, del qual parlament hi fets mencio, é nos com erem aqui la
1 98 REVISTA DE ARCHIVOS
causa per que faémlo dit matn'monii, e fetshi mencio de les morís del ir-
fant Don Ferrando, e de Kn Bernat de Cabrera, e de altres t'ets que nos
í'aem per justicia: toi a^o faent per jornaJes e per menut axi con mils
poresl. Quant es del t'et qui segui entre lo rey Pedro e el rsy Enrich, (com)
nos noy cabien, nel cal fer per jornades sino en summa, recomptantshi Ij
t'et segons ques conté en lo vostre capítol. E fetshi mencio deis desesiments
que apres nos ha donats lo rey Enrich, e com havem fet lo matrimoní per
les grans fams e mortaldats e oppresions de grans companyes que entra-
ren de part de Franga en nostres terres, e en a^os conexera de la gran
dcsconoxen(ja del rey Enrich; e a^o fets e ordenats al mils que porets.
L'altre capitol, qui parla de la rebiUio de Jutge d'Arborea, tenim per
bo quey sia teta mencio de tots los fets, jassia ni han haut de gran minva
nostra; car raho es que si contenen les provisions que nos hi faem, c si
Deus volia noure á nos e valer al Jutge, per a^o no ramania nos no fossem
diligents en los fets e nostres successors poran veure nostra diligencia. E
puys que esperam ab Deu en breu conquerir tota la illa, qui sera conclu-
sio de tots los fets passats, e ax lexarhiets espahi per guisa que si puga
continuar la conquestax que farem de la illa. E meietshi totes quantes
coses h¡ ha esdevengudes qui sien dignes de qualque memoria be e especi-
ticadameni per jornades e on pus especificadament porets.
Quant es del fet d^rrer de les companyjs d'en-guany nons par que sen
hi deja fer mencio, car fet algu bo no sen ha seguit, no encara no sem pot
seguir alcuna conclusio bona, com sia estat fet qui no pet tornar en camp.
Perqué us pregam que en los dits atVers vuUats metre mans e trc ballarhi
ab affícacia, car de vos á ades major servey non poeriets fer.
Dada en lo Monestir de Sent Cugat; sots nostre segell secret, a .viij.
dies de agost del any MCCCLXXV.
REX PETRÜS.
Dooiun«nto niiiii. 2.
Molt car frarc: Entes habem que n. Bernat dez Coll del ofici de Maes-
tre Racional es passat d esta vida on com ell segon vos be sabets en temps
que vivien bagues fet part de les Croniques del dít gcnyor Rey nostre
Pare les cuals nos tenim. E en vos ell ne bagues roucasaltra part pregam
et manam vos que totes scriptures loquans los dictes Croniques los quals
se atrobaran en casa sua prengats a vostres mans e aquelles a nos sege-
llados trametats. E axi mateix molt car frare vos pregam que de part
nostra manets an P. Palanqui te lo nostre Archiu que de continent nos
apost lo nostre ames de junyer et dues tendes deis menors et pillors nos-
tres certiñcants vos quens en farets plaer lo qual aurem per agradable.
Dach en Carag09a sots nostre segell secret a XXIIII de febrer del any de
nostre Senyor M.CCC.XCF.
REX JOHANNES,
BIBLIOTECAS Y MbSEOS 1 99
Dominus R^x mandavit mihi Bernardo de Jonquerio.
Dírigitur Dominó duci.
(Reg. 1.959, fol. 167 V.)
Documento núm. 3.
Nos Johannes Dei Gracia etc. Quia nos íidclis de Consilio nostro Eer-
nardus de Colle ad preces el de mandato illustrisimi domini Regis Petrí
memorie recolendi patris nostri fecistis et ordinastis quemdam librum in
quo continentur et expressari debent omnia gesta el alia negocia qui con-
ciirrerunt el accederunt ipsi domino Regi tolo tempore vite sue quia ne-
cesaria sunt et digna memorie gomendari ad laudem el honorem ipsius
domini Regis et successorum suorum necnon aJ ¡nformaiionem subdito-
rum suorum quibus clare constabit per ostensionem libri ipsius cualiter
deus sua bonilate dictum dominum Regem a maximis periculis liberavit
el fmaliter in suis terris el Regnis pacem éxito suo relinquil qui liber
nondum perfeclius existil sed per nos qui voluntaiem dicti Regis novislis
et presens seculum fuisiis tolo tempore vite sue speralur perfici el con-
cludi. Et quia necessarium est ut nobis de aliqua provisione el curie nostre
pecunia sucurratur ui circa laborem vestrum (fol. 169 v.) ut ilius vacare
positis tenore presentis vobis ducentos regales auri de Majorica anno
quolibet supper redditibus et juribus nostris Regni Majoricarum ducimus
assignandos. Mandantes cum hac eadem Berengario Lupeti procuratori
reddituum et jurium predictorum et alus qui pro tempore suo preeruní
ofíicio quod solutis primitus et ante omne alus Nonaginta sex mille soliJis
barchinonensibus quos provisioni domus nostre duximus assignandos pre-
lalos ducentos regalos auri de redditionibus et juribus supra dictis vobis
tribual et exsolvat recuperando lamen a vobis transumptum hujus et in
qualibet solutione apocham de soluto recuperet et... a nobis Hileras seu
albarana dcbitoria de hiis que nobis debcntur tam per curiam nostram
quam per dictum dominum patrem nostrum ratione quitacionis et vesti-
Uis quam alia quabis ratione seu causa usque ad quantitatem quam sibi de
dictis ducentis regalibus dexeritis exsolvcndum compútalo quolibet ret^ali
ad forum seu valorem quindecin solidorum barchinonensium. Et prcaic-
tam solutionem nobis tieri volumus per términos infrascriptos videlícei
centum regalis auri prima die Martii próximo instanlis ,ci reliquos cen-
Uim regales prima dia mcnsis Novembris ex tum sequentis et in alus se-
quentibus annis per términos supradiclos. — Mandantes dicto Berenguario
Luppoti et cuicumque alii qui pro tempore dicto preeril officio quod diclos
ducentos regales auri nobis quolibet anno per diclos términos tribual el
exolval vel cui voluerilis loco veslri recuperando a nobis cautelas supe-
rius exprésalas. — Quoniam nos mandamus Magistro Racionali curie nos-
tre vel cuicunquc alii ab ipso compotum audiíaluro quod dicto Procura-
tori Regali resliluenle sibi iranssuptum hujus el alias jam dictas cautelas
S."* ¿POCA. — TOMO VIH* I 5
200 REVISTA DE ARCHIVOS
necessarias quidquid nobis (le dictis Regalibus solverit in suo compoto
recipial et admilal liltera nosiri thesaurari unissime spectat el decerta sic
fieri volumuset mandamus. Dat Barchinone .vj. dje Martii anno a nati-
vitaie Domini Millessimo CCC octuagesimo octavo.
(Reg. 1.973, fol. 1Ó9.) HEX JOHANNhJS.
Documento núm. 4.
En Bng. Lobei. — Ya sabets com lo feel de Consell nostre en Bn. Dez-
coll ha confirmat lo libre en que son scripts tots los grans fets qui son
entreuenguts en tot lo temps que regna lo senyor Rey en P, de bona
recordacio pare nostre c per aquesta raho a per lo bon seruey que dit en
ha fet al senyor Rey pare nostre e a nos hauem scrit per libres nostres a
nos e manat que deis diners de la procurascio Reyal li paguets eñ dues
partidos del any cota cuantilat de moneda por raho de 9a quitacio. On
com nos ha iam entes que vos per raho del dit menament al dit Bn. Dez-
coll res pagat no hauets per raho de la dicta sua quitacid. E a nos sit molt
necessari que la obra del dit libre sia la dita quitacio al dit en'Bn. no pa-
ganets. Per yo a nos expresament manant que al dit en Bn. paguet la dita
quitacio. E si diners no hauets de les nostres rendes prestats los hi di^^o
del vostre con seruey nos en farets on manlevats a dan de la nostra Cort
car nos ab la present manam al nostre Maestre Racional que 90 que pagat
haurets per interés de la manleuta quem farets vos prenga en compte.
Dada en Zaragoza sost nostre segell secret a XVIII dies Octubre. En 1 any
de la nativitate de nostre senyor... M.CCC.lxxxviij.
REX JOHANNES.
Dirigitur Procuratori Regio Mayoricarum.
(Reg. 1.855, fol. 93.)
Dooumento niiiii. 6.
En Johan &. Al ffeel procurador de les rendos nostres en lo Regne de
Mallorques en Berenguer Lobet Salut e gracia: Ja sabets com nos havem
assignada al feel de consell nostre en Bernat dez Coll la sua quitacio sobre
les reades nostres que vos reebets en lo dit Regne de Mallorques, pagada
empero primerament la moneda qui es assignada a la messis de la nostra
casa; e la paga per vos al Bernard des Coll faedora, segons que par part
sua havem entes, vi seria embirgada si letra executoria de nostre Treso-
rer no li entreuenia. E jassia que en la dita letra de assignacio per nos a
ell feta de la sua quitacio deisus dita, sia espressat que li paguets la dita
executoria no contrastant. Empero per sobrehabundant cautela manam a
vos, en ques con te que res non puxats pagar a algu deis diners de la
vostra procuracio sino h¡ entreue letra executoria del dit nostre Tresorer,
paguest al dit Bernard dez Coll la sua quitacio ordinaria segons forma e
tenor de la dita sua assignacio. Car nos aquella ordinacio c pragmática
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 201
no volem que haia loch en lo dil Bernard des Coll aus e;n lo paga a ell
faedora de la dita sua quilacio, aquella revocant e per nuUa volem esser
hauda. Dada en Munlse sots nostre segell secret a .xx. dies de Decembrc
del any de la nativiial de nostre sénior M.CCC.lxxx.viij.
(Reg. 1.871, fol. f><.) ■ RHX JOHANNKS.
Documento núm. 6.
Ítem dona al honrat en Bernat dez Coll del consell del senyor Rey,
per uigor de vna letra del dit senyor dat en Barchinona a vj dies de Mdts;
del any MCCCLXXXVIÍI ab la qual lo dit senyor per esguart de treball
per lo dit en Bernat descoll sortengut o sostenidor en ordenar e fer .¡. libre
que a pregaries e manamenl del senyor Rey en Pere de bona memoria,
pare del dit senyor, comenta de fer e ordenar en uida del dit senyor, en
lo qual libre eren contegudes es deuien espressar tots los fets e altres ne-
gocis qui corregueren es esdeuengueren al dit senyor Rey en Pere en lot
lo temps de la sua uida, qui fossen necessaris e dignos de memoria o laor
e honor del dit senyor e deis seus succehidors a ínformacio deis seus sot-
meses; per la dita rao assigna al dit en Bernat dez Coll sobre les rendes e
altres drets en Mallorques cas cun any .CC. Reyals manant al dit senyor
ab la dita letra al dit procurador e a altres qui serán procuradors Reyals
de Mallorques que pagats primerament e dauant totes coses aquelles xicv
mil sois Barchínonenses los quals lo dit senyor ha prouisio de la sua casa
ha assignats sobre lo dit offici, pagas al dit en Bernat dez Coll, no contres-
tat executoria de son tresorer ne alguna altre ordinacio en contrari per lo
dit senyor feta, lo dits .CC. Reyals dor, cobrant ne translat de la dita
letra signada de ma del dit senyor e apocha, e cobrant encara letres e
albarans devitoris da^o que li fos degut axi per la sua cort com per la cort
del senyor Rey en Pera, axi per la sua quitacio e uestit com per qualsevol
altre manera, en tro a la quantitat que lo dit procurador en paga, pro-
rra deis dit .CC. Reyals, li fossem pagats per lo dit procurador cascum
any en dos termans 90 es .C. Reyals dor lo primer dia de Maig la donchs
primer uenidor. E los altres C luries (sic) lo primer dia de noembre apres
seguent, e en los altres temps o anys per semblants termens, segons que
en la dita letra del senyor Rey de la qual cobra lo dit procurador Real
translat aprouat per lo racional es largamentcontengut, iij. mils sois bar-
celoneses per los quals lo dit procurador cobra del dit en Bernat des Coll
les canceles dejus escrites: primerament .j. albara den Bernat Bu^ot es-
criua de ratio del dit senyor Rey en Pera scrit en Barchinona derrer dia
de abrill del any MCClxxx.
Documento núm. 7.
Pera (^a Costa Scriua de rasio de casa del dit senyor ab los quals la
dita quantitat lera deguda per sa quitacio e vestir segons ques conté en la
202 REVISTA DE ARCHIVOS
apocha quen cobre e albara per en Berenguer de Legostcra notan' a .xv.
de Mar9 del any .MCCClxxxx. en la qual apocha es inserta una letra del
senyor Rey dada en Mon^o sots lo seu segell secret a .xx. dies de Decem-
bre del any MCCClxxxviij signada de ma del dit senyor ab la qual es
manat al racional que no contresl tant qual se nulla ordinacio o pracma-
ticha donacio per lo dit senyor Rey feta o fetes o daquinant falideres que
en a^o poguessem contrestar ne contrast encara que non restituercha exe-
cutoria de Tresorer ne reeba en compte la dita quantitat con no velia lo
dit senyor que en aquesta assignacio hagen loch ans aquelles reuoca e per
reuocades e per nuiles vel que sien haudes=Centum libras=.C.M.
(Del libro de Datas de iSSg.)
Documento núm. 8.
(üComparíiment de Sardenya '.»
«ítem son asignades por lo senyor Rey sobra los drets de la dita duana
an Bernat Descol de casa del dit senyor Rey M solidos de barchelonesos
de violan lanv qui valen alfonsins LXXV 11. oficiáis de.castell de Caller
(p. 669).
wCochtinenl de racional pren de salari lany ab XXII 11. X s. de alfon*
sins de vastir, i3o 11. 10 s.
(Pág. 689.) (sBernat Des Col. — Lo dit Bernat Dez Col ha e poseer les
<iaius scrites villes en la Curaturia de Campita
Villa Quarto Tocho/, , , ,.
Villa Quarto Domeo j '" 1"*''' ^^'^ons lo d.t
YF compon iment son tengudes de pagar lany per data c altres drets
En moneda 2i5 11. 14S.
En forment CCXL stcrells quia raho de
VI s. lesterell monta 72 11.
En ordi XXXIl sterells e mig quia raho de
III s. lesterell monta 4 11. 17 s. 6
Soma 292 11. US. 6.»
Gabhikl Llabrks.
I (Cvle:ción iíf documentos inéditos de la Cor. de Aragón^ cuad. 5^^, pag. Oó^.)
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 2d3
RFXACIÓX DESCRIPTIVA DE LO? MAPAS, PLANOS, ETC.
DE L\
AUDIENCIA Y CAPITA.NÍA GkNKRAL DE GUATEMALA
(•;r.\TEMAI.\, SAN SALVADOR, HUNDIRÁS, NICARAGUA Y COSTA-RICA)
FXISTF.N7KS KN VA. ABCHIVO (iKNERAI. DE INDIAS
1760
69 í« Plano del Fuerte que se está construyendo por orden de S. M.
para la defensa de este Puerto de San Fernando de Omoa cuia obra se
<ímpesó (sic) en 18 de Septiembre del año próximo pasado de 1759.»
Vi dorso lleva el núm. (>.— Acompañado d« otros mipas y de una descripción de li Costa del
Mar del Norte y parte de la del Sur del Reino de (jualcmala hecha por el Ingeniero D. Luis
/)i>;f .Va rarro en 30 de Noviembre de i^SH.— Kn colores.— Con explicación.— Kscala de 6o vara*
los o 1/2 centímetros para el plano y otra de ai varas los o ceniímeiros para los perfiles.— 45 X 3*>
•ceotiineiros.---Ksl.inic u>i. — '".aión 3. — i-egajo n.(ó)
1760
60 <• Plano de la Ensenada de Sicaragua y Bocas del Rio de San
Juan.y^
Por />. Jfisé Ciibantús. segundo Piloto de los (luarda (^osi.is de Tierra Firme.— .\ño de 1760. —
Kn Colores. -Con cxplic.ición. — Kscala de 3 millas marítimas los 5 1/2 centímetros.— 45 X 37 .
•centímetros.— Estime i<xi.—C>ajón 3.— Legajo 11.(7)
; 1 760?
61 aPlano que comprende desde Punta Gorda hasta el Pan de Suerre,
iiltimamente reconocido por vno de los Pilotos de los Guarda costas de
Thierra Firme y. de borden del Capitán de Fragata D. Joseph de las Casas
y Herrera Comandante de ellos.»
Parece ser de /). Joseph Cabantüs^ segundo Piloto de los indicados Guarda costas. —AI dorso
lleva el núm. 5. -Acompañado de otros mapas y de una descripció.i de la Costa del Mar del
Norte y par|c de la del Sur del Reino de Guatemala hecha por el Ingeniero D. Luis Diez Nava*
rro en 30 de Noviembre de 1758. -('.on e.\plicación.--.\ dos tintas. — Escala de 10 leguas maríti-
mas, de 20 en grado los 12 ceniímetos.— 42 X 33 ^I- centímetros. — Estante loo.- (".ajón 3. — Lega-
jo 11. (5)
1764
62 aPlano del Castillo de San Fernando de Omoa en el estado que se
halla «n este mes de Henero de mil setecientos sesenta y quatro.»
*Por el ingeniero /). Luis Die^ Navarros. (Su rúbrica).— Remitido por el Presidente de Gua-
temala con carta de 30 de Septiembre de 17Ó4.— En colores.— Con cxplicación.^Kscala para el
plano de 5o varas iMstellanas los 8 centímetros.— Kscala para el perfil de 25 varas castellanas los
II 1/2 centímetros.— 57 X 4^ centímetros.— Estante 102.— Cajón 5.— Legajo 21. (3)
204 REVISTA DE ARCHIVOS
1765
4
63 Plano de la fortificación provisional situada en el PUerto de San
Fernando de Omoa. «
Ac jnnpañido de un testimonio remitido por el Presidente de Guatemali con carta núm. 10 de
30 de Septiembre de 1766.— En colores.— Con explicación.—Escala de 100 varas los I3centíme-
troi.— 42 X 31 centímetros.— Estante 102.— Cajón 5.— Legajo 21. (4)
1765
64 «Plano de un Ospicio de Padres Recoletos que se compone de 1 5
celdas de Religiosos y una^ del Prelado con su Iglesia, Claustro y demás
oficinas correspondientes y anexas.»
Forma parte del cuaderno primero de un testimonio de los autos sobre la fundación de un
Convento de San Francisco en la villa de San Vicente de Austria de la Provincia de San Salva-
dor, remitido por el Presidente de Guatemala con carta de 13 de Marzo de 1784. — En colores.—
Con explicación. — Escala de 30 varas castclLinas los 12 centímetros.— 5o X 40 centímetros. —
Estante loi.— Cajón i.— Legajo i.— Hay duplicados en este legajo.
1766
65 «Plano que ocupa la casa que oy sirve de Real Estanco de Tabaco...
y Plano, y proyecto de la Real Aduana y Alcabalas de la Ciudad de Gwa-
témala^ contigua á la Real Cassa de Tabaco, año de 1766.»
PorD. Luit Diei^ N^avarro.-. \compañado de un tesitimonio de las providencias dictadas
sobre este asunto, remitido por el Presidente de Guatemala D. Pedro de Salai^ar con carta nú-
mero 5 de 31 de Enero de 1767.— En colores.— Con explicación.— Escala de 98 varas castellanas los
agcentímetros.- 40X32 centímetros.— Estante 100.— Cajón 3.— Legajo 20.— Hay duplicado en el
Est. 100.— Caj. 7.— Leg. 4.
1767
66 Plano de la Catedral de León de Nicaragua,
Dice el original:
«Superficie plana, es el rostro, que se imagina de líneas movidas lite-
ralmente que hacen anchura, y largur i, esta es la que se muestra sobre el
haz de la Tierra, Planta del Templo, que tiene el simíento de fondo siete
varas.» *
, Maestro Diego de Porros.— Remitido por el Obispo de Nicaragua Don Juan Carlos de Vilches
y Cabrera con carta de 28 Enero de 1767.— En colores.— Con explicación.— Escala de 5 varas los
^4 1/2 centímetros.— 77 X 72 centímetros.— Estante 102.— Cajón 7.— Legajo 22.
1767
67 «Diseño de la Fábrica de la Iglesia Catedral de Nicaragua^ remi-
tido con carta de su Obispo Don Juan Carlos de Vilches y Cabrera, de 3i
de Octubre de 1767.»
Hecho i pluma.— Con explicación.— 66X^centímetros.— Estante 102.— Cajón 7.— Legajo 21.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 2o5
¿1767?
68 Plano de San Fernando de Omoa,
Acó npañaUo de un testimonio sobre el estado de aquella población remitido por el Presi-
dente de Guatemala D. Pedro de Sal«zar, con caria de 31 de Mayo de 1767.— En colores.— Escala
de my varas castellanas los 13 renlímctros.— 24 X 33 centímetros.— Estante 100.— Cajón 3.— Le-
jía jo 2Ü. (2)
1767
69 «Plano del Paraje que llamaron San Gerónimo y oy sirve de Adua*
na con la ce.ca y casillas que lo circumbalan por la parle del Leste y Sur^
las que son presiso comprar para construir las cavallerizas de doscientos
cavallos que van en este Plano proyectadas en la forma que se demuestra.»
«Se executó este Proyecto, y su cálculo por el Ingeniero Director de los
Reales e.xércitos y Plazas de S. M. Luis Diez Navarro, de orden del M. L S.
P/G. y Capitán General de este Reyno D. Pedro de Salazar y Mendoza...»
Ccíyi carta del Presidente de Guatemala de 31 de Diciembre de 1767.— En colores.— Con ex-
plicíción.— Escala de 5 varas castell mas los 253/4 centímetros.— 73 y 52 centímeiros.—Estante
loc).— C^ajón 3. — Legajo 20. (i). —Hay duplic -.do en el Estante 100. — Cajón 7. — Legajo 12.
1768
70 Mapa que comprende la costa desde Truxillo de Honduras hasta el
Rio de Malina y por el interior hasta el Lago de Nicaragua, con el curso
de algunos ríos, &.*
Por Pedro Antonio de Vc/asco.— Forma parte de un expediente sobre captura del inglés Pedro
Antonio de Velasco, remitido por el N'irrey de Santa Fé con carta núm. 161 de 30 de Mayo de
1768. — En in>^lés. —Acompañado de un derrotero de dicha costa, latitudes y longitudes de sus
principales puertos, ik.'^^ copiado y traducido de los originales cogidos al referido Velasco.—
Hecho á pluma.— 58 X 126 centímetros.— Estante 109.— Cajón 3.— Legajo 16.
1768
71 «Mapa ó Descripción Ignográfica y Scenographica del Puerto de
San Fernando de Omoa en la Costa de Honduras.»
«Guatemala y Octulsre 31 de i7<V8*.— «Por el ingeniero D. Luis Die^ Navarro*. (Su rúbrica).—
Contiene la «Vista del frente que mira al Puerto estando una legua Mar afuera». — ',ín colores.—
Con explicación.— Escala del plano 5oo varas los 11 y 1/4 centímetros.— Id. de la Vista 5o id. lot
13 1/4 centímetros.— 72 X 5i 1/2 centímetros. — Estante 102.— Cajón 5.— Legajo 22.
1768
72 «Plano (y perfiles) del Fuerte proyectado para resguardo del Puer-
to de 5. Fernando de Omoa en la costa de Honduras. Año de ijSó.»
«Goathemala y Octubre 31 de 1768».— «Por el Ingeniero Director D. Luis Die^ Navarro» (sv
rúbrica».— En colores.— Con notas explicativas.— Escala del plano 80 varas los 12 1/2 centíme-
tros.—Id. de los perfiles 40 varas los 18 centímetros.— 73 x 5i centímetros.— Estante 102.— Cajón
5.-Legajo 23. (5)
20^) REVISTA DE ARCHIVOS
1/68
73 «Plano, Perfil y elevación de un Torreón, de dozc cañones que se
ha proyectado para embarazar la entrada del Puerto de Omoa colocán-
dolo en la Puntilla de afuera.»
«Guathcmala 31 de Octubre de 1768.»— Por el Ingeniero Director /). Imís I)ie^ Navarro't^ (su
rúbrica).— Kn colores. —Con cxplic.ición. — Kscala de 30 varas castellanas los 16 1/4 centímetros.
— 53X4'^ «^coti'Tietros.— Estante 102. — ('...jón 5.— Legajo 23. (ó)
1768-70
74 «Mapa del Curato de Petapa.^^
Forma parte de la «Descripción Geofíráílco Mor.il de la Diócesis de Goathcmala hecha por ;u
Arzobispo el limo. Sr. D. Pedro Cortés y Larraz. del «-onsojo de S. M. en el tiempo que la visitó
y fue: Desde el dia 3 de Noviembre de 1768 hasta el día i de Julio iie ijf*g: Desde el dia 22 de
Noviembre de 1769 hasta el dia 9 de Febrero de 1770; y DcsJe el dia 6 de lunto de 1770 hasta el
día 29 de .Vgosto del dicho i77o.>i» — Remitido por el mismo con caria de i.° de Mayo de 1771
acompañada de un testimonio de cirtas de los curas <obre dichi Visita.— Se m .rea la situación
de H Villa de la Concepción, Santa Inés y Pueblo Viejo y la de las haciendas, trapiches y ran-
cherías qce le son anexas.— Fn la descripción ó explicición que acompaña á este mapa, así c jmo
á los dem.is que le siguen, se dan curiosas noticias ;:c.*rca de la población, costumbre^, idio-
ma, etc.. etc.— Fn colores.— 33 X 20 centímetros.—Fstante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (tj— Cua-
I derno i— Folios 18 y 19.
1768-70
75 (viMapa del Curato de los Escldbos.y>
Se marca la situación de los pueblos ane.vos de Qua.xiniquilapa. Jumay y Mataqucscuinia y la
de las haciendas que hay en su jurisdicción.— Véase el núm. 74.— Fn colore'?.— 33 X 20 centímc
tros.— Fútante 107,— Cajón i. — Legajo 14. (2) (Cuaderno i.— Folios yi y 21.
1768-70
76 c<Mapa del Curato de Conguaco. ^^
Se marca la situación de lo< pueblos anexos de Isu'ci, .Moyuta, Pasaco y Japaltagua y la de
las haciendas y rancherías que hay en sus términos.— Véase el núuicro 74. -Kn colores.— 33 X 2>
centímetros. — Estante 103.— Cajón i. — Legajo 14. (3) — (',ua. erno i. — Folios 23 y 24.
1768-70
77 «Mapa del Curato de Ahuachapá ó Aguachapam.i>
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de .\tt.'C ) y T. cuba y la de las haciendas
y trapiches que hay en sus términos. -Véase el núm. 74.— Fn colores.- 33 X 20 centímetros.—
Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (4)— Cuaderno i.— Folios 26 y 27.
1768-70
78 í<Mapa del Curato de Apanecay> (San Andrés).
Se mnrc» la situación de los pueblos de Salqualit »n y Juajua, sus anexos.— \'éasc el oúm. 74.
Kn colores.— 33 X 20 centímetros.— P-stantc 103.— Cajón i. -Legajo 14. (5)— Cuaderno i — 'o-
lios 28 y 29.
1768-70
7^ cíMapa del Curato de Nahuisalcoy^ (San Juan).
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 207
Se marcí la situación de sus anexos los pueblos de Matzahun, Hutzla y Huitzapan y la de una
hacrenda. — Véase el núm. 74.— Kn colores.— 33 X aocntimetros.— Kstante 10^.— C jón 1. — Lega-
jo 14. (ri)— (Cuaderno i.— Folios 2«) y 31.
I 768-70
80 «Mapa del Curato de Sonso nate.'»^
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Mipicl, San I'rancir.ci», San Antonio
y Santa Isabel y la de las haciendas, irapiclics y salinas que hay en sus términos. Véase el nú-
mero 74 Kn colores.— 33 X 21) clniimetros. — Hitante 103. — (',ajón i. — Lcfíajo 14. (7) -CuatUTno í.
Folios 31 y 32.
I76S-7O
81 "Mapa del Curato de Cj///co.»> .
Se marc.i la *i¡tunci<"ín de sus ;inex;>s l«)s pueblos de NauIir«f?o. (íuayman;:o v Juyuía y la tí»
líos haciendas que hay en sus términos —\case el núm. 74— Kn colores. -33 X :.'o centímetro^. -
Ks:ante 103.- r.ajón i.-Lejíí'jo 14. (Sy-Cuad." 1. — Folios 33 y 34.
1768-70
82 oMapa del Curato de /sci/co.»
No tiene anexos, pero se señala la situación de las dos parroquias en que se divide.- Véase ti
número 74.— En colores.— 33 X 20 centímetros --Kstante 103,— Cajón 1.— Legajo 14. (y).— Cuader-
no 1.— Folios 35 y 36.
1768-70
83 í«Mapa del Curato de Guaymoco^^. *
Se marca la situación de sus anexos los ( ueblos de Caculuta (San Julián), Sapotan (Santa
Isabel). Cuí/nagua (San Lúeas) y Misaiá(San Miguel) y la de dos haciendas que hay en sus tér-
minos.—X'case el núm. 74.— Kn colores.— 33 y 20 centímetros.— Estante 103.— (^ajón k -Lcfrajo
14. (10)— Cuad.* I. — Folios 37 y 38.
1768-70
84 í<Mapa del Curato de .l/cos.»
Se marca la situación de sus ;incxos los pueblos de Talniquetepet, Comasagua, Tamanique
Chiltiupa, Tiotepeque y Xicalapa y la de varias haciendas que hay en sus términos.- Véase el
núm. 74.— Kn colores.— 33 X aocentímetros. — Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (11)— Cuad." i.
— Folios 39 y 40.
I 768-/0
85 («Mapa del Curato de Mexicanos. y^
Se marca It situación de sus anexos los pueblos de Aculhuaca, San Sevastian y Ayustatepe-
que.— Véase el núm. 74.— PJn colores.— 33 X 2:1 centímetros.— Estante 103.— Cajón i. -Legajo 14.
<i2)— Cuad.® I.— Folios 41 y 42.
1768-70
86 «Mapa del Curato de San Salvador, y>
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Cuscatoncingo, Faleca. .Apopa, Nexapa,
<)uesaltepeque y Guazapa, y lo de las 23 haciendas que hay en sus términos.--Véase el núm. 74.—
En colores.— 33 X ao centímetros. —Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (13)— Cuaderno i.— Folios
43 y 44.
208 REVISTA DE ARCHIVOS
1768-70
8/ «Mapa del Curato de San Jacinto.»
Se marca la situación de ^us anexos los pueblos de Panchi maleo, Ouisuctr y Cuscailin y la de
cinco haciendas que hay en sus términos.— Véase el núm. 74.— Ka colores.— 33 < 20 ccnlimeiros.
— Ksiihlc 103.— Cajón i.— Legajo 14. (14) — C^.uaderno 1.— Folios 46 y 47.
1768-70 '
88 «Mapa del Curato de Texaquangos}> (Santo Tomás).
Se marca la situación de sus anexos lo> pueblos de Santiago y San Míreos.— Véase el núme-
ro 74.— En colores— 33 X -'"«^t'ntííneiros. -Estante 103. — Cajón 1.— Legajo 14.(15) -Cuid." 1.— Fo-
lio; 4 ly 5o.
1768-70
89 «Mapa del Curato de Olocuiliay> (San Juan).
Se marca la situación de sus anexos los pueblo; de San Juan de Tacpa y Santa Catharin.i y la
de los Valles, haciendas y estanzuelas que hay en sus términos.— Véase el núm. 74.— En colores.
33 X 20 centímetros.— Eslintcf 103.— Cajón 1.— Legajo 14. (16, — Cuad.** i. — Folios 52 y 53.
1768-70
90 «Mapa del Curato de Mat^ahuatiy (Saw Pedro).
Se marca la situación desús anexos lo> pueblos de Sinti .María Magdalen i Tapalhuac ,San
Fra cisco Chiíameca, San .\ntonio Matzahuat, San Ju tn l'epezontcs y San .Miguel Tepozontes;
la de los ríos de Comalapa y de Giboja y la de los valles y haciendas que hay en sus términos. -
Véase el núm. 74. —En colores.— 33 X ao centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (17) —
Cuaderno i.— Folios 55 y 56.
1768-70
91 «Mapa del Curato de Nonnalcoi) (Santiago).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Juan, San Pedro y Santa María Ostu-
ma; la de los ríos de la A¿¿ua, de Santa María y de San Juaq y la de las haciendas que hay en sus
términos.—Véase el núm. 74.— En colores. -33 X 20 centímetros.— Estante 103. -Cajón ¡.—Lega-
jo 14. (18)— Cuaderno 1.— I^olios 58 y 59.
1768-70
92 «Mapa del Curato de Zacaiecoluca.»
4iSe marca la situación de sus anexos los pueblas de Analco y de Tecolucí y la de varios ríos
que cruzan sus términos.—Véase el nún. 74. — I'^n colores.— 35 X 20 centímetros. -Estante 103.—
Cajón I.— Legajo 14. (19)— Cuaderno i.— Folio* ói y 62.
1768-70
93 «Mapa del Curato de Usuluian.i)
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Santa .María, Xiquilisco,Tecapa, Jucuapa,
Chinameca y Lolotique, la del Río Lempa, la de los volcir.es de Sao Vicente y San Miguel y la
de las haciendas que hay en sus términos. -VéaSc el núm. 7/.— En colores.— 33 X 2ocentímetro^.
Estante 103. — Cajón i. —Legajo 14. (20)— Cuaderno 1.— Folios 63 y 64.
1768-70
94 aMapa del Curato de Ereguaiquin.fi
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 2O9
Se marca la situación de sus aacxos Iüs pueblos de Mexicapa, Jucuarao. Uluazapa, Cornaca-
rao, Jucuayquin y Jocoro, la del Río Grande, la del volcán de San Miguel y la de varias hacien-
das que hay en sus términos.— Véase el oúm. 74.— Kn colores.— 33 X 2^» centímetros.— Fst. nte
103. —Cajón I.— Legajo 14.— (21)— Cuaderno i.— Folios 66 y 67.
1768-70
95 «Mapa del Curato de San Miguel.^)
Se marca la situación de sus anexos la Villa de Chapeitique y los pueblos de Quclepa y de
Moncagua, la del volcán de San Miguel, l.i del Rio Grande y I.i de las haciendas que hay en sus
términos.- Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X 2) centímetros.— Estante 103. —Cajón i.— Lcga-
jt) 14. (22)— Cuaderno i.— Folios O7 y (V8.
1768-70
96 «Mapa del Curato de la Conchagua.^
Se marca la situ «ción de la c.ibecerá que es Yay tntiquc con sus anexos los pueblos de Con-
chagua, Amapala é Intipuca, y la de las haciendas que hay en su^ términos.— Véase el núm. 74.—
En colores. — 33 X 20 centímetros. -Estante 103 —Cajón 1.— Legajo 14. (23)— Cuaderno i.— Folios
70 y 71.
1768-70
97 «Mapa del Curato de Gotera.i)
Se marca la situación de sus anexos los pueblos Je Chilanga, Lolotiquillo, Sence ubla, Yama-
bar, Guatiyagua, Anamorós, Polorós y Lislic; la de el Río de Gotera y la de las haciendas que
hay en sus términos. -Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X 20 centímetros.— Estante 103.— Ca-
jón I.- -Legajo 14. (24)— Cuaderno i.— Folios 73 y 74.
1768-70
98 «Mapa del Curato de O^icala.^^
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Miauguera, Y'oloaiquin, Jocoaitique, To-
rola, Perquin, Arambala, Gualacote, Sensimon, Cacaguatique, Sesore y Cacaupera y la del Río
Torola que corre por sus términos de Orie.itc á Poniente.— Véase el núm. 74.— En colores.—
33 X 20 centímetros. —Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (25)— Cuaderno 1.— Folios 76 y 77.
1768-70
99 «iMapa del Curato de Titiguapa.^^
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Sensumtcpeque y Guacotecti y la de las
haciendas que hay en sus términos.- Véase el núm. 74.— En calores.— 33 X 20 centímetros.— Es-
tante 103.— Cajón I.— Legajo 14. (26)— Cuaderno r.— Folios 79 y 80.
1768-70
100 «Mapa d:l Curato de San \ Ícente. ^a (Villa de San Vicente de
Austria).
Se marca la situación desús anexos los pueblos de Istepeque y de Apastepequc; la del volcán
de San Vicente; la del Río de este nombre y la de las haciendas que hay en sus términos.— Véase
el núm. 74.— En colores.— 33 X ao centímetros.— Estante 103.— Cajón 1.— Legajo 14. (27)— Cuader-
no I.— Folios 82 y 83.
1768-70
101 «Mapa del Curato de Cuxutepeque,y>
210 REVISTA DE ARCHIVOS
.Se marca la situación de .;us anexos los pueblos de Hilibasco ó Hilobasco. San Pedro Pesula-
pao, San Bartolomé Perulaguilla, y San Martín Perulagiila y la del Río Giboga que cruza sus
términos. — Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X 2; ceniimetros.— Estante 103.— Cajón i.— Lega-
jo 14. (28).— Cuaderno 1.— Folios 84 y 85.
1768-70
102 oMapa del Curato de Suchiiolo,)^
Se marcí la situación de su-i anexos los pueblos de Tenancingo y Jucuapa.— Véase el núm. 74.
-33 X 20 centímetros.— Estante 103,— Cajón 1.— Legajo 14.(29) — Cuaderno i.— Folios 86 y 87.
1768-70
103 («Mapa del Curato de Chalaienango.i)
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Aroatao, Techondo y Tesaltepeque y la de
lo> Ríos Lempa y Tamilusco que corren por sus términos.— Véase el número 74.— En colores. —
33 X 20 cenlímeros.— Estante 103— (>ajón i.— Legajo 14. (30)— Cuaderno 1.— Folios 88 y 89.
1768-70
104 «Mapa del Curato de Texuíla.f)
Se marca la situación de su anexo ct pueblo de Sítala.— Véase el número 74.— En colores.—
33 X 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (^31) — Cuaderno i. — Folios 90 y 91.
1768-70
105 «Mapa del Curato de Tanacatepeque.'»
Se marc.i la situación de sus anexos los pueblos de Suyapango y Xilopango; la del Valle del
• Ouayabal y la de la Hacienda de los Ganados, que están en sus términos.— Véase el núm. 74.— En
colores.— 33 X 20 centímetroí.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (32)— Cuaderno 1.— Folios 02
y93-
1768-70
106 «Mapa del Curato de Opico.i)
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Tacachico, Jayaque, Tcpccollo y Sacaco-
11o.— Véase el númi 74.— En colores.— 33 X 23 centímetros.- Estante 103.— Cajón 1.— Legajo 14.
<33)— Cuaderno i.— Folios 94 y 95.
1768-70
107 «Mapa del Curato de Texislepegue.y)
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Pedro Chicumquezal y San Juan Atec-
pan Mazagu). la del Valle de Santiago y la Hacienda del Río, de su distrito.— Véase el núm. 74. —
En colores.— 33 X 20 centímetros. —Est.inte 103.— Cajón i.— Legajo 14.(34) — Cuaderno 1.— Folios
^ y 97-
1768-70
108 ((Mapa del Curato de Santa Ana>^.
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Santa Lucía y de Coactcpequc.— Véase el
núm. 74.— En colores.— 33 X 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón i.- -Legajo 14. (35)— Cuader-
no !.— Folios 98 y 99.
1768-70
109 «Mapa del Curato de Chalchuapa.^
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 21 I
Se marca la situación de su anexo el pueblo de Atiquísalla y la de las haciendas que hay ea
sus términos.— \'éase el núm. 74. -En colores.— 33 X 20 centímetros.— Estante 103.— (";:ijún 1.—
Legajo 14. (36)— Cuaderno i.— Folios loo y 101.
. 1768-70
110 «Mapa del Curato de Juitapa.^>
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Yupitepeque, Atescatempa; y r.omapa;
la de la Laguna de Atescatempa; y l;i de lo'i valles y haciendas que hay en sus términos.— \c.oe
el núm. 74. -Kn colores. —33 X 20 centímetros,— Estante I03.— Cajón 1.— Legajo 14. (37)— Onader-
00 1.— Folios 102 y 103.
I76S-7O
111 «Mapa del Curato de Xalapa.^>
Se marca la situación de sus anexos los puebiss de Santo Domingo y Pínula y la de las hi-
ciendas y trapiches que hay en sus términos.— Vcase el núm. 74.— En colores.— 33 X ^ ccntime-.
tros. — Estante 103.— Cajón i. — Legajo 14. (38)— Cuaderno i. — Folios iiv^ y io5.
1768-70
112 c(Mapa del Curato de Jiloiepeque.»
Se marca la situación de sus anexos los pueblos Ycpala y San Marcos y l:t de las haciendas
que hay en sus términos.— \éase el núm. 74. -En colores.— 33 X 20 centímetros.— Estante 103.
Cajón I.— Legajo 14. (3«)}— C',uaderno i.— Folios kx» y 107.
1768-70
113 ".Mapa del Curato de Mita^ ( Ntra. Sra. de la Asumpcion de).
Se marca la situación de su anexo el pueblo de Santa Catharina Mita y la de las haciendas
<jue hay en sus términos.— Véase el núm. 74. -Kn colores.— 33 X 2> centímetros. -7-Estante 103.—
Cajón I. — Legajo 14. (40) -Cu.iderno i. -Folios loij y 110.
1768-70
114 «Mapa del Curato de A/e/rt/7as.»>
Se marc.i la situación ue las haciendas que h ly en sus términos.— Véase el núm. 74.— En colo-
^cs.— 33 X -'> centímetros.— Estante lo^.— C.jjon i. -Legajo 14. (4i)-Cuaderno i.— Folios iii y 112.
1768-70
116 <'Mapa del Curato de Quesalíepeque.y>
Se marc i la situación de sus anexos lo.-» pueblos de Esquipul.is y San Jacinto y la de los va-
Ikí y haciendas que hay en sus términos.— Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X 20 centímetros^
Estante 103. -Cajón i. -Legajo 14. ^42) -Cuaderno i.— Folios 113 y 114.
1768-70
116 «Mapa del Curato de Jocotan.^>
Se marca la situación de sus anexos los puebk»s de l'^omotan y San Juan hermita > la de los
Talles que hay en sus términos.- -Vcase el nújn. 71. — En colores.— 33 X 20 centímetros.— Estan-
te 103.— Caj»»n 1.— Legajo 14. (431— C>uaderno i.— Folio uOy 117.
1768-70
117 «Mapa del Curato de Chiquimula.»
212 REVISTA DE ARCHIVOS
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Kstcvao, Santa Elena y San Joseph. —
Vca<e el núm. 74-— Eu colores.— 33 X 20 ceniimeiros.— estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (44)—
(>uaderno 1.— -Folios 119 y lao.
1768-70
118 «Mapa del Curato de Zacapa.i)
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Santa Lucía, San Pablo y Gualan y la de
las hacicnd.is que hay en sus términos.— Véase el núm. 74.— En coloras.— 33 x » centímetros.—
Estante 103.--r.ajon i.— Legajo i4(45)-«Cuadcrno 1.— Folios 121 y 122.
1768-70
119 «Mapa del Curato de Casaguastlaw) (San Cristóbal).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Chimalapa y Usumatan y la del Rio Gran-
de que cruza sus términos.— Véase el núm. 74.— En colores.— 33 x 20 centímetros.— Estante 103.—
C.ijón I.— Legajo 14. (46) — Cuaderno i. —Folios 123^ y 124.
í 768-70
120 <(Mapa del Curato de San Agustín de la Real Corona.^)
Se marca la situación de su anexo el pueblo de Santa María Magdalena y la de ios valles que
hay en sus términos.— Véase el núm. 74.— En colores.— 33 x 20 centímetros.— Estante 103. -C.i-
jón I.— Legajo 14. (47)— Cuaderno 1.— Folios 126 y 126.
1768-70
121 «Mapa del Curato de Zalama^) (Salama).
Véase el núm. 74.— En colores.— 33 x 20 centímetros. -Estante 103.— Cajón 1.— Legajo 14. (48)
—Cuaderno 2.®— Folio IJ9.
1768-70
122 «Mapa del Curato de Taltiquea ¿(Santa María de Taltic)?
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Pablo Tamahum y San Miguel Tacu-
rub.— Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14.
(49)— Cuaderno 2.®— Folios 131 y 132.
. 1768-70
123 «Mapa del Curato de San Cristóbal,f>
Se marca la situación de su anexo el pueblo de Santa Cruz.— Véase el núm. 74.— En colores.-
33 K 20 centímetros^— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (5o)— Cuaderno 2."— Folios 133 y 134.
1768-70
124 «Mapa del Curato de Cobdn.í>
Véase el núm. 74.— En colores.— 33 >< 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (5i)«
—Cuaderno 2."— Folios 134 y 135.
1768-70
125 «Mapa del Curato de Carchaí> (San Pedro).
Se marca la situación de su anexo el pueblo de San Juan.— Véase el núm. 74.— En colores.—
33 K 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (52)— Cuaderno 2.'— Folios 136 y 137.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 21 3
I 768-70
126 <«Mapa del Curato de Cahbon.í)
Se innrcí la situación de su anexo el pueblo de San Agustín Lanquin. —Véase el núm. 7.;.
Kn colore;.— J3 x 2«) centímetros. -Ksiantc 103.— ('ajón i.— Legajo 14. ^53) -Cuaderno 2"— Fóli >s
138 y 139.
1768-70
127 oMapa del Curato de Ravinal.íy
Néase el núin. 74. -Kn colores.— 33 x 30 centímetros. — Estante 103.— <'.ajón 1.— Legajo 14. (í»4>
Cuaderno 2." -Folios 141 y 142.
1768-70
128 «Mapa del Curato de Cabuleo.»
Véase el número 74.— Kn colores.— 33 x 20 centímetros.— Estante 103. — <>aj'>n i.- Legajo 14.
(55 — 'u.iderqo 2.** -Folio 143.
, 1768-70
129 «Mapa del Curato del Choly) (Santa Cruz).
\éasc el núm. 74.— Kn colores.- -33 x 20 centímetros. —Estante u>3. -Cajón 1.— Legajo 14. (fó-
Cuaderno 2. — Folio 144.
1768-70
130 oxMapa del Curato de Salcabaha> (San Andrés Sacabahá).
Se marca la situación de su anexo el pueblo de San Bartolomé Jocotenango. — Véase el nú-
mero 74.— En colores.— 33 x 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (57)— Cuader-
no 2.''— Folios 145 y 14^».
1768-70
131 «Mapa del Curato de Uspantan.y)
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Sacapulas (Santo Domingo) y Cuné.^.—
Véase el núm. 74.— Kn colores.— 33 x «> centímetros.— Estante 103.— Cajóo i.— Legajo 14. (58)—
Cuaderno 2."— FoIí«js 147 y 148.
1768-70
132 oMápa del Curato de Nevaba (Santa María).
Se marca la situación de sus antxos los pueblos de San Juan Cotzal y San Gaspar Cahul.—
Véase el número 74. —En colores.— 33 x ao centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (Sj) -
Cuaderno 2."--Folios iSdv i5i.
1768-70
133 «Mapa del Curato de Jocopilasi> (San Pedro).
Se marca la situación de su anexo el pueblo de San Autonio Ylotenango.— Véjase el núm. 74.
—En colores.— 33 x 20 centímetros.- Estante 103.— Cajón i.— Leg.ijo 14. (f»)— Cuaderno 2.**—
Folios i53 y 154.
1768-70
134 «Mapa del Curato de Sania Cru^ del Quiche».
214 REVISTA DE ARCHIVOS
Se inarc.i la situación de su anexo el pueblo de Lcmoa y la de las haciendas y hatos que hay
en sus términos.— Véase el núm. 74.— En colores.— 33 K 20 centímetros. —Estante 103.— Cajón i.—
Legajo 14. (6i)--Cuaderno 2,°— Folios i55 y i56.
1768-70
135 c<Mapa del Curato de Chichicastenango^) (Santo Tomás).
Véase í'l número 74.— En colores.— 33 K » centímetros.— Esunie 103.— Cajón i.— Legajo 14.
(62)— Cuaderno 2."— Folios 157 y i58."
1768-70
136 c<Mapa del Curato de La^acualpao (espíritu Santo).
Véase el núm. 74. -En colores.— 33 K 20 centímetros. —Estante 103. -Cajón i.— Legajo 14. (63)
Cuaderno 2.<*— Folios lóo y 161.
1768-70
137 «Mapa del Curato de Xoyabah^ (Santa María).
Véase el núm. 74.— En colores.— 33 K 20 centímetros. -Estante 103.— (>ajón i. — Legajo 14. ((V4)
Cuaderno 2.*» -Folios 1O2 y 163.
1768-70
138 c(Maj:>a del Curato de San Martin de Xilotepeqne.í>
St marca la situación de las haciendas que hay en sus términos.— Véase el núm. 74.— En co-
lores.—33 x ao centímetros. —Estante 103.— Cajón I,— Legajo 14. (o5)— Cuaderno 2." — Folios i(^b
y 166. %
1768-70
139 «Mapa del Curato de Zumpango^) (San Agustín).
Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X 20 centímetros.— Estime 103.— Cajón i.— Legajo 14. (6é)
Cuaderno 2."— Folios 167 y ió8.
1768-70
140 «xMapa del Curato de San Pedro Zacatepeque.ñ
So marca la situación de su anexo el pueblo de Santo Domingo Xinacoh, y la de las haciendas
que hay en sus términos, -\case el núm. 7.1.— En colores.— 33 x 2) centímetros. — Estante 103. -
C.ijón I.— Legajo 14. (Ó7)— Cuiderno 2.°— Folios 109 y 170.
1768-70
141 «Mapa del Curato de Pacicia^y (Santiago).
Se marca la situación de los v lies que hay en sus términos.— Véase el núm. 74. — En colores.—
33 X 20 centímetros. -Estante 103.— Cajón i.— Legíjo 14. (68)— Cuaderno 2.*— Folios 171 y 172.
I76S-7O
142 «Mapa del Curato de Comalapan>y (San Juan).
be marca la situación de su anexo el pueblo de Santa Cruz Valanyá.— Véase el núm. 74. — En
colores.— 33 x 20 centímetros.— Etante 103.-- <'.ajón 1.— Legajo 14. (69)— Cuaderno 2. <*— Folios
173 y 174-
(Continuará.) Pedro Torres Lanzas.
BIBLIOFKCAS Y MLSKOS 21 5
DOCUMENTOS
I
RELACIÓN
DEL AUTO l>I IR <,)! r SK HIZO EN SEVILLA CONTRA LOS UTEBANOS EN EL AÑO I 55o '
M.DIJX
Esie año no se predico bula de cruzada, pero hizo la s^' inquisición vn solem-
nissimo aulo contra los enemigos de la fee y especialmente contra los herejes
luteranos perseguidores de las bulas y mas de la s^* cruzada. Fue este el auto
primero que se hizo en la pla^a de S. Francisco, porque antiguamente se hazian
en las gradas, a las espaldas de el sagrario, donde por lo Urgo de la librería se
hazia el cadahalso de los penitenciados, y frontero de el donde se venden los
<;apatill()S el tablado de los S.csí inquisidores, y el ultimo que alli se hizo fue do-
mingo 2? «le febrero de el año de 1549, y no se hizo otro hasia este de que dire-
mos, con el qual se dio el feliz principio contra los luteranos perseguidores de la>
bulas, U) qual paso en la forma siguiente. Aviendose pregonado este dicho auto
vn mes antes con la solemnidad y lugares acostumbrados, que son las gradas, l:t
plasja de S. Francisco y la Fería, concurrió a uerlo grande multitud de forasteros,
ansi de Castilla la Nueva y Vieja, como de otras partes. Estauan en este tiempo los
calabos'os y cárceles de el castillo tan llenos de pres(>s que obligo a los S.cs inqui-
sidores dar lugar a que muchos delinquentes que salieron en el auto se estuuiessen
en sus casas, y el que esto escríue vido a algunos, y conoscio a uno que comió en
su casa el uiernes antes de el auto y luego el domingo siguiente salió para el que-
madero. Llegado pues el dia señalado que fue domingo 24 de Set.e de el dicho y
dicho año de ibbcu se empego el auto a las 8 de la mañana; salieron en el setenta
y nueve personas; las veinte y una para quemar, que fueron siete mugeres y 14
honbres. Salieron con sanbenito doce hombres y qualro mugeres, los demás con
varias penitencias. Predicó el dotor Gon9alo Millan, consultor de el Santo üff°, y
administrador de el hospital de el Cardenal que al presente llaman de s. Ermene-
gildo. Tomo por thema aquellas palabras de los cantares cap. 2 que dizen capite
iiobis nulpes paruulas, quiv dcmoliiintur niñeas. Duro el aulo casi hasta la oración,
auiendo concurrido en leer por lodo este tiempo tres secretarios los quales junta-
mente en tres pulpitos estuuieron leyendo cada qual su processo. Muchos de los
presentes ¡uan preparados con papel y tinta para escríuir lo que viessen y oyessen,
pero luego al principio mandaron los sc^* inquisidores recoger lodo lo escrito, y que
nadie escríuiesse mas, y desde entonces se a guardado esta costumbre. En este
auto se mando derribar y arar de sal una casa que esta frontero de la de los locos
junto a la de los niños de la dotrína por que en ella enseñaua Costantino la secta
luterana. El dia siguiente al auto que fue lunes licuaron a la cárcel perpetua a las
diez y seis personas que dixe, donde al domingo siguiente fueron los padres de la
I Esic documento fnc descubierto y copiado en Septiembre del año pasado por nuestro in-
olvidable compañero D. Pedro Roca, coD ocasión c'e buscar datos para su c^^tudio referente á
uxia bula incunable de indulgencias, comenzado á publicar en la Retista.
3.* ¿rOCA.— TOMO Tin. H>
2l6 REVISTA DE ARCHIVOS
Cumpania a dezirles la dotrina cristiana y hazerles platica, lo qual se ha hecha
siempre mientras a auido comodidad. Era en estos tiempos Arzobispo de Seuilla y
inquisidor general don Fernando de Valdes, inquisidores de Seuilla el licenciado
(jasco, y el lic«Jo Carpió: alguazil del s^" off° don Luis Sotelo, receptor Domingo
de Aspeita: Secretarios Pablo (larcia, Nullo de Herrera y vn fulano Naueda. Al-
cayde la cárcel perpetua Ju" de Qamora. Kstaua entonces esta cárcel en un corral
que es agora de vozin«»s al íin de caldedados cerca de el barrio de don Pedro
Ponce que agora se llama de la Encarnación, en el qual corral estuuo mas de
cien años hasta que cí año de 574 siendo vicealcayde (por (iaspar Marco diffuni«o
Francisco Pérez que entonces era de el santo off° se paso al corral de el ai^ofeiio
que esta en cal de la sierpe, de donde se pas<i a diuersas partes, y al presente qu"
esto se escriue que es el año de (mi esta en Triana, por quantí) auiendose dado
cabo (por la diuina misericordia) de los eneniigos de las bulas, y perdonado í;c-
neralm^c a los judios y echado de España a los moriscos faltan m< radores para
ella, y plcga a Dios que siempre asi sea. Predicauan contra esta gente en estos
tiempos muy al descubierto el Pc Madrid y el Pe Baptista de la í-onp" de Jhs.
Viuian entonces estos P^^ junto a st-"» de (íracia, de donde se pasaron al sitio donde
esta al presente la casa professa: pero los herejes no predicauan sino disimulada-
mente y con a'qu[vocaciones, por lo qual vn») de los dichos padres muy a menudo
solia predicando repetir estas palabras, diciendo. Declárate hereje: pero ellos jamas
se declararon hasta que el fiscal les leyó la su cartilla. En este año se dio principit^
a la loable costübre que hasta oy dura de que las parroquias hagan algunas uezes
las fiestas de el sanctiss.° Sacramento, saliendo por las calles, y la primera que
empC(^o fue la yglesia collegial de s. Saluador, a la qual imitaron luego las demás.
El autor de estas fiestas se sospechaua auer sido el p^* Diego de Avellaneda, el
qual siendo reior el año de í>4 de el colleg'* de la c^omp" hizo una solemnissima
processicm por los claustros que entonces tenian, y fue esta la postrera que hizic-
ron los dichos padres. Todas estas processiones y fiestas tuuieron por íin prime-
ramente por la honra deuida a tan altiss" sacramento, y la causa motiua fue para
confundir a los herejes, de los quales auia tantos por estos tiempos en Seuilla,
que Cíírria entre ellos un dicho, que para tal tiempo, o ellos quemarían o los que-
marían a elU>s; quiso nro Señor por su infinita bondad que se cumpliessc lo se-
gundo, antes que llegasse el plazo por ellos puesto, enpe^^andolos a quemar el año
de que uamos habland<i, y prosiguiendo el inmediato siguiente de 56o en el qual
quemaron en persona otros veinte y uno y tres en estatua, que fueron el dolor
(^^nstant¡no, el dotor Egidio, y el maestro Vargas; de los dos primeros se dezia
publicamente que eran dos columnas de la fe y sancta yglesia de Seuilla, y por el
tercero se dixo el prouerbio de que usamos qu" se ol'resce algü caso diflicultoso.
Dígalo Vjr¿^7s; porque fue en su tiempo tenido por muy docto: las estatuas de los
dos primeros salieron en sendos pulpitos y la de el tercero en una catreda, y tras
de cada una yua un ataúd donde lleuauan los guessos de el dueño de la estatua
precedente. Salieron con sanbenito siete mugcres entre las quales salió una la qual
hallaron in fraganti escriuiendo sobre las epistíilas de s. Pablo qu" la fueron a pren-
der; honbres salieron solos quatro con sanbenito para la cárcel perpetua. Por
causa de la multitud de herejes que en el año de 39 de que uamos hablando auia
en Seuilla se pusieron puertas a la puente de una y otra parte, las quales se cerra-
uan entonces cada n<jche propter timores nocturnos, quiero dezir porque los herejes
de Seuilla pasasen a Triana, hasta que los lleuassen, y la primera noche que se ce-'
BIBLIOTECAS T MUSEOS 21 7
Traron fue sábado bispera de el auto primero de que vamos hablando, y no es de
•espantar que este alboroto se temiesse, porque en Seuilla cantauan los muchachos
•de noche esta copla:
Viua la fee de Christo
y la santa Inquisición,
y quemen a Constantino
perro malo engañador.
Y fueron los pobretes obligados a callar por los golpes y pesco9ones que les
dauan los herejes diziendo: calla vellaco. Y yo también porque no me digan otro
tanto los muchos que agora ay en Seuilla callare también los muchos papeles que
cada mañana se hallauan por las calles los quales contenían muchas blasfemias
contra nra santa fee católica, contra el papa y contra sus bulas. Valia en estos
tiempos en el albóndiga de Seuilla una hanega de trigo seis y ocho reales; una
gallina vn real; un cabrito dos reales; los muchachos de escriuir y contar pagauan
un real cada mes, los estudiantes pagauamos dos reales; valia una mano de papel
medio real, medio quarlillo de tinta fina dos marauedis, auia también mas llaneza
y bondad de la que agora ay, y no tantos dones (no del spiritu Santo) como agora
ay. Y esto baste para suplir el lugar que auia de occupar la bulla de el año de i bb%
lo qual se acabo de escriuir sábado veinte y quatro de setienbre del año de mil y
seiscientos y onze, en el cual dia se cumplieron cinqüenta y dos años después de el
-dicho primer auto, en el qual las bulas empegaron a triunfar de sus perseguidores.
Ja gloria sea a Dios Amen.
discite iustiliam monili et non temnere bullas
Gaspar de (^.amora.
Pues lodauia queda papel, quiero añadir algunas cosas de las que dexe de dezir
por la breuedad, y lo primero aduierto, que los rostros de las estatuas de los que
murieron en las prisiones iuan tan al natural, que quien auia conoscido sus due-
ños, luego caya en cuyas fuesen: lo qual se a de entender de los demás autos y de
las figuras que están en los sanbenitos en el claustro de la yglesia maior; y la razón
Jcsto es porque aqullos señores en cogiendo a alguna de estas personas por su
casa, con cierta traída secreta de que usan, luego le hazen un retrato muy perfecto
para lo que pueda suceder. Quanto a lo que dixe que aquellos profetas de dos
caras predicauan con equivocaciones y con menosprecio de las bulas pondré aqui
dos exemplos délos quales se podran collegir otros. Predicando uno de ellos truxo
a su proposito las palabras de Christo en la -^¿t consumatum est, y explicólas di-
ziendo: /a, señor, no mas ayunos ni a<;otes, no mas cruí{ ni penitencia etc. los cató-
licos entendían que ya esto auia cessado para la persona de Christo: pero los
herejes entendían que sin nada deslo se puede una persona saluar, por aucrse ya
acabado. Otro de ellos dixo en el pulpito que una uieja le auia preguntado un caso
y fue, que por desastre el alcuza se le derramo sobre la bulla de aquel año, y una
perrilla al olor de el azeite se la comió, y uisto este trauajo: ¡o perra marquesina!
que as hecho? y ^qual de las dos a de ganar las indulgencias, y comer guevos esta
quaresma? ^yo que di mis dos reales, o tu que te comiste la bula.'* mal prouecho te
haga. No pienso que acónteselo acaso sino por diuina prouidencia, que entonces
quando las imágenes, y medallas, cruzes, y cuentas benditas se tenian en poco,
vuiese en Seuilla un honbre pobre q llamauan Marchena, el qual aunq no tenia
mucho juizio, tenia mucha deuocion, y como la quemazón andaua entonces tan
21 8 REVISTA DE ARCHIVOS
caliente, achacáronle al pobre los muchachos que lo auian de quemar, porque era
hereje, y auia comido ensalada en uiernes, con lo qual le hizieron acabar de perder
el poco seso que tenia, pero tuuolo mucho para hazer lo q hizo, y fue que por
mostrarse católico andaua cargado de cosas de devoción, traia al cuello muchos
rosarios, cuentas benditas, cruzes, medallas, y agnus Dei etc. y deste genero todo
quanto podía imaginar, para fin de que los muchachos no lecorriessen por hereje;
pero yo mas lo atribuyo a la diuina prouidencia, que queria quebrar los ojos a los
herejes con q apesar suyo se tomassen estas cosas para mas prueba contra ellos,
y que uiessen por sus ojos que aun hasta los locos tenian a estas cosas reuerencia
y deuocion, lo qual ellos por ser mas locos auian perdido y al fin le ualio al buen
honbre su tra^aísi ya no fue de algún católico q se lo aconsejo) pero principalm^e
lo atribuyo yo al que con mosquitos sabe atropellar exercitos, al qual sea dada la
gloria por todo Amen. El papel se acaba y acabemos con auer dado a Dios la
gloria por todo. Amen etc. »
Por la copia,
Pedro Roca.
II
DICTAMEN DE JERÓNIMO ZURITA
ACERCA DE LA PROHIBICIÓN DE OBRAS LITERARIAS POR EL SANTO OFICIO 2
En lo que toca a los libros que dañan las costumbres, pare<je que se puede
considerar en dos maneras: o son libros latinos, o vulgares en español o en otras
lenguas. Los que tratan en latin esta materia son de tres ordenes: Epigrammata-
rios, como Catullo y Marcial y la Priapeia que anda al cabo de Virgilio: Elegiacos,
como Tibulo y Propercio y Ouidio; otros son Cómicos, como Plauto y Terencio.
De todos estos el índice del Concilio di^e que los puedan tener, mas que en los
estudios no los lean a los muchachos. Esto está muy sancta y prudentemente
mandado; que si los tedaran absolutamente fuera quitar toda la imita(^ion y pro-
priedad de la lengua latina, porque Ouidio tiene gran ingenio y esperien<íia de
muchas cosas y las* pone delante los ojos con gran facilidad y eloquencia: Tibulo
y Propercio tienen mucha elegancia y ornato y tratan esta materia como caualle-
ros que eran muy cuerdos y bien hablados: Catullo y Marcial tienen mucha agu-
deza, y aunque en Catullo ay algunas deshonestidades, escriuelas,con buen termi-
no, como se dixo de Tibulo y Propercio; ay en el machas virtudes de poésia y
imitación de autores griegos. Marcial habla en esto más deshonestamente; quando
no trata de cosas lasciuas tiene auisos dichos con malicia sabrosa y erudita, em-
buelta en mucho donayre, por donde aduierte de las ineptias y pesadumbres que
algunos dan por no mirar en ellas o por no saber mas.
1 Hallase á la;; espaldas de un grabado en madera que dice en una linca imprcsi en la parte
superior: Niestra señora r»E la hkña dk frangía. AI pie en tres lineas impresas; «Por quanto
vos disíes vuestra piadosa Jimosna para los gastos y reparos y Hospitalidad de la casa y
monasterio de nuestra señora de la Peña de Francia, nos el prior y convento de la dicha ca&a
os hacemos participante en todos los bienes spirituales que en la dicha casa y orden se fai;^en.*
Se representa á la Virgen teniendo en la mano derecha una plant , el Niño en el regazo, adorado
por un pastor, el pueblo en segundo término, los ángeles al pie, etc. 42 cents, alto x 29 todo el
paj el, 29 X 18 lodo el papel estampa; 23 X 17 la estampa. (Biblioteca de San Isidro.)
2 Ms. autógrafo; dos hojas en folio. Biblioteca Nacional. P. V.— Fol. C.-5. Núm. 13.
BIBLlOTrCAS Y MUSEOS 2I9
Los Poetas cómicos, como son Plaulo y Terencio, no traían de professo esto;
mas porque incidentemente entran en las comedias rameras y mancebos engaña-
dos dellas y se escriuen las astucias y marañas con que los hijos engañan a sus
padres y estas mugeres a los mancebos, pareceles a algunos hombres pios que
estos auctores se veden, lo qual hasta aora ningún hombre docto ha dicho, a lo
menos para quitarlos de las manos de todos, pues aun a los niños se puede muy
bien leer Plauto y las mas comedias de Terencio; para los prouectos no puede
auer cosa mas consideradamente escrita, y asi los auctores de las de Terencio
fueron juntamente con el dos hombres muy sabios y de gran gobierno, Lelio y
Scipion, como se saca de las Epístolas de Jullio a Attico. Platón echó de su Repú-
blica a los poetas porque escriuen las cosas sobredichas, mas entre otras que los
honbres doctos condenan de aquella República vna es esto, y Tyrio Máximo vno
de sus sequaces dice que de la misma manera que son menester en la República
los médicos, lo son los poetas, porque si siempre estuuieran los hombres sanos no
ubiera necessidad del los, y asi mesmo sino tuuieramos necessidad de afloxar el
arco de la consideración de cosas graues no fueran menester poetas; mas que para
esto, como aquel di^e, son muy necessarios. Bien veo que seria mejor gastar aquel
tiempo en letura de Sanctos, sed non omnes capiunt verbum istud; y pues estas
materias no las han de dexar los mo^os mejor es que tengan estos buenos auctores
donde ceuandose en la elegancia 'y virtudes de la poesia dellos se resfrien para
otras cosas; que ya yo e conoscido persona que en semejante afecto se ha reme-
diado con hacer vna égloga, donde occupado en el estudio de la eloquencia y
ornato de aquel po¿'ma desahogó honestamente su pena; y también se de vn
pintor que hacia lo mesmo con occuparse en pintar o el retrato o alguna buena
inuencion a aquel proposito. Aristóteles, gran maestro de las cosas morales, en el
VIII de la Política solamente veda la música que enseña cantares suzios. El Car-
denal fray Francisco Ximenez, varón piadoso y prudente, en sus constituciones
manda que lean a los menores los primeros quatro meses del año los distichos de
Michael Verino o Catón, o hymnos y orationes, y después les lean alguna come-
dia de Terencio, como lieaulontimorúmenoSy Adelphorum, la Hecyra; a los me-
dianos los quatro meses primeros a Sedulio, Juuenco, o otro poé'ta christiano, y
después a Virgilio; a los mayores a Horacio o Lucano o al mismo Virgilio. Resol-
uiendome digo que ninguno de los sobredichos auctores latinos se debe vedar. En
los estudios mándese que no se lean a los mochachos los libros siguientes: Catu-
llo, Marcial, los libros de \a.i elegias de Ouidio, los libros De arte amandi del
mismo auctor, lá Priapeia que anda al cabo de Virgilio, algunas pocas odas de
Horacio, porque las demás en aquel genero son excellentes El Eunucho de Teren-
cio, algunas de las Satyras de Juuenal donde se reprehenden vicios sensuales y
malditos de aquel tiempo, los quales plega a Dios no aya aora.
La segunda parte que arriba se propuso es de los libros vulgares, asi en otras
lenguas como en la española; los de otras lenguas en la gente ordinaria ay pocos
que los entiendan, y ansi los tales libros que tubieren eloquencia o ingenio y las
virtudes de poé'sia que aprouechan para formar y enriquecer el stylo, como esta
dicho de los poetas latinos, aunque tengan algunas cosas menos hones.tas o que
traten ex profeso cosas de amores, parece no se deben vedar; exempli gratia los
sonetos de Petrarcha, los Asolanas de Petro Bembo, el libro de Aretefíla, las no-
uelas de Joan Bocatio, los Cánticos de Ausias Marco en catalán y otros semejan-
tes, cuyos authores son hombres sabios y honestos y qu2 hicieron aquellos libros
220 REVISTA DE ARCHIVOS
para mostrar su ingenio con buenos intentos. En las noueias de Joan Bocatio a\
algunas muy deshonestas, y por esto sera bien que se vede la translación del las en
romance sino fuese expurgándolas, porque las mas deilas son ingeniosissimas y
muy eloquentes; entre estos puede hacerse memoria del libro de Teagenes y Cha-
riclea, el de Leucippe y Chitophon, el de Ismenio e Ismene, escritos mas ha de qua-
trocientos años por auctores griegos con ingeniosissimos y honestos argumentos^
trasladados por hombres doctos en lenguas vulgares. En estos allende de la elo-
quencía ay mucha doctrina.
De lus vulgares del romance español (en los quales ay mayor peligro, por ser
cosas que entienden lodos) ay que considerar tres ordenes: vn<js son devotos que
tratan de religión; para estos son algunas de las reglas generales sobredichas. Otros
son de cauailerias y cosas ungidas, los quales porque están sin artificio y sin eru-
dición y se pierde el tiempo en ellos sera bien que no los aya. ecepto los quatro
libros primeros de Amadis, que por ser muy bien compuestos y tratarse en ellos
\nos amores muy castos y la fatiga en que se vido vn Key (aunque cuerdo) por la
in:»ratitud que vso con vn excellente cauallero, y los demás auisos que en ellos
ay, los han trasladado en todas las lenguas. Ay también algunos tratados que
aunque escritos con honestidad el subjecto son cosas de amores, como Celestina^
Cárcel de i4??ior, Question de amor, y algunos desia forma, hechos por hombres
sabios; algunos, quiriendo imitar estos han escrito semejantes obras con menos
recato y honestidad, como la Comedia Fiorinea, La Thebayda, La resurection de
Celestina y Tercera y Quarta que la continuarían; estos segundos todos se deben
vedar, porque dicen las cosas sin arte y con tantos gazefaiones que ningunas ore-
jas honestas los deben sufrir. De los primeros destos digo lo mismo que de lus de
latin.
La tercera orden son poesias antiguas y modernas; de las antiguas ay vna carta
del Marques de Santillana escrita a Don Pedro, 0)ndesiable de Portugal, donde
haze vn cathalogo de los poetas de su tiempo y de antes del que en vulgar escri-
uieron desta materia. De las modernas, que ay muchas, no vei> quien aya hecho
esta diligencia; destos se puede decir lo que dixo Marcial de lus poetas epigramma-
tarios de su tiempo: Sunt bona qua:dam, sunt mediocrian sunt mala multa; aliter
non constat, Auite, (iber. En nuestras coplas de amores se han dicho muchas agu-
dezas y también muchas liuiandades e impertinencias; podria algún hombre de
buen juicio diputado para esto dcxar algunos y quitar otros. La Diana de Monte-
mayor con utras d(^s que la han continuado son cernícalos de uñas enlreueladas.
parte coplas, parte prosa: quisieron imitar la Arcadia de Sanazaro, pero infeliz-
mente; tienen ingenio, muy poco artificio, tratan la liuiandad mas descubierta-
mente, por donde mugeres las leen mucho; libros son que se pierde poco en que
no los aya. Solo vna cosa querria se aduirtiese en esto; que auiendo en la lengua
española tan buenos ingenios está muy falta de libros bien escritos y que la ubie-
ran illustrado, como se ha hecho en la italiana y en la francesa, y si algunos
pocos ay en semejantes materias pudiéndose sufrir no se debrian quitar; tales son
la primera Celestina, las obras de Boscan, las de Garcilaso, las de- D. Diego de-
Mendoza / y las de aquellos auctores que están en el Cancionero general que se
I Tachado: obras de Diego de .San Pedro, del comendador Román, de Gueuara y otras dcsta
manera que solían andar co el Cangionero general que se imprimió en tiempo de los Reyes Oa—
tholicos, las quales todas son muy elegantes y honestas y agudas, fuera de vnas pocas que esta—
uan al cabo, que vienen quitados en el Cancionero que se imprimió en Anrers.
BIBLIOTECAS Y M'JSEOS 221
imprimió en tiempo de los Reyes calholicos, con que se quite del las que el cata-
logo de Kspaña manda. Asi mesmo las coplas de Rodrigo Cotia, del viejo enamo-
rado; el Triumpho de amor de Aluar Gómez de Mendoza, que aunque tratan cosas
de amores traíanlo como fíenle prudente y sabia: y en íín algunos libros han de
quedar para occupar la gente sensual que no sabiendo occuparse en cosas mas altas
por fuerza an de tener algunos manjares gruessos en que se entretengan, y es
impossible según nuestra naturaleza que gente jouen y cortesanos \ ¡ejo-> que tienen
esto por gala no hagan siempre semejantes poemas disfrazados de mil maneras
para escaparse de incurrir en las censuras. De (larciiaso se decir que compile con
los poé'tas latinos y que con gran felicidad los ¡mita y le pueden leer las virgines
Vestales, y asi seria gran perdida para el 'usire de nuestra lengua vedar sus obras.
Lo mismo digo de las de Don Diego de Mendoza quanto a la imitación de*auctores
antiguos y la agudeza de conceptos, aunque la; de Garcilaso lleuan ventaja en ser
mas lisas y mas fáciles y con mas propriedad.
Ksto es lo que se me ha ofrecido que dezir en esta materia, en lo qual puedo
muy fácilmente engañarme por faltarme mejor espiritu y mas doctrina, y asi me
sujeto al mejor juizio y principalmente a lo que el Santo Officio ordenare.
Por la copia,
M. S. Y S.
III
CARTA DH JKRÓMMO DM VICH
r.MBAJADOH KN POMA DE l.(iS HKYES CATÓLICOS, SOBHK l.\ E.NFERMEDAO DE JUIJO II
Y ELECCIÓN DE Kl TIRO Sl.CESOR >
Jueues a los wi dcste Agosto escreui a Vuestra Alteza la dolencia del Rapa, la
qual se continua y se teme que presto dará fin a sus dias 2. Aqui fago y faré todos
los aper(^ebimienlos possibles para que la elección sea libre y aproposito de Vues-
tra Alteza, y he escrito a los Cardenales de Santa Cruz 3 y de (2ossencia4 ahunque
no lo merecen, y tengo por cierto que Cossencia fará lo que deue al seruicio.de
Vuestra Alteza y procuraré con esperan<;as que el Cardenal de Santa Ouz faga lo
mismo, ahunque del.no confio punto. Pero por ventura por temor de no perderse
del todo y por reconciliarse con Vuestra Alteza fará algo de lo que cumple. Tengo
para mi por constante que esta ha de ser vna negociación la mas laboriosa de'
mundo, a causa desta cisma que tenían comeníjada, porque los Cardenales cisma-
ticos ^ pretenden que los nueuos cardenales que el Papa crió no son Cardenales.
Yo creo que nunca el Collcgio se conformará en fazer Papa de franceses, ni tam-
poco español, pt^rque de amas partes haurá mucho contra peso, y assi creo que
uernan en algún ytaliano, de los quales vnos son de voluntad francesa y otros
española; de la francesa los que concurrirán son el Cardenal de Flisco y el de Final
que son peores qQe franceses; de la voluntad española concurrirán San Jorge f» y
I Bib. Nac. Mss. P. V. Ful. C 40, oúm. 8.-2 Julio II murió el 2! de Febrero de i5i3.— 3 Don
Bernardino de Carvajal.— 4 Francisco Borgia.— 5 Los Cardenales cismáticos eran los que habían
asistido al (^.onoiiiábulo de Pisa, y por consiguiente los partidarios de Francia. Despojados de
su dignidad por Juüo II, su intervención en el cónclave había de ser contradicha por el par-
tido enemigo do Luis XII y amigo de Kspaña. — 6 Cardenal Riario.
222 REVISTA DE ARCHIVOS
Rijoles; está la diffícultad en ganar estos > tállanos que son neutrales, para lo qual
faré mas de poder; puede Vuestra Alteza embiarme a mandar lo que íuere su ser-
uicio cerca desto y si le pareciere algunas cartas para que yo pueda dar a Carde-
nales, que aqui se pornan los sobrescritos de los que allá Vuestra Alteza no tiene
noticia. Tengo preuenidos a los Cardenales que están en Ñapóles y al Cardenal
Adriano » y he escrito a Fabricio 2 que venga aqui, que está en Abrumo, y he es-
crito al Visorey que faga venir a Próspero 3; esperólos cada ora; he apercibido estos
Coluneses, y los principales dellos que de presente aqui se fallan me han dicho que
no tenga cuydado desta ciudad, que ellos la ternan como cumple; que yo prouea
en lo de fuera si franceses viniessen; yo los he confortado que en lo del campo no
piensen, que Vuestra Alteza se falla con muy gran potencia y assegurará el campt»
para qué la elección sea libre, y creo qiíe la potencia de Vuestra Alteza será freno
para que franceses estén quedos y se faga libre la elección, pero haurá grandissima
difficultad en buscar persona, porque certifico a Vuestra Alteza que si a mi con-
ciencia y arbitrio lo dexassen yo no p(»dria con sana conciencia eligir hombre deste
Collegio. Dios Nuestro Señor, cuya es la causa, lo encamine a su seruicio. Quairo
dias ha murió Estefano Zenuchi, vanquero que respondía por el vaneo de Valla-
dolid, y el vaneo ha quebrado, y por esto despachan mercaderes este correo, y a
la hora que parte está el Papa en dispusicion que los médicos no le dan vida de
XII oras; yo estoy a punto para despachar bolando a Vuestra Alteza en muriendo
el Papa. Esta noche passada murió el Cardenal de San Climente 4. El Duque de
Urbino ^ está en Palacio y diz/?n que tiene mucha gente apercebida para ponerse en
recaudo en muriendo el Papa. En Roma xxiii de Agosto sábado vna horade noche
de Dxi. Vich.
Esta carta hauia de leuar un correo que hauia de despachar el vaneo; hase
dilatado y hela dado a este correo que passa de Ñapóles, porque a la hora que
passa, el Papa está fatigado y ha recebido esta mañana los sacramentos y créese
que esta noche morirá. Vuestra Alteza me puede bolando proueer de carta y de lo
que mas fuere su seruicio, como sobre muerte, por ganar tiempo, ahunque en es-
pirando despacharé correo propio. En Roma domingo a medio dia xxiiii de Agosto
de DXi. Vich,
Por la copia.
F. N. S.
IV
LIBROS MANUSCRITOS O DE MANO
[DE LA BIBLIOTECA DEL CONDE DE GONDOMAR]
(continuación)
HISTORIAS DE PORTUGAL
Rui DE PINA. Chronica de Don Juan 2.** Rey de Portugal, en portuguez. F.'
HiERONiMo Franchi Connestaggio. Union del reyno de Portugal con la corona de
Castilla. F." y otros discursos.
I Adriano de Utrcch, preceptor de Carlos V.— 2 Fabricio Colonna.— 3 Próspero C.olonna. -
4 Francisco Argentino, Obispo de Concordia.— 5 Francisco María della Ro veré, Vicario de Pesaro
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
2l3
Relación de lo que ha passado entre (laslilla y Portugal desde que se dio en feudo
por el Rey Don Alonso el ó." hasta que el Rey Djon Alonso el décimo a\(;n el
vasallaje. F.** y otros tratados tocantes á las cosas de Portugal.
Descargo de las conscicncias de los Reyes de Portugal.
HiSTORiAdeMarcoTullioCalabres que quiso hazerse don Sebastian de Portugal. F."
Historia del Pastelero que se nombro Rey de Portugal. 4.°
HISTORIAS DE LOS ROMANOS Y DE OTROS REYNOS Y DE COsAs SLCEDIDAS
KN EL MLNDO
Quinto Ci rcio, Historia de Alexandro Magno. F.°
Quinto Cl rcio, Libro 3.** de la dha. historia. 4.'
Arpiano Alex andrino. Historia de las guerras civiles de los Romanos. 4."
CoRNELio Tácito, libro primero de los Anales. 4.°
Don Antonio i>e (jleiara Obpo. de Mondoñedo. Vida del buen Kmperador 'Ira-
jano, y de los demás hasta .Alexandro. Sin fin. 4."
SiM.MARio de las Vidas de los 12 Kmperadorcs primeros. 4.*
Cjuiliei.mo Bldeo de Asse (que era vna moneda de los Romanos. Van juniu cl
(Compendio de la fortuna por Martín de (x)rdoua. Los Trabajos de Hercules,
etc. 4."
Franc. GncciARDiNo, Historia de Italia. 4.**
Circuito del Reyno de Sicilia y de las prouincias que tiene. 4.*
DisciRso sobre la monarquía Ecclesiasiica de Sicilia.
Historia de la batalla que uvo entre los Christianos de Antiochia y los Moro*» y
Turcos. F."
I-iBRo famosíj llamado c<jnquisia del Vltramar. F.**
Historia de los Reynos Je Francia. F.*' I-ibro muy antiguo y sin principio.
Ordenanzas hechas por los Reyes de Francia. Traduc. por el Secretario <jra-
cian. F."
Historia de los quatro mayores Principes del mundo. F."
Costas del mar Océano. F."
Juan de Coluna de Roma. Mar de las historias. F."
Historia del Rey Henrique 8." de Inglaterra. F."
Libro que trata del viaje de Turquía. F." A y dos deslos del mismo autor. F.**
Historia de los Turcos. F."
Historia de Troya. 4.^ Sin principio.
El 2.' libro de las Illustraciones de la (ialia y singularidades de Troya. Traduc,
por Pedro Barrantes Maidonado. 4.**
Memorial tripartito de antigüedades de varios reynos. 4.® por un Religioso de la
orden de Sto. Domingo. 4.*
Ji AN BoEMo Alba NO, Espejo de Repúblicas, siuc de moribus gentium. 4.*
Cosas notables sacadas de varias historias. 4.**
Libro de varias historias. 4."*
Valerio Máximo, Hechos y dichos de ¡Ilustres varones Griegos y Romanos. F.*
El mismo. F.*, sin principio.
historias sagradas, etc.
Vida de n7o. Sr. Jesu Christo. F.* 2 volum. en catalán.
Alonso de Viixeoas, FIos Sanctorum. F.*
224 REVISTA DE ARCHIVOS
S.VN Juan Damasceno, Historia de Barlaam y Josaphat. F.°
CoRONiCA del monasterio de S. Benito el Real de Sahagun. F.®
Sancho de Pleli.es, Historia de nra Señora de Monserrate. F.**
Vida de la madre Teresa escrita por ella misma. 4.*
F. Diego de Paz, Historia de los mártires SS Facundo y Primitiuo. 4.®
Vida y milagros de San Antonio el magno. 4.®
Hegla de la orden de San Augustin. 4.°
Relación de los Traslados de las Bullas de Cister. 4.*
Regla de la orden de la Concepción de nra Señora. 4.° Va junto vn papel suelto de
la misma materia.
Billa de Santa Cruzada. 4.°
L'BRo de las Indulgencias concedidas a la Reyna de España Doña Ana. 8.° iSjS.
-HISTORIA DE LAS ORDE.NES Y CAUALLERIAS DE CALATRAUA, ALCÁNTARA,
SANTIAGO Y TUSÓN.
Historia de ia orden y Caualleria de Alcántara. F.^
Historia de la orden y Caualjeria de Calatraua. F.**
Definiciones de la orden de Calatraua. 4.*
Constituciones de la orden de Calatraua. 4.°
Historia de la orden y Caualleria de Santiago. F.°
Traslado de la Conseruatoria de la orden de la Caualleria de Santiago. 4.°
Leyes de la orden de Santiago. F.°
Priimlegios de los Papas concedidos a la orden de Santiago. F.** en latín.
OrdeSan(;as de la orden y caballería del Thuyson. 4.°
CONSTITICIONES SINODALES
Libro antiguo llamado Constitución Sinodal. 4.®
Constituciones Sinodales por Don Gaspar Quiroga Obpo. de Cuenca. F.* 1374.
LIBROS tocantes A LAS COSAS DIUINAS
Libro de la doctrina Christiana. F.°
Tratado de las cosas que son menester para seruir a Dios. F.*
Kxemplos espirituales ordine Alphabetico. F.°
Juan el \ie\o de Toledo. Memorial demostrando por la ley vieja como es venido el
Messias. F.°
Bonauentura. Regla de los nouicios, y Humberto. sobre la regla de S. Augustin. F.*^
Libro de vicios y virtudes. F.°
Sermones de D. Juan de Tauera Card. de Toledo.
Bartolomé de Villalua. Norte Episcopal. F.°
Pedro Fernandez de Frías. Peregrinaje de la vida humana.
Carta del Papa Pío 2. Jo al Emperador de los Turcos. F.°
Hi (iuicio de Suo. Espejo de la Iglesia. F.°
F. BuiL o Remond Li ll De la vida coniemplatiua. Tratado de la- oración mental
etc. 4.°
Antonio da Madre de Deus. Casos reseruados. 4.° en portugués.
Juan Pérez de Vargas. Manual de Auisos. 4.*
F. Bernal Oliver. Espertamiento de la voluntad de Dios. 4.*
Tratado de la Missa. etc. 4.°
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 325
F. Juan de Vjllagarcia. Dialogo llamado Cadena de Oro. H.*"
Fr. Francisco de Villalobos. Sobre el propheta Isaías. 8.*
Diálogos sobre los tormentos de la vida. 8.°
CoLLOQUio entre el Chrisliano y el Judio. 4."
F. Juan Benito Guardiola. Tratado de las gracias y virtudes de cualquier l*rin-
cipe Christiano. 4.°
Obras y trataiios diíYerentes del P. F. Juan Benito Guardiola. 4/' 3 volum.
Obras y tratados differentes del P. F". Juan Benito Guardiola. F." 2 ví)luni.
F. Juan García de Castro. Regimiento de los Principes. F.*'
Doctrinal de los Caballeros. F.**
SuMMA de casos de Consciencia en Portugués. F.*^
Sermones de f. Cornelio Musso Obpo. de Bitonto, traduc. de Italiano por el Lic.'í^
Pedro de Santanna. 4."
LIBRO DEL ARTE MILITAR
Veüecio. Tratado del arte militar. F." .
Pedro de Alúa. .Ardides y Stralagemas de guerra. F.*'
LiYS GiTiERREz DE LA Ve<íA. .Milicía Kspaño!a. 4.**
Opiniones militares. 4.*
Jr.\N Ramírez. Libro de .Artillcria. 4.'
Libro del .Arle militar. 4.''
Don Sancho dk Loik^no. Arte militar.
Ji. AN Pérez de Vargas. Memorial de las cosas que ^c deu*."-. rer/.cdiar e:i las g'iar-
das de gente de armas. 4.*'
l:bros de fHiLOS'»i'h;A ^ de otras •. xfí^s smí *.í,:\>
Boecio. De :a C'. nsolaci-^n de )a Phi.osophia. F."
Lí. M de Phil«'>'-'pr.:a. V.' en ca'.eian.
Séneca. De Bía Beata. F.'' O de !a . ;da bienauer.t^rada.
Séneca. De \ \¡l Beata. \r .' O de ia /Ja r en a -^ en: -rada.
D:rrEPEN7ES '. T ra^ de Sereba. '. a • jrv T j ! o f, .e' .r. Jv O:* , ;. 'J-: ia ". e«f:/.
F." :.T.p:es>o cr. 5yE:'-.,.:a ir vi.
T: LLioCi.Fi-v,-.. htfyi^^ ',, V:
Ti.ll::- C:-.ef .-.. DeOtr..,.. F.
TviLii, C: ps-.*.. Para: ^ a- O'a. ' :- 'jí-. / Ma'.-:-:;.. '.a':¿ J'A a '. ^.-.a-". tr
e:c. i.^
Las Eth .-• -e Ar s:v:e!eí er. P .Ti'.t. r.
Arist-'.'Tíiií L-.t: «a, i/
Austcte: •-. D:- ^er.e-a: r.t t" . T-r: — t. i
pEDfo S;v ■ Abi' . i--» ra-e -e a :' v-;' a r,a:-ri.. 1 '
Ty.KZAi^'. zt a .^' .■:' a r.a" -'a . .'.-v. ',^a > Tr,e....^a ,,".1, :,»:-.' . :■,' *.
Pey D ' •^k'.'.'. e .^'a^-o-'-a -' a ^- a -t S T' .-a- ...'."a '>*'.*•
Íes. 4-^
. *♦ >s :.?. ::^"'in.7?v fr-.T»»-'**
Don .Aif, ^v. :^£ ', f.- . «. T'arü. r-r z"'. «.ca '. —ti.- -t- Y '
Dr-N J-. A^. \-.f'^ . ?. z. S»*::,'*r-,i i* '-.trj- -a- r/'
F. !>:£.>: ic ^£í>£:,4í. '*ívr.vt 5t Sa,^¿- r/
226 REVISTA DE ARCHIVOS •
Christoi AL DE ViuLAiON. El Schülaslico en el qual se forma vna academia repú-
blica. F.»»
CoLLECciON de cosas differentcs. F."
Platica, secretos y Árbol de Remon de Lull. F.*
Kl Bachiller de la Torre. Vision deleytable. F.*
Villalobos. Libro de cosas morales. F.®
Dehesas de su Mag.ti y su Mesa maestral de la orden de Santiago y prouincia de
León. F."
LiBPo de Archiieclura. F.**
Apophtheíímas y prouerbios glossados. F.°
Tratado de la nobleza y valeniia. 4.°
León Hebreo. Diálogos ce Amor. F.°
Pedro de Horozco. Tratado de Duello. F.°
Andrés Tir aíslelo. Sobre las leyes matrimoniales. F.* re opilado por Diego de Aguijar
Tomas Moro, E utopia o República.
Alfonso de Toledo. Inuencion de las cosas. F."
Libro Malhematico del Asirolabio. F."
Libro Décimo de Lucio Viiruuio de las machinas y Valerius Probus, de nolis Vc-
lerum Romanorum interpretandis etc. F.*
Tratado de Juan de Mena. F.° es letra muy escura.
iJiANDE Licena] Question o dialogo de la felicidad entre el Obpo, Lucena el
Autor y Juan de Mena. 4." no tiene principio.
DisciRSo de natiuilatibus o de los nascimientos. 4.®
Libro antiguo de ca9a de las aues. 4.**
I-iBRo de ca<;a de aues. 4.°
Declaración de las 3o piezas ricas de la tapiceria bordada que se hizo en Bruse-
las, año 1570.
Librillo en 12." largo. Arte de sastres y instrucción para cortar vestidos.
Regimiento para sauer altura da estrela do norte. 4.® en Portugués.
C0NSTITLC10NES del Obispado de Cuenca por el Obpo. Don Gaspar de Quiroga.
F.* 1574.
Lista de la milicia general de la Cyudad de Toro y su tierra. F.®
Ordenanzas de la Ciudad de Toro. F.*
Memorial de las escrituras que están en el arca de Concejo de la Cibdad de Toro. F.'
Papeles tocantes a la ciudad de Toro. F.°
Cuentas del Consejo. F.®
Memorial de los libros de Don Alonso Osorio. F.®
Pleyto de Don Henrique de Guzman Conde de Oliuares. F.*
Capitllos y decretos de la Santa inquisición. F.®
Memorial del pleyto de los Herederos de Juan Pascual y el Lic.do Valdcs con el
Lic.do Varrionueuo de Peralta. F.*
Registro de negocios del Duque de Sessa tocantes al Estado de Milán. F.® i558.
Cartas de diferentes Señores y Lugares para la Ciudad de Burgos en tiempo de las
comunidades etc. y cartas de Adriano Papa 6.** antes que fue electo. F.*
Cartas de Juan de Vega al Emperador Carlos V, año 1644. 4^* 4^- 47» f^**
Cartas de Reyes y otras cosas curiosas. F.®
Cédulas y cartas del Rey Don Phifippe 2.® ai L¡c.*io Antolincz siendo Regente del
rey no de Galicia, desde el año 1379 *^*sta i585. F.*
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 227
Relaciones y discursos de differentes cosas locantes especialmenlc al f<eyno de
Portugal. K.^
Cartas del Rey Don Philippe 2. Jo para Rodrigo Vázquez tocantes a la succssion
de Portugal. F.°
Papeles tocantes al pleyto de l^ortugal. F."
Carta executoria del Rey Don Philippe S.** Año i3ch> F.°
Captas de Reyes y Principes y la historia de Boemia de Hnea Siluio. F.°
Cartas de differentes Principes a la Reyna Margarita; son parabienes del parto etc.
El AiMENTo del Trato. F." traducido de yngles.
Relaciones de despachos de la Reyna de Inglaterra desde el año 1 58o hasta iíVo3. F."
Cartas del Duque de Alúa desde el año iSóy hasta i582.
Cartas y papeles differentes tocantes al Lie. do Alonso Ramírez de Prado fiscal del
Consejo de Hacienda. F.*'
Papeles tocantes a Don Pedro de Franqueza, Conde de Villalonga, y los cargos que
le pusieron. F." 2 vols.
Papeles y cartas del Dr. Gómez Pérez de Santillan que visitó a la casa de la con-
tratación de Seuilla. F."
Pedamos de Historias de Antonio Pérez. F.°
1*APELES y cartas de Don Alonso de Agreda- del Consejo Real de Castilla. F.'*
Reííistro de Escrituras de Francisco Manuel. F."
Papeles tocantes a las Indias Occidentales. F."
Dos DiscjRSos sobre las cosas de Francia, traducidos de francés. F."
Discursos y relaciones differentes y cartas para Diego López de Ayala C>anonigo
de Toledo i523. etc.
Memorial que la villa de Madrid dio al Rey sobre la mudanza de la corte etc? F."
Tratados de paz y confederaciones entre differentes Reyes. F.®
(^vRTAsdeDon Luys de Requesens, gouernador que fue de Flandes por el Rey
Don Phelippe 2.*í£>
Fundación del Monasterio de San Lorenzo el Real en el Escorial por el Rey Don
Phelippe 2. do
Relaciones Arbitrios y otros papeles tocantes a la hazienda Real. F.°4 volumines.
(".ARTAS y papeles differentes y el testamento del Marques de Poza, Presidente que
fue del Consejo de la Hacienda. F.° 3 volumines.
Papeles differentes tocantes a la hazienda Real y al Lie. Jo Paulo de la Laguna.
F." 3 volumines.
Libro muy antiguo de Prouisiones. F.°
Libro donde se toma la razón de las exempciones que se dan de Huespedes. F.**
(Martas y auisos de Principes y personas Illustres. F.°
Cartas del Rey Don Philippe 2.^0 a Garzia de Arze capitán general que fue de
Guipúzcoa y Gouernador de Fuenterabia desde el año 1569 hasta iSX;. F.** Son
4 volumines.
Cartas de Don Juan de Austria y otras personas a Garzia de Arze. F.°
Cartas y papeles tocantes a Garzia de Arze. F.*' 2 volum.
(Martas de differentes personas a Juan Ruyz de Velasco. F.* Son G volumines.
Relaciones, discursos y papeles locantes a differentes cosas curiosas. F.* Soa 47
volumines.
Papeles y discursos differentes sobre las cosas de Italia. F.° Son 2 volumines.
Relaciones y descripciones de algunos lugares del Reyno de Ñapóles. F.®
228 BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Relaciones discursos y papeles diffe'renles a las cosas y gouierno del Estado de
Milán. F.* 21 volumines.
Libro de mano de I>on Luys de Castilla sobre cosas differentes; es su letra de Don
Luys. F.«
Cartas de differentes personas escritas al Duque de Lerma desde el año de 1601
hasta el de 1606. F.° son 38 volumines.
Papeles differentes y consultas tocantes a las cosas y hazienda del Duque de
Lerma. Año de 1604 ^^c. F.*
•Cartas de differentes personas a Don Rodrigo Calderón, Marques que fue de Siete
yglesias. F.® Año 1602. i6o3. 1604.
Cartas de differentes personas escritas al S.r Don Lope de Acuña en el año 1572
y otros. F.® son 8 volumines.
Papeles tocantes al Sr. Dqn Lope de Acuña y de sus seruicios y hazienda. F.^'etc.
(3artas de differentes personas al Sr. Don Lope de Acuña y a mi Señora Doña
Constan9a de Acuña y Auellaneda su hija. F.°
Cartas del Sr. Don Lope de Acuña y de otras personas differentes para Don Pedro
de Acuña. F.* son 3 volumines.
<2artas de differentes personas para differentes personas. F.®
<^ARTAS de differentes personas escritas al Sr. Don Diego Sarmiento de Acuña que
oy es Conde de Gondomar y del Consejo de Estado y guerra de su .Mag.<i etc.
comien9an las cartas desde el año 1692 hasta el de 1620. son 143 volumines.
Cosas de Bayona desde el año iSgS hasta el de 161 3.
Relaciones discursos y otros papeles curiosos. 1.° son 16 volumines.
Por la copia,
M. S. Y S.
ESTADO DE LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ
DESDE sr FrND.VCIÓX H.XSTA EL AÑO i8o5
(gontlnuación)
II
Instituidores y agreoadores posteriores.
Fl doctor Valles, médico de cámara que fué del rey nuestro señor, y Doña Jua-
na de Vera, su muger, por escritura otorgada en Madrid á 12 de Agosto de 1687
<iispusieron que faltando sucesores legítimos de los llamados en dicho instrumento
la Universidad de Alcalá heredase todos los juros que dejaba vinculados para acre-
centar con ellos todas las cátedras de la Universidad repartiéndolas á la porción
que ellas tuviesen; v la casa que tenian en la calle de Santiago de esta ciudad que-
rían que fuese para el catedrático mas principal de Medicina en calidad de usufruc-
tuario.
Don Gabriel de^Zayas, secretario que fué del rey nuestro señor, por su testa-
mento otorgado en Madrid á 3 de Marzo de iSgS fundó una capellanía perpetua en
-el Colegio de estudiantes enfermos de esta Universidad dejando por patronos al
Rector y Consiliarios de la misma.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 229
El Excmo. Sr. Duque de Lerma con la facultad del rey D. Felipe 11 y con cor.»
sentimiento y aprobación del claustro pleno celebrado el 9 de Agosto de 1601 fun-
dó en esta l'niversidad dos cátedras de Teologia de la escuela de Santo Tomás
para que las obtuviesen y las regentasen los frailes de la orden de Santo Domingo
con sujeccion á los estatutos de la l'niversidad y cumplimiento de las condiciones
Con que se celebró la concordia para dichas cátedras á las que señaló el duque seis
mil ducados de principal para que se comprasen 3oo ducados de renta anual, los
aoo para la cátedra de Prima y kh) para la de Visperas; cuya erección v donación
se confirmó por el Papa Paulo V en 2O de Septiembre de 161 3, y en el dia por la
rebaja general de juros goza de salario dicha catead ra de Prima i.i 56 reales v 16 ma-
ravedís, y la de Visperas 578 reales y 8 maravedís, vellón.
El limo. Sr. 1). Lorenzo de Otaduy, colegial que fué del .Mayor de esta rni\er-
sidad y obispo de Avila, por haber sido colegial artista, teólogo, y mayor v cate-
drático de Arles y de Prima de TeoNjgia en esta l'niversidad, hizo una pia^'osa
fundación de ió.chx) ducados de principal con los que se compraron varios juros
en favor de las seis cátedras de Teologia, con la carga de una misa cada semana
que habian de celebrar los regentes de dichas cátedras por turno, suplicand<j á
Dios por la conservación de la doctrina católica en esta l'niversidad y porque pro-
vea siempre á estos reinos de reyes católicos prolectores de esta l'niversidad como
consta del testimonio de la fundación en 18 de Enero de 1Ó17.
El licenciado Estevan Sánchez, natural de Pezuela, por su testamento otorgado
en Madrid á i>5 de Junio de iór8 fundo una Memoria de Estudios, para dos estu-
diantes naturales de aquella villa, en que ordena que si llegasen á ser Cí)legiales ar-
tistas ó teólogos de la l'niversidad de Alcalá se den por cada uno cada año 12,0 »<>
maravedís al (.olegio mayor de San Ildefonso.
El doctor Don Alvaro de Villegas, colegial may<jr de San Ildefonso, de esta l'ni-
versidad, canónigo magistral de la Sania iglesia IVimada, en virtud'de bula del Papa
rrbaio \II1 á 9 de Diciembre de i<')2r», dio al convenio de (>armeliias descalzos de
osla ciudad, 2o.ch)0 ducados por el patronato de la capilla mayor de dicho Con-
vento en que se había de enterrar, trasladando los huesos de sus padres sin que
otro alguno pudiese enterrarse; y nombró por patrono al rector de dicho <>olegi.j-
l'niversidad y que en reconocimiento de tal patronato se le diera á dicho rector
en un día señalado del año una vela de cera blanca.
El doctor Don Andrés Knrriquez de \'il legas, catedrático que fué de Prima de
Teologia de esta Tníversídad y canónigo de esta iglesia magistral, dejó la hacienda
que poseía en la villa de Torrejon de Velasco para c^uq la renta de ella la perci-
biese el catedrático de Prima de Teología de esta TnÍNersidad y que en el caso de
que este catedrático fuese religioS'/, sirviese dicha renta para el de la cátedra si-
guiente y asi de los demás, pues era su voluntad sirviese esta fundación para cate-
drático seglar por la ma>or costa que tienen los seglares en su manutención, como
Consta de su testamento otorgado en Alcalá á 20 de Diciembre de H)2(j.
La reina Dona Mariana de Austria fundó dos cátedras de Teología de Prima v
X'isperas para !os religiosos de la Orden de la (Compañía, por su real cédula de 23
de Julio de lóóy para enseñar la escuela jesuítica; cuya fundación se admitió por
el claustro pleno de esta L'niversidad con las mismas condiciones que había admi-
tido las cátedras del duque de Lerma para los dominicos, señalando la religión de
la Compañía para mantener esu^s catedráticos 2ch.> ducados para el de Prima y 100
para el de Visperas, hipotecando, para la seguridad de esta dotación, todos los
23o REVISTA DE ARCHIVOS
bienes y rentas del colegio que la religión tenia en esta ciudad. Kstas dos cátedras
quedaron extinguidas por real cédula de 12 de Agosto de 1768.
En el año de 1672 representó el claustro pleno de esta l'niversidad al Supremo
(.onsejo que hasta entonces no se habia erigido en esta Universidad cátedra alguna
de derecho civil por haberlo prohibido el venerable fundador en su Constitución b'j
y que la enseñanza de esta Facultad se habia reducido á las lecturas extraordina-
rias, por lo que para complemento de este Estudio general se concediese facultad
para erigir dos cátedras de ínslituta civil, á cuyo fin presentaban medios fáciles
para su dotación sin locar á los de la fundación de la l'niversidad; lo que se con-
cedió por el Consejo en 17 de Diciembre del mismo año, dando la licencia necesa-
ria para fundir las dos cátedras de ínstiluta civil que se conocen hoy en esta Tnivcr-
sidad, las que se dotaron con la r^'nta de un efecto contra las sisas de la villa de
Madrid de 25.ooo reales de principal al ocho por ciento, que producian entonces
2.oo:> reales de renta anual para las dos cátedras, pero por la rebaja de dichos
efectos de villa al dos y medio por ciento solo se cobran hoy Ó25 reales que se re-
parten en dichas dos cátedras á 3i2 1/2 reales cada una.
El doctor Don Gerónimo de Escobar Sobremonte y Cisneros, vecino de esta
ciudad de Alcalá, inquisidor apostólico del tribunal de Toledí), otorgó su testa-
mento en dicha ciudad á 28 de Septiembre de Uk)o ante (ieronimo Aranda, escri-
bano, y por el fundó cierto mayorazgo llamando para su goce varias lineas de sus
parientes y faltando estos, al colegio mayor de San Ildefonso para que fundase
una cátedra de leyes.
(Continuará), Por la copia,
Julio Melgares v xMarín.
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
L*liuiii%iLÍste hétéroloze catalán Pjlro Oiblés, par Ed. Boekmfh et A. Mo-.
rel-Fatio.— (Extrait du Journal des Savants (Julio-Septiembre 1902).
Un humanista español, mal biografiado por Bayle y por Moreri, desconocidt»
del insigne Hübner é incompletamente estudiado por Mrs. Bernus y Besson, halló
por fin en los autores citados en el titulo quien, recogiendo noticias fehacientes,
pusiera de relieve una personalidad cuyo mórito atestigua la correspondencia en
que estuvo con D. Antonio Agustín y con Arias Montano, con el Obispo de Tor-
losa D, Juan, Bautista Cardona, con Pedro Juan Núñez, con Casaubon y Cujas.
Utilizando un interrogatorio de iSqS descubierto en los Archivos nacionales por
Mr. Bernus, han fijado su verdadero nombre de Gales, la fecha aproximada de su
nacimiento (i537) en Ulldecona y los nombres de sus padres, Juan Gales é Isabel
Reyner.
En varias esciielas de Italia y Francia- enseñó filosofía y jurisprudencia, y por
sus profundos conocimientos del hebreo, griego y latín, mereció que D. Antonio
Agustín le introdujese como interlocutor en los famosos diálogos De emendatione
Gratiani. Debía constituir el fondo de su carácter una absoluta independencia de
juicio en materias teológicas, porque, disidente de las opiniones de Calvino como
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 23 1
de las del catolicismo, su espíritu se aferraba por igual á toda idea de libertad que
le ofrecía así la antigüedad pagana como el cristianismo.
. Su heterodoxia le llevó por fin á las cárceles de la Inquisición española, donde
murió, sin abjurar sus opiniones, por los años iSgS-qS. Así lo han demostrado los
autores de este opúsculo, valiéndose de papeles de la Inquisición existentes en los
archivos de Madrid y de Simancas y restableciendo la verdad entre el aserto de
Sabot que suponía muerto á Gales en los Pirineos y el de Meursius que afirmaba
haber sido quemado vivo por la Inquisición.
En resumen; el trabajo de los Sres Boehmer y Morel-Fatio es un buen artículo
que podrá utilizarse un día para el Diccionario bio^rájico español que nos sigue
faltando.
A. P. Y .M.
Sanctus Franciscus Borgia quartus Gandís dux et societatis Jesu Praepositus
generalis lertius.— Mairiti. Typis Avrial. 1894 á k>o3.— Dos vols. 4.® de 842 y
xxviii-772 págs.
La notable publicación Monumenta histórica Sticictatis Jesu acaba de dar á luz
el tomo 2." de San Francisco de Borja; el primero, imprest) en 1894, contiene gran
número de documentos referentes al tercer duque de tjandía D. Juan de Borja,
padre de San Francisco, á los pontífices de este apellido Calixto III y Alejandro VI
y en general á todos los Borjas del reino de Valencia; acompañan á este tomo un
índice onomástico de personas, otro geográfico y otro de los documentos en él re-
señados.
El 2." tomo comprende ^04 carias suscritas por San Francisco con el titulo de
Marqués de Lombay en un periodo desde i535 hasta el 8 de Febrero de i543 en.
las que trata de asuntos de Estado como virrey de Cataluña; á partir del 12 de
Febrero de este año lirma las cartas con el título de Duque de Gandía que heredó
de su padre y trata en éstas de asuntos particulares, de la fundación del Colegio de
Gandía y de su ingreso en la Compañía de Jesús después de muerta la marquesa su
mujer I).* Leonor de Castro. La mayor parte de estas cartas están dirigidas al Em-
perador Carlos V. al príncipe I). Felipe, á San Ignacio de Loyola, al Cardenal Ta-
vera y á Francisco de los (>obos. La ultima parte del t()mo contiene la correspon^
dencia dirigida á San Francisco por el Emperador y personas arriba citadas. ^
Las fuentes de donde se han tomado los documentos que contiene esta obra
son: El archivo de Simancas de donde se han sacado copias de muchas cartas ori-
ginales é inéditas. Los archivos nacionales de París, el de la Corona de Aragón, el
del Vaticano, el de Estado de Ñapóles, los municipales de Valencia y Gandía y el
ducal de la casa de Alba; sin contar una porción de documentos que están en po-
der de particulares.
La sola enumeración de estas fuentes demuestra la labor ímproba que supone
reunir tantos documentos dispersos y publicarlos en ordenada serie, conveniente-
mente anotados para que pueda el lector, salvando distancias y dificultades paleo-
gráficas, estudiar la personalidad de un hombre que tanto iníluyó en los aconteci-
mientos de su época, ora militando á las órdenes del César en el principado de Ca-
taluña, ora dirigiendo las huestes de San Ignacio como General de la (Compañía.
V. V.
3.' ÍPOCA.— TOMO VIII. 17
232 REVISTA DE ARCHIVOS
Ziouis XZt Jean II et la révolutioii catalane (1461-1473), par Joseph
Calmette. — Toulouse. E. Privai. Tomo VIII (2.' serie) de la Biblioteca meri^
dional,-'^\2 págs. 8.°, de las que el texto ocupa 410. El resto, hasta la 38i, los
documentos justificativos; 3 págs. de Introducción. índice de fuentes y alfabéti-
cos de lugares y personas citadas.
La erudición y la crítica del autor de esta obra, empleadas durante largas ex-
cursiones por los archivos de España, "Portugal, Francia, Inglaterra é Italia, con
un conocimiento completo de las fuentes y una competencia en la utilización de
los documentos de que ya se vieron muestras en las columnas de esta Revista,
han dado por resultado lo que se llama un buen libro, de gran interés para nos-
otros.
Después de una descripción clara y seductora de las libertades y prosperidad de
<-ataluña al advenimiento al trono de Luis XI, el autor va exponiendo con envi-
diable acierto los sucesos de la Revolución catalana, trazando con imparcialidad
absoluta los retratos del Príncipe D. Carlos, de D. Pedro de Portugal y de los an-
gcvinos, sin que ni por un momento apele á las sensiblerías y á los desmedidos en-
comios, tan usados al hablar del desgraciado Príncipe y de su hermana, ni haga
cuestión de patriotismo el juzgar la ambiciosa y torpe conducta de Luis XI, obsti-
nado en la conquista de Cataluña para Francia. Respecto á D. Juan II, su juicio es
tan certero como desapasionado: un astuto diplomático, algo á lo Chamberlain, con
un fin grandioso tenazmente seguido en favor de su reino, y fríamente dispuesto
á emplear sin escrúpulo todos los medios, hasta I03 reprobados, para conseguir
aquel objeto.
Finalmente, el estudio concienzudo de los documentos permite al autor colo-
car en su verdadero punto la debatida cuestión del Tratado de Bayona respecto á
los Condados del Rosellón y Cerdaña. Por no conocerle bien c ignorar las graves
modificaciones que introdujo en la Obligación de Sal pat ierra, los historiadores
españoles, desde Zurita hasta Lafuentey Gazanyola, han llegado á una conclusión
verdadera por medio de deducciones ilógicas, sosteniendo que D. Juan II no había
empeñado los Condados, sino las rentas, y que la ocupación armada de los lerri-
lorios por los franceses fué una violación de los acuerdos. Los franceses, por igual
motivo, desde Cazeneuve hasta Henry, de una deducción lógica, han sacado una
conclusión falsa, haciendo consecuencia inevitable y justa del empeño de las rentas
el de los Condados, y acusando, por tanto, de perfidia y mala fe á D. Juan II.
Con pena renuncio á extractar á alguna de las consderaciones generales que el
autor expone en la Conclusión^ porque es un resumen en que con perspicacia, ló-
gica y claridad extraordinarias se juzgan las causas de los importantes sucesos de
aquel periodo de nuestra historia, preparación de la unidad española y del glorioso
reinado de los Reyes Católicos, dispuesta con tesón y habilidad suma por la fina
diplomacia y el temperamento de acero del monarca aragonés.
Merece este libro el más leal y sincero elogio, y debe recomendarse á los espa-
ñoles que deseen conocer sin prejuicios la verdadera historia de España.
A. P. Y M.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 233
Be Bernardo Sancti anillelmi filio (844?) (Tesis leída en la Facultad de le-
tras de París), por Mr. J. Calmette.— Tolosa. Ed. Privat. 1902.-8.% iió pá-
ginas. (Latín.)
Interesa este trabajo á los españoles por tratarse de un Conde de Barcelona»
según se le nombra en cierta carta de Pipino del año 826.
La celebridad de su padre, Guillermo de Tolosa, sus victorias contra los moros,
su cargo de í-amarero de Palacio, la conspiración contra su persona, de que escapó
refugiándose en Barcelona; su desafío. ct»mu juicio de Dios, á los detractores de su
honra: y después de tan altos carg<js en la corte de Ludovico Pió, su prisión y su
muerte por orden de Carlos el (^alv(;, dan á esta biografía una importancia que ha
sabido realzar el Sr. Calmette con su acertada crítica.
A. P. Y M.
SI Milagfro del Corpus (tradici('>n scgoviana). Leyenda en varios romancL's, por
Ricardo Torhfs Va i i.k. Segovia. Imp. del Diaria de Aviaos, 11J02.— «.**, 3o págs.
Amante el Sr. Torres Valle, distinguido Oficial del Cuerpo de Archiveros, de
las glorias y tradiciones de su patria, la ciudad de Segovia, ha celebraJo en la
presente l.tyenda el milagro realizado allí en el siglo xv cuando los judíos, eter-
nos enemigos de Cristo, quisierc^n profanar una santa Forma puesta en sus man'.»-»
por la villanía de un- sacristán. Son de alabar en ella el sentimiento relig'oso lju-j
la inspira y no pocos fragmenií)S escritos con facilidad v elegancia.
M. S. Y S.
VARIEDADES
.•\Lb'.N\AMA. Según dice el /.o/tj/;?. los e\ca\ acior.cs que se están haciend(j e 1
ei anfiteatro de Met/ han dado lugar á un Jesoubrimicnio arqueoji'jgico de grandí-
sima importancia para el cstudi*» religioso hisTÓrico de aquella ciudad. Kn un sub-
terráneo del aníiteatro han hallad" una iglesia, construida allí desde tiempo inme-
morial. Según todos los datos \ apreciaciones í'ormadas sobre ellos, se trata de un
templo Cristian»), quizá el priinen; de aquella región. Sus dimensiones son reduci-
das, y es inútil buscar en él estilo alguno: sólo se trata de un subterráneo transfor-
mado en templo con la a\ uda de algunas columnas.
.\R(iK\TI\A (l<epública». Según dice A7 Pti/\, de Buenos Aires jisde Kne-
ro ii>>?), se h:i descubierto en Cayastá, por D. Miguel Escalada, una jarra de piala
en el sitio que «fue la primera ubicación de la capital de Santa Eé*; dicha jarra,
que pesa ^o kilogramos. perieneJi»), según se ha cnn^itatacin, al famoso Conquista-
dor Juan ( jaray.
kSPAXA. Cnnifui. En voraz incendio deslruv») en el mes pasado la iglesia
parroquial de Santa María de Dejo, enclavada en las inmediaciones de Mera y per-
teneciente al Ayuntamient») de (>leiros. Kué reconstruida por el gran f*relad'.) < íel-
mírez. Más tarde, en 1 njo, volvió a ser reparada, y no hace muchííS años que ha-
bía vuelto á sufrir necesarios arreglos.
a34 REVISTA DE ARCHIVOS
Madrid. El día i3 de Febrero falleció en Madrid el insigne crítico de Bellas Ar-
tes B. José FemiUidei JiméneSf acaso el más grande de nuestros estéticos, una
de cuyas originalidades es que no ha dejado sus ideas consignadas en libros que
las conserven para enseñanza de las generaciones. Sin buscarlo, inconsciente-
mente, se había labrado una reputación, y apenas se cuentan tres trabajos suyos
que perpetúe la imprenta. Fué el primero de estos trabajos un artículo acerca del
arte arábigo, que se publicó en la revista hl Arte en Españdy donde apareció fir-
mado con el seudónimo de Iban. Ocupó distinguidos puestos en la carrera diplo-
mática y desempeñó el cargo de subsecretario del Ministerio de Estado. Ka muerto
á los setenta años, siendo desde hace cuatro director del Museo de Arte Moderno.
En la Institución Libre de Enseñanza, y últimamente en la Escuela de Estudios Su-
periores del Ateneo, ha explicado conferencias notabilísimas por la elevación y ori-
ginalidad de los conceptos y la viveza con que hacía resaltír los rasgos más carac-
terísticos de las obras de arte que presentaba. Sus conferencias úlliífías sobre ar-
quitectura y las anteriores sobre pintura italiana, serán inolvidables para quienes
tuvieron la dicha de escucharlas. Académico electo de la de Bellas Artes de San Fer-
nando, había presentado su discurso, labor personalísima de muchos años, sobre
la escultura granadina de los siglos xvi y xvii, y es lástima que no haya tenido
ocasión de leerlo públicamenle.=El insigne académico Sr. Conde de Casa- Valen-
cia ha publicado la Necrología del poeta Zorrilla, escrita por encargo de la Real
Academia Española. Es un trabajo que no desmerece de otras obras de tan aplau-
dido escritor y que demuestra relevantes dotes literarias.^=Un admirable cuadro de
Goya» el retrato del canónigo Llórente, autor de La historia de la Inquisición, ha
sido adquirido en 3o.O(X> pesetas por un extranjero. Ese retrato es, quizás, uno de
los mejores que pintó Goya. Lo triste es que ese cuadro pudo adquirirlo el Gobier-
no para el Museo en S.ock) pesetas.=El 21 de Febrero dio una conferencia en el
Circulo de San Luis Ooniaga, de Madrid, el General D. José Gómez de Aricche.
Trató de La mujer en la guerra de la Independencia. Después de recordar algunos
hechos relacionados con los comienzos de su carrera, entró de lleno en el asunto,
y señalando distintos episodios de la guerra de la Independencia, refirió el acto de
energía realizado por la hija del conde de Cervellón, rasgando un pliego que hu-
biera comprometido á varias personas, salvándolas así de la furia del pueblo de
Valencia; enumeró los actos de heroísmo y caridad de las mujeres zaragozanas, y
recordó las luchas de las mu/eres de Gerona, Sevilla, Utrera y Cádiz, cuyo esfuer-
zo contribuyó á sostener el ánimo de los hombres.=D. Enrique Serrano Fatigati
dio otra conferencia en el Centro del Ejército y de la Armada, el día i3 de
Febrero, desenvolviendo el tema Representaciones gráficas de las guerras me-
dioepales en las miniaturas y relieves españoles. El ilustre catedrático y elocuente
orador, después de un brillante exordio sobre el valor histórico que atesoran las
miniaturas y relieves que se conservan en nuestros monumentos y edificios más
notables, se ocupó detenidamente de los de Santa María de Naranco (en Oviedo)
que recuerdan, sin duda, la batalla sostenida por Ramiro I contra los normandos,
y de los códices del siglo x. Ciló el manuscrito del monasterio de Silos, trazado en
la transición del siglo xi al xii, manifestando que de la batalla de las Navas de To-
iosa sólo se conservan reflejos sueltos en algunas esculturas, mientras que la del
Salado la recuerda, casi toda, la parte exterior de la capilla de Santa Catalina, en la
Catedral de Burgos. Se ocupó también de algunos relieves del claustro de Santa
María de Nieva (en Segovia), de la pintura de la batalla de la Higueruela y de laK
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 235
transformación radical de ias representaciones gráficas á fínes del siglo xv, termi-
nando con un párrafo en que ensalzó las estrechas relaciones que hay entre la gue-
rra y el arte.^El 25 de Febrero dio en el mismo Centro otra conferencia notable
D. Vicente Lampérez. Versó acerca de los templos fortificados de la Edad Media.
Clasificó los templos fortificados en castillos-iglesias, monasterios fortificados y
. catedrales-alcázares. En los primeros predomina el castillo, sin ser por eso la igle-
sia una capilla. Como tipo, presentó en proyección y describió la iglesia de Loa-
rre, en Huesca. Demostró la necesidad que había de fortificar los monasterios, y
presentó y describió el de Poblet, con recinto murado, torres en los ángulos y gran
defensa de torres en la entrada. Hizo breve referencia á los de Veruela y de las
Huelgas, que también exhibió. Pasó á tratar de las catedrales alcázares, diciendo
que como los tiempos eran de lucha, y la catedral, por su estructura, es edificio
fuerte, se presta á hacerlo castillo. Presentó y describió la torre vieja de la cale-
dral de Oviedo; la catedral de Tarragona, con su foriísimo ábside; la de Sigüenza,
tipo de castillo con recinto murado; la de Zamora, alcázar erigido frente al alcázar
Real; la de Tuy, con torre maestra, y la de Avila tipo de castillo con triple defensa
en su ábsidc.=Nuestro querido amigo y compañero D. Enrique Prugcnt ha ingre-
sado en la redacción de Gente viejüy y acaba de publicar en la Revista contempo-
ranea (i5 de Febrero) un fragmento de un poema suyo inédito.
Sevilla. El Ateneo y la Sociedad de Excursionistas de Sevilla, de acuerdo con el
Ayuntamiento de esta capital, han publicado el programa de los Juegos florales
y de un gran certamen científico, literario y artístico, que se celebrarán allí en el
mes de Abril próximo, con motivo de la feria. En el programa se detallan los te-
mas que han de ser objeto de los concursos y los premios que se otorgarán. Ade-
más se concederán dos premios de 5t)o pesetas á la virtud. Los autores de las obras
que se presenten al concurso deberán entregarlas ó remitirlas por correo á la Se-
cretaría del Ateneo y Sociedad de Excursiones antes de espirar el día i5 de Abril
próximo. Para optar á alguno de los dos premios á la virtud, será preciso dirigir
una solicitud al secretario general del Ateneo antes de finalizar el mes de Marzo
actual.
FRANCIA. Mr. Demoulin, individuo del Instituto arqueológico francés de
Atenas, ha descubierto en la isla de Tinos el templo de Neptuno, famoso en la
antigüedad, desenterrando numerosas estatuas é inscripciones á Poseidon y Anfitri-
te; monedas de los años 3oo — 25o antes de Cristo— en que se representa aquel Dios
con el tridente en la mano y otras de Júpiter Ammón.— mss.=Á la edad de 64 años
ha fallecido en Cannes el jueves 3 del actual una de las más legítimas glorias lite-
rarias de Francia, Mr. Oaston París, administrador del Colegio de Francia, in-
dividuo de la Academia francesa y de la de Inscripciones y bellas letras. Aventajado
alumno de la Escuela de Cartas, pronto llegó al puesto de director de conferencias
. de lenguas romances en la Escuela de Estudios superiores y más tarde á explicar
en el Colegio de Francia la asignatura de lengua y literatura francesas de la Edad
Media. Bien conocidas son, entre otras, sus obras magistrales inspiradas en el es-
píritu de la crítica moderna. La Leyenda de los Infantes de Lara, Tristán é Iseo^
J, Darmesteter y etc. La índole de sus estudios, dirigidos principalmente hacia una
época en que tantas relaciones existen entre las literaturas romances y hasta las re-
levantes dotes personales del ilustre difunto, hace que lamentemos profundamen-
te, al igual de nuestros vecinos, una pérdida tan irreparable para la literatura.=:>
•Con el título de: Espagne: Époque molerae, ha publicado en la Revue de
236
REVISTV DE ARCHIVOS
Synthése historigue el Sr. Leonardon, ilustrado conservador de la Biblioteca de
Versailles, una reseña bastante completa de lo más importante que se ha escrito en
los últimos veinte años sobre historia de España. Nuestra Revisva en particular
debe gratitud al autor por el lisonjero juicio que le merece. Acertados é imparcia-
les son los que formula acerca de las demás publicaciones. El año pasado escribió
también en el Buileiin hispanique una Selation du Toyage feíit en 1679 au-
derant et ^ la suite de la reine ICarie-Louise d'Orleans, femme de
Charlee II, por el rey de armas D. Juan Alfonso Guerra, según el manuscrito de
nuestra Biblioteca Nacional núm. 7862. El trabajo va ilustrado con notas que
atestiguan una vez más el interés con que estudia nuestra historia el Sr. Leonar-
don.— APM.
ITALIA. L*Iiustration de 14 F*ebrero igoS publica el retrato de Dante, que se
descubrió en la iglesia de Sama María Novella de Florencia. Forma parte de un
fresco que representa el Paraíso, pintado por Bernardo Orcagna.
Roma. Acaba de verificarse un importante descubrimiento arqueológico. Aran-
do los Padres trapenses cierta fmca que alli poseen, el suelo se hundió y quedo
manifiesto un arcosolium, visitado en otro tiempo por Kossi, quien había alli en-
contrado restos de antiguas pinturas. Las excavaciones posteriores dirigidas por el
sabio W'ilpert han dado por resultado hallar la tumba de los santos Marco y Mar-
celiano, sepultados, según era sabido, en el sitio llamado ad arenas, y la de San
Dámaso, cuya inscripción se publicará en breve.
Tl'KQL'ÍA. En Siria se acaba de descubrir un manuscrito completo de los cin-
co libros del Pentateuco, copiado en caracteres samaritanos sobre pergamino de ga-
cela. Dícese que es del año ySS, antes de la Era Cristiana. Es, por consiguiente, el
más antiguo de los manuscritos hebreos encontrados hasta ahora.— M. S. y S.
CRÓNICA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSIOS
.Archivos i>e Simancas y Alcalá. En vista de la solicitud de la dirección ge-
neral de Correos y Telégrafos de que sea trasladada al archivo de Simancas ó al de
Alcalá la documentación más antigua que existe en aquel Centro, se ha designado
á los jefes del Cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios, D. Vicente Vignau y 1). Ri-
cardo Hinojosa, para que examinen los documentos y propongan el destino que
debe dárseles.
Mi SEO Ahoueolóoico Na(Jonal. En el número anterior dijimos que la señora
Duquesa de Denia había regalado al Museo Arqueológico varias lápidas romanas^
y ho> completamos estas noticias con mas dalos. Dichas lápidas fueron, hace
años, dadas á conocer por D. Antonio Vives y nuestro distinguido colaborador don
José Ramón Molida, quienes comunicaron noticias y calcos de ellas al insigne cpi-
graíista Dr. Ilübner; éste reconoció en tales monumentos epigráíic(ís cuatro lápidas
de .Mérida que se creían perdidas, una de Caparra y cuatro desconocidas.
Entre las de Merida, ha\ una, con un águila de relie\e, que, según se deduce de
la inscripción, adornó el pedestal de cierta imagen de Venus, erigida por voto de
un médico griego llamado Simforo, en el siglo n de nuestra Era. Otra lápida es un
fragmento de la gran inscripción que había sobre la puerta de entrada del teatro de
Mérida.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 237
La inscripción de Caparra, trazada en elegantes caracteres del siglo ii sobre un
cipi) ó pequeño monumento, contiene también la dedicación de una Coccia Severa^
hija de Celso^ á su abuela Avita, hija de Modéralo^ con motivo de su recepción
Como ciudadana en el Municipif) de Capera.
También hay otra inscripción de un pedestal dedicada al K mperador iVcrów.
I.as demás son sepulcrales; una de ellas del tabulado ó jefe de los procuradores
de la provincia Lusiiania, Aurelio Rufo.
Museo Ar^' koló«íi<:o di: Vai.ladoi.id. Su Jefe, I). Luis Pérez Rubín, ha pu-
blicado en el Boletín oficial de la misma ( 14 de Febrero i()(^3) la Memoria corres-
pondiente al año anterior; de ella copiamos los siguientes párrafos en que da cuen-
ta de los trabajos llevados á cabo en aquel establecimiento:
«Una vez concluidas estas obras |de reparaciones], se completó 1? instalación en
la forma más adecuada y conforme á la índole de los objetos, dentro de la clasifi-
cación general, quedando todo el material arqueol')gico dividido en siete grandes
secciones, quo se distribuyen en las siete salas de que consta el Museo, cuyas sec-
ciones son:
I."* Mobiliario. 2." Objetos pertenecientes al Kxcmo. Ayuntamiento de esta ca-
pital. 3/ Kdades h¡^tó:icas.— Vario. 4.' Subdividida en dos: a). Restos arquitectó-
nicos, b). Pintur.i. ?." escultura, ó." Con dos divisiones: tj). Indumentaria, b). Ta-
pices. Y 7.' Panoplia y Monetario.
La tercera sección comprende todos los objetos de pequeñas dimensiones, que
son aquí muy abundantes.
La sala cuarta comprende dos grupos, para la disposición de los cuales se ha
tenido en cuenta el local y la cond¡ci<;n de los objetos que no podían completar
aisladamente ninguna sala. La división hecha en la sala sexta, como puede obser-
varse, es natural, y á ella se han agregado aquellos titiles é instrumentos que en el
Museo existían propios del arte é industria del tejidíj. En la sala séptima ocurrió la
misma diíicultad que en la cuarta y se ha vencido haciendo dos distintas agrupa-
ciones, si no muy atines en el arte, no sin cierta relación en la vida de los pueblos,
} más que nada de gran adecuaci<.>n al Icxal.
Dado feliz remate á estas ocupaciones, otra tarea parecida hubo de acometerse
para el ingreso de doscientos noventa y cuatro objetos que el F!xcmn. Ayunta-
miento de esta capital ha depositado en este Museo históri:o, procedentes dtl de
Zorrilla que aquella ilustrada Corpor^ición había coleccionado y han venido á au-
mentar las riquezas del Arqueológico, completando una sala que lleva el nombre
de la Casa (>(^nsistorial.
Según expuse en la anterior Memoria, hacíase preciso redactar un Inventario
general en papeletas y completar ó formar de nuevo un catálogo razonado más
amplio que el existente. Ambas clases de papeletas han recibido gran empuje, den-
tro de su índole, como en los partes trimestrales ha podido verse, alcanzando las
del inventario general el número 63o y las del catálogo razonado el 410.
238
REVISTA DE ARCHIVOS
BIBLIOGRAFÍA
(La lengua es U base de clasificación de nuestara Bibliografía. En esta se ijiduyen todos los-
libros de cualquier orden y los trabajos de revistas publicados por individuos de nuestro ■
Cuerpo, lo cual puede servir para intentar una bibliografía oe éste: los marcaremos con un *.—
En la Bibliografía de Revistas siempre que no se indique el año, se entenderá que es el co-
rriente.)
Carpintero t Moreno (Hcliodoro). ]Saguo-
to! Recuerdos é impresiones de una excursión
á tan gloriosa ciudad con motivo de celebrar-
se el IV centenario de la Universidad de Va-
lencia.—Madrid. Librería de Victoriano Suá-
rez. 1903— 8. «, 27 págs.
Casa Valencia (Conde de). Necrología del
poeta Zorrilla.— Madrid. Imp. de Fortanci.
1903.-8.° m., 63 págs.— I pía.
Compendio de la ilisioria del Ecuador, por
los Hermanos de las Escuelas cristianas, para
uso de sus alumnos. 9.» erfícion.— Tours. Im-
prenta Mame. 1903.-16.", 78 págs.
Costa (Joaquín). Oligarquía y caciquismo
como la reforma actual de gobierno en Espa-
ña: urgencia y modo de cambiarla. Memoria
de Sección y Resumen de la Información del
Ateneo de Madrid sobre dicho tema. Abril-
Junio de 1901.— Madrid. Imp. du los Hijos de .M^
G. Hernández. i(p3.— 8." m., 2O6 págs.
Delgado Castilla (.\.) El VioJín. Apuntes
histórico-físicos de este instrumento y bio-
grafías de violinistas celebres. — .Madrid. B»
Rodríguez Serra. S. a. [1902].— S.**, 140 págs.—
2 ptas.
Duque de Rivas (El). Bosquejo biográfico del
Excmo. Sr. Conde de Casa-Galindo. Publíca-
lo con documentos y discursos literarios y po-
líticos del Conde la Excma. Sra. Condesa Viu-
da de Casa-Galindo, Marquesa de (^ubas.—
Sevilla. En la oficina de Enrique Rasco.
M. DCCCCII.-4.^ 17b págs.
Ei.ÍAS DE MoLÍNS (D. .\ntonio). Ensayo de
una bibliografía literaria de España y Améri-
ca; noticias de obras y estudios relacionados
con la poesía, teatro, historia, novela, crítica
literaria, etc. Literatura ca^fe/Zan a. — Barce-
lona. Imp. de .M. Marfany. S. a. (19021.-4.'*, 167
págs.— 3,.So pías. ¡Meratura americana. — 4.",
55 págs.— i,5o ptas.
EscAi.A.NTK (D. Edurrdo). Obras dramáticas.
Colección completa compuesta de 56comed¡a^
y saínetes, ilustrada con más de 100 dibujos de
los Sres. Zapatcr y Esircms y grabados de Joa-
rizti y Maricscurcna.— Valencia. Federico Do-
mencch. |i9i.)2l.— 3 vols. 4.", 708, 710 y 424 pági-
nas.— 30 pías.
LIBROS ESPAÑOLES
[i.^ Todos los de historia, en la acepción más
amplia de la palabra, desde la política á la cien-
tífica, y los de sus ciencias auxiliares, incluso
la filología y la lingflistica, que se publiquen,
editen, reimpriman y extracten en la España
actual y sus posesiones, de autor español o ex-
tranjero, en cualquiera de las hablas españo-
las, ó en ó fuera de España, de autor español,
en lenguas sabias. 2.** Las ediciones, reimpre-
siones v antologías hechas en ó luera de Espa-
ña, de íibros de cualquier materia escritos por
autores ya muertos no contemporáneos, espa-
ñoles ó extranjeros, en dichas hablas, ó por
españoles en lenguas sabias, dentro de la ex-
tensión de los antiguos dominios españoles.
3.° Las traducciones, arreglos, refundiciones
é imiuciones publicadas en ó fuera de España
f>or autores vivos, españoles ó extranjeros, en
as mismas hablas ó en lenguas sabias, de obras
históricas y literarias debidas á españoles ya
muertos. 4.'** Los libros notables originales ele
amena literatura, dados á luz en ó fuera de
España por escritores contemporáneos, espa-
ñoles ó no, en las hablas españolas, ó por escri-
tores españoles contemporáneos en lenguas
sabias. 5." Los de cualquier materia, siempre
que se refieran á cosas de España, publicados
en las referidas hablas en aquellas naciones
que no las usan, ó en las mismas hablas ó en
lenguas sabias en los pueblos que usan el cas-
tellano. Y 6." Las traducciones hechas por es-
Eañoles ó extranjeros, á cualquiera de las ha-
las españolas, ó por españoles á lenguas sa-
bias, de libros extranjeros históricos, oe cultu-
ra general, y aun de amena literatura cuando
son obras maestras.]
.\raujo y Gómkz (D. Fernando). La Univer-
sidad y la Escuela. Organización comparada
de las Instituciones Universitarias y Estadís-
tica comparada de la Instrucción primaria en
todos los países cultos.- Toledo. Imprenta y
librería de Rafael (íómcz .Menor, iíx>3.— 4.° m.f
252 págs.
Baquebo (Andrés). Rebuscos.- .Murcia. Viu-
da de J. Perelló. u.í02.— 8.°, 91 págs. Con foto-
grabados. Es el volumen V de la Biblioteca
de la Joya literaria.
Campoa.\iok (D. Ramón de). Obras completas
revisadas y compulsadas con los originales au-
tógrafos bajo la dirección de los Srcs. 1). I'.
González Serrano, Vicente Colorado y .M. Or-
dóñez. Tomo V. Doloras, cantares y humora-
das.— .Madrid. Imp. y lii. de Felipe González
Rojas. 1902.-4.", Ó23 págs.— 7 ptas.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
289
Esteban y Gómkz (D. José).— Lecciones de
Historia Universal. Edad Anticua. Prelimina-
res. Tiempos prehistóricos. Tiempos proio-
históricos. Oriente. Grecia. Roma. Segunda
serie: CJclo griego. Período hellénico. Período
macedónico.— Madrid.— I tomo en 2 vols. 4.*,
188-189-436 pags.
Fern.índkz Iglesias (D. Fermín). Discur-
so leído en la sesión inaugural del curso de
i902r9O3 de la Real Academia de Jurispruden-
cia y Lejíislación. (Tema: El derecho consue-
tudinario y 1.1 CoditicaciónJ. — Madrid. Irap. de
los Hijos de M. G. Hernández. 1903. — 8." m.,
49 Págs.
FuENTKS Y PoMK (Javier).— Miscelánca de
cosas de Murcia.- Murcia. Imp. de Kl Diario
de Murcia. n.)02. — 8,*\ 180 pág.s.
Gi'ERRA DE LA Inoependkncia; dccumentos
inéditos que pertenecieron al General Casta-
ños publicados en la Revista de historia y /i-
teratura. Campaña de Andalucía en 1808.—
Barcelona. Imp. de M. Marfany. S. a. (191)21. -
4.", 128 págs.— 2 pías.
Haeckki. (Ernesto).— Los enigmas del Ini-
verso. Traducción de Cristóbal Li/ran. - Va-
lencia. F. Sampere y C", editores. S. a. (1902I.
2 vols. 8.", 2o5 y 191 pá¿^s.--2 ptas.
Larrain Barra (Bruno). Hipatia; novela his-
tórica del siglo V de la Era Cristiana.— Santia-
go de Chile. Imp. de El Nuevo Siglo. ují)2.—
8.", 123 págs.
LÓPEZ Ferreiro (Lie. D. .Antonio). Historia
de la Santa A. M. Iglesia de Santiago de Com-
postela. Tomo V'.--Sanliago. Imp. y lib. del
Seminario Conciliar Central. 1802.— 8.", 190 pá-
ginas.—3,50 ptas.
Malaio (Carlos). Filosofía del -Anarquismo.
Traducción de Félix i4;^;^a/i.— Valencia. F.
Sampere y C*, editores. S. a. (1902].— 8.", 188
páginas.— 1 pta.
PovEDA (.\ntonío .M.'*) El Derecho en la vida;
estudio-memoria* leído en los ejercicios del
grado de Doctor, por 1). Antonio M.** Poveda.—
Madrid. Librería de Victoriano Suárez. 1903.—
8.", 163 págs.— 2 ptas.
Renault (Carlos). Las Huelgas. Su historia
y toda la legislación actual de Europa y Amé-
rica. Versión española seguida de un apéndice
sobre las últimas huelgas en España y el Ex-
tranjero, por Rafael tV^anó.- Madrid. S. a.
(1902I. Rodríguez Serra, editor.— 4.°, 341 págs.
5 ptas.
RiQUELME (Daniel). Compendio de Historia
de Chile.— Valparaíso. Lit. é imp. Sud-Ameri-
cana de Babra y C.» 1899.-8.°, 495-xii págs.
Sanz Arizmendi (Claudio). — Organización
«ocial de Sevilla en el reinado de .\lfonso XL
Tesis doctoral.- Sevilla. Imp. de F. Albisu.
^ J902.— F.°, 71 pá^s.
Teresa DE Jesús (Santa). Obras completas. •■
Novísima edición que da á luz una sociedad de
sacerdotes devotos de la santa, teniendo á la
vista cuantas ediciones nacionales y extran-
ieras se han publicado de estas obras hasta la
fecha.- Madrid. Felipe González Rojas, editor.
i(|í)2.- -3 vols. 4.", óyíi, Ó79 y 759 págs. con lámi-
nas a! cromo.— 17,50 ptas.
Vandervelde (Emilio). El colectivismo y la
evolución industrial. Traducción de Robcrio
Hobert (hijo). -Valencia. F. Sampere y C •
editores. S. a. (io'J2]. — 8.", 22f> pags. - 1 pta.
•Mvaro (iil .Vlbacete.
LIBROS EXTRANJEROS
I (i." Los tratados universales y genera.'e> por
naciones y m.nerias, de historia y sus ciencia<
auxiliares, de literatura y arte, Je filolofzía y
¡ lingüística, etc., que interesen á la erudic¡«*ñ
\ á la cultura, publicados en ó fuera de Esp.i-
j ña por españoles ó extranjeros en hablas vul-
gares no españoles, ó por extranjeras en len-
guas sabias. 2." Los de cualquier materia e -
criios por españoles en ó fuera de España en
' dichas lenguas vulgares. 3." Los de cualquier
i materia, con tal que se refieran á cosas espa-
I ñolas, publicado.s por extranj.Tos en ó fuera
de España en lenguas sabias ó en habí :s vul-
gares no española>.)
Amodko (F.)Le riforme universiiarie di Car-
io III e Ferdinando IV Borbonc.— Napoli. Tip.
de I la R. Universiiá. 1902.— 8.", 32 págs.
Ars moriendi. (Folio 1." v.) This ediiion «.f
one hundred was printed in facsímile at ihe
De Vinne Press from the copy in ihe Coluí::-
bine Library, in Seville by .\rcher M. Hun-
tington ninetecn hundred and two.— ló hojas
en folio. Magnífica reproducción de este libro
xilográíico, adornado con curiosísimos gra-
bados.
Blanc (Barihélemy-Placide). Souvenirs de
mes voy.iges en .Amériquc.- Aosta. Tip. E.
Duc. 1902.-16.", 333 págs.
BooTii ( Arthur John). The discovery and
dccipherment of the trilingual cuneiform ins-
cripiions.— London. Loogmans, Grcen & Co.
19J2.— 8."
BouciiOT (llcnri). Un ancélre de la gravure
sur bois; étude sur un xylographe tai lié en
Bourgogne vers 1370.— Paris. Librairie céntra-
le des Beaux-Arts 1902.— 4.**, xii-133 pág's. con
5 láminas.— 20 francos.
Bocii.LET (.V.) .\ncien trésor de Silos.— Pa-
ris? Impr. Mouiiers. n)02.— 8.<', i5 págs.
Bru.noileonk (F.) Note sulTorigine di alcune
istituzioni giuridiche in Sardegna, durante il
medio evo. Estracto dallArchivio Storico Ita-
liano. Dispensa 4.* del 1902.— Firenze. Tipo-
grafía Galileiana. 1902.— 8.", 55 págs.
Caünat (R.) y Besnitr (M.) L'Année épigr..-
phíquc, revue des publications épigraphi-
240
REVISTA DE ARCHIVOS
qucs rclativcs á I'antiquité romaine (1902). —
Angcrs. Imp. Burdin el C.^ 1903.— 8.°, 86 págs.
con grabados.
Casali (R.). Dclla genealogía di S. Francesco
dAssisi.— Pcrugia, 1903.— 8.**, 96 págs.
CoNSOLi (Sanii). Lauíore del libro «De ori-
gine ct si tu Germanorum*.— Roma. Tip. Loes-
chcr. 1902.— 16.<>, 134 págs.
Cosquis (E.) La Légcnde du page de sainte
Elisabeth de Portugal et le conté indicn des
*BonsConseils».— Besan^on. Imp. V.*^ Jacquin.
1903.-8.'*, 42 págs.
CuMONT (F.í Nouvellcs inscriptions du Pont.
Le Puy-en-Velay.— P.iris. Imp. Marchessou,
1902.— 8.**, a8 págs.
Cii.iRLKTY (Sébastien). Bibliographic criti-
jque de l'histoirc de Lyo<i depuis les origines
jusqua i78.>— Paris, Picird et fils. i9:)2.— 8.0,
vii-357págs.
Dk la Trkmoille (Duc). Madamc des l'rsins
et la succession dEspagoe. Fragments de co-
rrespondancc. Towi. /.*''— Nanics. Imp. E. Gri-
maud. 1902.— 4.", xxxvii-ioS pags.
DiGARD ((j.) Les Registres de Bonitace VIH.
Recueil des Bulles de ce Pape, publiées ou
analysées d aprés les manuscrits originaux
des Archives du Vatican. 7^"^^ tase— 1 aris.
Fontemoing. 1903.
Franxlin (Alfred). La vie privéc d'autre-
fois. Arts, et métiers, modes. mcxurs, usages
des Parisiéns du XII^ au XV^IIl^ siérle, d'aprés
des documents originaux ou inédits. La vie
de Paris sous Louis XVI.— Paris. Plon, Nou-
rrit et C.^ 1902.
Friedmann (P.) Lady Anne Boleny. T. /*'"
Vers le schisme. Traduit de Tangíais par Lug-
né-Philipon et Dauphin Meunicr . — Tours.
Imp. Deslis. 1903.— 8.'*, xxvi-360 págs.
Gayet (.\1.) Exploration d .Vntinof et les
sépultures de Sérapion ct de ThaTs. — Paris.
1902.— 4.**, 65 págs. con varios cromos.
GiULiM (A.) II gran cincelliere Saladar e la
«ua famiglia.^Bari. 1902.-8.^
Jacquier (T.) Histoire des livres du Nou-
veau Testament. T. y.*'"— Paris. Imp. V. Lc-
«otfre. 1903.— 16.", 491 págs.
Klbnze (Gamillo von). The treatment of na-
<ure in the works of Nikolaus Lcnau.— Chica-
go, The Univcrsity Press, 1902.— 4." m., 83 pa^s.
KoRFP (M.)Chosesd'Espagne.— Mácon. Imp.
Protat. (1902J.— 16.", 30 págs.
KrGobr (P.) Les Memoires du présidcnt
Krager. Traduit» par Jules lioche. — París.
Imp. de Malherbe. 1902.— 8.**, 419 págs. con re-
trato del autor.— 7,5o francos.
Lagrange (M. i.) Études sur les religions
sémitiques. — Mesnil (Eure). Imp. F. Didot.
1903.-8.0, xii-430 págs.
Lair (J.) Louise de La Valliére et la jeunesse
de Louis XIV, daprés des documents inédits.
jf.' e¿/iíton.— Paris. Imp. Plon-Nourril et C^
1902.— 8.0, 111-459 pags. con grabados.— 10 fran-
cos.
La.mma (Ernesto). Di un t'rammcnto di códi-
ce del sec. xv. Di una canzone pseudo-dantcs-
ca.— Citta di Castello, Imp. S. Lapi, i<tu3.--
if).«, 81 págs.
La RocH¿RE(.M'"<í de). Les Chatelaines de
Rouisillon, ou le (^uercy au XVK sicclc -
Tours. Imp. Mame. (1902].— 8.", 230 págs. con
grabados.
Lasteyrie (R. de). Bibliographic des ira-
vaux historiques et archéologiques publiés
par les sociétés sa van tes de la France.— Paris.
Libr. Leroux. 1902.
Laveille (Le R. P.) Jc»n-Maric de La .Mcn-
nais (i78^>-i8óo).— Plocrmel. Imp. Sainl-Vvc.>.
1903.-2 vols. 8.0 de XLI-571 y 684 págs.
Lechat (11.) Au musée de l'Acropole d 'Alhe-
ñes. Études sur la sculpture en Attique avaní
la ruine de IWcropole, lors de 1 invasión de
Xercés.— Lyon.— Imp. Rey. 1903.— 8.", viii-468
páginas con grabados.— 8 francos.
LocATELLi (.Antonio Maria). A new Jifc of
St. Anthony of Padua. First english transla-
tion from the italian text, by prof. .\rthur de
Rénoche.— Padova, Tip. .\ntoniana, 1902. — 16.0,
xx-202 págs.
LoisEY (Damase de;. Le bienheureux Diego-
Joseph de CaJix, apotre de l'Espagne au
XVIII*^ siccle.— Paris. Imp. Mersch. 1902.— 16.**,
X-321 págs.
Manno (A.) Bibliografía storica degli Stati
della Monarchia di Savoia. Val. V7/.— Torino.
Tip. Bocea. 1902. -4.", vi-55i págs.
MAHCKL(P.)SéviIle.— Melun. Imp. adminis-
tra ti ve. 1902.— 8.", 16 págs.
Marucciii (O.) Le Catacombe di Roma sc-
condo gli ultimi studi e le piü recenti scopcr-
te. Compendio della Roma soterranea^ cun
molte piante parziali dei Cimiteri e ripr^du-
zioni di monumenti.— Roma. Imp. Desclcc. iujt;.
8.0, 716 págs.— 10 liras.
Mkla.ngks Perrot: Recueil de mcmoires
cancernant l'archéologic classiquc, la littcra*
ture et Ihistoire ancíennes.-- Paris. Fonte-
moing. 1903.— 4.*», 343 páginas con 5 fototipias y
36 grabados.
MoNDOLKo(Ugo Guido). Gli elemcnti del feu-
do tn Sardegna prima della conquista arago-
nese.— Tocino. Tip. Bocea. 1902.
MuLLER (A.) Johann Keppler der Gesctzge-
ber der neueren Astronomie.— Freiburg. B.
Herder. 1903.— 8.'», viii-186 págs.
Napoleón I.^'' Derniéres lettres ínédiies.
Collationnées sur les textes et publiée-: par
Léonce de Brotonne. T. /.*'*— Mayennc. Imp.
Colin. 1903.— 8.0, XXX-S60 págs.
NiJHOFF (Wouter). L'art typographique dans
les Pays-Bas. (i5a>-i54o); reproJuction en fac-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
241
similé des caracteres tipographiques, des mar-
ques d'imprimeurs, des gravures ^ur bois et
autres ornements employés dans les Pays-Bas
«ntre les années MD et MDXL, avec notices
critiques et biographiques. Livr. /-a. — La
Hayc. Mariinus Nijhoff. 1902.— Folio, i5fr.
Oldenberg (H.) Le Boudha: sa vic, sa doc-
trine, sa cpmmunauíé. Traduit de I allemand
par A. Foucher. Avec une preface de M. Syl-
rain Lévi.— Charircs. Imp. Durand. 1903. 8.",
yiti-402 págs.— 7,5o francos.
Peragallo (Prospero). Viaggio di Matleo
da Bcrgamo in India sulb flotta di Vasco di
Gama (i5o2-i5o3).— Roma. Tip. Civelli. 1902.—
8.®, 40 págs.
PoTTiER (E.) La Danse des morís sur un
canthare antiquc. — Angers. Imp. Burdin et
C.^ 1902.— 8.0, 7 págs. con grabados.
Rkinach (T.)-L*nisto¡re par les monnaies.
Essais de numismaiique anciennc.— Angers.
Imp. Burdin el C* 1902. 8.", iv-27fi págs.
Revii.i.ol't (E.) Précis du Droii egyptien,
comparé aux autresDroits de lantiquilé.— Pa-
ris. Imp. Giard et Bricrc. 1903.-2 vols. 8.»*
RoBERTí (P. Giuscppe María). Disegno sio-
rico dcll Ordine dei .Minimí dalla morie del
Santo Istituiore fino a nostri lempi (1507-1902)
con laggiunta di analughc appendici. Tomo I.
Roma. Tip. Poliglotta. 1902.--8.", 392 págs.
RoDoCANACiii (E.) Les inforiunes d une pe-
lite filie d'Hcnri IV. Marguerite d Orleans,
grandc-duchesse de Toscane (1645-1721 ). -
Lagny. Imp. Colín. [1902).— 8.», vii-5i2 págs —
7,5o francos.
RoiBY (Le Dr.) LHisicric de sainte Théresc.
Erreux. Imp. Hérissey. 1902.— 8.°, 47 págs.
Savfr (Le Dr. J.) Le symbolisme de la cons-
truciion de I église el de son décor, selon la
conc.'ption du Moyen age.— Fribourg en Bris-
gau. Impr. Herder. 1902.— 8.*», 410 págs. con 14
grabados.
ScHEiL (V.) Textes élamiies sémitiqucs.
Deuxieme serie, accompagnée de 20 planches
hors lexie.— París. Imp. Leroux. 1902.
Seork (.\.) Garlo II di Saroia, le sue rclazio-
Dí con Francia e Spagna e le guerre píemon-
lesí dal 1536 al i545.— Torino.— Tip. C. Clau-
sen. 1902.— 4.**
ToRDi (P.) II códice autógrafo di rime e pro-
se di Bernardo Tasso.— Firenze. Tip. Mate-
rassi, 1902. — Hy, 3^ págs.
Vives t Tuto (El Cardenal). Lcilera ad un
Sacerdote, tradolta sulla 3.-* ed. spagnuola, da
Mons. Alfonso Mistrangelo. — Firenze. Tip.
Arcivescovile. 1902.— 16.«, 140 págs.
M. Serrano y Sanz.
REVISTAS ESPAÑOLAS
h.o Los sumarios íntegros de las revistas
congéneres de la nuestra, consagradas exclu-
livamente al estudio de Esparta y publica-
das en cualquiera de las hablas espartólas co ó
fuera de Esparta: los títulos de estas revisiai
van de letra cursiva. 2." Todos los trabajo»
históricos y eruditos acerca de rualquier ma-
teria, según el amplísimo criterio expuesto,
que figuren en los sumarios de las revistas no
congéneres de la nuestra, escrita» en dicha»
hablas en d fuera de Esparta.)
lioletin de la Sociedad Arqueológica Aw-
liana. 1902. Julio. Manzanarío de Palma.
1797-183 Lámina CXXIX. Ampliación del
plano de Palma grabado en 1831 por D. L.
Muntaner.
L.\ CiiDAí) DK Oíos. 20 Febrero i9t)3. Un
pueblo mártir (Irlanda) (continuación», por
el P. .Vntonino M. Tonna'liarthet.—Los ma-
sones y los frailes de lilipínas juzgados por
un yanki, por el P. Julián Hodrino. -Revista
de revistas.
La Fspana Müdemna. m.i«»3. Marzo. El in-
dividualismo esparto!, por .Miguel Je Vnamw
no.— Curiosidades numismáticas, por Ignacio
Calvo. -El Renacimiento de Portugal, por
Juan Pére^ de Gu^mán. Crónica literaria,
por E. Gómei^ de Haquero.^ Revista de revis-
tas, por Fernando Ávau)o. Notas bibliográ-
ficas, por J. KuK Castillo y Ramón Pére^ de
Ayala.
KrsKAi.-KRRiA. 2t) Febrero lyi^. Los comune-
ros de Guipú/coa, por el Marqutsde Seoane.-=
28 Febrero. Los comuneros ile Guipúzcoa
(continuación), por el Marqués de Semine.
La Ii ihthai.ióh Ehi'añoi.a y Amkhi* khi.
8 Julio M/17. La antigua «puerta »le li Herre-
ría», hoy «puerta del Sol», en Toledo, por
Rodrigo Amador de los lUun. I.n inMueiiCia
francesa en Esparta durante la ld.nl Medía,
por í)on Hamiro. Por Itali t (notas de un via-
je artístico) PacHium. por H. Haha de la Ve-
ga. Poetas líricos tiel Hi^.|í» xviM Jo^í Anto-
nio Porcel. por Alfredo Serrano Jnver. (ir»-
bados: I oledo: la puerta del Sol. Paestuin
(Sicilia): I emplo di- Cereal, le'iiplo »lr Ncpiu-
no.- i5 Julio, Kl autor ilcl dranuí «hon Juin
y Fausií7»,í'.hristiáfi I)itenco(#rabbi',por Juan
í'astenrath. -Lo» relieve . de la» íic .tin reales,
por R. Halsa de la Vega, 2» Julio. La so-
ciedad hfleno-lalioa, por Juan Valera. Kl
campanario de San .Marcoh, l'ecuerdí/» dr Vr-
necia. por Enrique Serrano l-'atlgatl. Lo^
hermanos gemelos Duque d T'Serclact y Mar-
qués de Jerez de los Caballeros, por Juan Pi-
re^ de Ga^mán.-íirabados: Vcnccia. detalle
de la «Loggetta» y puerta de bronce; ba-c del
«campanilc» y la Loygetta de .San»ovi«o af»te»
del hundimiento; puertí «della caria» en el
palacio ducal; ángulo del palacio ducal, !>•*•
de un asta-bandera en la plaza d« San Marco*;
242
REVISTA DE ARCHIVOS
i.i pla/.i de San Marcos antes dtl huoüimicnto
lid «c.iinpanilc*; aspecto de la «píu/zctta«' de
San Marcos, momentos después del nundi-
miento. Rcir.itos de los Sres. Duque de I Scr-
claes y Marques de Jerez de los Caballeros.
-I 5 A pos to . Rila Luna (estudio biogratico).
por Narciso /)ia^ de J\scovar.- j^n Agosto.
1. os escultores de La Granja: RenaTo Fremín
\ Juan Ticrri, por Knrique Serrano Fatigati.
Grabados: Jardines de La Granja; esculturas
ilv: Frcmin y Tierri.- 8 Sept icm bre. Kl dia-
blo cojuelo. Notas y comentarios. I. *(.orrer
las costas», por Felipe Pére^ y C,oni;ále^. —Los
eicultorcs de La (jrania: Garlier. Fitué. Dc-
mandre, Rousseau, (.ionsac. Lebasseau. Dubou,
Lagiú, por Knrique Serrano Fatigati. -Gra-
bados: Jardines de La Granja; esculturas de
Demandrc, l'itué, Garlier, Gonsac y Rous-
seau.- 1 5 Septiembre. Kl diablo cojuelo.
Notas y comentarios. 11. «Ksotrt»s de gloria
P.iiri* y *la cabe/a del Rey I). Redro*, por Fe-
lipe Péret y Gon^ále:^. -22 Septiembre. Kl
diablo cojuelo. Notas y comentarios. IIL «l'n
estudiantón del Gorpvi.s»», por Felipe Pére^ y
(;«.in^a/e?.=3o Septiembre. La iglesia de
San Gcbrián de Mazóte. I n monumento des-
c )nocido, por Vicente Lampera^ y Romea.—
11 diabl.i cojuelo. Notas y comentarios. IV.
*.La feria y el pendón verde*, por Felipe Pirej^
,\- Gon^a/í"^.— Las momias de la parroquia de
San Román en Toledo, por Rodrigo .\mador
tic los Hios —Grabados: La iglesia de San (Gc-
brián de Mazóte (>alladoIid). vista exterior;
nive central; ábsides y crucero; nave lateral
de la derecha. =8 Octubre. Isla de Sicilia.
Rrincipales monumentos de Mesina y Paler-
iTio, por Knrique Serrano Fatigati.— Kl diablo
cojuelo. Notas y comentarios. V. «Algunos le-
ves reparos á algunos leves deslices», por Fe-
lipe Pére!;^ y Gon^a/e;^. -Grabados: Isla de Si-
cilia. (Catedral de Mesina; puerta nueva de
l'alermo;* tachada sur de la catedral de Raler-
mo; mitad cercana del imafronte y mitad pró-
xima al abside.=:i5 Octubre. Isla de Sicilia,
II. Kxcursión á Monreale, por Knrique Serra-
no Fatigati.— Kl diablo cojuelo. Notas y co-
meotarios. VI. Velicómenes, limetas, enjua-
gues, jaulas y ctros «excesos*, por F'elipe P^-
»r; )' Gonj^á/e;^.— Grabados: Sicilia. Claustro
de Monreale. Detalle de una columna del
claustro de MonreaIe.=-22 Octubre. El dia-
blo cojuelo. Notas y comentarios. VIL «vCulto
vergonzante de la proa*; «Esgucva y Zapar-
diel»; «Al mejor cazador», por Felipe Pére^ y
Gonj(d/e:^.=3o Octubre. El diablo cojuelo.
Notas y comentarios. VIII. *Lo; comediantes
en la venta», por Felipe Péreí^ y Gon^d/e^.— La
Magistral de Alcalá. Sepulcros y arqueus, por
Enrique Serrano Fatigati.— Gribuóos: Ma-
gistral de Alcalá. Imafronte de la Magistral.
Naves de la Fipístola y del trasaltar de la .Ma-
I gistral.=í< Noviembre. Kl diablo coiuelo.
I Notas y comentarios. L\. «.Kscarc .'os iingOís-
tioosv. por Felipe Pére^ y Gon í<7/f í.— .Monu-
I mentüs funerarii»s de los musulm.incN hallados
I recientemente en .Murcia y cn^Jaén, por Ro-
! drigo Amador de los K/os.— Inc-< i^cuello de
' g.nrza», por Zít/a = I 5 .Noviembre. Kl dia-
I blo cojuelo. Notas y comentarios. \. ^Cuándo
I empezó Vclez de Guevara á escribir uKl diablo
! cojuelo»?, por Felipe Pére^ y Con^áleii. — 22
\ Noviembre. Kl diablo cojuelo. Notas > co-
' mentarios. \l. ¿Cuándo icrminf) Vélez de Gue-
vara su novela?, por Felipe Pére^ y Cmn^á-
/e^.=3o Noviembre, l'.asas de madera es-
culpida. Kjcmplar de las que subsisten en el
Noroeste de Francia, por Knrique Serramt Fa-
tigati. -Ll idioma castellano en las repúblicas
del Plata, por Emilio 11. del }'illar. = i^ Di-
ciembre. Rouen. Kl atrio é iglesia de San
Maclou. por Knrique Serrano Fatigati.— Gra-
bados: Iglesia de San -Maclou. Puerta del Juicio
final en la iglesia de San .Maclou. Puerta cen-
tral de la iglesia de San .Maclou. Puerta del
lado Norte de la iglesia de San .Maclou. — 22
Diciembre. Los villancicos de .Navidad, por
Juan Pére^ de Guí^mán. La timba nacional.
Loterí.is primitiva y moderna, por Felipe Pé-
re^ y Goni;iále^.—^o Diciembre. Año nuevo
y tarjetas postales, por K. Serrano Fatigati.- -
Recuerdos de Raena (Córdoba). La parroquia
de Santa María la .Mayor, por Rodrigo .\mador
de los KÍÜ5.— Grabados: Retrato de la condesa
Potocka, por Graff. .Vutorretrato, de Steen.
La bruia. de Fran Halls. Tarjetas postale-i per-
teneciente ^ á la colección de D. .\dolfo Herre-
ra, baena: Puerta del Ángel en la parroquif
de Santa Maria la Mayor. <>ruz procesional de
Santa .María In Mayor.
La Lectura. 19 «3. Febrero. La servidum-
bre rural en Cataluña, por Ratael .Mtamira.—
Revista de revistas.— índice de revistas.
Nuestro Tikmpo. 10.Í3. Febrero. La cues-
tión catalana, por Pompeyo Gener. -Cecil
Rhodes, por L. Cubillo. -Cejador y 1> ciencia
del lenguaje, por Edmundo Goni^ále^-blanco.
Importancia del estudio del lenguaje, por Ju-
lio C^;ador.— Revista bibliográfica. -Revista
de revistas.
Razón y Fk. h^í^ .Marzo. Autos anterio-
res á Lope de Vega, por J. M. Aícardo.— La
edad prehistórica en Orihuela, por J. Furgút.
Hagiografía: Día del tránsito de San Francisco
Javier, por \. Astrain.
Revista de Aragón. 1903. Enero. Un estudio
de arte cristiano, por Cennino Cenníni.— Arte
regional. Nuevas tendencias. Pinturas decora-
tivas del Sr. Gárate, por J. Valen ^uela la
Rosa.— La. restauración de la e.scolástica en
Francia, por A. Gómei^ Izquierdo.— De la His-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
243
toria como ciencia, por Julián Ribera.— La
moneda araf^oncsa, por Antonio Vives.— Or-
dinacione '. y paramiento^» de la ciudad de Bar-
bAstro, por Mariano do Pana. —Recuerdos de
mi vida (cap. XIV), por Santiago Ramón y
Cajal. = Febrero. Pintura*» murales de la
Cartuja de .Vula 1);í¡ , por J. Valen ;;uela la
Rosa. -Bibliotecas de .Vrte, por Josc Mari»
I.ópeiü. -La lilusofía escolástica en .\lemania
ven otroi paísc . por .\.. ííóme^ I izquierdo.- -
Los principios fuodimcntales de la Historia,
por Julián Ribera.-~L:i bastardía de D. Kami-
ro I de Aragón, por Kduardo ¡barra. -Los
pcrííaminos de Mazalc«jn, por Santiago Vidie-
//a.— Notas: El poema de Yúsut". K.xpeilición
de aragoneses y catalanes á Oriente. La vida
universitaria en la España anticua. -Recuer-
dos de mi vida (cap. XI\). por S.intiago Ra-
nón y (la jal.
Rk VISTA DE l.A .\SOt:iA<.:ÓN AhT1STICÜ-Ab-
V''Eoi.6íiic.\ b.\r(:ki.onksa. up2. Noviembrc-
l>ic¡enibrc. Las Naus ó Naueías de Menorca
(conclusión), por Francisco Hernández San^;.
Influencia deis Museus .\rqueológichs y Bi-
bliotecas públicas pera la cultura social, per
Bonaventura yíasse^orfa. -Notas de asiriolo-
{.ia, por José de Peray y AfaríA. -Comunica-
do. In document incdit (de la iglesia deis I
Sants Genisos de la AmetllaJ. por A. C de V. \
Rkvista Contemporá.nea. i5 Febrero. Los
visigodos en España (continuación), por J|osé) I
f>[rtega]RfubioJ.—E<ip3iñolcs ilustres en Fi- |
lipinas (conclusión), por José Roca de Togo- '■
r-5.— Estudios de antropología y sociología I
criminal, por Manuel Gil Maestre. — holQÚr. I
bibliogrático.
Revista dk Extremadira. 1903. Enero. C.o- '
lón, ^extremeño?, por Vicente Paredes.— l^ur- ;
guillos, por Matías R. Aíarí/ne;^.- Comisión !
de Monumentos de Caceres. Donativos de don ¡
M. Roso de Luna al Museo, por J Sanguino. 1
Noticias bibliográficas, por .S.
Revista Nacional (de Buenos Aires). 1902. I
Agosto-Noviembre. Bosquejo histórico de la I
Rioja, por Marcelino Reyes. -L ai educición :
entre los antiguos mexicanos, por Gregorio I
7"orrM(iuíníero.=Diciembre. Biblioteca de •
Historia nacional de Colombia, por Eduardo
Poiarfa.— Vocabulario de tribus de indios del |
Río de la Plata, por Benigno T. Martine^.—
Bosquejo histórico de la Rioja, por Marcelino ¡
/?ey«.— Valentín Alsina, por José Juan Bied-
ma.— Bibliografía. —índice del tomo XXXIV
M. Serrano y Sanz.
REVISTAS EXTRANJERAS
[!.• Los sumarios íntegros de las revistas
congéneres de la nuestra portuguesas, ó cx-
.tranjeras en hablas no españolas ni portugue- !
! sa consagradas exclusivamente al estudio de
I España, y dadas á lu¿ en ó fuera de ésta: los
: títulos de unas V otras revistas van de letra
cursiva. 2." Los trabajos de cualquier materia
tocantes a España, y los de carácter histórico
v erudito interesantes para la cultura que
Ij^uren en los Sumarios de las demás revistas
I escritas en lenguas portuguesa v extranjer;»s,
I publiquense ó no en España. 3/^ Los trabajos
que, estando en las coiidiciones reseñadas en
I este párrafo segundo, aparezc.in en revistas
I publicadas por extranjeros en lenguas sabias.)
<) Archeologo portugués, m.yj. Diciembre
Manoel Joaquim de Campos^ Contoi para con-
lar.— Pedro .V. de /l^ej'eJo. In inventario do
seculo XIV.- Celestino /íet.i. Trituradores de
I pedra.— Pedro. A. de A^evedo, Pelos jornaes.—
■ John Martin, .Mosiicos rt>rnauos de Portugal.
Pedro A. de A'^evedo. Extractos archeologicos
das «.M»:mor¡as pirochiaes*.
I LAkt. iy>3. Enero. Jean Gi ikkrkv, LExpo-
j sition des primitifs llamands á Brugc> (suitc).
I Camille Lkvmarik, L enig ne de Bernard Pa-
, lissy(nn).
I l'HK ArnKN.tLM. Núm. 3-)2^. WilhamBARRv,
The Papal .Monarchy, from St. (íregory the
Great to Boniface VIH (íhk>- 1 303). - Rodolfo
La.ncia.ni, Storia degli scavi di Roma e notizie
I ¡niorno le colle/ione Romane di antichitá.=
I N ú rn . 3025. WiNTHROP L. Marvin, The Ame-
I rican merchant marine; its History and ro-
mance from 1620 to 1902.— Grenfki I., Hu.NT and
Smylv, TheTebtunis Papyri. Part /. = N lime-
ro 392Ó. Samuel Cowan, The Gowrie conspi-
racy and ist official narrative.- N ú m . 3928.
A. H. Sayck, The religions ot ar.cient Egypt
and Bab¡lonia.=Núm. 3929. The Athenian
Drama. Vol. II. Sophoci.es. Translated by P. S.
Phili.imore. VuL III. Ei'RiPiDEs. Translated
by (j. MURRAY.
Le bibi.iographe moderne. 1902. Septiembre-
Diciembre. P. Arnaui.det, Catalogue de la bi »
bliothéque duchátcau de Blois en i5i8.— .\. Ro-
SEROT, Catalogue des actes royaux conserves
dans les archives de la Haute-.Marne (suite).-
Henri Stkin, Le liyre, les archives, les biblio-
thcques et la bibliographie á lExposition uni-
verselle de i9x>.-Eug. Casanova, Le nouveau,
rcglement general des archives d État italien-
nes.— Chronique des Archives.— Chronique des
Bibliothéqucs.— Chronique bibliograpiquc.
BlBLIOTHÉ(ÍUE UNIVERSEI.LE KT ReVUE SUISSE.
1903. Enero. Michcl Delines, Le Pcrse et les
pcrsan de nos jours. = Febrero. Edouard
RoD, Le libéralisme et les idees politiqucs du
dix-huitiéme siécle.-Michel Delines, La Per-
sc et les persans de nos jours.
Bulletin hispanique. 1903. Enero-Marzo. P.
París, Isis, terre-cuite du Musée Balaguer, á
ViUanuevayGeltrú.-Fr. Simón t Nieto, La
nodriza de D.» Blanca de CasiilU.-A.MoRBL-
Fatio. Ate relegata et Minerva restituía^ Co-
medie de collégc représentée á Alcalá de He-
244
REVISTA DE ARCHIVOS
nares en 1539 ou 1540.— E Piñetro, Mariano
José de Larra.— R. J. Cuervo, El castellano en
América (fín de una polémica).— Bibliographie:
£. de lliNOJOSA, Le servage en Catalogne au
Moyen Age (J. A. Arufai7s>.— Juan Catalina
García, Castilla y León durante ios reinados
lie Pedro I, Enrique II, Juan I y Enrique III
<(i. Daumeí). — Eloy García dk Qi^evedo y
CoscKLLÓN, El Abad Maluenda y el Sacris-
tán de Vieja Rúa. (E. Merimée).—(j. Desdevi-
SKS nu Dkzert, Le Conseil de Castillc au
xviii*^ siéclc.— Federico Hanssen, Nolns á la
versificación de Juan Manuel.— Eloy Bili.on,
El clrisicismo y el utilitarismo en la ense-
ñanza. —Carlos Servet Fortvnv, Leyendas
toledanas.— F. Moreno, Esgrima española (II.
/Jonardün).-~Jo^é María Noorís, Archivo de
la Rc.il Casa (H. L.)— (3onde de Vai.k.ncia de
Don Ji'AN, ,\rmas y tapices de la (>orona de
España (H. Léonarrfon>.— Enrique García He-
rreros, La Sucesión contractual ((^ PitoUeti.
Juan \'ai.fra . Florilegio de poesías caste-
llanas del siglo XIX (E. M.)— Sommaircs des
Re vues.— Grabados: I. Isis, lerre-cuite du Mu-
sée Balaguer. II. Donación del Rey de Castilla
D. .\lünso el N\ ble á Sancha López, nodriza
de su hija D.» Blitnca.
La civiltA cattoi.h:a. 3 Enero 1903. Di alcu-
ni criierii incerti nella Paletnologia, Archeo-
logia c Storia antica. La scoperta delle tombe
nel Foro romano e ¡I criterio cronológico. =
7 Febrero. Di alcuni criterii incerti nclla
Paletnologia. Archeologia e Storia antici(con-
lin i.ición). — 21 Febrero, .\rcheologia del
libro. II libro ai tempi dei Padri dclla Chicsa,
specialmente di S. Gregorio Magno.
Le Correspondant. 10 Febrero 1993. P. Im-
BART DR i.A TouR, Les origincs de la Réforme-
La société fran^aise au debut du xri^ siécle.
La structure politique de l'État.— L. de Lan-
ZAC DE Laborie, M.*"^ dc Stael et Napoleón,
d'aprés les archives de Coppet et du chatcau
de Kroglie. — Louis Gvimbaud, M. de Montyon
et Joseph de Maistre. Avec des lettres inédi-
ies.=.io Marzo. M. Roi'ssET, Le commande-
ment des armées allemandes en 1870, d'aprés
des documents allemands. II. La bataille de
Borny.- Víctor Pierre, Curiosités hisiori-
qucs. Tne pctition de Chateaubriand au pre-
mier Cónsul.
TiiE FORTNiGiiTi.T Review. 1903. Febrero. A.
J. Dai^'son. Morocco, the moors, and ihe po-
wers.— LiDNET Brooks, The venezuelan im-
broglio.— J. S. Mann, Spain and Europe.
Gazette des Beaux-.\rts. 1903. Enero. Paul
DrRRiEr, Les debuts des Van Eyck (i.*^** arti-
cle). — Émile Miciiel, La Collection Dutuit,
Tableaux et dessins: I. LÉcole hollandaisc.—
L. DiMiER, Eugéne MOntz.— Mauricc Hamei.,
Les derniers travaux sur .\lbert Dürcr.— Bi-
bIiographic.= Febrero. Paul Durrieu, Les
debuts des Van Eyck (2.* et dernier article).
P. Frantz Marcou, La Collection Dutuit: Le
Moyen age et la Renaissance.— L. Maeter-
i.iNCK, La Satire anímale dans les manuscrits
flamands.— Bibliographie.=M a r z o. Henry de
Chenneviéres, Fran^ois Dumont, miniaturis-
te de la Reine Marie-Antoinette. — Gu«tave
Gruykr, La Collection Bonnat au Muséc de
Bayonne.— Henrí Bouchot, Les portraits de
Louis A'I.—Emiie .MiCMEi., La Collection Du-
tuit: Tableaux et dessins. (2.*^ et dernier ar-
ticle.— Bibliographie.
TllE GEO<»RAPHICAL JOURNAL. I903 . MarZO .
Dr. SvEN Hedin, Three yearsexploraiion in
Central .Asia, 1 899-1 902.— (jeorge Macartney,
Notíces, from chínese sources, on the ancient
kíngdom of I au-Lan, or Shen-shen. — Dr. Tem-
PEST .\nderson. Receñí volcante eruptions in
the West Indies. — R. Lockhart Jack, Two
Trips to the North of Chcng-tu.— The Tanga-
nyka problem.— Dorr.i.AS W. Frkshmf.i d, Ihe
highcst mountain in the World.
GiORNALE STORICO DELLA LITTERATüRA ITA-
LIANA. Fase. 121. (1903.) Paolo Savj-Lopez, La
lírica spagnuola in Italia nel secólo xv.
The JOI'RNAL OK THE ROYAL ASIATIC Sor.IETY.
1903. Enero. \'incent .\. Smith, The Kushan. or
Indo-Scythiao Period of Indian History.— W.
VosT, The lineal measures of Fa-hi.m and
Yuan (Juvang,— C. Otto Blagden. Furthcr no-
tes OQ a malayan comparative vocabulary.
Journal .Asiativíie. 1902. Noviembre- Di-
ciembre. Table des matícres de la ncuviéme
serie, comprenant les années 1893 :i 1902.
JoL'RNAL des SAVANTS. 1903. Encro. M. Ber-
T1IEL0T, Histoire de la chimie indienne.— L.
Delisle, Le collection de manuscrits de M.
Henry Yates ThompsonT — R. Darestk, L ori-
gine de la noblessc en France.— G. Boissikr,
Les prologues de Sallustc.=F e b r e r o . .\. Lu-
CHAIRF, Les institutions monarchiques lociles
en France á la tin du moyen age.— J. Gi:iffrey,
La gravure sur gemmes en France.
La Lettura. 1903. Marzo. Francesco Mala-
Guzzi Valeri, La »villa dellWriosto» e i pa-
rcnti materni del poeta. (Lleva algunos gra-
bados.)
Ni OVA antología. 16 Enero 1903. Raft'a Gar-
ziA, Storia dellWrte in Sardegna (con 11 illus-
trazioniO.= i.° Febrero, .\dulfo Venturi,
L'Esposízione dei primitívi tiamminghi a Bru-
ge^.=i6 Febrero. Pompeo Mol.menti, I ire
steidardi in piazza San Marco (con un illus-
trs/ione). — VíttorioCiAN, L'agonia d'un gran-
de italiano sepolto vivo. Appunti da lettcre c
da un opera inedite di Pietro Giannone.— I
Musei dArte a Madrid.
La novvelle Revub. i.° de Enero 1903. Gus-
tave TornorzE, Pages intimes sur la Commu-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
245
nc (III).— Louis-Frédéric Sauvaoe, L Arl dans
les Pays-Bas.~C. Lomon, Islam Sahar¡en.= i5
Enero. Albcrt Sorel, Le Dirccioire.— Mau-
ricc Mii.LOT, Moliere et sa servante.— (lusiave
Toirnor/t, Fages intimes sur la Commune
<IV).— Jacques Keonier, Idees morales ct reli-
gieuses de Sainl-Simon. A. Piquemal, Le Gé-
ncr.il Alexaodre Humas el le General Bade-
laune.~i.° Febrero. K. A. de la Rochefou-
CAUí.n. Lenigmc des inscriptions Gauloiscs.—
Pkladan, Le pays de Triscan.— Gustave Tou-
DouzE, Pagos intimes sur la Commune.— Rcnée
Ai.LARH, l-ne visite á Mistral.
La plime. i5 Knero 1903. Charles Saunier,
Les prccurseurs des mcdailleurs contempo-
rains.
La Revue (Ancienne^Revuk des Revuks»).
•i.*> Marzo 1903. Emile Fagi;et, Goethe et Niet-
rsche.— Dr. La Touche-Trkville, L'antiquité
du Nouveau-Monde (suitc et íin).
Revue dk lArt chrétikn. 1933. Enero. L. de
Farcy, Fouilles á la cathcdrale dWngers
-(1902). -E. Rov;lin, Mobilier liturgil^ue d'Es-
pagne.— iVÍ. Gehspach, Les Arti de Florence
(3^^ paríie>. —liibliographie. Escultura romá-
nica en España, par D. Enrique Serrano Fa-
TiGATi (E. Roulin.)
La Revue blanche. i.** Febrero 1903. Marcel
CoLLiKRK, La Mano Negra.
Revue des cours et conférkncks. i." Enero
1903. Alfred Croiset, La civilisation de l'agc
homérique.— G. Desdevises DU Dkzbrt, L Es-
pagne héroique.— Édouard HbiRRior, .M'"*^ de
Staífl et Chateubriand.
ReVL'E CRITIQUE d'HiSTOIRE ET DE LlTTÉRA-
TURE. 12 Enero 1903. Alex. (jraham, Román
África (R. Cagnat.)=:{) Febrero. Demotis-
che Papyri aus den Kóniglichen .Musecn zu
Berlín (G. Mas;?ero;.— Egyptischc t'rkundcn
aus den Roniglichcn MuHccn zu Berlin (G.
MaspenO.SASUE e Castro, Égyple (H. G).—
Capahi, Recueíl de Monuments Egyptiens (G.
Maspero). = 16 Febrero. Ch. (Juio.NbHERT,
Tertullicn (P. Monc^aux). —Gustave Canto.n,
Napoleón antimililiriste (R.) = 23 Febre-
ro. LUrestie d'EscHYí.E, traduction par Paul
Mazon (M. Croiset).- 2 Marzo. Geschichte
von Sul und Schumul unbekannte Erzáhlung
aus tau;end und ciner Nacht; texte árabe; tra-
duction (fi. M.)— Jean Jansskn, L'AIlemagne
el la Reforme (Ch. De/oft). —Saint-Simon, Mé-
moires (G. Lacour^Gayet).
Revue DES DEux MONDES. i.° Marzo 1903. M.
Charles Benoist, La libération du territoire,
d'apres lacorrespondancc inédite de M. Thicrs.
Rene Pinon, Les événemcnts du Maroc.— Emi-
le Bbrtaux, La chapelle Sixtine avant Michel-
Ange.— Bullctin bibliographique.
Retue des ¿tudbs anciennes. 1993. Enero-
Marzo. G. Radet, Recherchcá sur la Géogra-
phic ancicane de l'Asie Mineure: I. Sur un
point de Fitinéraire dWlexandre en Lycic.—
B. Haussoulmkr, Fr. Cumont, G. Radet. Dios- *
hiéron et Bonita.— P. París, Isis, terre-cuite
du .Musée Balaguer á Villanueva y Geltru.—
C. Jullian, Notes gallo-romaines: XVIL Re-
marques sur la plus ancienne religión gauloi-
se (4^ articie).— G. (jassies. Venus et Adonis,
sur un monument trouvé á Mcaux.
Revuk Dts ÉTUOES JuivHS. 191)2. Encro-.Mir-
zo. Paul Mo.NCEAux, Les colonies juives dans
IWfrique romaine. -G. Marmier, Contribu-
tions á la géographie de la Palestine et des
pays voisins C/n).— .\. Epstkin, Le retour de
Rab en Babylónie d aprcs M. Isaac Halcvy.—
M. SÉi.iriSOii.N, Quatrc poésics judco-persanes
sur les persecutions de> juiís d IspahaD.=
.Abri 1-J uni o. S. Po/nansei, Anan et se*
écrits.— Elkan N. .Adlkr et M. Séliusohn, Une
nouveilcchronique samar! tañe. — Ad. Buchler,
Relation d'Isaac b. Dorbvlo sur une consulta-
' lion cnvoyée par les juif-» des Rhm, en Tan 9r>ü,
, aux c.)tnmunautésdeP.ilestine.— .M.SÉLiGsoiiN,
i Quatre pocsics judéo-pcrsanes sur les per>t—
I cuiions des luifs d Ispahan CTín).— Israel l.i'.vi,
j La langue origínale du Livre de Tobít.—(^)uel-
1 ques cítations de lEcctésiastique.— M. Kay-
8ERL1.NG, Notes sur Ihistoire des juits de Mi-
jorque. = Julio-Septiembre. Louis-Gcr-
i main Lévy. Du totémisme chez les Ilébreux.—
S. Krau.ss, Antiochc.— S. Poznanski. Anan et
ses écrits (5ui7e).— E. .\dler et M. Séligsoii.n,
Une nouvelle chronique samaritane (suitei.—
Octubre-Diciembre. Théodore Reinaj:!!,
Sur la date de la colonie jui ve d .Vlexandric. —
G. Marmier, Contribution á la géographie de
la Palestine et des pays voisins í^suííe).— .Sa-
muel PozNANSKi, Anan et ses écrils (fin).- E.
Adler el M. SÉLiGsoii.s, Une nouvclle chroni-
que samaritane (suite).
Revue historique. 1903. Marzo Abril. \. Lu-
CHAiRE, Innocent III et le peuple romain.— Ch.
E. CElsnkr, Fragmentsde Mémoires relaiit's á
la Rcvulution fran^aise, publiés par A. Stern
(suite).— Bibliographie.
Revuk de lOrikni chretie.n. 1902. Núm. i.
Fr. TouRNEBizE, Histoire politique etreligieu-
se de FArménie.— .\urélio Palmiéri, Les études
islainiques en Russie.— Histoire de Jean Bar
Aphtonia, par F. Ñau.— Vie de Saiate Marloe.
IV. Texte copte publié et traduit par M. i'abbé
li. Hyvernat.— Bibliographie.— Estudios tiloso-
íiro-teologicos. I. Aigazel. Dogmática, moral,
ascética, con prólogo de Menéndcz y Pelayo,
por Miguel Asió (E. M. B.)=Núm. 2. Vie de
Sainte Marine (suite). V. Texu árabe publié
par MM. J. Guidi et E. Blochet.— Fr. Tour-
NBBiZE, Histoire politique et religieuse de 1*
Ármenle (suite).— Histoire de Saint Nic >'.a -,
soldat et moine. Texte grec, publié par Lcun
246
REVISTA DE ARCH4V0S
CIu|inci.--Núm. 4 , Fr. Toi.rxebizk, Ilistoire |
politiquc et rcligicuse Je lArménic (continua-
ción).— Louis Petit, Vic el office de Saint Mi-
chel Maléinos, suivis d'un traite ascétiquc de
Basile Malcinos.— Léon Ci.lonet, Vics ct rc-
cits d'anachoretes (iv^'"vii*'' siccles).— P. A. P.,
La rebapiiüation des laiins chez les ^recs.—
Vie de Sainic Marine. \'II. Texte fran<;ais, pu-
blié par l.éon <'.i.r<i.\Ki .— Mélanges.— Biblio-
ííraphic.
Rkvik Tuómistk. I(h)'j. Septiembre, i), (i. I.k-
GKAV, í-\ni;;e et Ic^ Théophaiiics ilans IFcri-
turc Sainic liaprcs la doctrine des Pere.s. -
Rcvue analytique des Revues.
Rl VISTA DKI.I.K mhl.lOTEClIE K DI.ÍÍI.I AI<< HIVI.
1903. Knero. Bia(íi (( luidu) Moi.memi (Pompeo)
y MoRPihiio fS.), Per la nuova seiie della Bi-
blioteca di S. Marco a \ene/ia. Febrero.
Per la Kibl¡(»leca di S. Marco.— Adolto Navi.i -
TA. 1)1 un intcressaute lema des..me per aspi-
ranti biblioiecari. Kilippo I.ahí.aioi ir. Ure-
vi cenni «^ulla Miblioieca Kayneri. - Berti di
(-annaí^nola. — Le Pandetle liorentine. -Ol-
metrio ,Mah/i, A proposito jü Archivi no-
larili.
Ii. SKCOi.o XX. Marzo de i>>3. .\nna Francjii,
Ancora un ritratto di Dante. (Lleva grabados
de verdaderos ó supuestos retratos de Dante. I
Giuseppe Conti, Da f^aleotti turchi a marinai
Medicei.
• Lk tour i)r MüNi>E. 3 Enero it»o3. LouíjíCui:-
VAi.i.iKR. Sion et la vic des paysans du \ alais.
Le Capitaine Lknkant, Le Ni^er vuie ouverte
a notre empire africain. = io Knero. La Perse
el le Cíolfe Persique ((J. D.)— Les origines du
soulevemeni au Maroc — Le «.'apitaine Lkn-
fant. Le Nif;frr, voie ouverte á nutre empire
africain.— LCri^inc de la Mer .Morte. 17
Knero. Ci. Labadie-Laííravk, Caracís, le Pa-
ris de r.Vmérique du Sud.— Le Capitaine Lkn-
KAXi. I-e Niger voie ouverte á notre empire
africain— Le Barra^íe du Nil á Assouan.=24
Knero. (ieorgts Boixin, (.'^hc/ les mineurs de
la Loire. Noyagc au Pays noir.— Le ("apitaine
Leskant. Le Niger voie ouverte . i noire em-
pire .ifricain. — Lexploraiion de laméricain
Peary au nord du Groenland. .Ses resultáis.—
\u Venezuela, l'npavsoú la Révoluiion est
un mal chronique, par Kmile Cíaitieu.
M. Serrano v S>nz.
.SECCIÓN OFICIAL Y DE NOTICIAS
La Juma tacullativ i de .\rchivos. Bibliote-
cas y .Museos, en su sesión del día i'_» del co-
rriente, ha tomado l«)s siguientes acuerdo^:
Autorizar al Jefe de la Biblioteca Provin-
cial de C^iudad Real para un cambio de li-
bros.
Negar autorización para sacar de España en
calidad de préstamo documentos históricos
del Archivo general de Simancas, y
Proponer que se adquieran por el Estado
el Mosaico de la Hañes^a, de D. Darío Abaii;
una colección de Hierros, ót: D.'^ María Berzal,
y un Mtínetario de D.=' Inés Martínez.
Han sido trasladados: D. Julio Iglesias, que
prestaba sus servicios en el Archivo general
de los .Ministerios de Instrucción pública y
.\gricultura, al general de Galicia; á la vacan-
te anterior pasa D. Joaquín Santistéban, que
sirve eo la Biblioteca Provincial y Lnivcrsi ta-
rta de Granada; al puesto de este es destinado
D. Luis Rubio y Moreno, que desempeñaba el
cargo de Jefe del .\rchivo Provincial de Ha-
cienda de (^.órdoba, y á este .\rchivo D. .Ma-
nuel (¡alindo, Jefs.' de la BiblioUca Provincial
de la misma ciudad, con el encargo de que sir-
va también la referida Biblioteca.
Con fecha 18 de Febrero último se ha conce-
dido el reingreso en el Guerpo de Archiveros
á los Oíiciales de cuarto grado D. Julio \ ma-
nilas y Celestino y D. Enrique .\rderiu y
Valls, siendo destinados, el primero al \rchi-
vo de Hacienda de Huelva y el segundo a la
Biblioteca Nacional.
Ha sido trasladado á la Biblioteca .Nacional
D. Ángel Ramírez (r.asinello, que prestaba sus
servicios en el .Vrchivode Hacienda de Huelva.
Se ha concedido licencia reglamentaria al
Oficial de cuarto grado D. Ramón Robles y
I Rodríguez, que prestaba sus servicios en la
Biblioteca Provincial y Tni versitaria de Va-
- lladolid.
MADRII3.— Tip. de la BdTÜita de Archivos, Bibliotecas y Xnseos, Olíd; 8.
REVISTA
DK
ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
(HiSTdfHA ^ «. IKNcíAS A I' X : 1 1 A R F .^ )
ORG\NO í'FIClAl. I»fcl. CUhhFO h ACJ. I. 1 A I IVü ÜfcL KAMV»
(SK PirBLIcA !JNA VtZ A!. Mis)
TFR( i:ra i:p()Ca
ANO VII
Número 4.
Abril 1903.
^y.?.^
MADRID
TIF. DL LA REVISTA DK. AH<:iilVoS, BlllLIúTÜCAS Y Ml'SLOS
Calle de Oüd, núm 8.
1903
SUMARIO
l.^Ctmpaña del ¡Marqués del Carpió, D. Gaspar de Rara y Gu^mdn, Virrey de Vá-
poles, contra los bandidos del Ábru^^o en 1684, por D. Julián Paz, Jefe del Ar-
chivo de Simaacaí ^47
\l.-^EÍ primer libro de actíu municipales, por Vi. XastlmoSKur k A>
lli.^Un incunable desconocido {conclu^iónu por \0.\Peáro\KocK^ de la Biblioteci |Na-
cional a*7
IV.— •{/na obra inédita de D. Fermín Caballero^ por D. Valentía Picatoste 27^
V.-^Relación descriptiva de los mapas, planos, etc, de la Audiencia ly Capitanía ge^
neral de Guatemala (Guatemala, San Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa-
Rica) existentes en el Archivo general de Indias, por D. Pedro Torres Kanzái, Jefe
de dicho Archivo i7<>
W.^Estudio sobre los sermones valencianos de San Vicente Ferrer 'que se Iconservan
manuscritos en la Biblioteca de la Basílica metropolitana de Valencia: VI. Invec-
tivas contra las mujeres, por I). Roque Chab.ís. r.anónigo- Vrchivero de la misma. v^i
|V1I.~DocuMKNTOs: I. Libros manuscritos ó de mano [de la biblioteca del Conde de Gon-
domar] (coaclusón), por la copia, M. S. r S.— II. Estado de la Universidad de Ál-
cali de.sde su fundación hasta el año i^S (continuación), por la copia, Julio Mbl-
«ARRS Y Marín.— III. Poesías del Doctor Agustín de Oliva, S.* Diálogo entre el
autor y un libro, por la copia, .M. S. y S a)5
VI lí.— Notas biblioor.íficas: I). Francisco Valverde y Perales, Historia de la villa d«
Baena (A. P. v M.)— Vicente Lloréns Ásensio, La primeral vuelta al mundo. Rela-
ción documentada del viaje de Hernando de Magallanes y Juan Sebastián del Cano
(i5h.)-i322)(V. V.).— Narciso Alonso A. Cortés, ITn pleito de Lope de Vega. Nuevas
noticias para su biografía (A. P. r M.).— Wjlliam Arku»right, The Pointer fand his
predecessors. \n illusirated Hi<iory of the Pointing Dog }from the earliest jtimef
(A. P. r .M.) ji's
IX.— Variedades: Mernania, Kspaña (Barcelona, Burgos, r.oruña, Madrid, Oviedo y Se-
villa). Francia y Turquía 31S
X.— Crónica d« .\rchivos, BiBi.iorh«:As y Mtskos: .Musco de reproducciones anís-
ticas 31^
iXl— BiBLiooRArÍA: Libros españoles^ por I). Alvaro Gil .\i.kacrtb y D. Manuel Skrrano
T SA!«z,de la Biblioteca Nacional.— £i6rox extranjeros, por I>. M. Skrrano t Sanz —
Revistas españolas, por D. M. Skrrano t SAHi.^Revistas extranjeras, por don
M. Serrano t Sanz jm
XII.— Sección OFICIAL T D« NOTICIAS 316
LÁMINAS suKi. tas: X. Pla^ade MontDrio (a).— Pig. 7^. De la Bibliografía hisp.tao-latína clásica.
El asno de oro. .Medina del Campo. 1543.
LÁMINAS iSTüKi.AMOAs: PUno de .Montorio ib).— Perspectivas y planos de Ia<; casa* de J. Cario»
Vitelí y V. Poinpeía (c). -Planta de li Roqueta y torre de J. B. Cola Ranicro (d).—
Pl-ino del palacio de J. B. <>ola Raniero (La Regia) (0). — (Plano (f) Casa de Durante, Roca
de Pocho Umbrichio y Torre de Kscalona.
Pliegos 17 y iSdc ¡a Hiblioff rafia hispano-latina clásica, pur D. .M.ircolinu .MhSKNDKZ r Pelato.
JeTc •iuperiur del Cuerp4i facultativo de .Vrchivcros, Bibliotecarios y .\rqueóiogoi
Director de la Biblioteca Nacional.
Pliego '¿ñ tlci Catál'tg} de retratos Je personajes españolea ¿que se cjn^ervan en la Sección de
t^i lampas y de Helias Artes de la Biblioteca \actoual, po' D. Ángel .M.» ae Barcia
Y Pavón, Jete de ilicha sección.
REVISTA
DE
ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
(HISTORIA Y CIENCIAS Al-XIl.l APES)
Año VII. — Abril de igoS. — NOm. 4.
(^AMPAÑA DEL MARQUÉS 1)E[. CARPIÓ
D. GASPAR DE HARO Y GUZMÁN
VIRRKY i)K ÑAPÓLES, CONTRA LOS BANDIDOS DEL ABRUZZO EN Í0H4
I
Ventajosas posiciones de los 1.201) bandidos que ocupaban el Abruzzo.— Infruc-
tuosas campañas para exterminarlos. — Extrañas opiniones de algunos conse-
jeros del de Italia y Estado respecto al bandolerismo.— El Marqués del Vasto,
el Cardenal Cibo, el Duque de Lauriano, otros Grandes italianos y el emba-
jador de Francia, protectores de los bandidos.— Repartimiento que éstos tenían
hecho del país. -Nombra el Virrey al Marqués de Santa Cristina para la cam-
paña contra los bandidos. — Derrota y retirada de las tropas.
Tantas hazañas reales y fantásticas se han contado de los bandidos na-
politanos, que han venido á ser bien conocidos de todo el mundo. Histo-
rias y novelas están llenas de sus hechos, y en cuanto se habla de bandi-
dos, acude á la imaginación la íl^ura del feroz calabrés con su pluma en
el sombrero.
Ni han de ser sólo los grandes hombres los que pasen á la Historia;
también los señores bandidos de antaño merecen su paginita, ya que á los
de hoy se les dedican minuciosas y largas iníormaciones. se les atiende y
se les estudia bajo todos conceptos, reproduciéndose sus retratos en múl-
tiples ejemplares. Refresquemos un poco la memoria acerca de los anti-
guos bandidos, que sólo tiguran en leyendas, y que por lo menos tenían,
aun dentro del crimen, cierta í^randiosidad, á la romana, de que care:en
los de ahora.
Buena porción de ellos vivía muy á sus anchas durante el siglo xvii
en la provincia del Abruzzo, y aunque tenían sus casas fuertes, trincheras
H." hPOCA.— TOMO Ylll. 18
248 REVISTA DE ARCHIVOS
y defensas para caso de ataque, no era fácil disputarles la tranquila pose-
sión de sus montañas, que por lo inaccesible y quebrado del terreno, ofre-
cían muy serios obstáculos al acceso de las armas españolas.
Habíanse intentado varias veces formales campañas contra ellos, entre
otros por D. Miguel Pignatelli, llevando durante tres años (i 648-1 65o)
3.000 españoles y algunas compañías de caballos á íos Abruzzos; continuó
la empresa el general D. Juan Bautista Brancacho en tiempo del Conde de
Castrillo, con gruesas tropas que recorrieron también las provincias de
Montefusco y Salerno, y bajo el mando del Marqués de los Vélez, antece-
sor del Marqués del Carpió, se mandaron al Abruzzo cuatro ó cinco com-
pañías.
Á pesar de estos esfuerzos, los bandidos, lejos de disminuir, habían
llegado al número de 1.200 en aquella provincia. Tal núcleo de fuerzas
exigía una campaña en regla, oponiéndoles soldados de infantería espa-
ñola y considerándolos más como tropas rebeldes que como bandidos,
pues estaban fortificados y se defendían sin reparar en la oposición de
tantas fuerzas. No se podían tampoco desguarnecer las provincias inme-
diatas porque no se pasasen á ellas los bandidos al verse atacados y, en
fin, llegó á darse á este negocio tal importancia, que se consideró como el
de mayor cuidado que se había ofrecido en Italia desde el tiempo de las
revoluciones. Dedicáronle minucioso examen los Consejos de Italia y de
Estado, exponiendo los consejeros opiniones que indican la importancia
de la empresa y las originales ideas que sobre ella dominaban. Considerá-
base de interés sumo el exterminio de los bandidos, y que si el Virrey de
Ñapóles lo conseguía, lograría lo que casi se juzgaba imposible. El mismo
Marqués de Astorga, que había ejercido aquel cargo, aseguraba que por
muchos que se matasen, siempre quedarían. D. Pedro de Aragón conside-
raba el mal irremediable, por ser natural en el genio de la nación, y el
Marqués de los Vélez pensaba que habiéndolos habido desde tiempo de los
Romanos, no había que inquietarse por corregir mal tan antiguo. En cam-
bio otros consejeros hacían notar que siempre que había temor de rompi-
miento con Francia, fomentaban sus embajadores desde Roma las corre-
rías de los bandidos para tener inquieto al reino y ocupadas las tropas »,
I El embajador de Francia en Roma, después que supo los soldados y capitanes que los ban-
didos mataron, escribió a su Rey muy dilatadamente diciendo que si estos tupiesen declarada
asistencia de armas y dinero, ó si riesen que por parte de S. M. Cristianísima había en Italia
armamento de que se pudie<ien fiar, seria la mejor ocasión para intentar la invasión de ese
reino.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 249
y Otros tocaban el más escabroso punto de que sería inútil cuanto se hi-
ciese mientras no se atajase el mal de raiz averiguando quiénes eran los
Grandes Señores que los protegían y alentaban. Era uno de ellos el Mar-
qués del Vasto, á quien el Virrey escribió con advertencias para capturar
á los bandidos Sgurrone y Mezzabotta, que con 14 compañeros merodeaban
en sus tierras, y para enviarlos á Ñapóles '. Ni el Marqués respondió á la
carta ni dejó de seguir su sospechosa conducta, por lo que hubo de encar-
garse al Virrey que le vigilase atentamente y le procesase si era preciso,
lo que se ejecutó, aunque dispensándole de pagar la multa de 3o.ooo du-
cados y de la cárcel en atención á su mucha edad y á estar gotoso y á la
recomendación del Consejo para que no se le tratase con dureza por ha-
ber hecho, á sus años, el viaje á Ñapóles.
El Virrey, por su parte, insistía en que se le respondiese sobre la ma-
nera de proceder contra los altos protectores de los bandidos, que era en
lo que todo estribaba, y así lo creía también el Consejo al juzgar que un
ejército de 20.000 hombres no bastaría á reducirlos mientras tuviesen
protectores, y que no teniéndolos, ellos mismos se rendirían.
I Ilc aquí la denuncia que recibió el .Marques del T.arpio y la carta que escribió al Jel Vasto:
Eccmo. Sif!/^*- Se V. K. vuollc neilc mani li capi banniti Sgurrone e Me¿/.abotla con quJtor-
dcci iurocompagni potra cun quei modi che li parera ordinario al Sr. Márchese del Basto mentre
lutti questi banniti stanno ncila giurisdittione del detto.si^nor Marchesse nelle sue terre di
Casalebordino e Villa Alfonsina ivi alimentati di consenso e di ordinc di detto signore e da
certi parcnti di .Mez/aboita di detia villa c stanno aspettiindo che calino quelli della montagna
per unirsi in sieme e per assicurargli il passo verso la Puglia.
Eccmo. signore, si serva ordinarc al detto signor Márchese che soito pena della sua testa li
lacci pigliare morti o vivi perche in .iltro caso non li potra havere. oe questo e occuho ma
notorio a tuiíi, ei esscndosi laiio sapere alia H. Audienzu dice nt»n haver gente perche stanno
alie montagne, si suplica pero \'. K. per il presto rimedio per che si possono havere tutti
o morti o vivi, perche vanno publicamente per le dette ierre ct anco per il territorio di Paglieta
pero detto signor Márchese li proiegge e solamente esso signore li puo daré in mano della
corte, ma sia presto il rimedio c gli faccio humilissima ríverenza.
Lauciano li ii di Febraro di 1084.
D. V. K. ma subbito subbito con li rimedii che V. K. conoscera piu migliori perche non si puo
parlare et e notorio che sonó piu di trenta giorni che estanno in detti luochi alimentati e
protctti.
Hum.»"*> schiavo
I'n zelante di Sva .Maksta.
Habiendo llegado á mis manos la carta inclusa me ha parecido usar con V. S. la confianza de
remitírsela original para que V. S. haga reflexión á lo que se perjudica su punto y atenciones
con estas voces y al mismo tiempo considere lo que me debe en esta demostración en materi.t
tan celosa á todos visos. Kspero que V. S. se desempeñará de todo con disponer que esos ban-
didos vengan vivos ó muertos, pues sólo esto podrá ser medio de mi satisfacción y conforme a
las obligaciones que concurren en V. S. á quien guarde Dios.
Ñapóles 19 de Febrero de 1684.
[De mano de S. /í./— Conocerá V. S. en lo que le digo en esia cuan su servidor soy prome-
tiéndome me dará lugar y ocasión V. S. para que pueda continuar en su servicio ion la misma
fineza.
D. Gaspar de Hako t Gvzmín.
25o REVISTA DE ARCHIVOS
Entre el auxilio de grandes personajes y el de los parciales de Francia
en Roma debían estar muy amparados los bandidos cuando para formar
la Junta * que en Ñapóles había de entender en su exterminio, se tocaban
dificultades upor ser muy pocos los que no estaban inficionados». Había
de proceder esta Junta contra los «varones de menor esfera que se halla-
sen complicados en el abrigo y protección de bandidos», sin impedir ni
retaVdar la ejecución de sus causas, guardando, respecto de «los demás
varones que pertenecían á las primeras Casas y calidad de aquel Heino^y,
la mayor atención y resguardo, no publicando sentencia ni pasando á eje-
cución sin aviso del Virrey ni orden de S. M.
Demostraba el Consejo miedo en proceder de una vez y resueltamente
contra esta trama ponderando la facilidad con que se seguiría una suble-
vación, diciendo que no convenía faltar á los anteriores ajustes hechos con
ellos, que convendría ver el medio de irlos enviando poco á poco á los
presidios de África ó de la Península en número de ocho ó diez en cada
uno. ya que á Cerdeña no procedía mandarlos «por abundar tanto aquella
isla de ellos», como se hizo con los de la temible compañía de Mateo Ci-
cardo enviados á Mallorca 2, cosa que ofrecía sus dificultades, pues los in-
gleses á ningún precio los querían conducir y había que servirse de las
galeras de S. M. Entre estos inconvenientes, el Consejo, siempre temeroso
de los peligros y gastos de una campana, encargó al Virrey que no tomase
ninguna resolución contra los protectores sin previa autorización, por
considerar estas medidas delicadas y muy peligrosas; mas el Virrey, con-
vencido de la inutilidad de todo esfuerzo si no se atajaba el daño en su
primitivo origen, y sabiendo que hasta el Cardenal Cibo les amparaba por
haberle propuesto como solución destinarlos á servir á Venecianos, pro-
posiciones que, con prudente acuerdo, desvaneció el iVlarqués, y que siem-
pre que se les perse^ruía en el Abruzzo encontraban acogida en los Esta-
i Froponiaasc para esta JuQia cuatro españoles y do> Qípolitanos: I>on Kciix de Lauzina y
UiloáL, Presidente del Sacro Consejo; l>. Diego de Soria Morales. Marques de i^respano; Ignacio
Provcüzal, D. Esteban Padilla, I). Sebastián (.lotes y Genaro de Andrea.
2 La taina de este bandido se acreditaba no sólo por sus ha/ iñas en Ñapóles > su comarca
siuo porque una vez preso y conduciéndole al castillo de Mahón con 77 compañeros el Capitán
Brancario del tercio de intanteria Napolitana de Don Marino Carrafa en un navio inglés llamavio
América, se sublevo entre Mallorca y Menorca apresando al Capitán y haciendo volver la proa
á Francia desembarcando con todos sus compañeros en una playa francesa y dejando al Capíiáa
Brancario tan desamparado de todo cuanto traía que hubieron de prestarle ropa con que pu-
diese saltar en tierra. Cicardo y los suyos fletaron después una embarcación, aunque uno de
ellos declaro habérsela facilitado los mismos franceses á su costa para que volviesen á infestar
i Italia, y desembarcaron en la Marina de Salerno; pero á los pocos días fué muerto Cicardo coa
ua sobriüo suyo y seis compañeros cuyas cabezas se llevaron á Ñapóles.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 25 1
-dos Pontiñcios, donde vendían los productos de sus robos, puso tal empe*
ño en descubrir á los culpables, que, encerrando en aquellos castillos á
los más sospechosos, llegó á encontrar pruebas abrumadoras contra un
personaje de quien por su edad, juicio y buena opinión se resistía el mismo
Virrey á creer ejecutase cosa tan indigna de sus obligaciones. Era éste el
Duque de Lauriano, uno de los caballeros más atendidos de Ñapóles, de
cuyo juicio y consejo se valían los que más deseaban el acierto en sus ne-
gocios y que tenía con el bandido Santuccio la intimidad que demuestra la
siguiente carta:
Santucho mió: No he podido responder antes á la suya porque al presente,
Fr. Jacobo, nuestro confidente, no ha podido volver por algunas ocupaciones
suyas, pero habiéndolas concluido va ahora y digo que he tenido mucho gusto de
la escaramuza que se tuvo con la gente de corte conforme me significa y están
bien advertidos de fortificarse porque el Virrey ya está endiablado contra vosotros
y ha enviado y envía continuamente gente > municiones y órdenes de guerra para
vatir los muros de vuestros fuertes y os aconsejo que cuando us vicrcdes en el
último estrecho que no podáis resistir hagáis entender al Virrey que queréis ir á
servir, que después será cuidado mío como he de hablar al Virrey en vuestro bene-
licio respecto de que todos los otros bandidos del Chelento, Zicardo y Schiarrilli,
los cuales eran protegidos de mí en el (>helento, procuré yo hacerlos ajuslar, mas
por vosotros no puedo hablar porque no entre en sospechas su Kx.* y me haga
poner en algún castillo, que con éste hoy no hay burlas, aunque á mí me tiene en
bonísimo concepto, pero es duro de cerviz y no puedo comprometerme, y así, como
llevo dicho, cuando no podáis resistir más haréis hablar por el ajustamiento, que
entonces os serviré en buena forma.
También me avisasteis si os puedo proveer de 3o ó 40 escopetas, á que os digo
que de buena gana lo podré hacer porque tengo en mi castillo de Agrópoli una
cantidad de armas las cuales me las tenia guardadas aquel cabo de bandidos
Zicardo con sus compañeros y habiendo muerto la mayor parte, me han quedado
dichas armas, pero están en el castillo de Agrópoli la mayor parte y algunas otras
en el Palacio de Lauriano donde, si tuviéredes, comodidad segura, con secreto
de noche podréis enviar por ellas que yo daré orden á mi faciur que las entregue
luego, portándoos en esto con toda cautela y si no lo hacéis así no os pongáis en
ello respecto que yo podría perder la vida jumamente con mis hijos los cuales se
hallaron en mi tierra de Agrópoli y Laurianíj cuando eran \ivob dichos bandidos
que les dejaron dichas armas que de mi orden les protegían, y haya como he dicho
mucha cauteta que son cosas de peso y porque no sepa ninguno lo que pasa entre
mí y vosotros escribo de propia mano sin íiarme de mi secretar!*; y porque estoy
algo ocupado no os puedo escribir todo aquello que deseáis, pero presto será con-
solado, y esté advertido de que luego se rompan las cartas, como yo lo hago de las
vuestras que apenas las leo cuando las rompo. Se que tenéis juicio y os lo he
advertido otras veces y del resto atiéndase á regirse bien que yo seré siempre vues-
tro y afectuosamente me le recomiendo.
Ñapóles I.* Abril 1O84. Su aficionadísimo
Kl L)i\n'K DE Lauhiano.
252 REVISTA DE ARCHIVOS
El descubrimiento de esta carta causó notable admiración; el misma
Virrey quiso que en su presencia se comprobase la autenticidad del docu-
mento, con lo cual y con otras diligencias que se hicieron se determinó la
prisión del Duque y la de sus dos hijos en Castilnovo, aunque por la grave
enfermedad del primogénito se le devolvió, mediante ñanza, á su casa con
orden de tenerla por cárcel. Consta en el proceso que el presidiario Pom-
peo de Vita, que estaba en la misma cárcel que Santucho, conocía al fraile
confidente, Fr. Jácome, lego de la orden de San Francisco, y hablando
con él le dijo que llevaba una carta del Duque de Lauriano para Santu-
cho; que el preso preguntó al fraile si sabia el apellido de aquél, que para
ver si constaba en el sobre sacó éste la carta de la manga y la entregó al
preso, el cual, por congraciarse con el Virrey y alcanzar la libertad, la
hizo llegar á sus manos. Reconocida la carta y cotejada con otras dos del
Duque al Marqués de Crespano recomendando el indulto del bandido Ci-
cardo, resultó ser auténtica y confirmar, con la declaración que hicieron
los mismos bandidos, de ser sus protectores y encubridores, entre otros
varios, los Duques de Santo Elia y de la Echelenza y el Príncipe de
Scano, las extrañas relaciones de los grandes señores de la época con
I Bravi tan magistralmente descritas por Manzoni. Para confirmación de
la culpabilidad del Duque lueron registradas las casas de Lauriano y Agró-
poli en busca de las armas mencionadas y se hicieron averiguaciones de
que resultó probada la protección á Cicardq y el depósito en el palacio de
un gran hurlo de tabaco.
En cuanto á los otros Títulos fueron puestos en castillos y se nombró
un ministro que tomase ¡níórmación de ellos y de otros muchos que iban
resultando culpables.
* *
Apoyados los bandidos por tan valiosos protectores y dueños de las in-
accesibles montañas del Abruzzo, dominaban desde ellas la provincia en-
tera con tan insolente arrogancia, que tenían divididos los lugares entre
sus cabos ó capitanes y repartían contribuciones á su antojo.
Así consta de la
«Distribución y repartimiento que ios cabos bandidos del Abruzzo tenían hecha
entre sí de las ciudades y lugares de aquella provincia para sus contribuciones y
asistencia.»
Por este documento aparee que:
Juan Bautista Cola Reniero dominaba las tierras de Montorio y sus villas:
Poggio Ombricho, Tosicia, Pietra Camela, Intermosoli, Cereveto, Isla, Aquilano,
BIBLIOTECAS Y Ml'SEOS
2?^
Coledonico, Colevechio, Spiano, I-eijoiinanv. Valle de S. Jum. Karano, Kucnar.u.
Basciano v Frondarola.
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Sar.::;^;; j: la m .p.'.í^^a de '"e-^ \ de H-.an-j. la de Ko¿e:o > su> wWis: S. S:e:ano.
5. Fcie, T ^r-cj'ia y ..."aN Je TirraTi-..
An'.'^rr.j Pompeu '-. . r aro b»: a wiüdad de Teramo y muchas vMas deüi be-
Iar,:e, P:?a:i .-r.:, F orjia, ^dS'.e.u^r.-^, <-a:>:e: A!*.^ y ú'.ras cor.vecirtaf.
254 REVISTA DE ARCHIVOS
Domingo Antonio Manchequi (a) Durante: la ciudad de Campli, Civiteia del
Tronto y sus villas: Neroto, S. Omiero, La Penna, Castelnovo, La Nocela y limí-
trofes.
Juan Carlos Viieli: Sanio Vito, Macchia y otras tierras convecinas (v. plano b).
Salvador Bianquino: Valle Castellana y sus villas.
Sus hazañas en estas tierras eran antiguas: habían degollado en los
Abruzzos dos compañías de españoles mandadas contra ellos; mataron al
capitán Artus y á toda su compañía, á pesar de haber sido famoso bandi-
do en Valencia; desnudaron al capitán Irles, también exbandido valencia-
no, y á toda su gente, obligándole á besarles los pies por perdonarle la
vida, y acabaron por escalar las murallas de Montorio (v. plano b), apo-
derarse de aquella tierra, rendir al capitán de la compañía de españoles
que estaba de guarnición y echarlos á todos fuera sin armas.
Ante la insolencia del asalto de Montorio. ^'la viveza y actividad» del
marqués del Carpió que, según el Consejo, ^necesitaba rienda con que en-
frenarse*), resolvió escarmentar de una vez á los bandidos, y á pesar del
poco apoyo que para su campaña encontraba en el Consejo, á quien todo
se volvían temores por los gastos que había de ocasionar y por los peli-
gros de emplear las armas españolas en sitios tan escarpados, desguarne-
ciendo á Ñapóles y exponiéndolas á otros accidentes, nombró al marqués
de Santa Cristina ' Comisario delegado de la campaña y Cobernador de
las armas para la persecución de los bandidos del Abruzzo con grandes
esperanzas de éxito y de que se limpiaría de esta gente aquella provincia,
como ya lo estaban las que antes padecieron igual plaga, pues de la
compañía del famoso Cicardo no quedaba ninguno y de las otras se
habían presentado ya hasta 21 3. Habían de asistirle como maestres
de campo D. Alonso de Torrejón y Peñalosa 2 y D. Juan Simón de To-
1 Había servido más de 20 años eo los ejércitos del Principado de Cataluña, Portugal, Sicilia
y Mesina; fué gobernador de las l'raoteras de Hiioles'con titulo de (iral.; se halló en el sitio y
toma de Barcelona; fué herido en el encuentro de Solsonn. sacando atravesado el cuerpo; asistió
al socorro de Badajo/, sitio de Jelbcs, toma de Arronches, Beyros, Kurumeña, Monforte,
Ocrato, Oguela y Kbora; peleó con gran bizarría en la retirada de Estremo/, y salió herido. Por
sus servicios fué nombrado consejero colateral de Ñapóles en itVV8.
2 Había servido en la armad^i del Océano, ejército de ('.antabria y frontera de Aragón. Sirvió
treinta y cinco años en Cataluña llegando á sargento mayor del Tercio viejo de Lisboa; gobernó
el castillo y ciudad de Lérida el de lliquer y el de Puy-Gualador; en los sitios de Salsas y Perpiñan
puso en riesgo su vida atravesando el campo enemigo con pliegos de S. M.; en el encuentro de
Llorens salió herido de tres mosquetazos, dos en la cabe/a y. uno que le atravesaba el pecho; se
distinguió en los socorros de Lérida y San Mateo, sitios y toma de las plazas de Flix, Mirauet, .
Tortosa, Barcelona, flospitalet, San Ferriol, Santa Madrona y Valdoncellasy quemas de las Bar-
cas de S. Feliu y de les lugares de Fito y S. Hipólito en Francia. En la recuperación y asalto de
S^n Juan de los Reyes peleó de manera que quitó las escalas que traía I). José de Pinos que.
í
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 255
rres », soldado famoso, con los pertrechos, gente y municiones necesarias,
y para asegurar la campaña se empezó por reforzar el castillo de Civitela
del Tronto, llave de la provincia del Abruzzo, con un capitán de infante-
ría y 3o hombres, y se mandó volver á él á su castellano D. Luis Mon-
roy -, que residía en la corte, reforzando también el de Pescara con 40
hombres y un alférez.
venía en su socorro. Gobernindo el cantillo de Puy-OuaUdor, le sitió el enemigo y ^ defendió
con tal valor que le obligó a retirarse con pérdida de mucha gente; sitiado por segunda vez
siguió defendiéndose hasta que con una batería Ic abrieron tal brecha en la muralla que hubo
de rendirse aunque con capitulaciones muy honrosas. Derrotó á las tropas enemigas en Francia
y fué prisionero algunas veces, poniendo en riesgo su vida.
1 Sirvió en la Armada) ejércitos de Fuenterrabía, Cataluña y Extremadura como capitán
<le infantería y sargento mayor del tercio del Conde de Arenales; se halló en el viaje de It arma-
da del Gral. D. Antonio deOquendo; en el socorro de Fucnterrabía y rota delejército fran-
cés; pasó de allí á Cataluña y asistió al sitio y restauración de Salsas donde se le encar-
garon acciones especiales que ejecutó con valor. Por causa de las alteraciones de Barcelona
tuvo que salir de allí, salvándose en una galera, y pasando á Extremadura, donde se halló
en la rota del rebelde en los campos.de Montijo fué atravesado de un mosquetazo, sin
que se retirase, aunque tuvo orden para ello, hasta que lo hizo el ejercito. Gobernó 300 sol-
dados de su tercio en la sorpresa de San Alejo y Zatara y fue herido en el sitio de Yclves
Habiendo tocado á su tercio embestir por un baluarte en la sorpresa de Oh venza, subió por una
escala con una manga de arcabuceros y mantuvo con eili casi una hora una bocacalle con
mucha pérdida del enemigo hasta que por otra rompió con grueso de gente y le dejó cortado,
con que leiué preciso retirarse no sin gran dificultad y riesgo, arrojándose por la muralla con
la gente que le había quedado. Asistió al socorro de Badajoz gobernando su tercio todo el
tiempo que duró el sitio y señalándose en muchas ocasiones por su valor, especialniente en
meter en la plaza, por entre los puestos más fuertes del enemigo, el convoy de víveres que abas-
teció la Plaza, etc., etc.
2 Sirvió en todas las ocasiones que se ofrecieron desde las alteraciones de Cataluña y fué uno
de los que después de la rendición de Salsas entró en Perpiñan á fuerza de armas. Kn la toma de
Bibas Altas fué de los cinco arcabuceros elegidos para colocar un petardo y entrar por la brecha
que hicieron, en cuyo combate fué gravemente herido en la cabeza. Cuando nuestras armas sc
apoderaron de la villa y cistíllo de la Torre en Francia, se señaló en ganar dos piezas de artille-
ría á los enemigos y en la resistencia que estos hicieron á la gente que salía de Perpiñan para
incorporarse al ejército del Marqués de.Torrecuso que venía á socorrer la Plaza; peleó en el
sitio y toma de .\rgeles y en la batalla y encuentro que hubo con el enemigo junto al lugar de
Leña y paso del Moni de la Terra, de ilondc salió derrotado, señalándose por su valor y llevan-
do siempre un saco de trigo á la espalda hasta entregarle en Perpiñan; tué de los nombrados
para impedir el paso del enemigo que intentaba sitiar á Elna. rechazando á la caballería, ma-
tando al cabo y manteniendo su puesto; hallóse en el sitio de Perpiñan; sirvió en el ejército de
Badajoz con caballo y armas propias hallándose en las ocasiones que ocurrieron, especialmente
cuando se obligó |al enemigo á desalojar la caballería de Yelves donde peleó con gran valor
espada en mano haciendo considerable estrago en los contrarios que se retiraron con grandes
pérdidas; lué nombrado con seis ginetcs para reconocer el campo enemigo ante Barcarrota y
encontrándose con el grueso del ejército, cargaron sobre él y, al emprender la retirada, cayó
con el caballo en |una;/anja donde le hirieron y apresaron; recobrada la libertad á los pocos
días, fué vuelto á nombrar cabo de i3 caballos para nuevos reconocimientos en que hi/o grandes
daños al enemigo
Pasó después á Flandes donde se distinguió en el sitio y toma de Gravelingas; entrada que se
hizo en Francia, sitio y toma de Chongin y sitio y recuperación de Dunquerque donde recibió
tales heridas que mereció ser visitado pur el Archiduque Leopoldo quien alabó su valor y
siguió preguntando con interés por su curación; hallóse en los sitios de Rocroy y Arras, socorro
de Valenciennes, recuperación de Conde y de S. Guilén y batalla de las Dunas.
Fue teniente del castillo de Gante y Gobernador del Fuerte Rojo. Ocupaba este puesto
• ea 1667 cuando, rota la paz con Francia, se ofreció al Marqués de Castel Rodrigo para servir con
256
REVISTA DE ARCHIVOS
Disponía el de Santa Cristina de i.Soo infantes españoles, 23o soldados
viejos italianos, lOO caballos y tK)0 hombres de corte; 2.450 en total.
Los bandidos, por su parte, se fortificaban en la casa de Pompeta con
gran fuerza, introduciendo víveres para resistir el sitio.
I-KP-il"! t:riVAS Y I'I.ANH'í de l.AS CASAS nK J. CAKI OS VM I.I I V A. I'mMI'I.IA (C)
En Montorio estaba Raniero con los demás capitanes y i5o arcabuce-
ros del mismo luí^ar que tomaron las armas en su ayuda; obligaban á los
habitantes de aquellos lui^ares ¿i trabajar en sus fortiílcacionos y puestos
avanzados, amenazándolos con quemarlos si no lo hacían; profanaban las
iglesias robando sus alhajas y obligando á los curus á pedir licencia al
Obispo para consumir el Santísimo Sacramento y quitar ocasión de ma-
yores ultrajes. Ayudábales también el tiempo iKnero y Febrero de 1684),
que era crudo y de muchas nieves, de lo que se aprovecharon los bandi-
dos para salir de .Montorio (plano b) y tomar unos puestos ocupados por
nuestras tropas, con cuya ocasión hubo escaramuza y quedaron heridos
algunos oficiales, aunque se consiguió hacer retirar á los bandidos hasta
las puertas de Montorio con siete muertos y treinta heridos. Tomaron
una pica, aunque se le mandó seguir en su puesto por ser de :anta importancia. Dicronle f^racias
los (icncrales por lo bien que se portó cuando el cjcrciío trances ocupaba los contornos del
fuerte y íué después nombrado castellano de <*.¡vi:clla ilcjcuyo carjjo tomó posesión en aa de
Julio de 167a.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS iby
los nuestros la ofensiva el día 8 de Marzo, atacando la casa de Titta Cola.
Raniero (plano d), el puesto de los Capuchinos y la torre de Escalona
(plano f), saliendo con toda la gente y embistiendo á un tiempo los tres
^juntos (v. plano f, letras E T G Q).
tüm^ ^4
X^rrt Aprfíf*i3mtífJFtKTUfít9 ^icjmt^ ^^nri^h-' Coi*.l€-iiW». . ^ ^ ' ^ J
PIAVTA 1-K I A Pi'Vl I I A Uli il.PBI. l#i; J. H. i OI.A P ANIHHO M)
Las compañías de 1). Alejandro de Aldama y de Krancisco Antonio
Fernández de Soto con 3(» ln')mbres atacaron á los Capuchinos y las de
D* (iaspar de Zúñii^a. Pedro Andrés y Alonso Pérez atacaron la parte
del valle Je San Juan, quediíndose el Marqués y el resto de la gente
para eml'cstir la torre de Escalona; intentóse el asalto en esta iorma
dos horas antes de amanecer, y aunque por la parte de los Capuchinos
qanaron la puerta del jardín y la entraron, hallaron cerradas y defendí-
258
REVISTA DE ARCHIVOS
das las demás entradas, siendo rechazados y causándoles muertos y heri-
dos. No se hizo operación alguna por el valle, y las verificadas contra la
torre de Escalona fueron tan poco afortunadas, que, á pesar de haber en-
viado 5o hombres italianos y españoles por mitad, varias columnas de re-
PLANO DKI fAI.AiMO HK J. K. COI. \ HANIKKíJ (I. A RKoIa) (c)
fuerzo mandadas por los capitanes Francisco Pardo de Rivadeneyra,
Guerrero, D. Manuel de Articta, Molina y D. Tomás de la Carrera y por
los italianos Marqués Viteli y Fiorilo, y no obstante el excesivo valor y
rudo ataque de todos, no lograron su intento por hallarse la torre tapiada
y con troneras por donde á mansalva disparaban los bandidos. Murieron-
allí los capitanes Rivadeneyra, Guerrero y Fiorilo con otros 40 oficiales y
soldados, y fueron heridos, entre otros 86, los capitanes D. Tomás de la
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
2bi)
Carrera, el Marqués Viteli y D. Manuel de Molina; con lo que el Marqués
de Santa Cristina tuvo que retirarse á Fornarola, distante tres millas de
Montorio á esperar órdenes '.
(Plandti • \s\ i>i: inRAVT I ho' x :>». i-m-inM mbkii mo i«ihrki»k kmaiona
La sorpresa que esta verdadera derrota causó al Marqués del (^irpio
fue lírande. tanto m¿is. cuanto que el de Santa Oistina anunciaba el éxito
como seguro, y lo que alentaría ¿i los bandidos puede suponerse.
JriJÁN Paz.
I Muertas y heritios que hub'» en el ¿itajue de Hfcai'nia.
Pe la conip'iñía del capitán I>. Vrco. de Kivadcncyra inucrios el capitán y 7 soldados. . R
lleridds lie la misma compañía ', ' . . . . S
l>e la del capitán 1). Manuel de Artirla muerto el alférez y 4 scddados 5
ncriílüs lie la misma compañía o
I
... s
. . . . 2
I^e la del c.ipitán 1>. .Manuel de Molina herido el capitán.
Muerte; de la misma compañía
He la del capitán h. Tomas de la Carrera herido ei capitán y i soldado. . . .
De la del capit.in 1). (laspar Irles i soMado muerto.
Heridos lie la misma compañía
Itajas de iax compañías que avam^amn hacia /o.v Capuchinos.
De la del capitán n. .Mejandro .Vldama -{ muertos
Heridos
De la del capitán Freo. Amonio de .Soto s muertos y dos que no parecieron. .
Heridos de la misma compañía
De la del capitán (iuerrcro muerio el capitán y 4 soldados
i)e la Uel capitán due
Heridos íie la misma..
't.
De la del capitán Kiorilo muerto el capitán I
Heridos de L misma 5
De la ilel capitán Marqués \'iteli herido el capitán con otr<.»s 21 soldados .22
Muertos de la misma 7
D. IsiiJro Torreiim y Peñatosa. Avudante propietario del tercio, hijo del maestre de campo
D.Alonso lorreióD y Feñalosa, Castellaoo deK)vo, muerto 1
ToTAi 156
26o REVISTA DE ARCHIVOS
EL PRIMER LIBRO DE ACTAS MUNICIPALES
Hace mucho tiempo que tengo el pensamiento y la intención de escribir
unos cuantos renglones, sin otro fin que el de rectificar un aserto publi-
■cado, no sé ya cuando, en el Boletín de la Real Academia de la Historia.
Aunque tarde, realizo al cabo mi propósito, considerando que nunca
cae fuera de tiempo el deshacer un error y establecer una verdad.
Insertó, en efecto, el Boletín de la Academia de la Historia un artículo,
muy bien escrito, con el título de «El primer libro de actas municipales»,
y en ese artículo se afirmaba que el libro de actas más antiguo que hay en
España es el del Ayuntamiento de Falencia, correspondiente al año 1421.
Después de esa afirmación, se hacía en el artículo una reseña bastante de-
tallada y no poco interesante del libro palentino, que, en verdad, debe de
contener cosas muy pertinentes á esa parte interna de la Historia, algo más
instructiva y más luminosa que las consabidas listas de reyes y de batallas
con que se han compuesto muchas obras de texto.
Pues bien; yo puedo decir, sin más rodeos, que el libro de actas del
Ayuntamiento de Falencia, correspondiente al año 142 1, no es el más an-
' tiguo que hay en España, y que esto consiste sencillamente en que el Ayun-
tamiento de Burgos conserva todavía su libro de actas correspondiente al
año i388.
Así como conserva todavía los de los años siguientes del mismo siglo y
los de todos los siglos sucesivos hasta el año presente, con excepción de
unos cuantos del siglo xv. Es decir, que tiene una colección de libros de
actas casi entera.
El libro de actas, por lo tanto, del Ayuntamiento de Burgos, que co-
rresponde al año i388, es el más antiguo de los que hay en España, y no el
del Ayuntamiento de Falencia, que corresponde al año 1421. A no ser que
otro Ayuntamiento tenga, que lo dudo, libro anterior al año i388.
Dejemos, pues, sentado, por ahora, que quien tiene el primer libro de
actas municipales es el Ayuntamiento de Burgos: al fin y al cabo, esto es
lo que yo me proponía, lo que me interesaba y lo que constituía y consti-
tuye primero y fundamental objeto de estos renglones.
Secundariamente y como un fin accesorio, bien podré hablar un poco
de ese curiosísimo libro húrgales, que tan respetable edad cuenta y tan
. BIBLIOTECAS Y MUSEOS ¿Ól
perfectamente conserva el recuerdo de personas y cosas, para mí muy
simpáticas por ser de Burgos, para todos muy importantes por formar
parte de la brillante historia castellana.
El libro tiene i32 hojas en tamaño de folio menor, de las cuales hojas,,
algunas pertenecen á otros años; su papel efs grueso, áspero, rugoso y ne-
gruzco; su letra hermosa, clara y escrita con tinta ya muy parda, y su en-
cuademación, bastante posterior á su fecha, en pergamino. * •
En ese libro, se aprende desde luego algo sobre régimen municipal de
la Edad Media, materia,, á mi parecer, no del todo conocida y de la que
he tratado ligeramente en algunas de mis obrejas, y se aprende mejor
todavía lo que en ese régimen tenía de propio, peculiar y exclusivo la in-
signe ciudad de Burgos.
Hay en él noticias numerosas que sirven para formar idea exacta de los •
usos y las costumbres de aquellos tiempos, y datos no escasos ^que valen*
para aclarar la historia general de España en aquel período.
Todo el libro está escrito por el Escribano de los fechos del Concejo,
Juan Ferrández, y todas las actas tienen forma de notas, con inserción,
entire éstas, de cartas, poderes, requisitorias y otros documentos.
En Burgos, iba entonces arraigando la institución de Alfonso XI, ó sea
el Regimiento de los sece. el cual, completado por ciertos elementos con-
cejiles, antiguos y nuevos, resultó siempre eficacísimo para el gobierno y
administración de la ciudad.
Había, pues, en primer lugar la Justicia real, ó los Alcaldes; después,
los diez y seis regidores, nombrados por el Rey y denominados ornes bue-
nos de los sece, y, además, un número variable, según el vecindario de
cada colación, de procuradores menores, elegidos por el pueblo y distin-
guidos con el nombre de ornes buenos del concejo. Estos administraban,
los regidores gobernaban, y la Justicia juzgaba. Todos estuvieron, más^
tarde, vigilados y fiscalizados por dos magistrados superiores, de elección
popular, que se llamaban procuradores mayores.
De los diez y seis regidores, uno tenía el cargo de Merino Mayor, jefe
nato de los merinos ó ejecutores de las órdenes de la Justicia; otro el de
Escribano Mayor, ó sea inspector de toda especie de papeles y jefe nato
del Escribano del Concejo, y otro el de Mayordomo de los propios, ó co* ■
brador y pagador de todos los dineros concejiles.
Sostenía el Concejo pocos empleados, y entre el maestro de la gramá-
tica, el físico, que solía ser moro, los trompeteros, los pregoneros y algún
2b2 REVISTA DE ARCHIVOS
oficial de policía, sobresalía la preciosa institución de los fieles, cuatro in-
dividuos elegidos en turno por las colaciones, que cuidaban de la buena
calidad y justo precio de los mantenimientos; que tenían su Juzgado
propio, su merino propio, sus ordenanzas propias, y que juzgaban é im-
ponían penas, como Tribunal, á los infractores de la tasa y de los acuerdos
•concejiles.
Justicia, regidores y concejales, se reunían en ciertos días en la Torre
-de La puente de Sta. María, edificada para casa del Concejo en el siglo xiii
y en la que ahora se halla instalado el Museo provincial; tenía la Torre
una sala de deliberaciones, que llamaban cámara de la paridad, un salón
de reuniones generales, un archivo, una escribanía ó secretaría, varios
tránsitos y antesalas y alguna oscura pieza destinada á prisión.
Para que se vea si son curiosos los asuntos tratados en dicho año i388
•dentro de la Torre de Sta. María y por el Concejo de Burgos, me permi-
tiré exponer, sobre algunos de ellos, ligeras indicaciones.
Vivía en la ciudad un moro que se dedicaba, y no por amor al arte, á
las adivinanzas, la salutaciones, los conjuros y demás operaciones propias
de la alta brujería. Sin duda porque estos delitos pertenecían á la esfera
de la policía de la ciudad, el Regimiento, y no los alcaldes, juzgó al moro
y le impuso una pena severísima; pero el Conde de Castro, gran influen-
cia entonces en Burgos, se compadeció del pobrecillo, intercedió por el
reo y obtuvo que el mismo Regimiento indultara al mahometano. En el
libro de actas, página 79, se inserta la escritura de perdón, otorgada ante
el Escribano público Gonzalo Pérez, en 17 de Julio, y que dice así: c<Nos
»el Concejo, é los alcaldes, é el merino, é los sece omes buenos de la muy
»noble cibdad de Burgos,... por facer bien é merced é porque nos lo rogó
»D. Juan Sánchez Manuel, conde de Castro, perdonamos á vos, Haben,
»moro alfaquí que érades de los moros desta cibdad, todas las penas é ca-
»loñas é yerros que vos hayades fecho é decian que faciades é vos entremc-
»tiades de facer; é nos, por ruego del dicho conde, perdonamos vos todas las
» penas é caloñas é yerros é todas las otras cosas;... pero con tal condición,
»que de aquí adelante que non usedes de física, nin de adivinanzas, nin
»de lo que decían que usábades, salvo de vuestra alfaquía, é si lo ficiere-
»des é fuere sabido en buena verdad,... que vos maten por ello; é por esta
«nuestra carta mandamos é defendemos al merino desta cibdad, que vos
»non prenda, nin mate, nin lisie, nin tome ninguna cosa de lo vuestro,
s>nín vos faga otro desaguisado alguno, que nuestra merced es de vos per-
BIBLIOTECAS Y MUSCOS • 203
»donar todos ios yerros é malefícios que decían que*abíades fecho á algu-
»nas personas desta cibdad.)^
Si al Conde de Castro Fe atendieron y sirvieron tan pronto los bvirga-
leses en lo del moro brujo, en cambio, al Infante D. Enrique le desaira-
ron en cierta petición que se permitió presentar al Concejo. El Infante,
por un albalá que se inserta en la página 7, suplicó á los regidores que
• eligieran Fiel, en una vacante que había, á Simón Pérez. Fuera porque ¿
los Fieles los proponían las colaciones, según ordenanza, fuera por lo que
quisiera, Simón Pérez se quedó sin la fieldad y el Infante hasta sin con-
testación*. Es verdad que el Regimiento, acaso como desagravio y por evi-
tar Jas ¡ras de D. Enrique, pues otro motivo no aparece, hizo enseguida a
dicho personaje un hermoso regalo. Al menos, en la página 8." consta que
los ornes buenos del Concejo acordaron pagar i .700 maravedises por un
• piñón de oro que mandaran comprar para el Infante D. Enrique. ,
Cierto día, se presentó en Regimiento, con una carta del Rey, Pedro
. Sánchez del Castillo, y dijo que del servicio que se votó en las Cortes de
Briviesca, Burgos no había pagado lo que le tocaba ni ponía acucia para
pagarlo, y que como toda la tierra tenia ojo á fsta cibdad por ser cabera del
reino, viendo que Burgos no pagaba, ninguna ciudad quería pagar. Estj,
\ que conHrma lo que yo he sentado muchas veces sobre que Burgos era la
norma y el modelo por los que se guiaba toda la nación, consta en la pá-
gina i3.
Aparece en la 1 19 el nombramiento que hace el Concejo en favor de
Pedro García y de García Fcrrández de Fieles recaudadores de las seia
meajas que al Rey pertenecían en la renta del pan que se vendía y com-
praba en la Llana, y en la sal que se vendía y compraba en toda la ciudad
y sus arrabales; curioso tributo que, unido al de la cue¡ia que disfrutaba el
Monasterio de las Huelgas en la misma renta del pan de la Llana, no de-
jaría de originar entre los trigueros que, por lo visto, entonces como ahora
se reunían en aquel sitio, sus altercados y sus disgustos.
Con eso de las meajas se contribuía también al Rey en las demás rea-
tas de la ciudad, según se nota en la página 1 18 v., página en la cual están
especificadas esas reptas, que eran: las del vino de fuera, cubas de dentro
y taberneros; la de los paños en grueso y por varas; la del haber del peso
y pescados con la segunda venta de las terfderas; la de la carne viva y
muerta, cabras, cuatropea y cueros de los carniceros; la de la peletería,
picotes y margas;ia de la fruta verde y seca; la de la madera, leña y car*
3.» ÉFOCA.— TOMO VIII. 1 9
264 REVISTA DE ARCHIVOS
bón; la de las heredades, cal, piedra y yeso; la de la frencríá, sellería y
cordonería; la dé los cueros y coronería, con los tanadores y los pisacue-
ros; la de las joyas; la de las zapaterías de prfeto y de dorado, viejo y nue-
vo; la de la plata, oro, cobre, estaño y plomo, y las de la Judería.
Más curioso todavía y digno de estos tiempos en que la propina alcanza
fuerza de ley, es el acuerdo que se halla en la página 35 v., y por el cual
se manda al Mayordomo de los propios que entregue trescientos marave-
dises á los porteros del Rey... «por cuanto están siempre prestos á abrir á
los oficiales de la cibdad cuando suben á ver á su alteza.» Bien servidos de-
bían de estar en Palacio los regidores burgalesas, pero no menos bien pa-
gados estaban seguramente los servidores que aquéllos allí tenían, pues,
como se ve, Burgos era generoso hasta unos términos que hoy no sé si le
sería posible consignar en actas públicas y solemnes.
Varios son los acuerdos apuntados en el libro de que estoy tratando
que se refieren á la jurisdicción de Burgos sobre diferentes pueblos de la
tierra, como Lara, Pampliega, Miranda, Barbadillodel Mercado, Mazuela
y Pancorvo, con las aldeas correspondientes á cada uno de ellos. En cada
pueblo, la ciudad ponía su alcalde, su merino y su escribano y había de
confirmar las elecciones concejiles que se verificaran. Una vez, en Pan-
corvo riñó de mala manera un vecino con su suegro y con su cuñado^
hubo, por lo visto, escándalo y se temió que ocurriera alguna desgracia; y
cuando Burgos se disponía á tomar providencias, acudieron á la ciudad los
tres reñidores pidiendo clemencia y poniendo el asunto objeto de la riña
en manos del Concejo burgalés para que dictase un fallo. Es muy bella,
aunque muy larga, según se ve en la página 28, la sentencia que dio Bur-
gos, mandando que entre padre, hijo y yerno hubiese amistanza y amo-
rio, sin facer mala obra, nin volver pelea nin ruido, nin denostar nin bal»
donar, y que las partes se abracasen y diesen pa^ y prestasen luego Jura-
mento de guardar la amistanza y el amorto que entre ellos ponían, de-
biendo el que quebrantase lo jurado pechar seis mil maravedises para la
cerca de la cibdad. Esto si que era un verdadero Juzgado de paz.
En algunas otras páginas se ve cómo el Rey pedía á la ciudad cincuenta
ballesteros y cincuenta lanceros, pagados por ella, para que fuesen al real
servicio en la guerra de Navarra; cómo la ciudad se resistía á dar tanta
gente y pagar tanto dinero; Cómo su alteza concedió á los burgalescs que
se entendieran con el Arzobispo de Sevilla, que estaba á la sazón en Bur-
dos, para ver lo que se podía rebajar de todo, y cómo al fin se convino en
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 265
<]ue Burgos daría treinta ballesteros y treinta lanceros, pagándolos quince
días la ciudad y quince días el Rey por de pronto. Se ve también que los
ballesteros y los lanceros se sacaron, haciendo al efecto un repartimiento
«ntre las colaciones ó barrios de la ciudad, señalando á los soldados el
sueldo de diez blancas cada día y presentando cada lancero y cada balles-
tero un fiador de altura.
No deja de ser también reparable la manera que tenía entonces cl
Ayuntamiento de Burgos de mirar por sus intereses. Al Rey le había
prestado, tiempo atrás, algunas cantidades, el Rey no las devolvía, por lo
visto, y la ciudad, según se lee en la página 26, mandó á un alcalde y á
un merino, ambos de nombramiento real, que embargasen á los recauda-
dores de las alcabalas los productos de éstas, no permitiendo que los lle-
vasen al Rey hasta que el Concejo se cobrara los dineros que á su alteza
había prestado. Y el alcalde y el merino, no obstante ser dependientes del
Rey y no del Concejo, así lo hicieron, poniendo embargo á los recaudado-
res de las alcabalas, que eran, por cierto, Alben-Car-Sevi y Aben-Sala-
món- A ben r resque .
Y á propósito de estos judíos. Sus hermanos los habitantes de la Jude*
ría, que estaban tras el paseo de los Cubos en gran parte del barrio de
Santa Águeda ó Santa Gadea, se quejaban del alcaide del Castillo porque
les exigía y les tomaba camas, ropas y otros efectos para la gente de la for-
taleza y les alojaba individuos allegados suyos, no debiendo hacerlo. El
Rey atendió en seguida la queja y escribió un albalá muy enérgico á los
McaldeSy merino é sece ornes buenos que avedes de ver facienda del Con-
ceio de la muy noble cibdad de Burgos, cabera de Castiella é nuestra c¿-
mará, ordenándoles que no consintieran al alcaide tomar nada de los ju-
díos ni ocupar sus posadas, por ningún concepto, y que amparasen y de-
fendiesen á aquéllos de tal modo, que jamás recibieran sin razón ni agra-
vio ni mal ni daño de nadie. Así, poco más ó menos dice el albalá, inserto
•en la página 23 v.
Se advierte, en otra parte, que el iMerino debía de verse comprometi-
do á cada paso, por lo respectivo á los alojamientos en las viviendas de
los burgaleses. Burgos tenía el privilegio de no dar posada á persona ofi-
cial niguna no estando el Rey, la Reina ó los infantes en la ciudad; los al-
caldes y los contadores reales, sin embargo, mandaban al Merino, subor-
<iinado de los primeros, dar posada en la casa de algún vecino á ciertos re-
caudadores y otros oficiales subalternos; el Concejo, en cambio, queriendo
266 REVISTA DE ARCHIVOS
se le guardase el privilegio, se lo prohibía y le reprendía en sesión por
hacerlo; y entre una cosa y otra, el hombre no sabía muchas veces, lo que *
determinar. Al fín pidió al Concejo testimonio del privilegio y de los
acuerdos prohibitivos, para que le sirviera contra alcaldes y contadores
cuando éstos le ordenasen dar posada á cualquier peregrino, no obstante
s^r ello una obra de misericordia.
En el año del libro debió de empezarse la reconstrucción principal, en
piedra^ det puente de San Pablo, á juzgar por una carta del Rey, que se
halla en la página 26, en la cual carta, su alteza manda ejecutar la obra en
seguida, en condiciones de importancia y á costa de los propios. Fué mo-
tivo de la carta, no que el Rey se hubiese ñjado .mucho, en el mal estado
del primitivo mezquino puente, ni que la ciudad necesitase el mandamieiKo
para que pudiera emprender una obra de esa especie, sino que los frailes^
del Convento de San 'Pablo se la pidieron al monarca, acaso después de
haber rogado en vano al Regimiento que arreglase ó reconstruyese el
puente.
Hay en .el libro otras muchas cosas interesantes, que se refieren á di-
versos asuntos; se hallan puntos ó temas de esos que hoy nos apasionan ó
que tenemos, como problemas para resolver, sobre el tapete; aparece á lo
mejor un párrafo acerca del comercio, como en el que se expresa que el
Concejo encomendó á dos de los sece que fueran al Rey, con los procurado-
res de Bermeo y de la Montaña, sobre razón de losgenoveses que andaban
en la marisma á comprar todas las mercaderías, para que mandase que no
anduvieran en la marisma los genoveses, porque se perdían los mercaderes
de Castilla. Masta de la cuestión social se encuentra algo, cuaiYdo se lee,
por ejemplo, que el contratista para la construcción de la Torre de San
Cíil pide quince días de suspensión de la obra, hasta que abajasen los obre-
ros, porque á la sazón andaban caros.
Y en fin; se trata en el libro del nombramiento de procuradores á Cor-
les; de las contratas para la obra de las murallas; de los troteros que iban
y venían por saber del Rey y de sus fechos; de los famosos bofordadores
burgalesas, sus trajes, sus caballos y aun sus nombres; de diversísimas ma-
neras de repartir tributos ordinarios y servicios extraordinarios; de la lim-
pieza de aguas sucias que corrían por el cauce entre la cerca y la barrera;
de personajes altisonantes y temerosos, como el duque de Alencaster; de ■
vecinos que se admiten, de cuentas harto raras que se pagan, y de mil
otras cosas. De algo de ello he hablado yo en algunos librejos. y como n<>
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 267
<)uiero repetir aquí lo que haya dicho en otra parte, pongo fin á estos hu-
mildes, apuntes, creyendo haber cumplido mi principal deseo, que no era
otro que el de dejar sentado que el primer libro de actas municipales que
hay en España es el que, correspondiente al año i388, posee el Ayunta*
miento de Burgos.
Anselmo Salva.
Burgos, Febrero, igoS.
UN INCUNABLE DESCONOCIDO »
(conclusión)
Bultta impresa de indulgencias fechada en 1483. — Imprentas de la bula
de Cruzada en Toledo y en Valladolid. — Fechas más remotas de la
existencia de una y otra. — Noticias nuevas acerca de la de Valladolid.
Comparando la bula incunable que reproducimos, con la de Toledo,
se ve que las líneas verticales que hacían oficio de comas en los antiguos
impresos y que se ven en el facsímile que publicamos, no están en el tole-
dano; la diferente magnitud de la caja tipográfica, el número de líneas,
que en el toledano son 43, la distinta distribución tipográfica de los carac-
teres,-dispuestos en el toledano en párrafos no sangrados al margen sino
tirados á página entera é indicados solamente por un pequeño blanco
después de cada punto final: el uso de las versales en el epígrafe Forma
de absolución y en el Misereatur indican bien á las claras q>ie la una Bu-
leta no es estampación de la otra. Sobre todo lo que constituye argumento
irrefragable es que la fundición de una y otra son completamente distin-
tas, para lo cual basta no ya comparar el volumen de los tipos, sino letra
por letra: jamás, por ejemplo, se usa en el nuestro la forma z caracterís-
tica de la terminación or del toledano; difiere completamente la x, la for^*
ma de palabra ó sílaba de la conjunción z (c) y la de las mayúsculas, et-
cétera. Por último, en los blancos que se dejaron al imprimir llevan uno
y otro escrito de mano, y en letra de la época, los nombres de las perso-
nas que tomaron estas Buletas y el día, mes y las unidades del año en que
dieron la cuantía correspondiente á su estado, si bien en la nuestra la
1 Pubiicamcrt los breref apantes que de este estudio dejó auesiro maiogrado conpftfiero dop
Fedrcí ff oca, i quieo «crprcadió la muerte »in acabarlo.
.>•"
268 REVISTA DE ARCHIVOS
cuantía un florín es manuscrita y en la toledana seys reales de plata cas-
tellanos está impreso, y la fecha del año en la nuestra va impresa de letra
mili z quatrocientos z ochenta z:, y en la toledana mili z cccclxxx z. Lue-
go ni es reimpresión ni estampación, uno de otro: son dos incunables com-
pletamente distintos.
Hay una omisión en la supuesta Buleta toledana: de Castilla de Ara-
gon y de Sicilia, en vez de Castilla e de lean de aragon e de Sicilia
(lín. lo). Ortográficamente aparecen en Isl Buleta toledana con mayúscula
y en la nuestra con minúscula las palabras Sixto (lin. 2), Una (lín. 6), Ara-
gón (línea 10), Si (lín. 18), Romano (lín. 22), Exceptos, Hierusalem, Roma
(línea 32), Por ende (lín. 35), Especialmente (lín. 39), Aunque (líneas 37,
40 y 49), En (lín. 43). En cambio aparecen en la nuestra con mayúscula
y en la Buleta toledana con minúscula Pon/i/íce (lín. 23). Paleográfica-
mente puede decirse que en esta Buleta abundan mucho más las abrevia-
turas que en aquella, en la cual están casi todas deshechas. Señaladas
estas diferencias en el texto, bien se puede afirmar con toda evidencia que
nuestro incunable no es reimpresión del toledano ni éste de aquél.
Por la estampación vese desde luego que nuestro incunable carece de
viñeta inicial con la palabra A glia. y el Ave María gra. plena que corre
por la parte superior de la Buleta toledana, así como el grabadito de la
parte inferior que representa á la Virgen con su Hijo en el regazo.
Para resolver la cuestión hagamos ahora lo contrario de lo que dejamos
expuesto, comparar, no para diferenciar, sino para asemejar. Una y otra
Buleta son de Cruzada contra los moros de Granada en virtud de bula
otorgada por el Pontífice Sixto IV para absolver á los españoles de los pe-
cados que «cometieron fasta ocho dias de Mar^o del año de ochenta y tres,
en que se otorgó esta bulav>. Dicha cláusula se puede interpretar de dos
modos: ó que la bula, cuyo texto original se desconoce hoy, se otorgó en
el año 1483 para absolver de los pecados cometidos hasta 8 de Marzo del
mismo año, ó que fué otorgada el 8 de Marzo de 1483 para absolver de
los pecados cometidos hasta este día. Cualquiera que sea la interpreta-
ción que se adopte, lo cual es casi indiferente, siempre resultará que para
aplicar la indulgencia tenían que estar ya impresas una y otra Buleta en
8 de Marzo de 1483 é indefectiblemente la de nuestro incunable antes del
17 de Abril de dicho año, toda vez que esta es la fecha en que se dio á
D. Fernando de ^uñiga: para invalidar la prueba había que demostrar
que la letra manuscrita no era de la época y que había sido falsificada la
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 269 .
iecha. Respecto de nuestro incunable es evidente, pues, la conclusión.
Veamos la fecha de la Buleta supuesta toledana. El Sr. Pérez Pastor le
asigna la fecha de 20 de Febrero de 1483. Pero esta lectura, por lo que toca
al uno, es falsa, como ya indicó Haebler, quien leyó 14S4 ó 1488. Sin em-
bargo, á la perspicacia del Sr. Haebler, que rechaza la lección 1483,
rio se le ocurrió que debía rechazarla por imposibilidad intrínseca del
texto, pues que si la bula se concedió para perdonar pecados cometidos
hasta 8 de Marzo de 1483, ^cómo S3 le había de dar la Buleta á Ramón
de Urgel el 20 de Febrero del mismo año? Desde luego sin ver el original
debe presumirse improbable la fecha 1488, una de las que lee Haebler,
por lo lejos que está del año 1483 en que se otorgó la bula de Cruzada;
pues sabido es que ésta se renovaba casi sin interrupción, tanto, que en la
imprenta algunas veces se alcanzaba el trabajo de las de un año con el de
las que se preparaban para el siguiente, sin contar, además, que Sixto IV
murió en i3 de Agosto de 1484. Pero aparte de estas inducciones lógicas
está la recta lección de la fecha de las unidades.
Como el día, mes y las unidades del año de la fecha de las dos Ruletas
son manuscritos, é impresa la fecha del año, es indudable que la Bula,
cuyo texto original se desconoce hoy, se concedió por más de un año,
yquMa tirada de las Búlelas se hizo de una vez para los diferentes
años que durara la concesión ó prorrogación, con lo cual se viene á
concluir la coetaneidad de las dos Buletas. De modo que si antes afir-
mamos que eran dos incunables distintos, ahora concluimos que son
coetáneos, y como no es de suponer que teniendo diferente texto y estam-
pación hayan sido tirados en una misma imprenta, concluimos que son
distintos é impresos en distintas imprentas. Y como de otra parte, aunque
no consta en ninguna Buleta el lugar de impresión, se sabe seguramente,
fundado en la semejanza de los tipos, que la reproducida por el Sr. Pérez
Pastor ha sido impresa por Juan Vázquez, primer impresor toledano
hasta ahora conocido, resulta que la de nuestro incunable no debió serlo
allí y sí en Valladolid.
No habiendo sido impreso nuestro incunable en Toledo, lo ha de haber
sido en Valladolid: un indicio que confirma esto tenemos en su proceden-
cia, la Delegación de Hacienda de esta provincia y la persona á quien se
da el privilegio, D. Fernando de Zúñiga, por un florín, lo cual nos indica
que era persona de calidad, tal vez de los Condes de Plasencia y de Le-
desma, hijo de D. Alvaro, etc. Además de esto resulta:
270 REVISTA DE ARCHIVOS
».® Que Valladolid tenía ya imprenta en 1483, cuando hasta hoy no se
le suponía hasta 1492.
2.** Que es indudable que también la lenía Toledo en 1484.
Aún quiero apuntar otra consecuencia probable. Por Pérez Pastor se
dice que los Reyes Católicos concedieron al monasterio de San Pedro
mártir, de la orden de predicadores, por un privilegio, que debió ser muy
al principio de introducirse la imprenta en España, la igíipresión de la Bula
de Cruzada, y que aumentando el núniero de los que ía tomaban, se exten*
dio este privilegio por los mismos Reyes al de Nuestra Señora del Prado,
probablemente hacía 1492 ó 98. Haebler, trocando algo las especies, dice
que hacia esta fecha fué dado el privilegio á favor de San Pedro mártir y
que por la misma fecha fué extendido al otro monasterio. Lo único que se
sabe de cierto es que los Reyes Católicos concedieron la gracia, pero no lo
di las fechas; y si fué dado un privilegio primero al convento de San Pedro
mártir y luego extendido al otro, es conjetura, pues el primitivo privilegio
de los Reyes Católicos es desconocido y sólo se sabe que lo dieron porque
todos los documentos posteriores se refieren á la antigüedad y continuidad
de la concesión. Además, de hecho Arnao Guillen Brocar tenía en i5i5
el privilegio de la impresión de las Bulas en el monasterio de San Pedro
mártir de Toledo y en el de Nuestra Señora de Prado de Valladolid.
Pedro Roca.
EL REY
Devoto padre prior del münesierio 4e nuestra Señora Sania Maria de Forado,
dad al le\'ador desta vna rela9Íon firmada de vuestro nonbre, de las bulas que en
esa casa se an dado para la predica9¡on de la bula de Sant Pedro, e a que perso-
nas, e quantas a cada persona, e para que partidos, porque yo me quiero dello
ynformar, e por mi serui^io que luego lo pongays en obra. Fecha en Valladolid a
XII dias Diziembre de quinientos e veynte e dos años. Y'o el Rey. Por mandado de
su Magestad, Francisco de los Cobos.
EL REY
Rcuerendo yn Christo padre Obispo de Oviedo, comisario general de las bulas de
las Cruzadas y conposi^iones y otras qualesquier pred¡ca9Íones que se hazen en
estos nuestros Reynos, y qualesquier ihesdreros, recebtores, oficiales e otras quales-
quier personas a quien lo. en esta my cédula contenido loca e atañe e atañere en
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 27 1
qualquier manera: por parle del prior e frailes del raonesterio de nuestra Señora de
Prado de la borden de San Gerónimo, extramuros de la villa de VaMadpIid, me ha
sido fecha relación que por mandamientos e cédulas nuestras se han ynprimido en
el dicho monesterio todas las bulas que se han predicado en estos Reynos y que en
la ynprinsion del las se ha guardado toda fidelidad e linpíeza, e me suplicaron e pi-
dieron por merced mandare que de aquí adelante se hiziese lo mismo como la mi
merced fuese; e por ende yo vos mando en ló que toca a la inprinsion de las bulas
que hasta aquí se han ynprimido en el dicho monesterio, para que tienen medulas
nuestras, guardéis e hagáis guardar lo que hasta aquí se ha hecho, sin que en ello se
haga novedad alguna a los vnos ni los otros non fagades ni fagan ende ai. Fecha
en Valladolid a xvi días del mes de Mar^o de mjll e quinientos e veynte e siete
años. Yo el Rey. Por mandado de su Magestad, Francisco de los Cobos..
EL REY
Devoto padre prior del monesterio de nuestra Señora de Prado extramuros de
la villa de Valladolid: ya sabéis como por el asyento que por mi mandado se tomó
en esa villa con Juan Fernandez de Paredes se aviera de predicar en estos nuestros
Reynos tres bulas, de las quales se an predicado las dos, que son la de nuestra
Señora de la Asunción de (¡ünarra^a e la de nuestra Señora de Monserrate, e para
la tercera predicación esta nombrada e examinada la bulla concedida a la devota
religión de señor áanto Antón de Castroxeríz, la qual os llevan firmada del licen-
ciado Santiago* del nuestro consejo e del comendador mayor de la dicha casa de
Santo Antón; por ende yo vos ruego hagays que en esa casa se ynpriman luego
de la dicha bulla de Santo Antón todas las bulas e sumarios que fueren menester
para la predicación della, por la borden que se han ynprimido las otras de Monsa-
rra!e e Qinarraca, las quales aveis de dar a los thesoreros dellas por cartas del Re-
verendo ¡n Christo padre Don Francisco de Mendoza, obispo de Oviedo, del nuestro
Consejo y comisario general de las dichas bulas, pagando por la ynprinsion dellas •
conformen lo que se a pagado por las otras dichas dos bulas, e tened ra^on e
cuenta de las que se ynprimieren e dicredes, de la manera que lo aveys fecho en
lo pasado, e yo vos ruego que en esto ayan la diligencia e cuydado queconbiene e
de vos confio. Fecha en Tole Jo a xx días del mes de Otubre de mili e quinientos e
veynte e ocho años. Yo el Rey, Por mandado de su Magestad, Francisco de los
Cobos.
LA REYNA
Devotto padre prior dei monesterio de nuestra Señora de Prado, extramuros de
la villa de ValLdolid: sabed que por el asyento quel Enperador mi señor mando
thomar en la cibdad de Valencia con Juan Lopes de Calatayud, vecino de Burgos
se an de predicar en estos nuestros reynos e señónos quatro bulas, la primera de •
las quales es las bu'as de las hordenes de la Trinidad e de la Merced enxertas en
272 REVISTA DE ARCHIVOS
vna bula qucstá examinada, como por ella vereys, que va firmada del l¡^en9Íado
Santiago del nuesifo Consejo e de los prouinciales de las dichas hordenes; por ende
>o vos ruego e encargo que fagays que en esa casa se ynprimaR luego de la dicha
bula, asy de bivos como de finados, todas las bulas e sumarios que para la predica-
ción della fueren menester, por la borden que se an ynprimido las otras bulas pa-
sadas, las quale:. aveys de dar a los thesoreros de la dicha bula por cartas del Re-
verendo yn Cristo padre Don Francisco de Mendoza, obispo de Qamora, del nuestro
consejo, comysario general de las dichas bulas, pagandos por la ynprinsion dellas
conforme a lo que se a pagado por las otras bulas que se an ynprimido dcsta cali-
dad en esa casa; e tened razón e qucnta de las que se ynprimieren e dierdes segund
c de la manera que lo aveys fecho en lo pasado, e yo vos ruego que en esto ayan
la diligencia e cuydado que conbiene e de vos confio. Fecha en Toledo a xiii dias
del mes de Mar^o de mili e quinientos e veynte e nueve años. Yo la Reyna, Por
mandado de su Mages^ad, Juan Va%,que\,
TESTAMENTO DE LA DUQUESA DE VÍLLAHERMOSA
Yo Doña 1 Duquesa de Villahcrmosa, sana de cuerpo y de mi entendimien-
to, temiendo la muerte corporal que no se quando plazerá al mi Señor Dios
de me la dar y confesando la santa fee cattolica como fiel chriiitiana, como la
confiesa tyene y cree la Santa Iglesia, hordeno y fago mi testamento y postri-
mera voluntad a gloria y honrra dése mismo Dios Padre, Fijo, Espiritu Santo y a
honor y deuocion de mi Señora la Virgen María a la qual yo tengo por Señora y
por Abogada en todas mis obras y nescc9¡dades y señaladamente para el articulo
de mi muerte, y otro si por bien y descargo de mi anima, la cual encomiendo á mi
Señor Dios que la crió y redimió por su Santísima muerte y pasión, por los méri-
tos de la qual le plega de la perdonar y lleuar a la gloria perdurable para la qual
fue criada, y mando mi cuerpo a U tierra de que fué formado.
Iten mando que mi cuerpo sea enterrado en el monesterio de nuestra Señora
Santa María de Prado que es cerca de la villa de Valladolid y de los frayles de la
borden del glorioso dottor San Gerónimo, en vna capilla que yo mando fazer en el
dicho monesterio, donde y en la forma y manera que a mis testamentarios bien
visto fuere considerado mi estado; y mando que sobre mi sepultura sea fecho un
vulto de alabastro con mis armas en el deredor, bien fecho y labrado, para encima
de la qual sepultura mando sea conprado vn paño de terciopelo carmesv,]para lo
qual asy facer c conplir mando que mis testamentarios tomen ce mis bienes
quanto fuere nes^esario, primero que se entienda por ellos en otra qualquier cosa
en este testamento contenida; y mando que de los bria!es que yo dexo, de vno
de! los, qual quisieren mis testamentarios, «ea fecha vna casulla para la cícha mi
capilla y monesterio.
I. En blanc).
MftLIOTECAS Y MUSEOS 2^1
Iten, mando que «n los dias de mí enterramiento, honrras y cabo de año se
fagan las ofren^ y todas las otras cosas a disposycion y hordcnan^a de m\% tes-
tamentarios.
Iten, mando que por tres años conplidos me sean dichas por mi anima por los
fray les del dicho monesterio cada dia nueve misas y en todos los sábados de los
dichos tres años den mis testamentarios á los dichos frayies la pitanza que bien
visto les fuere.
Iten, mando que mis testamentarios den a Doña Leonor de Soto tresientas mili
maravedis por el cargo que della tengo, las qualcs trezicntas mili marauedis mando
que le sean pagadas del cuento y medio que me ha de ser dado en este año en que
estamos.
Iten, mando que den a mi criada Doña Leonor Carrillo ochenta mili maravedis
los quatcs se paguen del pres^io que valieren mis briales y ropas y que la lleuen a
cusa de su padre.
Iten, mando que den a Doña Juana lo que les pares^iere por el buen servicio
que me ha fecho.
Iten, mando que paguen a mis criados todo aquello que fallaren que les deuo,
consydcrado el seruicio y tiempo que me siruieron.
Iten, mando que den para la puente del rio de Valladolid veynte maravedís y
para los pobres de Sant Antón cinquenta maravedis y para los de San Lázaro
otros cinquenta y para los cavtiuos de tierra de moros cient maravedis.
Iten, las joyas que yo dexo son estas: tres collares, vn joyel con vn diamante
con tres perlas, vna que son cinco dyamantes y con tres perlas, vn brazalete con
diez y seys piedras y con diez y seys perlas, setenta perlas gruesas, vna cinta de
íilígrana en vna tela a^ul, vn camafeo en vn relicario con quatro rubis y quatro
perlas, catorzc paños de raso y de aruoleda, quatro briales de brocado con vno'
que tiene enpcñado el judio Alegre por ocho mili marauedis que ha de quitar mi
contador; vn brial de terciopelo carmesy, vna ropa de terciopelo carmesy, un bríal
de terciopelo negro, vn monjil de terciopelo morado, vna mantilla de terciopelo
negro, vna faldilla de terciopelo carmesy, otra de chamelote blanco, (^exx carmesy,
otra de terciopelo morada y otras ropas; las quales ropas mando que se vendan y
paguen mis testamentarios de prescio dellas los dichos ochenta mili maravedís a la
dicha Doña Leonor Carrillo, y sy algo restare sea paraconplír otras cosas que se
han de conplir.
Iten, mando que las sobre dichas joyas y paños de raso y de aruoleda con el
mueble de casa sehan dadas y entregadas á la Rey na mi señora.
Iten, mando que luego como Dios me leuare desta presente vida mi fijo Don
Fernando seha dado a la Reyna nuestra señora con las joyas y cosas que dicho
he, e suplico vmillmente con quanta afecion puedo y deuo a su Alteza que por
Dios nuestro Señor y por la crianca que en mi ha fecho y por el grandísimo amor
274 REVISTA DE ARCHIVOS
que syenpre le oue, quiera tomar en syngular cargo y cuydado al, dicho mi fijo
Don I^ernando para lo mandar criar y poner en el estado que a su Almeza vien
visto fuere, pues sabe que no le queda otro padre ni madre syno a ella; y después
que aya hedad le mande dar las joyas y cosas que en su poder mando poner, con-
fiando en su muy Real nobleza y virtud que syn yo lo nu^res^er le hará señaladas
n)ercedes; y asy mismo encomiendo afetiuosamente a su Alteza lo que agora, pa-
riere, sy a nuestro Señor plugiere que biua y yo deste parto que temo falles^iere.
¡ten, mando que Villacortés con su fortaleza, que mi señor el duque me dio en
arras, la haya por suya mi fijo Don Fernando después de mi vida.
. Itens por quanto mí señor el duque me ha mandado dar fasta agora en cada vn
año para mi casa cuento e medio, mando que den de lo que rest6 del año pasado
de ochenta annos, de lo qual mis testamentarios demanden cuenta y razón a mi
contador, se paguen los cargos que yo tengo de mis criados e criadas e^^evtas las
trezientas mili que mando dar a Doña Leonor de Sotto, que como dicho he han de
ser del cuento e medyp deste presente año, y los ochenta rtiill maravedís que
mando dar a Doña Leonor Carrillo, que han de. salir del precio de las dichas ropas
que yo mando vender, e todo lo restante del dicho cuento e medyo y mas sy mas
ouiere seha dado y entregado a mis testamentarios para que cunplan todo lo otro
que yo mando del lo faser.
. Iten, suplico vmillm^nte a la Reyna huestra stñora que las dosientas mili ma-
ravedís de juro que su Alteza me mandó dar en casamiento, las mande guardar y
dar al tiempo a mi fijo Don Fernando.
Iten, mando que sy a nuestro Señor ploguiere de leuar desta presente vida al
dicho mi fijo Don Herna/ido o a otro fijo o fija nriios sy quedaren, antes que ayan
hedad para fazer testamento, en tal caso quiero que hereden mis bienes aquellos a
quien, son deuydos de derecho, e^euta la quinta parte dellos, la qual mando al di-
cho monesterio de Santa María de Prado y al prior y fray les y convento del, por-
que ruegyen a Dios por mi anima y de mis defuntos.
. Iten, suplico y mucho ruego al Reverendísimo Señor Obispo de Cordoua que
aya en singular cuydado y cargo de procurar y solicitar de la Reyna nuestra Señora
todo lo que dicho tengo y mas sy mas pudiere cerca de mi fijo Don F*ernando, con
el amor y afe^ion que yo faría lo que su Réuerencia me rogase y encomendase.
Iten, para conplir todas estas dichas mandas y cada vna del las que yo dexo en
este mi testamento dexo por mis testamentarios al padre prior de Prado Fray Fer-
nando de Talauera y a mi padre Fray Francisco de San Martin frayle del dicho
monesteryo, y a qada vno dellos yn solidum para que tomen de mis bienes quan-
tos para ello fueren menester, por su propia avloridad, fasta conplir enteramente
este dicho mi testamento; y de lo restante de los dichos mis bienes y de otros qua-
lesquier que a mi pertenescan o perienescer puedan dexo por mi vniversal here-
dero a mi fijo Don Fernando.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 2yb
Iten, quiero y es mi voluntad queste mi testamento y postrimera voluntad sea
valida y firme en la mejor forma y manera que de derecho deua valer, y sy f>o
valiere por testamento vala por codi^ilo o por postrimera voluntad; y por la pre-
sente reuoco todos los ot/os testamentos y codi^ilos que hasta oy he fecho y los
do por ningunos y de ningund valor y quiero y es mi voluntad que esta valga e
sea firme fasta que en otro o otros especialménte*este dé por ninguno e de ningund
valor, el qual fue fecho ^ otorgado por mi la dicha Duquesa ante los venerables
padres fray Pedro de Torre .y Fray Alonso de Madrid y Fray Juan de Toro para
esto por mi llamados e rogados, y rogué al dicho mi padre fray Francisco lo fiziesc
sacar en linpio y lo firmase de su nombre, que fue otorgado en el dicho monesterio.
domingo, treze dias del mes de Henero del año del Señor de mili e quatro^ientos e
ochenta c un años, el qual dicho testamento yo la dicha duquesa firme de mi
nombre. La Duquesa.— Fray Francisco de Sancto Martirio.
UNA OBRA INÉDITA DB D. FERMÍN CABILLBRO
Del viaje gustan todos injinito
si con juicio y verdad ha sido escrito.
Con estas palabras dé Coletti, comienza D. Fermín Caballero' el libro
que por breves momentos ocupará la atención de nuestros lectores y que
ha permanecido inédito entre la revuelta y confusa multitud de papeles
que forman hoy el importante y curioso Archivo de la nobilísima casa de
Malpic^.
Fra I). Fermín Caballero uno de los pocos españoles de sentido prácii^
co que produjo la última centuria. Como político, sirviendo á la causa pro-
gresista, desempeñó dos veces la cartera de Gobernación; como hombr-e
de ciencia, ocupó una cátedra en la primera Universidad de nuestra patria,
y á sus merecimientos como jurisconsulto supo añadir los de publicista
concienzudo y de agricultor habilísimo. Merced á esta íntima condición,
no sólo conservó el modesto peculio que heredó de sus mayores, si no que
haciendo acertada aplicación de sus conocimientos botánicos, de sus ob*
servaciones climatológicas y de sus experiencias en cultivos, pudo rei»^
nír una saneada fortuna, de la cual nos dejó un delicado recuerdo en los
Premios á la Virtud y al Talento que adjudica anualmente la Real Aca-
demia de la Historia.
Tan excelentes cualidades tuvieron merecida estimación en la esclare-
cida Marquesa de Malpíca, dama sagaz y de grandes iniciativas y recursos.
276 REVISTA DE ARCHIVOS
capaz de gobernar, no ya el Marquesado con sus cuatro poblaciones, sino
toda una vasta monarquía. Por eso la vieron sus contemporáneos distri-
buir el tiempo entre las atenciones sociales, los quehaceres domésticos, los
cargos palaciegos, las obras benéfícas y caritativas y el cuidado de sus
bienes y rentas.
Las leyes que se promulgaron á principios del siglo último sobre vín-
culos y mayorazgos, pusieron en tela de juicio los derechos señoriales del
Marquesado, á la vez que se propalaban en Malpica ciertas doctrinas en
nada favorables á la exacción de algunos tributos y al ejercicio de ciertos
derechos anejos del señorío. Entonces la Marquesa encomendó á D. Fer-
mín Caballero la defensa de sus amenazados intereses y el sabio juriscon-
sulto ajustó, después de complicadas negociaciones, una concordia alta-
mente ventajosa para el señor y los vasallos.
Corría el año de 1824 y D. Fermín Caballero, que pudo volver á la
Corte con la satisfacción de quien ha cumplido honradamente el encargo
confiado, quiso dar otra prueba de su laboriosidad y de su benéfica gestión
en el Marquesado de Malpica reuniendo cuanto de útil y curioso encierra
el territorio de aquel estado. Y al efecto redactó un interesante libro que
en nada desmerece al lado de las mejores obras del notable publicista.
Titúlase el manuscrito de Caballero: Descripción histórica, cronoló-
4JICA, estadística y topográfica del Marquesado de Malpica, y contiene
23o folios en papel marca y cuatro de índice. Comienza por una sencilla y
dignísima dedicatoria á la ilustre Marquesa D.*^ María de la Encarnación
Alvarez de Bohorques Chacón, al pie de la cual aparece la fírma del autor,
cuya rúbrica tiene la particularidad de ofrecer al transparente, su mismo
apellido perfectamente legible de abajo á arriba. Sigue á la dedicatoria un
capítulo preliminar en el que se traza el plan de la obra, se refieren los
trabajos de campo y de gabinete ejecutados para redactar el libro y se
enumeran las fuentes antiguas y modernas que suministraron datos, ter-
minando con un justificado elogio á los lugareños Pedro Espinosa Carna-
cedo y Pedro Carriches, quienes sin más conocimientos que saber escribir y
contar, dejaron unos cuadernos de apuntes donde consignaron los sucesos
más notables de su tiempo, como grandes lluvias y huracanes, ruinas de
«edificios, cimentación de otros nuevos, mortandad de ganados, etc., etc.
Hasta quince capítulos integran el cuerpo de la obra. En el i.* se ex-
pone la historia del Marquesado desde el privilegio de iSSg con que don
Pedro I de Castilla premió los servicios de su leal é intrépido vasallo don
BIBLIOTECAS Y MUSEOS ' 277
Diego Gómez, Notario mayor del reino de Toledo. Se marcan con una
gran precisión los adelantos y mejoras introducidas en el Mayorazgo por
cada uno de los señores, se dibujan con grandísima naturalidad y sencí*
Hez el carácter de los habitantes, sus usos y costumbres, las observaciones
atmosféricas, el sistema de cultivo y por último se detallan los medios
de subsistencia y de cultura con que cuenta la población del Marquesado.
En el 2.*" capítulo, aparece la clasificación de las fíncas y derechos ane-
jos al señorío; en el 3.® se hace un estudio completo de la importante de-
hesa de Valdepusa, objeto ya de litigios, en los primeros años del siglo xvi
por sus pastos y abrevaderos, con los vecinos de Talavera. El 4." trata de
las labranzas; el 5." de los olivares; el G.'^ de los edificios; el 7.** de los pro-
ductos naturales; el 8." de los derechos reales y señoriales; el 9.® de las
rentas y gastos del Marquesado, el 10 del sistema de administración: el 1 1
del antiguo estado de los señoríos de Malpica y Valdepusa: el 12 de la villa
de Malpica; el i3 de la villa y término de San Martín de Pusa: el 14 de
Navalmoral de Pusa y el i5 de Santa Ana de Bienvenida^
Entre los edificios que describe el de mayor importancia es el castillo dj
Malpica que aún presenta el severo aspecto de aguerrida fortaleza en medio
de bellísimo paisaje, al que prestan animación y vida los añosos árboles
que le rodean y la corriente del caudaloso Tajo, que unas veces apecible
lame sus cimientos, y otras veces airado sacude y arruina sus vetustos pa-
redones. Figuraba ya el castillo de Malpica en las crónicas del siglo xiv
como punto fortificado, aunque no tanto como sus vecinos los de Villalba y
Montalbán, este último, residencia por algún tiempo de la hermosísima Pa-
dilla y donde el Rey D. Juan II eituvo cercado por los rebeldes que produ-
jera la obstinación del Monarca y la ambición del Condestable su privado.
Se asienta el castillo sobre un área de sesenta varas por cada uno de
sus cuatro aires; rodéale un grueso paredón almenado y todo ello se cierra
por el perímetro que.describe enorme foso sobre el cual se tendía el puen-
te levadizo que daba paso á la fortaleza. En sus cuatro ángulos álzanse
corpulentos y macizos torreones coronados de almenas como los lienzcs
que les unen y sobre los cuales se destaca la torre del homenaje. Domina
ésta el recinto fortificado y domina también el caserío de la villa que se
dilata á sus pies humildemente,, como esclavo sumiso ante el señor de
quien todo lo teme y todo lo espera.
En la fachada opuesta, la bañada por el río, se abre la entrada del cas-*
tillo. A un muelle primitivo atracaba la barca cuyo pasaje constituyó uno
278 * ' REVISTA DE ARCHIVOS
de los más pingües derechos del Marquesado, y por estrecha rampa se su-
bía á la puerta defendida en los flancos por los torreones y de lo alto por
salientes matacanes, desde los cuales se arrojaban á mansalva sobre el ene-
migo, piedras, flechas, materias inflamadas y cuanto pudiera obstruir el
paso de aquella úi^ica entrada de la fortaleza. Completaba la defensa del
castillo la artillería, de que estuvo provisto desde que si generalizó el eni-
pleo de esta terrible arma y de la cual D. Fermín Caballero alcanzó á ver
un cañoncito que supone sea unojde los traidos de la plaza de Tarifa por
D. Payo de Riyera en 1450.
Las necesidades de la vida moderna transformaron la fortaleza en
palacio; desapareció el puente levadizo; el foso carece de objeto: en
los espesos muros se abrieron grandes balcones de ancho vuelo y la pla-
za de armas, quedó reducida á modesto patio de elegantes arcadas, sobre
las cuales descansan el oratorio, salones, gabinetes y demás estancias que
exige la comodidad y reclama la ennoblecida alcurnia de la casa de Mal-
pica.
Empero todavía abarca puntos muy intehesantes el manuscrito de don
Fermín Caballero; tales son aquellos eruditos artículos en que señala las
diferencias entre los primitivos señoríos de Malpica y de Valdepusa, su
reunión (iSSj) en cabeza de D. Diego Gómez, el uno por herencia y el
•otro por real donación, y el origen de las actuales poblaciones de Malpi-
ca, San Martín de Pusa, Navalmoral de Pusa y 5anta Ana de Bienvenida:
aquélla que data de tiempo inmemorial; San Martín que se alzó sobre las
ruifias de Pozuelo en derredor de una atalaya; Navalmoral que surgió
como la anterior, merced á la carta-puébla del Mariscal D. Payo, y Santa
Ana, la más moderna del estado que fué fundada por D. Payo Barroso de
Rivera con vecinos de Magan y de Casarrubios.
'Curioso es también el origen de algunos tributos como el de la Trein-
tena, el de la Gallina por fumo ú hogar y el del Dozavo; pero es más in-
teresante el apéndice del manuscrito con su revista de curiosidades natu-
rales y artificiales del estado, su catálogo de personas ilustres, sus dos vo-
cabularios de términos locales y ^l de nombres topográficos de territorios;
y si á esto se añade la multitud de croquis y planos que avaloran el traba-
jo de D. Fermín Caballero, fácilmente se comprenderá que nada perdería
nuestra literatura con la publicación de una obra verdadera notabilidad
en su género y motivo de legítimo orgullo para los Marqueses de Malpica.
Valentín Pica tosté
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 27.J
RELACIÓN DESCRIPTIVA DE LOS PLANOS, MAPAS, ETC.
DE LA
AirDIENCIA Y CAPITANÍA GENERAL DE GUATEMALA
(giATEMALA, SAN SALVADOR, HONDIRAS, NICABAOirA Y COSTA-KIC A )
KXISTENFF.S EX El. ARCHIVO GKXEBAL DE I.NDIAS
1768-70
143 í<Mapa del Curato de Pa/^^i/w.» (San Bcrnardino).
\"casc el núm. 74. —Kn colores. — 3^ X soccntímciros.— Ksiantc 103.— Cajón r.-Legnjo 14. (7i>)
Cuaderno 2."— Folios 175 y 176.
1768-70
144 uMapa del Curato de Sa?i Miguel lotonicapam,»
Se marcí la situ.ición Je sus anexos los pueblos de San Francisco el Alio y de Santa Catha-
fina Istaguacan. -\'case el núm. 74. — Kn colores.— 33 X 20 centímetros.— Estante 103. — Cajón 1. —
Legajo \.\. (71)— Cuaderno 2."— Folios 178 y 179.
i768-;o
145 «Mapa del Curato de San Cristoval Totonicapan.^y
Se marca la situación de sus ane.xos los pueblos de Sao .Andrés Secul y San Ju m Olintepe-
quc.— Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X ^ centímetros.- Estante 103.— Cajó.i i.— Lej^a-
jo 14. (72)— Cuaderno 2."-- Folios 181 y 182.
1768-70
146 «Mapa del Curato de A/owosíe/za/zgo»* (Santiago).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Chiquimula y San Bartolomé de .\guas
ílalientes.— Véase el núm. 74.— Kn colores.— 33 X 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Le-
gajo 14. (73)— C.uaderno 2."— Folios 183 y 184.
1768-70
147 «Mapa del Curato de Alalacatam (Santa Anna).
Se marca la situación de sus ane.xos los pueblos de Santa Bárbara, Colotenanf^o, Istaguacan,
San Gaspar Ichil y San Ramón y ia de las haciendas que hay en sus términos.— Véase el núm 74.
En colores.— 33 X 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón 1.— Legajo 14. (74)— Cuaderno 2."— Fo-
lios 18' y i8('..
1768-70
148 «Mapa del Curato de Gueguetenango.^^
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Lorenzo, San Sebastián, Santa Isabel-
San Juan, Santiago, San Pedro y Santo Domingo.— Véase cl núm. 74.— En colores.— 33 X 20 c»n
lí.netros.— Estante 103.— Cijón i.— Legajo 14. (75)— Cuaderno 2.»— Folios 187 y 188.
3.* ¿POCA,— TO5I0 III. 20
28o REVISTA DE ARCHIVOS
1768-70
149 «Mapa del Curato de Zoloma ó Zuluman) (San Pedro).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Juan Ixcoi, Santa Eulalia, San Mateo
Isuun, San Sebastián Coatan y San Miguel Acatan.— Véase el aúm. 74.— En colores.— 33 X 20
centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (76)— Cuaderno 2."— Folios 190 y 191.
1768-70
150 c<Mapa del Curato de Jacaltenangoy^ (Ntra. Sra. de la Purifica-
ción de).
Se marca la situación de su anexos los pueblos de Santa Ana Guista, San .\ntonio, Petatan,
Concepción, San Marcos y San Andrés.— Véase el núm. 74.— En colores.- 33 X » centímetros.—
Estante io3.-Cajón 1.— Legajo 14. (77)— Cuaderno 2.*'- Folios 193 y 194.
1768-70
151 «Mapa del Curato de Chiantla ó Chanfla^) (Ntra. Sra. de la Can-
delaria de).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos^de .\guacatan, Chal<>hiian, Todos Santos,
Cuchumatan y San Martín Cuchumaun.— Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X 20 centímetros.
Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (78)— Cuaderno 2.''— Folios 196 y 197.
1768-70
152 «Mapa del Curato de Cuilcoi> (San' Andrés de).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Santa María Magdalena Tectitlan, Mues-
tra Señora de la Asunción Thacaná, Santiago Amatenango, San Martín Mazapa y San Francisco
de Motozintla.— Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X » centímetros.— Estante 103.— Cajón i.—
Legajo 14. (79) -Cuaderno 2.'— Folios 198 y 199.
1768-70
153 «Mapa del Curato de Texutlá>y (Santiago).
Se marca la situación de sus anexos lo> pueblos de Cipacipa, Isiaguatan, letuapn, I'axu-
mulcj y Comitan y la de las haciendas y hatos que hay en sus términos.— Véase el núm. 74.—
Kn colores. — 33 X 20 centímetro^.— Estante 103. -Cajón i. — Legajo 14. (80)— Cuaderno 2.''— Fo-
lios 201 y 202.
1768-70
154 «Mapa del Curato de Zacatepeques^y (San Pedro).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Marcos, San Pablo, Santa Lucía, San
Oistoval Cucha, Santiago Coatepeque y San Antonio .\bad y la de ias haciendas que hay en sus
términos. -Véase el núm. 74.— En colores. 33 X ao centímetros. -Estante io3.-Cajün i.— Le-
gajo 14. (81) -Cuaderno 2." — Folios 204 y 2o5.
1768-70
155 ((Mapa del Curato de Osiuncalco^) (San Juan).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Concepción Chiquírichiapa, San Martín
Zacatepcques, San Miguel (liaholah, San Cristoval Cabrican y Santa (^.atharina Retaleuh. — Véase
c¡ núm. 74.— En colores. -33 X -'■J centímetros.— Estante 103. -(Jl.-ijón i.— Legajo 14. (82) -Cua-
derno 2.0— Folios 206 y 207.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 28 1
1768-70
166 «Mapa del Curato de Quesalíenango^ (Espíritu Santo).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Matheo, Santa María de Jesús, San
Pedro Almolonga, Santa Catharina Sunil y la Asumpción de Canlél.— Véase el núm. 74.— En
-colores,— 33 X » centímetros.— Hstante 103.— Cajón r.— Legajo 14. (83) — Cuaderno 2.« — Fo-
lios ao8 y 209.
1768-70
167 «Mapa de los Curatos de San Pedro (de la Laguna), Sololay Pa-
nahachel (San Francisco) y Atitan.f»
Se marca la situación de s«s anexos.
Corresponden al curato de San Pedro, los pueblos de San Juan, San Pablo, San Marcos,
Santa Clara v la Visitación.
Al de Solóla los de San Jorge de la Laguna, Santa Cruz de la Laguna, San Joieph de Chaka-
ya y Santa Lucía Ustatan.
Y al de San Francisco Panahachel^ los de San Andrés Tzemet Abah, la Concepción Kixala,
San Antonio Palopó y Santa Catharina Palopó.
Se indica asimismo 1 situación de la Laguna de Atitan y la de4os volcanes de este nombre.
Véase el núm. 74.— P2n colores. — 33 X 30centímetro<(.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (84)—
Cuaderno 3.°— Folios 211 á 216.
1768-70
168 «Mapa del Curato de Tepan-guatemala.^^
Se marca la situación de su anexo el pueblo de Santa Polonia. --Véase el núm. 74. — En colo-
Tes.— 33 X 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (85) -Cuaderno 3.»— Folio* 217
y 218.
1768-70
169 «Mapa del Curato de Chimaltenangof) (Santa Ana).
Se marca la situación de su anexo el pueblo de San Jacinto.— Véase el número 74. — En colo-
res.—33 X 20 centímetros.-- Estante 103. — Cajón i. — Legajo 14. (86). — Cuaderno 3.®— Folios 210
y 220.
1768-70
160 «Mapa del Cúralo del Texany (San Sebastián del).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Miguel, San Lorenzo, San Luis y de
los Pastores.— Véase el número 74. —En colores.— 33 x 2ocentímctros— Estante 103.— Cajón i, -
Legajo 14. (87)— Cuaderno 3.°— Folios 221 y 222.
1768-70
161 «Mapa del Curato de íí^apan» (San Andrés).
Se marcí la situación de su anexo el pueblo de P.irramos. — Véase el núm. 74.— En coloro^-. -
33 X 20 centímetros.- Estante 103.— Cajón i. —Legajo 14. (88>— Cuaderno 3.®— Folios 223 y 224.
1768-70
162 «Mapa del Curato de Alotenango^) (San Juan^.
Se marca la situ.ición de sus anexos los pueblos de Aguacatepeque, San Diego y (.Chagüite,—
Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X 20 Csíntimeiros.— Estante 103.— Cajón i. — Legajo 14. (8(>) —
^^.uaderno 3.®— Folios 225 y 226.
282 REVISTA DE ARCHIVOS
1768-70
163 oMapa del Curato de Zacatepequesí) (Santiago).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de^San Lúeas, Santa Lucía, San Matheo, San
Bartolomé yCaoqué. — Véase el número 74. — En colores.--33 X 20 centímetros.— Estante 103.—
(^ajón 1.— Legajo 14. (90)— Cuaderno 3.**— Folios 228 y 221».
1768-70
164 itMapa del Curato de San Juan de Zacatepeques,^
Se marca la situación de su anexo el pueblo de San Raimundo de las Caz illas.— Véase el nú-
mero 74.— En colores.— 33 X ao centímetros.— Estante 103.— Cajón 1.— Legajo 14. (91) -Cuader-
no 3/*- Folios 231 y 232.
1768-70
165 «Mapa del Curato de Mixco,^)
Se marca la situación de las hacien({as que hay en sus términos. -Véase el núm. 74.— En co-
lores.—33 X 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón 1.— Legajo 14. (02)— Cuaderno 3."— Folios 234-
y235. * •
1768-70
166 c<Mapa del Curato de la Hermita.y) (Nuestra Señora de la Asmnp-
cion. Valle de la Hermita).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Pínula y Chinnutla y la de Tos ríos, sierran
y haciendas que hay en sus términos. -Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X 20 ccniimciros. -
Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (93)— Cuaderno 3.®— Folios 230 y 237.
1768-70
167 «Mapa del Curato de Amatitan» (San Cristóbal de).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Juan Amatitan y San Pedro Mártir y
la de las haciendas que hay en sus términos.— Véase el núm. 74.— fi)n colores.— 33 X 20 centíme-
tros—Estante 103.— Cajón I.— Legajo 14. (94)— Cuaderno 3.°— Folios 238 y 239.
1768-70
168 «Mapa del Curato de Xinacantan.i>
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Nancinta« Tecuaco ó Tecoaco, Vshuatan
y Santa Asna, y la de las haciendas que hay en sus términos. — Véase el núm. 74.— En colores.—
33 X 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (y5)— <'.uaderno 3.°— Folios 240 y 241.
1768-70
169 «Mapa del Curato de Chiquimiililla.í)
Se marca la situación de las haciendas que hay en sus términos.— Véase el núm. 74.— En colo-
res. -33 X 2J centímetros.— Estante 103.— Cajón 1.— Legajo 14. (9^)) -Cuaderno 3.°— Folios 242 y 243.
1768-70
170 «Mapa del Curato de Giia^acapan,y>
Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X 20 centímetro^.— *Jstan te 103.— Cajón i.— ^c^njo 14.(9-)—
<:uadcrno 3.''— Folios 2*5 y 24O.
BIBLIOTECAS Y MLSEOS 283
I76S-7O
171 M.Mapa del Curato de Taxisco.y^
Vea*e el núm. 74.— En colores.— 33 X »veniini<iros.—Es:inte 105.— i'aión 1.— Lejfaio 14. (oSV-
Cuaderno 3.*»— Folios 247 y 24S.
1768-70
172 «Mapa del Curato de Tacuilula.*^
Se marca ia situación de sus anexas los pueblos de Tepeaco y Aiequipaque. — Véase el nú«
mero 74-— Kn colores.— 33 X ^i^ centimeiros.— Esi*nte 103. -CajóQ 1. — Legajo 14, •oo> — ruader-
no 3.**— Folio» 240 y 23u.
I 768-70
173 <«.Mapa del Curato de Guanagat^apan.*^
Se marca la situación de las haciendas que hay en sus términos.— Véase el núm. 74.— Kn
colores.— 33 X 3i> centímetros.— Estante 103.— <1a¡ón i. -Legajo 14. (100)— Cuaderno 3.*— Folios
i5o y 25i.
I 768-70
174 «Mapa del Curato de Escuintaí> (Concepción de).
Se mirca la situación de sus anexos los pueblos de Mixtan (San Juan) y .Masahua (San Luis)
y la de las haciendas que hay en sus términos.— Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X 20 cenli-
ineiros.— F^stanic 103. -Cajón i.— Legajo 14. (101) — l^uaderno 3.**— folios 25a y 253.
^ 1 768-70
176 c^Mapa del Curato de Cíarciao (Don).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Chipilapa, Tcsquaquo y Santa .\na Mis-
tan, la de la Villa de la Gomera y la de las haciendas que hay en sus términos. -Véase el núme-
ro 74. — En colores.— 33 X -■> centímetros.— Estante 103. — Cajón i.— Legajo 14. (102)— Cuader-
no 3,0— Folios 264 y 255.
1768-70
176 «Mapa del Curato de A/a^a/eiia/tgo.»
.Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Lorenzo y San Cabriel.— Véase el-
núm. 74.— En colores.— 33X20 centímetros.— Estante 103. — Cajón i.— Legajo 14. (103) — Cuader-
no 3."— Folios 25Ó y 257.
1 768-70
177 c<Mapa del Curato de Cu)'otenango,)>
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San .Xndrés, San .Martin y San Felipe.—
Vcasc el núm. 74.- En colores.— 33 X 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón 1.— Legajo 14. (104)—
Cuaderno 3.0-- Folios 258 y 259.
1768-70
178 cdMapa del Curato de Retaluleuco (San Antonio).
Se marca la situición de su anexo el pueblo de San Sebastián y la de los hatos que hay en sus
térmirtos.— Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X ao centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Lega
jo 14. (ro5)— Cuaderno 3.**— Folios 260 y 261.
284 REVISTA DE ARCHIVOS
1768-70
17d «Mapa del Curato de Zapotitlann (San Francisco).
Se marca la situación de su anexo el pueblo de Santiago Zambo.— Véase el núm. 74.— En co*
lores.— 33 X 20 centímetros. — Estante 103.— Cajón 1.— Legajo 14. (106^— Cuaderno 3."— Fo-
lios 262 y 263.
1768-70
180 «Mapa del Curato de Zamayaque ó Zamayacm (Ntra. Sra. de la
Concepción de).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Bcrnardino y Santo Domingo.— Véase
«i núm. 74.— En colores.— 33 X 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (107)— Cua-
derno 3.*--F9nos 264 y 265.
1768-70
181 oMapa del Curato de San Pablo de Xocopiias,^
• Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Santo Tomas y San Miguel.— Véase el nú-
mero 74. — En colores.— 33 X 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (io8)~Cua-
derno i. — Folios 266 y 2(7.
1768-70
182 c<Mapa del Curato de Suchitepeques» (San Antonio).
Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X 20 centímetros.— Estante 103.— Cajón i.— Legajo 14. (109)
Cuaderno 3.°— Folios 268 y 269.
1768-70
183 «Mapa del Curato de Atitarif) (Santiago).
Se marca la situación de su anexo el pueblo de San Lucas Toliman.— Véase el núm. 74.— En
colores. — 33 X 20 centímetros.— Estante 103. — C^ajón 1. — Legajo 14. (no) — Cyaderno 3.*— Fo-
lios 271 y 272.
1768-70
184 cíMapa del Curato de Patuluh (Santa Bárbara).
Se marca la situacióti de sus anexos los pueblos de Santa Bárbara de la Costilla y San Juan de
los Lepros ó Leporós y la del Volcán Mayor de Atitan.— Véase el núm. 74.— En colores.— 33 X 20
centímetros.— Estante 103.— Cajón 1.— Legajo 14. (111) — Cuaderno 3.*'— P'olios 273 y 274.
1768-70
186 WViapa del Curato de Cus^umahapama (Santa Lucía).
Se marca la situación de sus anexos los pueblos de Santo Domingo Tzotzicám y Santa Catha-
rina Tziguinala.— Véase el núm. 74. — En colores. — 33X20 centímetros. —Estante 103. — Cajón i. —
Legajo 14. (112)— Cuaderno 3.°— Folios 276 y 27O.
1768-70
186 «Mapa del Curato de Nexapam* {Sditi Antonio).
4 Se marca la situación de sus anexos los pueblos de San Bernabé Acatenango y San Pedro
.lC*tenango. — Véase cTnúm. 74.— En colores.— 33 X ao centímetros.— Estante 103. — Cajón 1. —
Legajo 14. (113)— Cuaderno 3.**— Folios 277 y 278.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 285
1769
187 oPlano del Convento de ¡as Beatas Indias del Rosario de la Ciudad
de Santiago de Goathemxla que á su costa a reedificado el Sr. Lizencíado
Don Domingo López Urrelo Caballero del orden de Calatrava y Oidor
Jubilado de esta Real Audiencia.»
Por D. Luis Die^ Navarro.— Con cirta del antedicho Sr. Licenciado de 30 de Abril de 1769.—
Forma parte de un expediente acerca del origen, rentas, etc., de este Convento.— En colores.—
C'.on explicación.— 46 X 33 centímetros.— Estante 100.— Cajón 7.- Legajo 22. (6)
1769
188 «Plano Inferior del Real Palacio Carmel de Corte y Sala de
Armas de la obra que se a hecho últimamente y está por concluir con-
forme á lo que tengo representado en Junta de Real Hacienda y de la
Casa de Moneda, según lo executado por el B.**" D. Joseph Eustaquio de
León Director que fue de ella; y lo que últimamente se hizo de orden del
Excmo. Sr. D. Joseph Vázquez Prego sin intervención de dicho P. Direc-
tor ni la mia por no estar en esta Ciudad.»
Goathcmala y Septiembre 30 de 1769.— Por D. Luis Dici^ Navarro (su rúbrica).— Con expe-
diente y carta de la Audiencia de Guatemala de 27 Marzo de 1771.— En colores.— Con explica-
ción.—Escala de 130 varas castellanas los 41 centimetros.—52 X 42 centímetros. —Estante loi.—
Cajón 4.— Legajo 12. (3)
1769
139 «Plano de la Batería que se propone para defender la entrada del
Puerto de San Fernando de Omoa en la costa de Honduras.i>
«Barcelona i5 de Noviembre de ¡tCx).»- Juan ^Martin? Zermeño (su rúbrica).— En colores.—
Con explic.ición.— Escala de 40 varas los 21 1/2 centímetros. — 72 x 5o centímetros.- Estante 102.
Cajón 5.— Legajo 23. (7)
1770
190 í<Plano que demuestra el Terreno que se necesita para la fábrica,
y Molino, de la Pólvora, que se ha Proyectado, por el Ingeniero Director
D. Luis Diez Navarro, de orden de M. I. S. P. G. y C. G. D. Pedro de Sa-
lazar. Tiene de Área 1 3.825 V4 vara> quadradas, de Tierras vtiles y lla-
nas, bajo de su cerca, con el agua necesaria, y salto de ella correspondieq-
te, para el movimiento y empujo del Molino.»
Guathcmala i ° de Febrero 1770.— Por D. Luis Die^ Navarro. — Acompañado de un testimonio
de las diligencias in truíd.is sobre este asunto, remitido por el Presidente de Guatemala D. Pe-
dro de Salazar con carta núm. 180 de i.®de Marzd de 1770.— En colores.— Con explicación.— Esca-
1 1 para el plano de 100 varas los i5 centímetros.— ídem para el perfil de 35 varas los 18 1/2 centí-
metros. —77 X 5o centímetros.— Estante k».— Cajón 3.— Legajo 22.
285 REVISTA DE ARCHIVOS
1770
191 «Plano Geográfico de la Costa y Golfo de Honduras, con las Islas,
Canales y Bajos, que en ella se comprenden. Nuevamente corregido y le-
vantado por Joaquín del Castillo sobre las mejores memorias y observa-
ciones de varios Pilotos prácticos, que han navegado, y navegan en esta
pequeña parte del Mundo Chrisiiano.*
*En Guatemala á i.°dc Marzo de 1770.» -Firmado por Cosf/Z/o.— Acompañado de un memo-
rial de Castillo remitido por el Pre'íidentc de (íuatcmala con carta núm. iijdc i.** de Marzo
de 1770.— En colores.— Con explicación.— Comprende desde i3",25' a 2i",4o' de latitud Norte y
de 28^^ á 29r><»,3ü' de longitud oriental. Dice en nota marginal: «La Lonf^itud de este mapa está
arreglada á las del Meridiano de Tenerife que trae en sus tablas D. Pedro Manuel de Cedillo,
Director que fue de la Real .\cademia de (^adiz^.— ^.9 X 5<) centímetros. -Estante loi.— Cajón 3-
Legajo 2).
1772
192 «Descripción de Quatro Planos echos en el Convento que fue de
5. Gerónimo Je ios P.^ de ¿\itestra Sra. de las Mercedes de esta Ciudad
(Santiago de Guatemala) en el que se puso en el ínterin la Real Aduana y
Quartel de los Dragones y oy manda S. M. subsista de tal Aduana dándo-
les viviendas en ella en primer lugar á el Alcaide, Administrador y Con-
tadores.»
I." El primer plano areprcscnta como estava dicho Convento en lo
bajo á el que solo se le aumentó las Caballerizas que se demuestran con la
letra A. para treinta cavallos del Escuadrón de Dragones...»
2.*^ El segundo plano «representa el mismo bajo que el antecedente y
con el color amarillo lo que se deve hacer para las viviendas de los tres
Ministros, Administrador, Contador y Alcayde...»
3.® El tercer plano «representa el alto de dicho convento como estava
antes que se avilitara para Aduana y servia para Quartel de Dragones...»
4.*^ El cuarto plano «representa lo mismo que el antecedente n.® 3.® y
con lo amarillo el proiecto que se le hace y demuestra como han de que-
dor las tres viviendas de los tres Ministros...»
23 Noviembre 1772.— Por el Ingeniero D. Luis Dlti^ Saparro (su rúbrica).— Con expediente
sobre los reparos mandados hacer en la <^asa Aduana de la Ciudad deGoathcmala.— En colores.
Con explicación.— Escala de 5o varas castellanas los 13 centímetros.— La dimensión total de
los cuatro planos que están en una hoja es de 72 X 52 centímetros. —Estante 101.— Cajón 4. — Le-
gajo 12. (i)
1772
193 «Plano del Castillo de la Inmaculada Concepción de el Rio de San
Juan que delineo el Ingeniero ordinario que entonces hera Luis Diez Na-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS ¿Sy
varro en el aiío de 743 en que fue visitador de el y las nuevas obras que le
hizo después por los años de 45, 46 y 47 estando en su defensa de üefe de
el Superior Govierno de este Reyno y Castellano interino por muerte de
el propietario D. Juan Antonio de Arze...o
Luis ñie^Xayarro (su rúbrica).— Remitido por el Oidor Decano. Presídeme inicrino dodun-
lemala con cana núm. 30 de 30 de Septiembre de 1772.-- Kn colores. - Con explicación. Escala
de 4.> varas castellanas los 7 1/4 centinieiros.— r>7 X47 centímetros.— Estante 102.- ilajón 5.
Legajo 23. (3)— Hay duplicado en este legajo.
1773
194 (Plano del Fuerte que se está construiendo para resguardo del
Puerto de San Fernando de Onioa en la costa de Onduras según el estado
en que en el dia se alia la obra.»
«San Fernando de Omoa y .Mayo 12 de 1773.*— «JosepA Gvn:{ale^ lermina-^ (su rúbrica). —
En colores.— Con e.vplicación.— Escala de 80 varas los 12 1/2 centímetros. — un'» X 5o centímetros
Estante 102.— Cajón 5.— Lcj^ajo 23. (8)— En este legajo hay una copia de i." de Febrero de 1775 de
1). Luis \^ic¿ N.ivarro. más detallada que el original.
1773
196 Plano del '«CrtS/i7/o í/e/ 5an P//c///7e situado al lin de la Laguna
Dulzc y su boca en el Golfo de Santo Thomás de Castilla á distancia de
14 leguas...»
«Por el ingeniero /). Luis Die^ Xavarro^ (su rúbrica.)— .Vcompañado de un informe del mis-
mo remitido por el Presidente de (luatemala con carta núm. r>Kde 21 de Abril de 1773.- En co-
lores.—Con explicación. --Escala de 2í) varas castellanas los 5 1/2 centímetro^.— .^2 X 27 ccnti-
met.os.— Est .nte 102. -(^ajón ó.— Legajo 2. (i)
1773
198 «Perfil del Castillo de San Phelipe del Golfo dulce. ..^y
Por el Ingeniero D. Luis Die^ Xavarro (su rúbrica).— En colores. -Escala de «o varas los 17
centímetros. — 37 K 23 centímetros. — Estante 102. -Cajón ó. — Legajo 2. (2)
1773
197 «Plano geográfico de los dos Valles que circumbalan la Ciudad de
Goatemala y descripción en parte de las inmediaciones á la Ciudad en
números por no caber los nombres de cada cosa y evitar confusión, el te-
rreno bañado con carmín claro denota las cinco leguas de ejidos de esta
Ciudad y lo restante lo verde una Alcaldía mayor y lo amarillo otra según
la orden de su Majestad.»
24 .Mayo 1773.— Por D, Luis /)íe^ Xaparro (su rúbrica).— Forma parte de un 'testimonio de las
diligencias instruid isco virtud de Real Cédula sobre que subsistan las dos .Vlcaldías .Mayores
del Valle de la Ciudad de Goathemala y se examine el terreno reduciendo i un Quadro el terri-
torio de las cinco leguas.— Remitido por la Audiencia de Guatemala con carta de 30 de Junio
de 1775 —En colores,— Con explicación.— Escala de una legua los 5 centímetros.— 98 X 77 cenií-
mctros.— Estante loi.— Cajón 2.— Legajo 4. (1)
288 REVISTA DE ARCHIVOS
lOT Mapa del riachuelo de Altupe y de sus tributarios el Vehuco, Ta-
tachiriri, &.*
Xalapa II Septiembre 1773.— Por el maestro Bernardo Ramírez (su rúbrica).— Forma parte
del cuaderno 3.*^ del Testimonio de los autos form idos sobre la inspección del parage nombra-
do el Valle de Jumay y el de Xalapa en el expediente sobre el traslado de la Ciudad de Gua-
temala.—En colores.— Con explicación.— 21 X 35 centímetros.- Kstantc loi.— Cajón 4.— Lega-
jo i5. u)
1773
199 «Mapa para inteligencia de los orígenes de los riachuelos de Sasi-
co ó Ponte^uela y de Taiisiri y sus respectivas incorporaciones entre sí y
con el de Xalapa.y>
4JCaI.ipa y Septiembre ¡6 de 1773»— Por el maestro Bernardo Ramire^^ fsu rúbrici).— Form.i
parte del cuaderno 3." del Testimonio de los autos form «dos sobre la inspecciói del paragc
nombrado el V He de Jumay y el dé Xal pa en el expediente sobre el traslado de la Cudad
de (iuatemala.--En colores. -Con explicación.— 30 1/2 X 35 centí netros.— estante loi.— Cajón 4.
Legajo i5. (2).
177^
200 «Mapa que comprende el fJiino de Jalapa situado en la Provin-
cia de Chiquimula de la Sierra, distante 21 leguas al Nordeste de la Cavc-
zera de dicha Provincia y de la ciudad de Guatemala 3o al Poniente, todo
según la estimación común de el País.»
«Levantado por el Teniente f^oronel c In¿(eniero en 2."* /). Antonio A/arín.*^-Jal.ipa y Setiem-
bre 18 de lyjs.—Joseph María Alejandre (iu rúbrica).— V." B." Antonio hfarin (su rúbrica).-
Forma parte del cuaderno 3." del Testimonio de los autos formados sobre la inspección del
parage nombrado el Valle de Jumay y el de Xalapa en el expediente sobre el traslado de la
Ciudad de Guatemala. -En colores.— Con explicación. -Escala de 1000 varas los 7 3/4 centíme-
tros.—64 X 68 centí metros.-'Kstante loi -Cajón 4.— Legajo i5. (3)
i77i
201 «Mapa del orif^en del Rio de Pínula y de los ríos, quebradas y
ojos de agua que se le incorporan.»
«Ilcrmita y Noviembre 3 de 1773.» -Por el maestro Bernardo Ramire^ (^u rúbrica). —Forma
parte del cuaderno 4.° del Testimonio de los autos sobre la< proporciones que ofrece el Valle de
la Hermita para la traslación de la Ciudad y vecindario de Guatemala (folio 68).— En colores.
Con explicación.— 31 X 35 centímetros. —Kstantc 101. -Cajón 4.— Legajo i5. (4)
1773
202 «Plano en que se demuestra el giro de los rios de Pi;iw/a.»
' Herniita y Noviembre 16 de 1773.- Por el maestro Bernardo Ranire^ (su rúbrica).— Forma
parte del cuaderno cuarto del lesti nonio de los kutos sobre las proporciones que ofrece el Valle
de la Hermita pira la traslación de la Ciudtd y vecindario de Guate naU (folio 77).— Es más
completo que el del folio 68.— En colores.- Con explicación.— 47 K 35 centímetros.— Estante 101 —
iajón 4.— Legajo 5.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 289
1773
203 «Plano en que se demuestra el curso de los rios de las Lavares
vecinas á Mixco, y los ojos de agua que hay en la Hacienda de D. Salva-
dor Herrarte.»
Hermita y Diciembre 1 de 1773.— Por el maestro Bernardo Ramirei^ (su rúbrica).— Forma
parte del cuaderno cuarto del testimonio de los autos sobre las proporciones que ofrece el Valle
de la Hermita para la traslación de la Ciudad y vecindario de Guatemala (folio H6).— En colo-
res.—Con explicación.— 32 H 35 centímetros.— Estante loi,— Cajón 4.— Legajo i5. (6)
1773.
204 Plano de las barracas de madera formadas en la Ciudad de Gua-
themala por el Arzobispo de la misma para el establecimiento provisional
de la Iglesia, Monasterios, etc., etc.
Remitido por el Arzobispo con cana de 1 de Diciembre de 1773.— En colores. — Coo explica-
ción.—K^icala de luopics castellanos los 11 centímetros. —72 X 78 centímetros.— Estante loi.—
Cajón 4.— Legajo 12. (4)
1773
205 Plano de la Iglesia y Convento* de las monjas de Santa Clara en
la Nueva Ciudad de Guatemala.
Por Fr. Juan Josefde la Fuente.— Con testimonio de unos autos sobre la materia.— Kn colo-
res.—Con cxplicción.— Kscaia de nx> varas castellanas los 14 centímetros. -28 X 4^ centímetros.
Estante 101.— Cajón i.— Legajo 6. (i)
1774
208 Plano de la Máquina é Ingiiiio proyectado para la Real Casa de
Moneda, provisional, (de Guatemala).
Hermita y Enero i5de 1774.— Bernardit Hamirei^ (su rúbrica), -.\compmado de expediente
sobre el traslado provisional de la Casa de Moneda de Guatemala al sitio de la llermit i, remi-
tido ; or el Presidente de Ciuíttcmala con carta núm. 8y de 5 de Febrero de 1774— En colo-
res.—(^on explicación.— 45 /^ fio centímetros. — Estante lai.— í^ajóa 7. — Legajo :6.
1774
207 Plano Geográfico que resulta de la medida y demarcación del
Valle y Llano de la Hermita terminado por sus extremos en los Rios que
lo circumbala con inclusión de lavores enteras y parte de otras...
«Hcrmiía y Marzo 12 de 1774.»» -Joseph Gregorio Rivera (su rúbrica).— Con expediente sobre
el terremoto y traslación de la Ciudad de Guatemala.— En colores.— Con explicación. -Escala
de 5.í>o<) varas castellanas los 12 centímetros.— 88 K 72 centímetros. — Estante 101. — Cajón4.— Le-
gajo 16. (I)
1774
. 208 «Plano del Fuerte que se está construiendo para resguardo de este
Puerto de San Fernando de Omoa en la costa de Honduras según el esta-
do en que en el día se halla su obra.»
290 REVISTA DE ARCHIVOS
«Es copia del original que remitió /). Joseph Goni^ále^ Ferminor con fecha 30 Jo Junio
<le 1774.* í.uh Die^ Xavarro (su rúbrica). — Kn colores. — Con explicación.— Escala de 40 varas
losó 1/4 ccntímeiros.— 5i K 45 centímetros.— Estante 102.— Cajón 5.— Legajo 23. (9)- Hay dupli-
cado co este legajo.
1774
200 «Plano Geográfico de los dos Valles que tenía por ejidos la Ciu-
dad de Santiago de Goathemala oy destruida desde el día 29 de Julio
de 1773, y en ellos las dos Alcaldías maiores de Amatilanes y Chimalte-
nango, cuia Ciudad se traslada por superior disposición á el Valle de la
Ermita el que se ha elegido ^ara la mayor seguridad de los temblores que
en ella han acontecido y acontecen, en cuyo parage se coloca la Ciudad en
el sitio que S. M. tuviese por más conveniente...»
25 de Septiembre de 1774.— Por D. Luis Die^i Savarro (su rúbrica).— Forma parte de un testí-
nionio de las diligencias instruidas en virtud de Real Cédula sobre que subsistan las dos
Alcaldías Mayores del Valle de la Ciudad de Goathemala y se examine el terreno reduciendo á
un (^uadro el territorio de las cinco leguas.^» Remitido por la Audiencia de Guatemala con carta
de 30 de Junio de 1775.— En colores.~Con explicación.— Escala de una legua á cinco mil varas
los 5 centímetros.— 98 K 77 centímetros.— Estante 101.— Cajón 2.— Legajo 4. (2)
(Se diferencia mucho en los detalles, del plano de 24 de Mayo de 1773, del mismo autor.)
1774
210 «Perfiles que manifiestan la diferencia de nivel y proporción que
ofrecen para conducirse las aguas de los Rios que se e.xpresan: (de Pínula ^
de la Concepción, de Belén, de Pancocha y de Misco) á los sitios demarca-
dos de Piedra Parada y Cruces de Naranjo,»
<iJoseph María Alexandrc* (su rúbrica).— «V.<* B." Antonio A/arín» (su rúbrica).— Forma
parte del cuaderno 4.*^ del Testimonio de los autos sobre las proporciones que ofrece el Valle de
la Hermita para la traslación de la Ciudad y vecindario de Guatemala (folio 310).— En colores. —
Con explicación.— Escal.i de 5.(x» varas los 28 centímetros.— 141 x 37 centímetros.— Estante un.
Cajón 4.— Legajo i5. (7)
1774
211 ^(Plano del ámbito del llano di Nuestra Señora del Carmen según
la medida que se ejecutó de orden del M. I. S. Presidente D. Martín de
Mayorga en el que se notan las particularidades que se omitieron en el
Plano é informe de 8 del corriente.»
«Ilermita y Noviembre 16 de 1774.— Jo«epA Gregorio de Rivera.y^—^Ks copia de su original. -
ílermita 25 de Noviembre de 1774.— El Director Nabarro.^—Con expediente sobre el terremoto
y traslado de la Ciudad de Guatemala.— En colores.— Con explicación.— Escala de 3.000 varas
cistellanas los 22 1/2 centímetros.— 54 k 40 centímetros.— Estante loi,— Cajón 4.— Legajo 16. (2)
(Concluirá.)
Pedro Torres Lanzas.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 29 S
ESTUDIO
SOBRE LOS SERMONES VALENCIANOS
DF SAN VICENTE KERRER
QUE SE CONSERVAN MANl SCIU TOS EN LA BIBLIOTECA DE LA BASÍLICA
METROPOLITANA DE VALENCIA
\T
Invectivas contra las mujeres.
Parece como que aprovecha San Vicente todas las ocasiones para
reprender á las mujeres sus vicios, que tan gran trascendencia tienen
para la moralidad pública. Otras veces sólo son avisos para que ajusten
su conducta á los consejos de la prudencia. Explica por ejemplo (III. ijS)^
como se debe portar la joven con el hombre y aprovecha la ocasión de la
Anunciación de Nuestra Señora, para hacer una oportuna comparación:
oSi Tangel bagues saludada la Verge María per la manera acostumada^
axi com bones persones saluden, la Verge María no s'forc torbada; mas
quan l'angel per manera no acustumada la saluda, turbaia est Í7i sermone
ejus, A9Í han exemple les donzelles e altres dones. Si algú vos salude per
la manera acostumada, no us en cal corbar; mas si per manera no acos-
tumada vos saluden alguns folls, no respondre, sino responent: anat a la
mala ventura. Car aquella salutació, 50 es, quan se diu: flor de parad is,
ros son la mía vida etc. pijor es a lanima que si t'deye: yo i^s vull dego-
liarla En el Ms. del Colegio (folio i56), el modo ordinario de saludar es:
bou jorn et salut, y el extraordinario: ¡Oh vida mia et consolado! etc.
La firmeza de la mujer en contra del hombre, la retrata en un hecho
histórico que nos cuenta (V. 52. v.): «Lo franch arbitre no s'pert...- Una
mullerque sie casta, tanta de libertat ha, que sí hun hom la volíe forjar,
li pot donar bona galtada. Axi com de hun rey de Castella [se contaj: Vehe
una bella dona, e cernie la dona, e el rey volchla abracar, e aquesta pres
de la fariña, e per la cara e per tot tot lo enfarinosá. Pensat si l'rey se
n'devie riure; mas ell confús ne romas.»
Con frecuencia recuerda aquel axioma de que per qtuv peccat qttis, per
lia'c et torquetur. Trae á colación estas frases para apartar de la licencia á
las jóvenes, poniéndolas delante el ejemplo del castigo de Ifcrodías y su
2g2 REVISTA ÚE ARCHIVOS
hija (V. 49. V.) cuya leyenda no sabemos de donde pudo sacar: «En lo
palau del rey Herodes feu fer un forat Herodías e allí feu soterrar el cap.
de S. Johan Baptiste. Aquella traydora de fembra havíe tanta de paor que
lo cap no isqués del forat, que cada dia lo anave a veure si y ere. E hun
día preslo e trufaves dell, e teníntlo axi, lo cap li bufa en la cara bu...u...u,
e tantost caygué morta. ¡Haaa! per qua: quis peccat, per hcec et torquetur
(Sap. XI. 17.) ítem de la filia, com pecquá bailan, e vejau Deus com la n*
paga. Davant la casa de prop havíe una lacuna de aygua molt pregona, e
hun dia va s'gelar axi fort que les gens h¡ anaven damunt e les besties. E
ella díx a les donzelles: anem a bailar allí. E anaren h¡. E quan fo lia,
volgué fer lo contrapás que havie fet davant lo rey. e en la girada que
dona, trenqua lo gel e entrasssn. ¡ Ahaa! Per qux quis peccai etc. el'an i-
ma a cent milia dyables. Mas filies, avissauvos de massa bailar, sino bon
puagre me n'veujará, e de aquexos affeytam^nts, sino una perla en luyll
o tinya al cap.»
En contraposición á Herodías y su hija; pone el ejemplo de Santa Ceci-
lia (IV. 55.) de la cual dice: «James hac superbia. Axi o deurien fer vosal-
tres, lexar aquexes vanitats, per les quals complaen ais rapados, qo es, ais
diables..., ab aquexes cares que feu... Quan se confessen dirien elles per 90
m* he apparellat axi per que mon marit es jove etc. falsia deyn, que
aquells cabells que haven con canuts o negres, o son calba e posauvos ca-
bells rossos a les polseres. A altri voleu engañar. ítem teniu les ^elles pe-
lades e vos feu vos hi aquell filet: sou negra e posauvos hi blanquet. — ¿E
no sab vostre marit que negra sou? ¡Oo de la folla! per altre se ho pose,
ítem, ma filia, aquexes tripes que por tan descubertes, aquexes manilles
^per a quí.> per ais milans cobrir. Cobrir vestres carns. ítem les alesian
grans de les alcandores ¿per quí o fcu.^ En casa anau redona e cuberta, e
de fora casa anau volant. No hu feu per lo marit, c el mesquí ha a fer
un cot a la muUer, e hau a fer quatre: hu ais cors, dos a les mane-
gues, altre a les faldes. Be es bo que la dona se tinga neta en toi lo cors, les
ungles, i^eus etc. e sino/allax gracia... Vos Na Malasiruga tot ballau per
en ganar e dapnar animes.^^ Tan exagerada andaba la moda en aquellos
lejanos tiempos, que encontramos en el Ms. del Colegio (fol. 149), que al-
gunas mujeres, aqiícedam apparent papeses ab lo tocat alt drct davant:
qiuedam portant diadema sicut sanctce.i)
No debe extrañar lo que pasaba á principios del siglo XV, pues en una
visita eclesiástica del iMonasterio de Bernardas déla Zaidia de Valencia del
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 298
año 1440, (Archivo Histórico Nacional, papeles de conventos eclesiásticos
de la Zaidia), se manda por el Visitador que «ninguna religiosa lleve
manteta, mantonet, paiernostres daur ni de coral.., que no s*pelen las
celles, los polsos, ni va jen pintades, go es, de blanquet, argení e color e de
Jerse luors en la cara.n)
San Vicente echa en cara á las mujeres las consecuencias de este lujo
varias veces. Una de estas les decía, (VI. 145): «E quan volch Deus crear la
dona ^'que dix? faciamus ei adjutorium; mas ara podem dir destructo-
rium ¿E com? Veus que ara en la festa de Senta María d'Agost que ve ara.
Si la dona vol una roba, tots dies a nxatí e vespres al mesquí de marit: Sen-
Yor, una gonella per a mi. N'aytal ne hafetes dues a la muller, e yo no
n he haud encaray e yo he portal tan bon exovar com aquella. Rum, rum,
no rdexara dormir. Diu lo marit: ¡O! sino tenim diners... Hajaune. Tant
tant que haura a fcr mal barat per complaure a la muller.»
Más directo es aun lo que cuenta sucedido en una ciudad donde fué á
predicar el Santo. El lujo de las mujeres apartaba los hombres de casarse,
(IV. 247): oEn una ciutat on era yo, los regidors pregarenme que yo
degués preycar del peccat de luxuria, que axi se governaven los jovens,
que quan devien pendre muller, compraven una esclava quiscú e axi les
havien per mullers. Yo finme venir los jovens de la ciutat e diguils, per qué
fahien tal peccat. Ells digueren que mes amaven pendre lo menor peccat
de luxuria, que esser desfeyts, que s*desfahien per la vanitat deis vestits e
arreaments de lurs mullers, e quan no les arreaven no els volien servir, e
«lis havienscn anar a altres dones... Axi seria aquesta ciütat, si tora sos-
tengut, que homens pogucssen teñir concubines.»
De esta clase de mujeres, trae un pasaje muy notable el Ms. del Colegio
del Patriarca (fol. 149), con estas palabras: c<Quedam mulier cum haberet
maritum et occidisset quandam et portaretur ad furcam, accedebat flen-
dum: Ay mesquina etc. et cwm essent prope furcam non habebant sogam
cum qua eum suspendissent. Dixit ipsa. f¿Quid buscatis sogam? Catat aqui
mi toca. Et ita fuit suspensus maritus cum toca uxoris. Kt sic nescio si fa-
<:it¡s.))
En este mismo Ms. del Colegio, (fol. 209) en un sermón predicado en
Villarreal (que está colocado entre un sermón de Malasón y de otro
de Albacete), se vé la libertad que había entre los jóvenes de ambos'séxos.
«Si est aliquis juvenis devotus, et idem de vobis mulieribus, quod si aliqua
^sl mulier juvenis quee osculetur juvenes, dicent et laudabuní eam; tam-'
2(j.l REVISTA DE ARCHIVOS
quam bonam; et dico ego quod est putaña taÜs. Sed sí est devota mulier et
non curat de vanitatibus, talis non poterit vívere, sed dicetur ei: !oh! ;n/-
noreta se f ara, et recipiet unum bordonem et ¡bit cum magistro Vin-
centio.»
El Santo, llega á hacerse cargo de las escusas del libertinaje, y las discu-
te y condena, yá sean de seglares, yá de clérigos y hasta de religiosos
(IV. 20): cíAguns son que fan mal só, que per escusar lurs peccats, pecquen.
Vejats que me han dit: Yo be crech que hum hom que no haje mulier e te
putaña en casa, o que haje mulier e no sí pot haver fíUs, dieu que no es
peccat ¡Oo que malvestad! heretje, es, que tal manera de diro axi, damp-
nacioes... K aquell qui mo ha dit, no sé qui (es, den anar al inquiridor, sino
pecque mortalment. Altre de capellans, qui teñen manceba, dien: nosalires
no som obligaste ne tenguts a servar castedat axi com fo religiós. Tal ca-
pellá que a^ó diu, crematlo, que obligat es a servarla per vot aneix. Altres
qui dieu, que veure una dona per veure e cobejarla, no es peccat. Vet que
diu Jesuchrist: omnis qui viderit mulierem ad concupiscendum eam, ¡am
marchatus est.»» (Matth. V. 28.)
Trata, finalmente, una cuestión de las más espinosas, consecuencia de
los vicios que llavamos enumerados; la conveniencia de tolerarlos lu-
panares. En la Edad Media había barrios independientes, para evitar el
contagio religioso de la compañía de judíos y moros con cristianos. Se
crearon los lazaretos para aislar los atacados de la enfermedad de San
Lázaro, ó sea la lepra, y en barrios aparte, y con autoridades especiales,
eran recluidas y vigiladas las mujeres que se dedicaban al asquerosa
vicio de la prostitución: era esto una especie de higiene moral. Nues-
tro santo afronta esta cuestión en un sermón de la dominica 25 después de
Pentecostés (IV. 35 v.), y á este propósito dice lo siguiente: «Lo quint
peccat que es gran fluix de . sanch es putcries especiáis; Sent Agostí fa
questió, si entre christians se; poden sostenir bordells. Diu que hoc, bor-
dells generáis auna part de la ciutat, axi com los mesells qu'els fan estar
apartats, per que la malaltia no s'pegue ais altres: axi les dones publiques
se peguen si están entre les altres. Aufer meretrices de medio, nisi (fece^
ris) omnia pertitrbabis, et ideo, estirpar aquest peccat. Puteria especial e&
hostaler qui te putaña, o clerque concubina, o putaña que está en alguna
part de la ciutat. E axi vajen a depart, car avegades se tol lo peccat: que
axi com rhom irá al bordell, trobará alguna esglesia e fará aqui reveren-
cia, e per aquella reverencia Deus li tolrá la voluntat, etcétera. E axi
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 295
en io hostal no sí deu teñir putaña, car vindrá lo relígiós, qui peraventura
encara será verge, e aquí caurá: vendrá lo pare e caurá ab ella: vendrá lo
fíll, axí mateix. Major peccat es que si l'hostaler tenie hun pou cubert de
canyes on caiguessen e moríssen tots los que arribarien. Degú no pot ha-
ver cambra sino per ma de la putaña, e quan han fet lo lit. tórnenlo n
desfer. Mes, si en lo hostal ha putaña, la filia del vehí que veurá venir lo
sender e entrara (este) en l'hostal, pensará: ara son en la cambra, axa fan
axí e oplich etc, james no haurá remey fins haje tastat de aquelles viandes,
Hoc la miiller. ¡Oo bon hom! ¿e no deveu esser zelós de vostra muller e
de vostra filia? E a^o tots o devets estirpar e no sostenirlo.o
Aun insiste sobre los arreos de las muJQres que las apartan de acudir á
la mesa celestial (III. 188.) «Si no combregau com dit es* (per Pascua flori-
da) lo cors no será enterrat en sagrat mas lia en lo prat com a bestia^a e
la anima en infern ab Judes. Ara respondré a la raho de les dones. He
senyor, nosaltres nos havem a vestir e arrear aquell día per honor de la
testa e serie millor de combregar altre día, Si vos, ma filia, enteneu deis
affaytaments que son peccat mortal ab llavafcs, ab corns que us feu,
vaques, vaques vus feu e huylls de bon ab alcofoll e aquex rast de pater-
nostres tan gran queus posan per la esquena per vana gloria, no deveu
combregar que ja son en peccat... Vosaltres fets que siats altar ben arreat
per a rebrel (Jesu Christ) e no per que vos vegen».
Otras veces finalmente increpa sus canciones (V. 81.) «Aprenets lo
credo axi com aprenets les condóneles vanes que totes toquen al paper.»
Esta última frase no la entendemos. ¿Querrá hablar de canciones impor-
tadas y puestas de moda?
R. Chabás.
(Concluirá.)
DOCUMENTOS
LIBROS MANUSCRITOS O DE MANO
[DK LA BIBLIOTECA DEL CONDE DE GONDOMAR]
(conclusión)
LEYES Y ORDENANZAS DE LOS REYNOS d' ESPAÑA.
Ordenaní;as de Don Alonso XI y de Don Hnrique a.do Reyes de Castilla F.* a vol.
Leyes y fueros antiguos de Castilla. 6 voiumines. señalados con vr.a letra del Al-
phabeto, como el 1 .ro A. el 2.^0 B. el 3." C. etc.
3.'*» ¿POCA.— TOMO Tin. 21
296 REVISTA DE ARCHIVOS
Leyes y Ordenan9as de la ciudad de León. F.*
Fueros de España en pergamino. F.'
Fuero general del Reyno de Nauarra. F.'
Don Alonso de Cartagena Obpo. de Burgos. Copilacion de las leyes que tocan á
los caualleros y hidalgos: F.°
Ordenanzas de la Ciudad de Valladolid. F.'
•Libro de varias leyes de España. F.'
Libro de varias leyes. F.'
Leyes y Ordenaníjas reales de las Indias del mar Océano.. Año. 1674. F.*
Libro del derecho militar. F."
Fuero Juzgo de los Godos, F.*
Fuero Juzgo. F.* en muy buena leira.
Leyes de los Reyes Godos, escritas en pergamino. F.* 2 volumines.
Advertencia o tabla a la nueua recopilación de las leyes. F.'
Decretales en Romance. F." en p'ergamino.
Epístolas decretales romanceadas. F.*
Libro muy viejo de testamentis et vltimis voluntalibus. F.®
LIBROS de poesía, COMEDIAS, Y HISTORIAS FABULOSAS.
Las Tragedias de Séneca traducidas. F.*
Lugano de las guerrras Pharsalicas. F."
Libro de Poesías differentes. F.' con cintas azules.
Varias Poesias en la muerte de Don Phelippe 2.' Rey de las Españ^. F.*
Poesías differentes. F.** A. tiene al ñn algunos versos de Juan de Touar.
Poesías de diferentes autores. F.* B.
Poesías de differentes autores. F.° C.
Poesías de differentes autores. F.° D. con la genealogía de los Dioses al príncipio-
PoEsiAs de differentes autores. 8.° E.
Poética Theologia de Aluar Gómez en copla 4.' F.
Poesías de diferentes autores 4.®
Poesías varias de Don Luys de Gongora. 8.*
Poesías de Don Diego de Mendoza. 4.*' • •
Poesías differentes; comienza con otauas a D María de Aragón. 4.*
Libro de cantos y tonos differentes.
Don Lope de Salinas. Vida de S. Francisco, con otras coplas. 4.'
Poesías diffentes en Romance y Italiano. 4.°
Poesías de Pedro de Penagos. 4.°
Poesías de differentes autores. 4.°
Poesías de F. Luys de León. 4.°
Poesías 4.° Comien9a con vna sátira contra las monjas.
Poesías 8.° Comienza con sentencias sacadas de Marco Aurelio
Poesías de Don Diego de Mendoza. 4.'
Empresas, moles y dichos que se hizieron en Ñapóles en la Vigilia de S. Juan Bap*
tisia, para el Conde de Benauente, el Virrey. i6o3. 4.®
Aluar Gómez. Triumpho de amor. 4.**
Libro de casos inpensados y particularmente acaescidos en Turquía, en copla. 4.*
Glossa del Pater nosler de Siluestre. 4.*'
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 297
BoN Bartolomé Cairasco. Canción al Duque de Lerma, Sumiller de Corps de su
Magestad, etc. 4.*
Dare$ Phrigio. De la guerra Troyana. 4.*
Poesías de Augustin de Cetinas. 4.*^
Poesías diferentes 4.* Comien9a con la exposición del Cap, 6 de Job. de F. Luys de
León.
Poesías differentes. 4.*
Libro de Poesías; llámase Arca dfe Noé*. 4.*
Arcadia de Jacobo Sannazaro en Romance. 4.*
Poesías differentes impresas y de mano. 4.*
Libro de Redondillas Espirituales. 8.*
Poesías differentes; comienza con el Dialogo de la Pulga de Don Diego de Men-
doza. 8.*
Arte Poética de Horacio por Don Juan de (^apata. 8.®
•Galera armada de los inconuinientes de la uida 8.*
Los 13 signos del Zodiaco en copla declarados. 8.*
P.E Rodrigo de Cabredo. Obras de deuocion. 8.°
Himnos sacros. 8.°; comienza en el primer domingo de Aduiento.
Comedia de Dom Antonio dfe Noronha; en portugués. 4.*
Comedias de Lope de Vega y otros differentes Autores 4.* son ocho volumines y
cada vno tiene vna letra del Abecedario por señal, como el i.® tiene A. el 2.® B.
el S.'» C. etc.
Juan Boccacio. Los cinco libros primeros de la Genealogía de los Dioses. F.**
Historia del Rey de Inglaterra Persefores y Gadifer su hermano, traduc. por Fer-
nando de Mena de francés en Castellano. F.° 2. volum.
LIBROS de mano EN LATÍN.
Passio Sancti ac Beatissimi Regis Cindasiundi. F.°
CoNSTiTUTioNES Acadcmie Vallis-Oletanoe. F.°
Apología bifaria pro iurisdictione Ecclesiastica aducrsus Magistratus seculares. F.*
Francisci Bouadilly, De causa matrimonij Regis Anglici dissertatio. F.®
Reuelones F. Ruberti. Líber Methodij Episcopi; historia de septem sapientibus.
Multorum profetiae. F.** etc.
iNFOBMACioNdel Aulor del libro llamado Corona Regía contra el Rey de Inglate-
rra, en latín. F."
ioANNis Nahbon^, Tractatus de appellatione Vicarij ad Episcopum.F.**
Par APHR asís poética in sacram Scrípturam elegiaco carmine scripta. F.°
Elucidationes quorundam sacri Concilij Tridentini locorum ab Ill.mis DD Cardi-
nalíbus emíssíE ac concessae díuersis Archíepis el Epís. etc. F.**
L1PAN1 Glossa ín líbrum Sapíentiae. F.**
Líber varios tractatus contínens. F.**
JüANNis BvpTiST.E Valcnzucla, Luminare minus vel de asserenda Suprema regia
iurisdictione regní citeriorís Sicilíe, siue Neapolis libri 2. F.°
Biblia Sacra íntegra et perfecta. F.**
Isidori Archiepi llispalensis Etymologicon. 4.°
Biblia Sacra íntegra et perfecta. 4."
298 REVISTA DE ARCHIVOS
Líber inscriptus mensa Philosophica. 4.*
Líber variorum Poematum 4." Vita S.t« Margante Scotorum Regina. 4.*
Naldi Naldy, Carmina de uictoria Ferdinandi et Isabella Regum Hispania deBaf-
baris relata. F.*
Historia S.t» Jacobí Maioris Apostoli. F.°
Líber de vita et gestis et translationibus sanctorum irium Regum ¡n maiori Ecclesia
Coloniensi quiescentium. F.*
SiTPLEMENTUM priuilegiorum regni Valentie. F.*
S.Ti Jo. Chrisostomi, Homilía in Euangelium Matthei. F."
Tractatis de vniuerso tempore presentís vite. F."
JoANNis UoRHUSii Pheníx síue Elogium Caroli S. F"."
CoNCiLii M Toletanum primum xix Epon. F.°
SuMMA Constítutíonum seu priuilegiorum Cathedralis Ecclesís Conchensis. 4.*
Poemata in laudem Clenrientis Papa. 8."
Doctorís Marthe Methodus reminiscendi. 4."
Líber secretorum Medicinae. 4."
Vita S.t» Anastasie Martyrís Romana. 8.*
Biblia Sacra; deest principium.
Baltasaris Scholae oratio de laudibus D. Thome Aquinatis. 8.**
Orationes deuota de Passione. 8."
Qiiestio Quinguagesima de Substantia Angelorvm. Patre Rafaele Gerau Auc-
tore. 8."
Biblia Sacra; deest Apocalypsis. 4.®
S.Ti JoANNis CiiRisosTOMi, Sermo de Consummationesaculi, Flaminio Priamo in-
terprete. 4.®
Kpithalamiüm Comitis Somersetti Dni. Roberti Cari etc. autore Michaele Mam-^
pollo. 4.*
Oratio Apologética in Mysogenem quendam. 4.®
Cartas missiuas de Juan Colon en Latín y Italiano. 4.'
Francisco Pérez Cáscales. Tractatus del Garrotillo. 4.°
ExPLiCATio quorundam Titulorum 4.°
Franxiscis de Victoria in 2.dam 2» Divi Thome. 4."
CoMMENTARiA super alíquot títulos Phílosophí 4."
Kxplicatio quorundum Titulorum Philosophi.
Institutiomm Dialecticarum libri 3.
Physicae disputationes in 8 libros Aristotelis. Auctore Puente Hurtado de Men-
doza. 4."
Dispi'TATiosES metaphysicae et alia. 4.°
Tractati s de praedicamentis. 4."
(^oMMEKTARii ín Arístotclís Metaphysicam. 4.°
C0MMENTARIA in 8 libros Physícorum tradita a Magistro Estrelha. 1Ó02. 4."
CoMMENTARiA ín Aristotelis libros de Coelo. 4."
T0MIS4.US enarratíonum Jacobí Coste medicí super Philosophiam naturalem Aris-
totelis, i55q. 4."
JoANNis Paili Galutii de líneis Gnomicis libri 2. 4.°
AuREí M compendium de gestis memorabilibus omnium Imperatorum. 4.°
D.R Martinus Carrillo, Additio ad Candelabrum aurcum Ecclcsie S Dei. 4.**
SüAREZ, De Sacramentis ín genere. 4."
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 299
Franc. de Caspe Commenlaria m 8 libros Physicorum Aristoielis, vna cum quaes-
tionibus. 4.®
Tractatis de pceniíentia et extrema vnclione. 4.°
LIBROS DE mano EN ITALIANO
Relaciones de Embaxadores de Venecia, de la casa de Austria, de Francia, Tur-
quía, Inglaterra etc., de la corte del Rey Philippe 2.**^del Emperador Carlos 5.*
y relación vniuersal. F."
Brunetto Latini, il Tesoro o nascimento di tutte cose. F."
Tractatis de Jure Phüippi 3» Ducis Mediolanensis in Saxello Dicecesis Aquensis
con altri discorsi Italiani. F.*"
Lettere di Antonio Foscarini Ambasciat. in Inghilterra al Duca de V'enetia. F.®
Relaciones de Embaxadores de Venecia a su República y discursos de otros Au-
. tores. F.°
Relaciones de algunas cosas de la República di Venetia. F."
Relaciones y discursos sobre differentes cosas en Italiano. F."
Relationi diuerse de i regni y siati d'Europa. F."
Relationi et discorsi sopra cose diuerse. F.°
Brece Compendio del Re¿»no di Napoli. F.°
Frai Tho.maso facello, Sommarij delle historie del Regno de Sicilia. F.**
(jasparo Reggio, Descriptione ¿ella citta di Palcrmo. F.**
Pezzi d' historie de i Principi da Este. F."
•C0MMENTAR11 delle cose di Francia. F.®
Libro de secretos en Italiano. 4."
Annotationi della Política di Aristotele. 4."
-CnRONicHE di Napoli con li bagni di Pozzuolo et Ischia. etc. i6.°
Recetario de i Secreti. 12.**
Raccolta di cose diuerse. 12.®
Dii'ERSE Annotationi et senlentie trouiie nelT historia di Firenze. S.**
Prezzi di Corte di Roma. 4."
Raccolta di Poesie diuerse. 4.°
Blasi Trayna, Historia inverso di S Christoforo Martire. 4.''
RicoRDi per ministri de i Principi, relationi et altre cose. F."
iHaggioni et essempü allegati al Papa Clemente <S."dal Duca di Neuers per ottenere
r assolutione per Henrico di Borbone detto da francesi Re di Nauarra. F.**
Relatione della Creaiionede Pontifici Romani, en latin et Italiano. 4.°
Sermoni o raggionamenti del Cardinale Cario Borromeo, hoggi S.to Canonizato.
Leonardo Aretino (2ommentarij Sopra I' Ethica di Aristotele. F.°
<-APiTOLi in torno alie lite Succedenti nel Trib. della R. G. C. et altri. F."
LIBROS DE MANO EN INGLES.
^ELACIONES de despachos de la Rcyna Isabel de Inglaterra, desde el año i58o hasta
el de i6o3. F."
Despachos de la Rey na Isabel y sus Embaxadores. F.°
Despachos de Don Carlos Conwallis Embaxador de Inglaterra en la corte d'Espa-
ña. F." 4 vol.^ del año i6o5, 1606, 1607, 1608.
Cuaderno grande de cartas de diuersos ministros de la Rcyna de Inglate-
rra. 1674. ^'"^
300 REVISTA DE ARCHIVOS
Lista de los officios que tiene la Casa Real o Palacio del Rey de Inglaterra. F.*
3 volumines delgados. F.* Con el salario que les toca.
Cartas del Card. Volseo priuado de Henrique 8.° Rey de Inglaterra. F.®
La Vida del dicho Cardenal Volseo. F."
Otro quaderno de Cartas del Card. Volseo con otros discursso sobre las cosas dé
Inglaterra. F.'
Cartas de differentes Ministros y discursos tocantes á las cosas de Inglaterra en.
tiempo de la Reyna Isabel.
Otro quaderno de cosas tocantes al gouierno de Inglaterra. F.**
Libro de Cartas y Relaciones en español y Ingles. F.*
Libro del Concejo, o summa de lo que passo en el Concejo de Inglaterra desde el-
postrero de Junio del año 1682 hasta los 20 del mismo año i583. F.**
Relaciones y discursos de differentes cosas; comienza .con la vida de Tomas
■ Moro. F.*»
Thomas Moro, Dialogo de Consuelo. 4.°
Lista de los Caualleros de la Orden de la Jarretera, orden que fundo vn Rey de
Inglaterra. F.*
Inuentario de los alajes de casa y ropa y colgaduras del Conde Rutiland. F.*
Historia de Inglaterra en pergamino. F.'
Tratado del descanso, quietud, sossiego y dicha verdadera. 8.°
Instrucción para vn Cauallero que quiere caminar por el mundo y ver tierras. 8.*
libros de mano en franges
Genealogie et histoire des faicts des Rois de France iusque au Charles 7.
Institución de la orden de la Jarretera por Eduardo Rey 3.° de Inglaterra. 4.°
Copie de deux Apologies faictes par Mons.r de Villaroy. F.°
Remarques sur Testat de la France. F.*'
HoNNORE Bonnet, L'albre des batailles. F.**
Tratados de Allian9a y confederación de los Reyes de Francia con otros Re-
yes. F." 2 volúmenes.
Relaciones y discursos de differentes cosas. F.*'
Por la copia,
M. S. Y S.
II
ESTADO DE LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ
DESDE SU FUNDACIÓN HASTA EL AÑO i8o5
(continuación)
El limo. Sr. Dn. José Sancho Granados, colegial mayor del Colegio-Lniversi-
dad y obispo de Salamanca fundó una cátedra para explicar la doctrina del doctor
Suarcz en virtud de cédula de 5 de Marzo de 1784 y concordia celebrada con la
Universidad en g de Febrero de 1786 dotando dicha cátedra con un censo de So.ooo
reales de principal al 2 1/4 por ciento sobre los bienes del Colegio imperial de Ma-
drid, lo que hoy se cobra por el mayordomo de esta Universidad: y por reales cé»
BIBLIOTECAS "Y MUSEOS 3oi
dulas de 14 de Octu43re de 1768 y 1770 se prohibió la asignatura de esta cátedra y
se conmutó en la materia de Locis Teologicis por el tratado que compuso el
erudito Melchor Cano.
El rey Felipe V por su real cédula de 10 de Mayo de 1736 fundó en esta Uni-
versidad sin renta alguna dos cátedras de Teologia escolástica, la una de Prima y
la otra de Vísperas para que los religiosos de San Francisco las regentasen expli-
cando la doctrina del doctor sutil Excoto, con los mismos honores y circunstancias
que se concedieron á las religiones de Santo Domingo /de la Compañia obligan-,
dose la religión de San Francisco á mantener dichos catedráticos en el convento de
San Diego de esta ciudad y á pagar las multas que estos hiciesen á las cátedras
con las limosnas del convento de San Diego y provincia.
El doctor Don Lucas de Mijancas, médico que fué de familia de S. M. fundó
una Memoria que habia de tener un catedrático de esta Universidad no siendo ca-
nónigo de la magistral, dejando por patronos al Rector y Consiliarios del Colegio-
Universidad con el carga de una misa rezada cada semana, cuyo producto actual-
mente está reducido á i55 reales y con ellos se cumplen veinticinco misas rezadas
y se pagan las propinas al Rector, Consiliarios y Contador por la visita anual de
esta Memoria.
F'inalmente el rey Don Carlos III por su real cédula de 23 de Agosto de 1776 des-
tinó y aplicó á esta Universidad la fábrica materia, del colegio de la extinguida Com-
pañia, su biblioteca, iglesia, sacristia, ornamentos y demás oficinas de que tomó po-
sesión en 1 1 de Septiembre del mismo año, entregando los títulos de pertenencia que
se colocaron en Contaduria. Y también S. M. por real orden de 14 de Julio de 1779
agregó á esta Universidad las Memorias que tenia el dicho colegio de la Compañia
para ornamentos de su sacristia, cera, aceite, lámparas, librería y conservación de
la SiisifL, para que sus productos se inviertan en sus respectivos destinos; y también
se aplicó por el señor protector de temporalidades la Memoria de cuarenta horas
para que se le diese cumplimiento en la iglesia de la Universidad, y habiendo esta
dado cuenta á su S. M. de la posesión que habia tomado de todo lo suso dicho, co-
municó á su real comisionado la real orden de 19 de Agosto de 1777 dándole facul-
tad para hacer la traslación formal de la Universidad y disponer las aulas con las
cátedras, varandillas, asientos y demás muebles necesarios á el mayor Justre y de-
coro de la Universidad; en cuya virtud se han hecho por los reales comisionados
todas las obras de aulas, cátedras, escaleras, patios, salas, canceles, silleria y demás
que les ha parecido justo, conveniente y arreglado á conservar y aumentar el decoro
y magnificencia de esta célebre Universidad.
III
Reyes que aprobaron y distinguieron esta Universidad.
El rey Don Sancho IV es el primero que dirigió la real piedad á esta Universidad
concediendo su privilegio con fecha de 20 de Mayo de la era de i33i para que en la
villa de Alcalá de Henares se erigiese Universidad y Estudio general con las mismas
franquezas y liberalidades que estaban concedidas para el Estudio general de Va-
lladolid.
Los Reyes Católicos Don Fernando y Doña Isabel concedieron igual privilegio al
Eminentismo señor Cardenal Don Fr. Francisco Jiménez de Cisneros y con motivo
de haber este nombrado á los dichos Reyes Católicos 'patronos y protectores de su
302 REVISTA DE ARCHIVOS
Colegio-Universidad empezaron estos muy pronto á ejercer su patrocinio pues ha-
biendo presentado á la reina Doña Juana las Constituciones de dicho Colegio-Uni-
versidad y enterada S. A. de tal patronato que le dejó el Reverendisimo Cardenal de
Colegio y L'niversidad tan insigne, tomó á uno y otro bajo de su protección y am-
paro por sí y á nombre de los demás sus sucesores ofreciéndolos amparar y defen-
der como á sus personas y bienes, rentas y privilegios, todas las veces que por el
Rector Consiliarios y Claustro fuesen requeridos S. A. y los reyes sus sucesores,
como consta del privilegio dado en Madrid á 25 de Marzo de i5io. Y en el dia 3i de
Enero de i5i2 Ja reina Doña Juana estando en Burgos, concedió á petición del emi-
nentísimo fundador un privilegio confirmatorio de la erección del Colegio-Univer-
sidad y principalmente de la Constitución Sa del fundador prohibiendo se estudiase
en esta Universidad el Derecho Civil y que no se erigiesen cátedras de esta Facultad
para que los escolares de este Estudio general se aplicasen mas al estudio canónico,
Teología y Artes liberales.
La misma reina Doña Juana y el rey Don Carlos su hijo por otro privilegio dado
en Valladolid á 14 de Diciembre de i5i7 á petición del dicho Colegio y universidad
los recibieron bajo de su protección por si y de los reyes que después sucediesen,
defendiéndolos de cualquiera agravio y molestia que por cualquiera persona se les
irrogase.
El señor rey Don Felipe II por su privilegio dado en Brusejas á 2í de Mayo
de i55o recibió bajo de su amparo y protección á este Colegio y Universidad: y con
la misma fecha año de i558 mandó se guardase á esta Universidad el privilegio de
extensión de jurisdicción contenido en la Concordia de Santa Fé según y de la ma-
nera que se guarda á las l'niversídades de Salamanca y Valladolid, y según se com-
prende en las leyes 18 y 26 del título 7." libro i." de la Nueva recopilación; y en este
privilegio aprueba expresamente la dicha Constitución 32 del fundador sin expce-
sion de otra alguna para que no se enseñe en esta Universidad el Derecho civil. Y
también el mismo Felipe II por su real decreto de 2 de Abril de i563 concedió que
los doctores y licenciados de la Facultad de Cánones graduados en esta Universidad
gozasen de las libertades y exenciones que gozan los que se gradúan en las de Sala-
manca, Valladolid y Bolonia.
El rey Don Felipe III por su privilegio de 17 de Diciembre de 1598 mandó guar-
*íar lodos los que habían concedido los señores reyes Don Sancho, Doña" Juana y
Don Felipe II. El mismo rey por su privilegio expedido en Javea á q de Agosto
de 1699 recibe bajo su amparo y protección á este Colegio-l'niversidad, sus perso-
nas y bienes.
El rey Don Felipe IV por su privilegio dado en Madrid á 17 de Diciembre de 1Ó43
concedió al rector de este Colegio-Universidad la jurisdicción real contra Jegos como
la usaba el Rector de la l'niversidad de Valladolid y el Maestre escuela de la de Sa-
lamanca, mandando á los fiscales de los Consejos, Chancillerias y Audiencias de
estos reinos que siempre que S2 pusiese por cualquiera persona impedimento á esta
jurisdicción tomasen la voz y defensa á nombre del Rector y Colegio hasta ejecu-
toriarlo en forma. En 24 de Diciembre del mismo año se requirió con la real cédula
al licenciado Don Pedro de Cervantes, Corregidor de Alcalá para que diese la pose-
sión, la que tomó con efecto el licenciado Don Juan de Monzón estando en Au-
diencia pública: todo lo cual se hizo notorio al Claustro pleno de la Universidad
en 29 de Diciembre del mismo año. Esta jurisdicción real contra legos, adquirida
por causa honerosa costó á la Universidad 3.ooo ducados á favor de la corona y se
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 3o3
pagan los respectivos derechos de quince en quince años; y por ejecutoria de lode
Julio de ió5i declaró el Supremo Consejo de Castilla pertenecer el uso y ejercicio
de ella al Rector de esta Universidad y no al Conservador que era y la pretendía el
< Comendador de la Merced.
Se declaró por provisión del mismo Consejo de Castilla de 23 de Julio de 1768
los casos y personas en que y por quien puede el Rector de esta Universidad ejercer
;su jurisdicción escolástica comprendidos en 14 capítulos que propuso el señor
fiscal Don Pedro Rodríguez Campomanes con arreglo á la ley 18, libro I.^ título 7.*
de la Recopilación, y previniendo no se matriculasen los dependientes de la Univer-
•sidad, ni gozasen del fuero activo y pasivo de ella el Contador de Hacienda, su
oficial mayor ni demás personas del Cuerpo de Hacienda. Y por último á conse-
cuencia de muchos recursos que se han suscitado en estos últimos años sobre la
competencia de esta jurisdicción real contra legos ha librado el Supremo Consejo
de Castilla en i5 de Diciembre de 1796 su carta acordada en que declara libre el uso
y ejercicio de dicha jurisdicción, prescribiendo para ello su ejecución por medio de
requisitorias que se libren á las justicias respectivas de los deudores.
UMlimamente el rey Don Carlos lil por su real decreto de 21 de Febrero de 1777
declaró que el Colegio de San Ildefonso es Cuerpo distinto de ¡a Universidad de
Alcalá; y mandó que en 10 venidero se gobierne cada Cuerpo separadamente, nom-
brando la Universidad su Rector propio y que nunca lo fuese el Rector del Colegio
ni colegial alguno durante su colegiatura, y que la jurisdicción académica de la
Universidad resida en el Canciller reservando al Rector de ella las mismas faculta-'
des que tiene el Rector de la Universidad de Salamanca. Y por real orden de i3 de
Febrero de 1779 se sirvió el mismo rey Don Carlos IlI separar del Rector de la Mer-
ced calzada de esta ciudad la jurisdicción de Juez conservador y unirla al Cancela-
rio; de modo que hoy ejerce la jurisdicción civil y criminal de esta Universidad.
IV
l'ONTíl-JCES Ql E APROBARON Y E.NHIQLECIEBON CON PRIVILEÜIOS ESTA UNIVERSIDAD
El papa Calisto III fué el primero de los Sumos Pontífices que dispensó sus gra-
cias en favor del Fsiudio general de Alcalá de Henares y aunque murió sin expedir la
bula, hace mención su sucesor el papa Pió II, por su bula de 17 de Julio de 1469 en
que concede faculiad al arzobispo Don Alonso Carrillo para anejar beneficios y
rentas eclesiásticas con que se dotasen las primeras cátedras de Artes que se erigie-
ron como queda referido.
El papa Alejandro VI por sus bulas de 24 de Noviembre de i5oi y la anterior
de 1 3 de Abril de 1499 concedió '^ facultad al Reverendísimo cardenal Don Fr. Fran-
cisco Jiménez de Cisneros para hacer la erección formal de esta Universidad, y por
otra bula con la misma fecha concedió á los escolares que, cumplidos sus cursos
en cualquiera facultad en esta Universidad ó en otra, pudiesen recibir el grado de ba-
chiller de uno de los maestros ó doctores que residiesen en las cátedras del Colegio; y
los grados de licencia, docioramiento y magisterio de manos del abad ó en su ausen-
cia del tesorero de la iglesia de San Justo, ó del oficial del arzobispo de Toledo, asis-
tiendo tres maestros ó doctores y precedido riguroso y diligente examen según or-
denase el fundador. Que los así graduados gozasen de todos los privilegios, premi-
nencias y prerogativas que gozaban los graduados en las Universidades de Valli-
dolid, Salamanca y Bolonia, y que pudiesen oponerse á las cátedras de estas Uní-
304 REVISTA DE ARCHIVOS
versidades no ^obstante sus estatutos y costumbres. Y por otra bula de 14 de Mayo
de i5oi concedió el mismo Pontífice que los graduados de esta Universidad se pue-
dan oponer, llevar y tener las canongias doctorales y magistrales de las iglesias
magistrales de los reinos de Castilla y de León. Por otra bula de i3 de Abril de 1499
nombra por Jueces conservadores de esta Universidad al aba4 de la iglesia de San
Justo al deán de Sigüenza y al maestre-escuela de Segovia. Y últimamente concedió
este Pontífice al Cardenal Cisneros la facultad de unir rentas eclesiásticas para dotar
las cátedras y oficios del Estudio general hasta en la cantidad de 5oo ducados de oro
de Cámara y las rentas que el arzobispo Carrillo habia unido paralas primeras
cátedras de Arte^.
El papa Julio 11 por su bula de 26 de Noviembre de i5o3 concedió al mismo fun-
dador Cisneros facultad para anejar rentas eclesiásticas á esta Universidad hasta 600
libras de oro turonense; y por la de 17 de Junio de, 1 604 confirmó todos los privi-
legios y gracias que se habian hecho por sus antecesores á este Estudio general.
El mismo Julio II por su bula de 23 de Julio de i5i2 eximió y libró al Rector,
colegiales, regentes, doctores, ^naesiros, bachilleres, escolares, capellanes, servidores
y oficiales del Colegio y'Universidad de toda superioridad y visitación del arzobispo
de Toledo y de cualesquier otros ordinarios y los puso bajo de la protección de la
silla apostólica mandando que nc^ pudiesen ser reconvenidos sino ant.* el Rector y
este y los jueces conservadores ante Su Santidad bajo las penas más graves eclesiás-
ticas; y que los estudiantes gozasen del fuero y privilegios de la Universidad luego
que empezasen á estudiar, con las mismas gracias y favores concedidos á los de las
Universidades de París y Salamanca, y que gozasen en el tiempo de sus estudios,
de sus beneficio*?, aunque fue^ien curatos, canongias y dignidades de iglesias cate-
drales, excepto las distribuciones cotidianas, con tal de que no se dejasen por esto de
servir los beneficios.
Apenas murió el Ca-denal fundador cuando los arzobispos de Toledo y sus jue"
ees de esta li)cal¡dad colesiasiico-i y seglares, levantaron su juiisdiccion ordinaria con-
tra el Rector, colegíales, macsfos. escolares y dependientes de la Universidad suge-
tándolos á sus tribunales en todo genero de causas contra l« exención y liberiadicon-
cedida por Julio II; cuyas turbaciones duraron en los pontificados de Clemente Vil»
Paulo III, y Julio III los cuales avocaron asi los pleitos y nombraron por auditores
para su determinación á Marceio Crescentis y Juan Paulo Ptolomeo, y este último
puso fin á todas estas discord as por la sentencia de 22 de Junio de 1643 por ia que
mandó á favor del Rector, Colegio y Universidad de Alcalá despachar mandato de
manutenendo, amparándole en la jurisdicción privativa que tenia por la bula de
Julio II sobre los individuos de esta Universidad y los bienes y rentas de la misma.
Y posteriormente para sosegar estas turbaciones el papa Julio III expidió su bula el
día 2 de Junio de i55o determinando y confirmando el contenido de la sentencia del
auditor Ptolomeo y renovando el antiguo estado de libertad y exención de la juris-
dicción académica del Rector de esta Universidad concedida por Julio II haciendo
muchas prevenciones á los arzobispos de Toledo y á sus jueces para el caso de con-
travención: cuyo último estado de jurisdicción académica es el mismo que goza esta
Universidad en el dia, quieta y pacíficamente.
£1 papa Léon X concedió al eminentísimo Cardenal fundador, facultad para ane-
jar al Colegio-Universidad hasta 600 ducados más por su bula de 28 de Julio de i5i3.
Y este mismo pontífice á instancias del cardenal fundador expidió su bula én 3 de
Noviembre de i5i4 por la que aprobó los grados que en lá facultad de Medicina se
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 3o5
habían dado hasta entonces supliendo cualquiera defecto qiíe en su Colación hu-
biera intervenido, ampliando la bula de erección de Alejandro VI para que se diesen
los grados de esta facultad como en las demás y para que en ausencia del abad, teso-
rero y oficial del arzobispo de Toledo, diputados por Alejandro VI para la Colación
de grados ó sino quisiesen ó no pudiesen dar los grados mayores, los diese cualquie-
ra doctor ó maestro, de los que rigen las cátedras, nombrado por el Rector del Co-
legio-Universidad con la misma potestad que aquellos, observándose inviolable-
mente las Constituciones del venerable fundador.
El cardenal fundador infatigable en buscar y proporcionar medios para enrique-
cer á esta Universidad y flotar sus doctores y maestros, trató sobre este punto con
el deán de la magistral de Lovaina, maestro de Carlos V, y después pontífice Adria-
no VI y acordaron obtener bula para anejar todas las prebendas de la iglesia magis-
tral de Alcalá á los grados de doctor en Teología y ms^estro en artes en esta Univer-
sidad para lo que hizo reverente súplica á el papa León X y con efecto obtuvo sig-
natura para la ejecución de su pensamiento; pero antes de expedirse la bula murió
á 8 de Noviembre de iSi/ dejando en su testamento para el aumento y dotación de
prebendas de esta iglesia magistral 25 quenlos de maravedís. ^
En este tiempo llegó á España Carlos V sucesor de los reyes de Castilla y Ara-
gón, que se mostró con derecho á la hacienda del fundador, por lo que hubo nece"
s¡dad de concordar este punto dando á la iglesia, para el aumento de nueve pre-
bendas, 3.000 ducados de renta anual, y se erigiesen diez y 3¡ete canongias y doce
raciones; en cuyo caso el papa León X expidió su bula en lo de Marzo de iSig por
la que Su Santidad anejó y afectó todas las prebendas antiguas y moderna ^ de la.
iglesia colegial de Alcalá á los graduados de doctor en Teologia y maestro en Artes,
nombrándose aquellos por el Rector, Consiliarios y Deanes, según su antigüedad,
para las dignidades y canongias, y á estos para las raciones, del mismo modo, y re-
servando á S. M. el patronato de todas estas prebenda's doctorales y magistrales, y
mereció la iglesia, desde entonces, llamarse magistral, con cuyo nombre le distingue
la Silla apostólica y el reinu, siendo la única en España á imitación de la de San
Pedro de Lovaina.
No obstante de la utilidad que esta bula produjo á la Universidad y por este me-
dio á todo el reino, se opuso la iglesia colegial á su ejecución, cuyo litigio duró
hasta que por bien de la paz se hizo concordia con el eminentísimo cardenal Don
Juan Tabera, que confirmó el emperador Carlos V y la reina Doña Juana, su ma-
dre, en 22 de Enero de i535, la que hoy está en la más rigurosa observancia, por la
que se previno que todas las prebendas nuevas fuesen privativas de los graduados
de esta Universidad en Teologia y en Artes, según la bula de León X, en cualquier
tiempo que vacasen, y las dignidades, canongias y raciones antiguas de la funda-
ción del señor Carrillo, fuese su provisión de la Universidad si vacasen en los seis
meses pares del año, y de los arzobispos de Toledo si vacasen en los seis meses
nones del año; como de estos prelados también la abadia y la dignidad de Arci-
preste en cualquier mes que vacasen, pagando por esta cuando vacase en mes de
l'niversidad y la proveyese el arzobispo, la primera canongia que le vacase en su
mes, pero con la precisa condición que los nombrados por el arzobispo hablan de
ser doctores en Teologia por esta Universidad ó por las de Salamanca, Valladolid y
Paris, ó de doctores ó licenciados en cánones por esta Universidad de Alcalá ó por las
de Salamanca, Valladolid y Bolonia; y lo mismo habia de observar el arzobispo de
Toledo en la nominación de las raciones que vacasen en sus meses; quedando el pa-
3o6 REVISTA DE ARCHIVOS
tronalo de todas reservado á S. M. De modo que la Universidad ó el arzobispo
nombran la persona en su caso y vacante, el rey presenta y el arzobispo instituye.
Y para mayor elogio de este privilegio y afectación de prebendas de esta iglesia ma-
gistral es el decreto del santo Concilio de Trento, capítulo 6.°, sesión 26 de refor-
matione q. se puso respecto á estos prebendados, diciendo «salviis privilcgiis uni-
versitatibus ac illarum personis concessis*, á instancia del limo. Sr. Dn. Francisco
Trujillo, obispo de León, hijo del Colegio Universidad de Alcalá y padre del santo
Concilio, según consta del Testimonio dado por el secretario del santo Concilio
en ó de Diciembre de i563 por el que lograron los doctores prebendados la exención
de la jurisdicción ordinaria de los arzobispos de Toledo.
El papa Paulo IV por su bula de 22 de Agosto de i556 á instancia del rector y
<^oleg¡o de San Ildefonso confirmó todas las gracias y privilegios y concesiones he-
chas á dicho Colegio- Universidad por sus antecesores, Alejandro VI, Julio II,
I-eon X, Clemente Vil y Paulo III y lo mismo hizo el papa Pió IV por su bula de if>
de Febrero de 1 bbg.
El papa Clemente VIII por su bula de 25 de Mayo de í6oo confirma los privile-
gios y exenciones ce jurisdicción y les concede de nuevo al rector y conservadores
en todas causas civiles y criminales. Y el papa Clemente X hizo la misma gracia y
concesión de confirmación de exenciones de privilegios de esta L^niversidad, sus per-
sonas y bienes por su bula de 25 de Mayo de 1672.
Hasta el año de 1698 parece por los libros de la U'niversidad que el Rector de
ella, como juez privativo por bulas apostólicas y reales privilegios, estubo despa-
chan io mandamientos de ejecución contra los deudores de rentas decimales de las
que le corresponden á la Unive-sidad por razón de sus beneficios y curatos, en el
que, como estaba pendiente el pleito de inhibición puesto por el arzobispo de To-
ledo para que no despachase dichos mandamientos, se dio el auto del tenor sigxjien-
t2: «No ha lugar á la manutención pedida por ambos jueces, reservase para defini-
tiva». En los años sucesivos se siguió la apelación de dicho auto y durante la litis-
pendencia se usó trabajosamente de esta jurisdicción pontificia y real y padeció
mucho daño la cobranza de rentas con perjudiciales altercados entre el Rector y el
arzobispo; por lo que no pudiendo verse fácilmente fenecido este litigio entre par-
les tan poderosas y por los impedimentos del Tribunal de la Nunciatura, y ausen-
cia de auditores, determinó el Rector y Colegio para ocurrir á la cobranza de las
rentas conferir y ajustar en este punto con el cardenal arzobispo de Toledo, el
modo y forma que se habia de observar en la cobranza de rentas decimales en el
'nterin que volvía á estos reinos el Nuncio de Su Santidad, sin perjuicio del derecho
de ambas partes; y en su virtud asi la parte del Colegio como la del arzobispo de
Toledo delegaron ambos, de común consentimiento, la jurisdicción necesaria para
ejecutar la cobranza de las rentas decimales de esta Universidad en el doctor Don
Manuel Antonio Montenegro, canónigo de esta santa iglesia magistral, cuyo en-
cargo repitió posteriormente el señor arzobispo Balero en el dia 9 del mes de Agosto
de 1718. Y de este modo han proseguido el rector del Colegio Universidad y el arzo-
bispo de Toledo nombrando subdelegados para ejercer esta jurisdicción contra deu-
dores de rentas decimales pertenecientes á la Universidad sin haberse vuelto á mo-
ver cl pleito pendiente.
Por la copia,
Julio Melgares y Marín*
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
3o7
III
poesías di:l doctor agustin de oliva
3.*
[DiÁLOr.O ENTRE El. AUTOR Y t N LIBRO.]
Estando vn día jugando
en cassa de un cauallero
me ganaron el dinero
y me embiaron llorando
sin paciencia;
sobre cuernos penitencia
me pusieron y cargaron,
porque vn libro me hurtaron
que lleuaua de mi ciencia;
dolorido
de aver mi caudal perdido
del libro no me acorde
en diez dias, hasta que
oy me fue restituido.
Cuando el vino
truxo en un papel
para remediar mis penas
aquestas coplas tan buenas
de algún trobador novel.
No se con que encarecer
vuestro descuido, señor,
pues con letras de Doctor
no sabéis mas de tener
en el trezientos primor.
Dexastesme el otro dia
quando con Don Juan jugastcs
y jamas os acordastes
de lo que costado auia,
ni menos si me comprastes.
Poque nunca mas dixistes:
mi libro ^donde estará?
¡ay Dios! ¿quien me lo tendrá?
¿por que tan mal lo hizistes
en no voluer por alia?
De la messa me cogieron
dos de los muchos que auia,
y juro por uida mia
que ambos a dos anduuieron
sobre qual me merccia.
Cada vno quiso escriuir
lo que en mi le pareció,
y uno mejor escriuio,
porque me quiso encubrir
y a su cassa me lieuo.
El cual os ruega, señor,
que miréis do me ponéis
y assi no me oluidareis,
porque estuuo otro Doctor
en dádselo, no lo deis.
EL DOCTOR
El que el libro me voluiú
de parte de los perversos,
que respondiesse a sus versos
en todo casso pidió.
Con mal gesto recebí
mi libro y presto
le reñí, y el respondió;
lo que entre los dos passó
sin faltar punto es aquesto.
EL DOCTOR. — LIBRO
DOCTOR. En ora mala vengáis
a cabo de tantos días,
libro que por tantas uias
tal congoxa y pena dais
a vuestro amo.
Que ya a diez dias que bramo*
si bien contarlos queréis,
de ver que no parecéis
aunque mas os bftsco y llamo.
LIBRO. Señor, yo
no parezco do no esto,
que tengo mañas de rey
y en buena razón y ley
desto nadie se qucxó.
DOCTOR. ¿Que sabor
tenéis a vuestro Señor,
3o8
REVISTA DE ARCHIVOS
desganado y mal sabroso,
y hazeisos del donoso?
mal conocéis al Doctor.
LIBRO. En vn día
que yo os luue compañía,
que cierto no fueron dos,
^ no conoceros a vos
poca mengua me seria.-
DOCTOR. De letrado,
mas no se si bien criado,
es respuesta tan essenta;
pero dadme agora cuenta
en que parte aueis estado.
LIBRO. Soy contento
de decirlo y sin tormento
pues que yo estuue por Dios
entre mejores que vos
vna vez y diez y ciento.
Y he tenido
a causa de vuestro oluido
estos días compañía
de gente de tal y a lia
que me a bien entretenido.
DOCTOR. Gran error
es mentir tan sin honor
en todas vuestras razones
¿como pueden ser ladrones
mejores que no vn Doctor?
LIBRO. No habléis
tan mal, que lo pagareis
si en vn punto os desmandáis;
ni tal nombre les pongáis
a quien tan bien conocéis.
doctorÍ No leuanto
testimonio que en su tanto
quien quiera que me os tomó
como ladrón os -hurtó
aunque vos lo hagáis santo.
Y los traydores
consortes y encubridores
que lo uieron y callaron,
pues dello no ihe auisaron
son tan malos y peores.
LIBRO. Nunca fueron
como dezis, ni tuuíeron
malicia, pues si quisieran
nunca ellos me os voluieran
como veis que lo hizieron.
Burlas son
para vuestra condición
y vuestro trato y vuestra arte
y echallas a mala parte
no tenéis, cierto, razón.
Pero dado
que como aveis mal tocado
todos fueran salteadores,
sois los médicos peores
y de trato mas maluado.
Y razón
los desculpa de traición
pues es refrán muy usado
que el que algo os a hurtada
gana días de perdón.
DOCTOR. ¿Como assi?
¿penspís os burlar de mi
con razones afeytadas?
harto esto desas nonadas
en la ciencia que aprendí.
No os canséis,
que por mucho que habléis
ante tan viejo soldado
dado falso es escusado
echarlo, que no podréis.
LIBRO. Es testigo
Dios que yo no soy amigo,
de razones aparentes,
mas con claras y euídentes
os probare lo que digo.
DOCTOR. Comen9ad
y con todo aliento echad
la barra donde alcao^are
vuestra lengua, que si errare
yo aclarare la verdad.
LIBRO. Bien lo creo
qu««¡n estoruo y rodeo
como ladrón de la cassa
sabréis mejor a la rasa
harto que no alcan9o y veo.
Pero atento
estad con buen sufrimiento
a lo que quiero dezir,
y veréis al fin salir
con buena prueba mi inlcnto-
Los traydores,
desalmados, mal hechores
que viuen por las montañas
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
309
usando de malas mañas
<:on los tristes pescadores
caminantes,
:se tienen por bien andantes
ouando hallan que robar,
■contentos con despojar
sin que maten los tratantes.
Pocas vezes
ya que an dexado en las hezes
a l(iS hombre.v que robaron
Jos hirieron ni mataron
aunque no temen juezes.
Y esta gente
nunca suele comunmente
rqbar al Empjrador,
Papa, ni grande Señor,
ni Virrey, ni Presidente.
Pero el
medico, como infiel,
sin razón y sin enmienda,
junto la vida y hacienda
quita de brauo y cruel
Y tirano,
y como tigre inhumano
derrama sangre sin tino
no perdonando a vecino
a hijo, padire, ni hermano.
Ni a persona
religiosa o de corona
ni de otro mayor estado,
que hasta auerfa acabado .
-como una fiera se encona.
De tal suerte
que es ministro de la muerte
' mas que no de 1^ salud,
y mete en el ataúd
al flaco y tan bien al fuerte.
No ay potencia
que le haga resistencia
para que algo se reporte,
porque es alcalde de corte
que no espera residencia.
Y es barata
que con sus doblezes trata
como enemigo al amigo;
mal hechor y sin castigo
Si fuego y a sangre mata.
Su exercicio
es ofrecer sacrificio
de la gente que acaricia;
verdugo que sin justicia
por oras haze su officio.
. Con rigor
áspero legislador
que haze guerras y pazes,
y es un derrama solazes
con sus miedos y temor.
' • Adeuino
prometedor con mal tino
de cosas que pueden ser
de otra manera, y tener
otros fines de contino.
Agorero
disfra9ado, chocarrero,
sediento de honra y de fama,
viuo fuego y uiíia llama
que abrassa ropa y dinero.
Ks vn mar
ya muy diestra en anegar;
lobo que haziendo pressa
por lo que queda le pesa
de no poderlo licuar.
Una sed
de moneda y de merced
por cada passo que da,
y de quanto en cassa esta
larga y barredera red.
Es cossario
mas poderoso que Darío
que el judio y Barba Roxa,
que dia y noche no afloxa
de hazer como nefario
Cien mili males,
tan grandes daños y tales
y tanto graves insultos
que son menester indultos
para absolverlos, papales.
Achacoso,
arrogante, imperioso
trife, rebelde, pjsado,
mohino, yerto, eleuado,
importuno y enfadoso.
Mas dixera
si por vos, Doctor, no fuera,
generalmente hablando,
010
REVISTA DE ARCHIVOS
que en particular tocando
en un año no pudiera
Relatallo,
y si queréis bien pesallo
tanteando mis razones
a los mayores ladrones
hallareis como yo hallo
Muy mejores
que a todos vuestros Doctores
que matando tan sin rienda
quitan tanbien la hazienda
y por csso son peores.
DOCTOR. Yo pensé
mal libro, quando os merqué,
que erades de medicina,
mas vuestra lengua malina
me muestra que me engañé.
Malo o bueno
lo que aquí sacáis del seno
si se juzga con razón
mas tiene de Cicerón •
que de Avicena o Galeno.
Dicho aveis
de espacio lo que queréis
con heruor y graucdad,
pues no dezis la verdad
y en costunbre lo tenéis.
Y si no
fuera porque agora esto
de o; ros algo enojado
ya estuvierades rasgado
por uida de quien so yo.
Mal mirado,
por solo averos conprado
vn honbre de mi manera,
fuera razón que siquiera
fuerades mas moderado.
ijBRo. Harto e ssido
en lo poco referido,
y aliando mucho mas,
pero ya me temé atrás
pues me culpáis de atreuido.
DOCTOR. Salga todo
y ponednos mas del lodo
si podéis en oras malas,
pues el cueruo que sus alas
no es mas negro en ningún modo.
Entendido
tened primero y sabido
que los médicos leyeron
en vosotros y aprendieron
la lición que aueis leido.
Y pues dais
tales preceptos, quedáis
con culpa de los errores
como dogm atizadores
de aquello que nos culpáis.
LIBRO. ¿Como es esso.**
¿SL}' alguno tan trauiesso
sin vergüenza. y descarado
que haya por escrito dado
tan mal consejo y auiesso.'*
líocTOR. Si señor;
médicos ay sin honor
de tal condición y mañas
que eicriuen leyei tacañas
para enseñar su Doctor.
Muy ajenas
de Xpiandad y tan llenas
de maltrato y de baxeza,
mala crianza y vileza,
que jamas podran ser buenas.
LIBRO. ¿Qualos son.*^
DOCTOR. Comentáis vuestro sermón
diziendo que metan velas
los médicos con cautelas
en cobrar reputación.
Que con esto,
sin saber letra ni testo
ei sabia la necedad,
y pucje el autoridad
hazer sabio al que es un cesto.
De g rostros
mandáis que en sus compañeros
haga el medico destrono.;
tratándolos como a mo^os
con desprecio y desafuero
Señalados,
que assi serán estimados
si a otros tienen en poco;
ved que consejo tan loco
de viles y endiablados.
Luzifer
con su maldad y saber
no supiera tal mandar
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
3ll
para el compañero echar
y el solo la pressa aver.
Otra fea
cautela con que grangea
el mal medico y se afina,
es el derramar la urina
porque el otro no la vea
Quando venga,
y assi sin ella no tenga
señal con que se alumbrar
ni pueda pronosticar
ni curar como conuenga.
Por lo qual
es cosa muy essencial
madrugar antes del dia
porque a tal bellaquería
no se antuuie otro tal
Como el;
todo a fin que el infiel
crean que es muy acertado
y al otro aunque mas letrado
lo echen por cascauel.
Yo tenia
con vn medico este dia
harto terrible y artero
visita de un cauallero
menos sabio que creía.
Concertada
la visita y señalada
la hora para después,
salióme muy al reues
la junta de antes tratada.
Que llegado
al punto que auian dado
las siete, como pusimos,
el otro y yo no nos vimos,
que el auia visitado
Ya al doliente
y halle toda la gente
muy de rebato y aguda
aderezando vn ayuda
para no se que accidente
Que tenia,
y el cauallero ya auia
ciertos xaraues tomado
y tanbien estaua untado
vn dedo que le dolia.
3.» ¿POCA.— TOMO VIH.
Ordenado
estaua y aderezado
vn capón para comer
y mas que era menester
para matar al cuitado.
Quando entré
a mi doliente hallé
mesurado y muy seuero
haziendo mucho del fiero,
puesto casso que hable
Descubierto,
dixome: tened por cierto,
señor Doctor, y por fe,
que no hay duda sino que
Don Pedro estuuiefa muerto
Sino fuera
que el Bachiller acudiera
muy a tiempo á remediarme,
y assi pudiera acabarme
si esperando os estuuiera.
Porque e estado
algún rato desuelado
esta noche y con mal gusto;
y assi no parece justo
auerme tanto oluidado.
Noconuiene
dexarme que tanto pene,
que el bachiller de su gana
vino luego de mañana
como quien amor me tiene.
Desculpc
mi tardan9a, puesto que
ninguna culpa tenia;
dixe: Señor, otro dia
en siendo claro verné
Sosegado;
dixe: ^como se a pasado
esta noche en lo del sueño;?
respondióme echado el ceño:
como agora, desuelado.
No avran sido
seis horas las que e dormido
y podréis ir en buen ora
porque yo querría agora
reparar lo que e perdido.
Halagúelo
con sabor y regálelo
vn poco que estuue alli^
22
3l2
REVISTA DE ARCHIVOS
pero luego que lo ui
como arrullado, dexelo,
No cayendo
en la maldad ni entendiendo
el mal medico villano;
leuanteme muy tenprano
y voi en amaneciendo
A visitar,
mas por mucho madrugar
no amancze mas ayna,
que el otro a hazer cecina
trasnochó para sangrar.
Luego entrado
halle que estaua ya atado
el bra^o y hócha sangría
y ciertas aguas olia
el enfermo degollado.
Altéreme,
disimulé y soscguemc
¡sabe Dios con que tal pecho
de aquel que mal fuego queme!
Que bullendo
andaua en todo entendjendo
como que era menester,
mandando quitar, poner,
mil recetas proveyendo,
Sin hazer
casso de mi, ni tener
cuenta con que estaua alli:
pero lo que mas senti
no era esto sino ver
Muy contento
al doliente en el tormento
que el mal físico le daua,
sin dezirme como estaua
ni preguntarme que siento
De su mal,
ni hazer de mi caudal
mas que si fuera una vieja,
sino de aquel Trafalmeja
que lo iua poniendo en sal.
Vo afligido
de ver que estaua tenido
(Concluird.)
como Pedro por demás,
con buen reposo y compás
aunque atajado y perdido
Dixe assi:
yo no se que sea aquí
menester otro letrado
mas que el Señor licenciado;
déseme licencia a mi.
No saque
otra palabra en mi fe
sino aquella por mi boca,
pero mas que alguna loca
siete vezes la pague. ^
Exclamó
y con gran furía saltó
aquel físico maluado;
dixo: mucho os a pesado
del remedio que di yo
Tan cabal
en tan peligroso mal
que si vn credo se tardara
con la vida lo pagara
vn honbre tan principal.
Vos, Doctor,
bien se que tenéis dolor
muy ajeno de virtud
porque he dado la salud
a tan ¡Ilustre señor.
Bueno es esso:
^asse visto tal exceso
que queréis vos estoruar
lo que veis aprouechar
en mal tan brauo y auieso?
Estas cosas
y otras mas escandalosas
me dixo aquel bozinglero,
y creo que al cauallero
no le fueron muy sabrosas.
Que callaua.
yo que fuera de mi estaua
eche a huir de tal gente
dando al diablo al doliente
y a quanto del espcraua.
Por la copia,
M. S. Y S».
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 3l3
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
JQstoria de la villa de Baena, por D. Francisco Valverde y Perales^ con
un prólogo de D. Rodrigo Amador de los Ríos.— Toledo. Viuda de J. Peláez.
1903.— 8.*, xxv-527 págs., con numerosos fotograbados intercalados en el texto.
Apéndices en número de 28 y un plano de la villa. ' ^
No es esta la primera obra del autor que sabe demostrar una vez más la com-
patibilidad de la pluma y de la espada. Aparte de varias composiciones poéticas y
dramáticas, sus trabajos sobre el Monasterio Agaüense y sobre la Batalla de
Munda que le valió el nombramiento de Correspondiente de la Academia de la
Historia, le han hecho pasar hace ya tiempo de la* categoría de aficionado. Y por
ellas y por sus méritos adquiridos en varías campañas, como perteneciente al glo-
rioso instituto de la Guaroía civil, tiene bien ganada la honra que le dispensó su
villa natal dando á una de sus plazas el nombre de Francisco Valverde,
Con imparcialidad y desinterés, poco comunes, no se empeña mucho el aiHor
en procurar para su villa natal abolengo fenicio, griego, romandVfli siquiera visi-
gótico, complaciéndose en cambio en reconocérsele á localidades próximas, guiado
siempre por la verdad que aprende en los restos, principalmente romanos y de la
^poca visigoda, algunos de los cuales descubre por sí mismo, estudia y regala des-
pués á los Museos.
Si por la falta de conocimiento del árabe la parte correspondiente á la domina-
ción de aquel pueblo aparece algo diminuta, en cambio queda compensado por la
riqueza de datos y noticias á partir de la época de Fernando el Santo.
Gran parte del primer capitulo está dedicado al estudio de la batalla de Munda
que sitúa en Montilla con bien fundadas razones topográficas.
Como entre los Señores de Baena aparecen nombres tan ilustres en la Historia
-de España como los Aguilar, el Gran Capitán y Fernández de Córdoba, Condes de
Cabra y García de Toledo, y las guerras con los moros son tan frecuentes, el in-
terés de la obra aumenta extraordinariamente en este período.
Sigue luego minuciosa reseña de la vida administrativa, política y social de la
villa hasta nuestros días.
Los 28 números de Apéndice reproducen documentos desde Alfonso X has-
ta hoy.
No hay que repetir los justísimos encomios que nuestro compañero el señor
Amador de los Ríos, con mucha más competencia que yo, hace en el extenso pró«*
logo del mérito de la obra. Sólo cumple asentir de buen grado á sus juicios*
A. P. Y M.
Xa primera Tuelta al mundo. Relación documentada del viaje de Hernando
de Magallanes y Juan Sebastián del Cano (i5i9-i522), por Vicente Lloréns
AsENSio.— Sevilla. Imp. de la Guía Comerc/a/. igoS.— 16.*, 179 págs., con un
retrato de Magallanes y reproducción de varios autógrafos.
D. Vicente Lloréns, inteligente y laborioso oficial del Cuerpo de Archiveros,
Bibliotecarios y Arqueólogos, adscrito al Archivo de Indias, ha prestado un senicio
3 14 REVISTA DE ARCHIVOS
á los amantes de la verdad histórica, rectificando docunnentalmente varios errores
que venían pasando por verdades axiomáticas desde tiempos muy antiguos y po-
niendo en claro otros hechos que permanecían confusos é ignorados.
Inspirada la obra del Sr. Lloréns en el más laudable patriotismo, hace ver que
Magallanes y Ruy Faleiro, cuando vinieron á España á proponer su viaje, no ha-
llaron dificultades en las regiones oficiales, antes bien, la protección más generosa;
que los españoles, lejos de considerar imposible tal empresa, hacía ya tiempo que
ansiaban acometerla; que Magallanes no sufrió aquí persecución alguna, y que si
Ruy Faleiro se volvió loco, no fué por desesperación, ni murió en Sevilla pobre y
abandonado, sino cobrando su sueldo de Capitán de Su Majestad. Hasta en el ape-
llido de nuestro compatriota que circunnavegó por vez primera el globo, deshace
el Sr. Lloréns añejas equivocaciones, pues no se llamaba Elcano, sino del Cano,
como puede verse en su firma autógrafa.
Acompaña á la relación del famoso viaje un Catálogo de los documentos que
acerca del asunto se conservan en el Archivo de Indias, y que pueden ser la base
de un estudio definitivo.
V. V.
TJn pleito de Lope de Rueda. — Nuevas noticias para su biografía, por Narciso
Alonso A. Cortés.— Valladolid. J. R. Hernando. igoS. — 8.^46 |iágs.
En el inmenso depósito de papeles que constituyen el Archivo de la Chancillerí.i
de Valladolid, ha tenido el autor la suerte de hallar las curiosas noticias á que se
refiere el título de su opúsculo.
Además del interés que ofrece cuanto se relaciona con el batihoja y cómico de
la legua, es el pleito u:i cuadro muy fiel de las costumbres de la época. El Duque
de Medinaceli D. Gastón de la Cerda, enfermizo, pero muy amigo de diversiones^
de jía hallarse aburridísimo en su villa de Cogolludo, cuando acertaron á pasar por
allí dos mujeres, de las cuales una logró, con su gracia singular en el canto, baile,
chocarrerias «e cosas de contentamiento é plazer>, alejar el tedio del hastiado mag-
nate. El cual, haciéndola cortar el cabello, dándola vestidos de paje y hasta comida
en su mismo plato, la empleó seis años en su servicio, llevándola consigo á las ex-
cursiones, cacerías y regocijos.
A la muerte del Duque se puso pleito al sucesor, reclamando seis años de sala-
rios á razón de 25.ooo maravedises anuales, cantidad corta, dice un testigo con
grandísima razón, «porque aber de danzar fuera de la voluntad del danzante no
tiene pago ni precio.»
Y la demanda fué á nombre del marido de ia juglaresa Mariana, el buen Lope
de Rueda. Matrimonio que, si apurta curiosa noticia á su biografía, también la em-
brolla hasta nuevos datos, por conocerse el nombre de otra mujer, legítima tam-
bién, Rafaela Angela.
Tres años duró el pleito (1554-1 557), resistiendo el pago la parte del Duque con
decir, entre otras cosas, que los servicios alegados por la Mariana eran servicios de
infamia que fio se merescen paga; y eso que consta los prestaba también, durante
algunas escapadas del palacio ducal, á los graves canónigos de Sigüenza. Al cabo,
por sentencia definitiva se condenó al Duque al pago de una sola anualidad de las
reclamadas.
Tal es, en resumen, el contenido del curioso folleto del Sr. Alonso Cortés.
A. P. V M.
BIBLIOTECAS Y M'JSEÓS 3i5
'The Pointer and his predoceMon. An illustraied History of the Pointing
Dog from ihe earliesi times, by William Ahkwright.— London.— A. Hum-
phreys. 1902.-4.°, 287 págs. más XII de preliminares.
Un libro dedicado á estudiar los- orígenes del perro inglés poin/er, que ya qui-
siéramos tener nosotros con igual lujo consagrado & la averiguación ciel abolengo
de Cer\' antes.
Hermoso papel, anchas márgenes, claros y gruesos tipos; 3o magníficas ilustra?
cíones tiradas en rico papel japón, entre las que descuella una reproducción del
cuadro de Velázquez, el Príncipe D. Baltasar, como no se ha hecho otra. Por su-
puesto, nuestros viejos libros de caza, nuestros manuscritos, nuestros árboles ge-
nealógicos con que se prueba la ascendencia española del famoso pointer han sido
utilizados, citados y reproducidos con especial acierto por el afortunado autor
cuya posición le permite publicar á su gusto, cueste lo que cueste, una obra como
la citada.
Ultimo y nQ escaso mérito. De los pocos ejemplares de que consta la edición, el
Señor .Arkwright ha regalado uno á la Biblioteca, pagando así un tributo á la patria
de origen de aquellos útiles animalitos, y demostrando su gratitud por las noticias
.que para su trabajo ha encontrado en nuestros Establecimientos.
A. P. V M.
VARIEDADES
ALEMANIA. Se ha descubierto en la ciudadela de Metz un tesoro que pertene-
ció al emperador Carlos V, el cual lo enterró allí cuando él y sus soldados se vie-
ron obligados en i552 á levantar el sitfo de Metz y emprender precipitada retirada.
Los excavadores hallaron una caja reforzada de hierro, de complicadas cerraduras,
con la cifra de Carlos V, y con un peso de más de mil kilos. La caja contiene mu-
chas monedas de oro y una admirable colección de relojes.
ESPAÑA.— ^arce/oHii. Acerca de los Estadios históricos y arqueológi*
,-cos en Catalnña en el siglo ZVm, pronunció. un notable discurso nuestro
compañero el Sr. Elias de Molins á su ingreso en la Real Academia de Buenas le-
tras de Barcelona el día 8 de Febrero. Hizo el debido elogio de eruditos como D. Jai-
me Pascual, Finestres, Dorca, Foguet, Vega y Senmanal, Llobet, Marqués de Llió,
Aymerich, Capmany y otros, y muy especialmente del P. Caresmar. La vida de este
trabajador infatigable que por su pasmosa actividad, su desapasionada crítica y su
amor á la verdad, forma dignamente al lado de Zurita, Florez, Burriel y Floranes,
ofrece tristes enseñanzas. Adquirida en el estudio de más de 14.000 manuscritos ca-
talanes que por sí mismo copió y extractó, la convicción de que algunas de las tra-
diciones referentes á Santa Eulalia, carecían de fundamento sólido, vio desencade-
narse contra él por tal opinión los odios del Cabildo catedral dé Barcelona, al que
•se unió el pueblo, llegando á apedrearle por las calles y amargándole la existencia
hasta su muerte. Otro fanatismo sólo diferente, en el color, fué causa de que poco
después de 1868, todos los inmensos trabajos que dejó escritos así como los
de Martí, Pascual y otros, tan importantes para la historia de Cataluña, se hayaa
perdido para siempre. — apm.
3l6 REVISTA DE ARCHIVOS
Burgos, Con el epígrafe TJn soldado burgalés publica el diario Ei Castella-
no en su número del 17 de Marzo un articulo firmado por Fr. Licinio Ruiz, en
que se narran las hazañas de Martin Alonso Tamayo, soldado de los ejércitos
de Carlos V, en el sitio de Lacuet.=El periódico de esta capital Liga Orgáni-
ca (Boletín de la sociedad de Organistas), publica en su suplemento del 7 de Marzo
un articulo ñrmado por Ernesto y titulado Voto nniTersal en fikTor de 1»
Cartuja de Miraflores, en el que después de hacer una breve descripción de
aquel Monasterio, y de copiar varios pensamientos estampados en un álbum por
viajeros que le han visitado, se pide que sea declarado monumento nacional. ^La
Real Academia de la Historia ha nombrado, correspondiente en Burgos, á nuestro
colaborador el arquitecto D. Vicente Lamperez y Romea. — egq.
Coruña, Ha quedado deñnitivamente constituida en laCoruña la Esenela Re-
gional gallega de deolamaoidn, y se regirá por un Directorio artístico-admi-
nistrativo, compuesto por un presidente, un director técnico, dos directores artísti-
cos, un secretario-contador, un tesorero-depositario, un bibliotecario-archivero,
dos vocales y un representante. Actualmente se procede á la confección del regla-
mento y desde luego se admiten alumnos y alumnas que reúnan condiciones para
pertenecer á la Escuela. — El Director se ha dirigido muy especialmente á los litera-
tos gallegos que hayan escrito ó escriban para el teatro, á ñn de que se sirvan
enviar sus obras, bien impresas ó bien manuscritas, con el objeto de ponerlas en
estudio luego de examinadas debidamente, y representarlas por riguroso turno.
Las obras pueden ser en uno ó más actos, en prosa ó en verso, pero es de impres-
cindible condición que sean escritas en gallego, así fuere el asunto dramático ó
cómico. Los pliegos se remitirán al presidente del Director de la Revista Gallega^
quien acusará recibo de los que se vayan recibiendo.
Madrid, El domingo, 29 de Marzo, leyó el 8r. D. Antonio Garrido su discur-
so de ingreso en la Academia de Bellas Artes tratando de la influencia de
la música como elemento social con profundidad de pensamiento, sólidos argu-
mentos y tal belleza en la expresión, que en más de un pasaje demostró, acaso sin
quererlo, cómo la palabra manejada con arte y sirviendo de vestidura á la idea
caldcada por legitima emoción estética, puede igualar en sus efectos sobre el audi-
torio al más profundo y grandioso motivo musical. La parte práctica del tema
apuntada al final y desarrollada luego en su discurso por el Sr. Serrano Fatigati
con mucho acierto y excelente sentido, produce impresión tristísima con sus indis-
cutibles verdades. Somos el pueblo de la tierraque menos se cuida de asociar ese
tundente poderoso de la música á la escuela primaria, á las expansiones del día
festivo, al culto de la patria, al ardimiento militar, al recuerdo de las pasadas glo-
rias. Somos, en fin, sola excepción en Europa, la única capital que, sosteniendo
con creciente auge durante todo el año una hermosa plaza de toros, con margen
para sostener dos ó más, mantiene á duras penas y por temporada cada vez más
corta un teatro de Opera y no puede sostener una Sociedad de Conciertos durante
dos meses del año. apm.=EI Sr. D. Ángel María de Barcia dio el 3o de Marzo último
una conferencia en los Lnises de Madrid, acerca de Jemsalén. El viaje desde
Madrid á Jerusalén fué relatado con amenidad por el conferenciante, quien después
hizo un erudito estudio de la antigua ciudad, cuna del cristianismo, presentando
notables vistas de los principales monumentos que encierra, auxiliado del aparato
de proyecciones. =^Centro del Ejército y de la Armada. Lá cu^trta conferen-
cia de la Sociedad española de excursiones correspondió al arquitecto don Adolfo
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 3lJ
Casano\ a, quien trató del «Castillo de la Mota, de Medina del Campo».
Empezó manifestando que el evocar los recuerdos históricos que perpetúa este
monumento es oportuno cuando se aproxima el cuarto centenario de la muerte de
Isabel la Católica, que tuvo siempre gran predilección por esta fortaleza. Describió
la villa de Medina del Campo como plaza fuerte, presentando los planos hechos á
principios del siglo xviii por el abad de la colegiata, Sr. Ayllón. Hizo después un
detenido estudio del castillo de la Mota desde el triple punto de vista militar, artís-
tico é histórico, y concluyó manifestando sus deseos de que tan augusto monu-
mento sea declarado monumento nacional, atendiéndose debidamente á su conser-
vación, como ha solicitado hace mucho tiempo la Academia de San Fernando y
solicitará, seguramente, su hermana la de la Historia.=El Ateneo de Madrid, de-
seando coadyuvar á la acertadísima iniciativa de la Comisión leonesa, organizadora
de las fiestas del centenario del Padre José Francisco de Isla, ha pro-
puesto el siguiente tema para el concurso organizado por dicha Comisión: «Una
leyenda leonesa ó nna colección de romances sobre asuntos leoneses,
no tratados en el Romancero General.* El premio consistirá en un ejemplar de la
reciente y lujosísima edición de las Leyendas de Zorrilla, y será adjudicado al
trabajo que la Comisión referida, ó el Jurado designado por ella, considere merece-
dor de aquél. Los trabajos se admitirán en la Secretaria del Ateneo hasta el 3i de
Mayo del corrien.e año, á las doce de la noche. Las demás condiciones del concur-
so estarán de manifiesto en la Secretaria del Ateneo.^En la Gaceta del día 21 se ha
publicado el nuevo reglamento de la Exposición general de Bellas Artes,
que se verificará el año próximo. El reglamento ha si«lo redactado, previo un mi-
nucioso estudio, por una Comisión, presidida por el subsecretario del ministerio,
marqués de Casa Laiglesia, de que han formado parte los Sres. Villegas, Fcrrant,
Pradilla, Sorolla, Domínguez, Muñoz Degrain, Moreno Carbonero, Sala, Beruete,
Querol, Picón, Velázquez, Mélida, Comba y Amaré. Se han oído además las opi-
niones de Mariano Benlliure y de otros artistas, asi como la del Circulo de Bellas
Artes. Hay en este reglamento una novedad que nos interesa especialmente porque
ha de contribuir á estimular y á dar una aplicación práctica á los conocimientos
arqueológicos. Tan útil innovación es que en la primera de las cinco secciones
en que se divide la de Arles decorativas y aplicadas á la Industria se establece
un grupo destinado á exponer «Obras decorativas antiguas y preferentemente
españolas que puedan proponerse como modelos en cualquiera de dichas Artes y
auxilien á conocer su historia», señalando premios de cooperación á los exposito-
res de tales objetos antiguos. Al tenor de esto, se dispone también que del jurado
de la sección decorativa furme parte un arqueólogo.^=Con deslino al Mn830 de
Arte Modomo han sido adquiridos por el Estado el cuadro «El descanso del
mediodía», de D. Juan Francés, en i.Soo pesetas, y el titulado «Recolección de
higos chumbos en Granada», de D. Carlos Vázquez, en 1.000 pesetas.==Don Geró-
nimo López de Ayala, Conde de Cedillo, ha sido nombrado para catalogar los
monumentos históricos y artísticos de la provincia de Toledo.
Opicdo. Ha fallecido en Oviedo D. Ciriaco Vigil Suárez Bravo, cronista de As-
turias. Era correspondiente de las reales Academias de la Historia y de San Fernan-
do, mie-nbro honorario del Instituto Heráldico Italiano y archivero provincial. Ha
fallecido á los ochenta y tres años, habiendo dedicado su vida al cultivo de
las letras. Es autor de obras notables, entre ellas la titulada Asturias monumen^
tal. Deja escrita una genealogía de las casas ilustres de Asturias.
3i8
REVISTA DE ARCHIVOS
Sevilla, El Arcediano de Sevilla D. Manuel Torres y Torres ha descubierto un
cuadro de Rafael en la parroquia de San Miguel de aquella ciudad. Dicho cuadro,
«Xia Virgen del velo», creíase perdido. Después de reconocido por el Sr. Torres,
estudiáronlo los pintores Bilbao y .Mutoni y otros muchos, conviniendo todos
en que es el original, que se creía perdido, de muchas copias. Es circular, de
un metro veinticinco centímetros de diámetro; fué donado por los condes de I-e-
brija á la iglesia de San Miguel; supónese que su largo eclipse reconoce por causa
el empeño de librarle de la rapiña durante guerras y revoluciones.
FRANCIA, l'na violenta ráfaga de' incredulidad respecto á lo legítimo de varias
obras de arte sopla en estos días por los Museos franceses. El autor de la so-
berbia tiara del reyezuelo escita BaXtapliames, admirada durante tanto tiempo
en las vitrinas del Louvre, y que había costado al Gobierno 100,000 francos, a^a-
ba de presentarse ante el juez, cuando naturalmente se le creía muerto hace mu-
chos siglos. Se llama Mr. Rouchomowski, y ofrece probar terminantemente que
es el verdadero autor de aquella maravilla. Entretanto, ha sido retirada de la
vitrina. Las dudas se extienden además á ciertos Velázquez y Murillos que el pin-
tor Escosura llevó en número de unos cuarenta á París hacia 1868 y que vendió
como originales. Varios de ellos están en el Louvre. Por último se habla de falsos
dibujos de Henri Pille y alcanzan las sospechas hasta varios objetos de la famosa
colección Spitzer. La cosa ha llegado á términos que se pide al Gobierno el nom-
bramiento de una comisión de artistas notables que examine las piezas sospechosas.
^ Nos reservará la desgracia algún caso parecido? KPs\.=The illustrated London
News (28 de Marzo) publica entre sus grabados algunos cuadros del Louvre cuya
autenticidad se ha puesto en duda recientemente y la famosa liara del rey escita Sai-
tapharnes. mss.=Los herederos de Mr. Gastón París se proponen donar al Estado
la biblioteca del ilustre profesor, con la condición de que lleve su nombre la sala
en que se guarde, apm.
TURQUÍA. Palestina. Las escavaciones verificadas en Gezer han tenido feliz
éxito pues se ha encontrado un gran templo megalítico cuya fecha probable es de
los siglos XXV á XXX antes de Cristo; fué construido por los amoritas. Los hebreos
se establecieron más adelante en aquel lugar y quedan no pocos restos de sus edi-
licios.
CRÓNICA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Museo de Reprodicciones artísticas. Sus aumentos en 1 go2.—Por donación
de Mr, Géorges Daumet de los Archivos Sacionales de Par/A.— Sello del Rey D. En-
rique III de Castilla, correspondiente al año de 1294.
A: El Rey con arnés de guerra, á caballo, acometiendo.
R: Escudo cuartelado de Castilla y León
—Sello del Rey D. Alfonso XI de Castilla, correspondiente al año de 1345.
A: el Rey en su trono ostentando eh las manos la espada y el mundo.
R: Escudo cuartelado de Castilla y León,
Ambos originales, de plomo, pertenecen á la colección de los Archivos Nacio-
nales de París, y sus reproducciones son de yeso. Formador, el de aquellos Ar-
chivos.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS BlQ
Por donación de D. Ignacio A gui lar. —Trozos de friso, de labor repujada y
cincelada en plata, pertenecientes á la Custodia de la Catedral de la Seo de Zarago-
goza; obra de estilo plateresco ejecutada de i537 á ¡541 por Pedro Lamalson.
Vaciados en yeso, dispuestos en cuatro grupos. Formador, el donante.
Con estos vaciados han ingresado en el Museo reproducciones en cera de los
P E
punzones ó marcas de la Custodia i-AMKIs y una colección de fotografías de deta-.
lies de la misma, de las cuales se han expuesto las más importantes, con otra de la
totalidad del monumento.
Por donación de la Academia de Bellas Artes de I d/ewc/j.— Relieves de una
pila arábiga. . '
Los asuntos y la factura revelan marcada influencia oriental.
El original esculpido en piedra de Buixcarró estuvo en la puerta llamada de
Concentaina de la ciudad de Játiva y hoy se conser\'a en la Sala Arqueológica del
Ayuntamiento de dicha ciudad. Vaciados en yeso. Long. 1,7 1 X o,m65<
—Escudo de armas del Reino de Valencia, de la época de D. Pedro IV de
Aragón.
• El original esculpido en piedra se hallaba colocado sobre el arco de la puerta de
la Sharea, derribada en i8í)5, y hoy se conserva en el Museo de Bellas Artes de
Valencia. Alto 0,9^') Ancho o,f>2.
Por compra al Táller de vaciados del Museo de la Esculura Comparada, en
Parts. — Estatua de Ra-etn-ké, personaje de la IV dinastía egipcia.
El (íriginal, de madera, fué descubierto en la necrópolis de Menfis y se conserva
en el Museo de Gizé (Egipto) estando considerado como una de las obras maestras
del realismo egipcio, que no tenia hasta ahora representación en este Museo.
Alto I "12 1. For.nador, Mr. Pouzadour. Costó 42 pesetas.
También ha recibido el Museo otros donativos importantes, que si bien no
aumentan el caudal de sus reproducciones son de utilidad para enaltecer como se
debe la historia de tan importante centro, puesto que se trata de los bustos de
los Excmos. Sr. D. Antonio Caninas del Castillo, D. Juan Facundo Hi^ño y don
Juan de Dios de la Rada y Delgado. El del Sr. Cánovas del Castillo, por D. M. Ta-
margo, es donació/i de D. Antonio Cánovas y Vallejo; el del Sr. Riaño, por don
Ricardo Bellver, es donación de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernan-
do; y el del Sr. Rada y Delgado es donación de su señor hijo D. Eduardo. Dichos
bustos han de ser colocados los dos primeros en el Vestíbulo, con sendas inscrip-
ciones que proclamen fueron aquellos hombres ilustres los fundadores del Museo,
quedando en la Dirección otro ejemplar del busto del Sr. Riaño y el busto del se-
ñor Rada, en recuerdo de haber ocupado ambos el cargo.
J. R. M.
320
REVISTA DE ARCHIVOS
BIBLIOGRAFÍA
(La lengua es la base de clasifícación de nuestara Bibliografía. En esta se incluyen todos los
libros de pualquier orden y los trabajos de revistas publicados por individuos de nuestro
Cuerpo, lo cual puede servir para intentar una bibliografía ac éste: los marcaremos con un *. —
En la Bibliografía de Revistas siempre que no se indique el año, se entenderá que es el co-
rriente.)
LIBROS ESPAÑOLES
(i.^ Todos ios de historia, en la acepción más
amplia de la palabra, desde la política á la cien-
tífica, y los ae sus ciencias auxiliares, incluso
la filología y la lingaística, que se publiquen,
editen, reimpriman y extracten en la España
.ictu»! y sus posesiones, de autor español ó ex-
tranjero, en cualquiera de las habías españo-
las, ó en ó fuera üe España, de autor español,
en lenguas sabia'^. 2.** Las ediciones, reimpre-
siones y antologías hechas en ó fuera de Espa-
ña, de íibros de cualquier materia escritos por
autore> ya muertos no contemporáneos, espa-
ñoles ó extranjeros, en dich is hablas, ó por
españoles en lenguas sabias, dentro de la ex-
tensión de los antiguos dominios españoles.
3.0 Las traducciones, arreglos, refundiciones
*c imitaciones publicadas en ó fuera de España
{)or autores vivos, e pañoles ó extranjeros, en
as mismas hablas ó en Icn uas sabias, de obras
históricas y literarias debidas a españoles ya
muerto<t. 4.** Los libros notables originales de
amena literatura, dados á luz en ó fuera de
España por escritores contemporáneos, espa-
ñoles ó no, en las hablas españolas, ó por escri-
tores españoles contemporáneos en lenguas
sabias. 5.° Los de cu liquier materia, siempre
que se refieran á cosas de Kspaña, publicados
en las referid is hablas en aquellas naciones
que no las usan, ó en las mismas hablas ó en
lenguas sabias en los pueblos que usan el cas-
tellano. Y 6.® Las traducciones hechas por es-
pañoles ó extranjeros, á cualquiera de las ha-
blas españolas, ó por españoles á lenguas sa-
bías, de libros extranjeros históricos, . e cultu-
ra general, y aun de amena literatura cuando
son obras maestras.]
Alonso A. Cortks (Narciso). Un pleito de
Lope de Rueda. Nuevas noticias para su bio-
grafí i.— Valladolid. Imp. de Juan R. Hernan-
do. 1903.— 8.", 45 págs.
Alvarez Qvintero (Serafín y Joaquín). Pe-
pila Reyes. Comedia en dos actos.— Madrid.
R. Velasco. 1903.-8.°, 70 págs.
Andrei: (J.). Catálogo de una Colección de
impresos (libros, folletos y hojas volantes) refe-
rentes á Cataluña, siglos xvi, xvit, xviii. y xix.
BarceLon-i. Tip.L'Aven^. 1902.— 4.", v-344 pági-
nas.—20 ptas.
Anuario legislativo de Instrucción públi-
ca, correspondiente á 1902, publicado por la
Sección de Estadística de instrucción pública.
Toledo. Imp. de Rafael Gómez Menor. 1903.—
8.°d. m., 1.049 pigs.
Arnaiz (P. Marcelino). Los fenómenos psi-
cológicos. Cuestiones de Psicología Contem-
poránea.—Madrid. Sáinz de Jubera, herma-
nos, editores. 1933.-8.» m., 362 págs.— 5 ptas.
Bretón (Tomás). Los Conciertos en Madrid
y la Sociedad de Profesores. El Público y la
Crítica. Conferencia leída en el Ateneo litera-
rio el día 26 de Enero de 1903.— Madrid. Im-
prenta Ducizcal. 1903.— 4.**, 38 págs.
Carrk Aldao (Eugenio). La Literatura ga-
lle¿?a en el siglo xix. Seguida de una Antología
y Apéndices.— Coruña. Imp. de Ferrer. 1903.—
S.^ m., 176 pags.
Casades y Gramatxes (D. Pelegrín) y Miret
Y Sans ^D. Joaquín). Discursos leídos en la
Real .\cademia de Buenas Letras de Barcelona
en la recepción pública de D. Pelegrín Casades
Gramatxes el día i5 de Marzo de 1903.— Barce-
lona. Imp. de la («asa provincial de Caridad.
1903.- -8.*' m., 40 págs. [Tratan de las influencias
del Arte oriental en los monumentos románi-
cos de Cataluña.]
Castillo (Florencio M. del). Obras de... No-
velas cortas.— México. Imp. de V. Agüeros.
1902.-8.", XX 11-509 págs.
Castro Escribano (Bartolomé). Conferen-
cias intimas acerca del Socialismo, con un
prólogo de D. Luis Navarro y Porras.— Cór-
doba. Imp. del Diario de Córdoba. 1902.-4.",
419 págs.
CatAlooo ilustrado de obras españolas de
los siglos XII á XVIII, escogidas entre las que se
hallan en casa de P. Vindel librero antícua-
rio.-Madrid. S. i. MCMIII.— 8.", 640 págs.
Darkrt (Monseñor Nicolás José) Obispo de
Perigueux y de Silart. Historia de Santo To-
más de Villanueva, Arzobispo de Valencia,
seguida de una noticia histórica sobre el ins-
tituto de Hijas de Santo Tomás de Villanueva,
escrita en francés por... y traducida de la ter-
cera edición por I>. Carmelo Vila y García,
presbítero. -Valencia. 1903.— 8.*, 496 pags. Con
dos apéndices y una fototipia.
Delgado (Rafael) Obras de... Tomo/. Cruentos
y notas.— México. Imp. de V. Agüeros. 1902.—
8.", xxxix-388 págs.
Estatutos y reglamento de la Real Aca-
demia de Buenas Letras de Bareclona.— Bar-
celona. Imp. de la Casa P. de Caridad. 1903.—
8.», 54 págs.
Fernanflor. Cartas á mi tío. Con un prólo-
go de Echegaray.— Madrid. M. Romero impre-
sor, 1903.— 8.0, XXIV-221 págs.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
321
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ra. Ante el mar.— Santiago de Chile. Imp. Tu-
rín. 1902.— 8.», 26 pigs.
Garzó.v (E.). La flecha dél Charrúa. Primera
e^ici(}n.— Saint-Cloud Imp. Bclio. S. a.— 8.",
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GÓMEZ Zarzuela (Vicente). Guía ofícíal de
Sevilliy su provincia para 1903. Año XXXIX.—
Sevilla. Imp. y ene. de Enrique Bergali 1903. —
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González IIurtebise (Eduardo). El arte ti-
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académica celebrada por la Sociedad Arqueo-
lógica Tarraconense el día 11 de Diciembre de
1902.— Tarragona. Est. Up. de Llorens, Gibert
y Cabré. 1903.— 4.®, 20 págs.
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Por Juan Róiz. .Año de 1630.— Fol. i.° v. This
cdition of two hundre4 was p''intcd in facsí-
mile from the copy in ihe library oí .\ncher M.
Iluníington, at the De Vinne Press, nineteen
hundred.
Labra (Rafael M. de). La refprna política
de Ultramar— Madrid. Tip. de A. Alonso.
i(,i02.— 8.", 1 1 16 págs.
Martínez Elorza (Jesús F.). Orígenes y esta-
do actual de la Biblioteca del Instituto de Jo-
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Menf.ndez y PeLayo (D. Marcelino). Anto-
logía de Poetas Castellanos (Tomo Xí). Trata-
do de los Romances viejos. Tomo /.—Madrid.
Líb. de «Sucesores de Hernando». 1903.— 8.",
383 págs. [Es el Tomo CCXIII dft la Biblioteca
Clásica].
Matute (Fr. Santiago)^ Los Padres Cande-
larios en Colombia ó apuntes para la Historia,
lo/. VI con un índice general de toda la obra.
Madrid. Imp. del .\silo de Huérfanos del Sa-
f^rado Corazón de Jesús. 1903.-8.° d., 290 págs.
Patrón (Pablo). Perú primitivo. Notas suel-
tas—Lima. Imp. del Estado. 1902.— (^primer
cuaderno.) 8.°, 20 págs.
Pkrez Capo (Felipe). Curiosidades parla-
mentarias. .Anécdotas, sucedidos é historié-
is.—Madrid. Imp. de la Sucesora de M. Mi-
nuesa de los Ríos. 1902. — 4.®, 67 págs.
Pineda (F. Juan de). Libro del passo honroso
defendido por el Excelente Cauallero Suero
de Quiñones.— En S tlamanca. En Casa de Cor-
nclio Bonardo M.D.LXXXVIIL— F.« i.» v, This
edition of two hundred was printed in farsi—
mile from the copy in the library of Archer .M.
Huotington at the De Vinne press, nineteen-
hundred and two.
Pinto or Morales (Jorge). Maravillas del
Parnaso.— En Lisboa por Lorenzo Crasbec
Año. 16^.— Fol. i.° v. This edition of two
hundred was printed facsímile from the copy
in the library of Archer M. Huntington at the
De Vine Press, nineteen hundred and two.
Rodríguez Condesa (D. Juan). Elementos de
Geografía Comercial y Estadística. Apuntes
para un libro acomodados al programa de esta
asignatura.— Valencia. Imp. de Francisco Vi-
ves. 1932,— 8.® d., 570-70 págs.— 10 p tas.
Rrgui.rz t Sanz del Río (Alberto). Com-
pendio de Historia General de la Literatura
para su estudio en los institutos Generales y
Técnicos.— Almería. Tip. de Fernández Mur-
cia. 1902.— 4.^ 182 págs.
RonAn (José Antonio). Hojas de mi álbum.—
Madrid. R. Velasco. 1903.— 8.®, 223 págs.
Sant Jordi (Jordi). Obres poetiques de Jordi
de Sant Jor¿/i (Scgles xiv*-xv*). Recullides i
publicades per J. Masso Torrents.— Barcelo-
na, L'Apenq. 1902.-8.°, xiv-53 págs.
Sargus. Reencarnación y Karma. Estadio
nuevo de verdades olvidadas, dedicado á la
docta escritora salvadoreña «Zulima» y al
profundo pensador norte-americano Edgard
Wallace Conable.— San Salvador. Imp. «La
República». 1903.— 8.*, 33 págs.
ScRiVA (Ludovico).— Tribunal de Venus.—
En Venecia per Aurelio Pincio. MDXXXVIL—
F.® I.** v. This edition of two hundred was
printed in facsímile from the copy in the li-
brary of Archer M. Huntington, at the De
Vinne Press, nineteen hundred and two.
SicARS Y Salvado (Narciso). El suicidio ju-
rídicamente considerado.— Barcelona. Impren-
ta Barcelonesa. 1902.— 8. <^, 187 págs.
Solé Rodríguez (Oriol). Leyendas guara-
níes. Impresiones, tradiciones, anécdotas. Pri-
mera serie. Con un prólogo del Doctor Samuel
Blixen é ilustrjciones.de Olivella.— Montevi-
deo. 1902.— 8.", XV1-177 págs.
TiMONEDA (Juan de). El Patrañuelo.— Ma-
drid. Imp. de los Sucesores de Hernando. 1003.
8.^ 194 págs. Es el tomo CXLVII de la Biblio-
teca Universal.
IJRREA (Pedro Manuel). Penitencia de amor
(Burgos, i5i4). Reimpresión publicada por R.
Foulchc-Delbosc— Barcelona. L'Avenq. 1902.—
8.«, 70 págs.
Valle Ruiz (P. Restituto del). Estudios li-
terarios. Prólogo de Juan Alcover.— Barcelona
Imp. de Juan Gilí. 1903.-8.®, xiii-339 págs.
Valladarks de Valdelomar (D. Juan). Ca-
vallero Venturoso con sus extrañas aventuras
y prodigiosos trances adversos y prósperos.
322
REVISTA DE ARCHIVOS
Segunda y Ultima paríe.— Madrid. B. Rodrí-
guez Scrra, editor. MCMII.— a° m., 432. [Vo-
lumen VI de la (^.olección de libros picares-
cos 1—5 ptas. .
Vega (Lope de). Kl perro dd'hortelano. Co-
media on tres actos y en verso, original de
Lope de Vega^ refundida por Juan Eugenio
Ilartzenbusch.— Madrid. Tip. de la Revista
DE Archivos. 1903.— 8.**, 98 págs.
• VoLTAiRE. Diccionario filosófico.— Valencia.
F. S impere. S. a. [igoaj.— 6' Vols. 8.°., 189-181.)-
189-IQI--206 y 206 págs. — 5 ptas.
A. Gil .Albacete. M. Serrano y Sanz.
LIBROS EXTRANJEROS
(r° Los tratados universales y generales por
naciones y m «lerias, de histeria y sus ciencias
auxiliares, de literatura y arte, de fílología y
llnuflíst.ca. etc., que interesen á 1j erudición
\ i la cultura, publicados en ó fuera de Espa-
ña por espiñole'% ó extranjeros en hablas vul-
gares no españoles, ó por extranjeros en len-
guas sabias. 2." Los de cualquier materia es-
critos por españoles en ó fuera de España en
dichas lenguas vulgires. 3." Los de cualquier
materia, con t;il que se refieran á cosas espa-
ñolas, publicado» por extr^nj.-ros en ó fuera
de España en lenguas sabias ó en habl.is vul-
gares no española>.J
Ballu ( \.). Note sur les fourlles des monu-
mcnts historiques en Algérie pendant I'annéc
igo2.— París, Imp. Nationale, 1902.— 8.", 24 págs.
Bargilli (G.). Intorno allasscdio di Siena:
1554- 1555.— Roma, Tip. Voghera, 1903,-8.", 19
páginas.
Beaukegard (D. de). Le Maréchal Masséna,
duc de Rivoli, prince d'Essling, enfant de Ní-
ce. Resume de sa vie. — Nicc, Imp. Gauthícr,
1903.-8.°, i5i págs.
Bkre.nson (B.). The drawings of floren tí nc
painters classifíed and described.— London,
.Murray. 1902.— 2 vol. folio.
BiuoT (J.) y Marti.n (J. B.). íNoiícc sur la
collection des livrcs d"hcurcs conserves, au
tréscjr de la priraatiale de Lyon.— Paris, Im-
primiere Nationale, 1903.-8.°, 12 págs.
Clkrmont-Ganneau (C). Recucil d'archéo-
logie oriéntale.— \ngers, Imp. Burdin et C*^
1902.— 8.", 288 págs. con grabados.
CoRRiDURE (F.). Storía documentata dclla
popolazione di Sardej^na (i479-it>oi).— Torino,
Clausen, 1902.— 8.°, 328 págs.
CoTTiN (P.). Sophie de Monnier et .Mirabeau
d aprés leur corrcspondance secrete inédite
(1775-1789).— Paris, Imp. PIon-Nourrit, 1903.—
8.°, ccLx-287 págs. con tres retratos y dos fac-
símiles de autógrafos.
CouRET (Le Comte). Le lívre d"Heures du
pape .Mcxandre VI.— Nogent-le-Rotrou, Im-
primiere Daupeley-Gouverneur. 1903.-8.°, 13
páginas.
De .Martino (A.) In qualc anno .Vmerígo
Vespucci compi il suo primo viaggio in Ame-
rica.-.Avellino, E. Pérgola, 1902.— 8.^,73 págs.
De Simóme (T.). II tumulto di Napolí del
1647.— .Avellino, K. Pérgola, 1902.-8.°, 26 págs.
Dommadiei' (A. L.). Les hypothcses scíentifí-
ques relati ves au saint Suaire de Turin. — Lyon
Imp. Emmanu'el Vitte, 1953.-8.°, 122 págs.
EiNSTEiN (L.). T^ italian rcnaissance in Kn-
gland.— New-York, .Macmillian, 1902,-8.°, 4»
páginas.
El-BokhAri. Les traditions islamiques, tra-
duitcs de l'arabe, avec notes ei índex, par
O. Hondas et \V. .V/arfaíi.— Paris, Imp. Natio-
j nale, 1903.-7-8.°, Ó86 págs.
, Epifanía (A.). Cario VIH di Valoís a Napo-
lí.—Napoli, F. Giannini, 1902. — 8.°, 161 págs.
FiORKTTi(I.)dí SanctoFrancíeschosecondola
lezionc del Cv>díce ñorcntíno scritto da Ama-
I retto MtncUi, ora per la prima volta edita
I pubblicati di nuovo da Luigi Man/oni di Mor-
I daño.— Roma. Krmano Loescher .M.D.CCCC—
I 8.°, X-28Ó págs.
I Florance (Le Doctcur). Numismatíque grec-
que. Seríes imperiales grecqucsct coloniales. —
Macón, Imp. Protat, 1903.-8.°, 197 págs.
FouiLLÉB (.Vlfredi. Esquisse psychologíque
des peuples europcens. Deuxiéme édition.—
Evreux. imp. de Charles Hérissey. 1903.-8.°
m., xix-55opágs.
Gaillt de Taurines^C). L'ne représentation
du mystére de la Passion áMézicres, en 1531,—
Dóle-du-Jura, Imp. Girardi et Audebcrt, 1903.
8.°, i5 págs.
Gandini (L.* a.). Episodio storíco inédito in-
torno Lucrezia Borgía nell'tmmínenza delle
sue nozze con .Vlfonso d Este.— Bologna, Tip^
Zanichelli, 1902.— 8.", ót) págs.
fiALr.KLKH (P.). Insoriptiuns inédites de Tu-
nisie.— Paris, Imp.Niítionale, i9«>2. — 8.", 24págs.
Ghonat (G.). .Vus Kaphaels florenliner Ta-
gen.— Berlín, B. Cassirer, nj<>2.— 4°, 57 págs.
HiKRSEMANN(KarI \V.) Katalog28i .Nordamc-
ríca. Vereínijíte Staalen. (";ínada. Polarlánder»
Geschichte,Geographie, Reiscn,KuIiurleben. —
Leip/íg, 1902. *-8 ", 40 págs.
HisToiRK chsÉRAi.E i)E pARis. Regístres des
délíbérations du bjreau de la ville do Paris,
publíés par les s »íns du service historique. T. X
{lbQO-l5^) T. XI (1594-1 598).— Paris, Imp. Na-
tionale, 1902.-4.°, 2 vol. de xx-5ióy L-757págs.
La Mazki.ikrk (M. de). Essai sur l'évolutíon
de la civilisaiion índienne.— París, Imp. Plon-
Nourrit et C*, ic)03.— 16,°, 2 vols. de 446 y ó5o
páginas con grabados.
Marvchi (íL). El¿ments d'arehéologie chr¿-
tienne. III. Basiliques et Eglíses de Rome.—
Lillc, Imp, Desclée do Brouwer et C^, 1902.—
xxxix-529 págs.
Pascai.k(V.) Micholangelo Buonarroti poeta.
Napolí, Tip. Novecento, 1902,-8.°, x-184 págs.
PiciNEM.i (Gíuseppe). Cenni storici sul pri-
vilegi e suUc prerogative dclla citta e deí coa*
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
323
siglicri de Ca^liari ncl scrolo xiv.— Cagliari,
P. Valdcs, 1903.-4.°, 25 pá^s.
Report of thc Commissioncr ot cducation
for ihc yc-ír kido-iodi. Volume /.—Washington.
Government prinling Office, 1902.— 8." m..
cxri-i.2i6 pá^s.
RosTA<iNi (A.K Diego de Almagro, tragédie
en trois actes et six tableaux.— Beaulieu-sur-
Mcr, Imp. (laggini, 19*13. - 8.", 35 págs,
Sabatíi r (Paul). S. P'r.inrisci Icf^icndae velc-
tcris fr igmcnta quacdam.— París, Fischbacher,
1902.-8 ° 14? p.ig.«4.
ScARAMKi.i.A ((i.), l'n privilegio aragoncsc a
favorc di ('ami obasso.— Ferrara, Tip. Socinle,
I9tn'.— 8.**, 22p;igs.
Soi'SA VitkrbÓ. Arles industriaes é indus-
trias portuguezas. — Culmbra. Imp. da L'ni-
vcrsidadc. i<)02 — S.**, 52 págs.
Ujíai-vy (Charles de). Le type physiquc
d'Alexandre le Grand, d aprés les auteurs an-
ciCH'i et les documents iconographiques.— Pa-
ris, Imp. Fontcmoing, i<í02.— 4.**, i85 págs. con
grabados.
Vassai. (A.). Mosscn Jacinto Vcrdaguer: sa
vie, scs oeuvrcs, sa morí.— Auxerre, Imp. de
rinddpendant auxcrrois, 1903.-16.°, 44 págs.
M. Serrano y Sanz.
REVISTAS ESPAÑOL.AS
(i.** Los sumarios íntegros de las revistas
congéneres de la nuestra, consaj^radas exclu-
sivamente al estudio de K^pana y publica-
das en cualquiera de las hablas españolas en ó
fuera de España: los títulos de estas revistas
van de letra cursiva. 2.° Todos los trabajos
históricos y eruditos accrcí de cualquier ma-
teria, segiín el amplísimo criterio expuesto,
que figuren en los sumarios de las revistas no
congéneres de la nuestra, escritas en dichas
hablas en 6 fuera de España.]
Roí Klt.S DE I A RkaL .\CADKMIA DK LA HISTO-
RIA. 1803. .Marzo. Historia de España. Reparos
sobre la traducción de la Eclesiástica escrita
por el Cardenal Orsi, por Miguel de la Iglesia
CastrtK — Epigrafía romana de Asiorga, por
Fidel Fita.— Kl castillo de Vivero, por Juan
Catalina Garda. —V'n sarcófago cristiano del
siglo V, por Arturo Vá^que^i .Vú«e^.— Nuevas
inscí ¡pelones de Ibahernando. Cumbre y5>anta
Ana, por .Mario /?o,vo de Luna.
La Cuuai) de Dios. 1903. Marzo. Datos bio-
gráficos de León XIll, por el P. Zacarías Mar-
/ínt'Jí-.Vu//e-.-León XIII y la Filosofía cris-
tiana, por el P. Marcelino Arnái:;^. León XIII .
y los csiuilios históricos, por el P. Lucio Con-
de /\2i//t'rna. — León XIII y las Bellas .\rics,
por el 1'. Luis ViHalba A/m/1o^.— León XIII y
las ciencias naturales, por el P. .\ngcl Rodri-
gue{ de Praifa. — León XIII y su Encíclica
Rerum noi'aruvt. por el P. Florencio Alonso
Martine!^. — León XIII y la esclavitud africa-
na, por el P. Julián Rodrigo.~L.di intervención
de León .\1II en los conflictos internacionales
de España, por el P. J. AíoníM.— León XIII y
el anglicanismo, por el P. Benito R. Gon^á-
/e^.— La política de León XIII, por el P. Con-
rado Aíuinos 5aen^.— León XIII místico, por
el P. .Manuel F. Migúele^.— Cronia del Jubi-
leo pontificio.
Hojas selectas. 1903. Abril. La moderna
metrópoli del Plata, por Julián de la Cal,--
Ocho cuadros de Domingo Ticpolo. La Pasión
de Cristo; texto del Evangelio de San Lucas,
con ocho fotograbailos impresos á tres tin-
tas.—Los habitantes de un confín del mundo
(Expedición á través de Siberia) por Jonás
Stadling (conclusión).— El drama de la Pasión
en Obcrammergau, por A. Garda ¡Jansó.
La Ilustración española y americana. K
Enero. 1903. Siluetas escénicas del pasado. La
bella Amarilis, por Narciso Diai^ de Fscupar.—
Destrucción de los cuadros, por José R. Ca»
rraddo.—Ki Tenorio en Alemania, por Juan
Fastenrath.= 1 5 E n e r o . Ceuta, por Clodoal-
do Píña/.= 30 Enero. En la América espa-
ñola, por Juan Péreí^ de Gujcmdn.— Razas y
tribus de Marruecos, por Manuel Antón.= i5
Febrero. La «cuestión» de Albania en el
Teatro antiguo español, por Felipe Pére!^ y
Gon^ále^. Enrique Landcsmann (Jerónimo
Lorm) poeta y fílósofo, por Juan Fastenrath.=
22 Febrero. La «cuestión» de Albania en cl
Teatro antiguo español, por Felipe Péreí;^ y
Gün;^a/e^.— Monumentos y recuerdos (lUcs-
casj, por E. Serrano Faíigaí».— Grabados.
Illescas: Torre de la parroquia. Virgen de
piedra de las monjas. Puerta de L'gena. Inte-
rior de la Iglesia parroquial. = 28 Febrero.
El poeta alemán llamado el Padre Gleins, por
Juan Fastenrath. — Fernández Jiménez y «la
cuerda granadina, por Manuel del Palada. •=
8 Marzo. IV Centenario de los desafíos de
Barletta, por Juan Pére¡; de Gu^mdn.= i5
Marzo. La Academia del gato, por Eduardo
de /.«sfonVi. — Esculturas de la catedral de
Charires, por E. Serrano Faíigaíi.— Graba-
bados: Catedral de Chartres. Tímpano de la
puerta Real. Puerta Real y sus dos colatera-
les. Detalles de la puerta Real.
La LtCTURA. 1903. .Marzo. Armstrong y
Krupp, por L. Cu¿>i7/o.— Notas sobre cl arte
del cartel, por Rafael ZíomfnccA.rr-Pí lacio Val-
dés, por G. Martínez Sierra.— El libro del
mes. Apuntes para una Biblioteca de escrito-
ras españolas desde el año 1401 ai 1833, por
Manuel Serrano y Sanz, por F. Navarro Le-
desma —Otros libros, por P. Dorado, R. Péreí;^
de Ayala, J. M. Llanas Ay;,uilaniedo, J. I'. S.
y Zeda. — Revista de Revistas.— índice de Rc-
"vistas.
Nuestro Tiempo. 1903. Marzo. A propósito .
del catalán, por Eduardo Benot. — Galdós y los
324
REVISTA DE ARCHIVOS
lo XV), por S. Ramón y Ca;a/.— Nuestro ejer-
cí lo en África, por Pedro Jevenoit.
«Episodio» nacionares», por I*. Goni^ále^ Se-
rrano.—Lx earopeización de Egipto, por el
Marqués de Casa- Torre.— Macedonia, por el
Dr. />i7/ün.— Recuerdos de mi vida (Capítu-
I, por S.
I África,
Revista de Aragón. 1903. Marzo. Pinturas
murales de la Cartuja de Aula Deí, por J. Ka-
leni^uela de la Rosa.^Lz Filosofía en los Es-
tados Unidos, por Luis Cg/omína.— La Filoso-
fía escolástica en Alemania y otros países, por
A. Góme!;_ ¡^quierdo,^Los principios funda-
mentales de la Historia, por Julián Ribera.—
Familia Real de los Benitexufin, por Francisco
Codera.— Los pergaminos de Maz león, por
Santiago V¿^ie//a.— Recuerdos de mi vida, por
Santiago Ramón y Ca;a/.— Bibliografía.
Revista de .Archivos y Bibliotecas Nacio-
nales [del Perú]. 30 Septiembre igoo. Ordenan-
zas para el ,í(obierno de la ciudad de los Reyes*
1549 á 1624. Letras anuas de la provincia del
Perú de la Compañía de Jesús. 1620 a 1724.— Re-
lación de los hechos más notables de la suble-
vación de Jos¿ Gabriel Tupac Amaru. 1780
i 1782.
Revista <:oi«temporá-\ea. i5 Marzo 1903. El
monje Cesario de Heisterbach, por Juan Fas-
tenrath.—Lo% visigodos en España (continua-
ción), por JIoséJ 0[rtegaj RlubioJ.—Lz lin-
güística como ciencia de observación, por Ed-
mundo Gon^<i/e;-B/anco.— Curiosidades lite-
rarias, por Antonio Balbin de Unquera.—Pro^
clamación de los Reyes Católicos en Segovia,
por Gabriel M.* Verf^ara.
Revista de Extramadcra. 1903. Marzo. El
Cristo del Desamparo, por M. Roso de Luna.—
Notas bibliográficas, por H. P., X. y S.
SopHiA. Revista teosófica. 1902. Diciembre.
El testimonio externo más primitivo acerca
de la fecha de Jesús (continuación), por G. B.
S. Mea^.— Desde las cuevas y selvas del Indos-
tán (continuación), por II. P. Blavatsky.—=
1903. Enero. El testimonio más primitivo
acerca de la fecha de Jesús (continuación), por
G. B. S. A/eatf.— Desde las cuevas y selvas de
Indostán (continuación), por H. P. Blavat^
j/ty.=Febrero. La teogonia y la magia entre
los aborígenes del Brasil, por Pedro Velloí^o.—
El génesis del Talmud (continuación), por
G. B. S. Afea^.— Desde las cuevas y selvas del
Indostán (continuación), por H. P. Blapat^
.sA/.=Marzo. Desde las cuevas y selvas del
Indostán (continuación), por H. P. Blapatsky.
M. Serrano y Sanz.
REVISTAS EXTR.\NJER.\S
(i.* Los sumarios íntegros de las revistas
congéneres de la nuestra portuguesas, ó ex-
tranjeras en hablas no españolas ni portugue-
sa consagradas exclusivamente al estudio de
£spañt, y dadas i luz en ó fuera de ésu: los
títulos de unas y otras revistas van de letra
cursiva. 2,** Los trabajos de Cualquier materia
tocantes á España, y fus de carácter histórico
y erudito iniere antes para la cultura que
figuren en los Sumarios de las demás revistas
escritas én lenguas portuguesa y cxiranjer;íi8,
publiquense ó no en Esp.ina. 3.^ Los trabajos
que, estando en las condiciones reseñadas en
' este párrafo segundo, aparezcan en revistas
publicadas por extranjeros en lenguas sabias.}
L Art. 1903. Febrero. Henry Jum, Tne le^on
de Louis David á David d'.mgers. — Georgcs
Riat, Les litographies d'Eugéne Delacroix.
TiiK AtHK.N^.r>i. Núm. 3932. H. IIesketm Pri-
, CHARD, Through the Heart of Patagoniu.=N ú-
¡ mero 3933.— Edward G. Brow.ne, A. Lilcrary
I History ot Persia from the earliest times until
Firdawsi (Fisher Vnmn).
I BlBLlOTÉQUE DB I.'ÉCOLE DES ChARTES. I902
I Septiembre-Diciembre. Ph. Lauer, Les manus-
■ criis de Saint-Arnould de Crcpi.— M. Skpet,
Observations sur la légende de sainte Odilc.—
León LKVIL1.AIN, Étude sur les -ettres de Loup
• de Ferriéres (Jin).—J. Calmette, Notice sur le
ms. catalán P. 13 de la Bibl. Nat. de Madrid.—
H. Omont, Catalogue de la Bibliothéque des
! Grands-Augu >tins de Paris.— J. J. Vek.mer.
j Inventaire du trésor de l'abbaye de CUirvau.\,
¡ A. Bruel, Fragment d'un cartulaire de Clu-
1 ny.— D. M. Feroti.v, Complément d'une Ictirc
de Mugues, abbé de Cluny.— H. Martin, Con-
cours pour 1 étude des insectes ennemis des 11-
vrcs.—Bibiiographie.
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' 1903. Febrero. Edouard Ron, Le libéralisme et
les idees politiques du dixhuitiéme siéclc.—
Michel Delines, La Perse et les persansde nos
jours.=Marzo. Michel Delines, La Pcrse et
les persans de nos jours.
BuLi.BTiN iTALiKN. 1903. Encro-Marzo. 11.
Hauvette, Vn chapitre de Boccace (De casi-
bus virorum illustrium, IX, 26) et sa fortune
dans la Littérature fran^aise.— É. Picot, Les
italiens en France au xvi*-* siécle (5* anide).--
A. Morel-Fatio, a propos du sonnet «Super-
bi colli».— L. .\rvRAY, Note sur une lettre de
Machiavel.— .V. Morel-Fatio, Rapport sur le
Concours de lagrégation d'espagnol et d'ita-
lien en 1902.
La civiLTÁ CATTOLICA. 7 Marzo. Nuovi lavo-
ri bibliograñci della Biblioteca Vaticana.:^
21 Marzo. Le peripezie d'un manoscritto: U
processo origínale di Galileo. — II Congreso di
Vienna e la S« Sede. I primi rigori della res-
taurazione pápale (Maggio-Ottobre 1814).— Di
alcuni criterii incerti nella Paletnologia, Ar-
cheologia e Storia antica. La scoperta delle
tombe nel Foro Romano e il criterio cronoló-
gico.—Studii del Petcrs e del Knabenbauer sui
frammenti ebraici deír «Ecclesiasticov.— Stu-
dií intorno il maniré S. Giorgio.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
325
Le Corrf.spondan't. 35 Marzo 1903. Fierre de
la GoRCE, Ktudcs d'IIistoire contemporaine.
Les deux dcrniércs années du régne de Napo-
león IIL— La Francc el la Prusse avant la guc-
rre.— Fraoz Heymann, En Allemagnc. Limpé-
rialismc catholique el le Centre.— N. M. Ber-
NARDiN, Erncst Legouv¿: L'hommc ct locu-
vrc.— L. de Lanzac dk Laborie, La famille de
Napoleón. Du divorce au bapt¿me du Roi de
Rome(i8x)-i8ii), d'aprcs une nouvclle publi-
ca ti on.
The üeographical jovrsal. 1903. Abril. R.
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the East África Protcciorate.—A. IIamilton
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Ñapo.— H. N. DiCKSoN, The Hydrography of
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cal Literaturc of the Monih.— New Maps.—
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Heronis Alexandrini opera (P. Tannery).—
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* latina lingua originem duxcrunt. (D'Arbois
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Gleize, L'Afriquc Occidentale fran«;aise.— Ar-
mand Charpentier, Voltaire ei la P'ranc-Ma-
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nisation fran^aise en Afrique.
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Uno staiisia del seicento. Don Valeriano Cas-
tiglione.— Alessandro Ciiiapei.li, Una nuova
questione a proposito del «David» di Michel-
aogelo.— Dante Vaglibri, La Storia di Roma
serondo Guglielmo Ferrero.— Raffacle De Ce-
sare, La disfída di Barletta nella storia e nel
romanzo.— Guillo Urbini, Alinda Bonacci Bru-
namonti.— Giuseppc Tarozzi, Paganesimo e
liberta in Giosue Cardurcí c Federico Nietz-
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B«TTi) Coloncl Robín, Notes historiques sur
la Grande Kabylie de 1838 ¿ i85i.— Qvf.denfeld,
División et répartition de la population Bér-
bere du Maroc (trad. Capitaine II. Simón).—
Colonel MoiNiER, Campagne de J. (>csar en
Atrique (46-47 avant J.-C).
La Revue Ancíenne «Rbvuk des Revües»).
Marzo. Cervantes, Les Voyeurs (Los Miro-
nes). (Nouvelle inédite. Note explicaiive de
Ciernen t Rochcl.) (El entremés de Los Miro-
nes ni es inédito, puesto que ya lo publicó en
el año 1874 D. Adolfo de Castro, ni es de Cer-
vantes.]
Revue de l'Art ciirétién. 1973. Marzo. L. de
Farcy, Croix d'Anjou. Vraie Croix de l'aiybh-
ye de la Boissiére.— L. Maitre, Les pr€raidrc>
Basiliques de Lyon el leurs cryptes (Jíh).—M,
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X. Barbier de Montaui.t, Symbolisme de la
fa^ade de la cathédrale de Poiiicrs.~S. L., La
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San Stefano a Vcnisc.— A. Brykc/ynsky, La
porte de bronze de Plock. — Hibliographie:
Nocions de arqueología sagrada catalana, par
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La mission de l'historien et de Tartiste.— Char-
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(Correspondancc inédiie).— Camille Mauclair,
La Provence et ses peintres.— Jules Troubat,
Sainte-Beuve el l'Encyclopédie Pcrcire. — J.
Ernest -Charles, La vie littéraire: Alfred
Fouillée et son oeuvre.=io Enero. Charles
Baudelaire, La vie douloureuse du poéie (Co-
rrespondance inéditc). — J. Ernest-Ciiarles,
La vie littéraire: Un homme de letires d au-
trefois: Marmoniel.=i7 Enero. Charles Bau-
delaire, La vie douloureuse du poete (Co-
rrespondance inédite) /rn.— Mugues Imbbrt,
L avenement d'une renommée musicale: Joban-
nés Brahms. = 24 Enero. A. Fouillée, Un
nouveau La Rochefoucauld: Nietzsche. — L.
Delpon de Vissec, Le mouvement ritualistc
en Angletcrre.=3i Enero. Albert Le Roy
George Sand et Lamennais.=2i Febrero.
M"™*^ R. Ré-musat, Bernadotie et la Norucge de
i830.=28 Febrero. Édouard Schurk, Le reveil
de lá poésie populaire en France (1870-1900).=
7 M a r z o . Péladan, L'inñuence allcmandc en
critique d'art.— .Michel Salomón, L amilié de
George Sand.— Édouard Maynial, Les gram-
mairiens philosophes du xviii^ siécle.= i4
Marzo. Frédéric Loliéb, Gastón Paris.— Ed-
mond Plauchut, L'esclavage dans le nord de
la Nigritie.=2i Marzo. Paut Monceaux Es-
pagnols d'autrefois.— Edmond Plaichut, Lcs-
clavage dans le nord de la Nigritie (/rn^.=28
Marzo. Paul Bastier, La critique dramati-
que en Allemagne.
Revue des cours et confere.nxes. 26 Marzo
1903. Émlle Faguet, Les poetes secondairesdu
xviii* siécle.— Jules Martha, L Histoire a Ro-
mé. Les succcsscurs de Catón; Cassius Hemi-
na.— G. Desdevises du Dezert, Girone, Valen-
ce, Saragpsse, Cintra.— N. M. Bernaroin, Le
ThéatredeCollé.
Rkvüe critique d Histoire bt de Littéra-
ture. 9 Marzo 1903. R. P. Mortier, Histoire
des mtitres généraux de l'Ordre des Fréres
32G
REVISTA DE ARCHIVOS
PrCcheurs (Jean (Juirau^/.- 23 Marzo. F. Pa-
SKi.LA, La poesía conv¡v»Ic dei (ircci fMy).—
Reaé Pichón, De sermone amatorio apud iati-
noH elcgiarum scripiores (A. Cartault).
Rkvik pbs I)klx mo.nmks. i5 Marzo i\^f$
Charles de Moiv, Souvcnirs dun diplómate.
La üclégaiion des .Atfairei cir,iní<cres á Tours
el á Bordeaux (iHTtviftxi). — Goorfícs Gir^Av,
L'Alicmagnc en Auiriche. l'n épisode d llis-
loire religieusc ( 1 898- ioi>2).— Joan Lemoine y
AndréLicnTKNBKRGKK,LouiiedtíK<írouaIIe, Du-
chcsse de Porismouth. l'nc alliéc de Louis XIV,
La Rkvue i> EiROi'K. ujkí^. Marzo. J. Kom,
Michel VíVósmariy.— K. Cochki.in, La qucs-
lion Macédonienne.— Prince Mirza-Ri/a-Kiia.n,
Notes ct souvenirs.— (j. ('.api s. Lcvoluiion rc-
ligieuse en Bosnic-llerzéí^ovine (suite).—Em-
manuel des Esrarts, Le Cenieoairc dEdgar
Quinel.— Amiral Rkveim.kre, Le iélichisme á
Grand-Bassam. — Comie Fi.eihy, Nouvcaux
détailssur lassa.ssinat du duc de Berry.— Rene
DEI.APORTK, La qucsiion coloniaje espagnolc.—
Okiiutnik, Revuc biblioKraphiquc.
Revi-k dh Gascoone. 1903. Febrero. .\. Dk-
GERT, ¡/impresión des Liturgies gasconnes.—
TiKHNY et GouAix, Journil de Seniex.— A. Dk-
<;kht. Les premieres journées de la Révolu-
lion.— J. B, Gabarra, l.'ne proclamaiion de
W'cWin^ton.—Biblio^raphie.
Rkvue de Géografhie. i(.»(>3. Knero. .Vndrc
Bhisse. Les inlérOis allcmandsen .\mérique.—
Francis Mi'RV, Bangkok. — Alberi IIans, Le
nouveau pori ue Vera-Cruz.— Febrero. Z....
A propos des évcnements du Maroc — .\ndrc
Brisse, Les intérOis allcmands en .Vmériquc
^SMÍ/e>.— Paul Barbé. L'Ar.ibic.-.M ar z o. A.
B., L.Mlemagne en Maroc. — .\ndrc Brisse.
Les inlércis allcmands en .Vmérique (,/in).-
Paul Barré, L Arabio.^ .\bril. H. I)., Les co-
les du Marí»c au point de vue «le la marine de
guerre.— Léon Dks<:iiamp.s. .\rchipcls d ,\mér¡-
que et d Asic; cssai de (iéographie comparati-
ve.— Augusiin Bkrnard. L.\ trique du Nord,
Revi'k d Histoire kt o Arciíéoi.o(íie dv
Ror»sii.i.oN. 1902. Septiembre, Ph. Torreii.i.es,
L'Administration Jansénistc du diucesed'Alet
(i«»40-n>77).— X. de Descai.i.ar, A propos de la
Main Armée de 1613,— F. Buei, l'ne question
de Presea ncc (ifxjí)), — J. Frkixe, Ilistorique de
la question de la voic Domiiienne de Narbon-
ne á Gerona.
Revie nts yiESTioNN liisioRK^iES. Abril.
i(j03. Paul Ai.i.ARn. L'incendiede Reme ct les
preiniers chrétiens.— M, h. Va(:a.m>ari). Saint
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ture Saintc, daprcs la doctrine des Peres q''
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J. CoR.Nf, D¡sctte-=/)ece;?fa.— -J. 'Corni:, Taní
mieux, tant pis, tanl plus, tan inoins.— J. Coh-
XI-, Poche, «cuiller a pol». — P. Axdraiu, La vic
ct 1 ocuvre du troubadour Raimon de Mirav.-il
(.•\. Jeanroy).
Si rni K Dor.r.MKNri di Storia e Dirittü. 1902.
Julio-Diciembre. Pieiro Tacchi-Venti*ri, Dia-
rio concistoriale di Guilio Antonio Santori,
cardioaie di S. Sevcrina (¡570-1571).
M. Serrano v Sanz.
SFXCION OFICIAL Y DE NOTICIAS
Por haber sido disueltas las Cortes se han
declarado terminadas las excedencias conce-
didas en concepto de diputados á Cortes á
I). José J. Herrero, que vuelve á presiar sus
servicios en el Archivo central y Biblioteca
del ministerio de Hacienda, y á D. Benedicto
Anlequera. que ha sido destinado al Archivo
general del ministerio de la Gobernación.
Museo ruinoso.— Hallándose en estado de
rui la el lecho del llamado Salón Nuevo del
Musco .\rqucológico de Toledo, así como tam-
bién algunas de sus paredes, se ha dispuesto
que para evitar desgracias quede cerrado al
público h.-ista nueva orden dicho edilicio.
Ha sido nombrado, por oposición, catedráti-
co de Historia ('ni versal en la Facultad de
Filosofía y Letras de Barcelona nuestro com-
pañero D, Martiniano .Martínez, que prest.iba
sus servicios en la biblioteca provincial de
Santander.
MADRID.— Típ. de la Revista de AtcIiítos, Bibliotecas 7 Museos, O lid, S
J^EVISTA
lU'.
ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
(H I b I o M «i Y «. I K Ni. : \'s A •. M I I A P F S )
ÓRGANO OFJCIAL l»hL ::ríHK) FAClT^inu l'tL. RAMU
(SK HLHU.A I \A \FZ A.l- MIS)
TERC i:ra i:p(,)Ca
ANO Vil
Número 5.
Mayo 1903.
MADKín
Til». l)k I.A NtMSI.. 1>K AMh'\ S, IMI .u f t c AS ^ Ml*SM>S
Callr df Cüid, núin. ».
i()C)3
SUMARIO
I —Los Puentes de la anítgua Toled'^: I. KI Puente de Alcántara, por D. Rodrigo Ama-
dor DE LOS Ríos 327
II.— 5o6re el origen y desarrollo de la leyenda de los Amantes de Teruel, por D. Emi-
lio Cotarf.Io'. de k Real Academia Kspañola : 547
'\U.— Vida y eschtox de D. Joxc Antonio Conde, por D. Pedro Ro«:a, de la Biblioteca
Nacional 378
I\ .—Campaña del Marqués del Carpió, D. Gaspar de ¡laro y Guarnan, Virrey de Ña-
póles, contra los bandidos del Abru^^o en i6ft4, por D. Julián Paz, Jefe del Ar-
chivo de Simancas.' 3^5
y. —Sellíf del Cvnde de l'rgel, Armengol VIII, por J. M.? 407
VI.— Documentos: Literatura aljamiada. Materiales para su estudio. I. Ms. Bibl. 'Sacio-
nal, Gg io5, Núm. 5.337. Ksia es la batalla de Badri y Honaini, por el Dr. Meseu.—
II. Actas de la licenciatura en la facultad de Leyes de D. Franci«icu Ramos del
Manzano, primer conde de Vrancos; por la copia, Ktoy Rri.i.ÓN ^oS*
VIL— Notas bibi.iooráficas: D. Cesáreo F^rnánde^ Duro, El último Almirante de í^a»-
tilia, D. Juan Tomás Knriquez de <'abrcra. Duque de Medina de Rioseco, Conde
de Módica, etc. (A. P. y M.).— Paul /.acombe. Ribliographie des travaux de M. Léo-
pold Delisle, \dministrateur general de la Bibliothéque oaiionale (A. P. y M.).—
J. G. Fra^er, Le Rameau d or, elude sur la magie et la religión (G. Desdkvises
DI' Dezkrt, Professeur d'histoire .i 1 I'niversitc de í'lermont-Kerrand) 422
VlIL— Variedades: Bélgica, Kspaña> (Barcelona, Burgos, .Madrid, Oviedo y Zaragoza), Es-
tados l'nidos, Inglaterra, Italia y Portugal 426
IX.— Bibliografía: Libros españoles, por D. .\ i varo Gil Albacete y D. Manuel Serrano
T SANZ,de la Biblioteca Nacional.— /;,tfr'ro5 extranjeros, por D. M. Serrano t Sauz.—
Revistas españolas, por 1). M. Serrano y Savz.— Revistas extranjeras, por don
M. Serrano t Sanz 41»
X.—Skcciók OFICIAL r DE NO riciA» 4|6
Lámi>as sueltas: XL Sello del Conde de Crgel, Armengol VIH.
LÁMINAS intercaladas: Lugar de Poggio L'mbrichio. --Cason de Juan Beraardino Cola Raniero.
Lugar de San Jorge.— Plano sin epígrate. con solo la leyenda de: Rio Humano —Planta
T porspcciira de la roca de Roseto.
Pliego iQ de la Bibliografía hispano'latina clásica, por D. .Marcelino Mknénokz r Relato.
Jefe superior del Cuerpo facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos,
Director de la Biblioteca Nacional.
Pliego 37 del Catálogo de retratos de personajes españoles que se conservan en ' la Sección de
Estampan y de Relias Artes de la Hiblioteca Sacional, por l>. Ángel M.* de Baruia
T Pato>, Jete de dicha Sección.
Pliego 3 del Catálng-^ de ¡a librería del Cabildo Toledano, por D. José Octavio dk 1'olkbo.
REVISTA
DE
ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
(HISTORIA Y CIENCIAS AUXILIARES)
Año VII. — Mayo de igo3. — Núm. 5.
m PUENTES DE U ANTIdM mEDO "
A Levante y Ocaso de la Ciudad tendidos respectivamente, notables
son del propio modo, como construcción arquitectónica, los dos hermo-
sos y robustos Puentes de Alcántara y de San Martín, con que Toledo
cuenta.
Dando entrada á la población por la parte más principal y noble de
la misma en todos tiempos, el de Alcántara parece brindar interés mayor
y más crecido, en el doble concepto histórico y arqueológico, y á él, con
efecto, se refieren las noticias de antigüedad superior, á nosotros llegadas.
De no tan dilatado abolengo, bien que sin carecer de títulos y mereci-
mientos enteramente, el Puente de San Martin tuvo siempre inferior ca-
tegoría, no en cuanto á su valor y á la importancia de su fábrica admira-
ble, sino á causa de facilitar acceso á la Ciudad por las inmediaciones de
la antigua Judería, dignificadas primero con el Convento de San Pedro,
no mencionado por nadie, el de San Agustín, ya como aquél desaparecido,
y más tarde con la egregia fundación de San Juan de los Reyes, honra á la
par y orgullo de Toledo.
I Forma el presente trabajo uno de los capítulos de la obra Tolbdo, que tiene el autor dis-
puesta para la imprenta, y que ha de empezar i publicar en brere con profusión de fototipias la
casa del Sr. Gómez Menor en Toledo. - - •
3.* ÍPOCA.— TOMO Tin. ^^
328 REVISTA DE AI^CHIVOS
EL PUENTE DE ALCÁNTARA
La afirmación de que por su parte oriental tuvo siempre enlace y co-
municación directos la antigua metrópoli carpetana con la opuesta mar-
gen del río, constante es entre los escritores de todos tiempos, como cosa
natural y corriente, y por nadie puesta en duda. A falta de testimonios que
lo acreditasen, bastaría con verdad el conocimiento de la posición en que
la Toletum primitiva se ofrece, encaramada sobre aquella rocosa eminen-
cia, para comprender lo imprescindible de dicha comunicación por seme-
jante lado, por el cual va el río encajonado y con menor anchura, brin-
dando así mayores facilidades para conseguirlo.
No es conocido rastro alguno de la expresada comunicación, relativa á
edades anteriores á la romana; y la generalidad no vacila en creer que el
puente erigido en momento ciertamente indeterminable por los conquis-
tadores latinos, y en el período visigodo subsistente, hubo de hallarse ten-
dido sobre las aguas, á la salida de la supuesta Puerta de los Doce Cantos
ó de los Doce Cauces, sirviendo á la vez de Viaducto y de Acueducto, y.
que residuos elocuentes son dé aquella soberbia fábrica, tan encarecida,
los dos bien ostensibles y característicos arranques de tortísima argamasa,
á la de los frogones del Circo Máximo comparable, que hace siglos avan-
zan frente á trente en una y otra orilla sobre el acantilado, y cuya silueta
se dibuja en medio de las informes rocas eruptivas hacinadas por un lado,
y de la capa de escombros acumulados, que forman por el otro la ver-
tiente.
Asegúrase no hubo por este lado otra comunicación durante los días de
los sucesores de Ataúlfo, y que, combatida por los invasores mahometanos
al tiempo de la conquista, fué destruida entonces, obligando la necesidad á
que los muslimes reconstruyesen el puente-acueducto c<bajo nueva forma,»
dándole «por terminado en el año ySS» de nuestra Era (122 de la Hégíra) '.
Refiérese con el testimonio de Abeil-Adharí de Marruecos y de otros escri-
tores arábigos, de quienes copia el arzobispo don Rodrigo, que este mismo
puente fué el arruinado por orden del Califa Mohámmad I, á industria de
los aalárifes de los edificios (maestros de obraá) y geómetras», dcrrumbán-
l Martín Camero, Historia de Toledo, pigs. C27, sin alegar ^raeba alguna.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 32g
dose «con multitud de toledanos en el momento que éstos, provocados por
los de fuera, acudían á librar sobre el mismo una sangrienta batalla», el
año 244 de la Hégira (858 de J. C.) », por lo cual, y no de otro modo que,
si constase en datos irrecusables, se dice que oun año después, sobre los es-
tribos ó arranques del antiguo puente» se alzó «otro provisional», al mis-
mo tiempo que se echaban los cimientos y se labraba más arriba, «con el
nombre de Bab^l-cantarah^, «el que restaurado diferentes veces ha llega-
do hasta nosotros con el titulo de Alcántara 2».
Ponderan con efecto los escritores arábigos este puente; y el más anti-
guo de entre ellos, Isa-ben-Ahmed-ben Mohámmad-ben-Musa Ar-Rázi,
conocido vulgarmente por el Moro Rásis, que alcanzó los tiempos de Hi-
xém lí 3, hablando de él, expresa: «et en Tajo ovo 4 [Toledo] una puente
rrica et marauillosa; et atanto fué sotilmente labrada, que nunca omen
pudo asmar con verdat que otra tan buena avía fecha en toda Espanya 5».
A mediados del siglo xii, Al-Edrisí, escribía: «Tiene [Toledo] sobre el Tajo
un puente, de admirable fábrica, y de un solo arco; y el agua corre por de-
bajo de él con la violencia de un torrente». «En uno de sus extremos hay
una anorta ^ que hace subir las aguas á noventa codos de altura; llegadas
á la parte superior del puente, corren por cima de él, y entran en la ciu-
dad 7». Otro autor, de quien copia el compilador Al-Maccari, dice que so-
bre el Tajo, Toledo «tiene un puente, para cuya descripción no hay pala-
bras que basten; es de un sólo arco, coi> un estribo á cada lado, siendo su
1 Bayán, t. II, págs. 98 y 99 del texto árabe; 193 de la traducción española de Fernández y
<}onzález (D. Francisco). £1 Arzobispo don Rodrigo, Historia Arabum, cap. XXVII. Quadradoy
La Fuente, conformándose con la tradición, afirman que «aquel puente sólo duró poco más de
un si^Io, pereciendo en 858 durante el largo asedio que sostuvo el rebelde Muza contra el poder
del Califa Muhamad, quien luego de sometida Toledo, lo hizo reediñcar de labor maravillosa
sobre las ruinas del otro, ó en el puesto del actual» (España, sus monumentos y artes, etc., t. III
•de Castilla ta Nueva, págs. 91 á93).
2 Martín Camero, Op. et loco cits. Parro, alegando que sigue la Crón, del Moro Rásis, fíja el
año 856. Ar-Rázi, sin embargo, con la noticia errónea de que la presente fué «fecha quando
reinaua Mafomat Elimen» (el Imam Mohámmad), pues suponen fué entonces destruida precisa-
mente, agrega: «et esto fué quando andana la era de ios moros en doscientos et quarenta años»,
fech:i que coincide con los años 854 a 855 de J. C. (Mem. sobre la autenticidad de la Crón, del
Moro Rásis, págs, 49, t. VIII de las Mem, de la R, Acad. de la Hist,)
3 Gayangos, Mem, cit, sobre la autent. de la Crón. del Moro Rásis, Este Isa, es el tercero de
los historiadores que llevan el sobrenombre de Ar^Rá^^i.
4 Otro códice dice ay. De él hubo de servirse Ambrosio de Morales (V. fol. 90 vuelto de las
Atigüedades, t. II de la Crónica General),
5 Mem, cit., pág. 48.
6 Como es sabido y hace observar Simonet, al utilizar el texto, «la palaba árabe annahora
ó [an-naóraj, de donde viene la muestra noria ó anoria, significa también un artificio «ó má-
•quina hidráulica, para subir las aguas.»
7 Descript. de l'Afr. et de I' Espagne, tuición de Dozy y de Goeje, pág. 187 del texto ára«
be 238 de la traducción francesa.
33o REVISTA DE ARCHIVOS
longitud de 3oo brazas, y su latitud de 8o». «Fué destruido, añade sin duda
por su cuenta Al-Maccari, en los días del Amir Mohámmad, cuando se
rebeló contra él la población, obligándole á algazuar contra ella, y á pri-
varla de todo socorro y comunicaciones "».
Entre los monumentos más antiguos de España, cita Ibn-Saíd este puen-
te, al lado del de Alcántara en Extremadura, y el de Mérida, y del Anfi-
teatro de Murviedro ^; y por lo general, no hay quien al hablar de Tole-
do, no se crea en el deber de elogiar aquella fábrica que, por su construc-
ción y solidez, despertaba la admiración de las gentes. De estos elogios,
ponderaciones y alabanzas, no se deduce, sin embargo, nada de cuanto
consignan los escritores locales, de quienes hemos hecho memoria, en or-
den á fechas y reconstrucciones, obteniéndose en cambio la certidumbre
de que el puente que por su parte oriental tiene la antigua corte de Wam-
ba, era obra Tortísima, de labor prodigiosa, y de antigüedad comparable á
la de los famosos monumentos romanos de Alcántara, en Extremadura,
de Mérida y de Murviedro.
El examen detenido y atento de los dos arranques ó estribos del que se
supone puente^acueducto romano, á la altura de la Puerta de los Doce
Cauces ó Cantos aproximadamente, revela por sus particulares condicio-
nes, y por sus dimensiones mismas, en cuanto á la latitud se refiere, por
más que digan los escritores, que sólo hubo de servir de acueducto^ quizás
con dos órdenes de arcos, cual los de Segovia y Tarragona, y que por él,
aun dada la mayor amplitud con que debió resultar del revestimiento de
sillares, de que aparecen despojados ambos estribos, no pudieron discurrir
las gentes ni los carros 3. Hay pues que descartar en la historia del Puen-
te de Alcántara, todo cuanto se ha venido hasta aquí afirmando con reía*
ción al acueducto, y cuanto á las ruinas mencionadas se refiere, repután-
dolas testimonios irrecusables de la existencia de un puente, que no hubo-
I Analectas, tomo I, pág. loi. Yakut en su Dic. geográf. repite respecto del puente las pa-
labras de este autor, manifestando que toda descripción seria débil (t. III, pág.545).
3 j^y^ w^*J^^ if^;L« íjiaüLÍj s^ÓjummjI ^J=^^ JíiLJLb ?^Lj3 yój (AI-Mac-
cari, Analect, t. I, pág. 120}.
3 De esta misma opinión es, como nos complacemos en consignar, el distinguido escritor
militar, D. Manuel Castaños y Montijano, quien, después de otras muy atendibles razones, esr
presa: ...«debo tan sólo hacer presente, para probar que aquello ao fué hecho para puente, la
circunstancia de que resulta muy estrecho para que pudieran pasar por encima de él aquellos
grandes y pesados carros de guerra que necesariamente tendrían que acompañar i las legiones
romanas, puesto que de una comunicación militar se trata» (Un puente y un castillo romanqs^
«rticulo publicado en el nú.n. 9 y 10 del Boletín de la Sociedad Arqueológica de Toledo^ corres^
pondiente i Mayo y Julio de 1901).
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 33 1
jamás por tal paraje. Para convencerse por lo menos de la justicia de
nuestra observación, por la cual resultan redondamente contradichas las
afirmaciones gratuitas de todos los autorer. ', basta comparar como arriba
indicamos, la latitud que arrojan estos estribos con la del puente romano
de Mérida, por ejemplo, y la de los que aun de aquellos tiempos subsisten
en Italia, adquiriéndose así el convencimiento de que con la medida del
supuesto en Toledo, se hacía imposible el tránsito de carros, caballerías
y personas, conforme nota oportunamente el escritor antes aludido 2.
ímpónese por tanto la necesidad de buscar emplazamiento distinto
para aquel puente romano, que perdura en la edad visigoda, que llega sin
detrimento á la época muslime, que se supone cortado el año 244 de la H.
por el Califa Mohámmad I, y reconstruido después por el mismo príncipe,
y que al finar de la X.* centuria enaltecía de tal suerte Isa-ben-Ahmed
Ar-Rázi, como para decir de él «que nunca omen pudo asmar con verdat
que otra tan buena [puente] avia fecha en Espanya». El reconocimiento
que en su estado actual consiente el de Alcántara, produce la convicción
de que en'la fábrica se señalan épocas y procedimientos diferentes de cons-
trucción, los cuales aparecen harto visibles en el monumento. La zoaa in-
ferior de los estribos en que apoya y voltea el grande arco central, carácter
muestra con invencible vehemencia de ser obra de constructores roma-
nos; y á mayor abundamiento, la disposición general del puente viene á
corroborarlo, por su semejanza notoria é incuestionable con otros de re-
conocida filiación latina, y especialmente con el tendido sobre el río Fiora
cerca de Vólci en Italia, el cual, siendo romano, consta de un sólo y gran-
dioso arco central, que da paso al río, otro menor, en una de las orillas,
y otro más pequeño aún, en el extremo opuesto, circunstancias todas que,
con otras locales, y la de la identidad en la configuración de los estribos
y de los machones, se dan en este puente de Toledo.
Tuvo pues esta ciudad, en la época de la dominación cesárea, dos di-
ferentes fábricas de condición distinta, y ambas en la parte oriental: el
1 El ingeniero militar' Maríátegui, con Martín G.imero y los demás escritores, creyó fué puentf"
acueducto. Véase sus estudios de Arquitectura militñr, pags. 170 y 171 del t. II de El Arte en ES"
paña.
2 Castaños, articulo citado.— Quadrado y La Fuente escriben sin embargo, arrastrados por la
fuerza del error: «Poco más abajo [del actual], y enfrente del alcázar, han subsistido por largo
tiempo los estribos del [puente] que construyeron en 738 los defensores del Islim apenas ense-
' ñoreados de la Península, bnjo el califato de Kixem, en reemplazo de otro que debió existir en
la época de los godos, y que acaso se hundió con ellos» (España sus monumentos y artes, su
naturaleza é historia, t. III de Castilla la Nueva, pág. 91).
332 REVISTA DE ARCHIVOS
acueducto, del que perduran las ruinas, y el puente, respetado por las hor-
das de los bárbaros, subsistente en los días de los visigodos, y que se ha su-
puesto cortado, no destruido, por el Califa Mohámmad I, en el siglo ix de
nuestra Era. Largos años después de la descripción harto somera de Ar-
Rázi, El-Edrisí describe por su parte con mayor detenimiento el puente;
y consignando la misma particularidad de no constar sino de un sólo arco,
añadía la de que servía también de acueducto, pues las aguas, elevadas
por medio de una máquina ó an-naóra, corrían por el lomo del puente, y
así entraban en la ciudad, con lo que, dada la vaguedad de las palabras,
por la cual el docto Dozy le atribuye únicamente título y carácter de acue-
ducto \ ha sido aquel autor causa involuntaria de que se haya creído que
el derruido canal romano desempeñó al propio tiempo el oficio de puente,
originando así lastimosa confusión entre los escritores.
A creer lo que expresa el largo epígrafe de alemanas en relieve, que
figura en la parte posterior de la única torre defensiva que este monumen-
to conserva, y cuya declaración no está, ni mucho menos, comprobada, —
la fábrica del puente-acueducto descrito por el Edrisí, fué obra de los días
de Mohámmad Abi-Amér Al-Mamior, erigida el año 387 de laH.(997J.C.),
es decir, en los momentos en que aquel insigne caudillo, gloria de los mu-
sulmanes españoles, penetraba al fin victorioso en la ciudad de León, des-
pués de un año de persistente asedio, con lo cual, y teniendo en cuenta
que Ar-Rázi alcanzó los tiempos del desventurado Hixém II, conforme ya
manifestamos, cabe la racional sospecha de que á esta misma construcción
hiciera aquel escritor arábigo referencia, por más que en la circunstancia
del artificio hidráulico y del canal para la conducción de las aguas, no
haya conformidad entre los dos mencionados autores.
No es conocido el origen de la noticia consignada en el epígrafe á que
aludimos, y no juzgamos por tanto lícito admitirla sin reservas; pero su-
poniendo para ella fuente legítima, de que no hacen mérito las historias,
y dadas las omisiones que son de. advertir en la descripción de Ar-Rázi»
comparada con la del Edrisí, podría quizás deducirse que fué durante la
época de su independencia, bajo el gobierno de los régulos de Taifa,
cuando Toledo, engrandecida ya y magnificada por ellos, veía establecer
en la margen izquierda del río la an-naóra ó máquina hidráulica referida,
que, elevando las aguas del caudaloso Tajo, las introducía en la ciudad
1 Descript.de t'Afríque et de l*Espagne, cit., pág. 22S de la traducción francesa.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 333
p3r medio del puente mismo, convertido de tal suerte en acueducto. Sea,
sin embargo, como quiera, y habiendo experimentado tantas y tan repeti-
das reconstrucciones aquella fábrica desde que fué notoriamente erigida
por los romanos \ es lo cierto que no resulta en la actualidad posible,
aunque se intente, el distinguir y señalar en aquel singular amasijo de
obras, perfectamente ostensible en el monumento, la mano dz losalariíes
musulmanes, mucho menos después de las importantes reparaciones ejecu-
tadas en la época de la Reconquista cristiana.
Así pues, desechadas por apócrifas é infundadas todas las afirmaciones
relativas d la existencia por lo menos de dos puentes en esta parte oriental
de la que fué corte de los visi^^odos, y sea ó no cierto cuanto declara la ins-
cripción á que hemos hecho referencia arriba, en orden á haber sido éste
de Alcántara labrado, ó mas propiamente, reconstruido ó restaurado en
los días del famoso háchib de Mixém II, fuerza es reconocer, de acuerdo
con cuanto enseña el mismo puente, que los musulmanes, sin alterar si:s-
tancialmcnle la planta primitiva, se limitaron á repararle, con obras c!e
mayor ó menor importancia, según los casos, en las que utilizaron toda
clase de material de piedra, ya procedente de fábricas romanas destruidas,
ya de construcciones visigodas, ejemplo que imitaron y siguieron los cris-
tianos después, como veremos, borrando toda huella de los tiempos ante-
riores, y haciendo desaparecer, en ocasión no conocida, el artificio para
la elevación de las aguas, y el canal que á la población las conducía.
Hasta principio del siglo xiii no hay noticia alguna del que los Afínales
Toledanos primeros llaman expresivamente apuent de la piedra», aunque
sí de Varias y terribles avenidas con que el Tajo hubo una y otra vez de
combatir aquella fábrica -: dos son las fechas memorables que para ella de-
1 No es csiíi la opinión del Sr. C-astaños, expuesta en el ariículo mencionado arriba. Para tan
distinííuido eícrilor. el puente cí de orijjen árabe, y por esta parte oriental no existió á .;u juicio
puente alguno en la época romana, pue^ la Via Lata ó Camino de la Plata iba *vá buscar prcci-
?amcr\ic \a p:iriQ b:ij:i lionde se hallaba [cnionc'^^i] situada la población^ y «no la elevada, la
cual seri'ia más bien para su defensa y atalaya.^ El puente era el pontón por él hallado frente
á Salón t, y del cual trataremos en lufíar oportuno; por lo demás, dejamos á su autor la re-^pon-
sabilidad de su> afirmaciones en lo toc»nte á la situación de la ciudad romana y ásu aislamiento
absoluto con las zonas de que el río separa el promontorio que sirve á Toledo de asiento. No
juzgamos ocioso consignar aquí que el entcidido arquitecto y muy querido ami¿;o nuestro, en
mal hora fallecido, I). .A.rturo Mélida, estimaba como nosotros romana la fábrica original y la
traza del puente.
2 «Avenida del Tajo, que cobrió el arco de la puerta del Almohada, é andaban los barcos en
el arravald. Era MCLI»(año 113) Mnn<i/M To/frf. II, pág. 404 del t. XXIII de la Ksp. Sagr.);
<u\ venida en el río Tajo, que llegó hasta S. Isidro en Toledo, en XX. días de Dcrembro,
Era MCC VI», año 1168 (Ánn. Toled. I, pág. 392 del tomo citado de la propia obra); «Avenida del
Tajo que llegó a S. Isidro, Era MCCXVI», año 1178 (Ann, II, pág. 406); «Avenida del rio Tajo
334 REVISTA DE ARCHIVOS
terminadamente registran los citados Annales Toledanos, tan próximas
una á otra, que no parece sino que era en aquella gloriosa centuria llegada
la hora de la desaparición total de semejante maravilla. Corresponden am-
bas á las eras 1243 y 1249, años i2o5 y 1211, ya que la de la era 1241, año
i2o3, «que levó la puent» no puede ser referida á esta de Alcántara, la cual,
en la irresistible crecida de i2o5, fué tan rudamente y con tal insistencia
acometida por las rabiosas aguas desbordadas, que, á sus embates reitera-
dos, fué en ella derribado «el pilar de la puent en Febrero.»
No dicen los Annales qué «pilar» fué el entonces arruinado, arrastran-
do en pos de sí el grande arco central; mas todo obliga á presumir, su-
puesta la dirección del río, que debió de ser el pilar derecho, en que estri-
ba también el arco menor del lado de la ciudad, el cual, reconstruido
nuevamente, si tuvo solidez bastante para resistir en la era 1245, año 1207,
la avenida «que cubrió la puerta de Almofada (ó del Vado, en el arrabal
de San Isidoro), é poyó un estado sobre el arco, día Jove, á tercer día de
Navidat,» careció de fuerza suficiente, quizá resentido en tal ocasión, para
contener el empuje de las corrientes desatadas en 1211, en que las aguas
arruinaron otra vez aún «el pilar, é cayó la puent en Febrer. Era
de MCCXLix» '.
Quizás la torre defensiva interior que guardaba la entrada de la ciudad
y la plaza da armas, experimentó igual suerte entonces; y derrumbada por
completo, ó amenazando derrumbarse, hubo de ser edificada de nuevo,
aunque ya en los breves días de Enrique I, y precisamente en el año en
que accidente fortuito arrebataba la vida á aquél príncipe, para colocar el
cetro de Castilla en las manos de la insigne doña Berenguela, si ha de
darse crédito al testimonio de Garibay, invocado á la continua, según el
cual constaba el hecho «por un letrero original, que solía estar en ella (la
torre) con estas palabras:
en Decembro, é llegó hasta Sanct Isidro, Era MCCXIX», año 1181 (Ann. I, pág. 393); «Avenida
del Tajo tan grande como las otras avenidas, en el postrimer día de Febrero, Era MCCXXX VIII»,
año laoo (/</. pág. 395); Avenida de la era 1245, año 1207, citada en el texto; «Fué terremotus
en Toledo en dos días de Decembre, é otro día á la noche fízo grand diluvio toda la noche, é
cayeron muchas casas, ¿ en el muro, é en las torres muchos logares, é fizo relámpagos, é tornos.
Era MCCLIX», año 1221 (Ann. II, pág. 406). Pudieron contribuir á quebrantar el puente romano,
el terrible terremoto del año 267 de la Hégira (880 J. C.) de que se da cuenta en el Ruáh-al-Car-
tds, por el cual fueron los palacios arruinados hasta en sus cimientos, y cuyas más violentas sa-
cudidas se dejaron sentir en España (Op. cit. trad. de Beaumier, pág. 133); las lluvias torrenciales
que hicieron en 378(988 J. C.) desbordar los ríos (pág. 139); el temblor de tierra que «conmovió
ios montes^ el año 4i5 (1024 J. C.) (pág. 161), 7 otros varios acaecimientos de igual índole ante-
riores, y posteriores, no registrados.
I Esp. Sagr. t. XXIII, pág. 395.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 335
HenHk^ filio del Re Alfonso
mandó fer esta torre et porta
á honor de Dios por mano de
Matheo Paradiso en era tsSS* i
Siete años no completos llevaba Alfonso X de ceñir con gloria inusita-
da las coronas de León y de Castilla, cuando nueva é inesperada catás-
trofe, acaso de mayor importancia todavía que las precedentes, tornaba á
herir el Puente de Alcántara, destruyéndole, y borrando las huellas de las
reconstrucciones anteriores. Refiere el tremendo suceso el largo epígrafe
de apretadas alemanas en relieve, ya antes citado, que, ocupando no me-
nos de tres consecutivas tablas de piedra, figura por su parte posterior en
la gola de la torre reedificada por Enrique I en 1217, según se supone, ha-
biendo cuidado de reproducir en iSjS la inscripción, la diligencia del Co-
rregidor D. Juan Gutiérrez Tello. Consta de veintinueve líneas, y aunque
publicada la leyenda en todos los libros que de Toledo tratan, por no ha-
ber sido grande el escrúpulo con que ha sido copiada, habrá de sernos
permitido que la traslademos aquí, diciendo puntualmente:
\ EN i EL : ANNO j DE • M j E ^ CC • E LVIII i ANNOS • DE • LA • ENCARNA
CION : DE i >-UESTRO Í SENNOR i lESp \ CRISTO • FUE • EL ! GRAN
D : DILUUrO :.DE i las i aguas • E i COMESgO -ANTE : DEL i MES
: DE : AGOSTO : E \ duro • fasta i EL i TUEUES • XX • E • TI • DÍA
5 S : ANDADOS : DE \ DEZIEMBRE • E j FUERON ; LAS • LLENAS • UM
: LAS i AGUAS ; MUT : GRANDES i POR • TODAS • LAS • MAS • DB
: LAS : TIERRAS ) E • FIZTERON • MUT • GRANDES \ DANNOS
EN : MUCHOS : LOGARES \ E • S E ?} A L AD A M I E N TR B • EN
ESPANNA : QUE • DERRIBARON • LAS \ MAS • DE • LAS • PUB
10 NTES '. QUE i Y \ ERAN \ E • ENTRE \ TODAS • LAS • OTRAS • FUE
DERRIBADA ': UNA \ GRAND \ PARTIDA • DBSTA • PUBNTB
: DE i TOLEDO i QUE \ OVO • FECHA i ALEF \ FIIO i DE • MAHOM
AT i ALAMERI j ALCAIDE • DE : TOLEDO \ POR • MANDADO • DB
ALMANZOR • IBO j AMIR • MAHOMAT • FIIO i DE i ABI HA
l5 MIR : ALGUAZIL \ DE • AMIR :' ALMOMENIN \ YXEM i E • FU¿
ACABADA i EN • ERA • DE • LOS j MOROS • QUE j ANDAYA I A • ESS ^
E i TIEMPO \ EN I CCC \ B • LXXXVII ; ANNOS \ E i DE8I • FIZO
i LA i ADOBAR :* E j RENOVAR • EL *; REY • DON • ALFONSO ; FIIO
DEL i NOBLE \ REY i DON \ FERRANDO • E • DB • LA : RBYNA • O
aO ONNA i BEATRIZ • QUE i REGNABA \ A • ESSA • SAZÓN | BN • C
ASTIELLAj : E j EN i TOLEDO; EN; LEÓN * B* EN I OALLIZ
lA i EN ! SEVILLA j E ! EN i CORDOVA • EN «'MURCIA i B • EN • lABN
EN i BAEZA i E i EN i BADALLOZ • E EN : EL j ALGARVE • E • FUB • ACAB
ADA i EL \ OCHAVO • ANNO • QUE • EL • REGNO • EN ; BL • ANNO
35 DB : LA : ENCARNACIÓN • DB M • CC • LVIIII • ANNOS ; E • BSSB
ANNO : ANDAVA • LA • BRA \ DE \ CESAR -EN i M ; B • CC • B
Lxxxx i E VII : E : la \ de • alexandrb : bn
M : E i D : E : Lxx • e | la • db • moysbn : en • dos • m • e • dc .
39 B i L : B : I : anno • e i la • db • los • moros • bn • dc • B • LVIII : annos
I Año 1217. Llaguao, que es de quien tomamos, como todos, la noticia, U consigna en
<stos términos: «Dice Estevan de Garibay en el tomo IX de sus obras inéditas, fol. 5i2, título 6.*
que trata de cosas notables de aquella ciudad (Toledo), hablando del citado puente': Tornando
£ste rio á crecer, le derribó un pilar por Febrero de isii,y tornó d caer la puente .. Ya que
336 REVISTA DE ARCHIVOS
Grande hubo de ser la ruina ocasionada por aquella crecida á que d¡6
origen la persistencia del temporal de aguas, el cual duraba desde el mes
de Julio hasta casi finalizar el año de i258, cuando fué empleado, d lo que
parece, en ccadobar é renovar» el puente casi todo el año siguiente de i25f),
en que la obra era terminada ^ Por ella, si á pe^ar de los reparos anterio-
res, había quedado rastro de la reconstrucción muslímic.i, debió perderse
en su totalidad, no siendo difícil que en aquella sazón, y si la torre tuc re-
edificada en 1217 por Enrique I, fuese también reparada, como lo fué en
épocas posteriores =. Hasta los días de los Reyes Católicos no existe noti-
cia de iTuevaS obras en el puente, reducidas quizás, á pequeños reparos de
con;iervación, sin ¡mportan;:ia ni trascendencia para la historia del monu-
mento, sin embargo de lo cual, podría acaso encontrarse huella del siglo
XIV en los me:i3ulone3 sobre que descansa d uno y otro 'a lo el pretil de los
apartaderos con que cuenta el viaducto, y aun en el matacán del frente de
la torre.
Adosada no con grande pulcritud al almenado muro que ciñe la citada
torre, d la altura del pretil, y del inmediata en el lado izquierdo de quien
hacia la ciudad camina, hállase con efecto, expuesta d la destrucción, y
allí trasladada de su primitivo sitio sin duda en época no determinada,
marmórea lápida, coronada por el blasón real de León y de Castilla y or-
lada de leones y castillos, que haciendo alusión á otro epígraíe desapareci-
do, en ocho líneas de minúsculas alemanas incisas, ya borradas ó estrada"
das en parte, declara:
estaba reparada, mandó Henriquc ¡fundar en ella una torre para su mayor fortaleza y de la
ciudad, couio paree? por un letrero original, ctc.^ lüst. de la Arquit. y di loa Arqu !í:1'is
en Esp., t. I, p.ig. 41). Sin que sospechemos de la veracidad tic (iaribay, no hcmoi d: ocul-
tar por cUo las duJ is que en no >oiro.> su'íciían la rcdacci Jn y el lenguaje del «letrero^* i',u • o-
pia, el cual pudo no ser ficlmcnle trasladado á sus apunte^ por aquel historiador, eu cuyo
tiempo al parecer subsistía; por lo demás á la frase de qu-j Knriqu: I mandó hacer aquell » torre,
no ha de dársele el alcance de que anle.^ no existiera allí otra, que hubo siempre, y á la cjal
da Abe.i-.Vdharí nombre de liab-al-Cánthara o Puerta del Puente (b-*í;j¿jI V*í) ^'^ *"^^^ ^^*^~
yó Martín (lamero que era solo del viaducto.
1 Llaguno (Op. cit., t. I., pág. 53 y pág. 264, documento n.** XXIV), y cuantos de el c :;p¡nn ! \
inscripción, señalan equivocadamente el año laS.-í. ICl Vizconde de P.iluuelos leyó con extcíi-
tud 1259, y Quadrado y La Fuente, que consignan la íechi de Llnguno añaden: «Las ile I ■.
Encarnación y de la Era están equivocadas, pues habiendo sido la reparación del puente en i2>_v
que fue el año octavo del reinado de Alfonso X y el 657 de U Hcgira, corresponde al M V/.LX de
la Encarnación, y al MCCLXXXXVII de l.i Era« (Op. cit., págs. 03y 91. nota). El añoo:Mvo del
reinado de .\lfonso X, fue el consignado en la lipida, c ;ntado como primero el de i252, y n»
el I2f>j, concertando perfectamente con aquella fecha 1 1 era del César, y la de la llcgira, pu .*> c".
año 657 tuvo principio en 2^ de Diciembre de 1258 y terminó en 17 de Diciembre de 12S1. L\
lectjra del epígrafe ci dificultosa y molesta, por lo aprcfido la letra, y la altura á que s:
halla, no siendo de extrañar las equivociciones de Llaguno por tanto.
2 Parro, t. II, pá;.;. 522, afír.naa que sobre las ruinas del pu2nte «Icvintó D. Alonso X el actual^
dejando los torreones antiguos».
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 33^
ppcv ai fícese» csíc«0pco •ayn
ausípi«*y»clil vgGncya» ac gom
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5 ailcsa-pop la-cji -cnl-dicno'Gno ac
mill-ccccixv.3ciiii -fueron •ganaaas
ac»los-mop0S»por*fucr9ci-las-v lilas
S de •alora «y locayna-c sclcnyll»
Ks de presumir que el arco al cual se hace referencia en esta inscrip-
ción, llamada á perecer en el sitio en que se halla, sea el menor del lado
de la ciudad, tantas veces reconstruido, bien que no resulte lícito afirmarlo
tan en absoluto como lo verifican los escritores, por ser documento tras-
ladado de otro paraje aquél en que la obra consta, aunque parece auto-
rizarlo así, el grande escudo de los Reyes Católicos colocado bajo el ma-
tacán saliente de la torre, y el relieve de la Descensión, que figura sobre la
clave del primer arco interior de aquel baluarte. Para facilitaren el Puen-
te la entrada de los materiales de construcción d:l Alcci¡{ary hubo necv*si-
dad en i534 de romper el pretil de la parte de la Huerta del Rey S y otra
nueva reforma, cuyo alcancj no es hoy cumplidero fijar, experimentó el
año de i72i,en que, cual expresa uno de los epígrafes de la moderna
puerta, levantada en la cabeza de aquel, ornando Toledo renovar la an-
tigua fábrica de ignorada construcción» del mismo, pues «combatido del
tiempo, hacía evidente la ruina, y peligroso su comercio, facilitando la en-
trada que fabricó la antigü;!dad para defensa».
Entre los materiales empleados en no se sabe cuál de las obras ejecuta-
das en este monumento, demás de la deteriorada y blanca piedra que, á
modo de clypeOy se advierte por la banda occidental de la derecha, sobre-
saliendo del paramento, y que corresponde al estilo latino-bizantino, pro-
pio de los días d¿ los visigodos, la diligencia de Palomares y del docto Pé-
rez r>ayér había descubierto antes de 1762, en que este último lograba in-
terpretarla, una apiedra berroqueña, salpicada de motas negras, llamada
en laiinpiperata^y, la cual no era sino sencilla inscripción sepulcral roma-
na. De forma rectangular, sin adorno alguno, y midiendo «de largo una
vara, y de ancho por donde más media», hallábase «en el arco pequeño de
I Martín Arrúc y Ola virria y Huaric, Historia del Alcázar de Toledo, pág. 97, citando en el
Archivo del Real Palacio el fol. 207 del libro II de Reales Cédulas.
338 REVISTA DE ARCHIVOS
piedra que atraviesa dicha puente, en la ribera del río opuesta á la ciudad,
por cuya parte se va á los molinos que están por bajo de ella, conforme se
entra en dicho arco por la parte de arriba (esto es, siguiendo el agua), en
la primera hilada de piedras, á mano derecha, como i dos palmos del sue-
lo», apareciendo c(echada y muy dificultosa de leer», conforme Pérez Ba-
yér declaraba K
Reproducíala Ponz «, y teníase en 1845 ya como perdida 3, á pesar de lo
cual, dábala cual existente en 1862 el autor de la Historia de Toledo, co-
piando en presente las palabras de Pérez Bayér 4, sin que nadie no obstan-
te hubiera dado con ella. La lápida, con efecto, existe en el pequeño arco
de la cabeza del puente, donde ha sido recientemente encontrada 5, «echa-
da y muy dificultosa de leer», si bien no «en la primera hilada de piedras)^
y «como á dos palmos del suelo»; rectangular, y midiendo aproximada-
mente o"™,77 de altura, por o"^,43 de ancho y o"™, 28 de grueso, forma parte
de la consti:ucción, en la tercera hilada por bajo de la imposta del arquillo;
su frente aparece en el paramento de éste, y la piedra se muestra incluida,
en la jamba derecha, á la embocadura de aquella comunicación conforme
se va á los molinos, siguiendo la dirección del río.' Leyó en ella Pérez
Bayér la letra
CAECILIA
MARCELLA
[H.] s. e;
pero en la actualidad, ya por el lapso del tiempo, ya por al roce constante
de quienes discurren por el arco, ya á causa del maltrato de los chicuelos,
6 ya por todo ello ¡unto, si se distingue en la berroqueña piedra huellas de
letras, incisas, de la segunda línea, nada hay de la tercera, y de la prime-
ra, y con gran dificultad, se entiende el nombre [CJAECÍLIA, harto bo-
rroso.
Localizó seguramente con todo escrúpulo Pérez Bayér el monumento,
hallado antes de 1762, y bastó el invento para probanza y demostración de
1 A U amistad del Sr. Martín Camero, según expresa, debió Mariátegui la copia de la des-
<ripc¡ón de este epígrafe, la cual reproduce textualmente en sus citados estudios acerca de la
Arquitectura militar de la Edad Media en España (pág. 123 del t. III del Arte en España^ nota).
Mariátegui, que publicó en i865 este artículo, dice que se halla «á la altura del octa vo sillar de
Ja más próxima al arco en el separamento de agua arriba».
2 Vid/e, 1. 1, carta II r.
3 Toledo Pintoresca, pág. 331.
4 PAg. lyx-
5 A la diligencia infatigable del Sr. D. Manuel González Simancas es debido el hallazgo, que
puso galantemente en nuestro conocimiento; á él debemos el personal reconocimiento de este
«epígrafe.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 33g
que el puente era todo él de fábrica muslime, pues no fué costumbre entre
los constructores romanos utilizar de aquella suerte y como materiales, las
lápidas de los sepulcros; mas la distinta colocación en que hoy aparece,
aunque también «echada», constituye por sí prueba harto eficaz, con otras
visibles y manifiestas en la obra, por esta parte izquierda del río, de que,
después del año arriba indicado, y á pesar de la ^renovación» de 1721, en
que con triste acuerdo Toledo hizo desaparecer el torreón de cabeza del
puente, aquella parte del mismo hubo de ser reconstruida, alcanzando
la reparación al sólido estribo, y al arquillo, que fué quizás labrado
todo él de nuevo. Y con efecto: en 1787 el Corregidor representaba al
Conde de Floridablanca que este Puente de Alcántara amenazaba ruina en
su primer arco. Tasada la obra en 88.000 reales (22.000 pesetas), y care-
ciendo de fondos propios la Ciudad para ejecutarla, con noble generosidad
ofreció el Cabildo de la Santa Iglesia y entregó al Corregidor 24.000 rea-
les (6.000 pesetas) para el pronto reparo del arco susodicho, dando princi-
4)io con aquella suma las obras, las cuales hizo extensivas la citada auto-
ridad á la reedificación de un tercio del murallón caído á la salida del
Puente ».
No es pues de maravillar, conocida la obra, que utilizada de nuevo la
piedra, fuera sin embargo, en 1787 ó 1788, pues no consta el tiempo que
duró la reparación, colocada en lugar distinto de aquél en que la hallaron
Palomares y Pérez Bayér, treinta y cinco años antes. Otras diversas repa»
raciones indispensables han sido hechas en esta fábrica durante el pasado
siglo XIX, entre las cuales se conmemora en el pretil la del solado, asentado
el año^de i836;pero ninguna de ellas ha tenido la importancia ni la trascen»
dencia de las hasta aquí reseñadas, y que constituyen la interesante historia
de aquel monumento, el cual, aun después de tantas y tan repetidas vicisi*
tudes, parece anunciar al viajero que por vez primera visita la imperial
Ciudad, cuan grande fué en los pasado^ tiempos la población, cuya fama
ha recorrido el mundo, sintetizando por así decirlo, en la denegrida é in-
correcta contextura de su fábrica presente, la historia nacional entera,
pues con efecto, sobre los cimientos y la traza romanos, sobre las prime-
ras hiladas de construcción latina, en época adelantada y floreciente, ya
I Las obras fueron encargadas al arquitecto D. Eugenio López Durango, quien tanta parte
tomó en la deformación de las portadas de la Catedral, hiendo alirife ó maestro de obras Fran-
cisco Ximénez (Árch. General Central de Alcalá de Henares, Gobernación: Propios y Arbitrios
legajo 48). _ _
340 REVISTA DE ARCHIVOS
que no los visigodos, musulmanes y cristianos han ídD sucesiva, laboriosa
y afanosamente procurando la conservación de aquella reliquia, cuyo as-
pecto iba poco á poco variando por el sistema de construcción empleado
en las reparaciones, y por la erección, modificación y reforma de los to-
rreones almenados que la custodiaban y la defendían.
Tal es cuanto hay en realidad conocido de la historia del Puente de
Alcántara, «nombre que de sí mismo tiene, porque Alcántara en lengua
Arauiga significa la puente», cual dice un autor, añadiendo que opor ser
aquél que edificó el Rey Bamba, tan célebre y tan grande, le llamaron los
Moros que poseyeron á toledo, la puente, puente por excelencia »», en
cuya última apreciación no iba tan descaminado, cual veremos. Constitu-
ye hoy, como siempre, la principal entrada de la Ciudad, y, construido con
gran acierto en una de las partes más estrechas del río, donde las aguas
van encajonadas por las rocas para tomar la hoz, consta de un grande arco
central de más ái veintiocho metros de luz, apoyado por la derecha en
fortísimo contrafuerte ó pilar, tantas veces arruinado, detrás del cual abre,
otro arco menor, de medio punto, que divide con aquél las aguas en las
avenidas, y sustentado por la izquierda, ó sea la cabeza, por sólido y resis-
tente machón, que se cimenta en las escarpas rocosas de la orilla, perfo-
rado por otro menor arquillo, ó paso, donde, con varios . restos visigodos
al parecer =, se encuentra la inscripción sepulcral de CAECILLA, descu-
bierta en el siglo xviii por Palomares.
Labrado en parte de sillería, «aparejada con bastante irregularidad»,
según discretamente observa un escritor de nuestros días 3, como conse-
cuencia natural de las frecuentes obras en él ejecutadas en diversos tiem-
pos, y de mampostería en la parte mayor, sobre todo, en el achaflanado
pilar ó contrafuerte referido, y en el grueso machón reedificado el año 1787,
fortificadas tuvo el Puente sus avenidas por ambos extremos, si bien ya
han desaparecido muchas de sus primitivas defensas. Reemplaza desde los
días de Felipe V el torreón exterior, hasta el cual llegaron en momentos
azarosos las huestes de almorávides y almohades, pretenciosa puerta, no
del mejor gusto, aislada, de ladrillo agramilado y cantería, flanqueada de
pilastras ornadas en su parte superior por resaltada guirnalda de frutas,
flores y hojarasca, arco de medio punto y cornisón saliente y moldurado,
1 Narbona Historia de D. Pedro Tenorio, ar ¡^obispo de Toledo, tit. 11, fol. 117 vuelto.
2 Son estos los dos trozos de moldurada cornisa en mirmol blanco, los cuales aparecen ¿
uno y otro lado, á flor de tierra, en la boca occidental del arquillo mencionado.
3 Mariátegui, arts. cits., pág.124 del t. III del Arte en España,
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 34I
por cima del cual, contenido á cada lado por un grupo de cuatro gruesas
bolas de piedra, semejantes á las del pretil en los apartaderos del Puente,
y sobre sólidos rectangulares pedestales levantadas, se alza el frontón rec-
tangular, con el escudo imperial, ya deteriorado, en pronunciado relieve
por la parte de la carretera, nada airosas aletas, y por último, y como re-
mate, gravitando encima de la concha que cobija el frontón, una gran bola
de piedra, en disposición igual á la de los costados.
Mientras en el tarjetón de la clave del arco, por el lado exterior, figu-
ran grabadas las letras S. P. Q. T. (Senatus Populusque Toletanus), que
anuncian á cargo de quien estuvo aquella obra, — sobre las pilastras, y
pendientes de las guirnaldas antes referidas, destacan sendas rectangulares
piedras, conteniendo en incisas capitales latinas otros tantos salmos, di-
ciendo el de la pilastra de la izquierda:
NISI DOMINUS Cl'STODIERIT CIVITATEM, FRUSTRA VIGILAT yl'I ClSTODIT EAM.— PSALM. CXXVI
El de la derecha: ^
DOMINUS CUSTODIAT INTROITUM TUIM ET EXITI'M TUl'M EX HOC XVSC ET ISQUE IS SaXULVM.-PSALM. CXX
Corresponde por la fachada posterior del Puente al tarjetón de la
clave del arco, otro escudete, en el propio sitio, con la letra:
IN CONCEPTIO.VE Tl'A, VIRGO, IMMACULAT.. FriSTi;
y en el respaldo del blasón imperial, flanqueada asimismo de pilastras,
ábrese de medio panto sencilla hornacina, donde aparece en blanco már-
mol la efigie de la Inmaculada Concepción, no exenta de mérito, y á la
que aluden las palabras de la clave del arco. En las tarjetas de las pilas-
tras de la puerta, con abundancia de abreviaturas, y convenientemente
repartida, figura la siguiente conmemorativa inscripción, que se distribu-
ye entre aquéllas, escrita en el mismo linage de signos, y diciendo la lá-
pida de la izquierda, que es donde el epígrafe tiene su principio:
REINANDO D. FELIPE V NUESTRO SEÑOR, MANDO TOLEDO RENOVAR LA ANTI-
GUA FÁBRICA DE LA IGNORADA CONSTRUCCIÓN DE ESTE PUENTE, QUE COMBATI-
DO DEL TIEMPO HACÍA EVIDENTE LA RUINA Y PELIGROSO SU COMERCIO, FACILI-
TANDO LA ENTRADA QUE FABRICÓ LA ANTIGÜEDAD PARA DEFENSA, CON LA NO-
BLE FIRME ARQUITECTURA DE LOS PRIMORES DEL ARTE: AÑO MDCCXXl
En la de la derecha, concluye:
SIENDO CORREGIDOR D. BARTOLOMÉ ESPEJO Y CISNEROS, MARQUÉS DE OLÍAS,
CABALLERO DEL ORDEN DE SANTIAGO, INTENDENTE GENERAL DE TOLEDO Y SU
REINADO; Y COMISARIOS D. MELCHOR JOSEF DE CISNEROS, Y D. BERNARDO DE
ROJAS Y CONTRERAS, CABALLERO DEL ORDEN DE CALATRA^VA Y SEÑOR DE LA VI-
LLA DE VILLAMIEL, REGIDORES D. SEBASTIÁN DE LOS RÍOS Y D. ANDRÉS CASTAÑO
DE BARGAS, JURADOS; AÑO DE MDCCXXI.
342 REVISTA DE ARCHIVOS
Templando el efecto que produce esta puerta, en el extremo opuesto
del histórico Puente se levanta erguido y elegante el único torreón defen-
sivo que subsiste, el cual, con su sola presencia despierta los recuerdos de
las edades que pasaron, y obliga á soñar en ellas: de planta exagonal, que
se acomoda en su desarrollo á las exigencias militares del viaducto, ceñido
á uno y otro lado estuvo por almenadas avenidas, de las cuales sólo queda
ya la de la izquierda, presentando en los costados, que aquellas defendían,
el agudo enlace de los lados menores del polígono, mientras que en la cara
anterior y en la posterior se cierra con dos líneas paralelas de dimensiones
diferentes.
Fuera de los aditamentos posteriores que como tales desde luego se se-
ñalan, y de que hablaremos adelante, parece la torre fabricada toda ella
de una vez y en una sola época, la cual, si pudo ser la de 1217, nada hay
en realidad que se oponga á que fuese la de i25g, pues el sistema de cons-
trucción en ambas, poco había de diferenciarse, tanto más, cuanto que era
tradición heredada de la edad islamita; así pues, acéptese ó no como exac-
ta la noticia de Garibay, reproducida por Llaguno y los demás escritores,
dado es afirmar que el monumento corresponde á la xiii* centuria ', y que
indudablemente sustituye, quizás con la misma planta, el torreón que
siempre tuvo el puente para su resguardo y defensa, tanto en unos como-
en otros tiempos.
No emplearon los alarifes encargados de su labra, á semejanza de la
que verificaron los autores de las reparaciones en el Puente, material dis-
tinto acaso de aquél que ofrecían las ruinas del propugnáculo derruido, ni
utilizaron sillares procedentes del Circo Máximo], cantera inagotable al
decir de la tradición caprichosa, ni originarios de ninguna otra construc-
ción romana ó visigoda; de fábrica de ladrillo son las aristas de la torre, y
entre ellas, reemplazando no sin ventajas la sólida argamasa, en hiladas
de mampostería y cemento, características, separadas por dos verdugadas
de ladrillo, los recios muros se alzan majestuosos, para terminar en alegre
corona de almenas de rojizo ladrillo, con piramidales chapiteles, ya en.
parte por la fachada interior deteriorada. Una ventana, de ladrillo tam-
bién, como los demás vanos, inscripta en el cuadrado marco que de
arrabaá le sirve, perfora la más interior de las caras de los flancos,
á la altura del primer piso, y diversas miras rasgan los otros muros ea
I De esu misma opiaíón es Mariátegui.
BIBLIOTECAS Y MLSEOS 343
disposición conveniente, ofreciendo el conjunto notorias condiciones de
armonía.
De medio punto, y en realidad, conforme al tiempo, algún tanto peral-
tado, á la anchura casi del Puente, ábrese en la fachada de este lado el arco
que da entrada á la Ciudad, y cuyo paso defiende el torreón; labrado en
piedra, y sencillamente adovelado, lleva encima, de gran tamaño, y escul-
pidas con la destreza y el gusto que caracteriza la época de transición de
los Reyes Católicos, las armas reales acoladas como siempre sobre un
águila, y flanqueadas en la parte inferior por el yugo y el haz de flechas
característicos, revelando de esta suerte, cual dejamos arriba insinuado,
que la reconstrucción del arco menor del Puente, efectuada en 1484 por
Gómez Manrique,. hubo de alcanzar acaso á este frente del torreón, pues
pueril antojo habría sido en caso contrario, el de reemplazar las armas de
León y Castilla, si en tal sitio se ostentaron, con las de Isabe^ y Fernan-
do V, que entonces nada allí expresarían, ni tcndr/an significación al-
guna.
Sobre tres salientes mensulones de piedra, semejantes en su corte á los
de los balconcillos de uno de los apartaderos del Puente, álos del Castillo
de San Serrando, y aun á los de la Torre ó Puerta del Sol — por cima del
escudo real avanza un matacán, de fábrica de ladrillo, con ornamental
arco angrelado en el frente, ensanchada la mira del centro, y cerrado su-
periormente por un tejadillo en declive; y si convertido en alegre palo-
mar aquel aparato defensivo ha perdido su aspecto guerrero, sobre todo
cuando, por la que fué estrecha mira para el vigía, aparecen amorosas pa-
rejas de palomas, no por ello deja de contribuir á completar la belleza del
monumento, juntamente con los demás elementos que .le integran. Dos
recintos principales, con bóveda de crucería de fábrica de ladrillo, se-
parados por otros tantos arcos apuntados de cantería, que constituye la
canal ó corredera del peine, — forman la entrada á la Ciudad, destacando
sobre la clave del arco de la corredera que mira al Puente, y bajo el
oportuno doselete característico, muy estimable relieve en mármol, co-
lorido, con la milagrosa escena de la -Descensión de la Virgen, armas
de la Iglesia Primada, allí colocadas en el siglo xv, y al tiempo mismo
sin duda, en que en la fachada de este lado del torreón eran* fijadas las
de los Reyes Católicos,- ya mencionadas antes, leyéndose no sin mo-
lestia por bajo, en grandes signos de minúsculas alemanas, profunda-
' mente incisas y tocadas de rojo, la siguiente declaración que, respecto de la
3.* ¿POCA.— TOMO Tin. , 24
344 REVISTA DE ARCHIVOS
significación de aquel emblema no deja lugar á duda: 1« «ifs. ygli« (la santa
iglesia) »
Reputado cual «modelo de fortificación de los más acabados de su si-
gloo, no parece con efecto extraño que en este baluarte, como apuntan los
técnicos, «haya agotado el constructor todos los conocimientos y recursos
militares de su época», aplicando con notorio acierto «los principios del
arte» en las defensas de los pisos superiores ^; pero saliendo ya á la Plaza
de Armas, que se hace detrás del mismo, y prescindiendo de mayores de-
talles, no faltos de importancia, ni mucho menos 3, en la fachada posterior
son de advenir, sobre el arco de la torre, tres distintas inscripciones, unas
sobre otras, y todas por bajo de la hornacina superior, vacía, cuya des-
cripción carece de interés, principalmente conocida la fecha consignada
en las lápidas menores, que es la misma de aquel decorativo miembro, y
1 Esta circunstancia, que no concurre en ninguna otra tJe las entradas de la población, salvo
en la antigua Puerta de la Herrería, donde circcc del letrero, obliga á pensar si, en ocasión se-
mejante á la de 1787, en que, bajo el pontificado del C irdenal Loreozana, la Iglesi i adelanta
fondos para la reparación del Puente, coadyuvó también á las obras de la torre. Acaso en 1484,
cuando fué reedificado el arco menor, y colocado en aquella el blasón de Isabel y de Fernando,
ayudó á la empresa, por lo cual fueron en tal paraje colee »djs las armas que forman el escudo
catedralicio, detr«ís, y haciendo juego con las de los reyes.
2 Mariátegui, aris. cils., pág. 126 del 1. III de El Arte en España.
3 Por la que licncQ en verdad, no dudamos en reproducir lo que dice el citado Mariátegui,
quien hub^ de estudiar el monumento bajo el punto de vista militar, escribiendo: «La puerta se
cerraba al exterior y hacia la plaza con grandes puertas (batientes) de dos hojas forradas y clave-
teadas, v á igual distancia de ellas el fuego acertado del peine ú órgano precavía las sorpresas,
limitando á tan corto espacio el terreno de que podían disponer los asaltantes que la ventaja de
su número desaparecían ante lo reducido de 1.» prisión*. «Bien aplicados los principios del arte
á las defensas inferiores y próximas, no es de extrañar que en los pisos superiores haya agolado
el constructor todos los conocimientos y recursos militares de su época». *i;na esc ilera condu-
ce desde la poterna>> que existe en uno de los recintos de la entrad.i, «al piso principil, abierta
en el espesor del flanco septentrional, y desemboca en el primer piso», que sirvió luego para el
fiel de la puerta, vccrca de lii gola, presentando aun señales de la tra^iip i con que debía cerrarse
cubierto toJo ello con pequeñas roscas de ladrillo, presenta en los puntos favorables largan y
estrechas aspilleras, que al mismo tiempo que la iluminan, proporcionan vistas y fuegos sobre
la campaña>^.— «iSeis gruesos pilares, sirviendo de apoyo á cuatro arcos ligeramente apuntados,
divideo la Superficie del primer piso en tres partes desiguales; de planta rectangular la central,
y cubierta con una gran bóveda por aristas, análogas a las infc^iüre^, contiene en su centro ej
torno para la maniobra del peine, un m.itacin y dos aspilleras rectas en el frente y una gran
ventana (hoy tabicada) en la gola; los sectores que quedan á uno y otro lado, presentan dos ven-
tanas en los flancos y en otro aspiller is oblicuas en cada cara, cuyas directrices concurren todas
en la cabeza del puente, son de planta trapc/coid il, cubiertas por bóvedas cónicas de sección
circular: cerca del ángulo mas oriental de la torre se abre la e>c<ilera, que conduce á la platafor-
ma, desembocando en elli bajo una pequeña rosca de ladrillo, y análoga á la que comunica
desde la puerta al primer piso». «Seis gradines conducen al adarve que corre alrededor de las
tres caras de la torre; macizo en los laterales, se apoya en la central sobre dos arcos apuntados
de fábrici de Jadrillo, que cubren hoy dos aspilleras muy posteriores al resto de I» fábricav».
«Tanto el pavimento como el adarve están solados de buenos labrillos toledanos, formando dos
goteras quo conducen el agua llovediza á lo^ ángulos de la espalda, en los que hay colocados
dos canciones de piedra'que la vierten en el río^>.— «Como se vé fácilmente, la torre encierra
dentro de sí todos los elementos necesirios á una buena defensa, y es indudablemente un mode-
lo de fortificación de los más acabados de su siglo» (El Arte en Esp.^ pág. 126, cit. del t. III;.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 345
de la reforma de que fué fruto. El epígrafe colocado bajo la indicada hor-
nacina, consta de trece líneas de capitales latinas, incisas, y declara:
S. P. Q. T. CATHOLICO REGÍ
EPIGRAMMATA ARAB
ICA IMPIETATEMGEN
TIS ADUVC IN TVRRI
5 BUS PORTAR VM OSTE
NTANTA PHILIPPVS II
HISPAN. REX AVFERRI
F. ET INSCRIPTIONIB
VS. ANTIQVIS. RESTIT
10 VTIS. DIVOS VRBIS
PATRONOS INSCVLPT
AN. DO. MDLXV
I 3 10. GVTERRIO TELLO PR. VR.
El inmediato inferior, figura en el'tímpano del arco apuntado, que allí
se hace, y en seis líneas de buenas capitales latinas expresa:
INSCRIPTIONEM
ALFONSI REG".
DE PONTIS INSTAVRATIONE
V E T V S T A T E CO R R VP T A M
10. GVTERRIVS TELLVS PR. VR.
6 REPARAVIT AN. DO. MDLXV.
Y por Último, tal como la hemos arriba reproducido, se ostenta debajo
la larga inscripción que, corroída por la antigüedad, reparó Juan Gutiérrez
Tello, según en la precedente se indica.
Todavía, de la antigua plaza de Armas, tan desfigurada al presente,
queda el ala de la avenida almenada de la izquierda, fuerte muro de silla-
rejos y mampostería que adosa á una de las caras de los flancos de la torre,
como naciendo de ella, y que se abre y dilata para llegar á la calle del
Puente de Alcántara 6 del Artificio de Juanelo, donde, facilitando el paso
á este camino, se tendía el torreón demolido en 1 871, obra defensiva,
reputada de mayor antigüedad que la de la torre del Puente, con un cuer-
po poligonal y agudo, en que intestabael ala referida, por la parte del río,
y otro rectangular, que adosaba al recinto amurallado y en el que apoya-
ba moderno é insignificante edificio. Tenía de ladrillo la cadena de los
ángulos, y de cajones de mampostería, con verdugadas de ladrillo los mu-
ros, puerta formada por un arco de herradura, labrado con esta última
clase de material, salientes arranques de piedra, y grueso y corto fuste
346 REVISTA DE ARCHIVOS
en la parte izquierda, reemplazado en la opuesta por un machón de silla-
res; sobre la clave del arco, y en sü correspondiente hornacina, figuraba
la efigie de mármol de San //¿/e/bnso,^atribuida á Berrúguete, y traslada-
da al Museo Provincial, donde se conserva, y mientras encima del nicho
aparecía en un tablero de mármol la inscripción que copia el Pacense y
que mandó esculpir Wamba en las puertas de la Ciudad, reproduciéndola
en el siglo xvi Juan Gutiérrez Tello, — por bajo se leía en otra lápida:
S. ILDFONSO, DIVO TVTELARI TOLET. DD.
• ANNO DOM. MDXXV. VhILIPPO II HISP. REGE.
• Por el opuesto lado ofrecía un arco de medio punto, fabricado en la-
drillo, sobre altos hombros de sillería apoyados en columnas de corto
fuste y capiteles de moldura, grandes y toscos, cual las basas, y á la altura
del primer piso, solitaria y cuadrada ventana de ladrillo, vulgar y sin ca-
rácter K Del ala derecha de la avenida correspondiente á la calle de la
Alhóndiga, no queda sino el arranque, almenado y adosado al flanco de
la esbelta torre del Puente; y de la puerta á que daban nombre de Alean-
#
tara, y allí subsistió hasta mediados de 1864 2, visible sólo por la parte del
río, frente á los restos salientes de la muralla, en que aparecen labradas
piedras visigodas, perdura un trozo de sillares incorporado en el pretil de^
la calle memorada. Reedificada durante el siglo xvii, debió de ser aquella
entrada de muy escasa importancia artística, ostentando sobre la puerta
las armas imperiales, como |?lasón de la ciudad,, en piedra berroqueña es-
culpidas, y á sus lados, «unas lápidas. grandes de mármol blanco», que hoy
restan para memoria en el Museo de la provincia, y en las cuales se leía,
principiando por la de la izquierda:
1 Quebrantado por el lapso de los tiempos y el abandono, y principalmente por el efecto de
lo.» barrenos' con que fueron á principios del año 1868 volados los restos del famoso Artijicio de
Juanelo^ el torreón á que aludimos amenazaba inminente ruijia, con peligro seguro para los
transeúntes, á causa de lo cual fué denunciado por el Arquitecto del Municipio en 1870; y des-
pués de largo expediente, en que intervino al cabo la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando, fué demolido en 1871. Tenemos á la vista el expediente original, con el informe y los
plano-i.ilustrativos de nuestro buen amigo el Sr. D. Mariano López Sánchez, Arquitecto Pro-
vincial entonces (Archivo de la citada Real Academia. Papeles de Toledo).
2 La Dirección General de Obras Públicas, por orden de ló de Junio de 18Ó4, dispuso su* de-
molición con motivo de la carretera que á la sazón estaba construyendo, y el Ayuntamiento en
sesión de i5 de Julio del propio año acordó el cumplimiento de la citada orden (Archivo muni-
cipal de Toledo, lib. de Acias CApiíuluccs de la, fecha indicada). En la lámina que, ya en i865,.
publicó el Sr. Mariátegui, como ilustración de su trabajo y e&tudio del Puente (t. III del Arte
^n fspaña^, se señala la puerta, y se distingue en el bello dibujo de Cecilio Pizarro el bla-
són imperial; el Vizconde de Palenzuelos, sin embargo dice con error que ambas puertas
subsistieron «hasta el año i856en que fueron demolidas» (pág. 1 12 de su Guia^. Parro en su libro,
publicado en 1857, hablaba de una y otra como existentes, lo cual ocurre también con Mariátegui
en i8ü5, cuyo estudio debió ser hecho en i8C\4, y al mismo tiempo que el dibujo.
'bibliotecas y museos 347
anno de dclxxxiii wamba rey godo restavro los mvros desta cibdad,
t los ofreció en versos latinos a dios y a los santos patronos della. los
MOROS LOS QVITARON Y PVSIERON LETREROS ARAVIGOS DE BLASFEMIAS Y HERO-
RES. EL REY DON PHELIPPE fl CON ZELO DE RELIGIÓN Y DE CONSERVAR LAS ME-
MORIAS DE L0¿ REYES PASADOS, MANDO A 10. GVTIERREZ TELLO CORREGIDOR DE
LA CIBDAD LOS QVITASE, Y PVSIESSE, COMO ANTES ESTAVAN, LOS SANTOS P A TRO-
TíES CON LOS VERSOS DEL REY WANBA. ANO DE M.D.LXxV.
La déla derecha consignaba:
reynado la mag.^ del s.^ rey d. phelippe iiii y siendo sv copregidcr tl
31arques de qvintana de las torres ca vallero de \-a orden de calatrava
y gentil hombre de sv boca la ynperial civdad de toledo acordó qve.se
¡reedificase est.a torre por su mycha antigvedad. fveron svs comisarios
d.»gonzalo hvrtado de arteacía cav.^ de la orden de s. tiago, regidor,
t d. gregorio mendoza jvrado k ,
Rodrigo Amador de los Ríos.
SOBRE EL ORIGEN
y desarrollo de la leyenda de los Amantes de Teruel.
I. Las dudas.
El aspecto histórico, ó sea la parte de verdad que pudiera haber en el
interesante y dramático asunto que lleva el nombre de Los Amantes de
Teruel recibió ya un rudo golpe, cuando, en 1806, el famoso repúblico
D. Isidoro Antillón publicó, primero en el Memorial literario ^ y des-
pués en folleto aparte 3, sus eruditas y razonadas Noticias históricas.
Quiso aquel ¡lustre terolano investigar el verdadero fundamento de
narración tan extraordinaria y, con no poca sorpresa, vio que el documen-
to principal en que la tradición buscaba su apoyo era falso: era apócrifo.
Falsos y supuestos le parecieron también otros en que indirectamente se
pretendía basac el hecho; halló solo el vacío y el silencio más desconsola-
dores en los cronistas locales y en los generales de Aragón y, aunque de-
1 Hállanse el primer epígrafe, completo, á la derecha de la puerta de entrada del salón prin-
cipal del Museo, y el segundo, falto de su terminación, inmediato á la puerta que da paso á la
escalera monumental y hoy ruinosa del antiguo Convento.
2 Número 33, correspondiente al mes de Noviembre de 1806, páginas i y siguientes. Los
Sres. Muñoz y Romero (Dic. hist., página 259) y Fernández-Guerra (Biogr. de Harti^enbusch,
página 44) dicen equivocadamente haberse impreso primero en las Variedades de ciencias, lite-
ratura y artes, de Quintana, donde no figura.
3 Noticias históricas sobre /os Amantes de Teruel por D. Isidoro de Antillón. Madrid. Im^
prenta de Fuentenebro y Compañía. 1806, 8.*, 48 páginas.
348 REVISTA DE ARCHIVOS
jando entrever su escasa confianza, encomendó la defensa de este pleito á
lo profusamente extendido de la leyenda por toda Europa y á una tradición
vaga, pero que algunos dicen ser constante en Teruel y sus cercanías.
Nadie, desde entonces, volvió á combatir seriamente el hecho; antes al
contrario, reiteradamente salieron á luz defensas y más defensas de él. En
1 838 el buen D. Isidoro Villarroya '; en 1842 y i865 el abogado turolen-
se D. Esteban Gabarda *; en 1843 y 1861 el insigne literato D. Juan Eu-
genio Hartzenbusch 3, tutor además del célebre drama sobre el mismo-
asunto, en i855 y 1890 el no menos ilustre y erudito D. Aureliano Fer^
nández Guerra 4. Y, con todo, la creencia en la historia de los Aman-
tes iba cada vez debilitándose más, en términos que en 1895 el Ateneo tu-
rolense promovió un certamen para resolver de una vez qué grados de
fuerza hay en lá tradición relativa á este episodio amoroso. Apesar de los
nobles y laudables esfuerzos de un distinguido paisano de los famosísimos
amantes, tampoco calmó el ansia que había por desarrebozar esta miste-
riosa esfinge ^.
Tal vez entre por algo en esta incredulidad común el espíritu crítico y
aún escéptico de la época; pero, en verdad, también debe confesarse que,
ya que no haya pruebas satisfactorias, no son los mejores medios de com-
probar un hecho inverosímil (aunque no imposible) los de añadir super-
cherías á supercherías, eludir las dificultades más evidentes ó no conceder-
les la debida importancia. Esto por un lado.
Y venir ahora después de más de tres siglos en que la narración del he-
cho ha sido fijada literariamente bajo diferentes formas, alegando una ira-
1 En el Prólogo de su novela Marcilla y Segura ó los Amantes de Teruel. Historia del si-
glo XIII, impresa dos veces en Valencia: la primera por Cabrerizo en 1838, 2 vol. ir>.o, con lami-
nas, y la segunda en 1875, librería de Aguil.ir, 8.", 237 paginas.
2 Historia de los Amantes de Teruel^ con los documentos justificativos y observaciones
criticas del Autor. Por D. Esteban Gabarda, abogado. Valencia, Imp. de J. Ferrer de Urga^ á
espaldas del teatro. 1842, 8.**. 123 páginas y un retrato de las momias. [Historia de los Amantes
de Teruel, por D. Esteban Gabarda. Teruel, Imp. de Vicente Mallen, 2.* edición. iSfiS, 8.**. 1O4 pá-
ginas con tres láminas.
3 Articulo en la revista El Laberinto, de .Madrid, correspondiente ai 16 de Diciembre
de 1843, página 46 y Prólogo i la novela de Renato de Castcl-Leún, titulada Los Amantes de Te"
ruel, Madrid, 1861, 4.° Añadió Hart enbusch el articulo de El Laberinto, que reinprimió en este
próloge, con algunas noticias adquiridas después de 1843.
4 Articulo publicado con el seudónimo de Pipi, en el periódico La España, de 8 de Abri 1
de i855, con motivo de trazar una semblanza de Hartzenbusch. Reprodújoio con algunas adi-
ciones en el folleto: Hart^enbush. Estudio biográfico y critico. Madrid, Avrial, sin año, 04 pá-
ginas, 8.° con retrato y autógrafo; y en la biografía (que es esta misma) puesta al frente de las
Obras de Hartzenbusch en la Colección de escritores castellanos, Madrid, 1887.
5 Breve resumen de la historia de los Amantes de Teruel, por D. Federico Andrés, ilustra^
do con dibujos de Salvador Gisbert. Teruel, imp, de la Beneficencia, iSgS; S.**, 78 páginas.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 249
dición oral es, ó parece, pobrísimo é ineficaz recurso. Esta clase de tradi-
ciones tienen alguna fuerza en pueblos que carecen de literatura ó que,
cuando llegan á tenerla, las recogen desde luego y las conservan entre sus
más queridos recuerdos.
No es, ciertamente, razón bastante para negar la exactitud del suceso la
de que los historiadores lo hayan omitido; porque, dada la concisión ordi-
naria de nuestros analistas, es obvio que no habían de consignar un acon-
tecimiento de índole privada cuando tantos de mayor importancia han
pasado en silencio. Pero sí resulta muy extraño que ni en los siglos xiv y
XV ni en la primera mitad del xvi hubiese motivado ninguna alusión
ni referencia, ni inspirado ningún cantar popular, ni romance, ni refrán
ó modo proverbial, cuando tantos, de hechos de cuyo fondo ya ni memo-
ria se conserva, subsisten aún bajo esta forma paremiológica.
Nadie se acuerda hoy de los casos y personas que conmemoran estos re-
franes del siglo XV. »
Arremetióse Morilla é comiéronla los lobos,
Domingo Jimeno por su mal vido lo ajeno.
El físico de Orga{j que cataba el pulso en el hombro. ^
Pablad ahiy Antón Góme^,
Pácelo Haxa é acotan á Ma^^ote.
i\os con daño é Mari Martín con querella.
Si bien Ibáñe^, si non Pero como antes,
Y apenas si sabemos, ó creemos saber, el origen de estos dos, acaso por
la elevada categoría de los interesados:
Al buen callar le llaman Sancho.
Obispo por obispo séalo Domingo.
Nada de esto hay en lo que á la historia de los Amantes de Teruel ata-
ñe. Aparece desde el primer momento completa, perfecta y fresca como si
fuese un hecho reciente. Y así los primeros que lo consignaron creyéronlo
sucedido en el reinado de Carlos V, hacia ¡535, á raiz de la expedición
contra Túnez.
Es también cosa reparable y que se opone á la constancia de la supuesta
tradición la de que los primitivos narradores de la aventura terolense la
cuentan de modo diverso, no en el fondo ó dato primordial, pero sí en al-
gunas circunstancias muy esenciales. Punto es este en que no han parado
I Obras del Marqués de Santillana. Madrid, i852, págs. 504 y siguientes.
35o REVJSTA DE ARCHIVOS
SU atención los que del asunto han escrito y que, como hemos de ver, tie-
ne no escasa importancia.
Igualmente aparece desmentida esta persistencia tradicional por un tes-
tigo antiguo y muy respetable. En la época en que la difusión y celebridad
de la leyenda arriatoria eran mayores; esto esj á poco de publicar el secre-
tario Juan Yagüe de Salas su poema de Los Amxnies de Teruel (i6i 6) es-
cribía el Dr. D. Vincencio Blasco de Lanuza, Penitenciario de Zaragoza,
estas- palabras:
«Ni quiero tratar aquí de lo que se dice del suceso tan sonado y tan can-
tado de Marcilla y Segura que, aunque no lo tengo por imposible, creo
certísimamente ser fabuloso; pues no hay escritor de autoridad y clásico,
ni aquellos Anales tantas veces citados, con ser particulares de las cosas
de Teruel, ni otro autor alguno que de ello haj;a mención; si bien algunos
poetas le han tomado por sujeto de sus versos, los cuales creo que si halla-
ran en archivos alguna cosa de esto, ó si en las ruinas de la parroquial de
San Pedro de Teruel ^queriéndola reedificar) se hubiera hallado sepultura
de mármol con inscripción de estos amantes no lo callaran.» >
Ya hemos dicho que el silencio de los historiadores, aunque significativo
no es resolutorio; pero si hubiese tradición antigua no dejaría el Dr. Blas-
co de referirse á ella, aunque fuese por combatirla; mientras que, por el
contrario, solo se refiere á Yagüe y demás poetas que escribieron sobre
dicho tema.
Por otra parte, muchas de estas llamadas tradiciones no son otra cosa
que recuerdos incompletos y bárbaramente desnaturalizados por el pueblo
de algunas obras literarias. Varias de las tradiciones relativas al rey Don
Pedro son debidas á las comedias de Lope, Vélez de Guevara ó Claramon-
te. El romanticismo fué entre nosotros, gran creador de esta clase de tra-
diciones que los novelistas y poetas aplicaban á un viejo torreón, á un ba-
rranco, á cualquier objeto natural ó artificial. Los habitantes del lugar fa-
vorecido se enteraban por la lectura de que tenían, sin salterio, aquel
tesoro legendario y luego se lo repetían candidamente á todo el viajero
que llegaba á sus puertas. El mismo Sr. Gabarra afirma que el criado
de Marcilla, según una tradición viva aun en Teruel, se llamaba Ca-
macho; y este es justamente el nombre del lacayo en la comedia de
Montalbán, de donde lo tomó el pueblo, cuando en los siglos xvii y xviii
I Historias eclesiásticas y seculares de Aragón por el Br. Vincencia Blasco de Lanui^a. Za-
ragoi^a, Juan de Lana ja y Quartanet. Tomo 2.°, 1619, fol.— V. lib. III, cap. XIV.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 35 1
vio representar esta pieza, tan frecuente entonces en nuestros teatros
como hoy olvidada.
Todo lo hasta aquí dicho no tiene por objeto negar eh absoluto la exis-
tencia y verdad de las tradiciones no escritas cuando suelen recogerse de
cualquier modo en las literaturas incipientes, sino establecer una prudente
desconfianza sobre estos medios de comprobación de sucesos raros ó anó-
malos. ' ■ t
Vienen luego en apoyo de la realidad histórica de la pareja terolana,
rival en fama de la veronesa, la presencia de las momias ó esqueletos de
los presuntos amantes en la iglesia de S. Pedro de Teruel y las obras poé-
ticas á que han dado nacimiento.
A estos puntos consagraremos algunos renglones que, á la vez, serán
explanación de las ideas apuntadas al principio.
II. Los DOCUMENTOS.
Es el primero y principal cierta narración en prosa que Antillón en-
contró en el archivo de la iglesia de S. Pedro. * Ningún carácter de auten-
ticidad en lo externo ofrece este papel, que consiste en una copia simple y
moderna; ode letra de ayer», como Antillón la califica. Se dice tomada de
otra escritura antig ja del archivo de la ciudad, en donde no e^iiste. =
En cuanto á su contenido obsérvase sin gran dificultad que se trata de
una superchería. Empieza la relación ó historia de los Amantes imitando
el lenguaje antiguo, en estos términos:
yE pue.; decimos de males y guerras, bueno es digamos de amores. Nos
feitos más verdaderos en Teruel está el de un joven llamado Diego Juan
Martínez de Marcilla, de unos veinte y dos años. Enamoróse de Isabel de
Segura, hija de Pedro Segura: el padre no tenía otra, era muy rico: los
jóvenes se amaban muy mucho, en tanto que vivían afanados; é dixo el
joven como deseaba tomarla por muller, é ella respuso, ciertamente el de-
seo de ella era aquel mateix, empero que supies que nunca lo faría sin que
su padre y madre se lo mandasen.»
1 Aotülún la copió íntegra al principio de sus Noticias (páginas 3- ao); se reprodujo en el
Semanario pintoresco de 1837 (páj^ina 44) y la trasladó también Gabarda en su Historia.
2 En un índice timbión moderno de papeles del Ayuntamiento de Teruel, hay la no:a «Pa-
peles sobre los amante>v, pero no existen tules papeles, oi de la nota se deduce que si los hubo
fuesen antiguos. Probablemente sería introducida por el mismo que forjó la historia del archi-
vo de S. Pedro.
352 REVISTA DE ARCHIVOS
Poco á poco va abandonando el autor esta fabla y acaba por expresar-
se en lenguaje corriente hoy mismo. Pero como en la relación se interca-
lan literalmente muchos versos del poema de Yagüe de Salas y suena co-
piada en 1619, aunque de un manuscrito muy antiguo, y se da á Yagüe
como uno de los te3tificantes de la copia, no necesitó más Antillón para
atribuir al propio Juan Yagüe esta falsedad.
A nuestro parecer, la invención es muy posterior al buen notario y, si
tomaron sus versos y aun le hicieron suscribir el documento, fué para au-
torizarlo, pues era sabido que Yagüe había sido secretario del cabildo mu-
nicipal de Teruel y pensaron que nada más propio que la deducción de que
Yagüe se hubiese servido y hasta versificado un texto de tanto precio que
tenía bajo su custodia.
Como Antillón había demostrado la falsedad de esta historia fundado
principalmente en la diferencia de estilos y lenguaje, se trató de remediar
este descuido del primitivo falsario. En i838 publicó D. Isidoro Villarro-
ya, como hemos dicho, su novela Marcilla y Segura y, en el prólogo,
manifiesta haber hallado una persona, que no nombra, ciertas Notas
originales del pobre y zarandeado Juan Yagüe, en que la historia de
los Amantes se cuenta por modo muy abreviado y toda en fabla an-
tigua.
Apelando al conocido recurso de: «está roto», «falla una hoja>\ «ras-
gado», para eludir los escollos de algunos pasajes en que había zozobrado
el primitivo componedor, hecho que se repite catorce veces en una relación
que no ocuparía más de un par de hojas en el original, hilvanó Villarroya,
ó quien fuese, su nueva versión del documento, cuyo principio ó parte
antigua copia literalmente y así lo imprimió en dicho prólogo. Y tan
satisfecho le dejó su obra que no vacila en afirmar que si Antillón le
hubiera conocido habría pensado de modo distinto en la materia, «su-
puesto que esta [copia] conserva hasta el fin el estilo y locución anti-
cuada, cuyo lenguaje pertenece al siglo xiii á que se refiere». Alguno
afirmó después que era del xv; pero en realidad no es ni de uno ni de
otro, sino una jerigonza formada por frases y vocablos antiguos, castella-
nos y provinciales de Aragón y Cataluña. También este traslado se dice
ser de 1619.
La versión de Villarroya no satisfizo enteramente á D. Esteban Ga-
barda, quien, aunque la reprodujo toda en su Historia, no lo hizo sin in-
tercalar ya algunas palabras, ya una cláusula entera ó ya nuevos porme-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 353
ñores y alguno de interés por repetir especies de la antigua forma del do-
cumento. '
No sabemos si á estas horas algún otro devoto de la leyenda turolense
habrá hallado nueva redacción de tan asendereado texto, pero creemos que
con lo dicho basta y sobra para apreciar el valor histórico que debe dársele.
Dejando ya el torcido y oscuro camino de las falsificaciones, vengamos
al claro y recto de las obras auténticas.
¿Cuándo aparecen por primera vez el nombre é historia de los Aman-
tes de Teruel en nuestros escritores?
III. Las primeras'obras literarias.
No podemos determinarlo exactamente. 2 La primera obra de fecha
cierta que ha llegado á noticia nuestra es la titulada: El pelegrino curioso
y grandevas de España, compuesta por Bartolomé de Villalba y Estaña,
odoncel vecino de Jéricao, personaje de quien no tenemos otra noticia. 3
En este curioso libro, escrito ó terminado en iSyj, intercala el autor un
1 Por ejemplo el episodio relativo á que el medio de que Isabel se vale para declarar á su
esposo la muerte de Marcilla es ñngir que lo había soña.'.o como ocurrido á otra persona: inci-
dente que, como veremos pertenece también á la primitiva forma de la leyenda.
La nueva redacción dada por Gabarda al papel de la iglesia de S. Pedro hállase además en el
articulo de Hartzenbusch en /:/ La¿>fnnío de 1843 >' en el prólogo del mismo á la novela de
Castel-Leóp.
2 Don Pascual de Gayangos, en una de sus notas á la traducción castellana de la Historia de
la literatura española de J. Ticknor (tom. 3.", pág. y/>) cita una rarísima obra que vio en 1838 en
la biblioteca que en su palacio de Blenheim, en Inglaterra, po>eían los duques de M.rlbourough.
Se intitula Histuria lastimosa y sentida de los dos tiernos amantes Marcilla y Segura, natura-
les de Teruel, ahora nuevamente copilada y dada á lu^ por Pedro de Alventosa, vecino de dicha
ciudad. Ks en 4.'^ de 16 hojas a dos columnas, letra gótica, sin año ni lugar de impresión (hacia
l555, según Gayangos), y va dividida en tres partes. Está escrita en redondillas y tiene la torma
y aspecto de las historias populares que corrían por aquel tiempo.
Aunque do creemos que, en h> esencial, altere esta Historia lo ya conocido sobre los Amantes
de Teruel, principalmente porque su contenido debió de pasar á los que escribieron cerca de
Alveniosa, seria muy útil conocer su texto. Si alguno de los hispanistas ingleses, por ejemplo el
Sr. 1). J. Fit/-Maurice Kelly, tan perito en toda clase de investigaciones literarias, tuviese oca-
sión de emprender esta se lo agradecerían h>s verdaderos aficionados de España. •
3 ¡U peU'ffvino curioso y grandevas de ¡\s^aña por bartholomé de Villalba y Estaña,
doncel j'fcinn de Xérica. Publicalo la Suciedad de liibliójilos españoles. 4.° Tomo I: Ma-
drid, i8^i; xvi-44r) páginas, y Tomo II; .Madrid, iHStj: xix-323 páginas. La licencia para la impre-
sión, que no se hizo de la obra es de Diciembre de 1577.
El poema de Los .\mantes de Teruel, ocupa de>Je la página 113 á la 272 del Tomo 2.*' y prin-
cipia: «
Canta los amores, suave musa,
que en Teruel ciertamente sucedieron
y dos muertes no vistas ni aun oidas,
dos tines en el mundo inusitablcs...
£1 poema no tiene mérito particular; es desigual; lleno de comparaciones absurdas ó extrañas,
de frases inauditas, de digresiones, anacronismos y errores. No es tampoco muy seguro que
respetase la forma en que Alvcntosa dio la leyenda por el carácter invencionero que revela este
Doncel de Jérica en otras cosas de su viaje por España y Portugal.
354 REVISTA de" ARCHIVOS
largo poema histórico, de unos 5.5oo versos, acerca de los célebres aman-
tes. Veamos, en resmnen como refiere el caso.
Coloca su principio en la era 1280 ó sea en el año 1242 y llama á los
dos jóvenes Marzilla y Segura, sin otro sobrenombre ni aditamento.
Se habían criado juntos; él era pobre, músico y cantor; y cuando quiso
casarse con su amada, los padres de ésta se la negaron. Segura le consuela
,é indica que se marche d las Indias ó á Italia y busque la riqueza qué ne-
cesita, que ella le esperará siete años. Acepta; se joran mutua ridplidad y él
parte. /
Segura (no le da otro nombre) vistió hábito, no salió de casa ni habló
con galán hasta que transcurrieron los siete años.
En tanto xMarzilla pasa á Valencia, á Toledo, á Alcalá la Real «á ca-
zar moros» y mató cien en el primer día. Todo en este poema es exagera-
do. Compara las fuerzas del joven c^n las dz Céspedes; cuando suspira
suena el suspiro como espantoso trueno; si llora sus lágrimas corren como
la lluvia por los canales de las casas. Marzilla llega á la Vega y pone es-
panto á toda Granada. Salen á él dos valientes y principales moros: vence
al uno y hace treguas con el otro por complacer á la mora su amada, no sin
haberle puesto antes á punto de sucumbir. Y como al otro día no viene nin-
guno á lidiar con él abandona la Vega y pasa á Italia. Hay que advertir
que aunque el autor fijó la fecha de 1242 al principio de estas aventuras,
los moros con quienes lucha son del siglo xv y parientes del Rey Chico
(Boabdil) que mandaba en Granada. Por otro lado dice que Marzilla, es-
t ivo tres años en Castilla favorecido del rey de León.
En Italia reinaban el papa Juan XXI (1276-1277) el emperador Rodulto
(1273-1291) y en Ñapóles Carlos (de A njou: i266-i3oo): ya estamos bien ale-
jados del 1242. Llegó á Roma cuando coronaban al papa Nicolás (por lo
visto Nicolás III: de 1277 á 1271). Entre los italianos realizó grandes proe-
zas que el autor dice «pasa entre ringlones» y trató de volver á Aragón.
Faltaban seis meses para expirar el plazo, según la cronología de Villalba,
y se embarcó en Venecia para Barcelona. Tempestades continuadas que
le impiden tomar ningún puerto acaban por arrojarle hasta Lisboa c<al ca-
bo de año y meses de tormenta») (¡durar es!) llegando á dicha capital nueve
meses pasados de los siete años fatales.
En tanto, un pretendiente de Segura finge, por medio de un pasajero,
la muerte de Marzilla; presenta su testamento, escrito «en la lengua tosca-
na muy limada», y se le crc2 muerto. Los padres mandan á Segura que se
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 355
case y ésta obedece sin dificultad eligiendo uno de seis pretendientes que le
quedaron «desechados los zánganos inútiles.»
Marzilla desembarca; toma postas corriendo y anda cuarenta leguas el
primer día, llegando el jnismo d^ la boda. Ocúltase en casa de una tía suva
sin que nadie le viese ni conociese salvo Lupercia, una perrilla blanca de *
su tía. Sabe la triste nueva y, embozado, se encamina á casa de Segura.
Topa con Eufrasia, criada de la joven, que le conduce á la alcoba y él se
mete debajo de la cama.
Llega la novia sola y acuéstase sin luz. Marzilla á tientas toca su cuer-
po; ella, sin asustarse poco ni mucho, se limita á preguntarle, al que le to-
có, quién es. tcMar^illa el mancillado soy, señorao, contesta él. Entonces
Segura, como lo suponía muerto, implora el auxilio del cielo. La persuade
él de que no ha muerto inculpándola por su falta de constancia. La donce-
lla alega el hecho consumado y él le pide un beso que le niegan. Llega el
esposo: Segura se finge enferma y consigue que, sin más, aquél se duerma.
Llama luego á Marzilla y no le responde; levántase la joven y hállale frió
y rígijio. Grita, despierta el marido y le refiere todo el suceso. Entre lo»
dos cargan con el cuerpo de Marzilla y le dejan en el umbral de la casa
de sus padres.
Al día siguiente sorpresa general, duelo y entierro en la iglesia de San
Pedro, donde apresuradamente entra una mujer enlutada que se arroja so-
bre el cadáver y, después de un largo é impropio discurso, expira sobre
él. Al separarla la conocen todos; los enterraron juntos, y el poeta añade:
Eternamente han de ser loados
los tales, si mis versos pueden algo.
No cita ni los nombres ni las familias de los padres de los enamorados,
ni el del marido de Segura. En cambio dice que el capitán de la ciudad se
llamaba D. Diego Celada.
Como esta obra permaneció inédita hasta nuestros días, no es de supo-
ner que, aunque no ftiese, tal vez, desconocida, ejerciese grande influjo en
los que después trataron el mismo tema.
Sin embargo, algo de común (no en el fondo, que eso tiene que ser for-
zoso) sino en pormenores singulares, tiene con la tragedia titulada Los
Amajites, publicada en i58i por el famoso poeta valenciano Micer Andrés
Rey de Artieda ', obra que, si como dramática tiene grandes defectos, es
sumamente curiosa bajo el aspecto histórico que ahora nos interesa.
I Los Amantes. \ Tragedia^ comppesta por Micer An- \ dres Rey de artieda. \ Dirigida al
Jllustre Señor Don Thomas de | Vilanoya, Mayorazgo y legitimo suces- | sor en las Baronías
356 REVISTA DE ARCHIVOS
Según la relación que el mismo Marcilla hace, se crió junto con Segu-
ra, como primos y pared en medio ambas casas. Retiróla su padre luego
que se enteró de su afición mutua y se la negó en matrimonio fundándose
en que eran muy niños. Marcilla se ausenta, embarcando en Palamós para
el África, permaneciendo los siete años que le habían dado de plazo en Tú-
nez, donde ganó de los moros grandes tesoros á punto que pudo regresar
con cincuenta acémilas cargadas de riquezas.
Llega á media milla de Teruel pasado el plazo una ó dos horas, mo-
mento en que principia la obra. PJl conde de Fuentes se presenta á saludarle
y le noticia que se hacen grandes fiestas en Teruel por el casamiento de
Sigura, novedad que djja Marcilla como es de suponer. Envía delante d
su criado que verifica la exactitud de la noticia y luego se presenta el mis-
mo y da el parabién á los novios. Habiendo quedado solos Marcilla y Si-
gura se desarrolla una escena de quejas bastante vivas entre ambos; ella se
disculpa por haber concluido el plazo; él la censura por su falta de amor,
pues no quiso esperar siquiera un mes.
Marcilla se retira á su casa llena de dolor. Sigue una original escena
entre él y Lain, su criado. Pídele á éste un Horacio y un Virgilio que dice
va á traducir; se cansa pronto, toca el laúd y canta un soneto. Nada le
consuela. Celébrase en su casa un banquete con sus parientes que vienen á
felicitarle por su regreso y, antes de concluir levántase Marcilla y marcha
á casa de Sigura á la velada nupcial. Aprovecha la confusión y el ruido
para esconderse tras la cama de los novios. Llegan éstoS: Sigura pide á su
marido la respete un dia citándole ejemplos de Alejandro y de Escipión.
Sigue un monólogo de Eufrasia, que escucha, ve y dice lo que en la alcoba
pasa entre Isabel y Marcilla, porfiando éste por darle un beso hasta que
lanza un ¡ay! de muerte. En la escena siguiente ya está el marido enterado
de todo y auxiliado de Sigura conducen el cadáver á la puerta de su casa,
la joven muy preocupada de que nadie se entere.
En el auto quarto hallan á Marcilla su padre y criados; escena de aflic-
ción y condución á San Pedro del cuerpo del amante. Vienen luego unos
lamentos de Sigura en hermosas quintillas, y acaba por resolverse á mar-
de liicorp y Quesa, K\ \ (Escudo del Mecen ns) En Valencia, en casa de Pedro de Iluctc, i58i.
A coniinuición va un soneto de D. Miguel Hibellcs y luego 1 1 dedicatoria en tercetos. Principia.
EsC'iuro edificó el primer teatrt).
Tiene 17 personajes. Al fin lleva unos versos que dice la Fama, y una aprobación de Fr. Juan
Bautista Bur¿;os; fechada en S. Agustín de Valencia á 9 de Febrero de i58r. No tiene paginación;
acaba en la segunda hoja de la signatura K-3. Kn todo 40 hojas.
BIBLIOT.ECAS Y MUSEOS SSy
char á la iglesia d darle el beso pedido. Monólogo de Eufrasia para prepa-
rar la escena en que, ya dado el beso, muerta y conocida Sigura, los pa-
rient2s del marido le reprenden por su flema ante aquel ultraje. Éste les
refiere todo el caso; el gobernador manda les entierren juntos y se les haga
un sepulcro de mármol.
Como se ve, de igual modo que el Doncel de Jérica, hace Micer Andrés
á Marcilla una especie d2 trovador, á quien sus méritos y su esfuerzo dan
la fortuna. La acción de la tragedia pasa en tiempo de Carlos V, desde i535,
fecha de la jornada de Túnez. Otra coincidencia con Villalba es el nombre
de Eufrasia, que lleva la confidenta de Isabel, que aquí es prima y no cria-
da suya.
Seguimos ignorando los nombres y familia de los enamorados y del
marido de Segura. No hay que olvidar que también y como mantenedor
del torneo de boda, figura un Conde de Fuentes. Es asimismo de notar que
las dos escenas culminantes de la tragedia: la de la cama y la de la iglesia
suceden entre bastidores y son referidas en monólogos de Eufrasia y del
marido de Isabel; por donde se ve el respeto que Artieda profesa á la ver-
sión corriente d^l suceso y, en cuanto á la primera, el concepto que tenía
del decoro teatral, pues no se atrevió á suprimirla ni á modificarla como
hicieron los demás poetas dramáticos.
Muy pocos años después, ' en i588, imprimía en Alcalá de Henares el
luego célebre médico de Felipe III y Felipe IV, Jerónimo de Huerta su
poema Florando de Castilla, lauro de caballeros 2, que había escrito á los
14 años, cosa verdaderamente asombrosa, pues tiene el poema cerca de
8.000 versos, la mayor parte en el difícil metro de la octava real. En esta
obra intercaló el autor, en el canto IX, La celebrada historia de los Aman-
tes de Teruel Marcilla y Segura.
El suceso está contado rápidamente en 57 octavas, con algunas varian-
tes de interés y en el tenor siguiente. xMarcilla y Segura (una sola vez le lla-
ma Isabel) se criaron juntos y amaron desde niños. El padre de ella, no-
1 T.iMibicn por enloncc>í escribín cl famoso poeta Pedro Láinez, natural de Teruel, según
un pasaje aIi;o oscuro del poema de Yagüe y amigo de Cervantes. En el manuscrito de sus ver-
sos que en (jr.inada poseen los Duques de Cíor; hay un p isaje relativo á los Amantes de Teruel
inicrc il ido en una égloga. Corno estos versos de Láinez verán pronto la luz pública en la co-
lección de los Bibliófilos españ.)les, entonces podrá apreciarse como se trata el asunto.
2 Florandit de Castilla, Layro de cavalUros, compuesto en octaua rima por el licenciado
llieronymo de Guerta, natural de Escalona... Alcalá, en casa de Juan Gradan... MDLXXXVIII;
4."; ir»H hojas y 8 más de preliminares. Reimpreso en cl tomo de Curiosidades bibliográjicas de
la Biblioteca de autores españoles. La aprobación lleva la fecha de .Madrid, 27 de Junio de 1587.
358 REVISTA DE ARCHIVOS
tandoesta inclinación recogió á su hija y negó luego su rnano al padre de
Marcilla, con pretexto de que eran todavía muy jóvenes, aunque era en rea-
lidad la causa, ser Marcilla pobre por tener hermano mayorazgo.. Después
de obtener de su amada un plazo de siete años, parte el héroe en busca de
fortuna, embarcándose en Palamós en una nave que iba contra el África.
Realizó grandes hazañas, venció á los moros; llegó á ser general; ayun-
tp tesoros y, viendo prqximo el cumplimiento del plazo, se embarcó para
España. Uría tempestad le detiene hasta que llega á Teruel con dos horas
de retraso en el mismo día en que Segura se había casado. Tuvo valor.para
felicitar á los novios, pero á la noche se escondió debajo de la cama de
aquéllos. Segura obtiene treguas de su esposo á pretexto de cumplir un
voto. Duérmese y sale Marcilla y, tomando una mano de la joven, procura
tranquilizarla, aunque luego la acusa de mudable. Defiéndese ella por ha-
ber expirado el plazo. Marcilla le pide, como último favor, un beso que
ella le niega una y otra vez y el amante lanza un triste y postrer suspiro.
Aturdida Segura, despierta á su esposo; le cuenta todo y ambos llevan
ocultamente el cadáver á la puerta de la casa de su padre. Venida la ma-
ñana se promueve gran tumulto y duelo. Cuando iban á sepultar al d2s-
graciado Marcilla se avalanza Segura y abrazándose al cuerpo le besa rei-
teradamente y expira en aquella actitud. El esposo refiere á todos el lance
y admirados piden que les entierren juntos.
La época es la de Carlos V por la expedición al África que enriquece á
Marcilla. Faltan también los nombres de los padres y del esposo. A Segura
solo una vez le llama Isabel. Se ve ya á la leyenda concretarse. Ya no hay
el cúmulo de aventuras que forman casi todo el poema de Villalbá. La se-
mejanza con la tragedia es notoria, pues convienen en circunstancias que
no pertenecen al fondo del asunto; como el torneo defendido por el Conde
de Fuentes; la entrevista de los dos enamorados antes de la noche y la vi-
sita del duelo de esposo de Isabel á los padres de Martilla. - '
2 L'n texto muy curioso relativo al estado de la leyenda en Teruel mismo, en 1590 ó 1600 nos
lo ofrece el anónimo autor de la Jorna¿fa Je 5u Majestad Felipe III á Valencia cuando fué á
casarse con Margarita de Austria. Kl autor con gran sencillez transcribe lo que á su paso por-
Teruel oyó referir de público en estos términos: «Kn la iglesia de San Pedro, en la capilla de
San Cosme y San Damián de la dicha ciudad, está la sepultura de los dos Amantes que llaman
de Teruel, y dicen eran un mancebo y. una doncella que se querían mucho, y ella era rica y él,
al contrario, y, como él pidiese por mujer la doncella, y por ser pobre no se la diesen, se deter-
minó á ir por el mundo á adquirir hacienda y ella de aguardarle ciertos años, al cabo de los
cuales y dos ó tres días más, volvió rico, y halló que aquella noche se casaba la doncella. Tuvo
traza de meterse debajo de su cama v, á media noche, la pidió un abrazo, dándose á conocer; ella
ie dijo no podía por no ser ya suya, y él murió luego al punto. Lleváronle á enterrar y ella fue
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 35g
Llegamos al gran difundidor y perfeccionador de la leyenda terolense,
al autor de la enorme epopeya trágica, como le plugo llamar á su poema
de Los Amantes de Teruel y compuesto en 26 cantos, con unos 20.400
versos endecasílabos.
Juan Yagüe de Salas, notario y secretario del municipio terolense, pu-
blicó su obra en 16 16 »; pero cuatro años antes, lo menos, la tenía ya ter-
minada y consultada con varios literatos y amigos.
En este libro hay que distinguir dos cosas muy principales: una la his-
toria sencilla, verdadera, según la creía Yagüe y otra la creada y desarro-
llada por él en su poema.
Así en las octavas que van al final ^ como en un Argumento ó hipó-
thesi de la acción de los Amantes de Teruel, desnudo de Episodios, que
precede al poema, dice que Marcilla y Segura se criaron juntos, como pri-
mos que eran. Siendo ya aquél en edad de gastar espada el padre de Segura
le negó la entrada en su casa y luego la mano de su hija cuando el padre
de Marcilla fué á pedírsela, pretextando la juventud de los aspirantes, si
bien la causa era la pobreza de Marcilla, segundo de su casa. El desairado
joven marcha á la guerra y Segura ofrece esperarle siete años. Regresa
Marcilla el día mismo de las bodas y se introduce en el aposento de Isabel,
quien llegado el momento, recaba de su nuevo esposo que, por un día res-
pete un voto que tiene hecho. Marcilla saliendo de detrás de unos tapices,
después de grandes quejas sobre la poca fe de su amada le pide un beso, y
al entierro, y cuando le querían echar en la sepultura, se arrimó al ataúd y quedó allí muerta, y
así los enterraron juntos en una sepultura, sabido el caso.»
(Relaciones históricas de los siglos XVI y XVII. Publícalas la Sociedad de Biblióf. esp., 1896;
4.^ p. 269). En esta forma había ido condensándose la leyenda después de los escritos de Alven-
tosa, Villalva, Articdi, Huerta y tal vez algün otro. Todavía no suenan nombres, ni Marcilla
era nieto de reyes sino «un pobre mancebo.»
1 Los Amantes | de Tervel. \ Epopeya trágica: \ Con la Restauración de España por la
parte de Sobrarte \ y conquista del Reyno de Valencia. \ Por Ivan Yague de Salas. | Secretario
de la ciudad de Teruel. | Dirigida al Concejo y ayuntamiento de dicha ciudad. | (Escudo de
armas de ella.) Con privilegio Real. | En Valencia, Por Pedro Patricio Mey: 16 16. 8.°, 30 hoja»
preliminares, en la última el retrato de Vague; 722 páginas (la final por errata dice 700) y 25 hojas
de Diccionario poético. Las dos últimas las forman 8 octavas reales con la historia nuda del
suceso y unas quintillas de Fr. Leandro Badillo en loor de Yagüe.
Lleva sonetos laudatorios de Lope, Ricardo del Turia, Cervantes, Salas Barbadillo, Guillen
de Castro y otros menos conocidos. La licencia es de 26 de Enero de i6i5; una aprobación de
Fr. Alonso Remón de 22 Enero del mismo año y una licencia eclesiástica de Valencia á 18 Ju-
lio 1616. En una Carta encomial y apologética dice el P. Fr. Francisco González, Comendador
del convento de la Merced de Soria, que Yagúe le había comunicado su obra cuatro años antes.
Consta de a6 cantos y unos 20.400 versos pero la mayor parte tratan de cosas ajenas al asunto
principal.
2 Escribió estas octavas á ruegos del famoso Guillen de Castro, presidente de la academia
valenciana de los Montañeses del Parnaso, que había sustituido i la de los Nocturnos, y en la
que se dio á plaza al mismo Yagüe con el nombre de Pindauro.
3.* ÍPOCA.— TOMO III. 2S
36o REVISTA DE ARCHIVOS
como se lo rehusa, expira de dolor. Segura despierta al esposo y le refíe-
re el caso y ambos secretamente, llevan el cadáver á su puerta que estaba
al lado. Al otro día, Segura que, en la iglesia de San Pedro, asistía al en-
tierro entre las mujeres, cubierta con el manto, se acerca al cadáver, se
abraza con él y fallece. El marido relata lo sucedido y entierran á los jó-
Tenes difuntos en un sepulcro.
Hemos expuesto una vez más el tema, que no se distingue de las ante-
riores versiones y era la que Yagüe tenia por verdadera, solo para que se
note la diferencia con la que él puso en su poema y es la que sigue.
Empieza fijando la época en tiempo del emperador Federico II (1220-
125o). Da familia al galán á quien nombra Martin Garcés de Marcilla, de
la casa de Falces, de Navarra y descendiente de los Garceses y Garcías
reyes de Aragón. A ella le da el nombre de Isabel y á su secretaria ó con-
fidenta el de Leonor.
Marcilla parte á la cruzada de Federico II contra Jerusalén (1226), lle-
vando consigo 20 terolanos, con licencia que le dio Jaime el Conquistador.
Salen de Barcelona. Á su llegada á Tierra Santa, da muerte Marcilla á un
horrendo león que halla junto á una fuente, luchando con él á brazo par-
tido. Entre otras insignes proezas, aprisiona á Solipino, hijo del Sol-
dán; y éste, á cambio de la libertad de su hijo, rinde al Emperador la
ciudad Santa. Regresan los cruzados y Federico encomienda á Marcilla el
mando de una escuadra con la que le permite vaya á España á saludar á
sus padres y casarse. Sale de Genova; pero una serie de violentas borras-
cas no le permite llegar hasta pasados cinco meses á Barcelona, donde le
suceden ciertas aventuras novelescas que dan por resultado nueva deten-
ción y retraso en llegar á Teruel. Entre tanto, Segura se promete con
«A^agra, hermano del señor de Abenra^in.'»
Llega la víspera de la boda y de noche. Se acuesta; pero no puede dor-
mir «y en camisa» sale á una azotea desde la que divisa la casa de la in-
grata y pasa el resto de la noche echándole maldiciones.
A la mañana se celebra la boda, como si él no estuviese allí; asis-
te á las ficfstas; en una corrida de toros toma participación y mata á la
fiera. Llega la noche y escóndese en la cámara nupcial. A poco entran los
novios y sigue la súplica de Isabel por el voto: Azagra se duerme. Sale
Marcilla, tómale á Segura las manos y le endereza el discurso de quejas,
acabando por pedirle un beso, como último regalo: se lo niega y él se deja
morir. Isabel prorrumpe en gritos que, naturalmente, despiertan al buen
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 36 1
Azagra; ella le refíere el hecho, pero como sucedido á otra; el marido
aplaude la conducta de la joven y ambos sacan el cuerpo de casa y lo de-
positan en la puerta de la otra.
Al día siguiente, al pasar el entierro, sube Segura á verlo de una reja
alta y, desnudándose de todas galas, sale á mezclarse con las mujeres; lle-
ga á la iglesia y se precipita sobre el muerto sucumbiendo allí mismo. Qui-
tanle el manto y la conocen todos: el marido refiere el caso y un an-
ciano propone se les entierre juntos, lo cual se hace en un sepulcro de
alabastro.
Como se ve la leyenda está perfeccionada; tiene ya %abor local, gracias
al poeta que dio nombres y familia á todos los personajes de ella. En la
forma que Yagüe creía histórica, hemos podido observar que eran anóni-
mos. Y, sin embargo, de lo por él inventado han salido todos los cálculos,
(historias, genealogías y demás circunstancias de época que vinieron á
adof nar este célebre episodio.
IV. Los GENEALOGISTAS Y LA LEYENDA DE LOS AmANTES.
Producto de la tendencia á convertir en provecho de algunos indivi-
duos tan dramático argumento fué cierta Memoria genealógica Justificada
de la familia que trae el sobrenombre Garcés de Marcilla, impresa en
1780 * y presentada al Rey D. Carlos III por el capitán D. Joseph Tomás
•Garcés de Marcilla, caballero de Montesa.
Prescindiendo de juzgar la genealogía tan gratuita como ilustre que se
adjudica el caballero de Montesa, pues, según él, procede no menos que de
los reyes de Aragón por descendencia legítima ^y solo nos interesa ahora
1 N) hemos visto esta Memoria; pero sí los extensos extractos que dieron de ella el Memo-
ría/ literario en 1785 (núm. 23 correspondiente al mes de Noviembre; páginas 384-392) y D. Isi-
doro Antillón en sus citadas Noticias^ páginas 34-41.
2 Ks la siguiente. Fortún Garcés hijo del infante D. García y nieto del Rey de Navarra D. Gar-
cía I, tuvo por hijo á García Fortúñez, quien casó con D.* Toda y hubo á D. Lope y D. Ximeno
Garcí.i.
I). Lope tuvo á Fortún Garcés que en 1096 concurrió á la toma de Huesca y á García Garcés de
MarcilLK llamado así por la villa de este nombre, en Navarra, de que era señor.
Caso ^ste con D.* Sancha Gómez de Subirá y tuvo por hijo á Martin Garcés de Marcilla que
^e doni.cütó en Teruel, al tiempo de su población, con otros hermanos suyos.
Ca^uvc Martin en Teruel con D.* Constanza Pérez Tirón y hubieron á D. Sancho Garcés de
Marcillu. /). Diego y D. Pedro.
Tod.i esta genealogía es un conjunto de falsedades. Ni aun el nombre de los reyes se sabe con
toda cerilla, en los revueltos tiempos del principio de la Reconquista navarra, ni los de sus
hijos, para que en 1780 se pudiese tejer una genealogía tan seguida de personajes secundarios.
La f.iniilía distinguida de los Garcés tiene, como otras muchas, origen desconocido: quizá
proceda Je los reyes de Navarra y quizá no. Estos abusos de los gcnealogistas son los que han
362 REVISTA DE ARCHIVOS
consignar la nueva versión que da á la trágica historia de los Amantes, que
es como sigue.
Desde la infancia amó D. Diego á doña Isabel de Segura, su parienta;
más el padre la prefirió colocar en Azagra, hermano del señor de Alba-
rracín y su presunto heredero. Hubo, con todo, cierto pla^o concedido á
D. Diego, que se marchó á la guerra. Estuvo en las Navas de Tolosa c<y
dio el primero, entre navarros y aragoneses, contra las cadenas de hierro»
que resguardaban y defendian la tienda de Miramamolín » y las desbarató.*
Llegó á Teruel después del plazo, en el mismo día en que se verificaban
los desposorios en la parroquia de San Pedro. Se presentó en la iglesia y
la inopinada vista hirió con tal dolor á los dos, que c<á un tiempo mismo
cayeron desmayados la una en el presbiterio y el otro en la parte inferior
de la iglesia donde se hallaba», falleciendo ambos en el acto. Estaba la
ciudad dividida en banderías que, con tal motivo se recrudecieron y, gra-
cias al clero, no vinieron á las manos los partidarios, contentándose con
enterrar juntos á los infelices amantes. Dice luego que los poetas han alte-
rado la verdad que resulta «de las memorias y escritos» que, sin duda,
reserva para ocasión más oportuna.
No obstante lo tardío y arreglado á la francesa de esta refundición,
todavía hubo entre nosotros quien le prestó más crédito que á la versión
antigua, sin duda por hallarla en algunos puntos más conforme á la vero-
similitud, como si los acontecimientos pudieran modificarse á tenor de los
gustos, costumbres ó ideas morales de cada época.
V. MÁS OBRAS POÉTICAS.
Si poseyéramos en su primitiva íorma la comedia de Tirso de Molina
que lleva el título de Los Amantes de Teruel, acaso coetánea del poema de
hecho tan despreciable una rama de erudición que debía de ser un auxiliar digno y un bello or-
namento de la historia.
Cáscales, en sus Discursos históricos de la ciudad de Murcia^ cita, ignoramos con qué funda-
mento (probablemente ninguno serio), como asistente á la batalla de las Navas un Diego Garcés
de Marcilla; pero en modo alguno añade que éste fuese el célebre Amante de Teruel, como se ha
dicho. (Véase la pág. 423 de la edición de 1775.)
Salazar y Castro en su Casa de Lara (I, 274) menciona algunos Garcés de Marcilla, de Alba-
rracin,' pertenecientes á fínes del siglo xv y principios del siguiente; pero tampoco se le ocurre
identificarlos con la familia del enamorado terolense.
Zurita (An. 1. VII, c. XIX) habla de los bandos de Teruel, ya bien entrado el siglo xiv, entre
Martin Garcés de Marcilla y los Muñoz y no dice que fuese aquél de la gente del amante de Isa-
bel de Segura, ni otros Garceses del siglo xv que menciona en diversos lugares.
I Autoriza este hecho no menos estupendo que los que le colgó Yagae,con una certificación
de D. Alonso de Guerra, rey de armas de Carlos II y Felipe V, gran perpetrador de falsedades ge-
nealógicas y heráldicas. Por otra parte, es sabido el caso que debe hacerse de estas certiñcaciones
expedidas de la menos seria y formal manera.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 363
Yagüe ^ tal vez su examen fuera provechoso para el estudio que venimos
haciendo sobre el desenvolvimiento del asunto. Pero, alterada por anóni-
mos refundidores, en términos que el mismo Fr. Gabriel Téllez la rechazó
como legítima, cuando en i635 la dio, con otras, á la estampa, solo algún
trozo ó alguna escena nos pueden traer á la memoria su primitiva redac-
ción 2. Por ellos deducimos que Tirso tuvo presente, entre otras fuentes, la
tragedia del valenciano Artieda,si bien el desarroUode la acción es diferente.
Ábrese la escena con una en que doña Isabel desaira á su pretendiente
D. Gonzalo, lo cual no impide que éste se la pida al padre. También Mar-
silla, y obtiene el plazo de tres años y tres días. Marcha á la Goleta y á
Túnez en una compañía que pasaba por Teruel. Salva la vida á Carlos V;
entra el primero en el asalto de la Goleta y luego en Túnez; no logra pre-
mio y quiere suicidarse: el Emperador, enterado de sus cosas, le recompen-
sa y Marsilla sale para Teruel.
Entretanto D. Gonzalo seguía aspirando á la mano de Isabel. Un ca-
pitán, amigo suyo, que llega á Teruel desde África, donde trató á Marsi-
lla, se presta á decir á la dama que Diego había muerto. Entonces ella
otorga el casamiento con D. Gonzalo de Aragón.
Llega Marsilla dos horas después de la boda; se oculta en la cámara
nupcial; entra la desposada y cree al verle que es la sombra de Diego; éste
la desengaña y suplica un postrer abrazo, muriendo repentinamente al
verse rechazado. Aparece el marido y D.* Isabel le refiere el suceso; carga
D. Gonzalo con el muerto y lo deja á la puerta de la casa del padre, vol-
viéndose á la cama con su esposa. A la mañana siguiente, al pasar el en-
tierro, comienza la aflicción de la dama, que resueltamente se presenta en
la iglesia en el momento de estar celebrándose las exequias y se precipita
sobre el cuerpo de Marsilla, donde expira diciendo:
Ceñiré con brazo fuerte
de íirmesa no rompida,
tu pecho de aquesta suerte,
que lo que no quise en vida
te vengo á pagar en muerte.
2 Es sabido que Tirso de Molina, nacido en 1571, había ya antes de 16^ cesado de escribir
para el teatro. Conforme se van fijando fechas á sus comedias aparecen, como no podía menos*
ser la primera y segunda decenas del siglo xvii las de su mayor producción dramática. Por eso
cuando en 1635 su sobrino le presentó esta obra para su impresión ni siquiera la conocía, por lo
olvidada y cambiada que la habían puesto los representantes.
3 Se imprimió por primera vez en la Segunda parte de tas comedias del Maestro Tirso de
Molina. Recogidas por sv sobrino D. Francisco Lucas de Auila... En Madrid, En la Imp. del
Reino^ año 1635,4.^: la quinta en el orden de las doce que forman el tomo. En nuestro libr«
sobre Tirso de Molina páginas 99-102, hemos hecho algunas indicaciones sobre las diversas re«
fformas que debió de sufrir esu comedia.
364 REVISTA DE ARCHIVOS
El padre de ella, Rufíno, manda que se les sepulte juntos y en un mis-*
mo sepulcro.
La variante de más importancia en esta comedia, es la de haber evitado
la inverosimilitud de la escena de la cama. Isabel entra sola y, antes de
acostarse, ve á Marsilla y sucede la muerte de éste. D. Gonzalo no nece-
sita dormirse para que los amantes tengan su postrer conversación, entra
cuando la desgracia ha sucedido y no hace más que transportar el cadáver.
También esta ridicula y repugnante escena iba á desaparecer en breve de
la leyenda.
Aunque no tanto como suele afirmarse, es evidente que algo tomó de
la obra de Tirso el doctor Juan Pérez de Montalbán para la suya titulada
también Los Amantes de Teruel, la más conocida y representada antes del
magnífico drama de D. Juan Eugenio Hartzenbusch », pero que luego ha
caído tan en desuso, que ya hasta rara se ha vuelto como pieza bibliográ-
fica. Por esta razón los lectores nos perdonarán demos un breve resumen
de su argumento que tanto altera la forma ordinaria de la leyenda.
Empieza con una escena de celos promovidos por doña Elena, prima de
Isabel, que ama también á Marsilla, y que, con sus embustes, da lugar á que
Diego piense que Isabel le engaña con un D. Fernando. Éste y Marsilla
piden á la vez la mano de la joven, y el segundo, visto que le rechazan
por pobre, en un enfático discurso recaba su plazo, que se le concede, de
tres años y tres días para enriquecerse. Sigue una despedida muy tierna
de los amantes.
Acto segundo. Estamos en África: cae el César al mar, sálvale Diego
y obtiene sólo promesas. Elena urde una nueva infamia con un hombre
vestido de soldado, que da á Isabel la noticia de la muerte de su amante.
En tanto éste que está bien vivo, asalta el primero á Túnez; pero como
no halla nada en el saqueo, quiere (como en Tirso) que su criado le mate.
Sobreviene el César y premia espléndidamente al joven.
Acto tercero. Celébrase la boda. Llega Diego con dos horas de retraso.
La entrevista de ambos amantes es viva y valiente.
I Las ediciones de la comedia de Montalbio son muchas á partir de la impresión que se hizo
en el Primero tomo de las Comedias del Dr. Ivan Pere:^ de Montalpan. En Madrid en la Imp. del
Reyno^ Año 1635. 4.", seis hojas prels. y 260 más de texto. Esta parte se ha reimpreso en 1638 en
Alcalá y ea i652 en Valencia. En todos íiguran Los Amantes la última. También entró en la gran
colección de Varios, Parte 44 (Zaragoza i652) y en el siglo xviii fué muchas veces reimpresa en
Madrid, Valencia y Barcelona, como que era de las más representadas de nuestro antiguo teatro.
En el Museo Británico hay un manuscrito de ella fechado en 1634, pero desde 1630, por lo menos»
hay memoria de que ya se ejecutaba.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 36S
ISABBL. Don Fernando porfió; Isab. Tiéncme ya en su poder.
dio voces el interés; Diego. Prueba la fuerza.
hubo nuevas de tu muerte... Isab. No hay tiempo.
¡Mal haya el aleve, amén Diego. Vente conmigo.
que las trajo; pues me veo Isab. No es ley.
en este estado por éll Diego. Huye sola.
Corrió el tiempo, llegó el plazo, Isab. No sé á donde.
hice amante mi deber; Diego. Habíale al juez.
amenazóme mi padre: Isab. No hay juez.
es padre, al fin, soy mujer Diego. Di que eres mía.
y al cabo... ^dirélo?... sí; Isab. Ya es tarde.
al cabo me desposé Diego. Mátame.
a mi pesar, ya lo dije; Isab. Quiérote bien.
y así deja, déjame, Diego. Correspóndeme.
que me pierdo si te miro Isab. Soy noble.
y no me quiero perder. Diego. Pues algún medio ha de haber.
Diego. Advierte... Isab. Quiero callar y morir.
Isab. Ya no es posible. Diego. El morir escojeré.
Diego. Tampoco por tu desdén pero ha de ser confesando
es posible que yo pase. tu voluntad y tu fe.
Isab. No puedo otra cosa hacer. Isab. Mira que tengo marido.
Diego. Dí á tu padre que estoy vivo. Diego. Yo lo soy tuyo, Isabel,
Isa». Ya de provecho no es. y de tí no he de (apartarme
Diego. Habla claro á D. Fernando. aunque mil muertes me den.
Y véase como antes de Hartzenbusch hubo quien sintió toda la fuerza
dramática que entrañaba la entrevista de los amantes cuando su unión es
ya imposible.
La muerte de Diego no ocurre en escena; la cuenta después Isabel á su
esposo. Murió cuando ella le dijo que le aborrecía. Mientras D. Fernando
va á buscar gente que separen el cadáver, Isabel, en un largo monólog(x
se prepara á morir y, dejándose caer sobre el cuerpo de Marsilla, espira
dándole la mano. Llegan todos y hallan juntos á los dos con grande ira
de D. Fernando que se disipa al ver qus su esposa está muerta.
Los actos primero y tercero son muy distintos de los de Tirso; el se-
gundo muy semejante; hasta hay versos iguales.
Como se observa, á la vez que la leyenda ha sufrido un grave cambio,
se evitó la repetición de la indecorosa escena de sacar el cadáver en hom-
bros del esposo de Isabel, haciendo á ésta morir en su casa y no en la
iglesia, con lo cual también ganó la regularidad del drama. La leyenda,
pues, estaba fijada; ni en decencia, ni en propiedad, ni en verosimilitud
(dada la natural del asunto) había ya nada que pedirle. Faltaba sólo ha-
llar un móvil más poderoso que la obediencia paterna (que en el siglo xvh
lo era bastante) para la rápida mudanza de Isabel, y explicar la tardanza
del mancebo, cosas ambas que otro poeta de genio se encargará de hallar,
pero entretanto la comedia de Montalbán satisfacía por entero los gustos
de nuestros abuelos.
366 REVISTA DE ARCHIVOS
Sucedía entonces (y sucede hoy) que las obras dramáticas más celebra-
das ya por su mérito ó por causa del asunto eran puestas en parodia, como
sucedió con El caballero de Olmedo, La muerte de Valdovinos, Los siete
Infantes de Lara, El Cid, Céfalo y Procris y otras varias.
Tal aconteció con Los amantes de Teruel, cuyo titulo dio á una come-
dia burlesca el divertido entremesista D. Vicente Suárez de Deza » y con
el que se imprimió anónima una Mojiganga 2, ambas antes de expirar el
siglo XVII.
En el siguiente continuó triunfante en el teatro la excelente obra de
Montalbán. El asunto estaba resuelto y no se atrevieron á modificar su
argumento ni D. Francisco Mariano Nifo, quien, como paisano de las cé-
lebres víctimas, pudiera estar mejor enterado, limitándose, en la pieza que,
con el título de La casta amante de Teruel, doña Isabel de Segura: esce-
na patética, dio al teatro hacia 1789 y luego á la imprenta 3 á presentar
un monólogo harto declamatorio y escaso de interés; ni el grafómano don
Luciano Francisco Comella, que por el mismo tiempo hilvanaba su Esce-
na trágico'lirica titulada Los amantes de Teruel •». Escrita esta obra para
el personal lucimiento de la famosa María del Rosario Fernández, La Ti-
rana, tan sobresaliente en el género trágico, viene á ser como el tercer
acto de un drama sobre el asunto, pues comienza en el momento mismo
en que, casada ya Isabel, se presenta á sus ojos Marsilla, á quien cree
muerto, y empieza á lanzar imprecaciones, quejas, lamentos, invocaciones
al cielo y al infierno hasta que, muerto verdaderamente Marsilla (que hace
papel insignificante), se deja ella misma caer á su lado.
1 Primera parte de los Donayres de Tersicore comppesta por Don Vicente Spare:^ de De^a y
Apila... En Madrid, por Melchor Sanche^, año de ¡663: 4.®, 12 hojas preliminares y 216 de
texto. Empieza con la indicada comedia burlesca de Los Amantes de Teruel.
2 Arcadia de entremeses, escritos por los Ingenios más Clasicos de España. Primera par-
te, Pamplona, Juan Micón. /(9.Q/, 8.<*, 173 páginas. Reimprimióse en la misma ciudad en 1700;
por Juan .Micón, 8.<>, 168 páginas. En la primera colección ocupa la mojiganga el duodécimo
lugar y el undécimo en la segunda.
:) Publicóse primero con solas las iniciales del autor, asi: La casta amante de Teruel Doña
Isabel de Segura. Escena patética. Por D. F. M. N. Madrid, s. a. en 4.® Se reprodujo del mismo
modo en Valencia por Estepan en 1818; pero ya antes se había estampado en la Colección de los
me f ores papeles poéticos y composiciones dramáticas de D. Francisco Mariano Sipho: Ofrécela
al publico Dan Manuel Nipho, capitán délos Reales Exércitos. En Madrid: Por Cano. Año
de MDCCCV. 2 vols. en 8.» de 234 y 300 páginas. La pieza dramática está en el t. II, págs. 32-50.
4 Los amantes de Teruel. Escena trágico-lirica. Por Don Luciano Francisco Comella. Ma-
drid Librería de Quiroga, lia autor 4.*^, 10 págs. Consta solo de tres personajes que fueron repre-
sentados: el de DMsabel por la Sra. María del Rosario; el de /).• Elena por la Sra. Francisca La-
borda, y el de D. Diego por el Sr. Joteph Hueru. Posteriormente se ha reimpreso dos veces en
Madrid, sin I. ni a. 4.0, 10 páginas y otra por Ramón Ruiz, 1794, también en 4.°
Se cita asimismo una Relación burlesca intitulada Los Amantes de Teruel, para cantar y re*
presentar, compuesta por un aficionado. Sin I. ni a., 4.^, 16 páginas.
y
BIBLIOTECAS Y MUSEOS SÓ/
Todo esto vino á quedar oscurecido cuando en la noche del 19 de Ene-
ro de 1837 se estrenó el drama Loz amantes de Teruel y original de Hart-
zenbusch. Alterando á su gusto la leyenda, pero siempre con acierto para
conseguir mayor belleza dramática, dio á la literatura española una obra
que ya con el mismo asunto no podrá verse sobrepujada % ni aun acudien-
do la poesía al auxilio de su hermana la música 2.
Los dos incidentes nuevos, introducidos por Hartzenbusch; á saber, la
falta oculta de la madre y los celos y persecución de Zulima, justifican so-
bradamente, el primero, la repentina mudanza de Isabel y el segundo el
retraso de Marsilla, á la vez que aumentan la emoción dramática y man-
tienen el interés, especialmente en los actos que preceden al regreso del
héroe.
La poesía lírica, aunque poco, también cantó estos célebres amores 3,
que hallaron grandes amplificaciones en la novela. Pero no es de nuestra
incumbencia seguir este nuevo giro que la leyenda tomó en manos del ya
1 Los Amantes de Teruel, drama en cinco actos en prosa y verso, por D. Juan Eugenio
Hartzenbusch. Madrid, Imp. de J. M, RepuUés, 1837, 8.° marq. Fué estrenado en el teatro del
Principe cl 19 de Enero ejecutando los principales papeles Joaquina Baus, Carlos Latorre, Teo-
<lora Lamadrid y Julián Romea.
A consecuencia de las indicaciones de Larra el autor refundió su obra con grande acierto
reduciéndola á cuatro actos. Sobre sus varias ediciones y traducciones véase la excelente
Bibliografia de Hartzenbusch, publicada por su hijo D. Eugenio; Madrid, 1900, págs. 52 y 53.
Muchos años después se representó una parodia que fué impresa con el título de Los novios
de TerueL Drama lirico-burlesco en dos actos y en verso: letra de Eusebio Blasco y música del
Maestro Árrieta. Madrid, 1867, 4.0
Y el mismo Hartzenbusch había empezado á escribir antes que el drama (quizá como prepa-
ración) una especie de novela «iobre el asunto. Consérvase un fragmento que se imprimió en
i a Bibliografia de Hartzenbusch, pág. 383.
2 La Srta. D.* Rosario Zapates compuso un libreto de ópera con el título de Gli Amanti di
Teruel, drama lirico de la Srta... música del Maestro Avelino de Aguirre, representado en el
teatro principal de Valencidi el 16 de Diciembre de i865. Madrid, i865, 8.", 91 págs.
Mayor celebridad alcanzó la ópera, letra y música del Maestro Bretón, con el titulo de Los
Amantes de Teruel. Libreto de la ópera en cuatro actos y un prólogo, letra y música df D. TO'
más Bretón, Madrid, 1889, 4.®, acerca de la cual también se han publicado los dos folletos: Los
Amantes de Teruel. Estudio critico del drama lirico de este nombre de D. Tomás Bretón por
D. Antonio Peña y Goñi. Madrid, 1889, 4.°, 47 págs.; censura demasiado severa que fué paliada
por este otro: Los Amantes de Teruel. Contestación á un folleto por Enrique Sanchis. Ma^
drid, 1889, 4.^, 64 págs. El libreto de Bretón fué traducido en alemán, por Federico Adler é im-
preso con este título: Die Liebenden von Teruel, Praga, 189 1, 8.°, 82 págs.
Nuestro ilustre amigo el bibliófilo D. Luis Carmena y Millán posee un libreto de ópera
inédito y autógrafo de D. Francisco Asenjo Barbieri, con el título de Los Amantes de Teruel y
fechado en 1862. ¡Qué lástima que el insigne D. Francisco no llegase á poner música española á
tan hermoso asunto!
3 Las poesías líricas son bastantes, pero entre las que tengan algún valor por su extensión,
al menos, sólo recordamos: Los Amantes de Teruel. Poema^leyenda, original de D. Joaquín
Guimbao y Simón, Teruel, Imp. de la Casa de Beneficencia, 1880, 4.^, 34 págs.; otra anónima
titulada: Los Amantes de TerueL Relación histórica en verso. Teruel, Imp. de Dionisio Zarzoso,
T891, 4.^, 32 págs., y dos Relaciones con igual título, impresas en Córdoba por Luis Ramos y
Coria, sin año (á fínes del siglo xviii) con los números 31 y 121. Una de ellas es jocosa y prol>a->
¿lemen te estarán en romance.
368 REVISTA DE ARCHIVOS
citado Villarroya, que tuvo presente, aunque no mucho, el drama de Hart-
zenbusch y además gozó la fortuna de que su novela, con ser la peor, fue-
se la más popular, pues, en eitracto, se imprimió varias veces y fué pre»
gonada por los ciegos de las calles >; el fecundo y desordenado Fernández y
González 2, el encubierto Renato de Castel-León, autor de la mejor novela
ó al menos la mas movida sobre este tema 3; D. Luis Ubiols 4 y otros que,
en forma más breve, bosquejaron á su modo la gallarda fígura de Marcílla
y la tiernísima de Isabel.
VI. Las momias de los Amantes.
Terminaba Fígaro, en i83j, su tan profundo y sensato juicio del dra-
ma de Hartzenbusch con estas palabras: c<Si (el autor) oyese decir que el
final de su obra es inverosímil, que el amor no mata á nadie, puede res-
ponder que es un hecho consignado en la historia; que los cadáveres se
conservan en Teruel, y la posibilidad en los corazones sensibles.» ^
Efectivamente, en la iglesia de San Pedro están los dos esqueletos con
el letrero que indica sus nombres. ¿Desde qué tiempo se hallan en tal for-
ma? ¿cuándo el pueblo terolano se dio cuenta de que existían los cuerpos
de los tristes amadores? No sabemos si nuestra respuesta será satisfactoria,
tratándose de cosa tan oscura y embrollada.
En 1806, en el mismo archivo de la iglesia que guarda la historia apó-
crifa de los dos jóvenes, y á continuación de ella vio Antillón otra memo-
ria relativa á las diversas traslaciones que habían sufrido las momias de
los Amantes. Según esta relación^ los cuerpos de ambos estaban antes de
1 555 en una capilla antigua de la mencionada iglesia, juntos en un sepul-
cro; pero en dicho año, al hacer unas obras en la capilla, los trasladaron
á la de San Cosme y Damián, y los colocaron en dos cajones. En Abril de
1619 (¡siempre esta fecha!) los racioneros Mosén Juan Ortiz y Mosén Mi-
1 Historia de los Amantes de Teruel. Valladolid, i852, 4.®, 24 págs. y Nueva historia de los
Amantes de Teruel, Madrid, antigua Imp. universal, sin año, 4.^, 24 pá^^s. (De la Biblioteca Mo^
derna),
2 Los Amantes de Teruel. Novela histórica por D. Manuel Fernánde:^ y Goni^ále^. Se ha
impreso tres veces: la última en Barcelona, Espasa, 18^, 2 vol. 4.°
3 Los Amantes de Teruel, novela histórica original^ por Renato de Castel-León. Con prólo^
go del Sr. D. Juan Eugenio Hartí^enbusch, autor del célebre drama del mismo titulo. Madrid^
Minuesa, 186 1, 4.^, 698 págs. El prólogo lleva la fecha de 29 de Octubre de 1862 y entonces había
fallecido ya el autor de la novela que era un tal D. José Hernández del Mas, que nó sabemos
por qué razón veló su nombre.
4 Los Amantes de Teruel, novela histórica popular. Barcelona, '^94, 4-", 127 págs.
5 Obras de Figaro. París, 1866. t. 2.®, p. 171.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS BÓQ
guel Sanz, ayudados del sacristán, cavaron al pie del altar de la capilla, y
hallaron en un hueco, como de sepulcro, dos cajones de madera, y en
cada uno un cadáver momifícado, y dentro de uno de los cajones aun
pergamino ó pápela ', que se pudo leer y que decía: «Este es Diego Juan
Martínez de Marcilla que murió de enamorado». El otro cajón contenía
otro cuerpo también en estado de momia y, al parecer, de mujer que,
según dicha relación, no podía dudarse era el de Isabel de Segura.
Estas declaraciones, así como la descripción del estado de los cadáve-
res, las hacen los notarios Juan Hernández y el indispensable Juan Yagüe
(que, sin embargo, había dado otro nombre á su héroe) con algunos testi-
gos. Pero el documento que las encierra es de naturaleza igual á la narra-
ción histórica; esto es, un papel sencillo, sin indicación del sitio en que se
halla la escritura que traslada y de letra moderna. Sin embargo, en el
Ayuntamiento de Teruel existe, según Gabarda, un códice rotulado Alco-
rán ó Libro Verde, que contiene la misma narrativa respecto de los cadá-
veres, y ¡también de 1619!— ¿Qué grado de autenticidad tiene este manus-
crito que no vio Antillón, auque registró escrupulosamente el archivo de
aquél Ayuntamiento? ¿Existe todavía allí? ¿Será, por ventura, de la mis-
ma procedencia que el documento enfabla de Villarroya?
No se sabe cuando se trasladaran de nuevo al claustro en que los vio
Antillón, metidos en un hueco de la pared, y ya juntos, puestos de pie y
dentro de un armario de madera, que en la parte superior tiene este rótu-
lo: c<Aquí yacen los dos celebrados Amantes de Teruel Don Juan Diego
Martínez de Marcilla y Doña Isabel de Segura. Murieron año 1 217, y en el
de 1708 se trasladaron en est^ panteón.^) Por lo visto, hubo en 1708 inten-
ción de. construirles un panteón en que yaciesen, aunque se quedaron de
pie en su camarín, donde, según Antillón, «los tenían sin ornato, ni con-
sideración, ni aun aseo». En 1854 se les dio colocación más decorosa.
En vista de todo esto, ¿cómo explicar el hecho de que si, según la le-
yenda, los Amantes fueron sepultados juntos, la primera vez que aparecen,
es separados? Si tenían suntuoso túmulo de mármol, ¿cómo no se conser-
vó al trasladar los cuerpos de una capilla á otra en i555? ¿Hubo semejante
traslación.
Si en 1619 (según el documento), se hizo el segundo descubrimiento de
los cadáveres, por las indicaciones de algunas personas que recordaban
I ¿Cómo? Los mismos que certifican haberle hallado y leído ¿no saben si era papel ó perga-
minc?
SyO REVISTA DE ARCHIVOS
sitio en que se hallaban desde i555, lo cual prueba que no tenía señal algu-
na externa, ¿cómo pudo en iSqq el rey D. Felipe III visitar su sepulcro, de
paso para Valencia, cuando fué á casarse con la reinadoña Margarita? ¿Y
cómo pudo Villalba, en 1577, escribir en su ya citado poema, estos versos:
Y juntos prevalecen hoy en día
sanos, incorruptibles y olorosos,
enteros en la iglesia de San Pedro?
Y, por el contrario; si ya en 1677 era conocido el estado de momifica-
ción de esos cuerpos y se les consideraba ser de los Amantes, ¿cómo el
doctor Blasco de Lanuza niega en 1618 que hubiera habido sepultura con
inscripción; pues dice que no apareció al reedificar la iglesia de San Pedro?
¿Cómo no vio ni momias ni sepulcro en 1611 D. Juan Bautista Labaña,
que viajaba por Aragón para hacer el mapa del reino, y estudió y descri-
bió en su Itinerario, todo lo más particular de Teruel; sus iglesias, con-
ventos, antigüedades y hasta menciona otros panteones mucho menos
notables?
Una sola explicación hallamos á estos embrollos. Las momias positiva-
mente se hallaron á mediados del siglo xvi, y entonces compuso su poe-
ma Pedro de Alventosa. Pero no convencidos sus paisanos, volvieron á
sepultar sin señal alguna los dichos cuerpos. Por eso lo recuerda Villalba
en 1577; pero ya no lo recuerdan los otros, ni en i6ii,ni en 1618. En tanto
la leyenda había ganado en difusión y en fama y, en una época no cono-
cida, aunque dentro del mismo siglo xvii, se hallaron de nuevo y definiti-
vamente se les dio el nombre que hoy llevan.
Pero, en resolución, no puede afirmarse cuándo se descubrieron esos
cuerpos, ni cuándo se empezó á decir fuesen los de los Amantes, ni ellos,
en sí mismos, ofrecen autenticidad ninguna. Son dos cadáveres extraídos
desde que la leyenda empezó á correr. Estarían tal vez juntos en un se-
pulcro, por ser marido y mujer ó personas de la misma familia. Quiso la
suerte que se hallasen en mediano estado de conservación, y el vulgo que
atribuye á este hecho, no muy infrecuente, causas misteriosas empezaría
á bautizar los tales esqueletos con los nombres de Marsilla y Segura. Y
esto bastó para que Villalba, que no era de Teruel, y que tal vez nunca
allá estuvo, diese el hecho por cierto, y así ha llegado hasta nuestros
días >. Un examen muy minucioso de los mismos, quizá daría alguna luz
I Los retratos délas momias que, como hemos dicho, están hoy en mejores condiciones, han
sido muy reproducidos; y Gabarda, Andrés, D. Domingo Gascón (Miscelánea turolense) y otros
traen copias de ellos.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 3yi
acerca de la edad ú otras circunstancias. Los médicos de Teruel pudieran
y debieran hacerlo.
Vil. Las obras históricas.
La primera y única obra que tenga verdaderamente este carácter son
las repetidas Noticias de Antillón. De los siete puntos que abarca su fo-
lleto, reproduce en el primero la narración seudo histórica de los Aman-
tes existente en la iglesia de San Pedro; en el II la otra narración unida
á la anterior y referente al hallazgo y traslaciones de las momias. Expone
en el III la doble versión de Yagüe de Salas: en el Argumento y en el poe-
ma. Una erudita excursión sobre los antiguos historiadores aragoneses
para ver que guardan alto silencio sobre el asunto, así como los papeles
del municipio es el fondo del número IV. Habla brevemente en el V de la
comedia de Montalbán única que conocía. Extracta con detención en el
VI la Memoria genealógica, que sólo le inspira el debido desprecio. Y en
el VII formula sus conclusiones que con los escasos y poco limpios medios
que utiliza tenían que ser muy inseguras.
Cree que el origen de la celebridad de la historia amorosa de Marcilla
y Segura nació con el hallazgo de sus cadáveres en i555, hecho que, sin
embargo, no da como innegable, sobre todo á causa de estar consignado en
uno de los documentos apócrifos de San Pedro.
c<Si supongo, dice, que el origen de la celebridad de la historia ó novela
de los Amantes, se debe al hallazgo de sus cadáveres en i555, es conce-
diendo la realidad de este descubrimiento. Mas no se tenga tampoco por
hecho incontestable. Hemos ya visto (n. iv), que Blasco de Lanuza, dili-
gente investigador de las cosas de Teruel, lo ignoraba hacia 1618, y por
otro parte, el papel (n. 11) en que se refieren dicho hallazgo y el nuevo re-
conocimiento en 1 6 19, aunque redactado en forma de escritura con nota-
rios y testigos, no existe original, ni aun en copia auténtica en el archivo
de la iglesia de San Pedro de donde la saqué este verano. Allí no hay más
que una copia simple de letra de ayer, llena de erratas y transposiciones
groseras; y en ella ni siquiera se expresa de dónde se copió ó en qué para-
je se halla la escritura original» ^
Bien hacía Antillón en no resolverse á sustentar nada definitivo en este
punto. De que se hubiesen hallado dos cadáveres ó esqueletos bien conser-
I Noticias^ p. 43.
Sya REVISTA DE ARCHIVOS
vados no es razón para deducir que en el acto se les forjase una histo-
ria que habría de ser recibida por todos: algo acerca de esto debía de
existir ya, que Antillón no conoce, y por eso suspende acertadamente su
juicio.
Tampoco nos parece aceptable la otra conclusión atribuyendo á Yagüe
la falsa relación histórica de los Amantes, fraguada á fines del siglo xvii ó
tal vez en el xviii. Más bien resulta que debió de tomarse el nombre del
poeta para acreditar la superchería y por eso pusieron en prosa sus ver-
sos, ya harto prosaicos. El plagio es manifiesto, como puede convencerse
cualquiera comparando ambos textos.
Y, en fin de todo, termina invitando á que se hagan nuevas pesquisas
en la materia y á los poetas que sigan cantando suceso tan interesante y
patético como la muerte de Marcilla y Segura, aunque resulte ser una
pura novela.
Los historiadores que se sucedieron no llevaron otra mira que comba-
tir las aserciones de Antillón, por diferentes medios. D. Isidoro Villarroya
inventó un nuevo texto de la relación histórica de San Pedro, según he-
mos dicho, con lo cual creyó hacer inútil el demoledor estudio de su pai-
sano K D. Esteban Gabarda aspiró á más: á reconstituir la historia verda-
dera del suceso y á defenderlo con sus observaciones criticas. Crítica es
precisamente lo que se echa de menos en su obra. No solamente manifies-
ta grande ignorancia, como revela el pasaje del reloj y suponer que los
Arcos de Teruel estaban ya construidos en el siglo xiii, sino que hace una
cosa peor. Al mismo tiempo que en una nota ^ rechaza como amplificación
moderna, sacada del poema de Yagüe, la primera relación de San Pedro,
la aprovecha en el texto y la da como verdadera intercalándola con la de
Villarroya también modificada por él. Y los documentos justificativos son
copias de estas relaciones, la del hallazgo y traslación de las momias,
también sacada de la iglesia de San Pedro y una nueva igual que dice se
halla en un manuscrito del Ayuntamiento de Teruel, llamado Alcorán ó
Libro verde. De la tradición no obtiene más que el triple disparate de que
al regreso Marcilla, pasando por los Arcos sacó el reloj y dijo á su criado,
Camacho, como temía haber llegado tarde 3.
1 Nada de particular contieDC la Noticia histórica de la conquista de Valencia, impresa en
cl mismo año por D. Luis Lamarca y trata este asunto en la forma conocida.
2 Página 31 de la edición de 1842.
3 En la c Jición de 1864 procuró enmendar algo estos desatinos diciendo que pudo Marc lia
saber la hcra por las campanas de algún convento ó iglesia.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 373
D. Juan Eugenio Hartzenbusch, asi en el artículo del Laberinto^ en
1843, como en el prólogo de la novela de Castel-León, en 1861, da por
buenos los documentos reproducidos por Gabarda y las observaciones de
éste. Hay, no obstante, algo de forzado y tímido en la manera de expre-
sarse de aquel insigne escritor, á quien, para acabar de convencerle, le en-
viaron desde Teruel otra copia de la famosa relación de Villarroya, dis-
tinta de ésta y de la de Gabarda ^
El artículo de Fernández Guerra, publicado en La España y reprodu.
cido luego por él en la biografía de Hartzenbusch es obra muy lijera, es-
crita de memoria en gran parte, con algunos errores materiales y sin el
debido conocimiento del asunto; tanto que el ilustre y excelente D. Aure-
liano, antepone la versión del suceso tal como en 1780 la guisó el capitán
D. José Garcés, solo porque es más verosímil y decente que cualquiera de
las otras que, al fín, tenían en su favor la antigüedad.
De muy distinto género, á juzgar por el sumario ó índice que de ella
publicó el Sr. Gascón y Guimbao en el número 2.® de su curiosa Miscelá-
nea turolense, es un libro que acerca de los Amantes de Teruel compuso
y dejó inédito el difunto D. Justo Zapater y Jareño. Juzgando por los enig-
máticos ó irónicos encabezados de algunos capítulos, el criterio de Zapa-
ter parece ser aún más radical que el de Antillón, su paisano. Ignoramos
por donde, según dice el Sr. Gascón, este problema histórico y literario de
los Amantes de Teruel pudo convertirse y entrañar para Zapater un asun-
to de intereses que le movió á componer su libro 2.
VIII. Verdadero origen de la leyenda.
Si, pues, ni la historia, ni la tradición arrojan luz alguna sobre el pri-
mitivo origen de la amorosa y fúnebre leyenda de los jóvenes terolenses;
^de dónde la sacaron Alventosa, el doncel de Xérica, Artieda, Huerta y los
demás que en los siglos xvi y xvii la divulgaron tan profusamente?
Apresurémonos á declararlo. A nuestro juicio la historia de Marcilla
y Segura, no es más que una traducción adaptada á España del cuento de
Boccaccio contenido en su Dscamerone 3, bajo el nombre de Giróiamo y
1 Quizás entre los papeles de aquel grao escritor, con tanto amor y celo custodiados y clasi-
licados por su hijo D. Kugenio, se halle aún dicha copia.
2 Tenemos entendido que el mismo Sr. Giscón posee el manuscrito de la obra de Zapater
que tal vez explique este original aspecto y consecuencias de leyenda tan poética.
3 Jornada 4 »*, novela 8.*
374 REVISTA DE ARCHIVOS
Sahestra. No es que tengan ambos temas una semejanza más ó menos
grande, como se ha dicho; es que es la misma historia en todas las circuns-
tancias esenciales, de tal suerte, que no puede dudarse que hay entre ellos
alguna relación de dependencia. Juzgúese por el siguiente fiel extracto, y
compárese con las primitivas formas de la versión española.
Girólamo y la Salvestra se criaban juntos en Florencia, y se aman des-
de niños; pero él es rico y ella hija de un artesano. Los tutores y la madre
del joven, para separarlo de aquellos amores, le envían á París dos años.
A la vuelta halla á la Salvestra casada y olvidada de él. El joven, cada
vez más enamorado, se introdujo un día hasta la cámara del matrimonia
y, cuando sintió dormido al marido, puesta la mano en el pecho de Sal-
vestra, le declaró quién era y dirigió dulces reproches sobre su olvido. La
muchacha, llena de susto, le rogó que se retirase, alegando sus nuevas cir-
cunstancias de mujer casada y peligro que corría si despertaba su marido.
Jerónimo, sintiéndose morir de pena rogóle, como último favor, le permi-
tiese acostarse un momento á su lado, a'.aque sin tocarla, pues estaba yer-
to de frío y, obtenido el permiso, se leclinó en el lecho donde, presa de las
mayores congojas, dejó de existir.
Pasado algún rato, sorprendida Silvestra de la quietud y silencio de su
amante, hablóle para que se fuese; y, como no le respondía, creyéndole dor-
mido, le tocó el rostro y cuerpo, advirtiendo con espanto que estaba helado.
Convencida por otras tentativas de que se hallaba difunto, pensando entre
sí como saldría del lance, despertó á su esposo y le contó el caso como ha-
biendo ocurrido á otra persona, y aquél dijo que lo que debiera hacerse
era haber llevado el cadáver á la puerta de su casa secretamente y dejarlo
allí. Exactamente fué lo que hizo luego que su esposa le manifestó toda la
verdad.
En la mañana siguiente, y tras los llantos consiguientes de la familia,
fué conducido el cuerpo del mancebo á la iglesia, y mientras se le hacían
las exequias, llegó la Salvestra al templo. c<Alla giovane che tardi era di-
venuta pietosa piacque, si come á colei che morto disideraba di veder col-
ui á cui vivo non avea voluto d'un sol bascio piacere.»
A la vista del muerto el antiguo amor de Silvestra resucitó súbitamen-
te; lanzó un grito dolorido, se arrojó sobre el cuerpo del joven y, juntan-
do el rostro con el suyo, expiró allí mismo.
Como no se movía, algunas personas le rogaban, sin cococerla, que se
apartase de allí y, ante su silencio, le separaron viendo entonces que era
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 3j5
la Salvestra. En medio de la sorpresa y confusión que el hecho produjo, el
marido refirió la forma de la muerte de Jerónimo, y todos los presentes pi-
dieron que ambos fuesen sepultados juntos, como se hizo. c<E loro, li quali
amor vivi non aveva potuto congiungere, la morte congiunse con insepa-
rabile compagnia.»
Tal es, despojada de varias apreciaciones y pormenores, que aumentan
aup la semejanza, la narrativa del cuentista' florentino, y dígase si es posi-
ble, que este cuento sea ajeno á la versión castellana. Solo cabe una expli-
cación, si se quiere mantener la autenticidad de la aventura terolense, y es
suponer que el Boccaccio tuvo noticia del caso y lo colocó en su libro, com-
puesto al mediar el siglo xiv. Es lo que han insinuado Hartzenbusch y casi
sostenido Fernández-Guerra.
Según ellos, el sucedido de Teruel es de principios del siglo xiii; á me-
diados del XIV, en que vivía y esAIbía Boccaccio, los aragoneses domina-
ban en Sicilia y de allí fué llevado á Florencia para figurar en aquella in-
digna galería de obscenidades con que Juan Boccaccio quiso divertir á sus
paisanos.
Si las cosas hubieran pasado como suponen dichos escritores, sería, con
efecto, la única explicación satisfactoria del hecho. Pero como dista mucho ,
de estar demostrado que el suceso sea cierto, ni del siglo xiii; como las pri-
meras noticias que de él tenemos en España son del xvi, de ahí que la prio-
ridad cronológica lleve en pos de sí la de invención del asunto.
Por otra parte, la adaptación italiana supojie una influencia auestra
más allá del Apenino que no ha existido ni en el siglo xiv, ni el xv, ni en
la primera mitad del xvi, sino al contrario. Después de la conquista de
Ñapóles, por Alfonso V de Aragón, algo alternaron nuestros poetas con
los italianos, y éstos á su vez algo escribieron en castellano ó catalán, aun-
que siempre bajo la pauta italiana, introducida entre nosotros por Micer
Francisco Imperia', el Marqués de Santillana, Juan de Mena, etc.; pero
entonces hacía ya un siglo que estaba escrito el cuento* de Girólamo y 5a/-
vestra. Mayor fué todavía el influjo de las letras italianas sobre las nues-
tras en los dos primeros tercios del siglo xvi: testigos. Boscán, Gsfrcilaso y
tantos otros poetas de aquel tiempo. Por el mismo tiempo empezaron á
traducirse é imitarse las obras de los novelistas y sus primeros ensayos dra-
máticos. Timoneda tradujo y arregló" muchos cuentos de aquel país en su
Pairañuelo y el Sobremesa. Alonso de la Vega, Lope de Rueda, Pedro
Navarro y otros, escribieron comedias de asunto italiano ó tomadas de au-
, J.* ÍPOCA.— TOMO TIII. 26
376 REVISTA DE ARCHIVOS
tores de aquel país: esta costumbre llegó hasta Lope de Vega y Tirso de
Molina, que dramatizaron cuentos del mismo Decamerón (El anzuelo de
Fenisa, El halcón de Federico, Palabras y Plumas, etc.).
Los cuentos de Boccaccio corrían traducidos entre nosotros desde fines
del isiglo XV. ¿Cómo admitir que si éste hubiese tomado el asunto de los
Amantes, no lo hubiesen recordado alguno de los que precisamente en Va-
lencia, no lejos de Teruel, tanto explotaban las burlas boccaccianas?
La misma leyenda aragonesa no fué muy popular y extendida hasta la
publicación del poema de Yagüe de Salas. No queda más que un ejemplar
de la Historia de Alventosa; la de Villalba estuvo manuscrita hasta nuestros
días; Rey de Artieda concedía tan poca importancia al lugar de la acción
de su tragedia, que ni siquiera lo puso en el título. Llamóla Los amantes,
á secas, para indicar que lo esencial era lo estupendo del acaecimiento y
que no importaba hubiese ocurrido en Teruel ó en otro punto. En el poe-
ma de Huerta es un breve episodio; aunque ya, por su extrañeza, iba
abriéndose camino el asunto que halló sazón para su gran desenvolvimien-
to en el poema de Yagüe y obras sucesivas y, sobre todo en las comedias de
Tirso y Montalbán, porque entonces el teatro sancionaba, difundía y po-
pularizaba todos los argumentos, ya fuesen sacados de la poesía ó de la
realidad.
Indicio vehemente de que la leyenda española fué nacida al mediar el
siglo XVI y formándose trabajosamente en los últimos años y primeros del
siguiente, nos la ofrece la incertidumbre y variedad con que la vemos tra^
tada en algunas circunstancias no insignificantes de ella.
Villalba lleva el héroe á Italia, confunde las épocas haciendo vivir al
rey Boabdil de Granada á fines del siglo xiii. El regreso de Marcilla y su
entrada en el aposento nupcial son secretos para todos, incluso para la
dama, cuya sorpresa, pues creía á Marcilla muerto, es de suponer.
En Artieda, Marcilla permanece los siete años en Tínez. En Villalba
el plazo había transcurrido por muchos meses: en Artieda sólo por una
hora ó dos. Marcilla habla durante el día de la boda con Isabel y su marido,
á quienes ^felicita: y á la noche se introduce en la cámara. El motivo que
Isabel alega para que su esposo la respete en la noche trágica, es el ejem-
plo que le ofrece de la continencia de Escipión y de Alejandro; en Villalba
es una supuesta dolencia; luego veremos en otros que es un fingido voto.
En estos primeros narradores faltan los nombres de los padres de am-
bos jóvenes, del esposo de Isabel, y nada se dice de las familias de ningu-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 877
no de ellos, cosas que tratándose de un suceso local no se hubieran omiti-
do, como no se han omitido los de otros, como por ejemplo, en la leyenda
de D.* Estefanía la Desgraciada, que es muy anterior.
La época es el siglo xiii, (á fines) en Villalba, en el siglo xv en Artie-
da. Huerta, y los poetas cómicos del siglo xvii, hacia i23o enYagüe, y so-
lamente en la narración apócrifa y en la inscripción dé las momia? colo-
cada en el siglo xviii se fija en 1217.
Ahora bien; esta inseguridad de noticias respecto de pormenores inte-
resantes indica, no la existencia de una tradición robusta, clara y forma-
da de luengos años, sino la inconsistencia propia de un asunto poético, muy
notable, eso sí, pero que cada uno se cree en el caso de tratar como mejor
le parece. Y gracias á esta libertad, poseemos una obra maestra como el
drama de Hartzenbusch, que nada pierde en belleza, aunque el argumento
resulte imaginario^ temor que acaso le hizo á su creador aceptar con doci-
lidad excesiva las patrañas de Villarroya y de Gabarda.
Viniendo ahora al examen del fondo del hecho, ¿no es verdaderamen-
te pasmoso que en el siglo xiii hubiese ni en Teruel ni en parte alguna dos
personas dotadas de sensibilidad tan exquisita á quienes simultáneamente
pudiese causar la muerte el verse privados una de otra? ¿Y qué diremos
de los indecorosos é inverosímiles pormenores de la escena de la cama,
sea cualquiera la versión que se acepte? Compréndese que Boccaccio, que
no podía dejar de poner alguna nota grosera aun en lances tan poco á pro-
pósito como éste, conduzca á su héroe hasta la misma alcoba de la joven
sencillamente con el fin de acostarse con ella y hacer una de las más jt?/-
cantes burlas de maridos, entre las muchas que hay en sus novelas; pero
no se conciba que en wna historia verdadera, esperase Marcilla tan in-
oportuno mDmsnto para dirigir sus quejas á la ingrata estando el marido
presente y en la confianza de que no había de despertarse.
Si el hecho hubiese ocurrido en España, habría sido de otro modo^
aunque el resultado fuese el mismo; y de otro modo lo hubieran referido
Villalba, Artieda, Huerta y Yagüe de Salas. Pasaría como lo cuentan Mon-
talbán, D. José Garcés ó el mismo Hartzenbusch. Cualquiera de las anti-
guas versiones repugna al buen sentido. Y si las abandonamos, ¿qué que-
da de la leyenda?
Madrid, 1 1 de Abril de igoS.
Emilio Cotarelo.
■378 REVISTA DE ARCHIVOS
Vida y escritos de D. José Antonio Conde.
I
En la villa de La Peraleja á 28 de Octubre de 1766, nació el niño Simórr
Antonio José, que en la confirmación se nombró José Antonio. Fueron-
sus padres Juan Manuel Conde, natural de dicha villa, y Antonia García,
de Villanueva de Guadamejud. Además de D. Julián Pablo que fué ecle-
siástico, tuvo cuatro hermanas: D.* Prima Feliciana Josefa, que nació en
Santa María del Campo el 7 de Junio de i755; D.* Jerónima, D.* Juliana
y D.* Dionisia. La casa en que nació está en la calle de Enmedio, señalada
actualmente con el núm. 46.
Para dar idea cabal de sus primeros estudios y sobresaliente aprovecha-^
miento, nada mejor que trasladar aquí la
Relación de los méritos, grados y ejercicios literarios del doctor D. José
Antonio Conde, Clérigo de Prima, del Gremio y Claustro de la Uni-
versidad de Alcalá, opositor á sus cátedras de Hebreo, Árabe y Grie-
go, Colegial actual en el de Santa Catalina llamado de los Verdes de
aquella universidad y Abogado en los Reales Consejos.
Consta es hijo legítimo, natural de la villa de Peraleja, en la Diócesis
de Cuenca, de edad de veinte y siete años, que cumplirá en 28 de Octubre
del presente año de 1798, y Clérigo de Prima.
Estudió en el Seminario Conciliar de Cuenca Latinidad, Retórica y Ló-
gica, y habiendo precedido el examen correspondiente se matriculó en la
Universidad de Alcalá, en donde estudió Filosofía moral, primero y se-
gundo año de Instituciones Civiles, y primero de Instituciones Canónicas,
con los que y el acto previo recibió en aquella Universidad el grado de
Bachiller en Cánones á Claustro pleno en 22 de Junio de 1788; habiendo
precedido los ejercicios prevenidos en la Real Cédula de 1770, que le fue-
ron aprobados nemine discrepante por 33 doctores de la facultad que con-
currieron á su votación.
Que en 21 de Octubre de 1789 recibió el grado de Bachiller en Leyes por
dicha Universidad, á Claustro regular, según se mandó en dicha Real Cé-
dula, y sus ejercicios también le fueron aprobados nemine discrepante.
Cursó asimismo en la propia Universidad el quinto año de Jurispruden-
cia en el que se explican las Leyes de Toro; el sexto, de Disciplina Ecle-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 879
siásiica; el séptimo, de Decreto, y .el octavo y último en la Facultad, de
Concilios generales y Nacionales,
En Mayo de 1791 , recibió el grado de Licenciado en Cánones por dicha
Universidad, y el 28 del mismo mes y año, el grado y borla de Doctor en
ambos Derechos, habiendo precedido las pruebas y ejercicios de pública
y secreta acostumbrados, que le fueron aprobados por 43 doctores nemine
discrepante.
Es individuo y lo ha sido de una de las dos Academias de Jurispruden-
cia sitas en aquella Universidad, en la que ha actuado conclusiones, las ha
presidido, leído de oposición y argüido siempre que le ha correspondido
por su orden y antigüedad.
En 1789 hizo oposición á la Cátedra de Lengua hebrea en la Universi-
dad de Alcalá, disertando con término de veinticuatro horas sobre el pun-
to gramatical que salió en suerte, respondiendo á las objeciones de los jue-
ces, y en segundo ejercicio tradujo del texto original hebreo el capitulo 2.®
de Abacuc, y también por suerte otro en la Historia de los Reyes, de re-
pente, dando razón por espacio de media hora de las radicales y de la for-
mación de nombres y verbos; así que mereció igual censura que su único
coopositor premiado con ella.
En el año de 1790, hizo otra oposición á la cátedra de lengua griega
con igual método, y firmó la oposición de la de Árabe,
Es Colegial del de Santa Catalina, llamado de los Verdes, de la Univer-
sidad de Alcalá desde 1788.
En 6 de Julio de 1792, se recibió de Abogado de los Reales Consejos.
Por testimoniales del actual Obispo de Cuenca D. Felipe Antonio Sola-
no, de 9 de Abril del presente año, consta cuanto va expresado del mérito
del interesado, y añade que no está excomulgado, suspenso, irregular, en-
tredicho, ni procesado civil ni criminalmente por delito alguno que haya
cometido, antes bien por su buena vida y costumbres le juzga por digno,
hábil y capaz de poder obtener, servir y gozar beneficios simples, presta-
meras y préstamos ú otra renta eclesiástica que S. M. se digne conferirle.
— Es copia de la original que queda en la Secretaría de la Cámara y Real
Patronato, de que certifico como Secretario de S. M. y Oficial mayor de
^lla, Madrid 18 de Julio de 179'i.
Por aquí se ve ya la predilección con que él miraba el estudio de las len-
guas en el que tanto había de brillar después: poseyó perfectamente el la-
tín, el griego, el hebreo y el árabe, no siendo profano en la semíticas
38o REVISTA DE ARCHIVOS
afines de estas dos últimas, y habló el francés, en el que se perfeccionó du-
rante el tiempo que anduvo emigrado.
Un hallazgo feliz > me permite reconstituir hasta el retrato físico de
G)nde cuando era colegial en el de Los Verdes. El Obispo de Jaén, Inqui-
sidor general, remitió al Tribunal de la de Toledo, con carta 4 de Junio
de 1789, una delación espontánea que había hecho D. José Antonio Gras-
sot, natural de Barcelona, residente en Alcalá y Bachiller graduado en Sa-
grados Cánones en la referida Universidad, por medio del P. Mauricio
Velez de Cosió ó Mauricio Diez (que de los dos modos figura en el proce-
so). Lector de Retórica y Humanidad y Vicario en su Colegio de Clérigos
Regulares de Alcalá, para que procediese contra todas y cada una de las
personas delatadas. El Inquisidor Fiscal en 16 de Junio de dicho año, pi-
dió se recibiese nueva declaración á Grassot, y el Tribunal al día siguien*
te comisionó para recibirla á D. Ildefonso Zamora, presbítero de Alcalá,
recibiéndosela el día 26 de Febrero de 1790.
Grassot declaró contra Conde c<que oyó decir á éste que la confesión au-
ricular era invención de hombres; que Jesucristo no vino al mundo y que
el que se fingió tal fué un hipócrita; que Moisés fué un político que se va-
lió de la ignorancia de los israelitas para hacer creer lo que dice la Bi-
blia; que los salmos de David no tienen más de bueno que estar en verso, y
que el expresado Conde compuso un manuscrito intitulado: Canticum vo-
¡uptatis».
Dijo que «el particular de los salmos de David lo ha dicho Conde en su
cuarto del Colegio Verde, estando los dos solos con motivo de enseñarle
varios papeles, y entre ellos el citado Canticum voluptatis, explicándose
que por estar en verso era bueno como dichos salmos, lo que pasó á prin-
cipios del curso de 88 á 89, sin que se acuerde el mes ni día; y los otros
particulares los oyó en casa del librero Gregorio Ramírez, presente este,
aunque ocupado en su trabajo, D. Martín Ordogui, D. Luis Folgueras y
D. Joaquín María de Huerta, cursantes en la misma Universidad; y, aun-
que había otras personas, no hace memoria de las que eran, ni del motivo
ni circunstancias porque se profirieron ni con qué ánimo; y sí que al de-
clarante sonaron mal, por lo que hizo la delación».
En 3 de Marzo de 1790, ratificóse en su declaración á la que dijo que
sólo tenía que añadir oque con D. Joseph Conde fueron cómplices D. Mar-
I La Causa contra Conde que, por proposiciones heréticas, incoó la Inquisición de Toledo.
Publicóla en el Apéndice II,
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 38 1
tín Ordogui, D. Luis Folgueras y D. Joaquín María de Huerta, cursantes
en dicha Universidad», y sobre si Conde compuso un manuscrito intitula-
do Caniicum voluptatis dijo «es cierto y que el declarante le trasladó de su
puño y letra del que le manifestó Conde y es el mismo que envió con la
delación al Sr. Inquisidor general, y así le reconoce y está escrito en cuatro
fojas de cuartillas...»
Pero si todo esto tiene interés, más lo ofrece el informe que Fr. Ilde-
fonso Zamora dio con fecha 8 del mismo Marzo. Dice así:
c<Estoy informado con la mayor individualidad y escrúpulo que D. Jo-
seph Conde, Colegial en el de Santa Catalina Mártir de los Verdes, de edad
al parecer de unos veintiséis años, poco más ó menos, estatura algo menos
de dos varas, color moreno, lleno de cara y redonda, cejas grandes, ojos
y pelo largo, negros, trae una vida bastantemente estragada; no frecuenta
los Santos Sacramentos de Penitencia y Sagrada Comunión, sino cuando
Nuestra Santa Madre Iglesia manda y esto como por fuerza; sus continuas
conversaciones son respirando libertinaje, por lo que no es de extrañar
profiriese las proposiciones delatadas más que por pasatiempo.»
Consultados los registros en todos los Tribunales de Inquisición de
España, nada resultó en ellos contra Conde. Los calificadores dieron su
censura teológica condenando, como es natural, las proposiciones heréti-
cas que se le atribuían.
El Fiscal del Santo Oficio de la Inquisición Toledana, Dr. Monzón, vis-
tos los autos, en atención á que de los registros nada resultaba contra Con-
de; que el Comisionado expresó justas razones para no examinar al libre-
ro Gregorio Ramírez, y que también parecía conveniente no ex^tminar á
Ordogui, Folgueras y Huerta, propuso á 14 de Diciembre de 1790, que se
suspendiese esta causa por entonces, como falta de prueba. Y vistos los
autos por los Sres. Inquisidores, Licenciado D. Francisco Javier Ursua y
Dr. D. Gaspar de Haedo y Espina,'dijeron que se suspendiese este sumario.
La delación, pues, no produjo efecto alguno: por el resultado debemos
inclinarnos á que fué falsa; pero de todos modos, no pasó de nubecilla de
verano, y la prueba de que para nada influyó en el concepto honroso de
Conde la tenemos en los testimonios del Obispo de Cuenca á que se refie-
re el final de la Relación preinserta.
Y ya que renta eclesiástica no, empleo no tardó en obtenerle. En efec-
to, fué nombrado bibliotecario de plantilla de la Biblioteca Real, hoy Na-
cional, el año 1795, destino que desempeñó cerca de veinte años.
382 REVISTA DE ARCHIVOS
EstD le arraigó en Madrid. ¿Cual era aquí su vida? Para contestar á
esta pregunta tenemos suficientes datos en las Cartas y en el Diario de
D. Leandro Fernández de Moratín, que vieron la luz en las Obras postu-
mas de éste (i). Las Cartas refieren más circunstanciadamente los hechos,
pero á veces no tienen precisión cronológica; en cambio, el Diario tiene
gran precisión cronológica que sirve para fijar cuando acaecieron los he-
chos; así se complementan mutuamente: el Diario, en que Moratín escri-
bió día por día sus ordinarias ocupaciones desde Mayo de 1780 hasta Mar-
zo inclusive de ¡808, está falto casi de un decenio (desde principios de 1788
hasta 7 de Abril de 1792), falta que para la vida de Conde es de lamen-
tar, porque quién sabe si se conocerían él y Moratín en 1792.
El pobre Conde estuvo condenado á vivir con patrona, aunque pa-
trona fina. Había en Madrid una familia, con la cual vivió Conde mu-
chos años, natural ú oriunda de La Peraleja. Componíanla un matrimo-
nio, D. Santiago Muñoz y D.* María Ortiz, con una hija única, D.^ Fran-
cisca Gertrudis Muñoz y Ortiz. Tenían una haciendilla en La Peraleja,
donde residía la abuela de Francisca y un tío, hermano de su padre; pero su
situación en Madrid era más que desahogada, angustiosa. La mayor parte
de la culpa debíala tener el Sr. D. Santiago, militar, según todas las apa-
riencias, de mano pesada para los carrillos de su esposa y aún de su hija,
inspirado frecuentemente por el dios de Nisa que le trastornaba la cabeza
y tan desacertado en sus negocios que daba al traste con todos así que los
emprendía, y eso que los tuvo de cal, de tejas, de cabras, de gallinas, de
marranillos... D.^ María Ortiz, «natural de Riu , un lugarcito, escribe
Moratín, que se destruyó años hacía y estaba en la orilla del arroyo de los
Templarios, en tierra de Campos, cerca de Galicia,» era mujer ladina y
de trastienda, aunque de dificultosa y enrevesada escritura, ingeniosísima
y activa para procurar el pronto despacho de asuntos, algo corretona, bas-
tante plañidera de sus penas para ablandar el corazón de sus protectores y
golosona que se relamía «pensando en comer patos grandes, zapotes prie-
tos y chicos zapotes:» vivió dilatados años soportando buenamente á su in-
soportable marido. La hija, á quien todos llamaban Paquita, menos Mora-
tín que se complacía en jugar con su nombre llamándola Paquita, Pacita,
1 Obras postumas de D. Leandro Fernández de Sforatin, publicadas de orden y á cspcnsas del
Gobierno de S. M. (por la Biblioteca Nacional]. Madrid. Bivadencyra. 1867. Las Cartas consul-
tadas han sido del tomo II las dirigidas á /). José Antonio Conde. Del Diario de Moratín solo se
ha public.ido una mínima parte de las pág. 25o ysiguientes: el original completo se conserva en
la Bibl. Xac. Mss. P. supL 282.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 383
Pacorrilla, Frasca, Curra y Curcurrita, debía ser de corazón sensible, ve-
hemente y constante en sus afectos, dispuesta al sacrificio, profundamente
agradecida...; y, si, como yo sospecho, fuera la Nisida de una oda de Mo-
ratín ó la causante de los recuerdos de éste en su idilio La ausencia, sería
de cierto una mujer adorable. En 1816 aumentóse la familia con un capitán
bonachón y generoso, pero exaltado, que casó con D.* Paquita, D. Fran-
cisco Valverde, quien lejos de remediar apuros los aumentó por la irregu-
laridad del cobro de sus haberes: de puro bueno le dio por engordar de un
modo alarmante que se compadecía mal con la agilidad que se necesita
para el noble ejercicio de armas. Con ellos vivió Conde de huésped, pero
en famih'a, y con ellos gozó de todas las ventajas de este pupilaje y sufrió
todos sus inconvenientes: Conde, venía á ser á veces cabeza obligado de
aquella casa y m:;ntor de la familia en asuntos que personalmente no le
importaban un ardite y ellos se interesaban á veces tan al vivo por los
asuntos y salud de Conde como de cosa propia; y á tal punto llegaba la
confianza entre ellos y él, que en un mismo pliego de papel solían escribir
á Moratín, D.'' María, D.* Paquita y Conde sus cartas respectivas, y Mo-
ratín les correspondía contestándoles en otra en tres apartes á los tres.
Conde, al menos en sus últimos años; hacía una vida casera: por eso le es-
cribía Moratín en el invierno de 1817, fecha 8 de Febrero: c<¿Con que esa
casa se ha convertido en garito de fulleros, y esas dueñas en bolicheras de
cuartel? Siempre las conocí yo una cierta inclinación á la sota de bastos y
á la espadilla; pero nunca pude imaginar que el desorden llegara á tanto,
y que presididas y autorizadas por D.*^ María Ortiz, natural de Riu de Cam-
pos, ocuparan las noches enteras en robarse el dinero unas á otras y expo-
ner á la suerte de un naipe las barras de oro que vinieron de Mégico, el
año de... yo no me acuerdo. Predíquelas usted contra este mal vicio, y léa-
las algunas historias manuscritas de santos moros, que no jugaron nunca,
y llenos de días y de virtud se fueron derechos al paraíso de Mahoma.»
Cierto que el sabio Moro, como decía Moratín, debía estar de antiguo
habituado á hacer vida de retiro y no necesitaba de exhortaciones ajenas
para retraerse de diversiones, aun siendo honestas. «Y los omniscios de la
Puerta del Sol, ¿qué dicen? le escribía Moratín, desde Pastrana, nada me-
nos que en Julio ó Agosto de 1807. Nada sé de la república literaria, ni de
los trabajos de tanto docto varón. De teatro no hay que preguntarle á us-
ted, porque nunca ha sido amante del dragma; y es regular que ignore si
el teatro del Príncipe se abre el día de San Luis, ó esperan á que yo asis-
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ta á la apertura». Pero á pesar de este carácter un tanto retraído de Conde,
la intimidad en que vivía no dejaría de acarrearle ciertos compromisos, es-
pecialmente pecuniarios con esta familia, y mucho más porque ésta tenía
continua correspondencia con sus parientes de la Peraleja, y ya era D. San-
tiago el que iba allí, ya eran D.* María y su hija; y si bien fueron poco fre-
cuentes estas visitas, ni lo fueron mucho tampoco las de los Condes á Ma-
drid, salvo una hermana de D. José que estuvo aquí, el trato, á la par que
estimación, engendró cierto recelo entre una y otra familia; además, la de
doña María era un poquito pedigüeña. Aliviaba ésta su situación también
con los huéspedes que residían en su casa temporadas más ó menos largas
amigos suyos, de Conde ó de Moratín, como D. Julián Melón, hermano del
célebre D. Juan Antonio ó un rarigudísimo D. Braulio T.^ de H. (quizá
tesorero de Hacienda). Y sobre todo, con las mercedes que Moratín solía
hacerles, y la pensión que por tenerla en su casa les pasaba para su prima
hermana doña Mariquita Fernández de Moratín.
El más constante é intimo amigo de Conde, fué D. Leandro. ¿Cuándo
y cómo nació su amistad? Lo ignoro. D. Leandro, con aquella gracia de-
rrochada en sus cartas, que tan alto ha puesto al literato y tan bajo al
hombre, solía llamarle, anteponiendo más de una vez el calificativo de
sabio, el xMoro, Mustafa, Guayloli, Musulmán y Maslim, apodos que reve-
lan la fascinación que le producía el sabor arábigo de Conde, á quien
alguna vez hace también Conde de Montuenga. También le llamaba el
Doctor in utroque, nemine discrepante, aludiendo á serlo en ambos dere-
chos con tan brillante calificación. ¿Acaso será éste el mismo Doctor á
secas para quien Moratín, desde Ñapóles, da memorias en una carta y
saludos en otra dirigidos á su amigo D. Juan Antonio Melón? Entonces
resultaría que Conde y Moratín se conocían antes del 19 de Octubre de
1793, fecha de la primera carta. Por presunciones bien fundadas, aun po-
dríamos retrasar más la fecha, porque sabido es, además, que doña Inés
González Cordón, abuela de D. Leandro, era natural de Pastrana; que
su padre D. Nicolás Fernández de Moratín residió allí temporadas y que
el mismo D. Leandro, después de estrenada la comedia El viejo y la niña
el 22 de Mayo de 1790, se retiró á Pastrana donde estuvo en 179 1: por con-
siguiente, si no D. Leandro y Conde personalmente, se conocerían las fa-
milias de Moratín y Conde desde entonces y aun desde antes. Sabido es,,
que en esa época Moratín dio allí la última mano á La comedia nueva ó El
café, y que allí están fechadas sus elegantes y poéticas epístolas al insigne
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Jovellanos, á Floridablanca y al mismo Príncipe de la Paz. Sabido es tam-
bién que su abuela doña Inés tenía en Pastrana dos hermanas y un herma-
no Canónigo y dignidad de aquella Iglesia, sin contar otro en Madrid em-
pleado en la Guarda-joyas del Rey, llamado D. Manuel González Cordón.
Mas lo que resulta incuestionable es que Conde iba ya á casa de Moratín
el 21 de Marzo de 1797, si es que no se me ha pasado, que creo que no, al-
guna íecha anterior en la lectura que he hecho del intrincado Diario de
Moratín, que manuscrito se conserva en la Biblioteca Nacional. Vérnosle
allí comer frccuentísimamente con Moratín, acudir como uno de ellos á
los banquetes de la Sociedad de ios Acalófilos, mitad academia, mitad
tertulia, dados en casa de D. Juan Tineo Ramírez, Moratín ó Terán, y al
palco que la misma tenía en el teatro, pasear con todos pero especialmen-
te con Moratín, por las calles ó á la tarde por el Jardín Botánico ó el Re-
tiro, acompañarle al café de La Fontana, á ver el fuego del teatro del
Príncipe, quemado el domingo 1 1 de Julio de 1802, regodearse en su mis-
ma casa, es decir, en la de doña María en compañía de toda la familia y
de Moratín, con las puchas y buñuelos de la noche de Todos los Santos y
hacer todos juntos la colación de Navidad; asistir de guardia de sanidad por
la peste de Andalucía á la Puerta de Alcalá con Moratín y Rafael Cabezas
(domingo 16 Noviembre 1800); oír la mañana del 12 de Julio de 1801, la
lectura de El si de las niñas, en casa de Moratín, con D. Juan Tineo, Melón
y Cabezas, y la de una tragedia malísima del padre de Moratín con éste y
Tineo en la Escuela Pía, el 28 de Novietnbre de 1801, presenciar en palco
con D. Juan Antonio Melón y Moratín, la representación de La comedia
nueva, que gustó en el teatro de la Cruz el 27 de Julio de 1799, y con Mora-
tín y Cabezas el alboroto que produjo la representación en el mismo teatro
de El Barón, el día 28 de Enero de i8o3, en que turbado de miedo Moratín
hubo de ser acompañado por sus dos amigos á la taberna de la calle Angos-
ta de San Bernardo; comer los tres al día siguiente en la Hostería del Pos-
tigo de San Martín, y mil y mil fruslerías de menos lustre y lastre que
éstas.
¿Quiénes eran los amigos de Conde? Los que lo eran de Moratín: don
Juan Antonio Melón, D. Juan Tineo Ramírez, Viera, D. Rafael Cabeza,
D. Sebastián Loche, D. Julián Aquilino Pérez, Poncc, D. Rafael Costa,
etcétera, pero con una diferencia, que Moratín tenía más valimiento y
más extensas relaciones por haber llegado á tratar años adelante con don
Manuel Godoy y con lo principal de la grandeza, y no hay para qué decir
386 REVISTA DE ARCHIVOS
que con los literatos y artistas más distinguidos: la esfera de Conde, tocan-
do en estos últimos, apenas llegaba á los validos y á los grandes, y ésto
por intermedio de Moratín: con él comió algunas veces en casa del Prín-
cipe de la Paz, del Marqués de la Romana, del Embajador de Inglaterra:
las amistades de Conde, ó mejor dicho, sus conocimientos caían más del
lado de los eruditos y literatos en su calidad de bibliotecario de la Real
Biblioteca y de Académico de las Reales Española y de la Historia.
He dicho antes, que amigo más íntimo y constante que D. Leandro, no
lo tuvo Conde, y esto necesita alguna explicación: para que así fuese con-
currieron circunstancias extraordinarias. Ciertamente que Moratín, aún
congeniando con Conde, no hubiera frecuentado su trato tan á menudo
como lo hizo. Las cartas cruzadas entre Moratín y doña Paquita es la
historia de dos almas. En el Diario dz éste se consignan cosas que dentro
de su laconismo son todo un poema. Desde luego se puede asegurar que
doña Paquita no vivió aún después de casada sin salirse del deber, sino
para D. Leandro, no obstante la diferencia de edad: no me atrevería yo á
afirmar el recíproco: que D. Leandro viviese de por vida para doña Pa-
quita; sin embargo, jamás la olvidó y siempre la socorrió en sus necesida-
des. Pero sí esta sola razón basta para comprender la asiduidad de don
Leandro en ir á la casa de Conde, por más que no explique por qué si la
amaba la dejó casar con otro, sólo por consejos de su amigo D. Juan An-
tonio Melón, (i) añadióse otra poderosísima: en aquella casa vivía desde
el día 17 de Octubre de 1801 María Fernández de Moratín, prima hermana
de D. Leandro por ser hija de D. Nicolás Miguel Fernández de Moratín,
hermano de D. Nicolás Fernández de Moratín, padre de D. Leandro. Este
punto lo pongo en claro ahora por primera vez, no obstante el cuidado
que se ha tenido en todo lo que de, y sobre Moratín se ha publicado. Ya
lo hemos dicho, pasábale una pensión.
Hay que convenir en que Moratín llevaba una existencia envidiable,
alternada en la Corte y en el pueblo: allí, mimado del valido que le había
asegurado un cómodo pasar, aunque alguna vez le amagasen y no le
diesen, que á eso se expone quien se significa; aquí, en el pueblo que miró
con predilección por mucho tiempo mientras le empujó el viento de la
fortuna, aunque depués en la adversa siempre renegó de él; visitado por
I La prueba de lo que digo de los amores entre D.* Paquita y D. Leandro está en las cartas
de éste dirigidas á quélla, en algunas de las que dirigió á Melón y en algunas de D. Manuel Gar-
cía de la Prada á D. Manuel Silvela, todas publicadas en los tomos II y III de las Obras postumas
de D. Leandro.
V
BIBLIOTECAS Y M'JSEOS 887
SUS amigos que convertían en poética Arcadia las agrestes y solitarias ri-
beras del Arlas. A Conde, que era su sombra, tampoco le iba mal.
De las postrimerías de este período feliz, alguna memoria conservamos.
Decía á doña Paquita, Moratín refiriéndose á Conde > : «Tengo en mi
poder tres monedas arábigas de plata, llenas de garabatos, y espero adqui-
rir más, para hacerle á mi vuelta un regalo magnífico.))
Y á Conde: «El otro día se nos apareció aquí un hombre de hasta unos
veinte y seis años de edad..., de Illana. Díjome que un tío de usted, que
está ya en la tercera edad, como Néstor, el de Pilos arenosa, lo pasaba
bien y vive contento y sano.»
«Por las tardes me enseñan desde estas alturas unos montes oscuros
que se descubren á la parte meridional y me dicen: «Aquellas son las ci-
mas fragosas á cuya falda corre el polvoroso y sediento Guadamejuz; allí
se oculta entre las encinas eternas que le coronan el venerable templo
de la Virgen Madre, consuelo y esperanza segura de tantos religiosos pue-
blos que la invocan y la hallan propicia y benéfica. Allí está la populosa
villa que acuerda en su nombre, en sus costumbres y en sus leyes el ori-
gen francés -. La que alza la frente soberbia y se envanece entre las de-
más por haber dado la cuna al historiador de la gente de Ismael, vence-
dora y temida en esta occidental parte de Europa, en donde sus ilustres
hijos hallaron trono y sepulcro. Allí estuvo Montuenga, y allí ofrece á la
investigación del sabio las ruinas de su grandeza en los pucheros destro-
zados y culos de tazas y escudillas que por todas partes se descubren...»
Prueba de que por este tiempo trabajaba ya Conde en reunir materia-
les para escribir su Historia de la dominación de los árabes en España j
es la siguiente carta que le dirige Moratín desde Pastrana, en Julio ó
Agosto de 1807.
«CarísimQ en Cristo: Un capellán de honor, llamado Librero 3, tiene
unas monedas árabes, que no sabe lo que son. Beteta le ha escritp que se
las enseñe á usted, y ea regular que le busque para que se las explique:
hágalo usted por amor nuestro.»
«Ahí va la traducción del epitafio: no he sabido hacerla mejor; me pa-
rece que está todo lo que se dice en el original: vea usted lo que le parece,
y dígamelo. Intenté* poner consonantes; pero añadida esta dificultad á la
1 - Carta de Moratín á D.* Francisca Gertrudis Muñoz y Oftiz; de Pastrana Julio ó Agosto
de 1807:
a Gascueña.
3 D. Agustín Librero.
388 REVISTA DE ARCHIVOS
Otra, salía la versión muy ancha y he preferido la concisión al sonsonete.»
c<Iba ya escrito esto, cuando recibí la última de usted; y si el que le ha
enseñado a usted el códice y las monedas de qge me habla, es un clérigo
caballero de Santiago, es sin duda el mismo de quien yo hablo al princi-
pio de ésta, y es natural de Pastrana.»
«Beteta escribirá un día de éstos á Medinaceli en busca del sepulcro de
Alhagib Almanzor. No se si darán con él. Hágalo Dios, que bien merece
una capilla con retablo y lámpara, quizá por los solemnes garrotazos que
nos dio; y es de generosos amigos honrar al enemigo.»
«Yo no veo el modo de que nunca estemos juntos aquí, mientras usted
no logre que se junten las dos temporadas de estero y desestero» (de la
Real Biblioteca, donde Conde era Bibliotecario).
Epitafio de Almanzor.
«Magníficos rastros suyos te anunciarán sus hazañas, como si con tus
ojos le vieras, y por Dios, que no vendrá el tiempo nunca con su seme-
jante, ni quien ampare las fronteras como él.
Epitafio de Almanzor.
No existe ya; pero quedó en el orbe
Tanta memoria de sus altos hechos.
Que podrás, admirado conocerle.
Cual si le vieras hoy presente y vivo.
Tal fué, que nunca, en sucesión eterna,
Darán los siglos adalid segundo
Que así venciendo en guerras, el imperio
Del pueblo de Ismael acrezca y guarde.
Pero ¡ay! cuan poco iba á durar esta felicidad. Murió el año de 1808, '
fecundo en acontecimientos de indeleble memoria, preparados en el ante-
rior por la entrada de los franceses en la Península y ocupación de sus
principales fortalezas, y por la causa del Escorial. Sabida es la odiosidad
que había ido granjeándose el Príncipe de la Paz, y la tempestad que des-
cargó sobre su cabeza en el memorable día 19 de Marzo. Nada más lacó-
nico y expresivo para pintarnos el estado de ánimo y pusilanimidad de
Moratín que el siguiente trozo de su Diario:
1808 — Marzo— 17. Calma: á casa de Tineo. A la de Conde — 18. Noti-
cia del tumulto de Aranjuez: á casa de Tineo á comer — En casa de Tineo:
á la de Conde— 19. Noticia de haber encontrado al Príncipe de la Paz.
Por las calles. A casa de Tineo: á la de Conde. Paseo con Pérez. Albo-
roto del pueblo. Las casas de Diego (Godoy) y sus compañeros, saqueadas
BIBLIOTECAS Y MUSEOS BSq
y quemados los muebles, etc. Noticia de nuevo Rey. Yo á casa de Tineo;
pero no dormí, por el sobresalto— 20 (domingo). Pueblo desenfrenado y
devoto, esperando al Rey; pero no vino. Continúa la quema de muebles
y los saqueos. Yo á casa de Tineo. A la de Conde, á dormir — 21. A casa
de Tineo: calma. Por las calles con Argaiz: tranquilidad. A casa de Tineo
á comer: con ellos por las calles. A casa de D. Diego Godoy: vi los des-
trozos de ella. A la de Tineo: á la de Conde á dormir. ¡Suerte magnífica
de lotería! — 23. Aquí Melón: con él á la Puerta de los Pozos á ver á los
franceses. Entrada de los franceses. A casa de Tineo: después al Ayunta-
miento por haberme hechado alojados. Mala noche — 24. A las seis bus-
cando á La Madrid; después á S^r^a; pero no. Después al Ayuntamiento,
cambio de frente. Vino el nuevo Rey; Yo á casa de Tineo. Vi al Rey.»
En lo cierto debe estar D. Nicolás Miguel, cuando afirma de su sobri-
no que era c<tan pusilánime que el día 2 de Maio de resulta del alboroto ú
motín con los franceses, salió de su casa y no volvió en muchos días de el
temor que tenía, y más al puebk), que en la noche del i5 de Marzo tuvo
en lista su casa para saquearla y consumirla, y siempre andaba triste y
macilento dando señas nada equívocas de el temor que le poseía.» Parejas
con este carácter sombrío, tímido y taciturno de Moratín debía correr el
de Conde á juzgar por lo que Moratín le dice en algunas cartas. Y en ver-
dad que la compañía asidua de Conde y Moratín que vino á hacerse insepa-
rable en estos días, hasta el punto de que Moratín parece un azogado que
no piensa sino en acompañarse y siempre anda sobresaltado, no favore-
cería mucho al sabio Moro y acaso inconscientemente se preparaban á co-
rrer unidos la misma suerte. Ello fué que cautivado dolorosamente el Prín-
cipe Fernando, alzóse España para vengar el ultraje hecho á su soberano,
venció al enemigo en Bailen, el ejército francés evacuó la plaza de Madrid
y los que se creyeron comprometidos, sin arbitrio para reflexionar por la
precipitada sucesión de los acontecimientos inmediatos, salieron deMadrid,
Moratín y Conde creyéronse comprometidos. No es fácil detallar cuándo y
cómo salieron: procuraré, sin embargo, sacar el mejor partido de los es-
casos datos que he podido reunir. D. Nicolás Miguel Fernández de Mora-
tín en su Memorial de 8 de Noviembre de 1808 escribe, que su sobrino
«salió de Madrid á fines del mes de Julio próximo pasado, diciendo que iba
á tomar los baños á paraje donde no hubiera franceses, para estar en tran-
quilidad; pero habiendo tenido la Superioridad no sé que noticias de que
iba con ellos, le mandó poner las Armas Reales en sus casas, embargando
BgO REVISTA DE ARCHIVOS
todos SUS bienes»... En la biografía escrita por D. Manuel Sílvela se lee
que: «sabida la victoria de Bailen, el ejército francés evacuó á Madrid, y
Moratín se retiró á Vitoria, acompañado de su amigo Conde.» Escribe
Aribau: «al anuncio de la batalla de Bailen, el ejército francés evacuó la
plaza de Madrid, y los que se creyeron comprometidos, trataron de sal-
varse del furor del pueblo. Moratín fué uno de ellos: acompañado de su
amigo Conde se retiró á Vitoria en un calesín, al través de grandes peli-
gros, y pasando los mayores trabajos.» La Real Academia de la Historia
refiere: «luego que los franceses evacuaron la Corte, salió de ella, y tam-
bién con su íntimo amigo D. José Antonio Conde, y ocultándose prirfiero
en su casa de Pastrana, se dirigió luego á Vitoria.» En cambio, el mismí-
simo D. Leandro Fernández de Moratín, para persuadir á su amigo don
Jaan Antonio Melón de que, si tenía necesidad de estar en España para
que le devolviesen sus bienes, no eligiese á Pastrana, le escribía >: «¿Qué
puedes esperar de aquella gente bestial que en el mes de Junio del año de
ocho nos fué á buscar cojí podones y trancas al Desierto de Bol arque 2 y
reñía por la repartición de los diez mil reales que les habían de dar en
Madrid, así que nos entregaran muertos ó vivos?
Efecto de este paso fatal que dieron marchándose á Vitoria, fué la con-
ducta,que observaron durante la guerra. Volvieron, pues, con los france-
ses á Madrid á fines de aquél año, y Moratín no sólo siguió desempeñando *
la Secretaría de la Interpretación de Lenguas, con honores de Secretario
de S.M., cargo que se le había conferido y había ejercido desde él 4 de Oc-
tubre de 1796, sino que cometió el desacierto de aceptar en 181 1 el nom-
bramiento que le dio José Bonaparte, de Bibliotecario Mayor de la Biblio-
teca de S. M. y el de caballero del Pentágono, orden creada p)or el Rey
intruso. Cuando en 10 de Agosto de 181 2, la derrota de los Arapiles obligó
al ejército francés á evacuar la capital y retirarse sobre Valencia, con él
se «fueron, y á primeros de Septiembre llegaron á Valencia Moratín y
Conde: allí se encontraba también su amigo el ex-colapio D. Pedro Es-
tala, que secularizado ya y nombrado canónigo había venido á ser su
compañero de desgracia.
Tiempos de tanta turbulencia no eran los más apropósito para las
suaves y tranquilas ocupaciones de lar literatura: la irritación de los áni-
mos era extremada, toda palabra de prudencia se interpretaba siniestra-
1 Carta de M^rattn á Melón; 18 de Septiembre de x8i6.
2 Pintoresco sitio donde existía un convento.
^ . BIBLIOTECAS Y MUSEOS 3q'1
mente y se calificaba de traición; cada uno recelaba hasta de sus pro-
•, píos amigos. Los más íntimos de iMoratín se vieron envueltos; el primero
i Conde, por igual causa, pues miraban con los mismos ojos la situación
de la patria. Peroj allí, en la mitad de las flores, estaba escrito que los dos
S. amigos inseparables de corazón y de infortunio se habían de separar para
no volver á verse m¿ís. Allí comenzó á sentir C^onde la nostalgia de su pe-
ñascosa haca, como llamaba Moraiín á La Peraleja, en tanto que en éste
íbase amortiguando todo dulcís amor patria*; y mientras aquél puso deci-
* dido empeño en lograr volver á Madrid i\ toda costa, aunque acaso no
• dejase de recelar las peregrinaciones que le aguardaban, éste <*hastigado
ya con aquel rey de farsa, con sus embusteros ministros, con tanta relaja-
ción, tantas imposturas y picardías», renunció de todo corazón á la Corte,
al empleo, al sueldo nominal, y formó el firme propósito de no verlos más:
era la renuncia de su segunda patria, á la cual había sacrificado la primera.
(tCuando escribo ésta ', ignoro si I). Josef Conde se irá ¡con el convoy
que va á salir dentro de cuatro ó cinco días; lo cierto es que yo no me voy
aun. Andar cincuenta leguas por el peor camino de Kspaña^ en la estación
más cruel del año, sutrir aguas y tríos y hambre y miedo continuo, y lle-
gar á Madrid, sin un cuarto, ni esperanzas siquiera de recibir nada en mu-
chos meses, es cosa que de ninguna manera me acomoda. Kn mejor tiem-
po, con menos peligros, y cuando sepa que en Madrid se paga á los em-
pleados, aunque so|o sea para comprar un pan cada día, entonces me iré.»
«Si á este tiempo de estrechez seguirá otro mejor, no lo sé; únicamente
considero que llevo ya desde el año de 8oX cinco viajes á cual peor, y
que éste con que nos convidan ahora será de lo más espantoso. Deseo
sólo que si se vá Conde, llegue bueno, y ustedes tengan el consuelo de
verle; por lo que hace á mí solo en el verano trataré de marchar, supo-
niendo como ya lo he dicho, la seguridad de comer en .Madrid; porque
para ir á perecer de miseria, aquí tendré la misma proporción.»
Conde estaba en Madrid, de [vuelta de Valencia, á principios del año
iSi 3 hacia el mes de Febrero. Vino en un convoy con todos los que habían
ido de Madrid. Quizá no supiese Conde que los que iban en el convoy ten-
drían que pasar á Francia irremisiblemente, como así sucedió ^. Moratín
1 ('ana de 1^. Leandro Fernánde/ de Moraiin á 1>," María Oriiz; Valencia h de *:ncro
de iSr^
2 Carta de I). Leandro Fernández de Moraiin á D. Sebastián Loche; Barcelona. i8 de Julio
de i8t4.— ('.aria de I). Leandro Fernández de Moratín á D. Juan Antonio Melón; fíarcelima,
30 de Julio de 1814.
3.» ¿POCA.— TOMO Yin. 27
F'.
392 REVISTA DE ARCHIVOS
en tanto, después de mil contratiempos, quedóse en Valencia, y luego pasó
á Barcelona á fínes de Junio de 1814.^
¿Cuánto tiempo estuvo Conde en'Francia? No lo sabemos á punto fijo;
pero s! que Conde debió estar en París »; por tradición cuentan que fué
obligado á servir de intérprete al rey José, al lado de quien marchó á
Francia, y que en 20 de Octubre de 1814 llegó á Peraleja desde Francia,
destituido de todos los auxilios necesarios á la vida, y que su hermano do
Julián Pablo Conde tuvo que equiparlo completamente de cuanto neccs
taba 2. Pero cuando se vino de Francia (sin que nadie se lo mandara), í
tes de ir á Peraleja se metió en Madrid y allí estuvo encerrado en c •
de sus patronas, sin sacar la nariz por puerta ni ventana en cuatro m
ó cinco que duró el encierro 3. Por tradición cuentan que durante la gue-
rra de la Independencia, las tropas francesas al pasar por ta Peraleja
acamparon en sus afueras para no molestar al pueblo que había sido cuna
de tan gran hombre.
A una carta que Conde desde Madrid escribió á Moratín participándole
su llegada á la heroica villa, contestóle éste con la siguiente 4:
«Mi estimado amigo y señor: Con su carta de usted he tenido muchísi-
mo gusto, y le doy mil parabienes de que su suerte no haya sido tan rema-
tadamente mala como la de otros infelices; falta solo que esa esperada bo-
nanza llegue y acabemos de padecer. Yo estaba creyendo que el sediento
Guadamejuz se hallaba á una distancia competente para que fuese lícito
á cualquier pastor de sus orillas apacentar en ellas manchadas cabras y
redolentes hircos; pero si así no es, paciencia y sufrir, como lo hacemos por
acá...»
«Supongo que usted por su parte habrá procurado aprender la lengua
de oca ^ y se habrá enterado muy por menor de aquel famoso paso de los
andantes caballeros ^. Sin embargo, esto de viajar por fuera y andar á cada
paso con la maleta al hombro no deja de ser cosa bien desagradable á
1 Así lo hace constar Gayangos reftriéndoíc al mismo Saci quien le contestó ^quc ('.onde á su
paso por París» le había hablado de literatura aljamiada. Vid. Revista de Archivos, Bibliote-
cas T Museos. Enero 1898, pág. 32.
2 Carta de D. Julián Pablo Conde á D. Leandro Kernánde/ de Moratin; Pera/e/a' y Enero 3
de 1821. La publico íntegra mas adelante.
3 Carta de D. Leandro Fernández de .Moratín a h. José .\nlonio Melón; Barcelona 29 ;dc
Juliodc 1816.
4 (Larta de D. Leandro Fernández de Moratin á I), Joíé Antonio 'C*^"Jc; ^arceíona, ^día de
•de los Beyes Magos, año de i8i5.
5 La lengua de oc, es decir el Francés.
6 Debe referirse á Roncesvalles.
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quien sólo desea que le dejen vivir en paz, y sólo pide que nadie se acuer-
de de él...»
«Mucho desearé que usted loj^re volver siquiera á su haca, y á mayor
abundamiento que le vuelvan sus libros, á excepción de los que se hayan
quedado entre las uñas de tanta ave de rapiña como ha andado entre ellos.
Con su compañía y la de sus hermanos, lleno de saludables desengaños y
de quietud en el ánimo, puede usted vivir más luenga vida que la de Nés-
tor el de Pilos. Ksto se entiende si esos señores determinan cumplir^ lo
que el Rey mandó en sus decretos y no se les ha olvidado enteramente
quid est Justa ia,»
oRepítole á usted mi cordial enhorabuena. No escribo á las señoras »,
ni al ermitaño =; otra vez será.»
Si pues Conde se vino de Francia á Madrid y allí estuvo cuatro ó cin-
co meses, pasados los cuales en 20 de Octubre de 1814 llegó de incógnito á
su dulce haca. Conde regresó de Francia á Madrid hacia I9S meses de Mayo
ó Junio del año 1814: en Madrid estaba como hemos visto, á su vuelta de
Valencia, hacia Febrero de 181 3; luego entre Febrero de 181 3 y Mayo ó
Junio dé I S 14, es la época de su 'estancia en F'rancia, sin que pueda yo de-
terminar el tiempo preciso porque nos falta la fecha precisa ó aproxima-
da de su salida de Madrid para Francia. De todos modos, el tiempo máxi-
mo que corre entre esas dos fechas contando el tiempo de ida y de venida
de Francia, es el de un año poco más ó menos.
La fecha de regreso de Mayo ó Junio de 18 14 conviene bien con los
decretos de Fernando Vil en que clasifica á los empleados del intruso y se-
ñala los que deben quedarse en Francia y los que pueden permanecer li-
bremente en España, prometiéndoles libertad, seguridad y protección. A
estos últimos debía pertenecer Conde, y creyéndose bien seguro de todo
accidente futuro se acogería al Real decreto de 3o de Mayo de 1814, des-
pués de hacer alguna información de testigos para justificar su conducta,
déla que resultaría no hallarse comprendido en el art. 1.®; es decir,
quedar libre de la pena de secuestro y poder residir en cualquier parte, ex-
ceptuando la distancia de veinte leguas de la Corte. De esto tengo el dato
preciso de que se atuvo Conde á la letra de dicho Decreto, y lo de la infor-
Rcíicrcsc á sus paironas D.* María, D.* Paquita y su prima Mariquita.
2 Asi acostumbraba llamar á D. Julián Aquilioo Pérez, i quien dejó, según consta de la no-
ticia de su vfda, tomo I, edición de la Academia de la Historia, una inscripción de 2,800 francos,
mediante una renta vitalicia.
394 REVISTA DE ARCHIVOS
macióii lo supongo, porque era el procedimiento ordinario que se seguía
en esta clase de expedientes.
Por eso D. Leandro escribía á D. Juan Antonio Melón K
«A Guayloli le sucede lo mismo que á mí, poco más ó menos: se atuvo á
la letra del Decreto de 3o de Mayo, y cediendo á las instancias de sus her-
manos se fué á su lugar; y apenas llegó, empezaron á perseguirle y jerin-
garle, y no se en qué vendrá á parar. >►
En Peraleja estuvo pues desde 20 de Octubre de 1814, pasando á la
Corte de oculto, estimulado por algunas ocurrencias, á los fines de dicho
año, y allí se detuvo hasta Marzo de iSi5, en cuyo mes regresó á Pera-
leja 2.
Por eso, escribía Moratín á Melón 3:
oGuayloli, perseguido en su tierra así que llegó, muy confiado en el Real
decreto, tuvo que salir de ella; y como había de irse á otra parte se fué
derecho á mi lugar 4 y á su antiguo hospedaje, y allí se está, con la pen-
sión de no salir de casa ni dejarse ver de alma viviente; que, en verdad, no
eí> pequeña molestia. No se qué esperanzas tiene, ni es fácil adivinar cómo
ni de qué manera tendrá término esta calamidad.»
En esta larga temporada que residió en Madrid picóle en el corazón el
ceguezuelo dios y prendóse nada menos que á los cuarenta y ocho años y
tres ó cuatro meses de edad, de una garrida moza que contaba alrededor
de veinte abriles, y á quien conocía desde muy niña por vivir en su misma
casa de hospedaje: de Mariquita Fernández de Moratín, hija de D. Nicolás
Miguel Fernández de Moratín, prima hermana de D. Leandro Fernández
de Moratín.
((Continuará.)
Pedro Roca.
1 20 de Enero de i8i5.
2 (;.arta de D. Jui>an Pablo Conde á D. Leandro Fernández de Moratín; Peraleja y Enero 3
•de 1821. I..1 inserto más adeJanie.
3 (^arid de D Leandro Fernández de Moratín á O. Juan Antonio Melón; 4 de Mar^.o i8i5.
4 Madrid.
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CAMPAÑA DEL MARQUÉS DEL CARPIÓ
D. GASPAR DE HARO Y GUZMÁN
VIRREY DK ÑAPÓLES, CONTRA LOS BANDIDOS DEL ABRUZZO EN 1684
íí
Aprestos para el nuevo ataque de Moniorio. — Excisión entre los bandidos. —En-
cuentros ventajosos para los nuestros.— Efectos de la artillería. — Fuga de los
bandidos y su retirada á Poggio Tmbrichío. — Impetuosa aunque inútil acometi-
da de los bandidos. — Presentación de muchos y muerte de varios cabos. — Con-
diciones inaceptables que los bandidos solicitaban para la rendición de aquel
fuerte.— Dispersión de los bandidos por los Estados Pontificios y otras provin-
cias.—Dificultades opuestas por el (Consejo á los propósitos del Virrey para el
derribo de fuertes y exterminio de los bandidos.— Fortifícanse varios puntos con
el producto de los bienes que se les ocuparon. — Continúa el Cardenal Cibo su
protección á varios capitanes de los dispersos.— Poderosa influencia del Nuncio
en Ñapóles. — Limpia completamente de bandidos el Marqués del Carpió las
provincias del Virreinato.— Su desinterés y modestia. —Inutilidad de sus oficios
para que cesara la protección que hallaban los refugiados en los Estados Ponti-
ficios.
A Hn de reparar el grave daño sufrido, reunió el Virrey la Junta de
Guerra y allí se comentaron los sucesos, recordando aquél sus advertencias
al de Santa Cristina para que usase la artillería. La competencia militar
de éste no salió muy bien parada, y después de sentir que no hubiese echado
por delante á los italianos en el ataque, para reservar la gente española,
acordaron que no podía relevársele por las dificultades que el sustituto
encontraría en el estado én que la campaña se hallaba, y que se le mandase
atacar á Montorio enviándole de Pescara cuatro cañones, más gente y los
pertrechos necesarios », tomándose la campaña tan por lo serio, que se de-
I Pertrechos enviados á Montorio.
Vn trabuco con su caja y ruedas y 100 bombas vacias para el mismo.
Ciento treinta tacos y otras tantas espinas de madera repuestas en dos cestones.
Cuatro petardos de bronce con sus tablones cruzados de barretas de hierro.
Cuatro horquillones con sus astas de madera para apuntelar los petardos.
Tres cajones de madera con sus llaves en que van puestos los siguientes instrumentos y ma-
teriales que sirven para componer y cargar las bombas, petardos y trabucos: Un guarda cartu-
cho de hoja dilatada para conservar los estopines conmistura de fuego; mil tachuelas; dos ró-
tulos de espago; un rótulo de algodón hilado; 2 rótulos de nervios de vaca esfilados; un cedazo;
una medida de hojalata para cargar el trabuco; cuatro rótulos de cola vitulana; cinco libras de
396 REVISTA DE ARCHIVOS
signó sustituto del de Santa Cristina á D. Alonso de Torrejón, caso de fal-
tar aquél.
Se enviaron al Marqués, como refuerzos, dos compañías de- españoles
de 192 hombres y 80 italianos, ocho artilleros, un petardero, dos minado-
res, el sargento mayor ingeniero D. Carlos Antonio Bíancone \ un ciruja-
no y botiquín, todo convoyado por So caballos y 3o hombres de campaña,
dejando sus cargos respectivos D. Alonso de Torrejón y Peñalosa y el *
Maestre de Campo D. Juan Simón de Torres, para ayudar al Marqués y
servirle de consejeros en la juntas de guerra.
Mientras éstos preparativos se hacían por parte de España, ocurría una
excisión en el campo de los bandidos; el capitán Raniero quería mudar la
gente que guarnecía la Torre de Escalona » pero sus compañeros no esta-
ban de este humor por no esperar segundo asalto, ya que del prjmero tan
bien habían librado. Llegó la contienda á términos de motín, y la resolu-
ción fué derribar la torre y retirarse los bandidos que la ocupaban á Mon- *
torio, de donde días antes habían salido sus mujeres acompañadas de otros
cola tudesca; cuatro chabctas de hierro; seis canas de colonia de Marsella; uo rótulo de carbón
de avellano molido; una linterna; un pitón de madera para cargar el trabuco; un balanzón de
cobre con su romana; una hazuela de hierro con su mango de madera; una sierra, seis pincelos;
dos plantillas de madera; Qna mazuela de madera á una mano; una cazuela de cobre con su
mango de hierro; cuatro baquetas para cargar las espinas; cuatro tablillas de madera á medida
de las bocas de los petardos para cargarlos; cuatro grapas de hierro á correa y otras ocho con
o)o; otras cuatro para clabar en los tablones de los petardos cuando se han de colgar para la
facción; nueve barrenas; doce clavos acerados; cuarenta clavos pequeños; quince libras de cera
amarilla; dos rollos y medio de cordel delgado; un martillo con boca y pico y otro con boca y.
grapa.
Otros dos cajones en que van puestos los siguientes instrumentos para mihador: seis estam-
pas aceradas hechas á pina; seis escarpelos acerados á punta de diamante; otros seis de la misma
calidad hechos á modo de esgubia; otros doce para cortar hierro; dos palos de hierro acerado á
dos puntas; dos pies de cabra; cuatro barrenas hechas á esgubia; cuatro mangos de madera para
las barrenas grandes; dos martillos con boca y grapas con sus mangos de madera; dos mazas de
hierro grande con bocas y puntas de diamante con sus mangos; otras dos mazas á dos bocas con
sus mangos; un pedazo de cavo de jarcia de cuarenta passos.
Doscientas palas de hierro con sus astas. Doscientas zapas con sus astal Ciento cincuenta
picos á dos puntas con sus astas. Cincuenta achas para partir leña con sus astas. Cincuenta
achuelas á una mano con sus astas, y todos los referidos instrumentos de gastadores van liga-,
dos con cordel á razón de diez cada mazo. Quinientas granadas de hierro cargadas, repuestas en
diez cajoncillos de chopo barreteados de hierro. Cien fajinetas embreadas, la mitad de ellas con
los taleguillos dentro cargados de mistura de fuego*, y repuestos en cinco cestones liados. Tna
estatela ó romana nueva repuesta en su caja. Diez cubiertas de arbaje nuevo para cubrir otras
tantas acémilas de pólvora. Dos estandartillos con las armas reales para guía de las dos tropas
de azemilas en que han ido todas las municiones. Diez quintales de pólvora repuesta en saquillos
de lienzo dentro de los barriles. Veinte quintales de balas de mosquete y arcabuz repuestas er>
sus cajoncillos. Noventa y siete quintales de cuerda de arcabuz y rollos, enfardada en arbaje
y liada con cordel. Cien pares de pistolas de chispa repuestas en sus cajones. Dos petos y mo-
rriones fuertes de cada género para los petarderos. Mas los cincuenta capotes que ha enviado la
Cámara para la compañía de cavallos de D. Manuel de Toledo repuestos en quatro cestones.
I Es el autor de los planos que acompañan á este artículo.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS Zgj
200 con destino á Poggio Umbrichio (v. plano g), sitio donde tenían pro-
visión y alimentos, y adonde contaban retirarse si se veían obligados á
desamparar á Montorio.
LUGAR DE POOOIO UMBKICIIIO(g)
Provisto ya el Marqués de refuerzos, volvió á escaramuzar con los ban-
didos que salían de sus casas fuertes y, capitaneados por los jefes Santucho,
Dominico Antonio y Pompetta, andaban cometiendo graves excesos en los
lugares circunvecinos. Por esta vez, se vieron obligados á volverse á en-
cerrar, con pérdida de algunos compañeros.
Ganaron además nuestros soldados varios puestos ocupados por los
bandidos, entre ellos el Gasón (v. plano h), bien fortificado y con un toso
de agua de cuatro palmos de fondo y seis de ancho, continuando los ata-
ques hacia la casa de Juan Bernardino Gola Raniero, que pare.ció deberse
ocupar la primera para quitar la defensa y socorro que desde ella pudiera
prestarse á la de Titta Gola Raniero distante un tiro de escopeta.
La casa de Juan Bernardino debía ser tan fuerte, que no se formalizó
el ataque hasta esperar la artillería que había quedado en Julianova, y una
vez llegada, apoyáronse las tropas en el Gasón, emplazando en él una
pieza de bala de 25 libras y un sacre real de 12 con que se armó la bate-
ría el día 20 de Abril, y luego se empezó á cañonear desde las cuatro de la
3(j8
PE VISTA DK A H CHIVOS
tarde hi casa y lorrc del Bernardino. prosii;uiendo al mismo tiempo los
ataques hasta la falda de la trinchera que los bandidos habían hecho para
CAÑÓN DK J1. AN RKKNAKMINO CülA HA.NJKlíO fplanO h) I I ÜAK i». NAN JCíHüi:
cubrir el pie de la torre, continuándose uno y otro con tanto rigor, que
aquella misma noche dos horas antes de amanecer, se vieron obligados los
bandidos, no solamente á desamparar aquella casa, sino también la de
Titta Cola Raniero. la Roqueta y los demás puestos que tenían ocupados
en algunas fuertes colinas inmediatas, ayudándoles para su fuga la oscu-
ridad de la noche, y la práctica y conocimiento que tenían de los pasos de
aquellas montañas. Luego que se reconoció el abandono de estas casas,
apoderáronse de ellas las tropas, y se hallaron tan bien provistas y adere-
zadas, como si no temiesen peligro ni invasión, no habiéndose jamás per-
suadido los bandidos, dice el Marqués, t«de que fuese posible subir la arti-
llería á aquellos sitiosque parecían inaccesibles, ni habiendo experimentado
hasta ahora la fuerza del cañón que, luego que la reconocieron, les faltó
el ánimo para resistirse, aunque se habían prevenido y fortificado en tal
forma, que no parece obra suya la disposición en que tenían estas casas,
y es bien cierto, que si no se hubiese usado la artillería, hubiese costado
mucho tiempo y gran dificultad el ocuparlas. >>
Dispúsose luego el derribo de estas casas, y habiéndose tenido noticia
de que los bandidos se habían retirado á Poggio Umbrichio, lugar distante
BIBLIOTECAS Y MUSEOS Sog
cuatro millas y con una torre fuerte, se encaminaron luego allá algunas
compañías, y cuatro de ellas, con sumo trabajo, lograron vadear el río
Humano; y habiendo empezado á ocupar alguno^puestos cerca de Poggio
al anochecer del día 22, embistieron los bandidos á las tropas con tal fuer-
za, que fué bien menester todo el valor de éstas para resistirlos. Duró la
escaramuza más de tres horas, siendo necesario disparar granadas que
hicieron en los banbidos gran estrago, matando é hiriendo á muchos y
obligando á los demás á retirarse dentro de Poggio á donde ya se encami-
naban el Marqués de Sta. Cristina y el Maestre de Campo D. Alonso To-
rrejón, con ánimo de sitiar aquel lugar, derribar la torre y hacer las de-
más operaciones necesarias.
Discurríase que los bandidos desampararían también este sitio, á donde
habían retirado sus mujeres, por el daño que había de hacérsele con la arti-
llería desde Montorio. y se procuraba sitiarlos y cortarles los pasos, aun-
que la disposición de aquellas montañas y el hábito de los bandidos de ca-
minar por precipicios, impracticables para las tropas, dificultaba la em-
presa.
Era Poggio la última retirada posible de los bandidos, pues estando
guarnecidos todos los lugares donde se pudiesen refugiar, y derribadas
todas las casas y torres que hasta entonces les habían servido de defensa,
tendrían que hacerse fuertes en alguna de aquellas montañas ó pasarse á
otras provincias donde les perseguirían las escuadras de campaña.
A consecuencia de este ataque se presentaron en Ñapóles los cabos Sal-
vador Bianchini y Pablo Janetti con 76 bandidos de sus compañías, los
cuales, con otros antes presentados, componían 312 en las atarazanas.
Trájose también de Montorio á una hija de Titta Cola Raniero para
arrancar de allá todo rastro de esta gente, y se esperaban en Ñapóles á Ig-
nacio Sbracha y á otros capitanes con 100 compañeros.
Era uno de los más obstinados y facinerosos el capitán Señorielo, que
sostuvo escaramuza con una escuadra de corte en los confines del Abru-
zzo y del Condado de Moliste, quedando muerto y preso un compañero
suyo.
Otro de los principales era el cabo Carlos Perilo (a) Ruina, que me-
rodeaba por la provincia de Luchera, y que fué también muerto por nues-
tras tropas.
Retirados los bandidos á Poggio Umbrichio, donde tenían su impedi-
menta, se dirigió allá el Marqués de Sta. Cristina con las tropas para des-
^.» ilpocA.^TOiio vnr. 2^
40O
REVISTA DE ARCHIVOS
alojarlos de aquella torre y hostilizarlos cuanto tuesc posible, para lo cual
se acercaron algunas compañías á las que embistieron los bandidos con
indecible corage, pudiendo re-
sistirse los nuestros, aunque
menores en número, hasta
que llegó el
resto de la
fuerza que,
por ven i r
muy creci-
do el río
Humano, se
había retra-
sado. Juntos
empezaron
á tomar [os
puestos y á
proseguir
los átaqueSf
hasta que el
día i.^ de
Mayo, vién-
dose los ban-
didos tan es-
trechados
que ya los
otros esta-
ban á tiro
PLANO SIM r.PIORAPK, CON SOI.O I A I.BVKNÜA DH: RÍO IIIJMANO (i)
de escopeta, hicieron entender al Marqués que querían rendirse, y tra-
tándose con lodos los 'requisitos de la ordenanza militar, pidieron salvo-
* BIBLIOTECAS Y MUSEOS 4OI
«conducto para enviar unb de sus capitanes á conferenciar con el Marqués.
,Concedióseles y enviaron al cabo £>omingo Antonio Durante/ uno de los
principales, solo y desarmado.
Por las condiciones en que ofrecieron rendirse, se puede juzgar de su
engreimiento; eran éstas: Que se les declarase el punto adonde habían- de
ir á servir y el tiempo de servicio; lo que suponía que el castigo no había
de ser otro: que pudiese cada uno de ellos dejar en el Abruzzo un hijo, her-
mano ó pariente «para cuidar sus haciendas», decfan ellos, aun cuando
fácilmente se adivina que sería para continuar sus correrías en cuanto las
tropas se ausentasen, y que se les concediese un mes de plazo para arre-
glar sus asuntos, por lo visto muy numerosos.
La respuesta del Marqués á estas pretensiones fué la que en verdad
merecían: que únicamente podía concedérseles la excepción de la pena de
la vida y la Galera, y que no era tiempo de entrar en más arbitrios, pues
en cuanto llegase la artillería no se les admitirían más pláticas ni ajusta-
mientos.
Volvióse Durante con tan consoladora respuesta, la que á pesar de su
dureza, no debió hacerles mucha mella, puesto que de allí á poco enviaron
un papel con las mismas proposiciones y otras nuevas, como eran: que se
les desembargasen y restituyesen sus haciendas; que se libertase á sus pa-
rientes y compañeros presos, y que se les diese tiempo para enviar á Ña-
póles algún religioso que en su nombre hablase al Marqués del Carpió y
le indugese á facilitar estos acuerdos. A esta nueva pretensión se les res-
pondió con la exclusiva, y ofreciéndoles solamente que en caso de rendir-
se, les acompañaría á Ñapóles el Maestre de campo D. Alonso Torrejón,
para interponer clemencia en su favor; pero ellos, lejos de conformarse,
en cuanto divisaron la artillería, dieron fuerte carga á las tropas que in-
mediatamente avanzaron, ganando puestos y comenzando á disparar la
artillería, con lo que se encerraron en la torre. Llegó la noche ^n esto, y
hacia las tres de la madrugada empezaron á huir por biirrancjs y despeña-
deros de imposible acceso por donde muchos rodaron, y otros fueron he-
ridos y muertos por las tropas. Apoderáronse éstas del Poggio y hallaron
á las mujeres y niños que formaban las familias de los bandidos K Guarne-
I Nota de las mujeres y parientes de bandidos que se halian presas en Montorio.
Eugenia Piacheli, madre de Juan Bernardíao, con una criada.
Teresa Petrica, mujer del mismo, con tres hijos pequeños y dos criadas.
Marta de Sebastián, mujer de Carlos A ntonio Chicoto, bandido, compañero de Tilla Cola Ra-
niero, con dos hijos y tres criadas.
402 REVISTA DE ARCHIVOS
cióse la torre y púsose la defensa necesaria y, retirada la artillería á Mon-
torio, se encaminó la tropa hacia San Jorge, lugar abierto y sin defensa,
adonde se habían ido los bandidos; al verse perseguidos, huyeron también
de allí, dejando otras mujeres que en unión de las que fueron presas, se
Marta de Chicólo, hermana de Carlos y mu|er de Juan Fálchino, bandido compañero de Cola
Haniero, con dos hijos y una criada.
César de Cola Raniero. sobrino de Titta.
Francisca de Cola Raniero, hermana de César y sobrina de Titta, con una criada.
Catalina de Gregorio, mujer de Gregorio de Gabriel, bandido compañero de Cola Raniero.
Antonia de Loreio, mujer de Alejandro Sciaqua, cabo de Cola Raniero, con siete hijos.
Justa Rossi, sobrina de Carlos Antonio Chicoti.
Brígida de Alexandro, mujer de Jusepe de Ruicio, bandido compañero de Cola Raniero, con
iin hijo y una hermana.
Ana de Julio, dama de Antonio Pompeta, con un hijo.
Justa de Jusepe de Dionisio, hermana de Jusepe de Diooísio, bandido compañero de Cola.
Hanicro.
Paula de Bencdito. madre de Jusepe.
.\na María, hermana del mismo.
Isabel de la Villa Valucha, criada de Cola Raniero.
Isabel del Isla, criada de Pómpela
María Escarpalegia. hermana de Valerio Escarpalegia, bandido compañero de Cola Raniero.
Teresa Escarpalegia. hermana de la anterior.
Ana Escarpalegia, su madre.
Bárbara Escarpalegia, su hija, con una niña.
Jusepa de Benedeta, dama de Cola Raniero.
Loreto de Benedtta y sus cuatro hijos; era hermana de la anterior y mujer de Agustín Coscia
compañero de Raniero.
Antonia y sus tres hijos; era mujer de Juan .\ntonio, compañero de Raniero.
Cecilia de Juan y sus cuatro hijos; era mujer de Juan de Mootorio compañero de Raniero.
Angela de Mon torio, hermana de Juan.
Bernardina de Andrea, con su hija, era mujer de Andrea de Espiano, compañero de Raniero
Constanza de Muchela, mujer de Bernardo Salustro, con su hijo.
Catalina de Juan Amonio, mujer de Francisco Jusepe, con cuatro hijos.
Magdalena de Pieiro, madre de Angelo Antonio de la Roqueta.
Domenica de Basciano, mujer de Belisario de Piñano, con una hija.
Lavinia, hermana del anterior.
Teodora de Crescenzo, mujer de Teodoro Richo, con cuatro hijos.
Indicia de Marvecho, mujer de Marvecho de Moniorio.
Angela de Martino, mujer de Bernardino de Montorio.y Francisca su madre.
Susana de Berardino, hermana de Juan Berardino de Montorio, con un hijo.
Teresa del .\guila, hermana de .Vndrés del .Vguila.
Juana de Juan Pieiro, cuñada de Antonio de Montorio.
Santa de Lorenzo, mujer de Lorenzo de Jusepe, y Marta su madre.
Antonia de Aduego, tía del mismo.
Tola de Andrea, hermana de Andrea de Luca.
Magdalena de Jacomo .\ntonio, con dos hijas.
María de Miguel, mujer de Miguel de Nicolás, con dos hijos.
Amina de Alexandro, mujer de .\lcxandro de la Villa Valucia.
Margarita de Amalo, hermana de Silvestre de -\mato y Teodora su madre.
Francisca de .\nionio, mujer de .\niortio de Phelipe.
Antonia de Fernando del Poyo, correspondiente de bandidos.
Facncia de Jerónimo, mujer del mismo, con tres hijus.
Adclia de Juan .\ndrea, mujer de Juan .\ndrca de Aristeo, con do* hijos.
Teodora de Juan, mujer de Pedro Mathco, con dos hijos.
Lucia de Maximiano, madre de un compañero de Raniero, con una hija y Palma, tu hija.
Mingucha. mujer de Dornenico. compañero de Esgarran
BIBLIOTECAS Y MVSEOS 403
llevaron á Montorio, desde donde escribían á los bandidos instándoles para
que no dilatasen más su rendición. 3oo hombres de campaña siguieron per-
siguiéndoles en dirección del Valle Castellana, tierra del Duque de Atri,
hasta que una noche huyeron todos sin que se pudiese lograr noticias cier-
ta de sus rumbos, aunque se tuvo por seguro que los capitanes principales
se embarcaron; que muchos de ellos se encaminaron hacia los Estados
eclesiásticos, y que los restantes pasaron á la provincia del Águila, como
resultó cierto, pues las tropas que asistían en aquella provincia escaramu-
zaron con ellos y hubo que enviarlas refuerzos.
Libre ya de esta gente la provincia de Chieti, quedó allí por Goberna-
dor D. Alonso de Tor rejón, y pudo felicitarse el Marqués del Carpió del
éxito obtenido, aunque no se manifestase muy satisfecho del de Santa Cris-
tina, á quien condesa que mandaba á servir á los presidios de Toscana por
no haber faltado en cosa esencial y p)or no tener otro de quien valerse.
No quería el Virrey retirar toda la tropa de aquellos sitios, sino por el
contrario, dejar guarniciones en los lugares generales, así para su seguri-
dad, como para cumplimiento de la pragmática que se formaba sobre de-
molición de todas las torres y casas fuertes que en el campo pudiesen ser
abrigo de bandidos, con cuyas medidas no debía estar muy conforme el
Consejo, puesto que ordenaba al Marqués que indispensablemente se vol-
viesen las tropas á su tercio de Ñapóles, c<sin divertirlas ni perderlas en es-
tas operaciones» y que en lo de la pragmática «el demasiado apretar po-
dría traer grandísimos inconvenientes que producirían después embarazos
muy perjudiciales», concluyendo por resolver que el Marqués no pusiese
en práctica la Pragmática sin antes remitirla al Consejo de Italia de donde
pasaría al de Estado para ser corregida '. Cumplió el Marqués el acuerdo
del Consejo retirando las tropas españolas, no sin hacer constar que, sin
su concurso nada se hubiese conseguido y que las compañías no habían
mermado, aunque el Consejo para atajarle por otro lado acordó pedir
nota de la distribución de la Hacienda en los dos últimos años, para ente-
rarse, sin herir la susceptibilidad del Marqués, de los gastos hechos en la
campaña; mas después de visto el resultado obtenido por éste, se le mandó
fortificar á Montorio ú otro punto de la provincia de Chieti que fuese paso
I Pareció al Consejo que se debía poner reparo en que bastasen dos testigos singulares para
confirmar el delito como en la Pragmática se decía, pues esto en Ñapóles, donde con tanta facili-
dad se hallaban testigos falsos, parecía aventurado. El Consejo recuerda ser cosa antigua y
corriente en Ñapóles la existencia de lugar señalado donde por poco dinero se encontraban los '
testigos necesarios.
404 REVISTA DE ARCHIVOS
;para invadirla. Reconocidos los puestos de toda ella por el ingeniero fiian-
cone y por el capitán D. Diego Ramírez Balanza, escogieron á Montorio
por haber sido siempre c<según rezaban Jas historias, el sitio que en lo an«
tiguo y moderno eligieron los bandidos para su refugio», y haber domina-
do allí y en todo su territorio despóticamente la familia de Cola Raniero»
por espacio de sesenta años/
Fortificóse también la roca de Roseto, (v. el plano j) que aseguraba
los valles de San Juan y Castellana, y defendía sus villas muy pobladas*
El coste de ambas fortificaciones se calculaba en 12.000 ducados, para lo
que muy bien bastaría el producto de la venta de bienes de bandidos, pues
que sólo la hacienda de Cola Raniero valdría 36.ooo ducados. Habría de
ponerse una guarnición de 100 españoles, 80 en Montorio y 20 en Roseto,
dejando capacidad para aumento de fuerza y mudándolos cada año por
evitar que se casasen con naturales.
De la cesión de la roca de Roseto trató el Marqués con el Duque de
Atri, encontrándole muy bien dispuesto, y de la del convento de San Fran-
cisco en Montorio con Su Santidad.
Tanto llegaron á disminuir los" bandidos con estas y otras medidas, que
el Duque de Alba certificaba que en las provincfas de tierra de Labor,
Otranto, Trani., Calabria citerior, Abruzzo ulterior, Capitanata y Conda-
do de Molísse, no había bandidos de ninguna calidad; en la de Abruzzo
citerior había 42 que se mantenían en el Estado Eclesiástico; en la del
Principato citerior no había más que un capitán á quien se perseguía ince*
santemente; en la de Basílicata un capitán con tres compañeros; en la del
Principato ulterior tres capitanes, y en la Calabria ulterior dos capitanes
con siete compañeros, todos sicilianos, á quienes se esperaba pren^ler. No
se sabía que Santucho con sus compañeros se hubiese embarcado, aunque
era cierto que se hallaba fuera del reino, y Juan Bernardino Raniero ha-
bía venido á Ujida con licencia de Venecianos por tres meses, para levan*
tar gente y pasar á Roma á cobrar el dinero que su tío Juan Bautista tenía
allí depositado en un Banco. Traía insignias de sargento mayor, lo que
pareció muy poco razonable al Marqués, y escribió sobre ello al Cardenal
Cibo, quejándose de que tal cosa se consintiese, y apuntando de paso que
mientras en Roma eran tan poco atendidas sus justas reclamaciones,
ocurría en Ñapóles un caso bien contrario. Atropello el cochero del Mar-
^ qués de Ponicocolo la carroza en que iba el Nuncio, arrastrándola algu-
nos pasos y habiendo enviado éste aviso al Virrey de que deseaba el casti-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 40?
go del culpable, fué condenado en seguida á galeras y azotes, y se ejecutó
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IM ANTA Y l'ERSI'KC.TIVA 1)K I A KOíA I>K HOSKTÜ IJÍ
la sentencia con gran satisfacción del Nuncio, que desde sus ventanas, con
toda la familia^ vio y aplaudió mucho esta justicia»
406 REVISTA DE ARCHIVOS
Siguiendo en su constante empeño, pudo al cabo el Virrey dar cuenta
al Consejo de la total terminación de la campaña contra bandidos, asegu-
rando no haber quedado ninguno en el Abruzzo ni en las demás provin-
cias, pues con los muchos que murieron en los encuentros, los que fueron
descuartizados, los muertos en el suplicio después de presos, y los que se
rindieron y estaban encerrados en el Tarazanal de Ñapóles, los demás, no
pudiendo resistir la continua persecución que se les hacia, huyeron á
otros dominios, y al único capitán que quedaba en la provincia de Basilica-
ta llamado Juan Arloto (a) el Capuchino, por más que se ocultó, lograron
hallarle en casa del Obispo de Melfi, y le condujeron preso á Ñapóles, aun-
que todavía no faltaba consejero que creyese que «esta quietud no duraría
mucho, conocido el genio de aquellos naturales».
Aunque manifiestamente se debía sólo al resuelto ánimo y firme volun-
tad del Marqués del Carpió un éxito hasta entonces no conseguido por
ningún Virrey, éste le atribuía al celo del Maestre de Campo Torrejón,
que expuso su vida varias veces y perdió á su hijo, y para el que pedía el
título de sargento general de batalla, aunque el Consejo sólo le considera-
ba digno de la graduación de general de artillería ad honorem.
Por último, en su deseo de que el mal no se reprodujese, insistía el
Marqués en el peligro que resultaba de mantenerse en los Estados de la
Iglesia y en parajes no distantes de los confines del Abruzzo algunos ca-
bos y bandidos de los que huyeron, entre los que se contaban Tita Cola
Raniero, su sobrino Juan Bernardino y Domenico Antonio Durante, en-
tendiéndose que estaban abrigados de algunos ministros del Papa, sin que
los apremiantes oficios que había pasado á Roma consiguiesen efecto algu-
no, á pesar de ser bien notorios los lugares donde habían permanecido los
bandidos, la residencia que en Offida y Lingaglia tuvieron Raniero, Du-
rante y sus compañeros; saberse que el lugarteniente de Ascoli ajustó á
compañeros de Santucho y de Petralta; que el caporal Gaibullo y compa-
ñeros de Pompeta y Petralta entraron á robar algunas veces en los confi-
nes y que, habiendo el gobernador de Montalto desterrado á las mujeres y
parientes de bandidos, á quienes allí se protegía, se pasaron á Macerata y
Recanate, donde fueron recibidos no sin general escándalo.
Entre otros tantos sucesos de la dominación española en Italia y ante la
diversidad de los juicios sobre la conducta de nuestras armas allí, no po-
áxÁ negarse á D. Gaspar de Haro y Guzmán el indudable buen servicio de ;
haber limpiado de bandidos una provincia tan infestada de qllos como el
Abruzzo. Julián Paz.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 407
Sello del Conde de Urgel, Armengol VÍIl.
El sello que hoy reproducimos en fototipia y en su tamaño natural (83
milímetros de diámetro), es uno de los siete sellos de condes de Urgel que
se guardan en la ya rica y ordenada colección de nuestro Archivo Históri-
co Nacional. Está impreso en cera obscura, y pende, por doble tira de ante,
en una carta de seguro otorgada al monasterio de Poblet por el Conde Ar-
mengol, un año antes de su muertfe (1207).
En «1 anverso de este precioso ejemplar de «principios del siglo xiii^
campea la figura ecuestre del Conde. Defíende su cabeza un casco esférico
con nasal, adornado de ínfulas ó lambrequines largos y flotantes en la
pant de la nuca; guarda su costado izquierdo un escudo oval que le cubre
también la pierna casi por completo; y en la mano derecha, en actitud de
herir, tiene la lanza con pendoncillo que parece ostentar el ajedrezado
propio del blasón de los condes de Urgel. El caballo galopa á la izquier-
da, y está protegido con un caparazón que, por su regidez, aparenta ser
de cuero. La leyenda se desarrolla en el borde del sello, y dice:
# S : ERMENGAVDIG-RA|TIA] i DEI : VRGELENSI : C0MITI8.
Reverso: Escudo heráldico, rectangular, inscripto en el perfil circular
del borde del sello. Está blasonado con escaques, unos lisos y otros carga-
dos de jaqueles diminutos, alternando con cruces sencillas. La leyenda
ocupa los vanos entre el tablero del escudo y el borde de |la impronta-
Dice así:
SIGILLVM I DEI \ GRAT | lA i C0MITI8 | VRGELLI.
J. M. P.
3.* ¿POCA. — TOMO TIIZ. 2^
408 REVISTA DE ARCHIVOS
DOCUMENTOS
LlXERJLTXJRJL AX.sJA.IwII ADA
MATERIALES PARA Sr ESTUDIO
I
MS. BIBL. NACIONAL, Gg 105, NÚM 5.337 '
ESTA ES LA BATALLA DE BADRI Y HONAINI ^
(FPL. 48 R.)
Fué recontado por Abdo Allahi ¡bno Ornar que dixo que cuando cUnquistó
el Annabí ^^ju^ 3 á Maca quebró la ídola Hábal y á Naila4 y ad Al-Kofaini 5 y
mató muchas Chentes d'ellos, y catibaron partida (fol. 48 v.) d'ellos y huyeron
partida d'ellos, y en ellos Jálab ¡bno Omaya y Áaquirima ibno Abí Cháhal, y
fueron estos un mes cuentra el Annabí -*Jur, 3 y después fueron buenos mo^limes
y fué bueno su alislam 6. Y llegaron las nuebas á Málic ibno Aoíiy en Andariyo 7,
y era est (sic) Málic grande en chenlío y muy obedecido entr'ellos y mandó cridar **
por todas sus tierras y por todas las alkabilas de los alárabes que biniesen ad ayu-
darle contra Mohámmed ¡bno Abdi Illah¡ % y respond¡eronlc todos que les plazía
y que ¡rían á p¡ed y á caballo; y así fué la primera alkabila los de Ban¡-Inod¡ro.
Y benía en la delantera un capitán que se clamaba ^ábik ibno Niruán; después
d'estos binieron los de Mo^yán con cuatro mil de á caballo. Y benía en la delantera
un capitán que se llamaba Mazín (fol. 49 r.) ibno Mazín, y después b¡n¡eron los de
Ban¡-Áam¡r con su cap¡lán que se llamaba Aafa¡ ¡bno Tánk. y cada capitán traía
I Véase el conlenido de este ms. en el Jnd. gen. de la liter. alj. por D. Eduardo Saavedra
núm. XXXIIIrPág. 263 del tomo VI Mem, Real Ac. Esp. Publicado en, las Leyendas Moriscas
por D. Freo. Guillen Robles, Madrid, 1886: i.° Batalla de A^iad y los de Maca. fol. i v. al 14 r.,
tomo II, pág. 233; 2.* Alhadiz de Mahoma y Alharcts, fol. 14 r. al 32 r., id., pág. 325; 3." Bata-
lla de Hazaima Alberiquia y de Alajuac; ibnu Mojad, fol. 32 r. al 3Ó v., t. III, pág. 267; 4.° Alha-
diz de Guara ilhochórati, t. II, pág. 301 (principio tol. 36 v. y fin fol. 47 r.), lo restante tomólo del
ms. G. g. 47 fol. 81 r. al III v.; 6.« Batalla del Rey iMohalhal ibnu Alfayadi. fol. 61 v. al 86 v., t. II,
pág. IÓ5; 7.° Batalla de Alaxiab ibnu Hauc.ir, fol. 86 v. ai q5 v.. i. III, pág. 247; y 8.** Batalla de
Bal Varmoc y su conquista grande, fol. gS v. al 149 r. y último, t. III, pág. 83.-2 Con la publi-
cación de la batalla de Badri queda editado todo el contenido del códice G. g. io5, núm. 5.337,
salvo el trozo que se ha publicado según el ms. G. g. 47, como decimos antes, que es casi
todo, excepto ocho lineas y media al final y cuatro y media al principio, tomadas de G. g. io5.
Cotejados ambos trozos un poco, notamos esta variante g. g. io5 fol. 36 v. y habernos oido con'
tar de tu las nuebas; g. g. 47 fol. 81 r. y habernos oido las nuebas de tu, y otras variantes, por lo
que acaso traslademos íntegra, según (t. g. io5, esta leyenda de Uara.— 3 ^Jtj^. por |*JtJLf . según
Caspari.es abreviación de la frase piadosa ^«JUm» ^^Jlc- 'vJLI ^L>c bendígale Dios y salve.—
4 Jo U.p. I (V. nota 4 pág. 410).— 5 ..yjJüL^i I.— 6 Fue sincero su islamismo.— 7 --U-Lilc, Los
moriscos españoles, como los árabes de Marruecos ó Almagreb, hasta hoy, trocaban la i del ar-
tículo en n, diciendo cnantarí por elantarí. No hiUamos en el diccionario de Assoyuti el nom-
bre propio original de este patronímico.— 8 Llamar.— 9 Mahoma.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 4O9
cuatro mil de á caballo y de á pied. Aprés ' d'estos binieroñ losdeBani-Muah con
cuatro mil de á caballo, y en la delantera irdan un capitán que se llamaba Alhárits
ibno Morah; y achontaronse entre caballeros y peones beite 2 y seis mil. La hora 3
caminaron y llegaron 9erca del alkagar de Málic ibno Aófiy: la hora 3 que los bió
Málic saliólos á re^ebir y dixoles:
—¡Ya 4 Chentes y cabalgada de alárabes! ya sabéis como Mohámmed ibno Áábdi
Illáhi 5 ha ganado á Maca y se ha demostrado ^ sobre los de Koráix con espada y
lan^a, y yo he miedo que Mohámmed 5 deborara buestras tierras y matara bues-
tros caballeros y barraganes 7, y robara buestros castillos y catibara buestras mu-
cheres y lichos.
Y respondiéronle todos y dixiéronle:
— (Fol. 49 V.) l^ucs á nos plaze, que nosotros iremos á Mohámmed con nuestra
Chente de caballo y de á pied, fasta que torne á f labal en Macea.
La hora dixo Málic:
—¡Ya 4 Chentes! pues que es esa buesa boluntad, dere^jad 8 buestras armas y
caballos, que yo quiero demandar más socorro á Aórua ibno Ma^^áód.
La hora dixieron las Chentes:
— tso será muy bien.
La hora demandó tinta y papel y escribió su carta á los de Xákib dixiéndoles.
— Siempre yo fui leal á bosotros y yo agora he allegado mis uestes para des-
troir y acabar á este ^ihrero 9 mintiroso de Mohámmed ben Ábdállah (?), benid
á mi ayuda ¡ya 4 los de Áórua!
Y la hora que bió la carta Áórua y entendió como las uestes eran llegadas y
achuntadas, mandó llegar las suyas, y biniéronle cuatro mil de caballo, y dixéronle:
— ¡Ya 4 señor! ^'que te ha daconte9Ído? (Fol. 5o r.)
Dixoles:— ¡Ya mis compañas! »<> una carta me ha benido de Málic ibno Aófiy
en Andaríyo " y demanda socorro á mi y á bosotros para contra Mohámmed ibno
Áábdi. Illahi, y yo digo que Mohámmed es ayudado con ayuda y ben9Ímiento, y
nu nueze 12 sino le nuezen, mas al que ba cuentra él guerréalo y estróyelo y gá-
nale sus tierras. Mi consecho es estar quedos.
Y respondiéronle sus Chentes y dixiéronle:
—¿Y cómo será que todas las alkabilas de los alárabes le ban ad ayudar, y si
no imos nosotros dirán que por miedo de Mohámmed no imos?
Dixoles Aórua:
—¡Ya 4 conpañas! 10 pues q'esa es buesa boluntad, enforteged primero buestros
castillos para que pongáis buestros algos n y mocheres y fichos.
Dixo el recontador u que dexaron quien enfortegiesen sus castillos, y tenían
aquellas Chentes (fol. 5o v.) unos castillos muy fuertes.
La hora mandó Áórua dere^ar « las armas y caballos, y caminaron fasta donde
estaba Málic, y la hora que bió Málic á Áórua y*á su chente alegróse alegría
grande y mandó matar mochas bacas y mochas biandas de todas naturalezas y
monchos bebraches ^^, y comieron y bebieron y enbriáronse '6 y dixo Málic.
— ¡Y Cílmo que hemos de consentir á Mohámmed que nos estroiga con aquesta
Chente!
1 Después.— 2 Veinte.— 3 Al momento.— 4 Oh.— 5 .Mahom.i.— <> Señalado, manifestado.— 7 Cam-
peones, va-Iientes, héroes.— 8 Aprestad.— 9 Hechicero, encantador, árabe j^\i«v ^íAre encánte-
lo Tropas.—ii Elaadarí. V. nota 7 pág. 408.— 12 Daña.— 13 Bienes.— 14 Cronista.— 15 Bebidas.— .
16 Envalentonáronse, embriagáronse.
410 ^ REVISTA DE ARCHIVOS
La hora vino Iblis i* con un albornoz de Noááma, entocado con dos tocas, la
una amarilla y la otra bermecha, á caballo en un caballo que subía más que los
•otros, y el que hablaba llorando, dixiertdo:
— ¡Oh Chentes! dexad los plazeres y deleites y aparechaos todos á las armas^
porque no perdáis la honra que tenéis.
Pue. (fol. 5í r.) la hora que oyeron las Chentes su dicho de Iblís, maldígalo
Alláh, dixiéronlc:
— ¿Y de dónde abienes? ¡ya biecho!
Díxoles: — Bengo de Maca. ^
Dixiéronle:— ¿Y qué ha fecho Mohámmed en ella.^
Dixo:— Que ha entrado en ella por fuerza de armas: por Aleta ua Aláoza 2, que
ya ha quebrado jas ídolas todas.
Y di xé ron le:
— ¡Ya biecho! ^-y qué ha fecho con la ídola Hábal.^
Dixo:— Que ha quebrado sus cuestas 3 y sus miembros todos y Tha echado en
la tierra esmenozada y pisada con sus piedes, y coceado y echádola en la tierra de
avíate 4 porque la fagan polvos los grandes y los chicos.
Y dixéronle:
— ^Y qué ha fecho con Af^afe 4 Knail?
Y eran estos un hombre y una mocher que hicieron azzine^ en la casa antiga
y tornólos Alláh piedra chelada 6. y era que los de Koraix que adoraban en ellos
sines 7 de Alláh.
Dixo: — (Fol. 5 1 v.) Que todo lo ha fondido entre sus piedes.
Dixo el recontador que Málic cridó á sus conpañas y mandó que dere^asen los
caballos y asmas (sic), y no oyérades sino cridos y relinchos de caballos, y relon-
brar armas y langas y espadas y bacinetas «.
Y maravillóse Málic del gran ruido que fizieron las chentes, y ellos que dezían:
— Bamos por los algos de Mohámmed y partirnos los hemos.
Y caminaron los de Hanázim y los de Xákib y de faga d'ellos iban las múche-
res y las criaturas y los ganados menores y mayores y sus algos todos. Y cuando
relinchaban los de Hanázim y los de Xákib relinchaban los catibos, y lebantóse
un polbo grande que parecía una nube. Y no femaron de caminar fasta que llega-
ron al rio de Táon 9 y asentaron las Chentes allí, y moraba allí en aquel baile Do-
raidi ibno Sábit (fol. 52 r.), un descreyente. Y entró una mocher de laTueste en la
casa de Doraidi con una criatura chica en sus bracos y ella llorando, y díxole
Doraidi.
— ¡Ya mocher! ¿k dónde vas?
Dixo la mocher:
— ^Y no beyes esta ueste? ,
Y levantóse Doraidi y fuese á la ueste y dixo:
— ¡Ya compañas! ¿qué es que beo en vosotros ruido grande y bramidos y relin-
chos de caballos?
Dixiéronle:— ¡Ya Doraidi! ¿cómo estás tan quedo? que estas son uestas que han
asentado aquí para guerrear á Moháihmed ibno Áabdi Illáhi.
I Di Jblo.— 2 Alela y Aoza. divinidades paganas anteislámicas, con artículo Aláoza. — 3 Espal-
das, cuerpo.— 4 A^fafe linea, banco; pero aquí parece indica comarca ó]persona óidolo. V. nota4
pág. 408. Transcribimos el ^^ por 9 cursi va.— 5 Fornicación, *duIterio.— 6 Helada, de mármol.—
7 Ka menoscabo.— 8 Cascos. —9 Probablemente el ^'etra. V. nota pág. 414.
BIBLIOTECAS Y MLSEOS ^ 4I 1
Dixo Doraidí: — ¡Oh tan guay de mí, dadmi (sic) mis armas y mi caballo.
Y irayéronle su caballo, y él era flaco de bista, y cabalgó Doraidi y fuese á la
uest (sic) de Málic ibno Aofíy. I^uando lo bió Málíc, arrancó < su espada de go-
yós 2 y de alegría y díxole Doraidi:
— |Ya Málic! ^-qué uest es esta?
Díxole Málic: — La ueste que yo he allegado para 'guerrear á Mwhámmed ibno
Aábdillláhi.
Y dixo Doraidi.
— Yo beo (fol. 32 v.) aquí mocheres y criaturas y ganados que traes en tu
ueste ¡oh que mochor 3 sería que trayeses feridores de lancas, d'espadas y de sae-
tas! y esto fuera más amado á mí ¡ya Málic! porque sí la buelta es contraria serán
los algos para Mohámmed ganancia y para su a<;qihaba 4.
Dixo Málic: — ¡Por Aleta ua Alanza, que cuando encontraremos á Mohámmed
con nuestras uestes de caballo y de á pied, y berán nuestras mocheres y nuestros
algos, entristecerse han y berán los muertos en el suelo, y será abatimiento para
Mohámmed!
Dixo Doraidi:— ¡Por Alela ua Aláoza! los ganados que andan por los montes son
más cuerdos que tú, y los camellos que andan con los ganados tienen más seso
que no tú. ¿\ con eso bienes á guerrear á Mohámmed, con mocheres y criaturas.'^
Pues ya estaba asentada y reposada (fol. 53 r.) la ueste de Málx en el rio de
Táon 5, y el Annabí Mohámmed ,iju^ no lo sabía. Pues la hora vino un alárabe al
Annabí .Mohámmed f,juc á caballo en un caballo y llegó á Maca y escabalgó del
caballo y rendólo 6 y fuese al Annabí ^tjuff y díxole: aggálamu áaláicum, ya ragulo
Alláh 7.'
Dixo el Annabí Mohámmed fju>c: el a^^alam ^ sea sobre los que siguen la guía
y han miedo y temen la mala por ^aga. 9
Y dixo el alárab:
— ¡Ya Mohámmed! yo te vengo ad abisar y á desengañarte: re<jíbelo de mí.
Dixo Rasulo Allah lo:
—Y ¿qué es tu desengaño.^ ¡ya alárab!
Dixo el alárab:
— S'a Mohámmed, cat*aquí los de Málic y los de Hanázim, y los de Xábik: se
han ach untado en el rio de Táon 5 con trenta mil de acallo (sic) y de á pied, y han
churado y prometido en destroirte en Maca, d'aquí que tornes- la ídola Habal en
su logar. '
Dixo Rasulo Allah: 10
— Y ¿Fvuando será aquello? ¡ya alárab! que yo tengo señor que (fol. 53 v.) sabe
lo secreto, digo, los secretos todos.
Dixo el alárab:
—Ya Mohámmed, cátame aquí delante de tus manos, y si miento córtame la
cabera, y si digo berdad ya he de la onra d'este mundo.
Dixo que la ora que razonaba el Annabí con éi,- bcos que defendió Chibril "
jtlc 12 y díxole:
I Desenvainó. — 2 Gozoso, gozo. — 3 Mejor. — ^4 Amigos, compañeros, séquito.— 5 Acaso el río
(^ef'-a. y. nota 2 pág. 414.— ó Atólo por las riendas. — 7 La paz sea con vos ¡oh enviado de *AláI —
8 La paz.— o Miran atrás.— 10 Enviado de Dios, Mahoma.— 11 El Arcángel San Gabriel.— 12 Ji.
abreviatura de la frase piadosa ^^l^w^JI 9-jS^ aláihi e^^alim, tenga paz, se le saluda, que
•Gaspari indica ^.
412 REVISTA DE ARCHIVOS
— ¡Ya Mohámmed! tu señor te dá el a^^alam » y te dize que dize berdad el alá-
rab y Allah te manda sallir á ellos.
La hora saltó el Annabí Ut 2 con una conpaña de su a^^ihabas y lomó una
seña 3 de la billa de Maca y gritó y dixo:
—¿A dónde está Annás ibno Málic? ^-á dónde está filman altcre^^iy? á dónde
está Qohaib? á dónde está Bilál ibno Jamám?
Y respondiéronle todos:
— ¿Qué le plaze? ¡ya Ráculo Allah! 4
Dixo á ellos el Annabí Ac. 2
— Sallid ¡apiádebos Alláh! por los barrios de Maca y dezid: en dónde son los de
elmohachirina 5 y de alanzar? Responded á buesiro Annabí Jlt 2, á un fecho
(fol. 54 r.) que le ha benido de parles de Alláh taáála ^
Y cridaron los almuédanes y binieron las Chentes de todas partes y achonia-
ronse lodos, y la hora subió el Annabí sobre un puyo 7 alto de la tierra y fizo al-
jótba ^ cumplida y loó á Alláh loamicnio, y después dixo:
— ¡Ya Chentes! ráhimacúmu Alláh 9: estos son los de Hanázim y los de Xákib,
que ya me ha fecho á saber Alláh, mi Señor, cómo se han achuntado con trema mil
de acaballo y de apied en el rio de Táon »o, y AUáh me manda sallir á ellos, que
han churado de destroir á Maca: pues que dezis bosoiros ¡ráhimacúmu Alláh! 9.
Dixeron los moslimes.
—Nuestro consecho es el luyo, y nuestro querer es obedecer á Alláh y después
á tú ¡ya rasulo Alláh! »'.
Y dióles gualardon por ello y prometióles seguraní^a y mucho bien. Después
mandó el Annabí ^JLo »2 que se aparexasen para caminar (fol. 64 v.) y después
cridó Alí ibno abi Tálib y dixo.
— ¡Ya Chentes! quien esté de vosotros enfermo ó ferido deténgase de sallir á esta
batalla, que su fecho será grande.
Y respondióle un caballero, que su nombre era Ibno Qofián, y díxole.
—¡Ya Alí! ^Cómo quieres menospreciar á los barraganes y abatirnos y menos-
preciarnos?
Y ensañóse Alí de la respuesta de Ibno Abí Sofián y arrancó su espada AH, y
arrancó la suva Ibno Abí ^ofián, y fuéronse ell 13 uno cuentra ell otro, y entró el
Annabí Jix. enir'ellos y puso su mano derecha sobre la espada de Alí, y la iz-
quierda sobre la espada de Qofián, y fizólos abracar ad ambos u, y obedecieron su
mandado. Y la hora sallió el Annabí JL. de Maca y caminó con doze mil de sus
conpañas i^ y la hora mandó traer una seña y dióla ad Alhabá^ ibno Berdé^i, y
tomóla en su mano y él dixiendo sus axiares 16 (fol. 55 r.). Aprés mandó con otra
seña y dióla á su ámi »7 Alhabás ibno Abdelmocálib; y lomóla y canino con ella
y asentóse en su lugar. Aprés tomó otra seña y dióla ad Abú Aobáid ibno Alcha-
rráj, y después tomó otra seña y dióla á (Jimac ibno Áauxiyo, y mandó con otra
seña y dióla ad Azobair ibno Alaáuámi, y demandó con otra seña y dióla á Aabdo
Arrahmano ibno Aúñy y demandó con otra seña dezena y dióla ad Abubacri
I £1 saludo.— 2 V. nota I2pág4ii.— 3 Bandera.— 4 V^ noia lopág. 411.— 5 Emigrados con Ma-
homa y auxiliares de Mahoma.— 6 Ensalzado sea.— 7 Otcrito.— 8 Sermón.— 9 Dios se apiada de
vosotros íJÜl ^\»'>'j.— 10 Quizás el ^efra. V. nota 2 pág. 414.— 11 \L'| Jy^j U Oh enviado de
Dios.— 12 V. nota 3 pág. 408.— 13 I.a palatinacióa de la ele del artículo es frecuentísima en alja-
mia, especialmente en mmss. más antiguos que éste.— 14 Acaso á dambos.—i5 Tropas.— 16 Ver-
808.~I7 Tío.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 4l3
íííídik. Aprés demandó con dos señas y diólas á Aali ibno Abi Tálib, y caminó
con ellas y caminaron con el ios de Bani Háxim. I.a hora tomi) Aunarí ibno Tsábit
con el cabestro de la camella del Annabí ^Jlc ' y mandó al Annabí ,JLtf » á su Áámi
Alhabá^ que caminase y guiase por el camino de Alchaldáni. Y enaquel rio había
un árbol moy grande, y era que ios de Koráix engrandecían ad aquel árbol y de-
golla (fol. 55 V.) ban poi* él muchas carnes? 2 en sacrefi^io, de sus ganados. Y
cuando binieron, al pasar por allí acachdaron 3 á él una partida 4 de los de ICoráix.
. La horadixo Annabí Mohámmed ,JL^ 1— ¡(Jobhána Alláh! ^ descreyenca después
de la creyenca! y no sois contentos que cuando ibais á la guerra lebábades delante
ad Aleta ua Aláoza ^ y á. Goráin 7 á la batalla con Alláh y su mexachero 8 y con
perdonan^a de ibantacha9 grande?
A la hora dixiéronle:
— ¡Ya Rasúlo Alláh! demanda perdón á Alláh por nosotros de nuestro pecado,
que ya sabes que ha pocos días que estamos en la creyenca y en ell Islam.
Y caminó el Annabí ^«jlo uX^.?=^^ »o con sus compañas; beos que los caballeros
refusaban á (jaga y achuntábmse unos con otros, y cridó el Annabí >ju^ v>.4.^\^io
y dixo:
— ^-Y que es aqueso que refusáis? ¡apiádeos Alláh!
Dixéronle.
—¡Ya (fol. 56 r.) Mexachero ^ de Alláh! ^-ves " un culebro grande que abarca
con todo el baile?
Dixo el Annabí («ju^ A.*.^^^. 'o
— Dadme á mí lugar fasta que lo beya de todo en todo.
La hora que lo bió el Annabí ^,jua asentóse sobre su coda 12 y cridó y dixo;
— A^^alámu áaláicum «3 ¡ya ráculo Alláh!
Respondió el Annabí ^»ju^ y dixo.
— El a^^alám m sobre los que siguen la guía y temen la mala por ^aga.
— Dime ¡ya culebro! ¿eres tú de los alchines »5 0 eres de los animales?
Dixo.
— Sov de los alchines »5 ¡ya ráculo Alláh! Y yo soy de los que creen con tí fasta
el dia choiy'io. ¡Ya ráculo Alláh! he benido ad ayodarte yo, una compaña »6 con
doze mil de los alchines.
Y dixo el Annabi ^.
—Y bolbime y oí que leían el Alkorán que guía y adereca.
Y dixo el Annabí ,#jutf ,X«»3A^. 10
—¿Y en dónde están esas tus compañas?
Dize que a^eñó ^7 enta '^^ un barranco adelante.
Y bolbióse el Annabí (fol. 56 v.) ^ enta »8 sus conpañas y díxoles.
—¿Habéis bisto alguna cosa, apiádeos Alláh?
Dixieron.
—Si hemos bisto ¡ya rasúlo Alláh! como un fumo berde.
Dixo el Annabí ^,jua.
1 V. noia 12 pág. 411.— 2 Difícil lectura por polilla.— 3 Adoraron prosternándose— 4 Algunos.
5 íJLÍI Jo*3^ jyww loor á Dios.— 6 Divinidades paganas de Meca.— 7 Agoraiz?— S Mensajero, profe-
-ta.— 9 Ventaja.— 10 Mahoma ^X•^5C^^ sin vocales.— 11 Dudoso; solamente queda un socún o de
la última letra de la palabra, toda comida por la polilla.— 12 Cola.— 13 La paz sea con vos, oh
enviado de Alá: >JLjI Jy^j U («-VJ^ ^'%^\,—i4 La paz.— 15 Genio».— r6 Ejército.— 17 Se-
ñaló con la mano.— 18 Hacia.
414 REVISTA DE ARCHIVOS
—Apartaos del camino de los mo^^lines ¡ya alchines! >
Y desbiáronse, _\ U hora caminaron: beos que los descreyentes se mudaron al
rio de Táon y asentaron en Badri-Jonáin. 2 y la hora llamó Málic á una compana
de los suyos y mandóla que corriesen sobre los de Mohámmed. Y ansí binieron
sobr'ellos que pare<^¡an como que ellos fuesen una parbada de ganado. Y cuando
bieron la hueste del Annabi ^jlo, bolbícronse enta su ueste y dixeron á la otra
/Chente.
— |Ya tan uay de bosolros! ¡por .Aleta ua Aláóza! que .Mohámmed biene á bos-
otros con su ueste de á pied y de á caballo. ^
Y la hora que lo oyeron, cayó la grita entr'ellos todos, y fué que un honbre
había entrado a la uest (fol. 57 r.) de Mohámmed ^tJL*a y bió á 3 Mohámmed
qué algo 3 con su mano. Y mandó abaxar al .Annabi ^juc á sus Chentes, y
la hora que bió aquello .Málic díxoles á sus Chentes.
.— ^Y de qué es aquese espanto y miedo que habéis lomado.'*
Dixiéronle. • . '
— ¡Ya Málic! Por miedo de los de Mohámmed, porque ¡por Aleta ua .Aláó?a! si
llega á nos, no quedará de nosotros chico ni grande.
La hora llamó Málic á un esclabo negro que tenía, muy sabio y entendido' y
agudo, y díxole (67 r. 1. 9):
— ¡Ya mani^ebo! anda, ven conmigo y subiremos engima de aquel cabe^^o alto.-
Y subieron y díxole Málic.
—¡Ya mani^ebo! mira aquella ueste, y mira que vees en ellos.
Y miró, y dixo.
— Yo beo un hombre ancho de frente y en su mano una seña amarilla. '
Dixo Málic.
— Conó^eslo.'*
Dixo.
— Nu (sic). 4
I ¡Oh genios!— 2 TáoQ quizá sea el rio Sefra. En el diccionario geof^raíico Jud^.*j) almorá-
gid, editado por Juinboll, tomo I, pág. 133, se lee:
Badr con fatja. luego socún, tiene agua famosa entre Meca y Medina, abajo del rio (^efra
(amarillo) entre ¿1 y el-Char: desemboca en el mar. Una noche, junto á él. ocurrió la batalla
célebre entre el Profeta, bendígale Alá y salve, y los habitantes de Meca.
Concuerda ó concierta con este pasaje de el Morái;id otro del m¡smo que se halla en el t. II,
pág. ifio:
El Sefra, en femenino Vadi-f^^tfra, cerca de Medina, es un río grande; la palmera y campos
cultivados (trigales) abundan en el camino del peregrino á la Meca: entre el rio y Badri hay una
jornada: sus aguas son todas de fuentes y corren hacia Yanbaá y Rádúa (montaña) por el Oc-
cidente.—3 Dudoso por la polilla.- -4 Hay muchos casos en aljamia que acreditan que nuestros
moriscos expresaban la o por o y u, mas determinar cuando Ki vocal damma tepga que trans>
cribirse por o ó 1/, es difícil.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 4I 3-
Dixo.
—•Aquel es Alhabás ibno Berdés a^olaimiyo.
Dixo.
—Más be(o): un honbre con una seña negra y sus ropas negras.
Dixo Málic
—Aquel es Alabas > ibno Abdo Elmotálib.
Y dixo.
—Más veo: un hombre con una (fol. 57 v.) seña amarilla y ias ropas 2 berme-^
chas de todos ellos.
Dixo Málic.
—Aquel es Akraim? ibno Hárbiz.
Dixo.
— Más beo: un caballero y sobr'él ropas blancas y la seña blanca.
Dixo.
—Aquel es Áabdo Alláhi ibno Rabílala.
Dixo.
— Más beo: un caballero con una seña blanca y cárdena y las ropas cárdenas
y ias tocas cárdenas.
Dixo Málic:
—Aquel es Almikded ibno Alazuad Alcandí. 3
Dixo.
—Más beo: un caballero largo y de gran forma, ancho de hombros, grueso de-
muslos, una begada ba á mano derecha, y otra bez á mano izquierda, y en su
mano dos señas.
Dixo Málic.
—Ese caballero es Alí ibno Abi Talib.
Dixo.
—Más beo: en el cora9ón de la ueste un caballero ni largo ni corto, blanco, y
sus pelos que relumbran como el sol y mirándole á él las uestes todas.
. Dixo Málic.
—Aquel es xMohámmed ibno Aabdi Ilíahi el derribador mayor, el destroidor de
buenos barraganes (fol. 58 r.) el Annabí d'esta Chente? 2
Dixo.
— Bámonos á nuestra ueste, que ya sabemos su contó.
Y tornóse á Doraidi, á su conpaña y díxoles Málic:
— ¡Ya Chentes! no les hayanes (sic) miedo, que aqueste es Mohámmed ibno
Aabdi Illahí, que biene á bosotros con doze mil de á caballo, y bosotros soy ye-
renta (sic) 4 mil; no seréis ben9Ídos los muchos de los pocos.
Dixo el ordenador de las historias que se asentaron las uestes cara con cara y
ordenaron sus hazes y arreáronse con 'sus armas y enfestillaron 5 sus bistas los
unos y los otros, y enderezaron las riendas de los caballos, y tendieron sus langas,
y aparecharonse para pelear, y abanzabanse los honrados y abatianse los abílta-
I El c de ^j^Lac lo truecan en ^ y lo suprimen; hasta tal punto olvidaron su gramática los
moriscos.— 2 Dudoso por la poIilIa..-3 Sobre este Almikded heroico publicará el Sr. Paño un
interesante y erudito trabajo en el Homenaje á D. Francisco Codera.— 4 En este 7 otros casos
los puntos diacríticos quedaron abajo en vez de arriba, haciendo ya lo que ^ebió de ser ta y al
contrario.— 5 Entornaron, dirigieron la mirada.
3.* ¿POCA.^TOMO VIII. 3o
41 6 REVISTA DE ARCHIVOS '
dos » y demostraban los barraganes « y los caballeros uabados 3, y encendióse
el sol con su calor grande, y encendióse el ruido entre las. uestes qjue s'estorde-
^ieron los caballeros (fol. 58 v.) y los peones del tras trueso? 4, y de sus polbare-
das recias, y de los chentidos grandes, que no se pare9ía de las polbaredas grandes,
En aquella hora cridó el biecho ^ el Eblís laánaho Alláh ^ y dixo.
— Muerto es Mohámmed ibno Áabdi Illahi.
Y cayó aquello en los corazones y en los oidos de los moslimes, y tomaron
-espárttogránde, y en'aqueWa hora bort)iéronfuyendo,. fasta que no quedó delante
del- Annabí Mohámmed ^,juo sino diez de la 9ihaba 7. • . >
Dixo ibno Alabas ¡sobhána Alláhl ¡por Alláh! ^ non cabi mayor barraganiaq*el
Annabí Jlt: en aquel dia se tiró la toca de su cabera y cargó sobr'ellos, y iban
fuyendo los descreyentes delante d*él, fasta que los lan^ó en Honáin alto en la
montaña y caían las 4;abe9as delante d'él como el perdisco del Qieló. Después tornó
á su a9ihab 7 y no falló sino die9 y dixo ada Alhabás.
— Puya 9.á la montaña y llama á los moslimes.
Dixo Alhabás.
—jYa- -ficho de mi* ami! «o V á dó llegará mi bo9, que las Chentes han fuíd*
(fo!. 5g r.) por los bailes y los barrancos?
Dixo el Annabí ,JLc..
—Llámalos |ya ami! que Alláh rebolará tu boz.
Y subió Alabas á la montaña y cridó y dixo.
— ^A dónde fuís; ya Iqs del a99ihaba 7 de Mohámmed! |Gatadaquí á buestro An-
nabí bibo'y no fnuerto; tornad, tornad á la batalla y apiadarbos ha Alláh!
Y oyeron la boz de Alabas los moslimes y tornáronse al Annabí ,Jix.. y dixé- <
ronle.
— ¡Ya rasulo Alláh! ruega á Alláh por nosotros, por este pecado, q*el Axxai^
tan II dio crido en nosotros y fuemos espantados.
Y rogó el Annabí ^jí*o por ellos y después demandó el Annabí (*ju^ por Alí
. ibno Abi Tálib y dixo.
— iQobhana Alláh! y. yendo está Alí, radia Alláho 12 ánho q'él no sería ben9Ído,
y ya A41áh es^ el sabidor d*ello y de toda cosa.
La hora de9endió Chibrilyju^ y dixo.
—¡Ya ra(;ulo Alláh! que Alláh te manda que subas á lo alto de la montaña y
qne mires al ficho de tu ánü Alí ibno Abi Tálib. .
Dize que subió el Annabí ^tju^ y miró y biólo que peleaba con los descreyentes
á man derecha y á man Í9quierda; c^ue los llebaba como el (fol. Sg v.) alano á los '
corderos, cuándo á man derecha, cuándo á man Í9quierda.
Y dixole Chibril:
— ¡Ya Mohámmed! los almalaques 13 en los 9Íelos se marabillan de Alí.
Y siguióle el Annabí ^tsuo, y fallóle todo una mar de sangre, y miró en ala, y *
fallóle setenta feridas. Y tomó el Annabí ^tjuc un baxxillo '4 con agua y pasó su
mano, la bendita, por las feridas y luego fueron sanas, con Ii9en9ia de Alláh y con
su gra9ia.
I Miserable*.— 2 Valieates.— 3 A 'abados.— 4 Polilla.— 5 Mal escrito, viejo.— 6 El diablo
xJbl nJLsJ maldígalo Dios.— 7 Acompañamiento de Mahoma, séq^iito.-^ Gloria á Dios, juro i
Dios (^e...— 9 Sube.^io Oh primo mío.— 11 Satanás.— 12 sJLc 9JÍI ^. que Dios se apiade de .
•¿1.— 13 Ángeles.— 14 Vasillo.' .,:..,_
BIBLIOTECAS Y.-MUSEOS 'vf {,7
Dize qile después que salUó denir'ellos un caballero 'que sju nonvbre era, D'elhi-
mar I y era bátal 2, grande y fuerte, y paróse én medio los dos campos conro
c|üe fuese una ñera braba, y demandó canpo, y dezía sus axxtáres 3. Y salióle un
moslim que se llamaba Záidi ibno Ómar y cometió cada uno d'elios contra su
conpañero. Y encontráronse con dos feridas, y abantóse Do el Himar » con una
'ferida qué Techó en la tierra muerto. Y acoitó 4 Alláh con su arroh al alchanna V
y después paróse enti*e los dos campos y dixo:
(Fol. 60 r.)— Hay quien me salga á mí?
Y no respondió ninguno. La hora dixo Dolhimar. >
-• — ¡Yá Mohámmed! En dónde sos (sic) tus caballeros y tus barraganes y tus
nénbrados. In dó es el león uabado Al! ibno Abi Tálib.
Y dixo el Annabí j^ml*oi
' — jYa Ali! Amas salllr á este caballero?
Dixo. — Sí ¡ya ra^utc^ Alláh! ^
■ Y sallió á élAlí dixiendo.
—Señor, yo me defiendo de la descreyen^a con tu nonbre y tu .potestad, y de
haber temor y espanto, antes d'encontrar con los b^itales 7.
Y cuando lo bió Dolhimar » CQnó9Íólo y díxole.
—¡Ya Alí! ya ha corrido tu corazón en colpear y ferir en tantas « batallas has^
saludó ben^edorj y agora es ensañado tu cora9on en guerrear con mí, y elco«rá<^ón
de Mohámmed \L I Oyx. ^ I 9; pues tira de tí la feoza ><>, que no has peleado, con
caballero semechante del qu'está delante de tí.
Y la hora cometió cada uno cuentra el otro y guerrearon largamente y mira»»
banlos dos xér^itos á ellos. Beos (fol. 60 v.) que se lebantó Alí con una ferida "
que le.partiópoT medio dos partes y carpió 12 el caballero y el caballo; y entró
la*spada en la tierra entramiento re^io y acostólo 13 Alláh con su arróh m á cha-
hán-nam i5, y dixo Alí:
— Alláho ácbaro »6.
Y aseño '7 á los moslimes, y dixeron todos:— Alláho ácb'aro.
Y siguieron á Alí contra los descreyentes y bolbieron fuyendo y partiéronlos
partes y mataron en el rio de Táon muchos jálecados ^^ y catibamos" muchos* Y
las atacbiras »9 dé Ips almalaques » que era marabilla de oir.— Y tomó Alabas un
tocado de adibach 21 berde y dixo Alabas: «¡por Alláh! que pensé qu'era cualque
donzella^ y yo la lebaba para presentarla al Annabí ^.ju^.Beos que llegó á mi un.
caballero de los moslimes y díxome:»
—¡Ya Alabas! <que toca es esa?
Díxole.
— Yo coido 22 q'es alguna alcharía 23.
Y díxole.
—Mal coidar 24 tienes ¡ya Alabas!
I Dulhimar, nombre propio, dueño del burro.— 2 Héroe, doncel, Tirgeñ?— 3 Versos.— 4 Aco-
gió, lanzó.— 5 Paraíso, gloria.— 6 Oh enviado de Alá.— 7 Héroes.— 8 Cuantas.— 9 Ibno Aábdi
illahi, Mahoma, hijode Abdala.— 10 Feuza, fe,confíanza.— 11 Mandoble.— 12 Aniquiló.— 13 Lan-
zólo.-14 íispíritu.—iS ^JL^ infierno, pjn"''5 ¿fue //innón, valle de Hinnón.^i6-fc.< I zsJUI
Dios es el más grande.— 17 Hizo señas con la bandera. — 18 Criaturas.— 19 £1 acto de decir
jjJ \ y^ ski] Alláho hita ácbaro. Dios es el más grande.— áo Aogcles.— 31 ,«.Laj«í> tela de seda
con dibujos.— 22 Pienso.— 33 Muchacha.— 24 Pensar. ■ . •■ ^' • .
41 S REVISTA DE ARCHIVOS
^Y si por bentura es Iblis el axxaitán malo y biene ia^scuridad con su negror
•de la noche y puédese soltar y fazer mal ad alguno de los moslímes?
La hora fizólo escobrir. Beos que era Doraidi el maláon ', y este Doraidi era
•enemigo de Mohámmed ^x*a y dixo Alabas:
—Y tu eres Doraidi? ¡ya enemigo de Alláh y enemigo de in arra^úl! 2
Y raneó la*spada Alabas y fírió á Doraidi, y estaba muy armado, y no fíríó en
él la'spada cosa ninguna; y quitóle la fíbilla de la ba9ineta 3 Alabas y cortóle la
<:abe9a y llebóla al Annabí ^^x^ y dixole:
—¡Ya ra9ulo Alláh! 2 cata aquí la cabera de Doraidi el maláon. '
Y alegróse el Annabí >ju^ alegría grande y mandó llegar todos los algos y los
ganados y los camellos, y dio á los capitanes cada ^ien camellos, y dio á los mos-
límes sus partes (fol. 61 v.) y dióle ad Axaye dos doncellas.
Y fuese el Annabí ^^x^ á TAlmedina 4 muy alegre, gozoso, ganan9Íoso, ben-
9edor de los descreyentes, poblador del Alislám 5.
Aquí se acaba la conquista del Annabí Mohámmed %ju^ con Málic íbno Áofíy
en Anthariyo con la bendición de «JjI 6 señor de toda cosa.
Para que este trabajo estuviera completo hacía falta determinar el original
Irabe del cual el morisco trasladó al español; reconstituir los personajes y sus
l)iografías; relacionar este códice con otros; fijar el tiempo de su lenguaje y
aprovechar algunas formas para la filología romance, cosas que dejo para amigos
más ilustrados en estas materias.
Dr. Menbu.
II
JLCXAS
DE LA LICENCIATURA EN LA FACULTAD DE LeYES DE D. FRANCISCO RaMOS
DEL Manzano, primer Conde de Francos. ^
Publicación para licenciado en leyes de Francisco Ramos, natural de Albitigudino
diócesis de Salamanca.
En Salamanca miércoles á veinte y nueve de Mayo de mili y seiscientos y vein-
te y quatro años á las siete para las ocho de la mañana estando leyendo de prima
de Cañones el Doctor Julio de Valboa y Licenciado Don Pedro de Villafranca y de
Leyes el Dr. D. Pedro de Vega y Licenciado Dionisio de Arias yo el presente se-
I ^.tftjtL* maldito.— 2 Profeta.->3 Casco.— 4 Medina, ciudad de Mahoma.— 5 Islamismo.—
6 Alláh, Dios.— 7 Ua^álla Alláh dala qiydina Mohámmad elquerim uagállama. Y bendiga Dios
á nuestro Señor Mahoma el generoso, y salve.
8 Este documento interesantísimo por el personaje ilustre á quien se refiere y por mostrar ai
vivo las costumbres y solemnidades académicas de las Universidades españolas en el siglo xvii,
<ontiénese en los folios 171 y 172 del libro de Registros de grados académicos de la Universidad
4e Salamanca, correspondiente á los años comprendidos entre Junio de i6i5 y Mayo de 1627.
Hállase este curioso libro de grados asi como los correspondientes á los restantes años del
siglo XVII y casi todo el xvi en el Archivo Histórico de la mencionada Universidad.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 4!^
cretario por mandado de el Sr. D. Francisco Arias Maldonado Maestrescuela y
Cancelario de la Universidad publiqué para licenciado en leyes al dicho Bachiller
P'rancisco Ramos con termino de tres dias naturales que los que quisieren ser pre-
feridos parezcan dentro de ellos que se les guardará su justicia testigos los dichos
lectores y sus oyentes é yo el presente secretario que de ello doy fe. Ante mi. An-
tonio Ruano, secretario.
Presentación para licenciado en leyes del dicho Francisco Ramos, natural de Al'
bitigudino de Salamanca.
En la ciudad de Salamanca viernes a las nueve de la mañana que se contaron
siete dias del mes de Junio de el dicho año de mili y seiscientos y veinte y quatro
años se juntaron dentro de las casas y morada donde vive y posa el Dr. D. Fran-
cisco Arias Maldonado maestrescuela y Cancelario desta Universidad y Doctores,
Don Pedro de Vega padrino de la dicha facultad y Gregorio de Ayora, Martin de
Ontiveros y Francisco Sánchez Randoli: Juristas; y estando así juntos en una sala
de la dicha casa siendo llamados todos los doctores juristas que entran en capilla
por una cédula firmada del dicho señor maestrescuela.— Pareció presente el dicho
Bachiller Francisco Ramos y con su oración en latín pidió y suplicó al dicho señor
Doctor Don Pedro de Vega su padrino le presentase para licenciado en leyes por
esta Universidad ante el señor maestrescuela.— Y el dicho Doctor Don Pedro de
Vega con una oración en latin le presentó y cometió la información de moribus
€t pita et legitimitate al dicho Doctor Randoli — el qual usando de la dicha comisión
recibió juramento de Francisco de Rueda y Juan Ramos familiares del Santo Oficio
vezinos de Salamanca y naturales de Albitigudino y abiendo jurado digeron que
conocen al dicho bachiller Francisco Ramos y saben que es hijo legítimo del li-
cenciado Francisco Ramos y doña María del Portillo vecinos de Salamanca y na-
turales de Albitigudino los quales están casados infacié eclesias y durante su ma-
trimonio obieron al dicho Bachiller Francisco Ramos — y es cristiano viejo, limpio
de todo mala raza y repitió públicamente en la dicha facultad de leyes en esta
Universidad y duró la repetición el tiempo que manda el estatuto y saben ques
honesto y recogido de buena vida -y costumbres y esto es la verdad so cargo de
c.icho juramento en que se afirmaron y ratificaron.
Consta auerse graduado de bachiller en Cañones por esta Universidad a veinte
y siete de Abril de seiscientos y veinte y en leyes a veinte de Julio de veinte y uno.
Lo qual visto por el Sr. Maestrescuela le señaló día por tomar puntos para entrar
en capilla domingo nueve deste mes y el lunes siguiente en la noche examen dentro
de la capilla de Sancta Bárbara y el dicho Bachiller Ramos lo acepto de que doy fee.
Otrosí los dichos señores declararon quel dicho Bachiller Francisco Ramos no
a incurrido en el estatuto que manda se gradué dentro de los quince días de su re-
petición en día lectivo por les constar auer estado enfermo y no le obstar el dicho
estatuto y aber cumplido con el de lo qual doy fee y con esto se acabo este acto
testigos unos de otros y otros de otros e yo el dicho secretario. Ante mi. Antonio
Ruano (Rubrica) Secretario.
Assignación de Puntos para licenciado en leyes del dicho Bachiller Francisco Ra-
mos natural de Albitigudino de Salamanca.
En Salamanca domingo á las cinco de la mañana que se contaron nueve días del
mes de Junio de el dicho año de mili y seiscientos y veinte y quatro años estando
^29 REVISTA DE aík:hivos
juptQ á la capilla deSanta Bárbara de ía claustra de la Iglesia Catedral destaciuiM
fíchala misa del Espíritu Santo que se acostumbra á decir en la dicha capilla pre^
seretes los. señores .Doctores Melchor de Valencia por Vicecancelario en lugar del Se-
qor Don Francisco Arias Maldonado maestrescuela y Cancelario deste estudio | y
F,rancisco Sánchez Randoli | Paulo de Maqueda | y Don Gregorio de Portillo juris-
tas yestahdo así juntos para aver de assignar puntos para licenciado en leyes al di-
cho Bachiller Francisco Ramos el dicho S. V. Cancelario recibió juramento de los
Doctores Sánchez y Maqueda que no traían comunicados los puntos con el dicho
Bachiller | y el Dr. Randoli abrió el libro del Digesto viejo por tres partes diversas
y de los tres puntos que le fueron assignados abiendo escogido el dicho Bachiller
la materia se le assigno para leer en su examen la Ley i.* de condictione indebiti —
y. luego el Dr. Maqueda abrió el Código por otras tres partes diversas, de los tres
puntos que fueron assignados se le 2Ssigno al susodicho para leer en su examen
la ley única C. de his qui ad statua confugiunt — con lo cual se acabo este acto
.testigos Luis Sánchez Lope de la Parra y Antonio de Zamora vecinos de Salaman-
ca e yo Antonio. Ruana de Medrano secretario que dello doy fee. Ante mi. Antonio
Ruano (Rubrica) Secretario.
■Examen para licenciado en leyes de el Bachiller Francisco Ramos natural de Al^
vitigudino diócesis de Salamanca.
En la ciudad de Salamanca lunes en la noche que se contaron diez dias del mes
d,e junio de mili y seiscientos y veinte y quatro años para aver de examinar para li-
cenciado en leyes al dicho BachillerFrancisco Ramos se juntaron dentro de la capilla
de Santa Bárbara de la claustra de la iglesia catedral desta dicha ciudad los señores
Doctor Don Francisco Arias Maldonado Maestrescuela y Cancel lario deste estudia
y universidad y Doctor Don Pedro de Vega de la Peña padrino y decano de la dicha
facultad de leyes y los Doctores Pedro Ruiz Barrio, Gregorio de A y ora, Don Alon-
so de la Carrera | Juan de Santiago | Juan de Balboa | Marrin de Bonilla | Martín
López Ontiveros | Francisco Sánchez Randoli | Paulo de Maqueda | Melchor de
Valencia y Don Gregorio de Portillo. Juristas, y estando así juntos en la dicha ca-
pilla pareció presente el dicho Bachiller Francisco Ramos y leyó las dos lectiones
que le fueron assignadas en puntos el día antes y abiéndolas leído para le auer de
examinar se recibió juramento de los quatro Doctores más modernos que no traían
comunicados los argumentos con el examinando y aviendo jurado sus mercedes
le argüyeron cada uno por si según sus antigüedades exami;iándole argulléndole y
preguntándole en la dicha facultad de leyes con todo cuydado y diligencia y avién-
dole examinado argüido y preguntado rigurosíssimamente el dicho Bachiller Fran-
cisco,Ramos respondió á las questiones, argumentos y obiectiones que le fueron
puestas fasta que dicho examen y requisitos del fueron acabados y para aver de
votar secretamente, acerca de la approbación ó repprobación de dicho examinado
le mandaron salir de la dicha capilla | y fuera el dicho Señor Maestrescuela recivio
juramento de los dichos Señores doctores que si el dicho Bachiller Francisco Ra-
mos en su examen obiese merecido letra A de approbación se la darían y si letra
R de repprobación también lo mismo y, fecho el dicho juramento dio á cada uno
de sus mercedes una letra A y R, juntamente con su propina de sesenta y ocho
reales | y sus mercedes votaron secretamente cada uno por sí según sus antigüeda-
des y abiendo votado todos sin faltar ninguno el Señor maestrescuela tomó en sus
manos lo urna dorada en que se echan los votos de approbación y la descubrió en
BIBLIOTECAS- V MUSE0Í8' i 4ÍÍ'-
•
presencia de los dichos Señores sobre el. bulto en forma de mesa questa en la dicha
capilla por la cual constó y pareció que todas fueron letras A. A. A A. A. A. A.«
A. A. A. A. Aes sin hacer ninguna letra erre por manera que por todos los dichos
señores fué approbado el dicho Bachiller Francisco RamoS ünanimiter una voce
ac nemine prors^us discrepante de lo qual yo Antonio Ruano de Medrano Secretario
<ie la dicha Tniversidad doy fee porque me hallé presente y lo vi por vista de ojos,
testigos .unos de otros y otros de otros de qué doy fee. Ante mi: Antonio Ruano
(Rubrica) Secretario.
<jrado de licenciado en la faaultad de leyes del dicho Bachiller Francisco Ramos
natural de Alvitigudino diócesis de Salamanca.
En Salamanca martes día de Sanct Bernabé once días del mes de Junio de mili
y seiscientos y veinte y quatro anos á las diez de la mañana para aver de dar el
grado de licenciado en leyes al dicho Bachiller Francisco Ramos se juntaron en '
junto á la capilla de Sahcta Bárbara. de la claustra de la yglesia catedral desta ciu-
dad el Señor»Doctor Don Francisco Arias Maldonado Maestrescuela y Cancellario
deste estudio y Doctor Don Pedro de Vega padrino y decano de la facultad de leyes
y Doctores Martín de Bonilla | hian de Valboa | Martín de Ontiveros | Melchor de
Valencia | Paulo de Maqueda | Don .Gregorio de Portillo y otros doctores conteni,-
dos en su examen y estando así juntos pareció presente el dicho Bachiller Francis-
co Ramos y con su oración ea latin pidió y suplicó al dicho Señor Maestrescuela
que auía sido approbado en su examen le diese y concediese el grado de licenciado
en la facultad de leyes por esta universidad=el dicho Señor Maestrescutla aviendo
oydo su petición y visto ser justa con otra oración en latin dixo en como el dicho
Bachiller Francisco Ramos avía sido examinado en la facultad de leyes la noche
antes dentro de la Capilla de Sancta Bárbara por los Doctores que en su examen .
se hallaron y approbado por ellos ünanimiter una voce ac nemine prorsus dis-
crepante por lo qual y usando de la autoridad apostólica de que en tal parte puede
y debe daba y dio concedía y concedió el grado de licenciado en leyes por esta
universidad al dicho Bachiller Francisco Ramos y le criaba y le crió tal licenciado
dándole como le dio licencia para que quando quisiere y por bien tuviere se pueda
^Taduar de doctor en leyes por esta universidad y goce de todos los privilegios
esemptiones libertades indultos prerrogativas y antelaciones que los tales licencia-
dos graduados por esta universidad suelen y deben gozar conforme á los estatutos
y constituciones de ella leyes y premáticas destós reynos y el dicho licenciado
Francisco Ramos lo pidió por testimonio testigos Gregorio de Robles y Fernando
Collar bedeles y Luis Sánchez maestro de ceremonias y Don Luis de Castilla y li-
cenciados Juan Maldonado y Gregorio Martínez de Zúñiga y Juan Cornejo de Ve-
lasco y otros e yo Ruano secretario. Ante mi. Antonio Ruano (Rubrica) Secret^irio»
Por la copia,
Eloy Bullón.
422 REVISTA DE ARCHIVOS
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
S3. último Almirante d« Castilla, D. Juan Tomás Enriquez de Cabrera,.
Duque de Medina de Rioseco, Conde de Módica, etc., por D. Cesáreo Fernán-
. DEZ Dupo. — Madrid, Tello, igoS. — 4.* 220 págs. Con 10 números de Apén-
dices.
Despojándose de toda pasión, acudiendo siempre que le ha sido posible á do-
cumentos originales y empleando la crítica con el mayor acierto, ha logrado el
Sr. Fernández Duro escribir una biografía de sumo interés del último Almirante
de Castilla. Tipo acabado de las cualidades y de los defectos de nuestra raza; ga-
lanteador, provocativo y audaz en la juventud; ambicioso y dominante en los
altos puestos que ocupa; astuto cortesano; afortunado gobernante en Italia y en
Cataluña; doblegando alguna vez la cabeza ante la fuerza de los hechos, pero ir-
guiéndose en seguida con la altivez del magnate castellano, su verdadera persona-
lidad aparecía confusa entre los apasionamientos de la saña de sus émulos que le
cubrieron de ultrajes en multitud de diatribas en prosa y verso, el panegírico del
P. Cienfuegos y las novelescas atribuciones de la Duquesa de Abrantes. Escritor
de tanto peso como el Sr. Cánovas del Castillo, halla en este trabajo del docto
académico atinado correctivo de sus juicios (excesivamente benévolos para el
cardenal Portocarrero y algo apasionados contra el Almirante D. Juan Tomás),
merced al empleo de documentos que, ó escaparon á la diligencia de aquel sagaz
investigador, ó no fueron interpretados con la imparcialidad y tino que ahora lo
han sido.
Desarróllanse los hechos de esta biografía en los tristes días de aquel reinado
en que España estuvo á dos dedos de sufrir la suerte de Polonia, y ofrece, por
tanto, curiosos ejemplos de sucesos que desgraciadamente suelen repetirse en la
historia. Así contemplamos con filosófica amargura qué efectos tan considerables
logra á veces un miserable motín como el de los gatos ó del pan, tramado por los
enemigos de Oropesa y del Almirante, capitaneado por D. Francisco Ronquillo,
«hombre de entendimiento como cuerno de carnero, corto, duro y retorcido, pero
que en la escuela de D. Juan de Austria aprendió la ciencia de conmover pueblos»
malquistar reinos y arrojar ministros», según las oportunas citas del autor, y
desempeñado al fin por esos dóciles instrumentos de todas las concupiscencias
que el dinero recluta siempre con facilidad en las últimas capas sociales. A los
gojpes de aquella ridicula balista se extremecieron los ámbitos de Palacio, el Al-
mirante y el Conde, dos ministros de energía y talento, cayeron; logró su propó-
sito Portocarrero,; nulidad bien manifiesta, subiendo al gobierno de la xMonarquía,
y con ello, la balanza se inclinó decididamente á la causa de Francia. Lo que sabe-
mos del carácter del Archiduque austríaco no nos deja entrever con su triunfo
mejores destinos para España, pero aquí sólo se trata de poner de manifiesto á qué
causas tan ruines suelen deberse hechos tan trascendentales en la historia.
Curiosos por demás son algunos de los documentos publicados en los Apén-
dices, entre ellos el Inventario de los bienes del Almirante, espléndida manifesia-
BIBLIOTECAS Y MUSCOS • 423
cíón de las riquezas artísticas quo atesoraban las casas de nuestros antijiuos
grandes.
El Sr. Fernández Duro ha demostrado en este trabajo que no decaen en él con
los años las privilegiadas dotes de talento y actividad de que tantas pruebas tiene
dadas.
A. P. V M.
Bibliographie des travaux de M. Leópold Delisl^, Adminístrateur general de la
Bibliothéque nationale, par Paiu. Lacombe. — Paris, Imprimcrie nationale, 1002.
xxxvni.-5iopágs. 8.°
Animados del mismo espíritu que años hace impulsó á admiradores de D. Mar-
celino Menéndez y Pelayo á dedicarle un recuerdo perdurable en el Homenaje que
se imprimió en Madrid, más de mil personas, Bibliotecas y Academias de Francia
y del extranjero, han querido rendir á M. Leópold Delisle un tributo de admiración
y respeto, reuniendo en un volumen la bibliografía de los trabajos redactados du-
rante muchos años de incesante labor por el insigne bibliófilo.
Al considerable número de 1889 ascienden los que ha recogido la diligencia y
acierto del señor P. Lacombe, y verdaderamente admira la diversidad de materias
bibliográficas á que ha consagrado su existencia y la pasmosa actividad del señor
Delisle; La catalogación de impresos y manuscritos, los sistemas de clasificación,
los estudios sobre cartularios y diplomas medioevales, las cuestiones de ornamen-
tación artística de los códices, la geografía, las conclusiones de los Congresos in-
ternacionales de bibliotecarios, en una palabra, cuanto se relaciona con la vasta
materia de la erudición bibliográfica, tiene honrosa representación en los artículos
del copioso volumen.
Entre los que se refieren á España, deben mencionarse los que citan los nom-
bres del Principe de Viana, Blanca de Castilla y Blanca de Navarra, Juana de Al-
bret, Arnaldo de Vilanova y Raimundo Lulio, Alejandro Farnesio y María de Por-
tugal y Fernando I de Aragón, así como los estudios sobre el Comentario al Apr>-
calipsis de S. Beato, el Atlas catalán del S. xiv; la Crónica española de Juana de
Arco, impresa en Burgos en i5Ó2 y el Anónimo de Córdoba.
Un precioso retrato da á conocer á los que no han tenido la suerte de tratarle la
simpática fisonomía del laboriosísimo bibliotecario. El cual y sus admiradores han
tenido la suerte de encontrar en M. Paul Lacombe un inteligente coleccionador de
tan vastos trabajos cuya busca facilita con bien ordenados índices.
Nos complace sobremanera ver que se reconoce de modo tan elocuente por
propios y extraños el mérito de las ilustres personalidades que dejamos citadas.
A. P. y M.
J. O. Fraier.— Le Ramean d'or, étude sur la magie et la religión, traduít de
Tangíais par K. Stiébel el J. Toutain. Tome I. Magie et religión: les tabous. -
Paris, Schleicher freres, i5 rué des Saints Peres, igoS, in 8.", v-403 pages.
La premiére édilion du Golden Bough parul en 1890» en deux volumcs, et attira
aussilot Tattention du monde savanl par la richesse de la documentation et la
nouveauté des aper^us. Mais, suivant la juste critique de M. Léon Mariliicr. les
documents colleclionnés par M. Frazer n'éiaicnt trop souvent relies entre eux que
par un lieu artificiel et tenu; Tordonnance du livre manquait de netteté el le plan
restail confus. (Revut de riiistoire dea religions, t. XXV, p. 71.)
3.» iPOCA.— TOMO Tin. 3 1
424 REVISTA DE ARCHIVOS
En 1900, M. Frazer donna de son ouvrage une nouvelle édition en irois volu-
mes, enrichie d*un grand nombre d'exemples nouveaux, mais sans que le plan ni
la composition eussenl éié modifiés. Une jeune érudil parisién, M, R. Sliébel, éléve
titulaire de TÉcole pratique des Haules Études, el membre de la Société des Tra-
ditions populaires, s'offrit á traduirc Touvrage de M. Frazer, ei á Tordonner sui-
vant le plan proposé par M. Marillier. M. Sliébel a éié surpris par le mort avanl
d'avoir lerminé son travail, mais M. J. Touiain, mallre de conférences á rKcole
praiique des Haules Eludes, aachevé roeuvre commencé ei donne aujourd'hui le
premier volume de la iraduciion franíaise.
Ce premier lome comprend deux livres: Magie et religión.— Les tabous.
Le livre magie et religión nous mei en présence de la magie imiíative et de la
magie sympalhique et éiudie les rapporis de la magie el de la religión. La magie
imilalive se propose d'obtenir lel ou lel effei souhailé en imilanl Paction que Ton
voudrail voir s*accomplir. L'envouiemcnl en esi un des cas les plus intéressanis.
En luanl une poupée représentanl une ceriaine personne, le magicien croil luer la
personne elle-méme. Les cas de magie imilalive soni innombrables. On la voit méme
employée en medicine. Chez les Dayaks, dans les maladies graves, le médecin du
paiieni faii le mort pendanl une heure, el Ton pense que sa résurreciion eniraine
la gucrison du malade.
La magie sympathique procede de cene croyance «que les chases un insiant
»unie3 conservenl entre elles de lels rapporis que ce qui esl fait á Tune affecte
»rautre de la méme fa^on». Cene sorte de magie esl aussi répandue que la prc-
miére; on la reirouve jusque dans les pays les plus civilisés: En Allemagne, Ten-
fant qui perd ses premieres dents les mel dans un irou de souris pour avoir un
jour d'aussi bonnes dents que la souris.
D.*aprés une observation irés juste el irés profunde de M. Frazer, la magie se
rapproche de la science en ce qu'elle suppose une loi invariable dans la succession
des faiis, mais elle se trompe grossierémenl sur la nalure méme des lois qui régis-
senl celte succession. Depuis que Thomme existe *ei a cherché des regles genera-
dles, qui lui permissenl de tourner á son avantage les phénoménes de la nalure.
»Dans ses longues recherches, il a enlassé nombre de máximes, doni les unes sont
»de grande valeur el les aulres de pacolille. Les premieres consiiluenl cel ensem-
y>h\Q de scicnces appliquées que nous appelons les arls; les aulres consiiiueni la
>>magie». (p. 66.)
La religión différe de la magie, comme la priére difiere de Tincantation, elle
s'adresse en suppliante á la munificence divine et la magie prélend forcé r lesdieux
á accomplir ses commandements: «Celte opposition radicale entre les principes de
»la religión et ceux de la magie explique suffisammeni rhosiililé qui a existe entre
»le prélre el le magicien, des Tinstaní que ees fonclions onl éic séparécs». (p. 68.)
11 nous parait que M. Frazer ne distingue pas suflisammenl la religión de la
magie: á cóté de la religión qui supplie el qui demande, ¡1 y a la religión qui adore
et se confie. C'cs celle la qui est propremenl la religión— el elle n'a rien a voir
avec la magie.
Les relij^ions vulgaires conservenl, au conlraire, plus d'un point de contad
avec la magie: elles admeilent que certains hommes onl sur les choses un pouvoir
spécial el divin. Les sorciers se transforment voloniiers en dicux et se prétendenl
capables d'exciter ou de la lempéte d'empécher la piule, ou de la faire lomber, de
faire pousser les récolles ou de les faire pcrir.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 42?
Le livre II, relatif aux tabous, passc naturcllement de rhommcdieu au tabou
par cetie considération que rhomme-dieu peul étre une source d'abondantes béné-
dictions, mais aussi de graves dangers. II importe des lors au salut de tous qu*il ne
commette pas le moindre manquement aux prescriptions rituellcs (tabous) qui doi-
vent luí concilier á luí et á son peuplc la bienveillance du ciel.
Les tabous royaux sont destines íi proteger la vie du ro¡, el pour les bien com-
prendrc il est nécessaire ^e connaitre Tidée que Thomme primitif se fait de la vieou
de la mort. — De la un tres intéressant passage sur la nature de Táme d*aprós les
peuples primitifs.
Les tabous royaux défcndent le roi contre les maléfices qui pourraient Tassai-
Uir: il ne doit pas quitter son palais, personne nc doit se servir de sa vajsselle ou
de sos habits, ni le loucher avec du fer.— Des modes spcciales lui sont imposées.
Toutes les défenses de ce genre s'expliqucnt par Tidée de proteger la personne ro-
yale, et il en est de méme des autres tabous, qui prolégeni les simples particuljers
centre les sortiléges et les mauvais sorts.— Personne n'avail encoré exposé avec
une logique aussi scrrée la théorie obscure des tabous.
En somme, le livre de M. Frazer est un Musée des superslitions, oú les supers-
titions vivantes concourent á expliquer les superstitions mortes. La croyance á la
magie se montre identique á elle-méme a trav'ers les lieux et les temps. Telle cou-
tume absurde, mentionnée dans Tlliade, subsiste encoré dans tel cantón éloigné
de ríücosse ou de rirb.nde. Tel préjugé de nos paysáns franíais se retrouve en
Océanie et dans Tanciénne Egypte. Le désordre dans lequel Tauteur présente les
fails semble voulu et destiné á rendre plus frappantes l'universalité et la pérenniíé
de la foi au surnaturel et de Tappel au miracle.
M. Frazer s'est appuyé sur d'innombrables ouvragés. L'antiquité grecque et
romaine, le monde slave, germanique et anglosaxon, les peuplades sauvages de
TAmérique, de TAfrique et de TOcéanie viennent apporter á la collection leur con-
tingent de légendes, de formules, de pratiques magiques, de coutumes bizarres et
inexpliquées.
Si vaste cependant que soit le champ exploré par M. Frazer, sa documentation
n*en préiente pas moíns de sérieuses lacunes. II connait surtout les pays de langue
anglaise ou colonisés par PAngleterre; il a une sufñsante connaissance des pays
germaniques, mais il a laisé de c6ié les pays boudhistes et musulmans; les pays
latins sont á peine touchés et les contrées de langue espagnole ne sont représentées
dans la bibliographie de M. Frazer que par six ouvragés, dont aucun ne parle
méme de TEspagne K Cependant TEspagne est riche en traditíons et en vieux usa-
ges, et íi y aurait grand intérél á recueillir, tandis qu'elles ne sont pas encoré abo-
lies, les légendes et les croyances populaires qui ont subsiste dans les campagnes
de la Péninsule.
Nous nous rappelons avoir trouvé sur ees sujets nombre de déiails curieux
dans les dossiers des Tribunaux de Tlnquisition de Valencc et de Toléde, conser-
ves aux Archives historiques nationales de Madrid. Les anciennes lois, les fors lo-
I Antonio Caulin. Historia corográjica natural y evangélica de la Nueva Andalucía de Cu-
mana, Guayana y vertientes del rio Orinoco. 1779.— Sahagun. Histoire genérale des choses de la
Souvelle-Kspagne. Trad. tr. Paris. 1880.— Garcilaso de la Vega. Traduction anglaise de la pre-
miere partie des Commentaires royaux.— Herrera. General history of the vast continent and
islandsofAmerica.—h'.áeAzsLTíi. Voyages dans IWmérique méridionale. 1809.— Pelleschi. Los
Indios Matacos. Buenos-Ayres. 1897.
4^6 REVISTA DE ARCHIVOS
caux, les ouvrages ihéologiques diriges contre la sorcellerie, les traites dedémono-
logie, les voyages et descriptions chorographiques des diverses provinces, les come»
dias de magia, les autos sacramentales, les chansons et refrains populaires, cent
autres sources encoré révéleraient plus d'une pratique paíenne, plusd'une obscure
survivance des ages barbares. Les érudits el les folkloristes d'Espagne rendraient
un vérilable service A la scjence en lui donnant un Ramean d"or áes pays de civi-
jísation espagnole,
G. Desde VISES du Dezert
Prof^sscur <íhi5toir« 9 ruoivcrsiié de Clermont-Femod,
VARIEDADES
BÉLGICA. Ha comenzado á publicarse en Bélgica una revista afine á la nues-
tra. Se titula Bevu« dos Bibliothéqu^a «t Arohiv^fl d« B«lgiqii«, y el pri-
mer número de Enero y Febrero de este año contiene excelentes promesas.— jp.
ESPAÑA. — Barcelona. La casa Henrich y Comp.*, de Barcelona, editora de la
Biblioteca de Novelistas del Siglo XX, acaba de abrir un concurso para premiar
tres novelas de autores españoles, con las condiciones siguientes: Las novelas han
de ser inéditas y originales, y su extensión habrá de ser aproximadamente la que
tienen los volúmenes de la Biblioteca, El asunto es de libre elección. El concurso^
abierto desde la aparición de esta convocatoria, se cerrará á las doce de la noche
del día 3o de Septiembre de igoS. Los trabajos se entregarán en paquete cerrado y
con un lema, y al propio tiempo, bajo sobre también cerrado y lacrado, y con el
mismo lema, el nombre y el domicilio del concursante. Los trabajos se entregarán
ó se mandarán certificados por correo, al Director de la Biblioteca^ D. Santiago Va-
lentí Camp, en la casa de los señores Henrich y Comp.% calle de Córcega, Barcelo-
na. Al recibirlos, se librará documento que lo acredite. Los originales han de estar
escritos en letra clara ó á máquina. Se concederán tres premios: VA primero, de dos
mil quinientas pesetas. El segundo, de dos mil; y el tercero, de mil quinientas.
Forman el Jurado los señores D. Benito Pérez Galdós, D. Urbano González Serra.
no, D. Eduardo Gómez de Baquero, D. Lorenzo Benito, D. Ramón Domingo Pe-
res, D. Ramiro de Maeziu y D. Santiago Valenií Camp. El Jurado, además de la
designación de los premios, podrá recomendar la adquisición de las obras que con-
sidere dignas de ser publicadas en la Biblioteca. Por cada una de ellas se abonarán
mil pesetas. Los autores premiados y recomendados cederán á la casa Henrich y
Compañía todos los derechos de propiedad literaria por espacio de diez años. El
fallo del Jurado se publicará en la prensa durante la segunda quincena de Diciem-
bre del año corriente. La publicación de las novelas comenzará en Enero de 1904, y
seguirá en los meses sucesivos. El Jurado sólo abrirá los sobres que contengan los
nombres de los concurrentes al concurso que fuesen premiados ó recomendados.
Las obras no premiadas ni recomendadas podrán ser retiradas por sus autores,
desde la publicación del fallo hasta el día 3o de Enero.
Burgos. El diario El Castellano de esta ciudad, publicó en su número de 16 de
Abril, un artícuh) acerca del Sarcófago Crifltiaiio del museo de Burgos (pro-
cedente de Briviesca), debido á la pluma de D. Luciano Huidobro. El autor entiende
que dicho monumento no es posterior al siglo v.=En el cartel de los Juegos Fio-
Bibliotecas y museos 427
yal«8 que se han de celebrar en'esta ciudad durante la próxima feria de San Pedro,
figuran entre otros, los dos temas siguientes: ^ Es posible la adaptación del antiguo
régimen foral castellano á la sociedad española moderna, y Monografía histórico
artística del Monasterio de Oña? El plazo para la presentación del trabajo con-
cluye el 1 5 de Junio próximo.==Por cuenta de su patrono, el Sr. Duque de Gorse, se
están llevando á cabo obras de restauración en la capilla de la Visitación de nuestra
catedral, fundada por el famoso obispo de Burgos D. Alonso de Cartagena. — egq.
Madrid. Fomento d« las Arto. Nuestro querido compañero D. Eloy
Bullón, dio una conferencia en este ilustrado centro el día 6 de Abril, acerca
del tema Jaim« Balmea y sus obras. He aquí los términos en que hacia el
resumen de la misma el Heraldo de Madrid del siguiente día: «Después de referir
en párrafos amenos las principales vicisitudes de Balmes, sus luchas y triunfos,
sus trabajos científicos y su ^prudente y acertada intervención en los sucesos polí-
ticos de su tiempo, el señor Bullón entró en el examen de las obras del filósofo de
Vich, señalando las cualidades que las enaltecen y la vigorosa resistencia que supo
oponer á los errores de su época, restaurando la filosofía tradicional y genuína-
mente española. Habló también de la importancia, aun desde el punto de vista ci-
vilizador, de los estudios metafísicos y trascendentales, recordando en párrafos
sugestivos y elocuentes que llenaron de entusiasmo al auditorio, que Grecia, Espa-
ña y Alemania habían llegado en el más alto grado de esplendor cuando florecían
en ellas los estudios de lo absoluto, de lo permanente y de lo ideal. El señor
Bullón, que fué justamente aplaudido por el selecto público que llenaba el salón
de a¿tos del Centro de la calle de Arrieta, consiguió anoche un triunfo más como
orador y como filósofo.»^El Consejo d« Znatrucción pública en su sesión
del 7 del corriente, discutió y terminó el informe sobre el Tratado de propiedad
literaria con Méjico.=El día 8 de este mes dio una conferencia en el Fomento de
las Artes, tratando de «£/ libro^ su historia é importancias, D. Ricardo de Aguí-
rre, Archivero, Bibliotecario y Arqueólogo. Disertó sobre dicho tema, remontán-
dose al libro entre los antiguos pueblos orientales; pasó luego á explicar el gran
desarrollo que alcanzó entre los romanos y siguió su historia hasta nuestros días,
deteniéndose especialmente en lo que á la invención de la imprenta se refiere y en
dar noticia de los tipógrafos que más han honrado á este noble arte. — tXR.
Oviedo. Ha sido nombrado Cronista de Asturias el distinguido publicista Don
Fermín Cañella y Secades.
Zaragoza, La Revista de Aragón inserta un artículo rindiendo tributo de
admiración al insigne arabista aragonés D. Francisco Codera. Los discípulos y
admiradores de este han acordado publicar un libro formado con trabajos rela-
tivos á la especialidad que tan sabiamente supo cultivar aquel insigne maestro. El
sabio académico de la Española señor Saavcdra se ha encargado de dirigir la pu-
blicación, invitando á escritores nacionales y extranjeros á coadyuvar á tan her-
mosa obra. A esa invitación han contestado ya muchos y buenos, lo que permite
asegurar que el Homenaje á Codera será un acontecimiento que honre las le-
tras españolas.
ESTADOS UNIDOS. Hace ya tiempo que la biblioteca del Congreso de Was-
hington distribuye á las demás bibliotecas de los Estados Unidos, papeletas im-
presas de las obras que recibe y va catalogando. Esta biblioteca, una de las mayores
de la América del Norte y de las más notables del hemisferio occidental, recibe dos
ejemplares de todos los libros que se presentan en la propiedad literaria {Copy^
428 REVISTA DE ARCHIVOS
i'icht), adquiere por cambio un riquísimo material bibliográfico, compra gran can-
tidad de libros modernos y antiguos, y está catalogando de nuevo sus primitivas
colecciones de más de 700.000 volúmenes. Los americanos, con su espíritu prác-
tico, han calculado pronto la economía que representa este sistema en la siguiente
forma:
Volúmenes ingresados en las 4.000 bibliotecas de los Estados Unidos
durante el quinquenio 1891-96, 7.000.000 ó sean obras Soo.ooo
Coste de la catalogación por el sistema antiguo, ó sea haciéndose cada
biblioteca sus papeletas manuscritas, á 1,75 pesetas por obra, pese-
tas 875.000
Calculando que cada libro haya sido catalogado seis veces nada más,
en atención á que algunas obras las poseen todas las bibliotecas y
otras sólo algunas, el coste total para las 4.000 bibliotecas será de
pesetas - 5.25o.ooo
Coste de la catalogación de los mismos libros en una sola biblioteca
central é impresión de las papeletas, pesetas i. Soo.ooo
Economía en el quinquenio, pesetas 3.75o.ooo
Para la distribución de las papeletas impresas, basta con la subscripción de las
bibliotecas al catálogo semanal de los libros presentados en la propiedad literaria
( Weekiy Catalogue of books enterca undcr the Copyright Law) y con la anotación
en el mismo de las obras cuyas papeletas desean. La biblioteca del Congreso im*
prime ahora las papeletas de 200 obras diariamente, ó sean 60.000 al año, d^ las
cuales sólo una pequeña parte pertenece á la propiedad literaria. Para que pue*
dan reclamarse las papeletas, se envían á las bibliotecas las pruebas de imprenta y
sobre ellas se hacen los pedidos. — La idea puesta en práctica por el joven Director
de la biblioteca del Congreso, Herbert Putnam, que sólo por ello se ha colocado á
la cabeza de los bibliotecarios americanos, había sido ya propuesta 40 años antes
por el profesor Jewett, el autor de las excelentes reglas para la formación de catá-
logos alfabéticos, quien pretendía estereotipar las papeletas para poder hacer tira-
das de ellas cuando fuesen necesarias. Al buen sentido americano no pareció prác-
tico este proyecto, por exigir la inmovilización de tanto material de plomo y
antimonio, además de su mucho coste, pero entonces no se conocían las máquinas
de componer Linotype que han abaratado y facilitado tan grandemente la impre-
sión. Esto hacen los americanos.==En la vieja Europa se han propuesto cosas
semejantes por el Director de la biblioteca nacional central de Florencia D. Chilovi,
pero tropezando con las dificultades latinas: falta de uniformidad de tamaño en
las papeletas de todas las bibliotecas; falta de reglas uniformes para la redacción
del catálogo alfabético, pues hay biblioteca italiana que en 10 años cambió cuatro
veces de sistema y, lo que es más propio de la raza, no encontraron acogida tales
ideas en las esferas oficiales. Nosotros, aunque desde fecha muy reciente, hemos
llegado al fin á uniformar el tamaño de nuestras papeletas y á contar con buenas
reglas para la redacción del catálogo alfabético. Toca ahora pensar en lo fácil que
sería en nuestra Biblioteca Nacional, que cuenta con amplios locales y grandes
patios, que, bien cubiertos de cristales, servirían para instalar una buena imprenta,
adoptar el procedimiento americano, si nuestros presupuestos no hubiesen venido
á ser una especie de res augusta domini que imposibilita toda acción por conve-
niente que sea. Es también de notar que en España se nos haya ocurrido precisa-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 429
mente lo contrario de lo que hacen los americanos; el índice central, una vez pro-
yectado, e.vgía duplicar las papeletas de los libros en todas las bibliotecas, cuando
por el nuevo sistema puede hacerse tan fácilmente, anotando en las papeletas im-
presas las bibliotecas que van pidiendo ejemplares.— jp.
INGLATERRA. Eduardo VII de Inglaterra es un apasionado bibliófilo. Él en
persona ha dirigido la revisión del Catálogo de su rica biblioteca que, entre otras
muchas joyas, posee buen número de papiros procedentes de Herculano, el ma-
nuscrito del primer Oratorio de Mozart, una bula de indulgencias de León X y la
colección de miniaturas hechas por la reina Victoria. — ap.m.
ITALIA. La sociedad bibliográñca italiana se propone formar una Guia de
las bibliotecas y coleccioiies bibliográficas privadas italianas. La
utilidad de este trabajo es notoria, y no hay que insistir en lo conveniente que se-
ría en España formar una Guía semejante. Por lo menos, serviría para saber las
colecciones que van desfilando hacia los Estados Unidos, una tras de otra y en si-
lencio. Por si la Revista quisiese intentar esta tarea, antes de que nos quedemos sin
ninguna de aquéllas, se transcriben aquí las bases que han de servir de norma para
formar la Guia italiana. — I. Libros, opúsculos ú hojas volantes en general ó para
ilustración de una especialidad determinada. Se comprenderán también en esta ca-
tegoría las bibliotecas de la nobleza, aun cuando no hayan sido formadas ni au-
mentadas por el actual poseedor. — II. Estampan, ya sean artísticas ó documenla-
l.s, comprendiendo todas las especialidades iconográficas como dibujos, exlibris,
tarjetas de visita, almanaques, modas, carteles anunciadores, etc., excluyendo las
colecciones de sellos de correos y de tarjetas postales ilustradas. — III. Autógrafos.
—IV. Archivos privados que por la antigüedad ó por la importancia de sus docu-
mentos puedan contribuir á los estudios históricos. Se excluyen de la Guia todas
las Bibliotecas, Archivos ó Museos públicos ó pertenecientes á institutos, obras
pías, asociaciones á otras entidades, las bibliotecas circulantes y los gabinetes de
lectura aunque sean de propiedad privada. Las noticias que la Guia contendrá, se-
rán las siguientes: i.** Nombre, apellido, títulos, profesión y domicilio del poseedor.
2.** Indicaciones del lugar en que se conserva la colección. 3." Noticias históricas
referentes á su fundación y aumentos sucesivos cuando se trate de una colección
antigua. 4.'* Datos numéricos, especialidad coleccionada ó mejor repreieníada en la
colección. 5.* Indicaciones bibliográficas de los catálogos, libros y memorias publi-
cados para ilustración de la misma. Los trabajos hasta ahora publicados sobre co-
lecciones particulares españolas, no pasan de ligerísimas indicaciones, y además
son debidos á extranjeros ó impresos en idioma extranjero. El de R. Altamira pu-
blicado en la Reinie internationale des A, des B, & des A/., dedica pocas lineas á
Archivos y Bibliotecas particulares y algunas á Museos. Más largo es el publicado
en la misma Revista por M. Arthur Engel, aunque limitado á los museos y colec-
ciones de Barcelona, y se encuentran estimables noticias sobre Archivos y Biblio-
tecas particulares, en la obra del Dr. Rudolf Beer Handschriftenschdt^e von Spa-
nien (Wien 1894). En el tomo de nuestra Revista correspondiente al año 1871, pá-
gina 289, publicó el Sr. Rodríguez Villa un artículo sobre Archivos particulares,
que se limita á encarecer su importancia y á lamentarse del abandono en que en-
tonces los tenían la mayor parte de las Casas nobles. — jp.==Con motivo de ciertos
discursos pronunciados en el Parlamento italiano, la revista Centralblatt fur Bi-
bliotkekswesen (núm. 12 Dic. 1902), declara que las condiciones, tanto de las bi-
bliotecas italianas como del personal á ellas adscrito, no son dignas de un Estado
43o
REVISTA DE ARCHIVOS
CU lio como pretende ser Italia. ^Qué diría la autorizada revista alemana de las
nuestras?*— jp.
PORTUGAL. Con y,ran solemnidad se han trasladado los restos de Almeida
Garret, en Lisboa, al panteón de los Jerónimos, hermoso monumento orgullo de
la arquitectura portuguesa.
BIBLIOGRAFÍA
(La icngu.i es la ba!íe de clasiíicacíón de nucstara Bibliografía. En esta se incluyen todos los
libros de cualquier orden y los trabajos de revistas publicados por individuos de nuestro
Cuerpo, lo cual puede servir para intentar una bibliografía ue éste: los marcaremos con un *. —
En la tíibliof¡rafia de Hepistas siempre que no se indique el año, se entenderá que es el co-
rriente.)
LIBROS ESPAÑOLES
(i." Todos los de historia, en la acepción más
amplia de 1.» palabra, desde la polkica á la cien-
tífica, y ios de sus ciencias auxiliares, incluso
la filología y la lingüistica, que se publiquen,
editen, reimpriman y extracten en la España
actual y sus posesiones, de autor español ó ex-
tranjero, en cualquiera de las habías españo-
las, ó en ó fuera de España, de autor español,
en leiif^uas sabias. 2.** Las ediciones, reimpre-
siones y antologías hedías en ó fuera de Espa-
ña, de libros de cualquier materia escritos por
autore> ya muertos ny contemporáneos, espa-
ñoles ó extranjeros, en dichas hablas, ó por
españoles en lenguas sabias, dentro de la ex-
tensión de los antiguos dominios españoles.
3." Las traducciones, arreglo^, refundiciones
c imitaciones publicadas en ó fuera de España
f>or autores vivos, e>panoles ó extranjeros, en
as mismas hablas ó en len -uas sabias, de obras
hisi«>ric is y literarias debidas a españoles ya
muertos. 4." Los libros notables originales de
amena literatura, dados á luz en o fuera de
España por escritores contemporáneos, espa-
ñoles ó no, en las hablas españolas, ó por escri-
tores españoles contemporáneos en lenguas
sabi is. 5." Los'de cuilquier materia, siempre
que se retieran a cosas de l-^spaña, publicados
en las referiilas hablas en aquellas naciones
que no las usan, ó en las mismas hablas ó en
lenguas sabias cu los pueblos que usan el cas-
tellano. Y <)." Las traducciones hechas por es-
pañoles ó extranjeros, á cualquiera de las ha-
blaN españí>las, o por españoles á lenguas sa-
bias, de libros extranjeros históricos, ue cultu-
ra general, y aun de amena literatura cuando
bon obras maestras.)
AtiviLKR.v Y \'ki..vsco (D. Alberto). Reformas
de ALidrid . <'.onlerenc¡a dada en el (!^entro
Instructivo del Obrero el día 23 ile Febrero de
i'>'3- -Madrid. K. Velasco. n/.>\\. 4.^, 4y págs.
.\Mii;i.o La(«lna (Diego). Derecho privado ue
\i/caya.— Madrid. Imp. de la Sucesora de M.
Minuesa de los Ríos. 1903, -4. ", 275 pags. De la
Biblioteca jurídica de Au1.ores españoles y ex-
tranjero^.—.'^ ptajj.
Akreaí (LucicnV. La moral en el drama, en
la cpopey.i > i;n la novela. Traducciou de .\n-
selino (jonzález.— Madrid. Daniel Jorro, edi-
tor. iyo3.— «." m., 250 pags.— 2,5o ptas.
I Cañé (Mig\icl). Prosa ligera. Gallicae cons-
>tructiones. España. En la tierra. Recordando.
Buenos Aires. A. Moen. 1903.— 8.®, 264 págs.
CÁRDENAS (P. Juan de). Breve relación de la
muerte, vida y virtudes del venerable caba-
llero D. Miguel Manara Vicenielo de Leca. —
Sevilla. E. Rasco. MDCCCCIIL— 4.° 421 pági-
nas.—Reimpresión de la obra conforme á las
ediciones de 1679 y 1874, con apéndices y un
Posi-scriptum de D. José María de Valdenebro.
Coij-xciódedocumcnts historichsincdits del
Arxiu .Municipal de la t^iutat de Barcelona. —
Manual de novells ardi,ts vulgarmcnt apellat
Dietari del .\nlich Consell Barccloní. Volúm
de:>é, que compren lo volum original XXV.
Anys it)2i-i63i. Publicat per acort y á despe-
sas del Excmo. Ajuntamcnt C^onstitucional. —
Barcelona. Imp. de Henrich y Comp.*. 1902. —
4.", i V, ñoi pags. y Una de índice. — 6 ptas.
CoRTKZo (C.^M.). Datos históricos acerca de
la \'acuna en España. Leyes y Decretos contra
la viruela. Vacunación obligatoria. — Madrid.
Imp. Católica, la Prensa de Madrid. 1903.— 4.®,
i2f) págs.
COSTA Y Llobkra (Miguel) Tradicions y fan-
tasies.— Barcelona. Imprenta Cunill. 1903. — 8.®,
(XII págs.
Chaves (Manuel). D. Diego Ortíz de Zúñiga.
Su vida y sus obras. (Estudio biográfico y crí-
tico).—Sevilla. Imp. de E. Rasco. 1903. — 4.*,
97 págs.
Diez Pinedo (D. Eduardo). Anuario de la
Bolsa, del (Comercio y de la Banca para 1903. -
Ano A'y/.— Madrid. Hijos de R. .Vlvarez. 1903.
4.", 534 págs, 145 de anuncios y xix de índice. —
5 pías.
Kerná.ndbz Duro (D. C^csáreo). El último Al-
mirante de Castilla, D, Juan Tomás Enriquez
de Cabrera.— .Madrid. Est. tip. de la V. é H. de
M. Telio. n»o3.— 4." m., 220 pags.
Eouii.LÉE. Bosquejo psicológico de los pue-
blos europeos. Traducción de Ricardo Rubio
filBLIOTkCA^ Y MUsEóll
43í
Madrid. Daniel Jorro. 1903.-8.*^ d., 660 págs.—
10 ptas.
García y Bari^arín (1). Ku^enio).— Historia
de la Pedagogía española.— Madrid. Sucesores
de Hernando. 1903.— 8.* m., 328 págs.
GÓMBZ DE Artkche y Moho (D. José). Guerra
de la Independencia. Historia miliur de Espa-
ña de 1808 á 1814. Con un prólogo escrito por
D. Eduardo Fernándci San Román. Tomo XIV.
Madrid. Imp. del Depósito de la Guerra. 1903.
8.° m., 3g6-xxi-29 págs. ^
GÓ.MEZ ¡HAZ (Manuel). D. Miguel Manara.
Algunos datos referentes al insigne fundador
de la Santa Caridad de Sevilla.— Sevilla. E.
Rasco. MDCCCCII.— 4.", 62 págs.
GOMZ.ÍLEZ DB KCIIÁVARRI Y CASTAf«EDA (don
Vicente).— Vitoria histórica. Colección de ar-
tículos publicados en el diario />a Libertad..,
Con un prólogo de D. Herminio Madinavei-
fía.— Vitoria. Imp. de Dominf^o Sar. 1903.— 8.**,
if» págs.
GuADALERZAS (El Marquós de). Categorías
fílo^óficas. Ensayo crítico sobre el modo de
concebirlas. Discursos pronunciados en la Aca-
demia psicobiológica.— Madrid. Est. Tip. de
E. Teodoro. 1902.— 8.®, 103 págs.
GuiciioT Y Sierra (Alejandro). (Ciencia de la
Mitología; el gran mito ohtónico-solar. Pró-
logo de Manuel Sales Ferr¿.— Madrid. Est.
tip. de la V. é H. de M. Tcilo. 1903.-8.®, 5o6
página*.
Gurhea y Aragón (I). Martín de), Duque de
Villahermosa, Conde de Ribagorza. Discursos
de Medallas y Antigüedades... sacadas ahora á
luz por la Excma. Sra. I).* María del Carmen
Aragón .\zlor, actual Duquesa del mismo tí-
tulo, con una noticia de la vida y escritos del
autor, por D. José Ramón Mclida, de la Real
Academia de San Fernando, bibliotecario de
la (>asa de Villahermosa. —Madrid. Est. tip.
de la Viuda é Hijos de M. Tello. iyf>3.— Folio,
141 págs. con fototipias de Hauser y Menet y
fotograbados de Laporta.
Gt'iiKRHEí» (.Miguel). Historia general déla
Literatura. Parte 1.^ Literatura española. Par^
te 2.^ Literatura extranjera. —Granada. Tip.
Lii. de paulino V. Traveset. 1902.— 8.", 55 y 16a
pags.
Hierro (Baltasar del). Libro y primera par"-
te, de los victoriosos hechos del muy valeroso
cauallero I), .\luaro de Batean: señor de las vi-
llas del Viso, y Sancta Cru/. Capitán general
del mar Océano. Dirigido al muy illustre señor
don Luys^apata, Señor de las villas de .Mbu-
ñol y Torbiscon con sus partidas. {Al princi-
pio). This edition of two hundred was printed
in facsímile from ihe copy in the library of
Archer M. Huntingtnn, ai the De Winne Fress,
ninetccn hundred and three.— 8.**, sin folia-
ción.
Jara (Alfonso). He Madrid á Tetuán.— Ma-
drid. Est. tip. de R. Fe. i9'>3.— 8.*, 283 págs.
Jusu¿(D. Eduardo). Tablas de reducción del
cómputo musulmán al cristiano y viceversa,
precedidas de una explicación en castellano y
en latín, compuestas por procedimientos com-
pletamente nuevos.— Madrid. Imp. de L. Agua-
do. 1903.— 8.' doble.
LAZÚRTEdui (Julio de). Un modelo pan Es-
paña. (Cartas alemanas).— Biltiao. Imp. Htvitta
Bilbao. 1902-3.— 8.® m., 349 págs.
León xiii. Colección completa de todas sus
Encíclicas, en latín y castellano, publicadas
bajo la dirección y con un prólogo del Dr. Don
Manuel de Castro Alonso.— Valladolid. Ctsi^
editorial de D. José Manuel de la Cuesu. 1903.
Dos vols. en 4.** mayor.— 10 ptas.
LÓPEZ Hklakz (i). Antolín). El Obispo San
Capitón. (Obra premiada).— Burgos. Imp. y li-
brería del Centro Católico. 1903.-8.*^, 80 págs.
Merino (R. P. Baltasar). Viaje» de Herbori-
zación por Galicia.— Tomado de la revista Ka-
^ón y Fe.— Madrid Sucesores de Rivadeneyra.
1903.— Al (in: íin de la primera parte.— 4.^, 76
páginas.
MoNTiDRA (Baptista) (Juan Timoneda], Vi-
llete de Amor. (Cancionero llamado Villete de
Amor: compuesto por Baptista Montidca. En
ci) qual se contienen (Unciones, villancicos y
otras obras diuersas. Dirigido al muy exptrto,
y anisado loco Luys (^uirosillo truhán exa^ni-
nado en (Corte. Véndese en casa de Joan Ti-
moneda, .Mercader de libros. (Fol. i.° v.: Prin-
ted in facsímile from the copy in the library
of Archer .M. Huntington, at the De Vinne
Press, nincteen hundred an ihree.) — 8.", 17
hoj.is.
M0RALK.S (JARCÍA-GOYKNA (J..UÍS). EstudíO
histórico de Filosofía Árabe Occidental. Ave-
rroes. Tesis doctoral.— Granada. Tip. Lit. de
Paulino Ventura Traveset. 1902.— 4." m., 64 pá-
ginas y una de apéndice bibliográfico.
Octavio Bir.soE (Carlos).— Principios de Psi-
cología individual y social. Prólogo por el
Doctor D. Luis Si marro. —Madrid. Imprenta de
A. .Marzo. 1903.— 8.", XlV-24opágs.
—Nuestra América. Prólogo de Rafael Altt-*
mira.— Barcelona. Imp. de Henrich y C.^ 1903.
8.^, xxiii-233 páginas.
OviKoo .\hi,k (Dr. D. Eladio). .Memoria sobre
el Autor de la «Salve». (De la (irónica del 0.*
Congreso (Católico Español de i'/>2). -Com-
postcla. Imp, y ene. del Scm." 1903. -4.", 52pá-
gina-v
Pardo Bazán (Emilia). Obras completas.
Tomos XXV/I/ y XXIX. San Francisco de
Asís, (siglo xiii). Primera parte. Segunda y
última parte. '-Dos vols. 8.**, de 302 y 308págs
3 ptus. cada tomo.
432
REVISTA DE ARCHIVOS
Patria (La) boba. Tiempos coloniales, por
J. A. Vargas Jurado. Días de la Independcn-
ria, por J. M. Caballero. Sanlafé ciuiiva, por
J. A. de Torres t Peí5a.— Bogotá. Imp. Nacio-
nal. 1902. — 8.^ d., 476 págs. Es el tomo I de la
Biblioteca de Historia Nacional [de Colombia.]
Patrón (Pablo). Perú primitivo. Notas suel-
tas.—Lima. Imprenta del Estado. 1902.— 8.« m.,
ao págs.
Pereira de L4MA (J. M.) Iberos e bascos.—
Paris. Typ. Aillaud A.»» C*. 1902.— 8.®, 332 pá-
ginas.
Peres (Ramón D.) Musgo. {Poesías.]— Bar-
celona. Tip. L'Aven^. 1903.— 8.®, i58 págs.
Prado ^Fr. N. del). De Scientia media.— Fri-
burgi (Hclvcliorum). 1903.— 8.° m., 64 págs.
Quevedo Villegas (D. Francisco de). Obras
compleus. Edición crítica, ordenada é ilustra-
da por D. Aureliano Fernánder-Guerra y Orbe.
Con notas y adiciones de D. Marcelino Menén-
der y Pelayo. Tomo segundo.— Sevilla. Im-
prenta de £. Rasco. 1903.-8.° m., IX-400 págs.
Publicadas por la Sociedad de bibliófilos aw
daluces.
Ramón (D. Salvador). Fragmentos históricos
de nuestra literatura española.— Madrid. Im-
prenta de San Francisco de Sales. 1903.-8.°,
114 págs.
Recuerdos para la Historia de Ntra. Señora
de Zigalarcs ó Tómalos que se venera en su
Basílica, jurisdicción de Torrecilla de los Ca-
metos.— Salamanca. Imp. de Calatrava. 1903.
4.°, 24 págs. con grabados.
Redel (Enrique). Biografía del Dr. D. Barto-
lomé Sánchez de Feria y Morales, escritor
cordobés del siglo xviii, y juicio crítico de sus
obras.— Córdoba. Imp. Escuelas- Asi lo. 1903.—
8.0, 144 págs.
Rodríguez García (José A.) Bibliografíi de
la Gramática y Lexicografía castellanas y sus
estudios iñncs.— 'Segunda e^ftctón.— Habana.
Tip. San Ignacio. 1903. (En folio. Cuaderno i.°)
Rosado Vega (Luis). Sensaciones [Poesías]. —
México. Casa editorial de £. Sánchez. 1902.—
8.°, lio páginas, con un retrato del autor.
San José y Santarkn (D. Ricardo de). Necro-
logía del ilustre médico homeópata Dr. D. Jo.sé
' María de Gorostízaga y Carbajal. — Madrid.
Imp. de la Viuda é hijos de A. Santarén. 1903.—
4.0, 14 págs.
Sanchís y Sivera (José). El mejor veraneo.—
Valencia. Tip. Moderna. 1903.— 8.°, 25<) págs.
[Trata este libro de un viaje hecho por el au-
tor á Lourdes y Suiza.]
Schopenhauer (A.) Apuntes para la Historia
de la Filosofía, traducidos por primera vez del
alemán por Luis Jiménez García de Luna.—
Madrid. Vda. de Rodríguez Scrra s. a. [1903J.—
8.0, 187 págs.— 2 pías. Es el volumen xin de la
«Biblioteca de Filosofía y Sociología)».
Serrano y Sanz (Manuel). Pedro Ruiz de Al-
caráz, iluminado alcarreño del siglo x vi. —Ma-
drid. Tip. de la Reyista de Árchipos. 1903. —
8.0 m., 3! págs.
Valera (Juan). El superhombre y otras no-
vedades. .\rticulos críticos sobre produccio-
nes literarias de fines del siglo xix y princi-
pios del XX.— Madrid. Imp. de R. Fé. 1903.—
8.», 398 págs.
Vega Carpió (Lope de).— Romancero espi-
ritval, para recrearse el alma con Dios. Y re-
dempcion del genero humano. Compuesto por
Lope de Vega Carpió, a dcuocion de los Her-
manos de la Terccxa Orden del Seráfico Padre
San Francisco. Hanse añadido en esta im-
pressión tres Estaciones, y en cada vna de las
quinze, quatro consideraciones muy dcuotas.
En Pamplona, por luán de Oteyza. Año 1624.
(.\l folio 1.0 V.: Printed in facsímile from thc
copy in the líbrary of Archer M. Huntington,
al the De Vinne'Press, nineteen hundred and
three.)— 8.0, 136 folios.
Vega Carpió (Lope Félix de). Entremés de
los sordos.— New York. 1903. Reproduccd in
facsímile from thc original Manuscript ía thc
library of Archer M. Huntington.
ViGNAu (D. Vicente) y Chagón (D. Francisco
R. de). índice de pruebas de los caballeros que
han vestido el hábito de Calatrava, Alcánt.ira
y Montesa, desde el siglo xvi hasta la fecha. —
Madrid. Est. tip. de la V. é Hijos de M. Tello.
>903— 4°» vn-359 págs.— 10 pías.
ZimalacArregui (José María).— Ensayo so-
bre el origen y desarrollo de la propiedad co-
munal en España. Tesis para el doctorado ea
Derecho.- Madrid. Est. tip. Hijos de A. Gar-
cía. 1903.-4.°, 80 págs.
A. Gil .\lbacetc. M. Serrano y Sanz.
LIBROS EXTRANJEROS
[i.° Los tratados universales y generales por
naciones y m.iterias, de historia y sus ciencias
auxiliares, de literatura y arte, de filología y
lingüística, etc., aue interesen á*la erudición
% á la cultura, puolicados en ó fuera de Espa-
ña por españoles ó extranjeros en hablas vul-
gares no españoles, ó por cxtranjcrcs en len-
guas sabias. 2.** Los de cualquier materia es-
critos por españoles en ó fuera de España en
dichas lenguas vulgares. 3." Los de cualquier
materia, con tal que se refieran á cosas espa-
ñolas, publicados por extranjeros en ó fuera
de España en lenguas sabias ó en hablas vul-
gares no españolas.]
Archaei.ogik Griechischc romisrhe, cirus-
kische Kunst, Palacographie, Epigraphik, Nu-
mismatik Papyrologie Encyclopadien. Anti-
quariats-katalog, núm. 7 von Hugo Slreisand.
Berlín, 1903.— 8.°, 40 págs.
Bekr (Rudolf). — Spanische Literaturges-
chichtc.— Leipzig, Góschen'sche Berlagshan-
dlung, 1903.— 2 vols. en 8.° de 148 y 164 págs.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
433
Calmette (J.) Noiicc sur la secondc pariic
du maouscrit catalán P. 13 de la Bibliothéque
nationalc de Madrid.— Nogcni-le-Roirou, Imp.
Daupeiey-Gouvcrneur, 1903.— 8.*, 9 págs.
CARorGE (L'abbé). Pélcrinages en Espagne
el en Portugal.—Troyca, Itnp. Frémont, 1903.
8.°, 403 págs. con grabados.
Catalogue (A) of a choice collection of ¡llu-
mioatcd manascripis and rare aod valuablc
books reiating to África, America, the Fine
Arts, Bibliography^english History and Lite*
raturc, &. Offered by Bernard Quariich.— Lon-
don, G. Norman, 1903.-8.° m., 112 págs.
Celticvs (Le Docteur). Les 19 Tares corpo-
relies visibles pour reconnaitre un juif.— Saint
Amand, Imp. Bussiére, 1903.-18.°, 108 págs.
con 19 grabados.
DuNANO (P. II.) Études critiques sur l'His-
toire de Jcannc d'Arc. La légende anglaise de
Jeionc «visíonoaire, renégatc, parjure», de
1431 á 1903.— Toulouse, Imp. Prival, 1903.— 8.*,
126 págs.
Fitzmaurice-Kelly (James). Lope de Vega
aod the spanish drama being the Taylorian
lecture (1902).— Glascow, Gowans & Gray, 1902.
8A 63 págs.
Funke (Alf.). Aus Deutsch-Brasilien; Bilder
aus dem Lcben dcr deutschcn im Staatc Rio
Grande do Sul.— Leipzig, Teubner, 1902.-8.°,
viii-287 págs. Con grabados.
Gautmier (J).— Le Cardinal de Granvelle et
les artistcs de son temps.— Besanfon, Imp. Do-
di ?ers, 1902.-8.°, 5i págs. con dos retratos.
Herchekbach (W.). Deux Papes des Cata-
combes (Saint Lin; Saint Caliste) Trad. par
l'abbé Gobat.— La Chapelle-Montligeon, Imp.
de Nolre-Damc, 1903.-8.°, 287 pags. Con gra-
bados.
Jeanrot (A.) ct VicsAVX (A.). Voyage au
Purgatoire de saint Patrice; visions de Tindal
et de saint Paul. Textes languedocicns du xv^
siécle. — Toulouse, Imp. Privaí, 1903.-8.°,
1.^1-146 pags.- 4 francos.
Kern (H.). Histoire du bouddhismc dans
rinde. Traduitc du néerlandais par Gédéon
Huet. — Le-Puy-cn-Velay, Imp. de Marches-
sou, 1903.— T. II, 8.°, 526 págs. Con un mapa
de la India antigua.
Lacombe fPaul). Bibliographie des travaux
de M. Léopold Delisle.— Paris, Imp. Nationale-
1902.-8.° m., xxix-Sio págs. Con un retrato de
Delisle.
Lacour-Gayet (G.). Vn utopiste inconou.
Les Codicillcs de Louis XIII.- Paris, Émilc
Paul, 1903.-8.°, i5i págs.
Langeron (Le General). Mémoires. Campa-
gnes de 1812, 1813, 1814.— Besan^on, Imp. V^
Jacquin, i^.— 8.°, cxx-524 págs.
Le Gal (Mr.). Renán á Tréguier; le moralis-
le. Pourquoi les bretons se défendent.-— Saint-
Brieuc, Imp. Prud'hommc, 1903.-18.°, 184 págs.
Marcel (G.). La Lettre ct It Carte de Tosca-
nelli sur ia route des Indei par l'Ouest, adres-
séei en 1474 au portugais Feroam Martins et
transmites plus tard á Christophe Colomb.
Étude critique sur l'authenticité et la valcMf
de ees documents.—Le-Puy-en-Velay, Imp.
Marchessou, I903.~4.^ 10 págs.
Mémoires et publicaiioos de la Société dea
5>ciences, des Arts & des Lettres du Hainaut,
V/' serie. Toma IV. 54' yo/umc— Mons, línp.
Dequeine-MaaquíllUr & Fila, MDCCCCIL—
8.° m., xzu*9o8 págs,
MoNUARCHé (M.). L'Andorre. Une excursión
aux valléet neutras (la pays, les habitants,
Tetat politiqíie tt social). —París, Imp. Féron-
Vrau, 1903.— «.•, 27 págs. coa un mapa y ao fo-
tografías.
Orano (DQmenico). II sacco di Roma del
MDXXVII. I rjcordi di Marcello Alberioi.-
Roma, Tip. Loatcher, 1902.-8.°, 555 págs.
ScHMiOT (C. £.). Sé vil le. Traduit et adapté
par Henry Payra. — Evreux , Imp. Hérissey,
1903.-4.°, iGd págs.
Trvera (A.). Quentos populares: Morceaux
choisis, avC9 OQtes et qucstionnaires, par Th.
Alaux ct L. Sagar4oy. Avcc préface de M. de
Tréverr^i. 5^ <i^«íoii.— Toulouse, Imp. Pri-
vat, i903.-i6,<», igppágs.
VicTOR-TuoMAi ¿C.). Amériques et Améri-
cains.— Paris^ Chi\(lamel, 1902.-16.°, 200 págs.
Waresquiev (11.. da). Le bienheureux Jac-
ques de Voragii^, a^Hur de la «Légende do-
rée».- Bar-le Dúo, Iirip. CoUot, 1902.-16.°, 226
páginas. Con grabfdo%.
Williams (Leonafd).. Ballads and songs of
Spain. Second erfífion.— London, Cassell and
Compaoy, 1903-8.°, a»-XT págs. [Algutios de
los asuntos tratados son liistóricoa, como la
muerte de Alonso de Aguilar. y La batalla de
Guadalete.)
M. Serrano y San/..
REVISTAS ESPAÑOLAS
[1.° Los sumarios íntegros de las revistas
congéneres de la nuestra, consasratJas exclu-
sivamente al estudio de España y publica-
das en cualquiera de las hablas cspaAolas en ó
fuera de España: los títulos de catas revistas
van de letra cursiva, 2.° Todos los trabajos
históricos y eruditos acerca de cualquier ma-
teria, según el amplísimo criterio expuesto,
que ñguren en los sumarios de las revistaa no
congéneres de la nuestra, escritas en dichas
hablas en ó fuera de España.]
Boletín oe la Real Academia de la Histo-
ria. 1903. Mayo. Inventario de las antigüeda-
des y objetos de arte que posee la Real Acada-
mia de la Historia, por Juan Catalina Garda»
Dos viajes regios (1679 y 1666), por A. Rodri^
guei^ Vt//a.— La epigrafía latina en la provin-
cia de Orense, por Fidel Fiía.— Historia de la
villa de Baena, por D. Francisco Valy§rde (A
4^4
REVISTA DE ARCHIVOS
Carrasco).— Disquisición acerca de la anticua
ciudad de Muoda Poinjieyaaa, por A. Ca-
rrasco.
La Ciudad de Dios. 5 Mayu 1903, l'n pue-
blo manir (continuación), por el P. Antonino
M. Tonna Harthet. — Las «Knsaladas» de Fle-
cha (cootinuación), por el P. Luis Viílalba
Afii^o^.— I-as Misiones ajiustinianas en C^hina
a principios del siglo xviii, por el P. (luiller-
mo Bonjour /''aéTÍ.— Catálogo de escritores
agustinos españoles, portugueses y anurica-
nos, por el P. Bonifacio del Moral. -Biblio-
grafía.
La Kspaña Modkbna. 11103. Abril. Los monu-
mentos nacionales, por Rodrigo Amaditr de
los Ríos. — Formación del profesorado de se-
gunda enseñanza, por Adolfo /*OAaí/rt.--Luro-
pa y América, por Jerónimo tíec/rer.- Lecturas
americanas, por ^/ispaniís.— «'roñica literaria,
por K. Gómei{ de /<a</uero.— Revista de Revis-
tas, por Fernando .Ara«;o.- Mayo. Las l'ni-
versidades populares, por Leopoldo Palacios. -
D'Annunzio y el anarquismo aristocrático
por Kdmundo Gon^d/cjf /i/ti»ico.— El centena-
rio de la Luisiana, por JcrÓLinio /íec^er. -(">u-,
riosidades numismáticas, por Ignacio Ca/j»o.—
Crónica literaria por K, Góme^ de iiaifutn».--
Revista de Revistas, por Fernando .\rd«;<>.--
Notas bibliográficas, por \. Posada y K. Gon-
!{álei{-manco.
(jALiciA HISTÓRICA. 1903. Knero-Febrero. Re-
seña histórica de la erección ilel (íran Hospi-
lil de Santiago, fundado por los Reyes Calo-
lieos, por José Villaamil y f\utru. -El mo-
nasterio de San Salvador de «lelanova eu 17H5,
por Fr. Lucio Serrano. -La tonalidad y el
ritmo en la música popular de (ialicia, por
Santiago Ta/a//. — I estamento de Wi^ico Ló-
pez de Ulloa. — Testamento del ('onde ile Mon-
te Rey D. Sancho de rlloa.— Testamento de
\). .Vndrés Sánchez de (ires. Adelantado mayor
de Galicia.— Bula de Clemente Vil (antipapa)
sobre cierta compra hecha por el Arzobispo
de Santiago, D. Juan (Jarcia Manrique. — Ave-
nencia entre el .arzobispo de Santiai^o y de-
mas prelados de Galicia, juntamente con don
PcMro Fernández de Castro. -Testamento del
canónigo de Santiago D. Rodrigo Rodrigue/..
La Lectura. I()o3. .'.bril. (iastón París, por
Ramón Menénde^ Pidal,—K\\d^:T?, Zorn, por
\. án Beruete y A/orf/.— Apunte s<íbre Zorn,
por Joaquín .S*oro//a.— ¿Cervantes inédito-^,
por A. Gil A/6aceíe. -Revista de Revistas.—
índice de Revistas.
Nuestro tiempo. 1903. .Marzo, (ialdós y sus
Episodios nacionales, por L'. Gom^ále^ Se-
rrano.— La europeización de Ef^ipto, por el
Marqués de ("asa Tfírre.— La verdad acerca de
Macedonia, por el Dr. J. E. Itillcn.- VA colec-
tivismo y las reformas sociales, por Pablo de
.l/^í»/a.— Recuerdos de mi vida, por Santiago
Ramón y Ca;a/.— Apropósito del catalán, por
E. /ienof.— Revista bibliográfica.— Revista d^
Revistas.
Razón y fe. 1903. Abril. Las Letras apostó-
licas de S. S. León XIII .sobre los estudios
bíblicos, y la exégesis contemporánea, por L.
A/un7/o. -El .Marqués de Mora, por L. Calo-
ma.- El centenario del P. Isla, por R. M. V>-
lasco.—Ln edad prehistórica en Orihuela, por
J. /'Mr^'MS.— México actual, por C. Heredia.—
("roñica Iiteraria.~.M ayo. La Hermenéutica
bíblica y la ciencia, por L. Murillo. Autos
anteriores 'á Lope de \'ega: Su importancia
científica, por J. M. .4icarrfo.— La edad pre-
histórica en Orihuela (conclusión), por J. Fur^
^'«5.— Exain<;n de libros.— Noticias bibliográ-
ficas.
Revista co.ntemporAnea. i5 Abril 1903. Los
filósofo»; desconocidos, por Pedro Goní^á-
le^ Blanco. — \. os visigodos en España, por
J[uan] í)(rtega| Rlubio].— l'n Ateneo en To-
rroella de .Montgrí á últimos del siglo xtiii,
por Primitivo .4r/t/,'-as.—(juadi.\, por E. Soler
y /'ivv^.- .Vicuñas contestaciones para Et
AperifTitador de El liberal, por el Curioso
Barcelonés. -Boletín bibliográñco.
Ri:visrA crítica de Historia y Literatura
españolas, PoRTUíirESAS K HISPANO america-
nas, iiioj. Noviembre y Diciembre. F. Fernán-
dcí^ y Gont^áleí^, Elementos semíticos de la
lengua vasca.— Wladimiro Piskorski, La»ser-
vidumbrc rural en Cataluña.— A. .\legret. Una
recepción académica. — Documento inédito.
Ní)mbramiento de cronista de Aragón á favor
de D. Francisco Jiménez ue l'rrea.- A. Elias
de Molins, .Movimiento bibliográfico.— Llibre
del orde de la caualleria, por Micer Bernabé
.\ssam (conclusión). — Colección de documen-
tos inéditos relativos á la guerra de la In-
dependencia (conclusión).
Revista de Exte.madura. 1903. Marzo. El
Cristo del Desamparo, por M. Roso de Luna, '
M. Serrano y Sanz.
REVISTAS EXTRA NJER.VS
[i.** Los sumarios íntegros de las revistas
confíéneres de la nuestra portuguesas, ó ex-
tranjeras en hablas no españolas ni portugue-
sa consagradas exclusivamente al estudio de
España, y dadas á lux en ó fuera de ésta: los*
títulos de unas y otras revistas van de letra
cursiva. 2." L»)s trabaios de cualquier materia
locantes á España, y los de carácter histórico
y erudito interesantes para la cultura que
figuren en los Sumarios de las demás revistas
escritas en lenguas portujjuesa y extranjeras,
publíquense ó no en Eispana, 3." Los trabajos
que, estando eu las condiciones reseñadas ed
este párrafo secundo, aparezcan en revistas
publicadas por extranjeros en lenguas sabias.]
it Archcoli'go portugués. 11)03. Enero. Pierre
pAius,Siatueslusitanieanesdestylepr¡mítif,—
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
435
Manoel Joaquim de Campos, Mucd.i tnlsa Je
D. Henrique.— José Joaquim ii'Ascensáo Val-
DEZ, Memoria topographica da antiga Lisho.i.
J. Leite de Vascovcei.u»*, Cidade vciha de
Santa Luzia.— Fkrreira RraCa, Numismática
portuguesa. O ceitii de cobre.— Félix .\i.ves
Peheiha, Dois machados de bron/c.- Biblio-
grafía. =Febre r o y Marzo. Cardozo dk
BETHENCouRTf InscriptioDs hébraíques du Por-
tugal. Notes d*Histoire el d Kpigraphic.—
Albano Bei.i.ino, Novo deus bracarcnse.—
A. J. Marques da C^osta, Ksia<;oes prehistóri-
cas dos arredores de .Selubal. — Manoel Joa-
quim de Campos, Kstudos de numismática co-
lonial portuguesa.— Félix A1.V1.S Pkkkika, Hc-
centes acquisicóes do .Museu Etnológico por-
tugués.—J. Leite de Vasconcki.i.os, A Ireguc-
sia de S. Chrislovam de Nogueira (concelho de
Sinfáes).— Félix Ai. ves Perhika, Novas ina-
móas da serra de .Soajo.- Pedro A. de A/kvk-
Do, Extractos archeologicos das «^.Memorias
parochiaes de ijSM».
Archivio storico n Al. i ano. hk»3. hispcnsa
I.* Pío Rajna, L'iscriziooe de^li Ibaliüni c il
suo autore.— F. P. Li iso, Tra chiose e com-
menti antichi alia Divina Commedia. - Pierre
(lAUTHiEZ, Nuovi documenti intorno a (lio-
vanoi de Medici detto delle Bande Ncrc.---
Maestro Bono di Bethun stampatore di libri
in Colle di Valdelsa [S. xv].
BlBMOTIlÉQUE UNIVERSEI I.E. I903 . Mayo.
Edouard de Morsikr, Shakespeare a-t-il eié
en Italie?
Boletín de Historia y ANTK.i'KnADKS |dc
Colombia]. Ancizar y Basterra Manuel, por
José M. CorrfoW.v Aío«re,— Campan. i lUl Bajo
Caucí y el Magdalena en iH»), por J. .M. Cfir-
^ofra. --^^eografia histórica, por el P. Pedro
Murillo V>/arrfe.— Independencia de «'.undi-
namarca.— I'n pacificatlor en iK2f>. Llegada de
D. Matías d'Escutc.
La ( itii.tá cattoi ií a. 2 .Mayo unr^. La inóra-
le del Mazzini nelle scuole d'Ilalia. -Di alcuni
criterii incerii nella Paletnologia, Archcolo-
gia e Storia anlica. La scoperta delle tombe
nel Foro Romano e ¡1 criterio cronológico.—
Di un modo nuovo di scriverc le vite del .San-
ti.— Nuííve raccolte di Atti ilc'martiri.— Di un
altra critica dellKsegesi dcllabatc Loísn.—
Bibliografía.
Thk connoisseur, K103. .\bril. Frkd Hok, \'c-
lasquez at the Museo del Prado. Madrid. -
H. Ci.ifford-Smitii, The King s genis and
jewels al Windsor Castle. Pan III. -Fredcrick
Wedmore, Hcmbrandis ctchings. -Percv M.
Web», Román republícan denarii.
Lk CoRREspoNDA.M. io.\bril K^)^. Pierre de
la (ioRCE, laudes d Histoirc contemporaine.
La France et la Prussc avant la guerrc. Le
Ministcrc du 2 Janvier et la poliiique extc-
rieure. Les origine» de la caodidature Hohen-
zoliern.— L. de Lanzac de Laborik, Un histo-
rien de la troisiéme république. Le (íouvcr-
nement de M. Thiers. — 10 de Mayo. Pierre
de la (lORCE. La France et la Prusse avant la
guerre. Journées des 12, 13, 14, i5 Juillet 1870,
Ph. ÍI. DvNAND, A propos des fétes d\)rle«n9
et de Houen. Le plus ancien historien de Jean-
ne d'.Vrc. Manuscril inédit de la Bibliothéque
Nationale.
TiiK FORTNionTi.v REViEW. Mjü^ . Abril. J.
(^.HURTOS Coi. i.iNS, liad Shakespeare read thc
greck iragedies?-LEw Rosen, Napoleón on
.Vmerica and the americans.— Mrs. Ciiap.man
Madaine ilc Maintenon.
Gazk.tte dks Bkaux-.Vrts. i.° de Abril 1903'
Salomón Rkinach, I'n manuscril de Philippe le
Bon á la Biblioiéque de .Saint Petersbourg.—
André Miciiki., Les acquisitions du départc-
ment de la sculpture du Moyen age, de la Re-
naissance et des temps modernes au Musée du
Louvre— .M. F. ile Míi r, Deux sarcophages
antropoMiorphcs tiécouveris a Carihage. An-
dré Pascm., Pierre Julien. sculpieur.— Biblio-
graphic. Mayo. Caston Mioeon, L'Exposí-
lion des .Aris musulmans á 1 l'nion céntrale
des Vrts décoratil.;. -André Miciiei., Le» ac-
quisitions du dcpartcment de la sculpture du
.Movcn .'«ge, de la Kenaissance el des temps
modernes au Musée du Louvre. -Jules Ci.are-
iir, Du l^*** au xx*-': Les arrondíssements de
P.iris, vingl eaux-fortes originales de Eugéne
Bkjot. -llenri Boi.i.hot. La (.ollection Dutuit.
Les estampes. André Pasí:ai., l'ierre Julien,
sculpieur. Bibliographie.
TiiK <iKo<iHAi'iii(.Ai. joi'R.vAi.. K.I03. Mayo. J.
.Noi«M\N Coi.iiK, Furiher exploration in the
(^.anaiüan Hockv .Mounlains. -A. P. Coj.emax,
The Bra/.eau Kc-Field. -Barón Eri.and Nor-
DKNSKioi I», Tra veis on the boundaries of Bolí-
via and .\rgentina. -llugh Roben Mii.i., An-
tárctica. -Karl Peickkr, The lake» of ihc Bal-
kan Peninsula. (íeographical literature of the
monlh.— .Maps and illustrations.
Iii.rsTHiHTE /eitiní;. 16 de Abril 1903. Díe
deuischen Kaiser und kr)nigssiegel des Kai-
serschreins im (iermanischen National-mu-
seum /u .Nurnberg. [Precioso artículo ilustra-
do con reproducciones de muchos sellos no-
tables).
TiiK joirnai. or tiie Rí)Tai asiatic Societt.
1903. .\bril. W. Sii.wv-Cai.decott, The linear
me.ísures of Babylr>nia about B. C. 2..*íík).— E. J.
RAPsr)N, Notes on Indian coins and seal». —
Lawrence .Mii.i.s, The visión of llaoma lo Za-
raOusira.— Lieui.— í'.olonel Geri.ni, A Malay
coin.
Moni BN i.AVGKAíiK NOTES. I9fj3. Mayo. Mugo
A. Hennkrt. Tirso de Molina s. El condenado
por desconfiado. (Es un juicio deí Discurso que
436
REVISTA DE ARCHIVOS
leyó en su recepción en la Academia Española
D. Ramón Menéndez Pidal.J
Lb momdk moderne. igo3. Mayo. P. Boter
D*AcEN, Les moinei du Mont-Cassin.— Gastón
Le Poil, Leí falsifications artistiques.
The NORTH AMtcRicAN REviEw. 1903. Marzo.
The Mónroe doctrine and the Venezuela
Affair.— Joseph SaiiTfi, Polygamy in the Uni-
ted Sutes: iti political signifícance.
NuoTA antología, i.^ de Abril 1903. Ernesto
MoNAcí, Gastón París.— G. Finali, 11 Carmen
tacculare di Orazio, Traduzione.— Guiseppe
ToMASSETTi, Una villa di Giulio Cesare.->An-
tonio Taramslli, La Sagr:» di San Michcle
alie Chiusé in valle di Susa.
Rbvue de Gascogne. 1903. Mayo. A. Degert,
Les rcllques de sainte Quittcric. — J. Atan,
Quátre bulles relatives á Pierre de Foix le
Vieux.
Rbvue historique. 1903. Mayo-Junio. Alfred
BouRGUET, Le Duc de Choiseul ct la llollan-
de.— Aug. FouR.MER, Maric-Louisc et la chu-
te de Napoleón. Contribution á la biographie
de Marie-Louise.— Ch. E. CElsner, Fragments
de ses Mémoires relatifs á l'hisxoire de la Ré-
volution fran^aise, publiés par Alfred Stern.—
Gabriel .Monod, Nécrologie: Gastón París.—
Rafael Altamira, Espagne: Publications des
années 1899-1900.
"Revue de l'Orient chr¿tien. 1903. Núm. i.
Léon Cluonet, Vie de Saint Auxeoce. Texie
grcc — Jules Pargoire, Mont Saint-Auxen-
ce. Etude hístorique et tophographique.— Si-
meón Vailii¿, Sopronc le Sophiste ct So-
phrone le Patriarchc (suite).—F. Ñau, Vics et
recits d'anachorétes (iv^-vii^ siécles). I. Ana-
lyse du Ms. grcc de París 1596.— Léon Clug-
net, Textes grecs inédits cxtraits du méme
Ms.— H. Lamme.ns, Relations ofñcielles entre
la Cour Romaine, et les Sultans mamlouks
d'Égypte.— A. P., La rebaptisation des latins
chez les grecs (suitc).— P. Chebly, Le patriar-
cal maronite d Antiochie.— ^ibliographie.
M. Serrano y Sinz.
SECCIÓN OFICIAL Y DE NOTICIAS
Subsecretaría.— iVegocía^fo de Archipos, Bi-
fftiotecas y Museos.— De conformidad c«n lo
dispuesto en Real orden de esta fecha, se con-
voca á oposición para proveer ocho plazas de
Ofíciales de cuarto grado del Cuerpo faculta-
tivo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueó-
logos, dotada cada una con el sueldo anual
de 2.000 pesetas, y las demás de igual grado y
categoría que vaquen hasta el día que el Tri-
bunal calificador haga la propuesta, salvo las
que de éstas resulten en el ínterin amortiza-
das á causa de los reingresos que puedan soli-
citar los individuos de dicho Cuerpo que se
hallen en situación de supernumerarios, á
tenor de lo prevenido en el articulo 23 del
Reglamento orgáúíco de 18 de Noviembre
de 1887.
Para ser admitidos á la oposición, y de con-
formidad con lo preceptuado en el Real decre-
to de 16 de Septiembre de 1903, deberán reunir
los aspirantes, como indispensables, las con-
diciones siguientes:
I.* Poseer el certificado de aptitud ó titule
de Archivero, Bibliotecario y Arqueólogo, ó
el de Liceocíado en Filosofía y Letras del an*
tiguo plan, siempre que se tengan aprobadas
en la Suprimida Escuela superior de Diplomá-
tica ó en la Facultad de Filosofía y Letras las
asignaturas de Paleografía, Bibliología, Latín
vulgar y de los tiempos medios, Arqueología,
Numismática y Epigrafía; ó tener aprobados
los ejercicios del grado de Licenciado en Li-
teratura de la Facultad citada, siempre que se
tengan aprobadas además en ésta las dos últi-
mas asignaturas de .las cinco reseñadas; ó te-
ner igualmente aprobados los ejercicios del
grado de Licenciado en Ciencias históricas,
siempre que se tengan aprobadas además las
tres primeras de aquellas asignaturas, siendo
necesario en estos dos últimos casos para la
toma de posesión que el opositor á quien se
adjudique alguna plaza presente el oportuno
título; y
3.* No estar incapacitado para ejercer car-
gos públicos por razón de edad ú otras causas.
Las solicitudes se presentarán en esta Sub-
secretaría en el plazo de un mes, ó sea de trein-
ta días, sin descontar los festivos, desde el en
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
437
que se publique este anuncio en la Gaceta de
Madrid^ acompañadas de los documentos que
Lcreditcn la aptitud legal en que los respecti-
vos interesados se encuentren para tomar par-
te en la oposición, de la certificación de buena
conducta y de la partida de bautismo ó certi-
ficación de nacimiento, según la edad. Los
opositores designarán además en dichas soli-
citudes las lenguas viva y sabia que elijan para
hacer el oportuno ejercicio.
La oposición tendrá lugar en esta Corte, y
consistirá, á tenor del Real decreto indicado,
en tres ejercicios: uno teórico y dos prácticos.
En el ejercico teórico, el opositor deberá
contestar, en tiempo que no exceda de hora y
media, á catorce temassacados á la suerte del
Cuestionario redactado por la Junta facultati-
va del ramo y aprobado por esta Subsecre-
taría, que se inserta á continuación del pre-
sente anuncio, en esta forma y por este orden:
cuatro de cada una de las materias referentes
á Archivos, á Bibliotecas y á Museos; una de
Propiedad intelectual y otra de Organización
administrativa.
Kl primer ejercicio práctico consistirá en la
lectura, traducción y análisis de un diploma;
en la redacción de papeletas para la catalo-
gación de un manuscrito, de un libro incuna-
ble y de otro moderno y en la clasificación de
tres objetos arqueológicos auténticos ó repro-
ducidos.
Y el segundo ejercicio práctico consistirá
en la lectura y traducción de impresos de una
lengua viva y otra sabia, indicadas previa-
mente por el opositor.
El Tribunal designará á la terminación de
cada ejercicio los opositores que pueden ac-
tuar en el siguiente, considerándose excluidos
de la oposición los que no se encuentren en
dicho caso. Terminados los tres ejercicios, el
Tribunal hará Ta votación definitiva y formu-
lará per orden riguroso de mérito y mayoría
absoluta la propuesta para proveer las plazas
vacantes. En caso de empate, el Tribunal re-
petirá la votación, y si resultase nuevamente
el empate, decidirá la suerte.
(^ueda prohibida en absoluto toda otra am-
pliación de plazas distinta de la prevista en
el párrafo primero de este anuncio, así como
la formación por el Tribunal de listas de
aprobados ó de mérito relativo.
Los candidatos propuestos por el Tribunal
para las plazas que se hayan de proveer serán
nombrados de Real orden, y destinados direc*
ta y forzosamente á los establecimientos de
provincia, si en estos hubiera vacantes.
Este anuncio deberá publicarse en los Bo/e-
tines oficiales de todas las provincias, y por
medio de edictos en los establecimientos pú-
blicos de enseñanza de España; en su virtuí*,
las Autoridades respectivas dispondrán desde
luego y sin más aviso que se proceda á su in-
serción.
(Gaceta de 16 de Mayo de 1903.
Por la dirección general de Administración
se abre un concurso por término de treinta
días para proveer las plazas de Archiveros del
Ayuntamiento de Orense y Dipuución pro-
vincial de Soria, con los sueldos de i.ooo y 5oo
pesetas respectivamente.
Los aspirantes que (leseen solicitarlas diri-
girán sus instancias á dicha Dirección gene-
ral, justificando poseer el título de Archivero,
Bibliotecario y Arqueólogo. (Gaceta de 14 de
Mayo de.1903.)
En las últimas elecciones han salido Sena-
dores los señores tiguientes: por la Real Aca-
demia Española, D. Marcelino Menéndez y
Pelayo; por la Biblioteca Universiuria de
Santiago, D. Eduardo Hinojosa y Naveros;
por Cáceres, D. Miguel García Romero; por I.1
Coruña, D. Juan J. García Gómez, y Por Cuen-
ca, D. Mariano Catalina y Cobo.
Han sido elegidos Diputados en las últimas
elecciones: D. Manuel Márquez de la Plata,
por Valdeorras, y D. Pedro Poggio por Santa
Cruz de la Palma, habiendo sido declarados
excedentes con tal motivo en el Cuerpo de
Archiveros.
438
REVISTA DE ARCHIVOS
Un fallecido en Málaga D. Pascual Iborra é
Iborra, Jefe de tercer grado que prestaba sus
servicios como Jefe del Archivo de la Delega-
ción de Hacienda de dicha ciudad.
Con motivo da la anterior vacante, han t«-
ceodido: á Jefe de tercer grado D. José Gómez
Centurión, á Jefe de cuarto D. Ángel Stor, á
Oñcial I.» D. Arsenio Martínez Campos, á Ofi-
cial segundo D. Mariano González Martín, y á
Oficial tercero D. Julio Amarillas y Celestino.
Se ha concedido licencia reglamentaria aj
Oficial de tercer grado D. Joaquín Deleito y
Mtnguez, y álos de 4.°-grado D. Juan Romera
y Navarro, D. Martiniaoo Martínez y Ramí-
rez y D. Gabriel Martín del Río y Rico.
Ha vuelto á prestar servicio activo, por ha-
ber terminado la excedencia que tenía en con-
cepto de Diputado á Cortes, D. Alejandro
GroizarU y Coronado.
Han reingresado en el Cuerpo los Oficiales
de tercero y cuarto grado D. Fermín Alvarez
Cámara y D. Gabriel Martin del Río y Rico,
siendo destinados á prestar sus servicios en la
Biblioteca Superior de Artes é Industrias y á
la Biblioteca Nacional, respectivamente.
Han sido trasladados: D. Manuel Galindo y
Alcedo, de la Biblioteca Provincial de Córdo-
ba al Archivo de Hacienda da la misma ciu-
dad; D. Luis Rubio y Moreno, del citado Ar-
chivo á la Biblioteca Universitaria de Grana-
da; D. Ángel Aguiló y Miró, del .\rchivo de la
Corona de Aragón á la Biblioteca Universita-
ria de Barcelona, y D. Manuel Fernández Mou-
rillo. de la Biblioteca Provincial de Palencia
á la del Consejo de Kstado.
MADRID.— Tip. de la Revista de ArchÍTOS, Bibliotecas y Museos, Olid, 8.
D
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7}
O
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REVISTA
DR
ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
(historia y CIKNCIAS AUXILIARES)
ÓRGANO OKICIAI. DEL CUERPO FACULTATIVO DEL RAMO
(SK PUBLICA UNA VEZ AL MES)
tp:rckra época
AÑO Vil
Número 6.
Junio 1903.
MADRID
TIF. Dfc LA REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS 1 MUSEOS
Calle de Olid, núm. 8.
1903
SUMARIO
I- /•>« Puente» de la antif^ua Toledo: II. El Puente lie San Martín.— III. Kl puente de
Siifón, por D. Rodrigo A.MAUOR DB LOS Ríos 439
II.- Vida y excritüs de D José Antonio Conde, por I). Pedro Koc4, de ia Biblioteca
Nacional 458
III. —T.as esculturas del Cerro de los Santos, Cuestión de autenticidad (continuación),
por D. José Ramón Mf%i.iDA, Director del Musco de reproducciones artísticas. . . . 470
\\. -Libros españoles de sastrería, por Ki. Cokdk dk las Navas 48^
V.- Documentos: I Epístola del maestro de Lebrija al Cardenal quando avisó, que cu
la interpretación de las Dicciones de la Biblia 00 mandasse seguir ai Remigio sin
que primero viessen su Obra; remitido por 1). Roque Cuabas. —II. El platillo, en-
tremés de Simón Aguado. Año 1Ú02 , . . . 49f
VI.— Notas bibliográficas: Kmma Helen fílair. James Alexander Robertson y Edward
Gaylord ñourne, The Philippine islands 1493-1H03. Explorations by Karly Naviga-
lors Descriptions of thc Islands and their Peoples, thcir liistory and Records of
the C.atolic Missions, as rclaicd in contemporancous Bucks and Manuscripts, aho-
wing the Political, Economic, Comercial and Religious Conditiuns of those Islaod
from thcir earlicsl rclations with Kuropcan Nalions to ihe beginning of the Nine-
teenth Oniury, translatcd from the origináis (J. P.).— Kxcmo. Sr. Conde Viudo de
Valencia de Don Juan, Hauser y Menet. Tapices de la Corona de España. Repro-
ducción en fototipia de 13S paños (Josc Kamón .M(íi.ii>a). — <«. Houlhert, Lesinsectes
enncmis des livres. l.curs inoeurs. .Moyens de les détruire (A. P. y M.). — D. José
Ramón Metida, Discursos de medallas y .mligüedades que compuso el muy ilustre
Sr. 1>. .Martín de Gurreea y Aragón. Duque de Viltahermosa, Conde de Ribagorza,
sacadus ahora á luz por la Excma. Sr.i. O.* María clcl Carmen Araron A^lor, actual
Duquesa del mismo título (M. S. t S.) ... So}
VII.— Vahieuadks: Egipto, España (Coruna, Madrid y Vigo). Estados (=nidos, Francia,
Inglaterra é Italia , 5o9
VIII. — BtBi.ioGRAFi\: ÍAbros españoles, por D. Alvaro Gil .\laacetk y 1>. .Manuel Skrra.'vo
V SANZ,de la Biblioicca .Nacional.— /.í^rov extran jeros, por D. M. Slrrano y Saní —
Repistas españolas, por l>. .M. Skrrano y .SANZ.—^er/N'f as extranjeras, por don
•M. Skrrano y Sanz 5ij
L.\MiNAS sukltxs: XII. Torreón .leí puenio de bircis en lolclu, lIatn;ido liaño de la Cavm^ y
puente de San Martin.
LÁMINAS IN'ri¿KCAl.M»AS Pá^in» 44<).
Pliego JO Je la fíibliografia htspano-latina clasica, p>r ¡). .Miroeliiu) .MknknoisZ y Pelat«.
Jefe superior del Cueri.:» facultativo de .\rchiveros. Bibliotecarios y .Vrqucólogoi,
Director de la Biblioteca Nacioa.il.
Plizf^o i^xici Catálogo de retratos ile personajes españoles i/u; .^.^ c-jnservan en ia Sección dt
Hs tan' vas y lie Helias \rtes .ie la lÍihliot:fc.i Wicutnaf, [>or l>. .Vn^ol M* de Barüia
T P.-iVDS, Jefe de dicha Sección.
Pliegos i y _• Je '■ I C'»lecci'in diplomática Je San Juan de ia Peña, i
I En esTc numer''» se C'.mr.ca^a !a pubücicion Je los numerosos c importante."» documentos de
San Juan Je l.i Peña, que se cusroJjan en el .\rchivo Histórico Nacional. Coas'ará la colección
de tres vDluiuencs, Eu ei primer»» se ir.itiscrihira'i los instrumentos Reales. Ids eclesiásticos en
el sci;iina > y en el úl'.itn-. ''ís par'icul ires «..on óste se Jarán el Pr-iloj^o y los índices finales.
REVISTA
DE
ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
(HISTORIA Y CIENCIAS AUXILIARES)
Año VII. — Junio de igoS. — Núm. 6. -^
m PUENTES DE U ANTIGUA TOLEDO '
II
EL PUENTE DE SAN MARTÍN
Si de menos importancia histórica, de construcción más homogénea y
aún elegante, y mostrando en su estructura, á pesar de todo, notoria
«afinidad con el de Alcántara», que hubo quizás de servirle de modelo,
como apunta un escritor de nuestros días 2, — el actual Puente de San
Martin es ya todo él fruto de la Reconquista cristiana. No faltan autores
para quienes lo imprescindible que fué siempre la existencia de una co-
municación por esta parte occidental de Toledo, como complemento de
la oriental establecida por el Puente de Alcántara^ obliga á remontar el
abolengo de éste de que tratamos, bien que con emplazamiento distinto, á
los días de la dominación romana, cual con excelente criterio asienta
Llaguno, refiriendo después al mismo gran parte de las noticias que, con
relación al otro Puente^ las historias arábigas recogen.
Dícese que á él alude en su Crónica Ar-Rázi, atribuyendo al c<Rey de
Toledo Mahomad, ó Mahometo», la fundación de la «sumptuosa Puente,
cuyas ruynas se ven al presente debaxo del Convento de San Agustín,
Ribera de Tajo, junto á Santa Leocadia la de la Vega»; y con el testimonio
del falso Luitprando 3, y el comentario correspondiente de D. Tomá-s Ta-
1 Véase el número anterior, correspondiente al mes de Mayo.
2 Quadrado y La Fuente, Toledo, t. IIl, pág. io5 de Castilla la Sutva en la obra España
(Barcelona, i8S6).
3 Chronicon, año DCCC.XXIII, núm. 282, cit. por el Conde de Mora. En este falso cronicón se
dice que «fué edificada por orden de Mahometo la marauillosa Puente, que está sobre Tajo en
el Valle de Santa Leocadia; la Pretoriensc en la Vega de Toledo.»
3.* árocA.— TOMO Tin. 32
440 REVISTA DE ARCHIVOS
mayo de Vargas, mvocan la autoridad del «letrero qué lo explicao, graba-
do en «vn pilar» de «la Puerta por donde se entrava á esta puente», puerta
que no es otra sino el torreón de los fantaseados Baños de la Cava. Aquel
letrero, cuya traducción en castellano trae el P. Rooián de la Higuera,
quien «no dexó curiosidad por advertir», y que aun subsiste, si bien por
extremo deteriorado y no del todo legible, decía, según la versión publi-
cada: En el nombre dé Dios misericordioso y piadoso fué hecha esta
pvente por mandado del gran rey de Toledo Mahomat Svet Elmvcha
lafet,., en Toledo^ guárdela Dios. Acabóse en la luna de Xamid de la
Egir en cvmplimiento del año de la Egira de docientos y qvatro ».
Por el «cúmulo de inexactitudes y anacronismos» que en los datos de
Garibay, de Luitprando y del P. Román de la Higuera encuentra, repug-
na.el moderno historiador de Toledo aseveraciones semejantes, tratando
de desvirtuarlas con justicia; pero desdichadamente incurre en grave error
por su parte al escribir que este Puente de San Martin «créese tam-
bién obra de Muhammad», y afirmando «debió arruinarse muy pronto».
Confundido, y sin acertar á libertarse de la obsesión que la existencia de
los dos puentes le origina, aduce como prueba de su aserto el que, «según
da á entender Aben- Adharf..., cuando Abderraman III en gSo puso cerco
á nuestra ciudad..., por la parte del río no se conocía otra salida que la de
I Da á conocer tan caprichosa versión, fruto sin duda de algún morisco pue&to en aprieta
por la eBcritura cúfica, el P. Román de la Higuera, de quien copian todos, en la primera parte
de su Hist.^ t. III, lib. 14, cap. 18, cit. por ci Conde de Mora; según dicho autor, la fecha «corres-
ponde al año 819 de Christo». La Hégira 204 en realidad, tuvo principio el 28 de Junio de 8i<>
y terminó el 16 del mismo mes de 820, V. la Hist. del Conde de Mora, segunda parte, libro IV,
cap. XXVIll, páginas 642 y 643. También en el Puente de Alcántara^ y empleada como material
en alguna de las reparaciones en él hechas, existía otra lápida arábiga, de que no queda ras-
tro, que sepamos, desaparecida sin duda en cualquiera otra de las obras ejecutadas después en
aquel histórico viaducto. Con la diligencia acostumbrada, y hablando del gobernador eclesiás-
tico del Arzobispado de Toledo O. Sancho Busto de Villegas, durante el proceso del Arzobispo.
Carranca, tráela el doctor Salazar y Mendoza en el cap. XLI V de la Vida y sucesos prósperos y .
adversos de aquel prelado, diciendo: «Kste mismo año de 1572, el gobernador... sabiendo que en
algunas puentes y edificios de Toledo se mostraban muchos letreros en lengua arábiga, olvida-
dos desde el tiempo en que estuvo la ciudad en poder de los mores, los hizo leer y traducir»,
hallandp «en ellos muchas alabanzas á Mahoma, y otros grandes desatinos que no it podian
dísimul tr, y menos ú vista de los moriscos que acababan de llegar de (Iranada, que los enten-
dían y descifraban.» «Uno de la puente de Alcántara decía: Dios grande. Oración y pa^ á todos
los Jxeles que creen en el mensajero de Dios y profeta Mahoma. A la entrada y á la salida di^
gan: Dios ensalce y guarde al sefior Jacob, y siempre vaya adelante con sus enemigos. Él es el ,
Rey sobre todos los reyesy^. Martín Gamero, sin <tospecha de superchería, reproduce este capri-
choso epígrafe en la nota de la pág. 619 de su Ilist. de Toledo, añadiendo de buena fe:... «tengase
presente que sólo se borraron las inscripciones que los árabes habían puesto sobre las cristianas
de la época visigoda, y que se dejaron las que estaban grabadas en otros sitios; de lo cual nos
suministran todavía ejemplos el antiguo puente hacia S.-in Martín (el torreón de los Baños
de la Cava), donde hoy existe borrosa é ilegible una..., y la puerta del Cambrón que contiene
otra.»
. BIBLIOTECAS Y MUSEOS • 44 1
Bab-el-cantaráh »o, y que «el bravo Al-mansur, hagib de Hixem II» poste-
riormente dispuso en 997 reedificar lo arruinado», de modo que «Alfonso
el VI, cuando recobró á Toledo del poder de los infieles, se encontró ya
con dos.puentes, los cuales estipuló se le entregasen, con las demás puer-
tas y fortalezas, en una de las condiciones de la conquista» ^,
Tanto por exigirlo así las condiciones especiales de la población, su
seguridad, sus necesidades y su abastecimiento, cuanto por demandarlo
imperiosamente la vida de los picos ó arrabales exteriores, su comodidad
y su comercio, y hacerla en realidad imprescindible, en^re otras, las obras
del ¿irco Máximo y las de los templos suburbanos, cuyos materiales de
construcción;es evidente y lógico no tuvieron distinto lugar de arrastre, —
incuestionable es para nosotros, como lo fué ya para el discreto Llaguno,
que Toledo contó siempre con dos puentes, inmediatos á la Ciudad, si bien
no de categoría ni de importancia iguales: el que hoy se denomina de Al-
cántara, construido todo él de sillería, que daba acceso directamente á la
urbs, y era por tanto, como lo sigue siendo, el principal, y otro, que por
la Vega de Santa Leocadia, fuera y al pie de las fortificaciones, por ellas
y por la naturaleza defendido, daba paso á la margen opuesta para servi-
cio especial de la población de la Vega, viaducto de mucha menos repre-
sentación, sobre barcas seguramente tendido, por lo cual no quedan ras-
tros ostensibles de obra romana en esta parte del Tajo.
¡Reconstruido ó no, — en Ids días de la dominación visigoda y en los de la
musulmana debió de tal suerte subsistir sin interrupción; y supuesta su in-
ferioridad en todos sentidos, con relación al otro Puente, no siempre los es-
critores arábigos le conceptúan digno de mención, como obra vulgar y sin
mérito, que á su juicio era, reservando en cambio sus elogios para el Puente
de fábrica, el Puente de cantería, al cual dieron, y continúa llevando por
antonomasia, título y ejecutoría de tal, apellidándola el Puente por excelen*
cia, el verdadero Puente, construido sobre 'arcos (H^JajJLil) Al-cánthara 3,
nombre perpetuado con tal representación y alcance hasta nosotros, vi-
niendo, por último, á acreditarlo así las palabras con que el autor anónimo,
que en el siglo xiii escribía los Annales primeros Toledanos, da noticia de
la obra ejecutada en las fortificaciones por Alfonso VI al año iioi, expre-
sando: «El Rey D. Alfonso mandó facer el muro de Toledo desde la Ta-
I £1 Puente de Alcántara, según Martín Camero' le denomina.
3 Martín Gamcro, Hist. de Toledo, págs. 626 á 636.-
3 Véase lo que acerca de esu palabra dice Dozy en su Suppiement aux dictionnaires árabes.
- 442 REVISTA DE ARCHIVOS
xada que va al Rio, de yuso de lapuent de la piedra, hasta la otra Taxa-
da, que va al Río'en derecho de Sant Esteban, Era MCXXXIX» >.
Pocos esfuerzos son pues necesarios, después de esto, para comprender
sin violencia que, cuando no hay documento alguno en el cual se haga re-
ferencia y expresa mención de aquel Puente, lo que no ocurre en orden al
de Alcántara; cuando tampoco guardan memoria de él especificativa los
escritores muslimes, desde el siglo x hasta el xii; cuando de igual suerte,
ni huellas quedan de semejante supuesta fábrica, que podrían deponer vic-
toriosamente en santido contrario al propuesto por nosotros, sino ej to-
rreón desmochado de los Baños de la Cara, y el trozo de pilar caído y de
ladrillo labrado; cuando el autor dz los indicados Afínales primeros tole-
danos guarda respecto de él, en aquella demarcación que traza, absoluto
silencio, y señala como límite de las obras entonces ejecutadas por Alfon-
so VI en la muralla la c<Taxada que va al Rio en derecho de Sant Este-
ban», es decir, el promontorio tajado de roca viva que avanza hacia el río
por bajo de lo que fué Convento de San Agustín, en oposición á la otra
«Taxada que va al Rio de yuso de la puent de la piedray>, es decir, del
promontorio fortificado, encima del cual fué muchos años después cons-
truido el Convento del Carmen calcado, como antes estuvo la iglesia de
Santa María en Al-Hi^ém, y cuando además llama á la usanza arábiga,
en el primer tercio de la centuria XIII**, «la puent de la piedra» á la de
Alcántara, sin añadir otro apelativo ni más explicación, sin embargo de
lo cual nadie ha dudado ni puede dudar de que al mencionado Puente alu-
de,— fácil es de cc-mprender, repetimos, que antes de los días de Alfonso X
seguramente, no existió por esta parte occidental sino un puente de bar-
cas, que debió arrastrar con frecuencia el Tajo, y que hubiera gozado de la
fama del puente de igual naturaleza que tuvo Sevilla, mandado armar por
Yusuf-ben-Abd-el-Múmen el año 567 de la Hégira 1 171 á 11 72 de J. C. 2, si
no hubiera existido por aventura para la población, reparado tantas veces,
el Puente romano de sillería, que aún en tales condiciones persevera.
Tratándose de señalar el lienzo de muralla que de Oriente camina á
Ocaso, y tomando el autor de los Annales como punto de partida «la puent
de la piedra», obra de capital importancia y de interés superior recono-
cido para la Ciudad, — natural parece le sirviera también como jalón de
1 Esp. Sagr. t. XXIII, páf, 387. El Sen Esteban aquí mencionado, es la Ermita de San Este^
ban^ en la Solanilla. fundación que existía en la margen izquierda del río, y que se supone fué
propiedad del Convento de San Clemente el Reai,^
2 El'Cartás, trad de Beaumier, pág. 381.
BIBLIDTECAS Y MUSEOS 443
término, en la delimitación intentada, el otro Puente occidental, si con
igual carácter y naturaleza que el de Alcántara existía allí, en cuyo caso
habría escrito c<hasta la obra Taxada, que va al Rio, de yuso la otra
puent, en derecho de Sant Esteban.» La construcción de la frase, la cir-
cunstancia harlo reparable de llamar /;wení de la piedra al de Alcántara
y, demás de las razones expuestas, los términos en que anota la catás-
trofe que le hizo desaparecer el año i2o3, era 1241, escribiendo"' que la
avenida del río «levó la puent tercer dia de Navidad en dia Sábado» », — lo
cual no hubiera ocurrido á ser aquel monumento de fábrica, — pruebas son
eficaces, á nuestro juicio, de que el Puente de la Vega de Santa Leocadia
era de madera ó de barcas con más probabilidad, pues, á no ser así, ni
habría especificado como distintivo que el otro era de piedra, ni habría
dicho que el Tajo se lo llevó en la avenida mencionada. *
Aben-Adharí de Marruecos, que teniendo principalmente á la vista la
Crónica de Arib, obra del siglo x, escribía en el siglo xiii como el autor
de los Annales referidos, y cuya exactitud hemos podido comprobar antes
de la ocasión presente, — comprueba también por terminante modo la
existencia del puente de barcas en la VllT centuria, sin que haya lugar á
duda, por más que en la traducción española no se determine ni se indique.
Al referir, con efecto, el memorado historiador, cómo y por qué causas
el famoso muladí Amrús, á quien Al-Hakcm I había encomendado el
gobierno de la Ciudad, edificó el tristemente célebre Alcáí{ar, que dio en
sentir de algunos escritores, aunque sin fundamento, origen á la prover-
bial frase de la noche toledana, — expresa terminantemente que hubo de
construirlo á la parte en que estaba la Puerta de su puente de barcas
(iJ^^jw ^-L JL.) 2, empleando no la palabra íuJa-üj, cántharat, que recta-
mente significa, puente de piedra, construido de arcos, sino la de y^^^ chis-
ron ó chisron, que equivale á puente de madera ó de barcas 3, vocablo de
que vuelve de nuevo á servirse, cuando narra que Abd-er-Rahman II en 221
1 Esp. Sagr., t. XX 1 1 1, pág. 395.
2 Bayán-ul-Magrib, t. II, píg. 71 del texto árabe.
3 El docto Dozy, en sa cit. Supptemsnt^ sia dir lodo el valor que tiene al vociblo c.cribc:
«Quelque fois, comme la observé de Sacy (Chresiom. 1,69) il y a entre -^wrf»^ et g , i^^'S cette
différenc2, que It premier mol signilie un pont de bois ou de bateaux, et la second un pont de
fierres, formé J'arc.'ifs», añadiendo no obstante que de ordinario se emplean ambas voces
como sinónimas, cual lo repite al tratar del vocablo i^.JsJÜd. Aquí, sin embargo, Aben-Adharí
emplea la palabra ,^wwbJ*» en su verdadera acepción, no interpretada en la traducción (ielmen-
te. por lo que induce á error, asi como la anfibológica explicición del barón de Sacy, aceptada
porDozy.
444 REVISTA DE ARCHIVOS
H. (837 •'• C.) hizo reedificar el alcázar de Amrús, destruido por los toleda-
nos, diciendo:
mandó reconstruir el alcázar que había sido edificado en los días de Al-
Hakem, hacia la puerta del puente de madera ó de barcas ^
Por el uso indistinto que de las voces Hjh^ y y*^^ hicieron los escri-
tores, se viene con manifiesto error afirmando que el Puente de Alean--
tara, es decir, el construido de piedra, fué el que en el año 244 de la H.
cortó el Califa Mohámmad I, en circunstancias imposibles, dada la dispo-
sición del indicado Puente con respecto de las fortificaciones de la plaza, ^
no sospechar que los defensores de Toledo en aquella ocasión habían per-
dido totalmente el sentido para no enterarse de las minas hechas en las
pilas de aquel viaducto por los ingenieros del Califa, cuando el Puente se
halla tan inmediato y tan á la vista del recinto amurallado. El hecho,
además, de no caer el viaducto sino cuando los toledanos estaban sobre él,
se hace imposible asimismo, tratándose de una obra de fábrica. La estra-
tagema sólo pudo efectuarse en un puente de barcas ó de madera: allí pu-
dieron ser cortadas las pilas sin que se enterasen los sitiados; allí pudo con-
tenerse la caida del viaducto, hasta que los sitiadores estuvieran á salvo
en la otra orilla, y á la historia del Puente de San Martín ha de agre-
garse este episodio de la de Toledo en los días de la dominación musul-
mana, á despecho de la confusión en que cayó también el compilador
Al-Maccari 2.
Aunque en las reformas y trastornos que con el lapso de los siglos
ha experimentado toda aquella parte de la Vega, no se hace fácil hoy de-
terminar, con esperanzas de acierto, cuál era la dirección que, desde la
Ciudad, y aun desde los arrabales mismos de la Vega, tenían los caminos
que guiaban y directamente conducían al puente de barcas, de que apa-
rece el torreón de la Cava cual residuo,— -supuestas la conformación y la
naturaleza del terreno, que á las espaldas de dicha fábrica es de roca viva,
el trozo de muralla, aún en lo alto visible, que delendía el torreón y la
«Taxada», y el muladar ó vertedero, que allí, enfrente de la Bib-al-Chisri
de los mahometanos. Puerta de San Martín luego, y hoy del Cambrón,
existía en los tiempos de don Juan II, sobre todo después de las obras de
allanamiento y explanación, ejecutadas en aquella ronda, hasta la Puerta
1 Bayáüyí. II, pág. 87 del texto árabe.
2 Anaiect€Ut t. L, pág. loi.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS ^5
nueva de Bisagra el año 1676 por el Corregidor don Juan Gutiérrez Te-
lio,— no es á nuestro entender cuestionable que hubo tales vías, y que
éstas desembocaban á nivel del piso del arco posterior en el torreón men-
cionado.
La comunicación con la que podríamos llamar Ciudad alta, la más di-
recta y la de mayor interés sin duda, trazada está, no sobre el terreno, tan
transformado actualmente que no es posible en él formar idea, sino en la
dependencia establecida entre la puerta de la población, y el Puente, si
éste había de cumplir para con aquella sus fínes propios y naturales, des-
lizándose en piendientes más ó menos rápidas por los contornos del peñón,
donde se hizo muladar después, hasta enlazar con la vía en la cual debían
confluir los senderos de la Vega, los del arrabal de San Isidoro y el de
los Alfareros, sino es que traía la dirección de los molinos, hoy de Safont
llamados, facilitando relaciones y comercio entre la gente de la Ciudad,
la de los arrabales y la de los poblados de la Vega, con la de los pueblos
y comarcas de la otra parte del río.
De cualquier modo que sea, pues nada en definitiva es lícito aventurar
en este extremo, ofrécese con caracteres de tal verosimilitud que casi con
la verdad probada se confunde, el hecho de que maltratado por la terrible
avenida de i2o3 el torreón de los Baños de la Capa, necesidad hubo de re-
pararle convenientemente para tender de nuevo el puente de madera ',.
induciendo á creerlo la diferencia de construcción que es en aquél de
advertir á simple vista. De planta cuadrada, levántase á la orilla misma
del agua, 6n el declive del río, que baña sus cimientos; hasta casi la línea
de enrase con la puerta oriental, hállase labrado, cual por la fachada N. se
observa, de grandes sillares, no todos tampoco del mismo tiempo, descar-
nados y descompuestos en la parte inferior, pareciendo ser en ésta, según
indica con plausible acierto el escritor militar ya antes mencionado, obra
de constructores romanos «, y mientras en la propia fachada septentrional,
desde la línea de enrase del arco ojivo allí con posterioridad abierto,
el aparejo, aunque de sillares, es irr^ular y desordenado, — á partir del
piso primitivo de la fachada oriental, las aristas forman cadena de fábrica
de ladrillo, y al paso que el muro del N. es de hiladas de mampuesto, com-
1 Si bien en el epígrafe relativo al Arzobispo Tenorio, y que copiamos luego, se afirma que
á consecuencia de la destrucción del Puente en 1203, se labró el de San Martin, los caracteres
que vamos notando en las obras no consienten afirmación semejante.
2 D. Manuel Castaños, El baño de la Caba, art. pub. en el núm. i del Bol. de la Soc. Arqueo^
I ógica de Toledo (Enero de 1900).
446 REVISTA DE ARCHIVOS
puestas de ñlas de una sola piedra en la zona inferior, y de varias en las
restantes, separadas por verdugadas ya de dos, ya de tres ladrillos, mués-
transe los cajones descompuestos en el muro oriental, revelando esta
observación, cual indica el autor antes aludido, que sobre la obra romana
edificaron los muslimes y los cristianos, es decir, que unos y otros, en los
diversos accidentes en que el Tajo quebrantó sañudo el torreón, hubieron
forzosamente de repararle y reconstruirle.
Tres son las puertas que abren en aquel monumento, objeto de tantas
fantasías: la de la fachada oriental, que es la de acceso al puente, la de la fa-
chada opuesta, que con ella correspondía, y la del muro N., más baja, en cu-
yas inmediaciones se halla empotrada una gran piedra decorativa de estilo
latino-bizantino, quizás procedente de la Basílica visigoda de Santa Leo-
cadia. Por la deformación del mampuesto, principalmente en la zona in-
ferior, dedúcese que la portada actual de oriente, es reparación de la pri-
mitiva, hecha ya en el siglo xiii; fórmase por un arco adovelado de cante-
ría, ojival, inscripto en un recuadro ó arraéaá, señalado convenientemente,
el cual se apoya en columnas de grueso fuste y de dos piezas, con sencillos
capiteles y basas, moldurados, y maltratados por el tiempo unos y otras. El
fuste de la izquierda del arco, ofrécese en la pieza inferior constituido por
un cipo sepulcral mahometano, en el cual se halla, bajo la moldura de la
cabeza, escrito el epígrafe funerario en ocho líneas de elegantes y apretados
caracteres cúficos en relieve, ya del siglo v de la Hégira, xi de J. C, ins-
criptas en su correspondiente arrabad, por el cual la inscripción continúa.
Es éste, el «letrero» de que hablan los escritores, cuya caprichosa tra-
ducción castellana dio á conocer el P. Román de la Higuera, y cuyo con-
texto copian y reproducen, cual documento de superior eficacia, el Conde
de Mora, y cuantos le han seguido. El abandono y soledad del sitio, la
concurrencia de muchachos en todo tiempo, la de los que van á bañarse en
las proximidades del torreón durante el verano, no menos que la de los
curiosos que allí han dejado escritos sus nombres, causas han sido para
que, poco á poco, hayan perdido su relieve muchas, casi todas las líneas
del epígrafe, en las cuales las letras son una masa informe, y se haga hoy
imposible la interpretación total y la lectura del mismo, á lo cual ayuda
la dificultad que ofrece la disposición violenta de la inscripción, y el de-
rrumbamiento interior de la torre.
De nuestros apuntes de 1875 y 1898, fecha esta última en que aparecía
más deteriorado, resulta inteligible lo siguiente:
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 447
... II
Mi
Jh^c:i1-^J n¡5
I' 1 1: H -^ ^]-
^ 1' : 1'
:::í ':í
En el nombre de Alláh, el Clemente, el Misericordioso. ¡Oh vosotros hom„,
„.bres! Creed que las promesas de Alláh son ciertas^ y no os dejéis seducir
por los halagos del mundo, ni os aparten de Alláh
los engaños (del demonio!). Este es el sepulcro de f!Hosám?'ben-Abd„.
5 [Confesó
que no hay dios fuera de Alláh] único. Mu,.,
frió (apiádese de él Alláh!)]
8 del año ocho y y cuatrocientos K
El arco occidental opuesto, que daba salida al Puente, y que aparece
rasgado hasta la .peña, carece de columnas en que apoyarse, y se muestra
también apuntado, aunque mucho menos que el posterior; hasta la altura
señalada, la fábrica, con aparejo desigual, es de sillares, ya descarnados, y
el resto de mampuesto en hiladas con verdugados de ladrillo, sin que haya
señales de matacán por esta parte, ni reúna tampoco la torre condiciones
defensivas de ningún género, las cuales proporcionaban la línea flanquean-
te que por la parte del mediodía de aquel monumento se desprende de la
muralla, y que entrecortada con tambores dé mampuesto, baja hasta el
río, y por la muralla misma, la cual, con iguales condiciones, ocupa la
cima de la rocosa altura, delante del fantaseado Palacio del rey don Ro-
drigo, hoy Matadero público.
I Parece corresponder á mediados del siglo v de la Ilégira, á juzgar por su forma, su disposi-
ción y el dibujo de los signos. Existe copia de este epígrafe entre los papeles que con el titulo
de Inscripciones y algunas de ellas árabes, con sus dibuxos y explicación, han pertenecido
i Palomares y conserva en su Bib. la Real Acad. de la Hist. (Est. 4.°, grada S.^ D, número 249,
tomo 35, y Est. 22, grada 4.*^, núm. 74). No es legible la leyenda de la cria, y en la parte central
izquierda, tenia en 1898 sobre los signos arábigos pintada de azul, la indicación=97=Páramo=
hArtoiL> (sic)=; en el tercio superior izquierdo, también con pintura azul, se leía: «M Ruiz
Seiquer— 7-5-93 » '
448 . REVISTA DE ARCHIVOS
El arco septentrional, por donde tuvo sin duda acceso el departamento
inferior, de flecha asemejable á la de los otros arcos, es aún más ojivo que
el de Levante, y fué abierto en aquel muro seguramente al tiempo que el
anterior, poco más ó menos. De fábrica de ladrillo todo él, hasta en sus
jambas, á excepción de la parte de la derecha, de ladrillo es asimismo el
tránsito de este sistema de construcción al de mamposteria, surgiendo
aún, en el río, delante del arco occidental, y ya adornado por plantas
acuáticas, un gran trozo, tumbado, del pilar en que apoyaba la plata-
forma de madera, que daba paso al puente de barcas, el cual es también
de fábrica de ladrillo. En la orilla izquierda, se advierte á cierta eleva-
ción, é inmediato al pretil de la carretera, el punto en que apoyaba la
plataforma de este lado, sin que haya señales de que allí existiese torre ó
fábrica alguna como el torreón llamado de los Baños de la Capa, donde
se conservan las gradas de las subidas, y de cuya plataforma superior,
coronada en otro tiempo de almenas, queda informe masa de piedra, tie-
rra, ladrillo y parietarias.
Ya por consecuencia de algún otro accidente, comparable al de i2o3,
en que fué el Puente repuesto, y en que, con diferencia de años, fué el to-
rreón reparado, cual todo en él lo acredita y sin dificultad lo persuade;
ya por ser inseguro é insuficiente para el tráfico de la Ciudad, ya por una
y otra causa reunidas, — la población, elevada á superior categoría por la
permanencia en ella de la Corte, por el desarrollo que promueve y patro-
cina Alfonso X, y por las artes y las industrias que en ella á la sazón flo-
recían,— con entera probabilidad, si no absoluta certeza, y contra la de-
claración del epígrafe á que arriba aludimos, — de i252 á 1284, esto es, en
el período de tiempo durante el cual, con tristes vicisitudes, ciñó á sus
sienes el nieto de doña Berenguela, ennobleciéndola, la corona de León y
de Castilla, determinaba la construcción de un puente que por su solidez
y condiciones no estuviera con tanta frecuencia sujeto á la furia de las
aguas, y que facilitase con la amplitud necesaria las relaciones y el co-
mercio con las comarcas de Occidente.
Encajonado en aquella revuelta que forma la escarpada orilla del río,
por bajo de la muralla cuya construcción dispuso Alfonso VI, y sobre la
cual camina la carretera que hoy al Puente de San Martin conduce, ni era
conveniente ni ofrecía las facilidades exigidas para el emplazamiento del
proyectado viaducto, el sitio en que, para el servicio de la Vega principal-
mente, los romanos tendieron el puente de barcas referido. Por aquella
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
449
zona de la Ciudad, corriéndose al medio día, próspera y protegida por c!
monarca, agrupábase la judaica grey, y así, pafa utilidad de cristianos,
mudejares y judíos, en beneficio de quienes iba á redundar la nueva fá-
brica, señnlóse el emplazamiento en el punto en que. con varias deriva-
ciones hasta el río,
venían á confluir la r^
cintura que tomaba
origen «de yuso la
puent de la piedra»,
y aquella otra que,
en las estribaciones
del peñasco, borda-
ban alegres huertos
y granadales, y con
el Postigo de Binél,
la Dib-al-Farách y el
Castillo de los Ju-
díos ^obre el Tajo,
llegaba al arenal de
Incurnia, y sitio en
que estuvieron las fa-
mosas bilas ó clepsi-
dras del tiempo de
AI-Mámun, y de las
cuales subsiste por
aventura quizá, en el
escarpe violento de
la orilla, un torreón
circular ó tambor con un pozo ó sifón para la elevación de las aguas, un
trozo de muro de irregular mampostería y un arquillo ó bóveda de ladri-
llo, viaducto que enlaza con este aquella construcción, la cual desde lo
alto no se divisa, de ella dando el adjunto grabado idea ^
Sirvió de modelo á los constructores, como apuntó Quadrado, para la
traza del nuevo Puente, el característico de Alcántara, si bien por ser allí
1 .\compañados del inleligenic ariisia D. Manuel Tovar y del Jefe del Museo de Toledo,
nuestro compañero D. José Gómez Centurión, reconocimos este monumento, fteneralmcnte ig-
norado una de las tardes del me^ de Octubre de 1901. La fotografía que reproducimos es obra
del citado Sr. Tovar.
45o REVISTA DE ARCHIVOS
más dilatado cl cauce hubo necesidad de abrir mayor número de ojos,
subordinados al central, por donde desagua casi todo el Tajo, y tomó
nombre de la parroquia á cuya jurisdicción correspondía, llamándose de
San Martin por ello desde un principio; estérilmente, pues no ha pre-
valecido, se trató de cambiarle por el de San Julián en los días de Fe-
lipe II '. Constaba, pues, como en la actualidad, de cinco arcos^ dos á dos
colocados á los lados del central, que mide, según los autores, 3g metros
de luz por 26 con bj centímetros de altura, y que ligeramente apuntado,
cual los otros, labrados para su desahogo en las crecidas, apoya en sólidos
pilares reforzados en escalones y con recio tajamar el de levante, el cual
es mucho más poderoso y luerte jxír el costado meridional á causa de
cargar allí el golpe de las aguas en las avenidas, pasada la angostura en
que viene encajonado el río casi desde el punto que dicen Molinos de la
Vieja,
Fabricado todo él de buena sillería, en la cual abundan los signos la-
pidarios, alzóse en uno de sus extremos, el que daba al campo, formida-
ble torreón defensivo coronado dz almenas 2, y así logró resistir el embate
de las corrientes y de los desbordamientos sin quebranto alguno hasta
la segunda mitad de la siguiente XIV.* centuria, en que la ambición abo-
minable y la saña de los hombres le quebrantó y arruinó dolorosamente.
Ya en Mayo de i555, y apoderados de la Ciudad el conde de Trastamara
y el Maestre de Santiago don Fadrique, vióse el rey don Pedro en la
triste necesidad de oponer fue.:^o á las puertas» del Puente mientras, con-
forme consigna cl canciller Pero López de Avala, «algunos de los suyos
comenzaron luego á pasar por las azudas que eran en derecho de la jude-
ría, que estaban secas más que fueran en veinte años», ayudados con largas
cuerdas que los judíos desd: la población les arrojaban 3.
Trece años después, en el de i368, y dominando en ella los partidarios
del rey legítimo, tan apretadamente hubo de asediarla cl bastardo, que
estableciendo su campamento en la Vega, levantaba en San Servando
una bastida para batir el Puente de Alcántara y otra «de la otra parte del
puente de Sant Martín» 4, no logrando acobardar con esto á los toleda-
1 Memorial tantas vccci citado en csic libro, pág. i86 del t. VII de FA Arte en España.
2 Así se deduce de Us palabras que luego copiaremos, y con las cuales da cuenii la Crónica
de los acontecimientos de 1368.
3 Crónica, año 1355, cip VII, pág. i85 de la ed. de Ll¿»guno. Mariategui (El Arte en España,
l. III, pág. 48) cquivocí estos acontecimientos coa los ::cicctdos trece años adelante.
4 Crónica cit., año 13O8, cap. V, pág. 52y.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 45 1
danos, quienes le rechazaron victoriosos aun después da haber los par-
ciales de don Enrique pretendido apoderarse de la Torre de los Abades.
Desesperanzado ya el de Trastamara, «fizo poner engeños á la puente de
Sant Martín: ca los de la cibdad querían derribar la puente, é los engeños
de fuera tiraban á los ornes que labraban en la torre de la puente.» c<E...
Don Enrique fizo facer allí una bastida, fcn guisa que cababan la torre
grande que avía en la puente, do estaba la puerta: é un día, teniendo los
maestros que ya ¡a torre estaba puesta en cuentos para la poder dar fue-
go, é que caería, díxeron al Rey que mandase venir, allí Omes de armas,
ca facían cuenta, que si aquella torre cayese, que la cibdad era entrada,
ca non avia dentro en la cibdad otra torre de donde se pudiese dejender
la puente; é como quier que los de la cibdad facían un muro de tapias
muy grande en cabo de la puente dentro de la cibdad para la defender,
pero aún estaba baxo. E... Don Enrique, por consejo de los maestros que
pusieron los cuentos á la torre, mandó que les pusiesen fuego; pero non
cayó la torre, que aún non fuera toda puesta en cuentos, é perdióse la
obra, é todo el trabajo que avían tomado en facer aquellas cavas, é po-
ner aquellos cuentos. É los de la cibdad, quando vieron aquello, pensando
que... Don Enrique mandaría cavar, c poner otra vez los cuentos á la
torre, lo qual así se facía, comenzaron de facer derribar la puente de
Sant Martín por medio del arco, c tirar las llaves de las piedras porque
cayese. E... Don Enrique fizo poner dos engeños que tiraban á la puente,
€ á los que labraban en ella para la derribar; pero los de la cibdad aca-
baron primero su obra, c derribaron la puente c cayó el arco» ^
No de otra suerte era destruida á manos de los toledanos mismos, fieles
á la fe jurada á su rey, aquella hermosa fábrica que aún conserva señales
de la lucha, y que permanecía en tal estado, suplido con maderas lo de-
rruido entonces, hasta el pontificado de don Pedro Tenorio (iSjó á iSgg).
Fué este prelado insigne, cuyo nombre aparece asociado en vínculo indi-
soluble no sólo al Puente de San Martin, llamado por antonomasia de
Tenorio, sino al Castillo de San Servando, al Claustro de la Catedral y
á diversas obras en Toledo, sino á la fábrica de otros varios castillos y
fortalezas en su archidiócesis, quien con ánimo levantado y generoso re-
construía á sus expensas el arco derruido mandando colocar sobre la
clave del mismo la efigie de San Martin de Tours, á la cual refiere la
1 Op. cit., año 136P, cap. VII, páginas 530 y 531. Por su importancia para nuestro estudio,
hemos creído conveniente reproducir aquí casi todo el cap. VII del año referido.
452 RpVISTA DE ARCHIVOS
tradición legendaria conseja \ como en el año 1690, reinando el último
de los príncipes de la casa de Austria, de infeliz memoria, volvía á ser
reparado el Puente, época desde la cual presenta el aspecto que en la ac*
tualidad ofrece.
Saliendo por la moderna Puerta de San Martin, — engendro arquitec-
tónico de fábrica de ladrillo, construido en 1864, — y siguiendo la pinto-
resca avenida del Puente, llégase á él por un torreón desmochado, cuyo
vulgar cuerpo superior es mucho más moderno y de ladrillo; unido á
aquél, oon mayor altura, conservando aún en el adarve almenas de pira-
midales chapiteles y los mensulones para los matacanes en sus caras sep-
tentrional y occidental, levántase otro torreón que ha* sido objeto visible
' de reiteradas composturas. Sobre el arco de entrada, y en modesta hor-
nacina resguardada por cristales y pintarrajeada, se muestra por I? parte
de la Ciudad la imagen de la venerada Virgen del Sagrario, esculpida en
piedra y colorida, y en la cara opuesta, que mira al Puente, encima del
arco adovelado con tendencia á la herradura, — en bien tallado marco de
laureles, sobre saliente repisa, por igual arte laboreada y con un querubín
al medio, se ostentan las imperiales armas de Toledo, esculpidas en gra-
nito, destacando á uno y otro de sus lados, en marcos asemejables, como
complementarios del blasón, y cual ocurre en la Puerta nueva de Bisa-
gra, las figuras sedentes, en relieve, de Recesvinto y Alfonso VI. Por bajo
de ellas, orladas con marcos de no menor riqueza 7 de ejecución prolija
y esmerada, resaltan sobre los sillares del aparejo de la torre sendas mar-
móreas y blancas lápidas, entre las cuales se reparte, algún tanto preten-
cioso, pero no falto de verdad, un epígrafe conmemorativo, diciendo la
lápida de la izquierda, donde la leyenda tiene su comienzo, en catorce
líneas de capitales latinas:
REYN.^o CAR.* ii. N. S*^ li LA IMPERIAL T^ MANDÓ II REEDIFICAR ESTA PVENTE II
CASI ARRUINADA CON LA II INJURIA DE CINCO SIGLOS. II DÁNDOLA NUEBO SER. 11 .ME-
JÓRALA) EN LA MATERIA II REFORMADO EN LA OBRA II^UMENTADO EN ESPACIOS II Y
HERMOSURA EN QVE II SIGUIENDO EL EXEMPLO II DE.LOS PASSADOS ALIENTA II EN EL
SUYO A LOS II VENIDEROS.
I Es ésta la de que «apesadumbrado el arquitecto por un yerro que en la construcción del
puente cometiera, y temeroso de que, quitadas las cimbras, se desplomasen los arcos con lüe*
noscabo de sU* honra profesional, confío el, secreto á su esposa, quien saliendo sigilosamente de
noche, prendió fuego al maderamen, salvando con este suceso atribuido á la casualidad, el buen '
nombre del constructor^. Dícese que éste en testimonio de reconocimiento, mandó colocar, en ,
la clive del arco un simulacro de su mujer, y de tal anécdota ha hecho nuestro buen amigo y
pariente D. Francisco Valverde y Perales, la leyenda titulada La Esposa del Arquitecto, inserta
en el tomo que publicó en 1900 (pág. 27).
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 453
En la de la derecha, coii igual número de líneas, prosigue:
. ESTA OBRA SE ACABÓ II SIENDO CORREO.*^ D. FRAn'.co || DE VARGAS Y LEZAMA
CAV.^^o II DEL ORDEN DE CALATRAVA II DEL CONS.<> DE SV MACEEN EL R.»-liDE HA-
ZIENDA Y COMISSARlOSIID.o AL.o JOSEPH FRZ DE MADRID ll CAV. o DEL ORDEN DE .
SANTIAG.^ II Y D. LUIS DE VILLALTA, EGAS, II VIVANCO REGIDORES II PEDRO CARRA S
CO MARÍN II Y GABRIEL ALONSO DE BVEN II DÍA. IVRADOSIIANO DE M.DC.XC.
Asegúrase que estuvo esta entrada flanqueada por dos torres de las
cuales la septentrional fué «demolida en el siglo xvi, sin que podamos
imaginar el motivo» ^ y si el hecho es cierto, pues no es dable hoy com-
probarlo, una y otra debieron de ser erigidas al reparar el Puente el arzo-
bispo Tenorio, porque; según rectamente se deduce del testimonio de Pero
López de Ayala, por esta parte no había ninguna en i368, cuando los in-
genieros del bastardo, al disponerse á dar fuego á la mina del torreón de
cabeza, que dá al campo, decían, como, procuramos notar arriba, c<que si
aquella torre cayese, que la cíbdad era entrada, ca non avia dentro en la
cibdad (por la parte de la cfudad) otra torre de donde repudíese defender
/a /?¿/en/e.» La que subsiste, de planta poligonal, construida de mampos-
tería, con las aristas de no grandes sillares, parece, con efecto, correspon-
tíer á aquella época, y su fábrica se distingue perfectamente de la de la
portada.
Delante de ella, solado en 1760, conforme oportuno letrero declara,
tiéndese el hermoso viaducto, amplio y bien conservado, con dos aparta-
deros de distinta configuración sobre los tajamares, y el pretil de trecho en
trecho «adornado de grandes bolas de piedra», que decoran asimismo los
balcones de aquéllos, siendo los indicados remates y el pretil que los sus-
tenta, fruto notorio de la reparación de 1690, cuyo alcance é importancia
no hay medio de puntualizar por completo. Gallardo y elegante, coronado
de altas y agudas almenas de ladrillo, y recordando al primer golpe
de vista el del Puente de Alcántara, descuella en el extremo de la orilla
opuesta el torreón de salida, que es de planta exagonal, y está todo él con
regularidad, labrado de sillarejos. Hay quien sospecha, con manifiesto
error, que fué «reedificado probablemente sobre los cimientos del primiti- ,
vo,» afirmando á la par con desenfadado juicio, que 4(su forma y adornos
recuerdan los caracteres del estilo árabe morisco (¿?), aunque trastorna-
dos V confundidos con elementos puramente ojivales» 2, perdidas de vista,
1 Mariátegui, arts. cits. pág. 49 del t. III de El Arte en Esp.
2 ídem. id., pág. 5o del tomo y revista citados. .«
454 REVISTA DE ARCHIVOS
en cuanto al primer extremo, la circunstancia de que, como expresa
la Crónica, la torre no cayó en i368, resultando inútil «todo el trabajo que
avian tomado en facer aquellas cavas, é poner aquellos cuentos» ', y en
cuanto al segundo, la de que de los monumentos que en Toledo perseveran
de los días de los musulmanes y de los de la época de la Reconquista, ins-
pirados en las tradiciones mahometanas, no hay ninguqo con tales carac-
teres.
En el paramento del cuerpo superior de esta torre, dibújase una serie
de ventanas de medio punto, algún tanto peraltadas, conservando una de
ellas descentrada y abierta, y en la misma línea otra fíla de aspilleras; y al
centro de la fachada del Puente, sobre la imposta que en sentido horizon-
tal la corta, voltea con la graciosa desenvoltura del estilo del Renacimien-
to saliente arco sobrepuesto, con flameros á los lados, y archivolta de
molduras y de huevos. En el interior de dicho arco, y entre las emblemá-
ticas columnas de Hércules, osténtase, no de grandes dimensiones, con
peregrinidad tallado, y deformado por desventura, el escudo imperial,
que revela la mano de los artistas del tiempo de Carlos de Gante, mientras
por bajo de la imposta referida, formando el cuerpo inferior de la torre, se
abre un grande arco ojival de descarga, por el que se muestra cobijado
más al interior el de la puerta, propiamente dicha, que es ya de herradura
y peraltado.
Sencilla hornacina destaca en el espacio medio de uno á otro arco, y
en ella es celebrada, como atribuida d Berruguete ó Monegro, la efigie
verdaderamente estimable de San Julián, arzobispo y patrón de Toledo,
mandada allí colocar con las de las otras puertas de la población en ibyS
por el corregidor Gutiérrez Tello, y por la cual trató d: darse nueva ad-
vocación al Puente, advirtiéndose en la parte superior de la hornacina
rectangular lápida de blanco mármol, sin dificultad legible casi á simple
vista, en la que están completos, en siete líneas de capitales incisas, los
versos latinos de Wamba, copiados en la Puerta Nueva de Bisagra 2, al
paso que por bajo de la estatua otra lápida marmórea, labrada en el si-
glo xvi^ y al propio tiempo que la precedente, reproduce acaso, si no es
que glosa, un epígrafe anterior, diciendo en las diez líneas de capitales la-
tinas de que consta:
1 Pág. 531 de la cd. de Llaguno, y.i cít.
2 Por error sin duda^ Mariátcgui no copia los versos dedicados á los santos patronos (pág. 5i).
Palazuelos dice que está «ilegible ó poco menos á simple vistan» el epígrafe (pág. 734 de su Guia),
BIBLIOTECAS Y MUSEOS ^55
PONTEM CVIUS RVINAE • IN • DECLIVI AL
VEO PROXIME • VISVNTVR FLVMINIS IN
' VNDATIONE QVAE ANNO DOMINI M.CC.III • SV
PER IPSVM ESCREVIT DIRVPTVM TOLETA
5 NI IN HOC LOCO AEDIFICAVERVNT IMBE
SILLA HOMINVM CONSILIA QVEM lAM AM
NIS LAEDERE NON POTERAT • PETRO ET
ENRICO FRATRIBVS PRO REGNO CONTEN
DENTIBVS INTERRVPTVM PETRVS TENORIVS
10 ARCHIEPISCOPVS TOLETANVS REPARANDVM c[uraVÍ¿J
Consta el paso de la puerta, que da el espesor actual de la torre, con no
menos de cuatro tramos, de los cuales el primero tiene, fabricada en ladri-
llo cual las restantes, bóveda de anchos nervios cruzados, sobre el arco de
herradura, cuyos hombros estriban en los muros; de crucería peraltada es
la bóveda del segundo, con agudos arcos ojivos para la corredera del pei-
ne, y semejante la tercera, con cuadrados gorrones, es de arco de herra-
dura, cuyos arranques llevan el sello ojival bien manifiesto. Del cuarto
tramo, que debió ser el destruido en i368, y no reparado nunca, no queda
más que el hombro derecho del arco de salida, que fué á todas luces de
herradura, con la piedra gorronera correspondiente, y, más al exterior,
constituyendo la fachada occidental de la torre, el arranque del grande
arco de descarga, semejante al de la fachada opuesta, y en la misma época
labrado '. Pequeña poterna, en ^1 primer tramo, conduce al piso superior
de la torre 2, en cuya fachada meridional, así como en el interior, se con-
serva gran número de signos lapidarios 3, figurando en aquella «una pre-
ciosa ventana ojival cuya antigüedad no puede remontar más allá del si-
glo xv,» y empotrada, por último, en el paramento del muro que da á la
1 Por esta circunstancia escribe Mariátcgui que puede «observarse entonces la gran varia-
ción que experimentó la planta del edificio en su reedificación», añadiendo: «La fachada ha
desaparecido, y el torreón se presenta mutilado en toda su ala derecha; la simetría no existe y
sólo un pequeño zócalo de la cara de agua abajo, nos acusa la verdadera y primitiva planta de
la torre» (Arts. cits. pág. 5o).
2 «Una escalera moderna desemboca en la plataforma actual, cuya cubierta ha desaparecido,
conservándose aún en los ángulos cuatro cilindricos, prolongación y apoyo de los ya destruidos
aristones.» «Tres aspilleras de sillería medio ocultas por un nuevo solado se abren en la parte
antigua de la torre» donde se abre también la ventana ojival, cerrando «la torre muros de mam-
postería de siete y medio pies de espesor, con paramentos de sillarejos, y un pequeño puente
(que] comunica con una escalera de piedra que conduce al adarve, protegido por un almenado
bastante destruido» (Mariátegui, loco cit.)
3 Publicólos Mariátegui en El Arte en España, y en la actualidad los ha completado nuestro
buen amigo el Sr. González Simancas.
3.» ÉPOCA.— TOMO VIII. 33
456 REVISTA DE ARCHIVOS
carretera, pequeña lápida de capitales latinas incisas, de mal dibujo, con
frecuentes abreviaturas, la cual conmemora en seis líneas que aqvi mata-
ron iivna MVGER II RVEGVEN A DIOS || POR ELLA SV II CEDIÓ A 2 DE FEB.OjlDEL AÑO
DE 1690, es decir, en la ocasión en que se verificaban las obras á que alu-
den los epígrafes del torreón de cabeza
I
EL PUENTE DE SAFONT
Bien que á juzgar por lo que subsiste, no de la antigüedad que los dos
anteriores, ni de su importancia tampoco, — todavía en terrenos propios de
la Huerta del Rey, que se extendía hasta casi el mismo Puente de Alcán-
tara, en el sitio en que, á la orilla del río, c<actualmente existen unas azu-
das, á unos cien metros de la presa de Safonto, cruzó el Tajo otro puente,
no como el de Alcántara mencionado, ni como el reconstruido por el
arzobispo Tenorio, labrado de sillería y formado de arcos, sino reducido á
verdadero pontón, el cual franqueaba el paso á la calzada que, dando
acaso vuelta al Cerro Cortado, descendía suavemente hacia la llanura de
la precitada Huerta, para tomar desde allí quizás la dirección del Puente
de madera ó de barcas, de que es el torreón de la Cava ya residuo.
El escritor que ha reparado en este viaducto primeramente, hace notar
«los frogones y cimientos» ostensibles en ambas orillas, y que constituían
los estribos de aquél, aportando para mejor inteligencia el dato de que un
barquero, Alejo Moraleda, le «aseguró que en los treinta años que lleva
allí pescando, y durante la vida de su padre, que tuvo el mismo oficio,
siempre que tendían las redes en aquel sitio, se les prendían en el fondo, y
que al descender los buzos para desenredarlas, les costaba gran trabajo,
porque eran unas pilas de mampostería igual á la de los estribos»; y con
efecto, los indicados restos, que acusan relativa fortaleza, y que en la
actualidad se ofrecen como un conjunto descompuesto de mampostería
irregular, revelan la existencia indudable de aquel paso, destruido, cuya
I Hace constar el escritor indicado, sin que lo consignen otros, que «hubo en este puente una
capilla, edificada por los genoveses que residían en Toledo, de donde sulia los Jueves Santos
una procesión costeada por la misma hermandad, y que era muy celebrada hasta en los puchas
inmediatos.)» «De tal capilla, que debió estar construida probablemente á la entrada de la cía-
dad,— añade,— no se descubre al presente vestigio alguno.»
BIBLIOTECAS» Y MUSEOS 4S7
memoria se ha borrado, y del cual «hasta ahora, nadie nos ha dado no-
ticia.» »
. Por la naturaleza de la construcción, no aparece con la claridad ape-
tecible la antigüedad de aquella obra, la cual no obstante, y sin violencia,
puede ser reputada expresión de los tiempos medios. Nada subsiste que re-
cuerde la mano de los constructores latinos; nada hay en aquellos estribos
ni de argamasa, ni de menuda piedra y cal, que presente parecido ni con
los restos del Circo Máximo, ni con los del Acueducto frontero á la Puerta
de los doce Cantos; y aunque se muestra como verosímil la posibilidad de
que el paso fuere conocido y utilizado por los romanos, no hay por ello
necesidad de extremar las consecuencias hasta el punto que lo hace el in-
ventor de estas ruinas,. m,uy dignas de aprecio por lo que para las comu-
nicaciones de Toledo se refiere, afirmando rotundamente que durante la
«poca romana «lo principal de la población estaba en la Vega», y que en
aquella parte baja de los vicos, «se hallaba situada la población, que no en
la elevada», con lo cual nos parece echa de un solo golpe por tierra todo
«1 sistema de colonización y de conquista de los romanos.
Aquellas «cepas» pues, de mampuesto, que no de argamasa, con sus
«pilas de mamposteria igual á la de los estribos» en el medio del agua, sólo
sirvieron para tender sobre ellas las maderas del pontón que revelan; pero
nunca pudieron constituir un verdadero puente, ni menos el de la Ciudad,
que tenía el suyo propio, en el denominado hoy de Alcántara, y que esta-
ba constituido en la parte alta del peñasco, donde continúa ^
Rodrigo AíMador de los Ríos.
I El entendido escritor á quien aludimos, y á quien hemos ya citado varias veces, es el señor
n. Manuel Castaños y Montijano, quien da noticia de su descubrimiento, verdaderamente in«
teresante en el artículo que titula Un puente y un castillo romanos (Bol. de la Soc. Arqueólo"
gica de Toledo^ núm. correspondiente á Mayo y Junio de 1901.)
458 REVISTA DE ARCHIVOS
Vida y escritos de D. José Antonio Conde.
He dicho que Conde se prendó de D." Mariquita en el año i8i5, y acaso
lo estuviera ya desde que residió en Madrid cuatro ó cinco meses á raiz de
su regreso de Francia; ¡quién sabe si en parte no le llevaba allí el corazón
y por eso estuvo tan poco tiempo en La Peraleja, y tanto en Madrid! ».
Pero lo que resulla incuestionable, dejando aparte estos misterios del
corazón, es que D. José solicitó formalmente el de Mariquita en la no
corta temporada que pasó en Madrid desde fines del año 1814 a Marzo-
de 18152.
I Para congeturar csio tengo la siguiente carta de indicios, como se verá después, escrita
por D. Leandro Fernández de Moratin y que debe de ser contestación á la primera que le diri*
giü Conde comunicándole su pensamiento acaso antes de dar paso alguno cerca de su prima
Mariquita.
A I). José Antonio Conde.
Mi dueño y señor: Aunque yo supiera perder enteramente la nariz, no me expondría á las
resultas que puede tener el remedio enérgico que usted elige para curar las suyas. Haga usted
lo que guste: su alma en su palma: Lea usted á Bocaccio, á La Fontainc y á Quevedo.y sobre
todo el entremés de el Af árido fantasma, y en estos gravísimos autores y en sus doctas obras
hallará mucho mas que cuanto yo le pudiera decir. Tal vez el demonio toma apariencias san-
tas y buenas para seducirnos: ^quien sabe que no sea maniganza suya de las muchas que todos
los dias inventa, como es tan artero y enredador, y que se le venga á usted chorreando textos de
San Pablo y meneando la colilla, á persuadirle é instigarle á lo que algún dia podra serle
gravemente molesto? Guárdese usted de un pronto y de una hora menguada, y desconfié de
intempestivas lozanías, y no cuente demasiado con l;i robustez de su región lumbar; que para
el caso se necesita en alto grado furibunda y potente, so pena de que no haya paz en aquella
santa unión. Digole á usted que yo me lavo hs manos, y que más quisiera verle ocupada
en la expulsión de los moriscos azat'raneros, que en expedición tan peligrosa. El sabio no-
muere sin sucesión: sus obras son sus hijos y por ellas adquiere mas celebridad, mas duración
á su nombre que por cuantos monigotes pudiera procrear en un harem de Persia. ^Qué importa
que el c¡e.;;o de Esmirna, que se iba de lugar en lugar con su lazarillo y su perro y su gaita can-
tando rapsodias, se muriera sin hijos, si la cólera de Aquilcs y los trabajos del hijo de Laertes
le han hecho inmortal? Coteje usted su existencia postuma con la de aquel picaron de la casa
Otomana que tuvo doscientos hijos, y verá cual dio á su nombre mayor duración en la
memoria de las gentes. Y esto, sin flujos menstruos, sin histérico, sin quemar bedijas de lana,
sin pañales ni alorre, ni viruelas, ni raquitis, ni chilladeria eterna y alboroto en la casa, ni
mal dormir, ni modista, ni antojos, ni tijeretas, ni gurrumina, ni cuernos.
Hoy creo que llegará Pinto por acá: páselo usted bien y mande.
Dia de Santiago Matamoros. (^) M.
2 Lo prueba la siguiente carta de D. Leandro contestación á otra de su prima D.'^ María Ana.
Fernández de Moratin. »
13 de Marzo i8i5.
Mariquita: Me has escrito una carta en tales términos, que en ella misma vienen la pregunta
y la respuesta. Te has hecho cargo de las buenas y malas circunstancias de esa supuesta boda, y
^- Si no es una broma esta fecha de tiempo debe referirse al día de Santiago del año 1814,
cosa perfectamente compatible con la estancia de Conde en Madrid á raiz de su regreso de
Francia.
Bibl. Nac. .Mss. T. 424. No se publicó en las Obras póstunas de D. Leandro Fernández de
Moratin.
bibliote;cas y museos 469
Natural era que el uno y la otra se dirigieran á D. Leandro en con-
sulta. En rigor Mariquita fué una hija adoptiva de éste y por ella hizo
sacrificios indecibles: así que la quería con toda su alma; ¡como que
fué su padre desde que ella tenía seis años! Igualmente quería á su her-
mano Gumersindo, á quien le costeó la carrera eclesiástica. Todo en
agradecimiento de lo que por D. Leandro había hecho su tío Nicolás
Miguel.
Cuando Conde estaba en Madrid á principios de 181 5, le escribó Mo- .
ratín lo siguiente ^*
yo nada tengo que añadir ni á las unas ni á las otras. Dices que su talento es apreciable, que no
habrá otro que le iguale, que tiene todas las buenas prendas que se pueden desear tocante á las
•costumbres; y en todo esto tienes razón. Dices también que te lleva veintisiete años, que
es muy celoso, muy terco, su ñgura poco interesante; que ahora es pobre y no lo sabe ganar;
que si no sale el indulto, tendrá que estarse en un lugar, siempre á expensas de un hermano, y
dentro de diez años, cuando tu estés en la mejor de tu juventud, será un carcamal, que no
pueda con las bragas. Cuasi todo esto es verdad.
Y <qué quieres que yo te diga? ¿que rebaje los inconvenientes y que te pondere felicidades,
ó que, por el contrario, te lo pinte todo de color tan feo, que tire á disuadirte de una resolución,
en la cual tu sola debes decidir? Yo no haré ni uno ni otro, ni mancharé mi conciencia con una
especie de consejos tan delicados que muchas veces producen remordimientos á quien los dio.
Lo que en este caso puede necesitar una mujer es la prudencia de quien la haga conocer cuáles
son las ventajas y los peligros del matrimonio que pretenda hacer; pero si tú conoces per ti
misma los peligros y las ventajas del caso presente, ya e^tá hecho todo. Nadie que tenga un poco
de juicio podrá añadir nada de importancia á lo que tú comprendes; y en ocasiones de tanta
duda, en que vacila con razón el entendimiento, ó se toma el partido de no resolver, y desistir
enteramente y no volverse á acordar de ello en toda la vida, ó si el cjrazón está inclinado, se
sigue lo que dicta la propia voluntad.
Tú ¿estás enamorada de él, ó nó? Si no es más que estimación la que le profesas por sus
buenas prendas, no te cases con él; y la razón es, porque estas buenas prendas siempre serán
las mismas; pero los defectos, particularmente los físicos, irán aumentándose necesariamente.
Si le tiene i amor no hay nada que replicar. En diciendo una mujer: Yo le quiero, se acabaron
los argumentos: si le quieres, cásate con él; porque esto supone que, hecha cargo del bien y del
mal que puede resultar en adelante, te determina el amor á sufrir el uno por el otro.
En este supuesto, lo único que yo te puedo decir es, que lo reflexiones mucho antes de resol-
verte; pero que una vez decidida al sí ó al nó, tu determinación sea constante é irrevocable,
puesto que no hay cosa peor que andar mudando de parecer cada día. Cualquiera que sea tu
determinación, la aprobaré; pues para hacerlo ó no hacerlo se presentan razones muy poderosas.
Debo advertirte, por último, que es bastante delicada la situación de una mujer soltera, en
cuya misma casa vive el que dice que se quiere casar con ella. Sí quiere conservar la opinión
de las gentes, si quiere conservar la estimación del mismo que la solicita, es necesario que esté
muy vigilante, muy sobre si, para apartar las ocasiones que frecuentemente ocurren en una
comunicación tan intima. Los maridos no son maridos hasta que el cura los casa; y ni las pro-
mesas, ni los juramentos, ni las risas, ni las lágrimas, deben ser suficientes á disculpar familia-
ridades ni condescendencias, que en vez de fomentar el amor, llegan á inspirar desconfianza y
desprecio en el mismo á cuyo favor se otorgaron.
En la sociedad en que vivimos no basta ser virtuosos; es necesario parecerlo. A Dios le basta
la pureza de nuestro corazón, la rectitud de nuestras acciones; pero a los hombres no. Como
juzgan por lo que se ve, es necesario que no les choquen las apariencias, y que la conducta
exterior sea tan arreglada que no les dé motivo jamás á la murmuración ni á la calumnia*
Creo que tienes talento bastante para saberte aprovechar de estas pocas ideas que me ha dic-
tado la experiencia adquirida en el mundo, y que no he querido omitir, porque deseo mucho tu
felicidad.
I Carta de D.* Francisca Gertrudis Muñoz y Ortiz, 8 de Abril. ;
I
460 REVISTA DE AHCHIVOS
«Señor Doctor in utroque nemine discrepante: Diga usted á Gonzá-
lez » que recibí su carta; que agradezco su buena voluntad, y que está
bien que conserve en su poder aquellos paquetes mientras no disponga
otra cosa 2.
)>Pues en efecto, es menester gastar buen humor y tomarlo á risa y
non pigliar fastidio; porque si uno la juega de reflexivo -y meditabundo,
es hombre muerto, y un muerto es un tonto. Si usted viera ¡qué lindo ho-
rizonte se va presentando! Y ¿quién sabe? Tal vez mirará al soslayo, y
se irá y no habrá nada. Estamos metidos en la embarcación y distantes
del puerto; no hay sino dejarnos llevar del aire que sopla; y, si es posible,
pasar la borrasca durmiendo. Escríbame usted" largo, muy largo».
Desde Madrid, en esta misma época, escribió Conde, sin duda, una
carta á Moratín á la cual es respuesta otra del poeta, en la que se vislum-
bran resistencias por parte de Mariquita á aceptar el casamiento con
Conde, las cuales quiso éste que venciese Moratín 3.
1 D. Francisco Antonio González confesor que fué después de D.' María Cristina. Entró en 1&
Biblioteca Real de escribiente en 1802, ascendió á Bibliotecario'de plantilla en 1804 y fué nombra*
do sustituto de D. Juan Escoiquiz, Bibliotecario Mayor, en 18I8, y Bibliotecario Mayor en 1821.
2 Eran unos paquetes de La Escuela de los maridos, de Moratín, de su propiedad, que esta--
ban en la Biblioteca Real, de la que Moratín fué Bibliotecario Mayor.
3 A D. José Antonio Conde. Barcelona, 17 de Abril i8i5.
Mi querido amigo: Usted ha debido adivinar la respuesta que yo daría á su carta, si se acuer*
da de mi modo de pensar en estas materias. Y* no opondré por mi parte la menor dificultad á
los deseos que usted manifiesta; pero tampoco le ayudaré á inclinar la voluntad de mi prima, ni
á persuadirla con argumentos ni consejos á que tome una resolución, de la cual depende su mal
ó su bien. Si usted hi procedido con absoluta libertad en quererla, con esa misma libertad debe
ella determinarse á corresponderle ó á despedirle. Ni usted ni ella son tontos; ustedes se cono*
cen muchos.años há, y es imposible que se equivoquen en el concepto que hayan formado el uno
del otro. Si llegó tan adelante la correspondencia, que se prometieron ustedes recíproca fe y
ahora dice que no quiere, dígole á usted que no soy yo el más á propósito para reducir á orden
y razón los caprichos de una mujer. Determine ell.i libremente, sin que nadie la apure ni la
hostigue, y tendrá segura mi aprobación, si para algo la necesiu. Lo que puedo hacer por usted^
y en favor de la verdadera amistad que nos hemos profesado siempre, e« no dfrme por enten-
dido con ella acerca de estas cosas. Usted entre tanto podrá ganar tiempo: cuando crea que es
ocasión, entonces la preguntaré si quiere ó no quiere casarse con usted; y según lo que ella diga^
así procederemos. Es inútil que yo encargue á un hombre de juicio y de honor como usted cosa
ninguna relativa á el trato que debe tener con ella durante su permanencia en esa casa: si usted
la quiere, la estimará. No le pregunto á usted nada de el estado de fortuna, porque no veo tan
adelantadas las cosas, que me disculpen esta curiosidad; pero debo decirle, para que no proce*
da en esto con la menor equivocación, que mis intertses van muy mal hasta ahora. Don Antonio
Robles podrá informarle á usted de algo de esto; y si le remitiese á usted las últimas cartas de
Córdoba, vería usted por qué raros caminos dispone la suerte que al cabo de dos años de solici*
tudes y de miseria, todavía me hallo reducido á la mayor estrechez, lie procuraro cumplir la
obligación de todo hombre honrado, que es la de pagar sus deudas, y en efecto es ya muy corta
cantidad la que me queda por satisfacer. Mi caudal actual no llegará a cinco mil reales: con ellos,
me voy manteniendo y lo demás todo está en esper.inza».
Con que, amigo mío, usted me dirá lo que vaya ocurriendo, y entre tanto, consérvese bueno*.
acompañe á ésas señoras, mitigue sus llantos, y cscriba.á menudo y mande á su afectísimo
*MORATIIf
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 461
Desde Marzo de 181 5 residió Conde en Peraleja hasta fines de Marzo
de 1816, en que se le ocurrió ir á Madrid á hacer nueva sohcitud para re-
sidir en la Corte, y en los pocos días que allí estuvo, no sólo hizo dicha pre-
tensión/sino que trató de casarse, y para que no lo llegase á entender don
Julián Pablo Conde, su hermano, que residía en Peraleja, se. retiró en
Abril á Illana. En Mayo regresó á La Peraleja ],
A esta época se refieren algunas cartas de Moratfn.
«Mucho me temo, escribía á svi prima Mariquita, que al pobre Guay-
• loli no le han dejar de vivir en paz, por más que lo procure; son demasia- .
do brutos sus paisanos; y esto de murmurar de otro, y levantarle chismes,
y perseguir y hacer daño, es tan dulce para quien es incapaz de virtud,
que por todas partes se hil|^>aif ' , " , j Incfinacióii deci Jida á ser ver-
dugos de los demás^D¿({^e de paciencia y tino para conducirse; que bien
es menester en^gf^ tiempos tan difíciles.»
De las guiones que las patronas de Conde practicaban para que se le
concediejjf licencia de residir en Madrid, y del estado poco envidiable por-
^^^ ^avesaba Conde, dan idea las siguientes cartas de Moratín.
i'a en una de ésie,<le Barcelona 6 de Septiembre de i8i5, á D.* Fran-
:isca Gertrudis IVluñoz y Ortiz, le" indica la alegría que siente por los pa-
sos que ella y su madre D.*^ María, están dandj por las Secretarías de Pa-
lacio para conseguir la licencia.
Kn otra á la misma, de Barcelona 22 de Noviembre de i8i5, escribía
Moratín: «faltándome carta de ustedes, y como ahora no se imaginar co-
sas alegres, decía entre mí: no hay remedio; esto es que se han empeñado
en sacar de las uñas del gavilán los garabatos del Moro, han vuelto á ro-
dar por las Secretarías, y á quejarse y chillar, y al cabo se han fastidiado
de ellas y las han metido en una cárcel, ó las han hecho salir de Madrid en
veinticuatro horas por sospechosas, Irancmasonas, liberales, afrancesadíis y
monederas falsas. Una carta que recibí de D. Leocadio, me sacó de estas
cavilaciones. Repito lo que dije á ustedes en otra mía: estarse quietas, y
basta lo hecho, y no tentar á la fortuna muchas veces... Nada me dicen us-
tedes de La Peraleja. Cuando escriban darán memorias de mi parte á aquel
solitario, diciéndole que un día que no esté de mal humor le escribiré.»
Y escribía Moratín á su amigo ^:
1 Carta dt D. Julián Pablo CooJe á Moratín, Reralej i y Enero de 1821.
2 Carta de D. Leandro Fernández de xMoratín á D.* María Fernández de Moratín, 3 de Mayo
año 16.
462 REVISTA DE ARCHIVOS
«Señor Conde de Montuenga: No hay quien me quite de la cabeza que
el único partido que hay que tomar con la historia moriega, es el de buscar
por ahí algún literato famélico de Tras-os-montes, que se la traduzca á
usted en gabacho (cuidando de que no le haga á usted alguna picardía), y
puesta que esté en francés, remitirla á París á sujeto de confianza que pro-
cure su venta. Yo no dudaría que esto pudiera valerle á usted tres ó cua-
tro mil libras, porque veo otras de menor importancia por las cuales se
ha sacado más. Pensar que aquí ha de publicarse con autoridad del autor,
me parece que es pedir peras al olmo. Acabó el tiempo de leer y escribir.»
Otra de Moratín.
A D." Francisca Muñoz, 26 de Junio i8i6.
«Amiga Pacita: MuchíSíKOBJe^legro de que el pobre Moro tenga licen-
cia para vivir en Madrid, y cesen sus peregrinado"^^ y *"* traoajos.
le ustedes de mi parte la enhorabuena cuando le escribaí?',, P'^° *'°"
motivo que ustedes estudian con el diablo, que tienen much»'* ^** '
que saben muy bien cuántas son cinco y donde le aprieta el zapa,
imagino las idas y venidas que habrá costado la tal solicitud; en fin,'L^
averiguada que ustedes nacieron para procuradores de los Reales Com »
JOS y no para capuchinitasde Egipto...»
En efecto: Conde residió en La Peraleja desde Mayo de 1816 hasta Ju-
lio del mismo año, en cuyo mes salió de allí con pretexto de agitar la so-
licitud para vivir en Madrid, que como acabamos de ver, lo había conse-
guido por obra y gracia de sus patronas.
Por eso Moratín le escribió la siguiente carta:
A D. José Antonio Conde.
Barcelona, 24 de Julio 181 6.
«Escribo á Mustafá, aunque la firma de su carta es de Belerifa. Pues,
amigo Moro, me alegro muy de veras de su feliz regreso de usted, y de
que esos doctos cuerpos reconozcan su miembro y se le apliquen otra vez-
Ya que está usted amenazado de no ser nada, sea usted académico, y Dios
le de salud; que con tal que usted no me escriba en la novísima ortografía,
todo se lo perdono. Ya sospechaba yo que su residencia de usted cri la pe-
ñascosa haca le había de ser poco agradable, entre las polainas de su uso
y el perro sarnoso y los tasajos de cabra; y consideré que iba usted huyen-
do de sí mismo, cuando sabía que una vez estaba mirando la cuesta de Zu-
lema, y otra se iba á bostezar á Illana, y otra se andaba trepando ó ro*
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 463
dando por las calles de Toledo la rica. Repítole á usted la enhorabuena de
haber concluido su peregrinación, y poder pasear su nariz impunemente
desde la calle del Divino Pastor á la de Argenzuela, y desde la Redondilla
á la Arrepracituela del Gato. ¿Y de libros? ¿Cuántos se han quedado en-
tre las uñas de la divina Astrea...?»
Al llegar aquí quiero hacer una observación. Las estancias de Conde
desde Marzo de i8i5 hasta Julio de 1816, están trazadas conforme á los
datos que arroja la carta de D. Julián Pablo Conde á Moratín, de Peraleja
3 Enero 1821, que más adelante inserto íntegra. Estos datos, si no en lo
esencial, en algunos detalles difíeren de los contenidos en la carta última
que acabamos de citar y más aún, de los que se relatan en la que copio á
continuación, dirigida por Moratín á su amigo Melón, en la cual, aquél re-
fiere á éste de propósito la vida de Conde, y contiene algunos pormenores
que ni están en la de D. Julián Pablo Conde, ni en la última que acabamos
de copiar. Otra advertencia: de la carta que á continuación insertamos, he-
mos aprovechado la primera parte, combinando sus datos con los de la
carta de D. Julián, que resultan entre sí muy acordes. Aunque respetamos
este trozo, no quiero privar de él á mis lectores.
A D. Juan Antonio Melón.
Barcelona, 29 de Julio, 1816.
c(Voy á contarte la historia de Conde. Conde se vino (sin que nadie se lo
mandara), y se metió en Madrid, y allí se estuvo encerrado en casa de sus
patronas, sin sacar la nariz por puerta ni ventana en cuatro meses ó cin-
co que duró el encierro. Después se fué de incógnito á su dulce Itaca; se
fastidió muy presto, y le fastidiaron y aburrieron los que en tiempo más
feliz eran sus hermanos y parientes y amigos. Fuese á Alcalá; le recibie-
ron nnuy bien aquellos doctores, y se fastidió también; luego se fué á ¡lla-
na, y le fastidiaron sus primos; después pasó á Ocaña, y de allí á Toledo,
y le fastidiaron las inscripciones arábigas; volvióse á su Peraleja; le dio
una enfermedad que le tuvo muy apurado; y por último, restablecido ya
de sus achaques, le tienes en Madrid otra vez. Pero has de saber que mien-
tras él ha andado en esas peregrinaciones, ha sido tanto lo que sus patro-
ñas han corrido de secretaría en secretaría, de magnate en magnate, que
lograron, primero la restitución de sus bienes, y después la gracia inesti-
464 REVISTA DE ARCHIVOS
rnable de residir en Madrid, en atención á su buena conducta y conoci-
mientos literarios. Ya está en la Corte; ya le han- vuelto á reconocer por
miembrq suyo las dos Academias, aunque se le ha dicho que no espere co-
locación ninguna, porque no se la darán. Falta cpntirte otro incidente. Yo
escribí diciendo que quería traerme por acá á mi prima, siquiera para te-
nfr á mi lado alguna persona á quien querer. Pues, amigo, escríbeme el
Moro diciendo: que está furiosamente enamorado de ella, que no se la qui-
•te; que le mato; que quiere casarse; y que si no se casa le lleva el demo-
nio. Aquí de mi prudencia. Abrí á Calderón; y. viendo lo que los barbas
determinan et\ ocasiones semejantes, dije: Si D. Josef Conde quiere casar-
se con D." María Moratín, y D.* María Moratín se quiere casar con D. Jo-
sef Conde, cásense inmediatamente D.* María y D. Josef. Esto resuelto, y
verificada (sin coacción ni violencia) la voluntad recíproca de los esposos,
Ó los tienes casados ya, ó lo estarán sin falta dentro de ocho días. No pue-
do ponderarte ¡cuánto me alegro de haber salido de este cuidado y obliga-
ción! que, aunque voluntaria en mí, .me he visto en muchos apuros para
sostenerla. Fíate ahora del ceguezuelo dios, si todos los pergaminos arábi-
gos y hebraicos no son poderosos á defender el pecho humano de sus dora-
das viras».
Como se observará entre el contexto de esta carta de Moratín y los da-
tos de la de D. Julián Pablo no hay contradicción: en aquélla hay más por
menor y esas estancias que Moratín cita de Alcalá, Ocaña y Toledo, de-
bieron ser salidas que Conde hizo desde La Peraleja mientras residió en-
ella desde Marzo de i8i5 hasta fines de Marzo de 1816. Pero en esa carta
de Moratín á Malón, parece dajrse á entender que en La Peraleda le dio una
enfermedad que le tuvo muy apurado, y que restablecido de sus achaques
se fué á Madrid. Y del mismo Moratín es una carta de 6 de Mayo (no tie-
ne fecha de año, que es la que nos daría probablemente la claye), dirigida
'D.*^ Francisca Gertrudis, en que le escribe.
• c(Amiga Paquita: Por fortuna' he sabido 4 un tiempo la enfermedad de
D. Josef y su convalecencia. Cuídenle ustedes mucho; que bien merece
* toda la amistad que ustedes le profesan. Probablemente estaba de muy mal
humor: así me sucede á mi cuando no estoy bueno; pero echará pantorri-
Uas y mofletes, y entonces ^'a será otra cosa. Llévenle ustedes, cuando esté
para ello, al jardín de Santa Virgine; háganle ustedes sentar en el catafal-
co y jueguen al toro y á la gallina ciega para divertirle; porque lo de Afli-
. gidos más es paca afligir que para entretener».
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 405
• ¿Estuvo enfermo en Peraleja ó en Madrid? caso de.que fuere una sola
enfermedad.— ¿Fueron dos? ¿Cuándo fué ó fueron? Me inclino á creer que
fué una sola y la duda se resolvería si supiésemos directa ó indirectamente
la fecha de año de la carta. * .
Por lo demás, ya la carta de Moratín á Melón nos anunció que á la fe-
cha (29 de Julio) ó sí no á los ocho dtas estarían casados Conde y Mari-
quita. A los ocho sencillos no, pero á los doblados si; pues se casaron en
i5 de Agosto de 1816. •
Ya S3 habrá comprendido por lo que llevo dicho, que la boda fué más
á gusto de D. Leandro que de la familia de Conde. Moratín, con aquella
malicia que ponía en todas las cosas, extrema en mi sentir esta oposición:
por de pronto, Moratín se alegró de haber salido del cuidado y obligación*
de Mariquita, y en cambio pinta con móviles sumamente mezquinos la
oposición de la familia de Conde, como se puede observar en la carta si-
guiente á su prima.
«xMariquita: No extraño que el Alfaquí quiera casarse á cencerros tapa-
dos. Por muchos motivos es conveniente tapar los cencerros, y él puede '
tener razones particulares respecto de su familia. Mira, yo conozco á las
gisntes de Jos lugares como si las hubiera parido. En mái de veinjte años
que el Moro estuvo en, la Biblioteca no hizo otra cosa que enviar dinero
á sus gentes, viviendo él con la estrechez que ustedes saben. Entonces era
el Benjamín, el idolito de su casa. ¿Qué hermano, ni hermana, ni cuñado,
ni sobrinitos, no le quisieran como á las niñas de sus ojos? Después han
cesado ya aquellas remesas; y en lugar de darles cuartos habrá tenido que
pedírselos: y esto es capaz de haber resfriado aquel ardiente aipor que
antes le tenían. Si ahora les sale diciendo: «Pues hermanitos de mi vida,
yp me caso», es lo mismo que si le dijer^: «Amigos, cesó la contribución
para siempre y voy á contraer obligaciones; y para mantenerlas debo
reclamar la parte que me toca de los bienes que ustedes disfrutan: venga
acá lo que es mío, y Dios guarde á ustedes». Si quiere evitar discordias
no debe decirles que se casa hasta que se haya casado ya. Me parece que
puede ser esta la razón que tenga para ocultar la noticia de su matrimo-
nio á sus parientes, los cuales tienen un grande interés en que no se case
jamás.» '
Estas acusaciones quedarán desvirtuadas cuando oigamos al térmi-
no de esta biografía el alegato en contra 'del capellán Don Julián Pablo
Conde.
466 REVISTA DE ARCHIVOS
Hay qu2 hacer, sin embargo, justicia á Moratín. Fuera de la anterior
diatriba, nunca habló en sus cartas á su prima de su operación matrimo-
nial: tan sólo una vez le preguntó como iba;
En cambio, las cartas que dirije á Mariquita, como siempre la llama,
están llenas de ternura, y por ellas se revela que Don José Antonio
Conde no tuvo ni desacierto en elegir esposa, ni mal gusto para elegir
mujer.
D. Leandro dio á Mariquita 1 172 reales para que se invirtiesen en com-
prar lo más necesario para la boda de su prima. Moratín dejó de dar ali-
mentos á su prima, y les cedió la hacienda de Pastrana. D. Julián Pablo
Conde les cedió los réditos de unos capitales de censos de 100.000 reales
que tenía á su favor contra la villa de Madrid, y como los fondos de ella
no estuviesen en disposición de poderlos cobrar tan presto, le hizo un li-
bramiento y le reprodujo á su hermano orden para que tómase á su cargo
cuanto se le ofreciere. La vida de Conde había de entrar en una' etapa nor-
mal aunque el matrimonio padeciese apuros. Moratín sostuvo con Conde
y con el matrimonio activa correspondencia familiar y literaria. Pero Dios
no quiso dar á Conde esposa que le sirviese de báculo en la vejez ni suce-
sión lograda que continuase su apellido. Mariquita, que en sus últimos tiem-
pos de soltera, estaba continuamente verano é invierno con achaques, es-
peraba ser madre.
Con fecha de Barcelona 2 de Noviembre de 1816, Moratín escribía á su
prima dándole gracias por los cuidados que le causaba con sus encargos de
garbanzos, etc., y por el cubierto que le mandaba de regalo: c<para acor-
darme siempre de ti y estimarle mucho, no necesito ningún otro recuerdo
que el de tu cariño y tu buena conducta».
...«Saluda de mi parte á D. Josef, y díle que cuando tenga lugar me es-
criba y me cuente cosas: novedades públicas, chismes literarios y cuanto
crea que puede entretener mi soledad. Díle también que he tenido carta de
Marchiren ^ el cual se propone pasar el invierno por allá, y esperará ver
qué le sucede á los que vengan delante, y qué felicidades logran en su ama-
da patria.»
En carta de Barcelona 18 de Febrero de 1817, dice á su prima que le
envía su retrato c<y te encargo (si has de acompañarle con el del Conde de
Montuenga), que no te valgas de ningún pintamonas»...
I D. Juan Antonio Melón.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS . 467
cíQuerida Mariquita ^: El pintor de miniaturas más sobresaliente que
había en Madrid cuando yo salí, era un holandés, llamado Ducker; si está
ahí todavía, y no está ciego ni perlático, ese podrá pintar perfectamente
bien, no sólo al Moro, sino á toda la morisma que se le pdnga delante.»
cíAmigo y señor Guayloli: ¿Con que, ahora salimos con que se ha deter-
minado usted á esperar el juicio final? Y ¡qué bien hace usted! A lo me-
nos, aunque no dure más de un día, siquiera habrá juicio, que es de lo que
más carecemos, y de camino sabrá usted entonces quid est juslitia; que
aunque muchas veces lo habrá usted explicado, como que es usted doctor
in utroque, creo y temo que hasta ahora no la ha visto ni sabe qué señas
tiene. Bueno es esperar; y ya que se vació la caja de Pandora, atengámo-
nos á lo único que quedó dentro de ella. Un día de éstos pediré á este ge-
neral una certificación de vita et moribus; si me la da, la remitiré, acompa-
ñada con nuevas preces; pero si el señor Bamba no es muy amigo de us-
ted, y por devoción á usted quiere encargarse de presentar uno y otro al
Ministro, y ser él mismo el que remita la licencia consabida, de otra ma-
nera ni por otros medios no haremos nada. Algo resistente le veo á usted
en hacer el viaje á la Cafrería 2; pero ¿qué remedio tiene? Hágale usted
una vez para no repetirle jamás. Sin embargo, mucho me alegraría de que
usted estuviese ahí todavía cuando remitiese los papeles que he dicho. Sea
usted feliz, y espere y mande á su seguro servidor.
«Memorias á D. Santiago, al Sr. Valverde, á D. Julián, á Melón, al Pa-»
dre Jacinto, á Goya, á Ceán, etc., etc., etc.» '
A D.** María Fernández de Moratín...: «Siento tus achaques, y mucho
más siento que sean inevitables; pásalos como puedas, y hazte cargo de que
á menos costa, ninguna tiene la dicha de ser madre. Por qué castiga la na-
turaleza al fin lo que tanto estimuló al principio, es cuestión que ni tu ni
yo sabemos resolver. En cuanto al inventario de Pastrana, me parece que
eso mismo viene á ser; bien hará el M*oro de irse por allá cuanto antes, y
determinar de ello. Entre otras cosas, hay dos bufetes magníficos de nogal
que nos costaron allí á doscientos reales cada uno: dígolo, porque no sea el
diablo que desaparezcan.
«Te hago donación absoluta del relox de música; pero no trates de com-
ponerle, porque máquinas de esta clase no admiten compostura; mira si
puedes engañar á algún alemán, trocándole por otro y dando algo encima,
1 En carta de D. Leandro á D.* Paquita, de Barcelona 22, de Marzo, 1817.
2 Así Uamaba Moratín i la tierra de Conde.
468 . REVISTA DE ARCHIVOS
que es el único medio de que tengas relox; bien qfue para saber á qué hora
vomitas no es necesario. Cinco años hace que yo no le tengo, y en verdad
que hasta ahora no me ha hecho falta.
»Den ustedes memorias y la enhorabuena de mi parte á D. Julián. No
dudo que cogerá los maravedises atrasados, luego que vaya obteniendo
cinco ó seis decretos para que el primero se cumpla.
»No me has dicho si has recibido un pliego que te envié, franco de porte,
con unos papelotes dentro.
»A mi señora D.* Francisca, dila que ^-qué enojos son estos? que ¿por-
qué no me escribe? que echemos pelillos á la mar y seamos buenos ami-
gos, como lo hemos sido siempre.»
A D.* María, á D. Santiago. .
«Señor Conde de Montuenga: Le regalo á usted los retratos de Petrarca
y Aretino; y diga usted á su esposa que me envíe una razón más exacta de
los cuadros restantes que están ahí, para que yo la comunique mis últimas
voluntades. Aquí está Salva, el cuñado de Malleu, el que me hizo vivir
cuando debía haberme muerto; trata de pasar los montes.»
Barcelona, 14 de Mayo, año de la fundación de España 4061.
A D.* María Fernández de Moratin.
Barcelona, 9 de Junio, 1817.
Querida Mariquita:
«Regalo el cuadro del «Triunfo del Amor» á mi señora doña Francisca
Gertrudis Auñón y Ortiz y los dos floreros largos te los regalo á ti; y no
haya envidias ni disputas ni repelamiento de greñas.
»Me alegro mucho de la remisión de muebles de Pastrana; pues yo temía
que dilatándose el ir allá, se desapareciese todo. En cuanto á las cuentas^
habrá muchísimos trabajos; saldrán sapos y culebras, y será una Babilonia.
En fin, tu me escribirás lo que resuV.e, y sabremos de una vez quien nos
ha robado.
«Guárdame los mapas con la mayor curiosidad y esmero, arrollados,
atados y cubiertos con algún trapo, para que ni el polvo ni la polilla, ni
insecto ni cuadrúpedo alguno las deteriore, y teñios ahí:
»Su pongo que ya empezarás á visitar las siete casas de la Virgen, y ha-
brás empezado la novena de San Ramón, el cual tuvo la humorada de mo-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 469
rirse sin haber nacido. Su estampa con Oremus y Kiries y dos velitas en-
cendidas (benditas y con el sello del santo), que en virtud de una corta li-
mosna te darán en la Merced, son excelente cosa para hacer parir; y en
caso de rebeldía, ahí tienes en San Luis á la Virgen de la Leche y Buen
Parto y en la Victoria te prestarán el báculo de San Francisco de Paula,
que también es eficacísimo para el mismo efecto. Con que, buen animo.»
«Amigo Mashim: No entiendo bien, aquello de la lista de que usted me
habla; supongo sólo que será una de las muchas bellaquerías que tendrá
usted que sufrir. Aquí, loado sea Dios, nadie me jeringa y si no hubiese co-
rreo, lo pasaría todavía mejor. Ha parecido en Lutecia un libróte, que me
encarece sin falta; y cuando venga, no trueco mi opulencia por la de Midas,
el de las aures asininas. Es nada menos que las tres citadas, y vueltas á ci-
tar y nunca vistas, comedias de La Thebaida, La Tolomea, y La Serafina^
impresas en Valencia, en el año i52i, esto es, cuando Lope de Rueda ju-
gaba á la rayuela y al salla tú, con otros chicos como di, en el Arenal de
Sevilla. Con esta nueva adquisición tengo ya material para unos ocho to-
mos de piezas dramáticas del primer siglo del teatro español, empezando
en Juan de la Encina y acabando por Juan de la Cueva.
))¿Cómo haría usted para trocar la casa de Pastrana por algún olivar, ó
cañamar, ó viña, ó cualquiera otra cosa que no tuviera techo? Lo que es
vendido á dinero contante me parece dificilísimo. En fin, usted verá lo
que más le convenga. Deseo saber lo que sale á luz de las cuentas de la
hortelana; me parece á mi que esta catástrofe abundará en peripecias y
anagnórisis.
)>Páselo usted bien y mande.5>
Lo de la lista de que hablan Conde y Moratín no entiendo debe refe-
rirse á la proscripción y rehabilitación de los académicos, según veremos
más adelante.
Cercana al parto nuestra Mariquita, D. Julián Pablo Conde le envió
dos onzas para envolturas, y con fecha i6 de Septiembre de 1817, le escri-
bía su hermano su desgracia y el triste empleo que le había dado á dichas
onzas para pago del funeral.
(Continuará.)
Pedro Roca.
470 REVISTA DE ARCHIVOS
LAS ESCULTURAS DEL CERRO DE LOS SANTOS
CUESTIÓN DE AUTENTICIDAD
II
Conviene mucho puntualizar cómo fueron adquiridas por el Museo
Arqueológico Nacional las antigüedades del Cerro de los Santos. Los ele-
mentos para conocer estos antecedentes son la documentación oficial con-
servada en la Secretaría del Museo y la Memoria que en 1875 publicó
el distinguido arqueólogo D. Paulino Savirón, en cuyo fiel relato de las
escavaciones y adquisiciones saltan á la vista la honradez, la seriedad y la
modestia que constituían con la entereza de buen aragonés el carácter de
aquel inolvidable compañero, artista por temperamento.
En 1871, por Febrero se recibieron en el Museo la Memoria sobre las
escavaciones hechas en el Cerro de los Santos, recien publicada por los
P. P. Escolapios de Yecla, y un número del Ateneo, periódico de Vitoria,
conteniendo cierto artículo en el que se daba cuenta de otros hallazgos
que se estaban efectuando en Palencia. Al tener noticia de uno y otro
trabajo los jefes de las Secciones del Museo Sres. D. Juan de Dios de la
Rada y Delgado, D. Francisco Bermúdez de Sotomayor, D. Juan de Mali-
brán y D. Juan Sala, dirigieron con fecha 26 de dicho mes una comunica-
ción al Director del Museo, D. Ventura Ruiz Aguilera, señalando la con-
veniencia y la urgencia de enviar personal facultativo á uno y otro punto,
con objeto de realizar* escavaciones cuyo fruto viniese á enriquecer el
Museo. El director, haciéndose eco de tan nobles deseos, pidió con fecha 28
al Ministro de Fomento los medios necesarios para llevarlos á efecto. La
superioridad respondió favorablemente, cual podía esperarse de los buenos
propósitos del Ministro, D. Manuel Ruiz Zorrilla y de la cultura del
Director de Instrucción pública, D. Juan Valera, el cual comunicó que
por R. O. de 20 de Marzo se confería una comisión á los Sres. Malibrán,
Savirón y Rodríguez Villa para que fuesen á Yecla é hicieran allí esca-
vaciones y adquisiciones; y otra concesión análoga á los Sres. Rada y Sa-
las Dóriga para que desempeñaran idéntico cometido en Palencia, asig-
nando á cada comisión mil quinientas pesetas para los gastos.
Pero no se efectuaron entonces estos viajes, sino que quedaron aplaza-
dos, sin duda porque el Gobierno debió estimar más urgente preparar al
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 47I
nuevo Rey D. Amadeo la inauguración del Museo, lo cual exigía de su
personal la terminación de las instalaciones.
Dicha ceremonia se verificó el día 9 de Julio de aquel año.
Efectuóse la expedición á Yecla en Otoño. El Director del Museo d.ce
al Ministro en una comunicación del 1 1 de Septiembre, que dos días antes
había recibido los fondos necesarios y que debe dejarse sin efecto la desig-
nación del Sr. Rodríguez Villa por hallarse éste enfermo. El i3 anuncian
que salen para dicho punto los comisionados Sres. Malibrán y Savirón.
El 27 dan estos cuenta de sus trabajos al Director del Museo: han adquirido
«cuarenta objetos de piedra entre estatuas, otras esculturas y fragmentos,
todo ello de un interés indisputable, para la historia y el arte de los prime-
ros tiempos, en la suma de 2,5od reales»; pero añaden que por haber reci-
bido algo tarde el permiso (que efectivamente consta en carta de fecha 21)
del Marqués de Valparaiso para hacer escavaciones en el Cerro de su pro-
piedad, tocaba á su término el plazo de i5 días señalado para el desempe-
ño de la comisión, por lo cual encarecen la conveniencia de que la superio-
ridad facilite la prosecución de los trabajos. Así lo significa al día siguiente
el Director al Ministro, el cual por R. O. de 3 de Octubre, le comisiona
con el Sr. Savirón para escavar en el Cerro, Practícanlo en efecto saliendo
de Madrid el 25 de dicho mes y regresando el 26 de Noviembre. El crédito
concedido para esta comisión fué de 2,5oo pesetas, de las cuales paga-
ron 1,100 al Sr. Amat por la adquisición de varios objetos que enumera
de esta suerte en el recibo: (fecha 28 Octubre) «Cuatro estatuas de piedra,
varios fragmentos de otras, catorce cabezas, un toro de piedra, un vaso de
piedra, diferentes vasitos de cerámica» y otros objetos de distinto género, ,
«adquiridos todos en la provincia de Albacete y Murcia». Otras cantidades
fueron invertidas en comprar objetos á varias personas. Y por donación
del P. Sasalde y del Sr. Amat aumentó la comisión el número de las esta-f
tuas del Cerro.
El Sr. Savirón en su memoria describe primeramente aquel paraje de
la provincia de Murcia. Dice así: «A una le¿;ua del pueblo de Montealegre,
siguiendo la anchurosa cañada que flanquean diferentes cordilleras, poyr
cuyo pie corren las aguas torrenciales, pasando junto á Yecla ,^ y se dilatan
en extensas llanuras hasta desaguar en la costa de Alicante, se halla el
Cerro denominado de los Santos desde tiempos antiguos, por los restos
de esculturas que han ido apareciendo en su superficie al menor movi-
miento de tierras que se ha hecho en aquel corto espacio; está situado
3.» ápocA.— TOMO nii. 34
472 REVISTA DE ARCHIVOS
á 38^ 45' de latitud y á 2^ 26' de longitud E. del Meridiano de Madrid, á
un kilómetro de la línea divisoria de las dos provincias de Albacete y
Murcia.»
Hace notar que sobrepujan, en altura al Cerro los montes que le ro-
dean entre los cuales descuella el llamado del Arabi, que se halla al Sur
y no pasa de 5oo metros sobre el nivel del mar; que entre aquellas emi-
nencias hay algunos túmulus; que la situación del Cerro es «hacia el
medio de la cañada, como sí continuas avenidas, en la sucesión de los
tiempos le hubieran cargado de terreno de aluvión hasta lograr su aisla-
miento del Arabi, del cual se deriva. Su extensión mayor de Sur á Norte
es de 180 metros; de 85 su altura de Este á Oeste, menos en su descenso á
la cañada, que no excede de 35 metros. Su altura mayor es de 3o metros;
25 cuenta la menor »
«Una ligera capa de tierra vegetal cubre otra de piedra calcárea, lla-
mada c:i el país tosca, que varía hasta los 14 centímetros de irregular es-
pesor; y forma el fondo del monte la roca de finísimo grano, hallada en
todas las cercanías, que prestó excelente materia para las construcciones
y estatuaria del antiguo Adoratorio, Aunque poblado de muy atrás por
espesa vegetación, sin duda fué consecuencia del incendio y de las devas-
taciones ocurridas en anteriores tiempos, y á ella se debe la conservación
de los restos del monumento del ya famoso monte. Sábese que en dos épo-
cas diferentes las llamas redujeron á cenizas su espeso arbolado, el cual
siempre volvió á brotar con lozana vida, llegando hasta tiempos cercanos
á nosotros. En su espesura, según relación de personas ancianas del país,
no podía entrar el ganado para aprovechar sus pastos. En el año i83o se
hizo un corte general de árboles; y desde entonces, arrastradas las tierras
por las lluvias y recias avenenidas, fué descubriéndose la ya descarnada
cima, presentando algunos restos de antiguas construcciones y fragmentos
esculturales, ocultos hasta entonces.»
Da cuenta después el Sr. Savirón de sus escavaciones, empezando por
describir el Adoratorio ó templo, construcción de planta cuadrilonga, de
i5"»6o de longitud por 6"™90 de anchura, con su ingreso ó /^romios al E.
de 2"^68 6"^, con dos gradas en el ingreso; la construcción de piedra,
compuesta de sillares de unos 2"* de longitud, sentados sin cemento, por
hiladas regulares, siendo dobles los muros de la celia ó santuario, y ios
cimientos de hormigón. aEl interior del edificio, dice, destruido por pró^
ximas anteriores ezcapaciones; ncs revela que el piso firme, ó sea el (^vi-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 478
mentó de mosaico, se halla á mayor altura porque el macizo de la roca
calcárea rebosa la línea del cimiento de los sillares, que subsisten fijos, s¡
bien con alguas desigualdades de profundidad de aquélla....»
Apesar de esto halló pequeños ladrillos romboidales, vasos de barro
cocido negro y alguna fíbula, todo lo cual considera romano.
Señala otros vestigios arquitectónicos, desde el costado de aquél, hacia
el S. y describe luego minuciosamente los trabajos de desmonte practica-
dos desde distintos puntos de la base del Cerro hasta el Adoratorio, pre-
cisando las estatuas ó fragmentos de ellas, piezas de bronce y cerámica
que por fruto de tales trabrajos logró descubrir, siendo de apreciar la es-
crupulosidad y el acierto con que supo dirigir el Sr. Savirón á los opera-
rios, los cuales marchaban de abajo á arriba para que el mismo desprendi-
miento de la tierra arrastrara los objetos, evitando fatales golpes de aza-
dón. Removió de esta suerte hasta la roca hallando los objetos á profun-
didades varias desde 5o centímetros á cerca de 4 metros.
En el curso de las excavaciones dos accidentes de importancia le fue-
ron revelados por sus distintas huellas: uno fué el incendio acaecido sin
duda en tiempos primitivos, el cual debió destruir aquellas construcciones
anejas al templo y calcinó algunas esculturas; el otro fué, lo movido de
las tierras, claro indicio de las rebuscas, efectuadas antes de la llegada de
la comisión. Fruto de ellas, logrado por la parte occidental del Cerro eran
las estatuas á la sazón depositadas en la Admistración del Conde de Mon-
tealegre, en Yecla, otras que adquirió el Museo c<por compras hechas á
particulares, y algunas más, pocas>^, que poseían, en las cercanías del
Cerro ovarios nocturnos merodeadores».
Lo que pudo hallar el Sr. Savirón, fueron los restos que «existían en el
Cerro de los Santos, ó mejor dicho habían permanecido ignorados á pesar
de anteriores exploraciones llevadas á cabo por D. Vicente Juan y Amat
y otras efectuadas por orden del señor propietario de la finca».
Falta de medios la comisión para prolongar sus trabajos al pie del Ce^
rro y áz\ monte Arabí, en el paraje que á juzgar por algunos restos halla-
dos supone el Sr. Savirón que fué donde estuvo asentada la población que
prestara culto en aquel Adoratorio, resolvió abandonar dicho punto; pero
antes hizo entrega al Administrador del Conde deMontealegre de los objetos
descubiertos, menos los que por mutuo acuerdo quedaron para el Museo.
Describe después el Sr. Savirón, separadamente: primero, los objetos
más importantes por él descubiertos; segundo, los adquiridos por compra
474 ' REVISTA DE ARCHIVOS
en la primera expedición á Yecla; tercero, las «adquisiciones por compra
en las comarcas de Yecla, y donación debida á la generosidad del ilustrado
catedrático P. Carlos Lasalde,» y por fin una estatua, adornada con sím-
bolos astronómicos, «cedida generosamente, á una sola indicación de los
comisionados, al Museo Arqueológico, por D. Vicente Juan y Amat»).
Vuelve á ser comisionado, el Sr. Savirón, por Jl. O. de 17 de Junio
de 1875, para visitar otra vez aquellas comarcas y adquirir nuevas estatuas,
lo que realizó en efecto el 6 de Julio siguiente y da cuenta de ello en un
apéndice á su memoria. Pero existe inédita otra memoria del mismo diri-
gida al gobierno, en la que, sin sombra de jactancia, pone de relieve el
celo y el patriotismo con que procedió, para conseguir que el Sr. Amat
cediera de sus exageradas pretensiones en el precio que ponía al magní-
fico jarrón árabe y á treinta estatuas del Cerro, Adquirióse todo al fin en
lote, en la suma de quince mil pesetas, sin mediar tasación de cada uno de
los objetos. Se comprende que más de la mitad de dicha suma corresponde
al jarrón.
Todavía en Marzo de i885, en otro lote de objetos adquiridos al ^eñor
Amat, ingresaron en el Museo trece piezas más de Yecla!
De todo ello, resulta que el Museo posee unas 566 piezas, de las cuales
cerca de 3oo son esculturas, y que el importe de las adquisiciones suma
unas 3.000 pesetas, que con los gastos de las comisiones hacen subir a S.ooo
pesetas la cifra total de lo que costaron al gobierno las antigüedades del
Cerro de los Santos,
III
Las antigüedades descubiertas en el Cerro de los Sanios tienen extensa
bibliografía que no se dispensaron de repasar los escritores que en los
últimos años se ocuparon de aquéllas, y con menos razón podemos dispen-
sarnos nosotros, puesto que tratamos de esclarecer todos los extremos del
asunto.
Enumeraremos los trabajos de autores españoles y después los de auto-
res extranjeros, por el orden de su aparición.
El punto de partida fué una reseña, fechada en Corral Rubio á 3i de
Enero de 1860, de las ruinas del Cerro de los Santos, por el artista Sr. Don
Juan de Dios Aguado y Alarcón, que las había visitado el 28 de dicho mes;
reseña que acompañada de dibujos reproduciendo algunas de las estatuas
descubiertas dirigió á la Academia de Bellas Arles de San Fernando, la
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 475
cual por acuerdo tomado en sesión de 29 de Octubre siguiente la trasmitió
i la Academia de la Historia.
Por el pronto las excitaciones del Sr. Aguado para que se hagan exca-
vaciones no son atendidas. Pero se publican sus noticias y dibujos, en el
trabajo siguiente, primero que salió á luz referente al asunto.
Algunas consideraciones sobre la estatuaria, durante la monarquía
visigoda, por D. José Amador de los Ríos. — El Arte en España, 1. 11 (i863),
páginas i3 á 18 y lámina litográfica, que reproduce ocho fragmentos, por
los dibujos del Sr. Aguado y Alarcón. — El estado en que este investigador
halló aquellas ruinas, es el primer dato positivo que hallamos en el trabajo
del docto académico, pues dice que en las vertientes del Cerro se descu-
brían gruesas gotas de plomo y derramados por la cuesta algunos sillares
ele fábrica descantillados, indicando que aquel edificio debió *scr destruido
por un incendio «y en tiempos no muy lejanos sometido al rigor de in-
doctas é interesadas excavaciones»; en la meseta se veían sillares ha-
cinados, montones de sillarejos, cascos de vasijas «de barro saguntino»,
trozos de mosaico formados de cubos de mármol durísimo, blanco y gris,
y crecido número de cabezas, troncos y pedestales de estatuas, derribados
^por el suelo. Cree Amador de los Rios que el edificio era un templo cris-
tiano, un Martyrium, y ante la imposibilidad de identificar quiénes fue-
ron los mártires cuyas estatuas supone las descubiertas, lamenta la pér-
dida de una inscripción en caracteres latinos, opero de tan difícil lectura
para los que lograron verla, que nada dedujeron de ella, condenándola
acaso á ser destruida, por acusar su inexperiencia y su ignorancia.» De
las diez y ocho estatuas descubiertas solo le es dable examinar los ejem-
plares de la lámina, tres cabezas y cuatro grandes fragmentos. Encuentra
las estatuas en cuestión un tanto desproporcionadas «bien que revelando
«1 anhelo de respetar y conservar las tradiciones del arte clásico,» y ana-
liza los caracteres indumentarios valiéndose de las descripciones que hace
de los trajes de la época visigoda el prelado hispalense S. Isidoro en las
Etimologías, especialmente en lo que dice De ornamentis capitis fcemi-
narum.
En cuanto al aspecto artístico, bien que creyéndole manifestación ine-
quívoca de la época visigoda, dichos monumentos le enseñan que «iban
desapareciendo poco á poco las grandes máximas del arte, alterándose las
proporciones, desnaturafizándose las líneas, y perdiéndose la verdadera idea
de la belleza en el desnudo, principalmente en las manos, que no pueden
476 REVISTA DE ARCHIVOS
ser de traza más infeliz»; encuentra la ejecución amanerada y monótona,
encerrado el arte en una rutina de la que ^lo podía esperarse .su deca-
dencia. Apreció, en suma, de un modo muy justo los caracteres; solamente
se equivocó en cuanto á la época.
Memoria sobre las notables excavaciones hechas en el Cerro de los
Santos, publicada por los PP. Escolapios de Yecla, Madrid, 1871. Folle-
to de 71 páginas, en 8.^ mayor. — Esta curiosa cuanto rara publicación, de-
bida según creemos, á la ilustrada pluma del P. Carlos Lasalde, es la pri-
mera en que se asigna un origen anteromano á dichas antigüedades, que
supone obra de la gente bastitana, refiriéndose á ello con estas palabras:
«El pueblo cuyos restos nos ocupan, vino á España por el África, muchos
siglos antes que esas naciones (los bárbaros) arribaron á nuestras costas,
i tal vez antes que esos pueblos existieran en los países en que llegaron a
tan alto grado de prosperidad. No nos atrevemos, sin embargo, á negar
del todo la influencia que los fenicios pudieran ejercer posteriormente
igualmente que los griegos en el gradual perfeccionamiento de su civili-
zación, de origen al parecer egipcio, como lo demuestran principal-
mente las estatuas mui imperfectas en un principio, i bastante acaba-
das luego; pero ignorando siempre el natural i hasta las más esenciales
nociones anatómicas, que conocían mui bien los hasta el presente tenidos
por colonizadores de nuestra península.» Describe luego el Cerro y suce-
sivamente los objetos encontrados: cerámica, piezas de metal y estatuas,
acabando con un estudio del pueblo bastitano. De los vasos de barro hace
un análisis técnico, interesante, estableciendo un primer grupo de vasos
toscos y negros por defecto de la misma coción, otro grupo de vasos de
mejor elaboración, en cuya pasta halla fragmentos de carbonato de cal
«tan abundante en el país,» algo de sílice y grande cantidad de óxido de
hierro «que en unión con las sustancias orgánicas les dan un color bastante
oscuro ó negro, según las proporciones;» otro grupo de vasos que revelan
notable adelanto, pues disminuyen en su pasta aquellas sustancias y abunda
la arcilla plástica, produciendo un barro negro, muy fino y bien cocido,
de una sola y delgada capa ó de dos, la esterior clara; y por fin vasos de la
misma clase decorados con barniz rojo, pardo ó gris de óxido de hierro.
Hace notar que todos los vasos son pequeños y de grandes se hallaron frag-
mentos que parecen determinar forma esférica.
Da luego cuenta de los objetos de metal, armas de hierro, de las usadas
por los españoles, hojas de lanza, dardos, espadas, puñales y fragmentos
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 477
que sospecha si serían de mazas; numerosos anillos de latón, probable-
mente usados para sujetar las flechas á sus astas; desproporcionados ido-
Hilos y otras figuras de bronce humanas ó de animales, en especial de toro,
anillos y fíbulas y los consabidos grandes trozos de plomo. Las armas, que
debieron ser ofrendas depositadas en aquel sagrado lugar por los guerre-
ros bastitanos se hallaron dice cerca de las ruinas del edificio principal y
lejos de las estatuas.
Las estatuas de piedra dan más campo á las observaciones del autor,
el cual cree distinguir en ellas un pcoceso de arte que se manifiesta en tres
¿pocas; la primera de figuras toscas, «verdaderos cilindros de piedra,» la
segunda en que se advierten los brazos dz relieve y ciertos detalles de los
trajes, y la tercera en que las proporciones, el modelado y la disposición
de los accesorios han llegado á cierto perfeccionamiento. El estilo le pare-
ce participar d2 una influencia egipcia. Se pregunta qué significación tie-
nen estas estatuas, en las que al cabo cree ver representaciones de sacer-
dotes y magistrados. Describe también las estatuillas de toros y caballos,
á veces dispuestos en grupos de á dos.
Advierte que algunas estatuas llevan sobre el pe:ho una inscripción,
«todas diferentes, de letra turdetana.»)
Y acaba con largas consideraciones sobre la extensión, historia y cos-
tumbres del pueblo bastltano.
Monumentos prehistóricos de Yecij, serie de cinco artículos de D. José
María Domenech, en el periódico de Madrid La Esperan¡{a, de 19 y 26 de
Noviembre, 2, 11, 12 y 23 da Diciembre de 1872. — Concede al Ádoratorto
«gran valía histórica, para unir el eslabón que separó la Europa de la gran
cadena de las generaciones orientales». Reconoce el carácter oriental de
las esculturas, cuyos símbolos le parecen panteísticos. Encuentra que no
tienen nada de los aborígenes ni de cristiano, ni de persa, y fijándose en la
simbologi'a, especialmente en su aspecto cosmogónico, visible en las figuras
de sol, luna y estrella que adornan algunas estatuas, concluye que el templo
de Yecla lo fundaron los fenicios. Supone (valiéndose como dato de fecha
de la representación del navio Argos, cuya expedición se supone efectuada
de ochenta á cien años antes de la guerra de Troya) que esta fundación
acusa una antigüedad de treinta y tres siglos por lo menos». Habla de ex-
ploraciones de unos valencianos y de que dicho hallazgo había despertado
interés á los ingleses. Atendiendo á las inscripciones reconoce tres perío-
dos en la vida del santuario: el primero fenicio, el segundo griego y el úl-
478 REVISTA DE ARCHIVOS
timo latino. Encuentra que las estatuas romanas están esculpidas por los
mismos cinceles fenicios^, pues son de la misma escuela que las anteriores,
de donde deduce que el santuario existió algún tiempo en armonía con los
romanos después de la llegada de Escipión, y no debió durar mucho tiem-
po más.
Antiqínties of Yecla, artículo de D. Juan Facundo Riaño en la revista
de Londres Atheneum,dQ 1872, vol. II, pág. 23. — Después de dar cuenta
del descubrimiento y de los caracteres de las estatuas, indica que éstas
pueden ser atribuidas á la época de ía filosofía gnóstica, correspondiendo,
por lo tanto, al siglo iii ó iv antes de nuestra Era.
Consideraciones sobre dos medallones hallados en el Cerro de los San-
tos, Yecla, por D. José Biosca Mejía. Memorial numismático español. Bar-
celona. T. III (1873), págs. 208 á 2i5, lám. VI, litográfica.— Describe un
medallón de bronce, que lleva en el anverso cabeza barbada y laureada
(tal vez Júpiter), mirando á la izquierda, y en él reverso sacerdote arro-
dillado, mostrando en las manos un adoratorio con una triada cuyo padre
es Ammon (por donde halla el ^utor la identificación con Júpiter); leyen-
da griega. Estima que estos medallones son de «origen greco-egipcio», y
fijándose en la mezcla de elementos egipcios y griegos de la religión de los
cartagineses, data de la dominación de éstos el c<templo gentílico fuera de
poblado», existente en el Cerro y el medallón. Pro'mete ocuparse del se-
gundo medallón en otro artículo, que no llegó á publicarse.
El Tesoro de Montealegre, — Apuntes sobre las antigüedades del Ce-
rrdde los Santos, por F. Danvila. El Tiempo, núms. 171^^, 1719 y 1720,
días 10, 1 1 y 12 de Diciembre de 1874. — Tiene noticia de los hallazgos por
la memoria Je los padres escolapios, y lamenta no se hubiese publicado
la memoria de la comisión del iMuseo. Por aquélla da noticia del sitio, da
cuenta de las esculturas, etc., y de los dgs grandes bronces que le enseñó
el Sr. B. (Biosca), d'stinguido arqueólogo valenciano. Encuentra el templo
de carácter griego. Cree los vasos cerámicos productos indígenas de distin-
tas procedencias, denotando sus incisiones y relieves influencia oriental.
Lo mismo descubre en el estudio de las estatuas, respecto de las cuales
dice: cLa actitud, la diferencia de tamaño, la diversidad de trajes, el gran
número de dichas estatuas y la ausencia de todo signo qu3 indique la re-
presentación de la Divinidad, nos fuerza á convenir en que son objetos
votivos, tal vez representaciones de los sacerdotes, caudillos ó principales
individuos de los pueblos que practicaban el culto del dios adorado en
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 479
Montealegrei). Encuentra el arte de las esculturas fenicio ó de carácter
fenicio, con lo cual halla justificadas las influencias egipcias, y pretende
que los sarcófagos de Sidon existentes en el Louvre «presentan una espe-
cial semejanza con las estatuas de Montealegre». Analiza detenidamente
la indumentaria, en la cual encuentra «indudable filiación oriental, con
algún accidente que señala la época del progreso de la influencia griega
en la fabricación y en el arte.»
Combate el supuesto de que los símbolos respondan al culto del dios
pérsico Mithra, y los cree de un culto heliaco de origen asimismo oriental
que debió ser culto del Hércules tirio ó de Baal, y sus manifestaciones fe-
meninas. Indicando que para sentar una opinión definitiva sería necesario
reunir todo lo descubierto, resume su opinión diciendo: «que el edificio de
Montealegre fué un templo levantado por los habitantes de nuestro país
durante los siglos iv ó ni antes de Jesucristo al Hércules tirio y sus mani-
festaciones femeninas», y no inclinándose á admitir «que la diferencia de
objetos indica el paso de diversas civilizaciones por el Cerro de los San-
tosf>^ encuentra que «aun las figuras y símbolos que presentan señales de
la influencia romana, y que pueden creerse menos antiguos, son de una
ejecución grosera y pertenecen al mismo arte que los demás». También se
ocupa de las inscripciones.
Estos artículos, más propios de una revista científica que de un perió-
dico político, revelan conocimientos y buena orientación en su autor.
Noticia de varias excavaciones del Cerro de los Santos, por D. Pauli-
no Sav i ron y Estevan; artículos publicados en la Revista de Archivos,
Bibliotecas y Museos, primera serie, tomo V (iSjS), ípágs. i25, i6i, igS^
229 y 245, con cinco láminas dibujadas y litografiadas por el autor. Ti-
rada aparte, en 12.®, muy rara. — Esta memoria, de que ya hemos dado no-
ticia á los lectores, por ser el fundamento obligado de cuanto se ha escrito
y se escriba acerca de la materia, no ha menester otro encarecimiento de
su importancia y su mérito. Es la relación verídica del hecho científico y
la fuente de información necesaria para clasificar las antigüedades del
Cerro de los Santos. La escribió su autor en cumplimiento de io que esti-
mó desde luego un deber, para dar cuenta de cómo le había cumplido.
Leyendo sus palabras se deja comprender que ni ¿1 Gobierno ni el Museo
pudieron conceder presupuesto para publicar con el carácter oficial debi-
do ese trabajo que importaba á todos. Pasaba el tiempo, la memoria no se
publicaba, llegó el año 1876 y preparó el Sr. Rada y Delgado su discurso
480 REVISTA DE ARCHIVOS
de ingreso en la Academia de la Historia sobre el mismo tema. Entonces
el Sr. Savirón no esperó más, comprendió que debía adelantarse á publi-
car lo suyo y lo consiguió en la Rmvista. El primer artículo salió en el
número de 20 de Abril y el último en el de 5 de Agosto. La recepción del
Sr. Rada se verificó el 27 de Junio.
El derecho de prioridad era legítimo en el Sr. Savirón; pero el no as-
piró á clasificar las esculturas: se.iala la divergencia de pareceres formu-
lados ante ellas, inclinándose al más corriente, que las relacionaba con
((Orientales ritos». Hace historia del hallazgo y del Cerro, da cuenta de las
excavaciones por el planteadas y dirigidas, y, por fin, describe las anti-
güedades traídas al Museo. El ojo de artista y el recto juicio del hombre
avaloran esta memoria hasta en los menores detalles de su texto, y asimis-
mo son estimables sus láminas, que revelan la buena elección de las pie-
zas. No desconfió Savirón ni un momento de la autenticidad de lo que
en Yecla le ofrecieron. Convencido del valor arqueológico del conjunto,
describe con riguroso método y exactitud las piezas reunidas.
El catálogo de ellas nos será muy útil á su tiempo.
Antigüedades del Cerro de los Santos en término de Montealegre.
Discursos leídos ante la Real Academia de la Historia en la recepción
pública del Sr. D. Juan de Dios de la Rada y Delgado el día 27 de Junio
de 1875. [Contestación de D. Aureliano Fernández-Guerra y Orbe.] Ma-
drid, Fortanet, 1875. 4.", 1S6 págs., el plano del Cerro, levantado en 1871
por D. Paulino Savirón, xxx láminas representando varias esculturas y
objetos procedentes del dicho paraje, dibujadas y litografiadas por J. Bus-
tamante, y un mapa de las Regiones antiguas del Sudeste de España, por
D. Aureliano Fernández-Guerra. — El trabajo del Sr. Rada estuvo consi-
derado durante mucho tiempo como el más completo que se hizo sobre las
antigüedades de que nos ocupamos. Más que un discurso, hasta por su
forma y por ir acompañado de láminas, es un libro. E'ncierra un doble
estudio artístico y epigráfico. De éste nada diremos, pues con ser tan ex-
tenso y acaso en el que puso más empeño el autor, carece hoy de interés
y nada significa para nuestro punto de vista, que es el artístico, y en el
cual está el valor del estudio del Sr. Rada. Para comprenderlo basta in-
dicar una circunstancia que le favoreció notablemente. Mientras se había
efectuado la inauguración del Museo Arqueológico y las expediciones del
Sr. Savirón al Cen'o de los Santos, el Sr. Rada había efectuado, en virtud
de comisión oficial, su viaje á Oriente. Había visitado la isla de Chipre á
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 48 1
tiempo que Cesnola comenzaba sus famosas excavaciones, con las que
llegó á poner de manifiesto una nueva página del arte antiguo, un estilo
desconocido, mezcla de elementos orientales y griegos. Tan extraña reve-
lación hirió, como no podía menos, la viva imaginación del Sr. Rada, el
cual, comprendiendo la importancia de lo que veía, se procuró algunos
ejemplares de antigüedades chipriotas que trajo al Museo, donde enrique-
cen la sala oriental de la Sección I. Al regresar con esos objetos y ver en
el Museo los recién traídos del Cerro, el Sr. Rada advirtió enseguida entre
los primeros y los segundos una relación que le hizo entender eran unos
y otros productos semejantes de análogas circunstancias históricas. Era
muy pronto para que la ciencia pudiera decir todo lo que hoy sabemos
respecto de esa relación artística, tan fecunda entre el Oriente y la Grecia.
No pudo, por consiguiente, el Sr. Rada adelantarse á su tiempo, ni trató
de fundar una ley científica en el fenómeno que descubría. Pero le hizo
notar, como asimismo las analogías de estilo entre las estatuas del Cerro
y las chipriotas.
No analizaremos el trabajo del Sr. Rada, de todos conocido. Dejando
para el final del presente lo que en particular dice de las estatuas princi-
pales del Cerró, expondremos sumariamente sus conclusiones.
El Sr. Rada, procediendo <(de lo más próximo á lo más remoto»,
halla estatuas seguramente romanas (las vestidas con túnicas y mantos y
otras), observando en algunas caracteres greco-romanos. aCon estas es-
tatuas—dice— forman adecuado maridaje las muchas fíbulas y lucernas,
idolillos, lanzas y otros objetos... indudablemente romanos, que se encon-
traron en las primeras capas de las excavaciones». «Hecha exclusión de es-
tas estatuas — continúa — las demás, en medio de las diferencias que en su
tocado ofrecen, presentan un carácter cpmún que las enlaza, y que hace
volver la vista del arqueólogo pensador á las regiones del arte egipcio.»
Después de precisar los caracteres generales establece tres grupos artísti-
cos: uno de cuatro figuras cuyas líneas, actitudes y prendas indumentarias
son c(marcadamente egipcias», y que representan divinidades; otro grupo,
más numeroso, al que pertenecen las figuras de mujer con las copas, las
sentadas é imágenes simbólicas, como la esfinge, el escarabajo, el toro, el
obelisco, observándose en las estatuas, «sobre una base marcadamente
egipcia, trazos característicos griegos, y en lo relativo al indumento, in-
fluencias asirias», que también se observan en obras arcaicas griegas, ci-
tando á tal propósito el plegado simétrico del manto en el relieve de la
482 REVISTA DE ARCHIVOS
mujer subiendo á un carro, del cual relieve, hallado en la acrópolis de
Atenas, había traído un vaciado el Sr. Rada al Museo Arqueológico. El
tercer grupo es el romano.
Encuentra en aquellas estatuas femeniles, objeto principal de su estu-
dio, el arte egipcio y el griego bastardeados por extraños elementos, tanto
en los rasgos fisionómicos en que halla un tipo étnico indígena cuyo
recuerdo cree encontrar en las mujeres murcianas, como en los sím-
bolos y objetos que llevan y que recuerdan ora al Egipto ora á la
Asiria.
Se extiende en el examen de muchas piezas de la colección para dedu-
cir la religión, lengua y conocimientos astrológicos y matemáticos propios
de aquel centro de culto, y acaba sentando por conclusiones que el tem-
plo, de planta griega, debió estar dedicado al Sol: que cerca, en la parte
más alta del Cerro, debió haber un observatorio astronómico; «templo y
observatorio en el que viviría un colegio de sacerdotes orisiacos é isiacos»
poseedores de la ciencia de los caldeos, llamados por otro nombre magos
ó matemáticos: que aquel templo y aquella acrópolis debió pertenecer á
una de las tres ciudades fundadas por colonias jónicas que al O. del Júcar
(Suero) se levantaban, según los textos de Artemidoro citados por Esteban
de Bizancio y de Estrabon, Dianium, fíimeroscopium y Alonis, apelli-
dando el primero á la segunda de éstas, Ciudad de celtíberos: que los grie-
gos autores de aquellos monumentos debieron traer consigo una colonia
de egipcios ó haber ellos mismo permanecido mucho tiempo en el vasto
imperio de los Ptolomeos de Egipto, recibiendo directas influencias de lo§
asirios ó caldeos, como casi todos los pueblos de las orillas del Mediterrá-
neo: que el templo y observatorio debieron edificarse casi al mismo tiem- *
po que el de Diana de la vecina Denia, perseverando hasta la época ro-
mana, alcanzando gran boga en la primera mitad del siglo iii hasta su
destrucción, á fuego y hierro probablemente, por el decreto de Teodosio
contra los templos gentílicos, durante cuyo largo período fueron dejando
huellas de su civilización y de su culto, egipcios, asirios ó caldeos, grie-
gos, ibéricos, fenicios ó púnicos (como lo demuestran los exvotos de ca-
ballos y jinetes) y romanos: que las mismas figuras revelan distintos pe-
ríodos artísticos, si es que las que puedan parecer más primitivas por su
rudeza no son de la misma época que otras de mejor artje, pero debidas á
cincel de pésimo artífice, como sucede en todas las épocas y en todas las
naciones; y por último que parece personificar toda la amalgama de reli-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 488
giones que allí se descubre, la tosca estatua de Hércules sobre el cancer-
bero ea el país del Hércules gaditano.
En la Contestación, el Sr. Fernández Guerra, valiéndose de un plano
del Sr. Coello y de los datos que halló en los Vasos apolinarios y en el
Itinerario de Antonino cree demostrar que el lugar de tales hallazgos co-
rrespondía á la ciudad de Elo, cuyo «alcázar ó capitolio» estuvo en el
Monte Arabí y en el Cerro de los Santos su barrio de Palé, donde debió
existir un hemeroscopio ó colegio sacerdotal con su observatorio diurno.
«Alzábase ¿7o, escribe, hacia el último contín boreal de los Mastianos ó
Massianos, región, como dice Teopompo, agregada á la Tartéside, los cua-
les, á fuer de primeros pobladores quizá, hubieron de hacer suyo el es-
pléndido territorio que se dilata desde las victoriosas márgenes del Salado,
en el Estrecho de Gibraltar, hasta más arriba de Alicante»). Asigna á aque-
lla tribu origen asiático, y sigue la historia de las poblaciones de gente
jonia y gente fenicia en aquella comarca, luego cartaginesa, después ro-
mana y por fin visigoda, indicando que el rey Leovigildo fué quien en 5jj
entró por ella á sangre y fuego,- y llegando á señalar un obispo elotano.
Cree, como Rada, que las doctrinas egipcias fueron el alma del centro de
culto cuyos restos dan lugar á este estudio, y al ver que las monedas allí
descubiertas no pasan del siglo de Constantino y Teodosio, entiende que
entonces «á mano airada cayó el templo y derritió el incendio la cubierta
y el revestido de cobre de las puertas y muros».
La lectura solemne de estos discursos, que pareció venían á descifrar
un problema de la maycr trascendencia en las ciencias históricas y como
á levantar el velo que cubría nuestro pasado ante-romano, fué señalado
como acontecimiento científico de primer orden. Así lo demuestran los
artículos bibliográficos que les dedicaron escritores distinguidos. Véanse
en sustancia las opiniones emitidas.
Recepción del 5r. D. Juan de Dios de la Rada y Delgado en ¡a Real
Academia de la Historia, por J. V. (José Villaarail y Castro). La Iberia,
número 575o, 29 de Junio de 1875. — Encuentra el trabajo del Sr. Rada
más analítico que sintético en razón á haber tratado con excesivo aisla-
miento unos objetos de los otros, por lo cual tuvo que «recurrir á consi-p
derar como exvotos los rastros de diversos artes y como huellas sucesivas
de diferentes civilizaciones las qu2 acusan diferentes artes». No halla tam-
poco establecida en el discurso la relación que debió existir entre el ar-
caico templo próstilo y las estatuas.
484 REVISTA DE ARCHIVOS
«Parécenos tambicín — dice — que no hubiera sido enteramertte imperti-
nente detenerse un momento á tratar de conciliar los caracteres extraegip-
cios que ofrecen las estatuas que se consideran como de este arte, con los
de las esculturas pertenecientes á otros artes y éstas entre sí, y aun inten-
tar romper el dique que opone la epigrafía para sincronizar (permítasenos
la palabra), todos los monumentos encontrados; á la vez que se establecía
la oportuna separación entre unos y otras, según los pasajes y profundi-
dad en que se encontraron, hasta donde sobre este punto se pudiesen ad-
quirir noticias.»
Antigüedades de Montealegre. — Discursos pronunciados, en la Real
Acad, de la Hist,.. (Sin firma, pero según nota del trabajo siguiente, ori-
ginal de D. Eduardo de Hinojosa.) — Señala el acontecimiento literario,
elogia ambos discursos y hasta la parte material del libro; estima de la
mayor novedad é importancia las conclusiones de ambos académicos. Dice
que el primero de los arqueólogos franceses, Mr. de Longperier, y los in-
signes alemanes el egiptólogo Lepsius, el epigrafista Hübner y el historia-
dor Mommsen, fueron los primeros en disfrutar y estudiar dichos discursos.
Se hace cargo de la buena doctrina establecida por el Sr. Fernández
Guerra acerca de la monarquía visigoda y de otros extremos que no son
aquí pertinentes.
Bibliografía. — Antigüedades del Cerro de los Santos.... Discursos,...
por T. del C. (Toribio del Campillo). Revista de Archivos, Bibliotecas
Y Museos, 5 de Sep. de 1875, (V, pág. 283). — Tributa elogios á los Señores
Rada y Guerra, cuyas conclusiones expone sencillamente y reproduce por
nota una carta dirigida al Sr. Rada por el eminente arqueólogo francés
Mr. de Longperier y que conviene reproducir:
«París, 5 Juillet 1875.
»MdNSIEüR:
»J'ai re^u, par les soins de mon excellent et savant am¡ Don Vicente Vázquez
Queipo, le volume que conjointement avec Don Aurcliano Fernández-Guerra y
Orbe, vous avec eu Textréme bonté de m'cnvoycr. J'avais entendu parler des anti-
quités du Cerro de los Santosy mais sans pouvoir me formcr une idéc de leur
nature; et grace á vous, il me sera possible de suivre tres cxactement les dis-
cussions auxquelles ees monuments ne peuvent manquer de donner lieu, car vos
descriptions sont certement d'une fidelitc parfí ¡te.
»Votre livre, d'ailleurs, rnonsieur, est ecrit avec un lalent litieraire qui donnedc
rallrait aux matiéres les plus obscures ct qui nous montre, une fois de plus, que
les bonnes traditions sout vivantes á Madrid.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 486
»I1 y a dans les inscriptions que vous publiez des détaiis tellement extraordinaí-
res, qu'ils excilenl reíonement, malgré méme ia maniere ingeniase dout vous les
expliquez avcc une érudilion incontestable.
5>Les héillenistes, les e^yptologues dironi leur avis »; quant á moi je ne suis qu*
un simple antiquaire et je ne me permctirais pas de trancher des questions philo-
logiques.
»Veuillez, monsicur, agreer mes bien sinceres remerciments auxqucls je vous
prie de fair participar Don Aureliano Fernández-Guerra, et croire á Texpre^sion de
mes sentiments de haute consideration. ^
y^LoKgperien>,
Juicio critico de las antigüedades del Cerro da los Santos en término
de Moniealegre, Discursos leídos en la por ^Fermín Herran. Revista
Europea, V, 1875, (Septiembre), pág. 409. — Elogia el trabajo del Sr. Rada,
pero no le parece tenga ningún fundamento el supuesto de la compenetra-
ción de civilizaciones y emite la hipótesis de que las antigüedades del Ce-
rro sean «del tiempo de Baciano, que introdujo el culto del Sol en el im-
perio romano», y más adelante muestra reparos en creer remota la anti-
güedad de la estatuaria del Cerro porque en los primeros tiempos del cris-
tianismo se mezclaron con sus símbolos los gentílicos, de modo que sin
precisarlo dá á entender si aquellas serían de dichos tiempos. El autor es-
cribe desde Vitoria y no conoce las estatuas más que por su reproducción
en las láminas que acompañan á los Discursos.
(Continuará.) JoSÉ RamÓN MÉLIDA.
LIBROS ESPAÑOLES DE SASTRERÍA
Á la cabeza do los libros raros y curiosos, y entre los que figuran ó
no en el magnífico Ensayo... formado con los apuntamientos de D. Bar-
tolomé José Gallardo, pueden colocarse, sin que nadie se atreva á dispu-
tarles el puesto, los de geometría practica y traga que tratan de lo to-
cante al oficio de sastre. Antiquísima es en España (como en todo el mun-
do que se viste) la prosapia de los alfayates ó gente de aguja y tijeras: como
que la profesión de estos menestrales, tan zaheridos por nuestros poetas
satíricos, debió de nacer poco después de ser arrojados del paraíso nues-
tros primeros padres. La fundación en Oviedo, en el siglo xiii, de la «Co-
I «Todavía se les aguarda», escribió por comentario Mr. Engcl al transcribir esta carta en el
Rapport^ de que pronto nos ocuparemos.
486 REVISTA DE ARCHIVOS
íradía de Nuestra Sef.ora de la Balesquida», !a de aSania María Magda-
lena» en Barcelona, la Capilla de los Sastres en la Catedral de Tarrago-
na, la noticia de la bandera que usaba otra de estas hermandades en
Sevilla, noticia publicada por D. José Gastoso; varios fueros como el de
Cáceres, distintas ordenanzas, entre ellas las mencionadas por D. Juan
Catalina García, en los c<Datos bibliográficos»... acerca de la («Económica
Matritense»; las agremiaciones más modernas cual es la llevada á cabo
en Valladolid por los del oficio en 1828, y la existencia en Madrid, desde
hace treinta y ocho años, de una sociedad de maestros sastres intitulada
La Confianza; documentos son de importancia, entre otros muchos, para
trazar el árbol genealógico de estos tan necesarios artesanos que son tales,
según Quevedo, «que para llamar á la desdicha peor nombre la llaman
desastre del sastre». Pero con venirle al galgo tan de atrás el ser rabilar-
go, es lo cierto, al menos que yo sepa, que los sastres españoles no logra-
ron, como acontece á los de otras tierras, sobre todo en Francia, hacerse
famosos en el resto del mundo ni aun en la época de nuestra mayor gran-
deza y poderío nacionales. Y no se me alboroten por esta aseveración los
respetables é ilustres manes de Juan de Alcega, Martín de Andújar, el
Sastre del Campillo ó del Cantillo y el menos conocido Hamete Berengeli
que tanto se distinguió, según cuenta en su manual H. Pereda, en la he-
chura de las caperuzas. Estos singulares artífices, como en nuestros tiem-
pos los Utrilla, Juan Cruz, Caracuel y Alcaide, Pepe el Gallego, Peñalver
y otros — por no hablar sino de los difuntos — son excepciones que confir-
man mi regla general, porque es un hecho que en el comer y en el vestir
los españoles fueron siempre sobrios, ó atrasados. Por esto precisamente
son más interesantes los cuatro libros de sastrería en que voy á ocu-
parme.
Es el primero, en antigüedad y en importancia, el compuesto por Juan
de Alcega, natural de la provincia de Guipúzcoa, é impreso en Madrid en
casa de Guillermo Drouy, año de i58o. Lleva este título: «Libro de Geo-
metria, Pratica y Tra^a, El qual trata de lo tocante al officio de saftre,
para saber pedir el paño, feda o tela que fera menester para mucho ge-
nero de vertidos, anli de hombres como de mugeres, y para faber como fe
an de cortar los tales vertidos, con otros muchos fecretos y curiosidades
tocantes á efte arte»...
Hasta el tamaño del libro, padre de los otros tres que le siguieron, co-
piándole; resulta original y desusado en la época de su impresión y en
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 487
nuestros días. Las cuatro dimensiones del papel y de la caja de imprenta,
expresadas en forma gráfica, son éstas:
Como se ve, afecta el volumen una muy se-
mejante á la de los cuadernos cajetines de
talones y recibos. Las medidas que doy son
85;
'7fȒ'
03
aproximadas, unas hojas con otras, pues ni el tamaño de la caja tipográ-
fica ni el del papel son uniformes en las 104 hojas del tomo. La portada
es también muy original, ya por la forma de la caja, parecida á la que es
más usual en los colofones, ya por el retrato, grabado en madera, que re-
presenta al maestro sastre y autor de la Geometría, de medio cuerpo, arri-
mado á una mesa de cortar, en la mano izquierda un compás abierto y
junto á éste el jaboncillo ó tiza (?), alfileres y un ovillo ó cosa por el esti-
lo. En la diestra, apoyada sobre el tablero, tiene Alcega la vara de medir
y más allá las tijeras. Merece notarse asimismo el dictamen aparecer que
acerca de la obra dieron Hernán Gutiérrez, sastre de la serenísima prin-
cesa de Portugal y Juan López de Burguette, sastre del Duque de Alba, y
no de Gandía como dicen dos acreditados bibliógrafos, quienes también
llaman, en mi entender con poca exactitud, aprobación á esta parte esen-
cial en los preliminares de la obra en que me ocupo. El parecer se me
antoja interesante porque resulta del mismo que ambos maestros — uno
de los cuales, el sastre del Duque no sabía escribir — examinaron no sólo
el libro, sí que también á Juan de Alcega, tal vez, como observa el señor
Pérez Pastor », precisamente por la ignorancia caligráfica de Burguette
quien es muy probable que tampoco supiese leer.
Mi tocayo dedica su libro «al muy ilustre Señor Licenciado Tejada» y
dirige luego más de cuatro palabras «á los discretos Lectores» demos-
trando á las claras en esta parte de su obre^illa, así la llama, que no está
muy eiji lo cierto un compañero suyo de oficio de los tiempos modernos, al
afirmar que cda redacción en asuntos industriales es siempre difícil é in-
grata á la pureza del estilo».
El entretenido y práctico libro de Juan de Alcega se divide en tres
partes: «En la primera trata cómo se reducirán todos los paños y telas
anchas, e otros paños, o telas más angostos.» Consta de 22 capítulos más
la «Declaración del origen y principio de la bara de medir.» «En la se-
gunda parte está la tra^a deste libro que son muchos géneros de vestidos.»
Contiene, en efecto, gran copia de patrones; desde los del «Mantillo de
1 Bibliografía Madrileña, p. 74.
3.* ¿POCA.— -TOMO VIII. 33
488 REVISTA DE ARCHIVOS
seda para Christianismo» hasta los del «Manteo y muceta Castellana de
raxa de Florencia para Obispo.» Con más, jubones para ambos sexos, ca-
pas, herreruelos de paño y de seda, boemios [sic] de tafetán, ropa turca y
española para levantar, ropas de letrados, mantos para comendadores de
las órdenes militares, y sayas, vasquiñas y verdugados de varias telas para
mujeres gordas y... flacas. También hay en esta parte de la obra patrones
de marlotas de seda y de albornoces para juego de cañas, adremos [adere-
zos] de caballo para justas y por fin algún modelo de bandera de guerra.
La tercera parte comienza con la c<Declaracion de lo que significan las
tablas siguientes» de reducción, de anchos y largos de las telas, apropia-
das á facilitar la compra y el corte de las mismas para la hechura de todos
los vestidos que se describen en la parte segunda. La impresión del tomo
es bastante mediana y no del mejor gusto. En el ejemplar que estudié para
la redacción de este articulejo, por estar en muchas partes perdido ó bo-
rroso el encasillado de las tablas antes mentadas, un lector demasiado so-
lícito lo retinto con pluma, siendo peor el remedio que la enfermedad. Y
es que así como todos venimos al mundo con el pecado original, parece
que nacemos también con pujos de restauradores. Si se tiene en cuenta el
examen sufrido por Juan de Alcega — quien revela conocer bien el paño —
y «las contradiciones y pleytos» que tuvo en el Real Consejo sobre la im-
presión de la Geometría prat tea, no es aventurado inferir que la envidia
— enfermedad endémica en España, según el gran poeta D. Manuel del
Palacio — anduvo metiendo la tijera para hacer tiras y capirotes en la tela
tan primorosamente urdida por el sastre guipuzcoano. Escribe éste, como
dejo indicado al principio, con intención y galanura. Sirva de ejemplo la
siguiente cláusula puesta al fin de la segunda dedicatoria: «Resta agora
dezir al discreto Lector, que pues compuse esta obra adornada de mis
trabajos, que no sea tan desconocido que por pagarme haga como el cuer-
vo, el cual no teniendo respeto á la blancura del rostro que vee si alguna
pupa ó mácula, por pequeña que sea en el hay allí pica.»
A los folios 19 vuelto y 20 explica el sastre-autor, con toda precisión y
detenimiento, lo que significan la cruz, letras, puntos y rayas de los pa-
trones para su acertada inteligencia y manejo. Antes hace constar, de pa-
sada, y á fin de que lo tengan muy en cuenta los oficiales de sastrería, que
los mercaderes de la época— por tener sin duda la conciencia tan ancha
como los comerciantes de ahora, salvo rarísimas excepciones — solían dar
casi siempre la tela estrecha ó corta, importándoles un comino de las
L^¿¿--
BIBLIOTECAS Y MLSEOS 489
pragmáticas que ordenaban el modo de aplicar la vara de medir. Y á
propósito: curioso me parece el origen que Alcega atribuye á la usada en
los reinos de Castilla. «Tuvo origen y principio — dice — esta medida de
Qtra que llaman dedo, que es el espacio que ocupan cuatro granos de ce-
vada puestos de lado.» Confieso que desconocía este sistema métrico-cereal
usado en Roma según afirma el autor al explicar cómo ha de entenderse
el tamaño del grano de cebada.
El libro de Alcega, que merece muy mucho reproducirse para solaz
de curiosos y enseñanza de sastres, sobre todo de los pocos que en España
se dedican á la hechura de trajes para el teatro; debió de tener ya en su
época bastante aceptación, puesto que en iSSg se reimprimió con algunas
variantes de pormenor en las formas materiales. Tamaño de
esta segunda edición.
De la importancia é interés que ofrece la obra á eruditos
de todo género, pintores, cómicos, literatos y sastres; puede
juzgarse con sólo tener en cuenta que abraza la indumenta-
ria del reinado de Felipe 11, cuyos dominios superaban á los que en toda
la redondez de la tierra ha dejado al morir la reina y emperatriz Victoria
de Inglaterra.
Sólo dos ejemplares conozco de la primera edición del «Libro de Geo-
metría Pratica», el de la Biblioteca Nacional, falto de las cinco primeras
hojas, y el de la Real Biblioteca, particular de S. M. el Rey de España,
completo, y cuya encuademación, en pasta española, lleva el monograma
de Carlos mi.
La interminable portada del segundo de los libros españoles de sastrería
puede servirle también de índice; ahí va, pues, la copia, debiendo adver-
tirse que si Rocha Burguen era de origen francés, según reza aquélla, en
las explicaciones que da «al lector» asegura que debe á Valencia donde se
crió, más que á su verdadera patria. Dentro de un marco formado por cua-
tro líneas de imprenta, va la portada que dice así: «Geometria, y tra^a per-
teneciente al oficio de sastres. Donde fe contiene el modo y orden de corlar
todo genero de vertidos Efpañoles, y algunos Francefes y Turcos, facan-
dolos de cualquier anchería de tela, afi por la bara de Caftilla como por
la de Valencia, Aragón y Cataluña. Por Francisco de la Rocha Bvrgven,
Francés, natural del Condado de Champaña vezino y habitador de la
Ciudad de Valencia de Aragón: Maestro examinado afsi en ella, como en
la Corte, y Villa de Madrid. Al illusirissimo señor don Andrés Róig Ca-
490 REVISTA DE ARCHIVOS
uallero del habito de Nueftra Señora de Montefa, y San lorge de Alfama,
Comendador de Silla, del Confejo de fu Mageftad, y fu Vicecanceller en
los Reynos de la Corona de Aragón.»
[Escudo y á ambos lados el año] c<Año 1618» [Debajo] c<Con privilegio
de Castilla y Aragón. En Valencia, por Pedro Patricio Mey,
junto á San Martín. Acosta del mismo autor.» Tamaño
El libro de Rocha, en su aspecto material, es semenjan-
tísimo á la segunda edición del Alcega y por esto me parece
que debió de conocer aquél muy bien la obra de éste. Además
en la dedicatoria ó advertencia c<Al Lector» dícese; «Lo que bosquejó un
Vizcayno [no va mucho de estos á los guipuzcoanos] puede colorirlo un
Francés.» Más modesto y justo hubiera sido decir calcarlo. Aunque Ga-
llardo no lo incluye en su obra y en la Biblioteca Nacional hay tres ó cua-
tro ejemplares del Rocha, creo que debe ser considerado como raro este
libro venido al mundo cuando debían ya de andar escasísimos los ejempla-
res de la segunda edición del Alcega. En el que tengo á la vista, propio de
la Real Biblioteca, encuadernado en lujosa pasta con hierros dorados, de
clara letra manuscrita que puede fijarse dentro del reinado de Carlos III,
se lee, al verso de la primera hoja, de guardas: «Este Libro: juzgo ser el
único que de su facultad, se ha compuesto en Lengua Castellana; cuia
circunstancia, y la de ser su autor extrangero y que con tal pureza
posehía el ydioma, le hacen admirable; y aunque su materia es inú-
til para estos tiempos, por la variación de trajes; no obstante, es mu-
cha curiosidad la noticia tan específica de aquellos en Cortes y generos.)#>
Se ve que es sumamente expuesto, en bibliología, como en otras mu-
chísimas cosas, sentar afirmaciones tan rotundas cual la que se contiene en
la nota anterior: de no ser así me atrevería yo á declarar que es hoy el
tercero de los libros españoles de sastrería que conozco, tal vez el más
raro de cuantos impresos han visto la luz en España. Ningún bibliógrafo,
que yo sepa, mienta el libro de Martín de Anduxar; en ninguna de las
grandes bibliotecas de Europa y América, según mis informes — fuera de
nuestra Nacional — se encuentra ejemplar de la obra. Sábese únicamente
de otro, falto, que perteneció á mi ilustre maestro Don Manuel Remón
Zarco del Valle y que éste regaló al pintor murciano y discípulo de Mes-
sonier, Don Luis Ruipérez, muerto en París en 1866.
El ejemplar de la Nacional se encuentra en perfecto estado de conser-
vación. El libro de Anduxar, así en su estructura material como en el
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 49I
plan general, método de exposición de la materia é ilustraciones gráfícas;
se asemeja mucho á sus dos predecesores, pero es claro que, con sus patro-
nes de trajes más modernos, enriquece el tercero de los maestros sastres,
que pudiéramos llamar clásicos, el riquísimo y auténtico guarda-ropa es-
pañol que el benemérito alfayate guipuzcoano inauguró.
Dentro de una orla sencilla va comprendida la portada en estos térmi-
nos: «Geometria y trazas pertenecientes al oficio de sastres. Donde se con-
tiene el modo y orden de cortar todo genero de veítidos. Tiene trescientas
y veinte trazas Efpañolas, Francesas, Vngaras y de otras Naciones afi an-
tiguas, como de las que aora se vfa'n, escritas por Martín de Andvxar
Maeftro Saftre. Dedicalas á San Antonio de Padva, Martín de Anduxar su
hijo». [Adorno cuadrado). c<En Madrid, En la Imprenta del Reyno,
Año MDC.XXXX)> [línea] «A costa de Alonso Pérez Librero del Rey
N. S.» Tamaño. Con la portada tiene 12 folios de preliminares 4- 64 de
trazas ó sean patrones con su texto correspondiente 4- tres
hojas plegadas. Corresponden aquéllos á; «Bestidos enteros
**^ de hombre, calzones y ropillas: sotanillas: Bestidos de mvger:
Hábitos de religiosos: Ivstas Reales» y «Diferentes trazas.)^
Completa, á lo que parece, el guardarropa clásico español
Juan de Albayceta, natural de la villa de Magallón, con el libro que lleva
por título: «Geometria, y trazas, pertenecientes al oficio de sastres, donde
se contiene el modo y orden de cortar todo género de veftidos Efpañoles, y
algunos Eftrangeros, Tacándolos de qualquier ancheria de tela por la Vara
de Aragón, y explicada efta con todas las de eítos Reynos y las medidas
que vfan en otras provincias Eftrangeras»... «Año de 1720. Con licencia:
En Zaragoza por Francisco Revilla, Impreffor»... Esta portada, compren-
dida dentro de un marco de tipografía, lleva, entre otros adornos, graba-
dos en madera los monogramas de Jesús y de María, con el Niño Dios y la
Purísima Concepción, y en el cen-
tro un jarrón de azucenas ó lises.
De la obra, citada por Latasa y
por Uriel ', no hay ejemplar en las
Bibliotecas Nacionales de Madrid
ni de París, y existen en las de San
Isidro de esta Corte — donde lo estudié — y en Zaragoza en la de la «Socie-
I Biblioteca nueva de los escritores aragoneses... T. IV. pág. 338. Biblioteca antigua y nueva.-^
T.I,pá3.34.
L-14I
492 REVISTA DE ARCHIVOS
dad Económica de Amigos del Pslís»; por lo menos en su catálogo aparece
citado el libro. Según noticia del Catedrático D. Miguel Asin, con refe-
rencia á un librero de aquella capital, años hace existía otro ejemplar del
Albayceta en Montalbán (Teruel), «cuya pista se ha perdido». Por todo lo
cual no parece aventurado suponer que el cuarto libro español de sastre-
ría también es raro en el comercio. Conserva el aire de su progenitor:
hasta en la forma material del tomo recuerda al Alcega. Aun siendo la
impresión y el papel medianejos y no del mejor gusto, la obra es bastante
lujosa por sus pormenores tipográficos. Abundan mucho en las 173 trazas
que contiene — salvo error — los hábitos religiosos de ambos sexos, de los
que trae también varios patrones para niños, pues es sabido que así como
hoy, por ser más cómodo y barato, adoptamos para los pequeños el traje
marinero, nuestros antepasados, blancos y negros, disfrazaron á los ange-
litos de Irailes, sin olvidar la tonsura, ó de milicianos nacionales, según
los tiempos. A estas y á otras parecidas llamó D. Bartolomé José Gallardo
santas simplezas: así y todo, ello es que retratan la época y ofrecen curio-
sos documentos para la historia.
Ya se considere el traje como el distintivo más grande que nos diferen-
cia de los animales, según observó el jurisconsulto Arias Gonzalo, en su
«Memorial en defensa de las mugeres de España»; ya se tome como el
«sambenito que Dios echó al hombre por el pecado», como quiere Ca-
rranza; es innegable que la historia de la ropa va soldada á la historia de
lá humanidad, desde la hoja de parra, de nuestro primer padre, hasta los
abominables y antiartísticos sombreros con que se cubren hoy las señoras
y nos ocultan hasta el horizonte. Y si es verdad que el hábito no hace
al monje, no es menos cierto que los monjes por los hábitos se distinguen á
primera vista. «Vístete bien» aconsejaba Don Quijote á Sancho, «que un.
palo compuesto no parece palo». Los golfos malagueños, á los que allí se
les llama «de la partida de la tizne», en una pintoresca advertencia, que
precede siempre á sus juegos y quimeras, sintetizan la importancia que
tiene el traje: «No vale» dicen «mentar la madre ni ensuciar la ropa.»
Por todo lo expuesto se me figura que no perdí el tiempo dando una
ligerísima noticia de cuatro libros españoles de sastrería poco conocidos.
Y si me equivoco, como tonto me consolaré con que suelen derrocharlo
mucho más, en los cuerpos colegisladores los padrastros de España sacán-
dose á relucir guiñapos.
Madrid 22 de Noviembre 1902. El Conde de las Navas.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 493
DOCUMENTOS
I
EPÍSTOLA DEL MAESTRO DE LEBRIJA AL CARDENAL
guando avisó, que en la interpretación de las Dicciones de la Biblia no mandasse
seguir al Remigio sin que primero viessen su Obra,
Yo tenia deliberado de no entender mas en la emendación de la Biblia que
V. S.* R.ma quería imprímir, en la qual me mandava a Mi, i a los otros Hebreos,
i Griegos, que enlendiessemos Yo en el Latin, i los otros cada uno en su lengua.
I preguntóme V. S. que porqué no quería entender en ello? Yo le respondi, que
porque cuando vine de Salamanca, Yo degé alli publicado, que venia a Alcalá
para entender en la emendación del Latin, que está comunmente corrompido en
todas las Biblias Latinas cotejándolo con el Hebraico, CaldaTco, i Gríego. I que
agora, si alguna cosa falta en ello, se hallasse que todos cargarían a mi la culpa,
i dirían, que aquella ignorancia era mia, pues que dava tan mala cuenta del cargo,
que me era mandado. Entonce V. S.* me dijo, que hiciesse aquello mesmo, que a
los otros avia mandado, que no se hiciesse mudanza alguna de lo que comun-
mente se halla en los Libros antiguos; mas que si sobre ello a mi otra cosa pare-
ciesse, que devia escrivir algo para fundamento, i prueva de mi intención. A esto
Yo dige, que si algo Yo escriviesse, de mi rebusco Yo hinchiria mucho mayor
bodega, que todos los otros de su vendimia principal. Desio V. S.* se rió, y dijo,
que pensaría ser assi, i que todos los otros trabajavan para mi, lo qual todo passó
delante del Señor Obispo de Avila uestro compañero, el qual después cada dia me
preguntava, Si sobre aquello escrivía alguna cosa? Yo le respondia, que Si, como
lo hacía. De manera, que desde entonces hasta agora Yo no curé mas de la im-
pression, ni por mandado de V. S.* me fue dicho, que entendiesse en ella. Mas
agora que me dicen, que qu-ere poner en li impression las Interpretaciones de
las Palabras Hebraicas, i Caldeas, Arábicas, i Egipcias, i que porque ai algunas, que
son Gríegas, o Latinas, i lodos las interpretan, como si fuessen Hebraicas, quise
traerle a la memoria lo que sobre esto le dige en Salamanca, i le demonstré lo
que avia escrito en una Repetición mia, que hice el año de nuestro Salvador de
mil quinientos i siete años. Entonces le pareció bien, no sé agora, que la cosa está
a punto de aprovechar, qué es lo que le parecerá. Agora se la dó para que provea
en eUo, como viere que es menester, i a los Correctores mande, que. no s gan lo
que comunmente está escrito hasta que vean esto que Yo escrevi. Sed legant prius,
et postea despiciant. I porque no acontezca en esta su obra lo que aconteció en Sa-
la nanea, después de aquella Repetición, que para reír se juntavan los Estudiantes a
contar los desvarios, que alli dige, provea de tal manera que a su Obra no le acon-
tezca otro tanto. Trayales a la memoria lo de Vega, aquel mui nombrado Truhán,
quando en habito de Moro con unas barbas postizas, i tocado de un almaizar, ct
vestido un capellar de grana, pareció delante el Rei^ i la Reina, diciendo que venia
de ver mundo. Preguntóle el Rei, qué era lo que avia visto? et él respondió, que
no avia hecho, después que partió de Castilla, sino andar, i andar, hasta que llegó
494 REVISTA DE ARCHIVOS
a donde repulga el Cielo con la Tierra. Preguntóle después, que era lo que hizo?
él respondió, que descosió un poco del repulgo, como de un enpanada, et que metió
alli la cabeza, i que no pudo ver cosa alguna sino la luz del Sol tan grande, que
por mas de tres horas le quitó la vista. El Rei le tornó a preguntar que hizo
después? A esto respondió, que se vino por Granada, et que el Rei mandó á su
Abencomixar, que le diesse bien de comer, porque aquel és el que da de comer al
Rei, et a todos los otros. I que después que comió, mandó al Alatar, que es el que
tiene cargo de atar los Cativos, que le llevasse al corral, donde están las mazmo-
rras de los haerrojados, et que también mandó al Abencerraje, que tenia las cerra-
jas, i llaves de toda la Casa Real, que "se lo enseñasse todo. Preguntóle el Rei, que
donde posava el Rei de Granada? A lo qual respondió, que en el Alhambra, donde
avia tan grande hambre, que una hanega de alhobiz valia tres doblas Zaenes. En
esta manera Evangelista, no lo quiero llamar Truhán, porque era hombre de bien
mas alenhanado en disparatis; el qual caminando alguna vez con Don Alvaro de
Stuñiga, Duque de Arevalo, i después de Placiencia, llegó a un lugar donde el cami-
no se partía en dos partes, i dudando qual de entrambos lomarla, digieronle los su-
yos que Evangelista sabia aquella tierra, et se lo podria decir. Preguntándole, qué
qual de los dos era el camino? respondió, que los tomasse entrambos, et que no po-
día errar. Este Evangelista escrivió un libro De Acetreria, donde hablando de las co-
sas de aquel Arte de la Etimología de los nombres de los Halcones et Azores, dice
que Sacre se llamó porque el primero que cazó con aquel ave, fué un Sacristán; i
que se llamó Girifalte, porque parece que jura falso. Et que se llamó Bahari porque
de si echa lal baho, que es pestilencial, el matadero de hombres. I qué otra cosa
hace cada día uestro Escalante, quando buelve alguna cosa de Latin en Romance,
sino lo que hacian Vega, i Evangelista, como quando por rodeos, como suele, de-
mandava a V. S.* que le diesse alguna cosa de vestir, le respondió que por entonces
se conteniasse, pues que tenia de comer. A esto dijo: Ignis, grando, nix, glacies.
Demandóle V. S.* qué quería decir aquello? Dijo, que, nin grado, ni gracias. A esto
nos reímos, et lo echamos en burla, et passamos por donaire, sabiendo que aque-
llos juegan con las palabras. Et mucho mas nos reiríamos, si pensassemos, que lo
dicen en su seso, tal qual lo tienen, como Escalante: aunque de aquel Yo dudo, si
lo hace por ganar de comer por aquella vía, el aun mucho mas, et mas nos rei-
ríamos, si aquel que ansi burla, lo toma, como si de verdad lo digiesse. Pues
quanto mas es de reír de aquel que piensa que Abra, que en Griego quiere decir
Moj{a, decía que es palabra Hebraica, et que se interpreta Padre de las Alturas.
Quien dice esto? Uestro Remigio, al qual, desechados todos los otros, que hablan
desto, los recebístes, el lo pusístes en todas las Biblias, no por otra cosa sino por-
que era el peor de todos ellos. Nicolao de Lira, que se quiso mostrar mas diligente
por aventura preguntó a algund Judío, porque él no sabía aquella lengua, qué es
lo que significava Abra en su lengua, el qual le respondió, que ninguna cosa, et
no recordándose que podía ser Griega, porque no tenía Griego a la mano para gelo
preguntar, pensando que era palabra Latina, encomendóse a Dios, o que en sue-
ños, o por otra revelación se la deparasse buena, et escriviendo en el cap. X. del
Libro de Judith, dijo que Abra dicitur quasi ab ara, et añade otra cosa, que
nunca se leyó, porque en el altar se dava la libertad a los Siervos. I assi reímos
lo que un Alfaquí en Bienquerencia predicava a sus Moros, diciendo, que por-
qué se dijo Vaca? Todos respondieron que no lo sabían. Entonces él dijo, que
aquello no lo sabía el Chrisliano, ni el Judio; mas que el primero que lo dijo.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 49 5
fue Mahoma, el que se dice Vaca porque vá acá, e vá allá. I pues que una vez
perdí la vergüenza, ei comencé a desvariar, quiero decir aqui otra cosa aunque no
hace mucho al proposito. El Arzobispo de Sanl-Iago, que después fue Patriarca
tenia un Mayordomo, que se llamava Collanles, cojo, o lisiado, de manera que
hollava bolviendo los pies haci a fuera. Estos llama el Latin, loripedes, elcomper-
nes, et vacias. El griego mantopodes. El castellano zancajosos; como por el con-
trario los que huellan haci a dentro, llaman Estevados, et estos echan las rodillas
haci a fuera, como los otros haci a dentro, et liamanse en Latin Varos. Tenia
esso mismo un Maestresala, pariente suyo que se llamava Fonseca, et porque tenia
necessidad de un peón, que fuesse a Sant-Iago mui presto, o algund hombre de pie
d^ los suyos; dijo que se buscasse. Respondió, que lo avia mui bueno. Quien es? dijo
el Arzobispo. Respondió Fonseca, que Collantes su Mayordomo. Dijo el Arzobispo:
Tu piensas, que soi niño que burlas comigo? Respondió Fonseca: Antes, Señor, lo
digo de veras; porque tiene el un pie acá, et el otro acullá, et assi irá presto. I desta
manera es lo que se lee entre nosotros. I de los libros passa a las Escuelas, et de
las Escuelas a los Pulpitos, donde suben los Maestros, et quando los oYs, i veis con
sus sobrepelices, et Insignias Doctorales, i a los Frailes con sus Capillos echado el
sobrecejo, no gritáis de risa, i dais carcajadas, immo no lloráis, ni plañís, n¡
lamentáis la desaventura de los tiempos a que somos venidos, que de todo quanto
tenemos en la Sacra Escriptura, vamos como por una gruta escura, que no tiene
luz, sino de trecho en trecho, et todo lo otro está embuelto en tinieblas, que ni por
allí podemos bien saber, que quiere Dios de nosotros; ni por el contrario de que nos
manda huir. Ansí que podemos nosotro hacer lo que Democrito, et Heraclíto*
que quando sallan de su casa, el uno reía, el otro llorava; pero entrambos de una
mesma causa, De lo que de las Escuelas salta en los Pulpitos, et 01 por mis orejas,
quiero decir alguna cosa. Tres Predicadores Frailes de Sancto Domingo, bien se-
ñalados en aquella su Arte, et todos tres Cathedraticos en el Estudio de Sala-
manca, el uno fue el Maestro de Santi Spiritus; el otro fue el Maestro de Betonío;
et el tercero el Maestro de Pcñafiel. El primero Predicando en las Escuelas el día
de Sant Hieronimo, bolviendo de Latin en Romance aquello del Evangelio: non
transibit unum jota, ñeque unus apex. Dijo que de la Leí no se traspasaría ni una
.i. que es la menor de las letras del A. B. C. ni una Abeja, que es un animal tan
pequeño. Et estando allí todos los Doctores, et Maestros, i otras personas de
Habito, et profession de Letras, assi lo recibieron, como si lo digera San Gerónimo,
o Sant Agustín, ni se riyeron, ni sentieron aquella burla, que aquel Maestro hizo
dellos como si fueran piedras, et troncos de arboles, ni miraran en ello, sino que
Yo solo me reí, i di del codo a los que cerca de mi estavan oyendo. El otro. Predi"
cando el dia de la Purificación de nuestra Señora declarando aquello del Evange-
lio, que Simeón, accepit eum in ulnas stias. Dijo que Simeón, como era viejo, asió
del, et que lo tomó en sus uñas, porque no se le cayesse de entre las manos. El
otro, romanzando esso mesmo aquello del Evangelio, qui ambulat in tenebris
offendet, no mirando la significación de aquel Verbo offendet, que es trompezar,
pensando, que significava empecer a otro, dijo, que el que anda de noche, no anda
sino a capear, o acuchillar a otro, o quebrarle la cabeza. Otros dos oV después a
uno en Sevilla, que se llamava Frai Juan de las Casas, Predicador, Fraile de Sant
Agostin, que predicando dia de Sancta Maria Magdalena, tomó por thema aquello
de Salomón en los Cánticos reverteré, Sunamitis, reverteré ut intueamur te, apli-
cando aquellas palabras a la Fiesta, dijo, que hallava dos interpretaciones de
496 REVISTA DE ARCHIVOS
aquella palabra Sunamitis, La una mortificans, sive mortijtcata. Et la otra, pacifica,
sive perfecta; porque Sunamitis viene de Sunam, cibdad de Paleslioa, donde fue
desbaratado Saül, et muerto en los montes del Gelboe, de donde Abísag se llamo
Sunamitis aquella moza que buscaron para que calentasse al Reí David después
que llegó al cabo de su vegez. I la otra fue de aquella mesma cibdad, cuyo hijo
resucitó Heliseo Profeta en el .iiü. Libro del mismo titulo de los Reis. Pero en los
Cánticos de Salomón, donde está aquella auctoridad del thema, no se ha de leer
Sunamitis por n. sino Sulamitis por I. que significa perfecta, o pacifica, donde
todos, corrompida aquella palabra leen, Sunamitis. El otro fue Frai Grabiel, Pre-
dicador, et Professo de Guadalupe, el qual predicando un día de mediado el mes de
Abril, en que se celebrara la Fiesta de Santa Engracia, que fué Mártir, natural
de la Cibdad de Zaragoza la de Aragón, dijo muchas cosas de las gracias de aquella
Sancta Manir, de donde quería dar a entender que se llamó Engracia, porque
siempre anduvo en la gracia de Dios, et que fue hija del Rei de Portugal, e otras
cosas, que suelen fingir los que cumponen algunas Novelas. Después del Sermón
pregúntele Yo, que donde avia oído, o leído aquellas revelaciones. I demostróme
un libro impreso en Zaragoza, donde esiav*todo lo mas de aquello, que avia dicho
en el Sermón, et cierto todo lo mas era sacado del Prudencio, el qual escrivió la
Vida de aquella Mártir estendiendo la pluma en favor como de su Cibdadana; pero
llamándola Encrate^ que interpretado de Griego en Latin, et de Latín en Romance,
quiere decir Templada. Pero agora? quién le mudó el nombre, et de Encraie la lla-
mó Engracia, sino la ignorancia del vulgo? que muchas veces muda la c. en g. i la
l. en c. quando se sigue i. Et después de la i. otra vocal. Infinicas cosas cada dia
passan desta manera por los que buelven algo de una Lengua en otra por igno-
rancia de entrambas las Lenguas. Va esto es lo que yo agora quise notificar a
V. S.* R.ma porque provea en que estos uesiros Correctores de la Imprcssion no
de^en cosa de que los ausentes, et presentes, el los que están por venir puedan
hacer burla de nosotros los que aqui nos hallamos en ella. I esto lo quise dejar
testificado, i no en Latin, como hasta aqui, mas en Lengua Castellana; porque
tenga mas testigos, que le avisé dello. Porque hasta aqui hablava con V. S. i ha-
blando con él, hablava con todos los otros, que tienen conocimiento de aquella
lengua. Mas veo, que aun en ella no me entienden, o que, si me entienden lo dissi-
mulan, i que no me quieren entender. I agora quien me quitará a mi que no me
aparte con Carpinteros, i Herreros, con Sastres, i Zapateros, para reír con ellos lo
que acá passa entre los Hombres, que tienen Habito, e Profession de Letras, i que
todo aquello, que leven, piensan en todo seso que es ans¡, como ellos lo entienden,
i dicen; et quando estos me faltaren, todo será retraherme a un rincón, o en un
campo desierto hacer uh hoyo, i reyendolo conmigo solo, o cantando como dice
Persio, diga aquello del Barbero del Rei Midas, Aurículas asini quis non habet^
Porque Yo no siento otro mayor placer en este mundo, que ver unos hombres
honrados, i puestos en habito de autoridad, i que digan desvarios de que los niños,
et aun los bovos se pueden reír '.
I Copiado, sin indicar la procedencia, por el ('anonigo Mayans en el tomo XXIX. de papeles
v.irios. (Remitido de Valencia por nuestro erudito colaborador D. Roque Chabás, á quien ta.ito
agradecimiento debe nuestra Revista por el eficaz concurso que la ha prestado y presta c:>n sus
excelentes estudios).
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
497
II
EL PLATILLO
ENTREMÉS DE SIMÓN AGUADO
AÑO i6o3
NOBATO.
Figuras.
El Pobreto.— Nobato, — Ladrones. — Dos mujeres. — Un caballero. — Un criado.
Un alguacil.
(Sile el Nobato solo cantando.)
Ayl recoja la ropa y a T Andalucía
Señor Nobato, demos la buelta,
quen* pintando la guinda por que en esta tierra
no es tiempo de amo. no tomo vn quarto,
Ay! recoxa la ropa quen pintando la guinda
propia y axena no es tiempo de amo.
(Sale el pobreto arrebolado.)
¿Quien es este mentecato que canta con tanta sorna y se sacude el
polvo de los ^apatos.^
¿Quien es este arrebo9ado que me mira tan atento? Descúbrete hom-
bre: es el Pobreto!
Nobato!
Balgate con treinta cruces.
Y a ti con todo el Monte de Granada ¿de donde bueno?
De Balencia [c]harnamo.
De Balencia?
Sí; de las bodas de Su Magestad.
Yjo; pleguete Dios que abrá sido linda bendeja.
Trabajado se a lo posible.
¿En que forma?
Toda costura, avnque lo mas an sido botones de capa retorcidos.
¿Fueron buenas las fiestas?
Famosas.
¿Queda Su Magestad en barcada?
Ya quedaba en Barcelona.
¿Biste las galeras?
Dalas al diablo, que en mi bidé tube peor dia.
¿Como ansi?
Pero linda biesta (sic) tenia la capitana de Andrea de Oria!; los tbr<jados
con almillas y bonetes de damasco, los bancos aforrados, los arbojes y
entenas llenos de ñámulas y banderolas.
Hermoso dorar de pildora, bibe Dios! más quiero ber en Madrid ia ta-
berna de la galera y el bodegón de [Ejstrada que la Capitana d*Es-
POBRETO.
Nobato.
Pobreto.
Nobato.
Pobreto.
Nobato.
Pobreto.
Nobato.
Pobreto.
Nobato.
Pobreto.
Nobato.
Pobreto.
Nobato.
Pobreto.
Nobato.
Pobreto.
Nobato.
Pobreto.
Nobato.
Pobreto.
498 REVISTA DE ARCHIVOS
paña, ni la Real del Papa, mas que las bolaran por ei ayre quatro pi-
pas de pólbora.
NoBATo. Dalas al diablo, que solo oyllas nonbrar se me rebuclbe la sangre; y no
quieras saber mas del odio que las tengo que desde que Dios me crió
no e [e]ntrado en capilla de milagros de miedo de las galeras, que en
ellas cuelgan; ^xomo está el buen Madrid?
Pobreto. Apercibiendo sus fiestas y estatuas.
NoBATO. ¿Ay materia en que ynprimir la forma?
Pobreto. No ay vn quarto en el mundo, todo se a llebado á Balencia; y ya se
buscan para hurtar mas ynbenciones que para subir el agua del ar-
tyficio.
Nobato. Apurados están los injenios; los sonbrereros hacen cada mes horma
diferente, los terciopelos imitan las pestañas y guarniciones, los plate-
ros inbentan clabos y orejeras para el cabello, en las tiendas an puesto
nonbres diferentes á las tocas para aficionar las mujeres; á vnas lla-
man zarabandas, á otras [c]haconas, otras arlequines; en las tabernas
ay ta^as lobadas con ramilletes y flores; en las posadas hay mo^as
hermosas; las damas cortesanas alquilan dueñas y estrado y fin jen
grabedad porque la paga no sea corta después del arrepentimiento; y
ansi no mespanto que los ladrones buesquen nuebas yndustrias de
hurtar, que tanbien es oficio en la República y escusa mayores daños.
Pobreto. El ladrón, como?
NoBATo. Hermano, porque de aber ladrones senseñan los honbrcs a cuydado-
sos y soli9Ítos.
Pobreto. Hijo, con linda yndustria paso la bida.
NoBATO. Oyes, allá me dijeron que traias dos damas que bailaban la c[h]acona
por estremo.
Pobreto. Son lo de hermosura y gracia; y mientras que ellas bailan suelo dejar
un aposento en la madera.
NoBATO. ¿Y a que benias por aqui?
Pobreto. Bibe aqui vn yndiano rico que las a enbiado a llamar por questá afi-
cionado de la vna de ellas y mientras que ellas llegan yo me bine vn
poco delante.
Nobato. Pues hijo ya sabes que canto y baylo un poquito; si soy en algo de
provecho aqui estoy.
Pobreto. Y de mucho y mas que se nos a ydo el colchadillo questaba con nos-
otros y as benido al mejor tienpo del mundo todo.
Nobato. Ese, no dice que es yndiano? pues déjame con él que yo le haré vna
burla que se le acuerde de mi para mientras biba.
Pobreto. Paso que salen; disimúlate.
(Salen el indio y las dos mujeres.)
Indiano. Digo Señora quen mi bida e bisto mejores caras ni talles.
Una. Ay; hace vuestra merced burla?
Indiano. No hago por Dios, sino quen quanto e andado en España no los e
bisto mejores.
Otra. Eso es querernos ha^er merced.
Indiano. Antes no digo tanto como ay en vuestras mercedes.
Una. Señor aqui está mi ermano.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
499
Indiano. Vuestra merced me tenga por su serbidor.
Pobreto. Quedo, no haga vuestra merced eso conmigo, que yo soy caballero de
placer como vuestra merced lo es de calidad y cantidad, y porquen-
tiendo el gusto que le pretendo dar le traygo el mejor oficial que pone
mano en la guitarra.
Indiano. ^Quien es?
Pobreto. Mi camarada.
Indiano. Seays muy bien venido; pasa [a]cá.
NoBATO. Pasa acá bos? que manera de hablar es esa?
Indiano. Huelgóme que seays tan cortesano ¿como es el nombre propio?
NoBATo. El nombre propio es el arrojado.
Indiano. El arrojado debe de ser hidalgo de hecho notorio, porque de solar co-
nocido jamas e oydo tal apillido.
NoBATo. Es de hecho notorio porque ^ierto día reñí con otro hidalgo y echóme
por vnas escaleras tan altas que por ser milagro no aberme muerto des-
de aquel dia me llaman el arrojado.
Indiano. Notable diriba^ion; eme holgado en esiremo de oyrio.
NoBATo. Pues ya que e benido, no es ra^on que me baya sin que oygays algo
de lo que solemos hacer; y para oyrlo poneos entre esas dos damas, y
Don Pedrillo y yo os diremos algo de repens.
Indiano. Arrojado, que es eso de repens, e[c]háisme bernardinas?
NoBATO. Como bernardinas? luego no sabeys ques repens.
Indiano. No por Dios.
NoBATo. Mira, los poetas llamamos al hablar de repente, repens.
Indiano. DicildJ de repente noramala y no me hablcys de repens.
NoBATo. A ora bien, bengan esas guitarras y oyreys vnos disparates que se hi-
cieron en Balencia a las bodas de Su Magostad, ea Don Pedrillo, bengan
esos ynstrumentos; ea señoras abi^or, nadie se muestre lerda, e[c]hede
ber este príncipe que le deseamos dar todo contento; poneos enmedio
y escu[c]had.
MiTJER 2.* ¿Que le parece a vuestra merced del compañero?
Indiano. Digo ques célebre honbre.
(Cantan.)
NobIto?' Q^^"^^ ^''^P^ ^^^^'
de Poniente y de Lebante
gran jente en Balencia entró»
pero ninguno ygualó
la gala de Clarídante;
bino el conde Don Roldan
caballero en Calaynos,
y el caballo de Lonjinos
encima del preste Juan;
vn sacristán,
vn cayman,
tres conejos
sin pellejos,
y entre dos gatos bermejos
vna primera pasante,
pero ninguno ygualó
la gala.
Bino luego Doña Hurraca,
enferma del calbairueno,
pidiendo al Dotor Galeno
vn par[c]he de taca maca,
vna haca
vieja y flaca
en un pastel;
(Jorobabel
con el moro «Brabonel»
y Gülias el jiganie,
pero ninguno...
5oo
REVISTA DE ARCHIVOS
Entró después de conpletas,
con perejil y mostaza.
Marte, en vna calabaza
todo lleno de poetas;
tres planetas
con sus tetas,
vna hormiga
sin bejiga,
metiéndole en lá barriga
á Mahoma vn pujábante;
pero ninguno ygualó
la gala de Claridante.
(Mientras an estado cantando, las dos mujeres le an estado sacando lo que tiene
en las faldiqueras.)
Indiano. Digo ques la mejor cosa que [he] oydo muchos dias a ¡balame Diosl
y que buena [c)han9onetaI, y que bien cantada! y que berso tan bien
limado! es bonísimo por todo estremo! Arrojado, no ay otra nobedad
alguna de las que se vsan en la corte que gustada de ber algo ya que
se a ofre9¡do ocasión? que lo ques la paga yo me ofresco que sera
muy a gusto.
No trate vuestra merced deso que nosotros ganamos mu[c]ho en
que se quiera serbir de lo poco que balemos, mas si en casa vbiera al-
gunos platos de plata todavía nos animáramos a darle gusto.
La bolsa le e sacado con doblones, que en el sonido los e conocido.
Y yo otra y un pañuelo.
Ben¡[d] acá, principe; no abeys oydo decir la [cjhacona del platillo?
No; aquello de las escobas e oydo.
Eso es vn disparate; hace[d] traer vnos platos y vnos jarros y vereys
vna de las mejores cosas que abeys visto.
Jarros y platos ¿para que?
Mira[dl, haceldos sacar, pues yo os lo d/go, y bereyslo;
No quede por eso, ¡hola!
Señor ¿que manda vuestra merced?
Anda, saca vnos platos y unos jarros de plata, que tan bueno es eso
del platillo; cosa nueba debe de ser agora!
(Ba por ellos.)
Es tan nuebo que apenas lo abemos baylado, y ansy yo entiendo que
os a de dar mucho guesto.
Bea [alqui vuestra merced lo que pidió.
Benga; beys estos platos? pues atándoselos estas damas por la cintura
con estas ligas ha^en baylando vnos panderetes que suenan del ciclo,
y con lo gueco del plato acompañan á los ynstrumentos mucho mejor
que las escobas; mas lo que os alabo entre otras cosas solo es la mu-
danza de la fuente, ques vna de la» mejores cosas que jamas abreys
bisto y mas el berta mudar andando dan9ando que es de mu[c]ho
injenio.
Indiano. Que? se a de mudar?
NoBATO. Todo, que no quede nada sin perder el conpas.
Indiano. Arrojado, parece que se arman.
Una. Contra bobos.
Otra. Vuestra merced me parece que lo habrá menester; es tarde, paciencia.
Indiano. Qué, tanto tengo de gustar de berlo?
Otra. Antes llorar.
Indiano. Pues tanto he de reír.
NOBATO.
Una.
Otra.
NOBATO.
Indiano.
NoBATO.
Indiano.
NOBATO.
Indiano.
Criado.
Indiano.
NoBATO.
Criado.
NOBATO.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
5oi
Una. No, si no gustar de berlo.
NoBATO. De aquí a un rato lo bereys.
(Ponense en sus puestos y empiezan á baylar.)
[Clhiquí, [c]hiquí, morena mia,
si es de noche ó si es de día;
bamonos bida á Tanpico,
antes que lo entienda el mico,
que algui[e]n mira la [c]hacona
que ha de quedar he[c]ho mona.
Aunque en platillo tocamos
platillo estamos ha9Íendo
del necio que lo está oyendo
y no be que le [elngañamos;
quatro los quatro llevamos
partida está la porfía
(c]hiquí, [c]hiquí, morena mia
si es de no[c]he ó si es de dia;
bamonos uida á Tampico
antes que lo entienda el mico,
que alguien mira la [c]hacona
que ha de quedar he[c]ho mona.
Toca la espalda morena
y luego el pe[c]ho me toca,
que me a9es duel^e la boca
en ber qve la plata suena,
y aquel jarro se condena;
dame a beber con el pico,
y antes que lo entienda el mico
bamonos bida á Tanpico,
que alguien mira la [clhacona
que a de quedar hefcjho mona.
(Mientras andan baylando no se habla palabra y en acabando la copla se ba ad-
mirando y celebrando lo que baylan.)
Indiano. Arrojado, la mudan9a de la fuente.
NoBATo. Ya bá, que no nos descuydamos de esa mudanza.
La mudan9a de la fuente bamo a Sibiya pariente
es que nos bamos mudando, y agamosle la mamona,
el que a de quedar llorando que alguien mira la [cjhacona
es la fuente y no lo siente; que a de quedar he[c]ho mona.
(Banse.)
Indiano. Digo que tenia razón el Arrojado, ques la mejor cosa que [he] bisto
jamás. ¡Balame Dios! que uien baylado, y que a son, y con sus apa-
riencias! Y aquella mudanca de la fuente que bien he[c]ha y con que
lindo enredo!; no te parece que es bueno?
Criado. A mi muy bien me a parecido, que lo an he[clho muy uien, mas ¿don-
de an ydo?
Indiano. Anse entrado á disfracar de otras figuras questos son diablos, saben
mu[c]ho, ha^en cosas notables y traen muy buenos adornos; yo
apostaré que quieren hacjer otra máscara diferente de lo pasado; anda,
be, mira si se acaban de bestir.
Criado. Ya boy.
Indiano. (^ierto que los honbres que no gustan desto que son vnos ediotas, y
mas los que biben en lugares donde ay falta de entretenimiento.
Criado. Oye vuestra merced; no están en la recamara ni en la sala.
Indiano. Pues mire qucstaran en el patio, questa más desocupado, para bestirse
bolando, y mira si an menester algo, dáselo luego; cierto ques pere-
grina jente, no me acabo de admirar de quan bien lo hacen y que dies-
tros están en ello, es cosa que espanta.
Criado, Señor, señor, no están en el palio ni en toda la casa y á la puerta falsa
e aliado el escritorillo quebrado.
Indiano. Que dices? Bienes en ti?
5o2
Criado.
Indiano.
REVISTA DE ARCHIVOS
Indiano.
Digo que no están en casa muy de beras y que se an llebado quanto
an podido.
Jesús! Bolando llámame á la justicia que me an robado ;o ladrones!
lo que yo truxe de las Yndias ¡volando á la justicia! lomen las puertas
del lugar no se nos bayan ¿que a^eys, o ladrones!
(Baosc. SalcQ los ladrones y las mujeres bestidos de negros cantando.)
Canaria bona fanfalalán falalán.
(Sale vn alguacil y el yndío y su cryado.)
Ande vuestra merced señor alguacil que agora en este punto me di;en
que uan por aqui; oyga, oyga questos nos dirán de ellos.
Alguacil. Que digo buena jente! ¿Abeys bisto por aqui dos honbres y dos mu-
jeres?
(Cantan.)
Mulaticos del potro los que son judíos
danzando ban los estorbaran,
en el dia de Dios porque los hidalgos
y en el de San Juan; lugar les darán.
Alguacil Téngalos vuestra merced que yo soy cristiana biejo.
[Cantan.]
Canaria bona...
Llegue y infórmese que me an robado.
Tene[d] que no digo si no que si abeys bisto vnos ladrones.
(Cantan.)
Esta danqa a he[c]ho nunca tenga vn pan,
aquesta civdad, plega á Dios que muera
a quien mal parcfje en vn ospital;
Dios le haga mal; canana bona
quien nos detubiere fanfalalán falalán.
(Siempre que acaban las coplas cantan.)
Yo me voy tras ellos,
que gusto me dan.
Platos de mi alma
Indiano.
Alguacil
Alguacil
Indiano.
(Cantan.)
Indiano.
(Cantan.)
Si no fuera rico
sintiéralo mas.
Ya nos beré mas.
Sepa ques vn tonto
calle V ande acá.
Pues sy aqueso tyene
que pena le da?;
canaria bona
fanfalalán falalán.
(Y cantando y danzando acaban el entremés. Kn Granada á i6 de Julio de 1C02
años. Simón Aguado. Rubrica.)
Biblioteca Nacional. Mss. Sección del Teatro. Vv. 154.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 5o3
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
The Philippine islands 1493-1803.— Explorations by Early Navigators,
Descripiions oí the I§lands and iheir Peoples, iheir Hislory and Records of the
Catolic Missions, as related in coniemppraneous Books and Manuscripls, sho-
wing the Poliiical, Economic, Comercial and Religious Conditions of those
Island from their earliest rclations wilh European Nations to ihe beginning of
ihe Nineieenlh Cenlury, translaied from ihe origináis, edited and annotaied by
Kmma Helen Blair and James Alexander Robertsoi^, with historical iniro-
fluciion and additional notes by Edward Gaylord Bourne... — The Arthur H.
Clark Company, Cleveland, Ohio, MCMIII. — 4.**
Apenas consolidada la dominadón norteamericana en Filipinas, los yankis
emprenden la publicación de una serie de cincuenta y tantos tomos en que repro-
ducirán los documentos, relaciones, manuscritos y obras que el título de la colec-
ción indica.
Y no bien comenzada ésta, la prensa nos avisa ya que un comisionado especial
de aquel gobierno viene á España con sueldo, para nosotros fabuloso, á recoger
en nuestros Archivos documentos relativos á Filipinas. Consolémonos con que,
siquiera en esto, nos parecemos á los yankis: las iniciativas oficiales van aquí y
allí detrás de las particulares.
Si conocer uj\ pueblo es camino adelantado para dominarle y gobernarle, los
norteamericanos empiezan bien su obra, puesto que comienzan desde los primeros
días lo que nosotros no hicimos en tantos años de posesión, y bien claramente
podrán formarle idea los tagalos de la diferente actividad de sus sucesivos domi-
nadores. Únicamente podemos alegar en nuestro descargo que todos los materiales
con que la obra está formada nos pertenecen.
Desde luego se advierte en esta colecciór» el carácter eminentemente práctico
del país en que se publica: tomos que no llegan á 400 páginas elegantemente pre-
sentados y en 4.° (aquí, menos del folio ordinario, ningún otro hubiese parecido
propio, de tal obra), con ilustraciones mapas, esmerada impresión y buen papel, y,
lo que á nosotros nos parece más extraño, todos los documentos traducidos al
inglés. Sólo tres en el primer tomo y uno en ^l segundo, quizá tanto por su bre-
vedad como por su interés, llevan al frente de la traducción inglesa el original
castellano, y son dos cartas de Carlos V al rey D. Manuel de Portugal, á Fer-
nando de Magallanes y á Ruy Falero, ambas de iSig, un extracto de una carta de
Indias de 1622 y una carta dirigida á Miguel Salvador de Valencia; todo lo demás,
las Bulas de demarcación y los documentos referentes á ésta, los tratados de Tor-
desillas, Vitoria y Zamora, los documentos sobre la vida y viaje de Magallanes,
las expediciones y viajes de García de Lcaysa, Alvaro de Saavedra, Ruy López de
Villalobos y Miguel López de Legazpi, y muchos documentos y cartas á ellos
pertenecientes, están traducidos al inglés.
Los colectores alegan como razón de esta traducción general el estar la obra
principalmente destinada á los estudiantes yankis que no conocen el castellano, y
desde luego se nota que se han propuesto hacer obra^de vulgarización, como lo.
3.» iPOCA.— TOMO VIII. 36
504 REVISTA DE ARCHIVOS
demuestra el insertar tablas cronológicas de los Papas y casas reinantes de España
y Portugal y las frecuentes citas y remisiones al Diccionario enciclopédico Hispa-
no-Americano.
Precede á la obra una introducción histórica escrita por el profesor de la Uni-
versidad de Yale, ICdward Gaylord Bourne. V haremos notar finalmente que es
una mujer la editora de esta obra, Miss Emma Helen Blair, en colaboración con el
erudito escritor James Alexander Robertson.
J. P.
Tapices de la Corona de España. Reproducción en fototipia de i35 paños,
por Hai'Ser y Menet. Texto del Excmo. Sr. Conde Víi do de Valencia de
Don Juan, individuo de número de la Real Academia de la Historia. — Madrid.
Imp. ^Sucesores de R¡vadeneyra».i9o3.— Fol. apaisado. Dos tomos. 85 páginas
de texto á dos columnas. Láminas fototípicas sueltas.
Los dos grandes álbums de que consta esta obra, llamada á formar época en
la bibliografía, aparecen cuidadosamente enperrados en sendas carpetas, cuyas
lapas ostentan el águila negra de los Austrias sustentando el escudo de España de
('arlos V, que evoca nuestra época de poderío, cuando la nación se enriqueció con
numerosas obras maestras del .Arte italiano y del flamenco. Junto á tal emblema
se lee el título trazado en capitales góticas.
Abierta cualquiera de las dos carpetas, se halla en hojas sueltas un cuaderno
de texto y una serie de láminas: el texto, debido al señor conde de Valencia de
Don Juan, director de la Armería, en cuyo Catálogo, del que hablamos oportuna-
mente, probó su competencia y su sólida crítica en materias históricas y arqueo-
lógicas, haciéndose esperar por lo mismo con afán el trabajo que desde mucho
tiempo preparaba de los tapices; las láminas, ejecutadas en fototipia por los edito-
lores de la publicación, Sres. Hauser y Menet, con la habilidad y el esmero que en
trabajo de tal empeño obligaba á esperar el acierto demostrado en otros análogos.
Para los arqueólogos, la obra es un catálogo ilustrado; para los artistas, un
álbum de láminas con texto explicativo. L'nos y otros hallarán conveniente la
dicha disposición de láminas y texto en hojas sueltas, pues le facilita su manejo y
el estudio de los infinitos y preciosos detalles que encierra aquel interesante con-
' junto.
Sin hipérbole, puede decirse que la colección de tapices formada por nuestros
monarcas desde los días de Isabel la Católica, no lienc rival en Europa, de la que
han sido asombro en varias exposiciones nacionales y universales varias de las
ricas piezas que la componen.
En el período de la revolución, el Sr. Cruzada Villaamil y otras personas inte-
ligentes pensaron en la conveniencia de establecer en El Escorial un Museo de
tapices con esa colección incomparable.
El Rey D. Alfonso XII, celoso de la conservación de tan preciado tesoro, dis-
puso en 1879 que fueran reproducidos por la fotografía (lo que ejecutó la casa
Laurcnt) todos los lapices, facilitando por tal medio su conocimiento, y en caso
de pérdida de alguno de ellos, su hallazgo é identificación, y encomendó el trabajo
de catalogar la colección al citado señor conde de Valencia de Don Juan. Por lo
unto, la obra presente viene á ser la realización de la idea concebida entonces, y
tanto más necesaria, cuanto que por conservarse cuidadosamente guardadas esas
tapicerías, raras veces han sido del dominio público.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 5o5
Ciento treinta y cinco son los paños publicados. El catalogador nos dice al
final de su trabajo que hubieron de quedar inéditos 53, por ser imposible re-
producirlos á causa de ser los que decoran los muros del regio alcázar, más 284
de calidad secundaria, arrojando tales cifras, sumadas á aquélla, un total de
424 tapices flamencos, reunidos en el real patrimonio de España bajo la Casa de
Austria.
También quedan inéditos, esperando análoga ocasión á la presente para mani-
festarse al público, los lapices de la fábrica de Madrid, entre los cuales atraen es-
pecialmente aquéllos cuyos cartones son debidos al insigne Goya.
La colección publicada es muy suficiente para dar idea de la perfección, el buen
gusto y la riqueza del trabajo realizado en los telares de Flandes á fines del siglo xv
y durante el siglo xvi, ó sea en la época mejor de la tapicería y cuando no había
altoliseros en Europa que pudieran competir con los flamencos; la época también
en que el arte de la pintura se mostró más pujante y rico en el género decorativo,
que dio vida á la tapicería. Lo publicado es, por consiguiente, lo más selecto que
en su clase se conoce.
El catálogo, conciso en extremo, denotando claramente que uu autor huyó de
toda amplificación y aun de pararse en detalles que pudieran hacer larga y pesada
la lectura, es más histórico que descriptivo, considerando sin duda que huelga
toda pintura literaria donde puede ofrecerse verdadera. El interés de este trabajo,
de carácter sobrio y sencillo, está en las noticias reunidas, sin duda á costa de lar-
gas investigaciones, perseguidas con tenacidad durante un espacio de tiempo que
no está representado por las breves líneas ó pocas palabras en que aquéllas se
contienen; trabajo cono en la apariencia y considerable en el fondo.
Esas referencias, lomadas de antiguos inventarios y otros documentos, nos dan
á conocer la procedencia de las varias tapicerías que componen la colección. De
ellas, unas, las de carácter más arcaico, cuales son las de la Vida de la Virgen,
figuraron en el patrimonio de Felipe el Hermoso y doña Juana la Loca; otras
fueron de la princesa Margarita, mujer del príncipe D, Juan de Castilla; otras de
la princesa de Portugal, primera mujer de Felipe II. Del Emperador Carlos V pro-
ceden varias, entre ellas la magnífica de la Conquista de Túne^, que mandó fabri-
car el famoso Pannemaker de Bruselas, cuyos talleres recibieron constante pro-
tección de la hermana del César, doña María de Hungría; y de Felipe II hay más
de las que dada su proverbial austeridad pensaríamos atribuirle.
El catalogador nos dice además las fiestas memorables de la Corte á cuyo es-
plendor contribuyeron unas ú otras tapicerías. Por ejemplo, la de la Conquista de
Túne\ se lució por primera vez en Londres, con ocasión del casamiento del prín-
cipe D. Felipe (luego II del nombre) con María Tudor; el llamado Dosel de Car-
los V, compuesto de lapices con asuntos de la Pasión, fué utilizado en Bruselas
en la ceremonia de la abdicación del Emperador en su hijo, al cual sirvió luego en
los actos de Corte en El Escorial. La tapicería de los Pecados capitales figuró con
otras en el suntuoso decorado del pabellón que, bajo la dirección del insigne don
Diego Velázquez, fué levantado en la isla de los Faisanes para la entrega de la in-
fanta María Teresa, hija de Felipe IV, á su prometido Luis XIV.
A estas noticias zc añaden los textos de las leyendas que suelen aparecer en los
tapices; la marca de los talleres flamencos de que salieron, v otras particularidades
de interés arqueo!ó(i¡co, sin que falten nombres ó referencias de los afortunados
artistas á quienes s;n debidos los cartones ó modeles.
5o6 * REVISTA DE ARCHIVOS
Las láminas, de tamaño 32 X 42, son de trabajo acabado, en el que se aprecia
desde luego la claridad de la reproducción. Cada hoja, de magnífica cartulina, con-
tiene un paño ó tapiz. Todos sus caracteres y detalles, hasta los más menudos, es
dable apreciar, todos, menos el color; y con una lente es apreciable hasta el tejido.
La propiedad que tiene el procedimiento de la fototipia de acusar mucho el detalle,
da tanto valor á estas reproducciones de los tapices, nunca más acabadas. Este es,
sin duda, el trabajo de nwiyor empeño que ha ejecutado la casa de Hauser y Menet.
Por lo que se refiere al punto de vista principal, que es el artístico, el conjunto
que ofrecen tales láminas es admirable.
A las tapicerías citadas se unen las no menos notables de los Honores, del Apo-
calypsiSy de Vertumnio y Potnona, de la Historia de Roma, y de Ciro el Grande, de
\os 'Actos de los Apóstoles y de las Tentaciones de San Antonio, etc., manifestando
la evolución del arte decorativo desde el gusto gótico dé Van Dyck hasta el Renaci-
miento, representado por Rafael Urbino, á cuyos nombres, que saltan á los' labios
de quien contempla aquellas composiciones, hay que unir el de Quintín Metzys,
Van Orley, Jerónimo Bosc y algún otro.
Otro aspecto que avalora estos tapices^ es el suntuario, no solamente en cuanto
á lo que tan ricos paños representan en el decorado usual de pasados tiempos, sino
por el sinnúmero de detalles contenidos en sus composiciones.
La impresión del texto en caracteres elzevirianos, es trabajo correcto y elegante
de los Sucesores de Rivadeneyra.
Acaso hubiera sido cómodo poner eh volumen aparte y pequeño ese texto que,
por colocarle al frente de las láminas, aparece en caja apaisada á dos columnas.
La portada con marcado sabor de época, en caracteres góticos alemanes, im-
presa en rojo y negro, con los cuarteles del escudo nacional en el fondo de las
letras capitales, es obra, lo mismo que la tapa de arriba descrita, del distinguido
artista D. Primitivo Carcedo.
Muy satisfactorio es consignar que todo el trabajo de que hemos dado cuenta
ha sido ejecutado en Madrid y durante un año.
La edición ha sido corta, de i5o ejemplares, y la suscripción encabezada por \^
Real Casa cuenta nombres de ilustres damas, proceres, coleccionistas de cosas dé
arte, aficionados y personas de gran cultura, muchas de ellas del extranjero, para
el cual hay ejemplares con texto francés.
Esta obra ño debe faltar en los centros docentes, especialmente en las Escuelas
de Artes é Industrias, pues á éstas y á las ciencias históricas es á quienes prestan
mayor servicio esta clase de publicaciones, tan raras y necesarias en España.
José Ramón Mélida.
Les inseotes ennemis des livres. Leurs moeurs. Moyens de les détruire, par
C. HouLBERT. — París. A. Picard. rqoS. — xxxvni-269 págs. con láminas y nu-
merosos grabados intercalados; además, lista de 94 obras relativas al asunto.
Entre nosotros, poco aficionados á examinar lo pequeño á priniera vista, aun-
que grande y de efectos importantes ó desastrosos á la postre, se acogen con cierta
sonrisa burlona y despreciativa trabajos como el presente, aun entre los que por
obligación deben estudiarlos.
En Francia hay quien instituye-premios anuales, como el de Marie Pellechet,
de 5oo francos, y el del Congreso de Bibliotecarios, de i.ooo, para recompensar es-
tos estudios, y se encuentran 23 personas que aspiren á ellos.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS So^
Un jurado, compuesto de eminentes bibliotecarios y de no menos distinguidos
naturalistas en número de i5, han adjudicado el primero de los citados premios á
la Memoria en que me ocupo, y el segundo á la señalada con el núm. ig, y escrita
en alemán por M. Johan Bolle, director de la Estación de ensayos químico-agro-
nómicos de Goritz (Austria).
Nada menos que 1 8 familias, 38 géneros y 6o variedades de insectos enemigos de
los libros, y por tanto, partidarios del oscurantismo, se registran ó estudian en esta
obra. Algunos cuentan hasta 200 especies que atacan libros, dibujos,- herbarios,
colecciones de historia natural, el bagaje principal de la ciencia. Hay para hacer
temblar al más flemático bibliotecario. Y eso que el autor no trata, por no perte-
necer á la especie en que se ocupa, de la señalada por clei-to colega, según cita del
mismo M. Houlbert, como la más dañina y temible para el libro, que es el lector
mismo.
Hechos curiosos que demuestran el poder destructor de tan antipáticos bichos
y los grandes efectos de lo infinitamente pequeño se refieren en este libro, como el
de la larva del anobio del pan, la más temible de todas, que atravesó en toda su ex-
tensión una tabla entera de obras de teología de más de 200 años de antigüedad; el
de otra que practicó á través de 27 volúmenes en folio una galería por la que hu-
biese podido pasar perfectamente una cinta de cabo á cabo; y finalmente, bibliote-
ca compuesta de miles de volúmenes que en el espacio de dos años hicieron des-
aparecer estas destructoras larvas. Lo cual se explica sabiendo que hay especie '
que puede dar cuatro generaciones en un año, y por tanto, producir una sola hem-
bra en igual período 810.000 individuos.
Sobre todo en las bibliotecas situadas en puntos como las Baleares y el litoral
todo del Mediterráneo es donde los estragos de los terribles insectos son más consi-
derables, pues la humedad y el calor son elementos esenciales para su propagación.
Entre los remedios de la plaga hay algunos curiosos, aunque todavía poco es-
tudiados, y que pertenecen á ese sistema de guerra contra las especies dañinas, fa-
voreciendo el desarrollo de sus enemigas, y el anobio de las bibliotecas las tiene
bien conocidas. Pero aún es más eficaz el de someter los libros úpbjetos atacados
á la fumigación con los vapores del bisulfuro de carbono (C S2) en una caja de
madera, interiormente forrada de zink. En veinticuatro horas perecen huevos, lar-
vas, ninfas é insectos, quedando incólumes los libros, circunstancia muy de apre-
ciar. La operación, sin embargo, exige mucho cuidado, por ser sumamente vene-
nosos dichos vapores, y además inflamables. Debe, pues, ejecutarse al aire libre y
lejos de toda llama. Las temperaturas de So" á óo"* centígrados destruyen también
los insectos; con la de 80.° desaparecen en pocas horas todos los gérmenes; pero
padecen también encuademaciones, pergaminos, etc.
Son asimismo buenos insecticidas los vapores del cloro y de la bencina, el for-
mol, y como preventivos nada más, sin concederles la importancia que tan bien se
aviene á darles nuestra tradicional pereza, el alcanfor, la naftalina, la esencia de
tomillo ó de almendras amargas.
Nada suple á la limpieza de los estantes y tablas, al frecuente sacudido de los
libros uno con otro, á la renovación del aire aprovechando los días en que el vien-
to es fuerte y fresco.
El libro en que me ocupo debe estar sobre la mesa de todo bibliotecario celoso,
y su consulta y las aplicaciones que aconseja pueden evitar daños irreparables.
A. P. Y M.
5o8 REVISTA DE ARCHIVOS
ZHscursos de modallaB y antigflodades que compuso el muy ilustre señor
D. Martin de Gurrea y Aragón, Duque de Villahermosa, Conde de R i bago rza,
sacados ahora á luz por la Kxcmá. Sra. D.* María del (Carmen Aragón Azlor,
actual Duquesa del mismo título, con una noticia de la vida y escritos del
autor, por D. José Ramón Mélida, de la Real Academia de San Fernando,
bibliotecario de la Casa de Villahermosa. — Madrid. Imp. de la V. é H. de M.
Tello. 1902. [Al final: igoS.]— 4.*^ m., cu-141 págs.
Kste libro, digno de alabanzas bajo todos conceptos, es uno de los más ricos y
de buen gusto que se han publicado este año en nuestra patria; adórnanlo hermo-
sas fototipias que reproducen los retratos de los Duques de Villahermosa y Condes
de Ribagorza, pintados por Rolam de Mois con no gran corrección aunque sí de
mucho carácter; curiosas estampas; artísticas arcas; El Rapto de Europa, obra de
Tiziano y no pocas monedas y esculturas como ilustración de lo que escribió don
Martín de Gurrea.
En la Noticia preliminar, el Sr. Mélida traza con no común erudición las bio-
grafías de los antepasados de D. Martín de Gurrea, algunos de ellos insignes por
sus hechos tanto como por su regia ascendencia; tales son D. Alonso de Aragón,
hijo de Juan II y primer Duque de Villahermosa, fiel á su padre en las sangrientas
y enconadas luchas de agramonteses y beamonteses y acerca de cuya vida pro-
yectó Lope de Vega escribir una comedia. D. Juan de .Aragón, hijo de D.** María
Junquers, la «que fué robada por hermosas y luego mostró excelentes condiciones
de gobernante rigiendo el Condado de Ribagorza. Unido en matrimonio D. Juan con
D.* María López de Gurrea la rica-hembra, aumenta considerablemente sus rentas y
obtiene por sus servicios en la guerra de Granada y en la del Rosellón, el Virreinato
de Ñapóles, y el nombramiento de Capitán General'en la Liga contra Venecia. Aficio-
nadísimo al estudio de las antigüedades reúne objetos de arte. Notables son también
las semblanzas de D. Alonso-Felipe de Gurrea, carácter impetuoso, dado á resolver
por la fuerza sus contiendas con otros nobles, y autor de algunas obras en prosa
y verso. La grandeza moral de D." Luisa de Borja, esposa de D. Martín, ha moti-
vado el que éste no sea tan conocido cual merecía; verdad es que lejos de mostrar
condiciones de estadista se atrajo el odio de sus vasallos, los ribagorzanos, dando
lugar á una guerra civil enconada que complicándose luego con la cuestión de los
moriscos aragoneses amenazó con un segundo incendio á nuestra patria, y que con
sus aventuras novelescas se mostró indigno de tan santa mujer; más cortesano que
guerrero, á pesar de lo bien que se condujo en la batalla de San Quintín, distin-
guióse principalmente por su amor á la erudición arqueológica.
Dos métodos cabían en la publicación de los Discursos de medallas que com-
puso D. Martín: reproducir el texto sin procurar identificar las monedas deque en
el se trata, en vista de lo difícil que es llegar á un resultado cierto, dada la conci-
sión con que en dicho libro se describen los objetos arqueológicos, ó intentar
llenar este vacío. Kl Sr. Mélida se ha decidido con buen criterio por el segundo,
pues aunque es verdad que por ser las monedas de distinto módulo es problemá-
tico decir á qué tipo se refería el Duque, y qué sabios nui-»^ismáticos hubiesen pre-
ferido ver los círculos en blanco, sin corchetes ni aditamentos de ningún género,
croemos que nada sale perdiendo la ciencia, una vez que no se da á la ilustración
otro valor que el de una conjetura más ó menos fundada.
M. S. Y S.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS SOQ
VARIEDADES
EGIPTO. Se ha descubierto en Egipto un poema griego de Timoteo de Milcto,
rotulado Los Persas, escrito hacia el año 400 antes de J. C. Del papiro que lo con-
tiene se ha publicado un facsímil en Berlín. Trátase del más antiguo manuscrito
literario helénico que hasta ahora se conoce. M. Reinach, que lo ha estudiado mi-
nuciosamente, halla gran semejanza de estilo ^nire dicha obra y las de Lico-
fron.— Mss.
ESPAÑA.— Cíit//;;. En una casa del barrio de Santa María que se estaba reedi-
ficando, se han encontrado tres tumbas, conteniendo una de ellas un esqueleto;
las otras dos encerraban huesos, cenizas, monedas y otros objetos que por sus
caracteres se cree sean fenicios. — fcp.
Corií/ía.— Ha fallecido en Vilancosta (Coruña), el ilustre escritor gallego Don
iMarcial Valladares Núñez. Era licenciado en Derecho é individuo correspondiente
de la Real Academia Española. Falleció á los ochenta años, habiendo dedicado su
vida al cultivo de las letras. Deja publicadas obras importantes, entre ellas un
Diccionario gallego -castellano, una Colección de refranes gallegos,
varias novelas y otros trabajos literarios. — fcr.
Madrid. El día 3 de Marzo se celebró una solemne velada en el Círculo de
SanLnis para celebrar el vigésimo quinto aniversario de la coronación del Santo
Pontífice León ZZZZ. El Sr. Menéndez y Pelayo leyó un Sencillo homenaje, tan
elocuente que no podemos resistir á la tentación de copiar algunos párrafos. «Era-
se un juglar que haciendo la alegre vida de los de su oficio, había pasado la mejor
parte de su juventud tañendo y cantando en las plazas públicas y en las mansiones
señoriales las gestas de los héroes antiguos y otras materias de apacible y ho-
nesta recreación. Y para dar más solaz á la plebe, solía acompañar estas recitacio-
nes con otras habilidades de danzas, juegos de manos, escamoteos y diversos pasa-
tiempos ingeniosos. Y aconteció que este juglar, como era bueno y humilde, y en
los trances de su vida andariega no había dejado perder las semillas de piedad
y doctrina que recibió en su infancia, vino á parar en su vejez á un devoto mo-
nasterio, donde vivía como hermano lego, haciendo los menesteres más ínfimos de
la comunidad, porque no llegaban á más sus alcances. Y como viese que en aque-
lla santa casa todos tenían especial devoción á la Virgen Nuestra Señora y Aboga-
da, y procuraban servirla cada cual según su talento, uno escribiendo preciosos
códices de sus milagros y loores, otro adornándolos de vistosas miniaturas, otro
labrando primorosas imágenes de talla y colores, discurrió él también servirla á su
manera y según su ardiente devoción se lo aconsejaba. Y como se encontrase
ayuno de todo género de artes, salvo las que había ejecutado en ferias de villorrio
y en los andurriales del camino de Santiago, pensó rendir acatamiento con ellas á
la divina Señora, y comenzó muy de madrugada, cuando el templo estaba todavía
silencioso y solitario, á tañer delante de la Virgen su laúd (ó para hablar con más
propiedad arqueológica, su tfiola ó su rota, porque era juglar épico), y á cantar
aquellos trozos de sus canciones que más cornados ó morabetinos le habían vali-
do. Y para reforzar más el prestigio del canto, le acompañaba con lo más selc:to
5 10 REVISTA DE ARCHIVOS
de su repertorio de acróbata, hasta caer rendido de fatiga á fuerza de saltos, cabrio-
las y contorsiones. Acertó á entrar el prior del Monasterio, grande y severo teólogo,
y sorprendido con tan extraño é irreverente género de devoción, dirigióse al lego en
ademán de reprenderle; pero ¡cuál seria su asombro cuando vio que del laúd del
juglar brotaba una lumbre sobrenatural y milagrosa, y que la Virgen bajaba del
altar para enjugar con un paño que tenia en sus divjnas manos el sudor que
bañaba la frente del pobre cantor ambulante. Este ejemplo tan sabido y vulgar,
nos enseña que no hay estado ni condición, por humilde que sea y profano que
parezca, en que no puedan florecer las esperanzas inmortales que anticipan el
galardón prometido al que persevera en la senda de la piedad y de la justicia. Dios,
que tuvo misericordia del gentil y del publicano, no ha de desoir los ruegos de
estos pequeñuelos llamados artistas, literatos y científicos, que con limpio corazón
busquen su huella á través de las pompas de la naturaleza, de los sangrientos y
ejemplares castigos de la historia, de los prodigios del razonamiento y del análisis
que dominan la materia rebelde, y la miden, y pesan, y especulan é inducen sobre
ella para convertirla en dócil instrumento del hombre; y finalmente, á través del
triunfal cortejo de formas vivas, que realizando la obra suprema y simbólica de la
fantasía, animan con vida palpitante y densa las grandes masas arquitectónicas,
respiran con aliento humano en el mármol, en el bronce, en la tabla, en el lienzo,
ó se difunden en las ondas del verbo sonoro, ya sujeto al yugo del ritmo poético,
ya independiente de él, para recrear la mente de los humanos con fugaces aspiracio-
nes y vislumbres de una idealidad más alta».=t!l i8 de Mayo dio el señor Cejador
en el Ateneo de Madrid, su última conferencia de este curso, acerca de Filología
comparada. Hizo un resumen de sus pasadas explicaciones; examinó el lenguaje
como manifestación del pensamiento y de las emociones y como sonido articu-
lado; trató del método para investigar el proceso de la generación del primitivo
idioma; de las primeras ideas que hubo de expresar el hombre, ó sean los demos-
trativos éste, ese, aquél, basados en las relaciones espaciales. Esludió los principios
psíquicos del lenguaje y la relación entre la sensación y los movimientos reflejos.
Acabó exponiendo el cromatismo de los sonidos, teoría novísima y peregrina.=El
Ateneo de Madrid en junta general extraordinaria, celebrada á i6 del corriente, y
en virtud del reglamento aprobado, anunció el segundo concurso al premio Felipe
Benicio Navarro, consistente en i.Soo pesetas. El tema sobre que han de versar los
trabajos es: Estudio arqueológico y artístico de un monumento español
de arquitectura militar de la Edad Media. El término para la presentación
de dichos trabajos expirará el i5 de Abril de np4, á las cinco de la tarde. — mss.==
El Ministerio de Instrucción pública comisionó á D. Pelayo Quintero para estu-
diar los mosaicos de carácter romano recientemente descubiertos en Sevilla. Ter-
minada su comisión ha presentado en el citado Ministerio una notable memoria
en la que describe y explica los mosaicos hallados, proponiendo al mismo
tiempo los medios conducentes al renacimiento de tan antigua é importante
industria. Completan este trabajo varias fotografías y láminas en colores, he-
chas con arle por el Sr. Quintero.— rcR.= Venciendo su modestia y á ruego de
varios admiradores suyos ha publicado la señora Marquesa de Bolaños un vo-
lumen de poesías, las más de ellas en italiano; entre éstas, especialmente, hay al-
gunas que, por la sencillez elegante de la forma, la delicadeza del sentimiento y
su espontaneidad, sin. mezcla de falso convencionalismo, son dignas de sinceros
elogios. — MSS.
BIBLIOTECAS Y MUSEOS • ' 5ll
Vigo. El día 10 de Abril falleció D. Eugenio Krapf, uno de los editoras más
cultas y de más profundo amor á los estudios literarios que había en la península.
Nacido en la Suiza alemana, residió en España la mayor parte de su vida; primero
en Sevilla y después en Vigo. Últimamente había hecho una magnífica edición de
El Conde Lucanor, reproduciendo fielmente el códice de Puñonrostro, y editaba
una curiosísima miscelánea de D. Adolfo Bonilla, rotulada Anales literarios de
España^ y una novela de D. Juan Valera, titulada: Meditaciones. Utopias sobre la
educación humana.
ESTADOS UNIDOS. Invitado el insigne erudito norte-americano Mr. William
R. Shepherd, quien actualmente se halla en Madrid, para que publicase en nuestra
Revista un estudio acerca de la organización de los Archivos en los Estados
Unidos, ha dirigido al Sr. D. Vicente Vignau la siguiente carta que reproducimos
íntegra:
Sr, D. Vicente Vignau y Ballester,
Jefe del Archivo Histórico Nacional.
Muy señor mió: Tengo el gusto de entregar á usted la breve reseña que sigue de
los Archivos Nacionales de los Estados Unidos, la cual servirá como base de un
artículo que me propongo escribir para la Revista de Archivos.
En las observaciones siguientes me limitare á describir muy ligeramente los
Archivos Nacionales de los Estados Unidos, teniendo presente que cada Estado
individual de ios cuarenta y cuatro que constituyen la nación posee su propio
Archivo, y se puede decir lo mismo de las varias ciudades, y hasta de las muchas
sociedades históricas de los Estados, las cuales poseen también fondos riquísimos
de manuscritos é impresos.
A decir la verdad, no hay en los Estado Unidos ningún Archivo nacional y
tampoco Archivos públicos. Fuera de lo que ^ueda dicho en el párrafo anterior,
hasta el gobierno federal tiene su documentación oficial muy esparcida entre los
despachos de los tres ramos de la administración, ejecutivo^ legislativo y judicial.
El sistema constitucional del país, con sus muchos Estados casi independientes,
impide el que se pueda formar un depósito nacional de documentos, mas en cam-
bio hay en los Estados Unidos menor causa de deplorar esta falta que si tal ocu-
rriera ¿n los países de Europa.
Para explicar esta aserción hay que saber que se ha acostumbrado á publicar
desde el principio de la existencia nacional de los Estados Unidos, una gran
parte de los materiales importantes de la historia que han dimanado del Gobierno
federal. Además de las publicaciones gubernativas es de observar que se han publi-
cado por medios públicos y particulares las biografías y escrituras, más ó menos
completas, de los grandes hombres de Estado. Todos estos documentos así pu-
blicados son perfectamente accesibles en muchas Bibliotecas públicas y univer-
sitarias.
Sin embargo, existen millares de manuscritos inéditos de suma importancia
para la historia, especialmente los papeles del Congreso Continental, y la corres-
pondencia oficial y particular de los presidentes de los Estados Unidos anteriores
al año i836, y la de otros personajes públicos. Esta clase de documentos, que poco
á poco se siguen publicando, se hallan ahora en el Archivo de la Secretaría ó De-
parlamento de Estado [Department of State] en Washington. La mayor parte de
ellos está puesta en carpetas y encuadernada. Todos, también, tienen índices, y
algunas colecciones especiales están provistas de inventarios razonados, de los cua-
les muchos han sido impresos en el «Boletín del Despacho de Rollos y Biblioteca
del Departamento de Estado» [Bulletin of Rolls and Library of ihe Department of
State].
Con respeto al reglamento para consultar los manuscritos del Departamento
de Estado, se debe tener presente que como hay que suponer no es público el
Archivo, y no está permitido, tampoco, ver los documentos más recientes que por
su carácter quedan reservados; también, bajo ninguna circunstancia emprende la
secretaría del Departamento el trabajo de escoger documentos para particulares
512 PEVISTA DE ARCHIVOS
sobre algún asunto cualquiera; ó de mandar copiarlo^ después de hecha la se-
lección.
Sin embargo, se facilita sin grandes reparos la entrada al investigador, cuyo
cuidado, responsabilidad y buena fe se haya asegurado antes por medio de una
carta dirigida al Secretario de Kstado en la cual es menester indicar, tan concisa y
definitivamente como sea posible, los manuscritos que quiera examinar, su objeto,
y el espacio de tiempo que proponga dedicar á dicho trabajo. Y una vez consegui-
do el permiso, el investigador ha de tener presente que puede trabajar únicamente
bajo las condiciones que impongan la conveniencia del Ministerio y la iransac-
ción continua de sus negocios.
Además, se han puesto las reglas especiales que si|;ucn:
1 . No se permite llevar á ningún despacho de la oficina manuscritos sacados del
^Despacho de Rollos y Biblioteca,» en el cual está colocado el Archivo, hasta cjue
un recibo, semejante á la papeleta de pedido que facilita el portero del Archivo
Histórico Nacional, y que describa el papel ó tomo pedido, haya sido firmado por
el oficial que saca aquéllo, y entregado al jefe ó encargado del despacho.
2. Excepto por arreglo especial en circunstancias excepcionales, no pueden sacar
de sus colecciones los manuscritos personas ajenas al despacho.
3. Las horas de oficina son de las diez hasta las cuatro.
4. Únicamente se permite el uso d-* índices ó inventarios manuscritos por
medio de los oficiales.
5. í^ara consultar la Biblioteca del Archivo, además de los manuscritos, hay
que obtener permiso especial del jefe del Despacho.
Refiriéndome ahora al trabajo propio de la sección de Archivos del Departa-
mento de Estado que, como se ha advertido antes se llama el «Despacho de Rollos
y Biblioteca» [Bureau of Rolls and Library), se puede decir que los empleados
están ocupados en componer, poner en carpetas, encuadernar, y preparar para la
publicación los manuscritos. El método de componer un documento es el de hacer
más fuerte cada hoja débil ó rota que lo necesite, y el de colocar trocitos de papel
para afianzar los manuscritos sumamente deteriorados. El procedimiento de poner
en carpetas es el de adherir cada papel á un gozne de lino que está pegado á su vez
á un pliego de papel recio, provisto también de un gozne de lienzo para encuader-
narse después. Se encuadernan los manuscritos, así compuestos y puestos en car-
petas, en volúmenes ó tomos, con cuero y paño, los cuales tienen el tamaño de
grandes cuartos de fácil manejo.
Este trabajo técnico y práctico de hacer más útiles á los investigadores los
papeles ha sido impedido, como sucede en muchos otros sitios del mundo por
falla de dinero, y por consiguiente de espacio, empleados, y á ve:es de inteligencia.
Y en cuanto á los empleados es de confesar que aunque haya muchos hombres
capaces é instruidos que están encargados de la conservación de los documentos,
desgraciadamente no tenemos en los Estados Unidos un cuerpo facultativo de
archiveros y bibliotecarios correspondiente á el de España, los conocimientos y la
cortesía de los cuales hacen tan provechosos los trabajos históricos de los españo-
les, y de los extranjeros como yo, que tengo el honor de ser, señor.
Su affmo. y seguro servido? q. b. s. m.
WiLi.íAM R. Shephebü.
Madrid, 17 de Junio de í<k)3.
FRANCIA. Dos arqueólogos franceses, MM. Breuil y Peyrony han estudiado
la caverna prohistórioa de Bernifal (Dordogne) cuyas paredes contienen
multitud de figuras grabadas; algunas de éstas representan el mammuth, animal
propio del periodo cuaternario.
INGLATERRA. Mr. W. King ha descubierto y publicado un texto asirlo anti-
quísimo en el que se refiere de una manera análoga al Génesis la creación del
mundo, prueba de que en la raza de Sumcr se conservaba, aunque no pura, la
tradición primitiva. Dicha relación difiere de la bíblica en que añade episodios de
luchas entre divinidades, como entre Apsu y Ea, Marduk y Tiamat, y cuenta que
el primer hombre fué hecho, no de barro, sino con la sangre del dios protector de
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
5l3
Ba3Ílon¡a.=El laureado artista inglés Fred Roe ha pintado un cuadro cuyo asunto
es la visita de Folipo lY á Yolázquez, cuando según una tradición infundada,
trazó el Rey la cruz de Santiago en el retrato del autor de Los borrachos. The
Graphic {i3 de Junio de iqoS) reproduce dicho cuadro. =K1 Museo británico
acaba de adquirir un busto del emperador Augusto, hallado en Chipre. Parece
obra de un escultor griego contemporáneo del César y concuerda con el retrato
que de éste se conserva en las historias y en otras estatuas del mismo.
ITAIJA. Hace poco tiempo quedaron ultimados los trabajos de reorganización
y ensanche del Museo de Pinturas do Brera, uno de los más notables que
hay en Italia; verificóse con solemnidad la inauguración, asistiendo el ministro de
Instrucción pública Sr. Nasi. Dicho Museo ha enriquecido sus colecciones con
cuadros tan notables como Los funerales de San Jerónimo, por Lázaro Bas^tiani;
San Pedro mártir, San Juan Bautista, San Francisco y Santo Tomás de Aquino,
por Gentile da Fabriano, y l'n milagro de Santo Domingo, por Benozzo Gozzoli.
Kntre las demás obras celebradas que contiene, citaremos Ei martirio de San Vidal,
por Federico Barocci y el inmortal Sposali^io de Rafael. =La cuestión de la auten-
ticidad del Santo Sudario de Turín ha dado lugar á una vasta literatura que
consta de cerca de tres mil números La Revue d'Histoire ccclésiastique (Marzo
y Abril de icjoS) inserta una Bibliografía de los xnás importantes.
BIBLIOGRAFÍA
(La lcn(!ua C:» la base de clasiHcición Je nuestara Bibliografía. En esta se incluyen todos \o%
libros de cualquier orden y los trabajos de revistas publicados por individuos de nuestro
Cuerpo, lo cual puede servir para intentar una bibliografía ae éste: los marcaremos con un *. —
En la Bibliografía de Revistas siempre que no se indique el año, se entenderá que es el co-
rriente.)
LIBROS ESPAÑOLES
li.° Todos los de historia, en la acepción más
amplia de la palabra, desde lapülíticaá la cien-
tífica, y los ele sus ciencias auxiliares, incluso
la (llología y la lingüistica, que se publiquen,
editen, reinrípriman y extracten en la España
actual y sus posesiones, de autor español ó ex-
tranjero, en cualquiera de las habías españo-
las, ó en ó fuera de España, de autor español,
en lenguas sabias. 2." Las ediciones, reimpre-
siones >; antologías hechas en ó fuera de Espa-
ña, de libros de cualquier materia escritos por
autores ya muertos no contemporáneos, espa-
ñoles ó extranjeros, en dichas hablas, ó por
españoles en lenguas sabias, dentro de la ex-
tensión de los antiguos dominios españoles.
3.«* Las traducciones, arreglos, refundiciones
é imitaciones publicadas en ó fuera de Erpaña
f)or autores vivos, españoles ó extranjeros, en
as mismas hablas ó en lenj/uas sabias, de obras
históricas y literarias debidas á españoles ya
muertos. 4.'° Los libros notables ori^iilales cíe
amena literatura, dados á luz en o fuera de
España por escritores contemporáneos, espa-
ñoles ó no, en las hablas españolas, ó por escri-
tores españoles contemporáneos en lenguas
sabias. Sy Los de cualquier materia, siempre
que se refieran á cosas de h'spaña, publicados
en las referidas hablas en aquellas naciones
que no las usan, ó en las mismas hablas ó en
lenguas sabias en lo'i pueblos que usan el cas-
tellano. Y ó." Las traducciones hechas por es-
pañoles ó extranjeros, á cualquiera de las ha-
blas españolas, ó por españoles á lenguas sa-
bias, de libros extranjeros históricos, de cultu-
ra general, y aun de amena Titeratura cuando
son obras maestras.)
A<:ki)ü (D. Fernando). Oástulo. Estudio his-
tórico acerca do la creación, vida y existencia
de esta antigua ciudad y sus relaciones con la
de Linares. (Obra) continuada y finalizada por
I). Manuel .4cerfo.— Madrid. Est. tip. de la V. é
H. de Tello. 1032. —4.®, 217 págs.— 4 ptas.
A.NorLo Laoi.na (Diego). Derecho privado
de Vizcaya.— Madrid. Hijos de Reus, editores.
19^—4", 275 págs.— 5 pías. (De la Biblioteca
de autores furidicos españoles y extranjeros.)
Anuario miiitar de España. Año 191)3.—
Madrid. Imp. del Depósito de la Guerra. 1903.—
4.° m., H72 págs. y un retrato de S. M.— ó ptas.
Aviles (.\ngel). Catálogo de las obras de
arte existentes en el Palacio del Senado.— Ma-
drid. Est. tip. Hijos de J. .A. <5arcía. 1903.—
8.0, lio págs. Con ilustraciones.
Barrio Folgado (M. de). Historia del Tercio
de Zamora y Regimiento infantería del mismo
nombre El Fiel.— Zamora. Est. tip. de San
José. ioo3.=8.°, 3;n págs.— i,5o ptas.
Blasco (Eusebio). Obras completas. Tomo I.
Primeros y últimos versos.^Madrid. Lib. de
5i4
REVISTA DE ARCHIVOS
Leopoldo Martínez. 1903.— a.», 231 págs.— 3 pe-
setas.
BeltrAn t Rózpide (D. Ricardo) y FbrnAn-
OEZ Duro (D. Cesáreo). Isidoro de Antillón,
geógrafo, historiador y político. Discursos leí-
dos ante la Real Academia de la Historia en la
recepción pública de D. Ricardo Beltrán y
Ró^pide el día 31 de Mayo de 1903.— Madrid.
Imp. y lit. del Depósito de la Guerra. 1903.^
8.«m., 182 págs.
Campo Gra.nde (El Vizconde de). Necrología
del Excmo. Sr. D. José García Barzanallana y
García de Frías, leída ante I.1 Real Academia
de Ciencias Morales y Políticas el día 7 de
Abril de 1903. — Madrid. Imp. del Asilo de
Huérfanos del S. C. de Jesús. 1903.— S.** d., 23 ps.
Carqué de la Parra (K.). Psicología de la
materia (Ensayos).— Madrid. Imp. de Celestino
Novoa. 1903.— 8.°, 63 págs.—! y i,5o pus.
Casanova (Sofía). Sobre el Volga helado.
Narraciones de viaje.— Madrid. Imp. de R. Ve-
lasco. 1903.— 12.0, 107 págs.— 0,75 y I ptas.
Catálo(«o ilustrado de la librería de P.
ViNDEL. Tomo tercero. Obras españolas de los
siglos XII á xviii. (Lleva 108 facsímiles en ne-
gro y cuatro cromolitografías.)— Madrid. Im-
prenta de José Rueda. 1903.-8.° m., 577 págs.—
14 ptas. .
Comedia de Calisto z Melitca (Burgos; 1499).
Reimpresión publicada por R. Foulché-Del-
bosc.— Macón. Protat hermanos, impresores.
1902.-8.°, 179 págs.— 10 ptas. (Es el tomo XII de
la Bibliotheca hispánica.)
CoRTEJÓN (D. Clemente). La coartada, ó de-
mostración de que el Quijote no se engendró
en la cárcel de Argamasilla de Alba.— Barce-
lona. Por Pedro Ortega y Pascual. 1903.-8.° m.,
18 págs.
Diccionario de arquitectura civil, religiosa,
militar y legal por varios arquitectos. Obra
escrita en vista de las más importantes que se
han publicado en España y en el extranjero é
ilustrada con gran número de grabados.— Bar-
relona. Est. tip. de Jaime Vives. (Madrid. Li-
brería de V. Suárez.) Sin a. (1903.)— 4.°, ix-261
páginas y una hoja de erratas. Tomo I. Con-
tiene las letras A-Ch.— 12 y i2,5o ptas.
Fabraquer (El Conde de). La expulsión de
los jesuítas. Revelaciones históricas.— Valen-
cia. Imp de El Pueblo. Sin a. (1903.)— 8.°, 214
páginas.— i y i,5o ptas.
Farinblli (D. Arturo). Más apuntes y diva-
gaciones bibliográficas sobre viajes y viajeros
por España y Portugal. (De la Rk vista de Ar-
chivos, Bibliotecas t Museos.)— Madrid. Ti-
pografía de la Revista de .Xrchivos. 1903.—
8.° m., 83 págs.
Fernández Valbuena (D. Ramiro). La voz
de la Iglesia española.— Toledo. Imp. de Rafael
& Menor. 1903.— 81.° m., 335 págs.— 3 ptas.
Geny (Francisco). Método de interpretación
y fuentes en Derecho privado positivo. Prólo-
go de Raimundo 5a/e¿//e«.— Madrid. Hijos de
Reus, editores. i9o;2.— 4.®, 638 págs.— 10 ptas.
(De la Biblioteca jurídica de autores españoles
y extranjeros.)
GÓMEZ PoMBO (Félix). Colmenar el viejo en
la antigüedad. Perfiles históricos y estudios
del ganado bravo.— Madrid. Imp. de R. Rojas.
1902.-8.», 134 págs.
Hernández (Dr. Fortunato). Las razas indí-
genas de Sonora y la guerra del Yaqui— Mé-
xico. Casa editorial «J. de Elizalde». 1902. —
4.° d., xix-395 págs. Con un retrato del autor
y profusión de láminas y grabados. Contiene
además vocabularios de las lenguas Cahita,
Yaqui y Seri ó Kunkaak, y una bibliografía
de ésta.
Kropotkine (P.). Las prisiones. El salario.
La moral anarquista. Traducción de Eusebio
//era«.— Valencia. Imp. de El Pueblo. Sin a.
(1903.)— 8.°, 2o5 págs.— I y i,3optas.
Labarta (L.) Hierros artísticos; colección
de láminas representando los más notables
trabajos de forja, particularmente los debidos
á los maestros castellanos y catalanes.— Seix.
[I9031-— 4>°« 2 vols. Con aoo láminas. Texto en
castellano y en francés.
Leira (P.) Diccionario biográfico de pinto-
res.—Santiago de Chile. Imp. Esmeralda. 1903.
8.°, viii-55i págs.
Lezón (D. Manuel). El Derecho Consuetudi<-
nario de Galicia. Memoria que obtuvo el se-
gundo premio en el concurso... abierto por la
Real Academia de Ciencias Morales y Políticas
para el año de 1901.— Madrid. Imp. del Asilo
de Hucrfanos del S. C. de Jesús. 1903.-4.°, 117
páginas.
Martínez Marín (Dr. D. Francisco María).
Manual de Patrología y de Patrística. — Guada-
lajara. Imp. y lib. de E. Burgos. 1903. — 8.", 339
páginas.— 3 ptas.
Peón Contreras (José). Obras de... T. III.
Romances históricos y dramáticos. Pequeños
dramas. Colombinas. Ecos.— México. Imp. de
V. Agüeros. 1902.-8.*^, 513 págs.
Reclus (Elíseo). Mis exploraciones en Amé-
rica. Traducción de A. Lópe^ Rodrigo.— Vm-
Icncia. Imp. de El Pueblo. Sin a. (1903.)— 8.°,
226 págs.— I y i,5o ptas.
RoDRfeuEZ MouRELo (Ilmo. Sr. D. José) y
EcHEGARAT (Excmo. Sr. D. José). Discursos
leídos ante la Real Academia de Ciencias exac-
tas, físicas y naturales el día 24 de Mayo de
1903. Tema: Acción educadora de la Ciencia.—
Madrid. Imp. de L. Aguado. 1903.-8.° d., 59
páginas.
Romero Girón (D. Vicente) y García More-
no (D. Alejo).— Anuario de legislación univer-
sal. Complemento de las instituciones políti-
BIBLIOTECAS Y MUSEOS
5i5
Cas y jurídicas de los pueblos modernos. Año
. de 1 901. Apéndice XIII. Nuevas leyes y códi-
gos de los Estados Americanos.— Madrid. Sin
imp. 1903.-4.° m., 382 págs.— 10 pías.
Ruiz C0NTRERA8 (L.). Misjesuitas. Recuer-
dos infantiles. El Dios de los pobres. La voca-
ción. Tentaciones. El noviciado. El novicio.—
Madrid. Imp. Alemana. 1903.-8.°, 36 hojas sin
foliar.— I y i,5o ptas.
SÁNCHEZ (J. R.). Los grandes literatos. Estu-
dio critico de sus obras principales. Segunda
y última parfe.— Ciudad Real. Ofic. Tip. de
Pérez y Hermano. 1903.-4.°, págs. 293 á 597 final
y una para el colofón.— 6 y 6,5o ptas.
Sklgas (Fortunato de). San Félix de Játiva
y las iglesias valencianas del siglo xiii.— Ma-
drid. Imp. de San Francisco de Sales. 1903.—
4.° m., 27 págs con dos fototipias. (Del Boletín
de la Sociedad española de excursionA.
Shakespeare (Willi«m). Hamlet, tragedia en
cinco actos. Versión castellana de L. Fernán-
de^ de Aíoraffn.— Barcelona. Imp. de F. Badia.
1903.-8.°, 160 págs.— I y i,5optas. (Teatro an-
tiguo y moderno. Tomo VI.)
Solemne velada en conmemoración del
XXV aniversario de la coronación de Su San-
tidad León XIII en el Círcujo patronato de
San Lui<« el 3 de Marzo de 1903.— Madrid. Est.
tip. de Fortanei. 1903.-8.°, 134 págs.
SuÁREz IifCLÁN (D. Julián). El Teniente Ge-
neral D. Pedro de Lucuce; sus obras é influen-
cia que ejerció en la instrucción militar de
España. — Madrid. Imp. de .\dministra9iun
militar. 1903.-8.° m., 154 págs.
Valera (Luis), Marqués de Villasioda. Vis-
to y soñado. Yoshi-San la Musmé. La esfera
prodigiosa. El hijo del Banián.— Dyusandir y
Ganitriya.— Madrid. Est. tip. de la V. é H. de
Tello. 1903.-8.°, 283 págs.
Valera (Juan). El superhombre y otras no-
vedades. Artículos críticos sobre produccio-
nes literarias de fínes del siglo xix y princi-
pios del XX.— Madrid. Lib. de F. Fe. 1903.-8.°,
398 págs.— 3,5o ptas.
ViSals (A.). Estudios filosóficos y sociales
sobre enseñanza y educación en la cuestij>n
religiosa. Con motivo de algunas conferencias
dadas en el Ateneo de Madrid, con una carta-
prólogo-censura de D. Juan Manuef Orti y
Lara.— Madrid. Est. tip. á cargo de A. Maro
1903.-8.°, xii-468 págs.— 4 y 4,5o ptas.
Zapiola (José). Recuerdos de treinta años
(1810-1840). Quinta f¿/fctón.— Santiago (de Chi-
le]. Imp. Mejía. 1902.— 8.°,3iopags. Eselíomo/X
de la Biblioteca de autores chilenos.
A. Gil Albacete. • M. Serrano y Sanz.
LIBROS EXTRANJEROS
(i.° Los tratados universales y generales por
naciones y materias, de historia y sus ciencias
auxiliares, de literatura y arte, de filología y
lingflistica. etc., gue interesen á la erudición
> á la cultura, puolicados en ó fuera de Espa-
ña por españoles ó extranjeros eh hablas vul-
gares no españoles, ó por extranjeros en len-
guas sabias. 2.° Los de cualquier materia es-
critos por españoles en ó tuera de España en
dichas lenguas vulgares. 3.^ Los de cualquier
materia, con tal que se refieran á cosas espe-
ñolas, publicados por extranjeros en ó fuera
de España en lenguas sabias ó en hablas vul-
gares no españolas.]
Altmank (W.) Architektur und Ornamen-
tik der antiken Sarkophage.— Berlín. Wied-
mann. 1903. — 8.*, vni-n2 págs. con 35 gra-
bados.
Barxabé (Le P.) Le Prétoire de Pílate et la
forteresse Antonia.— París. Imp. Picard. 1903.
8.°, xxiii-35i págs. con 32 grabados.
Calderón de la Barca (D. Pedro). Six dra-
mas of Calderón. Translated by EdwardFitz-
Gerald. — London. Delamore Press. 1^.— fi.°
Lleva un retinto de Calderón, hecho por R. de
Egusquiza.
Cancionero GERAL. Continuaban io de García
de Resende compilado por Antonio Francisco
Barata e avallado pelo Doutor Theophilo Bra-
ga.—Evora.- 1902.-8.°, xxv-271 págs.
CAPASsp (C.) La política di Papa Paolo III e
riulia. Tomo /. — Bologna. Tip. Zanichelli.
I9p2.— 8.°, 436 págs.
Cartulaire du chapitre de Saint-Laud
dWngers (.Actes du xi^ et du xii^ siécle), suivi
de la Vie de saint Silvestre et llnvention de
la Sainte Croix, poéme franjáis du xii^ siécle
publié par Adrien P/ancAenau/f. — Aagers,
GermainctGrassin. 1903.— 8.°m.,xxiv-20i págs.
Cervantes (M. de). Don Quichotte de la
Manche.— Mesnil (Eure). Imp. Firmin-Didot.
(1903.]— 8.°, 191 págs. con 66 grabados.
Clark (J. W.) The care of books. An essay
on the development of librarles and their fif-
tings, from the earliest times to the end of the
18*" Century.— Cambridge. Universily Press.
1903.-4.°, xviii-327 págs. f
OoRBANí (P.) Jeanne d'Arc. París. Imp. Pi-
card et Kaan. (1903].— 8.°, 136 págs. con 14 gra-
bados.
Chanson (La) de Roland. Texte critique, tra-
durtioo et commentaire, grammaire et glos-
saire par Léoo Gautier. — Tours. Imp. Mame.
I'9^]— »8 ^'Lii-OoG págs.
DiTCHUKLD (P. a.) The Cathedrals of Great
Britain. Their History and Archiiecture.—
London. Dent. 1963. — 8.°, xn-452 págs.
DocuMENTS ponti/icaux sur la Gascogne,
d'aprés les Archives du Vatican. Pontifical de
Jean XXII (1316-1334). Textes publiés et anno-
tés pour la Societé historique de Gascogne par
labbé Louis Guérard. T. //.— Auch. Imp. Co-
charaux. 1903.-8.°. 164 pags.
Faulquier (B.) Frédéric Ozanam. L'homme
et l'oeuvre. Prélace du R. P. Baudrillart. í*
5i6
REVISTA DE ARCHIVOS
^rfiíion . — Poiiicrs. Societé fraD^aisc d impr.
1903.— 18.®. XV1-175 págs.
Fitzmal'rice-Keli.y (James).— Lope de Vega
and thc spanish drama being the Taylorian
lecture (1902).— Glascow. üowans ¿t Gray.—
LondoQ. R. Brimlcy Johnson. i()02.— 8.°, 63 pá-
ginas.
Gilliat-Smith (E.) The Story of Bruges.—
London. Deni. 1903.— 12.", .\ii-42o págs.
Grovssac (P.) l'ne cnigme liitérairc: le «Don
Quichotte» d'Avellaneda (le Dramc espagnol;
Philologie amusante; Hernani; Carmen), par...
direcieur de la Bibliothéque nationale de Bue-
nos Aires.— Mácon. Imp. Protat. 1903. — ló.'*,
X11-318 págs.
IIastings (G.) Siena, its Architecture and
Art.— London. De la More Press. 1903.-4.°, 60
páginas.
Heitz (P.) Les fíligranes des papiers conte-
nus dan^ les archives de la ville de Strasbourg.
Strasbourg-IIitz. 1903.— 4.°, xi-8 ^ágs. con gra-
bados.
HiRZEi. (H). Ex-libris. Vorwori von M. Sem-
rau.— Berlín. Fischer und Franke. 1903.-4.",
70 láminas y 8 páginas de texto.
HouLBERT (C.) Les insectes concmis des li-
vres (Leurs raoeurs; moyens de les détruirc).
Blois. Grand Imprimerie. 1903.-8.", xxxvin-274
páginas con grabados.
Krafft (Hugues). A travcrs le Turkcstan
Russe. OuVrage illustré de dcux-ceni-soixan-
te-cinq gravures daprés les clichés de l'au-
tcur et contcnant une carie en couleurs.— Pa-
rís. Ilachettc et C.'*^ 1902.— 4." m., vii-228 pá-
ginas.
Lafenestre (G.) y Riciitenberger (E.) La
Peínture en Europc. Rome: le Vatican, les
Eglises.— París. Soc. Ir. d"cd. dart. 1903.— 8.*,
xxii-375 págs. con 100 laminas.
Meu.nikr (J. M.) La prononciation du latín
classiquc.— Nevers. Imp. Valliére. 1903. — 8.",
viii-38 pags.
MoNkitousE (C.) .\ History and description
of chínese Porcclain. With notes by S. W.
Bushell. —Lonóon. Casscll. 1903.-8.°, 118 pá-
ginas con 24 láminas.
PiAT (C.) Aristüte.— Mesnil (Eure). Imp. Fir-
min-Didot. 1903.— 8.". vni-396 págs.
Poi.i (ü. de). Le Pape l'rbain IV. Rcchcrchcs
sur sa famille et son blasón.— Vannes. Imp. La-
folye. 1903. — 8.", 253 págs. .
Pl'ech (Ain¿). Rcchcrche* sur le Discours
aux grccs de Taiicn, suivies d'une traduction
lran<;iisc du Discours avcc notes.— Chartrcs.
Imp. Durand. i9.)3.— 8." m., i5H págs. (Publica-
das en la HiblUtthkquc de la Faculté des
Leí tres.)
Stokes (H.) Vclázquc/, his lile and work .—
Loodon. Art Record Press. 10 »;5 — S.^', 78 pa-
gioas con 17 grabados.
Si'Pi.Nüd. B.) L'incoronazione di Ferdinan-
do d'Aragona. gruppo in marmo di Benedetto
da Maiano nel Museo Nazionale del Barge-
lio.— Firenze. Sceber. 1903.-8.°, 14 págs. con
un grabado.
Ventvri (.\.) Le Madone: Represéntaiion»
de' la Vierge dans l'art italicn.^Paris. Gaul-
tier. 1933.-4.°, ix-444 págs.
WiLi.iA.MS (Leonard). Matcd. A romantic
drama in four acts. — London. Cassell aod
Company. 1903.-8.°. 64 págs. (El asunto de
este drama es el trágico ñn del conde de Vi-
llamediana.)
M. Serrano y Sanz.
REVISTAS ESPAÑOLAS
[i.° Los sumarios íntegros de las revistas
congéneres de la nuestra, consagradas exclu-
sivamente al estudio de España y publica-
das en cualquiera de las hablas españolas en ó
fuera de España: los títulos de estas revistas
van de letra cursiva. 2.° Todos los trabajos
históricos y eruditos acerca de cualquier ma-
teria, según el amplísimo criterio expuesto,
que nguren en los sumarios de las revisus no
congéneres de la nuestra, escritas en dichas
hablas en ó fuera de España.]
La Alhambra. 31 Mayo 1903. Remembranzas
de los Andes. Impresiones de un viaj^, por
Francisco Fernández Pes^uíro.— Documentos
y noticias de Granada, por 5.— Notas biblio-
gráficas, por y.
Boletín de la Real Academia de la Histo-
ria. 1903. Junio. Emanuéle Thérése. Su histo-
ria, por la Infanta Doña María de la Paz,
Princesa Luis Fernando de Baviera (J. Gome ^
de -IríícAe).— Discursos de medallas y anti-
güedades que compuso Don Martín deGuRRSA
.Y Aragón, DiyiE .de Villahermosa (.Adolfo
Herrera).— Don Roscl de Grecia, representa-
ción teatral en l.i corte de D. Felipe II [publi-
cada por SoLSA ViTERBol (Cesáreo Fernández
Duro). (Es un juicio de dos cartas que escribió
acerca de dicho asunto doña Bernarda (>ou-
linha.l— El Loaysa de £7 celoso extremeño'
por F. RoDRKiUEz Marín (J. M. Asensío).— Mo-
numentos romanos de San Juan de Camba,
Córdoba, Linares, Vilches, Cartagena, Barce-
lona y Tarrasa, por Fidel Fita.— Don Ciríaco
M. > igil y Suárez-Bravo, por Cesáreo Feruan-
de^ /)uro.— Tapices de la corona de Españ.i
(publicados por el Conde vn do dk Valencia
DE DON Jian], por el Marqués de Laurencin,—
El Emperador Carlos V y su corte (1522-1539),
por .\. Rodrigue^ l"i7/a.— Barcelona romana.
Su primer período histórico, por Fidel Fita. —
Invcniario de las antigüedades y objetos de
arto que poste la Real Academia de la Histo-
ria, por Juan Catalina (larcía.
La i.n-DAD DK Dros. 5 Junio ic.03. I'n pueblo
mártir, por el P. .\ntonino M. Tonna-llar-
//if/. -.\pósiül V mártir (el Hmo. P. Francisco
Picardi, por el P. Julián Hodrigo.^XÁÜQO^
BIBLIOTECAS Y MLSEOS
5i7
griegos y su influencia en España, por el P. Bo-
nifacio Ilompanera.—Loíí himnos de la fiesta
de San Agustín, por íJébin fiawrfliw.- Biblio-
grafía.
La España .moheuna. i." Junio 1903. La cues-
tión de Santo Domingo, por Jerónimo liccker.—
Feminismo, por Adolfo Posada.— FA primer
conflicto entre dos soberanías (Fernando Vil
y las Cortes de 1820J, por Juan Pére:^ de Gu¡i'
tnan.— La trata de negros, por Augusto A/ar-
•tine^ 0/wírfi7/a.- Lecturas americanas, por
Hitpanus.—Cróoicst literaria, por E. Gómeí^ de
Baquer o. —Kcy i fitüL de revistas, por Fernando
^Iraw/o.—Notas bibliográficas, po." Rafael Cas-
tillo.
Kuskal-erria. 10 Marzo 1903. Los comune-
ros de Guipúzcoa,^por el Marqués de Seoane.—
Célebres marinos bascongados. El teniente
general de la Armada D. José de Mazarredo
(1745 á 1812), por D. Manuel Dia^ y Rodri-
gue!^. =20 Marzo. Bizcaya. San Juan de la
Peña (vulgo Ga/telugach), fotograbado y
apuntes histórico-descripti.vos. — Los comu-
neros de Guipúzcoa, por el yfarqués de Seoa-
ne (conclusión). =30 Marzo. La música po-
pular bascongada, por D. Resurrección María
de jii^/Euf.— Noticias bibliográficas y literarias.
Historia general de Bizcaya, por D. Estanislao
Jaime de Labayru. — Cuento santo, por don
Antonio Trueba.=\o Abril. La música po-
pular bascongada (continuación), por D. Re-
surrección María de .l^Au^.— Curiosidades do-
nostiarras: estampas y planos, por D. Francisco
L<ípf;-^t/én.— Tudela. Fotograbado, acompa-
ñado de apuntes histórico-dcscripti vos. —Iluar-
te. Fotograbado y apuntes histórico-dcscrip-
livos.=20 Abril. La música popular bascon-
gada (continuación), por Resurrección María
de Ai{kue.— L2i europeización de Egipto, por el
. Marqués de Casa-Torre.— l^n idioma de 30.001)
almas bien atendido [el de los grisones], por
D. Teiesforo de Aran ¡^adi.— Celebres marinos
bascongados. El Teniente general D. Cosme
Damián Churruca y Elorza, por I). Francisco
Lope ^- Alen.
La ilustración Española v .Amkrica.na. ¿y?
Marzo 1903. La .\cademia del gato (conclusión).
por E, de Lm.s/o/ió.— El LXXIV aniversario del
natalicio del poeta nacional-argentino Carlos
Guido y Spano, por Juan Pére^ de Guarnan. -
Esculturas de la Catedral de Chartrcs, por
E. 5erra;io/'íj/iga/i.— Grabados: Carlos Guido
y Spanc— (Catedral de Charires.=3o .Marzo.
Esculturas de la <'atcdral de Charircs, por
E. Serrano /''a/iga/i.— Grabados: Catedral de
Chirtres.=8 .\ br i 1 . Viajes á Tierra Santa. I'n
plano de la antigua Jcrusakn.por Felipe /Vjv^
y Gon ^ále!^.- El arte en las iglesias de Madrid.
Las Descalzas Reales, por Manuel Mesonen»
Romanos. — Gt Abados: Plano de Jcrusalén.—
1 5 .Abril. El arte en las iglesias de Madrid.
Las Descalzas Reales (continuación), por Ma-
nuel Mesonero Romanos. =22 .Abril. Desde
Roma. Camino de las Catacumbas de San Ca-
lixto, por R. lialsa de la Vega.— El arte en las
iglesias de Madrid. Las Descalzas Reales (con-
clusión, por M. Mesonero Romanos.— Graba-
dos: Roma. Lr.s Catacumbas de San Calixto.—
8 .Mayo. Los Decanos de las Cortes y de los
Ministerios desde la muerte del rey Fernan-
do Vil hasta la de D. Alfonso XII (1834-188!^).
por Juan Pére^ de Guarnan.— El castillo de
Benisanó, prisión del rey de Francia Francis-
co I, por Bernardo 5¿/ic/ie;í Abadía. = 22 M ayo.
Luis Vélez de Guevara. Nuevos datos para su
biografía. Su partida de bautismo, por Felipe
Pére^ y Gnn^a/íif.
La Lkctura. 1933. Mayo. La nueva pintura
española en París y en Bilbao, por Ramiro de
Mae^tu. — Sobre el Romancero de Menénot./
Pklayo, por R. Menénde^ Pidal.—E\ libro del
mes (Los duendes de la camarilla, por B. Pkrez
(lALDÓs), por Francisco Navarro y Ledesma.—
Revista de revistas.— índice de revistas.
NiESTRo TIEMPO. 1003. Mavo. La escritura
Pirenaica. Nueva confirmación de los estudios
filológicos del Dr. D. Pablo Patrón, por Agus-
tín T. Whilar.—La escuela granadina de es-
cultura (fragmento de un discurso), por José
Fernándeíi Jiménez— La cuestión catalana,
por Pompeyo Gener.— Revista de revistas.—
Revista bibliográfica.
Razón y fe. 1903. Junio. La Hermenéutica bí-
blica y la ciencia, por L. Murillo.-VA Marqu(!s
de Mora, por L. Co/oma.— .\utos anteriores á
Lope: los autos y la Teología, por J. M. Aicar-
rfd— México actual, por C lleredia.—Vna vi-
sita á las antiguas doctrinas de indios guara-'
níes, por P. //erná/irfc?.— Examen de libros.-^
Noticias bibliográficas.
Revista de Aracó.n. 1903. Mayo. El teatro en
Zaragoza, por Pedro de Aguilar.—Vm obra
de Pradilla, por J. Valeni^uela de la Rosa.— 1. a
Fiíosofía en los Estados l'nidos, por Luis Co/r-
míMa.— La escuela filosófica de Lovaina, por
A. Gómej? /^<7«íerrfo.— Lo pasado es como lo
presente, por Julián Ribera,— FamíUa real de
los Benitexufin (continuación), por Francisco
Cojera.— Ordinaciones y paramientos de la
ciudad de Barbastro, por Mariano de Pafio.—
Homenaje á Codera, por el Dr. iíráyer.— Re-
cuerdos de mi vida (cap, XVI, continuación),
por S. Ramón y Ca>a/.— Las Tozas ccCalvcra
(excursiones pirenaicas), por Vicente Gastan.
Revista «:oNTi:.MroRÁNEA, i5 Mayo io'>3. La
c jcsiióii albanesa, por J. R. C — El Emperador
Federico II, por Juan Fastk.nrath.— .Algunas
contestaciones para Ki Averiguad<n' popular
de t:i Liberal, por Hl Curioso barcelonés-
La ljní',üi'-i ca como ciencia de observación
5i8
REVISTA DE ARCHIVOS
(continuación), por Edmundo Gon^ále^'Blan-
co.-LRecuerdos de antaño, por José Rincón.^
Necrología del Elcmo. Sr. D. José García Bar-
zanaliana y García Frías, por el Vizconde de
Campo 'Grande. — Los visigodos en España
(continuación), por J[uanJ Oirtega] RlubioJ.—
El Almirante Valcárcel, por Juan Ortega /?«-
6io.— Boletín bibliográfico.
M. Serrano y San/.
REVISTAS EXTRANJERAS
[i.® Los sumarios íntegros de las revistas
congéneres de la nuestra portuguesas, ó ex-
tranjeras en hablas no españolas ni portugue-
sa consagradas ef elusivamente al estudio de
España, y dadas á luz en ó fuera de ésta: los
títulos de unas y otras revistas van de letra
cursiva. 3.** Los trabajos de cualquier materia
tocantes á España, y los de carácter histórico
?r erudito interesantes para la cultura que
iguren en los Sumarios ae las demás revistas
escritas en lenguas portuguesa y extranjeras,
puélíquense ó no en España. 3.° Los trabajos
que, estando en las condiciones reseñadas en
este párrafo segundo, aparezcan en* revistas
publicadas por extranjeros en lenguas sabias.]
TllE AMERICAN JOURNAL OF SOCIOI.O<iT. Euero.
1903. Samuel Maccmntock, Around the island
of Cebú on horseback.
The AtheNíEum. Núm. 3935. Ada Cambrid-
ge, Thirty ycars in Australia.=Núm. 3936.
WiRT Cerrare, Greater Russia.— E. S. Suuck-
BURGH, Augustus and his times.— Herbert IL
Austin, With Macdonald in Uganda.— E. H.
Lacón Watson, The Themplars.=N ú m. 3937,
Lady Burghersh, Correspondance with the
Duke of Wellingion.— A. J. Butler, The arab
conquest of Egypt and the last thirty years
of the román dominión.— Leo Wie.ner, An-
tology of Russian Literature from the earliest
period to the present time.— Congresso inier-
nazionaledi scienze storische.— G. Birdwood,
Anemendation in Lucretius.— Dürcrs mathe-
matical constructions of the human fígure.—
Número 3938. Sydney George Fisher, The
truc Hisiory pf the american Revolution.— Le
Marquis de Segonzac, Voyages au Maroc
(1899-I9OI). =NÚm. 3939. COUNT YORCK VON
Wartenburg, Napoleón as a Gencral.=:Nú-
mero 3940. Ilenry Latard, Autobiography
and Letters from his Childhood until his
appointrneot as Ambassador at Madrid.— Ale-
xander Innes Siiand, Wellington s Lieute-
nants.— The travels of Pedro Teixeira, with
his «Kings of Harmuz» and cxtracts from his
*K¡ngs of Persia». Translated by William F.
Sinclair— William Strang, A series of thirty
etchings illustrating subjects from Don Qui-
xote. = Núm. 3941. Gastón París, Mediceval
French Literatufje.— C. G. Leland aod J. Dy-
.NE1.EY PRINC.E, Kulóskap the Master, and other
Algonkin Poems.=Núm. 3943. Sidney La- |
NiER, Shakspere and> his Fürcrunners.=Nú- |
mero 3943. Langton Douglas, A History of ¡
Siena.— Cari Lumholtz, Unknown Mexico.=
Núm. 3945. H. J. RoBT, Román prívate law
in the times of Cicero and of the Antonines.—
CharIes*KEELER, San Francisco (of California,
and thereabout.
Gazette des Beaux-Arts. i.*' Junio 1903.
E. Bertaux, Víctor Hugo artiste (i®*" article).
Denís Roche, Un por trai tiste petit-russien au
temps de Catherine II: Dmitri-Grégorévitch
"Lévitski.
The grographical journal. 1903. Junio."
Martín ConwaV, The Cartography of Spits-
bergen. — R. Crawshat, Basutpland and the
Basuto.— The Anurtic expedition.
GtORNALE STORICO DELLA LETTBRATURA ITA-
LIANA. Fas.j22-i23. Emilio Bbrtana, Lamente
di Gíacomo Leopardi in alcuni suoi «iPensieri
di bella letteratura» iuliana e di estética.—
Gaetano Salvemini, II «Líber de regimine ci-
vitatum»di Giovanni da Viterbo.— Bernardi-
no Feliciangbli, AIruni documenti relativi
all'adolescenza di Battista e Costanzo Sforza.
Egidio Bbllorini, Silvio Pellico e Federico*
Confalonieri.
Journal ^siatique. 1903. Enero-Febrero.
M. F. Ñau, Histoire de Dioscore, patriarche
d Alexandrie.— M. E. Aym^nibr, Le Founao.
NuovA antología. 16 Mayo 1903. G. de Ri-
SEis, Traverso 1 Armenia Russa.
Revue africainb. 1903. Enero-Marzo. Colo-
nel MoiNiER, Campagne de J. César en Afri-
que (46-47 avant J. C.) (Jin).—!. Mesnaob, Une
page de Ihisioire de l'ancienne église dAfri-
que.— M. QuEDENFELDT, Díviston et réparti-
tion de la population berbére au Maroc.— Co-'
lonel Robín, Notes historiques sur la Grande
Kabylie de 1838 á i85i (suite).
Revue archéologique. 1903. Marzo-Abril.
Cari Jacobsen. Caracaila jeune. — Rene Du-
8AUIJ, Notes de mythologie syrienne.— J. Six, *
Les dates et la durée de l'ari mycéníen.— Sa-
lomón Reinach, Sisyphe aux Enfcrs et quel-
ques autres damnés.— Horace Sandars, Notes'
sur le bas-relief des mineurs, découvert prés
de Linares.— Salomón Reinach, Aphrodite et
Éros, groupe de Myrina au Musée d'Athénes.
R. Weill, La question de Técriture linéaire
dans la Méditerranéc priraiiive. — J. Offord
el S. Reinach, L Aphrodite Stuari Welles.—
J. Déchelette, La sépulture de Chassenard
et les coins moneíaires de Paray«>le-Monial.=
Junio. I{. o'Arbois DE JuBAiNviLLB, Le pan-
talón gaulois.— J. SiEVEKiNG, Portraíts d'An-
tiochus IV Épiphane.— Rene Dussaud, Notes
de mythologie syrienne.— Arthur Mahler, Un
miroir de bronze á lAntiquarium de Ber-
lín.—Salomón Reinach, Statuette en marbre
d* Aphrodite de la collection Spink á Lon-
dres.—Paul Perdrizet, Syriaca (3*^ article).—
Nouvelles archéologiques.— Bíbliographi^.
REV. DE ARCH. BIBL. Y MIS.
TOMO VIII.— LAM. XII.
TOBHEÓN DEL PUENTE DE BARCAS EN TOLEDO, LLAMADO BdílO dc la CciVa,
Y PIEME DÍ-: SAN MARTÍN
BIBLIOTECAS T MUSEOS
5,9
Reveje b^nídictine. 1903. Abril. Germain
MoKiN, Hilarius rAmbrosiasier.— Usmer Ber-
Li¿RE, Aux Archives Vaticancs.— Bruno Al-
•BERS, Le plus grand Coulumicr de Cluny.—
Usmer Berliére, Bulletin d'Histoire Bénédic-
tine.— Laureni Janssens, Le conciliabule de
Munich.
ReVUE critique r> HlSTOlRK ET DE LlTTKRA-
TURE. 30 Mar¿o 1903. Bernardo Sanvisenti, I
prirai influssi di Dante, del Petrarca e del
Boccaccio sulla letieratura spagnuola, con
appendici di documenti inediti (Charles De-
Job). =6 Abril. Henri Lechat, Au Musée de
r Acropole d'Athénes (L.)— Policarpo Petroc-
CHi, La lingua e la sioria lettcraria d'Italia
dalle origini fino a Dante. (Ch. De;o6).— Er-
nesl JovY. Une biographie inédite de Jacques
Bénigne Bossuet, évéque de Troyes (G. Ga-
i^ier). = i^ Abril. Hkrmije Alexandrini, in
Platonis Phaídrum scholia, ad fidem codicis
Pansini iSiodenuo collaii edidit P. Couyreur
The Polilicsof Aristotle, with an introduc-
lion, by W. L. ;V<?j/'man.=2o .\ bri I. Wilh.
Grube, Geschichte der Chinesischen Littera-
lur. (Ed. Chavannes.)=2y Abril. Paul Kahle,
Der masoretische Text des Alien Testaments
nach der L'eberlieferung der babylonischen
Juden (R. D).— K. Beyschlag, Die Anklage des
Sokraies.— S. Mekler, /Vcademicorum philoso-
phorum Index Herculanensis.= 1 1 M ayo. Rene
PouPARDiN, Le Royaumc de Provence sous les
Carolingiens. (L. H. ¿aftanrfe)— H.Omont, Mis-
sions archéologiques tran<;aises en Orient aux
XVII* el xviii*^ siécles. (L. H. Labande.)- 18
Mayo. H. Ch. Lea, Histoire de llnquisition
au moyen age.— I ." J unió. H. Ch. Lea, The
moriscos of Spain, their conversión and ex-
pulsión.-8 J unió. F. Martin, Textes reli-
gieux, assyriens ei babyloniens; transcription,
traduction el commeniaire. (A. ¿oisy.>— M.
Desal, Inscripiiones lalinae selectae. (R. Cag-
nat) — J. Fischer, The discoveries of the
Northmen in America, with special relation
to their early cariographical represeniation.
(E. Btauvois).
Revue des deux mondes. i5 Mayo 1903. Émi-
le Ollivibr, La poliiique fran^aise aprés Sa-
dowa.— Pierre de Séuur, Le procés de sorce-
Uerie du Maréchal de Luxembourg (1680).—
Louis PaulDuBOis, L'Irlande ei 1 imperialisme
britannique. — Camille Bsllaigue, Shakspcare
et la Musique.— T. de Wyzewa, Gladstone el
Disraélí, d'aprés un lémoin de leur vie. = i.^
Junio. Pierre de SéouR, Le procés de sorce»
llerie du Maréchal de Luxembourg. IL Le
procés.
Revue des étudbs juives. 1903. Enero-Mar-
zo. Ad. Crémieux, Les juits de Marseille au
moyen áge.—K. Kiiper, Le poete juif Ezé-
, chicL— Ad. BucHLERf Lenterrement des cri»
3.* ÉPOCA.— TOMO Tin.
minéis d'aprés le Talmud et le Midrasch.—
J. Bergmann, Les élémentsjuifsdans le&pseu-
do-Clémentines.— ElKan A. Adler, et M. Si-
LiGsoHN, Une nouvelle chronique samaritBÍ-
ne.— M. Schwab, Mots hébreux dans les Mys^
teres du moyen age.
Revue db Géograpmib. 1903. Junio. J. Trvf»
FERT, Región du Tchad. Le Bahr-el-Ghazml et
l'archipel Kouri.— Jean de La Peirb, Les Com-
munications en Indo-Chine. --Claude, Diego-
Suarez, point d'appui de la flotte.— Frtncis
MuRY, Moeurs et coutumes des Siamois. La
naissance. le mariage, la mort.— André Brism,
La régularisation des inondatioos du Nil.~G.
Regblspergbr, Mouvement géographique. -
Revue mispanique. 1902. J. R. Cuervo. Un-
do.— 3. R. Cuervo, El elemento popular ea «1
Diccionario de la Academia esptaola... — G.
Baist, Mono.— John D. Fitz-Gerald, Spaaish
Etymologies. II. — David Lopes, Toponyoiia
árabe de Portugal.— R. Foulché-Delbosc, Elu-
de sur le Laberinto de Juan deMena.— Konrad
Haebler, Bemerkungen zur Celestina. -^ K
FouLCHé-DELBosc, Observatíops sur la Cél§s-
tine. IL— R. Foulché-Delbosc, La Penitencia
de Amor de Pedro Manuel de Urrea.— Joaquín
MiRET T Sans, La cabeza del rey Jaime I de
Aragón.— Gabriel Marcel, Un éventail géo-
graphiquc.— R. de Flotte Roquevairb, Re-
marques sur la carte d'Espagne au 1 : 5o.oao<—
í)os poemes citalans del xiv^^ segle, sobre la
vida de la geni de mar, publicáis per J. Mas3ó
ToRRENTS.— Razonamiento que fazc Johan de
Mena con la Muerte.— Requesta al Marqués >ie
Santillana.— Coplas de Trescientas cosas m4s.
Deux romancfs^e^ermanta.—Huitpetits poe-
mes.—La vida del picaro, compuesta por ga-
llardo estilo en tercia rima. Edición crítica
por .Vdülfo Bo.NiLLA Y San MartIn.— Navarro,
La comedia mvy exemplar de la Marquesa de
Saluzia llamada Griselda, reprinted by C. B.
BouRLAND.— Los trabajos de Josef, auto del li-
cenciado Juan de Caxés, publicado por A. Rbs-
TORi — Letires dun diplómate danois en Es-
pagne (1798-1800), publiées par E. Gigas.— Pro-
verbes judéo-espagnols, recueillis et publiés
par Abraham Galante. — Poesias populares
portuguesas, recolhidas e publicadas por Z.
Consiglieri Pedruso.— Varia: L. Barrau-Di-
HiGo, Note sur un diplome de Ferdinand I**",
octroyé á TÉglise d'Oviedoen mai 1036.— L. Ba-
rrau-Dihigo, Fragmenis inédits des Gesta
Comitum Barcinonensium et Regum Arago-
niae.—R. Chabás, Don Joíre de Borja y Doña
Sancha de Aragón.— R. FouLCHá-DsLBOsc, Ga-
napán.—Hugues Vaganay, L'EKpagne en Ita-
lie.- E. GuiLLON, Deux voyages en Espagoe au
xvii^ siécle.— Gabriel Marcel, Un atlas ma-
nuscrit de la Catalogne.— Julio Puyol y Alon-
so, La traducción casuUana de £1 Bachi-
52Ó
REVISTA DE ARCHIVOS
11er de Salamanca.— Comptes rendus.— Chro-
ñique.
Retue d'Histoire scclísiastique. i5 Abril
1903. G. Rasneur, L'HomoTousianisme dans
ses rapports avcc Torthodoxie.— Fran^ois Bb-
TUUNB, Les ¿coles historiques de Saínt-Denis
etSaint-Germain-des-Prés dans leurs rapports
avec la compositioo des Grandes Chroniques
de.France (tuite et /n).— F. Matence, Note
papyrologique.— G. Morin, Ud fragment du
rouleau mortuairc du cardinal bénédictin Mi-
Ion de Palestra aa.—€h. F. Bellet, Le Saint
Suaire de Turin.— Bibliographie.
Retue de Philolouib, de Littératurb et
d'Histoire anciennes. 1903. Abril. Jules Déla-
MARRE, Notes épigraphiques: Amorgos et les
pirates.— Louis Havbt, Un vers anapestique
de Lucilius.-L. Havbt, La prose métrique de
.Martial.— A. Misibr, Origine de l'edition de
Bale de Saint Grégoire de Nazianze.— Victor
Mortet, Notes sur le texte deslnstitutionsde
. Cassiodore. Observations sur la Géométrie de
Cassiodore.— Mortimer Lamson Earlk, Sopho-
cíe. CEdipc-Roi. V. II. — L. HAVETf Plautus,
Aul, 437-439.— H. BoRNECQUE, Le texte de I Ora-
lor.— E. Cavaiomac, Le 7 du papyrus de Stras-
bourg.— Timothée de Milet, Les Perses, tra-
duction par Paul Mazon.
Revub socialistb. 1903. Febrero. Eugénc
Fourniíre, Les systémes sociaIistes(De Saini-
Simon i Proudhon).— Klie Petron, M. Thiers
• en i87i.=M a rz o. Eugéne Fourniérb, Les sys-
témes socialistes (De Saint -Simón a Prou-
dhon).zAbriI. Kugéne FouRNi¿RE,Lessysté-
mcssocialistes(DeSaint-Simon á Proudhon).—
E. Eberlin, Le Christianisme et ie TolstoVsme.
Le tour du monde. 31 Enero 1903. La situa-
tion politique de la Macédoine.— Le capitaine
Lbnpant, Le Niger, voie ouverte á notre em-
pire africain.— Émile Gautier, Au Venezuela.
Un pays ou la Révolution est un mal chroni-
que C/fn>.=«7 Febrero. Mombaz et le chemin
de fer de l'Ouganda, par R. M.— Le capitaine
Lenfant, Le Niger voie ouverte á notre empi.
re africain. =14 Febrero. Les Chénaies de
Khroumirie. De Fernana i Tabarka, par G. Du
BoscQ DE Beaumont.— Le capitaine LENFAMr,
Le Niger, voie ouverte á notre empire afri-
cain.—La situation politique de la Macédoi-
ne. = a i Febrero. Jean de Taillii, Le Trans-
saharien est-il possible5 — Le capitaine Lem-
FAMT, Le Niger, voie ouverte á notre empire
africain.— C. Cunninoham, Une visite au petit
Roí de lOuganda. = 28 Febrero. Jean du
Taillis, Le Transsaharien est-il possibleS—
Le Marquis DEOLi Albizzi, Assise. La patrie
d'un Saint.— Les Lignes d'accés fran9aíses vers
le Simplón. -7 Marzo. Jean du Taillis, Le
Transsaharien est-il possibleS— Othon Gubr-
LAC, Cuba sous Tadmínistration américaine.—
La Dent.du Bouddha.=i4 Marzo. Un Archi-
piel océanien. Les iles Tonga.— Othon Guer-
LAC, Cuba suus l'administration américaine.—
Le Transcontinental australien et leTerritoi-
redunord.=:2i Marzo. Leo Dsr, L'Expédi-
tion aérostatique du .Sahara. — Émile Des-
CHAMPS, Promenade a lile de Poulo Pinang =
28 Marzo. Jean du Taillis, Le Transsaha-
rien est-il possibleS^LE Duc des Abruzzbs,
«L'Étoile polaire» dans la mer Arctique
(1899-1900). = 4 Abril. B. de Zbnzinofp, Le
Chamanisme et le Lamaisme des aborigénes
sibériens.— .MoRiAK, Sur les bords du Victoria
Nyanza. La tribu des Kavirondo.— Le Duc des
Abruzzes, «L'Étoile polaire» dans la mer Arc-
tique (1899-1900).— Louis SoRELA, Le marché
d'esclaves de Marrakcsh.=:i I Abril. Le Duc
DES Abruzzes, «L'Étoile polaire* dans la mer
Arctique.— Jean du Taillis, Les pierres écri-
tes de la frontiére algéro-marocaine.
M. Serrano y Sanz.
MADRID.— Tip. de la A^vista de ArchiTOS, Biblioteou 7 Mumos, Olid, 8.
l/'CsWi' ':'¡ //.?;-,-:;;>,':í,v.-;v?;v: Iv.vXv::-. ■■: ■; ;.■;■:>. :■:;■.-x^■;. .■■■.'>;
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ÍNDICE DELTOMO VIII
TRABAJOS DOCTRINALES Y DE INVESTIGACIÓN
Amador de los Ríos (D. Rodrigo). Los puentes de la antigua Toledo: I. El
puente de Alcántara. II. El puente de San Martín. III. El puente de
Safón 327 y 489
CoTARELo (D. Emilio). Sobre el origen y desarrollo de la leyenda de los
Amantes de Teruel 347
Chabás (D. Roque). Estudio sobre los sermones valencianos de San Vicente
Ferrer que se conservan manuscritos en la Biblioteca de la Basílica me-
tropolitana de Valencia: IV. Leyendas. Milagros. V. Alusiones á sí mismo,
á la compañía de penitencia, al rey de Aragón. Judíos y moros. VI. In-
vectivas contra las mujeres 38, n i y 291
Herrera (D. Adolfo). Mateo Vázquez Lecca, Secretario de Felipe II. . . . 17
Llabrés (D. Gabriel). Bernardo Dezcoll es el autor de la crónica catalana
de Pedro \\\ el Ceremonioso, de Aragón, que fué escrita por los años
dei365ái39o 90 y 194
MÉLiDA (D. José Ramón). Las esculturas de los Cerros de los Santos. Cues-
tión de autenticidad 85 y 470
Menéndez y Pelayo (D. Marcelino). Necrología. El Dr. D. Pedro Roca y
López Febrero, i á vi
Menéndez Pidal (D. Juan). Sello del Conde de Urgel, Armengol VIII. . . 407
Navas (El Conde de las). Libros españoles de sastrería 48S
Paz (D. Julián). Campaña del Marqués del Carpió, D. Gaspar de Haro y Guz-
mán, Virrey de Ñapóles, contra los bandidos del Abruzzo en 1684. 247 y 39S
Paz y Melia (D. Antonio). Códices más notables de la Biblioteca Nacional.
IX. Misal toledano del siglo XV 36
P1CAT0STE (D. Valentín). Una obra inédita de D. Fermín Caballero. . . . 27S
Roca (D. Pedro). Un incunable desconocido 267
— Vida y escritos de D. José Antonio Conde 378 y 468
Ruano Prieto (D. Fernando). El Condestable D. Ruy López Dávalos, pri-
mer Duque de Ar joña 167
San Pelayo (D. Julián de). La biblioteca del buen Conde de Haro. Carta
abierta al Sr. D. Antonio Paz y Melia 182
Salva (D. Anselmo). El primer libro de actas municipales 260
Serrano y Sanz (D. Manuel). Pedro Ruiz de Alcaráz, iluminado alcarreño
del siglo XVI I y 126
Torres Lanzas (D. Pedro). Relación descriptiva de los mapas, planos, etc.,
de la Audiencia y Capitanía general de Guatemala (Guatemala, San Sal-
vador, Honduras, Nicaragua y Costa-Rica) existentes en el Archivo gene-
ral de Indias 20, 2o3 y 279
3.» áPOCA.— TOMO IX. 38
522 REVISTA DE ARCHIVOS
DOCUMENTOS
Págs.
Actas de la Licenciatura en la facultad de Leyes, de D. Francisco Ramos del
Manzano, primer Conde de Francos; por la copia Eloy Bullón. . . . 419
Carta de Jerónimo de Vich, Embajador en Roma de los Reyes Católicos,
sobre la enfermedad de Julio II y elección de futuro sucesor; por la co-
pia, F. N. 8 231
Cartas de Antonio Pérez á su mujer doña Juana Coello; por la copia,
M. 8. y 8 140
Dictamen de Jerónimo Zurita acerca de la prohibición de obras literarias por
el Santo Ofício: por la copia, M. 8. y 8 218
Epístola del Maestro de Lebrija al Cardenal quando avisó que en la inter-
pretación de las dicciones de la Biblia no mandasse seguir al Remigio sin
que primero viessen su obra; por la copia, Roque Chabás 493
Estado de la Universidad de Alcalá, desde su fundación hasta el año i8o5;
por la copia, Julio Melgares y Marín 58, 228 y 3oo
Libros manuscritos ó de mano |de la biblioteca del Conde de Gondomar];
por la copia, M. 8. y 8 65, 222 y 296
Literatura aljamiada; materiales para su estudio. Batalla de Badri y Honaini;
por la copia, Dr. Meneu 408
El Platillo. Entremés de Simón Aguado; por la copia, F. N. 8 497
Poesías del Doctor Agustín de Oliva; por la copia. M. 8. y 8.. . . 148 y 307
Relación del auto de fe que se hizo en Sevilla contra los luteranos en el
año 1 559; por la copia, Pedro Boca. 2i5
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
Alonso A. Cor/és (Narciso), l'n pleito de Lope de Rueda. Nuevas noticias
para su biografía. (A. P. y M.) 314
Arkwright (William). The Poinier and his predecessors. (A. P. y M.). . . 3i5
Ca/me/í<? (Joseph). Louis XI, Jean FI et la révolution catalana ([461-1473).
(A.P.yM.) . 232
— De Bernardo Sancli Guillelmi filio. (A. P. y M.) 233
Corra/es y 5íi;zc/re;; (Enrique). La institución del Tribunal de Cuentas en
España y en el extranjero. (C. E. de H.) i52
Fernández Duro (Cesáreo). El último Almirante de Castilla, D. Juan Tomás
Enríquez de Cabrera. (A. P. y M.) 422
— Armada española desde la unión de los reinos de Castilla y de Aragón.
(M. 8. yS.) i5i
Fra:;,ev (J. G.). Le Rameau d*or, étude sur la magie el la religión. (G. Dee-
devisee du Desert) 4a3
Gurrea y Aragón (D. Martín de). Duque de Villahermosa. Discursos de me-
dallas y antigüedades. (M. S. y S.) 5o8
Houlbert (C). Les insectos ennemis des livres. (A. P. y M.) 5o6
Lacombe (Y* SiU\), Bibliographiedestravauxde M. Léopold Delisle. (A^P.yM.) 423
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 323
Louise Ferdinand de Baptére, Emmanuéle Thérése, de l'Ordre de Sainte
Claire, filie de PElecteur Max Emmanuel de Baviére (1696-1750). .(He-
rrráigewisser). . . 71
Llorens Asensio (Vicente). La primera vuelta al mundo. Relación docu-
mentada del viaje de Hernando de Magallanes y Juan Sebastián del Cano.
(V.V.) 3i3
Morel-Fatio (A.). L'humanisie hétérodoxe catalán Pedro Gales. (A. P. y M.) 23o
The Philippineislands 14^3-1^3, (J.T.) SoS-
Sanctus Franciscus Borgia quartus Gandiae Dux et Societatis Praeposilus
generalis tertius. (V. V.) 23i
Sánchtí^y Terrones (Enrique). Manual del perito calígrafo revisor de letras
y firmas. (V. V.) i5i
Torres V^a//e (Ricardo). El milagro del Corpus (tradición segoviana). Le-
yenda en varios romances. (M. 8. y 8.) 233
Valencia de Don Juan (El Conde viudo de) y Hauser y Menet. Tapices de
la corona de España. (José Bamón Mélida) 504
Valverde y Perales (Francisco). Historia de la villa de Baena. (A. P. y M.). 3i3
Vega (Lope de). Obras de..., publicadas por la Real Academia Española.
T. XIII. (Emilio Cotarélo) 149
Vignaud (Enrique). La carta y el mapa de Toscanelli sobre la ruta de las
Indias por el Oeste. (M. 8. y 8.) 73
Vives y Liern (Vicente). Las casas de los Estudios en Valencia. (V. V.)- . 72
VARIEDADES
Alemania, i 55, 233 y 3i5.=Argentina (La república), 74 y 233.==Bélgica,
426.=Chile, 74.=Egipto, 5o9.=España: Barcelona, 316 y 426.— Bilbao, i55.— Burgos, i55,
316 y 426.~Cádiz, Sog.— Coruña, 233, 316 y Sog.— León, 76.— Madrid, 75, i55, 234, 316, 427 y Sog.—
Murcia, i56, —Oviedo, 317 y 427.— Palma de Mallorca, i56.— Sevilla, 235 y 3i8.~Vigo, 5ii.— Zara-
goza, 427.=EsTADOs Unidos, 157, 427 y 5ii.=Francia, 157, 235, 3i8 y 5i2.=Gre-
ciA, i57.=Inglaterra, 76, 429 y 5i2.=Italia, 76, i57, 236, 429 y. 5i3.=Portu-
gal, 43o.=Rusia, 76.=Turqía, 236 y 3i8.
CRÓNICA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Pags.
Archivos de Simancas r AlcalX. Designación de D. V. Vignau y D. R. Hinojosa para que
vean si conviene remitir á dichos establecimientos la documentación antigua de la
Dirección general de Correos y Telégrafos 236
Biblioteca Nacional. Impresos recibidos durante el año 1902 i58
Museo Arqueológico Nacional. Donativo de lápidas romanas ^^y 236
Museo Arqueológico de Tarragona. Kobo que se cometió en él 167
Museo Arqueológico de Valladolid. Noticia de su arreglo 237
Museo de reproducciones artísticas. Adquisiciones 318
534 REVISTA DE ARCHIVOS
BIBLIOGRAFÍA
POR
D. Pei>«o Roca, D. Alvaro Gil Albacete, D. Ricardo Torres Valle
Y D. Manuel Serrano y Sanz.
Págs-
Ubros españoles 77, 1 58, 238, 820, 43o y 5i3
Libros extranjeros 79,160,239,322,4327 5i5
Sevistas españolas:
La Alhambra 81, 162 y 5i6
Boletín de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona 162
Boletín de la Real Academia de la Historia. . . . 81, 162, 323, 433 y 5i6
Boletín de la Sociedad Arqueológica Luliana 241
Boletín de la Sociedad española de excursiones 81 y i6a
Boletín de la Comisión provincial de monumentos históricos y artísticos
de Orense 81 y i6a
La Ciudad de Dios 162, 323, 484 y 5i6
La España moderna 163,241, 484 y Siy
España nueva i63
Euskal-erria 81, 163,241 y 517
Galicia histórica 484
Hojas selectas 323
La Ilustración Española y Americana 241, 323 y 617
La Lectura 1 63, 242, 323, 484 y 617
Nuestro TIEMPO 1 63, 242, 323, 484 y 617
Razón y FE 163,242, 484 y Siy
Revista de Araoón 242, 324 y 617
Revista de Archivos y Bibliotecas Nacionales [át\ Perú] 324
Revista de la Asociación artístico-arqueológica barcelonesa 243
Revista contemporánea i63, 243, 324, 484 y 5i7
Revista crítica de Historia y Literatura españolas, portuguesas é his-
paño -americanas 81, 164 y 484
Revista de Extremadura 243, 324 y 484
Revista de Menorca 164
Revista nacional de Buenos Aires 82 y 243
Revista del Instituto paraguayo 82
SoPHiA. Revista teosófica 324
Sevistas extranjeras:
AcADÉMiE DES INSCRIPTIONS & Belles Lettres [de París] 164
The AMERICAN JOURNAL OF SOCIOLOGY 5l8
Annales du Midi. • 83
y\NNALES DES SciENCES POLITIQUES 83
Annales de la Société d'Histoire et d*Archéologie de Gand. . . . 164
o Archeologo portugués 243 y 484
Archivio STORico italiano 164 y 435
L'Art 243 y 324
The ATHEN.EUM : • • 83, 243, 324 y 5i8
BIBLIOTECAS Y MUSEOS 525
Le bibliographe moderne 243
BlBLICTHÉQUE DE l'ÉcOLE DES ChaRTES 384
BlBLlOTHÉQUE UNIVERSELLE 435
BlBLIOTHÉQirE UNIVERSELLE ET ReVUE SUISSE 243 >' 324
Boletín DE Historia Y ANTIGÜEDADES [de Colombia] 435
BuLLETIN de la CLASSE DES LeTTRES ET DES SciENCES MORALES ET POLI-
TIQUES ET DE LA CLASSE DES BeAUX-ArTS ' . . 164
Budletin hispanique 243
Bulletin italien 324
Bulletin de la Société d'Histoire et d*Archéologie de Gand. . . . 164
The Century illustrated monthly magazine 83
La civilta cattolica 244, 3^4 y 435
COMPTE RENDU DES SÉANCES DE LA C0MMISSION RoYALE d'HiSTOIRE |de
Belgique] 164
The connoisseur 435
Le correspondant i65, 244, 325 y 435
The fortnightly Review 244 y 435
Gazette des Beaux Arts 244, 435 y 5i8
The geographical journal i65, 244, 325, 435 y 5i8
GlORNALE STORICO E LETTERARIO ÜELLA LlGÜRIA |65
G1ORNALE STORICO DELLA LeTTERATURA ITALIANA 244 y 5l8
Illustrirte Zeitung - 435
Journal asiatique 244 y 5i8
The JOURNAL OK THE Royal ASiATic Society 244 y 435
Jüurnal des savants 83, 244 y 325
La lettura 244
Modern language notes 43S
Le monde moderne 436
The north american review 83 y 436
La nouvelle Revue 83, 244 y 325
NuovA antología 244, 325 y 436
La plume 245
Prace matematycznofizyczne i65
La Revue (ancienne 4CREVUE des REvuES») 84, 1 65, 245 y 325
Revue AFRicAiNE 325 y 5i8
Revue archéologique i65 y 5i8
Revue de l'Art chrétién 325
Revue bénédictine i65 y Sig
La Revue BLANCHE 245 y 325
Revue bleue 323
Revue celtique 84
Revue des cours et conférences 245 y 323
Revue critique d'Histoire et de Littérature. ... 84, 245, 325 y 5n)
REV4,rE des DEUX MONDES 84, 245, 320 y 5l9
Revue des ktudes anciennes 243
Rev-ue des études grecques 84
Revue des ÉTUDES JuivES 245 y 519
526 REVISTA DE ARCHIVOS
Pigs.
La Revue d'Eürope 84, 1 65 y 326
Revue de Gascogne 84, i65, 326 y 436
Revue DE GÉoGRAPHíE 326 y 519
Revue HEBDOMADAIRE DES COl'RS ET CONFÉRENCES l65
Revue Hispanique Sig
Revue d'Histoire et d'Archéologie du Roussillon i65 y 326
Revue D*HisToiRE EccLÉsiASTiQUE i65 y 52o
Revue historique. . 245 y 436
Revue des langues romanes i65
Revue de l'Obient chr¿tien 245 y 436
Revue de Philologie, de Littérature et d'Histoire anciennes.. . . 52o
Revue DES QUESTioNS HISTORIQUES 166 y 326
Revue sociaijste 52o
Revue thomiste 246 y 326
rivista deli-e biblioteche e degli archivi 246
Romanía 326
II SECÓLO. . 246
Studi e documenti di Storia e Diritto 326
Le twur du monde 246 y 520
SECCIÓN OFICIAL Y DE NOTICIAS
Acuerdos de la Junta facultativa de Archivos, Biblioiccais y Muscos 346
Anuncio de oposiciones para el ingreso en el cuerpo de Archiveros 436
Concurso para proveer plazas de Archiveros del Ayuntamiento en Orense y Soria.. . . 437
Reales órdenes disponiendo que donde haya un solo empleado del Cuerpo de Archive-
ros atienda á la Biblioteca provincial y al Archivo de la Delegación de Hacienda. . ; 166
NECROLOGÍA
Iborra é Iborra(D. Pascual) 438
Urcullu y Zulueu (D. Félix María de) 84
LÁMINAS SUELTAS
í. La Cena. Miniatura del Misal toledano. (S. XV) 36
n. Encuademación mudejar del Misal toledano 37
III. Mapa de la provincia del Peten y del castillo de su nombre. (Año 1740). 28
IV, V y VL Estatuas del Cerro de los Santos 85, 474 y 481
Vil. Mapa del Curato de San Salvador. (Años 1768-1770) 207
VIH. Mapa del Curato de San Miguel. (Años 1768-1770) 209
IX. Mapa del Curato de San Vicente. (Años 1 768- 1 770) 209
X. Plaza de Montorio. 254
XI. Sello del Conde de Urgel, Armengol VIII 407
XII. Torreón del puente de barcas en Toledo, llamado Baño de la Capa, y
puente de San Martín 445
XIII. Juan de Alcega • . . 487
BIBLIOTECAS Y MU.iEOS Szj
LAMINAS INTERCALADAS EN EL TEXTO
(Fotograbados de Laporta.)
Págs.
Medalla de Mateo Vázquez Lecca; anverso y reverso 17
Planta del puerto de Yztapa ai
Camino proyectado entre Puerto Caballos y la Bahía de Fonseca 23
Mapa de la provincia de Nicaragua 35
Mapa de la provincia de Honduras 26
Mapa del río de Matina 28
Plano de Montorio 253
Perspectivas y planos de las casas de J. Carlos Viieli y A. Pompeta. . . . 256
Plano de la Roqueta y torre de J. B. Cola Raniero 257
Plano del palacio de J. B. Cola Raniero (La Regia) -258
Casa de Durante, Roca de Pocho Umbrichio y Torre de Escalona.. . . . 259
Lugar de Poggio Umbrichio 397
Casón de Juan Bernardino Cola Raniero. Lugar de San Jorge. . . • . . 398
Plano sin epígrafe, con solo la leyenda de: río Humano. . 400
Planta y perspectiva de la Roca de Roseto 4o5
Torreón de las antiguas clepsidras de Toledo 449
MOVIMIENTO DEL PERSONAL
TRASLADOS
Agutló y Miró (D. Ángel), á la Biblioteca universitaria de Barcelona 438
Álvarez Cámara (D. Fermín), á li Biblioteca superior de Artes é Industrias 438
Amarillas y Celestino (D. Julio), al Archivo de Piacienda de Huelva 246
Antequera (D. Benedicto), al Archivo de Gobernación 326
Arderíu y Valls (D. Enrique), á la Biblioteca Nacional.. . 246
.Ariño y González (D. Fernando), á la Biblioteca de la Escuela superior de Arquitectura. 166
Fernandez Mourillo (D. Manuel), á la Biblioteca del Consejo de Estado 438
Galindo y Alcedo (D. Manuel), al Archivo de Hacienda de Córdoba 438
Iglesias (D. Julio), al Archivo general de Galicia 246
Ramírez Casínello (D. Ángel), á la Biblioteca Nacional 246
Río y Rico (D. Gabriel Martin del), á la Biblioteca Nacional 438
Rubio y Moreno (D. Luis), á la Biblioteca universitaria de Granada 246
Santisteban (D. Joaquín), al Archivo general de los ministerios de Instrucción pública y
Agricultura 246
ASCENSOS
Amarillas y Celestino (D. Julio), á Oficial de tercer grado 438
Fernández Mourillo (D. Manuel), á Oficial de segundo grado 84
Gómez Centurión (D. José), á Jete de tercer grado 438
González Martin (D. Mariano), á Ofícial de segundo grado 438
Martin Bosch (D. Carlos), á Ofícial de primer grado 84
Martínez Campos (D. Arsenio), á Ofícial de primer grado 438
Murillo y Olio (D. Román), á Ofícial de tercer grado 166
Nájera y Balanzat (D. Alfonso), á Jefe de cuarto grado 84
Stor (D. Ángel), á Jefe de cuarto grado 438
Valdenebro y Cisneros (D. José María), á Oficial de tercer grado 84
REVISTA DE ARCHIVOS 528
UCENCIAS
Págs.
Deleito y Minguez (D. Joaquín) 436
Márquez de la Plata (D. Manuel) 437
Martínez y Ramírez (I). Martiniano) 43S
Poggio (D. Pedro) 437
Rascón y Anduaga (D. Nicolás de) 84
Río y Rico (H. Gabriel Martin) 438
Roble» y Rodríguez (D. Ramón) 246
Romera V Navarro (D. Juan) 438
Salves y Fernández (I). Luis) 84
REINGRESOS
Álvarez y Cámara (D. Fermín) 438
Amarillas y Celestino (D. Julio) 246
Anlíqucra (D. Benedicto) 326
Arderíu y Valls(D. Knriquel 246
Groizard y Coronado (1). Alejandro) 438
Herrero (D. José J.) 326
Río y Rico (D. Gabriel Martín del) 438
Robles y Rodríguez (I>. Ramón) 84
ERRATAS
Pág. 291, lín. 19, dice cortar, léase torbar; lín. 22, dice son, léase sou,
Pág. 292, Un. 8, dice vejau^ léase pejam; lín. i3, dice an ima^ léase anima; lín. 14,.
dice mas, léase mes; lín. í8, dice deurien, léase deurieu; lín. 19, dice complaen^
léase complaeu; lin. 20, dice dirien, léase diuen; lín. 22, dice haven, léase Aai^et/;
lín. 22, dice son, lé^sc sou; lín. 26, dice por tan, léase portau; lín. 29, dice en
f^anar, léase enf^anar; lin. 3o, dice hau, léase han.
Pág. 293, lín. 21, d\ce Jinme, léase Jíume; lín. 24» dice no els, léase noUs; lín. 29,
dice quandam, léase quemdam; lín. 35, dice Malasón, léase Malagón,
Pág. 294, lín. 12» dice rfe/í, léase rfeu; lín. 16, dice dieu, léase dien; lín. 35, dice
cierque, léase clergue.
Pág. 295, lín. 8, dice sender, léase scuder; lín. 9, dice oplich, léase aplich; lín. 19,
dice vus, léaselos; lín. 20, á\ct posan, léase jtjo.s'ai/; lín. 21, dice son, léase sou;
lín. 24, dice con<;onetes^ léase cani^onetes.
Pág. 324, lin. 36, dice Extramadura, léase Kxtrf.madijra.
Pág. 437, lín. 32, dice Biblioteca Universitaria, léase Universidad,
Pág. 5o8, lín. 27, dice Notables son también las semblanzas, léase Sotable es tam-
bién la semblanza.
eOLABORADORES
EspaAoles.
Todos los individuos del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y
Arqueólogos, y los distinguidos escritores siguientes: Aguilar y Cano (D. A.), Pu-
blicista-—A Itam ira (D. R.), Catedrático de la Universidad dé Oviedo.— A lemán y
(D. J.), Catedrático de la Universidad Central.— Aviles (D. A.^, de la Real Acade-
mia de San Fernando.— Baselga (D. M.), Catedrático de la Universidad de Zara-
goza.—Bayo (D. C), Publicista.— Blázquez (D. A.), C. de la Real Academia de
la Historia.— Bonilla y San Martín (D. A.), Secretario del Ateneo científico, lite-
rario y artístico de Madrid.— Calleja (D. J. D.), Publicista.— Cedillo (Excelentí-
simo Sr. Conde de), de la Real Academia de la Historia.— Codera (D. F.), de la Real
Academia de la Historia y Catedrático de la Universidad Central.— Costa (D. J.),
Iberista.— Cütarelo y Mori (D. E.), de la Real Academia Española.— Chabás
(D. R.), Canónigo-archivero de la Catedral de Valencia.- Domínguez Berruela
(D. M.), Catedrático del Instituto provincial de Salamanca. -Eguílaz Yanguas
(D. L.), Catedrático de la Universidad de Granada.— Ruano y Prieto (D. F.), Publi-
cista.—Escandón (D. R.), Astrónomo del Observatorio de Madrid.— Fernández
Duro (D. C), Americanista, de la Real Academia de la Historia. —Fernández de Ve-
lasco (D. F.), Publicista.— Ferrá (D. B.), Director del Museo Arqueológico Lulia-
no.— Fita fP. F.), de la Real Academia de la Historia.— García de Quevedo y Con-
cellón ÍD. E.), Catedrático del Instituto provincial de Burgos.— Garrido Osorio
(D. M.), Catedrático de la Universidad de Granada.— Salva (D. A.), Archivero mu-
cipal dé Burgos.— Garriga (D. F. J.), Catedrático del Instituto provincial de Ovie-
do.—Gestoso y Pérez (D. J.), de la Academia de Bellas Artes de Sevilla.— Gómez
Imaz (D. M.), Publicista.— Gómez-Moreno y Martínez (D. M.), Profesor de It
Universidad del Sacro Monte de Granada.— Goyri de Menéndez Pidal (D.* M.*),
Doctora en Filosofía y Letras.— Güemcs (D. J.), Archivero de la Real Casa.—
Hazañas y la Rúa (D. J.), Catedrático de la Universidad de Sevilla.— Hergueta
(D. N.K de la Real Capilla.— Herrera (D. A.), de la Real Academia de la Histo-
ria.—Herrera (P. I.)t de las Escuelas Pias.-Lampércz y Romea (D. V.), Arqui-
tecto y Catedrático de la Escuela de Arquitectura. -Las Navas (Conde de). Bi-
bliotecario de la Real Casa.— Liñán y Éguizával ^D. P.), Publicisia.— Lomba
(D. J. R.), Publicista.— Llabrés (D. Gabriel), (Catedrático del Instituto de Cáce-
res— M untadas (D. J. F.). Publicista.— Oliver y Estellcr (D. H.), de la Real Acade-
mia de la Historia.— Pedraja Fernández (D. K. de la), C. de la Real Academia de la
Historia.— Ramírez de Arellano (D. R.), C de la Real Academia de la Historia.—
Rodríguez de Berlanga(D. M.), Romanista.— Rodríguez .MoureIo(D. J.), Profesor
de la Escuela de Artes y Oficios. — Soralucc (D. P.), de la Comisión de Monu-
mentos de Guipúzcoa. — Tenorio (D. N.), Publicista. -IVamoyeres ( D. L.), de la
Comisión de Monumentos de Valencia. — Laurencio lEl Sr. Marqués de), de la
Real Academia de la Historia.— Ureña y Smenjaud (D. R. de). Catedrático de la
Universidad Central.— Velázquez Bosco (D. R.), Arquitecto y Catedrático de la Es-
cuela de Arquitectura.— Villaamil y Castro ID. J.), Arqueólogo.— Vives (D. A.),
de la Real Academia de la Historia.
Extranjeros.
Bienkowski (P.), Profesor de la Universidad de Cracovia.- Bonsor (M. J.), Ar-
queólogo.— M. J. Calmette, miembro de la Escuela Francesa de Roma. — Daumet
(M. G.), Archivero de los Archivos Nacionales de Francia. — Engel (M. A.), Ar-
queólogo.— Farinelli (Dr. A.), Profesor extraordinario de la Universidad de Inns-
bruck.- Fitz-Gerald (M. J. D.)— Friedel (M.), de la Universidad de Liverpool.— Ga-
rófalo (Sr. V. P.). Profesor de la Universidad de (>atania ( Sicilia). —Gráfenberg (doc-
tor S.), Critico de literatura española. Frankfort.— (jraillot (M. Henri), Profesor del
Liceo de Tolosa de Francia. —I laebler (Conrado), Bibliotecario de la Biblioteca Real
de Dresde. — Homolle (M. Th.), Director de li Friscuela Francesa de Atenas. —
t Hübner (E.), de la Real Academia de Berlín.— Leite de Vasconcellos <Dr. J.), Di-
rector del Museo Etnológico de Lisboa.— Melé (E.), de la Biblioteca Nacional de
Ñapóles.— Morel-Fatio (M. A.), Director adjunto de la Escuela práctica de Estudios
superiores de Paris.— Paris (M. P.), (Catedrático de la Universidad de Bunieos. —
Ulloa (D. Luis), Secretario de Legación, Comisionado especial del Gobierno. del
Perú en los Archivos y Bibliotecas de Europa.
CONSKK) DF LA REVISTA
JUNTA INSPECTORA. l'iM.siDhNrr.: jefe superior dei Cuerpo, b. Mai
Lclitu» Mcncudí"; y ¡\'layt}. -Xu whvswíww. |). Vicente Vit;nau % ÍJa'.lester. -
V«.í A¡ in: i». .I-.»sj (>«!',^a > «iarc.a. í». Ní.iruie! l"l«ire> Calderón.- -I>. Mariano Ca-
lalin;! > C./m. \). Rt.^ir:^»! Amad*.'- d». i«»s Míos. í). l.-M:iardo de Hifioi(>sa \ .\a\c-
ros. I>. .ihan «ala' \\d ti.«r.:.i \ I <'ptv. 1>. Au.mi'-i'» \ cpando/ \":».l«?r'-:) y ' .oc:-
ña n. I':vard-i di.- lliiK^i-ísa > \a\i-,'"'»N.- I>. Kranc:s-j«. .\a\arrn \ I.edc^ma.
REDACCIÓN. I'i<: ^ii'i- nh.. I>. M.imiin') .\/t»;'/.\/i\y /v/jy-i. -X'ujhiM'F.s.-
ui \iY: l>. \ Ícenle X'j.au y Üaüosici . I'i !i\' i«»w iiíi : I), juari Nlcnc-nde/ í*ida:.
- \ 'K x- is: i). i'a..p". Meiu.'ndt:/ V.d:i\. I> \í:í-.i¡-. l'a/ v MeTia. I». }u^j Ramón
Mél'iav Aliar;. I». \\ar..<i:" X-:.. ícele. l>. I':c r .!•. í'^rres Valle. -l>. ^■a^ci^^
Seü'.tr-a». I¡ \ «^ahai.as. I i. Hic.«:\i«» de H.r:"¡..Na \ \a\Lr.»^. ( .t'v i ai«oi<: I). Ma-
nuel ^\.ua-i'i' Sil i<! !\f*:,.- I». Wanue- Ser-.ip" y San/.
in NIOS liK SI SCUiPCION
l-.U I-. A.l.'i- T-..'' i'.''li .Ir ^.^^l I-" K\ |s i \. \.'ii\ . li.s- ..' iv,' N.iii •>•.*■ I'i.co «ir I' ».■«.•* u-U>K 1-. ■
y C'i .1 il.t.-:i.i-. ..^;i.i' !:'• s I .i\*"» i '•;/.í i .lii.i'i.n i^ w\ ::i:., I ii>;c:i» •/;j/\t /••«iZ. .Mitu-.i
i'j>.i=, f'l I. I M;< I* . o. ^ /;;.•«: I ■» ui¡- -I'» I • :; • '■ i:l'., ». .' ¡c M-.- 1',-ii.' Cti-n Mi^-..il l'aiacu-*
Siiiu/. I ¡i'iiij \ i* i|s'c : I f I» ■J//'i.i-. J'i „ ¡ «»[H/ 'i;cvi;.i. ."^iti Jc'"ni::io, j*.. - ¡.nfírf'fi
Hii«i> ■:■ ^ ;^••.•n, l''i: : .1 v. ,•• » .i.- \i.uirití: \\n:.it\. .'iü:".!; •. .vlcaia, ■.■■, \icl«íri.tu'.> Su.ir»-/,
l'iccii.'- . ,\ \ i;-! vil. '• ■' iil.i : L- ..1 .11./ \ . i'iip.u.i ■. !'!.:.-■ .1 .:t s.i;!í i \!>.i. i;<; Firn.nui.-. Ik.
CiiT.'ji.i iIvS!'! .¡■.I'", I.I.... •_'. ! .' 'p...'!. •. lüc. ¡'.:i/.i Uc Siii'.i \' .1..,. I !ii:i;íi jr.tc i-.rici'iTi.il K«injn
y l'.ív^fi, \.v,.il.i. '■»;S.i.r.- !i .1 ■ :v • j. i k'wi íM"--, cail- ilc «■•ít;:'''.¡ iíjcn. !'•; Ci ihricl Sáncht/, Cn-
ircM'- •.• . \'r«.::'.. '^.l!l .M.«:'iii \ \nIu»<,íI«». I*- .iiij .-. i-- \ l'"m-'i.( ,lcl So'. ••; V'uui.i de Kic-,
Tr.tvc*»!» :iL \rot..n. i; l.il^n-: .a .S.«c:wiil \ l.\ trar.icra. "^m hvr.Mardd, :■•: fij'ifi/».- Ju.in Mar-
11111/. I', i/ : il'.' i<.c.-;" ^ii!'.i".nn.r V .-jtl.j' i; ( i'. -I, i- ¡I,)... I'í.i/.i M.i\i»r, xs Santón Jer: l»¡c>v.
W. til H<c.i I., Km \\.i;.««;. < l.-i/. *i . -.i Xii-i:! M;uil.ir. .it»rcr<i-..'J::..ir, «''rihailcro». i.— l'a//,i-
tiifliU Ji-»0 MaMUs.1 il». la • .ii» vtj^ \\ .^i.,. ¡-¡j, .wa. s-s v }'• - Zii'ii^'f" ;.í «''.c:!!" 'i.i«:c.i. I*l.i¿a iSc I .i
Sc«- I ■ /\i'/^ ilü I; ir.si a h \V'.! n. : ur lltrnai «l-l'.iiisw. ;
l'l<h(.!()S DK .sr.S(.MIp( Ji.)\. -Ln kspaña. 15 pesetas a; añ.-: m el exiran-
jen», 20 francos al anu. -A'(/ se .¡liniitcn sclln^ Je tórreos en pa¿:o de suscripcio-
nes. - Número suelto» 1,50 pesetas.
Puniera > '«e^ur.Ja ^erie (pi..r.era y sei;urida época», '^u? pesetas, touios I a IX;
sueltos, á 25 poetas iii¡n<.,'.- leKora serie (tercera época), lomos I, II. III, IV. \",
VI y Vil. oo pesetas: suelii»s. a -b péselas tomo.— líoletin de Archivos. Biblioteca^
j Museos, un toinn. 7. So pesetas.
Modo de hacer el pa^jo los wSiiscriptores de provincias
Por medio de libranza del (iiro miiluo. d nombre del .Icfe del Archivo
Histórico Nacic)nal. I\iscn de Recoletos, 20.
Catálogos publicados por la Rkvisf A j>k Ah.hivos, Bibmoteí.as y Mi'seos.
Biblioteca Nacionai . I.- Quálo^o de las piví^as de teatro que se conservan en el
Departamento de Manuscritos de ¡a Biblioteca Nacional , por D. Antonio Paz y
Melia, Jel'e de dicho Departamento. -Madrid, i8(h».--.S.** doble, 717 páginas. — 1<-
pesetas.— Ochi» pesetas á lo*- suscnplore»» de la Rfvisi k. Punto de venta, en la Ad-
ministración de la misma.
Poj;amos á los autíjres. editores, libreros, impresores, grabadores, encuaderna
dores, etc.. se lijen en las condiciones de nuestra Sección de anuncios. — Supli-
camos á los autores, editores y libreros nos remitan las papeletas bibliográficas
exactas de sus obras, si quieren verlas figurar gratuitamente en la sección de Bi-
bliografía.- Se hará nota bibliográfica de todo libro de materia literaria, his-
tórica ó art.stica del cual se envíen á la Hevisia dos ejemplares. — Las tiradas
APAH1 K no se entregarán al autor hasta quince días después de haber aparecido en la
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cortes de periódicos, cambio, pruebas de imprenta, etc., se dirigirá al 5ecre/ar 10
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